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EL OCASO DEL TERCER MILITARISMO PERUANO.

Por: Eddy Romero Meza

Los últimos años del 2do gobierno de Oscar R. Benavides (1933-1939), estuvieron
marcados por una gran inestabilidad política. Como se recuerda sólo en Los
comicios de 1936, el gobierno de Benavides, tuvo que vetar la elección del
historiador Luis Eguiguren ( ex ministro de Sánchez Cerro ), argumentando, el
respaldo de votos apristas ( partido declarado ilegal ). Lo cierto es que el candidato
oficialista Jorge Prado, ni siquiera había logrado el segundo lugar en las
preferencias electorales, el cual fue ocupado por el Dr. Luis E. Flores de la Unión
Revolucionaria.

Este hecho sumado a la continuidad de la persecución política a los partidos


aprista, comunista, e incluso urrista. Determinaran en gran parte el debilitamiento
del régimen del general Benavides. Resulta curioso como la UR, partido de corte
fascista del fallecido Sánchez Cerro, se había convertido en enemigo de quien
había formado parte importante de ese gobierno.

Benavides no sólo gobernara sin congreso, sino que se vio enfrentado a las masas
organizadas del Apra y la Unión Revolucionaria ( ubicadas en antípodas
ideológicas por cierto ), lo que supuso una represión permanente.

A todo ello habría que agregar las fisuras que presentaba, la principal fuente de
poder del régimen: las fuerzas armadas. Prueba de ello seria la sospechosa
muerte del general Morales Bermúdez ( jefe de la guarnición de Trujillo ), atribuida
injustamente a los militantes apristas. Cabe recordar por ejemplo que el ex
presidente Francisco Morales Bermúdez, declaró en su momento la directa
responsabilidad del gobierno de Oscar Benavides, en la muerte de su padre.

Un segundo hecho, al interior de las fuerzas armadas, fue el protagonizado por el


general Antonio Rodríguez en 1939. Este ministro de gobierno encargado del
orden interno ( identificado con la UR ), llego incluso a reunirse con el líder del
Apra, Víctor Raúl Haya de la Torre, en búsqueda de apoyo para su conspiración, la
cual finalmente lo llevo a asaltar y tomar el palacio de gobierno, donde morirá
trágicamente a manos de un oficial de la guardia civil en estado etílico.

El gobierno de Benavides totalmente desgastado, convocara en plazo breve a


elecciones ( donde no participan ni el Apra ni la UR, declarados partidos ilegales
por su supuesto carácter internacional, en tiempos de Sánchez Cerro ), en la que
resultara elegido un representativo personaje de la burguesía nacional, Manuel
Prado Ugarteche, quien como se recuerda era muy próximo al régimen militar.

A continuación, les presentamos un interesante articulo del historiador Antonio


zapata, quien aborda esta interesante etapa, que marca el final del denominado
tercer militarismo.

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