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Todas las lenguas antiguas utilizan la misma palabra para definir el

aliento que para definir el alma y el espíritu. Respirar viene del


latín spirare y espíritu de spiritus, raíz de la que deriva también la palabra
inspiración. En griego psyke significa hálito como alma. En el relato
bíblico de la creación se nos cuenta que Dios infundió su aliento divino
en la figura de barro convirtiéndola en una criatura viva, dotada de alma.
En la India quien alcanza la iluminación se le llama Mahatma, que
significa tanto alma grande como aliento grande. Este aliento es lo que
hace del hombre un ser vivo y dotado de alma.
La respiración actúa en nosotros pero no nos pertenece.
Es el único elemento externo que nuestro cuerpo necesita para seguir con
vida. Los demás órganos, diferentemente que los pulmones, viven de
recursos internos y propios. Gracias al aliento, nos conectamos
constantemente con la naturaleza que nos rodea y es el aliento lo que, en
el ámbito metafísico, permite que esta unión no se rompa. La respiración
por lo tanto impide que el ser humano se cierre del todo, se aísle, que haga
impenetrable la frontera de su yo.

Respiramos el mismo aire que cualquier otro ser humano, que nos guste
o no es lo que todos seres vivos compartimos; por lo tanto la respiración
nos une constantemente con todo y con todos.

Con el primer aliento empezamos nuestra vida y con el ultimo la


terminamos; con el primer aliento nos desprendemos de la unión
simbiótica con nuestra madre para dar los primeros paso en nuestra
existencia y hacernos autónomos, libres. Cuando nos cuesta respirar,
suele ser señal de que tenemos temor a dar pasos con libertad e
independencia. Al salir de una situación de agobio, temor, tensión, lo
primero que hacemos es inspirar profundamente…

En un simbolismo más profundo, la respiración es dar y tomar, recibir y


soltar, dejar que entre lo nuevo y desprenderse de lo que ya no nos sirve.
Una respiración recortada demuestra una resistencia frente a la vida, a lo
que nos pasa, a lo que nos rodea.

La respiración es el puente entre el cuerpo y la mente, su función no solo


es fisiológica si no que influye en nuestro estado mental. Cada forma de
respirar genera un estado diferente de ánimo. Una respiración rápida,
agitada o entrecortada provoca un estado de excitación nerviosa,
descontrol mental y emocional o ansiedad. Mientras una respiración
rítmica lenta y consciente es un poderoso bálsamo para el alma, tranquiliza
y aporta paz y serenidad interior y es una buena técnica de control mental
y emocional. Por lo que se refiere al cuerpo, la función principal de la
respiración es el intercambio: por la inspiración el oxígeno contenido en el
aire es conducido a los glóbulos rojos y en la espiración expulsamos el
anhídrido carbónico. Durante la respiración es importante mantener la
consciencia plena de todo el proceso.

Existen básicamente tres tipos de respiración: abdominal, torácica y


clavicular.

En la respiración abdominal o diafragmática el aire entra y sale de los


pulmones por efecto del movimiento ascendente y descendente del
diafragma. El diafragma es un músculo en forma de arco situado donde
terminan las costillas. Se eleva la zona del abdomen cuando respiramos.
El aire ocupa la parta baja, media y alta de los pulmones. Es la forma de
respirar de los niños, la más natural y que perdemos de practicar con el
crecimiento elevándola al tórax. Sus efectos beneficiosos son diversos.

Entre ellos:

• Lleva gran cantidad de aire a los pulmones


• Promueve la oxigenación de la sangre
• Es muy relajante
• Actúa sobre el plexo solar liberando la ansiedad (y ese “nudo en el
estómago”)
• Estimula el movimiento del corazón y mejora la circulación
• Con el movimiento constante del diafragma los órganos
abdominales reciben un buen masaje
• Descongestiona el hígado
• Ayuda al tránsito intestinal

En la respiración torácica el aire entra y sale de los pulmones por efecto


de la apertura y cierre de la caja torácica. Se eleva el pecho cuando
respiramos. El aire ocupa la parte alta y media de los pulmones. Sus
beneficios:
• Relaja el cuerpo y la mente armonizándolos
• Fortalece los pulmones,
• Amplía la capacidad pulmonar
• Previene enfermedades respiratorias
• Favorece en el organismo efectos metabólicos que propician la
activación fisiológica

En la respiración clavicular o alta, las clavículas se alzan para abrir la


porción superior de los pulmones y el aire pasa a través de nuestra
garganta hasta llegar a nuestro cerebro. Esta respiración ha de ser muy
rápida para poder llevar la suficiente cantidad de aire a esa pequeña parte
de los pulmones controladas por las clavículas; y el corazón debe bombear
la sangre mucho más rápidamente que en la respiración torácica o más
aún abdominal.

La respiración clavicular se da cuando se manifiestan estados de ansiedad


o tensión. Y, a la inversa, quienes respiran habitualmente de esta forma
se vuelven propensos a padecer de ansiedad crónica. Siendo una
respiración que se queda en el nivel más alto no solo de nuestros
pulmones,sino que de nuestro cuerpo y que su ritmo debe mantenerse
elevado para oxigenar de forma adecuada el cuerpo, es aconsejable
extenderla por lo menos a los pulmones y así inhalar la cantidad de aire
correcta para nuestro bienestar.

La respiración completa

Son muchos los beneficios de la respiración completa, entre ellos: el


aumento en la cantidad de sangre, debido a su mayor oxigenación en los
pulmones, y esto favorece la eliminación de toxinas del sistema; mejor
capacidad del cuerpo para dirigir y asimilar los alimentos, de hecho los
órganos digestivos, como el estómago, reciben mayor cantidad de oxígeno
y, por lo tanto, su funcionamiento es más eficaz; mejora en el estado del
sistema nervioso, incluyendo el cerebro, la columna, los centros
nerviosos y los nervios; gracias a los movimientos del diafragma todos
nuestros órganos internos reciben un masaje lo cual tiene un profundo
efecto de tranquilidad y distensión; rejuvenecimiento de las glándulas,
sobre todo las pituitarias y pineales y también de la piel; relajación de
mente y cuerpo ya que se produce una reducción en los latidos del corazón
y una relajación de los músculos.

Respiración y Yoga
El yoga se inspira en los niños bebés recién nacidos, que todavía tienen
su respiración natural. Expanden la totalidad de sus pulmones al tomar
aire y luego exhalan profundamente, respirando rítmica y profundamente,
y luego vaciándolos completamente una y otra vez. Se dice que por esto
los niños tienen tanta energía e irradian magnetismo y vitalidad. Están
integrados con el universo, confiados y abiertos a la vida, siendo quienes
son, viviendo el momento presente.

Reaprender a respirar es posible y es vital para nuestro bienestar.


Es aconsejable ir haciéndolo gradualmente, ya que un exceso de
oxígeno en nuestro organismo puede generarnos una
hiperventilación. Con solo escuchar nuestro cuerpo y seguir el
ritmo natural de nuestro respiro, podemos mejorar
considerablemente nuestro estado mental y cambiar nuestro estado
de ánimo.

© Autor: Vittoria Veri Doldo ~ Health Coach

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