Gran parte de sus ventas a nivel mundial, en Europa y Oriente Medio, se
facturan a través de sociedades holding cuyo domicilio fiscal está en Hilversum, una pequeña localidad holandesa de apenas 85.000 habitantes, donde Nike ha abierto un total de 38 sociedades. Nike controla su estructura holandesa desde Bermudas, país al que habría desviado 3.300 millones de euros de sus beneficios en Europa entre 2010 y 2012, con lo que evitó pagar impuestos por esa cantidad, según se reveló a finales del año pasado en Los Papeles del Paraíso, una filtración masiva de documentos hecha pública por el Consorcio de Periodistas de Investigación. Las tres sociedades en Bermudas están de hecho en la cabecera del negocio y controlan el sector holandés. Así, aunque en España hay registradas varias sociedades, la más relevante es American Nike, cuya cabecera es Nike European Operations Netherlands, con sede en Holanda. La filial española declaró así unos ingresos en el ejercicio cerrado a 31 de mayo de 2017 de 42,9 millones de euros. Pero esa cifra no se corresponde con sus ventas en el país, sino por las comisiones derivadas de gastos de gestión que cobra como agente, tanto a su matriz -un total de 39 millones- como a otra firma holandesa, Converse Netherland. Prueba de hecho de que la cifra de ingresos que declara Nike no se corresponde con la realidad del mercado es que la filial española de Adidas, que declara todos sus ingresos y tiene su matriz en Alemania, registra unos ingresos en nuestro país de 400 millones de euros. Para la Agencia Tributaria lo más preocupante, en cualquier caso, es que Nike declara aquí un resultado neto de tan solo 5,7 millones de euros y paga por ello únicamente 4,1 millones en concepto de impuesto de sociedades. Nike European Operations no es, de todos modos, la cabecera del negocio. En realidad se trata de una filial a su vez de Nike Europe Holding, otra empresa domiciliada también en el pueblo holandés de Hilversum y cuyos accionistas son varias sociedades de Bermudas: Nike International Ltd, Nike Lavadome y Nike Cortez. Se trata de una operativa de ingeniería fiscal, que se conoce como el sandwich holandés. Amsterdam ofrece a las multinacionales la posibilidad de mantener empresas interpuestas que permiten el desvío de los ingresos obtenidos en el resto de Europa hacía paraísos fiscales. "Holanda es algo así como la mantequilla en medio del sandwich que permitiría unir las dos rebanadas del pan, quedando por un lado la filial que controla el negocio en un país determinado y por el otro el paraíso fiscal", según explica a este periódico un experto en derecho tributario. Amsterdam permite a las compañías no tener que tibutar por las ganancias por plusvalías en ventas de acciones, los dividendos o los royalties que cobra a las filiales. Las participadas sufren así un vaciamiento en favor de la matriz, que reenvía luego sus beneficios a un paraíso fiscal, como Bermudas. El caso de Nike va más allá porque todo se factura en Holanda. La marca completa esta estructura con 14 sociedades en Delaware, un territorio offsore en EEUU, que ofrece la posibilidad de acogerse al secreto bancario. El ‘Nunca Jamás’ de los Países Bajos En 2014, el generoso acuerdo que Nike firmó con las autoridades fiscales holandesas en 2005 estaba por vencer. Pero Nike y sus asesores, incluyendo el bufete estadounidense Baker McKenzie, encontraron una solución. Se dieron cuenta de que, con solo unos pocos ajustes, las regalías por uso de marca podrían seguir fluyendo hacia el exterior de la sede europea de Nike con poco o ningún impuesto.
Después de una reorganización de la estructura de evasión de impuestos de
Nike en 2014, sus operaciones en Hilversum hicieron pagos de regalías por 982 millones de dólares en 2015 y 1,130 millones de dólares en 2016, según muestran las cuentas de la empresa.
Bajo la estructura revisada, Swoosh y otras marcas comerciales se habían
transferido de la filial de Bermuda a una nueva filial holandesa, Nike Innovate CV.
El 'CV' de Holanda –que significa "commenditaire vennootschap”, o sociedad de
responsabilidad limitada–
LOS REGULADORES ESTÁN REZAGADOS
A pesar de la resistencia inicial de los Países Bajos, la Unión Europea adoptó este año una directiva que exige a los estados miembros que ajusten sus leyes fiscales para combatir las estructuras de evasión más agresivas, incluidas las que impliquen a las CVs, para 2022 a más tardar.
El Ministerio de Finanzas holandés dijo que esperaba publicar un proyecto de
ley el próximo año con vistas a la entrada en vigor de las nuevas normas a partir de 2020.
A fines de 2016, el ministerio instó a sus homólogos de otros estados miembros
de la Unión Europea a retrasar las reformas debido a los grandes estragos que probablemente causarían en la economía holandesa, donde el gobierno estima que 77,660 empleos están vinculados a multinacionales estadounidenses que fueron atraídas a los Países Bajos por la posibilidad de desarrollar estructuras tributarias utilizando CVs.