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1.- INTRODUCCIÓN:
Hemos empezado una de las etapas del año litúrgico más hermosas, “El
Adviento”, en esta etapa debemos preparar nuestro corazón y nuestra mente para
la venida del Señor, en estas NAVIDADES. Las Navidades no son fiestas de
consumo y gastos, sino son tiempo en el que debemos vivir humilde y sencillos
pues el Rey de Reyes nació en un pesebre, es por eso que este adviento tiene
que ayudarnos a despegarnos de lo material para hacernos más espirituales y que
así vivamos la NAVIDAD de manera más espiritual, pues debemos recordar la
Escritura:
¿Cuál es tu tesoro?
1 El pueblo que caminaba en las tinieblas ha visto una gran luz: sobre los que
habitaban en el país de la oscuridad ha brillado una luz. Isaías 9:1
-¿Y vosotros queréis ver esta luz?....entonces debemos prepararnos para ello,
porque no todos pueden ver esta luz, algunos están ciegos, ya lo dice la Escritura:
¿Cuantos conoces que no quieran recibir esa luz?... Pues esa es nuestra función
que todos reciban la luz, y no existan ciegos en el mundo, pero para recibir esa
luz, en este tiempo litúrgico debemos preparar nuestro corazón, esta es la
finalidad de este artículo dar las bases de este tiempo litúrgico, su importancia y
dar unos consejos para prepararnos para recibir a Cristo.
2.-FUNDAMENTO BIBLICO DEL ADVIENTO:
I Domingo
La vigilancia en espera de la venida del Señor. Durante esta primer semana las lecturas
bíblicas y la predicación son una invitación con las palabras del Evangelio: "Velen y estén
preparados, que no saben cuándo llegará el momento". Es importante que, como familia
nos hagamos un propósito que nos permita avanzar en el camino hacia la Navidad; ¿qué
te parece si nos proponemos revisar nuestras relaciones familiares? Como resultado
deberemos buscar el perdón de quienes hemos ofendido y darlo a quienes nos hayan
ofendido para comenzar el Adviento viviendo en un ambiente de armonía y amor familiar.
Desde luego, esto deberá ser extensivo también a los demás grupos de personas con los
que nos relacionamos diariamente, como la escuela, el trabajo, los vecinos, etc. Esta
semana, en familia al igual que en cada comunidad parroquial, encenderemos la primera
vela de la Corona de Adviento, color morada, como signo de vigilancia y deseos de
conversión.
II Domingo
III Domingo
El testimonio, que María, la Madre del Señor, vive, sirviendo y ayudando al prójimo.
Coincide este domingo con la celebración de la Virgen de Guadalupe, y precisamente la
liturgia de Adviento nos invita a recordar la figura de María, que se prepara para ser la
Madre de Jesús y que además está dispuesta a ayudar y servir a quien la necesita. El
evangelio nos relata la visita de la Virgen a su prima Isabel y nos invita a repetir como ella:
¿"Quién soy yo para que la madre de mi Señor venga a verme?
Sabemos que María está siempre acompañando a sus hijos en la Iglesia, por lo que nos
disponemos a vivir esta tercera semana de Adviento, meditando acerca del papel que la
Virgen María desempeñó. Te proponemos que fomentes la devoción a María, rezando el
Rosario en familia, uno de los elementos de las tradicionales posadas, que inician el
próximo día 16. Encendemos como signo de espera gozosa, la tercera vela, color rosa, de
la Corona de Adviento.
IV Domingo
El anuncio del nacimiento de Jesús hecho a José y a María. Las lecturas bíblicas y la
predicación, dirigen su mirada a la disposición de la Virgen María, ante el anuncio del
nacimiento de su Hijo y nos invitan a "Aprender de María y aceptar a Cristo que es la Luz
del Mundo". Como ya está tan próxima la Navidad, nos hemos reconciliado con Dios y con
nuestros hermanos; ahora nos queda solamente esperar la gran fiesta. Como familia
debemos vivir la armonía, la fraternidad y la alegría que está cercana celebración
representa. Todos los preparativos para la fiesta debieran vivirse en este ambiente, con el
firme propósito de aceptar a Jesús en los corazones, las familias y las comunidades.
Encendemos la cuarta vela color morada, de la Corona de Adviento.
-Todo esto está muy bien, pero que dice la Escritura sobre el Adviento?...porque quizás
alguien que me esté leyendo se esté preguntando y bueno todo eso para que sirve si la
Escritura no nos enseña nada sobre el Adviento?...Es cierto en la Escritura no viene la
palabra Adviento, sin embargo eso no justifica que este periodo de tiempo no tenga
soporte bíblico, y este es un bonito al que debe todo católico enfrentarse, ¿Podemos dar
soporte bíblico de alguna forma a este tiempo?....La doctrina católica es perfecta, libre de
error, y como toda nuestra teología y doctrina tiene un fundamento bíblico, esto no podría
ser menos, veámoslo:
-El apóstol San Pablo nos habla sobre elegir unos días mejor que otros:
5 Unos tienen preferencia por algunos días, mientras que para otros, todos los días son
iguales. Que cada uno se atenga a su propio juicio.
6 El que distingue un día de otro lo hace en honor del Señor; y el que come, también lo
hace en honor del Señor, puesto que da gracias a Dios; del mismo modo, el que se
abstiene lo hace en honor del Señor, y también da gracias a Dios. Romanos 14:5-6
-San Pablo en estos versículos nos enseña que él ve bien que algunas personas tengan
preferencias por algunos días y otras por otros, o sea que eso no es algo malo. El
distinguir un día de otro es bueno si se hace en honor al Señor. Pues bien la festividad del
Adviento es Cristocéntrica, pues Cristo es el centro de este tiempo litúrgico...por lo
tanto ¿No justifica ya esto el poder tener unos días especiales en honor al Señor?
-Pero además encontramos en la Escritura más casos de tiempos que eran sagrados para
el Pueblo de Dios:
El Señor dijo a Moisés: Habla en estos términos a los israelitas: El primer día del séptimo
mes será para ustedes un día de descanso, una conmemoración anunciada con toque de
trompetas, y habrá una asamblea litúrgica. No harán ningún trabajo servil y presentarás
una ofrenda que se quema en homenaje al Señor. El Día de la Expiación El Señor dijo a
Moisés: Además, el décimo día de ese séptimo mes, será el día de la Expiación. Habrá
una asamblea litúrgica, observarán el ayuno y presentarán una ofrenda que se quema
para el Señor.
Ya el pueblo de Dios tenía fiestas y días especiales en honor a su Dios. ¿Porque el Nuevo
pueblo de Dios no puede tener días en honor a Cristo?
Vemos como el Pueblo de Dios del AT tenía días consagrados a Yahvé y en esos días se
recomendaba comer bien y al que nada había preparado darle una porción de alimentos,
y todos tenían que estar felices. ¿Acaso esto no es lo que hacemos en Navidad y
Adviento? ¿Acaso no estamos felices porque el Señor va a venir, y a los que nada tienen
les ayudamos? ….dicen en Navidad el corazón de la gente se ablanda, es por eso este
texto de Nehemías es un reflejo de lo que para nosotros es el Adviento y la Navidad.
-En la escritura encontramos diferentes citas que nos hablan de que el Pueblo se
PREPARABA para fiestas sagradas y para los días Santos, esto es básicamente lo que
hacemos en el Adviento, prepararnos para recibir al Señor:
Después prepararon la Pascua para sí y los sacerdotes, porque los sacerdotes, hijos de
Aarón, estuvieron ocupados hasta la noche en ofrecer holocaustos y grasas. Por eso los
levitas la prepararon para sí y para los sacerdotes, hijos de Aarón. 2 Cronicas 35:14
Ellos hicieron como Jesús les había ordenado y prepararon la Pascua. Mateo 26:19
-La preparación para recibir a Jesús es tan importante que hasta en el NT se nos dice que
Dios manda al pueblo un mensajero para que el pueblo se PREPARE:
Comienzo de la Buena Noticia de Jesús, Mesías, Hijo de Dios. Como está escrito en el
libro del profeta Isaías: "Mira, yo envío a mi mensajero delante de ti para prepararte el
camino”. Marcos 1:2
¿Si el pueblo de Dios tubo prepararse para recibir a Cristo, porque nosotros no
hemos de hacer lo mismo?
-Recordemos que el profeta Isaías ya predijo que vendría Cristo y también enseñó al
pueblo de Dios como debía prepararse para este acontecimiento:
"Decid a los cobardes de corazón: ¡Sed fuertes, no temáis! Mirad a nuestro Dios que va a
venir a salvarnos" Is 35: 4.
Esta invitación se hace cada vez más apremiante a medida que se acerca la Navidad,
enriqueciéndose con la exhortación a preparar el corazón para acoger al Mesías.
Con todo esto comprobamos que el dedicar tiempo a prepararnos para recibir a Cristo era
algo normal en los relatos bíblicos, es más incluso hemos visto como el pueblo de Dios
tenía sus fiestas y días santos.
Pero cuando llegó, los galileos lo recibieron bien, porque habían visto todo lo que había
hecho en Jerusalén durante la Pascua; ellos también, en efecto, habían ido a la
fiesta. Juan 4:45
Después de esto, Jesús recorría la Galilea; no quería transitar por Judea porque los judíos
intentaban matarlo. Se acercaba la fiesta judía de las Choza. Juan 7:1-2.
Estaba cerca la fiesta de los Ázimos, llamada Pascua. Los sumos sacerdotes y los
escribas buscaban la manera de eliminar a Jesús, porque tenían medio del pueblo.
Entonces Satanás entró en Judas, llamado Iscariote, que era uno de los Doce. Este fue a
tratar con los sumos sacerdotes y los jefes de la guardia sobre el modo de entregárselo.
Ellos se alegraron y convinieron en darle dinero. Judas aceptó y buscaba una ocasión
propicia para entregarlo sin que se enterara el pueblo. Llegó el día de los Ázimos, en el
que se debía inmolar la víctima pascual. Jesús envió a Pedro y a Juan, diciéndoles:
«Vayan a prepararnos lo necesario para la comida pascual». Ellos le preguntaron: «
¿Dónde quieres que la preparemos?». Jesús les respondió: «Al entrar en la ciudad
encontrarán a un hombre que lleva un cántaro de agua. Síganlo hasta la casa donde
entre, y digan a su dueño: El Maestro manda preguntarte: "¿Dónde está la sala en que
podré comer la Pascua con mis discípulos?". Él les mostrará en el piso alto una pieza
grande, arreglada con almohadones: preparen allí lo necesario». Los discípulos partieron,
encontraron todo como Jesús les había dicho y prepararon la Pascua.
Llegada la hora, Jesús se sentó a la mesa con los Apóstoles y les dijo: «He deseado
ardientemente comer esta Pascua con ustedes antes de mi Pasión. Lucas 22:1-15
El primer día de la fiesta de los panes Ácimos, cuando se inmolaba la víctima pascual, los
discípulos dijeron a Jesús: « ¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la comida
pascual?». Él envió a dos de sus discípulos, diciéndoles: «Vayan a la ciudad; allí se
encontrarán con un hombre que lleva un cántaro de agua. Síganlo, y díganle al dueño de
la casa donde entre: El Maestro dice: « ¿Dónde está mi sala, en la que voy a comer el
cordero pascual con mis discípulos?». Él les mostrará en el piso alto una pieza grande,
arreglada con almohadones y ya dispuesta; prepárennos allí lo necesario». Los discípulos
partieron y, al llegar a la ciudad, encontraron todo como Jesús les había dicho y
prepararon la Pascua. Marcos 14:12-16
La palabra Adviento proviene del latín "Adventus" que significa la venida. En un principio
con este término se denominaba al tiempo de la preparación para la segunda venida de
Cristo o parusía y no el nacimiento de Jesús como ahora lo conocemos. Haciendo
referencia a este tiempo la primitiva Iglesia meditaba sobre los pasajes evangélicos que
hablan del fin del mundo, el juicio final y la invitación de San Juan Bautista al
arrepentimiento y la penitencia para estar preparados.
A pesar de que esta temporada es muy peculiar en las Iglesias de Occidente, su impulso
original probablemente vino de las Iglesias Orientales, donde era común, después del
Concilio ecuménico de Efeso en 431, dedicar sermones en los domingos previos a la
Navidad al tema de la Anunciación. En Ravena Italia - un canal de influencia oriental a la
iglesia de Occidente - San Pedro Crisóstomo (muerto en 450) daba estas homilías o
sermones.
Existen algunas homilías, probablemente la mayor parte de San Cesáreo, Obispo de Arlés
(502-542), en las que encontramos mención de una preparación antes de la Navidad;
todavía, a juzgar por el contexto, no parece que exista ninguna ley general sobre la
materia.
-Para las cuatro semanas que dura el adviento podemos encontrar consejos en la
Escritura para saber cómo vivirlas:
1a.-En la primera semana, nos ejercitamos para purificar nuestro cuerpo, en un lugar
sereno para favorecer la espiritualidad.
"Crea en mí, oh Dios, un corazón puro, renueva en mi interior un firme espíritu." (Sal 51,
12)
"Mi espíritu quebrantado a Dios ofreceré, pues no desdeñas a un corazón contrito." (Sal
51, 19)
En fin, que esta temporada de adviento camino de la navidad, y la navidad misma, sean
ocasión especial para que el Señor nos regale un corazón sensato:
"Enséñanos lo que valen nuestros días, para que adquiramos un corazón sensato." (Sal
90, 12)
"Les daré un corazón nuevo y pondré en su interior un espíritu nuevo. Quitaré de su carne
su corazón de piedra y les daré un corazón de carne. Así caminarán según mis
mandamientos, observarán mis leyes y las pondrán en práctica; entonces serán mi pueblo
y yo seré su Dios." (Ez 11, 19-20)·
Del maestro de coro. Poema de los hijos de Coré. Como la cierva sedienta busca las
corrientes de agua, así mi alma suspira por ti, mi Dios. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios
viviente: ¿Cuándo iré a contemplar el rostro de Dios? Las lágrimas son mi único pan de
día y de noche, mientras me preguntan sin cesar: « ¿Dónde está tu Dios?» Al recordar el
pasado, me dejo llevar por la nostalgia: ¡cómo iba en medio de la multitud y la guiaba
hacia la Casa de Dios, entre cantos de alegría y alabanza, en el júbilo de la fiesta! ¿Por
qué te deprimes, alma mía? ¿Por qué te inquietas? Espera en Dios, y yo volveré a darle
gracias, a él, que es mi salvador y mi Dios. Mi alma está deprimida: por eso me acuerdo
de ti, desde la tierra del Jordán y el Hermón, desde el monte Misar. Un abismo llama a
otro abismo, con el estruendo de tus cataratas; tus torrentes y tus olas pasaron sobre mí.
De día, el Señor me dará su gracia; y de noche, cantaré mi alabanza al Dios de mi vida.
Diré a mi Dios: «Mi Roca, ¿por qué me has olvidado? ¿Por qué tendré que estar triste,
oprimido por mi enemigo?». Mis huesos se quebrantan por la burla de mis adversarios;
mientras me preguntan sin cesar: « ¿Dónde está tu Dios?» 12 ¿Por qué te deprimes,
alma mía? ¿Por qué te inquietas? Espera en Dios, y yo volveré a darle gracias, a él, que
es mi salvador y mi Dios. Salmo 42
3a.-En la tercera semana, purificamos nuestras motivaciones.
Aunque yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor,
soy como una campana que resuena o un platillo que retiñe. Aunque tuviera el don de la
profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia, aunque tuviera toda la fe, una fe
capaz de trasladar montañas, si no tengo amor, no soy nada. Aunque repartiera todos mis
bienes para alimentar a los pobres y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor,
no me sirve para nada. El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace
alarde, no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita,
no tienen en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con
la verdad. El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor
no pasará jamás. Las profecías acabarán, el don de lenguas terminará, la ciencia
desaparecerá; porque nuestra ciencia es imperfecta y nuestras profecías, limitadas.
Cuando llegue lo que es perfecto, cesará lo que es imperfecto. Mientras yo era niño,
hablaba como un niño, sentía como un niño, razonaba como un niño, pero cuando me
hice hombre, dejé a un lado las cosas de niño. Ahora vemos como en un espejo,
confusamente; después veremos cara a cara. Ahora conozco todo imperfectamente;
después conoceré como Dios me conoce a mí. En una palabra, ahora existen tres cosas:
la fe, la esperanza y el amor, pero la más grande todas es el amor. 1 Cor 13
4a.-En la cuarta semana, purificamos nuestros pensamientos. Leer Salmo 1 e Isaías 55,
11.
Así sucede con la palabra que sale de mi boca: ella no vuelve a mí estéril, sino que realiza
todo lo que yo quiero y cumple la misión que yo le encomendé. Isaías 55:11
Con estas citas espero haber logrado ayudaros a vivir un adviento mucho más bíblico.
http://www.mercaba.org/DIESDOMINI/ADVIENTO/para_vivir_adviento.htm