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DEL CONCEPTO DE
PARADIGMA EN THOMAS
S. KUHN, A LOS
PARADIGMAS DE LAS
CIENCIAS DE LA CULTURA

José Duván Marín Gallego*

Resumen
Este artículo de reflexión es, a la vez, un ensayo, resultado de un proceso de
búsqueda de antecedentes necesarios para mi tesis doctoral en Educación,
con la Newport International University, que me permite poco a poco un acer-
camiento a los Fundamentos Epistemológicos y Metodológicos de la Pedago-
gía, intentando responder a la pregunta: ¿por qué no se puede hacer ciencia
de la pedagogía?, teniendo en cuenta, además, que la ciencia es una cons-
trucción social. Esta reflexión parte del concepto de “paradigma” en la forma
como lo desarrolla Kuhn en su obra La Estructura de las Revoluciones Científi-
cas el cual me lleva a plantear la pregunta de ¿cuál es el paradigma que deben
privilegiar las ciencias sociales y humanas?, y a la conclusión de que siguiendo
la distinción que hace Dilthey entre ciencias de la naturaleza que se explican
(Erklären) y ciencias del espíritu que se interpretan (Verstehen), el paradigma
dominante y que mejor conviene a las ciencias sociales y humanas es el Críti-
co-hermenéutico desarrollado por la Escuela de Frankfurt y la Teoría Crítica de
la Sociedad.

Palabras clave
Paradigma, epistemología, ciencia normal, ciencia revolucionaria, ciencias
sociales, ciencias humanas, cultura, reglas.

* Abogado, Licenciado en Filosofía, Especialista en Docencia Universitaria, Magíster en


Evaluación de la Educación, candidato a Doctor por la Newport Internacional University Es
docente-investigador de la Universidad Santo Tomás y de la Universidad Militar Nueva
Granada. Hace parte de los grupos de investigación Investigación Educativa e Investigación y
Docencia, reconocidos y clasificados por Colciencias en las categorías C y B, respectivamente.
Dirección de contacto: joseduvanmarin@yahoo.es.

g 73
JOSÉ DUVÁN MARÍN GALLEGO

Abstract

Key words

Introducción por los aportes de la obra de Kuhn y por el debate


se ha venido dando. Desde este autor se tomará
La polémica que más literatura ha generado hoy precisamente para su interpretación y aplicación
en el campo de la ciencia, ha sido talvez la dispu- en las ciencias sociales y humanas como propó-
ta entre ciencias sociales y ciencias naturales, sito del presente escrito.
sobre todo con respecto al método y se ha cons-
tituido también en la polémica que más interés ha Para una mayor comprensión del concepto de
despertado entre seguidores de uno y otro méto- paradigma y su función en las ciencias sociales y
do de las ciencias, es decir, de los métodos cua- humanas, dividiré el trabajo en dos partes. En pri-
litativos y cuantitativos. En medio de estas discu- mer lugar, seguiré en la obra misma de Kuhn el
siones teóricas se ha colocado un concepto que, desarrollo que él hace de dicho concepto, más
aunque no es nuevo como veremos luego, sí ha que pretender buscarlo en otros autores que con
despertado bastante debate en los círculos aca- frecuencia terminan oscureciendo la sencillez y
démicos, especialmente en la filosofía de la cien- naturalidad con la que el autor expone su pensa-
cia, no solamente por la carga de sentimientos miento. Para este análisis me fundamento en tres
que despierta, sino, sobre todo, por los valores tópicos que desarrolla Kuhn: 1) la prioridad de los
epistemológicos y sociológicos de que se halla paradigmas y las reglas que guían la investiga-
cargado. Me refiero al concepto de “paradigma”. ción científica, 2) la crisis de la ciencia y los cam-
Las definiciones se han multiplicado por doquier, bios revolucionarios y, 3) la respuesta que los cien-
en unos casos con mayor precisión que en otros tíficos suelen dar a los cambios de paradigmas.
y para todas las disciplinas y campos del saber. En segundo lugar desarrollo el concepto en rela-
Pero por su originalidad ha tenido su despertar ción con las ciencias sociales y humanas a las
mayor en el campo de las ciencias en el siglo XX que denominaré con el nombre genérico de “cien-

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cias de la cultura”31 , pero sobre todo, tratando filosofía de la ciencia, especialmente a partir de la
siempre de mantener la comprensión kuhniana del obra de Thomas Samuel Kuhn: The Structure of
concepto de paradigma. Scientific Revolutions (1961) (Trad. al español: La
Estructura de las Revoluciones Científicas, 1992)
Aunque no desarrollo el concepto en las ciencias y por la polémica que despertó, no solamente
de la educación y de la pedagogía como las cien- entre sus críticos, sino también entre sus mismos
cias que comienzan a emerger en el panorama seguidores, se vio precisado a escribir una “Pos-
de las ciencias sociales y humanas, espero po- data” a su obra en 1969, no sólo para aclarar el
der utilizar el concepto con mayor propiedad en concepto de “paradigma”, sino también los de-
investigaciones posteriores. Sin embargo, esta más conceptos que habían generado dicha dis-
investigación ya me acerca a ellas. cusión.

Se acusó a Kuhn de haber hecho de la ciencia


El desarrollo de la ciencia en una empresa irracional y de haber caído en un
Thomas S. Kuhn relativismo lingüístico, epistemológico y
metodológico, sobre todo porque su obra, en cam-
¿Qué es un paradigma? bio de contribuir a aumentar la reacción contra el
positivismo al que pretendía oponerse, terminó
Hablar de paradigma en todos los círculos aca- siendo netamente positivista. Además, se le acu-
démicos parece hoy un término de moda; ¿pero só de imprecisión en el uso de los términos y de
sabemos, en verdad, qué es un paradigma? Platón no haber analizado adecuadamente las nociones
usó el término paradeigma (paradeigma) en va- de “paradigma”, “marco conceptual”, “significa-
rios sentidos: “ejemplo”, “muestra”, “patrón”, “mo- do”, “cambio de significado” (Bunge, 1985: 43),
delo”, “copia”. Sin embargo, parece que el signi- así como de haber reducido la filosofía de la cien-
ficado más apropiado para designar un paradig-
cia a un puro psicologismo, (Lakatos, 1998: 120).
ma es el de modelo o ejemplar, especialmente
cuando se refiere a las ideas como ejemplares o Sin embargo, en la Posdata de 1969, Kuhn se
modelos de las cosas naturales, y en la forma centra principalmente en la defensa del concepto
como lo refiere en uno de sus diálogos: “... que
de paradigma por ser éste el que más discusión
estas mismas formas [refiriéndose a las ideas]
había causado. Afirma al respecto que, a pesar
permanezcan en la naturaleza a modo de ejem-
de la acusación que le hace la señora Margaret
plares (paradeigmata), que las cosas se les pa-
Masterman de haber usado el término “paradig-
rezcan y sean como imágenes (paradeigma) de
ma” al menos en veintidós modos distintos (Kuhn,
ellas...” (Parménides. 132d). Aristóteles también
1992: 279)32 , advierte que solamente lo había uti-
utilizó el término “ejemplo” en el sentido de para-
lizado en dos sentidos diferentes: en primer lugar,
digma para referirse a la forma de argumentación
(Pr. Anal. II, 24, § 4 y 5). significa “toda la constelación de creencias, valo-
res, técnicas, etc., que comparten los miembros
Recientemente la noción de paradigma ha des- de una comunidad dada”; en segundo lugar, “de-
pertado un interés importante en la historia y en la nota una especie de elemento de tal constelación,
las concretas soluciones de problemas que, em-
31
pleadas como modelos o ejemplos, pueden
Prefiero el término “ciencias de la cultura” que ciencias
“sociales y humanas” o “ciencias del espíritu”, por ser un remplazar reglas explícitas como base de la solu-
concepto mucho más rico, ya que la cultura involucra todas ción de los restantes problemas de la ciencia nor-
las actividades del ser humano, es decir, el mundo creado mal”. Este segundo sentido lo considera Kuhn
por el hombre: historia, filosofía, literatura, arte, ciencia,
técnica, tecnología, política, deporte, etc., al mismo tiempo
que existe un “continuo” con los hechos de la naturaleza
32
(Diccionario de Filosofía, J. Ferrater Mora). Ver la nota 4 en la página 269 del texto citado.

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como el más profundo de los dos y es el que ha Para explicar su desarrollo Kuhn no distingue en-
causado las mayores controversias y equívocos tre teorías, sino entre dos maneras diferentes de
al menos en el aspecto filosófico, particularmente hacer ciencia, es decir, por una parte, la ciencia
por haber hecho de la ciencia una empresa sub- normal, y por la otra, la ciencia extraordinaria o
jetiva e irracional. Ahora bien, si el término “para- revolucionaria.
digma” no es lo suficientemente funcional para
indicar que los miembros de una comunidad cien- La “ciencia normal” es la ciencia en su forma co-
tífica comparten una teoría o conjunto de teorías rriente y corresponde al modo usual en que ope-
como parte de un paradigma, Kuhn propone cam- ra y a la manera en que ésta funciona la mayor
biarlo por el de “matriz disciplinaria”. Disciplinaria parte del tiempo, la cual se desarrolla dentro de
–dice- porque “se refiere a la posesión común de un paradigma y sólo dentro de ese paradigma los
quienes practican una disciplina particular”; “ma- conocimientos tienden a acumularse. Durante el
triz”, por estar compuesta de “elementos ordena- período de ciencia normal los científicos se dedi-
dos de varias índoles cada uno de los cuales re- can a solucionar toda clase de enigmas o rompe-
quiere una ulterior especificación” (Kuhn, 1992: cabezas (puzzle solving) (Kuhn, 1992: 70) que
279-280). No obstante esta propuesta de cambiar aparecen en el interior de una teoría, recurriendo
el término, no tuvo éxito entre la comunidad cien- a técnicas, procedimientos establecidos y reglas
tífica y filosófica, ya que prevaleció y se siguió uti- dominantes entre los miembros de la comunidad
lizando el término “paradigma” en todos los cam- científica. Durante este período todo lo que no se
pos de la ciencia y con todas las implicaciones halla dentro del correspondiente paradigma es
epistemológicas, metodológicas y semánticas. rechazado como perteneciente al campo de la
metafísica y como algo que corresponde a la com-
petencia de otra disciplina o también, porque por
Prioridad de los paradigmas su complejidad no vale la pena dedicarle dema-
y las reglas que guían la siado tiempo (Kuhn, 1992: 71). Dado que en los
períodos de ciencia normal la ciencia crece y se
investigación científica desarrolla de manera acumulativa, cuando el tra-
Según Kuhn, la historia muestra que a lo largo de bajo científico no marcha normalmente, es decir,
su evolución, las disciplinas científicas han pasa- cuando una teoría ya no es capaz de explicar cier-
do por distintos ciclos que él mismo denomina tos fenómenos o experiencias, o cuando un enig-
“ciencia normal” y “ciencia revolucionaria”. De ma no se puede resolver, la teoría entra en un es-
acuerdo con este esquema, los ciclos a que es- tado de crisis, y en ocasiones, termina en un “cam-
tán sometidas las ciencias a través de la historia bio de paradigma”.
se inician con una etapa más o menos prolonga-
da de “presciencia” o periodo “pre-paradigmáti- En el momento que la ciencia entra en crisis, se
co”, durante el cual se recogen observaciones casi pasa, por lo tanto, de hacer ciencia normal a ha-
al azar, sin un plan definido y sin referencia a un cer ciencia extraordinaria. Durante este período
esquema general. En este periodo pueden surgir crítico se empieza a desconfiar de los procedi-
varias escuelas de pensamiento que compiten mientos normales y se proponen teorías alternati-
entre sí, pero sin que prevalezca alguna de ellas vas que dan la posibilidad de resolver anomalías
sobre las demás. Sin embargo, poco a poco un bajo un nuevo conjunto de compromisos y nue-
sistema teórico adquiere aceptación general, dan- vas prácticas científicas, hasta que se produce una
do lugar a la idea de “paradigma”, que represen- transición al nuevo paradigma. Este proceso de
ta la teoría general o conjunto de ideas aproba- transición lo denomina Kuhn “revolución científi-
das y sostenidas por una generación o un grupo ca”, el cual es promovido, no sólo por los investi-
coherente de científicos contemporáneos. gadores que pertenecen a la antigua práctica cien-

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tífica, sino también por la mayoría de los científi- a la “Ciencia normal como resolución de enigmas”,
cos más jóvenes. Sin embargo, una vez en varios apartes da a entender que existen cua-
institucionalizado el nuevo paradigma, comienza tro tipos de reglas que guían u orientan la investi-
también un nuevo período de ciencia normal. gación científica durante el desarrollo de la cien-
cia normal: 1) los enunciados explícitos de leyes,
En relación con el concepto de paradigma, Kuhn conceptos y teorías científicas que ayudan a fijar
dedica el capítulo V de su libro al tema de la “Prio- enigmas y a limitar las soluciones aceptables. Esas
ridad de los Paradigmas”. En él establece una reglas, ayudan, por ejemplo, a los químicos a fijar
correlación entre reglas, paradigma y ciencia nor- los resultados de sus análisis, al mismo tiempo
mal. Cuando se hace una investigación histórica que suministran información acerca de lo que es
y profunda33 acerca de una disciplina o una cien- el átomo, la molécula, los compuestos y las mez-
cia, siempre se encuentran, como dice Kuhn, con- clas; 2) el uso de instrumentos y el modo como
juntos de “ilustraciones recurrentes y casi norma- pueden ser utilizados legítimamente en los expe-
lizadas de diversas teorías en sus aplicaciones rimentos. Los instrumentos se hallan en un nivel
conceptuales, instrumentales y de observación” inferior y son más concretos que las leyes y las
(Kuhn, 1992: 80), que constituyen propiamente los teorías; 3) los “compromisos metafísicos” y
paradigmas de la comunidad. Estos paradigmas “metodológicos”, tales como las creencias acer-
generalmente se exponen en los libros de texto, ca del mundo y del universo, y la forma como fun-
conferencias y en las prácticas de laboratorio que cionan y explican las leyes científicas; y, 4) otros
los estudiantes tienen que aprender. Se confor- compromisos que conducen a los científicos a
ma, de esta manera, la comunidad que comparte interesarse por comprender el mundo y por ex-
ese mismo paradigma. Pero aunque los tender la precisión y el alcance con que ha sido
paradigmas se determinan fácilmente en el seno ordenado, requisito sine qua non para todo cien-
de una comunidad, queda, sin embargo, una zona tífico, el cual le permite analizar algún aspecto de
confusa, como una especie de penumbra ocupa- la naturaleza con toda clase de detalles empíri-
da por realizaciones científicas cuyo status per- cos, ya sea por sí mismo o por medio de otros
manece en duda todavía (Kuhn, 1992: 80). colegas investigadores (Kuhn, 1992: 75-78). Por
tanto, los profesionales que practican alguna es-
El problema consiste, entonces, en que a pesar pecialidad científica se pueden adherir a estas
de que se comparten los mismos paradigmas por reglas, pero ellas pueden no especificar por sí
una determinada comunidad científica, no siem- mismas todo lo que tiene en común la práctica de
pre se comparten las mismas reglas. los especialistas. “Las reglas –afirma Kuhn- se
derivan de los paradigmas; pero éstos [los
Para la comprensión del concepto de paradigma
paradigmas] pueden dirigir la investigación, inclu-
es preciso, por tanto, clarificar el concepto de re-
so sin reglas” (Kuhn, 1992: 79). Lo cierto es que
gla en la obra de Thomas Kuhn, para saber si las
“la búsqueda de reglas es más difícil y menos
reglas hacen parte de los paradigmas o son cues-
satisfactoria que la de paradigmas” (Kuhn, 1992:
tiones aparte. En el capítulo IV, cuando se refiere
81), y tratar de buscar reglas que sean pertinen-
tes para constituir una determinada tradición de
33
Es necesario recordar que la intención inicial de Kuhn como investigación normal, puede resultar una empre-
físico de profesión fue la de hacer una historia de la ciencia,
no obstante que luego termina haciendo profundas sa frustrante para el científico y el investigador.
contribuciones a la filosofía de la ciencia. Así lo expresa en
el Prefacio de su obra: “El resultado fue un cambio drástico ¿Cómo funcionan entonces los paradigmas y las
en mis planes profesionales, un paso de la física a la historia reglas?
de la ciencia y, luego, gradualmente, de los problemas
históricos relativamente íntegros a las inquietudes más
filosóficas, que me habían conducido, inicialmente, hacia la En uno de sus apartes de la Posdata de 1969,
historia” (Kuhn, 1992: 9). Kuhn, en forma muy gráfica y sencilla, afirma: “Un

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paradigma es lo que comparten los miembros de Una tercera razón para suponer que los
una comunidad científica y, a la inversa una co- paradigmas guían la investigación, no solo como
munidad científica consiste en unas personas que modelos directos sino por medio de reglas, la
comparten un paradigma” (Kuhn, 1992: 271). Pa- constituye el hecho de que la ciencia normal si-
reciera un círculo vicioso, pero no lo es; pues, si gue avanzando, aunque no utilice reglas, mien-
se considera el paradigma como un ejemplar o tras la comunidad científica acepte, sin discusión,
un modelo, aunque los científicos compartan los la solución de problemas particulares que se lle-
mismos paradigmas, no necesariamente compar- ven a cabo.
ten las mismas reglas, y, aunque pueden estar de
acuerdo e identificar plenamente el mismo para- Por último, una cuarta razón para conceder a los
digma, no necesariamente tienen que compartir paradigmas un status anterior al de las reglas es
la misma interpretación o racionalización de di- el hecho de que, no obstante, hallarse los científi-
cho paradigma. cos dentro del mismo campo de la ciencia o en
campos estrechamente relacionados y a pesar de
Sin embargo, la ciencia normal siempre está guia- que todos empiezan estudiando los mismos libros
da, en parte, por los paradigmas, proceso que y alcanzan los mismos logros en el transcurso de
resulta más fácil y sencillo con la ayuda de reglas su formación profesional, con frecuencia adquie-
y suposiciones, a pesar de que el paradigma no ren paradigmas muy diferentes. Esto mismo acon-
tece cuando se da un cambio de paradigma, pues
dependa de la formulación de las reglas. “Los
no a todos los afecta de la misma manera, ni to-
paradigmas –sostiene Kuhn- pueden ser anterio-
dos se logran trasladar al mismo paradigma.
res, más inflexibles y completos que cualquier
conjunto de reglas para la investigación que pu-
diera abstraerse inequívocamente de ellos” (Kuhn,
1992: 84), y por tanto, pueden determinar la cien-
El problema de la crisis de
cia normal sin necesidad de reglas. Para demos- las ciencias y el cambio
trar que los paradigmas funcionan en forma prio- revolucionario
ritaria sin necesidad de reglas Kuhn da algunas
razones explicativas (Kuhn, 1992: 85 ss.): Durante los períodos de “ciencia normal” el cono-
cimiento científico crece y se desarrolla en forma
La primera razón, como ya se explicó, es el he- acumulativa, pero cuando las teorías ya no son
cho de que existe una enorme dificultad para des- capaces de explicar suficientemente ciertos fenó-
cubrir reglas que guíen la tradición particular de menos o experiencias, o cuando ya no se pueden
la ciencia normal, por cuanto es difícil saber qué resolver los posibles enigmas, la teoría se enfren-
es lo que tienen en común todas las ciencias. ta con anomalías que se manifiestan lo suficien-
temente reacias, tanto para solucionar, como para
La segunda razón para que los paradigmas fun- disminuir la confianza de la comunidad en su en-
cionen independientemente de las reglas, la fun- foque teórico. De esta manera, la ciencia entra en
damenta Kuhn en la educación científica. Todo crisis, provocando así la búsqueda de posibles
científico no aprende los conceptos, las leyes, las sustitutos e iniciando un período de “ciencia ex-
teorías ni el uso de instrumentos en forma directa traordinaria”.
y abstracta, sino que el aprendiz de científico
aprende todas estas cosas en los libros de texto Los capítulos VI, VII y VIII del libro, los dedica Kuhn
en los que halla ya las formas de aplicarlas y de al planteamiento y desarrollo del problema de la
resolver los problemas, tanto en el laboratorio crisis en la ciencia. Durante los períodos de cien-
como con papel y lápiz. El aprendizaje desde un cia normal –dice- no existen novedades fácticas
principio se desenvuelve como en una especie ni teóricas; pero gracias a la investigación científi-
de “unidad histórica y pedagógica”. ca siempre habrá descubrimientos de nuevos e

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inesperados fenómenos que permitan a los cien- las únicas fuentes de cambio de paradigma, pues,
tíficos la construcción, también, de nuevas teo- también las anomalías profundas se convierten en
rías. Todo esto conlleva, sin duda, a la percepción requisitos para aceptar teorías, tal como sucedió
de que comienzan a aparecer anomalías, es de- con los descubrimientos de Copérnico, Galileo y
cir, al reconocimiento de que en cierto modo la Newton, respecto a las teorías de Ptolomeo y
naturaleza ha violado las expectativas inducidas Aristóteles (Kuhn, 1992: 113)34 , la crisis que pre-
por el paradigma que hasta ese momento regía cedió a la aparición de la teoría de Lavoisier so-
la ciencia normal (Kuhn, 1992: 93). Con todo, bre la combustión del oxígeno y la crisis de la físi-
muchos de los descubrimientos que aporta una ca a finales del siglo XIX que preparó, a principios
teoría son parte de la ciencia normal y no dan del siglo XX, el camino para el surgimiento de la
como resultado algún hecho novedoso, de la mis- teoría de la relatividad. En cada uno de estos ejem-
ma manera que no todas las teorías pertenecen a plos surgió una nueva teoría después de que fra-
paradigmas; pero tanto durante los períodos pre- casó la actividad normal de resolución de proble-
paradigmáticos como durante las crisis que con- mas, y esta nueva teoría se dio precisamente como
ducen a cambios en los paradigmas, los científi- respuesta directa a la crisis.
cos acostumbran a desarrollar muchas teorías
meramente especulativas e inarticuladas que, sin Un aspecto importante más que hay que tener en
embargo, conducen a nuevos descubrimientos, cuenta durante los períodos de crisis de la cien-
producto de esas hipótesis especulativas plantea- cia, es el hecho de que no existen teorías científi-
das. Solamente cuando, tanto el experimento cas que resuelvan todos los problemas posibles,
como la teoría, logran articularse de tal manera por tanto, cualquier paradigma siempre estará
que coinciden plenamente, dando lugar a un nue- enfrentado a contraejemplos, aún durante los pe-
vo descubrimiento, la teoría se convierte en para- ríodos de ciencia normal, pues, como arriba se
digma (Kuhn, 1992: 105-106). Para ilustrar esta dijo, los científicos, durante estos períodos, están
circunstancia Kuhn se vale de dos ejemplos clá- casi siempre dedicados a resolver enigmas (puzzle
sicos del siglo XVIII: el descubrimiento del oxíge- solving). En este mismo sentido, la ciencia normal
no y de los rayos X, y concluye que en todos los “se esfuerza y deberá esforzarse continuamente
descubrimientos científicos en los que surgen por hacer que la teoría y los hechos estén más de
nuevos fenómenos, se dan algunas característi- acuerdo, y esta actividad puede verse fácilmente
cas comunes, tales como: 1) la percepción previa como una prueba o una búsqueda de confirma-
de la anomalía, 2) la aparición gradual y simultá- ción o falsedad” (Kuhn, 1992: 132-133). Por este
nea del reconocimiento, tanto conceptual como motivo, un objetivo importante para el científico
de la experiencia, y 3) el cambio consecuente de consistirá en resolver los enigmas, pero presupo-
las categorías y de los procedimientos del para- niendo la validez de la teoría. Si el científico fraca-
digma, los que van acompañados, a menudo, por sa en el intento de resolver los enigmas, la causa
estados de resistencia al cambio. no es de la teoría, sino de su misma incapacidad.
Kuhn compara esta incapacidad con un mal car-
Pero una vez que los nuevos descubrimientos pintero que culpa de sus fracasos a sus herra-
sean aceptados por todos los científicos y éstos mientas (Kuhn, 1992: 131). En este contexto, es
pueden dar explicación precisa de muchos fenó- necesario, por tanto, aclarar, como lo hace Kuhn
menos previamente conocidos, avance que se respecto a la enseñanza de las ciencias, que los
logra descartando creencias y procedimientos
previamente aceptados y reemplazando simultá-
34
neamente los componentes del paradigma ante- Aristóteles y Claudio Ptolomeo defendieron el sistema
geocéntrico, hasta cuando Nicolás Copérnico publicó su
rior por otros, se acepta también el nuevo para- libro De Revolutionibus Orbium Coelestium en 1543, teoría
digma. Sin embargo, los descubrimientos no son que fue seguida y defendida por J. Kepler (1571-1630),
Galileo (1564-1642) y Newton (1642-1727).

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ejemplos y aplicaciones que traen los libros de del científico que como el mal carpintero culpa de
texto no son prueba alguna de validez y de acep- sus fracasos a sus herramientas (Kuhn, 1992: 131).
tación de la teoría, sino que son solamente en
meros ejemplos necesarios para el aprendizaje Regresando de nuevo a la pregunta: ¿cómo res-
del paradigma, base de la práctica profesional ponden los científicos ante las crisis de la cien-
cia?, Kuhn responde que no toda anomalía en el
campo de la ciencia provoca una crisis, puesto
¿Cómo responden los que muchas anomalías son aparentes y sin im-
portancia fundamental ya que solo pretenden po-
científicos a los cambios ner en tela de juicio “generalizaciones explícitas y
de paradigma? fundamentales de un paradigma”, como se de-
muestra, en muchos casos, traídos por la historia
Kuhn insiste en que las crisis de la ciencia se con-
de la ciencia que no fueron más que molestias
vierten en condición previa y necesaria para el
sin importancia y sin incidencia grave en el para-
nacimiento de nuevas teorías. Pero, el problema
está en cómo responden, los científicos a estas digma. Pero cuando la anomalía resulta de tras-
crisis. cendencia y ésta llega a ser “algo más que otro
enigma de la ciencia normal, se inicia, la transi-
En primer lugar, aunque los científicos general- ción a la crisis y a la ciencia fuera de lo ordinario”
mente empiezan perdiendo la fe en el paradigma (Kuhn, 1992: 136). De esta manera, la anomalía
que los llevó a la crisis y a pensar en nuevas alter- comienza a hacer mella en los científicos, y aun-
nativas, casi nunca renuncian de inmediato a él que inicialmente responden mediante cierta resis-
(Kuhn, 1992: 128). En este sentido parece más tencia, aparecen, no obstante, los primeros inten-
bien que asumen una actitud de resistencia pasi- tos de resolución del problema, siguiendo las re-
va al cambio, y solamente aceptan el nuevo para- glas establecidas por el paradigma. Ante esta si-
digma cuando ya disponen de una teoría alterna- tuación, pocos serán los que acepten las nuevas
tiva que reemplace el paradigma anterior. Esta propuestas de solución y muchos las pondrán en
decisión la toman, no sólo cuando de hecho exis- duda. Así se inicia la crisis del paradigma con sus
te el nuevo paradigma, sino, sobre todo, cuando efectos de confusión y con un nuevo problema:
han llegado a un juicio suficiente, comparando el “el aflojamiento consiguiente de las reglas para la
paradigma anterior con el nuevo y contrastando investigación normal” (Kuhn, 1992: 138), debili-
las teorías con los hechos naturales que les per- tando, por tanto, los estereotipos, los cuales pro-
mita seguir el camino más seguro y acertado. porcionan, simultáneamente, los datos adiciona-
les necesarios para un cambio de paradigma fun-
En segundo lugar, los científicos comienzan, tam- damental. Con todo, la crisis continuará con la
bién, a inventar hipótesis ad hoc, es decir, “nume- aparición de un nuevo candidato a paradigma y
rosas articulaciones y modificaciones ad hoc de con la lucha subsiguiente para su aceptación, y
las teorías para eliminar cualquier conflicto apa- aunque se trata todavía de un paradigma “en
rente” (Kuhn, 1992: 129). Esto permite que, aun- embrión”, los científicos, durante esta etapa de
que hayan existido algunos científicos intoleran- crisis, generarán nuevas teorías especulativas que,
tes ante las crisis de la ciencia y hayan abando- si dan buenos resultados, van señalando el cami-
nado su misión, no obstante, son muy pocos en no hacia el nuevo paradigma que comienza a
la historia los que lo han hecho así. A pesar de gestarse.
todo, cuando un paradigma es rechazado sin que
aún se tenga otro que lo sustituya, lo que equiva- En los períodos de crisis de la ciencia, los científi-
le a un abandono de la ciencia, se convierte en un cos echan mano de un recurso filosófico: el análi-
problema que no es del paradigma mismo, sino sis, como herramienta para resolver los enigmas

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de su campo, lo que no sucedía durante el perío- Del paradigma científico al


do ciencia normal, tal como ocurrió durante el
surgimiento de la física de Newton en el siglo XVII, paradigma de las ciencias
la Teoría de la Relatividad y la Mecánica Cuántica de la cultura
en el siglo XX.
El problema
Este proceso de transición de un paradigma en
crisis a un nuevo paradigma de ciencia normal no El problema al que tradicionalmente se han visto
se da por acumulación de conocimiento, sino más enfrentadas las ciencias de la cultura es de ¿cómo
bien por “una reconstrucción que cambia algu- pasar del paradigma de las ciencias naturales al
nas de las generalizaciones teóricas más elemen- paradigma de las ciencias sociales y humanas?
tales del campo, así como también muchos de Kuhn permite dar ya un primer paso al pretender
los métodos y aplicaciones del paradigma (...). romper con las categorías de la ciencia clásica
Cuando la transición es completa, la profesión positivista y al introducir nuevas categorías histó-
habrá modificado su visión del campo, sus méto- ricas que obedecen a fuerzas irracionales e ilógi-
dos y sus metas” (Kuhn, 1992: 139). Nace, de esta cas, relacionadas más con factores sociológicos
manera, una nueva teoría que rompe con una tra- y psicológicos que con principios racionales em-
dición y unas prácticas científicas e introduce nue- píricos. Kuhn, sin lugar a dudas, abre un camino
vas prácticas con nuevas reglas, dentro de razo- muy importante para dar a las ciencias de la cul-
namientos también diferentes. Se produce enton- tura el estatus de cientificidad, no obstante que el
ces la “Revolución Científica”. debate todavía continúa.

En el Camino desde la estructura Kuhn afirma: Uno de los temas de discusión está dado en tor-
no tanto al pluralismo de la ciencia, como a su
unidad, no en cuanto a sus contenidos, sino con
Los cambios revolucionarios son diferentes y bastante respecto al método, especialmente, a la distinción
más problemáticos. Ponen en juego descubrimientos que se ha planteado entre ciencias naturales y
que no pueden acomodarse dentro de los conceptos ciencias sociales. Dilthey a finales del siglo XIX y
que eran habituales antes de que se hicieran dichos principios del XX, ya había señalado el problema
descubrimientos. Para hacer, o asimilar, un de la división del conocimiento en “ciencias de la
descubrimiento tal, debe alterarse el modo en que se naturaleza” y “ciencias del espíritu” (Cf. Dilthey,
piensa y describe un rango de fenómenos naturales 1978), y para éstas últimas, buscaba un método
(Kuhn, 2002: 25). que tuviera el mismo éxito y la misma eficacia del
método que ya habían asegurado las ciencias
naturales. (Dilthey, 1978: 14). Es preciso advertir
Un dato curioso señalado por Kuhn durante las
que Dilthey jamás planteó una división excluyen-
crisis de la ciencia, es que estas situaciones se
te entre estos dos reinos, sino, por el contrario,
dan casi siempre por investigadores muy jóvenes
sostuvo una estrecha relación entre ambos, por
o novatos en el campo cuyo paradigma cambian
cuanto los hechos de la naturaleza sirven de apo-
(Kuhn, 2002: 146).
yo a los hechos del espíritu y estos, a la vez, son

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JOSÉ DUVÁN MARÍN GALLEGO

la expresión suprema de los hechos naturales. Así ciencia de manera segura, y toda pretensión
lo expresa en varios apartes de su obra Introduc- monopolística de la ciencia, es por eso mismo una
ción a las ciencias del espíritu: “Los hechos del “actitud no científica” (Morin, 1998: 79).
espíritu constituyen el límite supremo de los he-
chos de la naturaleza, los hechos de la naturaleza Ante estos planteamientos es necesario hacer cla-
constituyen las condiciones ínfimas de la vida es- ridad con respecto a lo que se entiende por uni-
piritual”, y en otra parte afirma: “La unidad dad de la ciencia: Si se trata de una unidad en
psicofísica (...) recibe por medio del sistema ner- relación con el contenido, es decir, una unidad
vioso influencias del curso general de la naturale- ontológica; si es una unidad metodológica; si res-
za y reacciona a su vez sobre él (…) Los conoci- pecto a la forma de conocer: unidad epistemo-
mientos de las ciencias de la naturaleza se mez- lógica, o si es unidad respecto a los fines: unidad
clan con los de las ciencias del espíritu” (Dilthey, teleológica. Todos estos aspectos son elementos
1978: 24-25). paradigmáticos de la ciencia, por tanto, la tenden-
cia más común es pensar que, frente a la preten-
La siguiente es una cita que reafirma con mayor sión de unidad de la ciencia, será la pluralidad la
contundencia este aserto: característica predominante, tanto en relación con
los contenidos por cuanto cada disciplina y cada
Las ciencias que se ocupan del hombre, de la sociedad ciencia construyen sus propios objetos, como res-
y de la historia tienen como base suya las ciencias de la pecto al método y, por eso también, una plurali-
dad de fines, sin desconocer, no obstante, que
naturaleza por lo mismo que las unidades psicofísicas
existe, al mismo tiempo, pluralidad epistemoló-
sólo pueden ser estudiadas con ayuda de la biología,
gica, sobre todo cuando se trata de las epistemo-
pero también porque el medio en que se desenvuelven
logías regionales, pues cada campo del saber tie-
y en que tienen lugar su actividad teleológica, ne sus propias formas de afrontar el conocimien-
encaminada en gran parte al dominio de la naturaleza, to. Sin embargo, ante el problema de la plurali-
está constituido por ésta: En el primer aspecto, nos dad científica, tampoco es conveniente para la
servirán las ciencias del organismo, en el segundo las misma ciencia hacer distinciones excluyentes,
de la naturaleza inorgánica (Dilthey, 1978: 26). como entre ciencias naturales o ciencias socia-
les, o entre métodos cuantitativos y métodos cua-
En este debate Edgar Morin (1998: 77), en desa- litativos, así como hacer distinciones claras entre
rrollo del concepto del paradigma de la compleji- los fines de la ciencia, y menos aún determinar
dad, plantea la necesidad de la unidad de la cien- fronteras precisas entre unas y otras disciplinas.
cia. Esta unidad no es posible dentro de marcos Todos estas posiciones dualistas no son otra cosa
en los que las “grandes disciplinas parecen co- que maniqueísmos científicos que, en cambio de
rresponder a esencias y a materias heterogéneas: ayudar al desarrollo de la ciencia, frenan, por el
lo físico, lo biológico, lo antropológico”, o dentro contrario, su natural desenvolvimiento y avance.
de sistemas “reduccionistas”, es decir, “reducien- Hoy se está más de acuerdo con conceptos como
do al nivel más simple de organización los fenó- interdisiciplinariedad y transdisciplinariedad, con-
menos de la organización compleja”, sino como ceptos que no se desarrollarán en este artículo.
posibilidad dentro del marco de una “physis ge-
neralizada”, en la que la física, la biología, la an-
tropología, y también la sociología dejan de ser Los paradigmas de las
entidades cerradas, sin perder su identidad. Morin ciencias
considera que hoy existe, por una parte, “incerti-
dumbre” en el concepto de ciencia y, por otra, “una Retomando de nuevo el problema del que nos
brecha, una apertura”. Por esta razón, sostiene venimos ocupando desde el inicio, nos hacemos
que toda pretensión de definir las fronteras de la la siguiente pregunta: ¿Cuál es entonces el para-

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DEL CONCEPTO DE PARADIGMA EN THOMAS S. KUHN

digma que debe determinar a las ciencias socia- consistencia y sistematicidad a sus enunciados
les y humanas o ciencias de la cultura? teóricos. Se plantea como problema fundamental
de la investigación científica el “criterio de demar-
No es posible, por tanto, comprender el paradigma cación” que para los positivistas lógicos es el de
de las ciencias de la cultura, si previamente no he- la verificación de los enunciados científicos, ca-
mos comprendido el problema del desarrollo en toda racterizado porque las proposiciones científicas
la ciencia. El problema se plantea, pues, de dos deben ser confirmadas por la experiencia. Para
maneras: desde una concepción histórica y desde esta escuela sólo se pueden verificar o confirmar
una concepción epistemológica o filosófica. las teorías científicas recurriendo a la observación
experimental, mientras que para los racionalistas
Desde una concepción histórica, además de los críticos es el falsacionismo, el cual consiste en que
cuatro paradigmas dominantes del conocimiento las proposiciones de la ciencia puedan ser
a lo largo de toda la historia de la humanidad: el falsadas o refutadas por medio de contraejemplos.
mitológico, el reduccionista, el sistémico y el de Popper, especialmente, rechazará todas las for-
la complejidad (Peñate Montes, 2005), a partir de mas de verificacionismo, y por supuesto también,
los años treinta del siglo pasado, se han desarro- todo intento por construir una lógica basada en la
llado también cuatro paradigmas alrededor del inducción, para proponer, por el contrario, una ló-
conocimiento científico que de ninguna manera gica de tipo deductivo. Para el Racionalismo Críti-
excluyen los anteriores: tres que pertenecen a las co el desarrollo de la ciencia es no-inductivo, te-
ciencias naturales: el paradigma “clásico”, el pa- leológico y racional (Popper, 1982), mientras que
radigma “historicista”, el paradigma para el positivismo lógico el desarrollo de la cien-
“estructuralista” (Jaramillo, 1993: 63-92) y uno que cia es inductivo, acumulativo y racional.
pertenece, principalmente al paradigma de las
ciencias de la cultura: el “Crítico-hermenéutico”. En síntesis, el paradigma clásico defiende la tesis
de que la ciencia es ante todo un conjunto de teo-
El paradigma clásico, según Jaramillo, aglutina rías, esto es, enunciados o entidades lingüísticas
todas aquellas escuelas o corrientes filosóficas susceptibles de ser verdaderas o falsas; las rela-
que surgieron alrededor del positivismo lógico (R. ciones lógicas entre los enunciados son relacio-
Carnap, H. Reichenbach, Hempel. O. Neurath nes de deducibilidad, las cuales presentan, ade-
cuya influencia fue decisiva en todas las ciencias más, una estructura lógico-axiomática.
durante la primera mitad del siglo pasado) y que
pertenecieron al Círculo de Viena unos y al Círcu- En reacción contra el paradigma clásico, surge, a
lo de Berlín otros (Hans Reichenbach), ambos partir de 1960 el “Paradigma Historicista”, repre-
conocidos con el nombre de la “Concepción He- sentado, sobre todo, por la obra de T. S. Kuhn y
redada”. Hay que incluir también en este para- por todo el conjunto de seguidores, especialmente
digma el “Racionalismo Crítico” de K. R. Popper, Imre Lakatos y Paul Feyerabend (Jaramillo, 1993).
el “Realismo Científico” de Mario Bunge de gran
influencia en el pensamiento científico Latinoame- En primer lugar, el trabajo de Kuhn ya ha sido ana-
ricano y el “Constructivismo” de la Escuela de lizado con suficiente amplitud en la primera parte
Erlangen (P. Lorenzen). Se caracteriza este para- de este ensayo. Solamente es necesario precisar
digma por una serie de puntos de vista, postula- algunos puntos para comprender mejor el cómo
dos y tendencias con respecto a la ciencia que, a y el por qué de la reacción contra el paradigma
pesar de sus diferencias, presentan al mismo tiem- clásico: Aunque para muchos la obra de Kuhn
po, ciertas semejanzas muy familiares. La preocu- carece del rigor y de la precisión que caracteriza-
pación general del paradigma clásico es la bús- ba al paradigma clásico, sin embargo, constituye
queda de “un método” fundamentado en forma- una verdadera revolución en toda la filosofía de la
lismos lógico-matemáticos o axiomas que den ciencia de estos últimos tiempos. El paradigma

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JOSÉ DUVÁN MARÍN GALLEGO

historicista aparece como una nueva visión del mente más flexibles que los del falsacionismo
mundo y de la ciencia, toda vez que Kuhn lo pre- dogmático.
senta como una forma alternativa de hacer cien-
cia y como una imagen nueva de la ciencia esta- Para el falsacionismo sofisticado que Lakatos asu-
bleciendo algunas de las nuevas implicaciones me como propio, no hay juego científico si no se
historiográficas. La aceptación del nuevo paradig- dan dos o más teorías rivales que compiten en la
ma se asemeja, según el mismo Kuhn, a una es- explicación o la predicción de los hechos. Mien-
pecie de conversión religiosa que no puede ser tras Popper pensaba que el progreso de las cien-
forzada mediante razonamientos lógicos. cias radica principalmente en el abandono de las
teorías que han mostrado estar equivocadas,
En segundo lugar, para Lakatos “las revoluciones Lakatos piensa que el valor de las refutaciones
científicas” consisten en que un programa de in- depende, en buena medida, del éxito correlativo
vestigación reemplaza a otro (superándolo de de una teoría rival.
modo progresivo) (Cf. Lakatos, 1993: 25). Esta
metodología proporciona una nueva reconstruc- Por tanto, las teorías no deben examinarse en for-
ción racional de la ciencia, y el mejor método de ma aislada, sino que deben integrarse en una se-
presentarla es contrastándola con el falsacionismo cuencia de teorías que comparten un núcleo fir-
y con el convencionalismo, de los que toma pres- me común. Supóngase una serie de teorías T1,
tados los elementos esenciales. En “La metodo- T2, T3... Tn, que se van generando una a partir de
la otra y que tienen en común un conjunto de hi-
logía de los programas de investigación científica”
pótesis fundamentales que forman su núcleo fir-
(1998), Lakatos comienza con una crítica al pro-
me, el cual se declara irrefutable por decisión de
grama de Popper, en el sentido de que debe
la comunidad científica. Ningún experimento u
rechazarse una versión del falsacionismo, que él
observación podrá falsar las hipótesis que com-
mismo llama “Falsacionismo metodológico inge-
ponen este núcleo y que constituyen el elemento
nuo” (Lakatos, 1998: 19), según el cual, toda teo-
de continuidad del “programa de investigación
ría debe considerarse falsa tan pronto se com-
científica”. El núcleo firme de todo programa de
pruebe la existencia de una contraevidencia em-
investigación se halla resguardado por un cuerpo
pírica y de acuerdo con esa comprobación, la teo-
de hipótesis auxiliares que forman un “cinturón
ría científica debe ser descartada. En su obra dis- protector” alrededor del núcleo. Estas hipótesis
tingue tres formas de falsacionismo, cada uno con pueden ser modificadas o directamente sustitui-
un grado creciente de crítica y complejidad: El das, a fin de lograr el ajuste entre la teoría y los
falsacionismo dogmático, el falsacionismo resultados experimentales, recurso del cual se
metodológico ingenuo de Popper y el valen habitualmente los científicos para evitar que
falsacionismo sofisticado. Este último representa las hipótesis del núcleo firme resulten refutadas.
su propia posición.
Como síntesis de los dos paradigmas anteriores
Afirma Lakatos que: “Según la lógica del (el clásico y el historicista), desde los años 1970
falsacionismo dogmático la ciencia crece median- en adelante ha surgido un nuevo paradigma: el
te reiteradas eliminaciones de teorías con la ayu- “estructuralista”. Este nuevo paradigma recoge y
da de hechos sólidos”, y aunque el falsacionismo reconstruye los aspectos semánticos, sintácticos
metodológico ingenuo representa un notable pro- y pragmáticos de las teorías científicas, por tanto,
greso en relación con el falsacionismo dogmáti- tiene en cuenta, por una parte, los fundamentos
co, piensa que ambas doctrinas siguen compar- lógicos y metodológicos del paradigma clásico,
tiendo ciertos principios que deben ser desecha- y, por otra parte, recoge los aspectos de tipo his-
dos, y al mismo tiempo valora el hecho de que tórico formulados por el paradigma historicista
este falsacionismo utilice criterios considerable- (Jaramillo 1993).

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DEL CONCEPTO DE PARADIGMA EN THOMAS S. KUHN

La propuesta básica del paradigma estructuralista za. Sin embargo, se puede observar que muchas
consiste en considerar la ciencia como un “gran de las propuestas de los tres paradigmas (el clá-
sistema”, compuesto por toda la actividad que sico, el historicista y el estructuralista) son facti-
realizan los científicos, tanto teórica como prácti- bles de funcionar también en las ciencias socia-
ca. A su vez, las teorías empíricas deben estar les o ciencias de la cultura.
explicitadas, no como estructuras lingüísticas, es
decir, como “sistemas hipotético-deductivos de
enunciados”, sino como estructuras no- El paradigma crítico-
lingüísticas, es decir, como “modelos”.
hermenéutico y las ciencias
La obra fundamental de este paradigma se titula de la cultura
The Logical Structure of Mathematical Physics
En forma paralela a los tres paradigmas anterio-
(1971) de J. D. Sneed que como lo refiere W.
res, surgió casi durante los mismos períodos, un
Stegmüller (1983: 22) “se dispone (en ella) de una
cuarto paradigma: el “Crítico-hermenéutico”, na-
base conceptual, sobre la cual pueden formular-
cido en Frankfurt (Alemania) durante la década
se también los aspectos lógicos de algunas de
de los años veinte del siglo XX y proveniente prin-
las ideas de Kuhn; incluso puede decirse que sin
cipalmente de una línea nueva del marxismo ba-
esta base no podría verse que tales aspectos ló-
sada en un interés por revisar sus errores y fraca-
gicos realmente existen”.
sos, pero que tuvo, sin duda, y aún sigue tenien-
do, un enorme influjo, especialmente en Europa
El paradigma estructuralista, representado, ade-
Occidental sobre todo en el campo de las cien-
más de Sneed, por W. Stegmüller y C. U. Moulines,
cias sociales y humanas, entre cuyos principales
se propone, tanto una visión sincrónica como
exponentes se cuentan Max Horkheimer, Theodor
diacrónica de la ciencia. Los estructuralistas con-
W. Adorno, Hebert Marcuse, Erich Fromm y, so-
sideran que la ciencia “consiste en un vasto y com-
bre todo, Jünger Habermas. Los resultados de
plicado sistema de teorías, junto con un gran nú-
este movimiento se conocen históricamente con
mero de métodos específicos, aplicaciones y prác-
el nombre de “Teoría crítica de la sociedad” o “Es-
ticas asociadas a ellas” (Díez y Moulines, 1997:
cuela de Frankfurt”.
439), y aunque la ciencia representa un fenóme-
no relativamente reciente en la historia de la hu-
Este nuevo paradigma desarrolla una tradición
manidad, al estudiarla sistemáticamente junto con
empeñada en dotar a las ciencias de la cultura de
sus componentes, no se puede olvidar su dimen-
un estatuto científico propio, en la forma como
sión histórica. Por tanto, las teorías científicas y
también Dilthey ya lo había señalado. El paradig-
todo lo que va asociado a ellas constituyen enti-
ma Crítico-hermenéutico con su interés histórico
dades que existen en el tiempo histórico, se de-
interpretativo, pretende por tanto, reivindicar al
sarrollan y cambian de una fase a otra de la histo-
sujeto humano como protagonista de sus propias
ria, al igual que las lenguas, las naciones, los có-
acciones y de su historia, intención que ya se ha-
digos jurídicos o las religiones (Cf. Díez y Moulines,
llaba representada en los orígenes de la moderni-
1997).
dad por Kant y Hegel, pero que no había logrado
posicionarse sino prácticamente hasta después
Queda claro, por tanto, que estos tres paradigmas
de la Segunda Guerra Mundial.
de la ciencia responden al modelo de la clasifica-
ción de las ciencias que Habermas había deno-
No es este el momento de agotar todo el conteni-
minado como ciencias “Empírico-analíticas”, por-
do y la enorme riqueza de este paradigma. Solo
que tienen una relación estrecha con las ciencias
deseo señalar algunos aspectos que lo hacen pro-
de la naturaleza, cuyo interés es técnico en cuan-
picio para las ciencias de la cultura.
to procuran el control y el dominio de la naturale-

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JOSÉ DUVÁN MARÍN GALLEGO

Desde el comienzo de la obra Zur Logik der metodológico y epistemológico de este nuevo
Sozialwissenschaften publicada en Frankfurt en paradigma de las ciencias de la cultura, como las
1982, (trad. al español: La lógica de las ciencias teorías sobre fenomenología de Edmundo Husserl
sociales. 1996a), Habermas, arranca de una con- en “Investigaciones lógicas” (1995) y el desarrollo
cepción de la hermenéutica que había sido olvi- de las concepciones hermenéuticas de M.
dada, pero que se retoma en el campo de la teo- Heidegger en su obra “El Ser y el Tiempo” (1993)
ría analítica de la ciencia gracias al debate plan- y H. G. Gadamer en “Verdad y Método” (1997),
teado entre Kuhn y Popper (Habermas, 1996a: 13) que tanta importancia han tenido, no solamente
y se propone presentar una nueva metodología para la historia de la filosofía, sino sobre todo, en
para las ciencias sociales como una estrategia las discusiones metodológicas de las ciencias
fundamentada en la teoría de la “Acción sociales, e inclusive, en el mismo campo de la
Comunicativa” teniendo como mediación el len- educación y de la pedagogía.
guaje. Así lo anuncia en su libro “La teoría de la
acción comunicativa: complementos y estudios Desde la posición filosófica arriba anunciada, para
previos” (Habermas, 1996b: 19): “Pero no es mi comprender el paradigma de las ciencias y de la
intención investigar y exponer sistemáticamente sociología, es necesario volver a los planteamien-
estos diversos planteamientos teoréticos. Mi in- tos de Dilthey en cuanto a la distinción (no a la
tención es más bien desarrollar una determinada separación) entre “ciencias de la naturaleza” y
estrategia conceptual para las ciencias sociales y “ciencias del espíritu”. Ya desde los comienzos
hacer plausible su fecundidad”. Sin embargo, en de su obra (1978), Dilthey propone dos términos
la Lógica de las Ciencias Sociales plantea toda la que han hecho historia en toda la filosofía de la
problemática de estas ciencias en permanente ciencia: “explicar” (erklaren) y “comprender”
discusión con escuelas y autores más caracterís- (verstehen). Las ciencias naturales se explican, las
ticos de la época que han desarrollado teorías ciencias del espíritu se comprenden. Veámoslas
sobre las ciencias sociales, tales como el positi- en las siguientes afirmaciones:
vismo con su pretensión de extender el modelo
metodológico de la física a los demás campos La conexión mental necesaria que la ciencia natural
del saber científico; con el mismo T. Adorno que moderna busca como razón explicativa (erklären) de la
entendía la sociedad como totalidad en sentido
realidad, en correspondencia con el ideal de
puramente dialéctico y que no le permitía conce-
conocimiento desarrollado por la metafísica (Dilthey,
bir orgánicamente el todo conforme al principio
1978: 341).
según el cual, ese todo es más que la suma de
sus partes (Habermas, 1996a: 21); con Gadamer,
(…)
frente a la pretensión de una hermenéutica uni-
versal (Cf. Habermas, 1996a: 277 y ss.) y con
Estos hechos espirituales que se han desarrollado en el
Niklas Luhmann, entre otros, quien propone una
hombre históricamente y a los que el uso común del
teoría de la sociedad basada en una teoría de sis-
lenguaje conoce como ciencia del hombre, de la historia,
temas que pretende reducir la complejidad de
estos mismos sistemas (Habermas, 1996a: 309 de la sociedad, constituyen la realidad que nosotros
ss.). tratamos, no de dominar, sino de comprender
(verstehen) previamente (Dilthey, 1978: 45 y 46).
No se puede pasar por alto, sin embargo, el he-
cho de que alrededor de la Teoría Crítica de la Los filósofos que en estos últimos tiempos han
Sociedad han surgido también otros movimien- venido elaborando una hermenéutica considera-
tos y concepciones filosóficas y epistemológicas da bajo tres características: como arte, como téc-
que están contribuyendo al enriquecimiento nica de la interpretación y como filosofía y meto-

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DEL CONCEPTO DE PARADIGMA EN THOMAS S. KUHN

dología de las ciencias sociales y humanas, entre todo, excluyentes. Las ciencias sociales pueden
ellos, principalmente Heidegger, Gadamer, servirse de métodos y técnicas cuantificables y
Ricoeur y otros, han hecho hincapié en el método medibles propios de las ciencias naturales, y a la
“verstehen” para estas ciencias, por cuanto con- vez, en el campo de las ciencias naturales es po-
sideran que dar explicaciones de los fenómenos sible hacer inferencias de tipo cualitativo. Todo ello
y acontecimientos sociales resulta demasiado enriquece y da también mayor firmeza al conoci-
oneroso para el científico y riesgoso para el cono- miento como uno de los ideales de la ciencia, te-
cimiento, no sólo por la fugacidad de los hechos niendo en cuenta, según observa Bericat (1998:
sociales e históricos, sino también por la imposi- 51), que al “igual que el resto de autores partida-
bilidad de experimentar o repetir los hechos, en rios de la integración, el argumento base estriba
la forma como sí se puede hacer con las ciencias en que cada método tiene un conjunto de debili-
naturales en los laboratorios, para encontrar ex- dades y fortalezas diferentes, siendo posible dise-
plicaciones legales o relaciones de causalidad. Por ñar investigaciones que compensen unas y otras”.
tanto, aceptando que las acciones de los seres
humanos están cargadas de intencionalidades, las
cuales generalmente se ocultan detrás de esas Bibliografía
mismas acciones, es necesario buscar interpre-
Bericat, E. (1998). La integración de los métodos
taciones (método hermenéutico) para desvelar o
cuantitativo y cualitativo en la investigación
desocultar, desde el fondo de esas mismas ac-
social. Significado y medida. Barcelona: Ariel
ciones, las verdaderas intenciones del obrar hu-
Sociología.
mano.
Bunge, M. (1985). Seudociencia e ideología. Ma-
drid: Alianza Universidad.
Conclusión
Las ciencias sociales y humanas o ciencias de la Díez, J. A. y Moulines, C. U. (1997). Fundamentos
cultura y entre ellas la pedagogía ya tienen su de Filosofía de la Ciencia. Barcelona: Ariel.
paradigma que hunde sus raíces históricas en la
Dilthey, W. (1978). Introducción a las ciencias del
obra de Dilthey, y pasando por los diversos inten-
Espíritu. México: Fondo de Cultura Económica.
tos de los demás paradigmas, se asientan final-
mente en el paradigma Crítico hermenéutico con
Gadamer, H. G. (1997). Verdad y Método.
un interés histórico interpretativo, pero sin olvidar
Salamanca: Sígueme.
que tienen un fin práctico, comprender toda la rea-
lidad de la cultura de la humanidad para su trans- Guerrero Pino, G. (2003). Estudios Kuhnianos.
formación en beneficio del hombre mismo. Santiago de Cali: Departamento de Filosofía,
Facultad de Humanidades, Universidad del
Y, aunque se busque una unidad de la ciencia te-
Valle.
niendo en cuenta que la realidad es única, pero
bajo diferentes manifestaciones, sigue, sin embar- Habermas, J. (1996a). La lógica de las ciencias
go, existiendo también diferentes maneras sociales. Madrid: Tecnos.
metodológicas de acercamiento a ellas para co-
nocer a esa misma realidad. Por tanto, una es la Habermas, J. (1996b). Teoría de la acción
manera de conocer la realidad natural, y otra es la comunicativa: complementos y estudios pre-
manera de observar e investigar la cultura en sus vios. México: Rei.
diversas manifestaciones, y aunque desde el pun-
to de vista metodológico hay diferencias entre los Heidegger, M. (1993). El Ser y el Tiempo. Bogotá:
métodos de las ciencias de la cultura, no son, con Fondo de Cultura Económica.

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