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Cuaderno071 - La Profesión, Enclave Ético de La Moderna Sociedad Diferenciada PDF
Cuaderno071 - La Profesión, Enclave Ético de La Moderna Sociedad Diferenciada PDF
MÚGICA
C U A D E R N O S
EMPRESA Y HUMANISMO
I N S T I T U T O
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FERNANDO MÚGICA LA PROFESIÓN: ENCLAVE ÉTICO DE LA MODERNA SOCIEDAD DIFERENCIADA
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 71
INDICE
INTRODUCCIÓN 3
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 71
tuales que los sustentan, no es mera arqueo-
logía o simple ejercicio -más o menos erudito-
Las actuales discusiones sobre la ética del de la memoria histórica. Hay un tipo de
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capitalismo, el futuro del capitalismo, el papel memoria histórica orientada o abierta al
de la empresa en la economía de mercado, las futuro que contribuye intrínsecamente a esti-
teorías de la organización, el concepto de mular la imaginación proyectiva. Es a este tipo
empresario y su función social o la ética empre- de memoria al que deseo apelar.
sarial, vienen configuradas interna y externa-
mente por tradiciones de pensamiento. Dada Esto es lo que pretendo al fijar mi atención
la indudable relevancia de los ejemplos adu- en un capítulo crucial en la formación de las
cidos, sería insólito trivializar las grandes tradi- ciencias sociales tal como hoy las conocemos.
ciones de las que dependen. Así, por ejemplo, Ese capítulo incluye un tiempo y un escenario.
¿cómo cabría obviar la tradición utilitarista El escenario es centroeuropeo -Alemania y
que recorre el pensamiento occidental desde Austria, sobre todo, pero no exclusivamente- y
el siglo XVIII hasta nuestros días y que, adop- para la cuestión del tiempo podríamos
tando ciertamente formas distintas y some- adoptar, como simples puntos de referencia,
tiéndose a un ejercicio continuo de revisión y dos fechas: 1883 (año en que comienza el Met-
autocrítica, se extiende a campos tan diversos hodenstreit -conflicto de métodos-, un decisivo
como la ética, la economía, la política social, debate histórico sobre el modo apropiado de
etc... ? ¿O qué decir del caso del conductismo cultivar la ciencia económica) y 1920 (año de la
que, como una vía media entre el positivismo y muerte de Max Weber en Munich). Podríamos
el pragmatismo, impregna decisivamente el hablar también de unos protagonistas. Es
pensamiento norteamericano en todo lo refe- forzoso mencionar algunos, aun sabiendo que
rente a la psicología, el comportamiento hay más que los que aquí se mencionan: C.
humano en las organizaciones, los modelos Menger, W. Roscher, G. von Schmoller, E. von
cognitivos que fundan la acción humana, o la Böhn- Bawerk, F. von Wieser, M. Weber, W.
teoría de las motivaciones humanas, por poner Sombart, G. Simmel, W. Windelband, H.
únicamente unos ejemplos? Rickert, E. Troeltsch, L. Brentano, etc...
La reflexión sobre los grandes debates con- No sería lógico desconocer el monumental
temporáneos a la luz de las tradiciones intelec- esfuerzo intelectual que numerosos estudiosos
deudora en no pocos aspectos de las aporta- subjetivismo axiológico no podrá detener una 6
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tados esclarecedores para: qué espíritu es hijo aquella forma concreta del
pensamiento y la vida “racionales” que dio
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a) el actual modo de plantear las relaciones
entre ética y capitalismo. origen a la idea de “profesión” y a la dedi-
cación abnegada (tan irracional, al parecer,
b) una mejor comprensión de la teoría de la desde el punto de vista del propio interés
acción racional. eudemonístico) al trabajo profesional, que era
c) un planteamiento adecuado de la diferen- y sigue siendo uno de los elementos caracterís-
ciación social, proceso sin el cual difícilmente ticos de nuestra civilización capitalista. Este
cabe entender nuestra actual situación. elemento irracional que se esconde en este y
Dos últimas observaciones: espero que la en todo concepto de «profesión» es precisa-
confrontación Weber-Durkeim respecto de la mente lo que nos interesa»4.
profesión sea esclarecedora de la argumen-
tación y no entorpecedora. Su sentido, como I. Planteamiento de la cuestión: del
se verá, es comprender un mismo proceso -la
diferenciación social del mundo moderno- espíritu del capitalismo al capitalismo
desde dos puntos de vista distintos, pero com- sin espíritu
plementarios. Por tanto, si la incluyo aquí es
fundamentalmente a título aclaratorio de una «Esta racionalización de la conducta en el
tesis y de una argumentación. mundo con fines ultramundanos fue el efecto
de la concepción que el protestantismo
Y, finalmente, presentaré la tesis de este ascético tuvo de la profesión.
trabajo en la forma más escueta posible: el
particular espíritu de la moderna práctica eco- Al renunciar al mundo, el ascetismo cris-
nómica capitalista se encuentra en la metodi- tiano, que al principio huía del mundo y se
zación de la conducta, que al fin y al cabo es refugiaba en la soledad, había logrado
un tipo específico de racionalización de la dominar el mundo desde los claustros; pero
acción humana; no basta por tanto con quedaba naturalmente intacto su carácter
explicar el espíritu del capitalismo como un naturalmente despreocupado de la vida en el
aspecto del proceso general de racionalización mundo. Ahora se produce el fenómeno con-
individuo y siente de hecho ante el contenido Así pues, desde el punto de vista de la historia 9
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habitus. Ese poder se ejerce según un proceso típica y puramente sustantiva sería aquélla en 10
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que oscila entre dos polos: lo extraordinario (la la que la orientación psíquico-subjetiva al valor
irrupción del carisma, el apogeo del espíritu -el por parte del actor (o sea, la vivencia del valor)
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que sea-) y lo cotidiano (la rutinización, la tra- fuera tal que bastara para regular racional-
dición y la racionalización del carisma). En mente la conducta. En dicha situación o
última instancia, esta polaridad se hace pre- momento, el valor y la norma resultarían fun-
sente en toda la obra de Weber y constituye el cionalmente indiferentes. Me explico: la orien-
dualismo decisivo de la historia: carisma y tra- tación de valor y la vivencia de la norma cons-
dición, extracotidianidadcotidianidad. tituirían, en el plano subjetivo de los motivos
Pues bien, en el momento de la plenitud del obrar, un sistema indiferenciado.
subjetiva, de la irrupción del carisma, del Sin embargo, el equilibrio es inestable.
apogeo del espíritu, la regulación ética de la Dicho con otras palabras: el sistema funciona,
vida del creyente se lleva a cabo por medio de de hecho, diferenciando valores, motivos y
una clara referencia a los valores religiosos, normas. Lo sorprendente es que tal diferen-
que están presentes y ejercen lo que Durkheim ciación no altera, en su forma, la conducta:
llamaría una fuerte contrainte moral. basta que ésta se haya objetivado. ¿Qué quiere
Mediante un esfuerzo de abstracción, decir realmente esto? Si no entiendo mal a
podríamos decir que Weber intenta pensar un Weber, cuando él sostiene que la apropiación
momento o situación de equilibrio en que subjetiva de las máximas éticas ya no es una
‘conducta’ (con su correspondiente regu- condición para la existencia del capitalismo,
lación), ‘motivos psicológicos del actor’ y porque la actividad económica se ha obje-
‘valores sustantivos que orientan el vivir’, cons- tivado, está diciendo realmente que la pri-
tituyen una cierta unidad funcional indiferen- mitiva forma de la conducta subsiste -se dife-
ciada o sistema, en el que la vivencia habitual rencia y se autonomiza-, pero el espíritu que la
(habitus) de los valores es la que produce y animaba se ha secado, ha “volado”. El poder
reproduce el componente normativo de la de autonomización reposa en una posibilidad:
conducta. En última instancia, la indiferencia que el componente normativo siga regulando
funcional afecta a los valores y a las normas. la conducta, es decir, asegure la subsistencia de
Desde este punto de vista una racionalidad la forma, aunque vacía de espíritu.
origen de este “estilo de vida” ético que era y que mantiene con las formas de economía
intelectualmente adecuado al estadio eco-
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únicamente una relación de “adecuación”
nómico del “capitalismo”, representaba su vic-
toria en el “alma” de los hombres (...)» 15. El (...)»16. La adecuación o afinidad no puede -
problema no es exactamente el ascenso del rigurosamente hablando- ir más allá de la
capita-lismo como un tipo de conducta eco- conexión de sentido entre la forma de la con-
nómica, sino su triunfo en el plano subjetivo ducta metódica derivada de la ascesis calvinista
de la conducta como un estilo ético de vida,
y la forma de la conducta económica capita-
como una forma de conducirse moralmente,
en suma, como una forma de conducta lista. La adecuación se establece entre forma y
metódica. forma. Todo lo que cabe hacer a partir de ahí
El concepto de “adecuación espiritual” sin- estriba en esclarecer la conexión de sentido.
tetiza el de “paralelismo formal” con el de Weber es consciente de que ello no supone
“conexión significativa”. De acuerdo con ello, explicación causal propiamente dicha, sino
Weber aclara que es el espíritu de la conducta mera causalidad significativa.
metódica el que se encuentra en una relación
de adecuación histórico-cultural con las formas Ahora bien, en la edición de 1920 Weber no
económicas. Y así, al referirse a la futura cambia la base conceptual y sigue hablando de
edición conjunta de los dos artículos que cons-
“espíritu del capitalismo”, precisamente el
tituyen La ética protestante y el espíritu del
capitalismo, y que tendría que esperar a 1920, concepto sobre el que había recaido la crítica
afirma: «intentaré eliminar toda expresión que de Rachfahl (enero de 1910). En el marco de las
simplemente pudiera ser interpretada como la dos réplicas que Weber dirige a Rachfahl es
deducción de formas económicas a partir de donde se encuentran los textos más esclarece-
motivos religiosos, lo cual nunca he afirmado,
e intentaré en lo posible hacer ver todavía más dores para el objetivo que perseguíamos: la
claro que es el espíritu de una conducta de relación entre motivos, valores y normas en el
vida “metódica” el que debe ser “deducido” ámbito de la conducta humana.
2. La profesión y la racionalización de la 15
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mente el esquema de comprensión de la con-
vida ética ducta capita-lista que, páginas atrás, habíamos
pensado en términos puramente abstractos.
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Como señala Hennis, en su primera réplica a Lo que Weber destaca es que el puritanismo
Rachfahl Weber mantiene posiciones que eran ascético contribuyó a crear el alma del profe-
conocidas: «hasta ahora he intentado hacer sional, un elemento que llega a ser consti-
comprensible solamente un fenómeno de la tutivo de un estilo de vida que estuvo a su vez
conducta en sus (originarios) condiciona- en el origen del capitalismo moderno. El puri-
mientos religiosos»17. A su vez, el espíritu del tanismo ascético y su estilo de vida propor-
capitalismo aparece como un habitus o actitud cionan un enclave -la profesión, el habitus pro-
capitalista18. La progresiva subjetivación del fesional- que Weber describe en términos tem-
proyecto termina por desvelarse cuando porales: una fase de equilibrio característico
Weber reconoce interesarse «por la faceta entre las grandes tensiones internas que se
anímica (seelisch) del desarrollo económico dan entre profesión, ética y vida. Ese momento
moderno...», en la que se manifiestan «las precede a otro -el actual-, que es vivido en
grandes tensiones y conflictos internos del medio de renovadas tensiones que crecen
puritanismo entre ‘profesión’, ‘vida’ (como hasta convertirse en los grandes problemas
preferimos decir hoy) y ‘ética’, en una fase de culturales que acucian al mundo burgués.
equilibrio característico que no ha existido
Lo que el texto describe en realidad son dos
antes ni después con esas características. Y pre-
situaciones típicas (y empleo el término en
cisamente en un terreno en que las tradiciones
sentido weberiano): una, de equilibrio y otra,
de la Antigüedad y de la Edad Media seña- de pérdida de equilibrio producida por ten-
laban otros caminos, y en donde vivimos en siones insalvables. En la primera, la idea del
medio de tensiones renovadas que, más allá de deber profesional propicia un equilibrio -
la esfera por mí destacada, se convirtieron en curioso y problemático a la vez- entre los
problemas culturales de primer orden, como motivos psicológicos del actor (plano de la
sólo los conoce nuestro mundo ‘burgués’»19. vida), las exigencias funcionales del papel
Tenemos ya un texto, realmente signifi- (plano de la profesión) y los códigos norma-
cativo, que nos permite explicar justificada- tivos de conducta orientados por valores
(plano de la ética). Ese equilibrio sólo puede determinado estilo de vida ético y el naciente 16
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palabras: las reglas que rigen al ejercicio o la inter-pretación providencialista del cosmos 21
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produce un aumento cuantitativo y cualitativo (...) muestra a uno de los suyos la posibilidad 22
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del trabajo rendido y redunda en provecho del de un lucro, lo hace con algún fin; por tanto, al
bien general (common best), que es idéntico cristiano creyente no le queda otro camino
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con el bien del mayor número posible. La moti- que escuchar el llamamiento y aprovecharse
vación, pues, es puramente utilitaria y afín en de él» 34.
absoluto a criterios ya corrientes en la lite-
b) Que en la estructura finalista del cosmos
ratura profana de la época (...)» 32.
económico la voluntad divina se manifiesta en
• 3.4. Esta deriva utilitaria, que pone el la utilidad impersonal. Weber argumenta en
cosmos económico al servicio del bienestar de tres célebres notas (n. 31, pp. 129-130; n. 35,
todos, presenta, al menos, una triple condición pp. 131-133; y n. 33, pp. 221-222) que, en el
de posibilidad: protestantismo ascético, dominaba intensa-
a) Que la voluntad divina se manifieste mente la idea de que toda honra de la
expresamente en la estructura finalista del criatura, esto es, de criatura a criatura, perju-
cosmos económico o, si se quiere, que el dicaba la gloria de Dios y era una forma de
mundo no pueda ser radicalmente ajeno a la idolatría. Este marcado aborrecimiento a todo
gloria de Dios. «Hasta qué punto una pro- lo que pudiera considerarse idolatría, conducía
fesión es útil o grata a Dios, se deter-mina, en de un modo no intencional todas las energías
primer lugar, según criterios éticos y, en del creyente por la vía del obrar objetivado, es
segundo, con arreglo a la importancia que decir, del obrar impersonal. «Por eso, el ímpetu
tienen para la «colectividad» los bienes que en activista desencadenado en los santos por la
ella han de producirse (...)» 33. En definitiva, doctrina de la predestinación desemboca ente-
la primera condición de posibilidad estriba en ramente en la aspiración a racionalizar el
que la autoglorificación de Dios posee una mundo. Particularmente, la idea de que la uti-
estructura finalista que pasa por la máxima lidad “pública” o the good of the many, (...)
productividad del mundo. Sólo así tiene anticipándose al racionalismo liberal posterior,
sentido, por lo demás, el tercer criterio para precede al bien “personal” o “privado” de los
determinar si una profesión es grata a Dios y particulares, aun cuando no tenía nada de ori-
que no es otro que el provecho económico que ginal, derivaba en el puritanismo de su ten-
produce al individuo: «en efecto, cuando Dios dencia antiidolátrica. Del mismo modo, la tra-
de servicios personales (...) guar da especial debe ser el único confidente del hombre»39.
conexión con esa misma tradición» 35. Con
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La argumentación weberiana se orienta a
otras palabras: «el utilitarismo es la conse- poner de relieve cuál es la evolución psico-
cuencia de la configuración impersonal del lógica que se desprende de la actitud ético-
“amor al prójimo” y de la negación a honrar el
religiosa del creyente calvinista y, a su vez, qué
mundo por el exclusivismo del “in majorem
consecuencias sociales y culturales se des-
Dei gloriam” puritano» 36.
prenden de los nuevos motivos de la acción.
c) La tercera condición de posibilidad la Desde el momento en que la relación del calvi-
llamaré así: la determinación subjetivista y nista con su Dios se llevaba a cabo y además se
solipsista de la propia mundanidad. Hannah verificaba en el más profundo aislamiento, la
Arendt ha captado certeramente la cuestión: motivación individualista -el interés y preocu-
«La grandeza del descubrimiento de Max pación por el yo- adquiere una dimensión
Weber sobre los orígenes del capitalismo superlativa. Como dice Weber, «la “gloria de
radica precisamente en demostrar que resulta Dios” y la propia salvación siempre están sobre
posible una enorme y estrictamente mun-dana el “umbral de la conciencia”»40. Como bien
actividad sin tener que preocuparse o disfrutar observa Arendt, en el orden de los motivos psi-
del mundo, actividad cuya motivación más cológicos del obrar, la marca de contraste
profunda es, por el contrario, el interés y preo- moderna viene dada por el interés y preocu-
cupación por el yo. La alienación del mundo, y pación por el yo. Weber ha conseguido
no la propia alienación como creía Marx, ha mostrar la afinidad o conexión de sentido que
sido la marca de contraste de la Epoca existe entre «el estado de ánimo del creyente
Moderna» 37. puritano ocupado sólo de sí mismo, pensando
En efecto, Weber insiste por doquier en el sólo en su propia salvación» 41 y «la tendencia
carácter individualista de la relación del a emancipar al individuo de los lazos que le
hombre con Dios; de un hombre que, sin el unen al mundo, propia del calvinista» 42.
auxilio de los sacramentos, ni del predicador, Weber da la vuelta a Marx: es preciso alienar el
ni siquiera de su Iglesia, experimentaba «el mundo como lo único que reclama el interés
sentimiento de una inaudita soledad humano, para que, entonces, el creyente desa-
rrolle en él, pero no por él, su máxima acti- Obsérvese que el modelo remite de entrada 24
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vidad. En la inicial alienación del mundo, el a la lógica de una situación (el aislamiento
interior) compartida por numerosos actores
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creyente encuentra el verdadero interés por sí
mismo y por el mundo, y lo encuentra justa- sociales y a un modo de comprensión que se
mente allende el mundo. Volveremos después refiere a un valor —el amor al prójimo-.
sobre este punto. Según el modo calvinista de atribuir valor al
Si esto es así, la pregunta resulta inevitable: trabajo en el mundo, éste vale únicamente en
si las bases psicológicas de las organizaciones la medida en que se hace in majorem Dei
sociales calvinistas presentan esta orientación gloriam. La ética profesional aúna de esta
tan nítidamente individualista, ¿cómo se forma la convicción (el sentido del deber, el
explica «la indudable superioridad del calvi- imperativo) y la responsabilidad (no hay conse-
nismo en la organización social» 43? Por lo cuencia de la acción que sea irrelevante de
pronto, Weber manifiesta su convicción de que cara al proyecto divino de que el mundo social
y, por tanto, el cosmos económico también, se
la peculiar base psicológica calvinista «imprime
adapten en su estructura a los preceptos
un sello peculiar, incluso actualmente, a las
divinos y se organicen de tal forma que res-
organizaciones sociales de los pueblos de pondan al fin de aumentar la gloria de Dios en
pasado puritano»44. Es preciso reconocer que el mundo).
no es el único analista que ha hecho semejante
observación e, incluso, que es relativamente «Como el “amor al prójimo” sólo puede
usual hacerla. existir para servir de gloria de Dios y no de la
criatura, su primera manifestación es el cum-
La respuesta a la pregunta planteada plimiento de las tareas profesionales
conduce de nuevo a la deriva utilitaria, como impuestas por la lex naturae, con un carácter
veremos. Weber utiliza -una vez más- un específicamente objetivo e impersonal: como
modelo comprensivo de la acción que reposa un servicio para dar estructura racional al
todo él en «el matiz que adquirió el cristiano cosmos que nos rodea» 46. El trabajo humano
“amor al prójimo” bajo la presión del aisla- puede formar parte armónica -no conflictiva-
miento interior del individuo realizado por la del cosmos económico, pues la estructura y
fe calvinista»45. organización de éste, atravesadas por una
religiosos que “racionaliza” la conducta global enriquecimiento del empresario constituía una 26
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del creyente. De acuerdo con los preceptos “profesión”» 52. “Profesión” y “enriqueci-
divinos, el individuo adopta un estilo de vida miento” formaban parte de una totalidad de
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que implica la racionalización de su existencia sentido, en la que se incluían además motivos
y que supone «el impulso a controlar metódi- psicológicos, reglas de conducta y valores reli-
camente en la conducta su estado de gracia, y giosos. Esa totalidad de sentido es lo que
por tanto, a ascetizar su comportamiento en la hemos llamado también modelo comprensivo
vida. (...) Esta racionalización de la conducta en de la acción.
el mundo con fines ultramundanos fue el
Lo cierto es que ese “grandioso cosmos de
efecto de la concepción que el protestantismo
orden económico” se ha emancipado del ethos
ascético tuvo de la profesión»50.
que lo vio nacer, y se encuentra «vinculado a
Cuando Weber escribe su ensayo es bien las condiciones técnicas y económicas de la
consciente de que el equilibrio inicial se ha producción mecánico-maquinista», de forma
roto: «el profesional del calvinismo» principio que «el capitalismo victorioso no necesita ya
ascético “debes renunciar, debes renunciar” se de este apoyo religioso, puesto que descansa
encuentra ahora traspuesto a esta fórmula en fundamentos mecánicos»; desde esa
positiva y capitalista: “debes enriquecerte, posición, «determina hoy con fuerza irresis-
debes enriquecerte”, como una especie de tible el estilo vital de cuantos individuos nacen
imperativo categórico. Sólo la gloria de Dios y en él (no sólo de los que en él participan acti-
el propio deber, no la vanidad de los hombres, vamente), y de seguro lo seguirá determi-
es el motivo que mueve al puritano; hoy, sólo nando durante muchísimo tiempo más» 53. El
el deber hacia la “profesión”»51. cosmos económico se ha alienado como un
El auténtico ethos económico burgués hacía poder extraño. En él se ha consumado el
descansar la eficacia de las normas en el tránsito de la finalidad al mecanismo como un
impulso psicológico motivado por la con- destino fatal: «el ascetismo se propuso trans-
cepción del trabajo como profesión. Además, formar el mundo y quiso realizarse en el
la ascesis protestante «legalizaba la explo- mundo; no es extraño, pues, que las riquezas
tación de esta buena disposición para el de este mundo alcanzasen un poder creciente
trabajo, desde el momento que también el y, en último término, irresistible sobre los
hombres, como nunca se había conocido en la y, por tanto, de alienación del mundo (no de 27
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taria acontece al mismo tiempo que se van importantes corolarios que la ilustran y 30
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secando las raíces religiosas del moderno otorgan sentido: la impersonalidad del trabajo
“hombre económico”, aun cuando perma- y la alienación del mundo. A partir de esta
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nezca un residuo de ellas: el concepto de constelación de ideas Weber muestra cómo
“deber profesional”. una concepción religiosoutilitaria del trabajo
como fin absoluto es solidaria de un utilita-
Todo el análisis weberiano de la deriva utili-
rismo económico.
taria reposa en la adecuación significativa de
dos tipos ideales: el de “trabajo profesional Se trata de un cambio de signo, de un des-
burgués” con el de “ética protestante del plazamiento de sentido: la forma utilitaria se
trabajo”. conserva aunque entre un tipo de utilitarismo
y otro medie un largo complejo proceso his-
La actividad profesional es el resultado de tórico de secularización. La continuidad en la
que el trabajo se realice como un absoluto fin forma de la acción es lo que unifica el proceso
en sí, por razón del peculiar tipo de vinculación histórico.
vocacional que une al trabajador con el
trabajo. Semejante vinculación está presidida
por la idea de deber. La profesión encierra así III. Un término de comparación
un elemento irracional desde el punto de vista luminoso: E. Durkheim
eudemonístico -la dedicación abnegada- y otro
racional: la metodización de la vida. Ambos Muchas veces se ha indicado que el modelo
conservan y evocan un matiz fuertemente comprensivo de la acción social que Weber
ascético. despliega en La ética protestante y el espíritu
del capitalismo, establece una secuencia lógica
Pues bien, Weber aspira a mostrar cómo a
de afinidad, de conexión de sentido, entre el
partir de una concepción del trabajo en sí
interés religioso por la propia salvación y el
propia de la ética profesional del ascetismo
interés material por ser metódico, diligente y
cristiano deriva una ética utilitarista. sobrio en la realización de las actividades coti-
Ciertamente la tesis de que el calvinismo dianas. Ahora bien, el valor probatorio -en ter-
considera el trabajo como fin en sí mismo, minos empíricos o históricosde esta conexión
requiere para poder sostenerse de estos dos de sentido entre la racionalización de la con-
Durkheim, lector infatigable toda su vida y moderna- presenta, con el moderno principio 32
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social que se basa precisamente no en las citado. Sin aludir directamente al concepto, 33
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condiciones en las que puede hacerse el inter- surge de la propia función y queda adherida a
cambio. De ahí, sigue diciendo el autor, que los ella. b) En efecto, la norma surge de la función
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economistas hayan sostenido que las socie- y tiene como finalidad asegurar «el concurso
dades humanas podían y debían resolverse en pacífico y regular de las funciones divi-
asociaciones puramente económicas y que la didas»71.
permanencia de las reglas tenía que ceder su • 2.4. Supuesta la diferencia entre individuo
lugar al inestable y precario equilibrio de inte- y función, que en las sociedades modernas no
reses en movimiento, pero que siempre constituyen ya una unidad indiferenciada, se
tienden a una auto-rregulación espontánea. entenderá la fractura del orden normativo que
• 2.3. La objeción sociológica (del propio Durkheim detecta en dichas sociedades: por un
Durkheim, claro está) a este modo de pensar lado, la conciencia colectiva, que se reduce
es nítida: «La división del trabajo no pone en cada vez más “al culto del individuo”72; por
presencia de individuos, sino de funciones otro, la moral social propiamente dicha, que
sociales. Ahora bien, la sociedad está inte- no afecta a aquella actividad referida a fines
resada en el juego de estas últimas: según que individuales73, sino que «únicamente nos
concurran regularmente o no, estará sana o exige ser delicados y justos con nuestros seme-
enferma. (...) Por ello no puede dejarlas en un jantes, cumplir bien nuestra tarea, trabajar en
estado de indeterminación, y además ellas se aquello a lo que cada uno esté llamado, en la
determinan por sí mismas. Así se forman estas función que mejor pueda desempeñar, y reciba
reglas cuyo número crece a medida que el el justo premio por sus esfuerzos. Las reglas
trabajo se divide y cuya ausencia hace que la que la constituyen no tienen una fuerza cons-
solidaridad orgánica sea imposible o imper- triñente que anule el libre examen; más aún,
fecta»70. precisamente porque están hechas para
En este decisivo texto se contienen dos ideas nosotros y, en cierto sentido, por nosotros,
bien diferentes: a) la división del trabajo se somos más libres respecto de ellas»74.
funda en la diferencia entre individuo y • 2.5. Ciertamente, las reglas se adhieren a
función. Por eso, la moderna sociedad diferen- las funciones; por otro lado, la regulación nor-
ciada es un sistema integrador de funciones, y mativa se apoya en las propias orientaciones
de acción que poseen los individuos. En la tural, aunque patológico, de las sociedades 36
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práctica esto supone que el individuo se diferenciadas nos lleva a otro, en el que se
encuentra respecto de la regla en la situación
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encuentra la razón de ser de la anomia, en su
de un intérprete respecto de un interpre- segundo sentido: aunque existan reglas adhe-
tandum. La determinación práctica de la regla ridas a las funciones, los motivos de la acción
guarda, por tanto, un amplio margen de inde- individual, una vez diferenciados de las reglas
terminación. Los motivos de la acción, los por la separación entre individuo y función, se
impulsos psicológicos del yo se conectan con
emancipan de todo juicio colectivo que
los principios regulativos de las funciones
pudiera tener un carácter vinculante y constri-
sociales según el principio de libre examen, o
sea, interpretativamente. El yo, la individua- ñente. No hay regla que pueda sustraerse al
lidad, siempre queda más acá de la función; su libre examen individual. Ahí radica el origen
compromiso con ésta se encuentra mediado de «la crisis temible»77 que atraviesa la moral,
por una pluralidad de expectativas que surgen en el impasse social producido por el ocaso de
del deseo, o, más en concreto, de la insaciabi- un tipo de moral y el nacimiento de otra moral
lidad de los deseos humanos. En La Educación no consolidada todavía. Aparece así un vacío
moral (1925) hablará del “mal de infinito”75 moral casi tan amplio y perceptible como el
que corroe nuestro tiempo. espacio interpretativo que existe entre el indi-
• 2.6. En la DTS, primera edición, ese mal viduo diferenciado y las reglas adheridas a la
será analizado bajo una perspectiva bien con- función social que ejerce: «la tradición ha
creta: la ausencia de reglamentación en la vida perdido su imperio; el juicio individual se ha
económica tal como se ve en el texto citado en emancipado del juicio colectivo. Pero, por otro
la nota anterior; y en el prólogo a la segunda lado, las funciones que se han disociado en el
edición bajo esta otra: la falta de una moral curso de la tormenta no han tenido tiempo de
profesional. ajustarse unas a otras (...). Lo que es preciso, es
El primer sentido de la anomia es, pues, hacer cesar esta anomia, encontrar los medios
ausencia de regulación normativa en las rela- para hacer concurrir armónicamente esos
ciones entre los órganos y sus correspon- órganos que chocan todavía en movimientos
dientes funciones76. Como fenómeno estruc- discordantes (...)»78.
• 2.7. Vemos cómo, si bien en el texto apa- Según la tipología sociológica con la que 37
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recen los dos sentidos de la anomia, Durkheim Durkheim describe las sociedades premo-
concede más importancia al primero. Personal- dernas, el hombre premoderno realiza en él
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mente, me interesa destacar el segundo, con- todos los rasgos del tipo colectivo. De esta
secuencia como hemos visto del “culto al indi- forma, todo hombre tendería a confundirse
viduo”. Con él queda suficientemente explícito con el tipo humano, pues reproduce en
el modelo de la diferenciación: motivos, fun- pequeño -como segmento- la sociedad global
ciones y reglas. En terminología funcionalista: o, lo que es igual, recibe su propia identidad
persona, sociedad y cultura. Todo parece de la colectiva. «La disolución del tipo segmen-
sugerir que Durkheim comienza en realidad su tario, al mismo tiempo que necesita una espe-
análisis a partir del punto al que llegó Weber. cialización, desgaja parcialmente la conciencia
Mientras que este último llega a la diferen- individual tanto del medio orgánico que la
ciación desde un modelo comprensivo de la soporta como del medio social que la encierra
acción que describe una situación de equilibrio y, a consecuencia de esta doble emancipación,
o estabilización, el primero parte de una el individuo deviene más todavía un factor
situación de diferenciación ya consolidada. independiente de su propia conducta»79. Que
Individualismo y diferenciación social son la individualidad se convierta en factor inde-
procesos, según Durkheim, inseparablemente pendiente de la propia conducta implica que
unidos. La diferenciación social consagra la existe una esfera de acción que le es propia y
separación entre el órgano -el individuo- y la en la que o bien se sustrae, por principio, al
función. La sociología durkheimiana está fuer- predominio normativo del tipo colectivo, o
temente determinada por la convicción de que bien establece un espacio de separación e
la personalidad individual se desarrolla con la indeterminación entre sus motivaciones y las
división del trabajo y que ser persona estriba, reglas adheridas a las funciones que realiza80.
ante todo y sobre todo, en ser una fuente
autónoma de acción. El desarrollo moderno de
la personalidad se lleva a cabo mediante un
desdoblamiento: individuo-función.
anterior. Fruto de ello es un híbrido, en el cual la lógica del medio familiar, del territorial y del 40
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 71
los segmentos sociales devienen órganos que, profesional no son coincidentes: están diferen-
a su vez, ejercen funciones diferenciadas. Se ciadas. En el espacio urbano coexisten dife-
66
trata de un modelo de división del trabajo, que rentes lógicas del reunirse y del habitar. A dife-
Durkheim califica de “muy rudimentario”, que rencia de la ciudad medieval, en la ciudad
proviene «de la mezcla de la organización pro- moderna, la división del espacio urbano no
fesional naciente con la organización familiar reproduce la división de actividades.
preexistente»88. Un ejemplo de ello serían las c) De acuerdo con el sentido que adopta la
castas. evolución social, «llegará un día en que toda
b) Según Durkheim, el híbrido no puede nuestra organización social y política tendrá
mantenerse mucho tiempo porque los prin- una base exclusiva o casi exclusivamente pro-
cipios organizativos que sostienen ambas fesional»92.
estructuras son antagónicos. En la medida en Ahora bien, esta nueva forma de organi-
que uno progresa, el otro se bate en zación social -basada precisamente en la dife-
retirada89. La lógica del proceso de superpo- renciación profesional- exige una gran acción
sición mitiga los efectos drásticos del cambio, reguladora o, como dice Durkheim, «centros
pues, además, es un hecho general que «las reguladores análogos a los ganglios del gran
instituciones nuevas se introducen en primer simpático»93. A mayor complejidad, como
lugar en el molde de las antiguas institu- resultado de la diferenciación, la necesidad de
ciones»90. Como consecuencia de ello «al regulación es también mayor. La anomia que
mismo tiempo que la organización segmen- está presente en la vida económica es indi-
taria se eclipsa por sí misma, la organización cativa de que la acción reguladora «no es lo
profesional la recubre cada vez más completa- que debería ser en condiciones normales. Indu-
mente con su propio entramado»91. Parte dablemente, no es nula, como acabamos de
esencial de este entramado es el medio terri- mostrar. Pero, o bien es difusa, o bien emana
torial característico en que se desarrolla la vida directamente del Estado»94.
profesional. Este medio es el urbano. La ciudad El recurso al Estado como gestor activo de la
moderna es el medio territorial consustancial a solidaridad, no por socorrido, deja de plantear
la diferenciación, y lo es precisamente porque problemas. Durkheim es consciente de ambas
cosas: «existe un órgano respecto del cual legítimo presumir a priori que los cambios por 41
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 71
nuestro estado de dependencia crece conti- los que han pasado exigían menos una des-
nuamente: es el Estado. Los puntos por los que
66
trucción radical de esta organización que una
estamos en contacto con él se multiplican, así transformación»98.
como las ocasiones en las que se encarga de
recordarnos el sentimiento de la solidaridad
común»95. En efecto, comenta Smelser, la 4.2. Funcionalidad, normatividad y
propia complejidad social convierte al Estado grupo profesional
en «el lugar central de la afirmación ritual de
la solidaridad»96. Pero, por otro lado, un La estrategia argumental del Prólogo a la
recurso excesivo al Estado como núcleo regu- segunda edición pone de manifiesto qué
lador implica, a los ojos del autor, una invo- cuestión había dejado más insatisfecho a su
lución del proceso diferenciador. Vendría a ser autor en la primera edición: ésta no era otra
un signo de desdiferenciación de las activi- que el paso de la interdependencia funcional
dades políticas y económicas, lo cual plantearía de los papeles sociales a la existencia conso-
numerosos problemas97. lidada de un sistema normativo integrador; o
d) Y, finalmente, Durkheim añade una sea, el tránsito de las funciones interdepen-
observación como de pasada; más bien, habría dientes a las reglas vinculantes. Ese tránsito, tal
que decir que la deja caer: ciertamente, en como se describía allí, sonaba necesariamente
tiempos muy recientes, existieron esos órganos a algo inercial, cuasiautomático. Si resulta que
reguladores intermedios entre los individuos y un sistema social bien organizado desde el
el todo social: «eran los cuerpos de oficios (les punto de vista funcional, genera una normati-
corps de métiers). No vamos a discutir aquí sus vidad precisamente cuando las funciones en
ventajas ni sus inconvenientes. (...) Pero sólo presencia se encuentran bien interconectadas,
por el hecho de que una institución ha sido entonces el triunfo de la Sociología de
necesaria durante siglos a las sociedades, Durkheim sobre la de Spencer es absoluta-
parece poco verosímil que éstas se encuentren mente discutible. Más bien, habría que decir
de repente en condiciones de prescindir de incluso que el enfoque spenceriano de la
ella. Sin duda que han cambiado; pero es moderna sociedad diferenciada salía forta-
lecido finalmente después de la crítica a la que dades diferenciadas en la medida en que éstas 42
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 71
estructura social facilita o dificulta el ajuste o al tejido social, porque rompe los vínculos que 43
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 71
desajuste entre los motivos y las reglas. constituyen la solidaridad orgánica. «Lo que
vemos ante todo en el grupo profesional es un
66
Durkheim es bien consciente que la orien-
tación de la conducta individual desde el plano poder moral capaz de contener los egoísmos
subjetivo -el yo- en un sentido u otro modifica individuales (...).»104. Este último plantea-
sustancialmente la conducta moral: «Si, en las miento es deudor no tanto de la DTS, como de
ocupaciones que llenan casi todo nuestro unas páginas que, en El Suicidio, dedica su
tiempo, no seguimos otra regla que la de autor a los grupos profesionales. En ellas se
nuestro interés bien entendido, ¿cómo exponen unas cuantas ideas que terminarán
acabará gustándonos el desinterés, el olvido de darnos las últimas claves para entender la
de sí, el sacrificio? Así la ausencia de toda disci- propuesta que estamos analizando.
plina económica no puede dejar de extender
sus efectos más allá del propio mundo eco- 4.3. El grupo social como instrumento
nómico y entrañar en consecuencia una
pérdida de moralidad pública»101. En este
integrador. La aportación teórica de “El
último texto se presenta de golpe lo que había Suicidio”.
constituído un tema básico en El Suicidio
(1897): el egoísmo, como un componente de la La argumentación que Durkheim desarrolla
anomia. La conclusión que Durkheim había en El Suicidio reposa en la idea siguiente: el
obtenido al estudiar el “suicidio egoísta” era grupo profesional es un instrumento de inte-
la siguiente: «El suicidio varía en razón inversa gración social que sirve tanto respecto del tipo
al grado de integración de los grupos sociales de suicidio egoísta, como del anómico por la
de los que forma parte el individuo»102. El gran afinidad existente entre ambos. Las
egoísmo es una orientación completamente razones aducidas son en síntesis las siguientes:
reflexiva de la acción, según la cual «el yo indi- a) «La identidad de origen, de cultura, de
vidual se afirma excesivamente ante el yo ocupaciones hace de la actividad profesional la
social y a expensas de este último»103. más rica materia para una vida común»105.
Equivale, por consiguiente, a una indivi- b) «como la vida profesional es casi toda la
duación desmesurada que termina por afectar vida, la acción corporativa se hace sentir en
están orientadas en un sentido colectivo. La la actividad profesional media entre los prin-
corporación tiene, por tanto, todo lo que se cipios de la moral y el derecho y la inmediatez
66
precisa para encuadrar al individuo, para de la vida. Todo el ámbito de la moral y el
sacarlo de su estado de aislamiento derecho se desarrolla y se diversifica conforme
moral...»106. lo hace también la actividad profesional. La
El punto de partida vuelve a ser -una vez profesión se convierte así en el instrumento
másla aguda percepción que Durkheim tenía esencial para regular la vida social, o lo que es
de lo que se llamó “la cuestión social”, que él igual, para moralizarla. ¿Por qué es así? Con-
siempre consideró como un problema esencial- vendría tener aquí en cuenta que los tres ele-
mente moral, normativo: «Actualmente, las mentos constitutivos de la moralidad que,
sociedades europeas están situadas ante esta desde El Suicidio (1897) hasta La Educación
alternativa: o dejar sin reglamentar la vida Moral (1925), Durkheim va a distinguir, son: el
profesional o reglamentarla por medio del espíritu de disciplina, la vinculación a los
Estado, pues no hay otro órgano constituído grupos y la autonomía de la voluntad. La
que pueda jugar este papel moderador»107. moralidad, según él, es la síntesis de los tres.
Ahora bien, según se afirma a continuación, el Durkheim confía al grupo profesional un
Estado es una “pesada máquina”, muy poco poder de disciplinar los deseos del que, según
apta para adecuarse al dinamismo de la vida él, ya no goza la religión. Esta última sólo
social. Esta inadecuación explica las bruscas puede recomendar la moderación de los
oscilaciones entre rígidas reglamentaciones deseos. «Pero esta resignación pasiva no es
que carecen de la adecuada flexibilidad para conciliable con el lugar que los intereses tem-
regir las vicisitudes del fluir societario y la porales han adquirido ahora en la existencia
ausencia sistemática de toda forma de regla- colectiva. La disciplina de la que tienen nece-
mentación. «La única manera de resolver esta sidad debe tener por objeto, no relegarlos a un
antinomia es constituir fuera del Estado, segundo plano y reducirlos en lo posible, sino
aunque sometido a su acción, un haz de darles una organización que esté en relación
fuerzas colectivas cuya influencia reguladora con su importancia»109. El grupo profesional
pueda ejercerse con más variedad»108. presenta este doble carácter de lejanía y cer-
mundo social diferenciado, y apela a la energía del deber profesional, cuando no puede
ética de la profesión y al grupo profesional ponerlo en relación directa con ciertos valores
66
para restablecer la unidad perdida entre la espirituales supremos o cuando, a la inversa, lo
esfera de los motivos, la de las funciones y la siente subjetivamente como simple coacción
de las reglas. En él, la energía ética de la pro- económica»117.
fesión es también la forma secularizada de una La sensación de “desgracia” (malaise) y
ética de la convicción de tipo racionalista. “ansiedad” (anxiété)118 no es menor en el
En los dos casos, la apelación a la profesión terapeuta y pedagogo social que fue, ante
como factor de estabilización presenta un todo, Durkheim. Menos fatalista y más racio-
mismo objetivo: dominar un cosmos -el eco- nalista que su coetáneo alemán, el francés con-
nómico-, cuya autonomización desregulada - cluye en la primera edición: «En una palabra,
carente de espíritu, diría Weber- parece ser su nuestro primer deber actualmente es hacernos
destino inexorable. La profesión representa en una moral»119. El tono pesimista aumenta, sin
los dos casos un potencial ético por su doble embargo, en el Prólogo a la segunda edición:
condición de “anclaje” motivacional y lo que antes era una desgracia se califica ahora
“anclaje” de reglas. De acuerdo con esa doble como «una enfermedad (maladie) totius subs-
condición permite reunir o, cuando menos, tantiae que afecta a todo el organismo
acercar esferas de la vida que se han separado (...)»120.
en exceso. Ya se entienda el proceso desde “arriba” o
Para Weber la reunificación exige la apa- desde “abajo”, la conclusión es muy similar en
rición de un nuevo espíritu, que es tanto como ambos sociólogos: la profesión representa en
decir: nuevos profetas, nuevos ideales de vida. el mundo moderno un molde en el que pre-
Del mismo modo que la fatalidad hizo que el cipita la vida ética. Dicho molde lo podemos
espíritu se ausentara, el destino puede hacer entender también como un nicho funcional. A
que regrese. Mientras, el deber profesional, su vez, es fuente de valor. Weber será más
ayuno de espíritu, permanece como un residuo consciente de ello que Durkheim, por su insis-
anacrónico, un sinsentido que es preciso tencia en que la institucionalización de la vida
cumplir inercial y mecánicamente: «El indi- profesional tiene como efecto propio genera-
comienzo, aunque su origen religioso sea inne- partir de las estructuras de conciencia que sur- 49
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 71
gable. Cuando se diferencia la orientación éti- gieron de la racionalización ética de las imá-
coracional de la acción intramundana, de la
66
genes del mundo que aportaba el calvinismo.
orientación religiosa supramundana, sólo
La comprensión moderna del mundo a partir
queda el racionalismo triunfante, y, en virtud
de tales estructuras de conciencia abre un hori-
de su triunfo, una orientación de la acción que
zonte de posibilidades en el que adquiere
busca dominar racionalmente el mundo y no
pleno sentido la empresa capitalista y la pro-
precisamente con un compromiso ascético: es
fesión de empresario. La noción de “empre-
lo que Weber llama la institucionalización de
la acción racional con arreglo a fines. sario” que aporta Schumpeter, por ejemplo, es
fuertemente deu-dora de este enfoque com-
Una última observación para terminar ya prensivo de la acción social. En efecto, no
este trabajo y volver a su punto de partida. debería pasarse por alto hasta qué punto la
Weber explica la institucionalización de la teoría shumpeteriana del empresario como
acción econó-mica con arreglo a fines, propia innovador conecta con la contraposición que
de la actividad económica y empresarial, sin hace Weber entre el espíritu económico tradi-
echar mano de la teoría del valor-trabajo. Lo cionalista y el nuevo espíritu económico
hace mediante un recurso que caracteriza el empresarial; este último debía regirse —según
enfoque comprensivo-hermenéutico de su Weber- por una serie de cualidades éticas o
sociología: recurriendo en primer lugar a la rasgos ascéticos, tales como la sobriedad, la
cultura y al ethos profesional del ascetismo perseverancia, la entrega a lo propio y al buen
protestante, o lo que es igual, a una teoría cumplimiento de la profesión, etc., que él
subjetiva del valor. Como observa agudamente
calificó de principios sólidamente bur-
Habermas, Weber no desconoce que desde un
gueses123.
punto de vista funcional la institucionalización
de la acción empresarial con arreglo a fines es El espíritu burgués se torna socialmente
efectivamente de transcendental importancia operante en forma de espíritu empresarial
para las sociedades modernas122. De lo que, principal-mente a través de un ethos, un con-
sin embargo, está persuadido es de que seme- junto de actitudes y virtudes que conforman el
jante institucionalización sólo es posible a estilo profesional. Como dice Weber, el nuevo
de saber cuál es la naturaleza de estas rela- guntase por el “sentido” de esa actividad 51
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 71
una concepción unitaria del mundo. Se los hombres, que el pathos espiritual y ético a 53
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 71
entiende que Weber considere, en primer a la vez del cristianismo ni se redujo al calvi-
lugar, que con la expresión “espíritu del capi- nismo, ni se agotó con él, entonces no cabe el
66
talismo (moderno)” se designa «aquella men- escepticismo.
talidad que aspira a obtener un lucro ejer- Pienso que la conclusión weberiana de que
ciendo sistemáticamente una profesión»132 y, la autonomización de la economía implica un
en segundo lugar, que «dicha mentalidad ha problema moral, porque supone a su vez la
encontrado su realización más adecuada en la autonomización de la moral, es sustancial-
moderna empresa capitalista, al mismo tiempo mente correcta. Ahora bien, no estoy de
que ésta puede reconocer en aquélla su más acuerdo con él en que semejante proceso de
adecuado impulso espiritual»133. autonomización anuncie y, hasta cierto punto,
Lo más conflictivo de la tesis weberiana es realice el ocaso del espíritu religioso que los
esa especie de desencanto que se manifiesta unificó. Todo arranca, a mi entender, de un
en su convicción de que la estructura objetiva gran desenfoque en el modo de abordar el
o formal termina imponiéndose al espíritu; tema de la moderna diferenciación social. El
que éste precipita en un molde -puramente recurso al espíritu cristiano-calvinista del capi-
normativo- que primero lo canaliza y expresa talismo como elemento unificador o de síntesis
funcionalmente, para finalmente ahogarlo. La inicial consagra la transformación de la eco-
cuestión que resulta pertinente plantear es nomía abstracta en una ética absoluta y vice-
ésta: ¿el espíritu que animó el potencial ético versa, por lo que ambas resultan indiscernibles.
de la profesión empresarial se ha secado para Sólo así, por ejemplo, tiene sentido la afir-
siempre? ¿Acaso queda únicamente el molde mación weberiana de que las máximas econó-
(el estuche), como un viejo residuo de una micas de Franklin lo que expresan en realidad
gloria espiritual lejana, o no será más bien que es un ethos y por eso contienen un agudo
todo el potencial ético de las virtudes ejercidas patetismo ético. La respectiva autonomización
en la profesión puede revivir íntegramente de ambas esferas de valor -la económica y la
cada vez que recibe un nuevo impulso espi- moral- da lugar, por un lado, a una “libe-
ritual? Si es cierto, como creo, que el espíritu ración” del moderno “hombre económico” y,
sigue iluminando las mentes y los corazones de por otra, a una “ética objetiva del mercado”
carácter más ético o más ejemplar, la reve- surgen del choque de esta concepción del 55
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 71
lación profética siempre significa (esto es lo mundo como un todo lleno de sentido, según
común), en primer lugar para el profeta el postulado religioso, con las realidades empí-
66
mismo, después para los que le siguen: una ricas. Ciertamente la profecía no es en modo
visión unitaria de la vida lograda por medio de alguno la única instancia que se ocupa de este
una actitud consciente, de sentido unitario problema. Toda sabiduría sacerdotal, lo mismo
pleno, frente a ella. La vida y el mundo, los que toda filosofía laica, intelectual o vulgar, se
acontecimientos sociales y cósmicos tienen ocupa también en alguna forma de él. La
para el profeta un determinado “sentido” sis- última cuestión de toda metafísica desde
temático unitario; la conducta de los hombres, siempre ha sido ésta: si el mundo como un
si ha de traerles salud, salvación, ha de estar todo y la vida en particular deben tener un
orientada por ese sentido e informada por él “sentido”, ¿cuál puede ser éste y qué aspecto
plenamente. La índole de este “sentido” debe tomar el mundo para ajustarse a él?”135
puede ser muy diversa y puede fundir en una
En el modelo de consonancia del ethos capi-
unidad motivos lógicamente heterogéneos,
talista emerge, de forma sincrónica, el sentido
pues no es la consecuencia lógica, sino las valo-
como una configuración unitaria de lo hetero-
raciones prácticas las que que dominan la con-
géneo. Podría hablarse de “unidad de vida”.
cepción. Significa siempre (en distintos grados
Weber ha dejado planteada esta segunda gran
y con distinto éxito) un ensayo de sistemati-
cuestión, que afecta directamente a nuestra
zación de todas las manifestaciones de la vida,
situación cultural y espiritual. No me parece
la coordinación de todas las acciones humanas
en un modo de vida, sea cualquiera la forma que la solución a los problemas de sutura entre
que éste adopte. También contiene la impor- diversas esferas de lo real aquí planteadas sea
tante concepción religiosa del “mundo” como la desdiferenciación. Tal vez haya que buscarla
un “cosmos”, del que se exige que constituya en la línea de una mejor comprensión de dos
un todo con no importa qué “sentido orde- cosas: el propio proceso de diferenciación
nador”, y sus fenómenos singulares son social, con sus implicaciones etico-profesio-
medidos y valorados por este postulado. Todas nales, y la emergencia del sentido.
las tensiones más fuertes, tanto de la vida El hecho de que el individuo renuncie a
interior como de las relaciones con el mundo, interpretar el cumplimiento del deber profe-
1. Soy bien consciente de que esta lista 13. Ibid., p. 46, nota 5. 57
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 71
habría que ampliarla considerablemente si 14. Max Webers Fragestellung, J.C.B. Mohr 66
tuviéramos en cuenta a todos los filósofos que (Paul Siebeck), Tübingen, 1987. El libro reúne
por aquel entonces se ocupaban de construir artículos publicados por Hennis entre 1982 y
una axiología filosófica. 1986, el primero de los cuales ha sido tra-
2. P. Koslowski, La ética del capitalismo, ducido al español por J. Abellán con el título:
Rialp, Madrid, 1997, p. 31. El problema central de Max Weber, Revista de
Estudios Políticos, 33 (Nueva Epoca), Mayo-
3. R. Brubaker, The Limits of Rationality: An
Junio 1983, pp. 49-99.
Essay on the Social and Moral Thought of Max
Weber, George Allen and Unwin, London, 15. Die protestantische Ethik II. Kritiken und
1984, p. 9. Antikritiken, ed. por Johannes Winckelmann,
Gütersloh (GTB 119), 1978 (3ª ed.), p. 55.
4. M. Weber, La ética protestante y el
espíritu del capitalismo, Península, Barcelona, 16. Ibid., p. 31.
14ª ed., 1995, p. 80. A partir de aquí se citará 17. Ibid., p. 150.
de modo abreviado como EP.
18. Cfr. ibid., p. 157.
5. EP, p. 207.
19. Cfr. ibid., 167.
6. Ibid., p. 107.
20. Cfr. ibid., 173. Habermas ha señalado
7. Ibid., p. 49. también el interés weberiano por un estilo o
8. Ibid., p. 106. «forma de vida que Weber considera como la
forma típica en que históricamente adquiere
9. Ibid., p. 107. por primera (y única) vez estabilidad y conti-
10. Ibid., p. 45. nuidad el tipo complejo de acción en que se
aúnan sistemáticamente la racionalidad con
11. Ibid., p. 46. arreglo a medios, a fines y a valores. Ese modo
12. Cfr. Gordon Marshall, En busca del metódico de comportamiento representa
espíritu del capitalismo, F.C.E., México, 1986, p. según Weber una forma de vida que mate-
102. rializa simultáneamente tres aspectos univer-
sales de la racionalidad práctica (...)» (J. ascético tuvo de la profesión. (...) el ascetismo 58
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 71
(ibid., p.221). Por lo ordinario, basta la volun- afirmación de la vida corriente- como ele- 60
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 71
individuo es socializado porque, no teniendo sería, pues, otra cosa que el acuerdo espon- 62
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 71
individualidad propia, se confunde, así como táneo de intereses individuales, acuerdo del
sus semejantes, en el seno de un mismo tipo que los contratos son su expresión natural. El
66
colectivo; en el segundo, porque, aun tipo de las relaciones sociales sería la relación
teniendo una fisonomía y una actividad perso- económica, desembarazada de toda reglamen-
nales que le distinguen de los demás, depende tación y tal como resulta de la iniciativa ente-
de ellos en la misma medida que se distingue ramente libre de las partes. En una palabra, la
y, por consiguiente, de la sociedad que de su sociedad no sería más que la puesta en
unión resulta” (p. 205). relación de individuos que intercambian los
63.«Es, pues, equivocado oponer la sociedad productos de su trabajo y sin que ninguna
que procede de la comunidad de creencias a acción propiamente social venga a regular este
aquélla que tiene por base la cooperación, al intercambio» (p. 180).
no conceder a la primera más que un carácter 66. Cfr. J. Habermas, Teoría de la Acción
moral, y no ver en la segunda más que una Comunicativa, vol. II, pp. 164-167.
agrupación económica. En realidad, la coope- 67. DTS, 360. No podemos olvidar que el
ración también tiene su moralidad intrínseca. estudio de la patología tiene como finalidad,
Sólo cabe la creencia, como veremos mejor en Durkheim, hacerse una idea lo más cabal
más adelante, de que en nuestras sociedades posible de cuál sea el estado de normalidad
actuales esta moralidad no alcanza todavía social: «el estudio de las formas desviadas nos
todo el desarrollo que les sería desde ahora permitirá determinar mejor las condiciones de
necesario» (p. 208). existencia del estado normal. Cuando conoz-
64. «La vida colectiva no ha nacido de la camos las circunstancias en las que la división
vida individual; por el contrario, es la segunda del trabajo deja de gene-rar solidaridad,
la que ha nacido de la primera» (p. 264). sabremos mejor lo que es necesario para que
65. Durkheim resume así la tesis de Spencer: tenga todo su efecto. Aquí como en otros
«Las sociedades superiores... tendrían o ten- lugares, la patología es un precioso auxiliar de
derían a tener por base única el vasto sistema la fisiología» (p. 343).
de contratos particulares que ligan entre sí a 68. El estudio más completo que conozco
los individuos (...). La solidaridad social no sobre el concepto de “anomia” en Durkheim
es el de Philippe Besnard, L’anomie, ses usages que «el productor no pueda abarcar ya el 63
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 71
et ses fonctions dans la discipline sociologique mercado con la mira-da, ni incluso con el pen-
depuis Durkheim, P.U.F., Paris, 1987. samiento; tampoco puede representarse ya sus
66
69. Cfr. DTS, pp. 402-406. Conviene recordar límites, puesto que por así decir es ilimitado.
que la DTS es la tesis de doctorado que En consecuencia, la producción carece de freno
Durkheim defendió en la Sorbona el 3 de y de regla (...). De ahí esas crisis que turban
marzo de 1893. La estructura netamente aca- periódicamente las funciones económicas. El
démica es reconocible de principio a fin del crecimiento de esas crisis locales y restringidas
libro. Como no podía ser de otro modo, la Con- que son las quiebras es muy probablemente un
clusión recoge y sintetiza los logros principales efecto de esta misma causa» (DTS, pp. 361-
de la tesis; por ello es preciso concentrar en 362). Ya en el Libro I había observado
ella la máxima atención. Durkheim lo siguiente: «la acción reguladora a
la que está sometida actualmente la vida eco-
70. DTS, p. 403. nómica no es lo que debería ser en estado
71. Ibidem. normal» (ibid., p. 196).
72. Ibidem. 76. «... si la división del trabajo no produce
solidaridad es que las relaciones entre órganos
73. Cfr. Ibid., 404. no están reglamentadas, es que están en un
74. Ibidem. estado de anomia» (D.T.S., p. 360).
75. L’education morale, P.U.F., Paris, 1963, p. 77. DTS, p. 405.
37. Este tema -el mal de infinito, el carácter ili- 78. Ibidem.
mitado de los deseos del yo- aparece ya en la
DTS en estrecha relación con la producción 79. Ibid., pp. 399-400.
económica, que, en las sociedades diferen- 80. «Por reglamentada que esté una
ciadas, tiende a convertirse «en un mercado función, siempre deja un amplio espacio para
único, que abarca prácticamente toda la la iniciativa de cada uno» (DTS, p. 208).
sociedad. Se extiende más allá y tiende a
hacerse universal (...)» (p. 361). Esta tendencia 81. DTS, p. 357.
de la productividad a la universalidad provoca 82. Ibidem.
223.
84. Cfr. Philippe Besnard, L’anomie..., p. 125. 66
85. DTS, Preface, 2e édit., II. (A partir de 103. Ibidem.
ahora se indicará unicamente el número de 104. DTS, pp. XI-XII.
página tal como Durkheim lo hace: en carac-
105. La Suicide, p. 435.
teres romanos).
86. DTS, I. 106. Ibid., pp. 435-436.