Después de la segunda guerra mundial se han presentado esfuerzos progresivos
tenientes a hacer obligatoria para los gobiernos nacionales la observancia de mínimos estándares de justicia internacional, no solo respecto a los extranjeros que se encuentran dentro de su territorio, sino que también respecto a sus propios ciudadanos bajo el supuesto de que existen ciertos derechos que se poseen simplemente por el hecho de ser humano. Esto se ha visto reflejado por la existencia de un movimiento para extender la protección de los derechos humanos contemplada en el derecho internacional a todos los individuos, cualquiera que sea su situación, sean extranjeros o nacionales. Un ejemplo de ello es el Proceso de Núremberg, celebrado después de la segunda guerra mundial, donde los cabecillas de la Alemania nazi (oficiales) fueron acusados y condenados por haber cometidos crímenes contra la humanidad especialmente contra la población judía autóctona en Alemania. Sin embargo, los críticos del proceso de Núremberg, sostienen que éste no reflejó la evolución del derecho internacional, sino que simplemente significó “la justicia de los vencedores”, en este caso orientad hacia los Estados Unidos, país que respaldó fuertes penas contra los líderes alemanes en Núremberg, pero desatendió cualquier llamado para convocar tribunales internacionales para encontrar responsables de supuestas atrocidades cometidas por oficiales del ejército norteamericano,, se rehusaron que un tribunal internacional hiciera investigaciones sobre sus propias acciones . Sin embargo la desigual aplicación de los principios de Núremberg, constituyó visiblemente la noción tradicional de que sólo los ESTADOS, más no lo individuos eran sujetos del derecho internacional, por ellos Núremberg fue seguido por la” Declaración Internacional de los Derechos Humanos”, mediante la cual se exigía a los gobiernos nacionales a promover una gran variedad de derechos humanos, tanto civiles, políticos, económicos y sociales, desde ese momento se han firmado un gran número de tratados, entre ellos existen cinco convecciones que tienen que ver con el genocidio, la discriminación racial, la discriminación a la mujer, los derechos políticos y civiles y los derechos económicos y sociales. A estas dos últimas convenciones se les conoce con el nombre de “Ley Internacional de los Derechos Humanos” Hasta la fecha, sólo aproximadamente la mitad de los Estados del mundo ha ratificado esta convenciones, pero muchos de ellos, sin embargo, han interpretado sus obligaciones de forma libre; cuyo problema fundamental radica en que los gobiernos nacionales tienden a resistirse a la aceptación de normas legales internaciones en cuanto a “Derechos Humanos” en su conjunto consideran que va en contra de su autoridad soberana ejercida dentro de sus fronteras, un ejemplo de ellos es Estados Unidos que a pesar de ser un país defensor de los Derechos Humanos, no ratificó la convención del Genocidio hasta 1988, por otra parte no ratificó el Pacto de Derechos Civiles y Políticos hasta el año 1992. El movimiento de los Derechos Humanos persiste en la búsqueda de acrecentar la dignidad humana y hoy en día hace parte de una gran movilización consistente en atraer actores no estatales, no solo los seres humanos sino también a medida que proliferan las organizaciones y las empresas internacionales están siendo aceptadas dentro de la comunidad internacional con el status de personas legales internacionales, compartiendo este status con las naciones – Estado, hoy en día hasta los animales se les reconoce la protección bajo el derecho internacional.