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MINISTERIO PÚBLICO C/ YANARA MASIEL COSTA SAAVEDRA

RUC: 1700287146-7
RIT: 87-2018
HOMICIDIO CALIFICADO
Santiago, veintitrés de junio de dos mil dieciocho
Vistos y oídos:
Que, ante la sala del Primer Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de la ciudad de
Santiago, presidida por la Juez Titular Ana Carolina Larredonda Muñoz e integrada
por los Jueces Titulares Paulina Soledad Andrés Miranda y Enrique Durán Branchi,
se llevó a efecto el juicio oral en causa Rit 87-2018, en contra de YANARA MASIEL
COSTA SAAVEDRA, sin apodos, cédula nacional de identidad N°17.578.782-8,
nacida en la ciudad de Santiago el 24 de septiembre de 1990, actuales 27 años de
edad, soltera, dueña de casa, estudios hasta 2°año medio, domiciliada en calle Lo
Azola N° 9137, comuna de Pudahuel, representada judicialmente por el abogado
defensor penal privado Jairo Casanova Hernández
Sostuvo la acusación el fiscal del Ministerio Público Eduardo Baeza en
conjunto con la fiscal Paula Salcedo y adhiere a la misma la parte querellante
correspondiente a Gladys Vanusa Poblete Núñez, representada por la abogado Carla
Zúñiga Mejías actuando con delegación de poder de Patricio Cofre Soto, letrados
todos con domicilio y forma de notificación, registrados en este Tribunal.
Y considerando:
Primero: La acusación. Los hechos de la acusación son los siguientes: “El
día 25 de marzo del año 2017, al interior del domicilio ubicado en calle Lo Azola N°
9137 de la comuna de Pudahuel, lugar en el cual se encontraba la imputada Yanara
Masiel Costa Saavedra, en compañía de tres hijos menores de edad, además de la
víctima Dicson Santibáñez Poblete, de un año y cinco meses de edad, quien es hijo
de su conviviente Ramón Santibáñez Torres, menor que en ese momento se
encontraba bajo su cuidado; en un tiempo cercano a las 15:00 horas, la imputada
agredió físicamente al menor Dicson Santibáñez, en distintas partes del cuerpo pero
principalmente en su cabeza, abusando de la superioridad de sus fuerzas, las cuales
el menor evidentemente no podía contrarrestar; para dichos efectos lo proyectó a
una superficie sólida del inmueble en más de una ocasión, comprimiendo su cráneo,
causándole diversas fracturas en el mismo, lesiones que en definitiva causaron la
muerte del menor alrededor de las 16:30 horas. Sin embargo, además de las
lesiones señaladas, la imputada le provocó en horas previas a la agresión mortal,

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una serie de lesiones superficiales y profundas, óseas y de tejidos blandos, incluso
sacudiéndolo, a saber, quince lesiones en la cara, tres lesiones auriculares, tres
lesiones en tórax y abdomen, cinco lesiones lumboilíacas, cuatro lesiones en
miembros, aumentando de esta forma de manera inhumana y deliberada el dolor del
menor Dicson Santibáñez Poblete.”
A juicio del Ministerio Público los hechos descritos configurarían el delito de
Homicidio Calificado, previsto y sancionado en el artículo 391 N°1, circunstancia
cuarta, del Código Penal. De conformidad a lo dispuesto en los artículos 7 y 15 N°1
del Código Penal, el delito se encuentra consumado y se atribuye a la acusada la
calidad de autora inmediata y directa del hecho.
El Ministerio Público sostiene que respecto de la acusada concurrirían las
circunstancias agravantes de responsabilidad penal correspondientes a los
numerales 6 y 7 del artículo 12 del Código Penal.
Se citan como aplicables al caso los siguientes preceptos legales artículos 1,
7, 12 N° 6 y 7, 15 N° 1, 18, 27, 50, 62, 68, 69 y 391 N° 1, todos del Código Penal.
El Ministerio Público solicita se condene a la acusada Yanara Masiel Costa
Saavedra a la pena de presidio perpetuo calificado, más las accesorias legales
que correspondan, con costas.
La parte querellante, se adhiere a la acusación del Ministerio Público en
iguales términos.
Segundo: Alegatos. Los alegatos de apertura del Ministerio Público.
Inicia sus alegatos, señalado que los hechos conmueven a cualquiera por el daño
que provocó la acusada. El día 25 de marzo de 2017, Dicson -hijo de Ramón
Santibáñez- tenía 1 año 5 meses de edad, no pesaba más de 10 kilogramos y medía
70 centímetros de estatura. La noche del 24 de marzo de ese año, la acusada le
escribió a la madre del niño -Gladys Poblete Núñez- pidiendo verlo, quien accede a
dejarlo en su domicilio; a las 22:00 horas toma un Uber y se dirige al domicilio de la
acusada y lo deja en manos de Yanara, en quien confiaba; es la última vez que
Gladys ve al niño. Al día siguiente, Gladys recibe un llamado de Yanara quien le
señala que el niño se había caído jugando a la pelota y lo llevaría a la posta; todo
ocurre estando la acusada sola junto a sus hijos. El padre del menor no estaba en el
domicilio, por las lesiones del menor y la fuerza empleada en contra del mismo, la
única que pudo dañar al niño fue la acusada, siendo imposible que esas lesiones
fuesen explicables por caídas, incluso desde un 2° piso, debido a que un golpe de
fuerza solo puede explicarlas, al romperle el cráneo en dos partes pero además,

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presentaba diversos hematomas en el cuerpo, correspondiendo a un grado de
brutalidad que merece un reproche proporcional a ello. La fiscalía no presentará
prueba directa, porque solo estaba Yanara en el hogar junto con 3 menores de edad,
de manera que, de acuerdo a la prueba, sólo es ella quien pudo causar las lesiones;
la conclusión es obvia, fue quien dio muerte al menor, provocándole dolores
innecesarios, múltiples lesiones -no sólo en el cráneo- y se valió de la confianza de la
madre de que su hijo sería cuidado y no fue así. En conclusión, con la prueba, se
arribará a la convicción necesaria para dictar veredicto condenatorio.
Alegatos de apertura del querellante. Señala que quedará demostrado con
la prueba del Ministerio Público, que la acusada es culpable de los hechos que se le
imputan, además debe destacarse lo señalado por el Ministerio Público que las
lesiones fueron causadas con brutalidad a un lactante, falleciendo el menor de edad
a las pocas horas de la golpiza, por ello tiene la convicción de veredicto
condenatorio.
Alegatos de apertura de la defensa. El Ministerio Público debe probar los
hechos de la acusación, que la acusada actúo con dolo directo, que causó la muerte,
que empleó la fuerza y que causó daño. Lo que hace el Ministerio Público es
anticipar que no hay prueba directa; la evidencia debe demostrar que los actos
directos realizados por la imputada en contra de ese niño causaron la muerte y la
prueba no da cuenta de ello ya que la acusada en su declaración dirá que
personalmente llevó al niño al centro hospitalario. No se probará un delito de
homicidio calificado.
Tercero: Declaración de la acusada. Que advertido de sus derechos, la
acusada renunció a guardar silencio y exhortada a decir verdad, declaró que hace 12
años atrás mantiene una relación con Ramón Santibáñez Torres, con él tiene 3 hijos.
En el año 2012 él cae detenido por homicidio siendo condenado a 3 años, ella estuvo
asistiéndole por dos años, pero dejó de visitarlo cuando Gladys Poblete iba a visitarlo
al centro penitenciario, ahí terminaron su relación. Señala que nunca puso
problemas, no hubo discusiones ni peleas, estuvo un año sin verlo, sus hijos
tampoco lo vieron durante ese periodo. Gladys -“la Laly”- la llama un día para
preguntarle cuánto le cobraba a ella para que sus hijos fueran a verlo, al otro día
domingo ella va a visitarlo, tres semanas después Ramón sale en libertad y ella se va
a vivir con la mamá de él, retoman su relación y se entera que Gladys estaba
embarazada. Luego Ramón cae preso de nuevo y ella se da cuenta que también
estaba embarazada. Gladys por WhatsApp le cuenta a ella que estaba embarazada,

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su primera reacción fue de enojo, después habló con ella, no pensó que se fuera a
separar por eso, si ya antes no se habían separado. Agrega que ayudó en todo a
Gladys durante el embarazo, cuando nace Dicson, Ramón estaba prófugo. Ella vio a
Dicson por primera vez cuando el niño tenía 3 días de nacido, el mismo día que a la
mamá la dieron de alta, fue con la mamá de Ramón a buscarla. No ha dejado de ver
a Dicson, desde esa oportunidad, siempre lo veía, día y noche estaba con Dicson,
ella lo amamantó, cuidó y trató de hacer lo mejor posible. Ella fue a tener a su hijo el
3 de diciembre de 2015, después que nace y le dan el alta, manda a buscar a
Dicson, estuvo hasta los 9 meses viéndolo seguido, después unos 4 meses dejo de
ver a Dicson cuando Ramón vuelve a caer preso y vuelve a verlo cuando Ramón
recobra la libertad. Señala que ella quería ver al niño, llama a la mamá de Dicson,
antes la había llamado porque tenía problemas por plata, le pedía dinero pero ella no
tenía como ayudarla, sólo le daba leche y otras cosas, le pide disculpas por haberla
ofendido antes, por decirle que solo pensaba en plata, pero siempre la ayudó con
leche, pañales, con todo, hasta se lo iba a dejar al domicilio. Indica que en una
oportunidad Gladys le pide que cuide a Dicson y esa vez iba con hematomas y le
toma fotografías, preguntándole a la mamá por los hematomas y ella le responde que
no se había dado cuenta. Comenta que varias veces vio lesiones en el cuerpo del
niño. Señala que ella estuvo 8 días con Dicson, la mamá de él le dice que se iban a ir
a vacaciones a Iquique y cuando volvieran se lo iban a dejar; pasan 3 semanas que
no sabe nada de Dicson desde que volvieron de las vacaciones. El día 24 le
pregunta al papá si podía ver al niño, le dice que sí. Le pide a ella que si puede llevar
al niño, pero como en ese momento no se podía porque estaba con visitas, le
respondió que después le iba avisar; a las 2 horas la mamá del niño le pregunta si
aún lo quiere ver, llega a las 22:00 horas a su domicilio, vio al niño normal, cuando
ella se va y coloca al niño en el sillón ve que tenía un hematoma en el pómulo y la
frente y además rasguños, le manda un WhatsApp y le dice que el niño venía con
hematomas y le dice “no si se cayó en la casa”, aparte de los hematomas y al
desvestirlo le sorprendió verlo con mugre pegada en el cuerpo, con la misma ropa
desde las 12:00 a las 22:00 horas. Lo tomó, lo bañó, lo vistió, le preparó la
mamadera, no quiso tomarse la leche, a las 23:00 horas Ramón llegó a la casa y ella
le mostró como venía el niño, su pareja lo toca y le pasa la mano por el pecho y le
pregunta que van a hacer con él, le dice que no sabe, porque ella ya lo cuidaba, la
mamá varias veces no se hacía presente, nunca cuando se lo entregaba le dijeron
que presentaba algún problema. Durmieron bien esa la noche, a las 10:00 horas se

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levanta con los dos niños, baja, en el 2° estaba su marido. Dicson no quiso tomar
leche, ella no lo obligaba a comer, pero si le daba la leche porque afuera comía otras
cosas. Dicson estuvo normal pero un poco decaído, no quería jugar ni moverse, ella
se dedicó a las cosas de la casa, a las 12:00 horas le da comida a él, después a las
13:00 horas baja Ramón con los niños, Ramón toma en brazos a Dicson le pregunta
que le pasaba, ella le dice que estaba decaído todo el día, comiendo poco, Ramón lo
baja lo coloca en el piso, Dicson se coloca de guatita en el piso, el niño estaba muy
flaco y se lo había dicho a “Laly”. Ella va a buscar una pesa (como de negocio ya que
su marido trabaja con frutos secos), y constata que era harta la diferencia de peso de
su hijo con Dicson que era menor. Ramón sale, su hijo menor, Román, se queda
dormido, lo deja debajo de la escalera en el coche, a Dicson lo deja en la entrada de
la casa, lo sentó, le paso una bolsa de chester, ella estaba en la cocina y siente un
golpe seco y era Dicson que cae, se dirige donde él, lo toma, se lo coloca en el
pecho, siente que respira, le grita a un vecino “El pelo” que era un drogadicto del
sector que siempre estaba ahí y le pide que por favor le llame un taxi; también
aparece Isabel que también era su vecina y le pide que le ayude con el coche,
Dicson estuvo inconsciente en todo momento, se van a la posta que queda a unos 3
minutos, ve al niño, le ponen oxígeno, le pregunta al doctor que pasó, el doctor le
consulta quién es ella, le responde que la madrastra, el doctor le dice que llamé a los
papás y logra ubicar a Ramón, no a la mamá, luego intenta ubicarla de nuevo y lo
consigue, le informa que está en la posta y que se dirija para allá. Ella trató de ver el
niño, el médico al decir que ella era la madrastra pide que llamen a carabineros.
Llega Ramón, Guadalupe -su suegra- le pide que se lleve a los otros hijos mientras
ella se queda en la posta y la toman detenida.
Antes de eso, llama a la mamá de Gladys, le dice que el niño se cayó,
respondiéndole que va inmediato, que su hija no estaba, y en eso, su suegra le toma
el teléfono y comenzó a pelear con la señora. Luego a ella la toman detenida y de ahí
no supo nada más hasta las 20:00 horas que llega carabineros y le preguntan si se le
cayó de las escaleras y le informan que el niño había fallecido. Ella no le creía, hasta
que su cuñado se lo confirmó y desde ese momento está privada de libertad.
Ante las preguntas del Ministerio Público, señala que el día 24 de marzo de
2017, en la noche, constató que el niño tenía una lesión en el rostro y se acostaron,
en la noche el niño no lloró, no se despertó. Al momento que el niño se cae, Ramón
no estaba, había salido a conseguir plata para comprar ropa a Dicson, debe haber
salido a las 13:00 horas. La caída de haber sido cerca de las 15:00 horas, en el

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domicilio de calle Alzola en Pudahuel, la posta queda cerca. Agrega que en ese
momento, en el domicilio, estaban Dicson, además de Demixon, Keyla y Román, sus
tres hijos, de actuales 9, 8 y 2 años de edad. Refiere que dejó a Dicson en la parte
delantera de la casa y después sintió un ruido. Se le pregunta ¿qué cree que puede
haber pasado? Ella responde que no se lo explica, que Dicson siempre jugaba en el
mismo lugar, incluso sacó una maquina trotadora porque la encontraba peligrosa. En
el lugar que encontró a Dicson, estaba de espalda hacia el suelo, con la cabeza
golpeada hacia el lado izquierdo, al lado derecho había un mástil, una base donde se
coloca la bandera chilena, al lado izquierdo el cemento levantado por una mala
terminación, de aproximadamente un escalón de alto. Desde que encuentra a Dicson
hasta llegar al centro de salud, siempre estuvo inconsciente, lo sintió respirar, lo
colocó en el pecho, nunca lloró. Dicson estaba solo cuando cayó al piso, no estaba
con sus otros hijos.
Ante las preguntas de la querellante, señala que al niño lo encontró de
espaldas, lo dejó sentado en la entrada de la casa, los niños estaban viendo TV, la
casa estaba en silencio, los niños no estaban pendientes del bebe, no era
responsabilidad de sus hijos cuidarlos. El niño solo estaba con una bolsa de chester.-
Ante las preguntas de la defensa, señala que tenía una relación de 12 años
con Ramón, Dicson nace el 18 de octubre de 2015. Ramón estuvo privado de
libertad, fue condenado a la pena de 3 años y un día por un delito de homicidio.
Agrega que durante un año interrumpió la relación porque él tenía una relación con
Gladys cuando estaba preso, pero al salir en libertad el año 2014 reanuda la relación,
porque ella vivía con la mamá de él, después estuvo preso por violencia intrafamiliar
de ella contra él y por un delito de micro tráfico, ahí se entera que ella tenía 8
semanas de embarazo y Gladys unos 3 meses de embarazo. Cuando las dos
estaban embarazadas, la relación con Gladys o “Laly” era buena, al principio la trató
mal, después cuando comprueba que de verdad estaba embarazada la ayudó, a ella
no le iba a hacer daño un hijo, si no se separó antes no lo iba a hacer ahora, nunca
hizo diferencias entre los niños. Refirió que en los embarazos Laly se controlaba con
su propio médico, ella en esa época trabajaba y por eso ella la ayudaba. Al 3° día de
nacido el niño, ella tenía 7 meses y medio de embarazo, le puso el nombre Dicson
Jesús, y los padres se lo autorizaron. Cuando recién nació, estuvo desde los 3 días y
durante 10 meses todos los días, día y noche; de los 7 días estaba 5 días con ella, la
mamá no quería darle pecho y ella lo hacía sin que la mamá lo supiera, se
preocupaba ella de él. Insistió a su pareja que lo reconociera, él no quería hacerse

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responsable del niño, ella solo se preocupó de cuidarlo con amor y jamás lo entregó
golpeado ni sucio. Cuando Ramón cae detenido de nuevo deja de verlos unos 4 ó 5
meses, no recuerda cuando, Dicson tenía entre 9 y 10 meses, su hijo un poco
menos. Ramón estuvo unos 4 ó 5 meses preso y sale absuelto y ahí retoman la
relación y reanuda la visita con Dicson. Desde esa época, tuvo 3 visitas, la primera
una sola noche apenas Ramón salió a las pocas semanas, después 8 días seguidos
Dicson estuvo con ella, en el año 2017 debe haber sido febrero, Gladys le pidió que
lo cuidara porqué iba a entrar a trabajar y la 3°vez fue del 24 al 25 de marzo cuando
ocurren los hechos.
Gladys nunca le puso problema que visitara su casa el niño, iba incluso con
sus hijas a jugar con sus niños como con otros integrantes de su familia. , El día 24 lo
vio con moretones, le dio desayuno y almuerzo; Ramón también lo vio, el niño estaba
bien, decaído, aunque pálido y la piel gris. Sus niños nunca tuvieron problemas de
violencia, a ellos los citaron al Tribunal de Familia por la violencia intrafamiliar hacia
ella, pero ellos nunca la padecieron.
Ella estaba lavando las zapatillas de Ramón, dejó al niño en una escalera de
cerámica en un ante jardín, hay un mástil de cemento, sintió un golpe seco y fuerte,
el niño estaba de espalda inconsciente, nunca recuperó la conciencia, salió además
con los 3 niños, Román lloró porque al sacar el coche se despierta y se pone a llorar.
Al llegar a la posta, los médicos cambiaron la forma de tratarla cuando ella les dice
que era la Madrasta, el fiscal la fue también a ver. El comisario y el fiscal le pedían
que firmara una declaración declarándose culpable y ella se negó, expresando lo
mismo que hoy en el tribunal.
Ante las preguntas del tribunal, se le solicita a la acusada que describa la
casa. Señala que en la entrada hay una reja de portón de madera, el piso es de
cemento, rojo, en la entrada, hay un escalón pequeño, una superficie plana de
cemento de cerámica, luego donde estaba el niño una superficie plana, al lado
derecho de la reja, está el mástil. El niño estaba sentado en el escalón.
Se le exhibe las fotografías N°57, N°58 y N°59 correspondientes a los otros
medios de prueba del N° 2 del auto de apertura.
En la Foto N°57 hay una vista desde la calle, el portón de madera al que ella
alude, en la foto el portón está abierto del lado de vehículo. Hay una foto de la
entrada. En la Foto N°58 estaba el niño sentado en un escalón, a Dicson lo encontró
al lado del mástil, la silla no estaba cuando ella salió. En la Foto N°59, hay un

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acercamiento, el escalón es de más altura que lo que se observa en la fotografía, la
fotografía está a nivel de piso.
Cuarto: Prueba de cargo. Que a fin de acreditar los supuestos fácticos y
normativos del delito por el cual acusó el Ministerio Público, éste presentó prueba
testimonial, pericial, documental y otros medios de prueba.
En cuanto a la prueba testimonial, constan las declaraciones de las
siguientes personas.
1.- María del Carmen Núñez Jara, cédula nacional de identidad
N°11.296.148, nacida en la ciudad de Santiago el 13 de enero de 1968, 50 años de
edad, divorciada, técnico de enfermería, domiciliada en Avenida Costanera Sur N°
6824, Block N° 9, Departamento N° 21, comuna de Cerro Navia, abuela materna del
menor Dicson Jesús Santibáñez Poblete. Esta testigo declara en lo esencial haber
recibido una llamada de la acusada informándole sobre la caída del niño, concurre al
centro asistencial a donde fue trasladado el menor y lo acompaña en la ambulancia
con destino al Hospital de Neurocirugía de El Salvador, pero en el trayecto se
desvían al Hospital Félix Bulnes al agravarse su situación y requerir reanimación
inmediata. La testigo es interrogada en relación a su hija, la relación de ésta con la
acusada y el padre del niño fallecido, lo que observó tras la llegada del niño al centro
hospitalario, la acción de los médicos, el encuentro con su hija y ser ella quien le
comunica el fallecimiento del menor.
2.- Gladys Vanussa Poblete Nuñez, cédula nacional de identidad
N°18.122.103-8, nacida en la ciudad de Santiago el 25 de julio de 1992, 25 años de
edad, soltera, dueña de casa, domiciliada en calle Kafulwe N° 7321, comuna de
Cerro Navia, madre del menor fallecido. Esta testigo declara en lo esencial la relación
con su hijo y sus cuidados, la relación de ella con la acusada, con el padre del
menor, el detalle sobre las condiciones del niño previo a ser llevado a la casa de la
acusada, sus rutinas, las conversaciones con la acusada para llevar al niño a la casa
de ésta, comunicaciones Whatsapp, trayecto en Uber, la entrega del niño,
posteriormente la forma en cómo tomó conocimiento de los hechos, la comunicación
con la acusada, posteriormente con su madre y como se entera de la muerte de su
hijo y su sentir ante ello. A esta testigo se le exhibe una serie de prueba documental
y otros medios de prueba.
3.- Nelly Claudia Bravo Betancourt, cédula nacional de identidad
N°10.921.755-7, nacida en Santiago el 3 de enero de 1971, 47 años de edad, soltera,
educadora de párvulos, domiciliada en calle Lourdes N° 1191, comuna de Quinta

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Normal. Esta testigo declara en su calidad de educadora de párvulos a cargo del
jardín infantil al que acudía el menor fallecido, llamado “Las Rosas” ubicado en calle
La Capilla N°7296 en la comuna de Cerro Navia. Específicamente se refiere a la
asistencia de Dicson al jardín, su comportamiento, la relación de su madre con él, la
asistencia diaria del niño al jardín infantil, sus rutinas y las condiciones en que se
encontraba el día que dejó el jardín infantil previo a su muerte y en días anteriores.
4.- Testigo Protegido 1, cédula nacional de identidad N°18.306.994-2,
chileno, nacido en Santiago el 23 de enero de 1982, 36 años de edad, casado,
conductor de Uber, domicilio reservado. Este testigo se desempeña como chófer de
Uber, declara sobre el traslado de Gladys Poblete Núñez al domicilio de la acusada
con el niño Dicson. Señala como fue contactado, describe el trayecto, como observó
al niño, la interacción de la madre con el niño, la llegada al hogar de la acusada, la
entrega del niño y posteriormente el regreso de Gladys Poblete Nuñez a su hogar sin
el niño.
5.- Estefani Andrea Valenzuela González, cédula nacional de identidad
N°17.876.754-2, nacida en la ciudad de Santiago el 22 de abril de 1991, 27 años de
edad, soltera, dueña de casa, domiciliada en calle Lo Azola N° 9150, comuna de
Pudahuel. Esta testigo declara en su calidad de vecina de la acusada, refiere la
llegada al hogar de Dicson con su madre a la casa de la acusada Yanara Costa
Saavedra un día en la noche. Sobre la muerte del menor refiere cómo se enteró de la
muerte y haber visto al niño Dicson en la casa de la acusada en otras ocasiones
previas.
6.- María Isabel Valenzuela González, cédula nacional de identidad N°
16.618.162-3, nacida en la ciudad de Santiago el 15 de octubre de 1987, 30 años de
edad, casada, dueña de casa, domiciliada en calle Lo Azola N° 9150, comuna de
Pudahuel. Esta testigo es vecina de la acusada, refiere haber ayudado a la acusada
a detener un taxi para llevar a Dicson al hospital, refiere los dichos de la acusada
sobre que le habría pasado al niño.
7.- Miguel Ángel Tobar León, cédula nacional de identidad N°16.115.622-1,
33 años de edad, soltero, sin oficio, domiciliado en calle Lo Azola N° 9150, comuna
de Pudahuel, apodado “El Pelo”. Este testigo se identifica como hermano de la
testigo anterior, declara sobre su intento de parar un taxi para que la acusada
pudiera llevar al niño Dicson al consultorio ante el llamado de ayuda de ésta, también
refiere la versión de la acusada sobre lo que le habría pasado al Dicson y cómo es su
hermana quien logra conseguir un taxi para la acusada.

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8.- Orlando José Dawhare Acevedo, cédula nacional de identidad
N°25.669.498-0, de nacionalidad venezolano, 34 años de edad, soltero, médico
general, domiciliado en calle San Pablo N° 9174, comuna de Pudahuel,
correspondiente al SAPU Pudahuel Poniente. Este testigo es médico, con estudios
en la ciudad de Mérida de Venezuela, titulado en el año 2009, con experiencia
médica de 10 años, llegó a Chile en el año 2016, se desempeñó como médico en el
SAPU Poniente de Pudahuel, también en el consultorio La Estrella, en el centro
Violeta Parra de Pudahuel, como médico de urgencias y de turno en labores de 12 y
24 horas. Declara haber dado las primeras atenciones médicas a Dicson, las
condiciones en las que llegó Dicson, la aplicación del test de Glasgow, la
conversación con la acusada y las explicaciones de lo que le habría pasado al niño,
las lesiones que en su calidad de médico pudo detectar y descripción de las mismas,
sus dudas sobre la versión de la acusada no concordante con las lesiones de Dicson,
su llamada a carabineros por sus sospechas de maltrato.
9.- Samuel Isaac Anabalón Jiménez, cédula nacional de identidad
N°11.411.257-7, 48 años de edad, casado, suboficial de Carabineros de la 26°
Comisaria de Pudahuel, domiciliado en calle Teniente Cruz N° 710, comuna de
Pudahuel. Este testigo concurre al Sapu de Pudahuel donde se encontraba el niño
Dicson ante el llamado recibido desde dicho centro asistencial por las graves
lesiones que presentaba un niño y que al médico que lo atiende, le resultan
sospechosas de maltrato infantil. Este testigo declara haber conversado con la
acusada, señala la versión de ésta, también refiere ver al niño Dicson y el mal estado
en que se encontraba, descripción de las lesiones visibles, la retención de la acusada
para verificar su identidad y posteriores instrucciones del Ministerio Publico que
conllevan a su traslado a la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones y
posterior detención.
10.- Testigo protegido 2, cédula nacional de identidad N°19.804.626-4,
nacida el 23 de junio de 1998, 19 años de edad, soltera, estudiante técnico en
enfermería, domicilio reservado. Esta testigo es vecina de la acusada, señala haber
escuchado llantos de un niño provenientes desde la casa de la acusada y la voz de
una mujer que decía “cállate, cállate”, hechos acontecidos en la madrugada,
enterándose al día siguiente de la muerte del niño Dicson.
11.-José Nicolás Loch Uribe, cédula nacional de identidad N°18.038.995-4,
nacido en la ciudad de Rancagua el 28 de febrero de 1992, 26 años de edad, soltero
Inspector de la Policía de Investigaciones, perteneciente a la Brigada de Homicidios

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metropolitana, domiciliado en Williams Rebolledo N° 1717, comuna de Ñuñoa. Este
testigo estuvo a cargo del procedimiento policial de investigación de la muerte del
menor Dicson Jesús Santibáñez Poblete, dirigiendo el equipo conformado por los
policías Víctor González y Matías Martínez además del perito de la policía y médico
criminalista de la institución. Señala en detalle y en extenso de la concurrencia al
hospital donde se encontraba el menor fallecido, refiere las diligencias efectuadas en
el cadáver, fijación fotográfica del mismo, las lesiones que fueron constatadas,
investigación sobre sus antecedentes clínicos de salud, empadronamiento de
testigos, las declaraciones efectuadas por éstos y su conocimiento de los hechos,
labores de investigación y fijación del sitio del suceso. Se le exhiben documentos y
un grupo de fotografías correspondientes a otros medios de prueba.
12.- Testigo Protegido 3, cédula nacional de identidad N°17.836.690-4, 27
años de edad, soltera, psicóloga, con domicilio reservado. Esta testigo declara en
relación a la evaluación diagnóstica ordenada por la Oficina de Protección de
Derechos (OPD) de Pudahuel respecto a los niños Demixon, Keyla y Román, todos
Santibáñez Costa, con ocasión de la muerte de Dicson Santibáñez Poblete. La
testigo es psicóloga de la Universidad de Santiago desde el año 2016, en el año
2015 trabajó en labores de secretaria técnica de acreditación en la misma
universidad hasta junio del año 2016 y se desempeñó en la OPD de Pudahuel desde
mayo del 2017. La testigo declara sobre las entrevistas efectuadas a los niños
Demixon y Keyla, la percepción sobre su estado emocional y el contenido de sus
declaraciones.
13.- Eduardo Enrique Verdugo Palma, cédula nacional de identidad
N°10.800.779-6, nacido en la ciudad de Santiago el 28 de junio de 1967, 50 años de
edad, casado, médico cirujano, domiciliado en Isaías Fernández N° 2655, comuna de
Quinta Normal, correspondiente al Hospital Félix Bulnes. Este testigo es médico, se
tituló en enero de 1997 en la Universidad de Chile, especialista en pediatría por la
Universidad de Santiago en el año 2006, actividad médica en el Hospital de
Talagante, en el SAPU La Estrella, en el Hospital Félix Bulnes en área de urgencia y
atención infantil; se desempeña hace 8 años en el Hospital Félix Bulnes, en el área
de urgencias, coordinador quirúrgico, jefe de dos turnos y de cirugía infantil con
pacientes hospitalizados, cirujano en urgencias, traumas, constatación de lesiones.
Indica atender a diario en urgencias de 20 a 30 pacientes menores de edad, bajo los
15 años, desde lesiones leves a TEC graves, por lo cual semanalmente consulta
entre 50 a 60 casos semanales, en promedio unos 200 casos al año. Este testigo

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declara sobre la atención médica que brindó al niño Dicson, ya fallecido cuando se
desempeñaba como jefe de turno en dicho centro hospitalario. Refiere como tomó
conocimiento de la situación, las conversaciones previas con médicos del SAPU de
Pudahuel para que fuera derivado inmediatamente al Instituto de Neurocirugía de El
Salvador cuando le fue solicitada su opinión sobre el estado de salud del Dicson
dadas las lesiones que presentaba, refiere cuando es ingresado al Hospital Félix
Bulnes por derivación del Samu por el grave estado que se encontraba, indica que
estaba ya fallecido cuando es ingresado a la sala de reanimación, detalla su estado,
las lesiones, los procedimientos médicos, escáner y otros exámenes y su apreciación
sobre las lesiones y posibles causas en atención a su vasta experiencia como
médico especialista en traumas.
En cuanto a la prueba pericial, exponen sus informes y sus conclusiones los
siguientes peritos:
1.- Marcos Mauricio Pulleghini Flores, cédula nacional de identidad
N°8.908.291-9, 42 años de edad, casado, médico cirujano, especialista del servicio
médico, domiciliado en Avenida La Paz N° 1012, comuna de Independencia. Expone
sobre la autopsia que se le ordena efectuar el 26 de marzo de 2017 en el Servicio
Médico Legal a un lactante sexo masculino, de 1 año 5 meses, llamado Dicson Jesús
Santibáñez Poblete, cuerpo desnudo, 82 centímetros de altura, 11 y medio
kilogramos de peso, remitido por el Hospital Félix Bulnes. Detalla el examen externo
e interno del menor. El tipo de lesiones, las describe, refiere su ubicación y
características. Señala en particular las lesiones en la zona del cráneo, tanto
externas como internas, el número de ellas, su descripción, posibles causas de ellas,
explica las fotografías que le son exhibidas y como causa de la muerte un
traumatismo cráneo encefálico.
2.- Elvira Miranda Vásquez, cédula nacional de identidad N°6.556.104-2,
nacida en Santiago el 12 de enero de 1955, 63 años de edad, casada, anátomo
patólogo del servicio médico legal, especialista en patología forense y clínica,
domiciliada en Avenida la paz n° 1012, comuna de independencia. Expone sobre el
análisis de las muestras recibidas desde el Servicio Médico Legal por los tanatólogos
a cargo, para su estudio microscópico, aplicación de metodología científica y la
importancia de ella para la determinación de una posible data de las lesiones
causadas en relación a la fecha y hora de la muerte del niño Dicson.
En cuanto a la prueba documental, se incorpora en audiencia mediante
lectura resumida y exhibición, los siguientes.

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1.- Certificado de defunción de Dicson Jesús Santibáñez Poblete, cédula
nacional de identidad N° 25.199.610-5, circunscripción Independencia, fecha de
nacimiento el 18 de octubre de 2015, sexo masculino, fecha de defunción el 25 de
marzo de 2017 a las 17:00 horas, lugar de defunción Independencia, causa de
muerte traumatismo cráneo encefálico.
2.- Certificado de nacimiento de Dicson Jesús Santibáñez Poblete, cédula
nacional de identidad N° 25.199.610-5, circunscripción Quinta Normal, fecha de
nacimiento el 18 de octubre de 2015 a las 16:10 horas, sexo masculino, nombre del
padre Ramón Jesús Santibáñez Torres, nombre de la madre Gladys Vanussa
Poblete Núñez.
3.- Certificado de nacimiento de Román Valentino Santibáñez Costa, cédula
nacional de identidad N° 25.220.695-7, circunscripción Quinta Normal, fecha de
nacimiento el 3 de diciembre de 2015 a las 18:00 horas, sexo masculino, nombre del
padre Ramón Jesús Santibáñez Torres, nombre de la madre, Yanara Masiel Costa
Saavedra.
4.- Certificado de nacimiento de Demixon Dimas Jesús Santibáñez Costa,
cédula nacional de identidad N°22.842.708-K, circunscripción Quinta Normal, fecha
de nacimiento el 24 de septiembre de 2008 a las 08:55 horas, sexo masculino,
nombre del padre Ramón Jesús Santibáñez Torres, nombre de la madre, Yanara
Masiel Costa Saavedra.
5.- Certificado de nacimiento de Keyla Tahis Santibáñez Costa, cédula
nacional de identidad N° 23.279.149-7, circunscripción Santiago, fecha de nacimiento
el 4 de marzo de 2010 a las 12:40 horas, sexo femenino, nombre del padre Ramón
Jesús Santibáñez Torres, nombre de la madre, Yanara Masiel Costa Saavedra.
6.- Dato de atención de urgencia del SAPU Pudahuel Poniente del menor
Dicson Santibáñez Poblete de fecha 25 de marzo de 2017, con letra manuscrita
medianamente legible. Data atención urgencia, 1 año 5 meses 7 días de edad,
motivo de la consulta golpe en la cabeza por caída, 25/3/17, 15.23 horas, lactante de
un año de edad su madrastra refiere caída día de ayer y hoy, refiere nueva caída
motivo por el cual acude al Sapu. Peso 10 kg, con equimosis en cara, Glasgow de 6
puntos, se evidencia aumento volumen en región parieto temporal izquierda y
equimosis importante en frontal malar…..malas condiciones generales, se sospecha
una hemorragia subaracnoidea post traumática. Se solicita SAMU para traslado al
Hospital Félix Bulnes. Suscribe Orlando Dewhare, médico cirujano.

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7.- Dato de atención de urgencia Hospital Félix Bulnes relativo a Dicson
Santibáñez Poblete de fecha 25 de marzo de 2017 a las 17:04 horas, ingresa a
Sala de reanimación, paciente traído por SAMU desde SAPU Pudahuel en trayecto
con PCR. Sin signos vitales, sin reflejos, pupilas dilatadas.
8.- Ficha pre hospitalaria avanzada 131677, SAMU de fecha 25 de marzo de
2017, folio 131677, paciente Dicson Santibáñez Poblete, 1 año 5 meses, SAPU
Pudahuel, evaluaciones 16:00, 16:45 y 16:53 horas. Familia refiere que habría
sufrido caída en el día de ayer. Hoy presenta compromiso de conciencia por lo cual
consulta. Ingresa en Glasgow 6. Por el compromiso médico decide manejar vía
aérea, indica tratamiento, presenta aumento de volumen en el cráneo, se palpa
hundimiento craneal parietal izquierdo, equimosis múltiples en rostro, signo
mapache, equimosis a nivel púbico (…)
9.- Hoja de reanimación del menor Dicson Santibáñez Poblete de fecha 25 de
marzo de 2017 del Hospital Félix Bulnes, PCR 17:00 horas.
10.- Certificado de asistencia del menor Dicson Santibáñez Poblete al jardín
infantil “Las Rosas” La Capilla N°7296, Cerro Navia de fecha 28 de marzo de
2017. Se certifica que el niño Dicson Jesús Santibáñez Poblete, RUN 25.199.610-5,
asistió regularmente a este establecimiento durante la semana del 20 al 24 de marzo
de 2017 y durante este periodo se presentó en perfectas condiciones de salud, sin
evidencias de golpes, caídas o hematomas. Suscrito por Nelly Bravo Betancourt,
Educadora de Párvulos.
11.- Cinco hojas impresas con conversaciones a través de la red social
“WhatsApp” entre Gladys Poblete Núñez y Yanara Costa Saavedra, exhibidas en
audiencia a Glayds Poblete Núñez. Inicio conversación 16:54 horas última
conversación a las 23:20 horas. Conversación día siguiente 11:31 horas última 15:36
horas.
12.- Ficha de atenciones médicas del lactante Dicson Jesús Santibáñez
Poblete, periodo comprendido desde el 27 de octubre de 2015 al 09 de marzo
de 2017, cuyo contenido es señalado por el testigo José Loch Uribe, con atenciones
médicas regulares, sin anotaciones por lesiones, caídas o traumas.
13.- Cuatro hojas impresas de la plataforma Uber, viaje de fecha 24 de marzo de
2017, Gladys, desde Kafulwe 7324, Cerro Navia a las 21.40 horas a Lo Azola 9066-
9078, Pudahuel a las 21:56 horas, Viajaste con Irving, 5.50 kilómetros, tiempo de
viaje 00:14:47, tarifa del viaje $2.278 valor $3.400 cobrado efectivo.

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En cuanto a otros medios de prueba, se incorpora en audiencia mediante su
exhibición, los siguientes.
1.- Set de fotografías de la autopsia, practicada a Dicson Santibáñez Poblete,
insertas en el protocolo de Autopsia N° 906-2017, exhibidas al perito Doctor Marcos
Pulleghini Flores.
2.- Set de fotografías del examen externo físico del menor y de los sitios del
suceso, insertas en informe pericial fotográfico N° 464 de fecha 28 de marzo de
2017, exhibidas al testigo José Loch Uribe.
3.- Cuatro fotografías del menor Dicson Santibáñez de fecha 24 de marzo de
2017 y sus correspondientes propiedades de archivo telefónico, exhibidas al testigo
Gladys Poblete Núñez.
4.- Diez hojas impresas de tráfico telefónico del teléfono 66345470 de los
días 24 y 25 de marzo de 2017, exhibidas a la testigo Gladys Poblete Núñez y que
detallan conversaciones de Whatsapp entre la testigo y la acusada.
Quinto: Prueba de la defensa: Que la defensa se vale de la misma prueba
presentada por el Ministerio Público y no rinde prueba en forma independiente,
reteniendo como testigos a los siguientes.
1.- Ramón Jesús Santibáñez Torres, cédula nacional de identidad
N°17.769.960-8, nacido en Santiago el 5 de mayo de 1990, 28 años de edad, soltero,
comerciante ambulante, domiciliado en Lo Azoles N°9137, comuna de Pudahuel,
conviviente de la acusada con quien tiene 3 hijos en común. Informado de los
derechos que le asisten de conformidad al artículo 302 del Código Procesal Penal,
decide prestar declaración. Es el padre del menor fallecido Dicson Jesús Santibáñez
Poblete. Declara sobre su relación con Gladys, con la acusada, haber dormido la
noche del día 24 de marzo de 2017 en el hogar con la acusada y sus 4 hijos, refiere
como se entera de los hechos y la muerte de Dicson.
2.- Guadalupe Del Carmen Torres González, cédula nacional de identidad
N°7.479.785-7, nacimiento el 22 de marzo de 1957, 62 años de edad, casada,
comerciante, domiciliada en pasaje Lo Abrazo N° 2144, población Sara Gajardo,
comuna de Cerro Navia. Es la abuela paterna de Dicson. Declara sobre la relación
de la acusada con Dicson, se refiere a Gladys madre de Dicson, a su relación con la
acusada y su hijo Ramón, y haber estado en el consultorio cuando Dicson fue llevado
por la acusada.
Sexto: Alegatos de clausura. Que el Ministerio Público y la parte
querellante señalan que con la prueba rendida se encuentran debidamente

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acreditados los hechos contenidos en la acusación, la participación de la acusada y
la calificación de los hechos de un homicidio calificado. Refieren como se ha arribado
a dicha convicción, los motivos que habrían motivado a la acusada para asesinar al
niño Dicson y las circunstancias calificantes del homicidio, además de agravantes al
ilícito que indica. La defensa por su parte, sostiene que el Ministerio Público no ha
logrado acreditar la participación de la acusada en el ilícito, que no se ha arribado a
superar el estándar de duda razonable y que la participación que se atribuye a la
acusada es solo por descarte, lo que no es suficiente para dictar una sentencia
condenatoria.
Séptimo: Aspectos de hecho determinantes de la acusación. Que al tenor
de los hechos contenidos en la acusación, lo expresado en los alegatos de apertura y
clausura por los intervinientes y lo declarado por la acusada libremente en audiencia,
son hechos a dilucidar lo siguientes:
1. Cuál era el estado físico y de salud del Dicson Santibáñez Poblete antes y
durante el día 24 de marzo de 2017 cuando es entregado por su madre Gladys
Poblete Núñez a Yanara Costa Saavedra, la acusada, en el domicilio de calle Lo
Azola N° 9137 de la comuna de Pudahuel, que corresponde a aquel de la
acusada y su conviviente, padre de Dicson, Ramón Santibáñez Torres y en el que
viven además otros tres menores, hijos de la acusada y éste último.
2. Cuál era el estado físico y de salud de Dicson Santibáñez Poblete el día 25 de
marzo de 2017 cuando es trasladado por la acusada desde su domicilio ubicado
en calle Lo Azola N° 9137 de la comuna de Pudahuel y en el cual pernoctó el
menor, hacia las dependencias del SAPU Pudahuel Poniente.
3. Ingresado Dicson Santibáñez Poblete al SAPU Pudahuel Poniente, que
diagnóstico efectúan los médicos de dicho centro asistencial y posteriormente los
médicos que asisten al menor en el Hospital Félix Bulnes donde es trasladado.
4. Cuál es la causa de la muerte de Dicson Santibáñez Poblete.
Octavo: Valoración de la prueba de cargo y prueba de la defensa, para
dilucidar los primeros hechos planteados. Tal como se señaló en el considerando
precedente, hay un grupo de hechos que resultan determinantes para establecer si la
muerte de Dicson Santibáñez Poblete encuentra su causa en lo sostenido por los
acusadores, o bien, en lo aseverado por la acusada y su defensa.
1.- Cuál era el estado físico y de salud del Dicson Santibáñez Poblete
antes y durante el día 24 de marzo de 2017 cuando es entregado por su madre
Gladys Poblete Núñez a Yanara Costa Saavedra, la acusada, en el domicilio de

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calle Lo Azola N° 9137 de la comuna de Pudahuel, que corresponde a aquel de
la acusada y su conviviente, padre de Dicson, Ramón Santibáñez Torres y en el
que viven además otros tres menores, hijos de la acusada y éste último.
Sobre el particular, obran las declaraciones de la acusada, del padre de
Dicson, Ramón Santibáñez Torres, de la madre de Dicson, Gladys Poblete Núñez,
de la educadora de párvulos Nelly Claudia Bravo Betancourt, del chofer de Uber
Testigo Protegido 1 y del Inspector de la Policía de Investigaciones José Loch
Uribe, además de prueba documental y fotografías que se exhiben.
En cuanto a la relación filial y la edad de Dicson Jesús Santibáñez Poblete al
tiempo de los hechos, ella se encuentra acreditada con la prueba documental N° 2
consistente en el certificado de nacimiento de Dicson Jesús Santibáñez Poblete
cuyos padres son Ramón Jesús Santibáñez Torres y Gladys Vanussa Poblete
Núñez, con lo cual se tiene por acreditado que Dicson a la época de los hechos tenía
1 año 5 meses y 7 días de edad, que no era hijo de la acusada sino sólo de su
conviviente.
También se encuentra acreditado que la acusada tenía otros tres hijos, todos
cuyo padre es Ramón Jesús Santibáñez Torres. Estos hijos son Demixon Dimas
Jesús de 9 años, Keila Tahis de 7 años y Román Valentino de 2 años 3 meses,
edades que corresponden a la época de los hechos, tal como se acredita con los
respectivos certificados de nacimiento incorporados como prueba documental N°3,
N°4 y N°5.
Sobre el estado físico y de salud en que se encontraba Dicson el 24 de marzo
de 2017 cuando llega al domicilio de calle Lo Azola N°9137 comuna de Pudahuel,
que corresponde a aquel de la acusada, ella declara lo siguiente: “Dicson llega a las
22:00 horas a su domicilio, vio al niño normal, cuando ella se va y coloca al niño en el
sillón ve que tenía un hematoma en pómulo y frente y rasguños, le manda un
WhatsApp a la Laly (Gladys) y le dice que el niño venía con hematomas y le dice “no,
si se cayó en la casa”, aparte de los hematomas y al desvestirlo, le sorprendió verlo
con mugre pegada en el cuerpo, con la misma ropa desde las 12:00 a las 22:00
horas, lo tomó, lo bañó, lo vistió, le preparó la mamadera, no quiso tomarse la leche,
a las 23:00 horas Ramón llega a la casa y ella le mostró como venía el niño, su
pareja lo toca y le pasa la mano por el pecho y le pregunta que van a hacer con él, le
dice que no sabe, porque ella ya lo cuidaba, la mamá varias veces no se hacía
presente, nunca cuando se lo entregaba le dijeron que presentaba algún problema”.
Ante las preguntas del Ministerio Público, señala que “el día 24 de marzo de 2017, en

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la noche, constató que el niño tenía una lesión en el rostro y se acostaron, en la
noche el niño no lloró, no se despertó” y ante las preguntas de su defensa dice que
“el día 24 (de marzo) lo vio con moretones, le dio desayuno y almuerzo y Ramón
también lo vio, el niño estaba bien, decaído, aunque pálido y con la piel gris”.
En su declaración Ramón Santibáñez Torres refiriéndose al día 24 de marzo
de 2017, señala que el niño llegó ese día y él llegó a las 23:00 horas a la casa, el
niño ya estaba durmiendo arriba, estaba durmiendo con Román, le dice que el niño
tiene un moretón debajo del ojo derecho, le pregunta que pasó, Yanara dice que a la
mamá se le había caído.
En sentido contrario, declara la madre del niño, Gladys Poblete Núñez quien
sobre el particular refiere que “El día 24 de marzo Dicson fue al jardín, al jardín Las
Rosas de calle La capilla con Resbalon en la comuna de Cerro Navia, ella lo llevó al
jardín a las 9:00 horas AM, estuvo en el jardín hasta las 16:30 horas, ella retiró a
Dicson del jardín, Dicson no tenía ningún moretón, nada. Se lo lleva a su casa, en la
comuna de Cerro Navia, en su casa estaba su abuela Jilda Jara, unos primos y sus
hijas. En ese momento estaba su primo José Antonio Núñez, estaban todos juntos.
Dicson iba al jardín desde los 3 meses de edad, ella participaba en las actividades
del jardín, en fiestas patrias, en convivencias. En el Uber sale como a las 21:30
horas, Dicson estaba bien, normal. Llevaba una mochila, pijama, mamadera,
pañales, toallas húmedas, todo dentro de su mochila de Batman. Llegó en el Uber,
sale Yanara, estaba con sus tres hijos, ella la hizo pasar a su casa, no sabe si había
más gente, se saca del bolsillo de $1.000 pesos, Dicson se lo quitó de las manos,
ambas se rieron, Keila le decía hola hermanito, lo trataba con cariño, estaba solo ella
con su hijos, ella no estuvo más de 10 minutos en el lugar, Dicson lloró un poco. A
los 30 minutos llega a su casa, manda mensaje a Yanara para preguntar si se le
había pasado el llanto, ella le dijo que sí, que estaba durmiéndose y a las 23:00
horas ya estaba durmiendo, no hablaron hasta el otro día. Todas las conversaciones
fueron siempre por WhatsApp. No recuerda que Yanara le dijera que el niño tenía
algo, ella le entregó a la fiscalía su celular y las conversaciones de WhatsApp”.
A continuación se exhibe a la testigo otros medios de prueba N°4 y
documental N°11 consistente en diez y cinco hojas impresas de tráfico telefónico del
teléfono 66345470 de los días 24 y 25 de marzo de 2017 y que detallan
conversaciones de WhatsApp entre la testigo y la acusada, procediendo a su lectura
e identificando las mismas como de su teléfono entregado a la policía y refiriendo a
quien corresponde cada conversación. Primero describe como fondo de pantalla una

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foto de Dicson, dice que la foto N°1 es del día anterior, Dicson está comiendo uva,
también se ve una foto de las vacaciones ese verano en Iquique. En cuanto al detalle
de la conversación del día 24 de marzo de 2017, es del modo que sigue:
“Yanara: 16:54 Hola quería saber si podemos ver al dicson este findesemana
Gladys 17.30. Hola. Bueno. No tengo problema
Yanara 17:31. Ya bkn q lo echo caleta de menos. Puedes traerlo tu para q no
llore tanto. Yo te pago aca el.auto
Gladys 17:32 Pero ahora ósea hoy no puedo.
Gladys 17:33 Mñana podria. Porque tengo visitas y no puedo,salir.
Yanara 17:35. Pero mas tarde. Como las9. No te demoras tanto.
Gladys. 17:35. Bueno.
Gladys 20:31- 20:51 Tienes número de algún radio taxi. ?
Yanara: 20:52. Tio 5 (invitar. Añadir contacto)
Gladys: 20:53 De donde es
Yanara: 20:54. Es el tio lalo. No tengo otro.
Gladys. 20:59. No me contesta.
Gladys. 21:01- 21:05 - 21:17 (emoticon triste) Q hago?. Lo.llevo o No?
Yanara 21:17 – 21:18 Si po. Yo lo estoy esperando
Gladys. 21:18 Ya pediré un.uber
Yanara. 21:18 Ya
Gladys. 21:18 Yo creo.Que llegará durmiendo. Mándame tu dirección.
Yanara 21:18 A mejor asi no llora. Lo azola 9137 Pudahuel
Gladys 21:33 – 21:35 - 22:13- 22:14 No me llevo. Que no tenía silla. Estoy
pidiendo otro. Se le.pasó el llanto. O aun sige
Yanara 22:16. Sii. Ya no esta llorando
Gladys 22:16 – 22:17 A que bueno. Me dio risa cuando llorando te saco los
1000. Jajaj. Es más pillo.
Yanara: 22:24 Jajjajaj si. Se hace no mas. Le dura un rato no mas.
Gladys. 22:26 Jajaja. Que bueno. Así se acostumbra ra
Yanara: 22:26 Sii ojala. Xq yo lo echaba de menos. Pero el no
Gladys 22:26 A mi me pasa puro pegando. Es más maní larga
Yanara 22:26- 22:27 Pucha aca podría ser asi. Ni nos pesca
Gladys 22:27 Si es de apoco. Si es asi. Aquí tampoco pesca a nadien. Asi que
tranqui. Puro juega. Y ve tele
Yanara: 22:27 Aca ni eso po

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Gladys: 22:28 Ya Va a tener dos años
Yanara 22:28 Sii
Gladys 22:28 Y a medida que valla creciendo se irá acostumbrando
Yanara 22:28 Esta grande
Gladys 23:19 Se durmió?
Yanara 23:20 Sii. Hace rato.
Gladys 23:20 Si si no duerme siesta en el jardín.Y se levanta temprano. Que
bueno.”
En este dialogo que lee la testigo, a las preguntas que se le formulan, dice que
“en esa conversación Yanara no dice nada que Dicson tuviera golpes”. Y más
adelante en su declaración agrega que “el día 24 de marzo de 2017 Dicson estaba
bien, la foto del teléfono era del día anterior, también ese mismo día hay una foto
saliendo del jardín”.
Se le exhiben además las fotografías que corresponden a otros medios de
prueba N°3 y que la testigo dice que fueron tomadas con su celular, que entregó al
Ministerio Público, fotografías de Dicson del día 24 de marzo de 2017. Señala la
testigo, “que a Dicson le sacó unas 4 ó 5 fotos el día 24 de marzo después del jardín.
La fotografía N°1 es de Dicson llegando del jardín, juega con el coche, viste polerón
naranja, así mismo lo llevó a casa de Yanara, es foto del 24 de marzo de 2017
tomada a las 16:43 horas, la foto es en el patio de la casa, se ve a un niño jugando
que es Dicson. La N°7 es Dicson, le estaba “haciendo viejitos”, el niño estaba bien,
había llegado del jardín, la N°12 es Dicson que sacó un perro de ropa que se lo llevó
a la boca. Foto del mismo momento, del día 24 de marzo de 2017”. Finalmente la
testigo refiere que “cuando fue a dejar al niño, no tenía ningún moretón”.
Debe agregarse que el Inspector de la Policía de investigaciones José Loch
Uribe, señala en su declaración que “Gladys hace entrega de registro de whatsapp,
que no se pudo constatar que existiera el mensaje en el teléfono de Gladys de que
Yanara le señalara que el niño tenía moretones”. Agrega además que “al ser
detenida, Yanara no portaba teléfono, no entregó información”.
Por su parte Nelly Claudia Bravo Betancourt, señala que fue citada por la
situación de Dicson, que era un bebe que asistía al jardín infantil donde ella trabaja.
Ella es educadora de párvulos hace 24 años. El jardín se llama “Las Rosas” queda
en calle La Capilla N°7296 en la comuna de Cerro Navia. Refiere que Dicson ingresó
al jardín en marzo de 2016, cuando tenía casi 5 meses, falleció al año y 5 meses,
alcanzó a estar un año en el jardín. Preguntada sobre cómo era Dicson, señala

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“Dicson era normal, cariñoso, tierno, muy de piel, desarrollo normal en todo sentido,
parte social se comunicaba bien con compañeros y adultos, daban ganas de
regalonearlo. En el curso de Dicson habían unos 18 niños aproximadamente y
Dicson era el más pequeño del grupo. Su apoderado era la señora Gladys. Gladys
era cariñosa, preocupada del niño, colaboradora como apoderado, lo acompañaba
un buen rato durante la mañana y después se iba a sus cosas de casa y a ver a sus
otras hijas. Nunca puso problemas de colaborar. La mamá era preocupada, cumplía
con la asistencia diaria, con las cosas que necesitaba el niño como pañales, mudas,
lo que se le iba pidiendo. Higiénicamente llegaba bien. Colaboradora como
apoderada, en cosas materiales como fruta por ejemplo, o algún material que se
pedía, ella lo llevaba, también participaba en otras actividades, ayudaba en contener
y acoger a los niños, a la mamá no le gustaba participar en las actividades de fiestas
patrias por ejemplo, pero hizo un esfuerzo” Al ser interrogada sobre el día 24 de
marzo de 2017, señala “fue la última vez que vio a Dicson, fue en el horario normal
cerca de las 9:00 AM, lo llevó la mamá, Dicson estaba normal, de buen ánimo, no
presentaba lesiones ni golpes, tranquilo, contento, no recuerda las actividades
puntuales, normalmente hacen un saludo, cantan, cuenta cuentos, él era participativo
en las actividades, después iban al patio y jugaban con los compañeros y después el
almuerzo, después la siesta, en la tarde se toma la leche, juega, ultima muda, la hora
de salida es a las 16:30 horas y lo retira la mamá. Dicson era sano, no tenía lesiones
visibles, solo días atrás se había golpeado debajo del ojo y se lo había hecho en el
mismo jardín. En la muda podría ver si tiene hematomas, era época de calor, no
estaban todos cubiertos, andaban con poleras, cuando las técnicos van a mudar y si
ven algo raro le avisan a ella como educadora, si hay algo anormal dejan registro
para evitar que se les acuse a ellos de haberlo causado. El día que lo entrega, el
niño no tenía lesiones. Se sacó una fotocopia del cuaderno de novedades, se
acompañó pero no presentaba lesiones, si no hay lesiones no se registra. Ella
certificó que no presentaba lesiones. Sobre esta última circunstancia, se acompaña
además la prueba documental N°10 correspondiente a un certificado de asistencia
del menor Dicson Santibáñez Poblete al jardín infantil “Las Rosas” en que se certifica
que Dicson asistió regularmente a ese establecimiento durante la semana del 20 al
24 de marzo de 2017 y durante este periodo se presentó en perfectas condiciones de
salud, sin evidencias de golpes, caídas o hematomas, suscrito por la misma testigo
Nelly Bravo Betancourt.

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Esta declaración es además ratificada por el relato de José Loch Uribe,
Inspector de la Policía de investigaciones, quien señala haber entrevistado a Nelly
Bravo la que le dice “conocía a Dicson desde el año 2016, a inicios del año 2017
había asistido sin problemas, todo el tiempo que estuvo en el jardín nunca presentó
lesiones ni nada extraño”. La educadora de párvulos además señala que “Gladys, la
madre era la apoderada, era participativa con la comunidad del jardín. El día 24 de
marzo de 2017 Dicson estuvo hasta las 16:30 horas en el jardín y no tuvo ningún
accidente. El inspector señala que la entrevistada “entrega el cuaderno de
novedades y libro de asistencia del jardín, y que Dicson registraba asistencia todos
los días y sin novedades en el cuaderno”.
Sobre el estado físico de Dicson desde la salida del hogar materno a aquel de
la acusada, Testigo Protegido 1, conductor de Uber, declara que “El 24 de marzo
de 2017 a las 21:40 fue contactado a través de la aplicación Uber. Recoge a una la
pasajera en calle Kafulwe N° 7324 comuna de Cerro Navia con destino a calle Lo
Azolas 9066 y 9078, Pudahuel, a una casa entre esa numeración. La persona que
tomó era una mujer joven con un lactante, se subió y él dio inicio de la aplicación, a
unas 4 a 5 cuadras, la señorita le pide que se devuelva porque se le quedó la
mamadera, ella se bajó con el niño en brazos, no se demoró más de 5 minutos,
regresó al auto y continuaron el viaje. Conversaron muy poco, ella iba en la parte
trasera con el niño en brazos porque él no tenía silla para bebe en su auto. El niño
iba despierto, nunca dejó al niño solo, iba en los brazos de ella y en el camino iba
tomando su leche, tranquilo, sin llanto. Cuando llegaron al domicilio, abrió una mujer
joven, salió con una toalla en el cabello enrollada, como de haberse lavado el pelo, la
joven que ella traslado se bajó con su bebe y su bolsito y entró, la puerta estaba
abierta había más gente al interior y otros niños. Quedaron de acuerdo que él la
devolvería a su domicilio fuera de la aplicación, la espero, el niño se puso a llorar, la
traslado de vuelta a su origen en calle Kafulwe. La declaración del chofer de Uber y
del trayecto que efectúo desde el domicilio de la madre de Dicson en Kafulwe 7324,
Cerro Navia (domicilio que identifica la madre como suyo en su individualización) a
aquel de la acusada de calle Lo Azola en la comuna de Pudahuel (domicilio que
indica también en su individualización), se corrobora con la prueba documental N°13
consistente en las cuatro hojas impresas de la plataforma Uber, viaje de fecha 24 de
marzo de 2017, individualizada en el considerando cuarto de esta sentencia, que
señala ambas direcciones, el tiempo de traslado, que el servicio lo solicitó “Gladys” y
el conductor asignado fue “Irving”, con pago en efectivo. Lo anterior se corrobora

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además con la declaración del Inspector de la Policía de investigaciones José Loch
Uribe, quien señala que “parte de la investigación consistió en ubicar a los
conductores de Uber que llevan a Gladys Poblete, madre del niño, donde Ramón
Santibáñez, padre de Dicson. El primer conductor cancela porque no tiene silla de
bebe, el segundo la traslada, se ubica al conductor, se identifica como Testigo
Protegido 1, quien indica que fue al domicilio de Gladys en calle Kafulwe 7324,
Cerro Navia, ella sale con un menor, un bolso, una mamadera, cosas de bebe,
avanzan y se regresan porque se le quedó la leche, continúan, le dice que lleva el
niño a la casa de su padre, el niño va llorando de mañoso, la madre siempre fue
cariñosa y buena con él. Llegan a calle Lo Azola, la esperaba una mujer joven, la
pasajera entra unos 5 a 10 minutos, sale sola y le pide que la regrese a su domicilio.
En el traslado le dice que no quería llevar al menor porque tenía problemas con el
padre, pero para evitarse problemas se lo llevó igual. Después hablaron otros temas
y la deja en el domicilio.
Sobre el estado de salud de Dicson el día 24 de marzo de 2017, antes de ser
llevado al domicilio de la acusada, en la declaración del Inspector José Loch Uribe,
refiere haber tomado declaración a familiares de Gladys Poblete con quienes vivía en
el mismo domicilio con Dicson. Así entrevista a Jilda Jara, abuela de Gladys,
bisabuela de Dicson, propietaria del inmueble donde reside el niño y su grupo
familiar. En su relato refiere que ella declara “ el día de los hechos, Dicson llegó a las
16:30 horas a la casa, estuvo toda la tarde en el domicilio, no hubo ningún accidente,
a las 21:30 horas Gladys le lleva el menor a la casa de su padre. Sostiene que
Dicson no fue víctima de maltrato en su domicilio. También indica que hace 1 o 2
meses, le devolvieron al niño desde donde Ramón con lesiones y por ello no se lo
habría llevado en ese tiempo. El niño iba en buenas condiciones de salud a la casa
de Yanara, sin lesiones, no hubo accidentes. El inspector señala que también
entrevista a David Núñez, tío de Gladys, y declara “el tío dice lo mismo, también vive
en el domicilio, Dicson no fue víctima de agresiones, él sale antes que Gladys por
ello no ve cuando se retira”. También entrevista a José Antonio Núñez, primo de
Gladys, y que también vive con ellos, él le dice que “ese día llevan a Dicson al jardín,
Gladys regresa a las 16:30 horas a la casa con Dicson, el niño está en el domicilio
toda la tarde, que incluso juega con él, el niño no fue objeto de ninguna agresión ni
golpe, y a las 21:30 horas Gladys lo lleva en Uber donde Ramón”.
Finalmente y sobre el estado de salud de Dicson previo al día 24 de marzo de
2017, el Inspector José Loch Uribe señala que “el estado anterior de salud del

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menor, se obtuvo por el Centro de salud familiar al que iba Dicson, se entregaron
todas las atenciones médicas, el control niño sano, él revisó la ficha y no tenía
asistencia a centro de salud por lesiones traumáticas o por accidentes, solo
registraba una enfermedad respiratoria”. En este punto se le exhibe el documento
N°12 consistente en la ficha de atenciones médicas del lactante Dicson Jesús
Santibáñez Poblete, periodo comprendido desde el 27 de octubre de 2015 al 09 de
marzo de 2017, reconocidas por el testigo en los términos señalados-
En consecuencia, se concluye que Dicson el día 24 de marzo de 2017 y
antes de pernoctar en el domicilio de la acusada, se encontraba en buen estado
físico y de salud. Así lo corrobora la versión de su madre la que describe la rutina
de ese día, que el niño estaba alegre, tal como se advierte de las fotografías que le
son exhibidas, incluso se le ve jugar y “hacer viejitos” y su entorno familiar no
advierte nada anormal, como lo señala el Inspector José Loch al referir el contenido
de las entrevistas de la bisabuela y tíos maternos de Dicson. En este mismo
contexto, la parvularia Nelly Bravo Betancourt a cargo del jardín infantil donde
asistía regularmente Dicson, también refiere que era un niño con un desarrollo
normal, sociable, higiénicamente adecuado, lo define incluso como cariñoso y “de
piel”, que nunca observó comportamientos del niño que le llamaran la atención ni
tampoco advirtió lesiones, las que dado que se trataba de un lactante, pudieron
haber sido constatadas durante la muda y de ser efectivas habrían sido registradas,
lo que no aconteció. Es más, solo señala una pequeña lesión en el rostro de días
atrás y que se la ocasionó en el mismo jardín infantil. El chofer de Uber, Testigo
Protegido 1, también refiere a Dicson como un niño tranquilo, que iba tomando su
leche, que su madre lo trataba con cariño y cuidado, incluso se devolvieron para ir a
buscar la mamadera y en todo momento el niño estuvo en brazos de su madre, no lo
soltó, lo que da cuenta de los cuidados de ella y su preocupación, características a
las que alude también Nelly Bravo Betancourt en relación al comportamiento de
Gladys Poblete Núñez en su interacción con Dicson y en sus actividades en el jardín
infantil. Corrobora también lo anterior, es decir que Dicson era un niño sano, lo
declarado por el Inspector José Loch Uribe cuando en sus labores investigativas,
revisa las fichas médicas del niño, incorporadas como prueba documental N°12,
refiriendo el testigo en audiencia que no existía ningún antecedente previo de
lesiones, daños, maltratos o incluso caídas por las cuales Dicson haya requerido
intervención médica. Este mismo estado del niño como alegre y despierto, se
advierte en los mensajes de whatsapp entre la madre de Dicson y la acusada

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correspondientes al día 24 de marzo de 2017 en la noche, en que ambas bromean
sobre el hecho que Dicson “agarrara un billete de $1000” desde las manos de
Yanara y además en las fotografías exhibidas en que se ve a un niño “haciendo
viejitos” , jugando con un coche, en la travesura incluso de “sacar un perro de ropa”
para jugar, advirtiéndose ellas como conductas de un niño propias de su edad y
sano. De las mismas fotografías no se visualiza un niño con lesiones en el rostro ni
retraído que permitiera suponer una situación de abuso previo por su madre, como lo
deja entrever la acusada en su declaración.
Por lo anterior, analizando y concatenando todas las pruebas referidas
precedentemente, de conformidad a las reglas de la sana crítica y las máximas de la
experiencia, está acreditado que Dicson antes del día 24 de marzo y el mismo día 24
de marzo de 2017 y hasta el momento en que es llevado al domicilio de Yanara
Costa Saavedra, estaba en perfectas condiciones de salud y no tenía lesiones.
Esta misma prueba desvirtúa la versión de la acusada, quien refiere que
Dicson llegó con moretones a su domicilio, sucio “con la mugre pegada al cuerpo”,
que lo tuvo que bañar y que ello se lo advirtió a la madre. La misma parvularia señala
que el día 24 de marzo el niño venía bien, higiénicamente adecuado, era lo habitual,
de las fotografías no se ve a un niño sin aseo, el chofer de Uber tampoco lo advierte
e incluso la circunstancia de haber jugado con sus familiares maternos en su casa no
podrían haberlo dejado en el estado que refiere la acusada, ya que “mugre pegada al
cuerpo” hace alusión a varios días sin bañar. Adicionalmente, la acusada refiere que
vio a Dicson el día 24 de marzo con moretones y se lo señaló a la madre por
Whatsapp, sin embargo tal mensaje no se advierte de la conversación habida entre
ambas y que fue exhibida, lo que es corroborado por el Inspector José Loch Uribe
tal como se dijo, quien señala que Gladys Poblete le entrega su teléfono en la
Brigada y no estaba ese mensaje, que la acusada no portaba teléfono el día de su
detención y no lo entrega tampoco a posterioridad.
La declaración de Ramón Santibáñez Torres tampoco corrobora la versión
de la acusada, según ésta cuando Ramón llega a la casa a las 23:00 horas, ella le
muestra como venía Dicson y él lo toca y le pasa la mano por el pecho y le pregunta
que van a hacer con él, sin embargo Ramón Santibáñez solo declara que el día 24
de marzo de 2017 llegó a las 23:00 horas a la casa, el niño ya estaba durmiendo y le
dice que el niño tiene un moretón debajo del ojo derecho y no señala que tuviera
hematomas en pómulos, frente y rasguños como dice la acusada que Dicson tenía al
llegar a su casa. Junto con ello, Ramón Santibáñez Torres le pregunta a Yanara por

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el moretón debajo del ojo, como dice en su declaración, y que Yanara le dice que a la
mamá se le había caído, lo que no es efectivo, como lo acreditan los mismos
mensajes de Whatsapp ya señalados y sin que Ramón Santibáñez además haya
examinado el cuerpo del niño como lo refiere la acusada en su declaración. Incluso,
el moretón debajo del ojo al que alude Ramón Santibáñez, puede explicarse por los
dichos de la parvularia de que días atrás Dicson se había golpeado debajo del ojo y
se lo había hecho en el mismo jardín.
2.- Cuál era el estado físico y de salud de Dicson Santibáñez Poblete el
día 25 de marzo de 2017 cuando es trasladado por la acusada desde su
domicilio ubicado en calle Lo Azola N° 9137 de la comuna de Pudahuel y en el
cual pernoctó el menor, hacia las dependencias del SAPU Pudahuel Poniente.
Sobre el particular, la acusada Yanara Costa Saavedra, señala en relación a
la noche del 24 de marzo de 2017 al día 25 de marzo del mismo año, que “durmieron
bien esa la noche, a las 10:00 horas se levanta con los dos niños, baja, en el 2° piso
estaba su marido, Dicson no quiso tomar leche, ella no lo obligaba a comer, pero si le
daba la leche porque afuera comía otras cosas, Dicson estuvo normal pero un poco
decaído, no quería jugar ni moverse, ella se dedicó a las cosas de la casa, a las
12:00 horas le da comida a él, después a las 13:00 horas baja Ramón con los niños,
Ramón toma en brazos a Dicson le pregunta que le pasaba, ella le dice que estaba
decaído todo el día, comiendo poco, Ramón lo baja lo coloca en el piso, Dicson se
coloca de guatita en el piso, el niño estaba muy flaco y se lo había dicho a “Laly”. Ella
va a buscar una pesa como de negocio (la tiene porque su marido trabaja con frutos
secos), dice que era harta la diferencia de peso de su hijo con Dicson que era menor.
Ramón sale, su hijo menor Román se queda dormido, lo deja debajo de la escalera
en el coche, a Dicson lo deja en la entrada de la casa, lo sentó, le pasó una bolsa de
Chester, ella estaba en la cocina y siente un golpe seco y era Dicson que cae, ella lo
toma, se lo coloca en el pecho, después en el piso, lo vuelve a tomar, siente que
respira, le grita a un vecino “El pelo” que era un drogadicto del sector que siempre
estaba ahí, que por favor le llame un taxi, aparece Isabel que también era su vecina y
le pide que le ayude con el coche, Dicson estuvo inconsciente en todo momento, se
van a la posta que queda a unos 3 minutos, se va corriendo con todos”. Agrega
además en su declaración “desde que encuentra a Dicson hasta llegar al centro de
salud, siempre estuvo inconsciente, lo sintió respirar, lo colocó en el pecho, nunca
lloró.”

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Por su parte Ramón Santibáñez Torres, señala que “el día 25 de marzo se
levantó como a las 13:00 horas, el almuerzo estaba listo cuando bajó, Dicson se
quedaba dormido a cada rato, él se bañó, vistió, bajó para almorzar, va al sillón
donde el niño, lo sentó para darle comida, comió como tres cucharadas, estaba como
raro, le dijo que el niño estaba raro. Él se fue como a las 14:00 horas, se fue donde
su mamá a buscar a su hermano para ir juntos a buscar una plata en Calle
Exposición, cuando llegaron de vuelta recibe la llamada de Yanara de que el niño se
había caído”, y agrega ante las preguntas de la parte querellante señala que “el día
25 de marzo sentó al niño en sus piernas y “sintió un olor extraño, como de oxígeno”,
no pensó que iba a estar mal el niño, estaba plomito. Alguna vez le preguntó a
Yanara que pasó y ella le dijo que Dicson se cayó en el patio”.
La testigo María Isabel Valenzuela González, ante las preguntas del
Ministerio Público, señala que “fue citada por la muerte del niño, el hijastro de
Yanara. No recuerda cuando fue, señala que en el mes de marzo de 2017, en la
tarde. Ella no estaba en la casa, venía llegando, vio que su hermano - Miguel Ángel
León Tobar - estaba haciendo parar un auto, un taxi para llevar a Yanara y al niño
que estaba inquieto, al hospital, su hermano no pudo parar el auto, lo paró ella. Ella
no habló con su hermano, habló algo corto, que necesitaba el auto porque el niño
estaba inquieto, lo llevaron a la posta. Vio a Yanara con el niño y a sus 3 hijos.
Comenta que Yanara le dijo que el niño llegó inquieto, que estaba inquieto todo el
rato y lo llevaba a la posta. Le abrió la puerta a Yanara, puso el coche del niño atrás.
Iba con el niño en brazos, el niño iba solo mañoso, inquieto, lloraba, llanto de maña,
no un llanto fuerte, los otros niños estaban tranquilos, solo la chica lloraba porque no
sabía qué hacer, una de las hijas de Yanara, el más grande la retaba porque no
quería subir al auto, iban incómodos, la niña se desesperó, no quería hacerle caso al
hermano. Tomaron el taxi y se fueron”. Ante las preguntas de la defensa, señala que
“no recuerda la hora de los hechos, llevaba varios días carreteando, llevaba varios
días sin dormir, no se acuerda bien de la cosas, ella “le hace a todo”, droga, alcohol,
había consumido ese día. Igual las policías le tomaron declaración estando así,
incluso ella se iba quedando dormida.
Por su parte, Miguel Ángel Tobar León, apodado “El Pelo”, ante las
preguntas del Ministerio Público, señala que “su vecina le pidió que parara un taxi
para llevar a su hijo al hospital. Su vecina es Yanara. Los hechos fueron el 25 de
marzo de 2017, él estaba en la esquina de calle Lo Azola con Errázuriz, había
amanecido ahí, eran cerca de las 14:30 horas. Yanara le pide a él que le pare un taxi

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para llevar al niño al consultorio porque se había caído de la escalera, ella estaba
con sus otros tres hijos. Agrega que no le quiso parar ningún taxi con “su cara de
amanecido”, venía saliendo su hermana y ella hizo parar el taxi y Yanara se pudo ir”.
Ante las preguntas de la defensa señala que “eran cerca de las 14:00 horas cuando
ve salir a Yanara con el niño en brazos, también con los otros niños chicos, el
pequeño se lo tomó su hermana en brazos. No vio al niño, no lo escuchó”.
El Inspector de la PDI José Loch Uribe, efectúa entrevista a María Isabel
Valenzuela que vive al frente y estaba en el lugar cuando “el Pelo” su hermano, le
pide ayuda para parar un taxi y señala “ella lo para, sale Yanara con sus 3 hijos y
Dicson, Dicson iba llorando en ese momento”. El inspector luego señala que dicha
testigo en el Ministerio Público complementa su declaración y señala “Dicson no
tenía nada en rostro que le llamara la atención, Dicson iba llorando, llanto de dolor no
de maña, y los tres hijos llorando, Keila cara de susto, el domicilio justo al frente. El
Pelo declara que no vio al niño”.
En este punto la misma acusada, al describir el despertar del día 24 de marzo
de 2017 y cuando se sube al taxi para llevar a Dicson al SAPU de Pudahuel, refiere
que el niño estuvo inconsciente en todo momento. Esta versión si bien es diversa a la
de María Isabel Valenzuela González quien en estrados dice que el niño lloraba
pero como de “maña” y ante el Inspector José Loch Uribe que era un “llanto de
dolor”, si es claro que fue necesario asistir a Yanara Costa que reclamaba ayuda
para Dicson, logrando la testigo hacer parar al taxi, ayudarla a subir el coche y por
tanto estar cerca de Dicson y los hijos de la acusada que la acompañaban, incluso
siendo María Isabel Valenzuela González una consumidora crónica de drogas y
alcohol como ella refiere, su testimonio evidencia la urgencia de trasladar al niño
para brindarle atención médica y es constante en sus versiones en cuanto a que “el
niño lloraba”, incluso el testigo Miguel Ángel Tobar León no obstante no ver al niño
y “estar amanecido” también ilustra de la urgencia de llevar a Dicson a un centro
hospitalario, como lo expresara la propia acusada al demandar su ayuda.
A ello se debe agregar el testimonio de Ramón Santibáñez Torres, quien
pernocta en la casa y refiere que el día 24 de marzo a las 23:00 horas solo vio un
pequeño moretón y el niño estaba durmiendo y ya el día 25 de marzo cuando se
levanta cerca de las 13:00 horas, lo encontró raro, incluso refiere que “tenía como
olor a oxígeno” y que “estaba plomito”, circunstancias no advertidas en el día
anterior, lo que refleja un cambio en la salud de Dicson de carácter negativo.

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Por lo anterior, analizada la prueba aludida de conformidad a las reglas de la
sana crítica y las máximas de la experiencia, está acreditado que desde que su
madre lleva a Dicson al domicilio de la acusada el día 24 de marzo de 2017, hubo un
cambio en su estado físico y en su salud al día 25 de marzo de 2017,
específicamente un deterioro y como consecuencia de lo anterior, es trasladado de
urgencia al SAPU Pudahuel Poniente.
3.- Ingresado Dicson Santibáñez Poblete al SAPU Pudahuel Poniente,
que diagnóstico efectúan los médicos de dicho centro asistencial y
posteriormente los médicos que asisten al menor en el Hospital Félix Bulnes
donde es trasladado.
El doctor Orlando José Dawhare Acevedo, ante las preguntas del Ministerio
Público, refiere que “fue citado por los hechos del día 25 de marzo de 2016(¿?), se
encontraba de turno un día sábado, ingreso al turno a las 8:00 horas AM y salió a las
12:00 horas de la noche. A las 15:00 horas ingresa a la urgencia una señora con un
niño en brazos, pidiendo ayuda, él estaba con un colega y 3 enfermeras, recurrieron
al box de atención, evaluaron a Dicson Jesús Santibáñez Poblete de 1 año 5 meses
de edad. A simple vista, ingresa en malas condiciones generales, grave deterioro
neurológico, inconsciente, no responde al llamado, no responde a la escala
neurológica de Glasgow, evalúa respuestas pupilares, respuestas motoras, al dolor o
al tacto, en esa escala de Glasgow de un máximo de 15 puntos para una persona
normal el niño entró con 6 puntos, sin respuesta pupilar, si tenía respuesta al dolor (3
puntos) y tenía movilidad motora (3 puntos). Señala que interroga a la persona que
acude con el niño, dice que es la madrastra, señala que tuvo una caída reciente, no
especifica, con un mástil de madera, ellos se avocaron al niño, monitoreo,
entubación, tenía pulso, por protocolo debían mantener la vía aérea permeable, hubo
necesidad de entubar endo traquial, se le efectuaron electros, monitoreo, estaba en
parámetros normales, al examen físico presentaba equimosis, lesiones múltiples, en
el área temporo pariental izquierda, con equimosis malar bilateral y frontal. Como son
atención primaria, no pueden hacer estudios, imágenes, nada, piden apoyo al SAMU
y se comunican al Félix Bulnes para trasladarlo, el SAMU llegó de forma efectiva y se
le trasladó.
Con posterioridad en su declaración indica que “al examen físico presuntivo de
atención primaria, pensaban que tenía una hemorragia subaracnoidea post
traumática en el cerebro, se genera un embolo que se rompe y genera hemorragia
dentro del cerebro, un enclavamiento medular, no había un desarrollo neurológico

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adecuado, enclavamiento medular es cuando no hay una respuesta neurológica del
paciente al examen físico, era una lesión en la cabeza, en el cráneo”. Preguntado
sobre las atenciones proporcionadas al niño Dicson, señala que “atendieron al niño,
llegó el SAMU, tomaron una vía intra osea, a través del femur se instala una aguja
para aplicar medicamente porque las periféricas eran de difícil acceso, al momento
de la atención presentó crisis convulsiva, lo trasladaron al Félix Bulnes, en el turno de
las 12:00 horas él se entera de la muerte del niño porque carabineros fue al centro y
también lo interrogaron en la Policía de Investigaciones. Y agrega “aparte de las
lesiones en la cabeza, también tenía en el rostro, equimosis completa. Para salvarlo
había que trasladarlo”. Finalmente, ante las preguntas del tribunal, señala que “recibe
al menor en el servicio primario, se avocaron a la cabeza, tenía hematomas
craneanos, lo que es signo de que hay una hemorragia. En la zona malar, estaba
morada. Inflamación, color violáceo, todo el hueso color violáceo e inflamado, difícil
de apertura ocular, bilateral (ambos lados), pupilar no tenía respuesta, si motora
(respondía al dolor, lo pellizca) llega completamente inconsciente, ni siquiera
llorando”.
Por su parte, Samuel Isaac Anabalón Jiménez, suboficial de Carabineros de
la 26° Comisaria de Pudahuel, señala sobre este aspecto y las lesiones visibles a las
que alude el doctor Orlando José Dawhare Acevedo que “él estaba acompañado
con Claudia Garcés, conductora, llegaron al SAPU a las 15:40 horas, él ingresó a los
box de atención, vio a un niño en la camilla en reanimación, “aun abría sus ojitos”,
tenía unos moretones en sus ojos y en la frente, solo se veía su cabeza descubierta”.
El doctor Eduardo Enrique Verdugo Palma, médico cirujano, señala que “el
día 25 de marzo de 2017 estaba de turno volante 2 en el Hospital Félix Bulnes, cerca
de las 17.00 horas, entre las 16:00 y 16:30 horas, lo llama un colega del Sapu
Pudahuel Poniente, ya que a él lo conocen porque trabajó en el Consultorio La
estrella; le dicen que ingresó un niño con un tec grave y que lo estaban entubando y
que se lo iba a mandar, él les dice que mejor lo mandaran a neurocirugía porque iban
a perder tiempo, al instituto en El Salvador. Explica que ellos (Hospital Félix Bulnes)
evalúan al paciente, ellos ven la urgencia, el nivel de conciencia, Glasgow,
radiografía, scanner y derivan a neurocirugía (…) el paciente no grave se queda en
su servicio. Y agrega en su declaración, “de repente llega el Samu le dicen que
vienen con un paciente grave, lo espera en el box, pasa a la sala de reanimación,
una sala especial, evalúa al niño y se dio cuenta que ya venía fallecido, no tenía
signos vitales, no tenía reflejo neurológico, por ejemplo la pupila dilatada que no

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reacciona a la luz, el reflejo corneal si le pasa un algodón pestañea, es un reflejo muy
básico, si no hay el cerebro está dañado. El niño está muerto hace rato, venía con la
abuelita, por ello trataron de hacer maniobras. La evaluación es constatar estos
signos. Constata que está fallecido, igual hicieron unas maniobras, no hubo caso, en
un examen general se observa un aumento de volumen del cráneo muy
groseramente, lleno de hematomas faciales, en la cabeza muy evidente el aumento
en ambos lados del cráneo. Hematomas faciales, en frente, mejilla, también en el
resto del cuerpo, un hematoma grande en el área supra púbica, es raro un
hematoma supra púbico en un niño, por su experiencia es por puntapié, lo ha visto
antes, es típico de puntapié”. En relación a la cabeza del niño, señala que “cuando
un niño tiene una fractura de cráneo es fácil de percatar porque tienen más líquido, el
signo de guatero, como que tiene líquido adentro, así era la cabeza de Dicson. Se le
hizo un scanner, mostraba múltiples fracturas, biparietales, huesos de al lado de la
cabeza, occipital también y también en un temporal, por lo menos 4 fracturas del
cráneo, eran grandes las dos de los lados era como una sola, de un lado hacia el
otro”.
El inspector de la PDI José Loch Uribe señala que “el día 25 de marzo de
2017 estaba de turno cuando a las 19:40 horas el fiscal de turno del Ministerio
Público le solicita concurrir al Hospital Félix Bulnes por un procedimiento de un
menor de 1 año 4 meses fallecido, concurriendo al lugar a cargo del equipo
conformado por Víctor González y Matías Martínez, los peritos y el médico
criminalista. Fueron al hospital, establecieron la identidad del menor como Dicson
Jesús Santibáñez Poblete. En el hospital se efectúa un examen externo del cadáver,
lo hace Mauricio Céspedes doctor institucional de la PDI, se fijan las lesiones
principales, las que correspondían a un aumento de volumen del cráneo, con mayor
aumento parietal derecho, hundimiento izquierdo y crepitación ósea asociada a
fractura. Fijó un hematoma en el pubis y múltiples equimosis y hematomas en el
resto del cuerpo, la diligencia finaliza a las 22:30 horas y se fija la data muerte de 8 a
10 horas y como causa de muerte un traumatismo cráneo encefálico”
A dicha prueba testimonial, se complementan otros medios de prueba y
prueba documental. De esta manera, al testigo José Loch Uribe, Inspector de la
PDI se le exhibe un set de fotografías del examen externo físico del menor
correspondiente a otros medios de prueba N°2, procediendo el testigo a
individualizar y describir las fotografías que le son exhibidas. Las fotografías N°1 y N°
2 corresponden al Box de urgencia donde el menor es atendido, la N° 4 y N° 5 a una

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vista general del cadáver, las N°6 a N°10, N° 13 a N°39, N°44, N°47 a N°54,
corresponden a las diferentes lesiones en el cuerpo de Dicson y a un acercamiento
del cadáver en que se aprecia el aumento de volumen del cráneo, equimosis en la
zona frontal, también costado izquierdo, plano del rostro del menor, equimosis,
escoriaciones varias y en el labio desde diferentes vistas, costado lateral derecho del
cráneo, equimosis y aumento de volumen en la región parietal derecha, detalles de
escoriaciones en rostro, región frontal, cara lateral derecha del cráneo, escoriación
bajo la oreja derecha con diferentes ángulos y sus medidas, equimosis en mejilla
derecha, ojo de mapache, detalles de escoriación en labio, varios hematomas,
escoriación en mejilla izquierda, escoriación en pabellones auriculares, equimosis de
tórax, equimosis costado lateral derecho, lesión en el codo derecho, hematoma en la
zona del pubis, equimosis bajo rodilla derecha, parte superior de la pierna, lesión
detrás de la oreja izquierda y derecha y equimosis en la parte baja de la espalda.
También refieren del estado de Dicson la prueba documental, tanto de su
atención en el SAPU Poniente de Pudahuel donde es trasladado y posterior atención
en el Hospital Félix Bulnes.
En lo relativo a sus primeras atenciones, se incorpora la prueba documental
N°6 consistente en el dato de atención de urgencia de Dicson en dicho centro
médico el 25 de marzo de 2017, registrándose la data atención urgencia, edad de
Dicson de 1 año 5 meses 7 días de edad, motivo de la consulta golpe en la cabeza
por caída el día 25 de marzo de 2017, hora de atención a las 15:23 horas, lactante
de un año de edad, su madrastra refiere caída día de ayer y hoy, refiere nueva caída
motivo por el cual acude al SAPU, peso 10 kg, con equimosis en cara, Glasgow de 6
puntos, se evidencia aumento volumen en región parieto temporal izquierda y
equimosis importante en frontal malar...malas condiciones generales, se sospecha
una hemorragia subaracnoidea post traumática. Se solicita SAMU para traslado al
Hospital Félix Bulnes. Suscribe Orlando Dewhare, médico cirujano. En conjunto con
el dato de atención de urgencia, se incorpora la prueba documental N°8 que
corresponde a la ficha pre hospitalaria avanzada 131677, SAMU de fecha 25 de
marzo de 2017, folio 131677, paciente Dicson Santibáñez Poblete, 1 año 5 meses,
SAPU Pudahuel, evaluaciones 16:00, 16:45 y 16:53 horas. Familia refiere que habría
sufrido caída en el día de ayer. Hoy presenta compromiso de conciencia por lo cual
consulta. Ingresa en Glasgow 6. Por el compromiso médico decide manejar vía
aérea, indica tratamiento, presenta aumento de volumen en el cráneo, se palpa

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hundimiento craneal parietal izquierdo, equimosis múltiples en rostro, signo
mapache, equimosis a nivel púbico (…)
En relación a la atención médica de Dicson en el Hospital Félix Bulnes, se
incorpora la prueba documental N°7 correspondiente al dato de atención de
urgencia de dicho Hospital relativo a Dicson Santibáñez Poblete de fecha 25 de
marzo de 2017 a las 17:04 horas, el que ingresa a Sala de reanimación, paciente
traído por SAMU desde SAPU Pudahuel en trayecto con PCR. Sin signos vitales, sin
reflejos, pupilas dilatadas y prueba documental N°9, correspondiente a hoja de
reanimación del menor Dicson Santibáñez Poblete de fecha 25 de marzo de 2017 del
Hospital Félix Bulnes, PCR 17:00 horas.
En efecto, entre las diferentes lesiones en el cuerpo de Dicson a las que
aluden los testigos y la prueba documental señalada, algunas de ellas son advertidas
visualmente sin dificultad, como las de su rostro ejemplificando la lesión tipo “ojo de
mapache”. Incluso el carabinero Samuel Isaac Anabalón Jiménez al declarar y
recordar el estado físico que presentaba Dicson, se quiebra emocionalmente,
debiendo tomar un breve receso antes de continuar su relato, lo que evidencia el
impacto que le provocaron dichas lesiones, no obstante su oficio de Carabinero.
Adicionalmente cabe recordar que el citado carabinero solo vio el rostro de Dicson,
por cuanto refiere que el resto de su cuerpo estaba cubierto, lo que reafirma que
varias lesiones eran claramente visibles. El inspector José Loch Uribe también las
describe, incluso son exhibidas fotográficamente y se visualizan claramente en la
audiencia. El doctor Orlando Dawhare Acevedo también las describe en su
declaración, no solo las equimosis y hematomas, sino que le impresiona su lesión en
el cráneo la que también detalla, tanto así, que sospecha de la versión de la caída
del niño que explica la acusada al ser requerida, solicitando la presencia de
carabineros ante un posible caso de maltrato infantil. Este mismo médico, realiza una
serie de exámenes neurológicos bajo la llamada escala de Glasgow y explica sus
alcances, dando cuenta que el estado de Dicson era de suma gravedad, que su
cabeza presentaba una gran inflamación, que evidentemente presentaba una
hemorragia craneal de gran magnitud por lo cual se avocan a las lesiones en la
cabeza. En este mismo contexto, el doctor Eduardo Enrique Verdugo Palma,
refiere que fue consultado desde el SAPU Poniente Pudahuel sobre un paciente con
una importante inflamación de su cráneo y los parámetros que presentaba en la
escala de Glasgow, motivo por el cual y dada su experiencia en pediatría y trauma, le
señala al facultativo que lo consulta que no pierdan el tiempo de trasladarlo al

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Hospital Félix Bulnes y lo lleven directamente al Instituto de Neurocirugía del Hospital
El Salvador ya que dada su gravedad, resultaba necesario una intervención
quirúrgica. Es más, el mismo testigo señala que sorpresivamente el menor es llevado
al Hospital Félix Bulnes lo que se debió a un PCR durante el traslado y que él al
recibirlo se da cuenta que evidentemente ya venía fallecido, pero personal médico
hacía las maniobras de resucitación porqué en la ambulancia venía la abuela del
niño, lo que permite aseverar que las lesiones de Dicson eran de suma gravedad.
Incluso el doctor Eduardo Enrique Verdugo Palma señala en audiencia con sus
manos que el volumen del cráneo de Dicson era considerable, ostensible
visualmente y que tales lesiones, el tipo de fracturas de gran extensión, son sin duda
la causa de la muerte.
En este mismo contexto, declara María del Carmen Núñez Jara, abuela
materna y además técnico en enfermería, quien señala en su declaración “se sube a
la ambulancia, iban al instituto de neurocirugía, durante el traslado Dicson iba con un
médico, un técnico, ella al lado del chofer, iban muy rápido, le daban ventilación y de
repente cuando pasaron al Félix Bulnes, escucha por radio al Felix Bulnes urgente,
mira hacia atrás, que reanimaban a Dicson, llegan al Félix Bulnes, pasa a la sala de
reanimación y comenzaron a reanimarlo, Dicson falleció en ese momento, aunque
ella cree que él ya venía de muerto. La última conversación con su hija, era que iba a
Salvador, cuando iban en camino le dice a su hija desde la ambulancia, que no van
al Salvador que se devolviera a Félix Bulnes, la ambulancia por la urgencia se
devolvió al Félix Bulnes, ella cree que el Dicson se agravó, solo quería que Dicson
aguantara hasta que llegara la mamá. En ese trayecto le dice a su hija que estuviera
tranquila, su hija no alcanzó a llegar, el Dicson había fallecido y ella fue la que se lo
dijo a su hija. Ella se queda en un rincón mirando el procedimiento con el Dicson, ve
el monitor que no le latía el corazón, le pidió a una niña que le avisara cuando llegara
su hija, ella le fue a avisar, ve a su hija que entra corriendo y pregunta por el Dicson
gritando, ella le pide que se calme y le dice que tuvo una caída y falleció. Su hija le
dijo “ella fue, me lo mato, ahora va a quedar feliz”, su hija lloraba, después la sacaron
para afuera. Cuando habla de ella, se refería a Yanara. La testigo refiere que habló
con el médico, el médico la abraza y le dice vamos a sacarle un escáner para ver lo
que realmente le pasó, llega su hija, el doctor le dice que hay 33 contusiones en el
cuerpo y 3 fracturas en el cráneo, abrazó a su hija y salió. No recuerda el nombre del
doctor, eran dos médicos”

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En conclusión del análisis de la prueba precedentemente señalada, conforme
a las reglas de la sana crítica y las máximas de la experiencia, está acreditado que
Dicson Jesús Santibáñez Poblete ingresa en precarias condiciones de salud al SAPU
Pudahuel Poniente, con equimosis en diferentes partes del cuerpo y con fracturas en
el cráneo y que éstas eran ostensibles dado un aumento de volumen de su cráneo,
aumento anormal para un niño de su edad y complexión física. Así desde el SAPU
Pudahuel Poniente a su traslado al Hospital Félix Bulnes por el empeoramiento de su
condición.
Tales lesiones, en particular la craneal, se hacen aún más evidentes y dan
cuenta de la gravedad de las mismas que impiden que sea atendido en el Instituto de
Neurocirugía de El Salvador debiendo regresar al Hospital Félix Bulnes ante una
situación de riesgo vital o ya fallecido como lo señala el doctor Eduardo Enrique
Verdugo Palma y que la abuela materna de Dicson, María del Carmen Núñez
Jara, ya sospechaba y refiere en su declaración.
4.- Cuál es la causa de la muerte de Dicson Santibáñez Poblete.
Tal como se ha acreditado, Dicson presenta una serie de lesiones, las que se
agrupan en diversas equimosis en el cuerpo y fracturas craneales.
Sobre el particular, resulta esencial la declaración del perito del Servicio
Médico Legal, médico cirujano Marcos Mauricio Pulleghini Flores.
Inicia la exposición de su informe con un detalle del examen externo, luego
del examen interno y de las conclusiones de su informe.
Sobre el examen externo, específicamente las lesiones que presentaba,
señala lo siguiente “presenta signos de intervención médica, ya que presentaba
punturas equimóticas violáceas en zonas habituales, como pliegos de, codos, tercio
superior de la pierna derecha y dorso del pie izquierdo. Sobre la descripción de
lesiones descritas por equimosis, éstas son una extra vasación de sangre hacia la
dermis y la hipodermis, conocida vulgarmente como moretón”. Acto seguido
comienza a describir las lesiones desde la cabeza hasta las extremidades inferiores.
Señala “en la cabeza, en la frente presentaba 3 equimosis distintas, en la región
frontal derecha una de color azul violáceo, en la región frontal media una de color
azul, en la región frontal izquierda una de color violáceo, luego en ambos parpados
superiores equimosis violáceas, derecho e izquierdo. En el reborde orbitario lateral
izquierdo una equimosis violácea, en el reborde orbitario inferior derecho una
equimosis violácea, en las mejillas presentaba una equimosis violácea ovalada en
mejilla derecha, otra redondeada en la mejilla izquierda también violácea, tres

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equimosis rojizas lineales en la mejilla izquierda y una escoriación lineal en la mejilla
izquierda. Detrás de las orejas, de los pabellones auriculares, presentaba dos
equimosis violáceas, derecha e izquierda junto también equimosis violáceas en
ambas regiones temporales, derecha e izquierda y otra equimosis violácea superior
al pabellón auricular derecho, en la mucosa labial presentaba equimosis violácea
superior e inferior, en ambos labios por dentro, en la mucosa del labio, otra
equimosis violácea en el mentón, una equimosis violácea en el codo derecho, una
equimosis azul región external superior, una equimosis verdosa en la región toraco
lateral derecha, una equimosis violácea en la zona baja del abdomen a nivel del
pubis y en la raíz del pene otra equimosis violácea, en la zona lumbar, en la zona de
la espalda baja, equimosis violácea lumbar inferior y lumbar izquierda, y en ambos
glúteos presentaba una equimosis violácea una derecha y una izquierda. En las
extremidades inferiores, equimosis violácea en la pierna derecha y en la pierna
izquierda, en el tercio proximal y, en el tercio medio de la pierna derecha otra
equimosis violácea. En el ano presentaba un desgarro pequeño de 0.4 centímetros
en relación a las manecillas del reloj a las 12 horas”
Continúa su exposición con el examen interno. Sobre el particular, el perito
señala “lo que se encontró principalmente fue en cabeza, donde se hallaron
hallazgos de fracturas. A la apertura del cuero cabelludo, se encontró una extensa
infiltración sanguínea color rojo oscura en la región parieto occipital que medía 12 x
12 centímetros, otra en la región parieto temporal, extensa difusa, que medía 30 x 11
centímetros y en el musculo temporal izquierdo. La calota o bóveda del cráneo, zona
alta, presentaba tres facturas distintas: una a nivel del hueso parietal derecho oblicua
que seguía el hueso occipital, una fractura horizontal o trasversal que cruzaba de un
hueso parietal al otro y terminaban en ambas escamas de los huesos temporales, y
otra fractura lineal en la escama del hueso temporal izquierdo. La sutura sagital, la
que divide ambos huesos parietales, en la zona posterior, estaba separada, eso se
llama diastasis, la zona posterior de esa sutura. En la base del cráneo, una vez que
se retiró el encéfalo, se encontró un hematoma subdural en la fosa craneal media
izquierda, la base cráneo presentaba 2 fracturas, una a nivel de la escama del hueso
temporal izquierdo y otra lineal en la fosa craneal posterior izquierda, el encéfalo
completo peso 1.140 gramos y presentaba hemorragia subaracnoidea en el lóbulo
parietal derecho y en ambos lóbulos occipitales y al corte del cerebro se encontraron
focos de contusión hemorrágica a nivel del lóbulo parietal izquierdo. Ventrículos,
donde circula el líquido encéfalo raquídeo presentaban sangre abundante y el

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cerebelo: hemorragia subaracnoidea focal en cara cerebrosa superior. Señala que el
resto examen interno no arrojó otros hallazgos, no había otros sangramientos en
tórax, ni en abdomen ni en pelvis”.
En sus conclusiones señala que la “causa de la muerte es un traumatismo
cráneo encefálico, se encontró que estas lesiones eran recientes, vitales, y posible
de ser explicadas por la acción de terceras personas”, coincidentes con la prueba
documental N°1 que corresponde al certificado de defunción de Dicson Jesús
Santibáñez Poblete, indicando como causa de muerte un traumatismo cráneo
encefálico.
A continuación se le exhiben al perito otros medios de prueba N° 1,
correspondientes a las fotografías del informe de autopsia, las describe y explica.
Respecto a las lesiones del cráneo, estas corresponden a las siguientes fotografías y
que el perito explica “La N°23 corresponde ya al examen interno, cuero cabelludo, se
hizo una incisión y lo que es distinto es la tonalidad rojo oscura extensa, que significa
ruptura de vasos sanguíneos y que provoca esta infiltración hemorrágica rojo oscura,
a nivel parieto temporal y parieto occipital en la otra fotografía. La N°24 es la zona
alta de la cabeza o bóveda, zona anterior y zona posterior, se ve la infiltración
hemorrágica rojo oscura extensa en la zona parieto temporal y parieto occipital y se
ve una fractura transversal de parietal a parietal, de temporal a temporal completo,
otra fractura lineal del hueso parietal derecho al hueso occipital derecho. La cara del
niño hacia arriba de la foto. La N°25 es zona lateral derecha, se ve el rostro del
lactante, para mostrar la infiltración sanguínea rojo oscura extensa en la región
parieto temporal. La N°26 misma zona del cuero cabelludo pero lado izquierdo,
también se ve la infiltración hemorrágica extensa y ve otra factura oblicua en la
escama del hueso temporal izquierdo que termina en ese punto. La N°27 muestra
cuando se limpió la infiltración hemorrágica para mejor mostrar las fracturas, visibles
transversal, la diastasis y la satura sagital que une los dos huesos parietales y se ve
la infiltración hemorrágica extensa. Se explica dichas fracturas, por una fuerza muy
importante para fracturar cráneo, el cráneo de un niño es más delgado que el de un
adulto, las suturas no están consolidadas, por tanto no necesita tanta presión para
fracturar, pero si una fuerza importante para fracturar el cráneo, para ello que
violentarlo, no es simplemente dejarlo caer, debe haber una fuerza aparte, puede ser
cómo “tomar un bolso y lanzarlo”, ello puede ejemplificarlo. La N°28 zona lateral
derecha la fractura transversal que iba desde el temporal pasando por el parietal
derecho hacia el otro lado, parietal y temporal izquierdo. La N°29 es el detalle la

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misma fractura horizontal y la fractura lineal oblicua que estaba en el parietal derecho
y en el occipital. La N°30 es el lado izquierdo se ve la fractura transversal, y la otra
fractura que va desde la escama del temporal izquierdo hacia el hueso parietal,
lineal, cruza de un lado al otro. La N°31 muestra cuando se retira la calota o bóveda,
se ve el cerebro, había hemorragia, subaracnoidea, es decir bajo la aracnoides, que
es otra de las meninges, en el lóbulo parietal derecho y en los lóbulos occipitales,
hemorragias subaracnoideas La N°32 se retira la masa encefálica, llama la atención
un hematoma bajo la dura madre, aquí el hematoma está por dentro, un hematoma
subdural por dentro a nivel de la fosa medial craneal izquierda, que se produce por
ruptura de vasos sanguíneos entre dura madre y el cerebro. La N°33 base del
cráneo, se ve delegado, normal para un lactante, se ven dos fracturas lineales, una a
nivel de la escama del hueso temporal izquierdo y otra en la fosa craneal posterior
izquierda. La N°34 acercamiento escama temporal izquierda, donde se ve la fractura
lineal, que compromete la zona craneal media izquierda, donde se encuentra el
hematoma subdural. La N°35 misma fotografía pero de derecha a izquierda, se ve la
fractura de la escama temporal izquierda y otra hacia la fosa yugular en la fosa
craneal izquierda. La N°36 muestra la calota sacada y vista desde dentro, la fractura
se ve por dentro, la transversal que compromete huesos parietales y temporales. La
N°37 se ve la calota vista por dentro toma lateral, mostrando la fractura transversal
que va de un lado al otro. La N°38 lo mismo con más acercamiento para la fractura
lineal. La N°39 el cerebro fuera de la cavidad, mostrando la hemorragia
subaracnoidea en el lóbulo parietal derecho, en los lóbulos occipitales, y en el
cerebelo. En cualquier evento de tipo traumático se puede ver este tipo de
hemorragias, las infiltraciones en eventos traumáticos se ven este tipo de
hemorragias subaracnoideas, el rebote tiene que ver con los focos de contusión que
en este caso es el del parietal izquierdo, eso tiene que ver con el rebote, se ve en
otra foto, sin con el golpe pero no lesiones por contragolpe. La N°40 el detalle los
lóbulos parietal y occipital del lado derecho con la hemorragia subaracnoidea. La N°
41 el cerebro visto por la cara inferior, aquí no había hemorragias. La N°42 el corte
del cerebro, se va viendo si hay lesiones de la sustancia gris y de la sustancia
blanca, se encontraron focos contusión rojo oscuro que no debieran estar ahí,
encontrados a nivel del lóbulo parietal izquierdo, un cerebro normal no tiene por qué
tener focos de contusión, eso es producto de un golpe. La N° 43 y N°44 el detalle
del lóbulo parietal izquierdo, se ve en detalle los focos de contusión en la sustancia
gris producto del golpe en relación a la fractura de cráneo que produce contusión

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hemorrágica y sangramiento a ese nivel. La N°45 la zona posterior del cerebro, los
lóbulos occipitales con un nivel de hemorragia subaracnoidea, pero no focos
contusos. La N°46 otros cortes del cerebro, sin focos de contusión. La N°47 el
cerebelo cortado, sin lesiones y la N°50 es la zona lateral del cráneo, hay un
cabalgamiento, como que está solevantado el hueso occipital a nivel de los
parietales, no habían otras fracturas en el macizo facial, no se encontraron otras
facturas en cuerpo completo y no habían otras fracturas.
De la exposición del perito, de sus conclusiones y ante las preguntas de los
intervinientes y si bien Dicson presentaba una gran cantidad de lesiones, afirma con
certeza que la causa de la muerte de Dicson se encuentra en las fracturas de cráneo,
específicamente un traumatismo cráneo encefálico.
Esta conclusión y la gravedad de esas lesiones como causa de la muerte de
Dicson, son corroboradas por el Doctor Orlando José Dawhare Acevedo al referirse
al examen físico presuntivo, advirtiendo no obstante no tener las instalaciones
médicas para efectuar estudios, que Dicson “tenía una hemorragia subaracnoidea
post traumática en el cerebro, era una hemorragia en el cerebro, post traumática”,
refiriendo la gravedad de la misma y por ello la urgencia de su traslado. En igual
sentido declara el Doctor Eduardo Enrique Verdugo Palma cuando señala que a
Dicson “se le hizo un scanner, mostraba múltiples fracturas, biparietales, huesos de
al lado de la cabeza, occipital también y también en un temporal, por lo menos 4
fracturas de cráneos, eran grandes las dos de los lados, era como una sola, de un
lado hacia el otro” y agrega ante las preguntas del Ministerio Público en relación a la
inflamación “que vio el scanner, tiene mucha experiencia en escáner, aparte de la
fractura tenía un tremendo edema, eso produce un enclavamiento, al aumentar la
presión intra craneana, eso hace que el cerebro que se vaya a bajar por el agujero
magno, por donde el cerebro sigue hacia la medula espinal, las amígdalas y bulbo
raquídeo, los pacientes con un tec grave mueren de eso, de enclavamiento”
En conclusión del análisis de la prueba precedentemente señalada, conforme
a las reglas de la ciencia está acreditado que la causa de la muerte de Dicson Jesús
Santibáñez Poblete es un traumatismo cráneo encefálico
Noveno: Valoración de la prueba de cargo y prueba de la defensa, en
relación a la dinámica de los hechos, en particular, las lesiones, cuando éstas
ocurren, en qué lugar y cómo se producen.
Que conforme a los hechos acreditados precedentemente, surge la pregunta
relativa a qué hechos acontecen entre la noche del día 24 de marzo de 2017 a

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partir de las 22:00 horas aproximadamente, cuando Dicson - que se encontraba
en buen estado físico y de salud - es dejado por su madre en el domicilio de la
acusada y a su cuidado, y el día 25 de marzo de 2017 a las 15:23 horas, cuando
Dicson es ingresado de urgencia al SAPU Pudahuel Poniente, debido a un deterioro
grave de su salud, de tal magnitud, que fallece a las 17:00 horas por un traumatismo
cráneo encefálico.
En este contexto y dado que la salud de Dicson sufre un deterioro grave
mientras él permanece en el domicilio de la acusada, surgen varias preguntas a
responder.
1.- ¿Quiénes estaban en la casa de calle Lo Azola N°9137, comuna de
Pudahuel la noche del día 24 de marzo de 2017 (desde las 22:00 horas
aproximadamente) y que pernoctaron en dicho domicilio hasta el día 25 de
marzo de 2017?
En primer lugar la propia acusada, refiere en su declaración que ella estaba
en el domicilio, lo ratifica la madre de Dicson, Gladys Poblete que no solo va a dejar
al niño a la casa de calle Lo Azola N°9137, sino que también mantiene
comunicaciones con Yanara Costa por whatsapp tal como consta de sus
declaraciones y otros medios de prueba que se exhiben y los que ya fueron
analizados precedentemente.
También estaba en el domicilio y pernoctó en él, la víctima Dicson, hecho
acreditado con los dichos de la misma Yanara Costa y de Gladys Poblete, como se
ha señalado precedentemente, y lo señalado por chofer de Uber Testigo Protegido
1 y la prueba documental N° 13, en cuanto el traslado de Dicson a dicho domicilio y
que la madre regresa a su hogar si él. Lo anterior es corroborado por la testigo
Estefani Andrea Valenzuela González, quien declara en lo pertinente que “el niño
al que se refiere es Dicson, el hijo de Ramón, no es hijo de Yanara. Había visto a
Dicson antes en el lugar, un día viernes y también en otras ocasiones. Ese día
viernes llegó en la noche, llegó con su mamá en un taxi y se lo pasa a Yanara,
señala que Dicson llegó llorando. Yanara lo tomó y lo sentó en la cuneta para que se
tranquilizara, le hizo cariño en la cabeza no sabe porque lloró. La mamá se fue,
Yanara entró a la casa con el niño, fue en la noche, no recuerda hora” y por la
declaración de Ramón Santibáñez Torres en cuanto haber visto al niño durmiendo
en su casa, haberlo ido a ver cuando llega a las 23:00 horas del día 24 de marzo de
2017, reconociendo que él también pernoctó en dicho domicilio del día 24 de marzo
al día 25 de marzo.

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Finalmente también estaban en el domicilio los hijos de la acusada, los
menores Demixon, Keila y Román, todos Santibáñez Costa, por así declararlo ambos
padres, la misma Gladys Poblete cuando va a dejar a Dicson al hogar, refiriendo
incluso que Keyla fue cariñoso con Dicson, lo señalado por sus vecinos María Isabel
Valenzuela González y Miguel Ángel Tobar León que vieron a la acusada salir con
todos los niños de la casa y pedir ayuda para poder tomar un taxi e ir consultorio con
Dicson.
Por lo tanto, respondiendo a la primera pregunta y conforme a la prueba
rendida, está acreditado que en la noche del día 24 de marzo de 2017 estaban en el
domicilio de calle Lo Azola N°9137, comuna de Pudahuel y pernoctaron en él mismo,
la acusada Yanara Costa Saavedra, Ramón Santibáñez Torres, Demixon, Keyla y
Román, todos Santibáñez Costa y Dicson Jesús Santibáñez Poblete, permaneciendo
en él al menos hasta la mañana del día 25 de marzo de 2017.
2.- ¿Cuando se producen las lesiones de Dicson, a qué hora pueden ser
datadas?
Esta pregunta surge a consecuencia del deterioro del estado de salud de
Dicson entre estas dos fechas, a saber el día 24 de marzo de 2017 a las 22:00 horas
aproximadamente y el día 25 de marzo del mismo año, al menos hasta las 15:23
horas cuando Dicson es ingresado de urgencia al SAPU Pudahuel Poniente,
constatándose que presenta equimosis en distintas partes del cuerpo y fracturas en
el cráneo. Adicionalmente, considerando la hora en que Dicson es puesto al cuidado
de la acusada y la hora cuando es llevado al SAPU Pudahuel Poniente, está
acreditado que el niño estuvo un periodo de 17 horas aproximadamente en el
domicilio de la acusada.
Sobre el particular, hay dos grupos de lesiones: las fracturas y equimosis en
la cabeza que constituyen la causa de la muerte de Dicson, y las equimosis en las
otras partes del cuerpo. Sobre dichas lesiones, constan las declaraciones de los
peritos Marcos Pulleghini Flores médico legista del Servicio Médico Legal que
practica la autopsia y de la perito Elvira Miranda Vásquez, médico patóloga,
además de las apreciaciones profesionales de los doctores Orlando José Dawhare
Acevedo y Eduardo Enrique Verdugo Palma.
En lo relativo a las lesiones en la cabeza, y que constituyen la causa de la
muerte, el perito doctor Marcos Pulleghini Flores señala son “lesiones recientes,
vitales, posibles de ser explicadas por acción de terceros” y en particular sobre las
fracturas señala “son producidas en un mismo evento, reciente, que provoca estas

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tres fracturas a nivel de la calota y las fracturas a nivel de la base del cráneo, es un
mismo evento traumático. Cada una de esas fracturas, pueden corresponder a
golpes distintos, no pasa mucho tiempo entre uno y otro, un solo golpe no
produce todas esas fracturas. Mínimo de 3 golpes, podrían atribuirse. Ante la
pregunta del Ministerio Público si él puede determinar cuándo se produjeron las
lesiones, el perito responde “es más fidedigno en relación a las lesiones del cráneo,
hacer una estimación histológica, las hace otro médico, un patólogo forense que a
nivel microscópico y celular da una estimación más clara del tiempo, con certeza él
puede decir que ocurren en un mismo evento traumático, no en varios días distintos,
la estimación exacta y data de las lesiones, es mejor preguntarlas al patólogo
forense.
Por su parte la perito doctora y patóloga forense Elvira Miranda Vásquez,
señala “le correspondió analizar las muestras del menor N° histológico coincide con
el N° de protocolo 906-2017, habitualmente recibe las muestras que toman los
tanatólogos en las salas de autopsia y esas se analizan microscópico previo chequeo
de ella por ella o patóloga asignada y selección cortes para estudio. Recibe 30
fragmentos de tejido, de ellos obtuvo 51 trozos para estudio, las muestras son de
tejido encefálico, las muestras de rutina encélalo, corazón, pulmones, hígado, vaso,
riñones, suprarrenales, páncreas, tiroides, timo, en los niños se agrega muestras de
tejidos intestinales o estómago, una muestra de unión inducostal se toma de rutina
para ver desarrollo, en este caso excepcionalmente muestras de piel ifasia de la
región sub pubiana, muestras de dura madre, ambos globos oculares sin identificar
lateralidad, glándula hipófisis, unión ano rectal. Y agrega, “los hallazgos
microscópicos están en dos áreas: 1.- Muestras de la región de la cabeza y 2.- Otras
de la región Piel y facia supra púbica y de la región ano rectal. En cuanto a las
lesiones de la cabeza, la perito señala “hay lesiones contuso hemorrágicas, en el
cerebro, descritas como hemisféricas por ser muestras de cerebro, hay focos
contusos hemorrágicos, hemorragias subaracnoideas, toda ellas recientes y con
algunos leucocitos polimorfos nucleares, hay muestras de la dura madre, donde se
identifica una hemorragia y de la reciente coetánea con lo del cerebro, también
muestra del musculo temporal y de la aponeurosis epicraneal con infiltración
sanguínea reciente. En la hipófisis, hay una hemorrágica periférica, en los globos
oculares, en la región del nervio óptico también hemorragias, alrededor del nervio
óptico, en de los globos oculares mayor en uno que en el otro, y en el globo ocular
con más infiltración sanguínea además focos de infiltración sanguínea pequeña en

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retina. El resto de los órganos no muestran alteración significativa. En la piel y la
afasia sub pubiana, hay también hay lesiones con hemorragia reciente, con
leucocitos polimorfos nucleares en mayor cantidad que en los observados en la
cabeza y en la ano rectal una erosión de la mucosa también infiltrada hemorrágico y
leucocitos polimorfos nucleares” En lo que se refiere a las lesiones en la cabeza
refiere “a la lesión del encéfalo, para tratar de datar las lesiones, dado que con las
técnicas corrientes existe alguna diferencia entre las datas de las lesiones cabeza y
del área pre pubiana, utilizó una técnica especial denominada IHQ “precursores de
beta amiloides” para evidenciar daño axonal más precozmente que las técnicas
corrientes, esto permite evidenciar que existe daño axonal alrededor de las 3 a 4
horas de que se ha producido, esta técnica dio positivo en algunos axones, con lo
cual concluye que hay daño axonal difuso. También empleó la técnica hemosiderina,
esta técnica tiene relación con los productos de la degradación en las hemorragias,
aparece a las 72 horas aproximadamente, son todos tiempos aproximados, estos
aparecen en las hemorragias y tiene relación con el proceso de ir a resolver la
hemorragia, el organismo tiene que ir limpiar, se produce una degradación del
material que hay en los glóbulos rojos y eso da un pigmento especial, en ninguna de
las muestras dio positiva a la hemosiderina con lo cual ninguna de la lesiones tiene
más de 72 horas de evolución, son mucho más recientes y como tiempo menor
tienen entre 3 y 4 horas de evolución. Y ante la pregunta del Ministerio Público de
que son los leucocitos polimorfos nucleares, y su relevancia en relación al tiempo de
evolución de la lesión, la perito señala “esto tiene que ver con la reparación de las
lesiones, en cualquier organismo vivo una vez que se produce una lesión, hay
liberación de sustancias que llaman a células que tienen que ir a reparar, la
liberación de sustancias inicialmente no se puede marcar, pero si cuando aparece los
leucocitos polimorfos nucleares que son parte de los glóbulos blancos que son los
primeros que llegan a tratar de reparar la lesión, antes de él se produjo la
hemorragia, hay el coagulo, empieza a llama a sustancias para cohibir el
sangramiento, todo el proceso de reparación del tejido, por ello son importantes los
leucocitos polimorfos nucleares que son los primeros que llegan, pero tardan algunas
horas en llegar, no son instantáneos, entonces su presencia es importante para ir
datando, importante para datar el tiempo entre la lesión y la aparición de leucocitos
polimorfos nucleares. Analiza las muestras: el momento en que marca su análisis,
dice relación con la muerte del menor en relación al tiempo de la lesión, desde la
lesión a la muerte Sobre el IHQ, dio positiva en axones, eso tiene que ver con la

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lesión cerebral, las lesiones cerebrales graves se acompañan de daño axonal
cuando la cabeza ha tenido un brusco movimiento de aceleración y desaceleración,
esto hace que el tejido se distienda y la neurona que tiene su cuerpo neuronal más
axones, eso hace como que se cortara o dañara y se produce como una esfera de
retracción, del axon, eso es lo que traduce un trauma cerebral severo, cuando se
encuentran estas esferas de daño axonal y aparecen también con el IHQ que es un
precursor de beta amiloides que tiñe específicamente los axones para identificar
estas esferas y estas aparecen alrededor de las 3 a 4 horas de producida a la lesión.
Estos daños de aceleración y desaceleración, pueden producirse en casos de
movimiento brusco, de sacudida de un niño o de un golpe sobre en una superficie.
Sobre el análisis temporal de las lesiones, la perito afirma que “las más
próximas a la muerte, en un rango de 3 a 4 horas, las más lejanas más de 6 horas”.
Finalmente y antes las preguntas de la defensa y las dudas que plantea en
relación a una ampliación de su informe y en ejercicio del artículo 332 del Código
Procesal Penal, sobre las conclusiones de dicha ampliación refiere “en las
conclusiones, sobre la lesión supra púbica que no está después de las 24 horas hay
un error, estás todas están dentro de las 24 horas, no tiene como afinar la data, se
trata de afinar por la cantidad de leucocitos polimórficos nucleares ellos aparecen a
las 6 horas, y van aumentando en cantidad, todas las lesiones están dentro de las 24
horas y no más de 24 horas. Se pueden datar desde las lesiones a producida a la
muerte. No hay científicamente un punto exacto en que pueda decir la data, hay
hitos, la encefálicas con daño axonal, aun así todos los tiempos varían, la data de
lesiones es un problema para la patología forense en general, precisar exactamente
una data es complejo. La lesión púbica es la más antigua y para ella tiene más de 12
horas, no más de 24 horas. El resto de las lesiones, dentro de las primeras 6 horas,
dentro de las 24 horas. Dos tiempos distintos, porque en una ve más reacción celular
que en otra.
Sobre las lesiones producidas en la cabeza, específicamente las fracturas
craneales y las infiltraciones hemorrágicas asociadas, ambos peritos dan cuenta que
las lesiones que causan la muerte son recientes. El perito del Servicio Médico
Legal, doctor Mauricio Pulleghini Flores refiere que estas fracturas son
consecuencia de un solo evento traumático y no en varios días distintos,
señalando además que el especialista para fijar data de lesiones es precisamente en
este caso la doctora Elvira Miranda Vásquez.

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Sobre esta pericia, la doctora describe una serie de metodologías que
permiten identificar una suerte de “signos o marcas” para fijar tiempos en relación a
la data de la lesión v/s data de la muerte y que dicen relación con el tiempo de
recuperación de las lesiones. Así, la presencia de leucocitos polimorfos nucleares,
los primeros en llegar a reparar una lesión, aparecen a las 6 horas de producida la
lesión, a más presencia de leucocitos polimorfos nucleares más antigua es la lesión.
En el caso de lesiones cerebrales, el método anterior necesita ser
complementado, por lo cual utiliza un método más exacto, el IHQ que “marca” el
daño en los axones, de modo que su presencia implica que las lesiones cerebrales
se sitúan en un rango de 3 a 4 horas.
Finalmente la técnica de hemosiderina que tiene relación con los productos de
la degradación en las hemorragias, ella aparece a las 72 horas de producida la
lesión aproximadamente y en este caso todas las muestras dieron negativo.
De todo lo anterior, se concluye que ninguna lesión supera las 72 horas, por
ello la precisión de la perito en su ampliación de informe ante las preguntas de la
defensa, testimonio válido y suficiente para explicar una eventual contradicción con
su informe escrito, existiendo si una diferencia en la data de las lesiones de
fractura de cráneo v/s las equimosis del resto del cuerpo, pero todas las
lesiones que no exceden las 24 horas; la más antigua de las detectadas, la lesión
púbica, tiene más de 12 horas pero menos de 24 horas, el resto de las equimosis
está dentro de las primeras 6 horas, y las cerebrales dentro de 3 a 4 horas.
Manteniendo el análisis de las lesiones del cráneo, el doctor Eduardo
Verdugo Palma, corrobora que las lesiones de fractura del cráneo son de reciente
data y señala que “las fracturas del cráneo, esas fueron al mismo tiempo, las
fracturas de cráneo desde que llega el niño a fallecer, el tiempo en que se produce
es variable, pero relativamente cercano en el tiempo, no puede haber sido de un
día para otro, es de horas, por la magnitud de las fracturas. No es posible un
golpe y después otro para la fractura, los golpes chicos no se van sumando, no
porque se caiga todos los días y se pega en la frente se va a hacer un daño, este fue
un golpe de una vez, no es un golpe acumulativo”
Por lo tanto, las fracturas que sufre Dicson, considerando una data
aproximada de 2 a 4 horas desde la lesión a su muerte a las 17:00 horas y la hora de
su ingreso al SAPU Pudahuel Poniente, ubicado a poca distancia del domicilio de la
acusada y al tratarse de un niño pequeño con un cráneo más blando, como refiere el

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médico legista, está acreditado que dichas fracturas se producen en un periodo de
tiempo cercano a las 14:00 y 15:00 horas del día 25 de marzo de 2017.
En lo relativo a las otras lesiones en el cuerpo, constitutivas de las múltiples
equimosis que constatan los médicos y las que son observables a simple vista,
conforme al estudio de la perito doctora Elvira Miranda Vásquez, dichas lesiones no
exceden las 24 horas; la más antigua de las detectadas correspondiente a la lesión
púbica tiene más de 12 horas pero menos de 24 horas, el resto de las equimosis
está dentro de las primeras 6 horas y en ningún caso supera las 72 horas.
Sobre el particular, el doctor perito Marcos Pulleghini Flores, preguntado
sobre la temporalidad de las lesiones en base a la naturaleza y color de las
equimosis, señala “de las clasificaciones de las equimosis, lo más aceptado en
literatura, es que la coloración parte de un color rojo oscuro a violáceo, luego a
negrusco, a un tono azul, verdoso, amarillo y café. Es la evolución de una equimosis.
Las equimosis de color rojo oscuro o violáceo, que son la mayoría de las
encontradas, van desde una lesión reciente hasta unas pocas horas, unas 12 horas,
máximo 24 horas. El azul, algunas encontradas de los 2 a 3 días o de los 3 a 6 días,
una verde que se encontró, es la más antigua, va entre los 7 a 12 días, pero la
mayoría encontradas eran rojizas o violáceas, habla de una temporalidad reciente,
de unas pocas horas, máximo de 24 horas o 48 horas”.
Por su parte el doctor Orlando Dawhare Acevedo en su apreciación
profesional sobre las equimosis señala “cuando hay una caída el niño puede tener un
chichón, para un hematoma tiene un tiempo de evolución, no son 2 o 3 horas, puede
llegar a un tiempo de 10 a 12 horas de consolidación del hematoma” y el doctor
Eduardo Verdugo Palma, en su experiencia en traumas pediátricos señala “de las
múltiples lesiones que tenía, las lesiones de cara y del hematoma supra púbica eran
las más antiguas, ya están en periodo de reabsorción, un hematoma se reabsorbe de
6 a 7 días, se reabsorbe, cambia de color, estos eran antiguos, no reciente, ya
estaban en algunos días de evolución.”
Sin perjuicio que las apreciaciones de los facultativos señalados
precedentemente, en particular respecto de las equimosis rojo oscuro violáceas que
son la mayoría, y reconociendo la experiencia profesional que todos ellos poseen, la
prueba científica para determinar las datas de las lesiones es la efectuada por la
perito doctora Elvira Miranda Vásquez, por lo cual ella será preferida por considerar
que es propia de la ciencia que practica. Sin perjuicio de lo anterior, las
apreciaciones del perito doctor Marcos Pulleghini Flores y del doctor Orlando

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Dawhare Acevedo, permite situar varias de las equimosis en un lapso inferior a 24
horas y en un radio cercano a las 12 horas, lo que no resulta del todo contradictorio a
lo afirmado por la perito doctora Elvira Miranda Vásquez. En cuanto a lo señalado
por el doctor Eduardo Verdugo Palma, sus dichos refieren las lesiones más
antiguas, centrándose en la supra púbica que es la que más llama su atención, lo
que no es suficiente para desvirtuar todo el análisis anterior ni sus apreciaciones en
relación a las lesiones del cráneo.
Así las múltiples equimosis en su cuerpo que sufre Dicson, considerando
una data aproximada de más de 12 horas en el caso de la lesión púbica pero
menos de 24 horas, y del resto de las equimosis dentro de un periodo de 6
horas contadas desde la lesión a la muerte a las 17:00 horas del día 25 de marzo de
2017, significa que tales lesiones fueron causadas, la más antigua en la madrugada
del día 25 de marzo de 2015 y las más recientes en un periodo que abarca desde las
13:00 a las 15:00 horas del día 25 de marzo de 2017.
Por lo tanto, respondiendo a la segunda pregunta, y conforme a la prueba
rendida valorada conforme a las reglas de la sana crítica, está acreditado que las
lesiones que sufre Dicson, tanto las equimosis en distintas partes del cuerpo como
las fracturas de cráneo, son causadas durante el lapso de tiempo de 17 horas
aproximadamente en que Dicson permanece en el domicilio de la acusada,
correspondientes a la noche del día 24 de marzo de 2017 y el día 25 de marzo de
2017 antes de las 15:23 horas.
3.- ¿Qué eventos se desarrollan entre las 22:00 horas del día 24 de marzo
de 2017 y previo a las 15:00 horas del día 25 de marzo de 2017 en el domicilio
de calle Lo Azola N°9137, comuna de Pudahuel?
En este punto hay tres versiones que se contraponen: 1.- Lo señalado por la
acusada Yanara Costa Saavedra, 2.- Lo señalado por Ramón Santibáñez Torres y
3.- los dichos de la testigo Testigo protegido 2 ratificados por el Inspector José
Loch Uribe.
La acusada Yanara Costa Saavedra simplemente señala “durmieron bien
esa noche, a las 10:00 horas am baja con los dos niños, en el 2° piso estaba el
marido”, luego ante las preguntas del Ministerio Público dice que “el día 24 de marzo
de 2017, en la noche, constató que el niño tenía una lesión en el rostro y se
acostaron, en la noche el niño no lloró, no se despertó”.
En su declaración Ramón Santibáñez Torres ante las preguntas del
Ministerio Publico señala “él no es de sueño pesado, la noche del día 24 de marzo no

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escuchó llorar a Dicson ni a ninguno de los niños, de llorar habría despertado, no
escuchó gritar tampoco a Yanara. Dicson si hubiera despertado, él se habría
levantado porque era el que estaba más cerca, dormían los dos niños en la misma
pieza que ellos en una cuna al lado de la cama, a un metro y medio
aproximadamente”.
Por su parte, declara en juicio Testigo protegido 2, técnico de enfermería,
quien ante las preguntas del Ministerio Público señala que “la Policía de
investigaciones fue a su casa y le tomó declaración sobre el suceso que pasó, se
enteró por sus vecinos lo que ocurrió, que había muerto el niño, en su pasaje, ella no
estaba cuando el niño murió. Escuchó llantos de un niño, cuando llegó del trabajo,
llantos de niños, en la madrugada a las 12:00 o 1:00 am, no recuerda que fecha,
llantos la noche anterior de que sucediera la muerte de un niño. Señala que lo
estaban retando, eso en la casa donde vive la imputada, supone que mujer, no sabe
si está en la sala, porque no convive con los vecinos. Escuchaba que lo hacían
callar, le decían “cállate” y el niño lloraba. No recuerda la hora exacta. No duró
mucho el llanto, ya era tarde y ella se quedó dormida, cuando se durmió el niño aún
estaba llorando. De la casa de donde escucho el llanto un niño murió”. Ante las
preguntas de la defensa, señala que “los hechos fueron el año pasado. Ella tenía
diferente horarios de trabajo, a veces llegaba a las 1:00 horas AM, otras a las 19:00 o
22:00 horas, no recuerda que horario tenía ese día, era un sábado o domingo,
conoce muy poco a la gente de ese pasaje, ella vive en la casa de al lado. Al otro día
escucho que se murió un niño, refiere que niños lloraban, era más de uno, y escuchó
“cállate”, no sabe a qué hora le tomaron declaración, fueron varias veces”.
El inspector de la PDI José Nicolás Loch Uribe, explicando las
investigaciones en el sitio del suceso, señala que se empadronan testigos y de dos
personas se obtienen cuestiones relevantes para la investigación. Así señala se
entrevista a Domingo Huircan quien dice que su hija fue la que escucho llantos en
el noche, entonces se entrevista a su hija, Testigo protegido 2. Ella señala que
cerca las 12:00 horas am de día 24 de marzo al día 25 de marzo, en la casa de al
lado, escucha el llanto de un menor, primero piensa que es su sobrino, pero no era
él, sino de la casa de al lado y una mujer que gritaba “cállate”, luego ella (la testigo)
se duerme”.
En este contexto se exhibe al inspector de la PDI otros medios de prueba
N°2, específicamente fotografías del sitio del suceso, y en la fotografía N°57 se
tiene una vista del domicilio de la acusada en calle Lo Azoles, el testigo identifica la

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casa de la vecina que escuchó los llantos de niños en la noche, Testigo protegido
2, apreciándose al costado derecho de la foto, su domicilio, se trata de casas no
pareadas en que de ventana a ventana entre ambos domicilios hay unos 4 metros de
distancia.
Resulta relevante también en este punto, lo declarado por Testigo Protegido
3, psicóloga de la OPD de Pudahuel, quien señala lo siguiente: “Su labor consistió en
ser parte de una dupla con una trabajadora social, evaluar a los niños Demixon,
Keyla y Román por sospecha de vulneración de derechos, entrevista indagatoria y
psicológica a los niños, y emitir un informe que se deriva a la red judicial con
indicadores de vulneración de los niños. Sobre las noticias de una eventual
vulneración de derechos, hay distintas fuentes, en este caso fue por un hecho de
connotación publica por el fallecimiento de Dicson, al ser de connotación pública
llamó la atención de organizaciones de protección de la infancia y de la OPD, primer
organismo que acude, así les llega, en reunión técnica de días lunes se entregan los
casos a las duplas, el coordinador distribuye”. Esta testigo sobre la entrevista a los
niños, señala” el niño más pequeño era de 1 año, era difícil hacer una evaluación, no
se podía obtener un relato entonces permanece sin evaluación, se acerca a los
mayores. Keila parte, la entrevista sola, en sala separada de la sala de Ramón, con
protocolo estándar de preguntarle si sabía porque estaba ahí, los derechos niños y
niñas, explicarle y hacer un dibujo de la familia. Keila estaba muy tranquila, bien
anímicamente, era cooperadora, mantenía contacto visual, ella le pregunta por su
familia, Keila dice que su grupo es el papá, la abuelita, 4 primos, 1 tía, su hermano
Demixon y Román. En su relación con Ramón la niña le dice es buena, él es
cariñoso, lee biblia. Su tía Joyce, es la principal cuidadora, la viste, la peina, luego
espontáneamente dice “se me olvido la mamá”, señala que no sabe dónde está, la va
a ver los jueves, dice mi mamá es cariñosa me compra juguetes. Sobre la relación de
su padre y madre, dice que se llevan bien y no pelean, refiere que la niña no percata
donde estaba Yanara, no hace alusión a cárcel, solo que la iban a visitar. Le
pregunta por sus hermanos, Demixon y Román, se lleva más o menos con Demixon.
Acto seguido le pregunta si tiene otro hermano, la niña dice el Dicson, su semblante
cambia, más seria, dice el “Dicson estaba en el patio, se cayó, mi mamá lo tiró al
piso, pregunta la testigo “lo tiro”, la niña responde “no se cayó, la mamá lo recogió” ,
que se fueron en taxi a la posta, no vio lo que paso, estaba arriba jugando con
muñecas, Dicson estaba llorando antes, después de lo que paso cuando se iban en
taxi iba durmiendo y respiraba con los ojos cerrados, le preguntó quién más estaba,

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ella responde que el Demixon, Roman, ella, Dicson y su mamá. El papá no estaba,
había ido a comprar ropa y que la mamá lo llamó para decirle que estaban en la
posta. En el hospital, ella estaba sentada afuera de una puerta y no vio más a
Dicson”. La testigo refiere que “en ese relato, se muestra preocupada, más seria.
Preguntada si se recordaba algo de Dicson, dice que la mamá de Dicson lo iba a
dejar”. La testigo señala que “da por concluida la entrevista porque ve a la niña
afectada”. La 2° parte, refiere la testigo, “es una prueba grafica de test de la familia,
dibuja adecuadamente al grupo familiar y los indicadores esperados, ninguno de
afectación grave, nada que llame la atención, está bien, factor riesgo solo por la
prisión preventiva de la madre y que ella sabía que algo le pasó a Dicson, pero se
sentía querida, cuidada”. La testigo refiere que la entrevista con Demixon fue muy
diferente, “desde un inicio no estaba bien, estaba ansioso, movía las piernas, las
manos costaba que estuviera quieto, se golpeaba las orejas a sí mismo, se las tiraba,
estaba rechazando la situación, ella le explica el lugar donde está, le pregunta si
sabe porque estaba ahí” refiere que “Demixon nunca logró calmarse a lo largo de la
entrevista, inhibido, no contacto visual mirando al suelo, no presenta una actitud
colaboradora, le hace las mismas preguntas que a Keila, le preguntó de muchas
maneras y no quería contestar, reconocía en su grupo a su papá y sus hermanos
Keila y Román y que se llevaban bien”. Señala la testigo que ”le preguntó por más
hermanos y no quiso contestar, le pregunta por Dicson y se pone más ansioso,
comienza a temblar, no quería contestar, la mirada hacia abajo, se sentía mal con la
situación de la entrevista, insistió solo una vez más, lo único que dijo “siempre
lloraba”, procede a la 2° parte, la prueba gráfica, un dibujo muy por debajo de su
edad, no escribe bien su nombre, deficiencias motrices, no se identifica con su grupo
familiar, revela dibujo con poca calidad gráfica de baja estimulación, el contacto a
través del dibujo resulta igualmente difícil, concluye la entrevista. Señala luego la
testigo que con “Daniela se reúnen y comentan del caso. Es una entrevista
profesional entre ellas, Daniela le dice que Ramón lo vio evasivo, relato discreto,
respuestas cortas, indicaba que Yanara se le había caído Dicson porque estaba
lavando zapatillas, cuando lo vio caído lo llevó al hospital. Ella le comenta a Daniela
lo suyo, sus apreciaciones del caso y su objeto de vulneración de derecho, no
indicadores de vulneración en Keila pero si Demixon con afectación emocional grave,
preocupante, era necesario derivarlo. Su evaluación es solo indagatoria superficial, lo
que corresponde es derivación para evaluación más profunda”. Preguntada por el
Ministerio Público, señala “las tres frases de Keila son contradictorias, en los relatos

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de niños hay confusión. No relatan en un orden cronológico, la ambigüedad puede
deberse a que escuchó o lo que ella interpretó de la situación, es muy difícil para ella,
además no es perito, lo único que hace es recibir la información y recoger sus
percepciones confusas, le llamó la atención que se corrigiera a ella misma, de
corregirse espontáneamente” y agrega “por la reacción de Keila, hubiese sido difícil
que viera algo traumático, su semblante no daba a entender que haya visto algo
traumático o bien que lo haya naturalizado, ello es confuso de determinar. Si
Demixon daba indicadores de daño emocional grave”.
En consecuencia, lo señalado por la acusada no es creíble, ya parte
importante de sus dichos han sido desvirtuados, por ejemplo, que haya informado
por WhatsApp a la madre de Dicson que éste presentaba moretones, que el niño
llegó raro en mal estado, lo que resulta contrario al actuar del niño el día 24 de marzo
de 2017, tanto como lo refiere la madre, las mismas conversaciones de WhatsApp,
las fotos que se exhiben, lo declarado por la parvularia del jardín infantil, el chofer de
Uber, lo aportado por el inspector José Loch Uribe cuando entrevista a miembros de
la familia materna, encontrándose como un hecho acreditado que Dicson estaba en
buen estado de salud cuando es dejado por su madre bajo el cuidado de la acusada,
motivo por el cual los dichos de la acusada en este aspecto tampoco son fidedignos.
En relación a la declaración de Ramón Santibáñez Torres sobre este punto,
ella también genera dudas y resulta poco creíble por las siguientes consideraciones.
Al concurrir a estrados, en primer término es poco cooperativo, evasivo en muchas
preguntas, poco claro, varias veces se le insiste que hable claro y responda las
preguntas, en particular cuando se le interroga por la parte querellante si le preguntó
alguna vez a Yanara que había pasado, él responde “ella le dijo que Dicson se cayó
en el patio”, sin hacer ninguna indagación o pregunta más profunda al respecto, no
obstante tratarse de la muerte de su hijo. Lo mismo se observa por lo señalado por la
testigo Testigo Protegido 3, cuando refiere los comentarios de la entrevista de la
dupla social de la OPD, que Ramón Santibáñez Torres fue evasivo, relato discreto,
respuestas cortas. Pero junto a ello, el mismo testigo señala haber llegado a las
23:00 horas del día 24 de marzo de 2017 y levantarse al otro día cerca de las 13:00
horas cuando el almuerzo ya estaba listo, por lo cual se plantea legítimamente la
duda de en qué condiciones pudo haber llegado Ramón Santibáñez Torres para
eventualmente no escuchar los llantos de Dicson que si escuchó su vecina.
A ello debe adicionarse el comportamiento de la familia de Ramón Santibáñez,
tal como lo refiere el Inspector José Loch Uribe, al entrevistar a María Isabel

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Valenzuela González quien refiere que el día de la muerte de Dicson, en la tarde va
Ramón, Lupe y familiares de ellos a la casa y efectúan limpieza al domicilio, lavan
con cloro y sacan plantas de marihuana, desde su domicilio siente olor a Poet, es un
pasaje pequeño. El mismo Inspector José Loch Uribe señala que el sitio del suceso
había sido limpiado, que el mismo sintió el piso pegajoso, como si hubieran pasado
cera y lo mismo se aprecia en la exhibición de otros medios de prueba N°2 de las
fotografías N°68, N°69, N°70; N°74, N°75 en que se observa una casa
excesivamente limpia y ordenada, en particular si en ella vivían 3 niños y la
circunstancia que la acusada y sus hijos salieron con urgencia ante el estado de
salud de Dicson.
A estas dos declaraciones se oponen los dichos de Testigo protegido 2, y
corroborados por la declaración del Inspector José Loch Uribe, ellos provienen de
una testigo con la que la acusada no tiene ninguna relación, es más, ella misma
señala no tener mucha relación con sus vecinos, y dado que trabajaba en la noche,
como ella misma señala, escucha fuertes llantos de niños y una mujer que grita
“cállate” desde la casa vecina, distante a pocos metros, como se advierte de la
fotografías, siendo la única mujer adulta en esa casa la propia acusada, por lo cual
este testimonio es veraz al entender de estos jueces. Esta declaración también
coincide con lo declarado por Testigo Protegido 3, cuando refiere que ante las
dificultades de entrevistar a Demixon y su evidente daño emocional, cuando habla de
su hermano Dicson lo único que dice “lloraba mucho”.
Así la versión una “noche tranquila” que refiere la acusada, no es creíble.
En relación a los eventos correspondientes al día 25 de marzo de 2017 antes
de las 15:23 horas, cuando Dicson es llevado al SAPU Pudahuel Poniente, constan
las declaraciones de la misma acusada, de Ramón Santibáñez Torres, la madre de
éste Guadalupe del Carmen Torres González y lo señalado por el Inspector de la
PDI José Loch Uribe.
La acusada, señala “al momento que el niño se cae, Ramón no estaba, había
salido a conseguir plata para comprar ropa a Dicson, debe haber salido a las 13:00
horas. La caída de haber sido cerca de las 15:00 horas, en el domicilio de calle Lo
Alzola de Pudahuel, la posta queda cerca. Agrega que en ese momento, en el
domicilio, estaban ella Dicson, Demixon, Keyla y Román, sus tres hijos, de actuales 9
años, Keila de 8 años y Román 2 años de edad.
Sobre este aspecto, Ramón Santibáñez Torres declara “él se fue como a las
14:00 horas, se fue donde su mamá a buscar a su hermano para ir juntos a buscar

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una plata en calle Exposición, cuando llegaron de vuelta recibe la llamada de Yanara
de que el niño se había caído, él se fue para allá, al consultorio y le dice a Yanara
que llamara a la mamá del niño” y luego agrega “El día 25 de marzo el salió como a
las 14:00 horas, cree, no recuerda bien la hora. Yanara le dijo “El niño se cayó voy al
hospital”, ninguno de los otros hijos se había caído. Llegó a la posta, no era una
caída normal”
Por su parte, su madre, Guadalupe del Carmen Torres González, declara
“cuando fallece Dicson, ella estaba en el hospital, Ramón y Juan Carlos fueron a
“cobrar unas monedas” a exposición, cuando llegó a la casa llama Yanara por
teléfono a Ramón, él estaba preocupado porque se cayó el niño, ella va a la posta,
tomó un auto y llegó al hospital”.
El Inspector de la PDI José Loch Uribe, señala que se toma declaración a
Carlos Guzmán, hermano de Ramón, que fue el que abrió el domicilio para efectuar
los peritajes, este testigo señala el “día anterior se juntó con su hermano, fueron a
cancha de futbol”. En igual sentido, ratifica en declaración posterior el hermano de
Ramón que “van a exposición a cobrar plata por unos frutos secos”. La madre de
Ramón, Guadalupe, señala que “el día 24 de marzo llega a su casa de pasada y deja
a Juan Carlos. El día 25 de marzo, Ramón estaba en el domicilio de ella, a las 15:00
horas estando en su domicilio y con Juan Carlos recibe la llamada de Yanara”. Por
su parte, “Juan Carlos reitera que el día anterior había ido a ver un partido de futbol
en que jugaba Luis su otro hermano, ellos ven el partido, van a la casa, se separan,
se juntan a las 13:00 horas para cobrar plata por unos frutos secos”. Y Luis, hermano
de Ramón, también hace alusión al juego de futbol, ratifica que ese día en la noche
estaba viendo un partido y después se va, al otro día se entera del fallecimiento.
Finalmente el Inspector de la PDI, señala que se gestionó una diligencia de tráfico de
llamadas y geo referencia de Ramón para verificar su versión, el día 25 de marzo no
tiene tráfico de llamadas hasta cerca de las 15:00 horas. .
De la prueba precedentemente señalada, y respondiendo a la tercera
pregunta, y valorada conforme a las reglas de la sana crítica, está acreditado que la
noche del 24 de marzo de 2017 a la madrugada del día 25 de marzo, había llantos
de niños provenientes desde la casa de la acusada, la única mujer adulta en ese
hogar, que ella le gritaba a un niño “cállate”, periodo de tiempo coincide con algunas
de las equimosis detectadas en el cuerpo del menor y que Ramón Santibáñez el día
25 de marzo de 2017 deja el domicilio cerca de las 14:00 horas, quedando en el
mismo solo la acusada, sus tres hijos y Dicson.

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4.- ¿De qué manera o forma son causadas las lesiones a Dicson, en
particular aquellas que constituyen la causa de la muerte?
Sobre las lesiones constitutivas de equimosis en partes del cuerpo
diferentes al cráneo, los doctores que atienden a Dicson concuerdan que son
constitutivas de golpes, de traumas y en relación al hematoma supra púbico, el
doctor Eduardo Verdugo Palma señala “es raro en un niño, es por puntapié, lo ha
visto antes, es típico de puntapié”.
Por su parte, el perito doctor Marcos Pulleghini Flores, a serle exhibida las
fotografías correspondientes a otros medios de prueba N°1, describe las lesiones
de cada una de las fotos y la forma en cómo habrían sido causadas, así la “N°3
señala lesiones en el rostro en la mejilla derecha algo ovalada, en la mejilla
izquierda, son equimosis violáceas, y escoriación lineal en la mejilla derecha. Estas
de la mejilla no se explican por caída de juego, estas son producto de una fuerza
ejercida por algún elemento o con fuerza del propio cuerpo que comprime la zona y
provoca la equimosis. En la N°4 de la mucosa labial inferior y superior con equimosis
violáceas, no había heridas contusas, se explican por compresión de la zona,
tratando de ocluir la entrada hacia la cavidad oral, eso provoca esta salida de sangre
a la dermis y la epidermis, puede explicarse con una mano que aprieta la boca para
evitar que llore por ejemplo; la N°6 equimosis en zona de muy difícil acceso, que es
detrás del pabellón auricular, un niño que se cae no tiene porqué golpearse esa
zona, es una lesión claramente producida por un tercero, es violácea. Se puede
explicar tomando la cabeza del niño y comprimiendo fuertemente con las manos, con
los dedos, detrás del pabellón auricular, apretándolo, la N°8 zona lateral izquierda de
la mejilla se ve equimosis alrededor del reborde orbitario lateral izquierdo, en mejilla
izquierda y en el mentón, y la pre auricular delante del pabellón derecho. La de la
mejilla lineal, puede corresponder por la compresión por manos, puede explicarse
por la presencia de una uñas que comprime la mejilla, también puede ser compatible
con una mano que comprime boca, la N°16 llama la atención zona baja del abdomen,
en la zona pre púbica llegando a la zona genital había una equimosis violácea
importante, difusa y en la raíz del pene, que es una zona en que tiene por qué haber
equimosis en un niño que se cae, esto es claramente producto de la acción de un
tercero que golpea esta zona y produce la equimosis, requiere energía aunque no
tan importante, de ser muy importante podría haber una ruptura de una víscera
abdominal lo que no había, no había fractura en la pelvis, pero si importante para
romper vasos capilares y que sangre, un golpe” y ante la pregunta aclaratoria del

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tribunal señala “la lesión zona púbica, puede ser una lesión de golpe, por un golpe o
una patada, no por una caída”
Sobre las lesiones de fractura de cráneo y que son la causa de la muerte
de Dicson, el perito Marcos Pulleghini Flores ante las preguntas del
Ministerio Público señala “son lesiones recientes, vitales, posibles de ser explicadas
por acción de terceros significa que estas lesiones son compatibles con la agresión
de un tercero, no son compatibles con caída de altura ni accidente de tránsito, sino
de la agresión de una tercera persona”. Explica que “en la caída de altura, se
encuentra fracturas en diversos segmentos corporales, múltiples fragmentos, se ven
lesiones columna, lumbar, fracturas de extremidades inferiores y superiores, acá todo
el daño está en una zona corporal y eran fracturas lineales, propias o explicables con
un azote de la cabeza contra estructura roma o lisa. Tampoco de accidente de
tránsito porque ellas deja lesiones de tipo más escoriativas, como rasmillones, acá
solo en las mejillas lineales, hay mucha más destrucción ósea, sangramiento interno
y acá solo hay lesiones en la cabeza, por eso no es compatible con un accidente de
tránsito, menos con un atropello que deja lesiones en extremidades inferiores,
fracturas, lesiones por arrastre”.
Se le pregunta además, si el tercero al que alude podría ser un menor de
edad, el perito responde “tiene que haber sido un adulto, un menor no es capaz de
producir una lesión así, debe ser una persona con fuerza necesaria para tomar la
cabeza, producir equimosis y fractura, en su experiencia no es compatible con un
niño menor de 8 años” y agrega “tiene que haber sido en una superficie plana o
roma, porque de haber sido contra una superficie de haber tenido un tipo de canto o
solevantamiento o con corte y filo, se deberían haber encontrado heridas contusas
en el cuero cabelludo, aquí no las hay, todo estaba por dentro” y señala “la superficie
perfectamente podría ser un piso plano o una pared”.
Ante las preguntas del Ministerio Publico señala “se explica dichas fracturas,
por una fuerza muy importante para fracturar cráneo, el cráneo de un niño es más
delgado que el de un adulto, las suturas no están consolidadas, por tanto no necesita
tanta presión para fracturar, pero si una fuerza importante para fracturar el cráneo,
para ello que violentarlo, no es simplemente dejarlo caer, debe haber una fuerza
aparte, puede ser cómo “tomar un bolso y lanzarlo”, ello puede ejemplificarlo. .
Ante las preguntas de la defensa y en exhibición de la fotografía N°50 señala
en relación a las fracturas de la base del cráneo, “tienen su origen en un solo evento
traumático, pero no un solo golpe, con un solo golpe muy fuerte es difícil que se

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produzca ambas fracturas, muy difícil en la zona posterior, debe haber movimiento
de las cabezas de un lado para otro, para explicar ambas fracturas, podría ser, lo
más probable que sean dos golpes distintos, una zona alta y otra zona bastante más
posterior”
Por su parte, la perito Elvira Miranda Vásquez en relación al daño axonal,
señala que las lesiones cerebrales graves se acompañan de daño axonal, esto es
“cuando la cabeza ha tenido un brusco movimiento de aceleración y desaceleración,
esto hace que el tejido se distienda y la neurona que tiene su cuerpo neuronal más
axones, eso hace como que se cortara o dañara y se produce como una esfera de
retracción, del axon, eso es lo que traduce un trauma cerebral severo” y agrega
“estos daños de aceleración y desaceleración, pueden producirse en casos de
movimiento brusco, de sacudida de un niño o de un golpe sobre en una superficie”
El doctor Eduardo Verdugo Palma, al consultársele ¿Qué explicación podría
tener este tipo de lesiones?, responde “Ninguna doméstica, imposible con accidente
doméstico tenga ese tipo de lesiones. Un parangón solo en accidente de autos de
alta energía, ha visto esas lesiones, que lo atropelló un micro por ejemplo. Si me
caigo, un sitio de impacto una fractura, aquí son 4 fracturas, debiera haberse
golpeado en 4 lugares diferentes, Al caer un sitio de impacto se asocia al sitio de
fractura, si tengo múltiples, deben haber múltiples sitios de impacto, no es una
fractura de objeto o punta, por ejemplo esquina de ventana son fracturas que se
llama pelotas de pin pong el efecto de que se hunde (hueso hacia abajo), con
especie de chuchara el cirujano tiene volver el hueso a la superficie para que quede
parejo, tampoco no eran fractura con hundimiento, eran fracturas de un área grande,
ningún otro tipo de hundimiento. Ni siquiera con caída de 2 piso, ve a diario esos
casos y no tienen esas lesiones, porque la energía no es suficiente, en ese caso son
de fractura única. Se puede descartar una caída de 2 piso, incompatible con
accidente corriendo o de 2° piso. Imposible que sea lesión causada por un niño, se
requiere de muchísima energía, ha visto así en caso de atropello de camión.
Imposible que sea lesión causada por un niño”. Y se le pregunta, en caso de un
ataque de un adulto, como se podría explicar esa fractura en la cabeza sin mayor
afectación del cuerpo, al respecto señala “este niño es de un año más o menos, en
niños más chicos por aplastamiento, pero este no era tan chico como para un
aplastamiento apretar para comprimir el cráneo, si alguien le preguntara lo primero
que se le viene a la cabeza es que lo agarraron de los pies y lo azotaron contra la
pared o contra el suelo, tampoco fue un objeto contundente, apretarle la cabeza no

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explicaría tampoco la fractura occipital, además tenía fractura de base de cráneo y
esas necesitan muchísima energía. La bóveda del cráneo o calota, la base de cráneo
donde está la base de la cabeza, esos provocan los tec abiertos, por ahí sale liquido
encéfalo raquídeo para que ello ocurra tiene ser una energía muy alta”. Agrega “una
fractura produce mucho dolor, pero es relativo, puede verse alterado por la
conciencia del paciente, con 4 fracturas difícil que esté consciente, semi consciente,
imposible que siga en actividad, puede ser un estado gradual de sopor, podría llorar
pero no una actividad normal, imposible”. Y a las consultas de la defensa, señala “la
lesión de la fractura de la cabeza, va a depender del paciente, no va a estar normal,
podría llorar o inconsciente, podría estar semiconsciente, llorando o gimiendo. Son
fracturas de mucha energía” reafirma.
De la prueba precedentemente señalada, y respondiendo a la cuarta
pregunta, y valorada conforme a las reglas de la sana crítica, está acreditado que
las fracturas causadas en el cráneo de Dicson y que son causa de su muerte, fueron
causadas por una tercera persona adulta que agrede a Dicson, que toma la cabeza
del niño y con una energía importante la golpea o azota contra una superficie plana o
roma, piso o pared, tratándose de un solo evento traumático pero con más de un
golpe y que en ningún caso son compatibles con una caída, ni siquiera una en altura.
Recopilando lo anterior, está acreditado que Dicson antes del día 24 de
marzo de 2017 y ese mismo día y hasta el momento en que es llevado al domicilio de
Yanara Costa Saavedra, estaba en perfectas condiciones de salud y no tenía
lesiones, luego una vez que su madre Gladys Poblete Nuñez lo deja al cuidado de
Yanara cambia su estado físico y de salud sufriendo un grave deterioro de la misma,
ingresa en precarias condiciones de salud al SAPU Pudahuel Poniente el día 25 de
marzo de 2017 cerca de las 15:23 horas con equimosis en diferentes partes del
cuerpo y con fracturas en el cráneo.
Desde el SAPU Pudahuel Poniente es trasladado al Hospital Félix Bulnes por
el empeoramiento de su condición y muere a causa de un traumatismo cráneo
encefálico. La noche del día 24 de marzo de 2017 en el domicilio de calle Lo Azola
N°9137, comuna de Pudahuel pernoctaron la acusada Yanara Costa Saavedra,
Ramón Santibáñez Torres, Demixon, Keyla y Román, todos Santibáñez Costa y
Dicson Jesús Santibáñez Poblete, permaneciendo en él al menos hasta la mañana
del día 25 de marzo de 2017, durante esa noche y la mañana del día siguiente.
Dicson en la madrugada del día 25 de marzo de 2017 y hasta cerca de las
13:00 horas sufre equimosis en distintas partes del cuerpo, se escucha llorar a un

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niño en la casa de Yanara y que una mujer le grita “cállate”, estando solo como mujer
adulta en dicho domicilio Yanara, al día siguiente y cerca de las 14:00 horas Yanara
se queda sola en la casa con sus tres hijos y Dicson, a esa hora se produce la
fractura de cráneo de Dicson, la que solo pudo ser causada por una tercera persona
adulta, que agrede a Dicson, que toma la cabeza del niño y con una energía
importante la golpea o azota contra una superficie plana o roma, piso o pared,
tratándose de un solo evento traumático pero con más de un golpe y que en ningún
caso son compatibles con una caída, ni siquiera en altura, que es la versión que
entrega Yanara sobre las lesiones de Dicson.
Por todo lo anterior, es la acusada quien agrede a Dicson en la madrugada del
día 25 de marzo de 2017 con golpes en distintas partes del cuerpo para después,
estando sola con los niños, azotar su cabeza con una energía importante en una
superficie plana como una pared o el suelo, lo que le provoca importantes fracturas
craneales que son la causa de la muerte.
Décimo: Hechos acreditados. Que en atención a los razonamientos
expuestos en esta sentencia precedentemente, este tribunal valorando las probanzas
rendidas en el juicio, las que en su conjunto al no contradecir los principios de la
lógica, las máximas de la experiencia y los conocimientos científicamente afianzados,
tuvo por establecido más allá de toda duda razonable, los siguientes hechos: “El día
25 de marzo del año 2017, al interior del domicilio ubicado en calle Lo Azola N° 9137
de la comuna de Pudahuel, se encontraba Yanara Masiel Costa Saavedra, en
compañía de sus tres hijos menores de edad y de Dicson Jesús Santibáñez Poblete
de un año y cinco meses de edad, quien es hijo de su conviviente Ramón Santibáñez
Torres. El menor Dicson Jesús Santibáñez Poblete, en ese momento se encontraba
bajo su cuidado al haber sido confiado por su madre el día anterior, el 24 de marzo
del año 2017, dejándolo en el domicilio de Yanara Masiel Costa Saavedra alrededor
de las 22:00 horas. Entre la noche del día 24 y el día 25 de marzo del año 2017,
Yanara Masiel Costa Saavedra agredió físicamente al menor Dicson Jesús
Santibáñez Poblete en distintas partes del cuerpo, causándole lesiones superficiales
y profundas, óseas y de tejidos blandos, constatándose lesiones en la cara,
pabellones auriculares, en tórax y abdomen, lumboilíacas y en miembros.
Adicionalmente, en un tiempo cercano entre las 14:00 y las 15:00 horas del día 25 de
marzo de 2017, Yanara Masiel Costa Saavedra agredió físicamente al menor en su
cabeza, causándole lesiones de gravedad, las que son ocasionadas por la acción de
Yanara Masiel Costa Saavedra consistente en proyectar la cabeza de Dicson Jesús

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Santibáñez Poblete en una superficie sólida y plana del inmueble en más de una
ocasión, con una gran fuerza y energía. Por lo anterior, se comprimió el cráneo del
menor, causándole diversas fracturas en el mismo, lesiones mortales y que causaron
la muerte de Dicson Jesús Santibáñez Poblete alrededor de las 17:00 horas de ese
mismo día.
Undécimo: Calificación jurídica. A juicio de este Tribunal los hechos
descritos son constitutivos del delito de homicidio calificado en la persona de
Dicson Jesús Santibáñez Poblete, infracción penal prevista y sancionada en el
artículo 391 N°1 circunstancia primera del Código Penal, esto es, causar la
muerte con alevosía, crimen ejecutado en grado consumado, considerando estos
sentenciadores que la dinámica de los hechos y el actuar de la acusada se encuadra
en esta calificante y no la de ensañamiento, conforme a lo que se planteó y debatió
por los intervinientes en la audiencia.
El delito de homicidio calificado como atentado a la vida debe su alta
penalidad a las circunstancias de comisión del ilícito para lograr el resultado de la
muerte, lo que justifica un mayor reproche.
La alevosía en el Código Penal está definida en el artículo 12 N°1 de dicho
cuerpo legal como “quien obra a traición o sobre seguro”, y tal como lo ha entendido
la doctrina y la jurisprudencia, es quien oculta su intención, aprovechándose de la
confianza que tal ocultamiento produce en la víctima o de los medios de los que
piensa valerse para cometer el hecho sin riesgo para sí. Lo decisivo es el
aprovechamiento o la creación de un estado de indefensión en la víctima, de la
situación de indefensión creada (Politoff, Sergio y otros. Lecciones de derecho penal
chileno. Parte especial. 2° edición, 2007, pp. 60 y ss). En este contexto, se actúa con
alevosía cuando el autor busca esta situación de indefensión o ella es aprovechada
para la realización de su crimen en condiciones más favorables, lo que no
necesariamente dice relación con la edad de la víctima, en este caso un lactante,
sino que las condiciones para cometer el delito para asegurarlo sin riesgo, como es
por ejemplo, que un tercero impida el crimen (Aguilar Aranela, Cristian. Delitos contra
la vida. Doctrina y Jurisprudencia. Editorial Metropolitana, 2014, pp.90 y siguientes).
El actuar alevoso de la acusada se desprende de los siguientes hechos:
1.- Toda comunicación de Ramón Santibáñez con Gladys Poblete es
efectuada por intermedio de Yanara, tal como lo reconoce Ramón cuando señala que
actuaba de esa manera para evitar problemas y que cuando quería ver al niño,

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Yanara se lo pedía a Gladys Poblete, que incluso varias veces el niño se quedó con
ellos.
2.- El día de los hechos, Ramón había acordado con Yanara que le pedirían a
Gladys al niño, por lo cual Yanara la contacta como consta de las conversaciones por
whatsapp, ella refiere extrañar al niño, insiste en verlo, incluso que se lo vaya a dejar
en la noche, le ofrece pagarle el taxi o en este caso el Uber, señala que lo está
esperando, se muestra amistosa con Gladys. En su declaración Gladys incluso
reconoce que tuvo problemas con Yanara antes, que ésta hablaba mal de ella, la
trataba de unas “patas negras” y a su hijo de “un bastardo”, pero después le pidió
disculpas, por lo cual accede a tener más contacto con ella y entregarle al niño a su
cuidado para que se relacione con su padre. Aquí surge la oportunidad, pedir al niño
con el beneplácito y acuerdo de su padre y creada la oportunidad, aumenta la
confianza en la madre para la entrega del niño y que éste pernocte en su propia
casa, de modo que con tal comportamiento oculta su real intención.
3.- El niño se queda toda la noche en su casa, Yanara lo agrede en diferentes
partes del cuerpo en la madrugada, el niño llora, lo hace callar, hay testimonios en el
rostro del niño de lesiones en el labio por compresión y marcas de uñas en las
mejillas, consistentes con la acción de cubrir la boca con la mano y equimosis en
diferentes partes blandas, propias de golpes, incluso de puntapiés.
4.- Al día siguiente el niño está decaído, pero Ramón está en la casa, a él le
llama la atención su estado pero no insiste, Yanara lo tranquiliza, “ha estado así todo
el día” le dice. Ramón sale de la casa cerca de las 14:00 horas, Yanara queda sola
en el hogar, con sus tres hijos y Dicson, todos son niños pequeños, uno de casi la
misma edad que Dicson, los otros de 9 y 7 años. Se observa un aprovechamiento de
la situación y la acusada crea condiciones para cometer el delito sin riesgo, no está
Ramón, el único adulto que pudo detenerla, las otras personas en la casa son niños
pequeños y además sus hijos, que no son capaces de impedir su crimen, físicamente
están imposibilitados dada su edad y contextura física, pero además son sus hijos,
por lo cual hay una dependencia emocional de los niños con ella.
5.- El acto mismo de azotar o golpear la cabeza de Dicson con una gran
energía en contra de una superficie plana, asegura el resultado de la muerte, es un
acto rápido y continuo, el niño no sangra y al tratarse de un niño pequeño justifica
sus lesiones en una caída, específicamente un golpe en la cabeza de carácter
accidental sobre la base de un mástil de cemento que está cerca de donde ella dice

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que el niño estaba sentado y tranquilo. Se advierte en este aspecto, la búsqueda de
la impunidad del crimen.
Toda esta secuencia, da cuenta del actuar alevoso de la acusada, aprovecha
la situación de indefensión del niño para la realización de su crimen, ningún adulto lo
puede proteger, no hay testigos que puedan declarar en contra de ella, el crimen se
comete a puertas cerradas en su propio hogar, inventa una justificación de una caída
accidental y golpe fuerte en la cabeza, habituales en niños de corta edad.
En relación al ensañamiento y abierto debate para su discusión a los
intervinientes, se descarta la concurrencia de esta calificante. El ensañamiento ha
sido definido como “aumentar deliberadamente e inhumanamente el dolor al
ofendido”, por lo cual se trata de una calificante de un fuerte contenido subjetivo más
allá del simple dolo de matar, implica aumentar intencionalmente el sufrimiento
propio del morir de la víctima, que importe maldad, perversidad, insensibilidad o
deleite con el sufrimiento del ofendido, procura un sufrimiento innecesario previo a la
muerte (Aguilar Aranela, Cristian. Delitos contra la vida. Doctrina y Jurisprudencia.
Editorial Metropolitana, 2014, pp.90 y siguientes y Politoff, Sergio y otros. Lecciones
de derecho penal chileno. Parte especial. 2° edición, 2007, pp. 60 y ss). Lo anterior
significa que tal aumento del dolor debe tener lugar durante la ejecución del
homicidio.
En el presente caso si bien hay un grupo de lesiones importantes constatadas
en el menor, la prueba no permite configurar la calificante. Primero, debe tratarse de
un “dolor inhumano”; efectivamente los golpes pueden generar dolor pero no hay
prueba que acredite que dicho dolor causado al menor era intolerable, los peritos
refieren el tipo de lesiones, sus características, pero no cual debió ser el sentir físico
de la víctima, tampoco respecto de las lesiones que causan la muerte se desarrolla
este punto por los peritos y médicos, solo refieren que pudieron crear un estado de
inconciencia. El otro problema surge con el elemento subjetivo en relación al tiempo
ejecución del homicidio que corresponde a las fracturas del cráneo, por lo cual si bien
el actuar de la acusada es reprochable en este sentido, no puede sostenerse que el
conjunto de lesiones previas formaban parte de la ejecución sin solución de
continuidad del acto de matar.
Duodécimo: La participación de la acusada. En cuanto al grado de
participación en el delito, le corresponde a la acusada una participación en calidad
de autora, por haber intervenido en su ejecución de una manera inmediata y directa,
de conformidad al artículo 15 N°1 del Código Penal, lo que se acreditó con la prueba

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de cargo, estimándose que la versión de Yanara Masiel Costa Saavedra sobre cómo
se habrían originado las graves lesiones de Dicson Jesús Santibáñez Poblete
constitutivas de la causa de su muerte, no son atendibles, al resultar ilógicas y
contradictorias con la prueba rendida.
La acusada en su declaración en estrados, afirma que el niño venía con
lesiones, lo cual ya ha sido desvirtuado conforme se razonó en los considerandos
precedentes, pero además preguntada sobre cómo se habría producido la lesión en
la cabeza de Dicson, señala que no se lo explica, que tiene que haber sido una caída
del niño mientras estaba sentado afuera de la casa con una bolsa de chester, lo
encontró de espalda hacia el suelo, con la cabeza golpeada hacia el lado izquierdo,
al lado derecho había una base de mástil, al lado izquierdo el cemento levantado por
una mala terminación de aproximadamente un escalón de alto, que ella solo sintió un
golpe seco y fuerte. Sin perjuicio que tal versión, en ningún caso la misma explica
todas las fracturas del cráneo de Dicson, como ha quedado acreditado con la prueba
pericial y las declaraciones de los médicos que lo atendieron. Todos ellos refieren
que para causar ese tipo de fracturas es necesario el ejercicio de una fuerza externa,
causada por un tercero, proveniente de un adulto, consistente en el acto de lanzar o
azotar la cabeza del menor con una gran energía sobre una superficie plana o una
fuerte sacudida del menor (shaken baby). Por lo anterior, es imposible que Dicson
sufriera tales lesiones estando él sentado o incluso de pie y que perdiendo el
equilibrio, cayera al suelo y su cabeza justo golpeara la base del mástil.
Adicionalmente durante la investigación, la acusada da diversas versiones de la
caída de Dicson, todas contradictorias y de sus dichos insinúa que la madre de
Dicson es una madre despreocupada, que lo abandonó, que lo entregaba sucio,
golpeado, que incluso se aprovechaba económicamente de ella, que había que
pagarle para poder ver al niño, que fue ella quien eligió el nombre Dicson, en el
fondo, que las lesiones de Dicson sería el resultado de un maltrato habitual y
persistente de su madre, afirmaciones que no se sostienen con la prueba rendida.
Solo la madre de Ramón, Guadalupe del Carmen Torres González, refiere que
Gladys Poblete es una “mala madre y despreocupada”, que Yanara se hace cargo de
todo y cuidaba todo el tiempo a Dicson, pero en su misma declaración sostiene que
veía siempre a Yanara, que ella iba a su casa, que no vivían cerca, pero que no veía
a Dicson y solo lo vio unas 4 veces, declaración en si misma contradictoria por
cuanto si efectivamente Yanara estaba todo el tiempo con Dicson, como le consta

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ello si al niño no lo vio más de 4 veces y se supone que la iba a ver a su casa, por lo
anterior, tal declaración se desestima.
Sobre las diferentes versiones de la acusada en relación a las lesiones de
Dicson, el doctor Orlando Dawhare Acevedo señala que Yanara le dice primero que
tuvo una caída reciente, sin dar mayores detalles de la hora y que se golpeó con un
mástil de madera, ante la gravedad de las lesiones se le vuelve a interrogar y en su
segunda versión señala que se había caído en días anteriores sin tampoco
especificar. Agrega el doctor, que Yanara estaba extremadamente ansiosa,
queriendo ingresar a cada momento al box donde el niño era atendido. A la abuela
materna María del Carmen Núñez Jara, le dice que “el niño se había caído jugando
a la pelota”, a María Isabel Valenzuela González “que el niño llegó inquieto, que
estaba inquieto todo el rato y lo llevaba a la posta”, a Miguel Ángel Tobar León “le
pide a él que le pare un taxi para llevar al niño al consultorio porque se había caído
de la escalera” y en el documento N°6 sobre dato de atención de urgencia del SAPU
Pudahuel Poniente se indica “lactante de un año su madrastra refiere caída el día de
ayer y hoy, refiere nueva caída motivo por el cual acude al SAPU”, debiendo
recordarse que es la acusada quien lleva a Dicson y la única adulta que da
explicaciones sobre los motivos de la consulta médica.
De lo anterior se concluye, que la declaración de la acusada es solo
exculpatoria, que busca evitar la sanción por el crimen cometido, acomodaticia, por
cuanto sus diferentes versiones siempre se circunscriben a dinámicas de caída que
justifiquen los golpes en la cabeza, de ahí su ansiedad en el SAPU Pudahuel
Poniente a la que refiere el doctor Orlando Dawhare Acevedo. Además en la
exhibición de otros medios de prueba N° 2 consistentes en fotografías del domicilio
de la acusada, no se advierte escalones de gran altura, elementos contundentes que
pudieran incluso justificar su versión, incluso se le pregunta por estos jueces a la
acusada características de su domicilio lo que confirma que su versión es artificiosa,
no existiendo dudas que fue la acusada quien alevosamente provoca las lesiones a
Dicson que le causan la muerte.
Décimo tercero: Rechazo de la teoría del caso de la defensa. La defensa
sostiene que no hay prueba directa, que la atribución de responsabilidad de la
acusada es solo por descarte, por lo cual a su entender, no procede condenar al no
cumplirse con el estándar probatorio exigido por la ley, planteándose en el presente
caso una duda razonable sobre la participación de la acusada. Adicionalmente, la
defensa afirma que la versión de la acusada siempre ha sido la misma, es decir, que

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las lesiones son a consecuencia de una caída accidental del niño. Después de
rendida la prueba, señala además, que las lesiones de Dicson no pudieron ser
ocasionadas por la acusada al carecer de la contextura física y la fuerza necesaria
para efectuar un “despliegue de gran energía” al que aluden los peritos. Finalmente,
que la línea de tiempo resulta relevante, en particular sobre el hecho de que Yanara
no habría estado sola y que la motivación al crimen por celos de la acusada en
contra de Gladys no es tal.
Tal como se ha sostenido por la doctrina “en nuestro sistema procesal,
podemos señalar que la prueba es un conjunto de actos procesales que se realizan
en el juicio oral, para los efectos de permitir al tribunal alcanzar su convicción
fundada y más allá de toda duda razonable, acerca de la verdad en torno a la
existencia de los hechos afirmados por las partes que permiten determinar el delito y
la participación de un imputado en la sentencia definitiva e imponer, por consiguiente,
la pena determinada por la ley” (Maturana Miquel, Cristian y Montero López, Raúl.
Derecho Procesal Penal, Tomo II, Abeledo Perrot, primera edición, 2010, p.769).
El análisis de la prueba, la determinación del hecho punible y la atribución de
responsabilidad penal de la acusada, no ha sido por descarte, se desprende del
análisis que se ha hecho de la prueba como se ha ido desarrollado a lo largo de la
sentencia, de hechos ciertos se ha llegado a establecer los inciertos, se sitúa a la
acusada en el lugar de los hechos, en el tiempo de las lesiones, se explica la
dinámica de las mismas, todo ello conforme a las reglas de la sana crítica y las
máximas de la experiencia. Difícilmente en un crimen como el del homicidio de
Dicson, habrá una prueba directa, por ello precisamente hay un actuar alevoso, para
lograr la impunidad, que fue lo buscado por la acusada.
Sobre la relación de Gladys y Yanara como de carácter cordial que plantea la
defensa, ella no fue constante, solo en el último periodo, después de unas disculpas
de Yanara, incluso la madre de Gladys percibe esa amabilidad de la acusada como
fingida.
En relación a la prueba de las lesiones, su naturaleza y la explicación científica
de cómo fueron causadas y la data de ellas, acreditan el delito y desvirtúan la versión
de la acusada de manera inequívoca, no hay duda sobre la forma en que estás
ocurren y en qué periodo de tiempo, situando a la acusada en el domicilio sola, sin
Ramón que ya había hecho abandono del domicilio. En cuanto al “despliegue de una
gran energía” al que aluden los peritos, no obstante que la acusada no es una
persona de gran contextura y fuerza, hay que recordar que la víctima es un niño de

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no más de 11 kilogramos de peso, que un despliegue de gran energía no es
equivalente a una fuerza muscular importante, sino a un movimiento intenso, por ello
el perito del Servicio Médico Legal y el doctor del Hospital Félix Bulnes aluden a un
movimiento de “lanzar un bolso” o “agarrar de los pies y azotar la cabeza”, para lo
cual no se requiere que el autor del hecho sea de una persona de contextura gruesa,
pero si ser un adulto, como lo indican también los dichos de los expertos, de manera
tal, que esa argumentación de la defensa se rechaza.
La referencia a que Yanara no tenía como prever que Ramón no estaría en la
casa, no es relevante para la alevosía que supone la creación de la oportunidad o su
aprovechamiento, lo que es diferente a la premeditación. A ello cabe recordar, que
Yanara mantenía el control de la casa, ella controlaba las comunicaciones de Ramón
con Gladys, él dice “para evitarse problemas” y que Gladys había dejado al niño
varios días y veces pernoctando en casa de Yanara. Este hecho no conlleva a
plantear una duda razonable sobre la participación de Yanara en calidad de autor del
homicidio alevoso de Dicson, sino que incluso de ser efectivo, da cuenta del
aprovechamiento de Yanara de la confianza depositada por Gladys que es una de
las características de la alevosía.
En relación a los celos como motivo del crimen alevoso, cabe recordar la
declaración de Yanara Costa Saavedra en juicio. Al inicio de su declaración parte
relatando su relación de larga data con Ramón Santibáñez Torres y acto seguido
que aparece Gladys Poblete Núñez, lo que significó una ruptura con Ramón para
ella, luego comienza a descalificarla, lo trata de suavizar, reconoce que al principio
se enojó pero después que habló con ella refiriendo en más de una oportunidad en
su relato, a propósito del embarazo de Gladys, “que no pensó que se fuera a separar
por eso si ya no se habían separado” y de ahí refiere que ella tenía una verdadera
relación de madre con Dicson, más que Gladys, señalando que el niño siempre
estaba mal con Gladys, sucio, flaco, golpeado y que ella siempre la ayudó en todo,
que el niño estaba mal a diferencia de sus hijos y que ella a diferencia de Gladys,
nunca entregó al niño golpeado ni sucio. En su declaración Gladys Poblete Núñez,
refiere que antes del mes de febrero de 2017 Yanara hablaba mal de ella y decía que
Dicson era un guacho, un bastardo, la acusaba de meterse en su relación, que ella
era unas patas negras, que ello fue el tiempo que estuvo embarazada ad portas del
parto, pero después Yanara le pidió disculpas, en febrero de 2017 tuvieron una
conversación por WhatsApp y volvieron a hablar a la vuelta de sus vacaciones en
marzo del 2017. Y agrega que la relación con Yanara durante su embarazo no era

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tan cordial, cuando Yanara estaba embarazada trataba mal a Dicson, en algún
momento la relación fue cordial, la conversación era solo WhatsApp, durante su
embarazo la vio una vez, una vez se juntaron porque ella se fue a hacer una
ecografía y se juntaron allá y Ramón había mandado la plata. Con Ramón solo se
comunicaba por Facebook, por Messenger, a ella no la llamaba Ramón, todo era a
través de Yanara. Así lo confirma Ramón Santibáñez Torres en su declaración
“Yanara se enojó cuando supo que iba a esperar un hijo de Gladys, él estaba
separado con Yanara, así que ella lo aceptó no más. Sobre la causa de violencia
intrafamiliar, él no la agredió, Yanara estaba celosa porque iba a tener otro hijo, esa
fue la única pelea que tuvieron. El mayor contacto de Dicson era con Yanara, ya que
él trabajaba. Para evitar problemas, no hablaba con Gladys, para no tener problemas
en la casa, le decía a Yanara cuando quería ver al niño, para evitar discutir con
Yanara no hablaba con Gladys”: Ello demuestra un control de la relación por Yanara,
incluso Ramón para ver a su hijo lo hace a través de ella “para no tener problemas”,
lo que demuestra que los celos de Yanara era algo permanente y un móvil para el
homicidio del hijo de Gladys con Ramón.
Por todas estas consideraciones, se rechaza la tesis de la defensa y la
solicitud de absolución.
Décimo Cuarto: Circunstancias agravantes al hecho punible y su
rechazo. El Ministerio Público y la parte querellante solicitaron la aplicación de dos
agravantes, las del artículo 12 N°6 y N°7 ambas del Código Penal.
El artículo 63 del Código Penal por su parte establece en materia de
agravantes el principio de ne bis in ídem en virtud del cual no produce el efecto de
aumentar la pena las circunstancias agravantes que por sí mismas constituyen un
delito especialmente penado por la ley, o que ésta haya expresarlo al describirlo y
penarlo.
Sobre el particular, la agravante del artículo 12 N°6 del Código Penal de
“abusar el delincuente de la superioridad de su sexo o de sus fuerzas, en términos
que el ofendido no pudiera defenderse con probabilidades de repeler la ofensa”.
Como lo ha sostenido la doctrina, es insuficientemente que objetivamente se dé una
situación de inferioridad de la víctima en cuanto a su fuerza o sexo. Aquella que
determina la agravante aumentando el injusto del acto, es el abuso de esa realidad,
que se aproveche de ella y lo determine a cometer el delito (Garrido Montt, Mario.
Derecho Penal Tomo I. Parte General. 2°edición 2005, pp. 229 y ss). En este caso, la
víctima es un menor de edad de 1 año y 5 meses que, como se pudo apreciar en las

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fotos exhibidas en la audiencia estaba recién empezando a caminar, por lo que
nunca tuvo ni la más ínfima posibilidad de reaccionar frente al inmediato y certero
ataque que fue objeto por la autora y que le causó la muerte, por lo que éste, en
absoluto estuvo dirigido, ni hipotéticamente, a anular su posibilidad de defensa como
lo exige la citada regla, por lo que se desestimará tal agravante.
En el caso de autos, la víctima es un menor de edad y ello una condición
objetiva, pero no determinante para la comisión del homicidio, es decir, no por ser un
menor de edad es que la condenada decide darle muerte aprovechando su
superioridad física dada por la diferencia de edad, la da muerte por ser el hijo de
Gladys y Ramón.
En relación a la agravante del artículo 12 N°7 del Código Penal, esto es,
“cometer el delito con abuso de confianza”, ella está comprendida en el concepto de
alevosía. En efecto, la condenada a fin cometer el crimen en condiciones más
favorables y favorecer la situación de indefensión crea en la madre de Dicson la
creencia de que el niño estaría debidamente cuidado y protegido por ella, por lo cual,
insta a que el niño sea llevado a su domicilio, por lo cual este “aprovechamiento” de
la confianza de la madre de Dicson es consustancial a la búsqueda de condiciones
que le permitieran dar muerte en impunidad a Dicson, por lo cual no se configura la
agravante.
Décimo Quinto: Audiencia de determinación de la pena. Que después de
haber escuchado el veredicto condenatorio, se abrió debate para referirse a las
circunstancias ajenas al hecho punible y a los factores determinantes de la pena. En
esta oportunidad, la fiscalía incorporó el extracto de filiación y antecedentes de la
condenada, quien registra una anotación en su extracto de filiación en la causa RIT
3.846-2015 del Primer Juzgado de Garantía de Santiago, condenada como autora en
grado consumado del delito de tráfico ilícito de drogas y sustancias estupefacientes
el 17 de diciembre de 2015 a una pena de 541 días de presidio menor en su grado
medio, multa de 1/3 de unidad tributaria mensual con remisión condicional de la
pena.
El Ministerio Público solicita que se imponga a la condenada la pena de
presidio perpetuo simple, teniendo presente para ello que al no existir atenuantes ni
agravantes, el tribunal está facultado para recorrer la pena en toda su extensión,
siendo esta la pena que corresponde atendida la extensión del mal causado
conforme al artículo 69 del Código Penal, las circunstancias de comisión, la crueldad
y brutalidad del hecho, que justifican un mayor reproche que sea proporcional a la

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naturaleza del hecho y forma de comisión. La parte querellante por su parte, adhiere
en iguales términos que el Ministerio Público.
La defensa por su parte, solicita que se aplique la pena en su mínimo, esto es,
15 años y 1 día, sosteniendo que los argumentos del Ministerio Público sobre la
extensión del mal causado ya forman parte de la alevosía, haciendo además
presente las circunstancias de vida de la condenada y sus tres hijos.
Décimo Sexto: Determinación de la pena corporal. Que el delito de
homicidio calificado está sancionado con la pena de presidio mayor en su grado
máximo a presidio perpetuo, esto es, se inicia con 15 años y un día y se extiende
hasta el presidio perpetuo. En el presente caso, no concurriendo atenuantes ni
agravantes el tribunal puede aplicar el marco punitivo en toda su extensión conforme
al artículo 68 del Código Penal.
Para efectos de determinación de la misma, el persecutor y la querellante
solicitan aplicación del artículo 69 del Código Penal, esto es, la mayor o menor
extensión del mal producido por el delito. Se ha sostenido que esta norma contiene
una regla de carácter general que los jueces del fondo deben tener en cuenta,
apreciando todos los antecedentes reunidos en el proceso, pero no es una norma
que los obligue a aplicar la pena dentro de un grado y extensión determinados.
Sobre el particular hay varios elementos de hecho que deben ser
considerados para efectos de determinar dentro del marco legal cual es la sanción
que ha de aplicarse al caso concreto, teniendo presente para ello que precisamente
entre las diferentes funciones de la pena se encuentra la protección de los bienes
jurídicos. En este caso, el bien jurídico protegido es la vida, la muerte se ha
ocasionado a un menor de corta edad, dicho menor fue objeto de una serie de
agresiones físicas además de las lesiones que le causaron la muerte, el impacto de
la muerte en su madre y grupo familiar, son elementos a considerar al momento de
determinar el reproche que merece el ilícito dentro del marco legal y sin vulnerar el
principio de ne bis in ídem.
Como se dijo precedentemente, el tribunal puede aplicar la pena en toda su
extensión, sin embargo el máximo de la pena es el presidio perpetuo, por lo cual no
existiendo agravantes en el caso concreto, no parece razonable aplicar el grado más
alto de la pena cuando además la diferencia de un perpetuo simple v/s calificado
aplicable para el caso de existir más de una agravante, dice relación con el periodo
mínimo para optar a un beneficio de libertad condicional, que no necesariamente
será otorgado efectuada la postulación al mismo. En esta misma línea de

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argumentación, el hecho es de una gravedad evidente por las características del
ilícito y de la víctima, por lo cual el reproche penal debe ser mayor, motivo por el cual
se procederá a aplicar la pena en el grado más alto dentro del mínimo de la misma.
Décimo Séptimo: Penas accesorias y costas. Que tratándose de un delito
con pena corporal de presidio mayor en virtud de lo dispuesto en el artículo 28 del
Código Penal, corresponden las accesorias de inhabilitación absoluta perpetua para
cargos y oficios públicos y derechos políticos y la de inhabilitación absoluta para
profesiones titulares mientras dure el tiempo de la condena, como se dirá en lo
resolutivo.
En cuanto a las costas, habiéndose dictado sentencia condenatoria, se
condena a dicha carga procesal.
Por estas consideraciones y lo dispuesto en los artículos 1, 12 N°6 y N°7, 14
N° 1, 15 N° 1, 18, 21, 22, 28, 50, 63, 69, 76, 391 N°1 Código Penal; artículos 1, 42,
45, 47 inciso final, 53, 295, 296, 297, 309, 314, 319, 323, 329, 332, 336, 338, 339,
340, 341, 342, 343, 344 y 348 del Código Procesal Penal y artículos 1, 5 y 17 de la
Ley N° 19.970 y su Reglamento; se declara que:
I.- Se condena a YANARA MASIEL COSTA SAAVEDRA a la pena de 20
años de presidio mayor en su grado máximo en su calidad de autora del delito de
homicidio calificado cometido en la persona de Dicson Jesús Santibáñez Poblete el 25
de marzo de 2017 en la comuna de Pudahuel.
II.- Asimismo, se condena a YANARA MASIEL COSTA SAAVEDRA a la
pena accesoria de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y
derechos políticos y la de inhabilitación absoluta para profesiones titulares mientras
dure el tiempo de la condena.
III.- La condenada YANARA MASIEL COSTA SAAVEDRA deberá cumplir
efectivamente la pena impuesta en esta sentencia, sirviéndole de abono todo el
tiempo que ha estado interrumpidamente privada de libertad en esta causa. Desde el
26 de marzo de 2017 al 23 de junio de 2018, un total de cuatrocientos cincuenta y
cinco días (455), conforme la certificación del Jefe de Unidad de Causas del
Tribunal.
IV.- Se condena a la sentenciada al pago de las costas.
V.- Incorpórese la huella genética de la sentenciada al Registro de
Condenados por personal de Gendarmería de Chile, salvo que ya estuviese
registrada previamente.

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VI.-Cúmplase con lo dispuesto en el artículo 468 del Código Procesal Penal y
remítase en su oportunidad por vía interconexión esta sentencia, con certificado de
estar ejecutoriada, al Juzgado de Garantía de esta ciudad que sea competente para
los efectos pertinentes.
VII.-Devuélvase, en su oportunidad, los documentos a los respectivos
intervinientes y regístrese.
Redactada por la Juez Titular Paulina Soledad Andrés Miranda.
RUC: 1700287146-7
RIT: 87-2018

Paulina Soledad Andrés Miranda

Enrique Durán Branchi

Pronunciada en sala del Primer Tribunal Oral en lo Penal de Santiago, conformada


por los Jueces Titulares Ana Carolina Larredonda Muñoz, quien presidió e integrando
Paulina Soledad Andrés Miranda y Enrique Durán Branchi. No firma la juez
Larredonda Muñoz no obstante haber concurrido a la decisión por encontrarse
haciendo uso de licencia médica.

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