Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Cartas A Un Hermano Sacerdote 22 de Junio
Cartas A Un Hermano Sacerdote 22 de Junio
2 - LA PARTE BUENA
La madre Teresa declara que esta hora santa diaria es la causa y la razón
por la que su comunidad ha florecido. Ha crecido a más de tres mil
miembros gracias al poder y la gracia recibidos en la hora santa diaria. La
comunidad se ha multiplicado y ahora sus hermanas están presente en
todas partes del mundo. Estuvo dispuesta a dedicar un tiempo para unirse
a la "vid" y pudo alcanzar y abrazar al mundo entero.
El sacerdote más grande que jamás haya vivido decía la misma homilía
todos los días, una y otra vez, eran sólo dos líneas. San Juan María Vianney
predicaba lo mismo cada domingo: "Si sólo supieras cuanto Jesús te ama
en el Santísimo Sacramento, te morirías de felicidad". Después señalando
hacia el Sagrario, agregaba "JESUS ESTA REALMENTE AHI".
La gente venía de todas partes de Francia para oírlo hablar y todos los
domingo repetía lo mismo. Al tomar conciencia del amor y la presencia de
Jesús en el Santísimo Sacramento, se conmovía tan intensamente, hasta
lo más profundo de su alma, que al señalar el Sagrario para mostrarle a la
gente que Jesús estaba realmente ahí, lloraba de alegría. Pasaba largas
horas día y noche rezando ante el Santísimo Sacramento, como también
muchas horas en el confesionario. San Juan María Vianney, el santo cura
de Ars, fue proclamado por la Iglesia modelo y patrono de todos los
sacerdotes.
Otro Sacerdote famoso que vivió en la misma época, fue el padre
Lacordaire. Este sacerdote fue el predicador más elocuente de su tiempo.
Cuando predicaba en la Iglesia de Notre Dame de Paris, el rey y la reina
iban a oírlo y la Catedral se llenaba.
Un día alguien le preguntó si sentía gran satisfacción por ser un predicador
tan popular pero contestó que no, porque cuando él hablaba la gente decía
cuán hábil e inteligente era. Pero, cuando Juan María Vianney hablaba,
todos decían “qué bueno es Jesús”
¡Qué complicada es la naturaleza humana, querido Tomás! Tratamos de
impresionar a todos con nuestra inteligencia, teologizando todo. Tanto, que
a la gente le resulta difícil entender lo que tratamos de decir. Lo que
realmente debemos hacer es decir cuán bondadoso es Jesús en el
Santísimo Sacramento. Le aconsejo a Jorge que todo lo que tiene que
hacer como sacerdote es repetir las dos líneas de San Juan María Vianney
y así también será canonizado.
Fraternalmente tuyo en Su
Amor Eucarístico.
Mons.
Pepe
4 - PODER VERDADERO
Fiesta de la Transfiguración,
6 de agosto de 1993.
Querido Tomás:
Pareciera que la segunda guerra mundial
ocurrió hace mucho tiempo y que está ya muy
lejos. En 1945 en un día como hoy, fueron
lanzadas dos bombas sobre Japón. La guerra terminó. Entonces, un joven
llamado Douglas Valentine se encontraba en un campo de concentración
japonés. Muchos años después escribió un libro titulado Hotel Tacloban,
sobrenombre de ese campo.
Mons.
Pepe
5 - MENDIGANDO AMOR
Memoria de Santa Clara,
11 de agosto de 1993.
Mons.
Pepe
6 - IMITACION
Esto fue lo que inspiró al padre Kolbe a dar su vida por la de su compañero
de prisión. Innumerables veces había meditado sobre esta verdad en la
presencia de nuestro Salvador. Jesús eligió la muerte en la Cruz para que
pudiéramos tener la plenitud de su Vida en el Santísimo Sacramento. Eligió
sufrir el odio para que podamos ser llenados con su Amor. Eligió ser herido
hasta quedar desfigurado para que podamos ser sanados enteramente.
Eligió soportar las tinieblas para que podamos tener la luz y la alegría de
su Presencia real. Eligió padecer el abandono del cielo para que podamos
tenerlo siempre a ÉL, Emanuel, con nosotros en la tierra.
El padre Kolbe le dijo a sus hermanos: “todos los hermanos menores deben
tratar de imitar al hermano mayor, Jesús, en el Santísimo Sacramento”.
Y esto es lo que el padre Kolbe hizo cuando intercambió su propia vida por
la de su compañero de prisión. El efecto más grande de su devoción al
Santísimo Sacramento fue la IMITACION. Puede que no seamos llamados a
tan dramático acto de generosidad, pero cada día somos llamados a
muchos actos de desprendimiento, por lo que todos deberíamos ser
motivados, influenciados e impulsados por el acto más grande de
generosidad: el generoso amor de Jesús en el Santísimo Sacramento.
Fraternalmente tuyo en su
Amor Eucarístico,
Mons.
Pepe
7 - RESTAURACION
San Pío X,
21 de agosto de 1993
Querido padre Tomás:
Una tarde que visité la capilla en Las Piñas había allí una mujer de nombre
Hilda Walstrun, rezando de rodillas, sollozando silenciosamente. Cuando le
pregunté qué le pasaba, me respondió que sus lágrimas eran de gozo.
Había asistido a la Misa y durante la elevación vio que la Sagrada Hostia
se transformaba en un apasionado Corazón con la luz del Amor destellando
rayos luminosos. Uno de esos rayos llegó a su corazón. Me comentó que en
ese solo instante, ella había experimentado tanto amor como jamás
alguien podría sentir, aunque viviese mil años.
Tuve una larga conversación con el obispo Ito de Akita, presente entonces
en la capilla, que podía atestiguar sobre la luz gloriosa que el Santísimo
Sacramento irradiaba. Sucedió en 1973, en la fiesta del Sagrado Corazón y
duró tres días. Esta aparición ya fue aprobada por la Iglesia.
Fraternalmente tuyo en su
Amor Eucarístico,
Mons. Pepe
8 - SU PRECIOSÍSIMA SANGRE
El Santo Padre en Dominicae Cenae, dice que la adoración sirve para hacer
"reparación" por los males del mundo. El valor de una hora santa no tiene
límite porque los méritos de la Cruz son infinitos. Por eso el padre John
Hardon SJ indica que es absolutamente imposible exagerar el valor de una
sola hora de oración en presencia de Jesús en el Santísimo Sacramento.
Jesús dijo: "Y yo cuando sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia
mi" (Jn 12,32). Con cada hora santa que hacemos, atraemos a la parroquia
y al mundo entero las gracias que Jesús obtuvo para nosotros en el
Calvario. El triunfo de la cruz es la misericordia que obtenemos del
Santísimo Sacramento que sella a todos y a cada uno de nosotros con la
Preciosísima Sangre de Jesús.
Fraternalmente tuyo en Su
Amor Eucarístico,
Mons. Pepe
9 - SANTIDAD
Y así como ahora no se podría salir bajo la lluvia torrencial sin empaparse,
tampoco se puede estar en la presencia del Santísimo Sacramento sin
empaparse espiritualmente y crecer en la misma vida y santidad del Señor.
Por esto la Escritura dice: "vendrá a nosotros... como la lluvia tardía que
riega la tierra". (Os 6, 3)
Fraternalmente tuyo en Su
Amor Eucarístico, Mons.
Pepe
10 - TRANSFORMACIÓN
Memoria de San Francisco de Asís,
4 de octubre de 1993
Fraternalmente tuyo en Su
Amor Eucarístico,
Mons. Pepe
11 - CONEXIONES
Esa tarde el Secretario Ejecutivo del congreso nos visitó al padre Farrall, al
padre Martín y a mí, en la casa Maryknoll donde nos alojábamos. Quería
conocer cómo había empezado todo este maravilloso trabajo de la
adoración perpetua que había logrado establecer cientos de capillas tanto
en Corea como en Filipinas.
Si todavía tienes el rosario en tus manos, hay sólo una cosa más que te
quiero decir. Cuando rezas el Rosario ante el Santísimo Sacramento, amas
a Jesús con el Corazón de María. Unidos al Corazón de María por el rosario,
haces una perfecta hora santa porque amas a Jesús con el amor perfecto
de María.
Fraternalmente tuyo en Su
Amor Eucarístico,
Mons.
Pepe
12 - REPARACION
Jesús nos llama a cada uno de nosotros diciéndonos: "Tengo sed, una
terrible sed de ser amado por ustedes en el Santísimo Sacramento".
El Santísimo Sacramento es el Sagrado Corazón de Jesús en medio de
nosotros. Hoy llora como lloró por Jerusalén. ¡Cuánto desea reunir a cada
uno de nosotros en Su Corazón, así como la gallina reúne a sus polluelos
debajo de sus alas!
Cambia su llanto en una sonrisa, querido Tomás. Establece la adoración
perpetua en tu parroquia y cambiarás las espinas de Su Corazón en
muchas flores de consuelo. Cada hora santa reparará toda la indiferencia e
ingratitud del mundo.¡Qué gracia tan grande!
Fraternalmente tuyo en Su
Amor Eucarístico,
Mons.
Pepe
13 - SALVACIÓN
Esto agradó tanto a Jesús que hizo a Martín un autor de milagros. Llevaba
un canasto de pan fresco del monasterio para repartir por las calles a los
pobres. Con un solo canasto daba pan a un barrio entero.
Esta es la razón por la que Carlos de Foucauld pasó toda su vida ante el
Santísimo Sacramento, en un desierto de Arabia. Su única oración era:
"Dios mío, conduce a todos los hombres a la salvación".
¡Cuál podría ser una mayor razón para tener adoración perpetua que esta
quinta gracia de salvación!
Fraternalmente tuyo en Su
Amor Eucarístico,
Mons.
Pepe
14 - HERENCIA
15 - ROSAS EN LA NIEVE
.
Las rosas florecieron en la nieve. La imagen de Nuestra Santa Madre se
imprimió en un pobre poncho que se ha conservado por siglos. Los
científicos no pueden descifrar cómo fue que se imprimió esa imagen en la
tilma. Ella es la mujer vestida del sol que es el símbolo de su Hijo
Eucarístico. Dos corazones que laten al unísono.
Por eso Pablo VI señala en Misterium Fidei que una sola hora santa ante
Jesús Sacramentado, nos da "una dignidad, incomparable".
Hay una canción que dice: "todos buscan el amor en los lugares
equivocados" ("looking for love in all the wrong places").
Fraternalmente tuyo en su
Amor Eucarístico,
Mons.
pepe
16 - INTIMIDAD
Navidad,
25 de diciembre de 1993
“El párroco de esta pequeña iglesia dijo que sin órgano la Navidad iba a ser
una "noche de silencio, una Noche de Paz". Entonces, para la misa de
medianoche, el organista compondría una melodía, el sacerdote escribiría
la letra y el coro cantaría las suaves alabanzas de un nuevo himno.
Con esta intención se compuso el himno: algo sencillo, cantado una sola
vez y olvidado. Después de Nochebuena, una tormenta de nieve impidió que
llegara el hombre que arreglaría el órgano hasta la primavera, cuando la
nieve se hubo derretido. Al terminar de arreglarlo, encontró sobre el órgano
esta partitura olvidada aquella noche de Navidad. La tomó y se la llevó
consigo a Munich. El resto es historia. "Noche de Paz" ha sido escuchada
desde entonces. Sus suaves acordes de amor y de paz, han llegado a
millones y millones, transformando la vida de innumerables personas.
Lo mismo sucede con una sola hora santa. La dejamos en la capilla, como
esa partitura de "Noche de Paz" y Dios transforma nuestra hora de oración
en un caudal de gracias infinitas para su pueblo. La gracia de Dios
obtenida en una sola hora santa transforma más corazones que toda la
gente que lo ha hecho con 'Noche de Paz'. Por una sola hora santa, las
gracias de Dios se oirán en el mundo hasta el fin de los tiempos y por toda
la eternidad, por el aprecio divino que Dios tiene por aquellos que aman a
su Hijo en el Santísimo Sacramento.
Esto me recuerda una película llamada 'El Niño de Oro" ("Golden Child"). El
destino del niño era la salvación del mundo, ya que todo lo que él tocaba se
curaba y quedaba sano. El diablo lo encierra en una jaula y lo aleja de la
gente. La misión consistía en liberar al niño.
San José tuvo que proteger al Niño Jesús con la huída a Egipto. Un
Herodes furioso había ordenado una masacre (Mt 2,16). El Papa compara
esto con el aborto de la vida humana. Pero también existe el aborto de la
vida divina. Aquellos que destruyen la adoración, aíslan a los fieles del
torrente de la vida divina
Querido Tomás, sé ese ángel, ese mensajero. Dile a la gente con esa misma
alegría que tu parroquia tendrá adoración perpetua en donde el mismo
Jesús nacido en Belén los estará esperando con los brazos abiertos. "No
temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo"
(Lc 2,10).
Mons.
Pepe
17 - SEGURIDAD
Esta es la lección de la fiesta de hoy. San Juan se vio a sí mismo como "el
que Jesús amaba" y se recostó en su Corazón. En la primera Eucaristía,
Juan "se recostó sobre el pecho de Jesús" (Jn 13,23).
Para que nuestro amor sea completo, Juan Pablo II afirma que nuestro
amor personal por Jesús en el Santísimo Sacramento debe ir junto a
nuestro amor comunitario por Jesús en la Santa Misa.
Así como uno no puede estar expuesto al sol sin recibir sus rayos, tampoco
podríamos estar en la presencia de Jesús en el Santísimo Sacramento, sin
recibir sus rayos divinos y crecer espiritualmente a la luz de su amor. Una
hora santa es recostarse sobre el Corazón de Jesús. Es una lección del
Maestro que nos dice que cada uno de nosotros es "aquel a quien Jesús
ama".
Por eso, todo católico debería decirle con vehemencia a todo evangélico y
fundamentalista: "Yo tengo una relación personal con Jesús, mi Salvador".
¿Cómo puede uno desarrollar una relación personal con alguien que no
está presente? El Santísimo Sacramento es Jesús en persona. "Si alguno
me sirve, que me siga, y donde yo esté, allí estará también mi servidor"
(Jn. 12,26).
Una larga fila de buenos servidores como Juan, el apóstol amado, lo siguen
donde Él esté, en el Santísimo Sacramento.
El Papa Juan XXIII, en su autobiografía El Diario de un Alma, declara que
su objetivo era hacer frecuentes visitas al Santísimo Sacramento, donde
encontraba seguridad. Esto lo convirtió en el
Papa alegre que el mundo llegó a amar.
El Papa Juan Pablo II hacía dos horas santas diarias y según un cardenal
muy allegado a él, hacía por lo menos veinte visitas al Santísimo
Sacramento por día.El obispo John Magee, de Clone, Irlanda, único en la
historia que ha sido secretario de tres papas, estableció la adoración
perpetua en la mayoría de las parroquias de su diócesis y las vocaciones
se triplicaron en los últimos tres años. Su hermano Cahil Magee también
difunde la adoración perpetua por toda Irlanda, donde hay más de cien
parroquias con adoración perpetua.
Fraternalmente tuyo en su
Amor Eucarístico,
Mons.
Pepe
18 - EN PRESENCIA DE LA GRANDEZA
¡Cómo me encanta Santo Tomás de Aquino! Era tan grande de cuerpo como
de espíritu. En otras palabras ¡era bien gordo! Algunos dicen que soy el
Santa Claus de Filipinas.
Santo Tomás pasaba hora tras hora en profunda adoración del Santísimo
Sacramento. Por su amor al Santísimo Sacramento se le llama el Doctor
Angélico. Su amor por Jesús en la Eucaristía fue lo que le inspiró a
componer los himnos para la Bendición como Tantum Ergo Sacramentum,
“Tan grande sacramento veneremos…”
Mons.
Pepe
19 – VISION EUCARISTICA
31 de enero de 1994
Quiero agradecerte por toda tu labor por la juventud. Por favor, exprésale mi gratitud
a toda la comunidad ALAGAD NI MARIA por su dedicación a la juventud.
La visita del Papa a las Filipinas el próximo año será de gran ayuda para tu ministerio.
Cuando el Santo Padre fue a Corea, le dijo a los jóvenes que encontrarían su identidad en la
Eucaristía.
Lo que la juventud necesita es saber que Jesús es la persona más fácil con la que se
puede estar. Sin lugar a duda, es la persona más fácil de complacer en el mundo.
El gran obispo Fulton Sheen pasó por un periodo de aridez espiritual en el que rezar
se le hacía muy difícil, se sentaba en la capilla sin decirle a Jesús una sola palabra. Como el
obispo pensaba que sus horas santas no eran agradables a Jesús se sentía muy desalentado.
é1 haciéndole compañía. Solo estando ahí, a su lado, el perro era para el obispo un gran
consuelo y lo hacia muy feliz.
Mientras que el obispo pensaba en esto, recibió una inspiración de Dios. El obispo
Sheen era un gran consuelo y muy agradable al Seifior por tan sólo estar ahí con Él en el
Santísimo Sacramento, aunque como su perrito, no le decía nada a Jesús mientras
permanecía junto a Él.
Me encanta esta historian Tomás, porque como tú sabes, yo también tengo un perrito.
Y como es para mí un gran consuelo lo llamo "Amigo". Me encanta también esta historia
porque algo parecido le ocurrió a un Sacerdote amigo mío cuando yo era párroco en San
Miguel. Mi amigo estaba haciendo su hora santa en nuestra capilla de adoración perpetua.
Era un día terriblemente caluroso y se sentía tan cansado y agobiado por el calor que no
podía rezar. Só1o permanecer en la capilla en su hora representaba un gran esfuerzo. Se
preguntaba si esa hora tendría algún valor, cuando en ese momento entró un gatito blanco.
Hacia tanto calor que alguien había dejado la puerta abierta. Al principio mi amigo
pensó cuanto odiaba a los gatos. Luego observó como el gatito pasaba por cada uno de los
bancos hasta llegar a la parte de atrás donde mi amigo estaba sentado. El gatito se paró,
miró a mi amigo, puso su cabeza sobre su zapato como si fuera su almohada y se acostó a
dormir.
Mi amigo, al igual que el obispo Sheen, nunca más, se desanimó al sentir que no
podía rezar. El solo hecho de estar allí, es una oración de fe, es creer realmente que Jesús
está ahí. Es una oración de amor porque uno elige estar con aquellos a los que uno quiere,
con los que uno verdaderamente ama.
Jesús permanece día y noche en el Santísimo Sacramento por amor a ti, porque para
Él, tú eres la persona más importante en el mundo. Todo lo que está pidiendo es que tú,
querido Tomás, reserves una hora diaria para Él.
El punto más importante de cada retiro o sermón predicado por el obispo Sheen, era
estimular a cada persona a que se esforzara a hacer una hora santa diaria. Antes de morir lo
entrevistaron en la televisión. Le preguntaron quién lo había inspirado: ¿un papa, un
cardenal, un obispo, un Sacerdote, o quizás una monja?
Él contestó que no. Quien lo había inspirado a hacer una hora santa diaria fue una
jovencita. Cuando los comunistas se apoderaron de China entraron a una iglesia, arrestaron
al Sacerdote y lo recluyeron en su propia casa convirtiéndola en su cárcel. Luego fueron a la
iglesia, destrozaron el Sagrario, tiraron las Sagradas Formas por el piso y se marcharon.
Ellos no vieron a una niña que estaba de rodillas en oración. Era tan pequeña que ni
la notaron. Por la noche ella volvió en silencio, moviéndose sigilosamente pasó la guardia en
la casa del Sacerdote, antes de entrar en la oscura y fría iglesia.
Una vez allí, rezó de rodillas una hora santa antes de ir a recibir a su Dios y Señor en
la Santa Comunión. En aquella época, la Comunión todavía se administraba en la boca y
sólo estaba permitido recibirla una vez por día.
Esta fue la razón por la que la niña volvía todas las noches hasta que todas las hostias
sagradas fueron consumidas. Ella de rodillas se agachaba al suelo y recibía a Jesús en la
lengua. Todo esto fue presenciado por el párroco que la veía a la luz de la luna desde su
ventana.
El Sacerdote sobrevivió para contar la historia. El obispo Sheen escuchó esta historia
cuando era seminarista y prometió a Dios hacer una hora santa durante todos los días de su
vida sacerdotal, una promesa que mantuvo hasta que murió a la edad de ochenta y dos
años. Para ese entonces ya había inspirado a innumerables obispos y sacerdotes a hacer lo
mismo. Pocos saben que fue una persona joven la que lo inspiró.
Te cuento esta historian Tomás, porque el idealismo es la virtud del joven de corazón.
Tú has dedicado tu sacerdocio a llevar a la juventud del mundo a Cristo. Yo quisiera
agregar: a Cristo en el Santísimo Sacramento.
Esto es lo que Frank Feain ha hecho con tanto éxito en Australia, en la Comunidad
Santo Espíritu de Libertad. Un joven inglés está tratando de hacer lo mismo en ese país.
Esto es lo que el Santo Padre quiere.
Lo siguiente fue un sueño y visión que tuvo San Juan Bosco. Él vio a la iglesia
representada por un barco a punto de naufragar. Por todos lados, sus enemigos la atacaban
tratando de destruirla. Pero entonces el Papa guía a la Iglesia entre dos columnas que
emergen del mar. Una columna era la Santísima Madre, y la otra era la Custodia con el
Santísimo Sacramento.
La paz fue restituida y el barco entró a puerto en una forma tan espléndida que no
hay palabras para describirlo. Juan Bosco pensó que era el cielo. La Santísima Madre le dijo
que era la tierra, renovada y transformada por el reino Eucarístico de Su Hijo.
Mons. Pepe
14 de febrero de 1994
Hoy, durante mi hora santa, vi algo peculiar, una caja de chocolates sobre el altar. Pensé que
alguien la había dejado olvidada, hasta que leí la tarjeta que había en la caja: 'Para Jesús, de Ninay,
porque tu amor es el más dulce de todos".
Un día Ninay estaba tan ensimismada en el amor de Jesús que no quería dejar la capilla. Su
marido la iba a recoger después de su hora santa, pero Ninay oró pidiéndole fervientemente a Jesús
que la dejase quedar más tiempo. El automóvil de su marido no arrancó y cuando lograron
arreglarlo nuestra querida Ninay había pasado seis horas adicionales con el Señor.
Una súplica que Dios Padre no puede rehusar es cuando le rogamos para ser capaces de
querer más a Su Hijo Jesús en el Santísimo Sacramento. El amor es dulce porque nos hace sentir en
forma muy especial. La calidad del amor es lo que realmente hace que uno se sienta especial. Por
esto el Amor de Jesús en el Santísimo Sacramento es el más grande y dulce amor que nuestros
corazones puedan jamás conocer.
Su amor te hace la persona más especial e importante del mundo. Dios tiene muchos
atributos individuales. Cada persona representa un atributo especial y único de Dios, nunca antes
creado y nunca reproducido. Dios se ve a si mismo en nosotros. En cada uno de nosotros, Dios ve
esta única cualidad y especial atributo que sólo nosotros poseemos. Y Él haría solamente por ti lo
que hizo por toda la raza humana Jesús haría todo de nuevo, por ti, si eso significara tu salvación.
Así eres de especial para Él. Pero nunca llegarás a saberlo a menos que te acerques a
conocerlo en el Santísimo Sacramento. El Santísimo Sacramento es Dios, el enamorado divino, que
nos dice cuan infinitamente especiales somos para Él. Dios no nos mandó caramelos o una tarjeta de
San Valentín, sino a su Hijo único.
"Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único... no para juzgar al mundo, sino para
que el mundo se salve por Él" (Jn 3,16-17). Dios ama tanto al mundo que por medio del Santísimo
Sacramento continúa enviando a su Hijo único, que nos dice que el Padre nos ama tanto como ama a
su Hijo (Jn 17,23). En otras palabras, cada uno de nosotros es tan especial para el Padre como Jesús
mismo. ¡Qué amor más tierno!
Por esto es que en el Rito de entrada para la solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de
Cristo se exclama: "Y a Él lo sustentaría con la flor del trigo, lo saciaría con la miel de la peña" (Sal
80,17). La miel que mana de la "peña" es el dulce amor divino de Jesús que mana de Su Corazón en el
Santísimo Sacramento. Sólo un corazón herido puede apreciar esta dulzura. Só1o un corazón
humillado puede reconocerlo. Só1o un corazón de niño puede amarlo. Esta es la razón por la que
Dios permite el sufrimiento en nuestra vida. Es la medicina que nos cura de la soberbia. Só1o cuando
nuestro corazón está herido, aplastado, derrotado, humillado o sufriendo de cualquier otra forma,
podemos experimentar la dulzura de su amor. Porque Él es el más abatido de todos.
Una lanza abrió el costado de Jesús para que de Su Corazón herido pudiera brotar la dulzura
de su Amor Divino sobre todos los que se acercan a Él en el Santísimo Sacramento. Por esto
proclamamos en la bendición: "Nos diste, Señor, el Pan del cielo... que en si contiene todas las
delicias".
Cuando estuve en México, vi a unos niños jugando a la piñata". Con los ojos tapados,
golpeaban un objeto lleno de golosinas hasta que lograban romperlo, y así caían los caramelos
que los chicos comían hasta saciarse. Al Corazón destrozado de Jesús en el Santísimo Sacramento se
acercan todos los corazones destrozados del mundo. La dulzura de Su Amor es un bálsamo y un
consuelo a las amarguras de la vida y a sus rechazos dolorosos. Porque Yahveh está cerca de los que
tienen roto el corazón, Él salva a los espíritus hundidos" (Sal 34,19).
Esta debe ser la razón por la que los países del tercer mundo acogen la adoración perpetua
con más entusiasmo que las naciones opulentas. El padre Lorenzo Guerrero, S.J., tuvo un sueño
donde vio a las Filipinas de noche a mucha distancia de la tierra. La vista era magnifica con luces
chiquititas en el centro de pequeños corazones que iluminaban la Isla entera. Se le dijo en el sueño
que esas luces resplandecientes eran las gracias que salían de las muchas capillas de adoración
perpetua.
El padre Martín llegó a las Filipinas en 1986 justo antes de la revolución EDSA. Howard Dee lo
llevó al restaurante Josefina, situado en la avenida Roxas. Howard es un gran amigo del Cardenal Sin,
tiene un profundo amor por la Eucaristía y un gran interés por la adoracióón perpetua. Esta fue una
de las principales razones por la que fue invitado el padre Martín. La entrada del restaurante estaba
decorada con mil pequeños corazones con lucecitas eléctricas en el centro en conmemoración del Día
de los Enamorados. El padre Martín dijo que esa era la cantidad de capillas de adoración perpetua
que Nuestra Señora quería que hubiera en las Filipinas. En vista de que las Filipinas tienen un lugar
especial en Su Corazón y en el de Su Hijo, Ella desea que haya mil capillas de adoración perpetua. El
padre Roger Cortez está trabajando con mucho interés para lograr este objetivo.
Había una canción que decía: "Lo que el mundo necesita ahora es amor, dulce amor". El Papa
Pablo VI dijo: "El Santísimo Sacramento es el Corazón Vivo de cada una de nuestras parroquias"
(Credo del pueblo de Dios). Cuando pienso en la Iglesia y en el mundo de hoy creo que tenemos
escasez de poder espiritual, algunos lo llaman pérdida, nosotros lo Clamamos apagón parcial. "Y el
juicio está en que vino la luz al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz" (jn 3,19).
Debemos volver a la Fuente Viva del Dulce Amor, el Enamorado Divino, que genera la
verdadera luz, por la que vemos lo especial que somos. Cuando uno se siente como una basura, trata
a los demos como basura. Cuando uno sabe cuan infinitamente especial es, entonces trata a los
demás en forma especial. Cuanto más amados nos veamos a la luz del Amor Eucarístico, tanto más
nos amaremos unos a otros.
El Santísimo Sacramento es para alguien muy especial. ¡Para Ti! La letra de la canción 'Tan
raro" no puede compararse con lo especial que tú eres para Él. Jesús te quiere a ti más que todo el
amor que jamás haya existido en el mundo desde el principio de los tiempos. Su misma Presencia
dice, "Déjame llamarte amado porque estoy enamorado de ti. Déjame oír tu susurro de que tú
también me amas". Sobre el Santísimo Sacramento se ha escrito: "Enamorarse de Dios es el más
grande de todos los romances. Buscarlo, la aventura más grande. Encontrarlo, la conquista humana
más importante".
Mons. Pepe
20 – COMPASION
Mons. Pepe
23 – TESORO ESCONDIDO
Jueves Santo
31 de marzo de 1994
24 – REY DE AMOR
Viernes Santo
1° de abril de 1994
Mons. Pepe
25 – DIVINA MISERICORDIA
Domingo de Pascua
3 de abril de 1994
Mons. Pepe
26 – CORONA DE GLORIA
Mons. Pepe
27 – INOCENCIA
Me hubiera gustado que hubieses conocido a la hermana Gertrudis cuando vino a visitarnos
desde Hawai. Aún cuando pasa los setenta años, es admirable por su energía. Me contó una historia
que se mantuvo en secreto en su convento por muchos años.
Cuando ella era una monja joven, una de las hermanas ancianas se estaba muriendo. En aquel
tiempo era costumbre que la comunidad se reuniera a rezar alrededor de la moribunda. Viejita, arrugada
y fea, la monja exhalaba sus últimos suspiros. De pronto abrió sus ojos, estiró sus brazos y exclamó: "Oh,
mi Bien amado".
Luego, se sentó y contempló dulcemente al Santísimo Sacramento, que ella tenía permiso de
tener en su cuarto ya que su debilidad le impedía ir a la capilla. Lo que sucedió después nunca antes fue
revelado, hasta que la hermana Gertrudis lo compartió conmigo. La monjita, anciana y arrugada, se
transformó en una atractiva joven, de rostro terso y resplandeciente que con sólo mirarla puso en éxtasis
al resto de las hermanas.
Transcurrido lo que pareció un minuto o dos, la transformada monja se echó hacia atrás y
apoyándose sobre la almohada volvió a su estado anterior y murió. Cuando las hermanas volvieron
de su éxtasis, se asombraron al descubrir que este acontecimiento extraordinario no había durado
mucho más de uno o dos minutos. ¡Las hermanas habían permanecido en éxtasis por más de trece horas!
La hermana Gertrudis pertenece a la comunidad de los Sagrados Corazones, la misma a la que
pertenecía el padre Damián.
Su labor con los leprosos. Lo que el mundo desconoce es la devoción que él tenía al Santísimo
Sacramento, de donde obtenía la fuerza para trabajar con los leprosos.
El padre Damián se ofreció como voluntario para ir a la isla de Molokai, donde los leprosos eran
condenados al destierro tanto por sus familias como por sus amigos ya que la enfermedad era contagiosa y, en
esa época, incurable. Después de cierto tiempo de estar ahí, un amigo del padre Damián le escribió una carta
preguntándole cómo era capaz de quedarse por tanto tiempo entre los leprosos. Él le contestó: "Sin mi hora
santa diaria en presencia del Santísimo Sacramento, no hubiera sido capaz de quedarme ni un solo día en este
lugar".
Cuando el padre Damián llegó, los leprosos no se percataron de su llegada. Ellos vivían todas las noches
absortos en una continua intoxicación alcohólica y orgía sexual para tratar de olvidarse de la carne podrida de la
lepra, que los condenaba a una vida de olvido y de muerte sin consuelo.
Lo primero que hizo el padre Damián fue construir una capilla hacia donde él llevó a cada uno de los
leprosos; repitiéndose una y otra vez la escena del evangelio: "Se le acerca un leproso suplicándole y,
puesto de rodillas, le dice: "Si quieres, puedes limpiarme". Compadecido de él, extendió su mano, le tocó y
le dijo: "Quiero; queda limpio". Y al instante, le desapareció la lepra y quedó limpio" (Mr 1,40-42).
Jesús extendió su mano y tocó a cada uno, haciéndolos sanos con Su Amor y devolviéndoles su
inocencia con Su Sangre. Una inocencia recuperada es más preciosa a los ojos de Dios que la inocencia
nunca perdida.
Todavía tenían su carne podrida, pero ya no tenía importancia. Sus almas habían quedado limpias con la
inocencia de Su Sangre. Ellos ya no necesitaban emborracharse, porque se intoxicaron con Su Amor. El sexo
no era más una necesidad imperiosa, porque ellos tenían la intimidad de Su Corazón.
San Francisco de Asís besó a un leproso. Por la gracia de Dios él también curó a uno, quien
lleno de dolor insultaba a quienes trataban de ayudarlo. Lo insultó a Francisco y San Francisco se
fue ante el Santísimo Sacramento para orar. Cuando volvió le dijo: "Haré lo que me pidas". El
leproso le contestó: "quiero que me laves todo, porque huelo tan mal que ni yo mismo lo puedo
soportar".
Sin vacilar, San Francisco pidió que le trajeran agua caliente con hierbas aromáticas. A
medida que iba lavando al hombre, su carne podrida iba recobrando su color natural y finalmente
el leproso quedó curado.
A San Francisco le llaman "el tonto de Dios" porque todo lo que él hizo fue por amor a
Dios. Pero mucho más tonta es la locura de Amor del Santísimo Sacramento por lo que Jesús
hace por nosotros. Allí el Señor lava nuestras almas, no con agua, sino con Su Preciosísima
Sangre. Allí quedamos limpios de la podredumbre del pecado y del amor a nosotros mismos.
En cada hora santa que hacemos, Él extiende su mano y nos toca. Cuanto más enfermos
estamos, más lástima nos tiene. Cuanto más sucios nos sentimos, más es su deseo de limpiar
nuestra impureza.
El padre Damián organizó la adoración perpetua en la capilla que construyó. Algunas de las
mejores meditaciones jamás escritas salieron de los labios de estos leprosos cuando estaban en
adoración. El padre Damián las escribía y las mandaba a sus amigos en Bélgica y Holanda. La
inspiración radica en la pureza de su simplicidad.
Un leproso pasaba la hora santa entera describiéndole a Jesús lo que tenía por más querido en
su corazón, como el sonido de las olas, el azul del océano, la puesta del sol.
Sólo un hombre se ofreció como voluntario para ayudar al padre Damián, se llamaba
Dutton. Había llegado de Stowe, Vermont donde Greg Lucía una vez le había dado a su hermano un libro
titulado "La virtud de la confianza", mientras visitaba el hospedaje de María von Trapp. Dutton era agnóstico y
veía al padre Damián únicamente desde el punto de vista humanitario.
Un día Dutton necesitaba hablar con el padre Damián y no lo encontraba por ninguna parte.
Por último fue a la capilla, en donde lo encontró transfigurado haciendo su hora santa diaria. Dutton
llegó a la conclusión de que realmente Jesús mismo debía estar presente en el Santísimo Sacramento
para que un hombre tan ocupado y dedicado como el padre Damián reservara una hora todos los
días para pasarla con Jesús. Dutton se convirtió al catolicismo y está abierta su causa de
beatificación. Hoy un padre como el padre Damián es el padre Bill Petrie, a quien le ayudan sus dos
hermanas, Ana y Jan Petrie.
La hermana Gertrudis volvió a Hawai. Te he contado la historia de la anciana monja por una
razón. Es la historia de cada hora santa que hacemos. ¡Si sólo pudiéramos ver el cambio que se opera
en nosotros! Quedamos renovados en la Eterna juventud de Cristo. Nos hacemos inocentes, sin
mancha al lavarnos con Su Preciosísima Sangre que es la locura de Su Amor insuperable.
Así como la gota de agua es purificada y transformada por el vino que se convierte en la
Preciosísima Sangre de Cristo cuando se pronuncian las palabras de la consagración, así también cada
uno de nosotros cada vez que nos acercamos a Su Divina Presencia, quedamos purificados y
transformados por el contacto de Su Amor y el Poder de Su Gracia.
Mons. Pepe
28 – SACRAMENTO DE AMOR
29 – CORAZON COMPASIVO
Mons. Pepe
30 – EL SOL QUE BAILA
Mons. Pepe