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CARTAS A UN HERMANO SACERDOTE

Una tarde de noviembre del año pasado,


rezando el Rosario por Juncal y Rodríguez
Peña, en Plaza Vicente López, una señora se
acercó al verme de sotana y me entregó, sin
decirme nada, una copia del libro "CARTAS A
UN HERMANO SACERDOTE".
Conocí el libro hacía algunos años, ya que me
lo habían regalado antes, habiendo causado
gran impresión en mi alma en aquel tiempo. Por eso lo presté y obviamente
lo perdí... Así pués, al volver a tener este libro en mis manos me motivé a
hacerlo conocer. Porque hacer conocer este libro es hacer conocer y amar
a Jesús Eucaristía.
Gracias a Dios por este medio virtual que nos permite a donde ni siquiera
nos imaginamos, pero que Él conoce en su infinito Amor providente.
A nadie llega este blog "porque sí", es el Señor quien conduce sus caminos
y hace llegar lo que Él quiere a donde Él quiere.
Animado en esa certeza empece a publicar en este blog una por una esas
cartas para que al leerlas recibamos la motivación de buscar y conocer a
Jesús en la Eucaristía.
Que estas cartas ayuden a ADORAR y HACER ADORAR a Jesús Eucaristía.
Encomiendo esta obra al Corazón Inmaculado de la Santísima Madre de
Dios. Allí, en ese corazón, está todo.
Que estas "Cartas" toquen los corazones de todos...
I ntroducción del libro "CARTAS A UN HERMANO SACERDOTE"

Del destinatario de las "Cartas", Padre


Tomás Naval:
A mis hermanos sacerdotes:
Conozco a Monseñor Ramírez desde los
once años. Él contribuyó decisivamente a mi
vocación sacerdotal. Siempre he apreciado
sus esfuerzos en ayudarme a ser un
sacerdote santo y alegre. Ésta es la razón
por la que conservó las cartas que él me escribió, como de un hermano
mayor a su hermano menor.
Si una de estas treinta cartas ayudara a un solo sacerdote a conocer mejor
a Jesús en el Santísimo Sacramento, me sentiría recompensado por
haberlas publicado. Tal vez mejor sería leer una carta por día, como un mini
retiro de treinta días, en lugar de leerlas de corrido como si leyésemos un
libro.
En una oportunidad pensé que estas cartas algún día podrían ayudar a
otros como me han ayudado a mí. Sin embargo, como era demasiado
tímido y vergonzoso, no le di la debida importancia por publicarlas.
Después pensé que hoy no es el momento de tenerse uno en cuenta.
Hay ya demasiado silencio. Me encantaría empezar un nuevo movimiento.
Tal vez sea demasiado joven como para pretender saber tanto. Pienso que
si hubiesen suficientes sacerdotes tan jóvenes como yo que se levantaran,
hablaran y fueran escuchados, habría una Iglesia más celosa por la causa
de Cristo en el Santísimo Sacramento. Lo que hoy es una actitud negativa
podría convertirse en positiva si tan solo estuviéramos dispuestos a ser
más valientes y pasar del susurro al testimonio.
Me gustaría cumplir con mi parte al empezar un movimiento a nivel
mundial, un movimiento sin nombre ni cuotas, un movimiento de
sacerdotes no indecisos sino valientes por la causa de Cristo en el
Santísimo Sacramento.
En la primera Eucaristía, Cristo fue traicionado por treinta monedas de
plata. Todos los apóstoles se dispersaron y hasta Pedro negó conocerlo.
Ahora es el momento para que todos volvamos y digamos que Lo
conocemos. Conocemos y amamos a Jesús en el Santísimo Sacramento!
Nuestra vida está dedicada a su Reinado Eucarístico.

Que venga a nosotros su Reino!

Padre Tomás Naval


PRELATURE OF INFANTA
Infanta, Quezon, Philippines
Dirección postal QCC P.O.Box 1539, Zip Code 1155
Quezon City, Philippines

1 - DICHOSOS LOS QUE NO HAN VISTO Y HAN CREÍDO

Fiesta de Sto. Tomás, Apóstol,


3 de Julio de 1993.
J.M.J.

Querido padre Tomás.


¡Feliz día de fiesta! Algo muy grandioso me
sucedió hace un par de años. Pensando en esto
decidí escribirte. Sucedió que el padre Martín
Lucia y yo fuimos juntos a un retiro espiritual.
Yo tenía un resfrío muy fuerte y tosía. El padre Martín me sugirió que
tomara un trago de coñac que me ayudaría a dormir. No había llevado
despertador y me preocupaba tomar el trago y no poder levantarme a las
3:00 de la mañana para mi hora santa con el Señor en el Santísimo
Sacramento.
El padre Martín me aseguró que Dios iba a encontrar la forma de
despertarme. Tomé el coñac. ¡Pum!. A las 3 oí un fuerte golpe y otros más
en la puerta. Esperé ver al padre Lucia al abrir la puerta pero quedé muy
sorprendido al ver un perro en su lugar. El perro había entrado a la casa,
subido la escalera y de espalda a la puerta, la golpeó con la cola hasta que
me levanté a abrirla. A la mañana siguiente me
enteré que el perro nunca entraba a la casa.
Estoy sentado pensando para mis adentros que
si Dios puede utilizar a un perro para llevarme
a mi hora santa ¿no podría usarme, querido Tomás, para acercarte más al
Santísimo Sacramento?
Quiero seguir escribiéndote, tecleando mi máquina tan fuerte como el
perro golpeaba, hasta que por la gracia de Dios empieces a hacer una hora
santa por día y tengas adoración perpetua en tu parroquia.
Es solo cuestión de fe. ¡Fe en que el Santísimo Sacramento es realmente la
persona de Jesús, aquí con nosotros, en este mismo lugar y en este mismo
momento!. Tu tocayo no creyó que Jesús había resucitado. “Si no veo en
sus manos la señal de los clavos y no meto mi mano en su costado no
creeré” (Jn 20,25).
Por esta razón se le llama: “Tomás el incrédulo”. ¿Quien es hoy “Tomás el
incrédulo”?. La gente cree en la resurrección pero, ¿saben dónde vive el
Señor resucitado? Hoy “Tomás el incrédulo” es aquel que no cree que el
Santísimo Sacramento ES Jesús, nuestro Salvador Resucitado, con todo el
poder de su Resurrección que derrama gracias abundantes sobre todos
aquellos que se acercan a su divina presencia!
Muchos dirán que “sí”, que creen en la presencia real. Pero la fe es mucho
más que una aprobación intelectual. La fe es inseparable del modo de
actuar. Si creemos que Jesús está presente en el Santísimo Sacramento
entonces actuamos de acuerdo a nuestra fe. Vamos a Él, nos acercamos a
Él, corremos hacia Él. San Pablo dice “La fe es garantía de lo que se
espera; la prueba de las realidades que no se ven” (Hb 11,1).
Si pudieras ver a Jesús en el Santísimo Sacramento, Tomás, ¿no
reservarías una hora todos los días para estar con Él? Si pudieras verlo
como realmente es, ¿no tendrías adoración perpetua en tu parroquia?
Sería imposible detenerlo, porque el mundo entero vendría día y noche a
verlo y estar con Él.
Imagínate lo que sucedería si Jesús se hiciera visible en el Santísimo
Sacramento. Todo el mundo querría tomar el primer vuelo hacia Filipinas
para ir a tu parroquia. Y, ¿no le diría Jesús, a cada uno, lo que le dijo al
apóstol Tomás: Porque me has visto has creído. Dichosos los que no han
visto y han creído (Jn 20,29)
En el Evangelio de hoy, Jesús se aparece a Tomás para que pueda creer
que Cristo ha resucitado. La maravilla más grande de su Amor es que Él no
se te aparezca a ti mi querido amigo.
En lugar de eso, Jesús te espera en el Santísimo Sacramento. Él quiere que
vayas a Él por la fe, para que por toda la eternidad, te pueda llamar
"DICHOSO".
Su Amor es demasiado grande para decir: "Acerca aquí tu dedo y mira Mis
manos; trae tu mano y métela en Mi costado y no seas incrédulo sino
creyente" (Jn 20,27).
Cree que el Santísimo Sacramento es el mismo que dijo estas palabras a
Tomás, el mismo Jesús que atravesó las puertas cerradas y que se
presentó en medio de los apóstoles y les dijo: "La paz esté con vosotros".
Ésta es la paz que Jesús quiere que tengas en tus horas santas. La
experiencia de esta paz es mejor que si Jesús te mostrara sus llagas. Sus
llagas en el Santísimo Sacramento ya no son horribles. Son ahora la
belleza del paraíso, brillan más gloriosamente que el sol; son fuente de
gracia.
Jesús quiere darte la plenitud de estas gracias, por venir a Él por la fe. Por
eso es mejor que Él no te muestre sus llagas visibles, como al apóstol
Tomás, porque quiere derramar sobre ti las gracias invisibles de estas
llagas con todo el mérito, toda la gloria, la belleza y el amor salvífico que
emanan de ellas.
Con cada hora santa que hagas, le estás diciendo a Jesús: "Señor mío y
Dios mío" (Jn 20,28).
Y cada vez Él te dice: "Dichoso eres, Tomás, porque no has visto y has
creído".
Fraternalmente tuyo en Su Amor Eucarístico, Mons. Pepe

2 - LA PARTE BUENA

Memoria de Santa María Magdalena,


22 de julio de 1993.
Querido padre Tomás:

Ayer ofrecí la Santa Misa por las Misioneras de la Caridad. Recordé la


primera vez que me encontré con la madre Teresa de Calcuta, cuando ella
vino a Manila a establecer su comunidad. Me pidieron que celebrara misa
para ella y sus hermanas.

Después de la misa tuve el privilegio de hablar en privado con la Madre. Me


contó la historia de su comunidad. La hermana Agnus, una monja pequeña
y morena de la India, fue su primera discípula. Al principio hubo pocas
hermanas junto a ella mientras que eran
muchas las personas necesitadas. Desde los
ancianos y enfermos que morían en la calle,
hasta los bebés y niños abandonados que
no tenían quien se ocupara de ellos. La
madre Teresa quería llegar a todos.

La pregunta era: ¿Cómo hacerlo con tan


pocas seguidoras? No había suficiente tiempo durante el día para atender
a todos aquellos necesitados. La Madre y las hermanas rezaron para saber
qué hacer. La respuesta fue sorprendente. Dios quería algo muy especial
además de sus oraciones regulares. Aún cuando parecía que no
alcanzaban las horas del día, Dios pedía algo más. Quería que la
comunidad reservara una hora extra cada día para que todas juntas
hicieran esa hora santa en la presencia de su Hijo expuesto en el
Santísimo Sacramento.

La madre Teresa declara que esta hora santa diaria es la causa y la razón
por la que su comunidad ha florecido. Ha crecido a más de tres mil
miembros gracias al poder y la gracia recibidos en la hora santa diaria. La
comunidad se ha multiplicado y ahora sus hermanas están presente en
todas partes del mundo. Estuvo dispuesta a dedicar un tiempo para unirse
a la "vid" y pudo alcanzar y abrazar al mundo entero.

En el sermón de la Última Cena, Jesús dijo que el que permaneciera unido


a Él en el Santísimo Sacramento, ése daría mucho fruto (Jn 15,5). El fruto
apostólico de la madre Teresa y sus hermanas continúa asombrando al
mundo.

Su historia me inspiró a hacer lo mismo que ella hizo. Leyendo sobre el


apostolado de la adoración perpetua y cómo el padre Martín Lucia lo
estaba promoviendo con éxito en los Estados Unidos y otros países,
también quería que se difundiera en toda Filipinas. Por eso fundé la
comunidad llamada los Discípulos Eucarísticos de San Pío X. Día y noche,
sin descanso, se acercan al Santísimo Sacramento en amante adoración.
Primero rezaron para que el padre Lucia pudiera venir a Filipinas y así
empezar el gran apostolado para establecer la adoración perpetua en las
parroquias. Luego rezaron para que se extendiera por todo el país. En este
momento hay 500 capillas. Ahora los Discípulos Eucarísticos rezan para
que podamos cumplir el objetivo de lograr establecer en 1.000 parroquias,
capillas de adoración perpetua.

Estos dos ejemplos, la madre Teresa y los Discípulos Eucarísticos,


demuestran la verdad que Jesús dijo en el Evangelio de hoy: "Marta, Marta,
te preocupas y te agitas por muchas cosas y hay necesidad de pocas o
mejor de una sola. María ha elegido la parte buena, que no le será quitada"
(Lc 10, 41-42).

La parte buena es estar con Jesús en el Santísimo Sacramento. El mejor


tiempo invertido en la tierra, querido Tomás, es el tiempo que pasas junto a
tu mejor amigo, Jesús en el Santísimo Sacramento. Y es la forma más
segura de producir gran fruto apostólico.
Fraternalmente tuyo en Su Amor Eucarístico. mons. Pepe
3 - LA MEJOR DE TODAS LAS HOMILÍAS

Memoria de San Juan María Vianney,


4 de agosto de 1993.

Querido padre Tomás:


¿Te acuerdas de Jorge, ese joven amigo mío
que encontramos en la Iglesia de Binondo? Me
comentó que le gustaría ingresar al seminario y
ordenarse sacerdote pero que el único
problema que tenía era que no se creía capaz
de memorizar una homilía ni poder predicar
mucho. Después de pensarlo, le contesté que
no consideraba que eso fuera un problema.

El sacerdote más grande que jamás haya vivido decía la misma homilía
todos los días, una y otra vez, eran sólo dos líneas. San Juan María Vianney
predicaba lo mismo cada domingo: "Si sólo supieras cuanto Jesús te ama
en el Santísimo Sacramento, te morirías de felicidad". Después señalando
hacia el Sagrario, agregaba "JESUS ESTA REALMENTE AHI".

La gente venía de todas partes de Francia para oírlo hablar y todos los
domingo repetía lo mismo. Al tomar conciencia del amor y la presencia de
Jesús en el Santísimo Sacramento, se conmovía tan intensamente, hasta
lo más profundo de su alma, que al señalar el Sagrario para mostrarle a la
gente que Jesús estaba realmente ahí, lloraba de alegría. Pasaba largas
horas día y noche rezando ante el Santísimo Sacramento, como también
muchas horas en el confesionario. San Juan María Vianney, el santo cura
de Ars, fue proclamado por la Iglesia modelo y patrono de todos los
sacerdotes.
Otro Sacerdote famoso que vivió en la misma época, fue el padre
Lacordaire. Este sacerdote fue el predicador más elocuente de su tiempo.
Cuando predicaba en la Iglesia de Notre Dame de Paris, el rey y la reina
iban a oírlo y la Catedral se llenaba.
Un día alguien le preguntó si sentía gran satisfacción por ser un predicador
tan popular pero contestó que no, porque cuando él hablaba la gente decía
cuán hábil e inteligente era. Pero, cuando Juan María Vianney hablaba,
todos decían “qué bueno es Jesús”
¡Qué complicada es la naturaleza humana, querido Tomás! Tratamos de
impresionar a todos con nuestra inteligencia, teologizando todo. Tanto, que
a la gente le resulta difícil entender lo que tratamos de decir. Lo que
realmente debemos hacer es decir cuán bondadoso es Jesús en el
Santísimo Sacramento. Le aconsejo a Jorge que todo lo que tiene que
hacer como sacerdote es repetir las dos líneas de San Juan María Vianney
y así también será canonizado.
Fraternalmente tuyo en Su
Amor Eucarístico.

Mons.
Pepe

4 - PODER VERDADERO

Fiesta de la Transfiguración,
6 de agosto de 1993.

Querido Tomás:
Pareciera que la segunda guerra mundial
ocurrió hace mucho tiempo y que está ya muy
lejos. En 1945 en un día como hoy, fueron
lanzadas dos bombas sobre Japón. La guerra terminó. Entonces, un joven
llamado Douglas Valentine se encontraba en un campo de concentración
japonés. Muchos años después escribió un libro titulado Hotel Tacloban,
sobrenombre de ese campo.

Por las críticas al gobierno americano, el libro


no se vendió muy bien, excepto en lugares como Nigeria. En este país, en
la catedral de Awka, alguien se olvidó una copia del libro en uno de los
bancos. Cuando el padre Martín entró para hacer su hora santa lo
encontró, lo abrió y leyó una página.

Hablaba de un diácono filipino que había visitado en un barco a Douglas


Valentine después de su liberación. El diácono quería que Valentine tuviera
un recuerdo feliz y perdurable de Filipinas para borrar los malos recuerdos
del campo de concentración. Tomó la guitarra y entonó la canción en
español "Solamente una vez". El título de la canción en inglés es "You
Belong to my Heart" que traducida literalmente al castellano es "Tu
perteneces a mi corazón". La traducción de su magnífica letra se
encontraba en la siguiente página.
¿Qué inspiración tuvo el padre Martín en ese momento? Que cada uno de
nosotros pertenecemos al Corazón de Jesús. Por el poder de la adoración
cada uno volverá a su Corazón y para difundirla por todo el mundo se
necesita una comunidad de sacerdotes.
En el aeropuerto de Cebú, el padre Martín les contó esta historia a dos de
los primeros misioneros del Santísimo Sacramento que se estaban por
ordenar. En ese preciso momento, un joven se acercó con una guitarra y
preguntó si podía cantarles una canción y entonó, "Solamente una vez".

En este aniversario del lanzamiento de la bomba ¿No deberíamos


reflexionar sobre esto? Si algo hecho por el hombre puede ser utilizado con
semejante fuerza destructiva, aún no hemos empezado a comprender el
poder constructivo del amor increado de Dios en el Santísimo Sacramento.

Pedro, Santiago y Juan presenciaron la Transfiguración de Jesús en el


Monte Tabor. El mundo entero presenciará la gloriosa transfiguración de
Jesús en el Santísimo Sacramento y tendrá el efecto exactamente opuesto
al de la bomba lanzada en Nagasaki. Habrá una explosión de energía divina
que liberará el poder de su amor y renovará la faz de la tierra. !Entonces el
mundo verá el Poder Verdadero! Todo se renovará. Todo pertenecerá a su
corazón. Todo se hará uno.
Mientras tanto, hay cinco gracias que recibimos cada vez que visitamos a
Jesús en el Santísimo Sacramento. Sus llagas gloriosas nos transfiguran y
transforman por su amor sanador. Las gracias que Él derrama
generosamente sobre nosotros por cada Hora Santa que hacemos son:
Restauración, Santidad, Conversión, Reparación y Salvación.
Por esta razón, querido Tomás, como Pedro debemos exclamar ante Su
Divina Presencia: "Señor, qué bien que estamos aquí".
Fraternalmente tuyo en Su
Amor Eucarístico.

Mons.
Pepe

5 - MENDIGANDO AMOR
Memoria de Santa Clara,
11 de agosto de 1993.

Querido padre Tomás:


Te adjunto una estampa de Santa Clara cuya
memoria celebramos hoy. Fíjate que está
sosteniendo una custodia con el Santísimo
Sacramento. Así se la representa siempre, en
estampas, estatuas y vitrales de las iglesias.
Mostrar a Santa Clara siempre con el Santísimo Sacramento, tiene dos
significados. El primero es para expresar su gran amor a la Eucaristía; y el
segundo, para demostrar su gran fe en el poder del Santísimo Sacramento.
Cuando su convento fue atacado por los vándalos, levantó ante ellos la
custodia con el Santísimo Sacramento y se alejaron espantados. El
Santísimo Sacramento salvó a su comunidad de la destrucción.
Cuando Santa Clara se encontró por primera vez con San Francisco, él le
dijo que no creía que fuera sincera y para probar su amor a Dios debía salir
a la calle a mendigar pan. Como ella provenía de una familia muy
adinerada, se necesitaba tanta humildad para realizar este acto en el siglo
XIII como se necesitaría hoy en el siglo XX..
Piensa en los pobres mendigos que esperan en los semáforos y golpean la
ventana de cada auto que pasa. Imagínate pedir a una joven rica que haga
esto hoy por amor a Dios.
¿Tenemos en la actualidad alguna Santa Clara? Estoy seguro que sí en la
persona de la hermana Briege McKenna.
En 1970, Jesús le habló desde el Santísimo
Sacramento. No fue una voz interior, sino una voz que
se oyó claramente. El Señor quería que ella ayudara a
sus sacerdotes. Desde entonces la hermana Briege
les ha dado cientos y cientos de retiros. A lo mejor
querrás leer su libro "Miracles Do Happen" (Los
milagros si ocurren).
La hermana Briege ha conmovido el corazón de miles
de sacerdotes, afirmándolos en su ministerio. No hay
un solo obispo en el mundo que no sepa de la gran
labor que ella ha hecho por la Iglesia.
Cuando la hermana Briege llegó a Manila, comentó
que las dos cosas que el diablo odiaba má, eran el
sacerdocio y la Sagrada Eucaristía. Todos los días, así como Santa Clara,
la hermana Briege pasa muchas horas rezando frente al Santísimo
Sacramento.
De todos los retiros que la hermana Briege ha dirigido en distintos lugares
del mundo, hay uno que ella nunca lo llegó a dar y que es mi cuento
favorito. Se había programado un retiro para los obispos de Nigeria. Pero
estalló una guerra civil y la hermana Briege no pudo viajar hacia allá.
Como el padre Martín estaba en la diócesis predicando sobre la adoración,
el obispo Ganaka le pidió que reemplazara a la hermana y dirigiera el
retiro. Entre los obispos asistentes estaba el obispo Albert Obinafuna de
Awka, quien invitó al padre Martín a su diócesis. Allí el padre conoció a un
joven camarero llamado Fabián Eke.
Fabián representa la primera vocación de África para los misioneros del
Santísimo Sacramento. Acaba de terminar sus estudios de teología y se
ordenará el próximo año. Luego Fabián hará lo que Santa Clara y los
compañeros de San Francisco hicieron. Mendigará por amor a Dios. Pero no
pedirá pan para comer sino el amor de las personas por "el Pan Vivo que
bajó del cielo". Volverá y difundirá la adoración perpetua por toda África.
Tú deberías hacer lo mismo, querido Tomás. Rogarle a la gente que ame a
Jesús en el Santísimo Sacramento.
Debes tener adoración en tu parroquia. El amor se humilla. Cuanto uno más
ama, más dispuesto está a humillarse y a mendigar el amor por otro.
Si Santa Clara se hubiera avergonzado de mendigar nunca habría existido
la Comunidad de Hermanas Clarisas. No hubiera habido una hermana
Briege que al ir por el mundo entero mendigando amor, conmueve los
corazones de los sacerdotes y los acerca al Santísimo Sacramento.
Como verás, querido Tomás, la hermana Briege es una monja clarisa que
vive en la Florida, en el convento de Santa Clara.
Fraternalmente tuyo en su
Amor Eucarístico,

Mons.
Pepe
6 - IMITACION

San Maximiliano Kolbe,


14 de agosto de 1993.

Querido padre Tomàs:


¡Cuanta generosidad la de Maximiliano Kolbe!
Dio su vida por un compañero prisionero en el
campo de concentración de Auschwitz. Se
ofreció a morir para que un padre de familia no
fuera llevado a la cámara de muerte.Destacado
por su heroico
sacrificio y gran trabajo
misionero, fundador del movimiento Milicia de la
Inmaculada que cuenta con millones de
consagrados a María diseminados por todo el
mundo, Maximiliano Kolbe fue uno de los primeros
santos canonizados por Juan Pablo II.
No hubo milagros que “probaran” realmente que
Maximiliano fuera un santo. Toda su vida fue un milagro de generosidad.
Generosidad que es un ejemplo para todos nosotros en esta época de
egocentrismo conocida como la “generación del yo”.
¿Quién inspiró a Maximiliano Kolbe? El Santísimo Sacramento, querido
Tomás. En la comunidad habló a sus hermanos sobre Jesús en el Santísimo
Sacramento como “el hermano mayor, el novio de las almas, presente en la
Eucaristía, que nos hace sus hermanos, que estimula nuestros corazones
con un amor recíproco”.

Fomentó la adoración del Santísimo


Sacramento como “la actividad más
importante”. Soñaba con tener al Señor Jesús
expuesto en la custodia día y noche, en la
capilla de Niepokalanow. En 1938 dijo: “Mi
objetivo es establecer la adoración. Cuando
nos acercamos a la capilla, adquirimos muchas
gracias para nosotros y para los demás,
especialmente si dedicamos un día entero a la
adoración del Santísimo Sacramento. Con esta
adoración se hace un inmenso bien. Y agregó: “Allí fluye un caudal
ininterrumpido de oraciones. La oración es el poder más grande del
universo capaz de transformar a cada uno, capaz de cambiar la faz de la
tierra”.

En 1920, el padre Maximiliano decidió visitar el Santísimo Sacramento


treinta veces al día. El Padre Pal, un colega, atestigua que era fácil saber
qué estaba haciendo y encontrarlo, porque siempre estaba en la capilla.

Esto fue lo que inspiró al padre Kolbe a dar su vida por la de su compañero
de prisión. Innumerables veces había meditado sobre esta verdad en la
presencia de nuestro Salvador. Jesús eligió la muerte en la Cruz para que
pudiéramos tener la plenitud de su Vida en el Santísimo Sacramento. Eligió
sufrir el odio para que podamos ser llenados con su Amor. Eligió ser herido
hasta quedar desfigurado para que podamos ser sanados enteramente.
Eligió soportar las tinieblas para que podamos tener la luz y la alegría de
su Presencia real. Eligió padecer el abandono del cielo para que podamos
tenerlo siempre a ÉL, Emanuel, con nosotros en la tierra.

El padre Kolbe le dijo a sus hermanos: “todos los hermanos menores deben
tratar de imitar al hermano mayor, Jesús, en el Santísimo Sacramento”.
Y esto es lo que el padre Kolbe hizo cuando intercambió su propia vida por
la de su compañero de prisión. El efecto más grande de su devoción al
Santísimo Sacramento fue la IMITACION. Puede que no seamos llamados a
tan dramático acto de generosidad, pero cada día somos llamados a
muchos actos de desprendimiento, por lo que todos deberíamos ser
motivados, influenciados e impulsados por el acto más grande de
generosidad: el generoso amor de Jesús en el Santísimo Sacramento.

Fraternalmente tuyo en su
Amor Eucarístico,

Mons.
Pepe

7 - RESTAURACION

San Pío X,
21 de agosto de 1993
Querido padre Tomás:
Una tarde que visité la capilla en Las Piñas había allí una mujer de nombre
Hilda Walstrun, rezando de rodillas, sollozando silenciosamente. Cuando le
pregunté qué le pasaba, me respondió que sus lágrimas eran de gozo.
Había asistido a la Misa y durante la elevación vio que la Sagrada Hostia
se transformaba en un apasionado Corazón con la luz del Amor destellando
rayos luminosos. Uno de esos rayos llegó a su corazón. Me comentó que en
ese solo instante, ella había experimentado tanto amor como jamás
alguien podría sentir, aunque viviese mil años.

Lo mismo le sucedió a la hermana Inés de Akita en Japón. Fue a rezar a la


capilla de su convento y vio que una luz deslumbrante salía del Santísimo
Sacramento. Cayó al suelo llena de amor divino. Por horas nadie pudo
moverla. Veinte años después, el solo recuerdo de esta experiencia, puso a
la hermana Inés en éxtasis.

Tuve una larga conversación con el obispo Ito de Akita, presente entonces
en la capilla, que podía atestiguar sobre la luz gloriosa que el Santísimo
Sacramento irradiaba. Sucedió en 1973, en la fiesta del Sagrado Corazón y
duró tres días. Esta aparición ya fue aprobada por la Iglesia.

En Fátima 70.000 personas vieron el milagro de la danza del sol. El sol en


el cielo es un signo del Hijo de Dios en el Santísimo Sacramento. Uno es la
fuente natural y el otro es la fuente sobrenatural de todo poder y vida. Por
esto, todas las custodias son hechas en forma de un sol refulgente.

El milagro de Fátima presagia el gran milagro Eucarístico que sucederá. Lo


sucedido en Akita nos muestra el significado de aquel milagro. En todo
lugar en que se adore a Jesús en el Santísimo Sacramento, la luz de Su
Amor, iluminará como el amanecer para que todos la puedan ver.

Tan pronto como haya suficientes capillas de adoración perpetua que


satisfagan la Justicia Divina de Dios, Él mostrará al mundo entero su divina
Misericordia revelando lo oculto y haciendo visible lo escondido: la luz de
Su Amor en el Santísimo Sacramento.
Lo que un día vio la hermana Inés, lo verá el mundo entero. Será la luz
gloriosa de Su Amor. Tendrá el poder de penetrar en cada corazón, no
importa lo frío y cruel que fuese, los atraerá hacia el Corazón de Dios.
Luego que por este milagro Eucarístico la humanidad vuelva a Dios, la
naturaleza volverá al hombre. Entonces tendremos un segundo, nuevo y
más glorioso paraíso terrenal.

Este es lema del gran Papa y Santo, cuya fiesta


celebramos hoy: “RESTAURAR TODAS LAS COSAS EN
CRISTO”.
Querido amigo, haz que este lema te incite a
establecer la adoración perpetua en tu parroquia.

La primera gracia que se obtiene es la restauración.


Cada hora santa, acerca el día en que Jesús
restaurará todas las cosas en Él mismo. Solo cuando
lo glorifiquemos en el Santísimo Sacramento con nuestro amor,
manifestará la gloria de Su Amor, a toda la humanidad.

Política, social, económica, cultural y moralmente andamos mal. Estamos


mas allá de toda solución humana. Necesitamos la intervención divina que
será el gran Milagro Eucarístico.
Por eso San Pío X llamó a la adoración perpetua “ la obra más sublime de
todas las obras”. Por esto se le llama el Papa Eucarístico.

Fraternalmente tuyo en su
Amor Eucarístico,

Mons. Pepe
8 - SU PRECIOSÍSIMA SANGRE

Exaltación de la Santa Cruz,


14 de septiembre de 1993.

Querido padre Tomás:


Cuando Cecilia Chin me invitó a Kansas a dar
una charla, en el vuelo desde San Antonio,
Texas, me senté al lado de un hombre que me reconoció como sacerdote
por mi cuello romano. Me mostró algo que pensó me interesaría: una
moneda de bronce del siglo III.

Me preguntó cuánto pensaba que podía valer pero no


tenía la menor idea. Me sorprendió saber que valía
$300 dólares por tener sellada la cara de
Constantino.

Relacioné la moneda al hecho de que el Papa Juan


XXIII usó el nombre de Constantino para explicar el propósito del Concilio
Vaticano II: fue un abrir las ventanas para dejar que el aire fresco entre en
la Iglesia y saque todo el polvo acumulado desde el tiempo de Constantino.

Esto pensaba mientras sostenía la moneda y comencé a meditar la charla


que tenía que dar en Kansas sobre el Santísimo Sacramento. La Eucaristía
brota de la Pasión de Cristo.

Cuando nos acercamos al Santísimo Sacramento NOS ACERCAMOS A LA


CRUZ. Durante nuestra hora santa presentamos al Corazón Eucarístico de
Jesús aquellas almas más necesitadas de su Misericordia que son
“selladas” y señaladas con su Preciosísima Sangre.

Se salvan los sellados con la Preciosísima Sangre de Jesús, incluidos los


que han de morir ese día.

Una noche cuando acababa de terminar mi hora santa en la Iglesia de San


Miguel a las 4:00 de la mañana, llegó en taxi una mujer con su hijo. Quería
que hablase con él. Me contó que una voz la había despertado diciéndole
que fuera a esa Iglesia. Se levantó en el momento justo que su hijo estaba
a punto de suicidarse. Desde la visita a San Miguel él comenzó a mejorar y
ahora está bien.

Otra noche, Nonette Silla estaba en la capilla rezando de 2:00 a 3:00 de la


mañana. Hacía tres semanas que venía encomendando al Corazón de
Jesús a un hombre que conocía y que estaba destruyendo la vida moral de
muchas de sus amigas. Incluía a este hombre en su oración porque sabía
que Jesús también lo amaba. Terminaba su oración pidiéndole a Jesús que
acercara a este hombre a la capilla para así estar segura de su conversión.

Mientras rezaba, oyó que alguien sollozaba. Se


dio vuelta y vio que era ese mismo hombre. Él le
explicó que en esas últimas tres semanas
estaba muy confundido: lo que hasta entonces
pensaba que estaba bien, ahora le parecía que
estaba mal. No podía dormir. Había estado
manejando toda la noche por la ciudad y cuando
pasó por la Iglesia, vio la luz de la capilla encendida, tan atrayente e
invitadora que decidió entrar. No encontró la condena por sus pecados sino
la tierna misericordia del Santísimo Sacramento. Por eso sollozaba.

Cuando llegué a las 3:00 me contó su historia. Oí su confesión, le dí la


absolución y desde entonces recibe la Comunión diariamente. La hora
santa de Nonette fue más valiosa que la cara de Constantino. La
Preciosísima Sangre de Jesús selló su alma y no pudo escapar de la gracia
y la misericordia de Dios.

No vi la película "La Lista de Schindler", pero un amigo me contó una


escena muy conmovedora. Schindler saca de su solapa un prendedor de
oro y se lamenta no haberlo vendido, pues si lo hubiese hecho habría
podido comprar una vida más, salvar una vida más. Y llora y se lamenta de
no haber podido hacer más.

Querido Tomás, si supiéramos el valor de una hora santa, nunca dejaríamos


pasar un solo día sin hacerla.

El Santo Padre en Dominicae Cenae, dice que la adoración sirve para hacer
"reparación" por los males del mundo. El valor de una hora santa no tiene
límite porque los méritos de la Cruz son infinitos. Por eso el padre John
Hardon SJ indica que es absolutamente imposible exagerar el valor de una
sola hora de oración en presencia de Jesús en el Santísimo Sacramento.

Jesús dijo: "Y yo cuando sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia
mi" (Jn 12,32). Con cada hora santa que hacemos, atraemos a la parroquia
y al mundo entero las gracias que Jesús obtuvo para nosotros en el
Calvario. El triunfo de la cruz es la misericordia que obtenemos del
Santísimo Sacramento que sella a todos y a cada uno de nosotros con la
Preciosísima Sangre de Jesús.

Fraternalmente tuyo en Su
Amor Eucarístico,

Mons. Pepe

9 - SANTIDAD

Memoria de Santa Teresita del Niño Jesús,


lº de octubre de 1993

Querido padre Tomás:


Mientras miro por la ventana, veo como cae una
lluvia torrencial. Sería imposible salir en este
momento sin empaparse.
La lluvia me recuerda las enseñanzas de la Iglesia sobre la devoción al
Santísimo Sacramento que garantiza el éxito y es el camino más seguro
para la santidad. El Papa Pablo VI dice en Mysterium Fidei que la forma
más eficaz para crecer en santidad es el tiempo que se pasa con Jesús en
el Santísimo Sacramento.

Jesús mismo dijo que Su Corazón en el Santísimo Sacramento es una


fuente por donde corre agua viva y que llama a todos para que se acerquen
a Él (Jn. 7, 38).
Cada vez que nos acercamos a Jesús, Él nos santifica. Cada momento en
su presencia aumenta nuestra unión con Él.

Santa Teresita, la pequeña flor, fue una verdadera prueba de esto. Se


sentía muy descorazonada porque se dormía durante su hora santa en
presencia de Jesús en el Santísimo Sacramento. Desde que ingresó al
convento carmelita para dedicarse a la oración y a la vida contemplativa,
estuvo tentada de salir, porque pensaba que era un fracaso total.
Cuando se le apareció Jesús y le preguntó si se acordaba de lo que su
padre le decía cuando era pequeña y se dormía en su falda, ella le contó
que le decía que él gozaba tanto cuando ella dormía sobre su falda como
cuando estaba despierta hablándole.

Entonces Jesús le contestó: "!Lo mismo pasa conmigo!" Santa Teresita


murió a los veinticuatro años y se la considera la más grande de las santas
del siglo XX. Aún cuando se dormía en la capilla, ella iba creciendo en
santidad! La santidad es la segunda gracia que recibimos.

Y así como ahora no se podría salir bajo la lluvia torrencial sin empaparse,
tampoco se puede estar en la presencia del Santísimo Sacramento sin
empaparse espiritualmente y crecer en la misma vida y santidad del Señor.
Por esto la Escritura dice: "vendrá a nosotros... como la lluvia tardía que
riega la tierra". (Os 6, 3)

Fraternalmente tuyo en Su
Amor Eucarístico, Mons.
Pepe

10 - TRANSFORMACIÓN
Memoria de San Francisco de Asís,
4 de octubre de 1993

Querido padre Tomás:


Conchitina Bernardo es una de las personas
más respetables y conocidas de Filipinas. Hace
poco se hizo terciaria de la orden de San
Francisco. Cuando Conchitina estudiaba medicina en la Universidad de
Madrid en 1963, conoció a un estudiante americano, Jonas Romea, que
regresaba a Estados Unidos para ordenarse sacerdote.

Casi 25 años después, se encontraron en Manila cuando él difundía la


adoración perpetua, durante el Año Eucarístico Nacional de 1987. Durante
esos años Conchitina había desarrollado una profunda devoción al
Santísimo Sacramento y quería ayudar a promoverla. Tanto había para
hacer que necesitaba ayuda. Conchitina invitó a Manila al padre Jonas
Romea a vivir conmigo en San Miguel. Financió los gastos del viaje para
que este sacerdote se uniera al apostolado y difundiera la adoración
perpetua.

Cuando terminó el Año Eucarístico, el padre Jonas regresó a Estados


Unidos donde predicó con tanto éxito que estimuló a otro sacerdote a
fundar una nueva comunidad de sacerdotes dedicados a la difusión de la
adoración perpetua en el mundo entero. La comunidad se llama Misioneros
del Santísimo Sacramento y el sacerdote que la fundó, amigo de
Conchitina, es el padre Martín Lucia. Es así que nuevamente tenemos la
conexión filipina-americana.

Conchitina es una de las miles de personas influenciadas por San


Francisco. Pero fue Jesús en el Santísimo Sacramento, el que influyó en
San Francisco que con frecuencia pasaba la noche entera rezando ante el
Santísimo Sacramento. Su único deseo era la transformación de su vida en
unión con Cristo. Una noche de julio de 1216, Cristo se le apareció
mientras rezaba ante el Santísimo en la Iglesia de Santa María de los
Ángeles.

Después de la visión, San Francisco exclamó: "Los mandaré a todos al


paraíso". Estaba más convencido que nunca del poder de la oración para
salvar almas.

El 14 de septiembre, un serafín con alas de fuego, tal como se describe en


Isaías (6, 2), bajó del cielo sobre Francisco mientras hacía contemplación
e imprimió en sus manos la marca de los clavos y la llaga de la lanza, en su
costado. Todos en la región vieron el monte de La Verna envuelto en una
luz, como si el sol ya hubiera salido. El hermano León vio una bola de fuego
descender sobre el rostro de San Francisco cuando éste recibía los
estigmas.

Menciono esto, querido Tomás, porque el Santísimo Sacramento es el fuego


del Amor Divino. Así como el fuego transforma todo en fuego, así, uno es
transformado de gloria en gloria y hecho más a la imagen y semejanza de
Cristo por cada momento que pasamos en su divina Presencia.

¿Recuerdas nuestra conversación sobre la metamorfosis del gusano en


una mariposa multicolor? La diferencia nos asombra.

La diferencia en nuestra alma de una hora santa a otra, asombra a los


santos en el cielo y a los ángeles en la tierra. La transformación que toma
lugar en tu alma es mucho más real y dramática que la transformación que
tuvo lugar en el cuerpo de Francisco cuando fue estigmatizado. Por cada
momento que pasas en Su Presencia, no solamente tus manos y tu
costado, sino todo tu ser se transforma más y más a imagen y semejanza
de Cristo.

Debido a esta transformación, cada momento que pasas con Jesús en la


tierra hará que tu alma sea más gloriosa y más bella en el cielo por toda la
eternidad. Por esto, querido Tomás, San Pablo exclamó: "Mas todos
nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la
gloria del Señor, nos vamos transformando en esa misma imagen cada vez
mis gloriosos" (2 Co 3,18).

Fraternalmente tuyo en Su
Amor Eucarístico,
Mons. Pepe

11 - CONEXIONES

Fiesta del Santo Rosario,


7 de octubre de 1993

Querido padre Tomás:


Mientras lees esta carta por favor saca del
bolsillo tu rosario y observa como cada cuenta
se conecta con la otra. La Santísima Madre
también hace este tipo de "conexiones" entre la gente. Ella origina una
cadena de circunstancias para la gloria de su Hijo en el Santísimo
Sacramento.

Te doy un ejemplo. Hace exactamente cuatro años, el Santo Padre fue a


Seúl, Corea, en ocasión del Cuadragésimo Cuarto Congreso Eucarístico
Internacional. Estimulado por miles de personas de todo el mundo, el Papa
Juan Pablo II eligió visitar una capilla de adoración perpetua, la Iglesia del
Buen Pastor, como primera escala después de llegar al aeropuerto.
Dio una charla a los cardenales, obispos, sacerdotes y religiosos sobre la
importancia de la adoración en la vida sacerdotal. Explicó así por qué era
lo "más apropiado" que su visita a Corea comenzara en una capilla de
adoración perpetua.

Esa tarde el Secretario Ejecutivo del congreso nos visitó al padre Farrall, al
padre Martín y a mí, en la casa Maryknoll donde nos alojábamos. Quería
conocer cómo había empezado todo este maravilloso trabajo de la
adoración perpetua que había logrado establecer cientos de capillas tanto
en Corea como en Filipinas.

El Secretario Ejecutivo nos invitó a Roma para presentar al Santo Padre un


álbum con todas las capillas instauradas en Asia.

El padre Martín no quería ir si yo no lo acompañaba. Como la visita era muy


importante decidí ir. Se fijó la fecha y como todos llegaríamos de distintas
direcciones, decidimos encontrarnos a una hora determinada en la capilla
de adoración de la Basílica de San Pedro.
Al finalizar esta agradable reunión, cuando salíamos de la capilla de San
Pedro, conocimos a un estudiante de teología. Se entusiasmó por qué
estábamos en Roma y nos dijo que él también quería propagar la adoración
perpetua cuando fuera sacerdote.

Este estudiante es ahora el padre Vicente Perricone que difunde la


adoración perpetua por todo el Reino Unido. Antes de ir a Manila, le
comentó a un amigo laico el propósito de su misión y éste se lo contó a
José De Luca. José fue ordenado junto con Vicente y ahora está
fomentando con mucho éxito la adoración perpetua por todos los Estados
Unidos. El padre José ha sido instrumento de muchas vocaciones para los
Misioneros del Santísimo Sacramento.
¿Entiendes ahora, Tomás, cuando me refiero a las "conexiones"? Desde
Seúl a Roma, a Manila y al mundo entero, la Santísima Madre está
haciendo un "rosario vivo" para glorificar a su Hijo en el Santísimo
Sacramento.

Si todavía tienes el rosario en tus manos, hay sólo una cosa más que te
quiero decir. Cuando rezas el Rosario ante el Santísimo Sacramento, amas
a Jesús con el Corazón de María. Unidos al Corazón de María por el rosario,
haces una perfecta hora santa porque amas a Jesús con el amor perfecto
de María.

Fraternalmente tuyo en Su
Amor Eucarístico,

Mons.
Pepe
12 - REPARACION

Memoria de Sta. Margarita María,


16 de octubre de 1993.

Querido padre Tomás:


Si tienes la oportunidad de ver la obra "Los
Miserables", por favor no dejes de hacerlo. Me
gustó más que "Miss Saigon”. No te la pierdas. Tú sabes que Lea Salonga
es una de las artistas que actúa en la obra y es fantástica. Pero lo más
importante es que este clásico de Víctor Hugo tiene un mensaje que pide
ser oído hoy.

Valjean es un pobre carpintero sin trabajo. Su crimen fue haber robado un


pedazo de pan para alimentar a sus hijos hambrientos. Su sentencia: cinco
años de prisión. Al tratar de escapar es capturado para servir a la cruel
justicia del gobierno quince años más. En la prisión, los suyos lo olvidaron
y abandonaron.

¿No podría ser ésta la historia de Jesús en el Santísimo Sacramento?


Jesús se convierte en el Pan Vivo bajado del cielo para alimentar
espiritualmente a los hambrientos hijos de Su Padre. Este es Su "crimen".
No es retribuido con agradecimiento y adoración. Es castigado
poniéndosele en la prisión del Sagrario. En este calabozo es olvidado y
abandonado por los suyos. Nos avergonzamos y no lo exponemos. Por estar
demasiado ocupados, no lo honramos. Su trono es la custodia en donde
quiere liberarse para reinar como Rey del Amor.

Pero al contrario, se le encierra y se le trata como al criminal Valjean. Se


describe a sí mismo como un Prisionero de Amor.

Mi querido Tomás, no es exagerado lo que digo.


Esto es lo que Jesús mismo le reveló a Santa
Margarita María cuando se le apareció en el
Santísimo Sacramento mientras estaba rezando y
le dijo: "He aquí este Corazón que ama tanto y a
cambio, es tan poco amado". Le explicó que las
espinas alrededor de Su Corazón eran un símbolo
del dolor que sufre por la ingratitud e indiferencia de sus sacerdotes y de
su pueblo a Su Amor en el Santísimo Sacramento. Luego, Jesús le
manifestó que Él sufría más por esta indiferencia e ingratitud de lo que
sufrió en la Pasión.

Jesús nos llama a cada uno de nosotros diciéndonos: "Tengo sed, una
terrible sed de ser amado por ustedes en el Santísimo Sacramento".
El Santísimo Sacramento es el Sagrado Corazón de Jesús en medio de
nosotros. Hoy llora como lloró por Jerusalén. ¡Cuánto desea reunir a cada
uno de nosotros en Su Corazón, así como la gallina reúne a sus polluelos
debajo de sus alas!
Cambia su llanto en una sonrisa, querido Tomás. Establece la adoración
perpetua en tu parroquia y cambiarás las espinas de Su Corazón en
muchas flores de consuelo. Cada hora santa reparará toda la indiferencia e
ingratitud del mundo.¡Qué gracia tan grande!

Fraternalmente tuyo en Su
Amor Eucarístico,

Mons.
Pepe
13 - SALVACIÓN

Fiesta de San Martín de Porres,


3 de noviembre de 1993

Querido padre Tomás:


Leí en el diario de esta mañana que un hombre
de Tailandia debería recibir el premio Nobel por
sus servicios humanitarios. Cada fin de semana
baja a Bangkok desde su pueblo en la montaña.
Va a buscar jóvenes raptadas, secuestradas,
llevadas engañadas a uno de los cientos de
burdeles de la ciudad.

Estas jóvenes tienen entre doce y catorce años


y sirven alrededor de diez clientes por noche. Él
viaja desde lejos, no recibe pago y arriesga su
vida para salvarlas. Ha logrado devolver más de
400 niñas a sus padres y familias. ¿Te imaginas
la alegría de un padre o de una madre cuando ven volver a su pequeña niña
sana y salva después de tan terrible odisea? Piensa cuán agradecidos
deben estarle esos padres por haber salvado a sus hijas.
Querido Tomás, eso no es nada comparado con el agradecimiento que Dios
Padre te tendrá por tener adoración perpetua en tu parroquia. Por esto el
Papa Juan Pablo II beatificó a Dina Belanger.

Era una mujer canadiense muy devota a la oración ante el Santísimo


Sacramento. Antes de su hora santa Jesús le mostraba multitudes de
almas al borde del precipicio del infierno. Luego podía ver estas mismas
almas en las manos de Dios después de su hora santa.

Jesús le dio a la venerable Dina un mensaje para


transmitir a la Iglesia. El valor de una hora santa es tan
grande, que lleva a multitudes de almas de la orilla y
borde del infierno, a las mismas puertas del cielo.

Piensa Tomás que San Martín de Porres era insultado y


maltratado porque era negro e ilegítimo. Se identificó
con Jesús, ignorado y maltratado en el Santísimo
Sacramento. Mientras se consolaban mutuamente,
Martín se hizo más caritativo, amable y servicial. Pasaba hasta ocho horas
diarias en oración ante el Santísimo Sacramento.

Esto agradó tanto a Jesús que hizo a Martín un autor de milagros. Llevaba
un canasto de pan fresco del monasterio para repartir por las calles a los
pobres. Con un solo canasto daba pan a un barrio entero.

Martín alimentaba a cientos de hambrientos con un solo canasto de pan.


Tú, querido Tomás, salvas cientos de personas del infierno con tan sólo
rezar una hora anta ante el Pan Vivo bajado del Cielo.

Esta es la razón por la que Carlos de Foucauld pasó toda su vida ante el
Santísimo Sacramento, en un desierto de Arabia. Su única oración era:
"Dios mío, conduce a todos los hombres a la salvación".

Establece la adoración perpetua en tu parroquia, querido Padre y Dios te


estará infinitamente más agradecido a ti, que los padres de Tailandia lo
están con el hombre que salva a sus hijas en los burdeles. Dios pasará
toda la eternidad agradeciéndote por las innumerables almas que salvaste.

¡Cuál podría ser una mayor razón para tener adoración perpetua que esta
quinta gracia de salvación!

Fraternalmente tuyo en Su
Amor Eucarístico,

Mons.
Pepe

14 - HERENCIA

Solemnidad de Cristo Rey,


22 de noviembre de 1993

Querido padre Tomás:


En un vuelo vi una película que me hizo
acordar de la solemnidad de hoy. ¿Has visto
"Un príncipe en Nueva York" ("Coming to
America")? Eddie Murphy hace el papel de un
príncipe africano a punto de convertirse en rey. Todas las mujeres quieren
casarse con él por su riqueza. Pero él desea encontrar a alguien que lo
quiera por sí mismo.

Entonces viene a América donde la gente no lo conoce. Se viste


sencillamente, sin la majestuosa vestimenta de un príncipe para que nadie
sepa lo rico que es. Consigue trabajo en McDonalds y vive en el lugar más
pobre de Harlem en Nueva York.
Para encontrar el amor verdadero se convierte en lo que se llama "un
pobre sucio, Con esa apariencia pobre y humilde, conoce en una iglesia a
una joven muy atractiva. Se atraen, salen y se enamoran.

Ella acepta su propuesta matrimonial y se asombra al descubrir que él es


un príncipe disfrazado. El casamiento la convierte en princesa y en la
mujer más rica del mundo.
¡Qué historia estupenda! Pero ¿sabes una cosa, Tomás? Esta es la real
historia de amor de Jesús en el Santísimo Sacramento. El es el Rey
buscando quien lo quiera por sí mismo.
En el Santísimo Sacramento se viste sencillamente, oculta su gloria. Viene
humildemente hacia nosotros como "el Pan Vivo bajado del cielo". Es tan
profundo su anhelo de ser amado por sí mismo, que se muestra más pobre
que cualquier ser humano de la tierra.
Es el Rey con un corazón romántico merecedor de nuestro amor por todo lo
que ha hecho por nuestra salvación. Esto es la adoración perpetua,
proclamar a Jesús Rey dándole el honor y la gloria que le corresponde.

Por la adoración perpetua una parroquia da al Rey todo el amor que


verdaderamente se merece. Por eso la liturgia de Cristo Rey empieza con
esta oración:
"Digno es el Cordero degollado de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría,
la fuerza y el honor" (Ap 5, 12).

La adoración perpetua es el romance divino entre Jesús y su pueblo. Es


decirle "sí" a su propuesta matrimonial. Todo lo que Él quiere es nuestro
amor. "Porque yo quiero amor, no sacrificios" (Os. 6,6). Entonces ¡Él nos
sorprenderá con la herencia de su Reino!
Fraternalmente tuyo en Su
Amor Eucarístico,
Mons.
Pepe

15 - ROSAS EN LA NIEVE

Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe,


12 de diciembre de 1993

Querido padre Tomás:

Pocas ventajas hay cuando se es presidente de


algo, casi sólo gran cantidad de arduo trabajo.
A veces, sin embargo, hay beneficios. Como
presidente de la Fundación Guadalupe, me
dieron un pasaje gratis a México.

Te estoy escribiendo desde el Santuario. Es


magnífico. Durante mi hora santa estuve
pensando si es más valiosa la visita que
Nuestra Señora le hizo a Juan Diego o una hora
santa ante Jesús en el Santísimo Sacramento

.
Las rosas florecieron en la nieve. La imagen de Nuestra Santa Madre se
imprimió en un pobre poncho que se ha conservado por siglos. Los
científicos no pueden descifrar cómo fue que se imprimió esa imagen en la
tilma. Ella es la mujer vestida del sol que es el símbolo de su Hijo
Eucarístico. Dos corazones que laten al unísono.

Veamos su pedido al obispo. "Construir una capilla". ¿Quién está en la


capilla? ¡Su Hijo Eucarístico! María lleva a todos sus hijos a la Eucaristía.

La belleza de Guadalupe está siempre durante nuestra hora santa de


oración. No importa cuán fríos estén nuestros corazones, las rosas de
santidad florecen. La fragancia de la santidad perdurará para toda la
eternidad. Cada momento que pasamos en su presencia, brotamos,
crecemos y florecemos como las rosas en la nieve.
Y con cada hora santa, una nueva y especial imagen se imprime
indeleblemente en nuestra alma, mucho más linda que aquella del
Santuario a la que gente de todo el mundo acude y admira su belleza con
tanto asombro.

Después de cada hora santa en presencia de Jesús en el Santísimo


Sacramento, querido Tomás, todos los ángeles del cielo miran extasiados
la imagen impresa en tu alma.
Así como Juan Diego tuvo que esperar hasta estar ante el obispo para
darse cuenta de la linda e invalorable imagen que traía, así también
nosotros tendremos que esperar. Al igual que Juan Diego que se sorprendió
al abrir su tilma para mostrarle al obispo las rosas, nosotros quedaremos
pasmados eternamente al ver el efecto de una sola hora santa de oración.

Por eso Pablo VI señala en Misterium Fidei que una sola hora santa ante
Jesús Sacramentado, nos da "una dignidad, incomparable".

La gente busca la dignidad en la posición social, la seguridad económica,


la popularidad o en la cantidad de títulos académicos.

Hay una canción que dice: "todos buscan el amor en los lugares
equivocados" ("looking for love in all the wrong places").

La dignidad se encuentra en la presencia del Señor que nos eleva más y


más hacia Él. La altura y el prestigio de nuestra verdadera dignidad se
halla en el grado de unión que tenemos con Cristo en el Santísimo
Sacramento.

Por eso tengo en mi oficina una imagen de tamaño natural de Nuestra


Señora de Guadalupe, para recordar dónde reside mi verdadera dignidad.

Barth Bracy es un americano que hace poco vino a mi despacho con su


amigo Miguel. Hace un par de años, un laico muy santo llamado Dan Lynch
llevó a la casa de Barth, a pedido de su madre Lynda, una imagen
peregrina de Nuestra Señora de Guadalupe. A Barth le imresionó mucho y
le ayudó a cambiar su vida. Entró en el seminario para ordenarse
sacerdote de los Misioneros del Santísimo Sacramento.

Fraternalmente tuyo en su
Amor Eucarístico,

Mons.
pepe

16 - INTIMIDAD

Navidad,
25 de diciembre de 1993

Querido padre Tomás:

¡Feliz Navidad! Noche de Paz, noche de amor,


todo duerme en derredor… brilla anunciando al
niñito Jesús. Este inspirado himno se escribió
en una iglesia rural de Alemania, hace cien años cuando se le rompió el
órgano.

“El párroco de esta pequeña iglesia dijo que sin órgano la Navidad iba a ser
una "noche de silencio, una Noche de Paz". Entonces, para la misa de
medianoche, el organista compondría una melodía, el sacerdote escribiría
la letra y el coro cantaría las suaves alabanzas de un nuevo himno.
Con esta intención se compuso el himno: algo sencillo, cantado una sola
vez y olvidado. Después de Nochebuena, una tormenta de nieve impidió que
llegara el hombre que arreglaría el órgano hasta la primavera, cuando la
nieve se hubo derretido. Al terminar de arreglarlo, encontró sobre el órgano
esta partitura olvidada aquella noche de Navidad. La tomó y se la llevó
consigo a Munich. El resto es historia. "Noche de Paz" ha sido escuchada
desde entonces. Sus suaves acordes de amor y de paz, han llegado a
millones y millones, transformando la vida de innumerables personas.

Lo mismo sucede con una sola hora santa. La dejamos en la capilla, como
esa partitura de "Noche de Paz" y Dios transforma nuestra hora de oración
en un caudal de gracias infinitas para su pueblo. La gracia de Dios
obtenida en una sola hora santa transforma más corazones que toda la
gente que lo ha hecho con 'Noche de Paz'. Por una sola hora santa, las
gracias de Dios se oirán en el mundo hasta el fin de los tiempos y por toda
la eternidad, por el aprecio divino que Dios tiene por aquellos que aman a
su Hijo en el Santísimo Sacramento.

Dios Padre estará eternamente agradeciéndote y amándote en el cielo,


porque tú has honrado a su Hijo en la tierra, en el Santísimo Sacramento
que es la continuación de la Encarnación de Jesús.

Cuando visitamos al Santísimo Sacramento, encontramos la misma


humildad y ternura que los pastores encontraron cuando visitaron al "niño
acostado en el pesebre" (Lc 2,16). El hambre en el corazón de Dios por el
hombre, se expresa con la humildad de estas dos palabras, Niño Jesús.

¡Cuán grande es el deseo de Dios por tener profunda intimidad con el


hombre! Jesús vino como un bebé porque nunca nadie les ha tenido miedo
de acercarse a ellos. Se ama a un bebé porque es indefenso. Un bebé
pidiendo amor con sus bracitos abiertos, es irresistible.

La Hostia Sagrada personifica la ternura divina de la Encarnación. Tan


manso y humilde, tan adorable y tan pequeñito y vulnerable, el Santísimo
Sacramento es Jesús diciendo "Venid a mí... que soy manso y humilde de
corazón..." (Mt 11,28-29).
Sólo los humildes oyen su voz. Sólo aquellos con corazón de niño, buscan
su Corazón en el Santísimo Sacramento. Por eso Jesús dice: "Dejad que los
niños vengan a mi, no se lo impidáis, porque de los que son como ellos es
el Reino de Dios" (Mc 10,14).

En aquel tiempo, los apóstoles desanimaban a los niños a acercarse a


Jesús, así como ahora algunos sacerdotes desaniman a la gente a
acercarse al Santísimo Sacramento, a la Exposición o a la adoración
perpetua.

Esto me recuerda una película llamada 'El Niño de Oro" ("Golden Child"). El
destino del niño era la salvación del mundo, ya que todo lo que él tocaba se
curaba y quedaba sano. El diablo lo encierra en una jaula y lo aleja de la
gente. La misión consistía en liberar al niño.

San José tuvo que proteger al Niño Jesús con la huída a Egipto. Un
Herodes furioso había ordenado una masacre (Mt 2,16). El Papa compara
esto con el aborto de la vida humana. Pero también existe el aborto de la
vida divina. Aquellos que destruyen la adoración, aíslan a los fieles del
torrente de la vida divina

En el Congreso Eucarístico de Sevilla, España, meditando sobre los


escritos del obispo Manuel González, el Santo Padre hizo una exhortación a
la adoración perpetua en todas las parroquias del mundo entero.

El obispo González inspiró al obispo Félix Zafra y éste a


los Misioneros del Santísimo Sacramento.

El obispo González compara la visita al Santísimo


Sacramento, con el acercamiento a la cálida luz del sol,
con el beber de agua fresca en una fuente que da vida y
con el ensimismamiento por la dulce fragancia de una
flor. Pero el sol, la fuente y la flor no tienen corazón y si no se entristecen
no nos acercamos a ellos.
El Corazón de Jesús sí se entristece si lo dejamos solo porque Su Corazón
es el más sensible y tierno de todos los corazones. "Con cuerdas humanas
los atraía, con lazos de amor; y era para ellos como los que alzan a un niño
contra su mejilla, me inclinaba hacia Él y le daba de comer" (Os 11,4).

Como la estrella sobre Belén, el Papa señaló al Santísimo Sacramento


como el remedio "que cura" todos nuestros males tanto en la Iglesia como
en el mundo. La solución a toda confusión y promiscuidad en el mundo es
la intimidad con Jesús en el Santísimo Sacramento. Eludir su llamado a
esta intimidad causa toda la promiscuidad.
Esta noche en la misa de medianoche, Joseph Skelton, Keith Poupard,
George Wilson y Lou Verroi cantaron "Más cerca, oh Dios de Ti" ("Just a
closer walk with Thee"). Y es así de simple. La prolongación de la
Encarnación de Cristo en el Santísimo Sacramento es Jesús mismo que
viene íntimamente a nuestro lado para que podamos acercarnos más
íntimamente a Él.

"Yo os aseguro: el que no reciba el Reino de Dios como niño, no entrará en


el'. Y abrazaba a los niños, y los bendecía poniendo las manos sobre ellos"
(Mc 10,15-16).
Esto es adoración perpetua Tomás. El Santísimo Sacramento es Emmanuel,
“Dios con nosotros”, que se “rebajó” con infinita humildad y amor para
continuar abrazando, bendiciendo y curando a todos sus hijos hoy, así
como lo hizo en el tiempo del Evangelio.
La Iglesia nunca pretendió ser tan excesivamente institucional,
burocrática o legalista, sino más bien cálida, personal e íntima. La gente
es atraída por lo amigable y adorable. La adoración perpetua es una puerta
siempre abierta. Es un signo de los brazos abiertos de Cristo en el
Santísimo Sacramento, siempre invitando, dando la bienvenida y abrazando
a cada uno de los que se acercan a Él. Una puerta siempre abierta hacia
los brazos extendidos de Cristo que espera y transmite a todos un sentido
de pertenencia personal. Una puerta siempre abierta irradiando la luz del
Amor Divino en la custodia, define el verdadero significado de la
Encarnación.

En el Santísimo Sacramento el Verbo se hace carne y habita entre


nosotros. Así como vemos al niño acostado en el pesebre, así también
podemos ver en la Sagrada Hostia la misma "gloria que recibe del Padre
como Hijo único, lleno de gracia y de verdad" (Jn 1,14)
Por eso la Madre Teresa decía que cuando miramos a la Sagrada Hostia
vemos cuánto Jesús nos quiere AHORA. Es su Amor eterno por ti. Este
Amor nos dice "confiadle todas vuestras preocupaciones, pues Él cuida de
vosotros" (1 P 5,7).

Con plena confianza deposita todos tus temores y ansiedades en su


Corazón y a cambio recibirás su paz. El sonido de su amor permanente es
lo único que Él quiere que oigas en tu mente y en tu corazón. Cada hora
santa debería ser como esta canción "esta noche hay por todas partes un
cierto silencio. Por eso escucha con mucha atención, acércate y verás lo
que te quiero decir. No es un sueño. Lo único que oirás es un susurro al
oído, TE AMO por siempre jamás" ("There is a kind of hush, all over...").

Por el Amor permanente de Jesús en el Santísimo Sacramento podemos


decir: "Noche de paz, noche de amor, todo es calma, todo brilla en derredor,
duerme la paz celestial".
Por este amor permanente debemos estar tan entusiasmados de tener una
capilla de adoración perpetua, así como lo estuvo el ángel al proclamar la
buena noticia del nacimiento de Jesús en Belén, la primera capilla de
adoración perpetua.

Querido Tomás, sé ese ángel, ese mensajero. Dile a la gente con esa misma
alegría que tu parroquia tendrá adoración perpetua en donde el mismo
Jesús nacido en Belén los estará esperando con los brazos abiertos. "No
temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo"
(Lc 2,10).

Fraternalmente tuyo en su Amor


Eucarístico,

Mons.
Pepe
17 - SEGURIDAD

Fiesta de San Juan Apóstol,


27 de diciembre de 1993

Querido padre Tomás:

Un día de invierno en Nueva Inglaterra, dos amigos míos, Bruce y Maureen


Smith, me llevaban en su auto al aeropuerto. Mirábamos por la ventana
dudando si el avión podría despegar. Era un día oscuro, gris, nublado y tan
frío que granizaba.

El avión finalmente despegó y en pocos segundos se elevó sobre las


nubes. La escena era sorprendente. Se podían ver filas y filas de nubes
blancas, onduladas, matizadas con resplandores de un sol dorado.
Esto, pensé, debería ser cada hora santa. "Yo soy la Luz del Mundo" (Jn
8,12). Jesús es la luz. El Santísimo Sacramento es Jesús. El Santísimo
Sacramento es la Luz del mundo. Los pensamientos negativos y depresivos
vienen de de su adversario.

Cada momento que se pasa en su presencia, debería influenciar y cambiar


nuestra mente hacia lo positivo. El amor es positivo. "Dios es amor" (1 jn
4,8). Jesús es Dios, por lo tanto, el Santísimo Sacramento es Amor. El poder
de este amor está por encima de todo. Como el avión, el pensamiento nos
lleva de lo oscuro, frío y nublado, a la cálida, despejada luz del amor
positivo.

Muy frecuentemente oímos decir que esta o aquella persona es "insegura".


Todos somos inseguros. Pero podemos encontrar nuestra seguridad en la
profundidad de su amor Eucarístico.

Esta es la lección de la fiesta de hoy. San Juan se vio a sí mismo como "el
que Jesús amaba" y se recostó en su Corazón. En la primera Eucaristía,
Juan "se recostó sobre el pecho de Jesús" (Jn 13,23).

Así conseguimos nuestra seguridad, recostándonos sobre el Corazón de


Cristo. Cuando nos apoyamos en nosotros mismos, nos encontramos en la
oscuridad de nuestra naturaleza humana caída y por consiguiente somos
inseguros.

Apoyándonos sobre el Corazón de Cristo es vernos a la luz de su amor


Eucarístico. Una sola gota de agua tiene todo el derecho de sentirse
insegura. Esa misma gota de agua puesta en el cáliz del vino que se
convierte en la preciosísima Sangre de Jesús tiene un valor infinito.

Separados de su amor, no somos nada y nos sentirnos inseguros. Unidos a


su Corazón tenemos el valor infinito de la gota de agua que se convierte en
vino y que se transubstancia en la preciosísima Sangre de Jesús.
La soberbia nos aleja de Cristo. La humildad nos muestra nuestro valor
infinito en Cristo, redimidos por su Sangre y protegidos por su Amor.
Entonces estamos muy seguros.
No es que Jesús amaba más a Juan sino que Juan estaba más receptivo al
amor personal que Jesús le tenía. Por eso se vio como "aquel a quien
Jesús amaba". Él conocía, valoraba y estaba abierto al amor personal de
Jesús. En Redemptor Hominis, nuestro Santo Padre nos dice que esto es lo
que debemos hacer.

Para que nuestro amor sea completo, Juan Pablo II afirma que nuestro
amor personal por Jesús en el Santísimo Sacramento debe ir junto a
nuestro amor comunitario por Jesús en la Santa Misa.

Continúa diciendo que "El empeño esencial... es el perseverar y avanzar


constantemente en la vida eucarística, en la piedad eucarística; el
desarrollo espiritual en el clima de la Eucaristía".

Así como uno no puede estar expuesto al sol sin recibir sus rayos, tampoco
podríamos estar en la presencia de Jesús en el Santísimo Sacramento, sin
recibir sus rayos divinos y crecer espiritualmente a la luz de su amor. Una
hora santa es recostarse sobre el Corazón de Jesús. Es una lección del
Maestro que nos dice que cada uno de nosotros es "aquel a quien Jesús
ama".

Por eso, todo católico debería decirle con vehemencia a todo evangélico y
fundamentalista: "Yo tengo una relación personal con Jesús, mi Salvador".

¿Cómo puede uno desarrollar una relación personal con alguien que no
está presente? El Santísimo Sacramento es Jesús en persona. "Si alguno
me sirve, que me siga, y donde yo esté, allí estará también mi servidor"
(Jn. 12,26).

Una larga fila de buenos servidores como Juan, el apóstol amado, lo siguen
donde Él esté, en el Santísimo Sacramento.
El Papa Juan XXIII, en su autobiografía El Diario de un Alma, declara que
su objetivo era hacer frecuentes visitas al Santísimo Sacramento, donde
encontraba seguridad. Esto lo convirtió en el
Papa alegre que el mundo llegó a amar.

El Papa Juan Pablo I encontró su seguridad en


la presencia del Santísimo Sacramento, donde
prefería estar en lugar de recibir los aplausos y
las alabanzas del mundo. Cuando le
preguntaban por qué sonreía tanto, él
contestaba: "Porque Jesús en el Santísimo
Sacramento me ama mucho".

El Papa Juan Pablo II hacía dos horas santas diarias y según un cardenal
muy allegado a él, hacía por lo menos veinte visitas al Santísimo
Sacramento por día.El obispo John Magee, de Clone, Irlanda, único en la
historia que ha sido secretario de tres papas, estableció la adoración
perpetua en la mayoría de las parroquias de su diócesis y las vocaciones
se triplicaron en los últimos tres años. Su hermano Cahil Magee también
difunde la adoración perpetua por toda Irlanda, donde hay más de cien
parroquias con adoración perpetua.

San Juan Neumann propuso la devoción de las cuarenta horas a los


sacerdotes de Filadelfia. La idea fue rechazada porque se pensó que sería
demasiado peligroso debido a los “no-nada" ("no-nothings"), un grupo de
hombres que aterrorizaban a cualquier inmigrante de Europa. Pensaban
que seria demasiado peligroso en las horas de la noche.
Una semana después de la presentación, se originó un incendio en la casa
del obispo. Se quemó toda su oficina y su contenido excepto un par de
hojas que quedaron intactas en el suelo.

El obispo las miró maravillado. Eran su diagrama para la devoción de las


cuarenta horas. Después Jesús le reveló: "Si yo puedo salvar un par de
papeles sin valor de la furia del fuego, cuánto más protegeré a la gente que
venga a adorarme en el Santísimo Sacramento". Tan pronto como la
devoción de las cuarenta horas empezó a difundirse, los "no-nada" se
desbandaron.
El padre John Randell recibió el mismo mensaje del Señor mientras hacia
su hora santa frente al Santísimo Sacramento. Abrió la Biblia en Ageo y
Zacarías y leyó estas palabras: "Cuando estés celoso de mi gloria en el
santuario, entonces haré que las calles sean seguras para mi pueblo". El
padre John interpretó el "celo" como adoración perpetua. Estaba en una
zona plagada de crímenes en el centro de Providence, Rhode Island. La
gente se mudaba de la parroquia porque no era un lugar seguro. El obispo
pensaba cerrar la parroquia cuando el padre John recibió este mensaje.
Ahora es una floreciente parroquia y el vecindario se ha convertido en un
lugar seguro gracia,s a la adoración perpetua.
El testimonio del padre John movió al obispo Profugio de Lucena a hacer lo
mismo. Él ha dado testimonio de que la adoración perpetua salvó a su
diócesis del comunismo que amenazaba con destruirla.

John Mackenzie, lo primero que hace cada mañana cuando se despierta, es


agradecer a Jesús por el amor personal que le tiene en el Santísimo
Sacramento y por llamarlo a Manila a estudiar para ser Misionero del
Santísimo Sacramento.

Fraternalmente tuyo en su
Amor Eucarístico,

Mons.
Pepe
18 - EN PRESENCIA DE LA GRANDEZA

Memoria de Santo Tomás de Aquino,


28 de enero de 1994

Querido padre Tomás:

¡Cómo me encanta Santo Tomás de Aquino! Era tan grande de cuerpo como
de espíritu. En otras palabras ¡era bien gordo! Algunos dicen que soy el
Santa Claus de Filipinas.

Realmente no sé si por mi sonrisa, mi carcajada o mi peso. De cualquier


forma, si yo soy el Santa Claus de Filipinas, Santo Tomás fue el Santa Claus
de Italia.
Los historiadores cuentan que un carpintero tuvo que recortar un pedazo
de la mesa para que él se pudiera sentar. Era tan grande que no tenía
suficiente espacio entre la mesa y el banco para sentarse a comer. Creo
que deberíamos nombrarlo patrono de los que vivimos a dieta tratando de
adelgazar.

Algunos se preguntan qué diría Santo Tomás si pudiera volver y visitar


nuestros seminarios. Fue la persona más inteligente en la historia de la
Iglesia. Durante siglos su teología y filosofía escolástica se enseñaron en
todos nuestros seminarios. Ahora su nombre ni siquiera se menciona.
Si volviera, creo que no le importaría que lo hayan olvidado. El mismo, hace
muchos años, lo dijo bien claro. Antes de morir dijo que había aprendido
más sobre Jesús en una hora santa ante el Santísimo Sacramento que en
todos los libros que había leído. Descubrió más sobre su Amor estando en
su presencia real, que en todo lo que había escrito. Todo lo que había
escrito y dicho era tan insignificante como la paja, en comparación con el
valor de un solo encuentro personal con Jesús en el Santísimo
Sacramento.

La teología es el estudio de Dios. La oración ante el Santísimo Sacramento


nos da el conocimiento de Dios mismo. La primera es el estudio académico
del amor. La segunda es la cálida experiencia del Amor personificado. Una
es un libro acerca de la persona y la otra es esa persona diciéndonos
directamente todo sobre sí misma.

En Houston, Texas, está la Universidad de Santo Tomás regenteada por los


religiosos de la regla de San Basilio, que enseña filosofía y teología
tomística. En Texas también hay un hombre famoso que es una leyenda del
golf, Ben Hogan, tal vez el mejor golfista que se conozca. Jugó entre los
años 30, 40 y 50. Una noche, cuando Ben Hogan regresaba de un
campeonato, tuvo un terrible accidente automovilístico. Chocó de frente
contra otro auto y casi muere. Los médicos dijeron que nunca más volvería
a caminar. Pero por su gran determinación aprendió a caminar nuevamente
y ganó cuatro campeonatos abiertos de los Estados Unidos y otras tres
competencias mayores.

Para un amigo norteamericano que creció en Texas y jugaba golf, Ben


Hogan era su héroe. Había leído todos los libros sobre su vida, su época y
todo su material de instrucción.
Finalmente un día ocurrió lo que anhelaba. Estando en Fort Worth, Texas,
en un viaje de negocios, lo invitaron a almorzar al Colonial Country Club.
¡Allí conoció a Ben Hogan en persona, en junio de 1991, casi cuarenta años
después que había oído hablar por primera vez de él! Ahora estaba sentado
junto al "Maestro" escuchando sus palabras, muy impresionado de poder
admirar personalmente su grandeza.

Mi amigo no podía dejar de contarle a quien se encontrara, amigos o


extraños le daba igual, que había conocido a Ben Hogan. Les hablaba 45
minutos contando lo que él había hablado con Ben Hogan personalmente.

Y nosotros ¿no deberíamos sentirnos igualmente emocionados de poder


estar con el mismo Jesús en el Santísimo Sacramento? Piensa Tomás ¿No
era esto de lo que hablaba el doctor Angélico? Mi amigo había leído y oído
todo sobre Ben Hogan, pero eso no se podía comparar con un solo
momento en su compañía.

¿No deberíamos asombrarnos de estar en presencia de la grandeza de


cada instante que pasamos ante el Santísimo Sacramento? Él es el
Maestro, el Señor, el Creador del Universo. Santo Tomás en su teología
explica por qué la valoración de la Sagrada Eucaristía ha disminuído y por
qué tomamos a la ligera la presencia de Jesús en el Santísimo
Sacramento. El santo escolástico habla de la relación inseparable entre
consumir y adorar: entre la comunión de la Sagrada Eucaristía y la
adoración del Santísimo Sacramento. Añade que si no adoramos lo que
recibimos, perdemos de vista el valor y la apreciación de lo que
consumimos.

En otras palabras, la Eucaristía no es una cosa sino una persona. Si no nos


hacemos tiempo para mantener una relación personal con Jesús en el
Santísimo Sacramento, perdemos de vista la amorosa persona de Jesús en
el Santísimo Sacramento y la Sagrada Eucaristía perderá su valor ante
nuestros ojos.

Santo Tomás pasaba hora tras hora en profunda adoración del Santísimo
Sacramento. Por su amor al Santísimo Sacramento se le llama el Doctor
Angélico. Su amor por Jesús en la Eucaristía fue lo que le inspiró a
componer los himnos para la Bendición como Tantum Ergo Sacramentum,
“Tan grande sacramento veneremos…”

El tema de estos himnos es la capacidad de nuestra fe de ir más allá de los


sentidos y comprender la realidad de la presencia de Dios en el Santísimo
Sacramento.
En Santo Tomás estudié filosofía y teología. Por eso lo considero uno de
mis santos patronos.
Recemos, querido Tomás, para que cada sacerdote sienta tanto amor por la
Sagrada Eucaristía como Santo Tomás de Aquino. Que todo sacerdote
pueda emocionarse tanto ante el Santísimo Sacramento, Jesús en persona
con nosotros, como mi amigo de Texas estuvo cuando conoció a Ben
Hogan. Podríamos convertir el mundo entero al catolicismo si estalláramos
de entusiasmo, diciéndoles a todos que ¡Jesús está realmente aquí en
persona!

Fraternalmente tuyo en su Amor


Eucarístico,

Mons.
Pepe
19 – VISION EUCARISTICA

Memoria de San Juan Bosco

31 de enero de 1994

Querido padre Tomás:

Quiero agradecerte por toda tu labor por la juventud. Por favor, exprésale mi gratitud
a toda la comunidad ALAGAD NI MARIA por su dedicación a la juventud.

La visita del Papa a las Filipinas el próximo año será de gran ayuda para tu ministerio.
Cuando el Santo Padre fue a Corea, le dijo a los jóvenes que encontrarían su identidad en la
Eucaristía.

El Santísimo Sacramento es como un espejo. Mirando a la Sagrada Forma vemos el


Amor perdurable de Cristo hacia nosotros. Por esto San Juan Bosco atrajo a los jóvenes al
Santísimo Sacramento y es el campeón de la juventud. El le enseñó al joven Domingo Savio
a amar al Santísimo Sacramento y Domingo también llegó a ser santo.

Lo que la juventud necesita es saber que Jesús es la persona más fácil con la que se
puede estar. Sin lugar a duda, es la persona más fácil de complacer en el mundo.

El gran obispo Fulton Sheen pasó por un periodo de aridez espiritual en el que rezar
se le hacía muy difícil, se sentaba en la capilla sin decirle a Jesús una sola palabra. Como el
obispo pensaba que sus horas santas no eran agradables a Jesús se sentía muy desalentado.

Entonces el obispo se acordó de algo. Su pequeño perro tampoco podía hablar.


Cuando el obispo se sentaba en su sillón para leer el periódico, su perro se sentaba en el
suelo cerca de

é1 haciéndole compañía. Solo estando ahí, a su lado, el perro era para el obispo un gran
consuelo y lo hacia muy feliz.
Mientras que el obispo pensaba en esto, recibió una inspiración de Dios. El obispo
Sheen era un gran consuelo y muy agradable al Seifior por tan sólo estar ahí con Él en el
Santísimo Sacramento, aunque como su perrito, no le decía nada a Jesús mientras
permanecía junto a Él.

Me encanta esta historian Tomás, porque como tú sabes, yo también tengo un perrito.
Y como es para mí un gran consuelo lo llamo "Amigo". Me encanta también esta historia
porque algo parecido le ocurrió a un Sacerdote amigo mío cuando yo era párroco en San
Miguel. Mi amigo estaba haciendo su hora santa en nuestra capilla de adoración perpetua.
Era un día terriblemente caluroso y se sentía tan cansado y agobiado por el calor que no
podía rezar. Só1o permanecer en la capilla en su hora representaba un gran esfuerzo. Se
preguntaba si esa hora tendría algún valor, cuando en ese momento entró un gatito blanco.

Hacia tanto calor que alguien había dejado la puerta abierta. Al principio mi amigo
pensó cuanto odiaba a los gatos. Luego observó como el gatito pasaba por cada uno de los
bancos hasta llegar a la parte de atrás donde mi amigo estaba sentado. El gatito se paró,
miró a mi amigo, puso su cabeza sobre su zapato como si fuera su almohada y se acostó a
dormir.

Mi amigo se emocionó. El gatito había elegido descansar su cabeza sobre su zapato.


Más tarde mi amigo oyó la siguiente inspiración tan fuerte como las campanas de la iglesia
en domingo. Si él que odia a los gatos estaba tan contento con uno que eligió estar con é1,
cuánto más encantado estará Jesús con nosotros, a los que ama infinitamente, cuando
elegimos estar con Él.

Mi amigo, al igual que el obispo Sheen, nunca más, se desanimó al sentir que no
podía rezar. El solo hecho de estar allí, es una oración de fe, es creer realmente que Jesús
está ahí. Es una oración de amor porque uno elige estar con aquellos a los que uno quiere,
con los que uno verdaderamente ama.

Jesús permanece día y noche en el Santísimo Sacramento por amor a ti, porque para
Él, tú eres la persona más importante en el mundo. Todo lo que está pidiendo es que tú,
querido Tomás, reserves una hora diaria para Él.

El punto más importante de cada retiro o sermón predicado por el obispo Sheen, era
estimular a cada persona a que se esforzara a hacer una hora santa diaria. Antes de morir lo
entrevistaron en la televisión. Le preguntaron quién lo había inspirado: ¿un papa, un
cardenal, un obispo, un Sacerdote, o quizás una monja?

Él contestó que no. Quien lo había inspirado a hacer una hora santa diaria fue una
jovencita. Cuando los comunistas se apoderaron de China entraron a una iglesia, arrestaron
al Sacerdote y lo recluyeron en su propia casa convirtiéndola en su cárcel. Luego fueron a la
iglesia, destrozaron el Sagrario, tiraron las Sagradas Formas por el piso y se marcharon.

Ellos no vieron a una niña que estaba de rodillas en oración. Era tan pequeña que ni
la notaron. Por la noche ella volvió en silencio, moviéndose sigilosamente pasó la guardia en
la casa del Sacerdote, antes de entrar en la oscura y fría iglesia.

Una vez allí, rezó de rodillas una hora santa antes de ir a recibir a su Dios y Señor en
la Santa Comunión. En aquella época, la Comunión todavía se administraba en la boca y
sólo estaba permitido recibirla una vez por día.

Esta fue la razón por la que la niña volvía todas las noches hasta que todas las hostias
sagradas fueron consumidas. Ella de rodillas se agachaba al suelo y recibía a Jesús en la
lengua. Todo esto fue presenciado por el párroco que la veía a la luz de la luna desde su
ventana.

El Sacerdote sabía exactamente cuántas hostias había en el copón porque é1 mismo


las había contado y consagrado. Cuando la última hostia hubo sido consumida en la
trigésimo sexta noche, la niña fue descubierta por los guardias en el momento en que se
estaba retirando. La apresaron y la mataron a golpes.

El Sacerdote sobrevivió para contar la historia. El obispo Sheen escuchó esta historia
cuando era seminarista y prometió a Dios hacer una hora santa durante todos los días de su
vida sacerdotal, una promesa que mantuvo hasta que murió a la edad de ochenta y dos
años. Para ese entonces ya había inspirado a innumerables obispos y sacerdotes a hacer lo
mismo. Pocos saben que fue una persona joven la que lo inspiró.

Te cuento esta historian Tomás, porque el idealismo es la virtud del joven de corazón.
Tú has dedicado tu sacerdocio a llevar a la juventud del mundo a Cristo. Yo quisiera
agregar: a Cristo en el Santísimo Sacramento.

Esto es lo que Frank Feain ha hecho con tanto éxito en Australia, en la Comunidad
Santo Espíritu de Libertad. Un joven inglés está tratando de hacer lo mismo en ese país.
Esto es lo que el Santo Padre quiere.

Lo siguiente fue un sueño y visión que tuvo San Juan Bosco. Él vio a la iglesia
representada por un barco a punto de naufragar. Por todos lados, sus enemigos la atacaban
tratando de destruirla. Pero entonces el Papa guía a la Iglesia entre dos columnas que
emergen del mar. Una columna era la Santísima Madre, y la otra era la Custodia con el
Santísimo Sacramento.
La paz fue restituida y el barco entró a puerto en una forma tan espléndida que no
hay palabras para describirlo. Juan Bosco pensó que era el cielo. La Santísima Madre le dijo
que era la tierra, renovada y transformada por el reino Eucarístico de Su Hijo.

Fraternalmente tuyo en Su Amor Eucarístico,

Mons. Pepe

20 – PARA ALGUIEN ESPECIAL

Día de San Valentín

14 de febrero de 1994

Querido padre Tomás:

Hoy, durante mi hora santa, vi algo peculiar, una caja de chocolates sobre el altar. Pensé que
alguien la había dejado olvidada, hasta que leí la tarjeta que había en la caja: 'Para Jesús, de Ninay,
porque tu amor es el más dulce de todos".
Un día Ninay estaba tan ensimismada en el amor de Jesús que no quería dejar la capilla. Su
marido la iba a recoger después de su hora santa, pero Ninay oró pidiéndole fervientemente a Jesús
que la dejase quedar más tiempo. El automóvil de su marido no arrancó y cuando lograron
arreglarlo nuestra querida Ninay había pasado seis horas adicionales con el Señor.

Una súplica que Dios Padre no puede rehusar es cuando le rogamos para ser capaces de
querer más a Su Hijo Jesús en el Santísimo Sacramento. El amor es dulce porque nos hace sentir en
forma muy especial. La calidad del amor es lo que realmente hace que uno se sienta especial. Por
esto el Amor de Jesús en el Santísimo Sacramento es el más grande y dulce amor que nuestros
corazones puedan jamás conocer.

Su amor te hace la persona más especial e importante del mundo. Dios tiene muchos
atributos individuales. Cada persona representa un atributo especial y único de Dios, nunca antes
creado y nunca reproducido. Dios se ve a si mismo en nosotros. En cada uno de nosotros, Dios ve
esta única cualidad y especial atributo que sólo nosotros poseemos. Y Él haría solamente por ti lo
que hizo por toda la raza humana Jesús haría todo de nuevo, por ti, si eso significara tu salvación.

Así eres de especial para Él. Pero nunca llegarás a saberlo a menos que te acerques a
conocerlo en el Santísimo Sacramento. El Santísimo Sacramento es Dios, el enamorado divino, que
nos dice cuan infinitamente especiales somos para Él. Dios no nos mandó caramelos o una tarjeta de
San Valentín, sino a su Hijo único.

"Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único... no para juzgar al mundo, sino para
que el mundo se salve por Él" (Jn 3,16-17). Dios ama tanto al mundo que por medio del Santísimo
Sacramento continúa enviando a su Hijo único, que nos dice que el Padre nos ama tanto como ama a
su Hijo (Jn 17,23). En otras palabras, cada uno de nosotros es tan especial para el Padre como Jesús
mismo. ¡Qué amor más tierno!

Por esto es que en el Rito de entrada para la solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de
Cristo se exclama: "Y a Él lo sustentaría con la flor del trigo, lo saciaría con la miel de la peña" (Sal
80,17). La miel que mana de la "peña" es el dulce amor divino de Jesús que mana de Su Corazón en el
Santísimo Sacramento. Sólo un corazón herido puede apreciar esta dulzura. Só1o un corazón
humillado puede reconocerlo. Só1o un corazón de niño puede amarlo. Esta es la razón por la que
Dios permite el sufrimiento en nuestra vida. Es la medicina que nos cura de la soberbia. Só1o cuando
nuestro corazón está herido, aplastado, derrotado, humillado o sufriendo de cualquier otra forma,
podemos experimentar la dulzura de su amor. Porque Él es el más abatido de todos.

Una lanza abrió el costado de Jesús para que de Su Corazón herido pudiera brotar la dulzura
de su Amor Divino sobre todos los que se acercan a Él en el Santísimo Sacramento. Por esto
proclamamos en la bendición: "Nos diste, Señor, el Pan del cielo... que en si contiene todas las
delicias".

Cuando estuve en México, vi a unos niños jugando a la piñata". Con los ojos tapados,
golpeaban un objeto lleno de golosinas hasta que lograban romperlo, y así caían los caramelos

que los chicos comían hasta saciarse. Al Corazón destrozado de Jesús en el Santísimo Sacramento se
acercan todos los corazones destrozados del mundo. La dulzura de Su Amor es un bálsamo y un
consuelo a las amarguras de la vida y a sus rechazos dolorosos. Porque Yahveh está cerca de los que
tienen roto el corazón, Él salva a los espíritus hundidos" (Sal 34,19).

Esta debe ser la razón por la que los países del tercer mundo acogen la adoración perpetua
con más entusiasmo que las naciones opulentas. El padre Lorenzo Guerrero, S.J., tuvo un sueño
donde vio a las Filipinas de noche a mucha distancia de la tierra. La vista era magnifica con luces
chiquititas en el centro de pequeños corazones que iluminaban la Isla entera. Se le dijo en el sueño
que esas luces resplandecientes eran las gracias que salían de las muchas capillas de adoración
perpetua.

El padre Martín llegó a las Filipinas en 1986 justo antes de la revolución EDSA. Howard Dee lo
llevó al restaurante Josefina, situado en la avenida Roxas. Howard es un gran amigo del Cardenal Sin,
tiene un profundo amor por la Eucaristía y un gran interés por la adoracióón perpetua. Esta fue una
de las principales razones por la que fue invitado el padre Martín. La entrada del restaurante estaba
decorada con mil pequeños corazones con lucecitas eléctricas en el centro en conmemoración del Día
de los Enamorados. El padre Martín dijo que esa era la cantidad de capillas de adoración perpetua
que Nuestra Señora quería que hubiera en las Filipinas. En vista de que las Filipinas tienen un lugar
especial en Su Corazón y en el de Su Hijo, Ella desea que haya mil capillas de adoración perpetua. El
padre Roger Cortez está trabajando con mucho interés para lograr este objetivo.

Había una canción que decía: "Lo que el mundo necesita ahora es amor, dulce amor". El Papa
Pablo VI dijo: "El Santísimo Sacramento es el Corazón Vivo de cada una de nuestras parroquias"
(Credo del pueblo de Dios). Cuando pienso en la Iglesia y en el mundo de hoy creo que tenemos
escasez de poder espiritual, algunos lo llaman pérdida, nosotros lo Clamamos apagón parcial. "Y el
juicio está en que vino la luz al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz" (jn 3,19).

Debemos volver a la Fuente Viva del Dulce Amor, el Enamorado Divino, que genera la
verdadera luz, por la que vemos lo especial que somos. Cuando uno se siente como una basura, trata
a los demos como basura. Cuando uno sabe cuan infinitamente especial es, entonces trata a los
demás en forma especial. Cuanto más amados nos veamos a la luz del Amor Eucarístico, tanto más
nos amaremos unos a otros.

El Santísimo Sacramento es para alguien muy especial. ¡Para Ti! La letra de la canción 'Tan
raro" no puede compararse con lo especial que tú eres para Él. Jesús te quiere a ti más que todo el
amor que jamás haya existido en el mundo desde el principio de los tiempos. Su misma Presencia
dice, "Déjame llamarte amado porque estoy enamorado de ti. Déjame oír tu susurro de que tú
también me amas". Sobre el Santísimo Sacramento se ha escrito: "Enamorarse de Dios es el más
grande de todos los romances. Buscarlo, la aventura más grande. Encontrarlo, la conquista humana
más importante".

Esta mañana el vicepresidente Salvador Laurel vino a la inauguración de la capilla en la calle


Carnation. Él es un verdadero héroe de la revoluci6n EDSA, y está considerado por muchos como uno
de los estadistas más grandes del siglo XX. Dirigiéndose a los Misioneros del Santísimo Sacramento
les dijo que necesitábamos otra revolución, una que lleve al mundo entero al Santísimo Sacramento.

Fraternalmente tuyo en Su Amor Eucarístico,

Mons. Pepe
20 – COMPASION

Fiesta de San Patricio


17 de Marzo de 1994

Querido padre Tomás:


¡Feliz día de San Patricio! El es, sin duda, el santo patrono de Irlanda. Irlanda es el país más
glorioso de todos por los grandes misioneros irlandeses que han evangelizado al mundo. Desde ese
pequeño lugar, mira el impacto tan grande que han tenido en la difusión de la fe de la Iglesia.
Indirectamente, fue un irlandés el que trajo la adoración perpetua a las Filipinas. Hace nueve
años, el Cardenal Sin fue invitado al Congreso Eucarístico Internacional en Kenya para ser el principal
celebrante y predicador en una misa en honor a Edell Quinn. Ella fue una gran misionera laica que
organizó la Legión de María en el África. La misa fue celebrada sobre su tumba. Un grupo de
mujeres participantes del Congreso querían que el padre Martín también asistiera. Él, por el contrario,
quería tomarse una "siesta" porque acababa de asistir a la misa del Santo Padre que había durado
tres horas bajo el ardiente sol africano. Ellas insistieron y prácticamente lo arrastraron a una larga
excursión hasta el lugar de la tumba. El padre Martín accedió porque sabía del gran amor que Edell
Quinn tuvo por la Eucaristía.
Pero cuando llegaron, él se sentía tan cansado que lo único que quería era escaparse de las
garras de estas mujeres y volver al hotel a descansar. Él pensó que se revestiría, avanzaría hacia el
altar, y pasando inadvertido entre tantos sacerdotes, se saldría y regresaría al hotel.
Sin embargo, cuando el cardenal Sin empezó a hablar, el padre Martín se conmovió tanto por su homilía
que decidió quedarse. Después de la misa se vio con el cardenal Sin quien lo invitó a las Filipinas para que
difundiera la adoración perpetua, y es así que hoy en día hay más de 500 capillas en nuestro país.
El cardenal empezó su homilía diciendo que cuando era pequeño, su madre entraba a su cuarto antes de que
se durmiera y le daba el beso de las buenas noches. Después del beso, se inclinaba y le susurraba a su oído: "Jaime,
te quiero más que a todos los demás". El cardenal era uno de sus once hijos. Todas las noches su madre hacía lo
mismo hasta que una noche él le preguntó: "Madre, ¿por qué me quieres a mi más que a todos los demás?" Su
respuesta fue: "Porque de todos mis hijos tú eres el más feíto".
Esto nos parece gracioso, pero también nos habla del amor compasivo de Jesús en el Santísimo Sacramento.
Esta compasión nos la demuestra un misionero irlandés que trabajaba en África, como capellán de una prisión para
hombres. Un día recibió una orden de regresar a Irlanda, y yo estaba con él durante su última visita a los reclusos,
que según la sociedad, son los hombres más miserables.
Concluida la visita a la prisión, juntos subimos al auto para volver a la parroquia. Puso la llave en el arranque,
apoyó su cabeza sobre el volante y empezó a llorar al pensar que jamás volvería a ver a esos hombres.
Me pareció ver en él la imagen de Cristo. Jesús tampoco podía dejarnos, por eso instituyó el
Santísimo Sacramento para quedarse con nosotros hasta el fin de los tiempos. Cuanto más feos y más
despreciables somos, Su Corazón se muestra más tierno y compasivo hacia nosotros. Cuanto más malos
nos sentimos, mayor es la alegría que le causamos al humillarnos y al visitarlo en el Santísimo Sacramento.
Él, que fue herido, nos cura, pues ha venido no para los que están sanos sino para los enfermos.
Una bebé enferma en California impulsó a sus padres a invitar al padre Martín a establecer la
adoración perpetua en su parroquia. Ed y Sybella Alexander no podían separarse del lado de su recién nacida
Catalina. Nacida prematuramente, era tan pequeña que los médicos dijeron que no podría sobrevivir.
Por ser tan chiquita, tan enferma e indefensa, sus corazones sufrían por Catalina. Entonces pensaron que así
debía sentirse Jesús en el Santísimo Sacramento por cada uno de nosotros. Si ellos sentían una compasión
indescriptible por Catalina, cuánta mayor debe ser la compasión de Jesús en el Santísimo Sacramento por
nuestra fragilidad y pecado.
Mediante la adoración perpetua, Él dispensa Su amor sanador y el párroco de Ed y Sybella en San Vicente,
Mission Hills, invitó al padre Martín a Irlanda. Por medio de la comunidad de sacerdotes Jesu Caritas, la
adoración perpetua se ha difundido por toda Irlanda, empezando por la Catedral de St. Mel en Longford. El
obispo Leopoldo Tumulok es un sacerdote Jesu Caritas y ha ayudado y estimulado la adoración perpetua.
El padre Martín dice que los sacerdotes irlandeses en América han hecho posible el apostolado. Más de
cien sacerdotes irlandeses han establecido la adoración perpetua en sus parroquias de los Estados Unidos.
Los irlandeses prefieren la muerte antes que renegar de su fe. Esta profunda fe se caracteriza por el
amor a la Sagrada Eucaristía y a la Santísima Virgen. Durante el tiempo de la persecución tenían misas "rock"
en el bosque. Si los británicos los llegaban a encontrar los mataban. El amor a la Sagrada Eucaristía todavía
inflama la fe de los irlandeses.
De ahí que no es de extrañarse que Nuestra Señora eligió Irlanda para el mensaje más Eucarístico
de todos. Nada se dijo. Ella permaneció en silencio y se apareció con un cordero. Tiempo apocalíptico,
tiempo para la Santísima Madre y el Santísimo Sacramento. Ella es Nuestra Señora de Knock.
Fraternalmente tuyo, en Su Amor Eucarístico,
Mons. Pepe
22 – UN LUGAR EN LA POSADA

Solemnidad de San José, esposo de María


19 de marzo de 1994

Querido padre Tomás:


Hoy celebramos la solemnidad de San José. No se dice mucho en la Sagrada Escritura sobre San José.
Él fue un siervo justo y fiel, y una figura silenciosa en la historia de la salvación.
San José me recuerda a una vasta mayoría de sacerdotes católicos en el mundo de hoy. Ellos son justos,
fieles y totalmente entregados a Dios y al servicio de la Iglesia. Ellos no son objeto de ninguna clase de
publicidad porque su comportamiento no es vergonzoso. Están tan entregados al pastoreo, tan ocupados
cuidando a los fieles en sus parroquias, que no se dice ni se escribe sobre lo mucho que hacen por amor a
Dios y a su pueblo. A semejanza de San José, trabajan silenciosamente para la gloria de Dios.
Tomás, mira a San José como tu modelo. Él representa la madurez apostólica y espiritual. Por
madurez, quiero decir que estaba dedicado a los intereses de Cristo, anteponiendo el interés de Cristo al
suyo propio.
En su amor por Jesús y María, José centró sus pensamientos en las necesidades de ellos, más que en las
de él. En teoría, todo sacerdote estará de acuerdo con esto; sin embargo, en la práctica podría ser distinto.
Por ejemplo, he pedido a muchos sacerdotes que consideren la posibilidad de establecer adoración
perpetua al. Santísimo Sacramento. Algunos alegan que no pueden encontrar un lugar adecuado para rezar.
¿No buscó San José un lugar para que Cristo pudiera nacer hasta que lo encontró? "Porque no tenían
sitio en el alojamiento" (Lc 2,7). Pero San José siguió buscando hasta que encontró un lugar. Y ese lugar en
Belén se convirtió en la primera capilla de adoración perpetua, donde los pastores de esa región, viviendo aun
en campos lejanos, se acercaron para adorarlo.
Un sacerdote en cuya mente está ante todo el interés de Cristo, daría su propio cuarto si fuera necesario,
para que el Santísimo Sacramento pudiera ser adorado día y noche.
Yo conozco a tal sacerdote. Él vino a Manila para la ordenación del padre Brian Morgan. Se
llama Brian Ahern y es párroco de la Iglesia de San Gerardo en Geraldton, Australia Oeste. El padre
Ahern quería establecer la adoración perpetua en su parroquia, pero no había ningún cuarto disponible que
sirviera de capilla.
El padre Ahern hizo lo que hubiera hecho San José. Le dio su cuarto a Jesús. Es una capilla ideal
porque tiene una entrada del exterior independiente. Esto hace que se mantenga la privacidad de la
rectoría ya que no es necesario pasar por ella para entrar en la capilla. La gente entra por la puerta
exterior de lo que era antes el dormitorio del padre Ahern. El cuarto puede mantenerse a una temperatura
templada durante el frío invierno australiano. La capilla es a su vez lo suficientemente pequeña corno para
crear un ambiente íntimo, apto para rezar en paz ante el Santísimo Sacramento.
El padre Ahern mudó su dormitorio a otro lugar de la rectoría. El Señor dice que en la Casa de Su Padre
hay muchas mansiones. Estoy seguro de que el padre Ahern tendrá una mansión muy especial en el Cielo por
haber dado su dormitorio a Jesús para que fuera adorado día y noche en el Santísimo Sacramento.
El padre Ahern ha sido recompensado muchas veces. Su capilla de adoración despertó la vocación
sacerdotal en Brian Morgan y ahora ya ordenado dedica su sacerdocio a difundir la adoración perpetua.
Su santidad de vida y su amor a la Eucaristía ha atraído a otros seis fieles al sacerdocio. Cinco de
ellos están estudiando en Manila, en San Vicente en Tandang Sora para formar parte de una nueva
comunidad de sacerdotes, los Misioneros del Santísimo Sacramento, que fue fundada para difundir la
adoración perpetua. Los jóvenes que estudian en el seminario son: Patrick Barry, Douglas Harris,
Vincent Cherry, Athol Bloomer y Adam Hayward.
Me consuela ver a tantos sacerdotes filipinos que han encontrado un lugar en la
posada para Nuestro Señor Eucarístico. Ellos tendrán a su vez un lugar muy especial en el
Cielo. Ellos tienen una capilla de adoración perpetua en sus parroquias para que Jesús pueda
ser amado y adorado todo el tiempo por su pueblo. Estas capillas de oración permiten que la
gente vaya en cualquier momento para estar con Jesús. Te escribo esta carta, querido Tomás,
para que tú puedas ser el próximo, el siguiente sacerdote San José que encuentre un lugar en
la posada para el Señor.

Fraternalmente tuyo en Su Amor Eucarístico,

Mons. Pepe
23 – TESORO ESCONDIDO

Jueves Santo
31 de marzo de 1994

Querido padre Tomás:


El padre Brian Ahern concelebró esta noche con nosotros la ceremonia del Jueves Santo. Él ha venido
de Australia para la Semana Santa en Manila. Mientras comíamos, me contó la historia de Eileen Forth,
miembro de su parroquia en Geraldton. Una experiencia similar le sucedió a Ann Lucia y a Nancy Laneri.
Eileen dejó la Iglesia Católica y se unió a la Iglesia Metodista, porque decía que Dios no estaba en la
Iglesia Católica dado el poco fervor y fe de la gente.
Un día ella volvió a la iglesia sólo para agradecer al padre Ahern por todo lo que él había hecho por
ella mientras profesaba la fe católica. El padre no se encontraba en la casa sacerdotal sino en la iglesia
preparándose para la misa del Jueves Santo. Ella decidió esperarlo.
Después de la misa, el padre Ahern llevó al Santísimo Sacramento en procesión. Cuando pasó por
donde Eileen estaba sentada, en el fondo de la iglesia, el padre Ahern la bendijo con la custodia; y ella
sintió una marea de amor muy fuerte, imposible de explicar, pero tan suave como una brisa.
Entonces oyó una voz:
"Eileen, Yo estoy en Mi iglesia. Yo estoy aquí realmente presente en el Santísimo
Sacramento. Pero la gente no me conoce o no me quiere y me deja solo y abandonado. Ayúdame a
renovar Mi iglesia por medio de la adoración perpetua".
Este es el mismo mensaje que el Papa Juan Pablo II dio a la Iglesia una noche de Jueves Santo,
quince años atrás en su primera encíclica Dominicae Cenae. En esta carta el Papa dice que "la Iglesia y el
mundo tienen una gran necesidad de la adoración Eucarística".
Él llamó a la adoración Eucarística "renovación auténtica", y exclamó que este fue el principal
propósito del Concilio.
En su encíclica Mysterium Fidei, el Papa Pablo VI respaldó esta declaración. En 1965 él escribió esta obra
maestra porque dijo que su "interés" pastoral y su "preocupación" era evitar que se frustrara la esperanza
misma del Concilio. La esperanza de "una nueva era de piedad eucarística extendida por toda la Iglesia".
Lo que sucedió fue que la adoración Eucarística desapareció casi totalmente después del Concilio.
La encíclica Mysterium Fidei fue profética.
En otras palabras, los apóstoles volvieron a dormirse después que Jesús los amonestó "¿es que no
pueden velar una hora conmigo?" El obispo Sheen dijo que este fue un pedido específico que Jesús hizo a
sus apóstoles. Él fue negado en ese entonces, y hoy sigue siendo negado por muchos. Por esto, querido
Tomás, no quiero que te duermas, sino que estés despierto, alerta y consciente. Es como el americano
que el padre Ahern conoció ayer. Se llama Norman Haynes y le dijo al padre Ahern que había estado en
las Filipinas durante más de diez años buscando tesoros escondidos. Es una persona muy agradable, y dijo que
cuando encontrara todo ese oro, supuestamente abandonado por los japoneses durante la Segunda
Guerra Mundial, se lo iba a dar al gobierno para pagar la deuda nacional y sacar al país de su pobreza.
Nos reíamos de semejante propósito, cuando lo asocié impresionado a los momentos difíciles de
división, desmoralización, apostasía y falta de vocaciones por los que la Iglesia está atravesando en todo el
mundo. ¿No nos estaremos empobreciendo espiritualmente?
Nosotros no tenemos que buscar tanto como Norman Haynes para encontrar la respuesta. ¡El
Santísimo Sacramento es nuestro Tesoro Escondido! Ahora está enterrado en el Sagrario abandonado
y olvidado. Cuando exponemos este Tesoro de Amor con la adoración perpetua, nos volvemos ricos
en la plenitud de las bendiciones y las gracias de Dios.

Fraternalmente tuyo en Su Amor Eucarístico,


Mons. Pepe

24 – REY DE AMOR

Viernes Santo
1° de abril de 1994

Querido padre Tomás:


Cuando el cardenal Sin es alabado por sus muchos talentos, bromeando, él relata la historia bíblica de la
entrada de Jesús en Jerusalén. "Jesús montaba un burro cuando entró en la ciudad. Naturalmente, la gente
empezó a cantar mientras las mujeres desplegaban sus mantos sobre el camino por donde Cristo debería
pasar, recibiéndolo en el nombre de Dios". El pobre burro pensó que todas las alabanzas y ovaciones eran para
él. No sabía que eran para Jesús, que estaba montado sobre él".
Todos nos podemos reír del humor de este cuento porque nos hace pensar en la naturaleza
humana. Por ejemplo, aquellos que no quieren la adoración perpetua en su parroquia me recuerdan al
burro. Piensan que toda la alabanza de la gente se dirige a ellos.
¿O piensan que Jesús no se lo merece? La adoración perpetua es la alabanza por todo lo que Jesús
ha hecho por nuestra salvación. El Viernes Santo es el precio que pagó al instituir la Eucaristía la noche
del Jueves Santo. Primero el banquete, después la cuenta. Jesús dio su Cuerpo en la cruz por amor a
nosotros, para que nos pudiera dar Su Cuerpo y todo Su Amor en la Sagrada Comunión. La Eucaristía es
Jesús, Rey de Amor.
Jesús fue levantado en la Cruz con odio, porque no querían que fuera su Rey. "Sobre su cabeza
pusieron, por escrito, la causa de su condena: 'Este es Jesús, el Rey de los judíos' (Mt 27, 37). Él es
levantado con amor por medio de la adoración perpetua.
Por nuestra adoración de Jesús en la Custodia, hacemos que se derrame sobre la
parroquia y el mundo las gracias y méritos de la Cruz. "Y acercándonos a Él con
incesantes alabanzas, le decimos al mundo: ¡Este es Jesús nuestro adorable Rey de
Amor!". Por medio de la adoración perpetua lo proclamamos Rey dándole el honor que
realmente merece. Lo sacamos de la cruz de la vergüenza y reemplazamos la corona de
espinas con un trono de gloria rodeándolo de amor día y noche.
Cuando toda la Iglesia lo proclame Rey mediante una re novación Eucarística,
cuando cada parroquia tenga adoración perpetua, entonces Él reclamará su Reino y
renovará la faz de la tierra.

Fraternalmente tuyo en Su Amor Eucarístico,

Mons. Pepe

25 – DIVINA MISERICORDIA

Domingo de Pascua
3 de abril de 1994

Querido padre Tomás:


Monseñor Moisés Andrade fue el principal celebrante de nuestra Misa de Pascua de
Resurrección. Estuvo magnífico cuando cantó el Exultet y su sermón fue de lo más inspirado.
Monseñor Andrade y yo somos amigos desde hace años: Su inteligencia armoniza con su gran
corazón. Quiero decir que es muy humilde. Su doctorado se basa en la historia de la elevación de la Sagrada
Hostia. Otro sacerdote amigo mío, piensa que es el mejor liturgista de la Iglesia de hoy.
Esta noche, monseñor Andrade usó en la misa una estola de la Divina Misericordia en forma muy
significativa. Hay una gran conexión entre la Divina Misericordia y la Resurrección. Jesús pidió
específicamente que la fiesta de la Divina Misericordia se celebrara el segundo domingo de Pascua.
Es aquí donde tenemos la culminación y la conclusión de la historia de la Salvación, la Divina
Misericordia, que está Eucarísticamente unida al domingo de Pascua que es la resurrección. Esto es
porque el acto final, la acción más grande de la misericordia de Dios, será la manifestación de Su
gloria en el Santísimo Sacramento.
Ahora Él está escondido en el Santísimo Sacramento. Pero un día Él manifestará Su gloria y todas
las naciones y toda la gente la verán. Esto no será Su Segunda Venida. Su Segunda Venida será como la
salida del sol. Lo que quiero decir es que la revelación de Su gloria Eucarística se asemejará a los primeros
destellos del alba.
La luz de Su gloria será Su amor y Su misericordia. Estos son los dos rayos que la hermana
Faustina vio que irradiaban del Santísimo Sacramento. Los rayos blancos representan Su Amor
Divino, mientras que los rayos rosa representan Su Divina Misericordia. Estos son los rayos que toda la
humanidad verá un día.
Así como Saulo fue convertido porque "de repente le rodeó una luz"' (Hch 9,3), así también
el mundo entero se convertirá por la luz gloriosa que irradia el Santísimo Sacramento. Esto es lo
que San Pedro llama la llegada del "Día grande del Señor. Y todo el que invoque el nombre del
Señor se salvará" (Hch 2,21).
El obispo Pierce vive en Providence, Rhode Island. Después de su jubilación como obispo de
Fiji, se le pidió que tradujera del polaco al inglés el diario de la hermana Faustina. Me contó que la
visión más notable de la hermana Faustina fue ante el Santísimo Sacramento.
En cada hora santa que uno pasa ante el Santísimo, el Corazón Eucarístico de Jesús irradia rayos
que rodean al mundo entero. Todo hombre, mujer y niño experimenta un nuevo efecto del amor y
de la misericordia de Dios por cada hora santa de oración ante el Santísimo Sacramento.
Y esto es exactamente lo que el Señor le dijo a Santa Gertrudis. Una hora santa conmueve tanto
Su Corazón, que cada persona experimenta un nuevo efecto de Su bondad en una explosión de
gratitud Divina.
Los efectos del volcán Pinatubo todavía se sienten a miles de millas de distancia. En
Canadá hasta las puestas del sol son diferentes debido a esa erupción. Una capilla de adoración
perpetua es una central eléctrica de oración que envía gracias que benefician a toda la
humanidad. El efecto e influencia de una sola hora santa es de mayor transcendencia para el
bien de la humanidad, que el extenso daño causado por el volcán Pinatubo en todo el mundo.
Una encuesta reciente realizada en los Estados Unidos reportó que sólo el treinta por
ciento de los católicos que asisten a misa los domingos, creen en la Presencia Real. Si esto les ha
sucedido a ellos, a nosotros nos puede pasar lo mismo. Nuestro pueblo se está pareciendo a María Magdalena
cuando llegó al sepulcro. "Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto" (Jn
20,2).
De nosotros depende, querido Tomás, decirle a la gente dónde está nuestro Salvador Resucitado ¡El
Santísimo Sacramento es Nuestro Salvador Resucitado con todo el poder de Su amor y Su misericordia
derramándose sobre aquellos que se acercan a Su presencia! Ahí es hacia donde debemos correr como
Pedro y Juan. Ahí es hacia donde debemos llevar a todos, ya que con cada hora santa avanzará el día en que
la luz de Su amor y Su misericordia brillará y así como Él, Su pueblo resucitará.

Fraternalmente tuyo en Su Amor Eucarístico,

Mons. Pepe
26 – CORONA DE GLORIA

Nuestra Señora del Santísimo Sacramento


13 de mayo de 1994

Querido padre Tomás:


Una mañana cuando me encontraba en Portugal con unos amigos, un sacerdote nos mostró la corona en la
que el Santo Padre depositó las dos balas que lo hirieron en la plaza de San Pedro el 13 de mayo de 1981. Yo
pensé que esto simbolizaba el triunfo de Nuestra Señora. Ella transformará todo y aún los esfuerzos más
violentos de sus enemigos serán usados para dar más brillo a su corona de gloria.
De acuerdo con nuestro amigo, Ging Roxas, la corona de gloria de Nuestra Señora será el Reinado
Eucarístico de su hijo. Como tú sabes, Ging es el experto en este Libro Azul, y el promotor principal de
"A los sacerdotes hijos predilectos de la Santísima Virgen". Ging dice que los mensajes tienen como punto
de enfoque el Reinado Eucarístico de Jesús y que están de acuerdo con todas las apariciones marianas aprobadas
por la Iglesia.
El triunfo del Corazón Inmaculado de María será el Reinado Eucarístico de su hijo mediante una
floreciente adoración perpetua que traerá la Nueva Era, un segundo, un nuevo y más glorioso paraíso
terrenal.
Por eso Dios permitió que el Santo Padre fuera herido el 13 de mayo, fiesta de Nuestra Señora del
Santísimo Sacramento. El Papa es el Vicario de Cristo. El hecho de que fuera herido en la fiesta de Nuestra
Señora del Santísimo Sacramento ilustra gráficamente el horror y la maldad de los encarnizados ataques
ál Santísimo Sacramento.
El mundo se conmovió cuando el Papa fue atacado. ¿Qué podría ser más terrible? Aunque ver
al Santo Padre agredido fue una escena descarnada, trágica y horrorosa, peor aún son los ataques en
contra de Aquél a quien él sirve tan bien, el mismísimo Señor en el Santísimo Sacramento. ¿Nos
sentimos conmovidos como para hacer algo al respecto?
Algunas de las injurias más comunes son: negación de la Presencia Real, poner en ridículo a
la exposición, y en especial, los ataques a la adoración perpetua. Lee el Apocalipsis, y la línea de
batalla se ve claramente perfilada cuando te das cuenta que la "mujer" es María en contra del
"Dragón", Satanás, luchando contra el "Cordero", Jesús en el Santísimo Sacramento.
¿Quiénes son los "reyes" que "harán la guerra al Cordero"? Son aquellos que tienen la autoridad
en la Iglesia y no aceptan la adoración al Santísimo Sacramento. "Pero el Cordero, como es Señor de
Señores y Rey de Reyes, los vencerá en unión con los suyos, los llamados y elegidos y fieles" (Ap
17,4).
Nate Cortese es un amigo mío. Su hermano murió en la Segunda Guerra Mundial. ¡Cuántos
hombres valientes han luchado y muerto en este siglo por amor a su patria! Muchas son las guerras
que se han luchado por la paz y la libertad, y, sin embargo, qué lejos estamos de ambas.
Hay sólo una guerra por la que vale la pena luchar. Larry Villone lo expresa mejor que nadie:
"¡Defender hoy a Cristo en el Santísimo Sacramento, es como defenderlo cuando estaba en la Cruz!"
Lo que necesitamos actualmente es un ejército de sacerdotes como tú, querido Tomás, que estén
dispuestos a luchar, defender y comprometerse a la causa de Cristo en el Santísimo Sacramento.
Los dos hombres que más admiro son el cardenal Vidal de Cebú, y nuestro propio cardenal Sin de
Manila. El cardenal Vidal dice que si hacemos sólo lo que es ordinario, entonces podemos esperar sólo
bendiciones normales de Dios. Pero, como vivimos en tiempos extraordinarios, debemos estar dispuestos
a hacer cosas extraordinarias, como es, tener adoración perpetua con el fin de esperar y recibir lo que hoy
más necesitamos: las gracias y bendiciones extraordinarias de Dios. El cardenal Vidal está trabajando para que
en cada una de sus parroquias haya adoración perpetua.
Mi gran alegría como vicario general de la Arquidiócesis de Manila es que el cardenal
Sin la ha convertido en la diócesis más Eucarística del mundo, con más de 100 capillas de
adoración perpetua. Esto es un tributo al clero por su gran fidelidad al Santísimo Sacramento.
Que el significado del milagro del sol te estimule. Setenta mil personas lo presenciaron
el 13 de octubre de 1917.
Llovía muchísimo. Una señal de lágrimas, copiosas lágrimas por la falta de humanidad del
hombre. El barro estaba en todas partes, como la corrupción de todo lo que vemos hoy. Entonces
el sol empezó a girar con un resplandor de distintos colores, que caía sobre la tierra. Esto
presagia la gloria venidera del Santísimo Sacramento. La lluvia para, el barro desaparece y todo
queda resplandeciente.
Setenta mil personas fueron testigos de ese acontecimiento, mientras que el mundo entero está
todavía por ver lo siguiente: "Luego vi un cielo nuevo y una tierra nueva — porque el primer
cielo y la primera tierra desaparecieron... Y oí una fuerte voz que decía desde el trono:” Esta es
la morada de Dios con los hombres... Y enjugará toda lágrima de sus ojos, y no habrá ya muerte
ni habrá llanto, ni gritos ni fatigas, porque el mundo viejo ha pasado” (Ap 21,1-4).
Y Jesús en el Santísimo Sacramento dice: "Mira que hago un mundo nuevo" (Ap 21,5).

Fraternalmente tuyo en Su Amor Eucarístico,

Mons. Pepe
27 – INOCENCIA

Beatificación del padre Damián


15 de mayo de 1994

Querido padre Tomás:

Me hubiera gustado que hubieses conocido a la hermana Gertrudis cuando vino a visitarnos
desde Hawai. Aún cuando pasa los setenta años, es admirable por su energía. Me contó una historia
que se mantuvo en secreto en su convento por muchos años.
Cuando ella era una monja joven, una de las hermanas ancianas se estaba muriendo. En aquel
tiempo era costumbre que la comunidad se reuniera a rezar alrededor de la moribunda. Viejita, arrugada
y fea, la monja exhalaba sus últimos suspiros. De pronto abrió sus ojos, estiró sus brazos y exclamó: "Oh,
mi Bien amado".
Luego, se sentó y contempló dulcemente al Santísimo Sacramento, que ella tenía permiso de
tener en su cuarto ya que su debilidad le impedía ir a la capilla. Lo que sucedió después nunca antes fue
revelado, hasta que la hermana Gertrudis lo compartió conmigo. La monjita, anciana y arrugada, se
transformó en una atractiva joven, de rostro terso y resplandeciente que con sólo mirarla puso en éxtasis
al resto de las hermanas.
Transcurrido lo que pareció un minuto o dos, la transformada monja se echó hacia atrás y
apoyándose sobre la almohada volvió a su estado anterior y murió. Cuando las hermanas volvieron
de su éxtasis, se asombraron al descubrir que este acontecimiento extraordinario no había durado
mucho más de uno o dos minutos. ¡Las hermanas habían permanecido en éxtasis por más de trece horas!
La hermana Gertrudis pertenece a la comunidad de los Sagrados Corazones, la misma a la que
pertenecía el padre Damián.
Su labor con los leprosos. Lo que el mundo desconoce es la devoción que él tenía al Santísimo
Sacramento, de donde obtenía la fuerza para trabajar con los leprosos.
El padre Damián se ofreció como voluntario para ir a la isla de Molokai, donde los leprosos eran
condenados al destierro tanto por sus familias como por sus amigos ya que la enfermedad era contagiosa y, en
esa época, incurable. Después de cierto tiempo de estar ahí, un amigo del padre Damián le escribió una carta
preguntándole cómo era capaz de quedarse por tanto tiempo entre los leprosos. Él le contestó: "Sin mi hora
santa diaria en presencia del Santísimo Sacramento, no hubiera sido capaz de quedarme ni un solo día en este
lugar".
Cuando el padre Damián llegó, los leprosos no se percataron de su llegada. Ellos vivían todas las noches
absortos en una continua intoxicación alcohólica y orgía sexual para tratar de olvidarse de la carne podrida de la
lepra, que los condenaba a una vida de olvido y de muerte sin consuelo.
Lo primero que hizo el padre Damián fue construir una capilla hacia donde él llevó a cada uno de los
leprosos; repitiéndose una y otra vez la escena del evangelio: "Se le acerca un leproso suplicándole y,
puesto de rodillas, le dice: "Si quieres, puedes limpiarme". Compadecido de él, extendió su mano, le tocó y
le dijo: "Quiero; queda limpio". Y al instante, le desapareció la lepra y quedó limpio" (Mr 1,40-42).
Jesús extendió su mano y tocó a cada uno, haciéndolos sanos con Su Amor y devolviéndoles su
inocencia con Su Sangre. Una inocencia recuperada es más preciosa a los ojos de Dios que la inocencia
nunca perdida.
Todavía tenían su carne podrida, pero ya no tenía importancia. Sus almas habían quedado limpias con la
inocencia de Su Sangre. Ellos ya no necesitaban emborracharse, porque se intoxicaron con Su Amor. El sexo
no era más una necesidad imperiosa, porque ellos tenían la intimidad de Su Corazón.
San Francisco de Asís besó a un leproso. Por la gracia de Dios él también curó a uno, quien
lleno de dolor insultaba a quienes trataban de ayudarlo. Lo insultó a Francisco y San Francisco se
fue ante el Santísimo Sacramento para orar. Cuando volvió le dijo: "Haré lo que me pidas". El
leproso le contestó: "quiero que me laves todo, porque huelo tan mal que ni yo mismo lo puedo
soportar".
Sin vacilar, San Francisco pidió que le trajeran agua caliente con hierbas aromáticas. A
medida que iba lavando al hombre, su carne podrida iba recobrando su color natural y finalmente
el leproso quedó curado.
A San Francisco le llaman "el tonto de Dios" porque todo lo que él hizo fue por amor a
Dios. Pero mucho más tonta es la locura de Amor del Santísimo Sacramento por lo que Jesús
hace por nosotros. Allí el Señor lava nuestras almas, no con agua, sino con Su Preciosísima
Sangre. Allí quedamos limpios de la podredumbre del pecado y del amor a nosotros mismos.
En cada hora santa que hacemos, Él extiende su mano y nos toca. Cuanto más enfermos
estamos, más lástima nos tiene. Cuanto más sucios nos sentimos, más es su deseo de limpiar
nuestra impureza.
El padre Damián organizó la adoración perpetua en la capilla que construyó. Algunas de las
mejores meditaciones jamás escritas salieron de los labios de estos leprosos cuando estaban en
adoración. El padre Damián las escribía y las mandaba a sus amigos en Bélgica y Holanda. La
inspiración radica en la pureza de su simplicidad.
Un leproso pasaba la hora santa entera describiéndole a Jesús lo que tenía por más querido en
su corazón, como el sonido de las olas, el azul del océano, la puesta del sol.
Sólo un hombre se ofreció como voluntario para ayudar al padre Damián, se llamaba
Dutton. Había llegado de Stowe, Vermont donde Greg Lucía una vez le había dado a su hermano un libro
titulado "La virtud de la confianza", mientras visitaba el hospedaje de María von Trapp. Dutton era agnóstico y
veía al padre Damián únicamente desde el punto de vista humanitario.
Un día Dutton necesitaba hablar con el padre Damián y no lo encontraba por ninguna parte.
Por último fue a la capilla, en donde lo encontró transfigurado haciendo su hora santa diaria. Dutton
llegó a la conclusión de que realmente Jesús mismo debía estar presente en el Santísimo Sacramento
para que un hombre tan ocupado y dedicado como el padre Damián reservara una hora todos los
días para pasarla con Jesús. Dutton se convirtió al catolicismo y está abierta su causa de
beatificación. Hoy un padre como el padre Damián es el padre Bill Petrie, a quien le ayudan sus dos
hermanas, Ana y Jan Petrie.
La hermana Gertrudis volvió a Hawai. Te he contado la historia de la anciana monja por una
razón. Es la historia de cada hora santa que hacemos. ¡Si sólo pudiéramos ver el cambio que se opera
en nosotros! Quedamos renovados en la Eterna juventud de Cristo. Nos hacemos inocentes, sin
mancha al lavarnos con Su Preciosísima Sangre que es la locura de Su Amor insuperable.
Así como la gota de agua es purificada y transformada por el vino que se convierte en la
Preciosísima Sangre de Cristo cuando se pronuncian las palabras de la consagración, así también cada
uno de nosotros cada vez que nos acercamos a Su Divina Presencia, quedamos purificados y
transformados por el contacto de Su Amor y el Poder de Su Gracia.

Fraternalmente tuyo en Su Amor Eucarístico,

Mons. Pepe
28 – SACRAMENTO DE AMOR

Solemnidad del Corpus Chisti


5 de junio de 1994

Querido padre Tomás:


Hace dos año cuando regresaba de una peregrinación por Europa, en el avión que venía
pasaron una película, cuyo nombre no recuerdo, y antes de que terminara me quedé dormido.
Pero una escena en especial me llamó la atención.
Robert De Niro volvía de la prisión a su antiguo barrio después de una condena de diez
arios. Allí visita a un amigo del colegio que para ese entonces ya era propietario de un restaurante
de categoría. Mientras dialogaban, le pregunta por su hermana. Durante todo el tiempo que había
estado en la prisión, De Niro había pensado en la hermana de su amigo y se preguntaba cuánto
tiempo le habría tomado a ella encontrar a otro hombre y olvidarse de él. Cuando jóvenes, habían
disfrutado de la mutua compañía y les encantaba bailar juntos. Su canción favorita era "Amapola".
Pero ahora las cosas habían cambiado. Él había estado lejos por mucho tiempo, era un
marginado social por ser exconvicto y no tenía dinero en el bolsillo. Se sentía avergonzado porque estaba
totalmente deshonrado, era un inadaptado que no tenía nada para ofrecer. Pensaba que
seguramente ella va no estaba interesada en él y probablemente que hasta se habría casado.
Su amigo le dijo a De Niro que su hermana no se había casado y que a propósito esa noche
estaba en el restaurante. Diciendo eso le señala a donde su hermana se encontraba. Robert d e Niro
quedó cautivado al verla ahora convertida en la mujer más bella que jamás había visto en su vida.
El hermano le hace una señal a la orquesta mientras Robert De Niro y su hermana se vuelven a
encontrar. Ellos empiezan a bailar su vieja canción favorita "Amapola".
Nervioso y asustado porque se siente muy inferior, al fin se atreve a preguntarle. "Por favor dime, ¿pensaste
en mí en algún momento durante el tiempo que estuve ausente?"
Ella le respondió: "No ha habido un solo momento en que no haya pensado en ti mientras estuviste
ausente".
Ella esperó y cada día fue mayor su anhelo. ¿Por qué escribo esto en la fiesta del Corpus Christi, Tomás?
Es por lo que el Santo Padre nos dice sobre Jesús en el Santísimo Sacramento: "Jesús los espera con los brazos
abiertos en este Sacramento de Su Amor" (Dominicae Cenae).
En otras palabras, Jesús está allí esperándote en el Santísimo Sacramento. Si no le importáramos, no estaría ahí
en el sagrario. Es corno dice la vieja canción: "Si no me importara... más de lo que las palabras pudieran decir...
Si no me importara... ¿me sentiría de esta forma?... ¿No es esto amor?... porque, si no me importara... ¿acaso sería lo
mismo?... ¿comenzaría y terminaría cada oración con tu nombre solo?... te aseguro que este amor no tiene
comparación... todo esto es verdad porque me intereso por ti..."
El propósito de la fiesta de hoy es recordarnos cuánto se interesa Jesús por nosotros en el Santísimo
Sacramento. En el siglo XIII nuestro Señor se le apareció a santa Juliana y le mostró la luna con un pequeño punto
negro. El Señor le explicó que la luna representaba el calendario litúrgico y el punto negro representaba el día
de fiesta que hacía falta y que quería que se instituyese.
Jesús le dijo que a medida que la Iglesia fuera progresando en el tiempo, la fe en su Presencia Real iba a ir
declinando. Esto concuerda con la pregunta que Él hace en el evangelio, que si al volver encontrará fe sobre la
tierra. Por esta razón el Señor le dijo que era necesario tener una fiesta especial que recordara a todo el mundo de su
Presencia Real en el Santísimo Sacramento. Santa Juliana le contestó que ya el Jueves Santo estaba dedicado a la
Eucaristía. Jesús le respondió que en el Jueves Santo también se celebra la instauración del sacerdocio. Él quería un día de
fiesta exclusivamente para honrar Su Presencia Real en el Santísimo Sacramento. Y así fue como se estableció la
fiesta del Corpus Christi.
En agosto de 1980, un huracán azotó la ciudad Corpus Christi en Texas. Nosotros le llamamos tifón. Ellos lo
llaman huracán. Este fenómeno se originó en el Caribe entre dos islas, la de San Vicente y la de Santa Lucía.
Poco tiempo después del huracán, un valiente y dedicado obispo fue nombrado para la diócesis de
Corpus Christi. Su nombre es monseñor René Gracida. Él escribió lo siguiente para la revista Inmaculada: "En
ocasión de la visita Ad Limina hace algunos arios, nuestro Santo Padre el Papa Juan Pablo II, me dijo que
debería sentirme muy afortunado por ser obispo de la única diócesis en el mundo que lleva el nombre de
Corpus Christi, el Cuerpo de Cristo.
Le respondí como lo he dicho en muchas otras ocasiones, que de verdad me siento muy privilegiado".
El obispo Gracida fue el primer obispo de los Estados Unidos que invitó a los Misioneros del Santísimo
Sacramento a su diócesis. Como resultado de esta invitación muchas parroquias en su diócesis tienen ahora
adoración perpetua.
Dicha invitación se debió a una carta que Kirk y Katie Pfeffer le escribieron a Rex Moses. Rex estaba
trabajando en la diócesis en la operación rescate tras el huracán. Kirk y Katie le escribieron a Rex sobre la adoración
perpetua.
Rex le mostró la carta a monseñor Gracida, y así fue como el obispo invitó al padre Martín Lucia y a
los Misioneros del Santísimo Sacramento.
De Corpus Christi, Texas, los Misioneros fueron invitados por otros cuatro obispos al estado de
Lousiana. De Louisiana a Alabama, a Tennessee y luego a Arkansas.
Gracias a la dedicación y al esfuerzo de laicos como Mary Ann Beckste y Pat Forton, los misioneros
han sido invitados a diferentes diócesis desde Georgia a Michigan.
Cuando pienso en el nombre huracán, viene a mi mente las bodas de Caná. "Apresurar la boda" (se da
un juego de palabras en inglés: "hurry" apresurar y "cane" Cana = "hurricane" huracán). La adoración perpetua
causará el apresuramiento de la boda entre Dios y Su pueblo.

Fraternalmente tuyo, en Su Amor Eucarístico,


Mons. Pepe

29 – CORAZON COMPASIVO

Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús


10 de junio de 1994

Querido padre Tomás:


El año pasado, en la fiesta del Sagrado Corazón, dos amigas, Meldy Cojuangco y Marietta
Santos, me invitaron a almorzar al restaurante Old Manila en Makati. Mientras charlábamos, un
grupo de músicos con sus violines, guitarras y mandolines, pasaban cantando de mesa en mesa.
Cuando llegaron a nuestra mesa tocaron una lindísima y antigua canción que no había
escuchado desde hacía más de treinta años titulada "Recuerdas cuando" (Remember when I
first met you). Es una gran melodía, con una letra todavía más linda, que nos inspiró a hablar
sobre el Sagrado Corazón.
La Biblia dice que Dios nos amaba desde antes de la creación del mundo. La letra de esta
canción dice así:
"¿Te acuerdas cuando?... recién te conocí...
No puedo acordarme cuando... no te he amado..."
Todos sabemos que cuando amamos mucho a alguien, queremos estar siempre con
esa persona. Una madre con las justas puede esperar el momento de poder abrazar a su
recién nacido. La alegría de un padre es estar con sus hijos. Los amigos atesoran los
momentos que pasan juntos. Los enamorados se quieren tan profundamente que se les hace
muy difícil separarse.
Cuanto más amamos, más queremos estar con el ser amado. Esto explica el misterio
esencial de nuestra Fe Católica, el misterio de la Presencia Real. Jesús se queda con nosotros día
y noche en el Santísimo Sacramento sencillamente porque nos ama tanto a cada uno de nosotros que
nunca quiere dejarnos.
Jesús exclama, "Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo" (Mt
28,20). ¿Por qué? Porque "Con amor eterno te he amado: por eso he reservado gracia para ti. Volveré
a edificarte y serás reedificada" (Jr 31,3-4).
Este es el mensaje del Sagrado Corazón. Cuando acompañé a un grupo de Peregrinos a Paray
Le Monial, el siguiente mensaje estaba escrito en la pared: "Si ustedes creyeran en Mi amor, si realmente
creyeran en Mi amor, entonces verían los milagros de Mi amor. Yo reinaré en cada corazón y Mi victoria
será total y plena porque Yo reinaré por la omnipotencia de Mi amor en el Santísimo Sacramento".
Este es el mensaje que Jesús le dio a Santa Margarita María para que lo difundiera por todo el
mundo. La palabra clave es "omnipotente", todopoderoso. Ella vio Su Corazón vivo y encendido como
un millón de soles. Su Corazón en el Santísimo Sacramento arde de amor por cada persona.
Por esta razón, Jesús expresamente pidió, por medio de Santa Margarita María, que se
estableciera una fiesta en honor de Su Sagrado Corazón en el Calendario Litúrgico en la octava de la
fiesta de Corpus Christi. Jesús quería establecer, sin lugar a dudas, que la devoción a Su Sagrado
Corazón era la devoción al Santísimo Sacramento. ¡El Santísimo Sacramento es el Sagrado Corazón de
Jesús vivo, en medio de nosotros!
Lo que Él le pidió a Santa Margarita María es hoy más urgente de lo que fue en ese
entonces. "Tengo sed, terrible sed de ser amado en el Santísimo Sacramento". Su mensaje es que la
Eucaristía no es una cosa, sino una persona, el mismo Jesús. Él dijo que en el Santísimo Sacramento
encontraríamos al más amante de los Padres, a nuestro mejor amigo con el Corazón más compasivo.
San Juan María Vianney vio con sus propios ojos como Jesús tomaba con sus manos la
cara de cada persona que lo visitaba en el Santísimo Sacramento y le daba a cada uno, un tierno
beso de agradecimiento. "Con cuerdas humanas los atraía... y era para ellos como los que
alzan a un niño contra su mejilla lleno de gratitud" (Os 11,4).
Esta es la ternura que encontramos en el Santísimo Sacramento y que brota de un Corazón
lleno de gratitud por nuestro amor. Jesús preguntó "¿Quién me ha tocado?" refiriéndose a una
mujer que tocó la borla de su manto. Porque "he sentido que una fuerza ha salido de mí" (Lc
8,45-46).
Con cada hora santa que hacemos un poder sale de Jesu cristo. Cada hora santa toca
Su Corazón y facilita la salida de Su Amor Salvador, hasta que un día habrá un nuevo y
segundo Pentecostés.
El "fuego" que destrozará al mundo será el fuego del Amor Divino. El fuego de Su Corazón
destruirá el frío odio de este mundo y restablecerá el Reino de su Divino Amor (1 P 3,10).
La adoración Perpetua, Tomás, será la causa y el catali zador del acontecimiento
cósmico. El amor de Dios por el hombre fue lo que creó al mundo. Sólo el amor del hombre
por Dios en el Santísimo Sacramento lo recreará de acuerdo con Su Promesa donde
"esperamos... nuevos cielos y nueva tierra" (1 P 3,13).
Después del almuerzo en Old Manila fui a la casa de una humilde familia cuya abuela
se estaba muriendo. Ofrecí la Santa Misa, y como quedó sin consumirse una sagrada for ma,
decidimos tener frente a ella una hora santa en honor del Sagrado Corazón.
Durante la hora santa alguien en la casa vecina tocó una canción. Como hacía mucho
calor y las ventanas estaban todas abiertas, pudimos oírla. La canción era "Te acuerdas cuando".
No la he vuelto a oír desde entonces.
Pero tú la puedes oír cada vez que visites al Santísimo Sacramento. Su presencia constante es en
sí un canto de amor que dice: "No puedo acordarme cuando no te he amado".

Fraternalmente tuyo en Su Amor Eucarístico,

Mons. Pepe
30 – EL SOL QUE BAILA

Natividad de San Juan Bautista


24 de junio de 1994

Querido padre Tomás:


Esta carta es tan importante que la voy a hacer muy breve. Trataré de "disminuir" la
cantidad de palabras, con el fin de aumentar" el impacto".
La función de San Juan Bautista con respecto a Cristo debería ser también la nuestra con
respecto a Cristo en el Santísimo Sacramento.
... En medio de vosotros está uno a quien no conocéis... a quien yo no soy digno de
desatarle la correa de su sandalia... 'He ahí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo'...
pero he venido... para que Él sea manifestado... 'He ahí el Cordero de Dios" On 1,26-36).
Lo que proclamamos en la consagración debería ser el propósito y el centro de todo nuestro
ministerio: Hacer conocer a Jesús en el Santísimo Sacramento, a Quien muchos no lo
reconocen.
Tal como mi joven amigo Patrick Barry me dijo hace poco. "Mira en el Evangelio y verás que
la gente era llevada directamente a Jesús. Esto es lo que deberíamos hacer hoy, llevar a la
gente directamente a Jesús en el Santísimo Sacramento. Actualmente Él sigue haciendo por cada
uno de nosotros las mismas cosas maravillosas que hizo por la gente en el tiempo del Evangelio".
Así como Juan Bautista señalaba al Cordero de Dios, así la Iglesia entera debería
señalar al Santísimo Sacramento. Al igual que él, nosotros debemos "disminuir" para que Él pueda
crecer" y establecer Su reino.
Por esta razón, la primera aparición de la Santísima Virgen en Medjugorje fue el 24 de junio, fiesta
de San Juan Bautista. Como el precursor, la Virgen está señalando a su Hijo en el Santísimo
Sacramento, y quiere que hagamos lo mismo porque Ella expresamente pidió la adoración perpetua del
Santísimo Sacramento.
A esto se debe, querido Tomás, que el sol en el cielo baila. ¿Y por qué es que muchos lo ven
como una hostia? El sol señala al Hijo porque todo en la creación nos llama para que nos acerquemos a
Jesús en el Santísimo Sacramento. El sol también señala al Hijo porque Su gloria viene pronto. Su gloria en
la Eucaristía está por irrumpir y cuando lo haga: "Dichosos los que no han visto y han creído" (Jn
20,29).

Fraternalmente tuyo en Su Amo Eucarístico,

Mons. Pepe

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