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Manual de Produccin Caprina PDF
Manual de Produccin Caprina PDF
ISBN 978-970-705-082-2
Prólogo
Agradecimientos
• A los cabreros del altiplano mexicano por permitirnos trabajar con sus reba-
ños y por compartir sus experiencias invaluables.
• A la Fundación Produce San Luis Potosí, A.C., por haber tomado la iniciativa,
financiar y confiarnos la realización de este manual.
• A los cabreros de San José de la Peña, Villa de Guadalupe, San Luis Potosí,
por permitir trabajar con sus rebaños. A los colegas de Desarrollo Rural del
Norte Potosino, A.C., por su confianza y apoyo decidido.
• A los señores MVZ Carlos Peraza Castro del rancho La Serpentina, Queré-
taro, y al MVZ Javier Chaurant de la Granja Don Toño, Guanajuato. También
Prólogo
Manual de producción caprina
Contenido
CAPÍTULO
1 Introducción 1
Historia 1
Distribución 2
Productos de la cabra 5
3 Razas 11
Razas españolas 12
Blanca celtibérica 13
Murciano-Granadina 15
Retinta extremeña 16
Razas lecheras de los Alpes 16
Alpina 17
Saanen 18
Toggenburg 19
Razas lecheras creadas en el siglo XX 19
Nubia 20
La Mancha 21
Razas productoras de carne 22
Índice
CAPÍTULO
5 Reproducción 39
El macho 40
La hembra 42
Sincronización del celo 44
Fertilidad del macho 46
Inseminación artificial 47
Transferencia de embriones 48
Diagnóstico de preñez 48
Gestación 49
El parto 51
Partos difíciles 53
El cabrito recién nacido 56
6 Cría y selección 57
Cría 58
Selección 62
Apreciación visual 62
Apreciación visual en línea 64
Fenotipo racial 65
Control de rendimiento lechero 65
7 Nutrición y alimentación 69
Características funcionales de los rumiantes 70
Desarrollo del rumen 72
Ingestión, masticación y deglución de alimentos 73
Digestión y absorción de nutrientes después del rumen 74
Consumo de piensos y forrajes 74
Nutrientes requeridos 75
Agua 76
Carbohidratos 77
Proteínas 81
Minerales y vitaminas 87
Alimentación de cabritos lechales y remplazos 89
Alimentación complementaria 92
Alimentación de reproductores 92
Alimentación en pastoreo 93
Siembra de forrajes, aprovechamiento de esquilmos
de cosechas y forrajes espontáneos 94
Aprovechamiento de arbustos 95
La morera 97
El maguey como forraje 98
El nopal como forraje 101
Bloques urea-melaza 104
Proceso de fabricación 106
Uso de los bloques urea-melaza 111
Índice
CAPÍTULO
Descornar 123
Recorte de pezuñas 124
Identificación 125
Edad de las cabras 129
Control de predadores 131
Conservación de pieles 132
10 El Ordeño 161
Equipo y accesorios 162
Rutina del ordeño 163
12 Bibliografía 177
Índice
Manual de producción caprina
Índice de
Tablas
PÁGINA
Índice
Manual de producción caprina
Índice de
Figuras
PÁGINA
Índice
3.15 Macho Nubio 20
3.16 Hembra Nubia. 20
3.17 Macho La Mancha (www.lamanchas.com). 22
3.18 Hembra La Mancha (Combs, 2001). 22
3.19 Macho Boer. 23
3.20 Hembra Boer. 23
4.1 Corral de encierro, Brasil. 29
4.2 Corral construido con materiales de la región (Fot. SEDARH). 30
4.3 Plano de un corral de encierro con plataforma de ordeño. 30
4.4 Comedero abastecido desde fuera del corral. 31
4.5 Comedero colocado en el interior del corral (Fot. SEDARH). 31
4.6 Pileta de lámina con llenado manual. 32
4.7 Pileta de hormigón. 32
4.8 Pileta hecha de medio tambor metálico, con llenado automático. 32
4.9 Techos de paja y lámina. 33
4.10 Cortina rompe vientos con plantas de nopal (Opuntia spp.). 34
4.11 Cortina rompe vientos de quiotes de maguey (Agave spp.). 34
4.12 Cerca perimetral para impedir la entrada de coyotes y perros. 35
4.13 Cerca para dividir potreros. 35
4.14 Cerca de madera para separar corralizas. 35
4.15 Cerco eléctrico temporal en pradera. 35
4.16 Cabras en la cornadiza (yugo), para ser ordeñadas. 36
4.17 Perfil de plataforma de ordeño. 37
4.18 Frente de cornadiza para ordeño. 37
5.1 Semental con buen implante del escroto y aplomo. 41
5.2 Revisión del estado de salud de la ubre, en relación con la producción de leche (Vene- 42
zuela).
5.3 Semental con arnés para marcar cabras en celo. 46
5.4 Cabras bayas Nubias gestantes. 50
5.5 Relación de la producción de leche y consumo de alimentos. 50
5.6 Aparición del moco en la cabra próxima a parir. 51
5.7 Aparición de la primera bolsa. 52
5.8 Cabra limpiando sus cabritos. 52
Índice
7.7 Hojas o pencas de maguey (México). 80
7.8 Plantación de nopal forrajero (México). 80
7.9 Saladilla australiana (Brasil). 80
7.10 Pasta de soya. 81
7.11 Pasta de colza. 81
7.12 Glúten de maíz. 82
7.13 Grano seco de destilería. 82
7.14 Semilla de algodón de buena calidad para producción de leche. 85
7.15 Semilla de algodón deteriorada (grasas oxidadas, presencia de micotoxinas, baja 85
gustosidad y proteínas desnaturalizadas).
7.16 Urea granulada usada comúnmente como fertilizante nitrogenado. 86
7.17 Cabritos en espera de sus madres del agostadero. 90
7.18 Cabritos en lactancia artificial. 90
7.19 Paridera en pradera temporal de avena (Texas). 91
7.20 Cría de remplazos con raciones integrales. 91
7.21 Sorgo forrajero de secano para corte. 94
7.22 Atriplex canescens, “Costilla de vaca”. 96
7.23 Atriplex numularia, ”Saladilla australiana”. 96
7.24 Leucaena sp., “Guaje”. 96
7.25 Parthenium incanum, “Mariola”. 96
7.26 Dalea bicolor, “Engorda cabras”. 96
7.27 Engorda cabras muy ramoneada. 96
7.28 Nopal rastrero (Opuntia rastrera), muy apreciado como forraje durante la época 97
seca y períodos de sequía.
7.29 Nopalera para forraje. 97
7.30 Cabras ramoneando moreras. 97
7.31 Cabras consumiendo hojas secas de morera. 97
7.32 Maguey silvestre en agostaderos del altiplano potosino-zacatecano. 98
7.33 Recorte de pencas (desvirado) de maguey maduro destinado a la elaboración de mezcal. 98
7.34 Cabras consumiendo maguey picado (Fot. SEDARH). 98
7.35 Maguey picado para ser ensilado. 100
7.36 Maguey ensilado en bolsas de plástico (Fot. SEDARH). 100
Índice
8.11 Cabritos recién nacidos marcados con pintura. 121
8.12 Cabrito alimentado con biberón o mamila, en posición correcta (www.morgefile.com). 122
8.13 Cabritos lechales destinados a la venta para asar (México). 122
8.14 Cabrito con buen aspecto para semental (Brasil). 122
8.15 Cautín eléctrico para descornar cabritos. 123
8.16 Localización de las glándulas odoríferas y nacimiento de los cuernos (Adaptado de 124
Caprine supply, 2005).
8.17 Pezuña deforme por falta de desgaste (a); aspecto lateral (b) y frontal (c) después 125
del recorte (Adaptado de Caprine Supply, 2005).
8.18 Herramientas para arreglo de pezuñas (tijera, escofina y cuchilla). 125
8.19 Pinzas, agujas y tinta para tatuaje. 126
8.20 Tatuaje en cabra de registro. 128
8.21 Sujeción de la cabra para revisión de dentadura. 129
8.22 A la cabra sujeta, otra persona le separa los labios para exponer la dentadura. 129
8.23 Cabra de cuatro años de edad, con la dentadura plenamente desarrollada y aún sin 129
desgaste (“boca hecha”).
8.24 Guía para la determinación de la edad de las cabras por medio de la dentadura 130
(BNA, 1971).
8.25 Coyote, muy temido y difamado por los ganaderos (www.smith-southwestern.com, 131
2004).
8.26 Perros de rebaño Anatolia (www.battlesfarm.com-1). 132
8.27 Cachorros Border Colli de trabajo para el manejo del rebaño. 132
9.1 Exploración de un cabrito. 137
9.2 Sangrado para pruebas serológicas. 137
9.3 Partes del cuerpo de la cabra donde se le puede inyectar. 137
9.4 Sujeción de la cabra para ser inyectada. 138
9.5 Aplicación de una inyección intramuscular. 138
9.6 Cabra con manifestaciones de paratuberculosis. 140
9.7 Rodillas inflamadas debido a artritis-encefalitis. 147
9.8 Semental afectado por artritis-encefalitis (www.morgefile.com). 147
9.9 Nódulos linfáticos donde se puede manifestar la linfadenitis caseosa (Adaptado de 148
Guss,1997).
9.10 Cabra con linfadenitis caseosa inguinal y rodillas inflamadas por artritis encefalitis 148
(Modificado de Gus, 1977).
9.11 Cabrito con absceso típico de linfadenitis caseosa. 148
Índice
Manual de producción caprina
Capítulo 1
Introducción
Historia
La cabra probablemente fue el primer rumiante
en ser domesticado, hace aproximadamente 7000
años en las montañas del Zagreb, entre las fronteras
de Irán e Irak (Mason, 1981a). Desde la más remota
antigüedad, la cabra ha aportado al humano carne y
leche para alimentarse, piel y pelo para confeccionar
su vestimenta, e incluso inspiración poética y religio-
sa. En la literatura antigua del Medio Oriente y Europa
son frecuentes las referencias a las cabras asociadas
con objetos de culto; así, entre los griegos, Amaltea
fue la cabra nodriza de Zeus. La cubierta del taber-
náculo se tejió con pelo de cabra en recuerdo de
la aparición de Yahveh a Moisés en el monte Sinaí,
acompañada de rayos y truenos (Corcy, 1993).
Introducción 1
Distribución
Sistemas de producción
Los sistemas de producción están determinados por el clima, la vege-
tación y las exigencias del mercado. Los hatos más numerosos están en las
regiones Norte y Mixteca, con sistemas extensivos muy peculiares. El sistema
intensivo se encuentra en varias partes del país, donde se produce gran canti-
dad de forraje con riego, como en el Bajío y La Laguna.
Región norte
Carne. Los estados de la región norte participan en la producción de
carne de cabra con el 33%; San Luis Potosí, Coahuila y Zacatecas son los es-
tados más representativos, con casi 2 millones de cabezas (SIAP 2005; Tabla
1.2). El clima es seco con vegetación arbustiva y zacatales. En su mayor parte
el relieve es ondulado. El cabrito lechal es el principal producto y se vende entre
los 15 y 40 días de edad (el cabrito al pastor, es un platillo tradicional). Los ca-
britos se consumen principalmente en las ciudades de Monterrey y México. Al
cabrito le siguen en importancia la cabra adulta y machos castrados, los cuales
son trasportados vivos hacia el occidente y el centro y sur de México, donde se
sacrifican para consumirse en birria (un platillo de carne de chivo enchilado y
horneado muy popular en esa región) o en barbacoa, respectivamente. El tipo
racial predominante es el criollo sin un morfotipo definido, y sus cruzamientos
con Saanen, Alpino y Nubio, y recientemente con Boer.
Leche. Esta región participa en la producción nacional de leche de cabra
Introducción 3
con el 65%; los estados de Coahuila y Durango aportan la mayor producción.
Región Mixteca
El sistema de producción predominante en esta región es el extensivo, con
algunos matices de trashumancia. La región Mixteca la conforman parte de los
estados de Puebla, Oaxaca y Guerrero, con una población de alrededor de 3.2
millones de cabezas, las cuales aportan 26% de la producción nacional de carne de
cabra (Tabla1.2). El clima es cálido subhúmedo, el relieve es montañoso con algunos
valles y la vegetación es en su mayoría arbustiva. Las cabras no se ordeñan, pues
la especialidad de esta región es el chivo adulto o capón. El tipo racial predominante
es el criollo de color blanco (Sierra et al., 1997).
Sistemas intensivos
Los sistemas intensivos están ligados a la agricultura de riego que produce
abundante forraje de alta calidad o que genera gran cantidad y diversidad de resi-
duos de cosechas. El producto principal de estos sistemas es la leche, y se encuen-
tran tanto en el norte como en el centro del país; utilizan tecnología avanzada y son
de tipo empresarial. Las razas más usadas son Saanen, Alpina y Toggenburg. Las
zonas más importantes con estos sistemas son:
• Región de La Laguna, formada por parte de los estados de Coahuila y Du-
Productos de la cabra
Las cabras se crían para diversos propósitos, como la producción de carne,
leche y productos lácteos, fibra textil para cachemir y mohair, piel para elaboración
de zapatos, guantes y carteras, como animales experimentales, en la producción
comercial de anticuerpos, y como mascotas.
Leche
El 49% de la población mundial toma leche de cabra. Una cabra proporciona
leche con los nutrientes necesarios para una buena alimentación de niños y adultos.
La leche de cabra es más digestible que la leche de vaca, porque sus glóbulos de
grasa son más pequeños. Los quesos de leche de cabra son parte importante en
la alimentación (Figura 1.1) de muchas familias y se recomiendan para personas que
no pueden digerir la leche de vaca. La leche también es transformada en dulces, tan
variados como apreciados (Figura 1.2).
Fig. 1.1. Tienda de productos caprinos (Fot. SEDARH). Fig. 1.2. Elaboración de dulces de leche de cabra.
Introducción 5
Carne
La carne de cabra es más consumida en África, Medio Oriente y América La-
tina (Figura 1.4). En algunas regiones de México existen restaurantes especializados
en carne de caprino, como sucede con los de barbacoa en el centro y sur, la birria
en el occidente, el cabrito asado en el norte (Figura 1.5) y el chito en salsa mixteco
(tasajo frito en su propio cebo o salado, secado al sol).
Nariz
Cola
Morro
Cruz Garganta
Escudo
Inserción de ubre Pecho
Oreja
Muslo Encuentro
Ligamento Codo
suspensorio
Vena
medio
Implantación Barril
Rodilla
Caña Orificio de ubre
Corvejón
Cuartilla Dedo
Pezuña
Talón
Base de
los cuernos
Barba
Prepucio
Escroto
Testículo
Figura 2.2. Macho cabrío.
De primera mano podemos decir que las diferencias entre cabras y ovejas
son muy claras, aunque a medida que las razas ovinas de pelo se han incrementado,
es frecuente que se presenten confusiones, sobre todo en rebaños mixtos.
Comportamiento
Hábitos de pastoreo
Los hábitos de pastoreo varían de acuerdo con el tipo de vegetación;
pero la cabra es oportunista y sólo se pueden establecer patrones regionales.
Un ejemplo es el estudio realizado en Marín, Nuevo León, México, en Matorral
Bajo Subcaducifolio, con ganado criollo de pastoreo y encierro nocturno (Carre-
ra y Aguirre, 1970) (Tabla 2.1).
Tabla 2.1 Actividades de un rebaño en agostadero.
ACTIVIDAD DIURNA % NOCTURNA %
PRIMAVERA VERANO PRIMAVERA VERANO
Alimentándose 56.61 NR
Rumiando NR 34.65 30.66
Descansando 5.26 NR 10.83 11.09
Bebiendo 34.63 NR
Echadas 37.70 45.99
De pie 13.37 4.65
Dormidas 4.08 7.61
Otras 3.50 NR
NR= No registrado
Razas 11
Razas españolas
A principios del siglo XVI, al llegar los españoles a la Nueva España, primero
trajeron consigo caballos y después puercos, ovejas, aves de corral, perros y cabras
(Echeverría, 1960; Rouse, 1977). Inicialmente es probable que se diera poca impor-
tancia al criterio racial de selección. Seguramente llegaron varias razas de cabras, y
por alguna razón, en América algunas de ellas encontraron ambientes que les fueron
favorables, lo cual atrajo la atención de sus criadores.
Las razas caprinas Blanca Andaluza con perfil facial cóncavo, y la Blanca
Celtibérica con perfil facial recto, eran las más rústicas (Herrera y Luque, 2005).
Por ejemplo, la Blanca Celtibérica era la más abundante hasta 1911 en Zacatecas
(Esparza, 1988), y seguramente también en todo el norte de México hasta 1960
(Echeverría, 1960).
Las razas españolas combinan alta rusticidad, así como una productividad
rentable de leche en condiciones de pastoreo. La leche de estas cabras es más rica
en grasa que la leche de las cabras lecheras de los Alpes, por lo que su rendimiento
para quesos es mayor (Daza et al., 2004).
Blanca celtibérica
Razas 13
primer evaluación conocida (Martínez et al., 2005). Posiblemente la cabra Kiko de
Nueva Zelanda tenga su origen en cabras de esta raza, pues el morfotipo es muy
parecido, aunque recientemente la han cruzado con cabras de razas lecheras,
como Saanen, Alpina y Nubia; pero su magnífica rusticidad, al igual que el tipo
de cuernos y su habilidad para la producción en pastoreo, son características
más propias de la Blanca Celtibérica.
Fig. 3.1. Macho Blanco Celtibérico (Esteban y Fig. 3.2 Hembra Blanca Celtibérica (Esteban y
Tejón, 1986). Tejón, 1986).
Fig. 3.3. Semental Murciano Fig. 3.4. Hembra Murciano Gra- Fig. 3.5. Hembra Murciano
Granadino (Esteban y Tejón, nadina con capa caoba (Canals, Granadina con capa negra
1986). 2004). (Esteban y Tejón,1986).
Razas 15
Retinta extremeña
La raza Alpina lechera está formada por animales de talla mediana a grande,
con colores variados (Figura 3.8). De acuerdo con la región de origen toman su
nombre, Alpina Suiza, Alpina Británica, Alpina Francesa o Alpina Italiana. Las primeras
llegadas a México eran de cuello y tórax blanco, y de la cruz hacia atrás con varian-
tes de castaño a negro y con coloraciones laterales en la cara; también hay algunas
completamente negras. Con el uso reciente de semen de origen francés apareció la
cabra de color castaño, con banda obscura a lo largo del dorso y extremidades ne-
gras tipo oberhasli (Figura 3.9) o chamoise (Figura 3.10). De las cabras de los Alpes,
la Alpina es la más rústica, adaptable a climas templados y con capacidad lechera
excelente. Su pelo es de mediano a corto y para esta raza no se acepta el color de
la Toggenburg ni el blanco.
Razas 17
Saanen
Los animales de la raza Saanen son corpulentos (Figura 3.11) y con gran
aptitud lechera (Figura 3.12). Son de color blanco o cremoso, con pelo corto y fino;
se acepta la presencia de pequeñas manchas en la piel y algunos pelos negros ais-
lados. Las cabras de esta raza producen el mayor volumen individual de leche y son
de las más prolíficas, pero son muy sensibles a la radiación solar, pues están mejor
adaptadas a climas fríos.
Las cabras Toggenburg son un poco más pequeñas (Figura 3.13) que las
Alpinas y las Saanen, aunque casi tan lecheras como éstas (Figura 3.14). La cabra
Toggenburg es vigorosa y alerta, y puede tener pelo corto o largo, aunque predomina
este último con textura larga y fina; presenta líneas blancas en los lados de la cara, y
las patas generalmente son blancas (Figura 3.14).
Razas 19
Nubia
A esta raza nueva se le asignó el nombre de esa región desértica del Sudán.
Antes de 1883 los navegantes franceses subían a sus embarcaciones cabras del
norte de África y de la India para alimentarse de su leche durante los largos recorri-
dos. Estas cabras en Francia fueron cruzadas con cabras lecheras de origen suizo.
En 1883 estas cabras mestizas fueron llevadas de Francia a Inglaterra, y en 1896 la
Anglo-Nubia fue reconocida como raza en el libro de registro de la British Goat So-
ciety, con sólo cuatro sementales importados:
La Mancha
Razas 21
Fig. 3.17. Macho La Mancha (www.lamanchas. Fig. 3.18. Hembra La Mancha (Combs, 2001).
com).
Razas 23
Tabla 3.1 Resumen de las principales características de las razas caprinas mas importantes.
Grasa (%)
5.9 4.8 - 5.3 5.9 3.8
Reproducción
No estacional No estacional No estacional Estacional
Aptitud
Carne Leche Carne Leche
Subtropical Subtropical
Clima Semiárido Frío - templado
semiárido semiárido
Sistema idóneo E I, SI E I, SI
A
Peso en edad adulta; B Número de cabritos por parto; C Peso a los 30 días de nacidos;
E = Extensivo I= Intensivo SI= Semi intensivo
Razas de origen español , Razas de los Alpes suizos , Razas creadas en el siglo XX
Color Blanco Castaño a gris Crema a negro Todos colores Rojo y blanco
Sistema idóneo I, SI I, SI E, I I, SI E, SI
A
Peso en edad adulta; B Número de cabritos por parto; C Peso a los 30 días de nacidos;
E = Extensivo I= Intensivo SI= Semi intensivo
Razas de origen español , Razas de los Alpes suizos , Razas creadas en el siglo XX
Razas 25
26 Manual de producción caprina
Capítulo 4
Construcciones
para cabras
Los corrales deben ser acordes con las condiciones climáticas de la región
y los requerimientos ambientales de las cabras. Para la construcción del corral se
deben tomar en cuenta los siguientes puntos:
• Tamaño y composición del rebaño, esto es, hembras adultas, primalas, triponas
(hembras destetadas menores que un año), sementales, cabritos lactantes, ma-
chos destetados en engorde, enfermos, etc.
• Que sea funcional, es decir, que permita la protección del ganado y al mismo
tiempo facilite los trabajos de limpieza y manejo del rebaño.
Espacios recomendados
Corral para
enfermos Puerta
Corral
principal
Puerta
Unidad de
ordeño para Puerta
cuatro cabras
Corral para ordeño
Fig. 4.4. Comedero abastecido desde fuera del corral. Fig. 4.5. Comedero colocado en el interior del
corral (Fot. SEDARH).
Fig. 4.6. Pileta de lámina con llenado manual. Fig. 4.7. Pileta de hormigón.
Techos
zo. La forma más económica es con la sombra de árboles grandes como mezquites
y fresnos. Para evitar que las cabras les coman la corteza es necesario que queden
fuera del corral o, si no es posible, protegerlos con malla de acero de 2 m de alto.
Los corrales también se pueden techar con hojas de izote o palma china o de algu-
nos zacates de hoja ancha. Sin duda, la lámina galvanizada siempre será una buena
opción, sólo que cuando sean colocadas se deben poner sobre travesaños a 1.5
m de distancia, y con la inclinación suficiente para favorecer la escorrentía rápida del
agua y evitar la acumulación de granizo (Figura 4.9).
Estas barreras de protección son una parte muy importante de los corrales
de encierro o majadas en las regiones templadas. Las más usadas son las vallas
vivas de nopal (Figura 4.10), de ocotillo o albarda (Fouqueria spp.), de órgano (Pa-
chycereus marginatus), izotes (Yucca spp.) y otros árboles, o quiotes (escapos) de
maguey (Figura 4.11), así como también bardas de adobe, ladrillo o piedra.
Fig. 4.10. Cortina rompe vientos con plantas de nopal (Opuntia spp.).
0.15 m
1.22 m 0.10 m
1.60 m
1.20 m
0.60 m
0.60 m
Malla enterrada
horizontalmente
Fig. 4.12. Cerca perimetral para impedir la entrada de Fig. 4.13. Cerca para dividir potreros.
coyotes y perros.
Fig. 4.14. Cerca de madera para separar corralizas. Fig. 4.15. Cerco eléctrico temporal en pradera.
Las instalaciones para esta actividad deben estar diseñadas de forma tal que
faciliten el ordeño de la cabra, la limpieza de la sala de ordeño y la protección sanitaria
de la leche. Cuando se tienen pocas cabras se puede usar una plataforma individual,
aunque requieren un periodo de adaptación a la plataforma; el ofrecer alimento con-
centrado al momento del ordeño puede ayudar a acortar este periodo (Figura 4.16).
El ordeño a mano sin sujetador fijo dificulta el proceso y estresa a la cabra, ya que hay
que lazarla o corretearla y después sujetarla con la pierna en cuclillas; además, se or-
deña con la misma mano con la que antes se le agarró la pata, resultando una leche
muy contaminada. Cuando se tienen 15 o más cabras se puede hacer una plata-
forma para ordeñar simultáneamente cuatro cabras o más, multiplicando el módulo
propuesto en las Figuras 4.17 y 4.18. Existen en el mercado módulos prefabricados
para cuatro cabras.
Reproducción
Reproducción 39
El Macho
El pene también debe ser inspeccionado para verificar que sea retráctil, es
decir, que entre y salga fácilmente del prepucio o funda, y que no presente lacera-
ciones o deformaciones.
Reproducción 41
La hembra
Reproducción 43
de las hembras presentarán celo (Mowlen, 1996). Para mejorar la fertilidad, también
son recomendables algunas prácticas de manejo, como el “flushing” o alimentación
especial antes del periodo de reproducción del rebaño. Así, unas cuatro semanas
antes del período de monta es recomendable desparasitar, aplicar vitaminas (A, D y
E) y minerales (fósforo y selenio), y aumentar el consumo de energía y proteína, tanto
en las hembras como en los sementales. Con ello se puede mejorar el número de
cabras paridas y el de crías por parto (natalidad). Las cabras desnutridas o con peso
inferior al normal producen menos óvulos y cabritos débiles. A la vez, hembras con
sobrepeso o gordas al momento de la monta tendrán baja fertilidad. En el primer
caso, las hembras reaccionan favorablemente a la alimentación especial previa a la
monta, mientras que en el segundo, este tratamiento carece de efectos positivos
(Wilkinson y Stark, 1989).
• Día 12. Detección del celo 30 horas después del retiro de la esponja.
Reproducción 45
Fertilidad del macho
“Un semental joven puede cubrir 25 hembras y uno adulto hasta 50”
Ventajas de la IA
Desventajas de la IA
• El porcentaje de gestación es inferior que con monta natural.
• Se requiere equipo y personal especializado.
• Su costo puede ser elevado.
• Es difícil de aplicar en rebaños con sistema de monta continua.
Reproducción 47
Transferencia de embriones
Diagnóstico de preñez
Gestación
La gestación corresponde a la implantación del óvulo fecundado y desar-
rollo del embrión, el cual posteriormente será un feto rodeado por tres envolturas o
bolsas:
• El corion, que se fija sobre la pared uterina por los cotiledones y forma parte de
las parias o placenta. Los cotiledones son los lugares por donde la cabra provee
al embrión de todo lo necesario para su desarrollo.
Reproducción 49
Las cabras con dos o más fetos tienen una gestación más corta que aquellas
que tienen sólo uno (Quittet, 1990).
ón de leche
requerido Pico de leche
Balance - E
Período de reto
y preparación
2-3 semanas Producción de leche
Consumo requerido
Los síntomas que advierten al criador de la proximidad del parto son (Quittet,
1990):
1) La ubre aumenta de tamaño a tal grado que presiona los pezones y, en algunos
casos, escurre un poco de calostro.
3) El tapón de moco que cierra el cuello del útero, desde el comienzo de la gest-
ación, es expulsado (Figura 5.6).
Reproducción 51
Fig. 5.7. Aparición de la primera bolsa. Fig. 5.8 Cabra limpiando sus cabritos.
Partos difíciles
Cuando el trabajo de parto dura más que dos horas y la cría no ha sido ex-
pulsada, entonces se deben realizar los preparativos siguientes para intervenir:
Reproducción 53
La posición o ubicación de la cría puede ser diversa, como lo muestran las
Figuras 5.10 a 5.18 (Sales, 1975):
Fig. 5.10. Presentación posterior con Fig. 5.11. Presentación de los cuatro
posición lumbosacra; primero saldrán miembros, con la cabeza transversal;
las patas. jalar de las patas.
Fig. 5.12. Presentación anterior con Fig. 5.13. Presentación anterior con
posición dorsal vertebro-puviana; gi- posición dorso-lumbo-pubiana; ender-
rarlo para que salgan cabeza y manos ezarle la cabeza para que salgan cabe-
juntas. za y manos juntas.
Fig. 5.14. Presentación posterior con la Fig. 5.15. Presentación anterior con la
cabeza vuelta hacia arriba; girarlo y jalar cabeza desviada hacia la izquierda; en-
de las patas. derezar la cabeza.
Reproducción 55
El cabrito recién nacido
Una vez que los cabritos han nacido, para prevenir hemorragias, hernias e
infecciones, se les corta el cordón umbilical a unos 5 cm del ombligo, y el trozo rema-
nente se desinfecta ampliamente (Figura 5.19). Las parias o secundinas constituidas
por las envolturas fetales y el corion, serán explulsados inmediatamente después; en
caso de permanecer en la matriz por más de dos o tres horas, será necesario llamar
al veterinario (Quittet, 1990).
Es muy importante que tanto las tijeras o navaja, como el propio ombligo tam-
bién sean desinfectados con yodo al 7% de concentración, o con azul de metileno
(Figura 5.20). La desinfección del ombligo es una de las prácticas que ayudan con-
siderablemente a reducir la mortalidad de los cabritos.
El cabrito recién nacido debe estimularse para que tome por lo menos 100
ml de calostro en el transcurso de sus primeras horas de vida.
Fig. 5.19. Corte del cordón umbilical a 5 cm del vientre. Fig. 5.20. Desinfección del ombligo (Fot. SEDARH).
Cría y selección
Por cría debemos entender las prácticas recomendables que favorecen la re-
producción y crecimiento de los animales. El objetivo principal de la selección caprina
es mejorar el potencial de producción de leche, carne o pelo. En las cabras lecheras
la atención se centra en la producción de leche, con sus variantes según el interés
de los productores. Si sólo interesa la producción de leche líquida o yogur, el objetivo
de la selección es el volumen de producción, pero si es producir quesos entonces
el criterio podría ser el rendimiento de sólidos totales (Figura 6.1). Para producción
de carne el objetivo principal es conseguir una tasa de crecimiento, conversión de
alimento en peso vivo y rendimiento en canal tan alto como sea posible (Figura 6.2).
Pero en todo caso se debe tener como objetivo simultáneo de la selección lograr una
elevada eficacia en la reproducción.
Cría y selección 57
Cría
Cría y selección 59
Información básica del semental
5. Producción:
Peso al nacer y a los 60, 180 y 365 días de nacido
Edad y peso al primer período de monta
Datos de la productividad de su progenie o descendientes
(crecimiento y leche)
5. Crecimiento:
Se debe hacer una lista con los cabritos y cabritas que hayan nacido
con cuernos y que van a crecer separados por sexos en las mismas
condiciones, ya sea sólo en corral, sólo en pastoreo o mixto. En forma
individual se debe registrar su peso al nacer, a los 60 días, a 180 días
y al año de nacidos. Luego su edad a la pubertad y su calificación de
características de conformación, tipo cárnico o tipo lechero.
Para que las cabritas de remplazo puedan ser cubiertas por primera vez se
Los sementales de remplazo para empezar a servir deben tener por lo menos
de 7 a 8 meses de edad y sólo cubrir unas 10 cabras en su primer temporada de
monta; después del año de edad podrán montar hasta 25 cabras, pero deben estar
en muy buenas condiciones de conformación y salud para ello.
La vida útil de las cabras declina a partir del sexto año. Sin embargo, desde
antes deben desecharse cuando:
• Su intervalo entre partos se alarge mucho más que el promedio del hato.
Cría y selección 61
• Tienen lesiones graves en su aparato reproductor
Selección
Las técnicas para seleccionar el ganado han evolucionado desde las más
sencillas como la apreciación visual y grado de conformidad con el fenotipo racial,
a métodos que se fundamentan en las características zootécnicas y requieren un
conocimiento profundo de la genética, como son la apreciación visual en línea, el
control de rendimiento lechero, el control cárnico y la selección por núcleos.
Apreciación visual
Es la forma más simple para seleccionar ganado, y consiste en identificar el
grado de correspondencia del animal evaluado con las características fenotípicas
Fig. 6.5. Conformación de cabra lechera. Fig. 6.6. Buenos aplomos delanteros.
Cría y selección 63
Fig. 6.7. Cabra Nubia con prognatismo superior indeseable.
Este sistema de evaluación cuenta con un folleto gráfico que establece tres
categorías para cada una de las trece características primarias del cuerpo de la cabra
(conformación, temperamento lechero, espalda, grupa (Figura 6.8), morfología de la
ubre, aplomos, etc.). Con sólo leerlo es suficiente para interesarse en él. Además,
cuenta con guías específicas para evaluar hembras o machos (American Dairy Goat
Association, 1993).
Fenotipo racial
Cría y selección 65
Control de rendimiento cárnico
Los criadores del sur de Texas y la Universidad de Texas A&M también eva-
lúan sementales en condiciones de pastoreo durante 200 días; en esta prueba com-
plementaria de la anterior sólo se registra la ganancia diaria, rusticidad, condición
corporal y salud (American Meat Goat Assotiation, 2004).
Este método fue desarrollado exitosamente por los australianos para el mejo-
ramiento de la raza Merino. Se organizaron las cooperativas de ovejeros para mejorar
la calidad de la lana, seleccionando de cada productor los mejores ejemplares. Lue-
go, se formó un esquema piramidal donde el rebaño élite proporcionó sementales
para los rebaños multiplicadores, y éstos a su vez para los rebaños comerciales.
Actualmente se producen sementales de muy buena calidad para los integrantes de
las cooperativas participantes (Shepherd, 1976).
Cría y selección 67
68 Manual de producción caprina
Capítulo 7
Nutrición y
alimentación
Nutrición y alimentación 69
Características funcionales de los rumiantes
1. Rumen (panza)
2. Retículo (redecilla o bonete)
3. Omaso (librillo o libro)
4. Abomaso (cuajar, cuajo o
estómago verdadero) (Figura 7.1 ).
Rumen
Rumen Surco esofágico
Píloro
Píloro
26% Esófago
Esófago Rumen
Rumen
30% Esófago
Esófago
80%
Retículo
Retículo
Abomaso
Abomasum Retículo
Retículo
56%
70% Omaso
Omaso
Píloro
Piloro Abomaso7%
Abomasum Omaso
Omaso
Cabrito
Cabrito Cabra adulta
Cabra adulta
Nutrición y alimentación 71
Desarrollo del rumen
Nutrición y alimentación 73
sumido, se desarrollan diferentes tipos de microorganismos. Por ello, es importante
que cuando se ofrezca a las cabras un nuevo alimento, esto se haga gradualmente
durante al menos 8 días, de forma tal que la composición de los microbios del rumen
pueda ajustarse al cambio, y así evitar problemas digestivos.
“El periodo de ajuste a nuevos alimentos
es de al menos una semana”
Una vez que los alimentos y las bacterias que se encuentran en el rumen
pasan hacia el abomaso, entonces la digestión sigue un patrón parecido al de los
animales de estómago simple. Los nutrientes libres provenientes de la digestión son
absorbidos a través de la pared del intestino delgado y transportados por la sangre
hasta las células. Los materiales que no son absorbidos en el intestino delgado son
llevados hasta el intestino grueso para ser desechados en forma de heces. Por ello,
es importante tomar en cuenta la velocidad con la que el alimento pasa a través del
estómago y los intestinos. El forraje tierno bajo en fibra y los granos y otros concen-
trados muy molidos suelen pasar demasiado rápido, y probablemente sin que en el
intestino se alcancen a absorber totalmente sus nutrientes.
“La cabra es un rumiante y necesita consumir forraje”
Los alimentos tienen diferente digestibilidad. Esto significa que no todo lo que
consume una cabra es digerido, algo debe desecharse en las heces. La diferencia
entre la cantidad consumida de un alimento menos lo excretado corresponde a la
digestibilidad de dicho alimento.
“Los forrajes secos deben ser molidos hasta que pasen por una
criba no menor que 2.5 cm de diámetro”
Nutrientes requeridos
Nutrición y alimentación 75
do fisiológico (crecimiento, mantenimiento, engorda, inicio o final de la gestación o
lactancia). Por lo tanto la calidad de los forrajes y piensos (ración) debe también ser
acorde con dicho estado fisiológico para que el animal pueda ingerir los nutrientes
necesarios y suficientes.
Agua
Nutrición y alimentación 77
Ca rCarbohidratos
boh i d r a t o
Pared celular (fibra)
Pared celular (fibra) Azúcares
Azúcares Almidón
Almidón
C e l u l o sa
Celulosa HHemicelulosa
e m i c e l u l o sa A m i l o sa
Amilosa aAmilopectina
m i l o p e c ti n a
g l u c o sa
Glucosa,
Xilosa, etc
x i l o sa
Acetato
Acetato Propionato
Propionato Butirato
Butirato
Energía
E nergía Gluconeogénico Energía-Ac. acético
Energía-Acético
G lu con eogén ico
Grasa de
Grasa de lleche
eche Cuerposcetónicos
Cuerpos cetónicos
Los forrajes pobres como los rastrojos tienen menos energía disponible que
el follaje tierno y verde de los árboles y arbustos. Los granos también tienen diferen-
cias en cuanto a la cantidad de energía (Figura 7.4). Por ejemplo, el grano de maíz
tiene más energía que el de sorgo, y esa diferencia se refleja en su precio, pues en
general, el maíz tiene un precio mayor que el sorgo. Sin embargo, los granos de
maíz, sorgo, avena, cebada y trigo son excelentes fuentes de energía para las cabras
y para los rumiantes en general, aunque su calidad puede ser muy variable, principal-
mente por el contenido de impurezas fibrosas (Figura 7.5).
Fig. 7.4. Grano de sorgo de buena calidad. Fig. 7.5. Grano de sorgo de calidad pobre por su
abundancia de impurezas.
Nutrición y alimentación 79
des físicas; es decir, es un excelente aglutinante de ingredientes secos, reduce los
polvos de los piensos, mejora o facilita su manejo, e incrementa la gustosidad y el
consumo voluntario.
También la fibra contenida en los forrajes aporta energía para las cabras.
Dentro de los forrajes, se encuentran las gramíneas (zacates y planta de maíz), las
leguminosas (alfalfa, algunos árboles y arbustos), así como nopal, maguey y otros fo-
rrajes regionales (Figura 7.6). Estos forrajes pueden ser ofrecidos frescos, ensilados
y secos; de ellos, los más utilizados son la alfalfa y el maíz, pero sus requerimientos
de agua son extremadamente altos, lo cual es un problema en las zonas áridas y
semiáridas donde prevalece la cría de caprinos. Bajo estas condiciones, el maguey
(Figura 7.7), el nopal (Figura 7.8), y el follaje de los árboles y arbustos (Figura 7.9)
resultan recursos forrajeros valiosos.
Fig. 7.6. Raíces tuberizadas de mandioca o yuca (Brasil). Fig. 7.7. Hojas o pencas de maguey (México).
Fig. 7.8. Plantación de nopal forrajero (México). Fig. 7.9. Saladilla australiana (Brasil).
Nutrición y alimentación 81
Fig. 7.12. Glúten de maíz. Fig. 7.13. Grano seco de destilería.
Nutrición y alimentación 83
opción, mientras que la soya de 48% la peor. Debido a que nuestro interés es com-
prar un ingrediente proteico, entonces las preguntas que debemos hacernos son:
Como se puede observar en la Tabla 7.1, lo que parecía tener menor costo
no lo fue. El ingrediente proteico más económico resultó ser la pasta de soya con
48% de PC, aunque por el precio inicial aparentaba ser la más costosa.
La pasta de soya tiene mejor perfil de aminoácidos y digestibilidad que la
Fig. 7.14. Semilla de algodón de buena calidad para Fig. 7.15. Semilla de algodón deteriorada (grasas
producción de leche. oxidadas, presencia de micotoxinas, baja gustosidad y
proteínas desnaturalizadas).
Nutrición y alimentación 85
Productos de origen animal. Dentro de este grupo se encuentra una am-
plia lista. Los más conocidos y utilizados en décadas pasadas son las harinas de car-
ne, de sangre y de carne con hueso. Sin embargo, debido a que algunas enferme-
dades, como “vacas locas” o “fiebre aftosa”, pueden diseminarse a través de estos
ingredientes proteicos, su uso para alimentar rumiantes se redujo significativamente
en los últimos años. Su porcentaje de proteína varía desde 40 a 70%. Otra harina
proteica de origen animal es la de pescado, la cual, cuando es de buena calidad,
contiene aminoácidos altamente disponibles en el intestino delgado, aunque también
su costo es alto y en dólares. La harina de pescado puede llegar a tener más que
70% de PC y es un excelente ingrediente para cabras lactantes con producciones
altas.
Minerales y vitaminas
Los minerales intervienen en muchos procesos del metabolismo de la cabra.
Estos nutrientes se clasifican en macroelementos como el calcio (Ca), fósforo (P),
magnesio (Mg), sodio (Na), potasio (K) y azufre (S), y en microelementos como el
hierro (Fe), cobre (Cu), cobalto (Co), zinc (Zn), manganeso (Mn), selenio (Se) y yodo
(I). Todos son indispensables, de manera tal, que si faltan o no están presentes en las
células en proporción adecuada, las cabras presentan deficiencias que se manifies-
tan como enfermedades o baja productividad. Por el contrario, en exceso, pueden
provocar toxicidad. Las cabras en matorrales tienen la oportunidad de seleccionar
diversas especies de plantas, en diferentes épocas del año, con variados macro
y microelementos, de tal modo, que aparentemente tienen oportunidad de regular
su metabolismo mineral; por eso, es raro que en esas condiciones presenten defi-
ciencias de minerales. En cambio, las deficiencias de minerales son más frecuentes
Nutrición y alimentación 87
en cabras estabuladas, donde usualmente se les proporciona sólo una especie de
forraje (Mowlen, 1996). Como las plantas absorben los nutrientes del suelo en don-
de crecen, si éste es deficiente en algún mineral, entonces el forraje también será
deficiente, como sucede con el yodo. Además, el contenido cualitativo y cuantitativo
de minerales en los forrajes, aunque resulte adecuado para esas plantas, tiene muy
poca relación con las necesidades de minerales del ganado. Por ello, en general la
suplementación mineral es necesaria y de importancia.
Nutrición y alimentación 89
Fig. 7.17. Cabritos en espera de sus madres del agostadero.
Fig. 7.18. Cabritos en lactancia artificial.
Una vez separados de sus madres, los cabritos se alojan en corraletas, con
menos que 10 cabritos en cada una, y se les limita a 750 ml de substituto de leche al
día, divididos en tres tomas, hasta que tengan dos semanas de edad. Deberán tener
acceso a agua limpia en todo momento. A partir de las dos semanas se les ofrecerá
alimento concentrado adecuado para su edad. Cuando el cabrito ha aprendido a
comer suficiente alimento sólido y a beber agua, será tiempo de destetarlo; esto
ocurre generalmente cuando alcanza entre 8 y 10 semanas de edad.
• Los cabritos destetados a los dos meses o ligeramente mayores son confi-
nados en establos o pesebres para alimentarlos con raciones integrales, y obtener
mayores ingresos por su venta. En años difíciles hasta las cabritas se alimentan en
esta forma, para obtener un mejor precio de venta como remplazos (Figura 7.20).
Nutrición y alimentación 91
de henos o follaje de árboles y abustos y un suplemento de proteína, energía y mine-
rales ayudarán en su desarrollo. En confinamiento se recomienda, por ejemplo, pro-
porcionar una mezcla de heno de alfalfa- avena a voluntad y 0.5 kg de concentrado
comercial con 12% de proteína. En sistemas de pastoreo, el follaje verde, si es que
está disponible, suele presentar niveles de proteína relativamente buenos (10-20%),
entonces lo que se requiere es suplementar con piensos ricos en energía, minerales
y vitaminas, como es el caso de los granos y otros concentrados.
Alimentación complementaria
Alimentación de reproductores
Alimentación en pastoreo
El factor raza es otra posible explicación del porqué a pesar de que la ve-
getación nativa presenta niveles adecuados de proteína, las cabras tienen bajos
rendimientos. En un matorral desértico del norte de México, cabras Granadinas con-
sumieron mayor cantidad de arbustivas que las de raza Nubia (Mellado et al., 2004),
posiblemente como resultado de su mejor adaptación. Las cabras transmiten a sus
descendientes, con una heredabilidad de 28%, la habilidad para consumir vegeta-
ción con resinas o compuestos indeseables (Taylor, 2004). Estos hallazgos llevan
a pensar que las cabras criollas pudieran tener mayor capacidad de adaptación y
consumo en la vegetación nativa de las zonas áridas y semiáridas, que las cabras de
razas puras (Capraispana, 2005b).
La suplementación proteica, más que la energética, favorece el consumo de
especies nativas y arbóreas. Cabras suplementadas con harinolina o alfalfa consu-
mieron 40% más enebro (Juniperus) que aquellas alimentadas con maíz; a la vez, las
cabras suplementadas consumieron 30% más de enebro que las no suplementadas
Nutrición y alimentación 93
(Taylor, 2004). En el sur de Texas, durante enero, cuando las cabras están al final de la
gestación y hay poco forraje verde, 75% de su ración corresponde a zacates secos y
25% a hojas de encino; el consumo en relación con su peso corporal es del 3%. Estas
mismas cabras suplementadas con un concentrado integrado por 5% alfalfa ,10% ha-
rinolina y 85% maíz, incrementaron su tasa de consumo (Huston, 1992). Si el matorral
tiene variedad amplia de especies y las cabras históricamente se han mantenido sin
dificultades, es evidente que lo que consumen es alimento de buena calidad, y que la
carga animal utilizada es la adecuada a la capacidad del agostadero
Aprovechamiento de arbustos
Nutrición y alimentación 95
Fig. 7.22 Atriplex canescens, “Costilla de vaca”. Fig. 7.23. Artiplex numularia, “Saladilla austra
liana”.
Fig. 7.24 Leucaena sp., “Guaje”. Fig. 7.25 Parthenium incanum , “Mariola”.
Fig. 7.26 Dalea bicolor, “Engorda cabras”. Fig. 7.27 Engorda cabras muy ramoneada.
La morera
La morera (Morus spp.) es un árbol asiàtico que se introdujo a México duran-
te la colonia, de materiales exitosos en España. Su follaje es el alimento del gusano
de seda. Sus hojas pueden tener un valor nutritivo similar al del heno de alfalfa, pero
a pesar de ello, en muchos países latinoamericanos aún no se usan como forraje
(Sánchez, 2002). En el altiplano mexicano se cultiva como árbol de ornato y presenta
hojas verdes de mayo a octubre, aunque la mayor producción de hojas se presenta
de abril a julio; a partir de agosto su crecimiento empieza a disminuir hasta suspen-
derse con las primeras heladas de octubre (Iwata, 1993). En regiones donde no se
presentan heladas produce hojas casi todo el año. Su facilidad de multiplicación y
cultivo, su adaptación a las podas y defoliaciones intensas y frecuentes, y la exce-
lente aceptación de su follaje, verde (Figura 7.30) y seco (Figura 7.31) por las cabras,
respaldan también su potencial como recurso forrajero complementario.
Fig. 7.30 Cabras ramoneando moreras. Fig. 7.31 Cabras consumiendo hojas secas de morera.
Nutrición y alimentación 97
El maguey como forraje
Figura 7.32. Maguey silvestre en agostaderos del Figura 7.33. Recorte de pencas (desvirado) de maguey
altiplano potosino-zacatecano. maduro destinado a la elaboración de mezcal.
Los estudios con ensilaje de maguey (Figuras. 7.35 y 7.36) demostraron que
la planta tiene demasiada humedad, por lo que la fermentación dominante en
Nutrición y alimentación 99
ocasiones es acética en lugar de láctica (Pinos et al., 2008). Para ello, se realizaron
diversos ensayos, mezclando el maguey fresco con proporciones variadas de otros
forrajes; el heno de alfalfa resultó ser la mejor alternativa, ya que redujo el exceso de
humedad y aportó nitrógeno, con lo cual se favorecieron las condiciones de fermen-
tación del ensilado, y se mejoró su valor nutritivo y la apariencia física y gustosidad del
forraje. Previo al proceso de ensilaje, ambos forrajes deben ser picados y mezclados
en la proporción siguiente: 83% de maguey fresco y 17% de heno de alfalfa. Esta
mezcla se introduce en toneles de plástico con tapa hermética o en silos horizonta-
les, de trinchera o superficiales, y se somete al proceso de compactación y ensilaje;
el ensilado resulta con las características nutrimentales resumidas en la Tabla 7.3.
Atributo Porcentaje
Materia seca (MS) 29
Proteína cruda (PC) 12
Fibra detergente neutro (FDN) 44
Fibra detergente ácido (FDA) 29
Cenizas 20
Al igual que el maguey, el nopal (Opuntia spp.) es una de las plantas con
mejor adaptación e importancia para la alimentación, tanto de humanos, como de
los animales domésticos y silvestres de las zonas áridas y semiáridas de México y de
muchos países del mundo (Flores y Aguirre, 1978). La calidad nutrimental del nopal
es muy variada, y depende básicamente de la especie, edad y condiciones de cre-
cimiento (Pinos et al., 2006; Ramírez et al., 2007) (Tabla 7.4).
Tabla 7.4. Calidad nutrimental del nopal espontáneo y bajo cultivo intensivo.
Silvestre Cultivado
Productividad, t/ha/año Menos que 50 Hasta 700
Humedad (%) 80 a 92 % Más que 92
Proteína cruda (%) Menos que 5 Hasta 20
Fibra detergente neutro ± 20 ± 20
(%)
Cenizas (%) Hasta 35 ± 20
Tabla 7.6. Ración completa con nopal tierno para engorda de corderos.
Ingredientes, base húmeda (%) Materia seca
Nopal 30.00
Sorgo en grano 43.00
Maíz quebrado 10.00
Rastrojo de maíz o paja 10.00
Sulfato de amonio 5.00
Sal común 0.60
Minerales 1.00
Bloques urea-melaza
Proceso de fabricación
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Antes de iniciar la fabricación de los bloques, debemos definir su obje-
tivo; si éste es suplementar al ganado durante la época de estiaje, entonces,
antes de esa época debe planearse conseguir y conservar los ingredientes que
se usarán para ello, aunque su fabricación deba realizarse en el período de uso.
Los bloques pueden ser fabricados en pequeña o en gran escala, en depen-
dencia del número de productores y de la extensión del período de uso. Los
bloques de alrededor de 5 kg de peso seco son los más apropiados. Los pasos
que se deben seguir para la fabricación de los bloques son los siguientes:
Fig. 7.40. Molienda de ingredientes secos (México). Fig. 7.41. Picadura de nopal (Venezuela).
2. Mezcladura
Una vez que los ingredientes se picaron, molieron y pesaron, se procede
con su mezcla, la cual puede ser manual (Figura 7.42) o mecánica (Figura 7.43).
La mezcla homogénea tiene vital importancia en la elaboración del bloque, ya
que se debe buscar que los ingredientes menores como la urea (fuente con-
centrada de nitrógeno), estén uniformemente distribuidos en toda la masa del
bloque.
Fig. 7.42. Mezclado manual con pala (Venezuela). Fig. 7.43. Mezclado mecánico con una hormigonera
(México).
1) Primero se deben mezclar todos los ingredientes que se usan en menor propor-
ción y que están totalmente en polvo, por ejemplo, mezclar inicialmente la sal, los
minerales, la cal o cemento. Luego, se les añade agua, como si fueran a usarse para
construcción. La proporción recomendada es de 3 a 4 litros de agua, 2.5 kg de sal
y 10 kg de cemento o cal (Makkar, 2001).
2) Una vez que los ingredientes menores han sido mezclados, se procederá inme-
diatamente a incorporarles los ingredientes voluminosos, como los forrajes secos y
frescos (nopal, tunas, etc.).
Fig. 7.46. Incorporación de la solución de melaza Fig. 7.47. Mezcla final de todos los ingredientes.
y urea.
3. Compactación
Una vez que los ingredientes están bien mezclados, se procede a colocar
el material en moldes para su compactación. Compactar adecuadamente los ingre-
dientes que conforman el bloque es también un paso importante, ya que de ello de-
penderá en gran medida, su estabilidad y dureza, y de ésta a su vez, la rapidez con
que sea consumido por los animales. En términos generales, los bovinos consumen
el bloque con ayuda de su lengua, es decir, lo lamen; por el contrario, las cabras
tienden mayormente a mordisquearlo (Figura 7.48). Estas consideraciones son im-
portantes, ya que si el bloque resulta demasiado duro, las cabras, principalmente
las mayores, pueden perder algunos dientes; por el contrario, un bloque poco con-
sistente puede sufrir mermas considerables durante su manejo y almacenamiento, y
consumirse en demasía. La compactación de los bloques también se puede hacer
Fig. 7.48. Las cabras muerden el bloque; las vacas lo Fig. 7.49. Compactación a golpes, con un cubo como
lamen. molde (Venezuela).
Fig. 7.50. Compactador manual de palanca para Fig. 7.51.Compactador manual de palanca para
cubos (Brasil). molde rectangular.
Fig. 7.53. Tendido de bloques para su secado a la Fig. 7.54. Arreglo de bloques para secado en cober-
intemperie (Brasil). tizo (México).
Uso de los bloques de urea-melaza
Si las cabras salen a pastar durante el día, y durante la noche regresan a los
corrales, entonces los bloques deben ofrecerse en los corrales. Para los animales
Fig. 8.1. Cabras pastoreando en matorral desértico Fig. 8.2 Cabras pastoreando en matorral desértico
rosetófilo (altiplano potosino, México) (Fot. SEDARH). micrófilo (altiplano potosino, México) (Fot. SEDARH).
Fig. 8.4. Verificación del número de identificación en el Fig. 8.5. Semental preparado para la monta (Brasil).
arete metálico.
Todo el rebaño debe ser tratado contra parásitos externos (piojos y garrapa-
tas) e internos (gastrointestinales y hepáticos, Figura 8.6), recortado de pezuñas y
vacunado, al menos contra las enfermedades prevalentes. De ser posible, se debe
inyectar a cada animal 1 ml de vitaminas A, D, y E. Si hay antecedentes de defi-
ciencias de algún mineral, y en especial de selenio, se debe aplicar, al menos a las
cabras que se cubrirán, 1 ml de selenito de sodio.
En dependencia de la condición corporal de las cabras y de las posibilidades
del productor, se les puede ofrecer un suplemento. El criterio general es suplementar
primero a las cabras delgadas a ser cubiertas, gestantes o en producción, después
a las primalas y por último a los remplazos.
La cubrición o monta
Fig. 8.7. Semental en cortejo previo a la monta Fig. 8.8. Semental en cubrición (Venezuela).
(México).
Cuando se tienen 100 o 200 cabras se puede recurrir a una monta masiva,
con una relación de 35 a 40 cabras por semental. El semental permanecerá sólo
en el corral durante el día, para que pueda alimentarse, ejercitarse y recuperarse,
• Dificultad para la cópula. Un semental demasiado grande con una cabra muy
pequeña, persistencia del himen o estrechez vaginal, o demasiado estrés por mal
manejo.
Paridera
Durante el cuarto mes de gestación los fetos de cabritos crecen muy rápido
en el vientre de la madre, por lo que es recomendable nuevamente suplementar las
cabras para asegurar que los cabritos nazcan fuertes y vigorosos. En caso de que
las cabras estén próximas a parir y la sequía se prolongue, es recomendable dar un
suplemento, al menos desde el tercer mes de gestación hasta el final de la lactan-
cia.
A las hembras recién paridas (Figura 8.9), por seguridad, se les puede aplicar
nuevamente 1 ml de vitaminas A, D y E, y 1 ml de una solucion inyectable con sele-
nito de sodio. Comience a revisar nuevamente la presencia de piojos o garrapatas y
la condición de las pezuñas.
Fig. 8.10. Pesaje de cabritos recién nacidos. Fig. 8.11. Cabritos recien nacidos marcados con
pintura.
Cuando los cabritos son vendidos, sus madres pueden continuar amaman-
tando a las cabritas gemelas, y comienzan a ser ordeñadas; esto es, se inicia el
periodo de ordeño de la cabra. La práctica común es que las cabritas salgan a
Descornar
La práctica de descornar las cabritas se realiza básicamente para evitar que
cuando sean adultas se atoren en los comederos o en las mallas de los corrales, o
también para que las hembras dominantes no lesionen a las sometidas. Esta práctica
se realiza cuando las cabritas tienen 4 a 10 días de edad, o mayores, según la raza.
Para ello se usa un cautín o cauterio de cobre (eléctrico o calentado con fuego), en
forma de copa con diámetro de 1.8 a 2.5 cm; el hoyo en el centro se ajusta a la
forma de la punta del cuerno (Figura 8.15). En las razas originarias de los Alpes ge-
neralmente los cuernos brotan desde los cuatro días, principalmente en los machos.
En las cabras Nubias los cuernos brotan más lentamente, algunas veces hasta los
28 días de edad.
Glándulas
GLÁNDULAS
odoríferas
ODORIFERAS
Cuernos
CUERNOS
Recorte de pezuñas
a) b) c)
Fig. 8.17. Pezuña deforme por falta de desgaste (a); aspecto lateral (b) y frontal
(c) después del recorte (Adaptado de Caprine Supply, 2005).
Identificación
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La identificación del ganado permite ordenar y documentar la calidad indi-
vidual de cada animal, esto es, conocer cuáles cabras son las más productivas,
cuáles pueden conservarse y cuáles deben descartarse del hato. Existen diferentes
• Pinza para tatuar con su juego de números y letras completo (Figura 8.19).
Los números o letras formados con agujas, una vez colocados en la pinza, antes de
tatuar el animal, hay que comprobar que sean los correctos, para lo cual se prueban
en un cartoncillo.
• Ayudantes para sujetar a los cabritos, o bien usar la misma caja para des-
cornar, antes descrita.
• Primero se deben limpiar con alcohol las dos orejas, sobre todo en el es-
pacio entre sus dos venas, procurando aliminar cualquier vestigio de grasa.
Fig. 8.21. Sujeción de la cabra para revisión de Fig. 8.22. A la cabra sujeta, otra persona le separa los
dentadura. labios para exponer la dentadura.
NOMBRE EDAD
Cabrito (a) Del nacimiento hasta cinco semanas
Chivo (a) tripón (a) De 5 semanas hasta 1 año
Primal (as) De 1 a 2 años
Tresañal o tresañejo (a) De 3 años
Cuatreño (a) De 4 años
Cabra (chivo) adulta (o) Después de 2 años
Conservación de pieles
Algunas enfermedades
frecuentes en las
cabras
Enfermedades 135
a) Instrumental
Jeringas desechables de 3, 5, 10 y 60 ml
Agujas desechables de 20 x 1.5” y 18 x 1”
Guantes desechables para palpación
Navaja o bisturí y tijeras
Pinzas homeostáticas
Termómetro
b) Sustancias y medicamentos
c) Herramientas
Subcutánea
Intravenosa
Intramuscular
Intramuscular
Intramamaria
Enfermedades 137
Fig. 9.4. Sujeción de la cabra para ser inyectada.
Enfermedades infecciosas
Ectima contagiosa
Es causada por un paramixovirus que penetra en la piel lesionada o raspada.
En algunos rebaños llega a afectar al 100% de los cabritos, causándoles inanición e
infecciones secundarias que provocan hasta 20% de mortalidad. La infección se ma-
nifiesta por la formación de vesículas y pústulas escamosas en los bordes externos
de los labios, pero puede extenderse a las tetas. Es una enfermedad que se puede
asociar con estafilococos y con mosca barrenadora (Smith y Sherman, 1994). Las
cabras con las tetas infectadas rechazan a sus crías cuando tratan de mamarles,
por lo que los cabritos pierden peso y pueden morir por inanición. El cabrito puede
infectar otras cabras al tratar de mamarles. El diagnóstico generalmente se basa en
el exámen físico. En México no existe vacuna para prevenir esta enfermedad, pero
Mastitis
Paratuberculosis
Enfermedades 139
Se debe tener un control estricto con los cabritos recién nacidos, impidiéndoles
que consuman calostros de animales enfermos y separándolos de las madres in-
fectadas. Todas las instalaciones del rebaño se deben asperjar con desinfectantes
fenólicos o creolina.
Tétanos
Esta enfermedad es causada por Clostridium tetani, bacteria gram positiva
que produce esporas muy resistentes, presentes en el suelo y heces. Las heridas
son la vía de entrada de esta bacteria, principalmente aquellas que son punzocortan-
tes o las provocadas al descornar, castrar o aretar. La enfermedad se caracteriza por
afectar el sistema nervioso periférico, 4 a 21 días después de la infección (Smith y
Sherman, 1994). Los animales enfermos presentan cola, orejas y cuello rígidos, pár-
pado prolapsado, dificultades para abrir la boca y deglutir y finalmente la muerte. Para
prevenir la enfermedad, las heridas deben ser desinfectadas con agua oxigenada,
antibióticos (Mathews, 1999) o azul de metileno.
Enfermedades 141
Abortos
Enfermedades 143
ser usados como muestras para corroborar la presencia de la enfermedad
con apoyo del laboratorio. Las cabras que aborten deben ser apartadas de
las demás, hasta recibir el diagnóstico o, al menos, hasta que la hembra ya
no tenga descargas vaginales.
Cólicos
Urolitiasis
Enfermedades 145
Cojeras
Artritis-encefalitis
Esta es una enfermedad viral provocada por un retrovirus. En México, es una
de las enfermedades importantes, pero a pesar de ello no se le ha dado la atención
debida. En rebaños lecheros es más agresiva, pero eso no excluye a las cabras en
pastoreo, sobre todo cuando se compran sementales lecheros de rebaños infecta-
dos. El virus se disemina con la saliva, heces, secreciones urogenitales, y en espe-
cial con la leche, por lo que su trasmisión a los cabritos es alta. También las agujas
de jeringas y de tatuadores contaminadas son medios de difusión de la enfermedad.
La artritis-encefalitis no tiene tratamiento y las cabras infectadas mantienen la enfer-
medad de por vida (Matthews, 1999).
Enfermedades 147
Linfadenitis caseosa: “Abscesos o lobanillos”
Precapsulares
Isquiales
Supramamarios
Prepectorales
Propileales
Axilares
Inguinales
superficiales
Enfermedades parasitarias
Piojos y sarna
El piojo de las cabras, Dalmaminia caprae, es común en los rebaños de
pastoreo. Se puede identificar a simple vista en axilas, lomo y cuello. Es frecuente en
rebaños donde no se desparasita periódicamente al ganado. Este parásito es común
en el invierno o en la época de partos. Es un insecto hematófago, que provoca ane-
mia, baja la producción y perfora las pieles de las cabras. Se trasmite por contacto
directo entre cabras o con animales silvestres.
Enfermedades 149
Por su parte, las sarnas más conocidas en las cabras son la sarcóptica
causada por Sarcoptes sp. y la corióptica provocada por Chorioptes sp. Ámbos son
ácaros microscópicos que se alimentan de sangre. La sarcóptica inicia como peque-
ños nódulos acuosos en la periferia de los ojos, orejas, cuello y costados. La carióp-
tica invade piernas, ubre y escroto. Ambas pueden coincidir con algunas bacterias
agravando el problema. Para su diagnóstico se necesita un raspado de piel que se
conserva en aceite para impedir que los ácaros emigren; después, en el laboratorio
se observa en el microscopio (Smith y Sherman, 1994).
Coccidiosis
La coccidiosis es la causa de diarrea más importante en los cabritos. El cau-
sante es un protozoario del género Eimeria que habita normalmente en los animales,
como parte de la flora intestinal, donde puede reproducirse anormalmente y conver-
tirse en agente infeccioso. Los comederos y bebederos inapropiados que permiten
la contaminación con heces del alimento y el agua, el estrés por confinamiento,
manejo o destete, y los pisos húmedos son los principales factores que desenca-
denan la proliferación de coccidias. La incidencia mayor se presenta entre las cuatro
y siete semanas de edad de los cabritos (Matthews, 1999). Los síntomas clínicos se
caracterizan por depresión, falta de apetito, pérdida de peso, diarrea algunas veces
con sangre y moco, deshidratación y muerte. Los cabritos que sobreviven a la en-
fermedad tienen un crecimiento más lento (Mathews, 1999) y desarrollo subnormal
o ratonesco. Para su prevención es importante evitar la acumulación de humedad y
heces en los pisos de los corrales, evitar el hacinamiento, y usar comederos y bebe-
deros adecuados. El tratamiento es con coccidiostatos (decoquinato, diclazuril, am-
prolium, decox o sulfas). La terapia complementaria es básicamente el uso de sueros
hidratantes (Matthews, 1999). El uso en el alimento de ionóforos, como monensina
sódica o lasolacida, ha dado resultados positivos como método de prevención.
Enfermedades 151
Dermatitis pustular por estafilococo
Hongos y tiñas
Plantas tóxicas
Enfermedades 153
corporal por un periodo de dos meses. La época de mayor riesgo de intoxicación es
durante la primavera. La sintomatología es cabeza agachada y sacudida frecuente-
mente, dificultad para comer y beber, ceguera y muerte (Gómez, 1996; Hart et al.,
2003; Sperry et al., 1968).
A los animales que consumen semillas se les paralizan las piernas traseras,
por lo que se arrastran al caminar y mueren, mientras que cuando consumen sólo
hojas muestran debilidad, náusea y rara vez mueren (Hart et al., 2003). En la necrop-
sia, pueden observarse pequeñas hemorragias en la capa adventicia del intestino,
estómago y corazón. La inflamación de los ganglios linfáticos es uno de los hallazgos
más característicos (Gómez, 1996). No se conoce tratamiento eficaz y pocos anima-
les paralizados por comer semillas se recuperan después de intoxicados (Hart et al.,
2003).
Enfermedades 155
Sophora secundiflora (Patol)
Leguminosa arbustiva con hojas siempre verdes y vainas grandes y grises,
con semillas de color rojo. Forma parte del matorral desértico micrófilo, del rosetófilo
y del submontano. Si las cabras consumen las semillas enteras, éstas pueden pasar
intactas a través del tubo digestivo y salir en las heces sin causar intoxicación, pero
si las semillas son masticadas, entonces el envenenamiento es inminente por un
alcaloide llamado quinolizidina. Los animales que consumen 1% de su peso vivo pre-
sentan síntomas dentro de las 12 horas siguientes (Hart et al., 2003), como piernas
endurecidas, temblores musculares, pasos cortos y caídas seguidas de erguimien-
tos después de un período de descanso (Gómez, 1996).
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Estas plantas, de varios grupos taxonómicos, se caracterizan porque des-
pués de consumirlas, el ganado presenta sensibilidad a la luz solar intensa. Dentro
de ellas se encuentran Agave lechuguilla (Lechuguilla), Lantana camara (Chancaqui-
lla, Figura 9.17), Tribulus terrestris (Abrojo, Figura 9.18) y Panicum coloratum (Zacate
Klein).
Los animales afectados por estas plantas muestran pérdida de apetito, hin-
chazón, escoriaciones, pioderma, necrosis de piel y orejas, ojos llorosos, fotofobia
y en ocasiones la muerte (Gómez, 1996; Smith y Sherman, 1994). La acción com-
binada de varias hepatotoxinas, saponinas, triterpenos y lantadenos, según sea la
especie de la planta, provocan los primeros síntomas internos; la fotosensibilización
es secundaria.
Enfermedades 157
Plantas que acumulan nitratos
Son plantas que absorben nitratos por medio de sus raíces. Durante las
primeras lluvias, los nitratos procedentes de las heces o de los fertilizantes nitrogena-
dos aplicados en los cultivos, son arrastrados por las corrientes y absorvidos, acu-
Enfermedades 159
160 Manual de producción caprina
Capítulo 10
El ordeño
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El objetivo de un ordeño correcto es obte-
ner leche apta para el consumo humano o para la
elaboración de quesos y dulces, y poder garanti-
zar que estos productos sean sanos y seguros,
y que a la vez cumplan con las normas sanitarias
establecidas por las instancias correspondientes.
En el caso de México, la Secretaría de Salubridad
y la Secretaría de Agricultura son las que estable-
cen las normas a través del “Programa de inocui-
dad de la leche de cabra”. El primer requisito es
que las cabras deben estar libres de brucelosis o
de cualquier enfermedad contagiosa al humano.
Si las cabras de ordeña están con algún trata-
miento antibiótico o algún otro medicamento que
pase a la leche, entonces ésta no debe mezclarse
con la leche de cabras sanas. La leche de cabra
debe guardarse para quesos cuando se tenga la
seguridad de que ya no tiene calostros, ya que su
presencia cuaja la leche e impide la elaboración
de quesos. Las recomendaciones que a conti-
nuación se describen están basadas en esas dis-
posiciones oficiales mexicanas.
El ordeño 161
Equipo y accesorios
La leche debe estar muy limpia a grado tal que se pueda garantizar que es un
alimento seguro que no causará enfermedad. Para ordeñar las cabras es necesario
contar con lo siguiente:
• Agua limpia y jabón para lavarse las manos antes del ordeño y para lavar
todos los utensilios después de ello.
• Un desinfectante de manos.
Para que la cabra baje la leche a la ubre, primero es necesario que esté libre
de estrés; es decir, tiene que llegar a la sala de ordeño por voluntad, sin ser corretea-
da (Figura 10.1), de forma tal que ordeñarla le sea agradable, al liberarse del peso y
de la presión de la leche en su ubre. Durante el ordeño, se deben evitar movimientos
o ruidos bruscos, fuera de lo acostumbrado. La presencia de perros o personas ex-
trañas causan estrés en la cabra. La rutina del ordeño, según Belanguer (1984), es
la siguiente:
El ordeño 163
procede al lavado de todo el equipo utilizado, de tal modo que no le queden residuos
de leche; luego se procede a enjuagarlo muy bien con una solución de yodo y se
deja secar, en un lugar sin polvo, con las cubetas en posición invertida.
Fig 10.1. Las cabras deben subir voluntariamente a la Fig. 10.2. Limpia y desinfección de tetas antes del
plataforma de ordeño. ordeño.
El ordeño 165
166 Manual de producción caprina
Capítulo 11
El queso y
la quesería
Mesa para
cuajar y
desuerar
Ventiladores
Ventilador de
pared
Tinas con salmuera Refrigerador Calentador
Tinaco
Entrega de quesos
Fig. 11.2. Diagrama de una quesería artesanal.
El local o área de la quesería debe estar alejado del corral de las cabras,
tener variaciones mínimas de temperatura en su interior, buena ventilación y estar
protegido de malos olores y polvos; las paredes internas deben ser lisas y fáciles
de lavar, preferentemente cubiertas de lozeta o azulejo, pisos con pendiente ligera
para favorecer la escorrentía, y puertas y ventanas con mosquiteros. Los tapabocas
y gorros desechables son similares a los que se usan en los quirófanos. Los moldes
Pasteurización
La leche que se recibe en la quesería debe estar colada, limpia y recién
ordeñada. Se coloca en la olla de acero y se pone en baño María, introduciendo la
olla chica dentro de la grande, la cual debe tener un poco de agua limpia; se ajusta
la cantidad de agua para que esté al nivel de la olla interior y se colocan en el fogón
hasta que la leche llegue a 65°C. Se debe mantener con esta temperatura por media
hora, con variación mínima y sin dejar de agitarla con una cuchara metálica. Se saca
la olla de la leche, se cambia el agua caliente por agua fría a temperatura ambiente
y se introduce de nuevo la olla de la leche, buscando bajar la temperatura lo más
rápido posible hasta 39°C. Se pueden hacer adaptaciones a las ollas para facilitar
el intercambio deCONJUNTO
agua (Figura 11.4).
DE OLLAS PARA PASTEURIZACION CASERA
Manguera
MANGUERApara llenado
PARA
LLENADO
Olla
OLLAexterna
EXTERNA
OLLA
Olla INTERNA
interna
Manguera
MANGUERA para
desagüe
PARA DESAGUE
Fogón
ESTUFA
• Se añade esta solución a la leche y se agita para que quede bien mezclada y
se deja reposar para que comience la coagulación; durante este periodo no se debe
mover. Poco a poco comienza la coagulación, la cual se manifiesta por la separación
del suero de los grumos de la leche. Después de aproximadamente 30 minutos, la
cuajada flota en el suero.
Al llenar los moldes se colocan encima de una rejilla sobre el escurridero del
fregadero, de manera que el suero no se acumule dentro del molde; si los moldes
tienen agujeros muy grandes, entonces se coloca una manta de cielo humedecida
en su interior y después se introduce la cuajada, presionándola con la tapa del mol-
de para que se expulse todo el suero y el queso tenga la firmeza correcta (Figura
11.5). El queso se mantiene en el molde al menos por 24 horas. En caso de que se
requieran quesos con mayor dureza, entonces se ejerce presión sobre el molde con
un peso de 3 kg, durante 2 horas; después se quita la manta y se vuelven a colocar
en los moldes para aplicarles presión nuevamente con un peso de 6 kg durante 24
horas, tiempo durante el cual los quesos se deben voltear dos o tres veces (Figura
11.6).
Fig. 11.5 . Moldes de PVC para queso duro. Note las Fig. 11.6. Prensa artesanal para queso duro (Venezuela).
perforaciones para la expulsión del suero (Venezuela).
Reposo
Maduración
Algunos mercados demandan quesos maduros; si este es el caso, se debe
contar con una cámara de maduración con una humedad de 80% y temperaturas
que oscilen entre 10 y 15°C. Si sólo se requiere para autoconsumo, en un conte-
nedor de plástico de 50x32x28cm se puede acondicionar una maduradora, para
lo cual después de limpiarlo y desinfectarlo con hipoclorito de sodio se le pone una
capa de agua de 2 cm de alto. Después se coloca una parrilla de plástico que sobre-
pase el nivel del agua, y sobre ella se colocan los quesos tapados con una manta.
El contenedor se coloca en un lugar frío, de 10 a 12°C, y cada semana se limpia, se
le cambia el agua y los quesos se voltean. Este ambiente permite el intercambio de
aire, evita que los quesos se resequen y favorecen su maduración. Se pueden dejar
madurar de 3 a 6 meses.
Fig. 11.7. Venta de quesos y dulces artesanales (México) Fig. 11.8. Quesos envueltos al vacío (México).
(Fot. SEDARH).
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