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MERA SUGESTIÓN

(Reescritura y adaptación teatral libre a partir del cuento homónimo de Fernando


Sorrentino)

Presentador
Los alumnos y alumnas del taller literario les damos la bienvenida a este espacio teatral. La obra
que representaremos es el resultado de un trabajo colectivo de reescritura; una versión libre del
cuento “Mera sugestión” de Fernando Sorrentino. Los y las invitamos a disfrutarla.

Personajes
Intervenciones del narrador
José Sorrentino (protagonista)
Doña Emilia (portera)
Director@ de la obra
Estilistas
Limpiador@ del set

Narrador:
-Este es José, un joven muy trabajador que, a veces, vuela con la imaginación. Como todas
noches, llega del trabajo, deja sus cosas y se relaja leyendo sus cuentos fantásticos favoritos.

(José lee un fragmento del cuento “Casa tomada”  grabación en la voz del prof. Campana).

“Nos gustaba la casa porque aparte de espaciosa y antigua guardaba los recuerdos de
nuestros bisabuelos, el abuelo paterno, nuestros padres y toda la infancia.
Nos habituamos Irene y yo a persistir solos en ella, lo que era una locura pues en esa casa
podían vivir ocho personas sin estorbarse.
Lo recordaré siempre con claridad porque fue simple y sin circunstancias inútiles. Irene
estaba tejiendo en su dormitorio, eran las ocho de la noche y de repente se me ocurrió poner
al fuego la pavita del mate. Fui por el pasillo hasta enfrentar la entornada puerta de roble, y
daba la vuelta al codo que llevaba a la cocina cuando escuché algo en el comedor o en la
biblioteca. El sonido venía impreciso y sordo, como un volcarse de silla sobre la alfombra o
un ahogado susurro de conversación. También lo oí, al mismo tiempo o un segundo después,
en el fondo del pasillo que traía desde aquellas piezas hasta la puerta. Me tiré contra la pared
antes de que fuera demasiado tarde, la cerré de golpe apoyando el cuerpo; felizmente la llave
estaba puesta de nuestro lado y además corrí el gran cerrojo para más seguridad.
Fui a la cocina, calenté la pavita, y cuando estuve de vuelta con la bandeja del mate le dije a
Irene:
-Tuve que cerrar la puerta del pasillo. Han tomado la parte del fondo.”
(Finaliza la grabación. Se escucha un ruido sordo en la cocina.)

José:
-Seguramente es el gato.

(Escucha la caída de un vaso metálico)

José:
(Pronuncia con voz irónica y se ríe)
-Esto ya es el colmo, parece que ahora han tomado la cocina de mi casa.

(Suena el timbre. José se dirige a abrir la puerta)


José:
¿Quién será a esta hora?

(Abre la puerta y saluda amablemente a la portera).

José:
Buenas noches, doña Emilia. ¿Cómo le va?

Doña Emilia:
¿Qué dice, joven? Sabe usted que recién acabo de hacer la ronda nocturna por todo el edificio y,
para colmo, los ascensores están fuera de servicio.

José:
¡Qué cosa rara! ¿Qué habrá pasado?

Doña Emilia:
No sé, pero de lo que estoy segura es que quedé completamente agotada después de tanto subir y
bajar las escaleras.
¿Me daría un vaso de agua, por favor?

José:
¡Sí, cómo no, ya le sirvo!

Narrador:
Repentinamente, José recuerda los sucesos extraños en la cocina.
José:
(Se muestra pensativo y murmura hacia el público)
-Ni loco voy a la cocina.

(Finge un calambre)

-¡Ay! ¡Me dio un calambre! ¿Por qué no pasa usted y se sirve? Los vasos están en el estante de
arriba del horno.

Doña Emilia:
-¿Está bien, joven?

José:
(Se sienta en el piso a masajear su pierna)
-Sí, ya se me va a pasar. Es sólo que estoy muy cansado.

Doña Emilia:
Bueno, muchas gracias. Voy a servirme, entonces.

(Se dirige a la cocina y exclama para sus adentros…)


-¡Qué linda casa, che!

(José sigue fingiendo y espía a Doña Emilia.)


(Se escucha caer otro vaso metálico en la cocina)

Doña Emilia:
-Doña Emilia, ¿pudo servirse?

(Silencio. José vuelve a preguntar.)

-Señora, ¿se encuentra bien?

(Como no recibe respuesta, José va a la cocina y descubre la gorra de Doña Emilia junto a la
puerta. La levanta lentamente y se aterroriza.
Retrocede atemorizado, se muestra agitado y perturbado. Se sienta muy despacio, se agarra la
cabeza mostrando dolor y se desvanece)

(Luego de un minuto, despierta sobresaltado. Observa todo a su alrededor y suspira aliviado)


José:
-¡Qué suerte que sólo fue un sueño, además de un poco de sugestión por los ruidos extraños!

(Se dispone a seguir leyendo cuando de repente suena el timbre. Mira hacia la puerta,
confundido, y va a abrir.)

José:
-Ahora sólo falta que sea Doña Emilia.
(Abre y ve a la portera).

Doña Emilia:
-Perdón que lo moleste de nuevo, pero… ¿de casualidad no me dejé mi gorra por acá?

José:
(Se muestra pensativo y confundido. Se toma el mentón con una mano).
-Pero, ¿cómo? ¿No fue un sueño?

Doña Emilia:
-¿Qué? ¿Qué sueño? ¿Se siente bien?

(Ingresa la directora con las estilistas, quienes retocan el peinado y maquillaje de los actores.)

Directora:
-¡Muy bien, chicos! Para la próxima toma, vamos a necesitar más emoción y compromiso con el
personaje. Descansen y mañana seguimos.

(Todos salen de escena, mientras José busca sus pertenencias. Ingresa el/la limpiador@.)

Limpiador@:
-Vamos saliendo que tengo que ordenar el set.

(El/la limpiador@ sale de escena y queda sólo José. Se escucha el sonido del mismo vaso
metálico)

José:
-Creo que de tanto actuar, ya me sugestioné. (Sale corriendo y se va de escena)

(Todos los personajes ingresan a saludar al público).

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