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UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL

FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS


ESCUELA DE MEDICINA

CATEDRA DE:

FISIOPATOLOGÍA II

DOCENTE:

MAURO NIETO AGUIRRE

ESTUDIANTE:

CHALÉN SIERRA ANABELLE ESTHER

SEXTO SEMESTRE

GRUPO #7

2018 – 2019 CII


Desnutrición

Existen cuatro tipos principales de desnutrición: emaciación, retraso del crecimiento,


insuficiencia ponderal, y carencias de vitaminas y minerales. Por causa de la
desnutrición, los niños, en particular, son mucho más vulnerables ante la enfermedad y
la muerte.

La insuficiencia de peso respecto de la talla se denomina emaciación. Suele indicar una


pérdida de peso reciente y grave, debida a que la persona no ha comido lo suficiente y/o
a que tiene una enfermedad infecciosa, como la diarrea, que le ha provocado la pérdida
de peso. Un niño pequeño que presente una emaciación moderada o grave tiene un
riesgo más alto de morir, pero es posible proporcionarle tratamiento.

La talla insuficiente respecto de la edad se denomina retraso del crecimiento. Es


consecuencia de una desnutrición crónica o recurrente, por regla general asociada a unas
condiciones socioeconómicas deficientes, una nutrición y una salud de la madre
deficientes, a la recurrencia de enfermedades y/o a una alimentación o unos cuidados no
apropiados para el lactante y el niño pequeño. El retraso del crecimiento impide que los
niños desarrollen plenamente su potencial físico y cognitivo.

Los niños que pesan menos de lo que corresponde a su edad sufren insuficiencia
ponderal. Un niño con insuficiencia ponderal puede presentar a la vez retraso del
crecimiento y/o emaciación.

Cuadros clínicos

 Desnutrición de primer grado

El niño se vuelve crónicamente llorón y descontento, contrastando con la felicidad, el


buen humor y el buen sueño que antes tenía; este paso es insensible y frecuentemente no
lo notan las madres, a menos que sean buenas observadoras; tampoco se aprecia que
adelgace, pero si se tiene báscula y si se compara su peso con los anteriores, se nota que
éstas se han estacionado en las últimas cuatro o seis semanas. En este periodo no se
observa diarrea, sino por el contrario ligera constipación, no hay vómitos u otros
accidentes de las vías digestivas que llame la atención. Las infecciones respetan al niño
que aun conserva su capacidad reaccional y defensiva casi íntegra, como generalmente
acontece en la iniciación del mal.

Así, el dato principal que se observa, y solamente si se busca, es el estacionamiento en


el peso o un ligero descenso de él que persiste a través de las semanas; el niño avanza en
edad y el peso se va quedando a la zaga, avanzando penosamente o estacionado.

 Desnutrición de segundo grado

Insensiblemente la pérdida de peso se acentúa y va pasando del 10 ó 15%, a pérdidas


mayores; la fontanela se hunde, se van hundiendo también los ojos y los tejidos del
cuerpo se hacen flojos, perdiendo su turgencia y su elasticidad; el niño duerme con los
ojos entreabiertos, es pasto fácil de catarros, resfriados y otitis, se acentúa su
irritabilidad; fácilmente hay trastornos diarréicos y a veces se percibe, desde esta etapa
de la desnutrición, discretas manifestaciones de carencia al factor B, así como edemas
por hipoproteinemia.

El final de la etapa segunda en la desnutrición es ya francamente alarmante y obliga a


los padres a recurrir al médico si antes no lo habían hecho.

Si el médico es impresionado por el accidente enteral agudo, o por la faringitis o la otitis


y sin hacer una cuidadosa búsqueda en la dieta del pequeño paciente para estimar su
calidad y su rendimiento energético, pasa por alto este renglón vital de orientación, y
prescribe ''para la infección'', el niño habrá dado un paso más en la pendiente fatal de la
desnutrición.

Por otra parte, si las medidas dietéticas y terapéuticas a que se acuda no son lo
suficientemente cuidadosas y efectivas, el paciente cae en una exquisita intolerancia a
toda clase de alimentos y a toda cantidad que se le dé; esta intolerancia obliga a cambios
frecuentes en la dieta, y a nuevos intentos de acomodación digestiva por parte del
organismo, en los cuales se pierde tiempo, se va aumentando la destrucción de sus
reservas, y el desplome de la curva de peso, que cada vez se aleja más del paralelismo
normal con la curva de la edad.

 Desnutrición de tercer grado

La desnutrición de tercer grado se caracteriza por la exageración de todos los síntomas


que se han enumerado en las dos etapas anteriores de desnutrición, y el niño llega a ella
bien sea porque no hubo una mano experta que guiara la restitución orgánica, o porque
la miseria y la ignorancia hicieron su papel homicida, o porque a pesar de las medidas
tomadas, ya la célula y su mecanismo metabólico habían entrado en una fase negativa o
de desequilibrio anabólico que no permiten que se aproveche ni las cantidades mínimas
para sostener la pobre actividad del paciente.

Los ojos se hunden, la cara del niño se hace pequeña y adquiere el aspecto de ''cara de
viejo''; se ven prominentes todos los huesos de la cara y la bola grasosa de Bichat hace
su grotesca aparición como última reserva grasosa de este sector del organismo.

Los músculos de los miembros cuelgan como pesadas cortinas forrados de piel seca y
arrugada; los huesos de los miembros superiores, del dorso y del tórax se observan
forrados de una piel escamosa, arrugada, sin vitalidad y sin la menor elasticidad. Los
ojos de la criatura quedan vivos, brillantes y siguen con una gran avidez, los
movimientos que a su alrededor se desarrollan, como buscando ansiosamente el
alimento que le podría servir de salvación.

Muchos desnutridos llegan a esta etapa sin tener edemas por carencia proteica o
manifestaciones de carencias vitamínicas y en cambio a otros se les ve hinchados de sus
piernas, del dorso de las manos y de los párpados y sobre estos edemas hay
manifestaciones peligrosas hipercrómicas, acrómicas y discrómicas, que dan el
conocido, mosaico de colores y de formas, que en Yucatán se conoce con el nombre de
''culebrilla''.
Sobre el estado angustioso de autoconsunción, se observan como síntomas
predominantes, la intolerancia absoluta a la alimentación, que toman a veces
vorazmente; los vómitos fáciles, los accidentes digestivos de aspecto agudo o semi-
agudo y las infecciones focales que estallan con periodicidad desesperante y virulencia
cada vez mayor.

El cuerpo del paciente se encuentra en completa bancarrota orgánica; las células


solamente tienen capacidad para transformar en alimentos de consumo, los aminoácidos
que extraen de las miserables reservas proteicas que van quedando en los músculos; no
hay alimento por sencillo, puro y apropiado que se busque, que pueda aprovecharse y a
veces ni siquiera tolerarse. Es la etapa de los balances negativos en todos los sistemas
del organismo que en estado normal se encadenan, se equilibran y se complementan
para la asimilación.

El catabolismo aumenta su curva desproporcionadamente, y su función de arrastre y


desecho adquiere proporciones catastróficas y destructoras, llevándose todo lo poco
utilizable que va quedando en el desastre, de moléculas proteicas, de reservas
glicogénicas o de reservas grasosas. Las sales minerales y el agua también tienen
abiertas sus compuertas y no es extraño que un cuadro de anhidremia aguda se implante
con el más ligero accidente diarreico.

La terminación de estos cuadros es generalmente acelerada por accidentes digestivos


agudos o por infecciones enterales o parenterales, que dan la más diversa sintomatología
final.

 Profilaxis de la desnutrición

Hay que considerar dos aspectos a cual más de importantes en la prevención de la


desnutrición.

1o. Factor familiar.

2o. Factor médico.

Causas de la desnutrición

 Falta de comida: éste es común entre el grupo de sueldo bajo así como los que son
sin hogar.

 Ésos que tienen consumición de la dificultad debido a los dientes dolorosos o a otras
lesiones dolorosas de la boca. Ésos con tragar de la disfagia o de la dificultad están
también a riesgo de desnutrición. Esto podía ser debido a un bloqueo en el paso o
articular o debido a los dolores en la boca.
 Baja del apetito. Las causas comunes de la baja del apetito incluyen cánceres, los
tumores, enfermedad depresiva y otras enfermedades mentales, enfermedad del
hígado o de riñón, infecciones crónicas etc.

 Ésos con un conocimiento limitado sobre la nutrición tienden a seguir una dieta
malsana con no suficiente alimentos, vitaminas y minerales y están a riesgo de
desnutrición.

 Los ancianos que viven las personas solas, lisiadas que viven los estudiantes solos o
jovenes que viven en sus los propio tienen dificultad el cocinar de las comidas
equilibradas sanas para ellos mismos y pueden a menudo estar a riesgo de
desnutrición.

 Los ancianos (durante 65 años de edad sea), especialmente ésos que viven en
centros de asistencia están en un riesgo más alto de la desnutrición. Estos individuos
tienen enfermedades a largo plazo que afecten a su apetito y capacidad de absorber
los alimentos de la comida y pueden también tener dificultad el introducirse.
Además, puede haber las dolencias mentales concomitantes como la depresión que
afectan a apetito y a la toma de comida.

 Los que abusan de las drogas o son alcohólicos crónicos.

 Ésos con trastornos alimentarios como anorexia nerviosa tienen dificultad el


mantener de la nutrición adecuada.

 Ésos con enfermedades digestivas como colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn o


el síndrome de mala absorción tienen dificultad en la asimilación de los alimentos
de la dieta y pueden sufrir de la desnutrición.

 Ésos con diarrea o náusea o el vomitar persistente.

 Algunas medicaciones tienden a alterar la capacidad de la carrocería de absorber y


analizar los alimentos y tomar éstos puede llevar a la desnutrición.

 La demanda para la energía de la comida excede la cantidad de comida tomada. Esto


incluye a los que han sufrido un daño serio, quemadura o después de procedimientos
quirúrgicos importantes. Esto también incluye a las mujeres embarazadas e
incremento de los niños cuyo y necesita para el bebé nonato causa la demanda
creciente para los alimentos y las calorías que pueden ser deficientes en una dieta
normal.

 Entre niños la falta de conocimiento de introducir adecuado entre padres es la causa


de cabeza de la desnutrición por todo el mundo.

 Los bebés prematuros están en un riesgo más alto de la desnutrición al igual que
niños a la hora del destete.

 Los cánceres de la niñez, corazón desertan del nacimiento (enfermedad cardíaca


congénita), fibrosis quística y otras enfermedades a largo plazo importantes en niños
son la causa de cabeza de la desnutrición.

 Los niños, los huérfanos y ésos descuidados viviendo en hogares del cuidado están a
riesgo de desnutrición.

Desnutrición en Ecuador

En el Ecuador disminuye 18 puntos la tasa de desnutrición en menores de cinco años en


los últimos 20 años. En la década de los 80 era del 41%, mientras que el 2011 bajo al
23%, revela el informe del Observatorio de los Derechos de la Niñez y Adolescencia
(ODNA), tras una investigación entre 1990 y 2011.

El estudio “El Estado de los Derechos de la niñez y adolescencia en Ecuador 1990-


2011” permite hacer una retrospectiva en el tiempo sobre lo ocurrido con este delicado
tema, así como verificar las transformaciones sucedidas a lo largo de 21 años después
de la firma de la Convención de los Derechos del Niño (CDN).

El documento señala que en dicho escenario emergieron nuevos actores sociales, así el
movimiento indígena que propuso alternativas frente a las políticas neoliberales. En
2007, una nueva fuerza política, Alianza País, llegó al Gobierno y convocó a una nueva
Asamblea Constituyente para renovar el marco normativo y transformar el modelo de
sociedad y de Estado.

Así, ese vacío en la institucionalidad en temas relacionados con la infancia se buscó


resolver con el fortalecimiento del rol del anterior Instituto del Niño y la Familia
(INFA). En el 2008, el INFA pasó a ser la instancia pública responsable de garantizar la
protección integral de las personas de entre 0 y 18 años, y a sus familias. La institución
era de carácter privado y su accionar estaba en manos de la Primera Dama.

Este giro ha sido una conquista del movimiento a favor de la infancia. El INFA paso a
ser una entidad adscrita al Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) y desde
este año es la Subsecretaría de la Niñez y Adolescencia, parte de viceministerio de
Inclusión Social, Ciclo de Vida y Familia. Esta nueva institucionalidad fue establecida
con la finalidad de garantizar una mejor atención y calidad de los servicios a los niños,
niñas y adolescentes, considerados un sector de atención prioritario por el Gobierno
Nacional.

El informe de 303 páginas, sostiene que a dos décadas de la firma de la Convención de


los Derechos del Niño, en Ecuador existe un escenario sumamente favorable para el
cumplimiento de la misma. Por una parte, los principios y disposiciones fundamentales
del Código de la Niñez y Adolescencia están integrados en el nuevo marco
constitucional, y por otra, existe una voluntad política de construir un sistema de
protección integral para los niños, niñas y adolescentes ecuatorianos.

La obra tiene cuatro partes. En la primera, reconoce los logros que trajeron la firma de
la CDN y sus limitaciones a la hora de llevarlo a la práctica. La segunda parte,
contienen tres artículos, en donde se muestra el marco contextual del Ecuador en los
últimos 21 años integrando dos perspectivas: los cambios estatales y los que entrañan
modificaciones en el aspecto de las familias, el escenario que predominó en el país
desde los años 90 como al nuevo espacio que abre la Constitución del 2008 y los
cambios que plantea la Revolución Ciudadana.

Analiza también la transición del Consejo Nacional de la Niñez y Adolescencia


(CNNA) hacia el Consejo de la Igualdad, instancia que considera un campo con nuevas
oportunidades y desafíos que existen en torno a las organizaciones que trabajan por la
infancia, sus prioridades programáticas y estrategias para intervenir en la agenda pública
a escala nacional y local.

Entre los principales avances figuran: el descenso de la mortalidad de la niñez e infantil,


el incremento de la asistencia en el sistema educativo de la niñez, la importante
reducción del trabajo infantil y la reducción de pobreza extrema por ingreso.

Desnutrición a nivel mundial

Tras haber disminuido de forma constante durante más de una década, vuelve a
aumentar el hambre en el mundo, que afectó a 815 millones de personas en 2016 –el 11
por ciento de la población mundial–, según la nueva edición del informe anual de la
ONU sobre seguridad alimentaria y nutrición publicada hoy. Al mismo tiempo,
múltiples formas de malnutrición amenazan la salud de millones de personas.

Este incremento –de 38 millones de personas más respecto al año anterior– se debe en
gran medida a la proliferación de conflictos violentos y de perturbaciones relacionadas
con el clima, según explica El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el
mundo 2017.

Unos 155 millones de niños menores de cinco años padecen retraso en el crecimiento
(estatura demasiado baja para su edad), según el informe, mientras que 52 millones
sufren de emaciación, lo que significa que su peso es demasiado bajo para su estatura.
Se estima además que 41 millones de niños tienen sobrepeso. La anemia en las mujeres
y la obesidad adulta son también motivo de preocupación. Estas tendencias son
consecuencia no solo de los conflictos y el cambio climático, sino también de profundos
cambios en los hábitos alimentarios y de las crisis económicas.
El informe es la primera evaluación global de la ONU sobre seguridad alimentaria y
nutrición que se publica tras la adopción de la Agenda 2030 para el Desarrollo
Sostenible, cuyo objetivo es acabar con el hambre y todas las formas de malnutrición en
2030 como una de las principales prioridades de las políticas internacionales.

El documento apunta a los conflictos –cada vez más agravados por el cambio climático–
como uno de los principales motivos del resurgir del hambre y de muchas formas de
malnutrición.

«En la última década, el número de conflictos ha aumentado de forma dramática y se


han vuelto más complejos e irresolubles por su naturaleza», afirman los responsables de
la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el
Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), UNICEF, el Programa Mundial de
Alimentos (PMA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su prólogo
conjunto al informe. Subrayan que algunas de las tasas más elevadas del mundo de
niños con inseguridad alimentaria y malnutrición, se concentran ahora en zonas de
conflicto.

«Esto ha hecho saltar alarmas que no podemos ignorar: no acabaremos con el hambre y
todas las formas de malnutrición para 2030 a menos que abordemos todos los factores
que socavan la seguridad alimentaria y la nutrición. Garantizar sociedades pacíficas e
inclusivas es condición necesaria para ese objetivo», aseguran los dirigentes de la ONU.

La hambruna golpeó diversas zonas de Sudán del Sur durante varios meses a principios
de 2017, y existe un grave riesgo de que vuelva a producirse allí, así como de que
aparezca en otros lugares afectados por conflictos, en especial el noreste de Nigeria,
Somalia y el Yemen.

Los expertos advierten que incluso en regiones que no sufren de tanta violencia, las
sequías o inundaciones –ligadas en parte al fenómeno climático de El Niño–, así como
la desaceleración económica mundial, han llevado también a un deterioro de la
seguridad alimentaria y la nutrición.

Bibliografía:

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmedhealth/PMH0001441/

https://www.news-medical.net/health/Causes-of-malnutrition-(Spanish).aspx

http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0036-
36342003001000014
https://www.news-medical.net/health/Causes-of-malnutrition-(Spanish).aspx
http://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/malnutrition
http://www.who.int/es/news-room/detail/15-09-2017-world-hunger-again-on-the-rise-
driven-by-conflict-and-climate-change-new-un-report-says

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