Está en la página 1de 2

Josué: ¿Mamá?, ¿eres tú?

Fantasma abuelo: Tranquilo Josué, no grites, despertarás a todos los


demás.

Josué: ¿Quién eres?

Fantasma abuelo: Tú sabes quién soy Josué

Josué: ¿Abuelo?, ¿eres tú?

Fantasma abuelo: : Sí, mi niño, vengo porque tengo algo muy


importante que decirte.

Josué: Que pasa abuelo.

Fantasma abuelo: Josué, no puedes seguir así. Cada vez te portas peor
con tu madre y tu hermano. No sabes lo profundamente triste que me
pone ver cómo te comportas.

Josué: Pero abuelo yo no me porto mal.

Fantasma abuelo: Cómo que no, no me mientas mi niño. He visto


como le hablas a tu madre y tú mismo sabes que no actúas bien. Mira en
tu interior.

Josué: Pero abuelo yo les quiero.

Fantasma abuelo: Lo sé, mi niño, lo sé. Pero ellos te necesitan también,


no puedes seguir tratándolos así. Porque algún días los necesitarás y ya no
estarán aquí para ti.

Josué: (Con la voz entrecortada por las lágrimas) Abuelo, lo siento.

Fantasma abuelo: No, no tienes que pedirme perdón a mí. Tienes que
pedírselo a ellos. Pero sobretodo tienes que tratarlos mucho mejor.
Josué: Lo haré abuelo, te prometo que lo haré.

Fantasma abuelo: Así me gusta mi niño. Ahora tengo que irme.

Josué: No, por favor Abuelo, no te vayas. Quédate aquí conmigo.

Fantasma abuelo: No te preocupes Josué, aunque no me veas yo


siempre estaré a tu lado.

Josué: Te quiero abuelo.

Fantasma abuelo: Yo también, mi niño. Haz que me sienta orgulloso.

La luz se apaga y Josué se queda a oscuras.

También podría gustarte