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PSICOPATOLOGÍA II: SISTÉMICA –


UNIDAD I.
Psicopatología. Un enfoque integral de la
Psicología normal. Durand y Barlow.
​-Psicopatología: Es el estudio de los trastornos
mentales o psicológicos. Estudio científico de los
trastornos psicológicos. A través de ésta articulamos
las funciones psíquicas (memoria, cognición, etc.) y
los trastornos o enfermedades.
​-Trastorno Psicológico: disfunción psicológica de
un individuo, asociada con la angustia o con un
impedimento en el funcionamiento y una respuesta
que no es característica o no se esperaba
culturalmente.
¿Qué es un trastorno psicológico?
​Es la disfunción psicológica de un individuo
asociada con la angustia o con impedimentos en el
funcionamiento y con una respuesta que no es típica
o esperada culturalmente.
​-Disfunción Psicológica: Se refiere a una
interrupción del funcionamiento cognoscitivo,
emocional o conductual.
​-Angustia: Presencia de sufrimiento, malestar.
Por sí solo, este criterio no define un
comportamiento anormal, debe estar acompañada,
ser mantenida en el tiempo. La condición humana es
tal que el sufrimiento y la angustia forman parte de
nuestra existencia. En algunos trastornos, por
definición, el sufrimiento y la angustia están
ausentes. Definir un trastorno psicológico sólo por la
angustia no funciona.
​-Respuesta atípica o no esperada culturalmente:
A veces, se considera que algo es anormal porque
sucede de manera poco frecuente: se desvía de la
norma. Mientras mayor sea la desviación, más
anormal es. Se podría decir que alguien es
anormalmente bajo o alto, con lo cual se pretende
decir que su estatura se desvía en forma sustancial
del promedio, pero por supuesto que ello no es una
definición de trastorno.
​El comportamiento de una persona es anormal
si viola las normas sociales, aun cuando haya un
gran número de individuos que respalden el punto
de vista de la persona.
​Es decir, es algo no esperable de acuerdo al
contexto social, cultural. Poco frecuente. Se debe
pensar en si violan las normas sociales y si se
encuentra fuera de lo esperable dentro de un grupo
social o cultural.
​Puede considerarse una conducta como un
trastorno, solamente si cumple con estos tres
criterios.
Una definición aceptada
​Es difícil definir lo normal de lo anormal. La
definición que ha sido mayormente aceptada es la
del DSM-IV-TR, que describe que las disfunciones
conductuales, emocionales o cognitivas que son
inesperadas en su contexto cultural y se asocian con
angustia personal o con un impedimento sustancial
en el funcionamiento, son anormales.
​El paciente puede tener sólo algunas de las
características o síntomas del trastorno (una
cantidad mínima), pero no todos ellos, y aun así
compaginarse con los criterios para el trastorno
porque su conjunto de síntomas de él o ella están
cerca del prototipo.
La ciencia de la psicopatología
​La psicopatología es el estudio de los trastornos
psicológicos. Los psicólogos clínicos y los
consejeros obtienen el grado de doctores y realizan
un curso de estudios de posgrado que dura
aproximadamente cinco años, el cual los prepara
para llevar a cabo investigaciones sobre las causas
y el tratamiento de los trastornos psicológicos y para
diagnosticar, evaluar y tratar estas perturbaciones.
Los psicólogos con otras especializaciones en
psicología experimental y psicología social, se
concentran en investigar las determinantes
fundamentales de la conducta, pero no evalúan o
tratan los trastornos psicológicos.
​Los consejeros suelen estudiar y tratar aspectos
de adaptación y vocacionales que encuentran en
individuos relativamente saludables, y los psicólogos
clínicos por lo común se concentran en los
trastornos psicológicos más graves.
​Los psiquiatras investigan la naturaleza y las
casusas de los trastornos psicológicos, a menudo
desde un punto de vista biológico, hacen
diagnósticos y ofrecen tratamientos. Muchos
psiquiatras utilizan principalmente tratamientos
farmacológicos o biológicos, aunque la mayoría de
ellos también utilizan los tratamientos psicosociales.
​Los trabajadores sociales del campo de la
psiquiatría en general obtienen un grado de
maestros en trabajo social y, al mismo tiempo,
desarrollan destrezas para recopilar información
importante para la situación social y familiar de los
individuos con trastorno psicológico. Los
trabajadores sociales también tratan los trastornos, a
menudo concentrándose en los problemas familiares
asociados con ellos. Quienes estudian enfermería
relacionada con el campo de la psiquiatría, cuentan
con grados superiores, de maestría o incluso
doctorados y se especializan en el cuidado y
tratamiento de los pacientes con trastornos
psicológicos, por lo común, en hospitales como parte
de un equipo de tratamiento. Por último, los
terapeutas matrimoniales y de familia, y los
consejeros sobre salud mental, por lo común,
emplean de uno a dos años para obtener una
maestría y son contratados para proporcionar
servicios clínicos en hospitales o clínicas,
usualmente bajo la supervisión de un clínico con
nivel de doctorado.
El científico profesional
​El desarrollo más importante en la historia
reciente de la psicopatología es la adopción de
métodos científicos para mejorar el conocimiento de
la naturaleza de los trastornos psicológicos, las
casusas y el tratamiento.
​Los profesionales de la salud mental pueden
actuar como científicos profesionales en una o más
de tres maneras. En primer lugar, se mantienen
actualizados con respecto a los desarrollos
científicos más recientes de su campo y por tanto, se
sirven de los diagnósticos y procedimientos de
tratamientos más avanzados. En segundo lugar, los
científicos profesionales sopesan sus propias
evaluaciones o técnicas de tratamiento para
determinar su eficacia. En tercer lugar, los científicos
profesionales realizan investigaciones, a menudo en
clínicas u hospitales, que generan nueva información
sobre los trastornos o su tratamiento, volviéndose
así inmunes a las modas que prevalecen en nuestro
medio, con frecuencia a expensas de los pacientes y
sus familias.
Descripción clínica
​En los hospitales y en las clínicas, a menudo
decimos que un paciente presenta un problema
concreto o un conjunto de problemas, o analizamos
el problema presente.
​La descripción clínica representa la combinación
única de comportamientos, pensamientos y
emociones que forman un trastorno determinado. La
palabra clínico se refiere a los tipos de problemas o
de trastorno que podrán encontrarse en una clínica o
en un hospital y a las actividades relacionadas con la
evaluación y el tratamiento.
​Una función importante es la de especificar lo
que hace distinto el trastorno del comportamiento o
de otros trastornos. Los datos estadísticos también
pueden ser importantes. Prevalencia del trastorno.
La estadística de la cantidad de nuevos casos que
se dan durante un período significativo representa la
incidencia del trastorno. Hay otras estadísticas que
comprenden la proporción sexual –es decir, el
porcentaje de hombres y mujeres que tienen el
trastorno- y la edad de aparición, característica que
a menudo difiere de un trastorno a otro.
​Casi todos los trastornos siguen un patrón, o
curso, algo distinto. Pueden seguir un curso
cronológico, lo cual significa que suelen durar por un
largo período, en ocasiones durante toda la vida
(ejemplo esquizofrenia). Otros siguen un curso
episódico, en el que es probable que el individuo se
recupere a los pocos meses, pero que sufra una
recaída en un periodo posterior. Este patrón quizá se
repita a lo largo de la existencia de la persona. Hay
otros trastornos que pueden tener un curso de
tiempo limitado, lo cual significa que se puede
mejorar sin tratamiento en un lapso más o menos
breve.
​Algunos trastornos tienen una aparición aguda,
lo cual significa que comienzan súbitamente; otros
se desarrollan en forma gradual a lo largo de un
amplio período, y a ellos en ocasiones se alude
como trastornos de aparición insidiosa. Es
importante conocer el curso característico de un
trastorno, de manera que podamos saber qué
esperar del problema en el futuro y la mejor forma de
abordarlo. La anticipación del curso de un trastorno
se denomina pronóstico.
​La edad del paciente puede ser una parte
importante de la descripción clínica. Un trastorno
psicológico determinado que se da en la infancia,
puede presentarse en forma muy distinta en la
adultez o en la vejez.
Causalidad, tratamiento y resultado
​La etiología, o el estudio de los orígenes de las
cosas, se relaciona con la forma en que comienza
un trastorno (sus causas) y comprende dimensiones
biológicas, psicológicas y sociales.
​Es importante remarcar siempre que el efecto
no necesariamente implica la causa.
Resumen de aspectos fundamentales
​Un primer problema que inevitablemente surge
al intentar hacer una historia de la psicopatología es
la dificultad que existe para reconocer algún tipo de
identidad entre el concepto mismo de la disciplina y
los contenidos que, históricamente, se incluyen en
ella.
​Comenzamos la búsqueda en los orígenes de la
llamada civilización occidental: los mundos griego y
romano, en los que surge por primera vez un
concepto nuclear para la definición que siglos
posteriores harán de nuestra disciplina: el de
enfermedad mental. En los primeros tiempos de la
cultura griega, la explicación demonológica dominó
el campo de las concepciones sobre la locura. La
locura era el resultado de la posesión de espíritus
malignos enviados por los dioses en estado de
cólera. Los centros médicos de la época
prehipocrática eran templos dedicados al dios de la
curación, Esculapio. Esta visión fue modificada
posteriormente por los pitagóricos primero, y por los
de Cos después, con Hipócrates como figura central.
El concepto de locura sufrió un cambio radical, ya
que pasó de ser considerada como una maldición o
imposición divina a conceptualizarse como
enfermedad.
​El modelo hipocrático-galénico dominará buena
parte de las reflexiones sobre la salud y la
enfermedad de la Edad Media. El alma no podía
están enferma dado su origen cuasi divino, por lo
que la locura era una enfermedad primariamente
somática, atribuida a un uso deficiente de la razón.
Este tipo de planteamientos coexistía con la
ideología cristiana, que su vez era la culturalmente
dominante.
​A los principios del siglo VII, la noción de la
locura como posesión demoníaca cristalizó
completamente: se calificaba de perversa en tanto
que suponía una acción contra Dios provocada por
el demonio; la causa no era, pues, atribuible a la
propia voluntad perversa del individuo, sino a la
alienación de esa voluntad por parte del maligno. La
causa u origen de la locura era, en definitiva, la
transmigración de la voluntad individual a una
voluntad universal de origen no humano, sino
superior, que precisamente por esa superioridad
solamente era posible abordar recurriendo a fuerzas
superiores al hombre. Los poseídos no eran
simplemente enfermos mentales, y su tratamiento
(su control) escapaba a las capacidades y recursos
humanos. En consecuencia, debían ser puestos bajo
el control de las autoridades religiosas, porque solo
ellas estaban legitimadas para luchar contra el mal.
​La Reforma, las nuevas tendencias religiosas,
una visión más crítica de los planteamientos
filosóficos, el avance de la técnica y los nuevos
postulados sobre la investigación científica, fueron
desencadenantes fundamentales para la nueva
visión de la enfermedad mental y su investigación,
que cristalizo en los dos siglos posteriores, XVII y
XVIII, el Siglo de las Luces y la Edad de la Razón.
​En el siglo XVII se producen espectaculares
avances en los conocimientos anatómicos y
fisiológicos del cuerpo humano. Sin embargo, la
posición ocupada por el estudio de la locura en los
tratados médicos era secundaria. Willis introdujo en
medicina el estudio de los procesos nerviosos bajo
la denominación de Psychelogy. Su sistema
explicativo neuropsicológico barrió las explicaciones
químico-humorales tradicionales, heredadas del
pensamiento hipocrático y galénico, de forma que a
partir de él las enfermedades se entenderán como
producidas por sacudidas mecánicas procedentes
de objetos externos.
​A mediados del siglo XIX, los contactos que
empiezan a producirse entre la medicina, la
fisiología, la biología evolucionista y la psicología de
la asociación abonan el terreno para el surgimiento,
dentro del terreno de las ciencias naturales, de las
ciencias de la psicología que a partir de entonces
iniciará un camino diferente y definitivamente alejado
de la filosofía. Wundt es el principal artífice de este
nuevo horizonte. Sostenía que la psicología podía
ser considerada como ciencia experimental o natural
en tanto que estudiara actividades tales como la
sensación o la percepción.
​En el ámbito se la psicopatología, a finales del
siglo XIX se produjo un retorno a la clínica: esto es,
al estudio no sólo de los síntomas y signos de la
enfermedad, sino también a la investigación de su
etiología, patogenia y evolución. Junto a todo ello se
instaura también el primado de la utilidad práctica.
​Las críticas de Bonhöffer al sistema de
Kraepelin se basaban en la idea de abandonar la
idea de especie morbosa y sustituirla por la más
modesta de tipo de reacción, puesto que no había
una sintomatología específica para cada causa
orgánica y todo hacía sospechar que, antes
diferentes causas, el organismo respondía con
idéntico tipo de reacción psicopatológica. Esta
propuesta fue retomada por Meyer, que pretendió
sustituir el concepto de enfermedad mental por el de
tipos de reacción, con el que intentaban dar
relevancia al historia individual de reacciones
psicobiológicas a los múltiples problemas con lo que
se hubiera podido enfrentar el individuo a lo largo de
su historia personal. La propuesta de Meyer fue
asumida por la psiquiatría americana de mediados
de este siglo, que elaboro sus sistema clasificatorio
sobre la base de las ideas de este autor.
​Por último, es importante mencionar las
aportaciones de la psicología dinámica. Charcot y
Bernheím, y sobre todo Janet, son los autores
claves. Los primeros porque, pese a sus diferencias
escolares, impulsaron el estudio de los fenómenos
mentales no conscientes, abogaron por nuevos
modos de intervención terapéuticas y “rescataron” a
las neurosis como concepto y como tema de estudio
para la psicopatología. Por su parte, Pierre Janet
amplió todavía más el campo, profundizando en el
estudio de la histeria, En su trabajo L’état mental das
histériques postuló que la disociación o
desdoblamiento de la conciencia era uno de los
mecanismos fundamentales de los estados
histéricos, a los que por esta razón llamo
psicasténicos. La psicastenia se definía como una
disociación parcial de la capacidad para mantener
las ideas en su plena conciencia, debido a la
debilidad de las actividades integradoras superiores.
Realizo brillantes descripciones clínica de la
histerias, las fugas y las amnesias, entre otros
síntomas y síndromes, pero sus trabajaos se vieron
pronto relegados por un segundo plano, al contrario
de lo que sucedió con Freud e incluso con el
maestro de ambos, el propio Charcot.

Unidad 2: Criterios de salud y enfermedad en


Psicopatología.
Manual de psicopatología. (1995) Belloch, Sandín y
Ramos.
INTRODUCCION: PRECISIONES
CONCEPTUALES:
La diversidad de modelos y criterios de la
psicopatología responde al hecho de que su objeto
no se corresponde con ninguna verdad objetiva, en
el sentido de que no puede ser explicado
recurriendo exclusivamente a hechos y leyes
científicas. Las escuelas y modelos encarnados en
instituciones y comunidades científicas, pueden ser
concebidos como el puente que une las creencias
implícitas o tacitas de la sociedad con el
comportamiento concreto de sus actores y agentes.
En cierto sentido su nacimiento responde a la
necesidad de implementar un sistema de creencias.
A medida que un sistema cambia, cambian también
los criterios, las escuelas, los modelos y por
supuesto, las instituciones.
El objeto de estudio para la psicopatología es una
diversidad de temas y problemas humanos,
diversidad de criterios y modelos que se manejan en
esta disciplina. Los criterios más influyentes que se
manejan, o se han manejado, para catalogar,
comprender y explicar la multiplicidad de
psicopatologías que pueden presentar las personas.
Cuatro grupos de criterios: el estadístico, los
sociales, los subjetivos y los biológicos.
-CRITERIO ESTADISTICO:
Cuando la psicología y la psicopatología decidieron
optar por homologarse a las ciencias naturales en el
siglo XIX, y consecuentemente postular leyes que
fueran susceptibles de formalización, se recurrió a la
cuantificación de los datos psicológicos. Esta
cuantificación se produjo a través de la estadística,
ciencia auxiliar de una buena parte de las ciencias
naturales. En psicopatología la estadística dejo de
ser un recurso auxiliar formal para convertirse en un
criterio definitorio del objeto y adquirió rango de
concepto, criterio estadístico de la psicopatología.
El postulado central del criterio estadístico es el de
las variables que definen psicológicamente a una
persona, poseen una distribución normal en la
población general de referencia de esa persona. La
psicopatología es todo aquello que se desvía de la
normalidad, que resulta poco frecuente, que no entra
en los límites de la distribución normal de la
población que nos sirve de referencia. Según este
criterio hablamos de híper o hipo actividad, para
catalogar un determinado comportamiento motor
alterado, o de baja/alta inteligencia para designar la
capacidad mental de las personas
(subnormal/superdotado), o de híper/hipoestesia, o
de baja/alta estabilidad emocional
(neuroticismo/estabilidad), por ejemplo. Además de
la frecuencia, ´para la definición de las
psicopatologías, se agrega el supuesto de la
continuidad. Los elementos constitutivos de las
psicopatologías se hallan presentes en la
normalidad, pero constituyen una exacerbación, por
exceso o por defecto, de esa normalidad. Las
diferencias entre lo normal y lo patológico son de
naturaleza cuantitativa, de grado. Además de los
prefijos híper o hipo, se utilice el prefijo y se hable de
conductas anormales, que se caracterizan no solo
por ser poco frecuentes, sino además por contener
los mismos elementos de normalidad pero en un
grado ya excesivo, ya escaso. El criterio estadístico
es parte del contexto de descubrimiento y como
parte del contexto de la explicación y justificación.
-CRITERIO SOCIAL E INTERPERSONAL:
Lo psicopatológico no es más que una construcción
social y una convención que la comunidad adopta en
un momento, y de un modo por lo general poco
explícito. Lo psicopatológico no existe más que en
las mentes de quienes lo postulan. Lo que en un
contexto social, cultural o histórico es normal, se
torna patológico en otros, y a la inversa, no lo es
menos que en todas las culturas y épocas es posible
detectar ciertas normas que definen lo que es
psicológicamente normal.
En la medida que una persona se comporte, piense
o sienta como lo hacen sus congéneres o como
estos esperan que lo haga, será catalogada como
normal. La adecuación al rol social y personal que se
nos adscribe constituye muchas veces el marco de
referencia imprescindible para la catalogación de
normalidad. Conseguir restaurar la capacidad de
adaptación social constituye un objetivo fundamental
de la mayor parte de las técnicas de tratamiento e
intervención psicológicas. No siempre es fácil
determinar qué hay que entender por adaptación
social. Y lo que es más importante, suponer que esa
adaptación es sinónimo de salud mental puede
llevarnos a cometer graves errores. Difícilmente
podemos admitir que, la adaptación social y el
seguimiento acrítico de las leyes, constituyan
criterios de salud mental, o sea, de ausencia de
psicopatología.
Los individuos se convierten en un mero actor, o
mejor, en una especie de marioneta sometida a
contingencias ambientales que representa el papel
que la sociedad le adjudicó; y si el papel no es
bueno, la responsabilidad recae en la sociedad,
nunca en el actor. La autodeterminación y la
racionalidad, convierte a la persona que presenta
una psicopatología en un alienado, un ser sin razón
ni capacidad para decidir por sí mismo. Es preciso
examinar muy a fondo el contexto social, así como el
tipo de contingencias ambientales que modulan el
comportamiento y la actividad mental, si queremos
llegar a comprender la génesis, o el mantenimiento
de muchos comportamientos perturbados o
anormales.
-CRITERIO SUBJETIVO O INTRAPSÍQUICO:
Según este criterio es el propio individuo el que
dictamina sobre su estado o situación, lo que se
suele traducir en quejas y manifestaciones verbales
o comportamentales. El principal problema de estos
criterios reside en que implican que una persona es
siempre consciente de sus problemas e
incapacidades, y esto no siempre es así, ya que
muchos casos, el individuo está lejos de ser cc de su
problema o incluso de que tiene un problema, y
desde luego es improbable que decida pos si mismo
buscar ayuda especializada. El criterio subjetivo o
personal no tiene tampoco en cuenta los efectos que
un comportamiento anormal produce en el contexto
social inmediato de la persona que lo exhibe. Este
criterio resulta insuficiente también a nivel
explicativo, ya que no plantea la génesis de la
psicopatología, como a la hora de analizar sus
consecuencias. En muchos casos es el propio
individuo quien detecta una anomalía en sí mismo, y
sobre todo la comunica y puede ser capaz incluso de
determinar su origen y causa. Tanto si se da un
autorreconocimiento de patología como si no, la
información que una persona nos proporciona sobre
sí mismo y sobre su estado es una fuente de datos
irrenunciable e imprescindible para el psicopatólogo.

-CRITERIO BIOLÓGICO:
Criterio de naturaleza no psicológica, enfatiza sobre
todo la naturaleza biológica, física de las personas.
La variedad de este grupo de criterios es muy amplia
puesto que son muchas y muy diferentes las
disciplinas que se encuadran en las perspectivas
biologistas de la psicopatología: genética,
neurología, bioquímica, etc. Todas mantienen un
mismo supuesto básico: las diferentes
psicopatologías son fundamentalmente, la expresión
de alteraciones o disfunciones en el modo normal de
funcionamiento, bien de la estructura, bien del
proceso biológico que las sustenta. Esas
alteraciones pueden estar causadas a su vez por la
acción de agentes patógenos externos, o por
carencia de determinados elementos constituyentes,
o por una ruptura en el equilibrio normal de los
diferentes procesos, elementos o estructuras
involucradas.
Asumir una etiología orgánica como explicación
ultima y exclusiva de la aparición de las
psicopatologías conlleva adoptar el término genérico
de enfermedad mental para caracterizar estos
trastornos.
Aceptar la dicotomía biológico vs psicológico para
explicar la aparición y el mantenimiento de una
psicopatología significa, un error demasiado costoso
para la psicopatología, seria caer de nuevo en un
miope dualismo psico-fisico, que tan malos
resultados ha tenido para la explicación del
comportamiento y actividad mental de los seres
humanos. El reduccionismo de la psicopatología a lo
biológico significa la imposibilidad de la psicología y
psicopatología como actividades científicas. Las
personas somos, además de organismos
biológicamente determinados, individuos sociales,
con una historia personal de aprendizajes, de
memorias y de modos de conocimiento del mundo.
Los planos psicológico y biológico, son
complementarios e igualmente necesarios para la
comprensión de las psicopatologías. La tendencia
actual a postular un modelo biopsicosocial para la
explicación de la naturaleza humana y sus
alteraciones significa el reconocimiento de esa
complementariedad.

UNIDAD 3: EL MODELO BIOLÓGICO.

También denominado biomecánica, fisiológica o


neurofisiológica. Asume como principio fundamental
que EL TRASTORNO MENTAL ES UNA
ENFERMEDAD ya que existen anormalidades
biológicas subyacentes y se centran en corregir tales
anomalías orgánicas.
Se consolida en los años 50 década en la que
comenzaron a sintetizar y utilizar diferentes clases
de drogas psicotrópicas que han mostrado su
eficacia en diversos trastornos mentales.

BASES BIOLÓGICAS DE LA CONDUCTA


ANORMAL: como decíamos mas arriba los
comportamiento anormales corresponden a una
patología orgánica, se presupone que por la
alteración del cerebro es la causa primaria de dichas
conductas.
Los trastornos mentales estarían relacionados con
una alteración de las cellas del cerebro , estas
pueden ser anatómicas o bioquímicas, pueden ser
resultado de factores genéticos, trastornos
metabólicos, infecciones, alergias, tumores, traumas
físicos, estrés, etc.
Según Buss hay tres tipos diferentes de enfermedad:
enfermedad infecciosa (gripe, pulmonía),
enfermedades sistémicas (diabetes) y enfermedades
traumáticas (generado por un hecho traumático)
Algunas formas de conductas anormales podían
deberse a desequilibrios de la química del sistema
nervioso. A los trastornos con causa física se los
denomina TRASTORNOS MENTALES
ORGÁNICOS, y estos se han diferenciado de los
trastornos mentales funcionales, que son patrones
de conductas anormales sin claros indicios de
alteraciones orgánicas cerebrales.
También estudiaron la frecuencia con la que ocurren
los trastornos mentales entre parientes biológicos,
es decir la predisposición genética a padecerlo.
Cuando se presupone una vulnerabilidad orgánica
asociada al efecto de agentes externos patógenos
se ha explicado en términos de una interacción
denominada predisposición- estrés.

POSTULADO DEL MODELO BIOLÓGICO:


fundamenta una serie de conceptos centrales:
1- SIGNO: indicador objetivo de un proceso orgánico
anormal.
2- SÍNTOMA: indicador subjetivo de un proceso
orgánico y/o funcional. Se pueden clasificar como,
primarios (nos orientan hacia un diagnostico
determinado) y secundarios (cuando no cumplen los
criterios descriptivos de la entidad nosología en la
que se han identificado)
3- SÍNDROME: agrupamiento o patrón recurrente de
signos síntomas.
4- ENFERMEDAD MENTAL: estructura totalizante
en la que adquieren sentido los fenómenos
particulares.
5- DISCONTINUIDAD ENTRE LO NORMAL Y LO
ANORMAL: el trastorno mental se clasifica y
diagnostica sobre la base de criterios categoriales.
Cada trastorno mental constituye una entidad clínica,
con características especificas, etiologia, curso,
pronostico y tratamiento especifico.
La diferencia entre lo normal y lo anormal termina
siendo una cuestión de grado. Los sistemas mas
conocidos de clasificación son: APA, DSM IV, DSM
III.

EVALUACIÓN DEL MODELO BIOLÓGICO: las


investigaciones sobre las bases biológicas de la
conducta anormal son cada vez mas abundantes en
psicopatología y psiquiatría.
Virtudes del sistema biológico: sirven para
recordarnos que los problemas psicológicos pueden
tener causa y reconocimiento biológicos dignos de
evaluación y estudio, también han proporcionado
significativas aportaciones en la terapia de los
trastornos mentales.
Limitaciones del sistema biológico: en su ambición
parece hipotecar que toda la conducta humana
puede explicarse en términos biológicos, que todo
problema psicológico puede ser tratado mediante
técnicas biológicas. Este reduccionismo puede
limitar mas, que potenciar nuestro con conocimiento
del comportamiento anormal.
Nuestra vida mental es una interacción de factores
biológicos, psicológicos y sociales.
Un segundo problema con el que se encuentra el
modelo biológico es la validez de sus teorías a veces
incompletas y poco concluyentes, muchos estudios
bioquímicos se realizan con animales que
provocarían la dificultad para generalizar la validez
de las conclusiones a la vida humana.
Problemas del modelo biológico:
- Tienden a considerar al individuo como algo pasivo,
y el papel del medico como activo ya que cuenta con
la capacidad y medios adecuados para solucionar el
problema.
- El trastorno mental es una enfermedad y como tal
tiene una etiologia de tipo orgánico. Sin embargo
existe amplia evidencia de que muchos trastornos
psicológicos no evidencian causas orgánicas.
- El diagnostico se establece sobre una base de la
existencia de una serie de síntomas. Sin embargo
reducir el síntoma a etiquetas ha resultado
contraproducente.

UNIDAD 4: EL MODELO CONDUCTUAL


se desarrolla al principio de los años 60 en EEUU y
Europa, como nuevo paradigma de la psicología
clínica. Los dos factores primarios que determinaron
su surgimiento fueron: la madurez alcanzada por la
psicología del aprendizaje y la insatisfacción con el
estatus científico y el modo de operar ante la
conducta anormal.

MODELO CONDUCTUAL COMO ALTERNATIVA A


LAS INADECUACIONES DE LOS MODELOS
MÉDICOS (modelo de enfermedad):

1.- Debilidad de la teoría biomédica: el modelo de


enfermedad fue aceptado para explicar la conducta
desadaptada estudiada en psicología y psiquiatría,
sin embargo su incapacidad para establecer como
las alteraciones fisiológicas inducen los síntomas
psíquicos o comportamentales, fue insuficiente. En
la mayoría de los trastornos psicológicos los factores
ambientales, más que los biológicos parecen
desempeñar un papel etiológico esencial.

2.- Problemas asociados al diagnóstico médico: el


problema de la etiquetación del paciente posee
efectos negativos sobre el individuo.

3.- Problemas relacionados con el tratamiento: toda


teoría psicopatológica aparte de describir, explicar y
predecir la conducta anormal, debe servir para, a
partir de sus principios, poder perfilar técnicas
apropiadas de tratamiento.

DESARROLLOS Y PRINCIPIOS DE LA
PERSPECTIVA CONDUCTORA:

La perspectiva conductual supuso el establecimiento


de una reconceptualización sobre la conducta
alterada, sobre el diagnóstico y sobre la terapia.
La base de este modelo se lleva a cabo en EE.UU
con Watson, Hull, Tolman, Skinner. Pero sus
antecedentes científicos más remotos se remontan a
los autores soviéticos Sechenov, Pavlov, Bechterev,
la influencia de éstos se plasmó a través de la
influencia de Watson en torno a dos conceptos
fundamentales : uno metodológico (objetivismo) y
otro teórico (condicionamiento como eje central de la
conducta).
El condicionamiento se convirtió, mas que en un
método de estudio, en un concepto central para
explicar los mecanismos de la conducta compleja.
Las primeras formulaciones sobre la teoría
conductual de la conducta normal se establecen de
la mano de Wolpe, Eysenck y Jones que se
centraron básicamente en la explicación de la
conducta neurótica, establecen las bases de la
nueva teoría según la cual la conducta neurótica
consiste en hábitos desadaptativos adquiridos
mediante procesos de aprendizaje.
Rachman y Costello resumen en los siguientes
puntos los aspectos esenciales de la teoría
conductual de las fobias:
1.- Son respuestas aprendidas.
2.- Se desarrollan cuando se asocian temporal y
espacialmente a un estado de cosas que producen
miedo.
3.- Los estimulos neutros que producen miedo
desarrollan cualidades fóbicas con mayor
probabilidad que los estímulos débiles o ajenos a la
situación.
4.- La repetición de la asociación entre la situación
de miedo y los nuevos estímulos fóbicos reforzarían
la fobia.
5.- Las asociaciones entre situaciones de miedo y
estímulos neutros producirán con mayor probabilidad
reacciones fóbicas.
6.- Se producirá generalización del estímulo fóbico
original a otros estímulos de naturaleza similar.

Se evidencian también importantes diferencias entre


el más puro enfoque norteamericano (análisis
experimental de la conducta) y el enfoque europeo
(que asume la participación de variables intermedias
introducidas por Hull o Mowrer, tales como el
concepto de impulso). Aparte de las notables
diferencias que existen entre estos dos enfoques, se
perfilan algunas características comunes a ambos.

1.- Objetividad:
​El modelo conductual se basa en la objetividad y
experimentación en lugar de sentarse en
especulaciones sobre posibles complejos.

2.- Los principios del aprendizaje como base teórica:


​La conducta psicopatológica consiste en hábitos
desadaptativos que han llegado a condicionarse a
ciertos tipos de estímulos y son generados de
acuerdo con las leyes y principios del aprendizaje,
su tratamiento debe basarse en los principios del
aprendizaje para extinguir las conductas
indeseables.

3.- Rechazo del concepto de enfermedad:


​ a teoría conductual entiende que el concepto
L
médico de enfermedad no es aplicable a los
trastornos de comportamiento.

4.- Aproximación dimensional:


​Rechaza la conceptualización categorial de los
trastornos psicológicos propias del modelo médico y
se ha propuesto el denominado diagnóstico
funcional de la conducta para un análisis específico
sobre este problema.

5.- Relevancia de los factores ambientales:


​La perspectiva conductual considera que la
causa de los trastornos comportamentales obedece
a factores ambientales que se han ido
condicionando a traves de toda la experiencia del
individuo.

6.- Teoría científica:


​Ofrece una explicación sobre las causas y el
tratamiento de la conducta normal, sus variables han
sido definidas de forma objetiva y operacional, y las
hipótesis pueden ser contrastadas empíricamente
(verificadas o rechazadas).

CRÍTICAS A LA PERSPECTIVA CONDUCTUAL:

​ a asunción de que únicamente los factores


L
ambientales son responsables de la conducta
normal se oponía a datos empíricos indicativos de
que ciertos trastornos presentaban determinado
grado de transmisión hereditaria.
​El ser humano no es simplemente un conjunto
de reflejos condicionados, también es capaz de
pensar.
​Si bien los cambios conductuales pueden
originar cambios cognitivos también parece ser
cierto que hay muchos cambios conductuales
inducidos por cambios en los procesos cognitivos.
​La conducta humana resulta ser demasiado
compleja como para poder ser explicada sobre la
base de estímulos y respuestas.
​La necesidad de una teoría que explique la
conducta compleja que implica factores internos no
reducibles a relación estímulo-respuesta, es
necesario ya que los terapeutas deben emplear
constructores como la imaginación, la fantasía, los
sentimientos, etc.
​La principal fuente de desestabilización de este
modelo es la necesidad de incluir los procesos
cognitivos.

DIRECCIONES ACTUALES:

​ ctualmente conviven varias orientaciones


A
conductuales. Tres de ellas ocupan un lugar
prominente: La mediacional (clásica operante), la
operante o análisis experimental de la conducta, y la
cognitiva. Las dos primeras se centran
prioritariamente en facetas observables de la
conducta (relación EyR), mientras que la tercera lo
hace en los procesos cognitivos (percepción e
interpretación de los eventos externos e internos).
​La explicación de la conducta normal en
términos de aprendizaje no puede considerarse
como algo estático ya que en el paso del tiempo ha
experimentado actualizaciones y reformulaciones. La
reevaluación cognitiva del estímulo incondicionado o
la consideración específica de las diferencias
individuales de vulnerabilidad son ejemplos de
mejora u actualizaciones del modelo que, en algunos
casos, conllevan a demás procesos de
reconceptualización del mismo.
​La tendencia actual dominante en la perspectiva
conductual es un reconocimiento creciente de la
relevancia de los procesos cognitivos. El
condicionamiento es un proceso altamente flexible y
funcional. La nueva orientación del condicionamiento
trata de integrar nuevos fenómenos que han sido
descubiertos y que permiten a su vez nuevas
predicciones y explicaciones que no son posibles
desde el mero aprendizaje asociativo, el organismo
usa relaciones lógicas y perspectivas entre los
eventos para formar una representación sofisticada
del mundo.
​El hecho de que el modelo conductual se haga
más cognitivo a medida que progresa en la misma
dirección la propia teoría del aprendizaje, no significa
otra cosa que seguir la tradición psicológica
científica. Sin embargo, cuando en lugar de asumir
un cognitivismo metodológico existe una adhesión al
cognitivismo epistemológico el problema reviste
notas diferentes ya que en cierto modo significaría
un cierto cambio en el objeto de la propia
psicopatología. La segunda alternativa sitúa a los
procesos cognitivos como centro de los contenidos y
funcionamiento de los procesos psicopatológicos.

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