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LUNES ROJO

Adaptación a la obra de Adam Guevara


ESCENA “El mundo patriarcal”, ACTO II

ACTRIZ Paola Koot


LA VIEJA
MADRE

MARIO A Jesús Padrón


JOVEN

MARIO B Israe Baas


HIJO

MARIO C José Luis Cumi

LOS TRES MARIOS a proscenio, directo hacia el público pero como si hablaran con una
mujer en particular.
[1] MARIO A.- ¿Quieren cambiar el mundo de los hombres? ¿No les gusta? Quédense en
el suyo, el mundo de las mujeres: la casa, los hijos… Te he dado lo mejor que he podido:
una estabilidad, un nombre…

[2] MARIO B.- Querías cambiar de vida ¿No?

[3] MARIO C.- Escúchame: he trabajado duro toda mi vida, soportando injusticias,
humillaciones, conformándome con sueldos de hambre.

[4] MARIO B.- De acuerdo, no soy el único ¿Y qué? ¿De qué me sirve saber que otros
están igual? Yo no puedo cambiar el mundo y tú tampoco.

[5] MARIO A.- Mide tus palabras.

[6] MARIO B.- Puedes burlarte todo lo que quieras. Pero una cosa sí te advierto: Déjate de
mitotes y dedícate a trabajar, aléjate de ese grupo de revoltosas.

[7] MARIO C.- La vida no me ha dado nada, todo he tenido que arrebatárselo.

[8] MARIO B.- Mi vida no ha sido fácil.

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[9] MARIO A.- Yo siempre trabajé.

[10] MARIO C.- Yo les di todo lo que pude.

[11] LOS TRES MARIOS.- Así me enseñaron, así se me dijo que tenía que ser.

[12] ACTRIZ.- No uses mis palabras.

[13] MARIO C.- ¿Y por qué no? ¿De quién sino de ustedes aprendí a hablar? ¿De quién
sino de ustedes aprendí que todo lo que tenía que hacer era estirar la mano y tomar lo que
era mío?

[14] ACTRIZ.- ¿A la mujer también?

[15] MARIO C.- A la mujer antes que nada. ¡Traigan a la vieja, que sean sus palabras y no
las de Mario las que lo digan!

[16] ACTRIZ.- Siempre te escapas… ¡Siempre tienes una carta bajo la manga!

Se escucha el viento soplar lejano, la escena se oscurece. Lenta pesadamente, el grupo de


actores introducen a “LA VIEJA”. Es una estructura hueca, vestida con exceso de telas
que representa a la bisabuela de Norma. Los actores visten trajes de otras épocas y
depositan a sus pies un ramo de flores. Una música antigua acompaña al cortejo.
[17] ACTRIZ.- ¡Qué astuto eres! De todos modos no podrás hacerla hablar. Hace falta una
actriz.

[18] MARIO C.- (Sonríe, la mira y se acerca a ella) Ven, hazme un favor. Hazme un favor.
Tengo un papel para ti. Entra ahí y recita lo que te dicten los siglos. Pero recuerda bien…

[19] ACTRIZ.- (Monótona, automáticamente) Sólo hay un Dios verdadero y no hay más
autoridad que la del hombre, tu amo y señor. Cárgate con todo el odio, el resentimiento, la
mentira, el miedo, con todos los vicios de la esclava. Detrás de ti, junto a ti, frente a ti, está
él y te vigila. (Mira a Mario) Te conozco perfectamente. Sé muy bien lo que esperas de mí.

Entra en la figura quedando convertida en LA VIEJA. Imponente, toda ella ropa, telas que
la cubren de los pies a cabeza, falda hasta el piso y un enorme chal que cubre parte de su
rostro. Junto a ella, tímido, EL HIJO viste a la usanza del siglo XIX. Lleva un recién
nacido en sus brazos.
[20] HIJO.- Fue una niña.

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[21] VIEJA.- ¡No!... ¡Siete hijos! ¡Siete! Todos varones. Mi dolor y mi orgullo. A todos los
creí sanos, fuertes para que tuvieran hijos; hijos varones que llenaran de alegría esta casa
con sus risas y sus juegos. (Silencio) No quiero lágrimas, no quiero llanto untado en los
rincones, ni susurros de enaguas en mi casa. Llévatela, no quiero verla.

[22] HIJO.- Pero, madre, es mi hija, ¿Qué culpa tengo yo?

[23] VIEJA.- No es tu culpa. Mala sangre ha de tener la mujer tuya, donde no sabe más que
dar hembras, nadie conserve tu apellido. Llévatela, no quiero conocerla. Y en tu lugar, me
buscaba otra mujer…

[24] HIJO.- No puedo repudiarla, es su primer hijo.

[25] VIEJA.- ¿Qué sabes tú de mujeres? Yo la he vigilado desde que llego aquí. Sangra
siempre en lunes. Puntualmente, el primer lunes de cada mes. Mujer que sangra los lunes…
mala señal. Solo hembras sabe dar.

La ACTRIZ sale de la estructura de LA VIEJA, toma el chal que ha representado a la


recién nacida y se lo pone para tomar el papel de LA MADRE.
[26] MADRE.- Nunca lo conocí. A ella tampoco, cumplió su palabra. Esta historia me la
contó mi madre muchos años después, poco antes de morir “Pobre de ti”, me dijo, “porque
solo te nacerán mujeres”.

[27] JOVEN.- Pero tú no crees en eso, ¿verdad?

[28] MADRE.- ¿Lo de los lunes? No… pero lo de la sangre… mira: solo mujeres.

[29] JOVEN.- ¡Son ellos!

[30] MADRE.- ¿Qué?

[31] JOVEN.- Son los hombres los que determinan el sexo. No es la mujer.

[32] MADRE.- ¿No es culpa de nosotras?

[33] JOVEN.- ¡No puedo creerlo! ¿No lo sabias?

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[34] MADRE.- Yo… no sé… mi madre decía… ¡estas cosas se decían! Da igual, nunca lo
conocí. Decía mi madre que se fue por ahí. Buscando un hijo, que tuvo muchas hijas con
muchas mujeres y murió solo, con su apellido entre las manos. Yo no sé, da igual… estas
cosas de la sangre y de los hombres… da igual. De todos modos se van.

[35] JOVEN.- ¿Qué fue de ella?

[36] MADRE.- (Lo mira sin comprender) Murió…

[37] JOVEN.- No. No… cuando se quedó sola… (Con ansiedad) ¿Tuvo más hijos?

[38] MADRE.- ¿Por qué me preguntas eso?

[39] JOVEN.- ¡Contéstame! ¿Tuvo más hijos?

[40] MADRE.- (Desconcertada por su actitud) No.

[41] JOVEN.- Perdón, fue un mal recuerdo. Discúlpeme, señora… decía usted que no tuvo
más hijos.

[42] MADRE.- No me gusta pensar en eso, no me gusta. No sé cómo lo hacía… (Esta


absorta en el pasado, su rostro muestra tensión, disgusto) pero lo hacía… ese olor que
inundaba toda la casa… Nunca quiso tener otro hijo. “Una mujer que no nace es ahorrarle
un poco de dolor al mundo” la oí decir una vez…

[43] JOVEN.- ¿Se volvió a casar?

[44] MADRE.- (Sonríe amarga) No. (Mira fijamente al joven) Pero sí hubo otros hombres,
si eso es lo que quieres saber. (Larga pausa)

[45] JOVEN.- Le pido una disculpa. No tenía derecho a indagar.

[46] MADRE.- No, no lo tenías y no sé por qué te respondí.

Se aleja avergonzada. Largo silencio. Ve la figura de LA VIEJA. La ve. Le da una cariñosa


palmada.
[47] ACTRIZ.- (A los actores) Guárdenla. Ya es tiempo de dejarla descansar. Ya basta de
cargarle todas las culpas a ella.

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Los actores salen llevándose a LA VIEJA. MARIO se queda en escena.
[48] ACTRIZ.- ¿Y bien Mario? ¿Así te llamas ahora? ¿Mario? ¿Ya nos encontraste
bastante culpables?

[49] MARIO C.- No era mi intención.

[50] ACTRIZ.- ¿No?

[51] MARIO C.- Yo… yo solo me defendí.

[52] ACTRIZ.- ¿De quién? ¿De qué, Mario? Nadie quería quitarte tu lugar, solo
defendíamos el nuestro.

[53] MARIO C.- Yo… todavía no acabo de entender qué es lo que quieren.

[54] ACTRIZ.- No, pero podrías comenzar por entender qué es lo que no queremos.

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