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Caleidoscopio.

La concentración, decir día 1, como en las películas es algo extraño, diferente,


porque las cosas en un sentido tienen que cambiar, aunque no sea físico o algo
de cotidianidad, si es algo emocional, donde siempre esta la duda, pero eso es
solo tiempo, para que la duda no intimide y esta deje de ser. No pensar, no delirar,
dejar el limbo y conseguir y seguir. Poder lograr mil cosas o solo una, pero con
una sonrisa en el alma, en la cara del corazón.

No es amor, no son celos, no son delirios, no son dudas, es un te quiero en el aire


con tintes de fracaso que dejo de ser para comenzar el día uno, fue el final del
cuento, pero el reinicio de una historia, de otra vida, sin dejar de ser tu y tu vida,
como un ave en París, la misma que ha estado en México y en el mar, pequeña
ave blanca, navegando y volando, cantando y soñando sin caer, seguir volando y
soñar posibles y positivos, entre flores y arboles, entre arcoiris pinta sus plumas
blancas para vestir de colores ante los paisajes mas hermosos del mundo,
deleitando miradas, el sol en sus plumas y sus ojos resplandecen como mil
estrellas en la noche, la luna la viste de calma y
ternura.

Viajando por un país lleno de nubes, desvió la vista a un pajarito bonito, elegante
y muy colorido. Él la ve a través de una jaula que esta a lado de una ventana, el
esta atado con una cadenita de plata en su pata, no puede volar a través de la
ventana y admirar a la pajarita blanca, llena de esas luces que resplandecen en
sus ojos, el arcoíris que irradia lo impacta, y cegado solo puede volar en su jaula,
por que él es un ave de casa, atado a su amo, que no lo deja colar por el mundo,
que lo consiente, lo alimenta y lo exhibe, pero no lo deja ser
libre.

Una noche su amo dejo la ventana abierta para que la luna resplandeciera sobre
aquel ave y dejara brillar los hermosos colores de sus plumas, él se puso a cantar
y cantar para lograr captar la atención de la ave blanca, pasando volando y
resplandeciendo, la ave se poso sobre una ramita a deleitarse con la melosa
canción de esa ave de colores, hipnotizada por aquel canto, voló hasta el balcón y
pudo observar que el ave estaba enjaulada, con grandes y hermosas plumas, él
le contó que tenia días viéndola volar y resplandecer a la luz de la luna y que
observaba lo feliz que era estando libre, que él se sentía ahorcado, sofocado,
encerrado y un títere de su amo, quería volar y conocer nuevos paisajes, no las
mismas estrellas y el clima lluvioso de aquel lugar, ella lo invito a volar
a París Francia y enseñarle la torre Eiffel, él quería intensamente tocar el viento
con sus alas, solo tenia que desatarse de su cadena de plata y la jaula de oro y
atravesar la ventana sin ser visto por su
amo.
Ella lo ayudo a abrir su jaula y lo desato de la cadena de plata, era hora de volar a
través de la luz de la luna hacia París Francia y mostrar ante todos sus plumas de
colores y resplandecer y presentarse al sol como un ave libre y soñadora, volaron
y volaron hacia la ciudad del amor, donde bajo los efectos sociales de esas aves,
la música y la luna mas romántica, sintieron afecto uno a otro. Mas ellos
sinceramente no sabían mucho de esos sentimientos, él se sentía torpe y extraño,
ella se sentía confundida, al pasar un día por campos infestados de cazadores, y
poder escapar, después de un arduo vuelo, el ave le dice a la pajarita blanca que
es hora de volar al sur para regresar a su casa, por que se sentía raro y en peligro,
ella triste y decepcionada no sabe que decir, después del arduo vuelo, lo deja
partir, pero antes lo abraza y él le dice que la quiere, siempre lo hizo, pero estaba
confundido, que debía volar al sur y nunca regresar, ella también lo quería, pero
tenia miedo y nunca dijo nada.

Voló al sur y al llegar observo que en aquella jaula había otra ave igual de
hermosa, con brillo en los bordes de sus alas de colores, sí, en ese instante se dio
cuenta que fácilmente podía ser remplazado, pero que había perdido la
compañía de la pajarita que quería, voló torpemente, cansado y desvanecido
hacia el norte a París Francia, donde busco y busco, pregunto y pregunto donde
estaba su pajarita blanca y resplandeciente, muchos tenían días sin
verla.
Triste, llorando y enfurecido el no sabía que más hacer, pasaron los días , hasta
que un día, el pensando y penando en la ramita de un árbol de noche ve la gran
torre Eiffel, resplandeciendo luces a su alrededor, decide ir hacia allá,
esperanzado a encontrar en ese resplandor el de su amada pajarita del amor,
donde vuela hasta lo mas alto de la torre y la puede ver, tan blanca y
resplandeciendo mas que la blanca luna de esa noche, llega con su pajarita del
amor, quien sabía que él regresaría y ella lo estaba esperando, vuelan hacia un
río, donde bailan toda la noche y puede seguir volando por todo el mundo juntos.

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