Está en la página 1de 4

Inmigración: Impacto en la Educación en Chile

La creciente llegada de extranjeros al país y la actual diversidad existente en las escuelas


chilenas, ha provocado que los establecimientos tengan que realizar modificaciones
internas en sus procesos pedagógicos y de formación escolar.
En Chile, en la actualidad, existen casi medio millón de migrantes provenientes en su
mayoría de Colombia, Perú, Bolivia y Argentina, y cada vez más de Ecuador, República
Dominicana y Haití. Año tras año se incorporan más niños y niñas migrantes a distintos
colegios a lo largo del país, concentrándose a nivel nacional en los establecimientos
públicos de las comunas de Santiago, Antofagasta, Iquique y Calama, y en la Región
Metropolitana en Santiago, Independencia, Recoleta y Estación Central.
1
Según las cifras del Mineduc de 2015, de los 3 millones 550 mil estudiantes matriculados
en el sistema escolar chileno, sólo el 1% son migrantes, los cuales proceden
principalmente de Perú, Bolivia, Argentina, Ecuador, Uruguay, Colombia, Venezuela,
República Dominicana y Haití.
Hace algunos años la educación municipal, había perdido muchos alumnos. No alcanzaban
a llenar las salas de clases y sobraban cupos en la matrícula. “Ahora las matrículas ya están
completamente copadas. De hecho, hay establecimientos donde existen listas de espera
de alumnos que quieren entrar”
2

1
http://www.emol.com/noticias/Nacional/2016/12/06/834383/Ninos-inmigrantes-en-las-escuelas-chilenas-
Estudio-advierte-de-ghetos-folclorizacion-y-bullying.html
2
Corporación Colectivo sin Fronteras
Por otro lado, la gran problemática a la que se enfrentan las escuelas y liceos de nuestro
país son las barreras del idioma, docentes no preparados para enfrentar la diversidad
intercultural en la que se encuentra inmersa la educación en Chile, además que el
curriculum no responde a las necesidades de la actualidad.
Según un estudio realizado por la superintendencia de la educación manifiesta que existe
un riesgo de “guetificación” de estos alumnos, ya que algunos colegios para evitar los
tramites que implica regularizar situación académica de estos niños prefieren derivarlos a
otros recintos que, si están dispuestos a hacerlo, esto haría que se formen verdaderas
“escuelas para migrantes”, lo que no contribuye a la inclusión.
También se menciona que existe un peligro de “folclorización” en las escuelas, ya que,
aunque se realicen muestras culinarias, cantos y bailes típicos de cada país, lo que permite
visibilizar de manera positiva otras culturas, este tipo de prácticas se consideran un nivel
de trabajo todavía muy básico, que no permite permear el currículum para lograr
aprendizajes más significativos.
Conclusión

En el presente trabajo se intentó aclarar el concepto de inmigración, los cambios globales


que se producen por el tema de la inmigración, su impacto en la sociedad chilena y en la
educación de nuestro país, por ende, llevado al ámbito de la educación de nuestro país
logramos concluir lo siguiente:

La educación es un derecho humano de todas las personas, en todos sus niveles de


enseñanza, siendo deber del Estado y sus distintos organismos de educación asegurar que
todos y todas podamos acceder a ella y contar con una educación de calidad. Niños, niñas
y jóvenes migrantes tienen derecho a educarse, independiente de la situación de
documentación migratoria que tengan sus familias. En Chile, el derecho a educación cubre
a estudiantes desde pre-básica (4 años) hasta cuarto año de educación media o
secundaria, siempre y cuando el/a estudiante tenga menos de 21 años, a través de
establecimientos educacionales con financiamiento estatal (escuelas y liceos municipales o
subvencionados).

Los niños, las niñas y jóvenes tienen derecho a:

• Incorporarse al establecimiento educativo que deseen, en cualquier mes y época del


año. Si no hay cupos, los establecimientos educacionales pueden y deben asignar un “cupo
extra numerario”.
• Tener facilidades para adaptarse a los establecimientos educacionales, por ejemplo, ser
flexibles con el horario, no obligar al uso de uniforme y eximir del pago de mensualidades
el primer año.
• Ser matriculados/as, independiente de su documentación migratoria o de la de sus
padres o cuidadores/as.
• No ser discriminados/as y ser tratados/as con respeto, por parte de quienes trabajan y
estudian en el establecimiento educacional.
• Tener los apoyos estatales como becas de alimentación, transporte y útiles escolares, en
igualdad de condiciones que el resto de los/as estudiantes en situación de vulnerabilidad.
Bibliografía:

- www.emol.com
- Corporación Colectivo Sin Fronteras
- Instituto Nacional de Derechos Humanos

También podría gustarte