Está en la página 1de 20

Rosa María Alfaro Politizar la

ciudad desde
comunicaciones
ciudadanas

R. Alfaro
Asociación de Comunicadores Sociales - CALANDRIA
E-mail: ralfaro@terra.com.pe

35

diálogos
de la comunicación

34 35
con la oferta comunicativa inter- pensarnos más como ciudada-

Rosa María Alfaro


nacional directa, por cable, nos de ciudades que de nacio-

Politizar la ciudad Internet o transmisión domésti-


ca, son figuras emblemáticas
que muestran una compleja red
de interacciones que se reprodu-
nes, pero insertos simbólica-
mente en el mundo o en una par-
cela de él. Nuevos sentidos nos
llevan al desenganche de fronte-
cen y sostienen en otras más, ras y de «raíces», pues los paí-
perfilando un panorama comuni- ses hoy conforman ciudadanías
cativo inserto en la producción de pertenencias ambiguas sin
y reproducción a escala mundial posicionamientos claros frente
de relaciones económicas, polí- al nuevo orden mundial, los que
ticas y culturales. Nuevas diná- por compensación son reempla-
micas que nos hacen repensar el zados por sentimientos patrióti-
modo de analizar la comunica- cos centrados en la reproduc-
ción, lo que no necesariamente ción de algunas costumbres y de
hace desaparecer viejos proble- efusiones colectivas frente al
mas y conflictos, pues mas bien futbol u otro deporte en compe-
se arrastran sin ser resueltos, tencias internacionales. Hoy lo
reacomodándose como parte de que más se comparte es la pro-
una realidad altamente comple- pia miseria económica, moral y
ja. Así nos encontramos frente a política de nuestros países, aun-
una superposición de desigual- que se quiere salir de ella desde
dades, exclusiones, segmenta- la vinculación que se establece
ciones, atrasos tecnológicos y entre el lugar de residencia y ese
políticas de parches, al lado de mundo que aspiramos pero que
innovaciones y cambios a nivel no nos pertenece. Estamos aún
global, de tal manera que es la muy lejos de recomponer el sen-
propia vida y los sentidos de la tido universal de la ciudadanía
Hoy no podemos comprender gente los que también se mun- en el mundo basada en la ética
las dinámicas comunicativas de dializan, perdiendo orientación de la responsabilidad, desde la
la ciudad sin ubicar su referen- e idea de futuro. perspectiva de gestar nuevos
cia al contexto de globalizacion sentidos utópicos que algunos
de la economía y de mundiali- Estaríamos así asistiendo a una autores tratan de levantar como
zación de la cultura que vivimos, nueva percepción de los sujetos paradigmas éticos y radicalmen-
el que reorganiza las formas y sobre sí mismos y los ámbitos a te democráticos (CORTINA 97).
sentidos de construcción del los que sienten pertenecer, más Hoy esa supuesta conexión
poder. La paulatina eliminación aún cuando la información y las abierta y básicamente urbana
de las fronteras reales y simbó- decisiones de cada Estado mues- tiende a perder el sentido del sí
licas desde el advenimiento de tran sin vergüenza cuan per- mismo en la política y oscurece
la modernidad llega hoy a formar meados están por grandes deci- la importancia de la participa-
procesos de ampliación de los siones globales. Parecería emer- ción directa y responsable de los
imaginarios individuales y colec- ger, así, la necesidad de una ciu- ciudadanos, cuando se fragmen-
tivos, desterritorializando los dadanía del mundo, abierta pero ta. Pero es posible de ser reor-
sentidos de pertenencia y des- ambigua y dispersa, en la que el ganizada real y simbólicamente,
prendiéndose de su tradicional espacio de las ciudades sería su pues desde ella se puede re-pen-
asociación a la idea (organiza- coordenada de concreción más sar y mirar la ciudadanía y la
tiva, política y cultural) del Es- real. Se hace relativo, de esa política en este contexto de
tado-nación (ORTIZ 97). La mi- manera, el valor y peso de los globalización desde una locali-
gración creciente de los latinoa- espacios tradicionales naciona- dad urbana conectada con el
mericanos hacia las grandes les, cuando aún estos no habían país y el mundo. Así la ciudad
metrópolis del mundo sostenien- sido satisfechos en nuestros paí- se convertiría en un nuevo eje
do la economía interna de sus ses, a nivel de identidad como estratégico para examinar y
familiares en los países de ori- de desarrollo social, o represen- comprender los cambios que
gen y la conexión massmediática tación política. Podemos vive el mundo, bajo la apuesta

diálogos
de la comunicación
67
de puntear nuevos cambios des- ciudades donde abunda la des- proporción se llaman a sí mis-
de el entorno más específico. igualdad y la pobreza). Los ni- mos pobladores o vecinos. To-
ños, los jóvenes y las mujeres, memos en cuenta que tanto el
1. CIUDADANÍAS EN por ejemplo, requieren del ba- gobierno como la sociedad civil
CONFLICTO rrio para crecer y la ciudad es realizaron una gran propaganda
para trabajar o realizar activida- acerca de la autodefinición ciu-
La mirada política des de esparcimiento1. Es dife- dadana aunque apelaran a dife-
desde el barrio hacia el barrio rente mirar a la ciudad como rentes significados. Si bien esa
ámbito macro que desde la in- ciudadanía sin destino preciso
La fragmentación social existe, serción particular del sujeto. tiene importancia en el porcen-
sin embargo, la globalización Optar por esta segunda perspec- taje, está cruzada con otras de-
otorga validez a las parcelas. tiva nos permite identificar otros nominaciones, es como una ca-
Pues a la par que se crean las significados de la participación racterística errante. Mientras
grandes empresas y redes insti- política en la ciudad y el ejerci- que el 54% resalta la pertenen-
tucionales que entrecruzan el cio de los poderes locales. Así, cia casi universal a una sociedad
mundo a partir de una mercan- mirar la desterritorialización específica, otros (35.9%) subra-
tilización extrema de la vida, los desde el único lugar-territorio yan la peruanidad apelando a la
ámbitos intermedios nacionales real del domicilio, en el que vive nacionalidad, y están quienes
tienden a perder forma y senti- la gente, resulta ser altamente compiten (35.4%) con identida-
do, el tejido social se debilita y significativo para repensar la des más propias de la condición
con él sus instituciones políti- política en términos objetivos y de habitantes de la ciudad. Muy
cas. Los procesos de individua- subjetivos. Por ello que las co- pocos se autodenominan «perso-
ción son intensos, en cambio. El munidades que de allí surgen nas del pueblo» o miembros de
mundo personal como fuerza son altamente preciadas y en una Iglesia. Las definiciones que

R. Alfaro
centrífuga organiza las compren- muchos casos como el de las separan tajantemente a unos de
siones e inserciones cotidianas, mujeres de organizaciones de otros mas bien tienden a diluirse
conectándose así con el mundo base, les ha permitido conectar- mientras que surgen aquellas
local relacionado con la vivien- se con las políticas nacionales2 que apelan a la igualdad y son
da, la alimentación, el ejercicio y su desarrollo como ciudadanas abarcativas. El liderazgo y la
de la socialidad primaria, el ac- responsables. Asumiendo, claro, militancia no definen, salvo ex-
ceso a lugares de recreación y que la política, tal como es hoy, cepciones. Estaríamos ante iden-
fiesta. Si bien opera el repliegue se encuentra en una severa cri- tidades que, señalando dos op-
hacia el proyecto de vida propia, sis de fe e institucionalidad, de ciones, se mueven entre diferen-
abandonando otros espacios y escasa construcción paradigmá- tes percepciones de sí mismos,
utopías más amplias, este se de- tica. Pero el poder de unos so- tendiendo a cierta hegemonía la
sarrolla en el lugar de residen- bre otros se mantiene y su cre- ciudadanía. Pero, lo más notable
cia, en un «Lugar Mundo» desde ciente fuerza se ha enmarañado, es la perspectiva de integración
donde se entiende lo que ocurre con diferentes formas de organi- de la mayoría de las autodeno-
en la realidad. Lo ciudadano pa- zación y sentido. Se trata de cam- minaciones, la identidad no pasa
radójicamente también se loca- biar el punto de partida para por la diferencia sino por formar
liza, pero dentro de una figura construir nuevos enfoques y pro- parte de algo aglutinante aunque
secularizada de la vida política puestas en los que el ciudadano no se sepa qué es. Es un imagi-
de los países y el mundo, acer- tenga otro peso y lugar como nario colectivo no cumplido aun-
cándose más a la idea del ciuda- poder social. que sí soñado a pesar de su im-
dano territorial, ubicado en las precisión.
clases medias y populares. Las El ciudadano que es Vecino
clases altas están siempre bus- El peso de lo vecinal en la perte-
cando y movilizándose hacia los En un sondeo realizado en el nencia está asociada a la migra-
bordes de la ciudad. Perú durante el presente año3, la ción y la ocupación de las ciuda-
mayoría de los peruanos se dan des, por ello se perciben como
No podemos olvidar que el mun- a sí mismos el nombre de ciuda- vecinos o pobladores, logro so-
do del hogar atrae pero también dano. Pero hay también quienes cial conquistado, y no precisa-
expulsa, sin romper con él (esto se autotitulan peruanos, mien- mente como ciudadanos de de- 37
es especialmente grave en las tras que en otros en la misma recho. Además, desde los ochen-

36 37
39
ta, saturaba una noción despo- prohíben en el vecindario, co- des sociales diversas y sentidos
litizada de la ocupación de la ciu- operación o ayuda en momentos que no sólo se quedan dentro de

Politizar la ciudad dad y del rol de los gobiernos


locales. Sin embargo, en los últi-
mos tiempos, otras vertientes
han surgido motivadas por las
difíciles (REGUILLO 96). Y des-
de el punto de vista de las valo-
raciones, el acceso al desarrollo
se mide por el entorno que ro-
ese barrio sino que la interac-
ción social compromete hasta
niveles políticos del distrito y la
ciudad. Esta visión, entonces,
crecientes experiencias de elec- dea al lugar de residencia y al define la integración urbana ba-
ciones municipales dirigidas a derecho de una vida digna. El sada en la gestación de comuni-
un ciudadano-vecino elector que poblador no puede avanzar solo, dades de residencia y de comu-
colabora con la organización requiere de los esfuerzos comu- nicación, asociaciones y organi-
nacional de voluntades políticas nes para acceder a pistas, vere- zaciones que se forman no por
descentralizadoras del poder, das y servicios públicos diferen- su cuantificación sino para ga-
como tema de debate y en tanto tes. Se necesita de otros para rantizar una mejor calidad de
deseo colectivo. Los proyectos establecer derechos, obligacio- vida incluyendo la socialización,
de reforma del Estado cunden en nes y responsabilidades comu- pues si allí se vive en ese lugar,
Latinoamérica en ese sentido. nes que funden un marco colec- hay que cuidarlo (CRUCES, DIAZ
Los partidos políticos han desa- tivo de progreso. De allí que tan- DE RADA 96). Evidentemente
rrollado su fuerza insertándose to en el campo simbólico como este trazado es diferente según
en movimientos sociales de cada en el político se creen sentidos sectores sociales, donde es po-
lugar y han apostado por cons- de pertenencia o lazos entre la sible enrarecer esta línea inte-
truir poder en gobiernos locales, gente con respecto a una locali- grativa a la ciudad, al funcionar
que es por donde se empieza, dad, sea entendida como barrio, otras más significativas como el
para llegar a los nacionales que zona o distrito y ciudad. De un acceso a los bienes de consumo
es adonde se llega. Deben jugar lado porque se acumula una his- general y al trabajo, entre otras.
también a favor las historias po- toria y un conjunto de rasgos
líticas de cada sujeto y su actual culturales y porque «la nostalgia El caso de las mujeres popula-
posición crítica frente a la clase de los horizontes cerrados, res es siempre aleccionador en
política que se ramifica hacia lo intimidantes y sosegantes a la tanto ruta ciudadana desde lo
local. La tensión existe y se nu- vez, sigue aún afincada en noso- vecinal. Salen de la casa para
tre en la coyuntura política, aun- tros como individuo y socie- seguir cumpliendo su rol de ma-
que todavía pese la elección dad»4. Sin embargo, tal enganche dres individuales, creando luego
menos politizada en algunos ba- con lo social, para obtener ciu- una cierta maternidad colectiva
rrios de la ciudad a favor de com- dadanía -de voz y voto- requiere de carácter social, al preparar la
petencias de gestión y no de fi- pensar la política de manera olla común. Posteriormente sur-
liación. El fenómeno de la co- menos esencialista, cuyos cami- gen las experiencias organiza-
rrupción local ha visibilizado su nos son siempre discontinuos tivas y de formación de líderes,
compromiso con los poderes pero fundadores de otras perte- el contacto con autoridades lo-
nacionales e internacionales. El nencias y compromisos de aque- cales y centrales, las relaciones
entramado está conectando así lla participación que involucra con los partidos políticos. Expe-
el lugar- territorio con las luchas en el quehacer de la ciudad. riencia que las hace redescu-
sociales, las políticas y la moral brirse en otras potencialidades,
pública en movimientos oscilan- Poder local y ciudadanía que les abre las puertas de la
tes pero altamente conflictivos participación pública. Muchas
para el ciudadano. El ciudadano se percibe a sí mis- de ellas están hoy día postulan-
mo desde donde vive. Surge de do para ser alcaldesas y regido-
Evidentemente, lo local más es- allí y se proyecta al barrio. Así ras en las próximas elecciones
pecífico es el punto de llegada y uno es de un lugar, pertenece a municipales5.
de partida para conectarse con él aunque esta situación no se
otros ámbitos, desde la vida co- sustente en ningún tipo de op- La existencia de autoridades e
tidiana. Hay una convivencia ción. Se origina en el barrio y no instancias de poder local que, si
puesta en ejercicio desde allí, en principios fundamentalistas bien se nutren de supuestas fron-
redes de relaciones que se entre- de identidad porque más que ser teras territoriales, justifican la
tejen territorialmente, lugares de un lugar es estar en él, es un existencia de sentidos políticos
que se hacen públicos o se «aquí vivo» que compromete re- que se ejercen cuando se vota

diálogos
de la comunicación

69
por el alcalde municipal, cuan- los noventa. Para los ciudada- Las razones que se esgrimen son
do se debe pagar impuestos o nos, las elecciones municipales muchas en una pregunta poste-
realizar trámites, cuando hay son importantes (59.7%), inclu- rior. Un conjunto de ellas giran
que mejorar los servicios, cuan- yendo a quienes las ponderan alrededor de la necesidad de ele-
do se pide protección y seguri- más (31.7%). Muy pocos le res- gir a una autoridad local que se
dad a la comisaría o se recurre a tan mérito. Al parecer estamos dedique al distrito, sea del par-
un juzgado de paz, al celebrar la lejos de aquellas épocas donde tido que fuese. Las ciudades y
fundación distrital. En general se consideraba irrelevante el sus distritos requieren de gober-
los Estados latinoamericanos municipio. Elegir a las autorida- nantes locales para mejorarla.
colocan oficinas de diferentes des locales forma ya parte de las En esa línea, se presentan hasta
poderes estatales en cada lugar obligaciones políticas. Inclusive opiniones que resaltan la posi-
posible. Sentidos muy articula- hay votaciones locales o provin- bilidad de organizar la ciudad y
dos hacia dentro del barrio y la ciales que configuran tendencias el desarrollo de la población. Se
vida personal, que son más políticas de oposición o adhe- alude a asociaciones de vecinos
disímiles y tenues hacia el afue- sión al gobierno central de tur- para generar progresos distri-
ra, en el poder central e interna- no. Y en muchos lugares, la opi- tales o citadinos. La idea de de-
cional, pero acoplados al fin y nión sobre el funcionamiento de sarrollo está presente muy
que crecen en fuerza cuando los las municipalidades ha mejora- articulada a la idea de ciudad
problemas que aquejan a la po- do, hay menos gente arrepenti- como espacio de intervención
blación exceden los ámbitos lo- da de su voto6. A la vez se acla- cercano. Mas aun, están aquellas
cales convirtiéndose en crisis o ma la necesidad de que posean comisiones creadas a nivel na-
demandas nacionales, como vie- más poder económico y político. cional que han requerido ramifi-
ne sucediendo en los últimos No estamos así frente a una cam- carse en los ámbitos locales y
tiempos en varios países del con- paña de promesas engañosas o que están teniendo un impacto

R. Alfaro
tinente. de elecciones de candidatos que nacional e internacional conec-
no existen (como sucedió antes). tándose, por ejemplo, con orga-
De hecho, la experiencia políti- El gobierno local ha cobrado nismos mundiales de derechos
co vecinal está viviendo proce- sentido, la ciudadanía adquirió humanos.
sos de mayor compromiso y sa- capacidad crítica y cierta con-
tisfacción política como ya se fianza. Parece haber más con- Otros usan sentidos democráti-
había enunciado, después de la ciencia sobre el municipio y sus cos para argumentar a favor.
debacle que significó la década tareas y los retos a los que se Unos formales aludiendo que
de los ochenta y los inicios de debe enfrentar. así se elige y se cumple con una
obligación. Otros en cambio va-
Cuadro 1: En su opinión, y de acuerdo a su experiencia, las elec- loran la representación que la
ciones municipales son: población necesita. O el ejerci-
cio de un derecho. O porque se
Respuestas a nivel nacional
generan relaciones comunica-
Categorías Frecuencia % % valid tivas entre autoridades y pobla-
ción (orientación y preocupa-
Muy importantes 412 31.7 31.7 ción por el pueblo, permite co-
nocer opinión del pueblo). Un
Importantes 775 59.6 59.7
porcentaje menor pero signifi-
Poco importantes 84 6.5 6.5 cativo señala que es importan-
te la elección porque permite
Nada importantes 27 2.1 2.1 cambiar de alcaldes y es bueno
hacerlo, renueva personas y
No sabe/No responde 1 0.1 0.1
posibilita ideas o propuestas
Casos nulos 2 0.2 nuevas, se puede buscar a otros
más capaces. Es decir hay una
TOTAL 1,301 100 100 comprensión modernizadora en
sus argumentos. El cambio y la
Respuestas a nivel nacional renovación estarían actuando a 39
Casos válidos = 1299; Casos nulos = 2 favor.

38 39
Si bien no faltan quienes buscan mirar y disfrutar, donde sería mesas de concertación y de desa-
a una autoridad que ponga or- más factible progresar. rrollo local, las que permitieron

Politizar la ciudad den, en general, se nota una sig-


nificativa asociación entre muni-
cipio y desarrollo local (aunque
no muy específico), con perfil
Paradójicamente, lo ciudadano
pasa por la localidad pero no se
queda en ella. El eslabón entre
otro diseño de más acercamiento
y colaboración entre la ciudada-
nía y la acción política sin dejar
de lado la demanda y la crítica.
democrático. Y se plantean rela- el mundo del barrio y el nacio- Igualmente aparecieron comisio-
ciones ciudadanas cercanas, es nal o internacional se viabiliza en nes nacionales de la sociedad ci-
decir se percibe un espíritu de la ciudad, la que oficia de lugar vil que para operar se han ramifi-
comunidad en beneficio del me- de aventuras pero también fun- cado hacia pequeñas y grandes
joramiento del distrito. Atmós- ciona como puertas abiertas ciudades incluyendo a sus locali-
fera de acción y colaboración para entrar y salir hacia otros dades, lo que dibuja un empuje
que permitiría una mejor calidad universos. Destino y pasaje de la nacional que reconoce lo local
de vida y un sentido de seguri- nueva modernidad. Desde el para la producción de políticas
dad interna entre los vecinos. fragmento es posible la integra- públicas en uno u otro sentido. La
ción a la ciudad y el mundo, don- vigilancia ciudadana del poder
Una redefinición ciudadana de lo nacional ocupa un lugar político empieza su existencia y
del poder en la ciudad más administrativo, una especie le da otro sentido a la vida social
de aduana multiusos. De allí la y política en la localidad apostan-
Así, lo local es un lugar cercano importancia que adquiere la ca- do por ciudadanías participantes
y visible, controlable. Se le mira lle como lugar público que nos e involu-cradas en tareas antes
y se le usa de manera cotidia- pertenece, no sólo porque tran- sólo restringidas al Estado
na. Desde allí lo público se hace sitamos por ella sino por su (ALFARO 2,002). Y sin embargo,
posible, se puede organizar la circularidad permitiéndonos el tales dinámicas han dejado por
vida social acercándola a la po- intercambio y la aventura, una fuera al mundo rural, que es el
lítica. Allí la gestión pública se movilidad territorial y cultural sector más empobrecido y exclui-
desa-craliza pues pierde poder por encima de la social, que do de la sociedad, planteándonos
para ganar participación. De he- pone en el debate la conviven- nuevos conflictos.
cho, la gente es más irreveren- cia para saber compartirla.
te y protesta más, tiene más ele- 2. LA COMUNICACIÓN
mentos para juzgar al alcalde. La ciudad es así el gran referen- POLÍTICA EN TERRITORIA-
Asimismo es un lugar estratégi- te de lo local, donde se es ciuda- LIDADES Y SUBJETIVIDADES
co para observar la gestión po- dano hoy. La convivencia en ella CONFLICTIVAS
lítica nacional, desde donde es resulta el gran reto cotidiano,
comprensible la descentraliza- aunque cargado de conflictos. La Los medios son importantes
ción del poder. gran pregunta es si en ese trán- para situarnos y entender nues-
sito o viaje del barrio a la ciu- tra realidad política, ayudando
Al nivel de las identidades cul- dad y al mundo es posible cons- inclusive a tomar decisiones y
turales, generacionales, sexuales truir ciudadanías sólidas que se gestar opinión, a promover pro-
o sociales de los sujetos, estas enfrenten a la problemática del cesos de construcción de cultu-
se construyen desde ámbitos poder y su organización demo- ras políticas. Y es en la asocia-
más amplios, nutriéndose de la crática, si lo público vecinal es ción entre ciudad y mundo que
experiencia local. Pero, la tras- suficiente para generar partici- construyen sus noticias, análisis
cienden en esa necesidad de cir- paciones que conforman a una e imágenes. Con distintos pesos,
culación y en cómo cada barrio sociedad que desde sí misma estos diferentes medios cubren
o distrito forma parte de un todo define y controla la política fren- informaciones de diferentes es-
urbano por donde es posible te al mundo a partir de países feras de la vida pública del país.
transitar. Por ello debiéramos como los nuestros débilmente Mientras que en radio y televi-
redefinir lo local como territorio insertos en la economía mundial. sión se mantienen ciertas impor-
de frontera abierta y tener como tancias en las diferentes ciuda-
horizonte de apertura la gran Hay experiencias altamente signi- des donde se desarrolló el son-
ciudad, espacio abundante y sin ficativas de construcción de deo ya citado, sólo la prensa es-
límites, en crecimiento perma- acuerdos políticos entre munici- crita es cambiante, depende de
nente, en la que tiene sentido pio y sociedad civil, como las cada lugar y de lo que este me-

diálogos
de la comunicación
71
dio significa; el proceso vivido general, los peruanos indican más importante, su porcentaje
cuenta. La televisión, como en que es a través de la televisión es altísimo (es coherente con los
muchos otros países, es el me- (83.6%) y luego de la radio noticieros nacionales que levan-
dio político por excelencia que (69.6%). La prensa tiene menos tan las imágenes de la capital
llevó a muchos autores a llamar- importancia porcentual (44.7%), por encima de las otras) que con
la como la máxima expresión de sin embargo sigue siendo signi- respecto a la propia radio. En
la VIDEOPOLITICA. Los medios ficativa. Lo que sí tiene muy países tan centralistas como el
entretejen las identidades ciuda- poco peso son las redes socia- nuestro, Lima es casi síntesis de
danas relacionadas con las terri- les de familiares, vecinos, ami- lo nacional. Y curiosamente en
toriales, las políticas y las sub- gos y organizaciones. Al parecer Lima la prensa es importante
jetividades colectivas que las no representan ni hablan de la para muchos ciudadanos más
ciudades producen y reprodu- ciudad como conjunto y reali- que la radio.
cen extendiéndose en medios y dad. En algunas ciudades del in-
en el propio corazón de la vida terior la radio es más importan- Ante la pregunta de qué medios
cotidiana. te que la televisión para enterar- usa para enterarse de la actuali-
se de la problemática y vida de dad POLITICA de su ciudad, la
Ciudad audiovisual frente a la ciudad, en otras compiten, RADIO LOCAL asume la delan-
comunicaciones locales y país mientras que la prensa es valo- tera (46.2%). La televisión nacio-
televisivo rada en aquellos lugares donde nal que sigue teniendo peso
hay una experiencia consolida- (41.6%), para muchos dice más
Al preguntárseles cómo se ente- da vinculada al ejercicio políti- sobre las ciudades propias que
ran de lo que pasa en la ciudad, co de partidos. Lima es un caso la televisión local (32.1%), qui-
es decir de sus aconteceres en especial: la televisión es mucho zá por su escasa y pobre produc-
ción pero también por no cen-

R. Alfaro
trarse en cuestiones políticas.
Los periódicos locales son ano-
Cuadro 2: ¿Cómo se entera de lo que pasa en su ciudad? tados más que los nacionales
Respuestas a nivel nacional
para describir las relaciones de
poder en las ciudades. En cam-
% %
Categorías Frecuencia Respuestas Casos bio, la radio, la televisión y el
periodismo nacional estarían
De la televisión 1087 37.7 83.6 alejados del mundo urbano de
las provincias, no lo represen-
A través de la radio 906 31.4 69.6
tan, comprobando así el desa-
De la prensa 581 20.2 44.7 rrollo centralista de nuestros
sistemas de comunicación. En
De los vecinos 120 4.2 9.2 cambio en Lima, lo nacional des-
cribe bien lo local y viceversa
De los amigos 95 3.3 7.3
desde los diferentes medios. Los
De los familiares 45 1.6 3.5 comentarios de vecinos no fue-
ron seleccionados, ello indica
Volantes 24 0.8 1.8 que la política desfila fundamen-
talmente por los medios.
De la organización 6 0.2 0.5

Por observación directa 3 0.1 0.2 (Ver cuadro 3 en la página si-


guiente)
Mercado 1 0 0.1

Impreciso/viciado 2 0.1 0.2

Otros 11 0.4 0.8

TOTAL respuestas
41
Casos válidos = 1301

40 41
Cuadro 3: ¿Qué medios usa para enterarse de la actualidad po- Frente a la pregunta de cómo se
lítica de su ciudad?
entera sobre su distrito, la radio
Politizar la ciudad Respuestas a nivel nacional

Categorías

Radio local
% %
Frecuencias de respuestas de casos

600 24.1 46.2


sube (50.3%) pero manteniendo
el equilibrio con la TV (48.5%), a
pesar de la escasa producción
televisiva en las zonas; y baja
casi 5 puntos la prensa con res-
Televisión nacional 541 21.8 41.6 pecto a un contacto más amplio
Televisión local 417 16.8 32.1 de ésta con la ciudad. En algu-
nas urbes la radio es referente
Radioemisora nacional 335 13.5 25.8
clave del mundo local. Pero, en
Periódicos locales 313 12.6 24.1 Lima nuevamente decrece, seña-
Periódico nacional 224 9 17.2 lando la pérdida de su fuerza
frente al auge televisivo. Esta vez
Comentarios de vecinos 2 0.1 0.2
los vecinos y amigos aparecen
Encuestas 1 0 0.1 como fuente de información y
Ninguno 52 2.1 4 conversación de la vida del dis-
trito más que la propia prensa.
Impreciso/viciado 1 0 0.1
Muchos limeños reconocen el
NS/NR 1 0 0.1 papel comunicativo entre pobla-
Total de respuestas 2487 100 191.3 dores. Cabe preguntarse por qué
crecen las redes sociales y direc-
Casos válidos = 1301 Casos nulos = 1
tas de intercambio con más im-
portancia en este ámbito, quizá
Cuadro 4: ¿Cómo se entera de lo que pasa en su distrito?
es porque los medios masivos
Respuestas a nivel nacional
no satisfacen las demandas so-
% % bre esta esfera y merecen más
Categorías Frecuencias de respuestas de casos confianza los pares, los cercanos
A través de la radio 644 25.4 50.3 desde el contacto directo. La te-
rritorialidad más local se nutre
De la televisión 621 24.5 48.5
de más fuentes de comunica-
De los vecinos 459 18.1 35.8 ción. El espacio local es el que
De la prensa 315 12.4 24.6 permitiría mayores articulacio-
nes entre medios y redes, entre
De los amigos 182 7.2 14.2
vida comunitaria y tecnologías,
De los familiares 97 3.8 7.6 entre el conocimiento concreto
Volantes 71 2.8 5.5 por vivencias y el consumo de
medios. (Ver Cuadro 4)
De la organización 62 2.4 4.8

No se entera 33 1.3 2.6 Para enterarse de la realidad


Por observación directa 15 0.6 1.2 política del país, como también
se puede inferir de las respues-
Boletines 7 0.3 0.5
tas anteriores, la televisión na-
Alcalde vecinal 2 0.1 0.2 cional cobra ascendente relevan-
Mercado 2 0.1 0.2 cia (79.7%). Más lejos están la
radioemisora (51.7%) y el perió-
Revista de la Municip. 2 0.1 0.2
dico (34.4%), ambos nacionales
Otros 16 0.5 1.3 aunque también pesan. El poder
Ninguno 1 0 0.1 simbólico de la televisión nacio-
nal y limeña en la construcción
Impreciso/viciado 2 0.1 0.2
del poder político nacional que-
Total de respuestas 2531 100 197.6 da demostrado. (Ver Cuadro 5)

Casos válidos = 1,281; casos nulos = 20;

diálogos
de la comunicación
Podemos deducir no sólo que la
Cuadro 5. ¿Qué medios usa para enterarse de la actualidad
política y las diferentes esferas política del país?
públicas se construyen en rela- Respuestas a nivel nacional
ción con los medios, sino que la
televisión tiene más relevancia % %
en los ámbitos nacionales y lo Categorías Frecuencias de respuestas de casos
local es mas bien remitido a la
Televisión nacional 1025 41.6 79.7
radio y la prensa. Aunque se
comprueban diferentes modos Radioemisora nacional 665 27 51.7
de conectarse. Cada ciudadano
comprende su realidad desde Periódico nacional 442 17.9 34.4
diversos medios, combinándo- Radio local 151 6.1 11.7
los. Fenómeno que ha llenado de
poder a este medio y lo ha com- Televisión local 83 3.4 6.5
prometido con gobiernos y sis-
Periódicos locales 50 2 3.9
temas de corrupción. A tal pun-
to que hoy día tenemos actuacio- Teléfono 1 0 0.1
nes protagónicas excesivas des-
de la televisión, suplantando los Cartas 1 0 0.1
vacíos políticos que aún no lle- Ninguno 42 1.7 3.3
nan los partidos. Situaciones que
observamos por ejemplo en Ar- Otros 1 0 0.1
gentina en el que un programa
NS/NR 2 0.1 0.2
pretende elegir los candidatos

R. Alfaro
de la gente desde el medio y con Total Respuestas 2463 100 191.5
votaciones virtua-les, definiendo
así a los candidatos ciudadanos
«verdaderos»1. O el papel progol-
pista en Venezuela. Y la direc-
ción política de la protesta po-
pular en Perú2.
car una mejor relación entre gran ciudad cuando sale de su
Es decir, el contacto con la ciu- medios y municipios de ciudad, localidad, se sitúa en ese lugar
dad de las y los ciudadanos y a a pesar de sus dificultades. Sur- del pasaje y la aventura, deja su
partir de las noticias como des- ge entonces la interrogante so- condición de ser vecino para
de las referencias políticas más bre qué podemos hacer en una convertirse en viajero de la mis-
temáticas se encuentra en los sociedad democrática cuando ma cuando transita por ella ya
medios, no sólo está en los di- un nuevo desequilibrio en el po- sea para trabajar ir de compras
ferentes ámbitos públicos in- der nos habita desde la empre- o de paseo y diversión. Si bien
cluida la calle. El enganche de sa privada: La televisión. Los la localidad donde se vive y a la
la televisión hacia el mundo es viejos principios de la libertad cual pertenece está en el barrio
el más significativo. Lo local es de expresión se desmoronan y el distrito y desde allí se co-
lo más armonioso e integral en por ser insuficientes o se con- nectan con la metrópoli, su con-
términos comunicativos y des- vierten en cómplices o preser- dición ciudadana se redefine,
de allí parte un enredo de me- vadores de su propio poder po- especialmente en los últimos
dios que a medida que más cre- lítico. La relación entre televi- tiempos de tanta violencia, res-
ce y se desterritorializa lo vivi- sión y democracia cobra por lo tringiendo la posibilidad de ejer-
do es cada vez más una expe- tanto una nueva importancia. cer comunicaciones de ida y
riencia massmediática. Mas aún vuelta. Si bien deja sus huellas
si interpretamos tales conside- Los miedos y los medios en las comunicativas en la ciudad, los
raciones con la afirmación sub- responsabilidades políticas mundos subjetivos son atravesa-
yacente de que LA POLITICA SE das por el miedo, en muchas ciu-
MIRA y no se toca. Estas consi- Evidentemente, la experiencia dades latinoamericanas, fenóme- 43
deraciones son claves para bus- del ciudadano cotidiano sobre la no que hoy se entiende hacia las

42 43
ciudades pequeñas y los barrios entre vecinos son posibles. Los mida pone en funcionamientos
de diferente sectores sociales. propios delincuentes suelen afir- un conjunto de dispositivos de

Politizar la ciudad La ciudad se convierte por mo-


mentos en un escenario sin una
dramaturgia central, cuyos con-
mar que con la gente de su ba-
rrio no se meten, pero sí circu-
lan por otros. Pero la participa-
ción y la mutua cooperación
ejercicio de la defensa. Ya Jesús
Martín Barbero nos decía que los
miedos acrecientan la importan-
cia de los medios.
flictos explotan en un lado y equilibra el peligro. Otros de sec- Frente a las institucionalidades
otro, donde sus personajes no tores sociales medios y altos, en sociales y políticas que se debi-
quieren ser protagonistas cen- cambio, se repliegan hacia el litan en esta época, los medios
trales sino actores de un momen- hogar, el club, el centro comer- cobran una gran relevancia. En
to, reafirman el anonimato, es- cial donde la asistencia de segu- el mismo sondeo realizado nota-
quivan su participación en cual- ridades particulares y hasta per- mos cómo hasta se les otorga un
quier evento «noticioso» com- sonales suele ser impresionante. rol fiscalizador sobre las autori-
prometedor. El drama va con La ciudad reproduce las des- dades. Estos además serían muy
cada uno, dentro, en el que igualdades sociales aunque son importantes para ayudar a defi-
supervivir es huir del peligro. No menos transparentes y más nir las votaciones. Además que
son sólo actos de terrorismo, interrelacionadas por los terri- discursos y perspectivas simbó-
también están robos menores, torios y sus destinos simbólicos licas están siempre desfilando
asaltos, secuestros, peleas entre errantes. El barrio o el hogar es frente a la conciencia valorativa
bandas y pandillas y toda una no sólo lugar de vida sino que ciudadana. (Ver Cuadro 6).
violencia de cuerpos humanos y es también cobija que facilita el
sus prolongaciones motorizadas repliegue. Estos le ayudan a la mayoría a
donde las reglas existen para elegir a las mejores autoridades
violarse y el otro con-ciudadano Las elecciones locales y los (23.4% dicen que no frente a
desaparece para convertirse en medios: preeminencias y 76.5% que dicen que sí ayudan).
adversario. Todo ello dentro de limitaciones A muchos les permitiría conocer
una creatividad inmensa que al candidato (46.6%) y sus pro-
tiende siempre a sorprender y El contacto comunicativo con la puestas (49%), más aún ponen a
que se vuelve paradójica frente ciudad se da a través de las no- los que existen en un escenario
a la poca innovación en la con- ticias, las que a su vez desde el de carácter comparativo. Las
ducción política de la ciudad. interior de un hogar más o me- personas y sus ofertas genera-
Condiciones actuales que confi- nos seguro el ciudadano se en- rían un marco de conocimiento
guran a la ciudad como lugar tera, comprende y reconoce a la a favor, si es que los medios los
también de desencuentro y don- urbe de sus temores. Pues los presentan, ya que están al tanto
de la puerta al mundo resulta ser noticieros, especialmente de la de la cuestión (19.8%). Situación
complicada y riesgosa, exigién- televisión privilegian el aconte- de consenso que se reitera en las
dose como única salida el incre- cer violento sobre otros, repro- diferentes ciudades. Las campa-
mento del control policial que es ducen el sentir de la gente, pues ñas electorales, al parecer, no
siempre violento. Esa ciudad la lógica consiste en ahondar ese tienen tanta importancia. Pero
agresiva aunque fascinante, im- desconcierto ciertamente mor- ayudar no significa influir. De
plica la interiorización legitima- boso que desde una hecho en otras preguntas reali-
da de un actor que debe respon- espectacularización de la ciudad zadas sobre la credibilidad de
der a la violencia con la misma puede movilizar sus desconten- los medios aparecen actitudes
moneda, fracturándose definiti- tos sin perspectiva de cambio.. críticas y demandas éticas en
vamente el sentido de conviven- Es evidente que así se promue- relación al modo cómo éstos
cia. Los datos reales y los imagi- ve un mayor desapego a la visión enfrentan la verdad, deformán-
narios urbanos de diferentes ciu- política de la ciudad a conocer y dola, parcelándola, exagerándo-
dades nos dan razón al respecto discutir las responsabilidades la. Como también se comprueba
(SILVA 1994). varias que explican esta no con- que la confianza se entrega a
vivencia. De esa manera, desde unos y no a otros. ( Ver Cuadro
Ese deseo imposible remite al el mundo pequeño de la familia 7)
barrio como lugar comunicativo se observa lo público citadino
por excelencia y si bien se está sin ser afectado. No sólo la polí- Evidentemente este ciudadano
también en peligro los arreglos tica se mira sino que así consu- está inserto en ambientes sim-

diálogos
de la comunicación
bólicos y producciones imagina-
Cuadro 6: ¿Cómo suele Ud. enterarse de los candidatos/as que
participan en las elecciones municipales? rias diferenciadas y sumamente
Respuestas a nivel nacional complejas. Sus estrategias están
siempre en proceso de redefini-
% % ción. Sale y entra, no está tranqui-
Categorías Frecuencias de respuestas de casos lo en la medida que la realidad lo
Televisión 845 30.3 65.3 impulsa de manera compulsiva a
Radio 758 27.2 58.5
cambiar de tácticas y a desorde-
nar los valores de uso de manera
Prensa 416 14.9 32.1 altamente indiscriminada. A pe-
Volantes y perifoneo 371 13.3 28.6 sar de los conflictos crece, pero
Mítines 164 5.9 12.7
también se apertrecha en un sen-
tido de pertenencia activo sem-
Visitas de candidatos a 73 2.6 5.6 brado de límites.
lugares públicos

A través de
La ciudad como lugar de
comentarios de la gente 70 2.5 5.4 protesta y de empoderamiento
ciudadano
En reuniones/asambleas 43 1.5 3.3
Relación personal 38 1.4 2.9
En los últimos tiempos asistimos
a procesos de expresión ciuda-
A través de encuestas 2 0.1 0.2 dana no tradicional en diferen-
Ninguno 1 0 0.1 tes ciudades latinoamericanas,
No recuerda 2 0.1 0.2
analizadas de manera minucio-

R. Alfaro
sas por algunos autores (ENTEL
Impreciso/viciado 3 0.1 0.2 1996, REGUILLO 96, CRUCES 96),
Otros 2 0.1 0.2 o descritas por periodismos lo-
Total Respuestas 2788 100 215.3
cales. Se está volviendo a las ca-
lles, convocando inclusive a su-
jetos antes no definidos como
Casos válidos = 1,295 Casos nulos = 6 actores públicos, como es el
caso de los jóvenes universita-
rios en Perú o los hijos de des-
aparecidos y la protesta contra
Cuadro 7: En su opinión ¿Los medios de comunicación ayudan la clase política en Argentina. La
a que la ciudadanía elija a las mejores autoridades? ciudad vuelve a dar cabida a la
Respuestas a nivel nacional protesta urbana aunque no siem-
pre sea la ciudad el móvil de di-
cha expresión y aunque el moti-
% % vo de la protesta no sea satisfe-
Categorías Frecuencias Válido cha.

Si 995 76.5 76.5 Las experiencias de democrati-


No 305 23.4 23.4 zación en Latinoamérica en es-
tas últimas dos décadas configu-
Casos nulos 1 0.1 0.1
ran un escenario de aprendiza-
Total 1301 100 100 jes ciudadanos. Ante una cultu-
ra pragmática y clientelista pre-
Casos válidos = 1301 dominante en otras épocas, po-
demos comprobar que se mani-
fiestan indicios de formación de
una cultura política más abierta
a la valorización democrática, 45
según grupos y sectores y las

44 45
experiencias de Estado que se cómo se reconoce la existencia Según la población encuestada,
convoquen desde los gobernan- de redes sociales donde actúan cuando existe desacuerdo con

Politizar la ciudad tes de turno. Más aún cuando el


gobierno autoritario está casi
siempre vinculado a la corrup-
ción.
dirigentes y vecinos con capaci-
dad de influir. Notamos una cier-
ta convicción de que en una
zona, los vecinos y sus dirigen-
alguna decisión de las autorida-
des municipales, la participa-
ción de la población es o puede
ser a través de marchas (51.8%),
tes cuentan, no sólo valen las recolección de firmas (28.1%),
Volviendo al sondeo principal autoridades. Hay una cierta vi- denuncia a través de los medios
que ilumina este texto, compa- sión comunitaria sobre el queha- (19.6%), reclamo a través de las
ramos un reconocimiento ciuda- cer local. Y algunos medios ayu- organizaciones (12.7%), reunión
dano de sus autoridades locales, darían al respecto. con el alcalde (12%). El cabildo
pero al pasar a interrogar sobre abierto, los oficios y las cartas
las influencia que algunas perso- Sobre si los ciudadanos influyen están en más desuso y la espera
nas ejercen sobre la población, o no en las decisiones de la mu- frente a las próximas elecciones
las competencias se amplían, nicipalidad, es decir el lado con- supone una acción a más largo
más allá del cargo. El alcalde re- trario de la relación comunica- plazo (no se la entiende como
sulta ser el más influyente a los tiva, tenemos dos posiciones reacción al desacuerdo). 17.5%
ojos de la población (39.8%); sin importantes. Están quienes afir- afirma que no participan. Las
embargo este porcentaje está le- man que no influyen (55.4%) y experiencias vividas deben con-
jos del reconocimiento formal quienes dicen que sí (44.6%). En tar. En todo caso, se conocen
como autoridad. El segundo lu- Lima crecen los escépticos y mecanismos de participación a
gar lo ocupan dirigentes (27.3%). bajan los optimistas, quizá influ- los que se puede recurrir cuan-
El tercero los vecinos (12.5%). Y ya la densidad poblacional y la do las decisiones municipales no
el cuarto periodistas y gente del escasa participación vecinal. Sin son justas y afectan a la pobla-
medio (11.4%). Los líderes polí- embargo, es significativo que ción. Aunque esto ha variado
ticos están más abajo, cerca los tanta población valore al ciuda- con los nuevos mecanismos de
religiosos y los maestros quie- dano otorgándole una capacidad revocatoria que los ciudadanos
nes han perdido capacidad de influencia sobre el municipio. usan y legitiman (ALFARO 2,002).
comunicativa con la población No estaríamos ante una relación (Ver Cuadro 9).
de las ciudades. Gobernador, totalmente vertical y cerrada,
prefecto, autoridades de la re- permitiría mutuas influencias, Pero cuando se actúa en la pro-
gión (poderes intermedios) no por lo menos a los ojos de casi testa urbana, se apuesta a su vi-
parecen tener peso en este cam- la mitad de la población sibilidad, llamando la atención
po, no tendrían ascendencia so- opinante. Los otros parecen que- de políticos y medios. Con los
bre la población. Es notorio jarse de que no exista tal peso. primeros para hacer presión
política aludiendo al poder elec-
toral de la ciudadanía y con los
Cuadro 8: ¿Cree Ud. que los ciudadanos de su localidad influ- segundos para compartir a tra-
yen en las deciciones de las autoridades? vés de ellos con los demás ciu-
Respuestas a nivel nacional dadanos, en lenguaje de espec-
táculo y creatividad. Sin embar-
go, no sólo es el hecho preciso
% % el que motiva sino que se expre-
Categorías Frecuencias Válido sa la rabia contenida, se hace
gala de un poder callejero súbi-
No 713 54.8 55.4
to que no corresponde con el
Si 574 44.1 44.6 cotidiano y el institucional. Es de
Casos nulos 14 1.1 alguna manera expresión de un
poder débil que no se puede ha-
Total 1301 100 100
cer cargo de la marcha de la so-
ciedad, movido por la impoten-
Casos válidos = 1287; Casos nulos = 14 cia y que celebra una situación
de ruptura agenciado por algu-
na coyuntura. La ciudad ciuda-

diálogos
de la comunicación
Cuadro 9: En caso de esta en desacuerdo con alguna decisión o acción de las autoridades
municipales ¿qué hacen los ciudadanos?
Respuestas a nivel nacional

% %
Categorías Frecuencias de respuestas de casos
Marchas 673 33.1 51.8

Recolección de firmas 365 18 28.1


Denuncia a través de los medios de comunicaciones 255 12.5 19.6
Reclaman a través de organizaciones/asociaciones 165 8.1 12.7

Solicita reunión con el alcalde 156 7.7 12


Cabildo abierto 85 4.2 6.5
Espera las próximas elecciones 73 3.6 5.6

Oficios/cartas 73 3.6 5.6


Protestan 3 0.1 0.2
El pueblo se reúne 2 0.1 0.2

Echarlo 1 0 0.1
Piden ayuda al prefecto 1 0 0.1
No sabe 1 0 0.1

Otros 2 0.1 0.2

R. Alfaro
No participa 177 8.7 13.6
Total de Respuestas 2032 100 156.5

dana reclama y condena, con los nalistas o de real impugnación a dades y políticas públicas o mo-
medios a su favor o no desde la métodos y sistemas políticos dos de asumir la democracia,
noticia-espectáculo, como mani- imperantes, como también ape- más allá del pliego de reclamos
festación colectiva de poder aun- la a determinados solicitudes parcial, pues se enfrentan desde
que a nivel individual cotidiano clientelistas. Incorpora expresio- el escenario de la ciudad a la
no se esté forjado un contrape- nes político comunicativas di- necesidad de justicia y libertad
so estructural en el sistema de versas, se apela a la radicalidad de la política misma.
gobernar. como ritual. La ciudad misma se
viste de protesta y poder mo- Comunicaciones políticas de
Antes, la ciudad era sólo el es- mentáneo. Apunta a crear agen- futuros inciertos y rutas
cenario de otros conflictos más da pública. En todos los casos diversas
diversos. Hoy, si bien sigue es siempre una lucha o reclamo
siéndolo, es el único lugar públi- por la dignidad (CRUCES 95) que He querido demostrar que la ciu-
co susceptible de recibir otros se vale de mil recursos posibles dad es lugar de cruces de senti-
sentidos más políticos. La ciu- como evidentemente es, todo un dos políticos de las nuevas ciu-
dad misma es materia de recha- sistema expresivo y de poder, dadanías, fenómeno aún no su-
zo y del establecimiento espon- aunque luego desaparezca sin ficientemente pensado y analiza-
táneo de consensos, las movili- garantizar continuidad. Los mo- do más teórica y prácticamente.
zaciones siempre son aplaudi- vimientos ciudadanos en ese Es el cruce de palabras, temores,
das por vecinos y transeúntes. sentido han dado un paso ade- imágenes y poder creciente de
Las protestas se nutren de otros lante pues procesan protestas los medios, silencios frente a 47
discursos políticos sean nacio- más sostenidas frente a necesi- otros conflictos, necesidad de

46 47
protestar, avances en el prota- lización de la política, pero aún como de su puesta en marcha.
gonismo ciudadano. Sin embar- no hay señas de nuevos sentidos No basta con un enfrentamiento

Politizar la ciudad go la ruta de su confusa conti-


nuidad no es clara. Es la comu-
nicación misma, destino de diá-
logos que no se pueden formu-
políticos emergidos de la ciuda-
danía misma.

En ella se condensan conflictos


social sino se provoca una im-
pugnación a la forma de cons-
truir poder. Tampoco es suficien-
te la solidaridad en momentos
lar. Es un llamado desde el con- y contrapesos, multitemáticas difíciles sino que hace falta que
junto a la civilidad, el compro- en las que se enreda lo público forme parte de la organización
miso político, la sensibilidad de con lo privado donde la ciudad social y política de la vida, toda
la opinión pública. Sin pragma- misma se afirma y pone en cues- una nueva comunicación a cons-
tismos y efectivismos aunque se tión. Se dan cita las diferencias truir. Se trata que cada ciudada-
revistan de ellos y sabiendo que y las exclusiones sociales, hay no construya su propio poder y
no se apuesta al corto plazo, es una pugna por poseer la urbe. lo ejerza, surgiendo de allí nue-
de alguna manera un apego al «Así la ciudad puede pensarse vas agrupaciones e institucio-
deseo colectivo y la apasionada como un juego asimétrico por nalidades. ¿Será posible?
adhesión a un futuro mejor. las definiciones y redefiniciones
de los sentidos sociales de la 1. POLITIZAR LA COMUNICA-
La clientela está siempre al ace- vida»1. El desgobierno de lo so- CIÓN CIUDADANA EN LA
cho y la autonomía del poder cial es asumido por la ciudada- CIUDAD
municipal genera distancias de nía comprometiendo diferentes
los ciudadanos citadinos frente redes sociales y toda la medio- La relación entre la residencia
a los poderes centrales. Allí ocu- logía posible. Sin embargo, los personal, el barrio, el distrito y
rren negociaciones, consensos, horizontes aún no son nuestros. la ciudad constituye un encade-
diferenciaciones y conflictos no nado de espacios, intereses, per-
siempre capaces de resolver pro- Requerimos de una comunica- cepciones y valoraciones que tra-
blemas locales. La falta de poder ción que explicite los sentidos bajan otros sentidos de lo públi-
local para influir en decisiones políticos de las relaciones ciuda- co y lo social. Son como pasos o
nacionales e internacionales danas. Por ejemplo, una munici- peldaños en un proceso de recon-
como la omnipotencia de esos palidad no es sólo un proceso de quista de la política desde aque-
poderes, por encima de lo local, planificación difundido o una llos lados que permiten empo-
generan frustraciones y ocasio- política de imagen institucional. derar al ciudadano y su articula-
nan despolitizaciones peligrosas Es hacer visible lo que se entre- ción con lo común. La comunica-
para la construcción de ciudada- teje para generar articulaciones ción, en ese sentido, debe poli-
nías. Lo que demuestra que el reales entre diversos sujetos tizarse. Es decir, debe evidenciar
camino no es sólo desde la ciu- como entre autoridades y ciuda- y fortalecer esos lazos existentes
dad y la localidad hacia los ejes danías. Los consensos deben ser entre el «aquí vivo» y la metrópo-
del poder político y económico explícitos. Es importante hacer li que es nuestra, moviendo res-
sino que la transformación des- el seguimiento de un «empode- ponsabilidades individuales y
de arriba es indispensable, inclu- ramiento» que continúe garanti- colectivas, recolocando el hecho
yendo a los propios medios. zando la vida y extendiéndose electoral como un compromiso
como un pulpo. Se trata de nue- propio y real con una vida mejor
Comunicar en la ciudad es hacer- vos discursos, de debates reales y las relaciones de diálogo con la
lo en el corazón de las relacio- de intercambio que politicen la autoridad como un camino
nes entre ciudadanos como al ciudadanía de la ciudad para confiscatorio del exceso de auto-
interior de reformulaciones de la excederla, pero con otros senti- ridad y un crecimiento de la pro-
política misma, a partir del mun- dos más flexibles y humanos, pia capacidad de influencia y de-
do personal que se extiende has- más transformadores de la vida cisión en la gestión municipal.
ta la ciudad y luego salta al mun- concreta y el valor de la gente Para ser ciudadana, la comunica-
do envolviendo a la nación. En apuntando poco a poco a supe- ción debe trascender una visión
ese complejo terreno, las ambi- rar tanta exclusión. La agenda de impacto o propaganda hacia
güedades son muchas, en un colectiva debe ser producida de una estrategia comunicativa y
desplazamiento continuo y la manera integrativa, en una ges- pública, sembradora de acer-
apertura del diafragma del ojo tión educativa de la formación camientos políticos a la democra-
local. Hay mucho de desacra- de las demandas ciudadanas cia y el desarrollo.

diálogos
de la comunicación
Para elaborar una estrategia - La ciudadanía es pertenencia tado nacional y su engranaje con
comunicativa politizada, es nece- activa. Los derechos y obligacio- el mundo y con la localidad, por-
sario proceder a enmarcar cual- nes que todo ciudadano requie- que en esta definición se hace
quier propuesta en un proceso de re forman parte de una ligazón universal y también cosmopoli-
definiciones que si bien deber ser con la ciudad que pasa por sen- ta, profundamente abarca-tiva e
operativas parten de conceptos tirse y comportarse como parte incluyente.
e imágenes de una sociedad me- fundamental de la misma, mere-
jor a la que se pretende ir. Es ne- ciendo respetos y generando res- - Finalmente quisiéramos plan-
cesario saber qué tipo de ciuda- ponsabilidades. La dinámica de tear que no hay un solo modelo
danía promuevo, emulo y busco, los derechos promueve integra- o prototipo de ciudadano de pri-
pero también qué modelo ciones individuales de carácter mera desde el que habría que
comunicacional me sirve como defensivo, igualmente una parti- juzgar a cada poblador. Mas bien
matriz principal o secundaria de cipación responsable exige res- se trata de reconocer que hay
mi accionar. La relación entre peto a tales derechos. Pero per- procesos diferentes de acerca-
comunicación y política que su- tenecer no significa sumisión ni miento a la ciudadanía, con ru-
gerimos no es sólo circunstan- estar de acuerdo con el sistema tas de desarrollo a veces poco
cial, ambas dimensiones están existente. Es una incorporación previstas. Se hace necesario re-
sustancialmente unidas. a la sociedad que puede ser más conocer a esos ciudadanos con-
bien incómoda y crítica, siendo cretos existentes, comprender la
Énfasis ciudadanos minoría y disidencia que exige cultura política que han venido
a promover consideración. Ello nos compro- conformando, indagar sobre lo
mete con una comunicación más andado para desde allí abonar en
Proponemos algunas definicio- ligada al debate. propuestas participativas, edu-
nes básicas de ciudadanía en cativas y de diálogo. Se trata de

R. Alfaro
que se equilibre el interés y - La ciudadanía supone compro- analizar los nudos conflictivos
protagonismo individual y el co- misos con-ciudadanos con los de la construcción de ciudada-
lectivo. Sabiendo que existen otros. Da cuenta de la importan- nía para desde allí adecuar los
énfasis neoliberales, liberales, cia de la idea de comunidad con- métodos de trabajo y articula-
comunitaristas (LOPEZ 97), su- formada por ciudadanos. Toma ción ciudadana.
perpuestos a otras tendencias en cuenta la importancia de lo
de liberales socialistas, socialis- común (Arendt 1993), de lo que Modelos comunicativos por
tas liberales y demócratas radi- es construcción de acuerdos, de definir
cales, entre otros, proponemos la creación de redes, espacios y
trabajar y optar por una perspec- comportamientos de solidaridad, La comunicación no es una sola.
tiva de democracia ética en la de la conformación de esferas pú- No está implícita en ella sólo un
que justicia y libertad ordenen blicas. Una comunicación que saber técnico o práctico, sino
los siguientes sentidos: busque estos diálogos y fomente también teórico y de sentido, el
empoderamientos colectivos se que marca formas diferenciadas
- Ciudadanía es igualdad, en pri- planteará de otra manera la idea de actuar y definir políticas
mer lugar, supone consideracio- de comunidad, ligada a las liber- comunicacionales. Actualmente
nes y tratos mutuos de respeto tades e independencias indivi- se ponen en marcha tres mode-
y consideración igualitario. Pero duales, en una política de conti- los comunicativos que nutren a
también significa hacerse cargo nuos acercamientos y compromi- muchos proyectos de la ciudad.
del conflicto existente entre los sos colectivos. Todo ciudadano En este caso, pensamos que el
principios y la realidad. Es, por tiene un saber y su propia verdad, tercer modelo es el que mejor se
lo tanto, hacerse responsable de se trata por tanto de construir ubica en la perspectiva de la edu-
la desigualdad social existente una solidaridad colectiva que sig- cación ciudadana y de la recons-
en nuestros países, priorizando nifique eficacias y productivida- trucción de la política desde la
los problemas donde esta des- des concretas en la gestión local. ciudad.
igualdad es un elemento deter-
minante. Es recuperar para la de- - No es restringida ni localizante, - Modelo: Transmisión de infor-
mocracia la idea de justicia. Por sino que liga los ejercicios par- mación
ello, en esta perspectiva, la po- ticulares con la ciudad y de esta 49
breza sí es noticia2. con el mundo pasando por el Es- Este modelo prioriza y valora la

48 49
importancia de la información y trategia de venta massmediática pativa, pero que reconcilie la
de los «FLUJOS» en que ésta se y moderna centrada en el dina- palabra con la acción, que signi-

Politizar la ciudad ubica y logra poner en circula-


ción. Supone que la información
transforma pues es un bien no
poseído por los sujetos, quienes
mismo de la imagen. En esa lí-
nea hay una profesionalidad y
saber técnico acumulados y muy
organizados.
fique influir en el nivel de las
decisiones, una palabra que ten-
ga poder y que por lo tanto
politice. Construye capital sim-
al ser imbuidos de ese conjunto bólico. Si bien se parte del gus-
de saberes van a ser «llenados» La tendencia actual no sólo se to de la gente, se aventura y ex-
de cultura o formación. Es casi ubica en un país sino que obe- plora en la línea de procesar y
una inoculación (teoría hipo- dece, en muchos casos, a estra- educar el gusto, pero también se
dérmica) que no reconoce el sa- tegias internacionales y globali- trata de llegar a la razón y la ad-
ber ya construido por cada ciu- zantes de la economía mundial. quisición de capacidad argumen-
dadano a través de su vida y ex- Sin embargo, sigue siendo su uso tativa de los ciudadanos.
periencia. Y es una información muy instrumental pues se llega
que no regresa pues se queda en al sujeto para incentivar la com- Una comunicación que
el consumidor, la réplica o la pra o la inversión, objetivándolo. construya poder
contestación es secundaria, no Lo ético suele ser secundario,
repercute sobre el emisor. Se pues en la necesidad de conven- En la línea ya trazada, pensamos,
acerca mucho al modelo de «di- cer todo vale. Y las lógicas de por lo tanto, en una comunica-
vulgación científica» pues se tra- marketing suelen explorar sensi- ción que sea una visibilización
ta de poner en sencillo, simple y bilidades más epidérmicas, poco del poder, pero que a la vez pro-
atractivo ese bagaje informativo reñidas con la razón y la moral. duzca «empoderamiento» en los
y verdadero, sin tomar en cuen- Desde nuestro punto de vista, no ciudadanos y su relación con el
ta las características y conflictos es una perspectiva muy útil para espacio y los gobiernos locales.
culturales, sociales y políticos la conformación de ciudadanías Es decir, pensamos en una comu-
del receptor. La verdad no es dis- y la gestación de democracias, nicación que relacione al ciuda-
cutible, menos cuestionable. Es por su tendencia a banalizar el dano con el poder municipal y
un planteamiento difusionista y proceso comunicativo y a poner le otorgue un lugar preponderan-
lineal de la comunicación (verti- la racionalidad argumentativa y te, sumamente comprometida
cal) pues sólo se trata de propa- el debate en desequilibro frente con la gestión y los sentidos po-
gar cuando la información ha a la primacía de la emotividad y líticos que allí se trabajan. Si
sido descubierta y probada. de la inversión económica sin ca- bien está dentro de cada gobier-
Muchas instituciones aplican pital social. no local y su forma de trabajar,
este esquema recuperándolo de también está fuera y libre en la
una tradicional comprensión de - Modelo: Redes de diálogo y misma ciudadanía, como cami-
la comunicación organizacional. producción simbólica no de expresión y presión políti-
ca y social. Señalaremos algunas
- Modelo: City marketing 3 Este es el modelo que propone- líneas de trabajo que nos pare-
mos, de carácter mas bien rela- cen preponderantes:
Este modelo viene de la publici- cional. Se trata de fomentar diá-
dad y de la noción de propagan- logos varios y cruzados, no sólo * La ciudad como agenda públi-
da. Se basa en estrategias de per- entre emisor y receptor sino en- ca
suasión y seducción para moti- tre autoridades y población, en-
var la compra de un producto o tre ciudadanos diversos en con- Toda estrategia comunicativa
de una idea, partiendo del emi- senso o disenso, entre institucio- debe colocar a la ciudad como
sor (dueño-anunciante-publi- nes y sujetos individuales, entre gran tema recurrente que orga-
cista-medio) hacia el receptor. etnias, géneros y generaciones. nice y reorganice la noticia es-
En este caso sí se considera al Se busca generar hábitos comu- pectacular y su presencia en ra-
sujeto, se parte de sus gustos, nicacionales de ESCUCHA entre dio, televisión y prensa escrita.
capacidades comprensivas y diferentes. Una comunicación Se trata de que sean visibles sus
emotividades. Se trata de esta- plural que genere autoestima y problemas pero también su ges-
blecer complicidades cercanas capacidad para hablar, debatir y tión de gobierno. Ello supone
entre muchos sujetos e institu- llegar a acuerdos. Una comuni- definir temas de agenda precisos
cionalidades, dentro de una es- cación básicamente partici- con la propia ciudadanía e ins-

diálogos
de la comunicación
talarlos en los medios locales y murales, etc. Lo cual significa barlos en redefiniciones concre-
masivos. Como también es fun- redefinir comunicativamente la tas y también políticas. El deba-
damental que los gobiernos se noción de ornato más allá de una te es comunicación, motiva la
planteen más que estrategias de visión esteticista. En general, el conversación, obliga a tomar
difusión institucional una inter- uso de medios locales también posturas escogiendo una línea
vención a través de esos temas configuran puntos comunicati- argumentativa que sustente in-
específicos de su ciudad o del vos a promover. En realidad es- tuiciones y emociones, dándoles
territorio a su cargo. Temas so- tamos frente a la búsqueda de un curso distinto: ser dialogado.
bre los cuales debe haber infor- nuevas prácticas de convivencia Supera el sentido informativo y
mación y transparencia no sólo en la ciudad, donde exista tole- seco de muchas experiencias de
de su estado actual sino de las rancia, alegría y mucha conver- participación local. Genera cul-
transformaciones que van ocu- sación de intercambio. turas deliberativas que orienten
rriendo. Temas de agenda que la toma de decisiones. Porque
permitan organizar las quejas de * Una ciudad de ciudadanos: participar, por lo tanto, no sólo
la población y cobrar sentido relatos y producción simbólica es expresar o decir, sino que
político más relacionado con la compromete a conversar con los
propuesta y la protesta ordena- Las ciudades deben tener histo- otros encontrando coinciden-
da y conducida por la propia ria política. Estas permanecen en cias, como también se posibilita
gente. Temas que permitan a los documentos de investigadores y una mejor organización de las
medios darle un seguimiento y estudiosos, no son conocidas y discrepancias. Es el ejercicio de
fiscalización, haciendo de cada generalmente suelen ser difundi- la democracia misma desde la
noticia un hito con sentidos te- das sin una perspectiva comu- cual es posible cuestionar al sis-
máticos entre enigmas y solucio- nicacional de crear símbolos y tema central con la coherencia
nes. Temas que puedan ser lle- huellas de identidad en el pre- que otorga la práctica. Se trata

R. Alfaro
vados ante los diversos poderes sente y hacia el futuro. Pero, tam- de formar comunidades moder-
del Estado. bién existe historia oral en las nas de interpretación y decisión,
memorias de muchos ciudada- sobre la base de darle vida a
* La ciudad como espacio de nos, lista para perderse en el ol- quienes coinciden en sus puntos
encuentro y creatividad vido. Se trata de generar una ca- de vista. Pero esta participación
pacidad colectiva y pública de valdrá y será más altamente de-
Hay que pensarla desde el todo contar, en medios y libros, pero mandada cuando sea eficaz,
como desde cada parte, en tan- desde la experiencia de confec- cuando influya en las decisiones
to la planificación de lugares de cionar testimonios o relatos que de gobierno y los compromisos
comunicación y encuentro. No reconozcan una capacidad hu- que deben o pueden adquirir los
sólo de aquellos donde los ciu- mana de producción simbólica y ciudadanos. Es decir, se trata de
dadanos se reúnen en momentos que no sólo versa sobre los pro- un debate que permita ejercer-
de esparcimiento deportivo y blemas reales existentes. Es en se como ciudadanos protagonis-
cultural sino donde sea posible esa perspectiva que al provocar tas, reales actores de la gestión
la expresión y la creatividad de comunicación el pasado se hace local y vecinal.
los propios vecinos, especial- un hoy constante. Y cuando a
mente de aquellos más olvida- partir de ello se conecta con la * Vigilancia ciudadana dela ges-
dos (los concursos artísticos y imaginación de futuro que todos tión pública
comunicativos) ingresan en esta debemos poder edificar constan-
perspectiva). Preocupación ya temente para vivir con esperan- Para que el ciudadano adquiera
destacada por arquitectos y za y sentido. poder, requiere de una participa-
urbanistas. Pero hay que pensar- ción que lo comprometa con la
la no solo como espacios fijos de * El debate para construir deci- gestión local y de la ciudad, con-
esparcimiento sino imaginarlos siones participativas tinuando así con su responsabi-
movibles. Ejemplo de ello pue- lidad electoral y más allá de ella.
den ser las Videoplazas o las ca- Los procesos de transición que La delegación de poder sin ga-
ravanas ciudadanas4. La ciudad vivimos hacen más urgente la rantía de continuidad ha sido un
debe ser un texto, donde las hue- necesidad del debate, no sólo factor de fracaso de nuestras
llas de la vivencia humana estén para abordar los problemas exis- democracias, acentuando su de- 51
plasmadas en paredes, jardines, tentes sino para lograr enrum- bilidad. La vigilancia de los go-

50 51
53
biernos locales en relación al testas públicas podrían ser * Un programa político comu-
Estado en su conjunto es un redefinidas no sólo como mo- nicativo y comunicable

Politizar la ciudad modo de comprometerse con el


quehacer político ciudadano ha-
ciendo real la inserción en un
sistema democrático con senti-
mento de expresión de las rabias
colectivas sino de producción y
entrega de iniciativas que exijan
de los gobiernos locales y nacio-
La explicación por la cual en un
proceso electoral la ciudadanía
no toma en cuenta los progra-
do ético. La democracia repre- nales una capacidad para ser mas de gobierno es por qué es-
sentativa y la directa son así par- oidores de su pueblo. Evidente- tos no son presentados de ma-
te de un mismo proceso, hacien- mente, ello supone autoridades nera comunicativa, se exponen
do que la segunda juzgue a la pri- municipales dispuestas a saber siguiendo la lógica administrati-
mera y le exija cambios. escuchar, a reencontrarse con va de la planificación y no se to-
los ciudadanos desde sus pro- man en cuenta las formas de
Pero ésta debe estar acompa- puestas. comprensión y entusiasmo de la
ñada de producción de pro- población, sus expectativas. Son
puestas, en foros ciudadanos, * Una comunicación educativa además esquemas duros, sin ré-
de reuniones de trabajo entre plica posible, en los que no es-
la sociedad civil organizada, de Dada la escasa experiencia de- tán claros los sentidos individua-
presión social generando ini- mocrática desde la ciudadanía les y colectivos.
ciativas de transformación po- en nuestros países, comunicar
lítica, de mesas de diálogo en- no siempre resulta una tarea fá- Durante el proceso de implemen-
tre gobiernos locales y ciuda- cil. La tendencia al monólogo es tación, los programas políticos
danías para encontrar salidas evidente. Y está de por medio deben ser flexibles, objetos de
comunes con responsabilida- una urgente pulsión por el re- cambio, en relación constante
des precisas. conocimiento en el acto del con la población y con las insti-
habla de cada ciudadano. tuciones de las zonas comprome-
* Diálogo y revisión de la ges- Aprender a comunicarse y lo- tidas. No se trata sólo que la ges-
tión para la iniciativa grar acuerdos y consensos es tión se comunique de manera
todo un objetivo de carácter adecuada sino que lo que se haga
Hay que pensar la comunicación educativo 5. Hay inclusive, una sea suficientemente útil y trans-
como un laboratorio de iniciati- carga negativa en los sujetos parente como para provocar pro-
vas ciudadanas, donde institu- sobre la inutilidad y conflic- cesos de diálogo sin forza-
ciones y personas ingresen a la tividad de las asambleas orga- mientos. Más aún habría que in-
posibilidad de proyectar la ciu- nizativas y públicas. tentar el modelo de formular pre-
dad hacia el futuro. Laboratorio supuestos y planes de carácter
donde sea posible ejercer la crí- Es también ostensible que nos participativo donde el intercam-
tica pero con un sentido propo- estamos haciendo ciudadanos y bio, la discusión y la iniciativa
sitivo. Lo que se piense, compro- los medios están cumpliendo un sean los ejes naturales de su for-
meterá tanto a los gobiernos lo- rol, complementario o supleto- mulación y puesta en práctica.
cales como a la propia ciudada- rio, en generar procesos de cons-
nía, individual o colectiva, para trucción política. Nos estamos * Un constante conocimiento
generar compromisos, en la lí- haciendo ciudadanos cada día, público del ciudadano
nea del gobierno de todos también a partir de lo que ocu-
(autogestión y co-gestión). Estas rre en el campo social y políti- Toda experiencia comunicativa
iniciativas deberán circular, ser co. Más aún tenemos puntos de requiere de un conocimiento
expuestas como embriones de conflicto, paradojas y tensiones acumulativo y constante sobre la
otras nuevas, ser imaginadas que no nos dejan mejorar. No cultura política de los ciudada-
como redes de participación ba- puede haber comunicación pú- nos, para identificar los avances
sadas en el libre ingenio de una blica que no tome en cuenta los que se van construyendo y no
creatividad puesta al servicio del procesos de aprendizaje de la tratar a la gente como si estuvie-
desarrollo. La comunicación ciudadanía y la necesidad de que ran más atrasadas, mas bien si-
puede ser un foro de construc- estos avancen. Ellos supone una tuarse en sus rutas de cambio.
ción e intercambio de nuevas autoridad docente, una comuni- Importa también identificar con-
ideas vinculadas a la calidad de cación que haga pensar, centra- flictos y tensiones que no le per-
vida ciudadana. Las mismas pro- da en el aprendizaje. miten avanzar. Igualmente reque-

diálogos
de la comunicación
rimos saber sus opiniones, de- 6. Encuesta realizada en Lima cuyo 13. Son interesantes los métodos in-
mandas temáticas y sugerencias informe está titulado «De igual a troducidos por el exalcaldde de Bo-
desde el nivel más individual. igual». Alfaro. Calandria. Marzo 1998. gotá Antanas Mockus, en el sentido
Para ello recomendamos el uso de dar orientaciones prácticas de
de sondeos y encuestas o tra- 7. Relatado por María Cristina Matta cómo establecer comunicaciones
bajos cualitativos complementa- en una exposición en el Encuentro grupales de carácter participativo y
rios, por lo menos semestrales. Nacional de Facultades de Comuni- democrático.
Estos tienen un papel educativo cación Social del Perú, llamado «Ciu-
y político importante en tanto dadanía: el derecho a la información
permiten plantear discusiones y y la comunicación en el Perú», el día
evidenciar de manera transpa- 25 de Setiembre de 2,002.
rente lo que piensa, siente y va-
lora la gente, cuyos resultados 8. Como se demuestra en «Una tele-
al ser publicados motivan la dis- visión Parcializada» Veeduría Ciuda-
cusión familiar o entre vecinos dana de la comunicación Social.
activando las redes sociales y Lima 2,002.
permiten que el ciudadano se ARENDT Hannah. «La

BIBLIOGRAFÍA
confronte con las tendencias 9. Reguillo Roxana: pág 468 condición Humana». Paidos.
existentes. Estado y Sociedad.
10. Un alcalde provinciano, cuestio- Barcelona 1993.
nó al periodismo por no considerar
a la pobreza como un tema de los me- ALFARO Rosa María. «De la
dios pues éstos consideran que no conquista de la ciudad a la
es noticia, así cuestionó el poco com- apropiación de la Palabra»

R. Alfaro
promiso del periodismos con el de- Calandria-Tarea. Lima1988,
sarrollo de los pueblos más olvida- segunda edición.
dos. Se presentó en una entrevista «Ciudadan@s de a de veras». Una
NOTAS

1. Existen parques en barrios del suplemento SOMOS del diario de propuesta de vigilancia de la gestión
de clase media alta que son circulación nacional «El Comercio» pública, desde un enfoque comuni-
ocupados por sectores po- del Perú. cacional». Calandria. Lima. 2,002
pulares los fines de semana.
O centros comerciales que 11. Este nombre se extrae del análi- CORTINA Adela. «Ciudadanos del
se han convertido en lugares de pa- sis, fruto de una larga e interesante mundo. Hacia una teoría de la
seo para todos los habitantes de las investigación, que presentara ciudadanía» Alianza editorial.
grandes ciudades no circunscribién- Fernanda Sánchez en el evento «Co- Madrid 1997.
dose a los de su barrio. municación, ciudad y ciudadanía»
en Quito Ecuador (Setiembre 1997, CRUCES Francisco. «El ritual de la
2. Referidas a políticas sociales, ali- organizada por FLACSO y la Ebert) protesta. Marchas en la ciudad de
mentación, género, entre otras. y que alude al mismo uso pero den- México». Informe provisional.
tro de una estrategia de fomentar la Departamento de Antropología.
3. La democracia también se hace inversión mundial en las ciudades de Programa Cultura Urbana en la
con los medios». Sondeo. Alfaro. Ca- Curitiba y Barcelona, usando como ciudad de México. UAM-Iztapalapa/
landria, Julio 1998 . recurso el constituirlas en ciudades Rockefeller Foundation. Setiembre
modelo del mundo. de 1995.
4. VATTIMO, Gianni. La sociedad
transparente. Paidos, en Pensamien- 12. Instituciones diversas en Latino- CRUCES Francisco y DIAZ DE RADA
to contemporáneo #10. Barcelona américa, como CALANDRIA, usan las Angel. «La ciudad emergente.
1990, pág 87. plazas públicas para proyectar vi- Transformaciones urbanas, campo
deos educativos en pantalla gigante, político y campo asociativo en un
5. Ver los textos de: ALDANA Celia, promoviéndose que la gente discu- contexto local». Universidad
«Revueltas íntimas» y de ALFARO ta y proponga salidas ante determi- nacional de Educación a distancia
Rosa María «Maternidad y liderazgo» nados problemas, usando diversos (UNED). Madrid 1996.
publicado en inglés en «Women in mecanimos de participación y comu- 53
grassroots communication». nicación: ver ALFARO 2,002.

52 53
ENTEL Alicia. «La ciudad bajo
sospecha. Comunicación y protesta

Politizar la ciudad urbana» Paidós. Estudios de Comuni-


cación. Buenos Aires 1996.

LOPEZ Sinesio. «Ciudadanos reales e


imaginarios. Concepciones, desarro-
llo y mapas de la ciudadanía en el
Perú. IDS. 1997.

ORTIZ Renato. «Mundialización y


cultura» Alianza editorial. Buenos
Aires 97.

REGUILLO Roxana. «La construcción


simbólica de la ciudad. Sociedad,
desastre y comunicación. ITESO.
Universidad Iberoamericana. México
1996.

SILVA Armando. «Imaginarios


Urbanos». Bogotá y Sao Paolo:
cultura y comunicación urbana en
América latina. Tercer mundo
editores. Colombia. 1994.

CALANDRIA: varios sondeos de


cultura política. Autores varios:
«Entre públicos y ciudadanos» 1994.
«Los medios, nuevas plazas para la
democracia» 1995. «Escenografías
para el diálogo» 1997.

diálogos
de la comunicación

También podría gustarte