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Cómo hacer masaje tántrico a un hombre (masaje

Lingam)

Clase1

La búsqueda

Como en todos los masajes relacionados con el sexo tántrico, la idea del masaje lingam va mucho
mas allá que el simple goce sexual del momento. La intención es crear un espacio de comodidad y
relax para el receptor, un espacio propio en el que el placer que percibe a través de su lingam se
multiplica por un sin numero de veces.

Y su compañera, la parte dadora, recibe el placer de dar, de estar con su pareja en un momento de
total intimidad, en que se rinde a su lado más gentil y delicado, en que encuentra un placer
especial.

Y, como una pareja, ambos consiguen una unión que el simple sexo genital no consigue, la
creación de un espacio de intimidad donde el conocimiento del otro se hace mas y más fuerte a
cada momento, donde se comparte todo con la seguridad que da el compañero. Puede, además,
ayudar a superar traumas relacionado con lo sexual.

Es, por ultimo, una forma de placer sexual segura, si se toman los recaudos necesarios (guantes
de látex).

Pero no hay que creer que el objetivo principal del masaje lingam es llegar al orgasmo, Esta es tan
solo una experiencia mas que placentera que puede acompañar al masaje, pero no es el fin en sí
mismo. Será bienvenido, pero no buscado como único objetivo.

Clase2

Preparación

Bañarse antes de la realización del masaje es algo mas que recomendable, ya que es una primera
relajación, tanto para el que dará el masaje como para quien lo recibirá.

El proceso lleva su tiempo y este tiempo debe ser respetado. No se puede apurar el masaje, sino
que se le debe dar todo el tiempo necesario para que sus efectos sean todo lo poderosos que
deseamos.

Por supuesto, debemos eliminar toda posibilidad de interrupción (llamados telefónicos, gente que
pueda tocar la puerta, etc), especialmente las necesidades fisiológicas, ya que, en realidad, se
obtienen mejores resultados si realizamos el masaje con la vejiga y los riñones vacíos.

Además, debemos relajar la tensión de nuestro estomago.


Debemos dejar ir todos los pensamientos innecesarios, todas esas tensiones que pueden
contenernos afectivamente, evitando la correcta relajación; y conectarnos con nuestra pareja,
mediante el contacto físico, abrazándonos, sosteniéndonos, acariciándonos, mirándonos a los ojos
o cualquier forma que consideremos la más correcta en nuestra relación para llegar al lugar cálido
y seguro del que hablábamos anteriormente.

Vale la pena remarcarlo una vez mas: debemos estar, los dos, tan relajados como sea posible.

Clase 3

La posición

El hombre debe recostarse sobre su espalda, en una posición confortable, sobre una cama o en el
suelo, sobre una colchoneta, con una almohada bajo su cabeza, en posición tal que pueda mirar
hacia la zona de sus genitales y, a la vez, a su compañera.

Otra almohada debe ir bajo su cintura, preferentemente cubierta con una toalla o algo por el estilo.
Las piernas deben estar abiertas, ligeramente doblados las rodillas, exponiendo sus genitales tanto
como es posible. Por supuesto, cuantas más almohadas podamos usar para hacer la posición lo
mas cómoda posible, mejor.

La compañera debe sentarse entre las piernas de su pareja, también en una posición cómoda, con
las piernas cruzadas, y también sobre un almohadón o almohada, o como se encuentre más
cómodo.

Lo importante es que la posición en que se encuentre el dador sea una en que pueda tener
completo accesos al lingam, así también como a las otras partes del cuerpo de su compañero.

Clase 4

Respiración

Antes de comenzar, ambas partes del masaje, el dador y el receptor, deben respirar
profundamente, una respiración relajante y que los prepara para la tarea a realizar.

Importante: Durante todo el proceso del masaje, tanto el dador como el receptor deben recordar
mantener una respiración profunda, lenta y con una relajación absoluta.

Clase 5

El masaje

Bien, finalmente esta todo listo y en orden, y podemos comenzar a dar placer a través del masaje.

Para empezar, masajeamos las piernas, el abdomen, los muslos y los pechos de nuestra pareja,
en forma gentil y muy suavemente, creando mediante el toque suave un preludio relajante al
momento en que entraremos en contacto con el lingam propiamente dicho.
Ahora necesitaremos un aceite de alta calidad o un lubricante, del cual colocaremos una pequeña
cantidad en el la punta del lingam y en los testículos. La cantidad debe ser precisa, no demasiado
ni muy poco, lo justo. Lubricantes de alta calidad pueden encontrarse en el mercado,
especialmente fabricados para este tipo de actividad. Pueden conseguirse en sex-shops, revistas
especializadas, por Internet, negocios de ropa erótica, etc.
Masajeamos los testículos, muy suavemente para no causar dolor, por tratarse esta de un área
muy sensible ante el toque externo. Luego hacemos lo propio con el escroto, relajándolo con
toques suaves, muy despacio. Pasamos luego a la zona sobre el lingam propiamente dicho y
también masajeamos la zona entre los testículos y el ano. Nos tomamos nuestro tiempo, sin
apurarnos, ya que estamos trabajando sobre un área del cuerpo que normalmente no recibe tanta
atención, y para que el masaje sea realmente tan efectivo como es deseable, debemos dedicarle
tiempo.
Importante: Nunca mezclar productos que tengan como base el aceite con el látex

Masajeamos ahora el pene propiamente dicho, en toda su extensión, variando la velocidad y la


presión ejercidas, utilizando las dos manos alternativamente, para tomarlo por la parte baja,
apretando suavemente y deslizar la mano hasta su zona superior. Una mano tras la otra, una y otra
vez, tomándonos todo el tiempo necesario.
Luego, repetimos el procedimiento, pero en el orden inverso, desde la parte superior hacia la base
del pene, siempre con las dos manos en forma alternada y variando la presión y velocidad.
Atención: Es importante, como se pueden imaginar, no apurarse, sino tomarnos el tiempo
necesario. Debemos relajarnos y disfrutar el masaje, de otra forma no tiene sentido lo que estamos
haciendo. Dar el masaje debe ser un placer tanto para el hombre como para la mujer.

Masajear la cabeza del lingam con pequeños movimientos circulares, como si estuviésemos
usando una maquina de hacer jugo. Masajeamos toda la zona de la cabeza y el cuerpo del pene
con mucho cuidado y suavidad. Se dice que esta es una técnica que, bien empleada, puede
ayudar a curar muchos problemas relacionados con lo sexual.

Clase 6

Reacción

Durante el masaje, el lingam puede perder su dureza, poniéndose flácido. No hay que preocuparse
porque esto pase.
Es mas, hay que ponerse contentos de que sea así, ya que para el tantra estos son dos extremos
del placer, con lo cual lo que estamos consiguiendo es mas que deseable. Con el correr del
masaje, volverá a recuperar su dureza, y probablemente vuelva a estar flácido una vez mas, como
un proceso.
Eyaculación
En caso de que el receptor pareciese esta a punto de eyacular, debemos dejar el masaje por unos
segundos, dejando que el lingam descanse y se relaje un poco antes de continuar.
Acercarse varias veces a la eyaculación sin llega a ella es una experiencia placentera y que genera
una poderosa energía sexual.
Siempre recordemos que la idea no es llegar al orgasmo, sino tener una experiencia sexual
completa.
El hombre puede aprender el arte de controlar la eyaculación con este método, lo cual es una
herramienta que le permite mantener mejores y más largas relaciones sexuales y llegar al orgasmo
varias veces, sin desperdiciar semen.
Hay que aprender a separar los conceptos de eyaculación y orgasmo, ya que no necesariamente
van unidos, sino que son mas como una repuesta, un reflejo aprendido. La vida sexual se
beneficiara mucho con el conocimiento de cómo controlar la eyaculación.

Una ayuda invaluable en esta búsqueda de control será la correcta respiración, profunda y estable,
que permita la relajación y aplaque la necesidad inmediata de eyacular.

Clase 7

El punto sagrado

El próximo paso en el masaje lingam es encontrar y masajear el punto sagrado. Para esto, hay dos
formas posibles.

La primera es encontrar el punto medio entre los testículos y el ano. En esta zona se encuentra
una pequeña hendidura. Hay que presionar sobre ella, aunque al principio pueda resultar
ligeramente doloroso para el hombre. A medida que se trabaja la zona y se la suaviza, se volverá
mas y más placentero.
Cuanto más control tenga el hombre sobre sus orgasmos y la eyaculación, mas placer podrá
encontrar.
Un buen método es masajear el punto sagrado con la mano izquierda y el lingam con la derecha,
los dos a la vez y, en el momento en que se acerque la eyaculación, presionar el punto sagrado.
Es una técnica especialmente efectiva y reconocida en el sexo tántrico.
La otra forma de llegar al punto sagrado es a través del ano, pero este es un método con el que
muchos hombres, por una cuestión de condicionamiento social, se encuentran incómodos,
especialmente al principio, aunque con el tiempo y cierto trabajo pueden llegar a aceptarlo.
En esta forma se debe ser especialmente cuidadosos, y usar siempre algún tipo de lubricante.
Para masajear esta zona, nos aseguramos que el hombre esta respirando correctamente y luego
introducimos el dedo en el ano unos pocos centímetros, para luego girar la mano hacia arriba y
hacer un gesto de llamado con el dedo índice. Gentil y suavemente.
En este momento, deberíamos sentir la próstata, Masajeamos, variando la presión y velocidad,
como decimos siempre, hasta encontrar la más placentera y adecuada para nuestra pareja.
Podemos mantener, si el receptor lo desea, el masaje en el lingam mientras masajeamos el punto
sagrado, pero siempre teniendo cuidado de reducir el trabajo sobre el lingam y aumentar la presión
en el punto sagrado cuando se acerque el orgasmo.
Continuamos con el masaje, probando diferentes estilos, movimientos, velocidades y presiones.
Sigan mirándose a los ojos tanto como sea posible, manteniendo el vinculo activo. Respiren
correctamente todo el tiempo, siempre relajados y con profundidad. Sean gentiles. Muchos
hombres han sufrido de fuertes condicionamientos sociales y la atención brindada puede ser un
poderoso bálsamo.

Fuertes emocione pueden desatarse durante el procedimiento del masaje. El valor para él de esto
puede ser incalculable.

Clase 8

El fin del masaje

Si el hombre decide dejarse ir y eyacular, recordémosle que respire correctamente mientras lo


hace, profundamente.

Esto será especialmente placentero si ha logrado contener la eyaculación al menos seis veces
durante el curso del masaje. La energía que se produce con ese control tiene gran poder para
aumentar el placer que se percibe durante la eyaculación.
Esa energía se puede usar tanto para eyacular como para ser canalizada en otras áreas más
personales del hombre.
Lo dejamos reposar en el sitio, tranquilo, simplemente disfrutando de lo que ha dejado el masaje
lingam detrás de sí. También podemos abrazarlo y simplemente quedarnos allí juntos. O podemos
dejar el cuarto, para que medite en el estado en que ha quedado, dejando vagar la mente por
donde sea que pueda viajar en el estado de trance.

Si logramos dominar el masaje Lingam y otras técnicas Tantra, lo cierto es que nuestra vida sexual
se vera inmensamente enriquecida, además de que aprenderemos muchísimo sobre la sexualidad
masculina, y esto se trasladará en una mejora en nuestra vida como pareja en general.

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