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Karakachoff, Carlos Alberto contra Provincia de Buenos Aires -Poder Ejecutivo- Amparo.

Cuestión de
competencia art. 6º, Código de Procedimiento de lo Contencioso Administrativo”.

ACUERDO

En la ciudad de La Plata, a veintinueve de febrero de dos mil, habiéndose establecido que deberá observarse el
siguiente orden de votación: doctores Negri, de Lázzari, Hitters, Pettigiani, Pisano, Salas, Ghione, Laborde, San
Martín, se reúnen los señores jueces de la Suprema Corte de Justicia en acuerdo ordinario para dictar resolución en la
causa B. 61.089, “Karakachoff, Carlos Alberto contra Provincia de Buenos Aires -Poder Ejecutivo- Amparo. Cuestión de
competencia art. 6º, Código de Procedimiento de lo Contencioso Administrativo”.

ANTECEDENTES

1. Carlos Alberto Karakachoff, invocando la condición de Presidente y Director Titular de la Caja de Previsión Social para
Profesionales de la Ingeniería de la Provincia de Buenos Aires, promueve una acción de amparo ante la justicia
ordinaria, pretendiendo se deje sin efecto el decreto 327/2000 del Poder Ejecutivo mediante el cual se decidió intervenir
la citada entidad por el término de ciento ochenta días a los fines de lograr su normalización institucional. Considera el
demandante que la medida es arbitraria y manifiestamente ilegítima.
2. El Juez interviniente resolvió remitir las actuaciones a la Suprema Corte por considerar que podría hallarse
comprometida la competencia del Tribunal (fs. 22/22 vta.).
3. Recibida la causa por Secretaría de Demandas Originarias, el señor Presidente de la Corte ordenó el pase al acuerdo
de la misma, decidiéndose plantear y votar las siguientes

CUESTIONES

1ª) ¿Es contencioso administrativa la materia sometida a consideración de la justicia ordinaria por vía de una acción de
amparo?
En caso afirmativo:
2ª) ¿Es competente la Suprema Corte para resolver una cuestión propia de su competencia originaria en el ámbito de la
acción de amparo?
En su caso:
3ª) ¿Qué curso corresponde dar a los autos?

VOTACION

A la primera cuestión planteada, el señor Juez doctor Negri dijo:


El impugnado decreto del Poder Ejecutivo que dispuso la intervención de la Caja de Previsión Social para Profesionales
de la Ingeniería fue dictado, según sus propios términos, en ejercicio de las competencias asignadas por el inc. 4º del
art. 15 de la ley de Ministerios 12.355 y art. 144 -proemio- de la Constitución de la Provincia. Siendo así, la materia
litigiosa corresponde a la competencia originaria que a la Suprema Corte confiere, transitoriamente, el art. 215 de la
Carta local (cfr. art. 6º, C.P.C.A.), toda vez que se cuestiona un acto administrativo del Gobernador dictado en ejercicio
de atribuciones de policía, bajo un régimen de derecho público local que no prevé una vía de revisión judicial distinta a
la contencioso administrativa (art. 215, cit. y su doctrina: causas B. 58.594, “Ortiz, Francisca”, res. del 1-X-1997, B.
56.966, “La Jirafa Azul S.A.”, res. del 25-XI-1997 y B. 58.959, “Parodi”, res. 1º-VI-1999; arts. 1º, 28 y concs., C.P.C.A.).
Siendo así, a la primera cuestión voto por la afirmativa.
Los señores jueces doctores de Lázzari, Hitters, Pettigiani y Pisano, por los fundamentos expuestos por el señor Juez
doctor Negri, votaron la primera cuestión también por la afirmativa.
A la primera cuestión planteada, el señor Juez doctor Salas dijo:
Habida cuenta que se cuestiona la intervención resuelta por el Poder Ejecutivo provincial respecto de la Caja de
Previsión Social para Profesionales de la Ingeniería, materia cuyo conocimiento y decisión ninguna norma atribuye a
esta Suprema Corte y que tampoco encuadra en los términos del Código de Procedimiento de lo Contencioso
Administrativo, por no tratar sobre la lesión de situaciones individuales de carácter administrativo (cfr. arts. 1, 28 inc. 3 y
concs., C.P.C.A.), soy de la opinión que la cuestión litigiosa no corresponde a la competencia originaria del Tribunal (art.
215 y su doctrina: causas B. 56.966, “La Jirafa Azul S.A.”, res. del 25-XI-1997 y B. 58.959, “Parodi”, res. 1º-VI-1999; art.
6, C.P.C.A.).
Por consecuencia, a la primera cuestión planteada voto por la negativa.
Los señores jueces doctores Ghione, Laborde y San Martín, por los fundamentos expuestos por el señor Juez doctor
Salas, votaron la primera cuestión también por la negativa.
A la segunda cuestión planteada, el señor Juez doctor Negri dijo:
En la causa B. 50.297, “Moltedo”, res. 29-IX-1987, me he pronunciado afirmativamente acerca de la competencia de la
Suprema Corte para entender en la acción de amparo sobre materia administrativa, en razón de ser aquélla el órgano
judicial a quien compete decidir, en forma originaria y en única instancia, los litigios que deben resolverse por aplicación,
exclusiva o preponderante, de normas de derecho administrativo.
Si bien entonces esa atribución originaria y exclusiva le correspondía al Supremo Tribunal por imperio de la Constitución
de 1934 (inc. 3º, art. 149), la conclusión no ha perdido vigencia en tanto se mantiene el mismo régimen en forma
transitoria (art. 215, Const. de 1994).
Además, la reforma constitucional de ese año incorporó expresamente a la acción de amparo, estableciendo su
procedencia “ante cualquier juez” (art. 20.2.) por lo que no cabe excluir a la Suprema Corte.
Voto la segunda cuestión por la afirmativa.
A la segunda cuestión planteada, el señor Juez doctor de Lázzari dijo:
Como he sostenido en la causa B. 58.002, “Rodríguez” (sentencia 24-III-1998), reiterando lo expuesto por la minoría del
Tribunal en la causa “Moltedo” (voto de los doctores Cavagna Martínez y Negri, causa B. 50.297, res. 29-IX-1987), la
interpretación del art. 4 de la ley 7166 efectuada de acuerdo a sus fuentes legislativas, permite concluir que resulta
competente para entender en la acción de amparo “todo juez o tribunal letrado de primera instancia o única instancia en
turno con competencia territorial y de materia con jurisdicción en el lugar”. Conforme lo expuse en la causa B. 58.002
citada, el criterio aparece ahora robustecido a la luz de la reforma constitucional provincial de 1994, pues ella establece
que la acción de amparo procederá “ante cualquier juez” (art. 20). En resumen, tales textos consagran la competencia
del juez o tribunal que por razón de la materia pueda conocer.
Desde que el conocimiento de lo contencioso administrativo le cabe de momento a la Suprema Corte, es lícito
interpretar que este Tribunal posee competencia originaria para intervenir en los procesos de amparo vinculados a dicha
materia (conf. Morello-Vallefín, “El amparo. Régimen Procesal”, 2ª ed., Ed. Platense, pág. 266 y sgts.). El indicado es,
por otra parte, el criterio de la Corte Suprema de Justicia de la Nación: “La acción de amparo es procedente, de manera
general, en los litigios que caen dentro de la competencia originaria de la Corte Suprema, porque de otro modo en tales
controversias quedarían sin protección los derechos de las partes en los supuestos contemplados en el art. 43 de la
Constitución nacional y en la ley 16.986” (C.S. in re “Empresa Distribuidora Sur S.A.”, consid. 6º, 22-V-1997).
Voto, entonces, por la afirmativa.
A la segunda cuestión planteada, el señor Juez doctor Hitters dijo:
Adhiero a las consideraciones vertidas por el doctor de Lázzari señalando que no descarto de plano que en el ámbito de
este Tribunal puedan tramitar pretensiones encaminadas a través del sendero adjetivo del amparo. La Corte Suprema
de Justicia de la Nación así lo ha sostenido, como correctamente recuerda mi distinguido colega preopinante, señalando
que dicha vía es procedente de manera general en los litigios que caen dentro de su propia competencia, porque de
otro modo en tales controversias quedarían sin protección los derechos de las partes en los supuestos contemplados en
el art. 43 de la Constitución nacional (C.S.N., mayo 22-1997, “Empresa Distribuidora del Sur S.A. c. Pcia. de Bs. As. y
otro”).
No encuentro impedimento para que idéntica solución pueda adoptarse en el ámbito de la Provincia de Buenos Aires
cuando, reunidos los extremos que tornan procedente la vía del amparo, la materia del asunto sea de aquélla reservada
al conocimiento originario de este Tribunal y el procedimiento ordinario no permita tutelar adecuadamente los derechos
del justiciable.
Por tales fundamentos, a la segunda cuestión planteada voto por la afirmativa.
A la segunda cuestión planteada, el señor Juez doctor Pettigiani dijo:
Como he tenido oportunidad de expresar en la causa B. 58.002 (“Rodríguez”, sent. 24-III-1998), las atribuciones de la
Suprema Corte de Justicia están taxativamente señaladas en la Constitución de la Provincia (arts. 161 y 196), que no
incluye entre éstas la de entender en forma originaria en acciones de amparo. Por tal razón, en innumerables ocasiones
ha resuelto que ella no es el “juez” al que se refiere el art. 20 de la mencionada Constitución (causas B. 56.033,
“Montenegro, H. R. c/Municipalidad de La Plata s/Recurso de amparo”, res. del 4-X-1994, B. 57.308, “Briozzo”, res. del
21-V-1996, B. 59.035, “Jan De Nul, N.V.”, res. 31-III-1998, entre otras) y se ha declarado, por tanto, incompetente para
conocer y resolver en las acciones de amparo directamente promovidas ante sus estrados.
Como tal competencia originaria del Tribunal es de orden público, no es admisible su prórroga ni siquiera por decisión
de los jueces que lo integran (ver causa B. 57.849, “Fiscal de Estado”, res. del 3-VI-1997 y sus citas). Por ello, a la
segunda cuestión planteada voto por la negativa.
Los señores jueces doctores Pisano, Salas, Ghione, Laborde y San Martín, por los fundamentos del señor Juez
doctor Pettigiani, votaron la segunda cuestión por la negativa.
A la tercera cuestión planteada, el señor Juez doctor Negri dijo:
Que de acuerdo a la doctrina del Tribunal elaborada a partir de la causa B. 48.814, “Los Cuatro Ases S.R.L.”, que
ponderó la consecuencia de evitar un decaimiento injustificado por motivos formales, del derecho del litigante a obtener
un pronunciamiento judicial sobre el fondo de la pretensión, se consideró aplicable a supuestos como el de autos la
solución prevista en el art. 352 inc. 1 del Código Procesal Civil y Comercial (conf. disidencia en causa B. 49.296 y las
citas allí efectuadas).
Tal solución no varía por tratarse de una demanda de amparo (conf. mi voto a la segunda cuestión) y además se ajusta
al derecho de tutela judicial efectiva y acceso a la justicia, ahora amparados expresamente por la Constitución local (art.
15).
Por ello, teniendo en consideración que, conforme opinión de la mayoría al tratar las cuestiones anteriores, la materia
sometida a juzgamiento es de la competencia originaria de la Corte (art. 215, Const. prov.) y no es viable su
sometimiento ante ella como acción de amparo, corresponde radicar la causa en el Tribunal y, en atención al estado en
que se encuentra, proceder al tratamiento de la medida cautelar peticionada y solicitar las actuaciones administrativas
para el análisis de procedencia formal (arts. 33, 36 y concs., C.P.C.A.).
Así lo voto.
A la tercera cuestión planteada, el señor Juez doctor de Lázzari dijo:
La reafirmación de la competencia de esta Suprema Corte y la imposibilidad de que la acción de amparo tramite
originariamente ante ella -según resulta en el caso de los votos de la mayoría a la segunda cuestión- no puede llevar al
resultado disvalioso de nulificar lo actuado en las instancias ordinarias y eventualmente disponer su archivo, según
resuelve la mayoría de los miembros del Tribunal cuando les toca intervenir en este tipo de asuntos. Por el contrario,
conocer y resolver esta pretensión teniendo en cuenta los actos incorporados al proceso en las instancias ordinarias,
procura respetar los principios de celeridad, concentración y progresividad así como seguir las guías inexcusables de la
actividad jurisdiccional, a saber: una clara y terminante facilitación del acceso a la justicia (art. 15 de la Constitución
provincial) y un resultado de su quehacer, que resulte eficaz, no retardatario ni frustratorio de las garantías
constitucionales (arts. 14, 17 y 18 de la Ley Fundamental de la Nación, sus correlativos de la provincial y el verdadero
programa que trasunta el Preámbulo, “afianzar la justicia”).
En otras palabras, no se advierten obstáculos, según el estado de la causa, para que ésta prosiga en sede originaria,
sin retrotraerse ni alterar la estabilidad de los actos incorporados al proceso. El derecho a obtener una rápida y eficaz
decisión judicial integra la garantía de la defensa en juicio (C.S. in re “Ramón Zappa, Víctor”, 25-VIII-1988). En las
causas “Danna Salvador” (23-IV-1987, E.D., 126-409) al igual que en “Laurens Héctor” (28-IV-1988, L.L., 1988-D-73),
como en sucesivos precedentes similares, la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha señalado que las normas del
Código Contencioso Administrativo no contienen una excepción expresa que impida la aplicación del art. 352 del Código
Procesal Civil y Comercial, ni en su contexto se advierte que, cuando se trata de asuntos contencioso administrativos
iniciados ante juez incompetente, la suerte de las respectivas demandas deba ser distinta, en el sentido de no poder
seguir tramitando ante el tribunal que en rigor resulte competente, o sea el superior tribunal local.
Por consecuencia, doy mi voto en tal sentido a la tercera cuestión planteada.
El señor Juez doctor Hitters, por los fundamentos expuestos por el señor Juez doctor de Lázzari, votó la tercera
cuestión en el mismo sentido.
A la tercera cuestión planteada, el señor Juez doctor Pettigiani dijo:
De acuerdo con la doctrina mayoritaria del Tribunal, para admitir el desplazamiento de su competencia originaria frente
a la acción de amparo promovida, se hace necesario determinar in limine litis, si se han expuesto acabadamente en el
escrito de demanda los requisitos que hacen a su admisibilidad, único supuesto en el que se reconoce primacía al
conocimiento y decisión por la justicia ordinaria en materia administrativa que por principio le es propia (doct. causas B.
51.914, res. 5-VII-1988, D.J.B.A., t. 135, p. 161; B. 50.290, res. 21-III-1989, sus citas y concs.; art. 215, Constitución
provincial y su doctrina).
Corresponde entonces verificar si se encuentran o no cumplidos los presupuestos de admisibilidad del amparo para de
allí determinar el curso a dar a los autos. Esto es, el desplazamiento de la competencia de la Corte hacia el juez de
grado para entender en el amparo -en el caso de que dichos recaudos se encontraren satisfechos-, o, por el contrario, la
devolución de la causa para su archivo (doctr. art. 6º, C.P.C.A.).
En autos, no se configuran los requisitos de excepción previstos en el art. 20 de la Constitución de la Provincia y normas
concordantes de la ley 7166 modificada por ley 7261, para justificar el desplazamiento de la competencia originaria de
esta Corte en favor de la que tienen asignada los jueces y tribunales ordinarios, puesto que las alegaciones efectuadas
en el punto V de la demanda no resultan suficientemente demostrativas de la imposibilidad de utilizar -por causar daño
grave o irreparable- los remedios ordinarios (conf. art. 20 cit.). Tampoco lo es el que se requiera una medida cautelar
desde que en la demanda contencioso administrativa también puede ser solicitada y el Código de la materia prevé una
medida específica al respecto (art. 22).
Por ello y porque ninguna razón de urgencia justifica el juzgamiento anticipado de cualquier cuestión por la vía del
amparo, pues esta acción no puede tener por objeto obviar los trámites legales ni alterar las jurisdicciones vigentes
(doctr. causas B. 55.416, res. 17-X-1990, B. 53.644, res. 19-II-1991 y sus citas, entre muchas otras), corresponde
declarar que no resulta competente para conocer y resolver en el sub lite el juez de grado (art. 6º, C.P.C.A. cit.).
Por consiguiente, debe devolverse el expediente al órgano judicial que lo remitió, a los efectos de su archivo (doc. causa
B. 49.296, “Hormigonera Testa”, res. del 23-VII-1985), librándose el pertinente oficio -por Secretaría- con copia de la
presente.
Así lo voto.
Los señores jueces doctores Pisano, Salas, Ghione, Laborde y San Martín, por los fundamentos expuestos por el
señor Juez doctor Pettigiani, votaron en el mismo sentido.
Con lo que terminó el acuerdo, dictándose la siguiente

SENTENCIA

Por lo expuesto en el acuerdo que antecede, por mayoría, se resuelve:


1º) Declarar que la cuestión sometida a juzgamiento en este caso por vía de una acción de amparo es propia de la
competencia contencioso administrativa de esta Corte (arts. 20 y 215, 2ª parte, Constitución provincial; 1º, 6º, 28 y
concs., C.P.C.A.).
2º) Declarar que la Suprema Corte no resulta competente, de modo originario, para conocer y resolver en acciones de
amparo en las que se halla involucrada materia contencioso administrativa (arts. 20, 161, 196 y 215, Constitución
provincial).
3º) Declarar que no procede, en el caso, el desplazamiento de la competencia originaria de esta Corte y, por ello, que no
resulta competente para entender en autos en juez de grado por no hallarse acreditados los requisitos de admisibilidad
del amparo deducido (arts. 20.2 y 215, Const. prov.) y, por consecuencia, devolver el expediente caratulado
“Karakachoff, Carlos Alberto c/Provincia de Buenos Aires. Poder Ejecutivo s/amparo” al órgano judicial que lo remitió, a
los efectos de su archivo (art. 6º, C.P.C.A.).
Ofíciese, por Secretaría de Demandas Originarias, con copia de la presente.
Regístrese.
GUILLERMO DAVID SAN MARTIN
ELIAS HOMERO LABORDE JUAN CARLOS HITTERS
EDUARDO JULIO PETTIGIANI JUAN MANUEL SALAS
EDUARDO NESTOR DE LAZZARI ERNESTO VICTOR GHIONE
ALBERTO OBDULIO PISANO HECTOR NEGRI
RICARDO MIGUEL ORTIZ

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