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Inclusión y calidad educativa

Inclusión Existencial: fundamentos, pedagogía y técnicas de enseñanza.

En nuestra teoría de inclusión multidimensional e integral presentamosuna


síntesissobre una inclusión que incluye a todas las demás y las aúna: la inclusión
existencial en la que cada educando tiene que ir creando un "estilo de vida" original,
único y tiene que "optar por una forma determinada en función de lo que pretenda
realizar de su vida”. Aquello que le dé “Sentido a su vida”.

Pero lo más importante en la educación, su objetivo final que aúna a las demás
inclusiones es quizás esta.
La persona dotado de libertad y con ella, cada uno, tiene que ir creando un
"estilo de vida" original, único, tiene que "optar por una forma determinada de
conducta en función de lo que pretenda realizar con su vida". Aquello que le dé
“Sentido a su vida”.
Creo todo lo dicho no es suficiente, podemos agregar muchas inclusiones pero la
raíz de fondo, el núcleo del problema de nuestros educandos, como el adulto, es
una frustración de vida profunda que por más que cambiemos de estrategias
metodológicas mi experiencia indica que esto no basta.
Los padres dicen que la educación para sus hijos es importante pero no
actúan acorde a lo afirmado sino que pareciera que trasmiten todo lo contrario.
La escuela es un lugar, para mucho de ellos, donde dejar a sus hijos. Y ellos, los
educandos, actúan acorde a este criterio.

I. Problema actual del hombre1


Muchas son las vivencias de fracaso y de frustración del hombre actual pero la más
importante de ellas y sobre todo la frustración existencial. Con respectoa este tema
seguiré a Víctor Frankl autor de “El hombre en busca de sentido”.
Frankl sobrevivió al Holocausto, incluso tras haber estado en cuatro campos de
concentración nazis, incluyendo el de Auschwitz, desde 1942 a 1945. Debido en parte
a su sufrimiento durante su vida en los campos de concentración y mientras estaba en

1Gastaldi, Ítalo, El hombre Un misterio, Ed. Don Bosco.


Inclusión y calidad educativa

ellos, Frankl desarrolló un acercamiento revolucionario a la psicoterapia conocido como


logoterapia. La logoterapia es la “Tercera escuela vienesa de psicoterapia”.2
La Logoterapia es un tratamiento psicoterapéutico, que incluye orientación y
acompañamiento, para personas que sufren crisis existenciales, ante problemas
críticos que han sufrido así como una pérdida de sentido o crisis personal. La
Logoterapia detecta los síntomas de este Vacío Existencial y despierta en la persona
la responsabilidad ante sí mismo, ante los demás y ante la vida para darle sentido
de vivirla. Este tratamiento invita a hacernos conscientes de nuestra libertad de
elegir y asumirla responsablemente, por ello es un camino hacía la realización
personal.
Víctor Frankl dice que hoy es una época de frustración existencial. La neurosis
es, en última instancia, un sufrimiento del alma que no ha encontrado su sentido 3.
La vivencia del fracaso que se manifiesta en el "para qué" de la vida, del "sentido",
ha engendrado el hartazgo, ese "hastío que vivimos" que, en nuestras sociedades de
consumo en lo más profundo no nos colma como personas.
El hombre sufre la experiencia del vacío y de la nada frente a una sociedad de
consumo e industrializada, y cuando más nos encontramos con nosotros mismos más se
incrementa, por eso, la tendencia de ocupar nuestro tiempo.
La raíz última de esta frustración consiste, entonces, en no hallarle sentido a la
propia existencia. De ahí nace por reacción la necesidad urgente e insuprimible de
encontrarle a la vida un significado último y definitivo, de lograr una concepción
del mundo a partir de la cual la vida merezca vivirse. ¿Cuál es mi finalidad? Como
decía Nietzsche: "Quien tiene un porqué para vivir, encontrará siempre el cómo”4 .
Hablar del sentido es hablar del valor, de la orientación, de la finalidad de la vida
de la persona. "Desde que el hombre se instala en la racionalidad, quiere no solo ser y
obrar, sino además saber para qué es y obra, hacia dónde se encamina, cuál es el
desenlace de la trama en que se ha visto implicado por el simple hecho de existir"5.
Pero si uno conversa con varios educandos encontraremos el sin sentido de una
salida laboral, de seguir estudiando para una profesión y el de ser un buen ciudadano.
Hay que buscar la manera de convencerlos que esta finalidad hace a la realización de
la persona.

Conclusión
La escuela incluye como núcleo aglutinador de las demás inclusiones un sentido
de la existencia humana.

2
La primera corresponde a Sigmund Freud, para él lo fundamental en el orden psicológico es la zona inconsciente. El
inconsciente es dinámico y ejerce una presión constante sobre el plano consciente y, por lo tanto, en la conducta de la persona.
Este inconsciente está constituido por instintos (todo lo congénitamente dado), pero bajo la acción del mundo exterior, lo
inconsciente ha sufrido una transformación, que es la conciencia, una fuerza también capaz de oponerse a los impulsos del
inconsciente. Entre la conciencia y el inconsciente existe el "pre-consciente", un intermediario, constituido por fenómenos
inconscientes que integran la actividad de la conciencia, y que son susceptibles de hacerse conscientes. Pero para esto, deben
sufrir una serie de operaciones deformadoras: la censura, que también es adquirida por la acción del medio exterior, bajo la
influencia de la educación. El inconsciente, la conciencia y la censura (denominadas posteriormente por Freud como "ello", "yo"
y "super-yo" respectivamente), constituyen las tres fuerzas fundamentales del psiquismo. Entre ellas existen relaciones
dinámicas y de su combinación resulta la personalidad total o aparato anímico.
Alfred Adler quien fundó la segunda escuela de psicoterapia vienesa –psicología individual- partiendo de los conceptos
psicoanalíticos pero tomando en cuenta los aspectos sociales que intervienen en el desarrollo de la personalidad. Para Adler el
ser humano está motivado por la búsqueda de poder movido por un complejo de inferioridad. Frankl no coincidía en que esa
fuera la principal motivación del hombre y siguiendo como siempre su propio camino fundó la tercera escuela de psicoterapia
vienesa a la que llamó Logoterapia.
3Cf. FRANKL V., "El hombre en busca del sentido", Barcelona. 1981
4Cit. por FRANKL V., "El hombre en busca de sentido", o.c, p. 9.
5RUIZ DE LA PEÑA, "El último sentido", Madrid, 1980
Inclusión y calidad educativa

 Detectar problemas de los jóvenes que arrastran de su historia y darle sentido. Todo
tiene un sentido positivo para nuestra vida por eso Dios lo permite. “Dios escribe
derecho pero fuera de los renglones que nosotros seguimos”.
 Integrar a las familias con actividades para trabajar en conjunto este tema:
Seminarios, conferencias, charlas debates, jornadas, etc.
 Es necesario el aporte de profesionales en este aspecto.
 Orientar al joven en la capacidad de autodeterminarse libre y
responsablemente, de decidir guiado por los valores. (Sobre esto se
desarrolló y fundamento con los demás capítulos)

Las actividades de una escuela inclusiva deben ir más allá de las clases y,
quizás, del educando para formar a los jóvenes de hoy

II. Pedagogía existencial.


1. La pregunta por el sentido de la vida.
Como educadores debemos enseñar a que los educandos tengan un cambio
radical en su actitud hacia la vida. Tenemos que aprender por nosotros mismos y
después, que en realidad no importa que no esperemos nada de la vida, sino si la vida
espera algo de nosotros. Tenemos que dejar de hacernos preguntas sobre el
significado de la vida y, en vez de ello, pensar en nosotros como en seres a
quienes la vida les indaga continua e incesantemente. Nuestra respuesta
educadora tiene que estar hecha no solo de palabras, sino de una conducta y una
actuación orientada por valores. En última instancia, vivir significa asumir la
responsabilidad de encontrar la respuesta correcta a los problemas que ella
plantea y cumplir las tareas que la vida asigna continuamente a cada individuo.
Dichas tareas y, consecuentemente, el significado de la vida, difieren de una
persona a otra, de un momento a otro, de modo que resulta completamente
imposible definir el significado de la vida en términos generales. Nunca se podrá
dar respuesta a las preguntas relativas al sentido de la vida con argumentos
específicos. "Vida" significa algo muy real y concreto, que configura el destino de
cada persona, distinto y único en cada caso. Ninguna persona ni ningún destino
pueden compararse a otra persona o a otro destino. Ninguna situación se repite y
cada una exige una respuesta distinta; unas veces la situación en que una persona
se encuentra puede exigirle que emprenda algún tipo de acción; otras, puede resultar
más ventajoso aprovecharla para meditar y sacar las consecuencias pertinentes. Y, a
veces, lo que se exige al hombre puede ser simplemente aceptar su destino. Cada
situación se diferencia por su unicidad y en todo momento no hay más que una única
respuesta correcta al problema que la situación plantea.
Cuando la persona descubre que su destino es sufrir, por ejemplo, ha de aceptar
dicho sufrimiento, pues ésa es su sola y única tarea. Ha de reconocer el hecho de que,
incluso sufriendo, él es único y está solo en el universo. Nadie puede redimirle de su
sufrimiento ni sufrir en su lugar. Su única oportunidad reside en la actitud que adopte al
soportar su carga.

2. Voluntad de sentido.
La búsqueda por parte de la persona del sentido de la vida es único y específico en
cuanto es uno mismo y uno solo quien tiene que encontrarlo; únicamente así
logra alcanzar la persona un significado que satisfaga su propia voluntad de
sentido.
Inclusión y calidad educativa

La persona necesita "algo" por qué vivir. La persona, no obstante, es capaz de


vivir e incluso de morir por sus ideales y principios. En otras palabras, la voluntad de
sentido para muchas personas es cuestión de hecho, no de fe.
Como educadores tenemos que precavernos de la tendencia a considerar los
principios morales como simple expresión de la persona. Pues el "sentido de la vida”
no es sólo algo que nace de la propia existencia, sino algo que hace frente a la
existencia. Si ese sentido que espera ser realizado por la persona no fuera nada más
que la expresión de sí mismo o nada más que la proyección de un espejismo, perdería
inmediatamente su carácter de exigencia y desafío; no podría motivar al educando ni
requerirle por más tiempo. Nosotros no inventamos el sentido de nuestra existencia,
sino que lo descubrimos.
Ahora bien, los principios morales no mueven a la persona, no le empujan, más
bien tiran de él. Pues bien, la persona se ve arrastrado por los principios morales, lo
que implícitamente se infiere es el hecho de que la voluntad interviene siempre: la
libertad de la persona para elegir entre aceptar o rechazar una situación. Nunca la
persona se ve impulsado a una conducta moral; en cada caso concreto decide actuar
moralmente. Y la persona no actúa así para satisfacer un impulso moral y tener una
buena conciencia; lo hace por amor de una causa con la que se identifica, o por la
persona que ama. Si obra para tranquilizar su conciencia será un fariseo y dejará de
ser una persona verdaderamente moral.

3. El sentido de la vida.
El sentido de la vida difiere de una persona a otra, de un día para otro, de una hora
a otra hora. Así pues, lo que importa no es el sentido de la vida en términos generales,
sino el significado concreto de la vida de cada educando en un momento dado.
Plantear la cuestión en términos generales puede equipararse a la pregunta que se le
hizo a un campeón de ajedrez: "Dígame, maestro, ¿cuál es la mejor jugada que puede
hacerse?" Lo que ocurre es, sencillamente, que no hay nada que sea la mejor jugada,
o una buena jugada, si se la considera fuera de la situación especial del juego y de la
peculiar personalidad del oponente. No deberíamos buscar un sentido abstracto a la
vida, pues cada uno tiene en ella su propia misión que cumplir; cada uno debe
llevar a cabo un cometido concreto.
Por tanto ni puede ser reemplazado en la función, ni su vida puede repetirse; su
tarea es única como única es su oportunidad para instrumentarla.
Como quiera que toda situación vital representa un reto para el educando y le
plantea un problema que sólo él debe resolver, la cuestión del significado de la vida
puede en realidad invertirse. En última instancia, el educando no debería inquirir cuál
es el sentido de la vida, sino comprender que es a él a quien se inquiere. En pocas
palabras, a cada persona se le pregunta por la vida y únicamente puede
responder a la vida respondiendo por su propia vida; sólo siendo responsable
puede contestar a la vida. De modo que el “sentido de la vida” es la esencia
íntima de la existencia humana está en su capacidad de ser responsable.

4. La esencia de la existencia.
La capacidad de ser responsable se refleja en: "Vive como si ya estuvieras viviendo
por segunda vez y como si la primera vez ya hubieras obrado tan desacertadamente
como ahora estás a punto de obrar." Me parece a mí que no hay nada que más
pueda estimular el sentido humano de la responsabilidad que esta máxima que
invita a imaginar, en primer lugar, que el presente ya es pasado y, en segundo
lugar, que se puede modificar y corregir ese pasado: este precepto enfrenta al
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persona con la finitud de la vida, así como con la finalidad de lo que cree de sí
mismo y de su vida.
La escuela debe enseñar hacer al educando plenamente consciente de sus propias
responsabilidades; razón por la cual ha de dejarle la opción de decidir por qué, ante
qué o ante quién se considera responsable.
La función educativa consiste en ampliar y ensanchar el campo visual del
educando de forma que sea consciente y visible para él todo el espectro de las
significaciones y los principios.
Al declarar que el educando es una criatura responsable y que debe aprehender el
sentido potencial de su vida, quiero subrayar que el verdadero sentido de la vida
debe encontrarse en el mundo y no dentro del ser humano o de su propia psique,
como si se tratara de un sistema cerrado. Por idéntica razón, la verdadera meta de
la existencia humana no puede hallarse en lo que se denomina autorrealización,
como algo desligada de su propia vida. Esta no puede ser en sí misma una meta por
la simple razón de que cuanto más se esfuerce el persona por conseguirla más se le
escapa, pues sólo en la misma medida en que el persona se compromete al
cumplimiento del sentido de su vida, en esa misma medida se autorrealiza. En
otras palabras, la autorrealización no puede alcanzarse cuando se considera “un fin en
sí misma”, sino cuando se la toma como efecto secundario de la propia trascendencia.

5. Pensamiento situacional.
La educación de la inteligencia fue siempre el objetivo de la misma. Desde
Aristóteles y desarrollado, aún más, por Santo Tomás de Aquino se ha discernido
diversos tipos de saberes, el conocimiento teórico:Ciencia, Inteligencia o Razón y
Sabiduría. Y el conocimiento práctico: Arte, Técnica y prudencia.
Sin desligarnos de estos conceptos nuestro punto de vista más que filosófico es
pedagógico y nuestro objetivo es entender la inteligencia a través de objetivos
educativos y para la vida.
Dijimos, anteriormente, sobre el Sentido de la Vida que vivir significa asumir la
responsabilidad de encontrar la respuesta correcta a los problemas que ella
plantea y cumplir las tareas que la vida asigna continuamente a cada individuo.
Además, pensar en nosotros como en seres a quienes la vida les indaga continua
e incesantemente y que debemos descubrir en cada acontecimiento, situación o
hecho existencial.
"Vida" significa algo muy real y concreto en cada persona, que configura su
destino, distinto y único en cada caso.Ninguna situación se repite y cada una
exige una respuesta distinta.
Dijimos que la búsqueda por parte de la persona del sentido de la vida es único y
específico en cuanto es uno mismo y uno solo quien tiene que encontrarlo;
únicamente así logra alcanzar el educando un significado que satisfaga su propia
voluntad de sentido. El sentido de la vida difiere de una persona a otra, de un día
para otro, de una hora a otra hora. Así pues, lo que importa es el significado concreto
de la vida de cada educando en un momento dado. No deberíamos buscar un
sentido abstracto a la vida, pues cada uno tiene en ella su propia misión que
cumplir; cada uno debe llevar a cabo un cometido concreto. A cada persona se le
pregunta por la vida y únicamente puede responder a la vida respondiendo por su
propia vida; sólo siendo responsable puede contestar a la vida.
Y esto, el educando no lo puede adquirir con un pensamiento que teórico o
abstracto, ni científico sino situacional.
Inclusión y calidad educativa

La inteligencia situacional es educar a la inteligencia para discernir las


situaciones de vida cotidiana. El Pensamiento Situacional o Conciencia Situacional o
Conciencia de la Situación es una representación mental y comprensión de
eventos vividos, gentes, interacciones, condiciones ambientales y cualquier otro
tipo de factores de una situación específica que puedan afectar al desarrollo de
mis actividades humanas, mi comportamiento, mis decisiones y mi propia
personalidad. Formulado en términos simples en la consciencia situacional, la persona
educada en este tipo de pensamiento, “sabe o prevé lo que ocurre para poder discernir
lo que debe hacer”. Educar este tipo de pensamiento trae las siguientes ventajas:

 “Interpretar de la realidad situacional próxima” (visión proyectiva)


a. Como una capacidad para dar respuestas ante situaciones que pueden
suceder, que puedan desencadenar problemas en mi vida personal: accidentes,
peligros (físicos o morales), sufrimientos, malas experiencias y fracasos, entre
otros. Detectarlas a tiempo evito problemas futuros.
b. Reconocer oportunidades que pueden sucederse o circunstancias que puedo
alentar para satisfacer mis objetivos.
 “Afrontar situaciones presentes” (visión actual).
a. De situaciones problemáticas: ¿Qué situaciones suceden en mi entorno a la
cual debo dar respuesta? ¿Por qué ocurre? ¿Qué ocurrirá a partir de ahora?
Los problemas existenciales si suceden debo interpretarlos y asumirlos. ¡Ya
sucedieron! y lo único que me queda es interpretarlos y decidir la mejor
solución. Esta es la manera de crecer como persona. Si no lo hago, me
atascado, me anulo, me acorralo existencialmente sesgando mi proyecto de
vida y mi futuro queda en una encrucijada.
b. De la misma manera, situaciones favorables que puedo aprovechar, fomentar y
canalizar acurdo a mi proyecto de vida

En términos de psicología cognitiva la consciencia situacional se refiere al


contenido activo del modelo mental de un humano que toma decisiones de las
tareas que tiene que llevar a cabo, el propósito de la consciencia situacional es
permitir una forma de tomar decisiones apropiadas y efectivas. Logrando
mantener la consciencia situacional se potencia la adquisición, la representación, la
interpretación y la utilización de cualquier información relevante con el objeto de poner
sentido a los eventos que ocurren, pudiéndose anticipar a los acontecimientos futuros y
afrontar los problemas presentes, dando la capacidad de poder tomar decisiones
inteligentes y de poder mantener el control en vista a su proyecto de vida y de su propia
felicidad.
Aprender contenidos es importante que aún más si estos me brindan material para
discernir mi entorno existencial y dar respuestas adecuadas a mi vida.

III. Didáctica de una inclusión cultural y tecnológica.


Esta inclusión para nosotros consideramos la siguiente teoría.
 Pedagogía existencial.
[slideshare id=4677344&doc=pedagogaexistencial-100704142410-phpapp01]

Pedagogía existencialista.
https://youtu.be/zZVlCGQogRA

Hacia una pedagogía existencial.


Inclusión y calidad educativa

Ver también:
La pedagogía existencial y la resiliencia como principios de enseñanza a personas
con diversidad funcional. Un estudio de caso.

Y técnicas educativas actualescomo:


 Diálogo Socrático.
 Estrategias docentes para un aprendizaje significativo.

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