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“LA BIBLIA Y LA HOMOSEXUALIDAD”

1º PARTE
“Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus
corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, ya que cambiaron la
verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al
Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén. Por esto Dios los entregó a pasiones
vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra
naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se
encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con
hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío” Romanos 1:24-
27.
La Biblia condena la homosexualidad y toda práctica sexual aberrante
La Biblia tanto en el antiguo como en el nuevo testamento condena abierta y totalmente la
práctica de la homosexualidad en todas sus formas (Génesis 19:1-10, Levítico 18:22,
Jueces 19:22-26, 20:13, 1ª. Corintios 6:9-10, 1ª. Timoteo 1:8-11, Judas 7).
Los homosexuales no forman una raza distinta, sino que son personas ordinarias, tan
humanas como cualquier otra persona que se han enredado en el pecado. No es correcto
ridiculizarlos, ni tampoco es correcto que sus familiares los abandonen. Son objetos del
gran amor de Dios y merecen nuestra compasión, aunque no aprobamos su
comportamiento. Los homosexuales son personas que se caracterizan por el deseo sexual
hacia aquellos de su mismo sexo y el término aplica tanto a hombres como a mujeres. Una
lesbiana es una mujer homosexual.
SU NATURALEZA Y CONSECUENCIA
La homosexualidad no es asunto de herencia genética, ni error en el sexo, nadie nace
homosexual, es como alguien dijera; “un mal habito adquirido”. Esta evidencia permanece
todavía en misterio para la comunidad científica y se reconocer su existencia como algo
ANOMALO.
Algunos empiezan por curiosidad. Dicen, "Yo sólo era curioso pero ahora no puedo
dejarlo". Otro dijo: "Dos años atrás ni conocía la palabra. Ahora lo soy". Otros viven una
vida doble, constantemente atemorizados de ser descubiertos. Es un pecado que esclaviza
a la persona de forma increíble. De una encuesta de 300 homosexuales en la cual se les
preguntó si tenían deseos de cambiar, 291 dijeron que NO. Después de 25 años de edad, el
homosexual es casi imposible de curar, ya que ha desarrollado una unión fuerte con otra
persona.
Además del SIDA y otras enfermedades venéreas que son rampantes entre los
homosexuales, por lo general llevan una vida muy triste. Entre más edad, más padecen del
desbalance emocional. Son rechazados por la sociedad, nunca forman relaciones duraderas
y son rechazados por los mismos homosexuales después de los cuarenta años, dando lugar
en gran porcentaje, al alcoholismo y el suicidio. Refuerzan su práctica con material
pornográfico.
Un señor que operaba un centro de rehabilitación en Brooklyn de Nueva York dijo: "Nunca
he conocido a un homosexual verdaderamente feliz. Casi siempre están tristes, solitarios,
temerosos y ansiosos, pero sobre todo solitario, siempre buscando una relación mejor que
la que tienen. Es una vida de tortura, conflictos, sentimientos de inferioridad y
desesperación”.
La naturaleza de los homosexuales es que son pecadores. Pablo dijo que los homosexuales,
"cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza" Romanos 1:26. La palabra
"cambiar" indica que es actividad propia, y la expresión "contra naturaleza" señala la
perversión de lo que Dios constituyó en el principio. El homosexualismo es primeramente
un comportamiento equivocado, es decir, una actividad que uno aprende. Al decir que Dios
los entregó, indica que Dios segunda lo que ellos escogieron. Por esta razón Dios puede
condenarlo porque el homosexual es responsable por lo que hace.
IV. LA CURA
A. Aunque la sociedad tiene un desprecio especial para homosexuales, para Dios no es un
pecado peor que otros. Dios ama a todos. Siempre hay esperanza, porque Jesucristo puede
cambiar a cualquier persona después que exista fe y el deseo ferviente de cambiar.
B. Hay que dejar de culpar a otros por las circunstancias en que uno se encuentra. Al
contrario, para vencer cualquier vicio, hay que darle gracias a Dios y vivir la vida un día a
la vez.
C. Por cierto hay que abandonar a las amistades homosexuales, los lugares frecuentados
por homosexuales, bebidas alcohólicas y literatura homosexual. Si es necesario, debe
buscar ayuda profesional.
D. Hay que estudiar la Palabra de Dios y ser una persona disciplinada.
EL SEXO ANAL ES PERVERSO, ADEMAS RIESGOSO Y PRODUCE DAÑOS A
LA SALUD
La profesional de la salud y reportero médico Kathleen Melonakos, describe el impacto del
sexo hombre-con-hombre sobre la salud física. Ella dice asi; “Trabajé como funcionaria
durante varios años en los ochenta y noventa en el Centro Médico Universitario de
Stanford, donde pude ver algo del daño que los homosexuales hacen a sus cuerpos con
algunas de sus prácticas sexuales. Como consecuencia de esa experiencia presencial,
admiro mucho el trabajo de NARTH en la investigación y tratamiento de la
homosexualidad. He estado preocupada durante largo tiempo por las serias consecuencias
médicas que surgen como resultado de las actitudes de la afirmación gay que predominan
en el Área de la Bahía de San Francisco. Por ejemplo, conocí personalmente a un
dermatólogo prominente, un dentista, un ingeniero y un peluquero que murieron en sus
cuarenta y pocos años de enfermedades infecciosas relacionadas con sus patrones de
conducta homosexual. Sé de muchos otros que han muerto jóvenes como resultado de vivir
un estilo de vida gay. La co-autora de mi propio libro de referencia médica, Saunders
Pocket Reference for Nurses, era la jefa del departamento de cirugía en Stanford. Contaba
casos de homosexuales que necesitaban cirugía de emergencia debido a "puñetazos", "jugar
con juguetes", (introducir objetos en el recto) y otros actos estrafalarios. Estoy segura -a la
luz de mi experiencia clínica, y como consecuencia de haber hecho considerables estudios
sobre ello desde ese momento que la homosexualidad ni es normal ni benigna; más aún, es
una adicción letal de conducta, tal como subraya Dr. Jeffrey Satinover en su libro
“Homosexualidad y la Política de la Verdad ".
Por lo que yo sé, no existe otro grupo de personas en los Estados Unidos que muera de
enfermedades infecciosas en sus cuarenta y tantos años que el de los que practican la
homosexualidad. Esto, para mí, es trágico cuando sabemos que la homosexualidad puede
ser prevenida, en muchos casos, o sustancialmente sanada en la edad adulta cuando existe
suficiente motivación y ayuda. Actualmente vivo en Delaware y trabajo junto a la
Fundación de la Familia de Delaware con el propósito de informar a la gente de los temas
homosexuales. Estamos discutiendo a los activistas gays que quieren añadir
"discriminación sexual" a nuestro código de anti-discriminación. Al intentar exponer el
argumento de que la homosexualidad no es sana y que no debería animarse a nadie a
practicarla, nos encontramos con el hecho de que ni la Asociación Psiquiátrica Americana
ni la Asociación Psicológica Americana la reconocen como un desorden. Nuestros
oponentes dicen que estamos utilizando "tácticas de alarma".
El Dr. Satinover exponía brillantemente en su libro “Homosexualidad y la Política de la
Verdad” la evidencia sólida e irrefutable de que existen consecuencias letales de vivir las
características que definen la homosexualidad masculina -esto es, la promiscuidad y el
contacto sexual anal. No era necesario para reconocer eso que alguien cualificado en
medicina, como Brian Camenker de Coalición de Derecho de los Padres dijera en TV
nacional: "Una vida de sexo anal no es muy buena para el cuerpo." Brian dijo también:
"Tan alarmante como suena la frase, no existe argumento lógico contra ella." Así, incluso
la gente tiende a reconocer lo que debería ser obvio, especialmente para los cualificados
en medicina, y que conocen los hechos básicos de la homosexualidad. Los profesionales
de la medicina deberían ser más conscientes e implicados con las consecuencias de la
práctica habitual del contacto anal promiscuo y otras prácticas orales-anales de los
homosexuales activos. El riesgo de cáncer anal se eleva para los que mantienen contacto
sexual anal. Según un estudio, sube por un asombroso 4000% y lo dobla de nuevo para los
VIH positivos. ¿Puede rechazar alguien que el contacto sexual anal rompe el forro rectal
de la pareja receptiva, con indiferencia de si se lleva puesto el preservativo, y que el
contacto posterior con la materia fecal conduce a un conjunto de enfermedades? Las
enfermedades a las que los homosexuales activos son vulnerables pueden ser clasificadas
como sigue:
01- Enfermedades clásicas transmitidas sexualmente (gonorrea, infecciones de Clamidia
de tracoma, sífilis, infecciones de herpes simplex, verrugas genitales, piojos púbicos,
sarna).
02- Enfermedades entéricas (infecciones de especies Shigella, Campylobacter de yayuno,
Entomaeba histolítica, Giardia lamblia, ("enfermedad del intestino gay"), Hepatitis A, B,
C, D); trauma (relacionado a y que tiene como consecuencia incontinencia fecal,
hemorroides, fisura anal, cuerpos extraños alojados en el recto, desgarros rectosigmoideos,
proctitis alérgica, edema penil, sinusitis química, quemaduras de nitrito inhalado y ataques
sexuales del paciente masculino).
03- El síndrome de inmunodeficiencia adquirida mas conocida como SIDA.
¿Puede alguien rechazar que el aumento de la morbosidad y de la mortalidad es una
consecuencia inevitable del sexo de hombre-con-hombre -sin mencionar los índices
elevados de alcoholismo, abuso de drogas, depresión, suicidio y otras enfermedades que
con tanta frecuencia acompañan al estilo de vida homosexual? La gente con este conjunto
de patrones de conducta, ¿son de alguna forma "normales"? Mi pregunta primaria es: ¿Por
qué la homosexualidad no es considerada un desorden solamente sobre la base de sus
consecuencias médicas? El Dr. SATINOVAR y otros han hecho un solo caso para el por
qué la homosexualidad es paralela al alcoholismo como adicción insana. Debería tener un
diagnóstico paralelo. Hay mucha literatura, incluyendo en la web NARTH, que discuten la
decisión de 1973 de suprimir la homosexualidad como diagnóstico. Los argumentos contra
el cambio en el diagnóstico parecen centrarse sobre "modelos sociales", relativismo moral,
"angustia subjetiva" del paciente y si hay o no ningún modelo objetivo para la normalidad
"psicológica".
Mientras estas consideraciones son importantes, parece como que podemos dejar de lado,
por el momento, el debate sobre si la homosexualidad debería ser clasificada como
desorden del desarrollo. Muy simplemente, parece, una persona objetiva que solamente
mire las consecuencias de estilo de vida de la homosexualidad tendría que clasificarla como
algún tipo de patología. ¿Conduce o no a una vida dramáticamente recortada? Los estudios
dicen que Sí, muchos Artículos lo aseguran, algunos hasta el 40%, siendo el estudio
Cameron sólo uno de otros muchos estudios que sugieren esto. Tomados juntos, estos
estudios establecen que la homosexualidad es más mortal que el tabaco, el alcoholismo o
la adicción a las drogas. Sin embargo, parece que lejos de ello, pocos físicos u otros
profesionales están haciendo argumentos a favor de la homosexualidad como diagnóstico
basados en sus consecuencias adversas sobre la salud. Es muy impactante que al hacer una
investigación en la historia de la decisión de 1973 para suprimir la homosexualidad del
manual diagnóstico de desórdenes, se sabe que la razón especiosa sobre la que se basó la
decisión es precisamente la presión de la opinión pública, y que los físicos cualificados han
permitido que la decisión permanezca.
2º. PARTE DEL TEMA
“…Recibiendo en si mismos la retribución debida a su extraviado” Romanos 1:27.
La evidencia substancial y carente de ambigüedad de que la homosexualidad implica una
conducta de amenaza contra la vida con un componente adictivo que tiene serias
implicaciones sobre la salud. El hecho de que la A.P.A. (Asociación Psicológica
Americana) haya eludido la responsabilidad por su carencia de integridad científica y
profesional es especialmente increíble debido a la llegada de la epidemia del SIDA. Existen
actualmente estimadas unas 900.000 personas en los Estados Unidos que están infectados
con el virus VHI, 1 de cada 300 americanos. Aunque ha habido un decrecimiento en las
muertes por SIDA por año debido a la terapia de drogas, (que cuesta un promedio U$A de
12.000 por paciente al año), el índice de nuevos infectados por año ha permanecido el
mismo, unas 40.000 personas, a pesar de los veinte años de campaña de "sexo seguro".
Estos hechos demuestran el fracaso de políticas actuales para contener la epidemia del
SIDA. Mientras que la terapia de las drogas prolongará brevemente la vida de estos
pacientes, el SIDA permanece como la causa quinta de mortalidad entre las personas de
edades entre 25-44 años, y el 60% de los nuevos casos es contraído por hombres que han
mantenido relaciones homosexuales. De acuerdo con los Centros para el Control de la
Enfermedad (CDC), los hombres homosexuales tienen mil veces más probabilidades de
contraer el SIDA que la población heterosexual en general. El Dr. Satinover ha dicho en
una entrevista con NARTH: "Un artículo reciente de una publicación psiquiátrica nos
informaba de que el 30% de todos los hombres homosexuales de 20 años de edad serán
VIH o estarán muertos a más tardar a la edad de 30 años. Pensarías que el objetivo, el
enfoque ético sería: Utilicemos cualquier cosa que funcione para intentar sacar a esta gente
de su posición de riesgo. Si ello significa hacer que se pongan el preservativo, bien. Si
significa hacer que dejen el contacto sexual anal, bien. Si significa hacer que dejen la
homosexualidad, bien. Pero esta última intervención es la única que es absolutamente tabú.
No hay duda de que un análisis frío, y estadístico de esta epidemia te llevaría a creer que
esta actitud de lo políticamente correcto está matando a una proporción sustancial de esta
gente. Creo que hay un elemento de negación, en el sentido psicológico, de lo que las
enfermedades relacionadas con el mundo gay realmente significan."
La A.P.A. debería ser presionada agresivamente a reconocer los hechos sobre la
morbosidad y la mortalidad atribuida directamente a la homosexualidad, o ser descubierta
por lo "guardianes de la salud pública" imprudentemente irresponsables que han llegado a
ser, al menos en este asunto. ¿Cuándo demandarán los doctores y otros trabajadores al
cuidado de la salud que los oficiales de la Asociación Americana de Psiquiatría respondan
a la clara evidencia en lo siguiente: La Homosexualidad y la Política de la Verdad: Los
índices de mortalidad enumerados en sus propias "Guías Prácticas para Tratar a los
Pacientes con VHI/SIDA"; y otros informes importantes, tales como la Monografía
publicada por el Instituto de Salud Sexual, Implicaciones en la Salud de la
Homosexualidad? Para que no pensemos que los oficiales de APA justifican su abandono
de las consecuencias médicas de la homosexualidad sobre la base de la orientación sexual
no se puede cambiar, afirmamos que Robert Spitzer conocía en su documento de posición
en 1973 sobre la Nomenclatura que "Los métodos modernos de tratamiento posibilitan
cambiar la orientación sexual a una proporción significante de homosexuales que desean
hacerlo."
Él ha confirmado ahora el hecho de que la orientación sexual se puede cambiar con su
estudio reciente. Sabemos que cambiar la orientación sexual sólo llegó a ser "imposible"
en los noventa, como parte de una estrategia política de los activistas gays. El fundamento
de Spitzer y sus aliados para suprimir la homosexualidad como diagnóstico en 1973 era
que para ser considerada un desorden psiquiátrico, "Debe producir regularmente angustia
subjetiva o estar asociada regularmente con algún deterioro en la efectividad o
funcionamiento social... Claramente la homosexualidad en sí misma no posee los
requerimientos para un desorden psiquiátrico, debido, como se afirma más arriba, a que
muchos están bastante satisfechos con su orientación sexual y demuestran no tener
deterioro generalizado en la efectividad o el funcionamiento social". El razonamiento de
The Task Force cae por varias razones. Primero, incluso si admitimos la validez de su
criterio indicado (que es cuestionable), el hecho de que "muchos homosexuales estén
satisfechos con su orientación sexual" falla al tomar en cuenta el enorme número de
homosexuales que no están satisfechos con su orientación sexual y que experimentan
"angustia subjetiva y deterioro generalizado en el funcionamiento social." La supresión del
diagnóstico no sólo es injusta sino cruel para aquellos que desearían buscar tratamiento
para su condición. En segundo lugar, existen razones sin ambigüedad para pensar que la
homosexualidad en sí produce "deterioro generalizado en la efectividad y funcionamiento
social." Sí de hecho es una adicción letal, y los muchos estudios que documentan los
patrones de conducta son correctos (muestran patrones compulsivos de promiscuidad, sexo
anónimo, sexo por dinero, sexo en lugares públicos, sexo con menores, drogas
concomitantes y abuso de drogas, depresión, suicidio), para que la APA discuta que estas
características no constituyen un "deterioro de efectividad o funcionamiento social",
extiende los límites de la plausibilidad. Discutir que la muerte temprana no constituye un
"deterioro de efectividad o funcionamiento social" es absurdo. La APA declara que su
misión es "Promover un acercamiento bio-psico-social para comprender y cuidar a los
pacientes, en todos los aspectos del cuidado de la salud, que incluye la prevención de la
enfermedad". Así, la APA viola sus propios objetivos cuando ignora la evidencia de que la
homosexualidad en muchos casos puede ser prevenida y niega la terapia reparativa a
aquellos que la quieren. Una lectura cuidadosa de los artículos que se oponen a la terapia
reparativa revela el fundamento de sus autores de que encuentran dicha terapia "opresiva"
para aquellos que no la quieren. ¿Qué sucedería si esta lógica se aplicase a cualquier otra
enfermedad mortal? ¿Qué sucedería si los doctores dijeran: "Nos negamos a tratar el cáncer
(o, decir, el alcoholismo) porque sólo conseguimos un índice de curación del 50% - y
muchas personas que no quieren ser sanadas encontraran opresivo que curemos a los
demás?" ¿Por qué no serían archivados los procesos por negligencia? Sabemos que Ronald
Gold de la Alianza del Activismo Gay, hombre abiertamente gay, era miembro del comité
para suprimir la homosexualidad como diagnóstico en 1973. Sabemos que los activistas
gays estaban interrumpiendo encuentros, amenazando a doctores y utilizando otras tácticas
de “brazo fuerte” para conseguir su propósito en aquel momento. También sabemos que
activistas homosexuales como el Dr. Richard ISAY en la APA han presionado para
conseguir resoluciones que castiguen a los terapeutas que lleven a cabo la terapia
reparativa, y las amenazas de los juicios parecen ser la razón principal por la que la APA
no ha puesto en práctica sus propósitos. Sabemos que los defensores de la homosexualidad
de la APA continúan suprimiendo el debate sobre el nuevo estudio de Spitzer que
documenta que la orientación sexual se puede cambiar (y suprimiendo el debate sobre otros
estudios de apoyo). También homosexuales activos como Clinton Anderson, de la
Asociación Psicológica Americana, rechazan permitir que NARTH entable un debate
público o anunciar los encuentros de NARTH en las publicaciones de APA simplemente
porque ésta no está de acuerdo con las premisas sobre las que se basa la terapia reparativa.
Por estas razones, no es exagerado usar la analogía de que "los alcohólicos están dirigiendo
el centro de rehabilitación", en referencia a la APA -al menos en lo referente a la
homosexualidad. Los homosexuales activos apenas pueden ser objetivos sobre una
conducta adictiva en la que ellos mismos participan. A la luz de la evidencia médica, parece
que el dicho Galénico, "físico, sánate a ti mismo", debería aplicarse, como se hizo en el
pasado, como sugiere el Dr. Satinover.
La situación en EE.UU. empeorará sólo hasta que se haga a la APA responsable por lo que
es discutiblemente su negligencia criminal. Con su error a la hora de tener en cuenta las
consecuencias médicas del patrón de conducta homosexual, están dañando a toda nuestra
sociedad y, especialmente, a la generación próxima. La decisión reciente de la Academia
Americana de Pediatría de aprobar las adopciones por parte de gays es otro ejemplo
preocupante de cómo la decisión de la APA de "normalizar" la homosexualidad ha tenido
un amplio efecto desgranador. Los profesionales de la salud, especialmente, deberían
prestar atención a la protesta de Dean Byrd en la página web de NARTH de que ya es hora
de que los americanos "insistamos en la verdad, no en la política, de todas nuestras
organizaciones profesionales." ¿Qué hacer para insistir en la verdad? ¿Juicios? ¿Protestas?
creemos que los doctores y otros profesionales de la salud deben hacer presión o compartir
la culpabilidad.
¿QUIEN MANEJA LA AGENDA GAY?
Los grupos marginados en el pasado como son los gay-lésbico, están pasando de un estado
de rechazo social, a un protagonismo y reconocimiento a nivel jurídico. Actualmente este
movimiento está muy activo en todo el mundo, reclamando su derechos para ser respetados,
lo cual es correcto, pero no solo buscan el respeto y la tolerancia social a sus inclinaciones,
sino que han elaborado una agenda en tres pasos para lograr igualarse a la familia
establecida por Dios de un hombre y una mujer e imponer su conducta como un derecho a
proclamar y enseñar a la niñez bajo la consigna de que debemos elegir el sexo, y no dejar
que sea la naturaleza la que lo determine.
Vemos en los periódicos la revolución gay en Rusia, un país intolerante a este movimiento,
en Venezuela como fórmula de lucha partidista, en Chile y en Honduras, mientras su
agenda prevalece en México, Argentina, Uruguay, Brasil, Estados Unidos y gran parte de
Europa. Es por ello que debemos hacernos dos pregunta ¿Quien maneja la agenda gay-
lésbico y cuál es su contenido?
En primer lugar esta agenda es patrocinada por los organismos internacionales, entre ellos
la O.N.U. la O.E.A. la Comunidad Europea y las transnacionales gobernadas por gente que
están dentro de este movimiento, por lo que manejan millones y poderes económicos
inimaginables. Su agenda se fundamenta en tres pasos:
Primero: Ser reconocidos como una organización jurídica, para desde esa plataforma
imponer sus creencias, tendencias y reclamos de derechos, entre ellos buscar leyes para
combatir los mensajes que catalogan inapropiados, tales como decir que esa conducta es
anormal, contranatural o pecaminosas, para lo cual utilizan el término de sexofóbica,
solicitando para los que señalen estos términos penas judiciales que incluye
encarcelamiento o demandas, aunque no se mencione nombres, o se predique un sermón
basado en textos bíblicos que reprueban tal conducta es decir; “cero tolerancia a los que no
comparten los ideales gays y los rechazan y condenan”.
Segundo: Una vez establecidos jurídicamente, imponer el silencio a los disidentes de esta
tendencia y buscar leyes que legalicen su estatus, estableciendo el matrimonio homosexual
como un derecho similar al heterosexual, y pisteramente, establecer el derechos de
adopción de niños, es decir “crear una “dictadura homosexual” que no permita a los demás
contradecirlos”.
Tercero: Imponer y obligar la aceptación de tal conducta como natural, y enseñarles a los
niños el derecho de la elección del sexo y la asimilación de tal conducta como un tercer
genero. Imponer a los médicos, pastores, sacerdotes o predicadores su conducta y si no se
les atiende, se les casa, o tolera en sus pretensiones, entonces ellos proceden judicialmente.
Hay casos donde médicos en algunos países que reina su agenda plena, que por negarse a
ser una cirugía plástica de cambio de sexo han sido llevado a los tribunales. Actualmente
en algunos países se legisla para que la seguridad social financie el cambio clínico de sexo
mediante cirugía. ¿Podrán sancionar a un pastor por negarse a casar una pareja gay? ¿Se
incluirá en los libros de educativo tal conducta como algo normal? Es decir “concientizar
al mundo a favor del homosexualismo y crear un paraíso gay”.
Cuando los movimientos gay-lésbico logren su plena agenda, se impondrá su conducta
como un derecho, por lo que prevalecerá la persecución a todos aquellos que no aprueben,
predique o rechacen la imposición de tales actitudes. Es por ello que debemos luchar para
que dicha agenda no sea parte de nuestra sociedad, sin embargo, proféticamente es
inevitable que el mundo se degrade en todos los aspectos y la corrupción rige previo al
reinado del anticristo. Hay que luchar, pero sabemos que todo esto es parte del
cumplimiento profético de (Isaías 5:20, 2ª. Timoteo 3). Preparémonos, porque vienen
tiempos difíciles y NO CALLEMOS POR NADA.

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