Está en la página 1de 16

t, ¡;

1 L. \ " ,r. '1 J' \ I \ i,'; \.


<

" ~\ \ l; \ le ',( (\ \ í_ . 11 '


/
' (. J í
'1 e .; i\"; \ i ""
I I
),)\' . f. -r
~ ,,;
- -} é ;,'
./'
I -,
,
Ir- \; \ ..{ :~,~):r(,'¡ l.·\ e·':/\
Edición preparada por
e,'] \llil'l"f{O, f\¡,<,lo,( ('o,,,,,,) él ,"'t'ól\(rY"c('~)
I
Aníbal[ 1turrieta
e
( I -

f 0l-\ ,h ee
t-{" i·' ( '1 ' ; \'1, ~,C ('l' .) le, ~¡\ e v c~; f" ( ti
~ ,J '
t)\..\t"'ctC:) AI\/t'~, l7",-,ieO F'Iv\to' Le,,-L,V\C:I.-

"ty'lf'v \(ti~'\C, \"l'¡¿¡ I :_~l'1C í'í"

EL, PENSAMIENTO
POLITICO ARGENTINO
CONTEMPORÁNEO
Colaboran:
Antonio Lago Carballo / Carlos FIoría
Oscar Terán / Félix Luna
Horacio Pereyra / Ezequiel Gallo
José Aricó / Marisa González de Oleaga
Horacio Cerutti Guldberg
Juan Carlos Portantiero
Vicente Palermo / Aníbal Iturríeta

f3.¡Llio1l'cn Gan;el @asfo Q)illeg-.


~ ~G10 DE MOlCO. A. C.

SÍNTESIS

Grupo Editor Latinoamericano


Colección ESTUDIOS POLÍTICOS y SOClALEB

-
EL PENSAMIENTO POLITICO
DE LA LIBERACION (1969-1975)

HORnero CERlJTTI GULDI3ERG

1. Las ideas de Héctor J. Cámpora

El título mismo de este apartado se presta a una discusión previa, que



es preciso resolver de inicio. ¿Podía el más leal de los peronistas tener
11"
un pensamiento propio, en el sentido de un pensamiento que se
apartara del ideario del mismo Perón? El análisis de los textos dis-
ponibles de Cámpora en el período de referencia me parece mostrar, y
es la hipótesis que sustento, cierta tendencia a las variantes discur-
sivas, las cuales hacen de su pensamiento una síntesis interesante y
compleja de un momento muy especial del peronismo. Este tipo de
análisis entra directamente en nuestro tema, porque la noción central
alrededor de la cual se organiza todo el discurso es la de liberación,
sintomáticamente escrita siempre con mayúscula "Liberación".
En líneas generales se pueden distinguir dos etapas en la exposi-
ción de las ideas de Cámpora. La primera etapa hasta las elecciones
del 11 de marzo de 1973. En él se manifiesta un gesto amenazador
que no termina de concretarse en un programa viable. Es un pensa-
miento que procura delimitar con claridad dos campos: los que están
por el cambio y los que se oponen, los que están por el Frente y los
que están por la dictadura. Constituyen las áreas de variación de los
votos posibles. Conceptualmente la oposición se asienta en dos nocio-
nes: la de dependencia y la de liberación. La noción de dependencia
engloba un diagnóstico de la realidad socio-política argentina y re-
clama una terapia. Terapia y estado de salud son enunciados por la
noción de liberación. Sin embargo, esta dupla dependencia-liberación
es leída desde la matriz de la tercera posición, formulada por Perón
desde finales de los Míos '40, aunque con un especial énfasis en La-
tinoamérica. La realización de la liberación requiere de la puesta en
obra del voluntarismo. Depende querer realizarla, para que se realice.

267
,

l.
L
El. (l~)69-1975) 269
268 HOllACIO CERl.rITI GULD!IEllG PF.:'ISA~IIEI'TO I'OIJTICO 1lF. LA L1B~:HACIÓ:'l

Las tres banderas brindan el otro parámetro de la matriz interpreta- argentino. En verdad, el modelo es la síntesis y la culminacian, como
tiva en la que se engasta la mencionada dupla nacional. Pero, en este él mismo 10 dice, de muchos años de experiencia acumulada en el
caso, las tres banderas aparecen complementadas con las caracterís- ejercicio de la conducción política y supone todo este trabajo previo.
ticas de liberación nacional, desarrollo socioeconómico, socialización de Nuevamente aquí, como siempre, elige el tiempo a la sangre y esta
la economía y participación popular. Antes nunca pareció necesario elección no viene dictada, es mi hipótesis, por los deseos, sino por una
especificarlo dentro del discurso peronista. Por otra parte, quizá con- fidelidad a la posibilidad misma de la conducción. A la distancia de
vendría dejar abierto el interrogante de hasta qué punto una sociali- una década, no puede menos que reconocerse que no disponía de me-
zación de la economía o una participación popular a todos los niveles dios para radicalizar más el proceso. Por el contrario, sus posibilidades
de decisión se compadecen con las nociones de comunidad organizada de conducir lo restringían. Necesitaba integrar, llevarlos a todos,
y de independencia económica del ideario peronista. Finalmente, se amasar con bostas, como solía decir frecuentemente en el tiempo del
intenta un desplazamiento del eje de la ruptura. Esto es, una reca- exilio. En su concepción de la situación argentina y mundial, sólo la
nalización del odio. Ya no más entre peronistas y antiperonistas, sino unidad nacional, con un proyecto explícito y al cual todos se discipli-
entre liberadores y contrarrevolucionarios. naran, podía permitir al país jugar un papel discreto en el porvenir.
Sin instrumento, en este caso la organización nacional tras objetivos
Después del 11 de marzo se produce una vuelta por los fueros del
comunes, no podía pensarse la intervención argentina en los grandes
peronismo de siempre. La figura de Perón aparece ubicada en primer
término. El púehlo es conducido por el líder. Se efectúa un llamado a problemas contemporáneos.
la juventud; un llamado de atención para disciplinarIa y subordinarIa En una carta a Jorge Antonio de enero de 1956 reconoce un gran
q a la conducción. A la juventud le queda el mérito, la honra y la vita- error: pretender realizar una revolución social incruenta. Sin embargo,
.,1 lidad, pero las decisiones se toman a otro nivel. La espectativa abierta siempre que se acerca al límite de la guerra civil, busca el modo de
por forrnulaciones anteriores, en el sentido de que se estaría entrando evitada. Muchas veces indicó que su experiencia de la guerra civil
en una reformulación actualizadora del discurso peronista, aparece española 10 había marcado definitivamente, para tratar de evitar este
cancelada cuando se compara la situación del país con la de 1946. desenlace. Su apuesta fue al tiempo y pidió siempre al pueblo que lo
Esta asimilación no parece un mero recurso retórico, sino una arrai- ayudara, que colaborara con el tiempo pero sin sangre o con la menos
gada convicción, entorpecedora del accionar político. La comunidad posible. El león hervíboro nunca fue más allá de las amenazas. Es
organizada resurge como noción organizadora del discurso, entendida más, su fuerza consistía en poder controlar la amenaza, ratificada esa
como la práctica de la doctrina social cristiana. La integración lati- capacidad de control por el cumplimiento de la consigna: de la casa al
noamericana es enunciada ahora con cierta reserva, preservando una trabajo y del trabajo a la casa. También en los momentos iniciales de
dosis de autonomía nacional. Se afirma la existencia de un ser na- la resistencia afirmaba estar organizando la insurrección popular, pero
cional digno de preservación y de limitación respecto de lo no o anti después tiene que reconocer reiteradamente que no cuenta con los
nacional. Finalmente, se atestigua la carencia de una política nítica instrumentos organizativos mínimos para poder conducir.
para los militares. Sólo hay una prédica hacia su contrición y con-
Otro punto a tomar en cuenta es su permanente coherencia ideo-
versión mientras que, paradójicamente, se afirma que la guerra se ha
terminado y los militares están ya junto al pueblo. El mito de la Ar- lógica. Perón confió en haber descubierto una posición superadora de
lo que interpretaba como individualismo liberal capitalista y como
gentina potencia, como ideal deseable del futuro, pretende operar como
polo de atracción y moderación de la agresividad militar. En ningún colectivismo comunista. Era su propuesta de una tercera posición que,
como gustaba decir, no se situaba entre las dos primeras sino después
momento aparece la sospecha de que pudiera entrar en colisión con la
propuesta de unidad latinoamericana, afirmada paralelamente. de la segunda. La alusión a una actitud superadora y no mediadora es
clara (no estoy discutiendo aquí la aplicación de estas ideas, sino las
ideas mismas, tal como surgen de los textos y son reiteradas una y
2. El testamento político de Perón otra vez). En una visión que bien podría calificarse de determinista,
creía sin reservas que el mundo caminaba hacia el socialismo. El
problema consistía en cómo negar a él y en sus características. En
Se puede decir, sin sombra de ironía, que como pensador Perón fue un
gran pohtico. En sus obras se advierte siempre una doble actitud, otros términos, no estaba de acuerdo en reducir las posibilidades
confirmada por su accionar político: una intención didáctica y una históricas a los dos extremos del conflicto a nivel mundial tales como
búsqueda del consenso. En ese sentido, difícilmente podría decirse que
¡ los conocemos, encarnados en las realidades de los EE.UU. y de la
su testamento político se pueda reducir a la propuesta del modelo URSS. Entendía también que la organización de los no alineados, de

L.
.. ,'- ~. .
270 El. PENSAMIENTO POLiTICO !lE LA J.IJIERACI(lN (1969-1975) 271
HORACIO CEHL'TI'I GULIlBERG

los integrantes del Tercer Mundo, no necesariamente coincidía con su tándolos al ritmo cambiante de los acontecimientos. Entendía que su
orientación conceptual de la tercera posición. Sin embargo se preocu- proyecto no salía de la cabeza sino de la realidad. Era necesario, a su
paba bien de delimitar lo que entendía por socialismo, Decididamente juicio, definir y escribir un proyecto común para los argentinos. El
antirnarxista, se apoyaba en lo que denominaba los contrapesos, Según justicialismo pasaba de ser una parcialidad mayoritaria en el país, a
él no se podía hablar en abstracto de cierto internacionalismo y de la trascenderse a sí mismo, convertido en una visión de conjunto. Solía
aplicación de ciertas categorías que estaban distantes de corresponder decir que en esos años se concebía más como un manager de todos
a la realidad argentina, Opinando sobre la caída de Salvador Allende, los argentinos, que como justicialista. Y si en algunos momentos
delimita su concepción del socialismo, entendido como propiedad pú- afirmó la necesidad de institucionalizar el partido, conservó hasta el
blica de los medios de producción pero crecientemente descentralizada, final la idea del movimiento nacional como la que dotaba de un su-
La inspiración principal de este socialismo la creía encontrar, y esto jeto a este proyecto. Sólo un gran movimiento nacional, que envol-
desde sus primeros años de actividad política, en la filosofía cristiana, viera a los partidos, que los llevara más allá de sus propias fuerzas,
Creía que esta concepción cristiana trascendente del hombre era un podría realizar la acción de transformar al país. Por eso, la etapa de
contrapeso eficiente para lo que concebía como visión dogmática, ma- reconstrucción le aparecía como indispensable, entendida como orga-
terialista, internacionalista del hombre. Por eso también su búsqueda nización de la unidad.
de un socialismo nacional, que diera respuesta a las características del Su aporte lo efectúa en un doble carácter: como ciudadano y como
hombre argentino, del país, del pueblo. Sabía que había que conducir gobernante. Y delimita claramente en su exposición lo que corresponde
a los acontecimientos y que debía cabalgar sobre la evolución histórica. a uno y otro. Al mismo tiempo, procura que su exposición sea lo más
Además, estaba convencido de que su ideología estaba más allá de las sencilla posible, para que pueda llegar al hombre común. Concibe que
ideologías: era la única vía de enfrentarse a la realidad. Y le sirvió: la organiza un modelo, pero no una utopía. Conviene retener los términos
fue adaptando y rectificando cuidadosamente, para poder orientarse en con los que se refiere a este aspecto.
un mundo sumamente complejo. Además, estaba convencido de que
ese pensamiento surgía de la realidad, no le era impuesto y estaba "La apelación a la utopía es, con frecuencia, un cómodo pretexto
probado por la confrontación permanente con la acción. No era un cuando se quiere rehuir las tareas concretas y refugiarse en un
pensamiento libresco, sino una filosofía nueva, simple, popular, cris- mundo imaginario; vivir en un futuro hipotético significa deponer
tiana y humana, como 10 dice la 14 ava. verdad justicialista. No hay las responsabilidades inmediatas. También es frecuente presentar
indicios en los textos de Perón de modificaciones sustanciales en su situaciones utópicas para hacer fracasar auténticos procesos re-
concepción durante toda su vida política. Se ajustó siempre a este volucionarios. Nuestro modelo político propone el ideal utópico de
esquema de ideología, doctrina y conducción. Siempre aspiró a con- realizar dos tareas permanentes: acercar la realidad al ideal y
ducir, supo tener paciencia y se ubicó permanentemente en la situa- revisar la validez de ese ideal para mantenerlo abierto a la reali-
ción del que conduce en grande, con metas amplias, con una visión de dad del futuro".
largo plazo. Como solía decir, pensar en plazos de un cuarto de siglo
es 10 mínimo para no llegar tarde. Por eso, desde el '72 comienza a
buscar la forma de juntar materia gris en apoyo del movimiento. Le Por lo tanto, la realidad se modifica y el ideal también. Ambos son
interesa conseguir por 10 menos 15.000 individuos que se dediquen a históricos y mutables. > :,,~. 1._, ( .• - L", "" o\') 1 .~ \
/'. ~
pensar el proyecto nacional. No se puede llegar al gobierno, decía, a En su convicción de que sPlo la ideal vence al tiempo, -él trata de i.-
estudiar los problemas. Hay que reflexionar antes. ¿En qué medida lo esbozar un plan para que):!:'gentina ingrese en las mejores condiciones
que se ha conocido como testamento de Perón es el fruto de un trabajo posibles y activamente.en el movimiento de integración continental y
colectivo? Es indudable que se apoya en informaciones elaboradas para de universalización,considerados como intelectuales. Así avanza la
sus necesidades, pero también me parece indudable que su proyecto historia y a partir de esta constatación es necesario organizarse para
revela una unidad de redacción que se debe a su pluma. El mismo estar a tiempo. Pero esta preparación de~e responder a ideasy no a lo /¡¡';"1:>
reconoce en 1973 que ninguna de sus ideas había cambiado. Quizá que otros elaboren. Es desde nosotros mismos que nos debéremos in-' f'

esto sea parte de la dificultad existente para que el diálogo entre corporar a este proceso. Perón piensa que el hombre habita, mora en
Perón y la sociedad argentina fuera fluido. Sin embargo, su posición la tierra y que ese modo de morar adquiere una manifestación propia.
era coherente y consecuente con 10 que siempre había predicado. Eso es 10 que entiende por patria, la morada. En ese sentido, el aporte
Su proyecto lo anunció el 1 de mayo de 1974 y lo presentó como al universalismo sólo se podrá realizar a partir de unos argentinos que
lineamientos generales que podían y debían ser rectificados, adap- se conciban a sí mismos como seres con raíces. No es simplemente lo

i~
HO!L\C¡U CFllL"I'T1 GI:LllIlElIG EL PENSAMIENTO I'OLfTICO !lE LA LIllERACI6N (19(;9-1975) 273

10 10 humano con los aportes específicos que le brindan sultado desagradables o francamente inaceptables para nuestras so-
rrticipantes en ese proceso de universalización. ciedades. Cuando habla de su propio pensamiento, no lo puede en-
lad este modelo, estos lineamientos son concebidos como tender con este término peyorativo de ideología, porque en su prueba,
etación, que debe servir de cauce a la conciencia nacional. modesta a ojos de Perón ya que apenas se pudo realizar la primera de
le que el ideólogo es sólo un intérprete del patrimonio del las cuatro etapas que concibe para toda revolución, los resultados
) que el ideólogo apunta es además inexorable, porque ex- fueron buenos. Tanto es así que el tribunal inapelable: el pueblo, lo ha
· del pueblo. En la concepción de Perón, la ideología es la reconocido y ha seguido luchando durante toda la resistencia para
lel proceso en la cual se brindan los principios del accionar volver al cauce de la normalidad. ¿Cuál es la normalidad en política?
· doctrina es luego la sistematización de esta ideología, lo Aquella que logra armonizar legalidad con legitimidad. Por eso, las
one su aceptación. La ideología debe ser creada por noso- elecciones con proscripciones podían ser legales, pero nunca legítimas.
;. Ya tenemos demasiada experiencia los argentinos acerca Perón siempre pensó que el conductor respondía a las necesidades de
.ión de ideologías, las cuales bajo el rótulo de civilización los conducidos. No podía ir más allá. Conducir no es correr solo ade-
cho pasar sólo mercancías de segunda y obsoletas. Peron lante, sino avanzar organizadamente el avance del conjunto.
dea de que los dos extremos enfrentados actualmente a ,~- La otra cuestión que surge aquí es la del papel del pueblo. El
ial, en orden a los principios, son el capitalismo y el co- pueblo es una especie de amplio seno de donde se extrae y a donde se
:1 piensa que éstas no son ni pueden ser las dos únicas remiten valores, ideales, tradiciones, experiencias, etc. El problema es
; históricas y políticas. Hay que advertir que él lee los que si el pueblo habla a través del intérprete y el conductor es el in-
n la realidad para luego volver a los principios y modifi- térprete, el diálogo de este último con el pueblo se resuelve en un
espera de que traduzcan y orienten una realidad distinta. monólogo. Perón no lo creía así. ¿Cómo le llegaba a él la demanda del
anismo por su parte, no ha tenido una formulación política pueblo? A través de canales de organización. Por eso su énfasis en las
~n eso el justicialismo se concibe como la realización polí- organizaciones intermedias. En verdad; la noción de pueblo funciona
tianismo. Hay una defensa da la democracia social, que no en su pensamiento como un concepto límite, al que alude cada vez que
con el liberalismo. El liberalismo va asociado en su pen- requiere cerrar el pensamiento con un referente empírico. Lo impor-
capitalismo y como es un pensamiento que se mueve tante es advertir que en el imaginario de Perón no hay tal contra-
• contraposiciones, habrá que ir mostrando qué entiende dicción ni tal monólogo. El constituye al pueblo como interlocutor y
.ralismo, para poder captar como en negativo su propia constata la comunicación y la comunión de ideas en las respuestas que
ese pueblo emite: votos, movilizaciones, etc.
preocupación es dejar sentado que la idea no se impone a ¿Cuáles son los objetivos del proyecto nacional? Según Perón, se
sino que surge de ella. El modelo no es una imposición al trata de construir la fuerza que apoye una política. Por ello, es nece-
ntino, sino que el justicialismo como filosofía, como ideo- sario abrir un amplio ámbito de coincidencias, donde todos se puedan
la devolución al pueblo de ideas que se deducen de su expresar dentro de un marco común de referencias. Vamos a opinar
30n ideas acerca de lo nacional, de lo social, de lo cristia- sobre esto ... pero "esto" es sólo comprensible en este sentido preciso y
iumano, que caracterizan a este mismo pueblo, a su idio- el sentido viene acotado por el ámbito de consenso o lenguaje común.
or ello puede afirmar que el justicialismo es una supera- En segundo lugar, se trata de concretar el ámbito de ese consenso. La
ideologías, en la medida en que se identifica con la libe- sociedad no madura por sí sola y nadie tiene el derecho de esperarlo.
iberación surge de una realidad mundial, que muestra la Hay que participar, pero no para modificar al pueblo, sino para tra-
!I agotamiento de las ideologías. ducirle en programa su idiosincracia. El proyecto es del pueblo, se
intan a esta altura dos objeciones posibles, las cuales de- trata de explicitarlo.
'ar para poder seguir adelante. Por una parte, es difícil Van surgiendo con nitidez, entonces, los movimientos de sucesivas
las ideologías estén superadas; que se enuncie una ideo- identificaciones: el proyecto es de la realidad, el proyecto es del pueblo,
iismo tiempo, que se considere como no ideológica la pro- el intérprete se identifica con la realidad y con el pueblo, el conductor
Parece un problema de niveles en el uso de los términos. no puede apartarse de los conducidos sin dejar de ser conductor. El
ideología no opera igual en diferentes contextos, según la círculo se cierra para abrirse, aceptados estos presupuestos en su
le Perón. Cuando habla de las ideologías superadas, se motilidad de conjunto, de círculo cerrado operante a diversos niveles,
uellos principios que, en su aplicación práctica, han re- siguiendo el curso del proceso histórico político .

.••.....
,
274 HOHACIO CEHLTII GULllB~:RG EL PI-::-¡SAMIEt\TO POLíTICO !lE LA LIBEHACIÓ:\ 0969-1975) 275

La concepción es revolucionaria, pero la realización es pacífica. Se lismo declamatorio, proscripciones y falta de especificación de la de-
resume en las tres banderas, entendidas como siempre fueron enten- mocracia que se pretende, se requiere el modelo. Frente al neocolo-
didas. El llamado, la convocatoria que Perón concibe estar realizando, nialismo o a la definición que adopte la situación de dependencia, es
es un llamado a la autonomía de la conciencia moral. Al poner sus necesario oponer la liberación. Por tal se entiende la recuperación de
cartas sobre la mesa, externa que acepta la programación como de- nuestro proceso de decisión a partir de intereses propios. Por lo tanto,
seable frente a los d~rrollos espontáneos. Efectivamente, si se habla se debe partir de una facticidad: la nación existe o no. El esfuerzo es
de un proyecto, de una programación, se estará aceptando tácitamente por continuar la organización nacional en pro de sus altos fines, que
que es un instrumento válido. aquí aparecen entendidos como Argentina potencia, sin que esta fi-
Posteriormente, Perón distingue cuidadosamente entre los niveles nalidad parezca entrar en contradicción con las propuestas de inte-
de la conducción política y del gobierno político administrativo. A él le gración continentalista y universalista.
interesa ejercer la conducción política del país. A esa conducción se La sofisticación del consumo es vista siempre por Perón como un
subordina el ejercicio del gobierno, digamos en otras palabras, la ru- indicador de los niveles de dependencia de una sociedad. Por eso, Si>
tina de la administración del país. impone expandir el consumo esencial, que permita la supervivencia de
Esta opción equidistante de las viejas ideologías, ya sabemos a qué la comunidad. Dado que se ahorra más de lo que se usa, es indis-
alude Perón con estos términos, es el camino de la liberación. La li- pensable decir un no rotundo a las recetas internacionales de bajar la
beración se identifica entonces con esta lucha nacional por superar los demanda para resolver la inflación y, al mismo tiempo, no perder de
marcos constriñentes y dominadores del actual reparto de poder V¡"La el sentido social del gasto público. La ineficiente utilización de
mundial. La vuelta sobre el proceso histórico muestra una constante: recursos se revela en la creciente desocupación y en la emigración
la dominación y su otra cara, la lucha por la liberación. Es también, intelectual. Esto sólo se podrá resolver con una planificación que
entonces, por fidelidad a la propia historia que el proyecto debe ser de apunte a la utilización de los recursos. Si hay proyecto podrá haber
liberación. Las ideas por las que lucharon San Martín y Bolívar, esa utilización.
aparecen enlazadas en la concepción de Perón con la continuidad que Perón ve con toda claridad que una generación intermedia ha sido
vendría a darle el continentalismo. Este continentalismo está enten- anulada, despotenciada en la vida del país. El trasvasamiento gene-
dido como latinoamericanismo y no como panamericanismo. Es un racional no puede significar, so riesgo de descalabros inmanejables, un
continentalismo del subcontinente. La Unión Latinoamericana per- traspaso del poder de los que tienen 70 años a los que tienen 20. Es la
mitirá afrontar otras de las constantes históricas en las que Perón capa de los hombres maduros la que tiene que accionar en estos mo-
confía: los imperios se autodestruyen y las ideologías van siendo su- mentos. Junto con esta dimensión se da cuenta también que hay que
peradas por las luchas de la liberación. Nuestra obligación es definir movilizar a los cuadros dirigentes. Las élites conformadas por paren-
la democracia que queremos y reducir el costo social de la lucha. tescos, compadrazgos o recomendaciones amañadas, deben ser reem-
Por eso insiste Perón en su idea de que la ética juega un papel plazadas por aquellos que cuenten con vocación de servicio y capacidad
fundamental en la preparación y el desarrollo de un proyecto nacional. para desempeñar la función asignada.
El proyecto es pensamiento en acción y surge como un resultado de- Los medios de comunicación masiva constituyen un instrumento
ducido y no postulado de la experiencia misma del pueblo. Este pro- de penetración cultural con alto poder, Sin embargo, los años de la
yecto requiere la ausencia de sectarismo y no encerrarse en las pro- resistencia probaron que es muy difícil venderle ideas al pueblo y que
pias ideas. Aquí nuevamente es dable advertir el mismo movimiento cuando éste lo requiere puede montar todo un mecanismo de infor-
por parte de este pensar. Afirmar las propias convicciones no le parece mación informal, de comunicación directa muy eficaz. La defensa
estar encerrado, porque estas convicciones conllevan como un ingre- frente a la invasión de los medios de comunicación masiva debe
diente intrínseco, una relativa apertura. En otros términos, no estar aprovechar esa experiencia. A través de esos medios se procura mo-
encerrado implica en este concepto, aceptar la discusión dentro de los tivar un consumo prescindible, mediante la excitación de los sentidos.
marcos justicialistas ya planteados. La previa identificación de las Esto crea también una tremenda presión socio económica. Se deman-
propias posiciones con la realidad, acrecienta además la idea de que el da lo prescindible, poniendo en graves tensiones la economía del país.
pensamiento se mueve junto con la realidad. Estas distorsiones generan una patología, que se confunde con la
Frente a las debilidades y falacias de la política externa e interna normalidad. La capacidad creativa para la ciencia y para el arte es la
debe colocarse el proyecto nacional. Ante la intervención exterior, las principal afectada por esta situación. Al convertirse el consumo en un
políticas vacilantes, la carencia de programas explícitos, un naciona- equivalente de la vida, la creatividad se desestimula. La escala de

,i{M'-:".,,-
276 HORACIO CEHUTrI GULIlDERG EL PE:-.1SAMIENTOroi.rnco DE LA LIllEHACI6N (1969-1975) 277

valores resulta organizada a partir del tener y la seguridad como va- burocracias, las cuales se rigen por la práctica de que duran más los
lores supremos. -f..'att11·ftkne-n~mÜQ.?_.·vcl.or~'2s.upz~mQ.S. N atural- que menos deciden ...
mente, ambos tienen su relevancia, pero no se los puede extralimitar.
A este conjunto de ideas básicas, que actúan como fundamentación
Para Perón, y esta idea será reiterada en diferentes momentos y es-
del modelo, se les agrega un desarrollo o sea otro conjunto de re-
critos de esta época, siempre retornada de Paulo VI, se trata de poner
flexiones, que apuntan más bien a la realización de las ideas fun-
el ser por encima del tener. Perón realiza un llamado a la reducción dantes ya mencionadas.
del consumo sofisticado, al tiempo que levanta el poder del espíritu y
de la idea. El modelo tiene que actuar así como un eje de orientación, La primera idea fuerza de esta segunda parte del testamento
para articular la síntesis entre la elaboración racional y lo que la co- político es la de comunidad organizada. Esta no se concibe como una
munidad quiere. La patología de los medios de comunicación enferman comunidad mecanizada, sino como la alternativa a un colectivismo
al hombre y lo convierten en un niño permanente, incapaz de colmar asfixiante y a un individualismo deshumanizado. El individuo está
sus apetencias incesantes. La "civilización" se solaza promoviendo el convidado a integrarse para lograr un justo equilibrio entre hombre y
placer confundido con el tener. Este es el corolario de una actitud comunidad. Todo el pensamiento de Perón procede por la enunciación
reiteradamente esotérica y extranjerizante de las élites argentinas. Su y constitución de extremos para equilibrarse dentro de ellos o en
mentalidad libresca las lleva a facilitar la creciente penetración cul- relación con ellos. La organización de la comunidad depende de la
tural. Según Perón existe una sinarquía cultural, entendida como co- capacidad de los dirigentes. En el fondo debe decirse que Perón con-
incidencia básica de grandes potencias, unidas para la explotación de cibe a la sociedad como un ejército de paz, que lucha no violenta-
los pueblos neocolonizados, Esta unión se produce por encima o a pe- mente o que se prepara para la lucha pacífica por la liberación. Con
sar de sus discrepancias ideológicas. una conducción centralizada, emanada del sentir del pueblo, se pue-
de ejecutar la acción descentralizada. Esta organización garantizará el
El enfrentamiento eficaz de esta situación requiere de una com-
ejercicio de la fuerza del derecho. La comunidad es una comunidad
plementación entre ciencia, tecnología, gobierno, producción y finanzas.
liberada, donde el hombre puede ejercer su espiritualidad y donde se
La inteligencia podrá ser colocada de este modo al servicio de los ob- asegura la síntesis entre lo universal y lo argentino. La familia ocupa
jetivos nacionales. Hay un principio que se reiterará múltiples veces un papel preponderante como garantía de supervivencia de esta co-
en la concepción de Perón. La conducción debe ser centralizada y la munidad. Sólo las familias que asumen con claridad su misión de
operación descentralizada. Este principio es una de las claves para la transmisores de valores comunitarios y nacionales a sus descendien-
interpretación de todo el modelo. tes cumplen un papel como instituciones básicas. Garantizado un
La destrucción del entorno ecológico ha convertido a la lucha por nivel de subsistencia, la familia se encarga, especialmente la madre,
la preservación del ambiente en una lucha mundial. Es la lucha de de inculcar en los niños la convicción: amar es dar. Esta es una es-
nuestro tiempo. Es un problema ubicado más allá de la política, por- cala de valores fundamental. El individuo entregado a la comunidad
que afecta la relación del hombre colectivo con la naturaleza. Frente a organizada. El tránsito entre lo individual y lo comunitario se cumple
esta sociedad de despilfarro masivo, frente a sus efectos psicológicos, en la familia. Todo esto desnuda la falacia pretensiosa de un indivi-
que oscilan entre la ansiedad y el tedio, hay que comenzar de inme- duo realizado en una comunidad que no se realiza. A la búsqueda de
diato a derrumbar problemas creados artificialmente. Y para ello se la identidad este pueblo hace su historia.
dispone de una jerarquización de políticas. Es más importante evitar La cultura popular no es equivalente a folklorismo, sino a un
el despilfarro que la política demográfica. Evitando el despilfarro no permanente reservorio de inspiraciones, valoraciones y sentidos. Ar-
habría tal problema demográfico, en tanto no habría hambre ni ne- ticulando los medios de comunicación masiva, -en un uso distinto-
cesidad en el mundo. Los mínimos de subsistencia serían cubiertos no se plantea por cierto si es factible un uso no manipulador de esos
para todos. A la irracionalidad de la muerte colectiva hay que oponer medios, se da por supuesta -una cierta neutralidad de los mismos-
la racionalidad del deseo de supervivencia. al dado hasta ahora, por la educación y por la creatividad inmanente
En el ámbito de la organización jurídica de las instituciones, Perón del pueblo, se podrá desarrollar la propia identidad cultural. A cada
levanta la prioridad de la definición de funciones antes que su insti- uno de los niveles educativos se les asigna tareas específicas. La
tucionalización y reglamentación. Primero es la determinación clara de universidad cumple una tarea clave, junto con la primaria y la se-
la función y posteriormente se legisla para hacer factible su cumpli- cundaria. A ésta le corresponde la eliminación del analfabetismo y
miento eficiente. El método juridicista del Estado liberal ha mostrado proporcionar las bases para el desarrollo psíquico, físico y espiritual
sus limitaciones prácticas, haciendo crecer desmesuradamente las del niño. A la enseñanza media le corresponde el desarrollo de la

-"~
278 HOIL\CIO CEHL'11'1 G¡;LODERG
EL I'Er\SAM'E~"'I'O POLlTICO DE LA LlBf:RACIÓ;-;¡ (1969-1975) 279
conciencia nacional. A la universidad In sólida formación académica de
intelectuales comprometidos con su pueblo. El pueblo es el testigo menos como el criterio que oriente su sentido. Por eso, podemos
insobornable de esa labor. Ni liberalismo ni corporativismo. La co- aceptar la participación extranjera, siempre que no perdamos el poder
munidad organizada busca el desarrollo de la democracia social, sin de decisión.
xenofobia, continentalista, universalista, no competitiva. Las institu- El problema científico tecnológico se ubica para Perón en el cora-
ciones intermedias tienen un gran papel que cumplir, corno comple- zón de la conquista de la liberación. Es responsabilidad moral e his-
mento de los partidos políticos. El ciudadano participará más acerca tórica del Estado y de los empresarios la recuperación de la inteli-
de lo que sabe más, de lo que mejor conoce. La violencia será reem- gencia argentina que emigra. Estos intelectuales tienen que trabajar
plazada por la idea. donde estén por Argentina. Para poder realizar la revolución mental
Para posibilitar el ejercicio del principio orgánico que subraya la que nuestro tiempo exige, para poder pensar que el hombre no puede
unidad de concepción, la conducción centralizada y la ejecución des- reemplazar a la naturaleza, para poder buscar caminos alternativos,
centralizada, es necesario que el presidente de la república, llamado a es necesario todo el poder de la inteligencia que se va al exterior y que
ejercer la conducción, pueda ser aliviado en las tareas de gobierno. se pierde para la fuerza y para el crecimiento de la nación. Cualquiera
Quizá la creación del puesto de primer ministro, encargado de coor- que sea el país en que se encuentren, debe obtenerse que trabajen por
dinar la administración, sería 10 adecuado. ¿Perón está pensando el propio país.
simplemente en medidas concretas y prácticas que aseguren su propia Latinoarnérica es de los latinoamericanos. Esta no es un a propo-
posición? Creo que a esa altura de su vida, ya no. Le interesa sugerir sición agresiva, sino defensiva. Esa unidad de Latinoamérica y del
modificaciones institucionales que se adecúen a las necesidades del Tercer Mundo debe concretarse a partir de la integración económica
modelo. Tiene conciencia de que el modelo lo trasciende a él corno con medidas prácticas y efectivas. La unidad económica dará la base
individuo. Sus continuas referencias a estar desencarnado y a que la para continuar con la unidad política, social y cultural. Naturalmente,
idea materializada en una organización vence al tiempo, apoyan esta esa unidad económica depende de la decisión política y esta decisión -
impresión. sólo se la puede tornar, si se parte de un modelo nacional y de un
Toda la revolución propuesta y supuesta por el modelo, la que el proyecto de país, que acepte la integración activa en el continentalis-
modelo quiere propiciar y a la que inicialmente también se requiere mo y en el universalismo corno tendencias históricas progresivas e
para poner en marcha el modelo, presupone una conversión auténtica, inteluctables.
una toma de conciencia cristiana, que permita advertir la revolucio- Resumiendo, a 10 largo del pensamiento de Perón durante el pe-
naria dimensión ética del cambio propuesto. La distribución social de ríodo posterior a 1955, se patentizan dos modificaciones apenas insi-
los bienes podrá ser entonces un hecho. El predicador se impone al nuadas, con un rápido regreso a las posiciones originales. En primer
agitador. La forma del cambio no será violenta. Hay que terminar con término, la idea de la guerra. Si en algún momento, en la década del
la paradoja de un mundo que, frente a la escasez y agotamiento de las '50, Perón alude a la insurrección, después seguirá insistiendo en la
materias primas no renovables, sigue en la desenfrenada carrera de visión no violenta del enfrentamiento. Conviene invertir tiempo y no .
un consumo irracional. Hay que tener la organización necesaria corno sangre, será siempre su divisa. En segundo término, hay alguna re-
para identificar las necesidades, aún cuando no se traduzcan todavía ferencia a la idea de institucionalizar el partido, pero prima la noción
en demandas del pueblo. Es una especie de extensión de un modelo de del justicialismo corno movimiento nacional. Perón mismo se concibe
terapia preventiva a toda la sociedad. corno conductor de los argentinos, de la mayoría, de los que han op-
El proceso de desarrollo tendrá entonces corno finalidad clara el tado por la liberación, en los términos en que él entiende y que supone
crecimiento del nivel de ingresos y su distribución con justicia social. aceptados también por la mayoría, salvo grupos minoritarios violentos.
Para ello es importante disciplinar al capital extranjero y tomar con- La violencia dosificada y justa hasta el 11 de marzo, ha pasado a
ciencia de la importancia de nuestra producción propia. No es acep- constituirse en acción de delincuencia común a partir de esa fecha. En
table cristianamente, que el desarrollo se realice a expensas de los relación con el movimiento, hay que pensar que su postulación es co-
más necesitados. Este criterio permite incluso rechazar salidas técni- herente con dos ideas, al menos, de Perón. Por un lado, con la idea de
camente aceptables, pero injustificadas desde el punto de vista de la que primero es la función la que se determina y luego se constituye el
finalidad del proceso de desarrollo. No se crece por crecer, se crece en organismo encargado de cumplirla. Para la función de liberación jus-
función del desarrollo integral del ser humano. El lucro puede acep- ticialista es necesario un movimiento nacional corno su sujeto ejecutor.
tarse corno un estímulo, pero jamás como un fin del crecimiento y Este sujeto hay que construirlo. Por otro lado, con la idea de la limi-
tación de los partidos políticos. Los partidos expresan una parcialidad

~~ ..
HURACIO CEHlrITI GULIlnERG EL PE!<SAMIEl>:1'O /,O(,[1'/CO Il~; LA LIIlERACIÓN (l!J69.1975) 281

irio expresar más que una parcialidad para conducir la ración, son ideas que se derivan de la experiencia de un pueblo. El
partidos son órganos de expresión organizada de un tipo pueblo es el referente empírico sustantivado al que sólo se accede por
1S sociales, pero no de todas. Es necesario dar lugar a otras vivencia. O se tiene la experiencia o no se la tiene. De todos modos,
nes intermedias y rebalsarlas en una unidad operativa. Es hay una vía de acceso al pueblo y su sentir para aquellos que no son
Jerón de superar, a un tiempo, la partidocracia liberal y el pueblo. Se trata del intelectual intérprete de ese pueblo. En tanto
smo. intérprete, el conductor también es un intelectual, aunque deja de
vecto nacional es una idea presentada en sus lineamientos serlo en el momento en que se concibe a los intelectuales como los
,ies corno un modelo argentino, perfectible y rectificable en encargados de determinada función dentro del todo: concebir el todo y
cm que la realidad se modifique. Y esto, porque el modelo sus partes. El conductor, por su parte, tiene la tarea de cerrar el todo
·ealidad en su génesis y se vuelve operante sobre ella. A su y hacerla avanzar hacia los objetivos previstos. En un nivel, el del
er rectificado tantas veces corno sea necesario, para que no conductor, el intelectual es un hombre del espíritu, un artista, un
icia. Los principios básicos sobre los que se asienta el mo- sabio. En el otro nivel, es un instrumento valioso, pero no pasa de ser
así corno sus postulados en un uso laxo de los términos, algo así corno un técnico del pensamiento. Justamente porque el pro-
importados o nuestros. Sin embargo, a poco de examinar lo grama surge del pueblo tiene consenso, del consenso viene la legiti-
uye lo no importado en estas ideas, no puede menos que midad. El ser del pueblo queda ubicado sobre el tener, al cual se lo
e por el sentido que Perón atribuía a lo nuestro. Pareciera quiere inducir para mantenerlo sometido. Sólo una cierta ascética
a, en el fondo de ideas que también vinieron de fuera, pero popular puede brindar el margen de juego político, para que el pueblo
más larga data de arraigo entre nosotros. En ese sentido la se salve con su conductor que lo orienta. El consumismo le hace per-
pera en este pensamiento al modo como opera en el pen- der fuerzas, dispersarse detrás de objetivos que no son los propios.
onservador. Quizá podríamos verla como la faceta con ser- Esta obra de salvación y de organización nacional responde al princi-
s nítida en el pensamiento de Perón. En fin, la idea-pro- .pio operativo de concepción y conducción centralizadas y ejecución
·10 cumple la función de brindar un cauce a la conciencia descentralizada .
.n cauce para que se pueda enriquecer y realizar. La con- Todo este marco clásico del pensamiento peronista aparece reubi-
.ional se puede manifestar en la articulación de tres nocio- cado en el contexto de una preocupación de larga data, pero que ha
vez complejas: la tercera posición, las tres banderas y la adquirido, veinte años después, una importancia mundial, al punto de
organizada. Estos ejemplos nocionales son articulados convertirse en la gran tarea que supera a la política. La supera, por-
dos tendencias que revelan el devenir histórico y a las que supone la salvaguardia de las condiciones mínimas del ejercicio de
que incorporar activa y protagónicamente: el continenta- la política: la sobrevivencia humana. Las relaciones del hombre con la
.miversalismo. Esta, que bien podríamos denominar, matriz naturaleza son condición de las relaciones de los hombres entre sí. No
del peronismo, se concibe corno el desarrollo político de la se da el paso de afirmar que las relaciones de los hombres entre sí
istiana, por oposición a dos extremos repudiables: el capi- tienen incidencia directa sobre las relaciones del conjunto con la na-
~l comunismo. La historia marcha de capitalismo a comu- turaleza. Pero, en todo caso, no se niega esta conexión. La tarea de la
o hasta allí llega el determinismo. Las formas que adopte salvación de la naturaleza parece vista, en el testamento de Perón,
e no se identifican necesariamente con las existentes. Del como un posible aglutinador de consenso a nivel mundial. Un político
I se recupera la democracia, pero reformulada corno demo- no puede ignorar esa fuerza virtual de proporciones muy grandes. La
al. Del comunismo se rechaza su colectivismo autoritario. apuesta es que ésa sea una fuerza humana más potente que las
las bases sobre las que se asienta una propuesta de libe- puestas en juego para destruirlo. O el hombre domina sobre sus arti-
sndida corno socialismo nacional, cristiano, humanista, de ficios o el aprendiz de brujo quedará arrasado de la faz del universo.
con una antropología que concibe al hombre corno individuo
te. Las dos ideologías (indidualismo/colectivismo) quedan Perón practica una suerte de idealismo realista. No deja de pos-
por la liberación de la comunidad organizada (donde el in- tular la prioridad de las ideas, pero con la convicción de que estas
equilibra con 10 social). La liberación es ideología, en sen- ideas se derivan de la realidad. Sin duda, la realidad más sustantiva
sta de fundamento de la doctrina, pero no 10 es en relación es la del pueblo. Cabría abrir el interrogante de si no es también una
ón peyorativa reservada para los dos extremos repudiados. idea, con lo cual ese idealismo se reduciría a una tautología. Sin em-
.ltirnos, ideología significa una deformación de la realidad bargo, es también un realismo idealista, porque apela a controles
mitación de uno de sus ingredientes. En el caso de la libe- empíricos para confirmar lo acertado de sus postulaciones. Los votos

.J~~
282 HORACIO Csmrrn GUI.DnERG El. PENSilMIE:\1'O I'OLlTICO DE LA LITlEHACI6:-< (19G~J·1975) 283

cantan, la supervivencia y el acercamiento de los postulados peronis- ni juicio peyorativo de valor, como una huida hacia adelante. Al no
tas durante la resistencia y en el duelo con Lanusse parecen demos- poder conducir por falta de condiciones, de organización y de edad, el
trarlo. El modo como opera esta lógica podría caracterizarse de espa- conductor conduce hacia el futuro. Siempre fue amigo de pensar en
cial, Avanza por exclusiones, delimitando áreas de aceptación o re- grande y no cabe duda de que no fue un tecnócrata sino un estadista.
chazo y combinando diferentes niveles de lenguaje y sentido. Cabría El más importante que haya tenido Argentina en este siglo. Su rea-
hablar de un eclecticismo con gran movilidad interna, lo cual permite lismo político es difícilmente discutible sin caer en un voluntarismo
recuperar elementos del lenguaje popular y articularlos didáctica- tan o más idealista.
mente, a términos extraídos de las más diversas tradiciones culturales.
Lo que no se puede dudar es que el imaginario colectivo se sintió in-
terpretado en no poca medida por estas ideas. 3. Filosofía de la liberación
A esta altura, una década después, aparece como válido un inte- A principios de los '70 la situación de la filosofía académica en Ar-
rrogante. ¿Cómo aceptar que Perón se dedicara a este tipo de re- gentina revela la necesidad de una urgente actualización. En general,
flexiones en los momentos vividos por Argentina en 1973 y 1974? La se notaba una relativa dispersión de los intereses, una carencia de
respuesta parece sencilla, si se toma en serio la visión misma que investigadores individuales y falta de referencias a las circunstancias
surge del pensamiento expuesto. Esta propuesta es coherente con la críticas que el país vivía. Las grandes corrientes filosóficas con desa-
función del conductor. Para conducir se requieren ciertos elementos, rrollos en la Argentina no mostraban frutos considerables de alto ni-
porque no se puede conducir permanentemente el caos, aunque Perón vel y, mucho menos, frutos que pudieran aportar elementos de juicio a
mismo concibiera que por momentos lo hacía, porque no había otra los debates sobre política, cultura, sociedad y religión que interesaban
alternativa. Se necesitaba perfilar mejor los pesos específicos de las a las mayorías. No había nada comparable, salvando las distancias de
fuerzas en pugna, para poder aplicar la estrategia del contrapeso. Para estilo y de reflexión requeridos, a Radiografía de la. Pampa, El mito
ello era necesario que se dejaran contrapesar. El supuesto es que se gaucho o Teoría del hombre. Muchos grupos se disputaban los redu-
lucha de un modo incruento. Con toda la metodología de la guerra, cidos espacios académicos, sin lograr homogeneizarlos. El liderazgo de
pero sin sangre. La habilidad permite negociar desde posiciones ven- Francisco Romero no había generado sucesores y sólo quedaba un
tajosas o ir obteniendo ventajas durante la negociación. El león her- vacío difícilmente ocupable por figuras menores. Sin duda, la reflexión
víbora no estaba dispuesto a conducir una guerra y, por lo demás, no filosófica permanecía sumamente ajena y alejada de las reflexiones
podía. La guerra sólo podía ser guerra civil, no se veía con fuerzas
que angustiaban al hombre de la calle.
suficientes para una victoria rápida y con costos bajos y, sobre todo se
le presentaba como una alternativa amenazante, un salto al vacío y, En este contexto se producirá el despliegue de la filosofía de la
por si fuera poco, como un gran retroceso. Toda la apuesta de Perón es liberación. Su aparición pública puede ser datada en el II Congreso
hacia la política y no hacia la guerra. Se opone, por ello, con toda su N acional de Filosofía, celebrado en Alta Gracia, Córdoba, en junio de
fuerza -y no era poca como se ha comprobado- a la concepción de la 1971. Allí se perfiló públicamente, por así decir, lo que después sería
nueva izquierda, la cual optaba por la guerra antes que por la políti- reconocido y difundido como filosofía de la liberación. En verdad, una
ca. Me atrevería a decir que en el caso de Perón la guerra era una serie de preocupaciones comunes organizaban los textos de diferentes
amenaza límite a la cual no se podía recurrir. Esto parecería sabido autores, algunos de los cuales se encontraban allí por primera vez. En
por sus enemigos. En el caso de la nueva izquierda, la política era un las Actas del Congreso, editadas por Sudamericana, fueron marginados
caso límite, al cual no se podía recurrir. Son sumamente indicativas algunos trabajos, que respondían a estas preocupaciones.
las sugerencias de Perón, quien habría señalado la necesidad de que Una serie de características se podrían destacar como rasgos co-
los militantes de la juventud se incorporaran uno por uno al movi- munes de esta nueva orientación:
miento y después, si podían, que lo controlaran desde dentro ... Sin
_ El rechazo de una concepción academicista de la filosofía, que
embargo, la guerra de la nueva izquierda tampoco fue exactamente
se refugia en los ámbitos académicos, haciendo de la historia
una guerra, en la medida en que no se pueden eludir estas dos prác-
ticas: guerra y política como complementarias y no solamente como un recurso didáctico defensivo, para no asumir los riesgos de
excluyentes. La historia de las revoluciones parece mostrar esto hasta intervenir en la cotidianidad.
la saciedad. _ El repudio concomitante a la pretensión de elaborar una re-
flexión filosófica "pura", incontaminada de toda referencia po-
El testamento de Perón puede ser calificado, sin ninguna reserva lítica y, mucho menos, partidista.
284 HORACIO CERtJrrI GULDI3F.RG El. PENSAMIEt'TO POl.fTICO DE I.A LIIJEHACI(j:; (l9G9-H)7G) 285

- El cuestionamiento de orientaciones filosóficas excesivamente país previamente, se busca explicitar similitudes con la lucha
alejadas de las preocupaciones históricas, triviales en orden a por la descolonización africana y asiática. Hay un ambiente de
consolidar un proceso de liberación nacional y latinoamericano. solidaridad con el mundo pobre, que lleva a postular esa po-
tencialidad, esa latencia corno el germen de la filosofía del fu-
- La consiguiente denuncia de la capacidad filosófica -en este
turo.
nuevo sentido buscado- para acuñar una reflexión al servicio
de las necesidades de las mayorías. De ahí la postulación de - Indudablemente, un tal tipo de posición frente al conflicto
una filosofía de y para el pueblo. histórico es sumamente permeable a la incitación religiosa. Se
tenía una percepción acentuada de la virtualidad movilizadora
Junto a estos rasgos negativos, que definen un perfil por exclusión, de la religiosidad popular, de su poder de sutura, de su reser-
no deben olvidarse las propuestas programáticas de esta joven orien- va de sentido simbólico, de su fontanal en recuerdos del futuro.
tación:
No considero excesivamente aventurado afirmar que dos tipos de
- Desarrollar una hermenéutica capaz de decodificar la simbóli- énfasis se perfilaron rápidamente y determinaron casi toda la evolu-
ca popular y de permitir su reinserción en el discurrir filosófi- ción ulterior de esta orientación. Es el germen más visible de la
co de nuevo cuño. Sólo a partir del reconocimiento de este fragmentación inmediata de este esquema programático inicial. Por
"humus" de la cultura popular se haría factible un tipo de re- una parte, se cargó el interés en lograr adherente s a la nueva "causa".
flexión renovado, que respondiera a sus necesidades y pará- Era un afán, sin duda explicable, de proselitismo para reforzar las
metros. propias posiciones ganadas y amplificar su impacto. Como corolario, se
- Conceptualizar .una filosofía ética y política de la liberación, hace claro que el interés haya recaída en la filosofía y su propio pro-
como parte de la lucha ideológica por romper con la situación ceso de desarrollo, tanto teórico como institucionaL Por otra parte, otro
de dominación diagnosticada para Argentina. Era un momento énfasis se puso en la observación del proceso complejo y multifacético
de franca incorporación de intelectuales a la alternativa pre- que se desarrollaba en el país. Sus avances y retrocesos, sus modifi-
sentada por 10 que sería el FREJULI. Se trataba de unir caciones y matices hicieron que la reflexión filosófica adquiriera tor-
fuerzas para derrotar a la dictadura y constituir el futuro. siones inesperadas en otros contextos y muy adheridas al acelerado
Estaba de por medio, la reconciliación de la "intelligentsia" con ritmo de descomposición del proceso. Se podría decir que este proceso
el peronismo y la superación de su conciencia culposa en rela- se había abierto en el país en la segunda mitad de la década del '60 y
ción con la Unión Democrática ... Daba igual la edad de los acabó abruptamente 10 años después. En el inicio de los '70 se vive su .
individuos. Algunos habían participado activamente en la lucha culminación y es este el momento que considero especialmente aquí.
antiperonista del '55. Otros, más jóvenes, viviéndose como in- El primer énfasis llevó a experimentar el filosofar de la liberación
telectuales y asumiendo, como sector, la responsabilidad de como un movimiento que debía ser consolidado y asegurado en su
variar el rumbo. homogeneidad interna, en su poder de confrontación, en su fuerza
- El tema y la experiencia de la alteridad se impusieron con institucional, en la difusión de sus publicaciones, en la ortodoxia de
sus sostenedores. El segundo énfasis llevó a cuestionar la operatividad
fuerza arrolladora. Mejor dicho, a partir de numerosas expe-
del primero y a agudizar el sentido de distanciamiento respecto de un
riencias, especialmente de aquellos que habían emigrado a las
proceso errático a ojos participantes.
"villas" para convivir con y convertirse al pueblo, la alteridad
como tema se adelantó con urgencia impostergable. La liberación parecía esfumarse entre las manos, las ilusiones se
- Se asume con entusiasmo que un movimiento intelectual se quebraban rápidamente. En menos de veinticuatro meses a contar del
está gestando corno complemento filosófico -y no pocos pen- 11 de marzo de 1973 -y esto alargando mucho los plazos, dado que
saron que como orientación- de la movilización general que va la ilusión se resistía a la realidad- las cartas estaban definitiva-
creciendo a nivel nacional y que asume diferentes formas de mente echadas y el proceso de liberación se encontraba bloqueado.
manifestación. Trato de reproducir la visión de aquel momento y no de juzgar re-
trospectivamente.
- La reivindicación de los marginados se consideró parte de la
larga lucha por la reivindicación del hombre americano, cons- La situación general, más los intentos de desarrollar el pensa-
tante de la cultura del nuevo continente desde el siglo XV, Se miento de la liberación y constituirlo en un apoyo del proceso político
advierten cercanías con estilos de pensar no difundidos en el general, hicieron que aceleradamente el programa común inicialmen-

..
,'}:,.,
& ,:;
.:-j
'~'"'f, .
-- <"'",
.,'!.>,,}.,
286 HOHACIO CERlJITI GUI.IJDERG EL PRI\'Si\MIF.NTO POLITICO O~: 1"\ LInERIICIÓN (1969-1975) 287

te compartido se fragmentara. En el seno mismo de la orientación por incluso, administrativas, La política nacional afectaba también con
la liberación se evidenciaron diversas posiciones, sumamente comple- diferentes intensidades la vida universitaria y los filósofos no perma-
jas en su génesis y en sus respectivas formulaciones. Tal como era necieron ajenos. Aunque hubieran querido, no hubieran podido. Es en
dable estudiarlas con relativa serenidad posteriormente, pueden ser ese marco, donde la tolerancia era visualizada como una debilidad y
organizadas en cuatro versiones más o menos precisamente delimita- en no pocos casos quedó demostrado que 10 era, en el cual nació y
das. Estas cuatro versiones cubrían un espectro amplio que abarcaba creció la filosofía de la liberación.
diversas orientaciones ideológicas, adscripciones políticas y preferen-
cias filosóficas. Los puntos de conflicto podrían concentrarse en los
siguientes: la concepción de lo nacional, lo social, lo cultural, lo polí- 3.1. Una ontología de la ambigüedad concreta en la guerra integral
tico, lo histórico, O filosófico, la revolución, el propio proceso de libe-
ración en suma. Las coincidencias se fueron reduciendo cada vez más Esta versión de 10 que se ha conocido como "filosofía de la liberación"
a lo que se rechazaba y esto todavía con muchos matices. La línea de en la Argentina de estos años, se caracterizó por tomar como objeto
fractura pasaba en esos momentos, cada vez más nítidamente, por la del quehacer filosófico el problema del ser nacional. El ser nacional era
aceptación o condena de conceptos provenientes de las tradiciones visto como una prolongación del ser latinoamericano, aunque no es
marxistas, freudianas, estructuralistas y por la participación en posible que pase inadvertida la verdad de la afirmación inversa, se
prácticas políticas de corte populista o las reticencias frente a las leía el ser latinoamericano como prolongación del ser nacional. La
mismas. No puede dejar de anotarse que todas estas dimensiones se Patria Grande era así concebida como ampliación de la Patria Chica,
entrecruzaban de modo estrecho, haciendo difícil la discriminación de sin alejarse por cierto de tradiciones muy típicas argentinas en ese
ti!

.( las divergencias en un medio abrumadoramente volcado a la búsque- sentido. Un segundo aspecto, sumamente enfatizado, era el repudio de
"
da de nuevas alternativas, confusamente atisbadas y difícilmente la actividad intelectual, aunque curiosamente el interés por copar
constatables en su efectividad. puestos académicos y de decisión en los medios de educación superior
Quizá cabría interrogarse por el tipo de autores que se interesaron era manifiesto. La satanización del liberalismo hacía incomprensibles
por esta nueva orientación y que procuraron desarrollar enfoques y muchos momentos de la propia historia del país. Correlativamente, la
trabajos en ese sentido. Es difícil ubicarlos en un corte cronológico satanización del marxismo impedía apropiarlo críticamente y utilizar
bien delimitado. Aproximadamente estaban entre los 20 y los 50 años sus herramientas teóricas. La deformación de ambos paradigmas
de edad. En muy diferentes posiciones académicas. Algunos, la ma- mediante un proceso de tabuización, propiciaba el encantamiento de
yoría, se iniciaban en el ejercicio de la docencia y la investigación, tradiciones irracionalistas, supuestamente limpias de toda mácula. Lo
otros estaban avanzados y reconocidos en sus méritos, los menos al- grotesco no dejaba de hacer su aparición cuando se pretendía explicar
canzaban ya la cima de su carrera. En todo caso, la gran mayoría la pedagogía del oprimido en clases magistrales, cuando se echaba
había tenido ocasión de completar su formación en el extranjero o, al mano de Sartre para polemizar contra la falta de sensibilidad mar-
menos, de moverse dentro del país hacia nuevos objetivos laborales. xista para lo artístico o cuando se enfrentaba a Jung con el estructu-
No fue ajena a esta movilidad la creación de numerosas universidades, ralismo antropológico a la búsqueda de una interpretación propia de
que procuraban descentralizar y despolitizar los tradicionales medios los mitos y el simbolizar popular. Y no es que estos intentos estuvie-
..iniversitarios argentinos. Así, las universidades de Río Cuarto, Co- ran de por sí condenados al fracaso, sino que el contexto en que se los
mahue, Luján, Mar del Plata, Salta, San Luis y San Juan, jugaron un postulaba, los medios teóricos en juego para desarrollarlos y la actitud
papel importante de atracción de profesores y brindaron oportunidad, autoritaria con que se los pretendía imponer, reemplazando la argu-
merced a la juventud de sus estructuras organizativas, para ensayar mentación por la fuerza o por las triquiñuelas de pasillo, hacían re-
diversos proyectos más o menos alternativos, ingeniosos y estimulan- pudiable la posición global mente considerada. El filósofo se concebía
tes. Con lo cual, por lo demás, se frustró el objetivo desmovilizador enrolado en una guerra integral contra el Espíritu Europeo, visuali-
para el que fueron creadas en tiempos de Onganía estas nuevas uni- zado como quinta esencia de la racionalidad imperial. El filósofo debía
versidades. Mientras tanto, la masificación seguía desempeñando una convertirse en militante del peronismo (¿Cuál de todos? cabía pre-
presión difícilmente infravalorable en el resto de la estructura uni- guntarse y había que responder, desde la posición que se viene expo-
versitaria argentina. La vieja organización patriarcal y rígida se re- niendo, del único, el del Unico ... ) para colaborar en la magna tarea de
sentía bajo su embate. En ese contexto, los filósofos interesados en convertir al pueblo en Nación no imperial. Está de más introducir aquí
participar tuvieron la ocasión de confrontar sus reflexiones con múl- interrogantes acerca de las posibilidades de expansión imperialista de
tiples responsabilidades institucionales: docentes, de investigación e un país dominado y parte del "patio trasero", pero estos no eran tó-

.1
EL PENSAMIESTO POLITICO DE LA LIBERACIÓN (1969-1975) 289
288 HORACIO CEHUTTI GCWIlERG

este rechazo y de la relativa incomprensión de la propuesta marxista.


picos constituyentes de aquel debate. La concreción frente a lo políti- El momento disruptivo de toda dialéctica moderna, queda subsumido
co eliminó la ambigüedad y la mostró en toda su fuerza: el ejercicio en el momento de la totalización. Es una paralización forzada de la
del gobierno por parte de la verdad de la doctrina, concebida como dialéctica, que propicia todo tipo de reflexiones especiales y especula-
dogma, santa inquisición perseguidora de los "infiltrados". Esta posi- tivas, sumamente sugerentes pero quizá poco eficaces. Lo más para-
ción contribuyó a la construcción de un Perón y un peronismo míticos, dójico es que toda esta postulación se resuelve finalmente en una po-
indubitables, incuestionables e infalibles. Esto cerraba la posibilidad sición que no rebasa la dialéctica del amo y el esclavo en su formu-
de un cierto juego político y, por supuesto, clausuraba la apertura lación divulgada por las obras iniciales de Paulo Freiré (aunque
mental necesaria para aportar eficazmente desde el punto de vista posteriormente esa formulación inicial aparecería sumamente mati-
teórico y crítico al proceso. zada en otros trabajos del mismo autor). Es una propuesta de tipo
ético que revela muy bien la extracción de clase de sus postulantes.
Los sectores medio o pequeño burgueses son los llamados a inter-
3.2. La ambigüedad abstracta de una analéctica eticista mediar entre dominadores y dominados y de su balanceo responsable
dependen los éxitos o fracasos de los dominados. En forma maniquea,
Esta versión se caracterizó por su impronta religiosa, típica de un los buenos y los malos no admiten fisuras en sus filas y esta concep-
progresismo proveniente de la doctrina social católica. ción se cierra en una lógica tautológica y circular, incapaz de dar
Autoconcebida como el primer lagos auténticamente latinoameri- cuenta de las relaciones reales de explotación.
cano, su anclaje histórico se redujo a la reiteración del tópico de que la
filosofía ha sido pura repetición, mala copia, deformante y poco crea-
tiva entre nosotros. Con este diagnóstico histórico, sin bases historio- 3.3. Un historicismo distanciado del idealismo
gráficas desarrolladas y la combinación de enfoques provenientes de
Heidegger, Levinas, Mounier, de Chardin, Blondel,· etc. producía el Desde la base historiográfica desarrollada por la historia de las ideas,
efecto de una novedad latinoamericana. La dialéctica hegeliana reto- tal como ha sido practicada en América Latina desde las décadas del
mada según esta versión sin modificaciones por Marx, era objeto de '40 y '50, era imposible aceptar sin peros la negación de la historia del
repudio como un método que conllevaba necesariamente a la implan- pasado filosófico latinoamericano practicada por las dos corrientes
tación del totalitarismo. Esa lógica dialéctica constituía el fundamen- anteriores. Este historicismo caminó hacia el encuentro de posiciones
to de una modernidad nordatlántica dominante. El sur permanecía materialistas, que permitieran una captación del funcionamiento ins-
dependiente a nivel mundial. Aquí se incorporó la categoría central de titucional de las ideas y un abordaje semiótico de las mismas. Esta
analogía como instrumento conceptual, que permite aproximarse a una versión arraigaba más en las tradiciones anticlericales del pensa-
lógica de base ética, capaz de hacer lugar para el otro. El carácter miento liberal latinoamericano, aunque con una gran sensibilidad
alterno o alternativo en tanto experiencia práxica, fue tomado como hacia las manifestaciones de la religiosidad popular y hacia las re-
base de generación de una lógica analéctica que la justificaría desde el formulaciones de tipo teológico ya en boga por aquellos años. Natu-
punto de vista conceptual. Pero, esta justificación ético-metalógica es ralmente se manifestó desde estas posiciones un marcado rechazo a la
fundada, aunque sea fundante. Es solamente por la afirmación de un actitud proselitista de otros sectores y un claro distanciamiento de la
Otro completamente alternativo, al cual el otro representa, que este filosofía de la liberación entendida como movimiento, al mismo tiem-
último merece consideración y respeto. Esta apertura a la trascen- po que se rescataba la necesidad de enfatizar la importante tarea de
dencia crea problemas teóricos de todo tipo a una teológica latinoa- colaborar en el desarrollo del proceso deliberación. A partir de la
mericana. Dicho sea de paso, esta teológica todavía permanece infor- evidencia historiográfica, si se quiere como una fuerte base de sus-
mulada, aunque sea una pieza aun gular de todo el edificio de esta tentación empírica, pero no asumida desde presupuestos empiristas, se
versión de la filosofía de la liberación. La filosofía aparece concebida afirmaba la necesidad de repudiar todo tipo de ontologicismos y este-
como servicio oscilando entre la primacía de lo nacional y la de lo ticismos que desviaran la reflexión del punto focal, constituido por la
social, intentando resolver el problema mediante la postulación de dimensión histórica inescapable del latinoamericanismo. En esta po-
diferentes tiempos para atender esos diversos niveles o a la búsqueda sición el latinoamericanismo aparece como el contexto desde el cual es
de conceptos integrativos, como los de cultura o religiosidad popular dable interpretar las aportaciones de una reflexión más circunscrita.
que, supuestamente, los abarcarían en una síntesis operativa. La op- La reflexión sobre el sujeto del discurso liberador ocupó un lugar
ción metodológica rechaza de plano todo acercamiento al marxismo y central dentro de las tareas teóricas. La aclaración de que la necesidad
la postulación del método anadialéctico es una mostración explícita de

.:j~;.;
~.
290 HORACIO CEUL"ITI GUI,DDERG EL I'~NS.'\.MIEKTO POLtTICO DE LA LmERAclOK (1969-1975) 291

demandada por los sectores populares no es equivalente en forma in-


mediata a la refonnulación de la demanda efectuada a nivel político,
fue uno de los aportes más significativos, que en su momento aportó 3.4. Una problematización epistemológica ruptural
este sector. Un elemento de crítica a formulaciones populistas, las
cuales impedían aprehender la complejidad del fenómeno social a cuyo Esta versión 'fue el producto de la amalgama, en los hechos, de una se-
desenvolvimiento se asistía, El historicismo propició variadas líneas de rie de sectores provenientes de distintos ámbitos y tradiciones marxis-
desarrollo del pensar dialéctico enfatizando la articulación entre rup- tas, populistas, cristianas. El impacto del estructuralisrno, del llamado
tura e integración. La búsqueda de conceptos cada vez más integrales (mal llamado) marxismo estructuralista, del psicoanálisis, la hermenéu-
se convirtió en uno de los modos de responder al desafío planteado por tica bíblica, etc. propiciaron un énfasis en la revisión epistemológica,
la experiencia lo alterno. Quizá podría afirmarse, en forma esquemá- autocrítica, si se quiere, de los productos que alentaba la propia orien-
tica, que la experiencia de 1 alternativo se concibió, en este contexto, tación general por la liberación en toda su complejidad y también un
como el motor de la dialéctica histórica y, por ende, conceptual. Filo- marcado interés por el análisis del proceso político que efectivamente se
sofías de la historia de corte especulativo, afirmaciones de originali- llevaba adelante en el país. Por eso, por problematización pasó a enten-
dades filosóficas latinoamericanas o exhibición de peculiaridades cul- derse un modo especial de articular el enfoque sistematio con el enfo-
turales como objetivos o trofeos, caen expresamente fuera de este tipo que histórico de la filosofía, jugando con la distancia y articulación en-
de reflexión orientada hacia la tarea de la liberación. Una fuerte tre ambos enfoques y buscando ayuda en uno para esclarecer el otro y
conciencia social previene contra las retóricas de la primacía de lo alternativamente. Es por preocupaciones sistemáticas que se acude a lo
político o los nacionalismos balcanizantes. Este tipo de reflexión filo- histórico y es desde el contexto histórico que se aborda lo sistemático. y
sófica se autoconcibió como compartiendo un mismo "espacio" episte- esta temática es combinada con una preocupación epistemológica, por
mológico con las ideologías de los oprimidos. Por cierto, en este espa- los modos de producción del conocimiento y del saber. Naturalmente, el
cio no todo se homogeiniza y las relaciones entre filosofía e ideología énfasis en que el sujeto del filosofar no era el pueblo (ni, mucho menos,
siguen siendo problema pendiente. Pero, en todo caso, no se rechaza la la misma filosofta) sino el proceso de liberación, condujo a la valoración
cercanía y la toma de posición. La condición epistémica de la filosofía de las ciencias sociales como un instrumento de mediación o de acceso,
no significa automáticamente un desconocimiento o desligamiento del según se 10 quiera ver, a la realidad. Se concibió a la filosofía como una
nivel de la doxa. Es más, la doxografía ocuparía un lugar privilegiado reflexión segunda respecto de las ciencias sociales, complementaria, que
en el quehacer del filósofo historiador de las ideas, como objeto de puede aportar una vez que se deja penetrar por los aportes de estas
investigación. La filosofía historicista constituye el esfuerzo más po- ciencias. El sector problematizador adoptó explícitamente una visión
tente que se ha realizado en nuestra América para superar (aufheben) instrumentalista de la tradición filosófica mundial, afirmando el derecho
la filosofía hegeliana. Sin Hegel no se la puede concibir y reducida sólo a su uso en función de las necesidades presentes del proceso de libera-
a Hegel es incomprensible. La filosofía historicista incorpora a su ar- ción. Por momentos y en determinadas formulaciones, la filosofía de la
senal de categorías los aportes de las filosofías, denominadas por Paul liberación se identificó lisa y llanamente con el marxismo, aspirando a
Ricoeur, de la sospecha, en contra de las filosofías del concepto. De un humanismo postestructuralista. Por su parte, los antecedentes histó-
modo paradójico, podría afirmarse que su obsesión por el problema del ricos del pensamiento latinoamericano fueron reclamados como base de
sujeto, del ser sujeto en la historia latinoamericana, proviene de su sustentación de las propias posiciones. Se autoconcebía la propia versión
aspiración por afirmar la primacía del objeto. Por ello su actitud crí- de la filosofía como continuando las líneas abiertas por pensadores an-
tica y prudente respecto de los estructuralismos enunciadores de la teriores y cuya culminación en cierto modo se daba en la filosofía pre-
muerte del hombre. El historicismo latinoamericano sólo puede en- sente. Pero, a la vez y de modo quizá no muy convincente, se afirmaba
tenderse como un humanismo no individualista, dialéctico y compro- la necesaria ruptura con la tradición idealista a nivel mundial y espe-
metido. Lo filosófico es inconcebible desprendido de lo extrafilosófico, cialmente con el logocentrismo típico de la tradición occidental. La filo-
justamente porque es producto de la conciencia y para ella no hay sofía era concebida como una práctica social articulada a otras prácti-
adentro ni afuera. Quizá el mayor aporte de la propuesta historicista cas, dentro de una formación social determinada. Esta concepción supo-
es que es una propuesta abierta y no en sentido voluntarista o pro- nía el rechazo de la profesionalización del filósofo, en el sentido de una
gramático, sino por su misma organización epistemológica. Su basa- "profesión" liberal. El filósofo no aparecía así como comparable a un
mento en la historia de las ideas le proporciona una gran flexibilidad, abogado o a un médico, sino como el soporte momentáneo de una prác-
generada por el avance de las investigaciones en esa disciplina, dentro tica abierta a cualquiera entrenado para realizarla.
de las tradiciones desarrolladas en nuestra América. Con los aportes de diferentes disciplinas sociales esta versión

i\ili.
292 HOHACIO CERlJITl GULDHERG El. PRJ';SAMIF.:\TO POLITICO nE LA I.IBERACIÓ:,< (1969-1975) 293
apuntó la necesidad de elaborar la noción de sujeto del filosofar, dado importancia que tiene como modelo micro y sutil de las controversias
que su identificación en el pueblo parecía inconsistente e inconducente. ideológicas que a otros niveles se desarrollaban como complemento de
La filosofía, obligada a rendir cuentas de su propia práctica (momen- las luchas políticas enconadas. Lo interesante del examen de estas
to epistemológico) era concebida en íntima conexión con la práctica filosofías es que permite atisbar uno de los procedimientos más refi-
política. Por ello, no se concibió la separación o las prioridades artifi- nados de construcción social de la realidad. Pues, aunque su poder de
ciales entre filosofía y política, cuando del proceso de liberación se difusión fue escaso, su poder de condensación parece sumamente alto
trataba. La filosofía acompañaría modestamente a la práctica política, y sus expresiones ocultan virtualidades que se revelaron explosiva-
como uno de sus múltiples ingredientes y su función sería justamen- mente en el ámbito social.
te la apertura permanente a la criticidad y a la autocrítica. Pero no es
ésta tarea de una élite o exclusividad de una vanguardia, sino que es
el uso de la razón operante históricamente. Sin embargo, esta versión 3.6. Problemas teóricos pendientes
no fue mucho más allá, en aquellos años, de la afirmación de una
función para la filosofía entendida como práctica del rechazo del apo- Uno de los aspectos más interesantes y que requiere mayor prudencia
calipticismo, como tendencia típica de los sectores marginados cuando en su formulación es la recuperación de los problemas aludidos y no
se sienten acorralados y de la superposición del concepto bíblico de resueltos o ni siquiera bien planteados por las distintas versiones de la
pueblo en no pocos casos de análisis de la cultura popular. Enfatizó, filosofía de la liberación. Trataré en lo que sigue de enunciar algunas
claro está, la necesidad de trabajar con la categoría de clase social de estas cuestiones pendientes, con el objeto de diseñar las líneas de
para poder analizar el conflicto social y la importancia de la Tesis XI, investigación futuras:
no negando el momento de la interpretación, pero subordinándolo a la
transformación. En otros términos, no es que se interprete por afán de - Una filosofía que repudie el academicismo, en tanto evasión de
saber, aunque es necesario. un control racional de la interpretación la responsabilidad social, requiere de un máximo de rigor y
para que el imperativo de la transformación no tergiverse el diag- erudición en sus aportaciones, para poder ir más allá de modo
nóstico. Y esto 10 sabemos muy bien los latinoamericanos, ahogados eficaz en el filosofar.
muchas veces en un mar de ilusiones frustradas por infundadas. En
este punto, se incorpora la noción de utopía como uno de los elemen- - La cuestión nacional y las tradiciones nacionalistas aparecen -
tos que reclaman especial atención por aquellos ocupados en la con- como ligadas a este tipo de reflexión y es necesario aclarar en
solidación y avance del proceso de liberación. De ahí en más, la qué puntos se producen incidencias y cómo esas incidencias
cuestión de la utopía, en sentidos múltiples imposibles de reseñar condicionan o flexibilizan la reflexión filosófica.
aquí, se constituyó en vertebral para la reflexión que venimos co-
- La experiencia de lo alterno requiere una tematización siste-
mentando.
mática, para que no sea conceptual izado de un modo "flotante"
y falto de rigor.
- Un necesario reexamen del liberalismo y del marxismo se im-
3.5. Repercusiones políticas
pone en Argentina y en América Latina, sobre la base de una
bien fundada historiografía.
Hay que decir que, si bien este pensamiento filosófico es incompren-
sible sin su referencia a la política argentina de aquellos años y en su - La redefinición del sujeto y todos los problemas que le son in-
seno se expresaron en términos a veces más elaborados las últimas herentes, sigue siendo tarea urgente en este subcontinente.
derivaciones y los aspectos más sutiles de los enfrentamiento s que se - La dimensión utópica de todo pensar es también un aspecto
producían en otros planos, su influencia directa fue escasa. No fue un que condiciona el discurso político y la concepción misma de la
pensamiento que alcanzara masivamente a los medios de difusión y no racionalidad.
alcanzó a hegemonizar el espacio filosófico académico a nivel nacional. - Una dimensión autocrítica de la propia argumentación y del
Sus impactos fueron dentro de la estructura universitaria y a ciertos sentido del proceso no se puede evitar. Aunque quizá no sean
niveles de la estructura eclesiástica, sin que llegara a afectar masi- los filosóficamente entrenados los más aptos para aportar en
vamente a la jerarquía eclesiástica católica y tampoco a la totalidad este sentido.
del aparato educativo nacional. A nivel de la producción cultural, su
presencia fue más bien débil. Sin embargo, esto no resta un ápice a la La filosofía de la liberación se difundió luego por el resto del

'j ..
.~si4{~.¡,.:,~
294 HOIllCIO CF.RLTfI GUI.DU¡:HG

ESTADO DE LA CUESTIÓN
continente, junto con el exilio obligado de algunos de sus sostencdores
y también ha despertado interés en Europa. En su sentido restringido,
que es el examinado aquí, se puede considerar un movimiento reba-
sado por la propia realidad y la endeblez de sus afirmaciones. En un
sentido amplio, como una filosofía para la liberación latinoamericana,
se puede considerar todavía en sus pasos iniciales y con mucho camino
por delante. Sus tareas se han ampliado y sus debates se han multi-
plicado. Estos desarrollos reclaman estudios pormenorizados, que lAS IDEAS POLÍTICAS EN LOS '80
permitan evuluarlos y saber con detalle dónde nos encontramos y la
relevancia que compete a este tipo de reflexión.
JU¡\¡"¡ CARLOS PORTAN'TlEHO
En la medida en que una filosofía se conciba como instrumento
para colaborar en la liberación y que, por lo tanto, interese responder
a las demandas, intereses y necesidades de los sectores dominados,
marginales, explotados y privados de los mecanismos de participación,
difícilmente podrá avanzar más allá de la crítica, de la denuncia, de la
explicación de la opresión y la explotación, de la proposición de al- El 30 de octubre de 1983 tuvo lugar en la Argentina un hecho políti-
ternativas. Esto no quiere decir que deba permanecer como una filo- co que sólo un año antes hubiera parecido absurdo: el triunfo electoral
sofía programática. Estas dimensiones deben ser desarrolladas cui- de la Unión Cívica Radical frente al peronismo en comicios absoluta-
dadosamente y con todo rigor. Así, se organiza su aspecto positivo, mente inobjetables. Con un 52% de los votos, Raúl Alfonsín, hasta
afirmativo. Ir más allá, en el sentido de formular una nueva propuesta hacía muy poco líder del sector minoritario de un partido que desde
integral sobre la sociedad y la historia humana, construir una nueva 1946, venía siendo el eterno segundo en toda confrontación libre, era
visión del mundo u organizarse como un sistema, es casi impensable. consagrado Presidente. La derrota peronista parecía concluir un ciclo
Esta forma de manifestación filosófica aparece reservada a los sectores de casi 40 años en el cual, desde el oficialismo o desde una oposición
dominantes de una sociedad dada. La dimensión crítica se impone casi siempre clandestina, los seguidores de Perón habían sido incues-
entonces como la más importante en un pensamiento de los oprimidos, tionables mayoritarios. Diez años antes, en 1973, el tercer mandato
junto a la dimensión autocrítica que actúa como complemento de una del propio Perón había tenido orígenes virtualmente plebiscitarios, con
práctica eficaz por la liberación. Podría plantearse la cuestión límite más del 60% de los sufragios. El radicalismo entonces, con su líder
de las características que tomaría la reflexión filosófica en una socie- histórico Ricardo Balbín como candidato, había arañado penosamente
dad liberada, pero no parece una cuestión urgente ni decisiva para el un poco más del 20% del electorado. ¿Cuáles fueron las razones de ese
filosofar actual en nuestra América. vuelco histórico? ¿Qué reivindicaciones, qué impulsos colectivos fue
capaz de captar entonces Alfonsín para transformar a su figura y a la
de su partido en una opción verosímil?
Como ha quedado dicho, al desaparecer Balbín en 1981, no es
Alfonsín su sucesor natural en la dirección partidaria, sino el jefe de
la oposición interna. En poco más de dos años de impresionante ca-
rrera, logra primero transformarse en la principal figura de la Unión
Cívica Radical, luego ser ungido candidato y, por fin, tras el proceso de
selección interna en el que barre a su oponente, es electo presidente.
Esta sucesión de éxitos sólo puede explicarse por el hecho de que su
liderazgo se proyectó tanto al partido cuanto a la sociedad, en un
movimiento simultáneo. No era ajeno a esa posibilidad el que Alfonsín
se mostrara corno un personaje político nuevo, diferente de la tradición
de su partido, que buscaba hacerse cargo de la superación de un pe-
ríodo de caos y fracaso nacional, cuyos orígenes no estaban exclusi-

295

i
,.J.t¿¡~.~:

También podría gustarte