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sea elemento ciego de las circunstancias en los momentos de desgraciadas

consecuencias.

La función policial de prevención hace posible su eficacia efectiva. La


flexibilidad de las facultades discrecionales de la administración pública,
permite su fácil acomodamiento ante las variaciones que presenta la realidad
diaria sobre innumerables perturbaciones. Adquiere importancia esta función
policial preventiva a medida que el Estado de Derecho se afirma y eleva el
valor del individuo ante el poder de la sociedad.

La actividad preventiva dada su generalidad no puede ser tan precisa como la


represiva que surge como una necesidad manifiesta, inmediatamente
después que se ha infringido la norma inmediata preventiva. Las medidas
preventivas pueden imponerse significativamente antes que una conducta
perturbadora comience a manifestarse exteriormente, o ya al comienzo del
proceso perturbador o cuando se encuentre en pleno desarrollo y
excepcionalmente hasta cuando sanciona ciertos incumplimientos de
prevención.

La manifestación de represión preventiva, también se la llama represión


relativa, corresponde al proceso ejecutivo de la actividad policial: por eso la
sanción que impone se refiera a medidas contra la desobediencia. Aquí hay
una ejecución desplaza dora realizada coercitivamente por los mismos
órganos policiales a fin de poder realizar la prevención sobre el hecho
perturbador destacado. De discriminarse el contenido de esta actividad
preventiva en relación con la actividad represiva se identifica con la sanción
penal, pues la preventiva trata de evitar la perturbación, la represiva suprime
directamente el hecho o conducta perturbadora, y la sancionadora castiga al
responsable. No hay que confundir represión con punición. La confusión del
término sanción con represión es lo que ha provocado el equívoco,
considerando que la represión es siempre castigo por incumplimiento de la
norma preventiva. El legislador puede imponer conjuntamente medidas de
represión y de sanción, pero esto no implica que las dos sean iguales. Lo
único que las identifica es que nacen después de la prevención. Ante la
represión y la punición, la represión ocupa un capítulo de importancia técnica
jurídica para la administración pública, pues ambas tienen carácter
excepcional y actúan cuando ha fracasado la prevención. En la prevención
actúa con amplitud y eficiencia el administrador mientras que en las otras dos
su acción tiene carácter limitado.

La actividad preventiva siempre tendrá por objeto evitar, precaver o prevenir


la perturbación que puede producir una cosa o un hecho sin intervención de
la acción humana. No hay ninguna duda que tratándose de medidas policiales
que, aunque preventivas, limitan y restringe la libertad individual, sólo podrán
imponerse cuando una norma legislativa las ha autorizado, ya sea en forma
expresa o en forma general pero bien delimitada.

Las medidas preventivas por su objeto cautelar son circunstanciales y


variadísimas, por eso las disposiciones legislativas que las disponen son
genéricas, pero al respecto hay que hacer aclaraciones de orden técnico
jurídico, una cosa es la delegación expresa al órgano policial para que dicte
medidas preventivas y otra es la libertad o arbitrio para elegir las formas y
modos para hacer efectiva y eficaz la función de prevención. En el primer caso
se plantea el problema de la delegación para limitar la libertad individual y en
el segundo caso se trata de la competencia discrecional de la administración
para elegir los medios y las formas más eficaces y convenientes para evitar y
prevenir la perturbación.

B. ANTECEDENTES

El término juntas vecinales, ha sido definido, por estar implícito dentro de los
elementos del orden público y organización de la comunidad dentro de la PNP,
permite brindar actos preventivos y así poder cumplir con la función policial, tanto en
el planteamiento como en la ejecución
Las Juntas Vecinales, como parte de la seguridad ciudadana es una necesidad
innata e histórica del hombre cuya protección está fundamentada en la Constitución
Política del Perú Art. 2 y encomendada a la PNP en el Art. 166 La Seguridad
Ciudadana es tarea de todos, para atenderla se requiere de una participación
multisectorial, con la participación muy activa de la PNP, Municipalidad y Ciudadanos
(Castillo, 1999).

La Seguridad Ciudadana y las juntas vecinales son una situación de protección a las
personas y bienes tendientes a eliminar riesgos y amenazas que le permiten ejercer
sus derechos a libertades. Para el logro de una convivencia pacífica, dentro del
ordenamiento jurídico. El concepto operativo: que, es el conjunto de medidas,
acciones y previsiones que adopta la PNP dentro del marco de la Constitución, el
Derecho Público y el Derecho Privado a fin de lograr el normal desenvolvimiento de
las actividades de la población dentro de un clima de tranquilidad y paz social. Que
existen relaciones y diferencias entre la Seguridad Ciudadana, el Orden Interno y el
Orden Público (Garay, 1999).
Un diagnostico situacional del entorno delincuencial, causas y efectos de la
delincuencia y papeles que influyen en el delito es que existen un nivel de
inseguridad global que demanda todo tipo de iniciativa ciudadana y que la PNP por
haber participado en la Guerra Contra subversiva desde 1980, por carecer en la
actualidad de suficientes recursos humanos, logísticos y económico, para cumplir
con sus funciones que va desde la vigilancia de la calle hasta la protección de
autoridades ha limitado su accionar originando espacios de inseguridad ciudadana.

Igualmente trata que los gobiernos locales y los ciudadanos tengan que apoyar a la
PNP porque su misión Constitucional Art. 166 es garantizar el cumplimiento de las
Leyes y la Seguridad del Patrimonio Público y Privado, así como combatir la
delincuencia entre otros.

Por consiguiente no hay que mal interpretar el Art. 195 de la Carta Magna en el
sentido que las Municipalidades tienen la responsabilidad de brindar seguridad a sus
habitantes, siendo esta de la PNP (Alzamora, 2000)

C. BASES LEGALES

 Ley Orgánica de Municipalidades N º.27972

Disposiciones legales vigentes.

 ARTICULO 166

La Policía Nacional del Perú, de conformidad con el artículo 166 de la


Constitución Política del Perú, tiene por finalidad fundamental garantizar,
mantener y establecer el orden interno; prestar protección y ayuda a las
personas y a la comunidad; garantizar el cumplimiento de las leyes y la
seguridad del patrimonio público y privado; PREVENIR, investigar y combatir
la delincuencia; vigilar y controlar las fronteras.

 Los Comités de Autodefensa


Más conocidos como CAD´s- o Comités de Defensa Civil son grupos de
pobladores fundamentalmente rurales, incluso campesinos, asesorados,
organizados y entrenados por las Fuerzas Armadas. Dependen en su
organización y funcionamiento de la región militar correspondiente, según su
norma específica. Surgen para enfrentar el terrorismo, el narcotráfico y en
menor medida, la delincuencia. Tienen armas y son de naturaleza transitoria.
Internamente, tienden a reproducir la estructura jerárquica de las instituciones
militares. Una posible explicación de esto, podría estar también en la
naturaleza de los enemigos que enfrenta, como son los grupos subversivos o
el propio narcotráfico. Esto los obliga a tener una estructura más compacta y
disciplinada, de lo contrario no son funcionales.

 LEY ORGÁNICA DE LA PNP ARTÍCULO 7, INC. 1 (MANTENER LA


SEGURIDAD)

Son funciones de la Policía Nacional del Perú las siguientes:

a. Mantener la seguridad y tranquilidad públicas para permitir el libre


ejercicio de los derechos fundamentales de la persona consagrados en
la Constitución Política del Perú.

Artículo 8, inc. 7. (Atribuciones)


Son atribuciones de la Policía Nacional del Perú las siguientes:

7. Coordinar y cooperar con los organismos internacionales e instituciones


de policía en la prevención y represión de la delincuencia, de
conformidad con los convenios suscritos.

 LEY N° 27933 (LEY DEL SISTEMA NACIONAL DE SEGURIDAD


CIUDADANA)
Cabe precisar que las Juntas Vecinales forman parte el Sistema Nacional de
Seguridad Ciudadana (SINASEC), por cuanto en los artículos 15º y 16º de la
Ley N.º 27933 se reconoce la participación de las Juntas Vecinales en los
Comités Provinciales y Distritales, respectivamente, a fin de hacer sentir la voz
de los vecinos en el diseño e implementación de las políticas de seguridad
ciudadana de su respectiva jurisdicción.

Artículo 1 Objeto de la Ley

La presente Ley tiene por objeto proteger el libre ejercicio de los derechos y
libertades, garantizar la seguridad, paz, tranquilidad, el cumplimiento y respeto
de las garantías individuales y sociales a nivel nacional.

Comprende a las personas naturales y jurídicas, sin excepción que


conforman, la Nación Peruana.,

Artículo 2 Seguridad Ciudadana

Se entiende por Seguridad Ciudadana, para efectos de esta Ley, a la acción


integrada que desarrolla el Estado con la colaboración de la ciudadanía,
destinada a asegurar su convivencia pacífica, la erradicación de la violencia y
la utilización pacífica de las vías y espacios públicos.

Del mismo modo, contribuir a la prevención de la comisión de delitos y faltas.


Ley N°. 24949 (06DIC98) Ley de Creación de la PNP.
Ley N°. 27238 Ley de la PNP.
Ley N°. 27933 Ley del Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana. DS. N°. 12-
2003/IN (080CT03) y el Plan Nacional de Seguridad Ciudadana 2006.
Ley Orgánica de Municipalidades N°. 27972.
RD. N°. 1506-DPNP (03JUL98) Aprueba el Manual de Organización y
Funciones de las Comisarías de la PNP.
RD. N°. 2142-2004-DIRGEN/EMG. (190CT04) Aprueba el Manual de
Procedimientos para la Organización y Funcionamiento de las Juntas Vecinales
de Seguridad Ciudadana promovidas por la PNP.
CAPITULO IV

A MARCO OPERACIONAL

1 Análisis del diagnostico institucional

El entorno general, de conformidad con lo analizado en la presente


investigación, podemos concluir diciendo que todos los seres humanos para que
puedan vivir de manera pacífica y saludable es necesario de estos se encuentren
organizados para así poder afrontar los problemas propios de su comunidad para
ello es necesario contar con juntas vecinales que permitan poder satisfacer la
carencia de personal policial y dar la seguridad que su comunidad necesita. La
seguridad es una situación social latente y una urgente necesidad que demanda
políticas integrales y multidisciplinarias, las mismas que deben estar orientadas a
contrarrestar las causas que las afectan.

Luego que el estado peruano lograra resultados positivos en la lucha contra el


terrorismo, retomando el proceso de pacificación del país, surgen en esta trayectoria,
otros fenómenos sociales, como la delincuencia común, crimen organizado, violencia
urbana, violencia juvenil y otros fenómenos adversos. Aspectos que involucran
especial atención del Estado y las instituciones responsables de su atención y
control, encontrándose dentro de ellas la Policía Nacional, como responsable del
orden interno, orden público y de garantizar la Seguridad Ciudadana. Sin embargo
atraviesa una insuficiencia operativa por escasez de presupuesto, medios logísticos
y disminución del número de efectivos policiales en proporción a la población,
situación que la obliga a replantear estrategias más audaces.

Ante este nuevo reto, caracterizado fundamentalmente por un conjunto de


fenómenos sociales adversos, como pandillaje, barras bravas, drogadicción e
incremento delincuencial, el Comando Institucional asume un nuevo esfuerzo para
lograr objetivos de tranquilidad pública y seguridad ciudadana, que requieren
necesariamente la participación activa de la población capacitada y organizada
adecuadamente.
La acción integrada que desarrolla el estado con la colaboración de la ciudadanía,
destinada a asegurar su convivencia pacífica, la erradicación de la violencia y la
utilización pacífica de las vías y espacios públicos; lo que contribuirá a la prevención
de delitos y faltas. (Art. 2 de la Ley 27933).

Para viabilizar estos objetivos de participación ciudadana, el Comando de la


institución dispuso, la creación de la Dirección de Participación y Seguridad
Ciudadana, así como las Oficinas de Participación Ciudadana y Proyección Social
en todas la Comisarías del país, las mismas que realizan su labor, en cinco ejes
claramente definidos, que son:

Promoción, organización y capacitación de la comunidad, para que participen


activamente en la seguridad local con proyección social, a través de programas
preventivos promociónales de reinserción, dirigidos a la población infantil y juvenil,
así como programas asistenciales dirigidos a la población de escasos recursos
buscando medios de coordinación con entidades públicas y privadas.

Como estrategia especifica, impulsar la conformación de Juntas Vecinales de


Seguridad Ciudadana, comprometiendo a las Direcciones Territoriales, Regiones
Policiales, Jefaturas Distritales de Policía y las Oficinas de Participación Ciudadana
de las Comisarías PNP; organizando eventos como paneles, Fórums, Charlas,
Seminarios, Talleres, Audiencias Vecinales, Conversatorios etc. y capacitando a la
población en materia de seguridad ciudadana, desarrollando el campo funcional de
la prevención (Art. 166 CPP).

Asimismo asesorar e incentivar a los Jefes OPC y promotores policiales de seguridad


ciudadana de las Oficinas de Participación Ciudadana de las Comisarías a nivel
nacional, para que realicen una labor permanente y profesional, comprometida y de
coordinación con los gobiernos locales, instituciones públicas y privadas;
procediendo a formalizar dicho apoyo, mediante la suscripción de actas o acuerdos
de trabajo de asistencia recíproca y formación de alianzas estratégicas, con la
finalidad de lograr las metas y objetivos desarrollados a favor de la seguridad
ciudadana.

Priorizar un trabajo efectivo con apoyo logístico suficiente, con material educativo de
capacitación y equipos audio visuales con la finalidad de impulsar el trabajo de las
Oficinas de Participación Ciudadana y Proyección Social de las Comisarías a nivel
nacional, a efectos de que con apoyo de los Comités de Seguridad Ciudadana y los
Comités Cívicos de Cooperación con la PNP, convocar el apoyo para garantizar el
éxito de los programas y actividades que se desarrollen en cada jurisdicción.

Apoyar a las Comisarías a nivel nacional, diseñando acciones de motivación e


incentivos, a fin de reforzar el cambio de actitud del Policía, en favor de su
comunidad, capacitando al personal en temas de especialización, habilidades
sociales de liderazgo, así como en aspectos de seguridad y participación ciudadana
y mejorar la relación con su comunidad, estableciéndose el binomio policía -
comunidad.
2 Plan de acción de juntas vecinales provinciales DIVPOL PNP Sullana.

1. Formulación de Planes de Trabajo, Plan Operativo, Directivas y


demás normas que permitan el cumplimiento del presente Plan.
2. Coordinar con las Direcciones Especializadas PNP los
aspectos de apoyo en la realización de las actividades previstas
en el presente Plan.
3. Supervisión y control de las actividades de Participación
ciudadana.
4. Consolidar la información remitida por las diferentes
Direcciones Territoriales PNP y remitir dicha información a los
escalones superiores.
5. Organizar convocatorias para reuniones con los integrantes de
las Juntas Vecinales en un número no menor de QUINIENTAS
(500) personas, llevándolas a cabo por sectores (cono norte,
sur, este de la Ciudad capital)
6. Cada Dependencia Policial deberá realizar las siguientes
actividades: exhibición de paneles, organizar Fórums, charlas,
Conversatorios, Audiencias Vecinales, distribución de volantes,
afiches, y otras actividades de acercamiento a la población de
manera efectiva debidamente difundida por los medios de
comunicación.
7. Impulsar la promoción de la participación de la población en la
seguridad ciudadana a través del trabajo de sensibilización,
utilizando a todo el personal especialmente de los promotores
policiales de las diferentes comisarías a nivel nacional,
incentivando la obtención de logros.
8. Incremento sustancial del número de Juntas Vecinales de
seguridad ciudadana a nivel nacional.
9. Desarrollar actividades de capacitación de la población y
promotores policiales en seguridad y participación ciudadana,
como Seminarios, Talleres, Charlas de Sensibilización,
volantes, estrategias Policía comunidad, medidas de
autoprotección escolar, incluyendo temas como Doctrina de
Orden Interno y Seguridad Ciudadana, Manual de Organización
y Funciones de JJW, Violencia Familiar, Responsabilidad
ciudadana y social.
10 Garantizar el funcionamiento de las Juntas Vecinales, mediante
la ejecución del Plan de actividades de carácter preventivo,
informativo y de proyección social (de rondas mixtas policía-
comunidad, charlas de capacitación sobre fenómenos sociales
adversos, etc.)
11 Realización de Campañas de reforzamiento, para el efectivo
funcionamiento de las Juntas Vecinales.
12 Impulsar las visitas, barrio por barrio de los promotores
policiales de seguridad ciudadana a fin de incentivar que inicien
y/o continúen con acciones de auto-protección, desarrollando la
cartilla vecino-vigilante.
3 Metas a trazar

a Incrementar el Número de Juntas Vecinales de 4.447 a 6,500


en Piura, de 4.202 a 6,500 en Tumbes y de 1,900 a 3,000 en
Sullana.
b. Organización de la IV Convención Nacional de Promotores PNP
y Coordinadores Generales de Juntas Vecinales.
g. Visita a las Oficinas de Participación Ciudadana de la Dirección
Territorial Policial Piura, para ejecutar acciones de Promoción,
organización, capacitación y supervisión del desarrollo de
actividades de participación ciudadana.
d. Visitas de Capacitación y Supervisión a las OPC de las
Comisarías a cargo de la Dirección Territorial Policial Piura.
e. Reunión de presentación del Plan de Trabajo a los Señores
Jefes de Región Piura, Tumbes y División Sullana, con el
Director Territorial Policial Piura.
g. Reunión con los Jefes y Promotores Policiales de cada
Jurisdicción Policial.
h Consolidar el cuadro de actividades realizadas a nivel nacional
para informar al comando Institucional.

Los presentes planes de Trabajo son ejecutados por las comisarias de


la jurisdicción de la División Policial Sullana, deberán poner en
ejecución en el más breve plazo, la Orden de Operaciones
correspondientes a fin de cumplir con la ejecución y el logro de los
objetivos y metas contempladas en el presente.

3 Organización de las juntas vecinales de seguridad ciudadana


promovidas por la PNP.

Para determinar la organización de las Juntas Vecinales de Seguridad


Ciudadana de una jurisdicción determinada, el Comisario, dividirá su
jurisdicción policial en zonas o cuadrantes claramente definidos,
teniendo en consideración la extensión geográfica, el índice
poblacional y la incidencia delictiva así como el Plan Catastral del
Distrito, la junta vecinal tendrá como mínimo 10 integrantes.

La Junta Vecinal de Seguridad Ciudadana, integrada por Vecinos


Vigilantes de una cuadra, manzana, sector, barrio, conjunto
habitacional, edificio, urbanización, localidad, Asentamiento Humano,
Pueblo Joven, Comunidad Campesina o Nativa, Centro Poblado,
Caserío, anexo etc., tendrá un (01) Coordinador de Junta Vecinal, el
mismo que será elegido por el Comisario entre los integrantes de la
Junta Vecinal a la que pertenece. Las Juntas Vecinales, ubicadas en
una determinada zona, serán representados por un (01) Coordinador
Zonal; de acuerdo con la zonificación o distribución geográfica
determinado por la Policía del sector. Las Juntas Vecinales de las
diversas zonas que comprende una jurisdicción Policial será
representada por un (01) Coordinador de Comisaría, el mismo que
será elegido entre los Coordinadores Zonales de la respectiva
jurisdicción policial. En caso de existir dos o más Comisarías en una
determinada jurisdicción distrital el Coordinador Distrital será elegido
entre los Coordinadores de Comisaría.

Cada Comisaría, para la conducción y supervisión de la participación


ciudadana mediante las Juntas Vecinales de Seguridad Ciudadana
promovidas por la PNP, contarán con la siguiente organización interna:

El Comisario.

El Jefe de la Oficina de Participación Ciudadana y Proyección Social o


Promotor designado por el Comisario. El Coordinador de Comisaría de
las Juntas Vecinales de Seguridad Ciudadana.
Los Coordinadores Zonales de las Juntas Vecinales de Seguridad
Ciudadana. Los Vecinos Vigilantes integrantes de las Juntas Vecinales
de Seguridad Ciudadana.

La base de la organización de la población en Seguridad Ciudadana,


es la Junta Vecinal de Seguridad Ciudadana y para su funcionamiento
contará con:

 El Coordinador de la Junta Vecinal de Seguridad Ciudadana.


 El Vecino Vigilante – Secretario
 El Vecino Vigilante – Vocal.
 Los Vecinos Vigilantes de la Junta Vecinal
 Cada Junta Vecinal deberá estar integrado por diez (10) vecinos
como mínimo.

4 Del régimen económico y del patrimonio

a. El régimen económico

Las donaciones, legados, recursos que provengan de la cooperación


de organismos nacionales e internacionales, así como las contribuciones de
personas naturales o jurídicas, nacionales o extranjeras, de acuerdo a las
normas legales vigentes

b. Del patrimonio

Estará constituido por:


 Todos los bienes muebles e inmuebles que se reciban en calidad de
donación o que se encuentre a su nombre.
 En ningún caso los bienes de la organización serán repartidos.
5 Experiencias exitosas del trabajo de Juntas Vecinales

 La Floral (La Victoria – Lima Metropolitana)

Hasta fines de los años noventa, la avenida La Floral, en el distrito de La


Victoria (Lima Metropolitana), estaba tomada por más de 700 delincuentes y
drogadictos. Asaltaban personas, saqueaban viviendas, desmantelaban
autos, robaban a los microbuseros y a los taxistas. Las principales víctimas
de estos delitos eran, desde luego, los vecinos del lugar. Toda empresa
estaba condenada al fracaso, todo negocio era imposible; y la vida expresaba
el infierno cotidiano del miedo y la penuria.

Cuando Susano Enciso llegó a ese vecindario, en 1990, solo quedaban 3


empresas agonizando en La Floral. Nadie quería llegar a ese lugar. Ni para
pasar, menos para comprar o vender otra cosa que no fuera droga. Los
vecinos malvendían sus casas y las que quedaban eran ocupadas por los
delincuentes. La esquina de Yerbateros y la avenida Circunvalación era
considerada como tierra de nadie. Los carros de transporte público eran los
objetivos preferidos de asaltos y desmantelamientos al paso. Las autoridades
sabían lo que pasaba pero no actuaban. Algunas, por el contrario, lucraban
con las bandas.

El vecino Susano Enciso decidió emprender la titánica tarea de recuperar el


vecindario para la inmensa mayoría de habitantes honestos. En 1997
convocó a algunos vecinos (inicialmente solo cinco aceptaron unirse; luego,
poco a poco, el número de personas se incrementó) y comenzaron a
conversar con la gente para organizarse. Una vez que lograron consolidar un
núcleo de acción, pidieron ayuda a la Policía para poder limpiar la zona de
manera conjunta.
Fortalecidos con este respaldo, los vecinos salieron al frente, encontrando
una fuerte resistencia, amenazas y ataques por parte de los delincuentes.
Lejos de amilanarse, persuadieron a más vecinos para que se sumen a la
cruzada. Poco después descubrieron que muchos policías no solo se
negaban a actuar sino que les ponían obstáculos. Había complicidad y
corrupción extendida. Se llegó a detectar que muchos actuaban en
combinación con los delincuentes. Entonces, Susano y los vecinos
organizados tuvieron que acudir a la Insectoría de la Policía en 1998.

La presión de la Junta Vecinal llevó a la Insectoría a tomar acciones, tales


como el cambio de los policías implicados. Pero, no todos los policías
estaban bajo el manto de la corrupción. También se dieron notables
excepciones, como fue el caso del capitán PNP Sánchez Popuche en el año
dos mil. Era un policía comprometido con su comunidad, que optó por
convocar a todos los vecinos del cerro El Pino y de los alrededores a sumarse
a esta tarea. La organización, el número y el respaldo policial les dieron la
fuerza para movilizarse (ya había 80 coordinadores, de quienes dependían
muchos más vecinos) y tomar las primeras medidas decisivas: cerraron
casas dónde se vendía la droga, clausuraron prostíbulos y cantinas
clandestinas, botaron a los delincuentes y limpiaron las calles, las cuales
estaban convertidas en un muladar. “Por aquí nunca había pasado un carro
recolector, los colchones estaban tirados por todas las 8 cuadras de la
avenida... fue toda una odisea. Desde ese momento los vecinos nos
apostamos en el lugar, no salimos para nada, nos turnábamos [en la
vigilancia de las calles] cada seis horas por un mes para que los delincuentes
no puedan regresar al lugar. La Policía hacía lo suyo y nosotros los
acompañábamos”, cuenta un vecino del lugar.

Poco a poco se impuso la calma en el cerro el Pino y la Avenida La Floral.


Fue un proceso largo, cuya consolidación tomó seis años, hasta el 2004.
Ahora se puede apreciar calles ordenadas con árboles sembrados. Luego,
se construyeron casetas de auxilio rápido y, con el apoyo del vecindario y de
los empresarios que iban llegando, se logró construir una pequeña comisaría
que está ubicada en las faldas del cerro el Pino y la Avenida México.

Susano Enciso, el líder mayor de las Juntas Vecinales, prosigue en su tarea


de organización y capacitación de nuevos líderes. Las amenazas no
amedrentaron a este intrépido dirigente, que logró, a base de tenacidad y
valentía, organizar a los vecinos, obligar al Estado a intervenir en su ayuda y
así convertir un escenario de pesadilla en calles donde el esfuerzo honesto
de sus habitantes cimenta un progreso que ya no está parasitado por la
delincuencia ni doblegado por el temor.

Villa El Salvador (Lima Metropolitana)

El distrito de Villa El Salvador cuenta con alrededor de 400,000 habitantes.


Existe mucho problema delincuencial, el cual se ha podido disminuir gracias
a la participación voluntaria de los vecinos, quienes son integrantes de las
Juntas Vecinales y participan activamente como ojos y oídos de la Policía
Nacional. Patrullan durante todas las noches en las rondas mixtas, es decir,
junto con efectivos policiales.

Quintiliano Olivas Ponce es el Coordinador Distrital de las Juntas Vecinales,


quien viene participando desde el año 1987 de forma desinteresada como
vecino voluntario y líder de esta organización vecinal. Ha recibido múltiples
condecoraciones por la labor emprendida a favor de la comunidad. La última
condecoración le fue otorgada por la delegación de la policía ecuatoriana, la
cual ha tomado como ejemplo la organización vecinal del distrito de Villa el
Salvador.

“Estamos haciendo un patrullaje intensivo junto con los vecinos de las Juntas
Vecinales y la Policía. De esa manera hemos logrado reducir en un 30 por
ciento el pandillaje, respecto al año pasado, en todo el distrito", afirma
Quintiliano.

Esta tarea no ha sido fácil para él. En muchas oportunidades tuvo que lidiar con
malos policías que no creían en su trabajo. Se sentían que estaban siendo
fiscalizados por la sociedad civil y no le prestaban el apoyo para continuar
fortaleciendo las Juntas Vecinales. Por otro lado,

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