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El ABC de La Aministracion de Propiedades - Ken Mcelroy (CHECK)
El ABC de La Aministracion de Propiedades - Ken Mcelroy (CHECK)
• Historias de Éxito
Experiencias verdaderas de personas que siguieron las lecciones del Padre Rico
• Incrementa tu IQ financiero
Sé más listo con tu dinero
de la
administración
de propiedades
de la
administración
de propiedades
Todo lo que necesitas saber para
maximizar tu dinero ¡ahora!
Ken McElroy
Impreso en México.
Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni en
parte, ni registrada en o transmitida por un sistema de recuperación de información, en ninguna
forma ni por ningún medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico,
por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, de la editorial.
Esta publicación está diseñada para ofrecer información general sobre el tema en
cuestión. Sin embargo, las leyes y costumbres varían de un país a otro. Debido a
que cada situación es distinta, la información se debe adecuar a las circunstancias
particulares. Recomendamos al lector consultar a sus propios asesores para cada
situación específica.
En la preparación de este libro, el autor ha tomado las medidas pertinentes y
considera que los hechos que se presentan son precisos en relación con la fecha en
que fueron escritos. Sin embargo, ni el autor ni el editor asumen responsabilidad
por los errores u omisiones. El autor y el editor específicamente niegan cualquier
responsabilidad por el uso o aplicación de la información que contiene este libro.
El propósito de la información no es sustituir la asesoría legal necesaria en las situa-
ciones individuales.
Sección 1
¿Administro mi propiedad o contrato a alguien
para que lo haga?
Sección 2
¿Cómo identifico a un buen administrador
de propiedades?
Sección 3
¿Cómo contrato a un buen administrador
de propiedades?
Conclusión 179
Muestrario de solicitudes, contratos y formularios 181
Un problema
tamaño Jumbo
13
Esta es la historia
Este libro no es exclusivamente sobre cómo administrar un
inmueble o encontrar un buen administrador, aunque sí explora
estos temas. En realidad es sobre las anécdotas. Efectivamente,
cada propiedad tiene una o muchas historias que te dan una can
tidad de información igual o mayor a la que proporciona el
estado financiero.
Mucha gente se sorprende cuando le digo que un estado
financiero puede contar una historia, pero es verdad. Los núme
ros son el lenguaje universal, y si aprendes a leerlos con fluidez,
detectarás patrones que te pueden dar una idea muy clara de la
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24 El ABC de la administración de propiedades
¿Administro mi propiedad o
contrato a alguien para
que lo haga?
El tamaño no importa
29
1. Estado de la propiedad
A nuestra llegada a la propiedad, la ocupación era de 160
viviendas, o sea, 80 por ciento. Había 14 departamentos
previamente arrendados y cuatro no arrendados, con aviso
para desocupar. De los departamentos pre arrendados vacíos,
se habían cancelado los contratos de cinco. Al revisar el his
torial de rentas determinamos que el número total de ocupa
ciones daba un promedio de 12 en todo el año pasado.
Departamentos ocupados
Actualmente: 170 85%
Arrendados desocupados: 176 88%
Arrendamiento neto: 172 86% (Después de los
avisos de desalojo)
2. Problemas de mantenimiento
A. Departamentos listos para el mercado. De los 40 de
partamentos vacíos que había cuando llegamos, ningu
no estaba preparado para rentarse. Revisamos todos y
evaluamos los daños. De acuerdo al desglose que les
enviamos el 20 de febrero, encontramos que 70% de los
departamentos vacíos tiene daños de moderados a fuer
tes. Algunos requieren arreglos mayores y han estado
en desuso por cerca de 200 días. En este momento ya
tenemos cinco departamentos listos para el mercado y
hemos trabajado en nueve más.
B. Solicitudes de servicios de mantenimiento. Al inicio
de la nueva administración había un total de 59 soli
citudes de servicios de mantenimiento. En las tres se
manas pasadas, hemos usado a los empleados de otras
propiedades de McElroy para ayudarnos a reparar los
departamentos y para cubrir todas las solicitudes de ser
vicio, exceptuando aquellas en las que hay problemas
con los techos. Debido a esta situación hay muchos in
quilinos molestos que están a punto de abandonar sus
departamentos.
4. Otros problemas
A. Debido a la baja calidad en el perfil de los inquilinos, es
muy alto el promedio de rentas que no se han cobrado.
Tendremos que desalojar a entre 30 y 40 inquilinos.
B. El vandalismo y el reciente asesinato representaron un
golpe inesperado para nosotros. Estamos trabajando
con nuestro oficial permanente para intensificar el pa
trullaje y así evitar crímenes en el futuro. También nos
reunimos con el oficial de “libre de crimen” de la ciu
dad. Obviamente, las cintas amarillas de la policía que
dicen “No acercarse”, nos dificultan mostrar los depar
tamentos vacíos.
C. En este momento estamos auditando los expedientes de
los inquilinos y encontramos varios errores y contratos
de arrendamiento sin firmar.
D. Completamos la reorganización de la oficina. Cuando
llegamos, los expedientes de los inquilinos no estaban
archivados en gabinetes y la oficina estaba desordenada.
E. Retiramos toda la basura y muebles rotos que estaban
almacenados en el área de mantenimiento.
F. Cuando se realizó el cambio de administración descubri
mos que durante dos semanas no se habían ingresado
datos al sistema de la computadora. Actualizamos la
actividad de enero y completamos el cierre mensual.
Lista de gastos:
Estimado por mala administración $104 800
Cuentas no pagadas entregadas a la
nueva administración $110 800
Flujo negativo de efectivo del primer
al sexto mes $100 000
Dinero que deben aportar los propietarios $315 600
El inquilino problema
Si tu inversión principal es una pequeña casa familiar o depar
tamentos dúplex, tal vez estás pensando ahora: “Por supuesto
que cuando se invierte en un edificio como el de la historia
anterior es evidente que se debe contratar a un administrador.
Pero ¿cómo se aplica eso en mi caso? ¿En verdad necesito un
administrador para una casa o un dúplex?”
En varias ocasiones he hablado con gente que cree que
una administración profesional de inmuebles es sólo para aque
llos que tienen grandes edificios de departamentos, es decir,
para inversionistas que cuentan con los recursos para contratar
a una compañía. Bien, pues no hay nada más falso.
vivían una parte del año. Ellos aseguran que nunca habían te
nido problemas hasta que conocieron a su inquilino problema.
Sin embargo, eso se debe más a la suerte que a una estrategia bien
calculada. De hecho, cayeron en esa grave situación debido a
su falta de fundamentos sólidos en la administración de pro
piedades. Sufrieron el síndrome de “Sujétate y espera a que las
cosas mejoren”, el cual te hace creer que, esta vez, la persona
sí modificará su comportamiento, sin tomar en cuenta el patrón
de conducta previo.
La situación casi siempre comienza sonando de esta
forma:
“Es que cuando alguien ha sido tu inquilino por años
y te ha pagado cerca de 100 mil dólares de renta, eres flexible
porque crees que será capaz de funcionar bien si se concentra.
Nos empeñamos en ayudarlo a enfocarse en algunos de los
proyectos que tenía y ver que los terminara.”
Y casi siempre termina sonando así:
“Pero resultó que esperábamos demasiado. En el último
año y medio fue obvio que no iba a concretar los proyectos. La
única forma en que sucedería era que lo sacáramos y los ter
mináramos nosotros mismos con los asistentes que contratára
mos. Cuando llegamos a esa conclusión, comenzamos a dirigir
todos nuestros esfuerzos a sacarlo de la casa.”
Mis suegros terminaron por contratar a un administra
dor que desalojó a Ross. Sin embargo, el daño estaba hecho. En
el otoño de 2004 debieron abandonar su retiro y viajar desde
Scottsdale a Seattle para comenzar las reparaciones de la casa.
Tuvieron que emplear a un contratista y pedir ayuda a
dos amigos, así que se necesitaron cinco personas para hacer
todo el trabajo. Esas cinco personas trabajaron entre seis y ocho
horas diarias, de septiembre a noviembre, para lograr que la casa
fuera habitable de nuevo. Esos tres meses de su descanso, se
esfumaron.