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De esta forma, los efectos de una proporción inadecuada de finos pueden influir en
aumentar innecesariamente el tiempo de lixiviación y con ello aumentar el consumo
de reactivos, provocar una menor extracción de soluciones mineralizadas y hasta
hacer que un proyecto sea inviable.
Disminuir la segregación
Con el curado del mineral permite que exista una mayor adherencia de las partículas
finas al a las mas gruesas, llevando con esto que no exista segregación del mineral
favoreciendo una mayor percolación del liquido.
Tanto las condiciones secas como mojadas llevan a una permeabilidad deficiente
en la pila de lixiviación. En el caso de las condiciones secas, las partículas más finas
no se adhieren a las partículas más gruesas y pueden migrar con la solución de
lixiviación para formar capas o zonas impermeables en la pila, reduciendo así la
permeabilidad total.
Los engranajes del piñón y rueda dentada del tambor aglomerador se lubrican a
través de un sistema de lubricación automático
Los tambores de aglomeración tienen instrumentos que controlan el caudal de ácido
sulfúrico, refino y agua fresca en relación con la velocidad de alimentación del mine-
ral. Aproximadamente, el 80 por ciento del ácido sulfúrico requerido para lixiviación
se agrega a los tambores de aglomeración. El 20 por ciento restante del ácido se
agrega a la piscina de refino o se inyecta al sistema de bombeo de refino o de
solución de lixiviación intermedia (ILS).
EQUIPOS EN UN SISTEMA DE AGLOMERACION
La disposición general y completa de los equipos en un sistema de aglomeración
comprende:
➢ Tolva de alimentación
➢ Correa alimentadora al equipo aglomerador
➢ Sistema de estanque
➢ Tuberías
➢ Bombas para el agua y el ácido
➢ Aglomerador
➢ Correa de descarga
PARÁMETROS OPERACIONALES
Algunos de los parámetros que cuantifican la operación de aglomeración son:
▪ Capacidad de procesamiento de mineral (medida en toneladas de mineral
por hora).
▪ La humedad del aglomerado (medido en porcentaje de humedad con
respecto a la masa de aglomerado)
▪ El flujo de ácido (medido en kilogramos de ácido sulfúrico por tonelada de
mineral)
▪ El flujo de agua (medida en kilogramos de agua por tonelada de mineral).
El tiempo de residencia del material en el interior del tambor es inferior a los tres
minutos y el promedio general es del orden del minuto. Los flujos de los líquidos
(agua y ácido) se mide en volumen de líquido por tiempo, las unidades que se usa
depende del tamaño de los flujos; las más usadas son litros por minutos (lt/min),
metros cúbicos por hora (m3/hr), etc. Otra posibilidad es medir
debiendo ésta última ampliar sus horizontes a partir de una teoría general que
incluya la Contametría, para dar respuestas fundamentadas a las dinámicas
patrimoniales que se constituyen en su objeto de estudio.
El método que se utiliza es eminentemente cualitativo, comparando los elementos
teóricos de cada una de las disciplinas implicadas, para llegar a proponer un
enfoque integrado e interdisciplinario, superando el enfoque lineal del análisis y la
gestión financiera y fortaleciendo la estructura disciplinar de la contabilidad que así
logra aportar a la comprensión de las dinámicas patrimoniales como un
componente estructural de la gerencia financiera. En ese orden de ideas se
propone desarrollar el entramado de los siguientes aspectos, que en conjunto dan
respuesta
lo pronto nos concentraremos en los enfoques contable y financiero, para iniciar la
discusión. Desde las dos perspectivas, se pueden unificar en un tópico y es en lo
referente a la visión económica mediatizada por la medición monetaria del valor,
entendido este último como riqueza. Para las finanzas este es su eje unitario,
mientras que para la contabilidad, este es solo uno de los aspectos del valor
patrimonial, siendo que existen otros como el componente social, el componente
cultural y el componente territorial o medioambiental. Sin embargo es importante
reseñar que para la ciencia contable su objeto se aleja del diseño de los nuevos
desarrollos de instrumentos financieros que se corresponden más a la disciplina
financiera bajo el enfoque de la “ingeniería financiera”.
Siendo así que la creación de valor se puede considerar como el eje fundamental
para la gestión financiera, bien sea al interior de las unidades organizacionales
(medición y valoración contable del componente financiero del patrimonio), o en el
entorno macroeconómico (mercados financieros desde la disciplina financiera),
cabe preguntar ¿Creación del valor para quién? Hasta el momento esta respuesta
se ha orientado únicamente hacia los accionistas (en la unidad empresarial) o
hacia los inversionistas (en el entorno macro financiero). Sin embargo el resto de
los demás stakeholders (empleados, clientes, proveedores, la comunidad, el
estado), no encuentran la misma atención, con lo cual la creación del valor se
estudia parcializadamente y por lo tanto no se alcanza a explicar integralmente el
fenómeno. Por ejemplo no se visualiza desde la información contable actual la
contribución a la generación de valor de los proveedores, ni de la sociedad y
tampoco de los empleados, cuyo aporte se cristaliza en lo que se ha llamado el
capital humano, componente fundamental del capital intelectual, el cual no se ha
logrado capturar, ni medir ni valorar sobre una base científica. Pero tampoco se
refleja de manera estructural el valor que la organización transfiere a dichos
stakeholders, con lo que la información pierde sustancialidad y por lo tanto valor
explicativo de los fenómenos atinentes a las dinámicas patrimoniales.
De acuerdo a lo anterior es necesario establecer un equilibrio entre la creación de
valor para los accionistas y la creación de valor para los demás stakeholders, lo
cual exige un compromiso de toda la dirección de la empresa de ser conscientes
de que todas las decisiones que se tomen deben contribuir a la creación del valor
corporativo para todos ellos. Se deben armonizar la planeación estratégica
empresarial, los incentivos según