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Código de Ética

para los
Auditores Públicos

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Contextualización

El “Código de Ética” constituye una guía basada en principios y valores para el actuar

cotidiano del Auditor Público en el desarrollo de sus funciones con el propósito de

impulsar y fortalecer la fiscalización pública.

La autoridad moral de los Entes Fiscalizadores se sustenta en la conducta de sus

servidores públicos, quienes invariablemente deben observar el cumplimiento de este

Código.

El Auditor Público en el desempeño y ejercicio de las funciones que le son conferidas

deberá en todo momento, practicar cabal y rigurosamente los valores y principios

definidos en este instrumento

El Código de Conducta va dirigido al Auditor Público que interviene en la labor de

fiscalización y a todo aquel que representa al Ente Fiscalizador.

Cada Ente Fiscalizador garantizará que todo aquel que realice actos de fiscalización o

intervenga en ella esté familiarizado con los principios y valores contenidos en el

“Código de Ética” y actúen de acuerdo con ellos.

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Objetivos y Filosofía

El “Código de Ética” promoverá que el actuar de los servidores públicos de los Entes

Fiscalizadores se sustente en principios y valores a fin de fortalecer la confianza y

credibilidad ante la sociedad, así como inspirar actitudes de comportamiento

congruentes con la dignidad y el prestigio profesional que requiere la fiscalización

pública.

El “Código de Ética”, tiene como propósito fundamental regir el actuar cotidiano de los

Auditores Públicos que intervienen en los actos de fiscalización, en todo momento y

ante cualquier circunstancia, en aras de contribuir al fortalecimiento de la confianza y

credibilidad ciudadana, en virtud de que una conducta contraria a lo que señala el

presente instrumento, va en demérito de la institución.

La conducta de los Auditores Públicos en el desempeño y ejercicio de sus funciones

conferidas debe de ser intachable y alejada de cualquier suposición que coloque en

tela de juicio su actuar, dado que la fiscalización debe dar respuesta a los nuevos

reclamos ciudadanos que pugnan por la rendición de cuentas y transparencia en el uso

y destino de los recursos públicos.

La Alta Dirección de los Entes Fiscalizadores, debe garantizar que todo auditor público

que realice actos de fiscalización o participe en ellos directa o indirectamente, esté

familiarizado con los principios y valores contenidos en el “Código de Ética” y que

invariablemente deberán observar el cumplimiento del mismo; con el fin de inspirar

actitudes de comportamiento congruentes entre la dignidad y el prestigio profesional

entre los servidores públicos que realizan estas tareas y para fortalecer la confianza y

credibilidad institucional ante la ciudadanía.

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Compromiso Ciudadano

El “Código de Ética” está alineado al contenido del Código de Ética IISAI 30 de las

Normas Internacionales de Entidades Fiscalizadoras Superiores (ISSAI) manifestando

así un claro sentido de oblicuidad institucional con las nuevas tendencias de la

Fiscalización en el ámbito nacional e internacional.

El encargado de llevar a cabo las tareas de fiscalización; declara su intención de servir

a la sociedad con eficacia y lealtad, asumiendo incondicionalmente los siguientes

compromisos institucionales:

Primero

Ejercer la autonomía conferida –de contar con ella-, con responsabilidad,

profesionalismo, visión estratégica y eficacia.

Segundo

Fomentar la cultura de la rendición de cuentas y la transparencia en el uso y destino de

los recursos públicos.

Tercero

Predicar con el ejemplo, mediante la utilización honrada, racional, clara y eficaz de los

recursos asignados para llevar a cabo tareas de Fiscalización.

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Nuestros Valores y Principios
1. Confianza
El Auditor Público habrá de comprometer su empeño en la obtención de los mejores

resultados, a fin de consolidar un sentimiento de seguridad y certeza frente a su

gestión, de manera que proyecte credibilidad en su actuar.

1.1 La EFSL espera del Auditor Público que realice los actos de fiscalización con apego

al marco jurídico-administrativo y que su conducta se rija por el “Código de Ética” y

demás normatividad que le fue reconocida al ofrecer sus servicios profesionales.

1.2 Las entidades fiscalizables deben tener la certeza y confianza en la institución que

le notifica los resultados por la realización de los actos de fiscalización.

1.3 El Auditor Público debe realizar todos los actos de fiscalización bajo una conducta

irreprochable que proyecte credibilidad.

2. Integridad
El Auditor Público actuará de forma recta, proba, intachable y transparente.

2.1 El Auditor Público se debe adherir a los valores y principios contenidos en el

presente Código y así contribuir a la integridad institucional.

2.2 La integridad exige que el Auditor Público mantenga una conducta profesional

acorde con el interés público, y que en el ejercicio de su función fiscalizadora, imperará

el criterio de honradez y probidad.

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2.3 El Auditor Público debe tomar decisiones objetivas e independientes, acordes al

interés público para preservar la confianza de la sociedad.

3. Imparcialidad
El Auditor Público ejercerá sus atribuciones y realizará sus funciones dando trato justo,

equitativo y objetivo, sin influencias o sesgos que otorguen preferencias o privilegios a

personas o grupos, sustentando los actos de fiscalización realizados sólo en las

pruebas obtenidas.

3.1 El Auditor Público así como al personal profesional que le hayan sido conferidas

tareas en materia de fiscalización, deben dar siempre y en todo momento trato

equitativo e imparcial a las Entidades Fiscalizables, con el fin de fortalecer la

credibilidad y confianza ciudadana en su institución fiscalizadora.

3.2 El Auditor Público debe guiar los actos de fiscalización que realiza con exactitud,

rectitud e imparcialidad, como garantías mínimas de su objetividad; dar trato igualitario

a todas las Entidades Fiscalizables; analizar los hechos alejado de predisposiciones o

preferencias acerca de personas o entidades y anteponer los criterios técnicos y la

evidencia a cualquier otra circunstancia.

3.3 El Auditor Público debe actuar en forma equitativa, objetiva, justa y libre de

influencias sin otorgar privilegios a persona o grupos durante el desarrollo de todos los

actos de fiscalización que realiza.

4. Conflicto de Intereses
Cuando los Auditores Públicos están autorizados a asesorar o a prestar servicios

distintos de la fiscalización a Entidades Fiscalizadas, se deberá garantizar que éstos no

incluyan responsabilidades o facultades de gestión.

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Los Auditores Públicos deberán proteger su independencia rechazando obsequios o

gratificaciones que puedan interpretarse como intentos de influir sobre su

independencia e integridad profesional en los actos de fiscalización que realiza.

4.1 Cuando el Auditor Público esté autorizado a asesorar o a prestar servicios distintos

de la Fiscalización a Entidades Fiscalizables, se debe garantizar que éstos no incluyan

responsabilidades o facultades de gestión.

4.2 El Auditor Público, mediante el uso de su cargo, autoridad, influencia o apariencia

de influencia, no debe obtener ni procurar beneficios o ventajas indebidas, para sí o

para otros.

4.3 El Auditor Público con motivo o en el ejercicio de sus funciones, no debe adoptar

represalia de ningún tipo o ejercer coacción alguna contra funcionarios de las entidades

fiscalizables u otras personas, que no emane del estricto ejercicio del cargo conferido.

4.4 El Auditor Público debe actuar en forma responsable e imparcial en todos los actos

de fiscalización que realice, sin permitir influencias políticas de cualquier índole ni


recibir ningún tipo de favores, donativos u obsequios, ni tampoco aprovechar el

desempeño de su cargo para obtener ventajas o beneficios.

5. Secreto Profesional
El Auditor Público evitará la difusión no autorizada del conocimiento e información que

posee por el ejercicio de sus atribuciones y el desarrollo de sus funciones.

5.1 La información obtenida por el Auditor Público y los profesionistas independientes

al servicio del Ente Fiscalizador, durante el desarrollo los actos de fiscalización, no

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debe ser revelada a familiares, amistades u otras personas ajenas al propio acto o a la

institución.

5.2 El Auditor Público y los profesionistas independientes a quienes se les ha conferido

funciones de fiscalización, deben guardar estricta reserva y extrema prudencia en el

uso y protección de la información obtenida en el desarrollo de los actos de

fiscalización realizados.

5.3 El Auditor Público y los profesionistas independientes a quienes se les ha conferido

funciones de fiscalización solo pueden dar a conocer los resultados y actuaciones que

en su caso emprenda la institución en los términos, circunstancias, plazos establecidos

por las leyes y disposiciones normativas aplicables y solo a través de mandamiento

judicial debidamente fundado y motivado.

5.4 El Auditor Público evitará la difusión no autorizada del conocimiento e información

que posee por el ejercicio de sus atribuciones y el desarrollo de sus funciones y no

debe revelar o poner en conocimiento de terceros la información o documentación

inherente a los procesos de fiscalización.

5.5 El Auditor Público no debe divulgar a terceros, en forma oral ni por escrito, la

información a la que tiene acceso por los actos de fiscalización en los que interviene.

6. Responsabilidad Social
El Auditor Público cumplirá con la responsabilidad asumida ante los ciudadanos y

contribuirá al cuidado del medio ambiente.

6.1 Cuanto más elevado es el cargo conferido al Auditor Público, mayor es su

responsabilidad y su compromiso con la ciudadanía y el medio ambiente.

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6.2 El Auditor Público debe responder por sus actos, cuidar el patrimonio institucional y

prestar pronta atención a las entrevistas y diligencias o audiencias encomendadas.

6.3 El Auditor Público debe contribuir en el desarrollo de sus acciones al cuidado y

protección del medio ambiente.

6.4 El Auditor Público cumplirá con la responsabilidad asumida ante los ciudadanos por

los actos de fiscalización en los que interviene.

7. Respeto
El Auditor Público deberá brindar atención y consideración sin excepción alguna a la

dignidad, derechos, y libertades de las personas, conduciéndose siempre con trato

amable y tolerante; reconociendo el derecho de los demás a tener su propia opinión y

aceptando su responsabilidad social ante los ciudadanos.

7.1 El Auditor Público debe dar a todos aquellos con los que tenga relación en el

desarrollo de sus tareas de fiscalización un trato digno, cortés y tolerante, atendiendo

en todo momento los derechos y libertados que posee toda persona.

7.2 El Auditor Público debe tener la capacidad de reconocer la dignidad y los derechos

de todas las personas, tanto de sus iguales como de sus superiores jerárquicos.

7.3 El Auditor Público debe saber escuchar a los demás y respetar sus opiniones por

divergentes que éstas sean.

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7.4 El Auditor Público se debe conducir siempre con respeto, dignidad, cortesía,

amabilidad, tolerancia y buen trato ante todas las personas con las que interactúe en

todo acto de fiscalización en el que intervenga.

8. Honradez
El Auditor Público en ningún momento utilizará las funciones inherentes a su cargo

para promover y obtener un enriquecimiento ilícito, y en tal virtud, no aceptará

prestación, compensación económica o cualquier dádiva por parte de persona alguna

que pretenda influir en el trabajo de fiscalización.

8.1 El Auditor Público no utilizará las funciones inherentes a su cargo para promover y

obtener un enriquecimiento ilícito, ni aceptará prestación alguna por parte de persona

alguna que pretenda influir en el trabajo de fiscalización.

8.2 El Auditor Público ante ninguna circunstancia debe apoderarse de los bienes ajenos

y debe manifestar siempre y en todo momento su compromiso inherente de nunca

intentar abusar de la confianza que se ha depositado en su persona y en sus actos.

8.3 El Auditor Público asumirá su responsabilidad de garantizar en interés general por

encima del interés particular, y de amparar el patrimonio de la entidad a partir de su

desempeño como funcionario público, obligándose a denunciar ante las instancias

correspondientes los actos y propuestas ilícitas de que tenga conocimiento.

8.4 El Auditor Público no aprovechara los actos de fiscalización en los que intervenga

con fines ilícitos ni para enriquecerse.

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9. Compromiso Institucional
El Auditor Público deberá asumir la obligación contraída con la función de fiscalización,

los proyectos y propósitos institucionales mediante el uso eficiente, racional y

productivo de los recursos que le son asignados, preservando su funcionalidad y

durabilidad.

9.1 Todo persona que se incorpore a la función pública y le sean asignadas tareas de

Fiscalización, deber enarbolar los valores y principios contenidos en el “Código de

Ética”, asumiendo el compromiso de su debido e irrestricto cumplimiento.

9.2 El Auditor Público debe mostrar siempre un comportamiento que refleje

positivamente los principios de seguridad, confianza y credibilidad en que subyacen las

tareas de fiscalización.

9.3 El compromiso institucional del Auditor Público debe contribuir al posicionamiento

de la institución ante la opinión pública y los propios ciudadanos, por cuanto su

desempeño individual y colectivo.

9.4 El Auditor Público debe utilizar en forma racional y eficiente los recursos que le son

asignados.

10. Legalidad
El auditor público conocerá y respetará el marco jurídico administrativo que regule su

actividad fiscalizadora.

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10.1 El Auditor Público debe manifestar siempre lo que es cierto, lo que es auténtico

documentalmente hablando, conforme a lo que sucede, con la intención de generar la

credibilidad, confianza y veracidad de las instituciones fiscalizadoras y los auditores

públicos que realizan los actos de fiscalización.

10.2 El Auditor Público debe conocer, observar y cumplir en todo momento un

comportamiento tal que, examinada su conducta, ésta no pueda ser objeto de

reproche.

10.3 El Auditor Público debe respetar en todo momento durante la realización de los

actos de fiscalización el marco jurídico-administrativo correspondiente.

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