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Furet: "La Revolución Francesa ha

terminado"
Para el historiador, la búsqueda del consenso político y no la toma
violenta del poder es el legado de 1789

LUIS PRADOS
Madrid 26 FEB 1989
François Furet, uno de los historiadores franceses más importantes de la actualidad,
autor, junto con Denis Richet, del libro La Revolución Francesa (1965), que ha sido
recientemente publicado en español, y director del Dictionnaire critique de la
Révolution Française, ha visitado esta semana España invitado por la Fundación
Pablo Iglesias. Furet, de 61 años, presidente entre 1977 y 1985 de I'Ecole d'Hautes
Études de París, y actualmente profesor en la universidad de Chicago y director del
Instituto Raymond Aron de lacapital francesa, defiende una tesis contraria a la
interpretación tradicional de la Revolución Francesa, que ve en ella el inicio del
dominio de la burguesía como clase social.

La conversación con François Furet, irónico y riguroso, se convierte inevitablemente


en un recorrido por las revoluciones contemporáneas. El profesor, que actualmente
se encuentra investigando sobre los orígenes de la revolución americana, es
optimista porque a finales del siglo XX el mundo vuelve "al problema fundamental
de la democracia sabiendo que no hay soluciones milagro", y confía en que la
conmemoración del bicentenano, "si no se convierte en una celebración chovinista y
nacional", sirva para reflexionar sobre las dificultades y también la grandeza de este
sistema político.

Pregunta.Tradicionalmente se ha considerado la Revolución Francesa como una


revolución burguesa. ¿Cuál es su opinión sobre esta creencia convencional?
Respuesta. Hay, evidentemente, algo de cierto en esta idea de que a finales del siglo
XVIII la Revolución Francesa presenta al menos como balance el llevar al poder a la
burguesía. Pero en el fondo no creo que la revolución sea reductible a esta idea de
promoción social. La idea de la revolución burguesa no permite explicar la duración
de la crisis política francesa porque si unimos la revolución al poder de la burguesía,
¿por qué tardó tanto la burguesía en estabilizar su poder político, como dicen los
marxistas, en estabilizar su dominación? La primera cosa que se resiste a esta
interpretación marxista es la dependencia de una idea política en relación con la
sociedad civil.

La sociedad moderna

P. Usted ha dicho que la Revolución Francesa había terminado. ¿Por qué?

R. He dicho que había terminado porque para mí la Revolución Francesa se


caracteriza por la fundación de la sociedad democrática, es decir, de una sociedad de
individuos libres e iguales que sustituye a una sociedad en la que, por el contrario,
los individuos estaban cogidos en lazos de dependencia. A partir de esa sociedad que
la revolución creó en seguida, el problema de la sociedad moderna es hacer un
cuerpo político único y estable con una sociedad atomizada en individuos. Esto es
para mí la Revolución Francesa, y es un problema mucho más universal que el
problema de la burguesía. Gorbachov está intentando ahora reconstituir un cuerpo
político, y los franceses han tardado mucho en hacer suya esta cuestión, ya que el
pueblo francés en el siglo XIX y gran parte del XX no ha cesado de cambiar de
Constitución. Y creo que a finales del siglo XX hemos llegado al final de la
Revolución Francesa porque las instituciones actuales de Francia hacen aparecer un
consenso político como no había existido jamás desde 1789.

P. ¿Se ha extinguido entonces el legado revolucionario de 1789?

R. El ideal revolucionario por excelencia que es la toma del Estado para realizar el
ideal colectivo ya no está vivo. Por esto digo que la Revolución Francesa ha
terminado. Y si tomamos por ejemplo la última gran tensión social francesa que es
el Mayo del 68 vemos que ya no están para nada los elementos de la cultura
revolucionaria clásica como es la, toma del poder. En 1968 se quiere evolucionar la
sociedad: transformación de las costubres, igualdad de sexos, libertad de los hijos
con respecto a los padres..., pero todo esto no tiene nada que ver con la tradición
jacobina de la toma del poder. Y esto es lo que quiero decir cuando digo que se ha
acabado la Revolución Francesa. Se puede decir que el régimen presidencial actual
es una manera de conjugar el antiguo régimen y la revolución.

P. Las consignas clásicas de la Revolución Francesa fueron recogidas por


nacionalistas, liberales y el movimiento obrero durante el siglo pasado, ¿para quién
siguen siendo válidas a finales del siglo XX? ¿Hasta qué punto los intentos de
reforma de sociedades como la soviética se vinculan con aquella experiencia?

R. Las consignas de la Revolución Francesa tienen gran actualidad en la medida en


que reclaman una sociedad fundada en la libertad de los individuos, en la garantía de
los derechos de los individuos y, en consecuencia, en la constitución de un Estado
que permita estas garantías. Los principios de la revolución han adquirido una suerte
de valor suplementario hoy tras la experiencia soviética. Lo que se ve aparecer en la
URSS 70 años después de 1917 es el comienzo de 1789. Individualismo de
mercado, derechos humanos y procedimientos electorales de la democracia, es decir,
todo lo que Lenin había considerado como las mentiras burguesas. Esto verifica mi
tesis de que la Revolución Francesa no es reductible al concepto de burguesía. Tiene
un valor más universal porque hoy se ven resurgir sus postulados en sociedades que
no son para nada burguesas.

P. ¿Cuáles son las diferencias y similitudes entre la Revolución Francesa y la


americana?

R. Tienen en común el descubrir a las sociedades los principios de la democracia


moderna, es decir, los hombres son libres e iguales y poseen derechos
imprescriptibles. Pero la revolución americana fue más feliz. No tuvo tragedia
porque la llevaron a cabo una serie de personas procedentes de Inglaterra que eran
disidentes religiosos, que no tenían enemigo exterior ni Estado central contra el que
luchar, sin rey, sin Iglesia católica, con tierras; estaban en unas condiciones ideales y
cuando declaran los derechos del hombre de alguna manera lo que hacen es describir
su vida. Mientras que en la Francia de final del siglo XVIII la declaración de los
derechos del hombre supone un trastorno total del paisaje. Si hay que buscar en la
historia americana algo que se parezca a la Revolución Francesa, hay que buscarlo
quizá en la guerra de Secesión.

P. ¿Para qué debe servir la conmemoración del bicentenario de la Revolución


Francesa?

R. Yo soy profesor, y para mí puede servir para hacer una pedagogía de la


democracia como algo que nos permita explicar la dificultad, al mismo tiempo que
la nobleza, de los regímenes democráticos y el fracaso de las tentativas que han
pretendido resolver las tensiones de la sociedad. El siglo XX está lleno de tantas
revoluciones a las que ha seguido el despotismo más absoluto que han dado una
experiencia que no existía hace 100 años.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 2

ESTUDIO A TRAVÉS DE LA LECTURA

Lea la entrevista y trate de responder a las siguientes preguntas

1.¿ Por qué caracteriza a la Revolución Francesa? ¿ Y cuál fue el ideal revolucionario que inició?

2.¿En qué medida las consignas de la Revolución francesa tienen vigencia en la actualidad?

3.¿Cuáles fueron las diferencias y similitudes entre la revolución francesa y americana?

( Reflexione y complete usted con lo visto en clase y estudiado en las separatas)

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