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Las Batallas en el Desierto

ENSAYO

Las batallas en el desierto nos introducen a una dimensión en la que los personajes viven en estratos
sociales diferentes, rodeados de ideales que van encadenando una trama que nos permite llegar a una
completa visión de la obra. El autor no solo le da una conciencia al personaje, sino que deja parte de
sí en él, Carlos es pues, un niño con una conciencia firme y sensata, lleno de sentimientos e ideales
que se enfrentarán a una sociedad no lista para la situación que se presenta como nudo de la obra.
Además el personaje contiene un estilo de lenguaje común y en algunas ocasiones vulgar una vez más
con la intención de reflejar la esencia oculta detrás del rol de los demás personajes.

La novela está involucrada completamente con los acontecimientos históricos de la época, lo que la
vuelve tan real que al momento de leerla uno cree que Carlos está sentado a tu lado narrándote sus
anécdotas. La narración de la historia es por parte del personaje principal, Carlos, un chico que estudia
en un colegio cerca de la colonia Roma, hijo del propietario de una fábrica de jabón en decadencia
debido al atraso tecnológico en los métodos de producción y la gran competencia del mercado
extranjero, hijo de familia numerosa y una madre prejuiciosa; comienza a describir el panorama que se
vivía en México al parecer durante los años Cincuenta; la vida de Carlos incluye un esbozo de una
ciudad enfrentada a programas televisivos, calamidades, acontecimientos políticos, sociales y
esperanzas de una transformación cultural que en ese tiempo se vivía y pensaba.

El ambiente es en un tiempo de conflictos internacionales durante la época del gobierno de Miguel


Alemán, en aquel entonces la sociedad tachaba de inmoral algunos actos; y la problemática
internacional que se vivía en aquel entonces, se trasladaba al comportamiento de los niños, y más en
el patio de la escuela de Carlos, el cual parece enfrentarse con madures a los problemas de su tiempo;
incluso en su escuela, llena de niños con distintas nacionalidades, y donde su patio central se convertía
en campo de conflictos con sus compañeros, decía el, había batallas en el desierto; debido a las
características que tenía el espacio recreativo; un espacio de tierra colorada, cubierto de polvo de
tezontle o ladrillo, sin árboles ni plantas. Haciendo una comparación a batallas que hasta la fecha siguen
ocurriendo. Y en su concepción de conflictos, Carlitos no entendía las guerras del todo, porque solo las
asocia a eventos ficticios o de películas, y en su momento Carlitos sintió que las circunstancias del país
andaban bien en aquel entonces.

Los diálogos internan al lector en la vista de Carlos, en la vida de la novela misma, las vivencias,
escenarios hasta el momento cumbre de esta historia, el amor de Carlos por Mariana, madre de su
mejor amigo Jim; aquella dama envuelta por misterio, oscurecida por las habladurías de la gente y un
estilo de vida que se sale de los márgenes del México de mediados de la década de los cincuentas. La
reacción de los mayores respecto a este enamoramiento es la de llevar a el protagonista al psiquiatra,
el siguiente fragmento expresa el pensar de Carlos el cual refleja sentimientos que lo vuelven real y
casi palpable como un ser humano existente “…así pues, estaba solo, nadie podía ayudarme. El mismo
Héctor consideraba todo como una travesura, algo divertido, un vidrio roto por un pelotazo. Ni mis
padres ni mis hermanos, ni Mondragón, ni el padre Ferran ni los autores de los tests se daban cuenta
de nada, me juzgaban según leyes en las que no cabían mis actos…” . Leyes en las que no cabía la
confusión o amor de un pequeño hacia una imagen femenina, la falta de escucha a un problema
diminuto, pero que se extendió como si fuese algo terrible, condenando un sentimiento visto desde la
perspectiva de la depravación.

Este nudo sigue creciendo hasta el punto en que sabremos el incierto desenlace de la vida de Mariana.

La lectura de esta novela amplía la imaginación, donde el amor genera problemas si es visto desde la
perspectiva errónea, para aquellos que busquen un esbozo de la ciudad de México en el periodo de
Miguel Alemán, encontrarán en Las Batallas en el desierto una ventana a una realidad que se ve
olvidada y solo recordada por libros de historia, un ambiente no enteramente político, ni costumbrista,
sino socialmente descriptivo, que denuncia la corrupción política de la época, el inicio de un México
moderno y el desvanecimiento de un país tradicionalista.

José Emilio Pacheco ha hecho uso de la lengua escrita para llevarnos al pasado, mismo que refleja o
no enteramente aspectos de su persona, pero independientemente de eso refleja a un México que
parece recordar sin sentimiento de tristeza o de nostalgia alguna.

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