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HIJOS NO DESEADOS

Edith Sánchez (psicóloga) 2 agosto, 2014.

Lo ideal es que un niño venga al mundo cuando la mente y el corazón de sus padres lo
desean y lo llaman. Pero muchas cosas en la vida no funcionan de forma ideal.

Una buena parte de los embarazos no se planean. El resultado son HIJOS NO


DESEADOS, personas que inician sus días en medio de una total o parcial ausencia de
sentido para su existencia.

El aborto, aún hoy en día, es una opción que rechazan varios sectores de la sociedad. En
esos casos, la decisión de dar lugar a una nueva vida está mediada principalmente por
el deber moral, pero no por el afecto o el anhelo, por lo tanto las consecuencias pueden
ser graves.

(Deseo y construcción del deseo)

Es posible que algunas madres y padres no quieran un hijo en un momento dado de la


vida, y puede ser así por muchos motivos: desde la edad temprana a la que se produce
el embarazo hasta problemas económicos.

Si una gestación tiene lugar en esas condiciones, solo existen dos alternativas:

Esos padres reprimen, sin éxito, su rechazo al nuevo ser; o entran en un proceso de
replanteamiento de sus expectativas y logran construir un deseo, en función de nuevos
afectos que se despiertan.

Si el padre, la madre, o ambos no logran aceptar la existencia de un hijo, pueden optar


por abandonarlo o por reprimir sus sentimientos y entender la situación como una
imposición del destino. El hijo será para ellos un intruso, aunque acepten tenerlo y
criarlo.

Lo más frecuente es que en esos casos el niño crezca en medio de grandes privaciones
afectivas. Sí, le dan la comida y cubren sus necesidades básicas, pero sin amor. Sí, le dan
el techo, pero se siente un extraño en su hogar. La represión nunca tiene éxito. Los
sentimientos reprimidos siempre retornan.
“Un padre no es el que da la vida, eso sería demasiado fácil, un padre es el que da el
amor.” -Denis Lord-

Por eso, muchos padres que no deseaban a sus hijos se vuelven extremadamente
celosos. No quieren ni que los toque el aire. Los perciben como personas a las que se
puede destruir fácilmente. Y esto es así, precisamente, es porque sus lazos de afecto son
extremadamente frágiles.

Cuando un hijo no es deseado, difícilmente sus padres buscarán tiempo de calidad para
compartir con él. Jugar será para ellos una pérdida de tiempo. Y cada ocasión para
conversar les resultará incómoda. Sienten que “no tienen nada que decir”.

(Las consecuencias de ser hijos no deseados)


La distancia emocional de los padres deja fuertes huellas en las personas. Aparece una
convicción interior de que “algo falta”, como si existiera una pregunta latente, pero no
las palabras para formularla.

A los hijos no deseados les será muy difícil construir relaciones sanas de afecto en su
vida adulta. El amor tiene un idioma que desconocen. No saben cómo descifrar sus
códigos y mucho menos cómo construirlos.

Les cuesta mucho necesitar y ser necesitados. Una relación afectiva puede resultarles
asfixiante: es una defensa contra la intimidad de la que no conocen nada.

Normalmente, los hijos no deseados oscilan profundos sentimientos de inferioridad. No


saben cómo se encuentra el equilibrio de una autoestima saludable. Por eso lo más
frecuente es que eludan por completo el conflicto con sus padres o no hagan más que
generarlo. Repiten incesantemente la ruptura que significó su presencia en el mundo.
(Edith Sánchez, Escritora y periodista colombiana).
(Niños producto de violaciones estarán marcados de por vida)

E aquí un minuto de silencio!

Terminar con los genitales desgarrados, sufrir amenazas del agresor y padecer daños
psicológicos, no es lo más preocupante en una violación, lo peor, es si la mujer queda
embarazada, dice ÁLVARES. En el estado, decenas de mujeres son violadas al año, al
menos eso es lo que indican organizaciones civiles, aunque no hay cifras del tema. A
nivel nacional, anualmente miles de mujeres son violadas y enfrentan embarazos no
deseados, situación sobre la cual tampoco hay datos exactos. Sin embargo, un gran
número de esas mujeres que fueron violadas también quedan embarazadas de sus
agresores, pero los números también se esconden.

El Instituto Nacional de Neurología, señala que cuatro de cada cinco mujeres violadas
que resultan embarazadas deciden tener a los bebés, después de someterse a terapias
sicológicas en dicho lugar.

Sin embargo, aseguran especialistas; muchos de los niños que nacen por causa de una
violación sufren demasiado desde el momento de ser concebidos. Son menores que van
a ser rechazados constantemente desde el vientre materno, y esto quiere decir que eso
quedará en la integridad del niño, en sus aspectos, su estructura síquica, pues el rechazo
es una carga que va a limitar su talla y su peso.

Esos menores crecen con una gran inseguridad, muchas veces tienen problemas de
atención, de agresión, o son niños hiperactivos, porque todo el tiempo sienten el
rechazo,…...establecen psicólogos.

En la mayoría de los casos, una mujer que ha sido violada no denuncia lo ocurrido ni
busca ayuda de inmediato, debido a que, comúnmente, el agresor es alguien conocido.
Generalmente ellas se dan cuenta de que están embarazadas hasta seis o más semanas
después de ocurrido el hecho ilícito.

Una persona con estrés posparto se aísla de la obligación de ser mamá. Imaginemos a la
mujer con estrés de un producto que no deseaba tener y todas esas acciones de apego
al regazo, de seguridad, el niño no las tendrá. En ocasiones, la familia de la agredida
suele darle más crédito al victimario que a la propia víctima, cuando el abusador es el
padrastro.

En el Instituto de Neurología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)


se han encontrado casos en los que la propia madre despide a la hija de la casa por haber
resultado embarazada del padrastro y la mamá le cree a él, no a su hija. Así, la cadena
de sufrimiento se hace más grande, pues esas chicas primero padecen la violación, luego
resultan embarazadas, y al final sus padres les dan la espalda, con lo que traerán cargas
emocionales muy fuertes para su hijo y ellas mismas.

Los menores crecen con una gran inseguridad y problemas emocionales, Karina.

Embarazo por violación, salud mental y aborto

Revista China - Paulina Larrondo 25 septiembre, 2016:-situación chilena.

El pasado 06 de septiembre se aprobó en la Comisión de Salud del Senado la idea de


legislar sobre el proyecto de aborto en tres causales. Es sabido, que el debate sobre
interrumpir un embarazo producto de una violación ha devenido en variadas
controversias y cuestionamientos: ¿Sin denuncia, quién garantiza la veracidad de la
violación?, ¿qué ocurre con el agresor? En el mejor de los casos, cuando se da
credibilidad a la víctima, la pregunta deriva en ¿un aborto es más dañino que la violación
misma?
Estas dudas aparecen desde la perspectiva de sujetos que temen que les pasen “gato
por liebre”, en el entendido que una mujer podría inventar una violación con tal de
acceder a la prestación de salud, lógica que no es extraña en un país en dónde los delitos
sexuales son difíciles de probar, no siempre por falta de antecedentes sino más bien por
falta de pruebas o por un testimonio poco creíble. La caracterización de la violencia
intrafamiliar - serían siente años lo que tarda una mujer en reconocerse víctima de
violencia, a veces el doble o triple de tiempo para que una víctima pueda verbalizar que
fue abusada. Lo anterior se suma a que gran parte los delitos sexuales en el país
denunciados, son archivados o bajo la figura de no perseverar (Ministerio Público, 2016).
Por lo tanto, la denuncia no garantiza la persecución, ni la sanción del agresor sexual.
Frente a la no denuncia de la violencia sexual, ocurre que las víctimas se dan cuenta en
fases avanzadas de sus embarazos, por lo que se debe priorizar la voluntad de la mujer
de interrumpir el embarazo y otorgarle el apoyo que ella estime conveniente recibir en
aquel momento. Todo a su tiempo, sin apresurar o imponer la denuncia, se arriesga a
que las mujeres no vuelvan y corran la peor de las suertes: realizarse un aborto de igual
forma, en condiciones adversas y aún en el mismo lugar donde habita la violencia sexual.
Por lo tanto, la confidencialidad es una conducta que se recomienda para la atención en
adolescentes quienes son las principales víctimas en el país.

Dice Toledo, El embarazo por violación es una maternidad forzada, desde mi experiencia
clínica y desde los antecedentes teóricos, ninguna mujer ha querido resultar embarazada
de su violador - casi por sentido común - por el contrario, es significado como una
experiencia de trauma que se agudiza en la medida que el embarazo avanza.

Superando las anteriores barreras del acceso al aborto, existe el temor bioético de que
el procedimiento pueda resultar más dañino que el trauma mismo de la violación. La
evidencia científica señala que el aborto provocado electivo no tiene un efecto
perjudicial en la salud mental de las mujeres (Rondón, 2015) más bien la queja radica en
problemas asociados al apoyo social percibido, sobre todo en un país en dónde el aborto
es una práctica ilegal (Toledo, 1998).

El embarazo por violación es una maternidad forzada

Desde mi experiencia clínica y desde los antecedentes teóricos, ninguna mujer ha


querido resultar embarazada de su violador - por el contrario, es significado como una
experiencia de trauma se agudiza en la medida que el embarazo avanza. Es más que una
experiencia lacerante, mayoritariamente se convierte en un estresor crónico. La Dra.
Kimelman, experta en apego perinatal, ejemplificó vivencias del embarazo de una
adolescente víctima de violación “me asustan, me asquea es como si tuviera una bolsa
de gusanos que atacan”.
He conocido realidades donde mujeres han dado en adopción a sus hijos producto de
una violación, han tenido los hijos producto de la violencia sexual, las que han intentado
abortar y la que han intentado suicidarse producto del daño a las que se encuentras
expuestas con el hecho de tener que afrontar un embarazo de aquellas características.

El trastorno por estrés postraumático o trastorno adaptativo, depresión o ansiedad son


algunas de las consecuencias de la violación, pero la toma de decisiones con respecto al
curso de ese embarazo debe ser en base a su autonomía, las consecuencias psíquicas de
su historia de abuso no la convierten en un sujeto interdicto e inválido. Por lo tanto, que
el Estado y la sociedad chilena niegue el derecho a la autonomía de las víctimas de
violencia sexual en estas situaciones severas de dolor, implica una doble victimización al
exponerlas a vivir el horror otra vez. “la salud mental de las mujeres no se puede alcanzar
sin una situación de igualdad en el goce de los derechos Humanos Básicos, entre ellos la
libertad, la autonomía y los derechos sexuales reproductivos” (La Dra. Kimelman)
En 1973, la Primera Presidencia de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos
Días publicó la siguiente declaración en cuanto al aborto, la cual sigue vigente hoy en
día: “La Iglesia se opone al aborto y aconseja a sus miembros que no se sometan a un
aborto ni que lo lleven a cabo, salvo en raras circunstancias en que, según la opinión
médica competente, la vida o la salud de la madre esté en serio peligro o que el
embarazo sea resultado de una violación y produzca serios traumas emocionales a la
madre…”
En las discusiones sobre la sexualidad hoy, existen dos facciones:

 Pro-vida, en contra del aborto y su legalización y


 Pro elección, a favor de la reglamentación del aborto.
Pro-elección considera que la mujer tiene total derecho a controlar su cuerpo y, por
tanto, a decidir si continúa o termina un embarazo. Cree que la existencia humana es
buena y debe preservarse, pero que la calidad de vida es más importante y, por tanto,
el aborto, es en muchos casos “la menos mala de las decisiones”. Además estiman que,
como no hay un consenso social ni claridad sobre el momento en que empieza la vida,
el Estado no debe legislar en este terreno, sino que debe dejar la decisión a la mujer que
es quien tiene derecho a decidir sobre su cuerpo y lo que acontece dentro de él.

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