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CORTE SUPREMA DE JUSTICIA

SALA PENAL PERMANENTE

R. N. N° 1878-2007

ANCASH

Lima, seis de mayo de dos mil ocho

VISTOS; interviniendo como ponente el


señor Vocal Supremo Pedro Guillermo Urbina Ganvini; el recurso de nulidad
interpuesto por el encausado Hitler Hugo Aguirre Tarazona y la señora Fiscal Adjunta
Superior contra la sentencia de fojas seiscientos veintiuno, del veinticinco de enero de
dos mil siete; y CONSIDERANDO: Primero: Que la señora Fiscal Adjunta Superior
en su recurso formalizado de fojas seiscientos treinta y siete alega que en autos se
acreditó que el encausado Pedro Máximo Sánchez Amado atacó el carro de Hitler Hugo
Aguirre Tarazona posiblemente con la intención de robar, que dicho encausado se
contradice con su versión policial y judicial, que el lugar de los hechos es solitario, que
el encausado Aguirre Tarazona actuó en forma desproporcional, que al efectuar disparos
dio muerte al agraviado Justo Leonardo Sánchez Amado, que la versión del posible
robo que indica Aguirre Tarazona se corrobora con la versión de la testigo presencial
Giovanna Torres Depaz, que por ello la sentencia absolutoria deviene en nula, que en
cuanto a la pena impuesta al encausado Aguirre Tarazona no se tuvo en cuenta el
principio de proporcionalidad, que causó la muerte sin un motivo suficiente, que su
actuar no fue absolutamente necesario, que pudo huir del lugar en su vehículo o efectuar
disparos disuasivos o no dirigidos a partes vitales del cuerpo, que se acreditó que actuó
con dolo eventual, que por ello la pena es benigna en relación a la gravedad de los
hechos y en tal sentido debe incrementarse; que, por su parte, el encausado Hitler Hugo
Aguirre Tarazona en su recurso formalizado de fojas seiscientos cuarenta alega que la
sentencia es ilegal e injusta, que se valoró en forma errada la prueba actuada, que su
accionar fue en legítima defensa, que fue atacado con el fin de ser asaltado y violar a su
acompañante, que la sentencia absolutoria agravia el orden público y la seguridad
ciudadana, que se ha hecho apología del delito y de los delincuentes al condenar a la
víctima, que en su defensa dio muerte a uno de sus atacantes, que la sentencia se expidió
en forma contraria a las cuestiones de hecho, que no se efectuó una correcta apreciación
de los hechos y las pruebas aportadas a los autos, que las cuestiones de hecho se
plantearon y votaron sin tener en consideración las conclusiones escritas de su abogado
defensor y, finalmente, que se vulneró lo previsto en el artículo doscientos ochenta y
uno del Código de Procedimientos Penales. Segundo: Que, con relación al delito de
robo agravado en grado de tentativa en perjuicio de Hitler Hugo Aguirre Tarazona, la
prueba actuada no acredita en forma acabada que en horas de la noche del día cuatro de
mayo de dos mil cuatro, la intención del encausado Pedro Máximo Sánchez Amado,
como la de su hermano Justo Leonardo Sánchez Amado y de un tercer sujeto no
identificado, fue la de sustraer las pertenencias del agraviado, que a pesar de la violencia
empleada, no se llegó a consumar el delito por la rápida reacción del agraviado, quien al
efectuar tres disparos con su arma de fuego -por ser Policía Nacional- impactó a Justo
Leonardo Sánchez Amado -véase protocolo de autopsia de fojas ciento treinta y siete y
partida de defunción de fojas cuatrocientos treinta y nueve- causándole la muerte.
Tercero: Que, en efecto, como prueba de cargo se cuenta con la versión contradictoria
del agraviado Hitler Hugo Aguirre Tarazona -véase fojas cincuenta y cinco, doscientos
noventa y tres y cuatrocientos noventa y cuatro- y la única prueba que corroboraría su
versión seria la testimonial de Giovanna Irene Torres Depaz -véase declaración plenaria
de fojas quinientos setenta y nueve-, la misma que no es coherente con su versión
policial de fojas ciento diecisiete, donde indicó que no conoce nada de los hechos y,
además, es discordante con la declaración del agraviado, pues refiere que Aguirre
Tarazona bajó del vehículo donde se encontraba y efectuó tres disparos y procedió a
retirarse por su propia voluntad, mientras que el agraviado aseveró que él no bajó del
vehículo y que le pidió a Torres Depaz que se retirara para evitar problemas; que, desde
esta perspectiva el juicio de valor efectuado por el Tribunal de instancia está arreglado
al mérito de lo actuado y a ley. Cuarto: Que, en cuanto al delito de homicidio simple
que se atribuye al encausado Hitler Hugo Aguirre Tarazona, el caudal probatorio es
suficiente para acreditar la materialidad del delito y la culpabilidad del citado
encausado; que, en efecto, con el dictamen pericial de balística forense de fojas ciento
sesenta y cinco, acta de recojo de evidencias realizado en el lugar de los hechos de fojas
sesenta y siete, acta de inspección y recojo de evidencia en el vehículo de placa de
rodaje TE guión dos mil seiscientos setenta y cinco de fojas sesenta y nueve se acredita
que el agraviado Justo Leonardo Sánchez Amado murió -véase protocolo de autopsia de
fojas ciento treinta y siete- a consecuencia de ser impactado por un proyectil de arma de
fuego, que efectuó el encausado Aguirre Tarazona la noche del cuatro de mayo de dos
mil cuatro, luego de ser perturbado por el mencionado agraviado -le lanzó una piedra al
vehículo que produjo la rotura de una de sus lunas- y su hermano Pedro Máximo, en
circunstancias que Aguirre Tarazona sostenía relaciones íntimas con Giovanna Torres
Depaz, no obstante que en su condición de Policía Nacional se encontraba de servicio;
que, con relación a la culpabilidad, el encausado Aguirre Tarazona reconoce tanto en
sede policial como judicial que efectuó tres disparos contra sus atacantes en defensa
propia, esto es, que actuó en legítima defensa; que, al respecto, es de precisar que dicho
instituto jurídico-penal como causa de justificación se funda, desde un plano individual,
en la defensa que realiza la persona en respuesta racional frente a una agresión injusta, y
desde el plano supraindividual, en la necesidad de defensa del orden jurídico y del
Derecho en general, conculcados por la agresión antijurídica; que, sin embargo, la
importancia y trascendencia que tiene conceder a una persona derechos que incluso se
niegan al Estado (por ejemplo, matar a otra persona en defensa propia), imponen la
necesidad de limitar ese derecho individual a casos y situaciones realmente
excepcionales, en los que solo el individuo puede defender sus bienes jurídicos más
preciados y, en la medida en que no sea posible, operar eficazmente otros mecanismos
jurídicos protectores del bien puesto en peligro; que, además, el ordenamiento legal no
admite que el derecho de defensa frente a la agresión ilegitima sea absoluto e ilimitado,
sino que este derecho debe enmarcarse dentro de la observancia de principios
informadores de las causas de justificación como el de necesidad, razonabilidad,
ponderación de intereses, etc.; que, según el artículo veinte inciso tres del Código Penal,
son requisitos de la legítima defensa: la agresión ilegitima, necesidad racional del medio
empleado para impedirla o repelerla, y falta de provocación suficiente de quien hace la
defensa; que la falta de alguno de estos requisitos impide la aplicación de la eximente
penal antes descrita; que, en el presente caso, analizando las circunstancias y los hechos
acaecidos, no es posible estimar que concurre alguno de estos presupuestos en la
conducta desplegada por el encausado Aguirre Tarazona; que, por el contrario, actuó sin
medir las consecuencias de su acto, pues pudo advertir la posibilidad y probabilidad de
desencadenar el desenlace fatal -muerte de agraviado- y no obstante ello, decidió
efectuar los disparos contra los supuestos atacantes como él mismo lo acepta tanto en su
declaración policial como judicial, lo cual se corrobora con la versión de los testigos
que presenciaron los hechos, esto es, Pedro Máximo Sánchez Amado y Giovanna
Torres Depaz. Quinto: Que, de otro lado, tampoco se evidencia que se haya incurrido
en vicio de nulidad desde que para expedir la sentencia impugnada se tuvo en cuenta las
conclusiones escritas de la defensa del encausado Aguirre Tarazona y, además, las
cuestiones de hecho constituyen los fundamentos jurídicos de toda sentencia, es decir,
se encuentran incorporados en ella. Sexto: Que, en referencia al quantum de la pena
impuesta, es de precisar que en nuestro ordenamiento jurídico-penal para efectos de
determinar e individualizar la pena a imponer se tiene en cuenta los diversos criterios
que establecen los artículos cuarenta y cinco y cuarenta y seis del Código Penal, pues en
el primero se prevén como circunstancias a tomar en cuenta al determinar la pena las
carencias sociales que hubiera sufrido el agente, su cultura y sus costumbres, así como
los intereses de la víctima, de su familia o de las personas que de ella dependen,
mientras que en el segundo de los artículos mencionados se contemplan los factores
para la medición o graduación de la pena a los que se recurre atendiendo a la
responsabilidad y gravedad del hecho punible cometido, en cuanto no sean
específicamente constitutivos del hecho punible o modificatorios de la responsabilidad.
Sétimo: Que, en el caso de autos, si bien el encausado Hitler Hugo Aguirre Tarazona
actuó con dolo eventual y no registra antecedentes judiciales ni penales; sin embargo,
ello no justifica imponer una pena por debajo del mínimo legal establecido; que, en
efecto, debe tenerse en cuenta que dicho encausado es efectivo de la Policía Nacional
con el grado de Sub Oficial de Primera y con más de diez años de servicios -véase fojas
noventa y seis-, por consiguiente, con conocimientos especializados para hacer uso de
arma de fuego en el modo y forma de ley, tanto más que se encuentra preparado en
forma psicológica para afrontar un hecho como en el caso sub júdice; que, además, su
comportamiento después de los hechos resulta un factor a tener en cuenta desde que no
auxilió de forma inmediata al agraviado, pues prefirió primero llevar al hermano del
occiso detenido a la Comisaría para establecer una estrategia, con el fin de encubrir su
accionar delictivo; que, por lo tanto, la pena impuesta no se encuentra arreglada al
principio de proporcionalidad, según la entidad del injusto y la culpabilidad por el
hecho típico perpetrado, por lo que debe ser aumentada en mérito a la facultad prevista
en el inciso tres del artículo trescientos del Código de Procedimientos Penales,
modificado por el Decreto Legislativo número novecientos cincuenta y nueve. Por estos
fundamentos: declararon NO HABER NULIDAD en la sentencia de fojas seiscientos
veintiuno, del veinticinco de enero de dos mil siete, en el extremo que absuelve a Pedro
Máximo Sánchez Amado de la acusación fiscal formulada en su contra por delito contra
el patrimonio en la modalidad de robo agravado en grado de tentativa en perjuicio de
Hitler Hugo Aguirre Tarazona; y condena a Hitler Hugo Aguirre Tarazona por delito
contra la vida, el cuerpo y la salud en la modalidad de homicidio simple en agravio de
Justo Leonardo Sánchez Amado; se declara HABER NULIDAD en el extremo que le
impone cuatro años de pena privativa de libertad, suspendida en su ejecución por el
periodo de prueba de tres años, bajo reglas de conducta; reformándola: le
IMPUSIERON ocho años de pena privativa de libertad, la que comenzará a
computarse una vez efectuada su captura; ORDENARON que el Tribunal de origen
proceda a la ubicación y captura del condenado Hitler Hugo Aguirre Tarazona para lo
cual deberá cursarse los oficios correspondientes; se declara NO HABER NULIDAD
en lo demás que contiene y es materia del recurso; y los devolvieron.

S.S.

SIVINA HURTADO

PONCE DE MIER

URBINA GANVINI

PARIONA PASTRANA

ZECENARRO MATEUS

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