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Centro UNESCO

PROPUESTA “UN LIDER DE PAZ EN CADA AULA DE CLASE”

Maestría Internacional Integral en Derechos Humanos y Educación para la Paz

Autora: Yadira Mora

Caracas – Venezuela
“Educar para una cultura de paz significa educar

para la crítica y la responsabilidad,

para la comprensión y el manejo positivo de los


conflictos,

así como potenciar los valores del diálogo y el


intercambio

y revalorizar la práctica del cuidado y de la ternura,

todo ello como una educación pro social

que ayude a superar las dinámicas destructivas

y a enfrentarse a las injusticias”.*

*Autor: Vicenc Fisas. Director de la Escuela de Cultura de Paz de la


Universidad Autónoma de Barcelona. España

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RESUMEN

La Propuesta “Un líder de Paz en cada Aula de Clase” surge de la necesidad de


ver la educación como el resultado de un número incalculable de pequeñas
influencias, de palabras, de gestos, de aceptaciones y de rechazos, de actores y
de sujetos. La cultura de la violencia esta ganando terreno en nuestra sociedad.
Nos hemos acostumbrado a ello y poco a poco lo estamos viendo como
literalmente “normal” que la perdida de valores morales, éticos, religiosos se haya
ido en el cesto de la basura. Los que me están leyendo saben que lo que digo es
la verdad y no me estoy inventando un mundo de fantasía personal, ni mucho
menos queriendo pescar en río revuelto. Es mas fácil echarle la culpa a alguien de
lo que pasa y no mover un dedo para accionar en pro de la promoción de valores.
La familia es la responsable de ello, el hogar modela los valores y luego la escuela
le corresponde reforzar el modelado de valores. Entiendo lo difícil para los
educadores, docentes, maestros encontrarse que los niños, niñas y adolescentes
no traen formación en valores desde el hogar, por diversas razones.
Evidenciándose que el padre, la madre o el representante responsable o
responsables del niño, niña y adolescente son sus factores de riesgo mas
grandes; porque viven y actúan en una cultura de la violencia y antivalores. La
escuela, llámese escuela primaria y/o escuela secundaria, le toca la enorme tarea
de educar a los adultos y a los niños, niñas y adolescentes. Entiéndase que la
tarea es grande, porque mientras el niño, niña y adolescente crezca en un
ambiente de violencia, ese es el patrón que va a copiar y así sucesivamente, se va
transformando en una cadena, que hay que romper definitivamente, para avanzar
como sociedad. Nos ha faltado voluntad desde todo punto de vista.

La propuesta “Un Líder de Paz en cada Aula de Clase”, tiene la idea de hacer
entender a todos, que la única manera de cambiar la dura realidad social que
vivimos, es a través de la educación en valores que involucre a todos los actores
de una sociedad, como lo son la familia, los maestros y los gobiernos locales con
sus entes representantes de la educación de los niños, niñas y adolescentes.

Etiquetas: Cultura de Paz, Educación para la paz, Cultura de la no Violencia,


Un líder de Paz en cada Aula de Clase.

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SUMMARY

The Proposal "A leader of Peace in each Classroom" arises from the need to see
education as the result of an incalculable number of small influences, words,
gestures, acceptances and rejections, actors and subjects. The culture of violence
is gaining ground in our society. We have become accustomed to it and little by
little we are seeing it as literally "normal" that the loss of moral, ethical, religious
values has gone into the garbage basket. Those who are reading me know that
what I say is the truth and I am not inventing a personal fantasy world, much less
wanting to fish in troubled waters. It is easier to blame someone for what happens
and not to move a finger to act in favor of the promotion of values. The family is
responsible for this, the home models the values and then the school is
responsible for strengthening the modeling of values. I understand how difficult it is
for educators, teachers, and teachers to find that children and adolescents do not
bring training in values from home, for various reasons. Evidence that the father,
mother or representative responsible or responsible for the child and adolescent
are their biggest risk factors; because they live and act in a culture of violence and
anti-values. The school, call elementary school and / or secondary school, has the
enormous task of educating adults and children and adolescents. Understand that
the task is great, because as long as the child and adolescent grow up in an
environment of violence, that is the pattern that will be copied and so on, it is
transformed into a chain, which must be definitively broken, to advance as society.
We have lacked will from every point of view.

The proposal "A Leader of Peace in each Classroom", has the idea of making
everyone understand that the only way to change the harsh social reality that we
live, is through education in values that involves all the actors of a society, such as
the family, teachers and local governments with their representatives representing
the education of children and adolescents.

Tags: Culture of Peace, Education for Peace, Culture of Nonviolence, A


Peace Leader in Every Classroom.

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INDICE

Pág.

PREAMBULO 6- 7

1. HISTORIA DE LOS DERECHOS HUMANOS 7- 9


2. EDUCAR PARA LA PAZ EN EL SIGLO XXI 9-13
3. CULTURA DE PAZ Y EDUCACION 13-15
4. CULTURA DE LA NO VIOLENCIA 15-17
5. PROPUESTA “UN LIDER DE PAZ EN CADA AULA DE CLASE” 18-22
6. CONCLUSIONES 23-24
7. BIBLIOGRAFIA 25-28

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PREAMBULO

La educación es la única vía que tenemos para frenar cualquier tipo de conducta
violenta. Estamos haciendo esto porque nos preocupa saber cuál va a ser el
impacto de la violencia que estamos viviendo en nuestro país en esta generación
de niños y de jóvenes.

El porqué de educar para la paz tiene razones de muy diversa índole:


pedagógicas, sociales, políticas y ecológicas, y atendiendo a la legislación
educativa, educar para la paz también se convierte en un imperativo legal.

La noción de derechos humanos se corresponde con la afirmación de la dignidad


de la persona frente al Estado. La sociedad contemporánea reconoce que todo ser
humano, por el hecho de serlo, tiene derechos frente al Estado, derechos respecto
de los cuales éste tiene deberes de respeto, protección, promoción o garantía.

La tarea del profesorado que quiera educar para una cultura de paz dentro del
ámbito de la educación en valores supone un compromiso social y ético, así
mismo debe procurar transformaciones de carácter personal como comunitario. En
otras palabras, se necesita un profesor que incorpore elementos éticos y morales
y que no se limite a facilitar el aprendizaje de contenidos, sino que de
herramientas que ayuden a responder a los retos más cruciales de los momentos
socioculturales que estamos viviendo.

La Propuesta “Un líder de Paz en cada Aula de Clase” surge de la necesidad de


ver la educación como el resultado de un número incalculable de pequeñas
influencias, de palabras, de gestos, de aceptaciones y de rechazos, de actores y
de sujetos.

Reconozcamos todos como sociedad que “tiene que haber una iniciativa mayor”,
lo cual implica la integración de una materia llamada ”Educación para la Paz y
Cultura de la no Violencia” que haga el reconocimiento del derecho a una vida
libre de violencia.

Promover en las familias, en los educadores, la cultura de la paz, a través de


actividades participativas, didácticas, culturales, críticas y reflexivas para que
amen la paz, quieran vivirla y promoverla en su entorno cotidiano, aportando así al
desarrollo humano integral.

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1. HISTORIA DE LOS DERECHOS HUMANOS

Lo que en nuestros días se conoce como derechos humanos está referido al


reconocimiento de que toda persona humana, por el hecho de serlo, es portadora
de atributos autónomos que deben ser reconocidos y protegidos por el Estado.
Ellos son inherentes al ser humano y no requieren de ningún título específico para
adquirirlos. No resultan de una adjudicación o cesión del Estado, cuya función con
respecto a ellos es de reconocimiento, respeto y protección. Basta con ser
persona humana para ser titular de los derechos humanos y toda persona humana
es titular de esos derechos. Su exigibilidad no depende de su consagración
legislativa; por el contrario, históricamente aparecen como atributos que se han
hecho valer contra leyes opresivas que los desconocían o menoscababan.

Son derechos subjetivos que emanan de la dignidad humana y que la resguardan,


porque ellos combaten la dominación arbitraria y apoyada en desiguales
relaciones de poder social, mediante la cual unos seres humanos imponen a otros
ser instrumentos de sus propios fines. Hablamos de la ideología universal nacida
para encarar la opresión.

La noción de derechos humanos se corresponde con la afirmación de la dignidad


de la persona frente al Estado. La sociedad contemporánea reconoce que todo ser
humano, por el hecho de serlo, tiene derechos frente al Estado, derechos respecto
de los cuales éste tiene deberes de respeto, protección, promoción o garantía.

Debe asimismo, organiza su estructura y su orden jurídico-político a fin de


asegurar su plena realización. Ellos también determinan límites y metas de la
acción del poder público. Son por lo tanto, indisociables del concepto de Estado
contemporáneo, al menos en todo cuanto su paradigma es el Estado de Derecho.

Las primeras manifestaciones concretas de declaraciones de derechos


individuales, con fuerza legal, fundadas sobre el reconocimiento de derechos
inherentes al ser humano que se imponen al Estado como objeto de
reconocimiento, respeto y protección, emergen de la Revolución Norteamericana.
Un conjunto de circunstancias favoreció su formulación.

Transcurrido más de un siglo, fueron proclamados por primera vez los derechos
económicos, sociales y culturales, que se refieren a la existencia de condiciones
de vida y de acceso a los bienes materiales y culturales en términos adecuados a
la dignidad inherente a la familia humana. Emergieron por primera vez en la
Constitución mexicana de Querétaro de 1917. Poco más tarde fueron incluidos en
la Constitución alemana de 1919, la Constitución española de 1931, la
Constitución de la URSS de 1936 y la Constitución de Irlanda de 1937,
nuevamente entroncados con grandes conmociones políticas y sociales, como lo

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fueron, respectivamente, la Revolución Mexicana; la proclamación de la República
Alemana en Weimar, tras la derrota del Reich en la Primera Guerra Mundial (y la
extinción del Imperio Austro Húngaro y del Imperio Otomano, a más del alemán);
la proclamación de la Segunda República Española; la Revolución Rusa, y la
Independencia de Irlanda. La mayor parte de las constituciones entradas en vigor
después de la creación de las Naciones Unidas y la proclamación de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos, consagran el reconocimiento de
los derechos económicos, sociales y culturales, junto a los civiles y políticos.

Finalmente, a partir del proceso de descolonización que resultó de la creación de


las Naciones Unidas, que trajo consigo la democratización de la comunidad
internacional, emergieron lo que se conoce como derechos colectivos, tales como
el derecho al desarrollo, a un medio ambiente saludable y a la paz. Este hecho ha
sido identificado como el inicio de “la edad social de los derechos humanos”.

Sin embargo, lo que finalmente condujo a una reacción tangible de la comunidad


internacional para instaurar un sistema supranacional de protección de los
derechos humanos fue la constatación de los crímenes de lesa humanidad
cometidos en la era nazi y, como se verificaría más tarde, también en la
estalinista. Podría decirse que la magnitud del genocidio puso en evidencia que el
ejercicio del poder público representa un peligro para la dignidad humana, de
modo que su control no debe ser prerrogativa excluyente de las instituciones
domésticas, sino que deben constituirse instancias internacionales para su
salvaguardia. El 26 de enero de 1941 el Presidente Roosevelt proclamó su
declaración sobre las cuatro libertades: libertad de opinión y expresión, libertad
confesional, derecho a estar al abrigo de necesidades materiales y derecho a la
garantía de una vida donde el miedo está excluido. A estas libertades se agregó el
derecho al progreso económico y la seguridad social, en la Carta Atlántica suscrita
por Roosevelt y Churchill el 14 de agosto de 1941.

Con esos antecedentes, el Preámbulo de la Carta de las Naciones Unidas


reafirmó “la fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor
de la persona humana, en la igualdad de derechos de hombres y mujeres”. El
artículo 56 de la misma Carta dispone que “todos los miembros se comprometen a
tomar medidas, conjunta o separadamente en cooperación con la Organización,
para la realización de los propósitos consignados en el artículo 55”, entre los
cuales está “el respeto universal de los derechos humanos y de las libertades
fundamentales de todos”.

Dentro de ese contexto, en 1946, fue creada la Comisión de Derechos Humanos,


a la que se encomendó la preparación de un proyecto de declaración
internacional. El 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General aprobó la

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Declaración Universal de Derechos Humanos. Meses antes, en la IX Conferencia
Internacional Americana, celebrada en Bogotá, la naciente Organización de los
Estados Americanos ya había aprobado la Declaración Americana de los
Derechos y Deberes del Hombre.

2. EDUCAR PARA LA PAZ EN EL SIGLO XXI

El porqué de educar para la paz tiene razones de muy diversa índole:


pedagógicas, sociales, políticas y ecológicas, y atendiendo a la legislación
educativa, educar para la paz también se convierte en un imperativo legal.

La educación para la paz que se propone está relacionada con la reestructuración


de las injusticias, violencias, discriminaciones y exclusiones producidas por las
estructuras y las formas institucionalizadas de relacionarnos a muchos niveles,
que marginan a gran parte de la humanidad y benefician a unos pocos. Diríamos
que educar para la paz es responsabilidad de todos y todas nosotros y nosotras.

Lederach matiza que la educación para la paz debe ayudar a los estudiantes a
encontrar alternativas pacíficas para la transformación de los conflictos, facilitar las
herramientas para que las nuevas generaciones encuentren sus propias
posibilidades de actuar, y analizar cuáles son las formas más adecuadas de
intervenir en los conflictos que les rodean. “La violencia no es la única, ni la más
eficaz, de las maneras de afrontar los conflictos, a pesar de que se presente como
tal en nuestra sociedad e historia” (Lederach, 1984: 67)

Educación para la Paz. Análisis del libro de Xesus R. Jares

Tomaremos como referencia para la presente investigación el análisis del libro del
pedagogo Gallego Xesús R. Jares.

La investigación para la Paz aporta a la Educación para la Paz una concepción


positiva. Dentro de los varios paradigmas o modelos desde los que se puede
definir y comprender la Educación para la Paz, Jares propone el modelo crítico-
conflictual-no violento. Esta concepción de la Educación para la Paz se realiza
desde la Teoría Crítica de la Educación. Se realiza una crítica al concepto
negativo de paz y se fomenta el positivo. De este cambio conceptual se
consideran dos ideas relacionadas con la paz positiva, ya no será la paz ausencia
de guerra, sí de violencia. Y la violencia no sólo será entendida como directa sino
también estructural y cultural.

Basándose en estas aportaciones de Galtung, el autor de fine la violencia directa


como la causada por un actor y la estructural en la que no hay un actor que la

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provoque sino que está edificada dentro de la estructura y se manifiesta como un
poder desigual.

Una vez hechos explícitos los distintos significados de violencia, Jares analiza la
conceptualización del término paz. Entiende la paz vinculada con el concepto de
justicia social y desarrollo. También con los derechos humanos y la democracia.
Éstos cuatro términos se requieren mutuamente y son necesarios para una
comprensión de la paz en un sentido más amplio. El término de paz que se
propone en el desarrollo de este libro, niega por tanto, la violencia, no así los
conflictos que forman parte de la vida. En este sentido, la educación para la paz
supone no sólo la eliminación de aquellos aspectos negativos, sino también, la
inclusión de todos aquellos elementos positivos que deseamos para la
consecución de esta cultura de paz de la que venimos hablando.

En relación con el concepto de conflicto predomina la vertiente tradicional derivada


de la ideología tecnocrática conservadora que lo asocia a algo negativo, no
deseable, necesario de corregir, solucionar, y, sobre todo, evitar. Esta concepción
negativa del término “conflicto” predomina en las culturas occidentales. Sin
embargo, como consecuencia del legado de la no violencia, la teoría crítica de la
Educación y la investigación para la Paz se pro duce un cambio en su concepción
y se asume el conflicto como un proceso natural, necesario y positivo para el
crecimiento de las personas y cambios sociales.

Tomando como referencia a Jean Paul Lederach (1984) aprendemos que el


conflicto no es positivo ni negativo por sí solo, sino que está en función de la
manera que lo regulemos, puede ser por medios pacíficos o violentos. El conflicto
lo considera como el núcleo principal de la educación para la paz y su resolución
no violenta.

Aquí entra en juego el papel del aprendizaje en usar unas formas u otras:
“tenemos que detallar, aprender y practicar unos métodos no de eliminar el
conflicto sino de regularlo y encauzarlo hacia resultados productivos” (Lederach,
1985: 1).

La definición que propone Jares del conflicto es un tipo de situación en la que las
personas o grupos sociales buscan o perciben metas opuestas, valores
antagónicos o intereses distintos. Es decir, el conflicto entendido como
incompatibilidad o choque de intereses. También señala que hay que diferenciar el
conflicto de un falso conflicto. Éste último se origina por un problema de
percepción o mala comunicación.

El autor propone como paradigma conceptual, desde el cual define su concepto de


educación para la paz, el enfoque o modelo socio afectivo. Desde este enfoque la

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educación para la paz implicaría la paz positiva y las perspectivas creativas del
conflicto, la utilización de métodos socio afectiva, no neutral respecto a valores y
orientadas a la transformación de las estructuras violentas, hacia la acción y
cambio social. La acción educativa, por tanto, integrada en su medio, “pensar
globalmente y actuar localmente”. Se propone un enfoque de la educación para la
paz realista y posible, lejos ya de la concepción utópica que nos dejó el legado
histórico de los antecedentes de la educación para la paz, tales como la escuela
nueva

El término transformación de conflictos, se usa porque consideramos esta


terminología la más adecuada para poner de manifiesto que el conflicto es
positivo, incluso creativo. Es necesario en nuestras vidas por ello no tenemos que
evitarlos ni gestionarlos ni solucionarlos a cualquier precio, sino transformarlos.

Otra de las características de la educación para la paz que se propone a lo largo


de la segunda parte de este libro es que debe estar integrada en el currículum
como uno de los ejes vertebrales de una práctica educativa crítica y
emancipadora. El papel del profesor sería el de un investigador y analizador de su
propia práctica cotidiana con el fin de mejorar su forma y metodología, y siempre
comprometido con los valores de paz. Es decir, tiene que ser coherente con su
vida y su labor educativa. Educar para la paz exige un compromiso por parte del
educador dentro y fuera del aula; de lo contrario, se arriesga a caer una retórica
vacía.

Cabe destacar que la educación para la paz en su práctica debe estar asentada
en el juego y la risa y fomentar desde la infancia “la tolerancia de la diversidad”,
dicho con palabras de A. De Saint Exupéry “si difiero de ti, en lugar de
perjudicarte, te hago crecer” (Jarés, 1999:130).

Como pedagogos y educadores por la paz nos interesa potenciar un tipo de juego
que fomente los valores relativos a la paz, como la amistad, la comunicación, la
cooperación, la participación y la empatía, entre otros valores. Para ello podemos
utilizar un sin fin de juegos cooperativos que Jares propone en su tercera parte del
libro.

En definitiva, las tres características en las que podríamos concretar el método


socio afectivo serían: la experiencia, la empatía y el contraste analítico entre lo
vivido y el mundo circundante. El autor resume los pasos que se deben seguir en
el método socio afectivo como vivencia de una experiencia, real o simulada,
descripción y análisis de la misma y, por último, generalizar y ex tender la
experiencia vivida a situaciones de la vida real (Jarés, 1999: 205). Este enfoque

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plantea no sólo una nueva forma de conocer sino también un nuevo modo de
relacionarnos con el conocimiento (Jarés, 1999:207).

El Manifiesto 2000 Para Una Cultura De Paz Y De No Violencia

El Manifiesto 2000 para una cultura de paz y de no violencia ha sido formulado


para que el individuo asuma su responsabilidad: no es ni un llamamiento, ni una
petición dirigida a instancias superiores.

Es la responsabilidad de cada ser humano de convertir en realidad los valores, las


actitudes, los comportamientos que fomentan la cultura de paz. Porque cada uno
puede actuar en el marco de su familia, su localidad, su ciudad, su región, y su
país practicando y fomentando la no violencia, la tolerancia, el diálogo, la
reconciliación, la justicia y la solidaridad día a día.

Fue el 4 de marzo de 1999 cuando se hizo público en París el Manifiesto 2000, y


se propuso a la firma del público a través del mundo. El objetivo es que puedan
reunirse cien millones de firmas al amanecer del tercer milenio, cuando tenga
lugar la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre del año 2000.

El texto del Manifiesto es el siguiente:

"Reconociendo mi parte de responsabilidad ante el futuro de la humanidad,


especialmente para los niños de hoy y de mañana, me comprometo en mi vida
diaria, en mi familia, mi trabajo, mi comunidad, mi país y mi región a:

 Respetar la vida y la dignidad de cada persona, sin discriminación ni


prejuicios
 Practicar la no violencia activa, rechazando la violencia en todas sus
formas: física, sexual, psicológica, económica y social, en particular hacia
los más débiles y vulnerables, como los niños y los adolescentes
 compartir mi tiempo y mis recursos materiales cultivando la generosidad a
fin de terminar con la exclusión, la injusticia y la opresión política y
económica
 Defender la libertad de expresión y la diversidad cultural privilegiando
siempre la escucha y el diálogo, sin ceder al fanatismo, ni a la
maledicencia y el rechazo del prójimo
 promover un consumo responsable y un modo de desarrollo que tenga en
cuenta la importancia de todas las formas de vida y el equilibrio de los
recursos naturales del planeta
 Contribuir al desarrollo de mi comunidad, propiciando la plena participación
de las mujeres y el respeto de los principios democráticos, con el fin de
crear juntos nuevas formas de solidaridad”.

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El manifiesto se puede firmar digitalmente entrando a la página
http://manifesto2000.unesco.org/sp/sp_manif2000_t.htm

3. CULTURA DE PAZ Y EDUCACION

El aprendizaje de ciudadano, democrático, activo y responsable, requiere de


una espacio educativo, con tiempos y metodologías adecuados; de su inclusión
de manera transversal en el currículo y de un aprendizaje integrado a través
del trabajo interdisciplinario de los equipos docentes; así como de la
participación de todos los miembros de la comunidad educativa a través de los
órganos correspondientes. La educación para la Cultura de Paz, concretada en
un proyecto de centro, debe atender a los siguientes principios metodológicos:

 Partir de la realidad del alumnado. Las experiencias y conocimientos


adquiridos del alumnado deben incorporarse en los procesos de
enseñanza y aprendizaje.
 Promover la actividad. El aprendizaje que parte de la actividad y la
experiencia es mejor y más duradero. Mediante la actividad directa,
el alumnado aprende a aprender, es decir, a buscar información, a
organizar sus ideas, a reflexionar, a sintetizar y a construir opinión y
conocimientos. Se debe buscar la actividad creadora, respetando las
diferencias individuales, y promoviendo el trabajo cooperativo.
 Propiciar el diálogo. La apertura al diálogo garantiza el
autoconocimiento y la comunicación con los demás; también
desarrolla los sentimientos de identidad y pertinencia del alumnado
con su entorno social.
 Promover la criticidad. Para aprender a ser críticos es necesario
obtener información correcta, poder elegir entre diferentes opciones
y contar con un ambiente de libertad y tolerancia para expresarse.
Se debe impulsar una educación que fomente la reflexión personal y
grupal.
 Promover la expresión y el desarrollo de afectos y sentimientos. Para
fomentar la expresión de los sentimientos, el alumnado debe sentirse
aceptado, motivado, y estar en un ambiente de confianza.
 Promover la participación. Los alumnos y las alumnas participan en
el aula o en la escuela cuando: expresan y defienden su opinión con
espontaneidad y libertad, plantean sus discrepancias sin temor,
formulan críticas y sugerencias, asumen responsabilidades por
propia iniciativa y son conscientes de las consecuencias de sus
actos.

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En definitiva, que cada ciudadano aprenda esa ética de mínimos, contenida
en las grandes declaraciones de derechos humanos, es en última instancia
conocer y afirmarse como persona y este hecho sólo puede realizarse a
través de una educación humanizada y liberadora caracterizada por:

 Personalización de las relaciones humanas: esto conlleva la


creación de una cultura y un clima institucional no autoritario y
flexible donde la comunicación y la resolución pacífica de los
conflictos adquieran todo su valor.
 Personalización de los objetivos: tomar como punto de partida las
propias experiencias, sentimientos y valores del grupo (enfoque
socio-afectivo), su capacidad para trabajar de manera cooperativa, y
su oportunidad para construir colectivamente conocimientos que
busquen soluciones alternativas a los problemas sociales.
 Personalización del currículo: la articulación del currículo debe
vertebrarse sobre el conjunto de los valores democráticos, de forma
que los temas y contenidos de la educación para la paz y los
derechos humanos impregnen todas las áreas de conocimiento.
 Personalización de la organización del centro y del aula: la
organización del centro y del aula debe potenciar la participación del
alumnado, la expresión y la satisfacción de sus necesidades, la
resolución de los conflictos, la cooperación, la elección de los
recursos propios de aprendizaje, la clarificación de valores; así
como atender a los diferentes ritmos de aprendizaje y a las
diferencias individuales.

Desafíos de la Educación para la Paz

Cultura de Paz y educación mantienen una interacción constante, porque si la


primera es la que nutre, orienta, guía, marca metas y horizontes educativos, la
segunda es la que posibilita- desde su perspectiva ética- la construcción de
modelos y significados culturales nuevos. La educación es posiblemente el agente
más poderoso para el cambio cultural y para el progreso social pues permite por
un lado el desarrollo integral de la persona y la concienciación sobre las
problemáticas sociales; así como facilita por otro, la búsqueda y puesta en práctica
de las soluciones adecuadas.

Ámbitos de la Cultura de Paz

 Cultura de paz a través de la educación.


 Desarrollo económico y social sostenible.

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 Respeto de todos los derechos humanos.
 Igualdad entre hombres y mujeres.
 Participación democrática.
 Comprensión, tolerancia y solidaridad.
 Comunicación participativa y libre circulación de información y
conocimientos.
 Paz y seguridad internacionales.
 Primer desafío: La Cultura de Paz y No violencia exige pasar de un modelo
de educación institucionalizada a un modelo de sociedad educativa.
 Segundo desafío: La Cultura de paz promueve la concepción de centro
docente como comunidad de aprendizaje.
 Tercer desafío: La Cultura de paz tensiona la organización escolar y el
propio currículo.

4. CULTURA DE LA NO VIOLENCIA

La tarea del profesorado que quiera educar para una cultura de paz dentro del
ámbito de la educación en valores supone un compromiso social y ético, así
mismo debe procurar transformaciones de carácter personal como comunitario. En
otras palabras, se necesita un profesor que incorpore elementos éticos y morales
y que no se limite a facilitar el aprendizaje de contenidos, sino que de
herramientas que ayuden a responder a los retos más cruciales de los momentos
socioculturales que estamos viviendo.

La mayoría de estos retos supone profundizar en la formación ética y moral de las


personas y el profesor debe ser capaz de ofrecer los recursos que ayuden a la
transformación del conocimiento en algo más elaborado y científico y debe ser
capaz de optimizar las habilidades las habilidades que tiene como docente, de
forma Crítica, reflexiva, interdisciplinar e internacional.

Así mismo supone mejorar el trabajo cooperativo del profesorado para establecer
vínculos entre estos y la sociedad e integrar el proyecto educativo del centro de
estudios a la sociedad. El trabajo cooperativo del profesorado servirá de modelo
para el trabajo cooperativo del alumnado, haciendo que cada profesor (a) aumente
su capacidad práctica para la intervención desde su propia experiencia de
cooperación con sus compañeros(as).

Para esto es necesario, de igual forma identificar criterios que guíen las
condiciones básicas para la acción y la práctica pedagógica, tales como:

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 El fortalecimiento de la autonomía personal, es decir, el desarrollo de todas
las capacidades de la persona que le permitan resistir la presión colectiva e
impidan el desequilibrio de la conducta y la conciencia.
 La apertura hacia el diálogo como la mejor forma de abordar los conflictos
y las diferencias en torno a aspectos en los que no coinciden con los
demás.
 El desarrollo de disposiciones emocionales que le permitan sentir empatía
por los demás, es decir desarrollar emociones que le permitan ponerse en
el lugar de la otra persona y esforzarse por aceptar y respetar las
diferencias como una forma de tolerancia activa.

Educación para la Paz y la Resolución Pacífica de los Conflictos

Resolver los conflictos, a diferencia de manejarlos o gestionarlos, es el proceso


que lleva a abordarlos, hasta llegar a descubrir y resolver las causas profundas
que los originaron.” (Fallas, 2012: 80)

Esto exige un gran esfuerzo considerable por identificar el conflicto, explicarlo e


intentar solucionarlo.

Concepto de Conflicto

Podemos definir el conflicto como aquella situación donde se presentan


diferencias de intereses, opiniones, necesidades o valores entre las personas. En
el cual están presentes tres aspectos o elementos: Las partes, o las personas
involucradas, el proceso o la forma de abordarlo y las necesidades o intereses de
cada una de las partes.

Las Partes de un Conflicto

 Las Personas: en todo conflicto existen personas involucradas y debemos


aprender a verlas como parte del conflicto y es con quienes debemos tratar
para resolverlo. Es importante entender que las diferentes partes
involucradas en el conflicto tiene diferentes percepciones o puntos de vista,
y es importante que se escuchen todas las percepciones e intereses. De
igual forma. Cada una de estas personas tienen emociones y sentimientos
que afloran cuando estalla un conflicto.
 El Proceso: es una forma de abordar los conflictos, permite que todas las
partes se expresen y se encuentren soluciones.
 El Problema: Son las necesidades o intereses, el origen, la raíz del
conflicto.

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Técnicas para Resolución de los Conflictos

Existen tres técnicas principales para la resolución de los conflictos: el

arbitraje, la mediación y la negociación.

 El Arbitraje: es un procedimiento para resolución alternativa de conflictos


que consiste en someter el conflicto a la decisión de un tercero neutral, que
puede ser un árbitro o a un tribunal formado por varios árbitros que dicta
una resolución sobre el conflicto, la cual es de naturaleza obligatoria para
ambas partes. Es importante que todas las partes estén de acuerdo tanto
en la selección del tercero neutral, como en aceptar lo acordado.
 La Mediación o Conciliación: Paco Cascón Soriano (2001) dice que la
mediación es una herramienta que se usa para aquellos casos en los que
las partes del conflicto ya han agotado todas las posibilidades de
resolverlos por sí mismos porque la situación de violencia o de
incomunicación impide que puedan hacerlo. En este caso se pide la
intervención de una tercera persona o personas que les ayuden a
restablecer la comunicación y a crear el espacio y el clima adecuados para
que puedan hacerle frente al conflicto y resolverlo. Pero a diferencia del
arbitraje, la decisión final siempre será de las partes, no del mediador o
mediadora.
 La Negociación: se puede definir como el diálogo que se establece entre
dos personas que buscan satisfacer sus intereses, estableciendo la forma
de comportarse y resolviendo el conflicto de manera que sirvan a sus
intereses mutuos. Un docente que quiera promover una cultura de paz por
medio del ámbito de la resolución alternativa de los conflictos debe
aprender a vivir con el conflicto. Es decir debe aceptar que el conflicto
existe y que es un proceso al que no hay que minimizar u ocultar. También
el docente debe mantener una actitud dialógica y personalizada, en donde
se sea capaz de atender a todas las personas involucradas,
escuchándolas con atención y respeto y buscando el diálogo entre las
partes. Así mismo, debe ser capaz de enseñar con el ejemplo que no todo
en la vida es ganar o perder y de fomentar actitudes de cooperación.
Siempre se debe tener presente que educar para resolver conflictos
significa crear una ambiente de cooperación, solidaridad y comunicación.

Importante es saber que cualquier conflicto se soluciona si se mantiene con todo


momento una actitud abierta al diálogo y se tiene la disposición para encontrar una
solución de mutuo acuerdo.

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5. PROPUESTA “UN LIDER DE PAZ EN CADA AULA DE CLASE”

La Propuesta “Un líder de Paz en cada Aula de Clase” surge de la necesidad de


ver la educación como el resultado de un número incalculable de pequeñas
influencias, de palabras, de gestos, de aceptaciones y de rechazos, de actores y
de sujetos.

La sociedad se ha acostumbrado a incluir el “NO” sus frases diarias, en sus


oraciones, estableciendo la negación como principio del todo. Recordemos que el
“NO” también educa. Aprendemos de los comportamientos que observamos.

Hemos olvidado la celebre frase que dice que “Cuando ahorras a un niño el
esfuerzo que él podría hacer, cuando lo ayudas más de lo que necesita estás
impidiendo que crezca”. (Mª Montessori).

Es nuestra responsabilidad retomar la educación para la paz en la escuela con la


participación de toda la sociedad organizada.

Nos quejamos de que los maestros no hacen nada, pero quién les ha dicho qué
les toca hacer, porque la primera reacción casi siempre es evadirlo, es decir
quizás en el recreo o afuera de la escuela, donde ya los maestros no tienen
ninguna injerencia, pero está sucediendo en los salones de clases. Hay veces que
los padres de familia no nos enteramos o no nos damos cuenta de que nuestros
hijos están siendo víctimas. Hay veces que no necesariamente son agresiones
físicas; entonces de repente el niño empieza con algún trastorno emocional o
estomacal y tiene que ver con que está siendo víctima.

A veces los niños ya no quieren ir a la escuela y no sabemos por qué, o no


pueden dormir, están muy tristes se aíslan, o llegan con la mochila rota .De todo
esto tenemos que estar atentos con ellos y generarles un vínculo de confianza
para comunicarnos con ellos. Entonces, lo primero es saber qué está pasando,
qué podemos hacer y que cada quien asuma su responsabilidad.

Reconozcamos todos como sociedad que “tiene que haber una iniciativa mayor”,
lo cual implica la integración de una materia llamada ”Educación para la Paz y
Cultura de la no Violencia” que haga el reconocimiento del derecho a una vida
libre de violencia.

La educación es la única vía que tenemos para frenar cualquier tipo de conducta
violenta. Estamos haciendo esto porque nos preocupa saber cuál va a ser el
impacto de la violencia que estamos viviendo en nuestro país en esta generación
de niños y de jóvenes. Tenemos que empezar a preguntárnoslo y a actuar desde

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ya porque, si no, esta violencia se va a seguir acrecentando o nos vamos a
acostumbrar a ella, y eso es lo peor que nos puede pasar como sociedad.

Esta propuesta debe verse como una herramienta que contribuye a la


construcción de un paradigma de gestión y planeación estatal más eficiente, más
humano y receptivo al colocar, en términos cualitativos y en primer plano, la
protección de las personas como finalidad y razón de ser de la administración
pública, antes que como un instrumento prescindible en virtud de su cantidad y/o
abundancia. Así, desde este enfoque, cualquier pérdida o atentado contra la vida y
dignidad humana debe ser leído como un signo de alerta para cualquier Estado
constitucional moderno.

La aceptación social de la violencia es también un factor importante, tanto los


niños como los agresores pueden aceptar la violencia física, sexual y psicológica
como algo inevitable y normal. La disciplina ejercida mediante castigos físicos y
humillantes, intimidación y acoso sexual con frecuencia se percibe como algo
normal, especialmente cuando no produce daños físicos “visibles” o duraderos. La
falta de una prohibición legal explícita del castigo corporal es muestra de ello.
Según la Iniciativa Global para Acabar con Todo Castigo Corporal hacia Niños y
Niñas.

La violencia pasa desapercibida también porque no existen vías seguras o fiables


para que los niños o los adultos la denuncien.

En algunos lugares del mundo la gente no confía en la policía, los servicios


sociales u otras autoridades; en otros, sobre todo en zonas rurales, no hay
autoridades accesibles a las que se pueda acudir.

En los casos en que se recopilan datos, no se recogen siempre de forma


completa, coherente o transparente.

El buen desempeño de la paternidad y la maternidad, el desarrollo de vínculos


afectivos entre padres e hijos y una disciplina afirmativa y no violenta son algunos
de los factores que suelen favorecer la protección de los niños, niñas y
adolescentes contra la violencia, tanto en el hogar como en otros entornos.

Algunos de los factores proclives a proteger a los niños, niñas y adolescentes de


la violencia en la escuela son las normas generales y los planes de enseñanza
eficaces que fomenten actitudes y comportamientos no violentos y no
discriminatorios.

Se ha demostrado que los altos niveles de cohesión social tienen un efecto


protector contra la violencia en la comunidad, aun cuando otros factores de riesgo
están presentes.
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En la mayoría de los países los niños pasan más tiempo bajo el cuidado de
personas adultas en establecimientos educativos que en ningún otro sitio, además
de sus casas. Las escuelas desempeñan una importante función en la protección
de los niños contra la violencia. Las y los adultos que trabajan en centros
educativos y quienes los supervisan tienen el deber de proporcionar un ambiente
de seguridad para los niños e impulsar su dignidad y su desarrollo.

En muchos casos los la violencia en las escuelas también se produce en forma de


peleas y acoso entre estudiantes. En algunas sociedades el comportamiento
agresivo, incluidas las peleas, se percibe como un problema menor de disciplina.
El acoso entre compañeros a menudo está ligado a la discriminación contra los
estudiantes de familias pobres, de grupos marginados por su etnia o que tienen
características personales especiales (por ejemplo su aspecto o alguna
discapacidad física o mental). El acoso entre compañeros suele ser verbal, pero a
veces también se produce mediante violencia física. Las escuelas se ven
afectadas también por los sucesos que tienen lugar en la comunidad en general,
por ejemplo, por la presencia acusada de bandas y de actividades delictivas
relacionadas con ellas, especialmente las que tienen que ver con las drogas.

En los centros educativos también tiene lugar la violencia sexual y la violencia por
motivos de género. En gran parte esta violencia la ejercen los profesores y
estudiantes varones contra las muchachas. En muchos Estados y regiones la
violencia ataca también cada vez en mayor medida a las personas jóvenes
homosexuales, bisexuales y transgénero. El hecho de que los gobiernos no
promulguen y apliquen leyes que protejan de forma explícita a los estudiantes de
la discriminación favorece la violencia sexual y de género.

Objetivo General

Promover en las familias, en los educadores, la cultura de la paz, a través de


actividades participativas, didácticas, culturales, críticas y reflexivas para que
amen la paz, quieran vivirla y promoverla en su entorno cotidiano, aportando así al
desarrollo humano integral.

Objetivos Específicos

 Brindar a los niños herramientas y espacios para reflexionar y expresar, a


través de sus propios lenguajes, creatividad, imaginación, fantasía y
observación de la realidad, sus concepciones sobre la paz, para que
crezcan en un ambiente de paz.
 Estimular la reflexión a través de las expresiones artísticas y culturales de
los jóvenes (montajes teatrales, creaciones artísticas, escritos, poesía,

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pintura, música, danza, canto, entre otros.), para leer desde sus propias
percepciones el concepto Educación para la paz.
 Crear conciencia en los adultos de la responsabilidad ineludible de ser
constructores de paz. Los adultos representados en la familia, la escuela,
los líderes comunitarios, el sector productivo, los medios y los entes
gubernamentales.

Metodología

La metodología a desarrollar esta enfocada en varios aspectos a tomar en cuenta,


tales como:

En el caso de la escuela primaria, cada salón de clase de la escuela primaria y


secundaria tendrá un líder pe paz que en conjunto con su maestra o maestro,
profesor o profesora, quienes tendrán la responsabilidad de llevar a cabo un
proyecto de paz, previamente ideado por toda la escuela para un periodo escolar.

En el caso de la escuela secundaria se designara a un profesor por año (un


profesor responsable por primer año, segundo año, tercer año, cuarto año, quinto
año y así sucesivamente quien será el responsable de llevar a cabo el proyecto
con todos los líderes de paz de las aulas de clases.

En cuanto a la comunidad, igualmente se escogerá entre los padres y


representantes de cada escuela de primaria y/o secundaria un representante por
cada aula de clase para que se integre al proyecto y lo de a conocer a todos los
padres y representantes; quienes tendrán la responsabilidad de aportar en positivo
durante todo el año escolar en la realización de actividades que promuevan la paz
en la escuela y en la comunidad.

Los padres y representantes escogidos llevaran el proyecto a su comunidad y


tendrán la obligación de reunirse en asamblea de ciudadanos para que todos
participen en el proyecto.

Previamente se hará la agenda del año escolar con las actividades mensuales
para promover la educación para la paz.

Para enseñar a los padres y representantes a trabajar por la paz los maestros
escogidos para ello, tendrán la responsabilidad de dictar los talleres y/o
conversatorios a los padres y representantes para dar herramientas sobra la
educación para la paz.

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Graficando

Escuela Maestra(o) Educacion para la Paz

Propuesta "Un
Niños, Niñas
Lider de Paz en Estudiante y
cada Aula de Adolescentes
Clase"

Padre y/o
Comunidad Representante
Cultura de la No Violencia

Grafico Realizado por Yadira Mora. Octubre 2018

Valores

Convivencia

Cultura de Paz

Grafico Cultura de Paz realizado por Yadira Mora. Octubre 2018

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Instrucciones a seguir para llevar a cabo la propuesta “Un líder de Paz en
cada Aula de Clase”

 ¿Qué van a aprender los estudiantes?

Los estudiantes de la escuela primaria recibirán talleres creativos y organizaran


obras de teatro sobre la paz en su escuela. Previa organización con la dirección
del plantel y los maestros de cada aula de clase.

Talleres creativos con los niños:

 ¿Qué es la paz?
 ¿Cómo vivo la paz?
 ¿Quién hace la paz?
 ¿Cuándo se vive la paz?
 ¿Dónde hay paz?
 Usemos el lenguaje de la paz
 . Practicar la no violencia
 Compitamos en paz
 Solidaridad y egoísmo
 Mil vidas en los videojuegos
 Personajes de paz
 Yo soy la paz hoy y en el futuro

Los estudiantes de la escuela secundaria recibirán talleres sobra la paz previa


organización con la dirección del plantel y los docentes de cada aula de clase.

Talleres culturales con los jóvenes:

 ¿Quién soy yo?


 Actores del conflicto y actores de paz
 ¿Está en mi proyecto la paz?
 Joven forjador de paz
 Yo expreso paz
 ¿Cómo me relaciono con la paz?
 Competir para ganar y perder
 Conocimiento y solidaridad
 Moda y respeto a la diferencia
 Ciudadanía y construcción de paz
 Cantantes ídolos y paz

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 Jóvenes esperanza del país

 ¿Qué van a aprender los padres?

A través de asambleas comunitarias los maestros se organizaran con el maestro


encargado del proyecto y realizaran conversatorios sobre la paz

Asambleas comunitarias:

 La paz es un derecho y un deber


 Relación y solidaridad con el entorno
 La paz como compromiso cristiano
 Pedagogía de la paz
 Adultos gestores de paz
 Paz y libertad
 Respeto a la diferencia
 Muros y puentes en la construcción de la paz
 El perdón y la reconciliación
 Nuestra comunidad en la paz nacional
 Lenguaje para la paz
 El desarrollo y la justicia

 ¿Que van a hacer los maestros?

Los maestros tomaran la guía “¿Como poner fin a la violencia en las escuelas? y
la discutirán en grupo usando el siguiente enlace en línea:

http://184162s:pdf

Esto ayudara saber como será el diseño instruccional a desarrollar en la


enseñanza. Además adquirir herramientas para tratar el tema. Así como disertarán
sobre Educar en los afectos y frenar la violencia usando como referencia los
siguientes enlaces:

Documentos en línea

http://cartilla8_completa_.pdf

http://ce_aron1.pdf

http://culture.coe.int/citizenship

http://defensor_09_2001.pdf

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http://educarenlosafectos,frenarlaviolenciaCASTELLANO.pdf

http://educacion_paz_convivencia.pdf

http://EDUCACION_PARA_LA_PAZ.pdf

http://educacionparaunaculturadenoviolencia.pdf

http://edupaz.pdf

http://DDHHtesisdoctoral.pdf

http://184162s:pdf

http://www.youtube.com/watch?v=rzRe3m5X2Q

 ¿Qué van a hacer el líder de paz de cada aula de clase?

El líder de paz en cada aula de clase es un promotor de la defensa de los


Derechos Humanos y debe ser escogido por sus propios compañeros de clase.

Requisitos para la escogencia de un líder de paz en un aula de clase:

 Alto sentido de valores universales


 Capacidad para el liderazgo positivo
 Manejos de resolución de conflictos
 Disciplina a toda prueba
 Voluntad para construir una cultura de paz en la escuela

Su función radica en trabajar en conjunto con su maestro/profesor/docente guía


para organizar las actividades en defensa de los derechos humanos y a la vez
detectar e informar sobre violación de derechos humanos en el aula de clase, en
el patio de descanso, situaciones de acoso escolar con la idea de resolver
conflictos en sana convivencia.

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6. CONCLUSIONES

A. Las escuelas deberían ser seguras y estar adaptadas a sus


necesidades, y que los planes de estudio deberían fundamentarse en
sus derechos; y considerando también que las escuelas proporcionan
un entorno en el que puede modificarse cualquier actitud de tolerancia
con respecto a la violencia y pueden aprenderse comportamientos y
valores no violentos.
B. Todas las escuelas deben aprobar y aplicar códigos de conducta para la
totalidad del personal y los estudiantes que combatan la violencia en
todas sus formas y tengan en cuenta la existencia de comportamientos
y estereotipos basados en el género y otras formas de discriminación.
C. El Estado debe asegurarse de que los directores y los maestros de las
escuelas empleen estrategias de enseñanza y aprendizaje por la
educación para la paz y la no violencia y adopten medidas de disciplina
y organización en el aula que no estén basadas en el miedo, las
amenazas, las humillaciones o la fuerza física.
D. Toda escuela tiene como norte evitar y reducir la violencia en las aulas
mediante programas específicos que se centren en el conjunto del
entorno escolar, por ejemplo, fomentando actitudes como enfoques
basados en la resolución pacífica de conflictos, la aplicación de políticas
contra la intimidación y la promoción del respeto de todos los miembros
de la comunidad escolar.
E. Todos los planes de estudio, los procesos de enseñanza y demás
Prácticas cumplan plenamente las disposiciones y los principios de la
Convención sobre los Derechos del Niño y estén libres de cualquier
referencia activa o pasiva a la promoción de la violencia y
discriminación en cualquiera de sus formas.
F. La escuela tiene un papel muy importante en el desarrollo de las
personas y de la sociedad; tiene la función de transmitir conocimientos y
de ayudar a desarrollar las habilidades y actitudes necesarias para una
vida plena y en convivencia pacífica, armónica y solidaria con los y las
demás; promover el conocimiento y la vivencia de derechos y deberes;
fortalecer un ambiente de aprendizaje de valores; el intercambio y la
participación; la autoafirmación, y el reconocimiento personal y colectivo
en el que la construcción de la identidad sea un elemento básico en la
construcción de un entorno sustentado en derechos y valores. Todos los
actores de la comunidad educativa tienen la tarea de crear un clima de

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confianza, garantizar la protección y el cuidado necesario para
preservarla integridad física, psicológica y social, así como brindar la
información necesaria para el autocuidado y, fundamentalmente, para
mantener un ambiente libre de todo tipo de violencia.
G. La participación de los padres y representantes de familia en la
educación para la paz y la no violencia es fundamental para sumar
esfuerzos. Deben asumir de una vez su cuota de responsabilidad en la
formación en valores de sus hijos.
H. La pobreza, es la mayor forma de opresión de nuestro tiempo y, por lo
mismo, es también el reto más importante para los derechos humanos
en la hora actual. Es tiempo de revaluar los derechos económicos,
sociales y culturales y de educar para su justa comprensión como
herramientas para la emancipación del ser humano, y de los más pobres
muy en particular.

Finalmente el objetivo es poner al alcance de la escuela las capacidades


y la voluntad para la construcción de una cultura de paz.

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7. BIBLIOGRAFIA CONSULTADA

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