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EXPERIMENTACIÓN HUMANA

Es indudable que la mayoría de los avances revolucionarios en el tratamiento de


enfermedades consideradas incurables, en el descubrimiento de nuevas técnicas
quirúrgicas, en la prevención y terapéutica de malformaciones embrionarias, etc., han sido
realidad gracias a la experimentación realizada no sólo sobre animales sino también
sobre seres humanos. Esta experimentación sobre seres humanos presenta, con todo,
múltiples problemas éticos que conviene clarificar. Esta es la intención del presente
artículo que resultará, sin duda, de interés para nuestros lectores.

La sperimentazione sull’uomo, Aggiornamenti Sociali, 34 (1983)651-664

La esperanza humana de avances revolucionarios en el campo de la atención a las


intoxicaciones masivas, del tratamiento del cáncer, de nuevas técnicas quirúrgicas y de la
prevención y tratamiento de malformaciones embrionarias o fetales, exige cómo paso
obligado, además de la experimentación sobre animales, la experimentación médica sobre el
mismo hombre. Históricamente la persona ha tenido en sus semejantes el mejor modelo
experimental para cualquier novedad. La necesidad del recurso a la experimentación humana,
por la eficacia comprobada de sorprendentes éxitos y por la aceleración de los
descubrimientos, puede inducir a comportamientos que atentes seriamente a "lo específico
humano desde el punto de vista ético y deontológico y violen, en nombre de la ciencia, la
misma humana de la vida que es su razón de ser. Presentamos la cuestión en sus términos más
sustanciales y generales para iluminar a la opinión pública, confundida con frecuencia por la
excesiva ligereza de planteamientos de los medios de comunicación y porque introduce a un
problema más delicado, la manipulación del hombre que, en cuanto toca a los principios
fundamentales afecta a nuestro problema. Daremos primero alguna información técnica de la
experimentación médica sea sobre personas enfermas o sobre voluntarios sanos.
Recordaremos, después !as disposiciones de la legislación italiana y finalmente abordaremos
los aspectos éticos y deontológicos.

I. - LA EXPERIMENTACIÓN MÉDICA

1. Etapas en la experimentación sobre la persona enferma

 La experimentación sobre la persona enferma recorre sustancialmente estas


etapas:
 fase de observación, en que el experimentador particular juzga adecuado
probar nuevas técnicas siempre en interés del paciente.

 a raíz de las pruebas, se determina la forma morbosa para la que podrían ser
útiles los nuevos métodos.

 mejora del método para evitar y limitar los efectos colaterales.

 empleo a gran escala en la perspectiva de un balance de tales efectos.


 el proceso culmina cuando las nuevas técnicas consiguen alcanzar la
fiabilidad o los imprevistos no alcanzan una frecuencia estadísticamente
relevante.

La historia proporciona múltiples ejemplos de personas sanasque voluntariamente se


inocularon gérmenes patógenos con finalidades científicas y terapéuticas. Todavía hoy en los
centros de investigación se hallarán profesores, estudiantes o extraños al centro, que se
ofrecen a la experimentación, atendidas sus cualidades biofísicas particulares. El silencio
actual, a diferencia de otras épocas, sobre experimentos con encarcelados a cambio de
remisión o mejora de las condiciones penales, hace suponer la progresiva desaparición de esta
lamentable práctica.

2. Importancia de la experimentación sobre seres humanos


El problema ético de la experimentación humana se centra en el haz de riesgos que envuelve
inevitablemente el paso de la experimentación animal a la humana. Sin embargo, es
imprescindible franquear esta barrera; ya que a pesar de la utilidad de la experimentación
sobre animales, ningún ser vivo repite idénticamente las reacciones del organismo humano.

II. -ASPECTOS JURÍDICO-LEGALES

No existe todavía una normativa legal sobre el tema. Las normas que sirvieron en el pasado
resultan hoy parciales y anticuadas en una materia tan delicada que exige claridad y certeza.
Hoy por hoy, todo depende de la deontología del sector y de la honestidad profesional de los
individuos.

Ofrecemos a continuación una breve panorámica de lo que se ofrece al profesional


Sanitario en el campo jurídico-legal.

1. -El Art. 5 del Código Civil establece: "


Los actos de disposición del propio cuerpo están prohibidos cuando comporten una
disminución permanente de la integridad física o cuando sean contrarios a la ley, al orden
público o a las buenas costumbres". El Código Penal en el Art. 50: "No es punible quien
perjudica o pone en peligro un derecho, con consentimiento de la persona que puede
válidamente disponer del mismo". Y en el Art. 582: "Quien ocasione a otro una lesión personal,
de la que derive una enfermedad corporal o mental, será castigado con reclusión de tres
meses a tres años".
2. -Aunque limitada al tema de la experimentación farmacológica, la Ley de 7 de agosto de
1973 afronta el tema con mejor adecuación a la realidad. Atribuye al Instituto Superior de
Sanidad la responsabilidad de asegurar la composición y la inocuidad de los nuevos productos
antes de ser experimentados en las personas.
3. -Una regulación más pormenorizada se halla en la Ley de 23 de diciembre de 1978, creadora
del Servicio Sanitario Nacional. En el Art. 2, n. º 7 se enumera entre los objetivos del Servicio
establecer una disciplina de la experimentación. Y el Art. 29, d) al tratar directamente de la
experimentación médica humana, remite a leyes precisas sobre la individuación de las
garantías legales y a las experimentaciones previas a la autorización pública de los nuevos
productos. Pero estas normas no existen todavía y se sigue en manos de los criterios
deontológicos profesionales.

Experimentación sobre personas enfermas


Los criterios para valorar éticamente la iniciativa de experimentación sobre la persona
enferma han de buscarse en los principios generales, acabados de citar. Para ponderar la
cualidad y la cantidad del riesgo asumible hay que atender al principio del mayor bien del
sujeto en la situación concreta en que se halle. Para mayor claridad expondremos algunos
casos concretos como esquema para el juicio ético-deontológico de los casos particulares.

Experimentación en personas sanas


1. -Los criterios de valoración de los experimentos sobre personas enfermas son válidos también para
la experimentación sobre voluntarios sanos. La diferencia reside en que en el primer caso el paciente
tiene derecho a ser curado y la experimentación debe tender a este fin, que es también el del
sanitario. En el segundo la persona sana asume un riesgo personal como su cuota de colaboración
social, con tal de que no resulte comprometida su vida o su integridad personal.
Este límite ético de la experimentación obliga al sujeto y con mayor razón al investigador. Por tanto,
además de la voluntariedad del paciente y de su derecho a la información será preciso que el
investigador tenga la certeza moral de poder mantener bajo control la globalidad del experimento,sin
sobrepasar las fronteras éticas de ambos.

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