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secretaría de

educación pública
Gigantes, duendes y salvajes

  Gigantes, duendes y salvajes 


Agua Gigantes, duendes y salvajes
Así soy yo Historias de cuevas, culebras y diablos
Campo y campesinos Historias de espantos, seres que se transforman, tesoros
Comida y recetas escondidos y matrimonios engañosos
Conejo y Coyote Las comunidades. Fundación, historia, percances y festejos
Creencias, dolencias y remedios Maíz
Cuentos de animales Oficios y ocupaciones
Cuentos de engaños, para hacer reír y fantásticos Orígenes y dueños. Por qué son así algunas cosas
De la cuna a la tumba en las comunidades del mundo y cómo otras suceden en el monte
Refranes, adivinanzas, acertijos, trabalenguas, juegos
y chistes
Versos, arrullos y canciones

De las cosas
que se cuentan secretaría de
educación pública
Gigantes, duendes
y salvajes
Directorio

Emilio Chuayffet Chemor


Secretario de Educación Pública

Alma Carolina Viggiano Austria


Directora General del Consejo Nacional
de Fomento Educativo

Alejandro Verde López


Director de Administración y Finanzas EL Consejo Nacional de Fomento Educativo
agradece a Mauricio Gómez Morín y a Chac
Martha Beatriz Rivera Fernández por la asesoría y dirección general de los
talleres de plástica. Asimismo, reconoce la
Directora de Educación Comunitaria
labor de Felipe Ugalde Alcántara, Alejandra
e Inclusión Social
Eugenia Gutiérrez Aldana, Lydia Andrea
Gutiérrez Aldana, Roberto Martínez Martínez,
Fernando Rojas Espinosa Guillermina Aragón Rivas, Antonio Ramírez
Director de Planeación y Evaluación Intzin, Ana Patricia Martos Enciso, Carolina
Hope Sánchez Mejorada, Sebastián Santis
Marco Antonio Mendoza Bustamante Gómez, Germán Ponciano Vargas e Isaac
Director de Comunicación y Cultura Hernández, coordinadores regionales de di-
chos talleres.
Marco Antonio Hernández Martínez También agradece la valiosa colabora-
Director de Cooperación con Sociedad Civil ción de María de Jesús Salazar Muro, Mar-
y Organismos Internacionales tha Fabiola Torres Muñoz, José Carmen
Díaz Miguel, Ari Hida Pazos Macías, Ger-
mán Valdivia Pueyo, Rosa María Daffunchio,
Katy Villarreal Saucedo
Virginia Tenorio Sil, Pascuala Sánchez Her-
Directora de Asuntos Jurídicos nández, Jaime Robles Pineda, Francisco
Javier Félix Valdez, Rocío Casariego, Héctor
Silvia Arleth Austria Escamilla Solís, Feliciano de Jesús López, Antolín
Directora de Delegaciones y Concertación López Mendoza, Claudia Huitrón Acosta y
con el Sector Público Antonio Gil Zurita, por su participación en
el proceso de investigación.
Gigantes, duendes
y salvajes

De las cosas
que se cuentan secretaría de
educación pública
Gigantes, duendes y salvajes

Edición
Consejo Nacional de Fomento Educativo

Adaptación
Elisa Ramírez Castañeda

Diseño
Cynthia Valdespino Sierra
Ximena Pérez Viveros

Coordinación editorial
Pedro Antonio López Salas
Rodolfo A. Montes Martínez

Primera edición (versión electrónica): 2013


D.R. © Consejo Nacional de Fomento Educativo
Insurgentes Sur 421, edificio B, Conjunto Aristos,
col. Hipódromo, CP 06100, México, D.F.
www.conafe.gob.mx

ISBN (Obra completa) 978-607-419-260-5


ISBN 978-607-419-268-1

HECHO EN MÉXICO
10 Presentación

Índice
12  De las cosas que se cuentan...

16  Tumü müja pün


17  El hombre grande

18  Tó gigant gaxh ló guiagc


19  El gigante cerca del río

20  Jun sk’oplal skawue muk’


21  Un caballo gigante

22  Tsame komeke te’ tumü pü’ñoye’is nye


23  Cuento de un tirador

26  An biyal t’ilab a Dhali ani a Bo’


27  El arreglador de la sierra

30  Tsikbal t’ann abulo’o


31  El gigante y sus ayudantes

36  Peka tzame tza’mapü’nixne’


37  Cuento del salvaje

40 Pestüküsi
41  El monte de viejo

46  Ja’ay jëts mët ja paja’ayë


47  La persona y el salvaje

48  Chilobo yaj guiba’ nekti


49  El salvaje comedor de miel
52  Se sanil Xiuan Oso
53  El cuento de Juan Oso

54  So’o nduko chaneke


55  El hombre y los chaneques

56  Ayotochin tanaualuil


57  El armadillo embrujado

62  Wantu wanikan taskoyot


63  Los duendes que querían un niño

66 Ixmamatamej
67 Duendes

68  Nih mech puwilis seh kamanali tlen no chinanko


69  Duendes sombrerones

70  Mee sú naas


71  Chamaquito del camino

72  Yajwal te ch’en


73  Duende de la cueva

74  Xhá zijña bandá roo ne tin nguiu rápa yuzee


75  El sombrerote y el señor de las vacas
76  U tsiik bali ka túul mejen alux
77  Cuento de dos aluxes

78  K’aay alux k’at


79  Canción del duende chaparro, arux o duende kaa

80 Glosario

82  Índice de escritores

86  Listado de ilustradores


Tu idioma es la casa de tu alma.
Presentación Ahí viven tus padres y tus abuelos.
En esa casa milenaria,
hogar de tus recuerdos,
permanece tu palabra.

Jorge Miguel Cocom Pech, escritor maya

Las historias surgen para ser contadas. Se cuenta lo que se ve o lo que


otros han contado. Hacedores de las Palabras son eso: historias tramadas
en el hilo del tiempo con palabras que tejen el testimonio escrito de un
legado cuyo valor es incalculable.
Los autores, los hacedores de las palabras, son niños indígenas de diver-
sas regiones del país que, en sus lenguas, cuentan y con ello conservan la
herencia cultural que poseen: lo que viven, saben y ven.
La serie Hacedores de las Palabras consta de 18 títulos, cuyos temas son
las fiestas, los trabajos, los animales, las leyendas, frases y refranes conoci-
dos en diversas comunidades del país. Los más de quinientos textos conte-
nidos en estos libros fueron seleccionados en dos concursos que el Consejo
Nacional de Fomento Educativo promovió para reunir las voces de niños
hablantes de alguna lengua originaria: náhuatl, kiliwa, maya, chol, rarámuri,
zapoteco, tzotzil, mixteco, etcétera. Cada obra refleja, en la heterogeneidad
de sus lenguas, formas afines de interpretar el mundo.
Después de once años de su primera publicación, el Consejo ofrece ahora
(2012) una segunda edición de la serie para continuar el reconocimiento
a este invaluable trabajo. Como en la primera, se respetaron las formas de
expresión escrita que los hablantes originarios de las lenguas indígenas
consideraron adecuadas, así como las traducciones al español llevadas a
cabo, casi todas, por ellos mismos. Las ilustraciones que acompañan los
textos surgieron de los talleres de plástica organizados expresamente para
la primera edición de este material.
Sirva, pues, Hacedores de las Palabras como homenaje a todos los
mexicanos poseedores de la riqueza de una lengua originaria.

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Gigantes, duendes y salvajes
De las cosas que se cuentan…
Los gigantes y los “salvajos”, como los llaman en la Mix-
teca, son distintos a nosotros por su tamaño y por sus cos-
tumbres. Son silvestres, de monte, de bosque, alejados
de las comunidades y de la civilización. Hacen cosas que
la gente no hace: son caníbales, comen carne cruda y pa-
recen más cercanos a los animales que a las personas.
Los duendes, sombrerones y chaneques, en cambio,
aunque también asustan, son menos malvados. A veces,
pueden ser juguetones y hasta buenos amigos. Su tama-
ñito los hace menos peligrosos.
El contacto con todos estos seres casi siempre daña a
los humanos. Sus cuevas y casas se parecen un poco a
las de los diablos.
Cuando se acercan al hombre, son algo torpes e in-
genuos: ellos tampoco saben cómo comportarse y allí es
cuando pierden. Se les derrota mucho más a través de la
astucia que mediante la fuerza.
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Hacedores de las Palabras
Tumü müja pün
Zoque

Tumnaka tiju tumü müja pün üs


kumguy’ üjmü nomang’u kashitam’
yüti te’ tuwitam’ wüjyajpa inük y ñü
küs jan ña’tsa yaju te’ tüktam’ te’
pünistam’ ñachaju poyaju tsa’majmo
yüti hamyajpa junchek myingue’ tu
jandiya’a küpan, mannba yajka’ jayu
mumutambü pün.
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Gigantes, duendes y salvajes

El hombre grande
Un día había un hombre grande en un
pueblo. Se llevó ganados, marranos y
los perros ladraban. Con sus pies acaba-
ba las casas.
Los hombres le tuvieron miedo y hu-
yeron al monte.
Ahora dicen: “¿Cuándo va a regresar?”
Yo creo que nunca. A todos los ani-
males los mató; también a los hombres.
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Hacedores de las Palabras

To tze to xhigul ni leé Liopold brume de xhiriume no to tze


Tó gigant gaxh ló guiagc
Zapoteco de Guevea

same gaxz de to guiagc bueme to gigan ni rap to sombrer niró


no despues gnime xhigul liopold rame le:
—¿Bia ga soy? ¿Gagasá?
Nesi ra leme embeti tacu 10 gias me no din deme ñas en dedi xhigul
liopold bixieme e xital ba xac neme ñupgiatn per su gigant pe sume
por griop lad su gigat biac son par nitme no ubre some pensar son
gatia por niba dineme erdedia no bere giome 70 gias
no gusiome dobme no bere nit 10 me ure e e gag ha
la sah dindada no sa me shimdad me no nuc dixime
rame miñ bia gucme miñrayeme ba di say wue dede
enton la badi er dedi me bue por glangisme no erio
ba gatime per diniexime leme nosia.
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Gigantes, duendes y salvajes

Había una vez un señor que se llamaba Leopoldo; salió

El gigante cerca del río


de su casa. Cuando caminó hasta llegar cerca de un río
vio a un gigante que tenía un sombrero grande y después
le habló el señor Leopoldo, le dijo:
—¿Qué haces? ¿Te estás bañando?
Pero el gigante no le contestó nada. El señor Leopol-
do se asustó. Poco a poco el gigante le tapó el paso y no
quería que pasara. El señor Leopoldo se asustó mucho,
no sabía qué hacer. Él se quería regresar, pero estaba el
gigante, por los dos lados estaba el gigante. Entonces se
dijo:
—¿Cómo haré para que desaparezca? —pensó: “creo
que me voy a morir porque ya no me deja pasar, quiero
pasar pero no puedo”.
Entonces sacó un cigarro y empezó a fumar. El gigante
se desapareció; pasó. Se dijo: “eso debería haber hecho,
entonces yo me voy a mi mandado”. Se fue a su manda-
do, llegó, le contó a la gente. Le dijeron:
—Ya no vas a ir por ahí.
Desde entonces ya no pasa por ahí, porque se enfer-
mó y parecía que iba a morir; pero no murió, vive hasta
ahora.
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Hacedores de las Palabras

Ta na mey tel ay jun skawue te ja’ sbislejal la juneb metro tas


Jun sk’oplal skawue muk’
Tzeltal

nat’lejal yax’ wil toyol ja te yajwalej xiw nax k’alal layil tex wil tes
skawue bai anemal ta jun witz yak’ koel tes skawue la yalbey te
winike biti yax wilat moyuk a xik’ las jak’bey tes skawue kunik
banti las snojbesonik ta wilel jich bajt’ik’ ta
beel la yal tes skawue teme k’ootik’e le banti
witz yax jilat ya a nak’ a ba tas pat jun ton
jich mayilatik’ joon yajkalbey ki’k’otel joy
teme yaj cawtaat yax baat y k’otik’ jil nakal
ybat’ tes skawue y bayay awun tes skawue
bat’ te winik’e jam tes tinail witze och beel te
winike layal te winike banti ayat layal le
ayonto layalte ik’ak’ir jaat ya’a k’an a’nop
wilel biti a skawue yak layal te winike lek ay
tal jun wakax te meyaam te wakaxe yaxtak’ix
xwilat layal te wakaxe ja te winike la yich’ te
stuk’ las t’omes tasjol y laj te wakaxe taora
jich las nop wilel te winike y la yal te winike
juix ku’un yas tak’ix xwilon jun yotanik bajtik
k’otik’ tas naik y layal te winike bitil yaj noptik wilel
yas tak’ xbotik ta yan k’inal bajtik tawilel.
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Gigantes, duendes y salvajes

Hace mucho tiempo había un ca-

Un caballo gigante
tó el caballo. Fue el señor, se abrió la
ballo que medía diez metros de lar- puerta del cerro, entró el señor y dijo:
go, volaba muy alto. El dueño se —¿Dónde estás?
asustó cuando vio volar a su ca- —Aquí estoy.
ballo. Se fue hasta un cerro, Le dijeron los lobos de la oscuridad:
iba bajando su caballo. Le —¿Tú querés aprender a volar
dijo el señor: como tu caballo?
—¿Cómo vuelas si no tie- —Claro que sí —dijo el señor.
nes alas? —Está bien —y vino un toro—. Si
Contestó el caballo: matás a este toro ya podrás volar.
—Vamos adonde me en- —Está bien —dijo el señor. Traía
señaron a volar. una pistola y le disparó en la mera ca-
Y se fueron beza. Cayó el toro, murió rápido.
caminando. Y así aprendió a volar el señor, y
Dijo el caballo: dijo:
—Si llegamos —Ya gané, ya puedo irme de aquí
a aquel cerro te —y se fueron volando muy conten-
quedás escondido de- tos, llegaron a su casa y dijo el señor:
trás de una piedra para que no te —Mientras que ya sepamos volar,
vean y yo les diré que traigo a un ami- podemos viajar adonde quiera.
go. Si yo te grito te acercás. ¡Y se fueron volando!
Y llegaron, se quedó escondido el
dueño y se fue el caballo. Pronto gri-
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Hacedores de las Palabras

Ituna’ tumü püt pü’Gopyapü’na,


Tsame komeke te’ tumü pü’ñoye’is nye
Zoque
Te’ yomo’is ja’ tsyamü nitiyü, te’ püt
nyü’ijtüna’ tumü yyomo. Te’ püt yeGupü’ina jene’na iyatsokoy’; nyujku
makana’ tumtumjama te’ tsa’momo, te’ yomo y ya’yi nyümaku te’ tyüjkomo
nyümapya’na te’ yyomo wü’kü’na wü’kü aGka’mü.
jyo’ka tyükomo, mate’ nene’ te Te pu’Goyepüt maya’renu porke
kutkuy. Te’ pü’nis jina pya’re nityü te’ ji’namna ne wiru’u te yyomo, y nu’ku
yyo’mo je’nena korajkapa ji nyene’ tumü kopün te nyümayajpapü
akü nityü. Ji’ma nüwü te’ yomo’: tsa’mayoya y maku kyüme’tse te
—Ka’ mi ji’mpa’re nityü, yüty ma’ ti’yapü’na ne myaya’u.
me’tse ütsi te’ kutkuy. Te’ yomo’is Te’ pu’Goyepü’nis aktzoku.
pya’tu tumü santya nipi’. Tyükü wü’kü —Ne’ maya’u porke nu’jmayaju üj
nyena tyükomo, nyümayu te jyaya: yomo, —nyüjmayu te tsa’mayoya—
—Wü’ku ku’rü’, te’ püt kasüju üj yomo nu’jmayu’tsi te püt
pya’tu’akü te’ kü’tkuy, te’ pü’nis ye’Gpbü’is.
kyüme’tsu te’ yyomo: Te’ tsa’mayoya’is nyüjmayute püt:
—¿Mitsi jutsye pa’tü te’ tüp? —Oyo myaya’u üjtsi maka mij’ kotsowe
Te’ yomo’is iyaktsoku: koka mi nüputje mij yomo, pero te
—Wü’kü kena’ ütsi patpatsi te’ tsa’mayoya ja musu kyotsowa.
ku’tkuy. Y te’ yi nu’ku tumü tsoGkoya y maka
Eyapü jama putkeru te’ yomo y ja’ kyümejtse te püt tikoraya ne’ina:
wyiru’üm te’ tyükomo, te’ yomo’is myaya’u. Te’ pu’Goye’is iyaktsoku:
pya’tu te’ santyakomy, te’ santyakomy —¿Mij tikoroya mita tü küme’tsa ka ne
müjapüGtena. Te’ müjapünis maya’u? Porke nujmaya’u üj yomo, te
nyujmayu te’ yomo: tsoGkoya’is nümayu:
—¿Mijtsi’ ti’yapü ne mitu tü nu’jme üj —Uy myaya’u üjtsi maka mij kotsowe
sandyanipy. maka mij nüpujte mij yomo.
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Gigantes, duendes y salvajes

Había un hombre que era tirador,

Cuento de un tirador
—¿Y tú por qué vienes a robarme
tenía una esposa. El hombre iba dia- mi sandía?
rio al monte y le decía a su esposa La señora no contestó ni una pala-
que lo esperara en su casa, porque bra, pero el gigante era malo: agarró
iba a traer comida. No encontraba a la señora y la llevó hasta su casa
nada y su esposa se enojaba mucho para encerrarla. El tirador ya estaba
porque no traía nada. Y después dijo triste porque no regresaba su mujer,
la señora: y llegó un animal que se llama cochi-
—Si tú no encuentras nada, ahora monte y fue a preguntarle por qué
yo voy a buscar la comida. estaba triste. El tirador contestó:
Y ella sí encontró una cosecha de —Estoy triste porque me robaron
sandía. La cortó, la trajo a su casa y le mi mujer —le dijo al cochimonte—.
dijo a su esposo: A mi mujer se la robó el gigante.
—Para que lo comas. El cochimonte le dijo:
El señor se alegró porque ella sí —No te preocupes, tirador, yo voy
encontró comida y el señor tirador le a sacar a tu mujer –y no la pudo sacar.
preguntó a su mujer: Llegó un conejito. Le fue a pre-
—¿Y tú cómo encontraste esta fruta? guntar también al tirador por qué
La señora contestó: está triste. El tirador le dijo:
—Ya ves cómo yo sí encuentro co- —¿Tú por qué me vienes a pre-
mida. guntar por qué estoy triste? Porque
Al otro día salió la señora y ya no me robaron mi mujer.
regresó a su casa, porque allá la en- El conejito le dijo al tirador:
contró un dueño de la sandía, porque —No te preocupes, yo voy a sacar
el dueño era el gigante. Y el gigante tu mujer.
le dijo a la señora:
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Hacedores de las Palabras

—¿Mijtsi tsoGkoya? Ji’ mujsi tü kotsowa porke Y te kotsüjkpüt nyajayu:


yüki oyum tumü mas müjapü tsa’mayoya y ja —Yü’ki müjtoya —y te’ kotsüjkpüt kora’aju
mujsü kotsowa. y kijpitso’ tsuajute koyajiG. Kotsüjpüt
Pero te’ koya’is ny’ümayu te püt: jyu’tspa’ina te koya, pero ji’na pyüki porke
Wükü mye’tsa nü’pin y usyan waye. tüjptenpa’ina y te koya yatsisute nyü’pin te
Y te koya’is maku nyüjme te kotsüjpüt. kotsüjkpüt y tey nyüpujtu te pu’nopyapü’is
¿Mijtsi nujmjayu te pü’nis yyomo? yyomo. Y yü’ki ko’yaju te’ tsamekomeke.
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Gigantes, duendes y salvajes

—¿Tú, conejito? No sirve de nada que va- Y el gigante contestó:


yas a sacar a mi mujer, porque aquí ya llegó —Sí, aquí la tengo.
un animal más grande que tú y no la pudo El gigante se enojó y empezó a pelear con
sacar. el conejito. Lo estaba punzando con su palo,
Pero el conejito le dijo: pero no agarraba al conejito: brincaba y brin-
—Consígueme un poco de sangre y un caba y no lo agarraba. Y el conejito lo bañó
poco de masa. todo con esa sangre de masa y sacó a la mu-
Y el conejito fue a decirle al gigante: jer del tirador y aquí terminó este cuento.
—¿Que tú le robaste su mujer al tirador?
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Hacedores de las Palabras

Tam ti biyalak k’wajatak tsab i inik


An biyal t’ilab a Dhali ani a Bo’
Tének
pakwchal, tam na tan ti chudhey in
xuj bij yabak ta Dhali ani jun ta Bo’, tse’jka junil an ts’en junil in ts’atba’
nixe xi tsab i inik u dhakumak k’al an ma ti k’aylal ani tam ti wakle k’alekchij
ts’en, patal a k’ichaj nixe xi tsab inik u ti koyol ani tam ti akle tam na al nixe
dhakumak ani yab ú koyolak, pó, tokot xi jolat’talab yaba’ pakwchiw in ts’enil,
jun xi wat’adh u t’ojnal kom a Dhali tokot aichin ka wayits lej’ alwa’ ani
wat’adh t’odhoy lidh yab in lej ejtowal tam ti pa’iy an k’onelek tin ts’enil, a
ti t’ojnal kom in le’ walim ti lots’lil. Dhali ani Bo’. An k’onelek k’alej junti
Tamna’ xi jun a Bo’ lej wat’adh kwatsachik ani jaja’ in chi’dhalak
it’ixbets ti toj’nal kom ja’ tokot junakej i t’oknal, tamna’ ti uthey ju’ ta’
kwetem u toj’nal kom a Dhali yab in ti kwatak nixe xi tsab lom inik, ani
lej tolmiyal po belits nixe xi tsab inik dhayana ok’oka Bo’, taley dhayana a
yabak u koyol, chudhel ani chudhel Dhali ani baliyat ti t’oknal, tokot a
patal a k’ichaj u t’ojnal ani tam ka Dhali yab u lej wayalak tokot in
chudhey pakukul an ts’en ti ku’jatak, t’ajalk’i, ani kitina’ k’al an uxkue ani
antsana’ in t’ajalak abal kin tek’medha ne’dha chik ani uldha’ ma tin chumtal
an ts’en ani tam ka chudhey xandho’ a an ts’en tam kadhanits, o
ts’en, kom tam ka chudheyits u kok a Dhali, kom
t’ojnalits ani tam ka wakle’ an ts’en
in ts’atbal ma ti k’ailal.
Tam nixe xi tsab inik u
tamat konoxchik,
tamna’a Dhali in
uluw abal
jitaits tu
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Gigantes, duendes y salvajes

En aquel tiempo vivían dos señores:

El arreglador de la sierra
sierra? Donde deja la sierra construi-
Bo’ y Dhalí. Los dos se dedicaban a da, todo le desbaraña el señor lasti-
arreglar las sierras. Trabajaban pa- mado. Ahora tengo que dormir
ra arreglar las sierras todos los días. mucho —porque él no había dormi-
Dhalí tenía mucha sarna, de noche no do, por la sarna.
podía dormir por la picazón de la sar- Se hizo de noche. Bo’ y Dhalí se
na. El otro, Bo’, dormía demasiado. acostaron a dormir. Pero Dhalí no
Dhalí se aburría y el otro seguía dormía, nada más hacía como que
trabajando en la construcción de las dormía. Bo’ dormía de verdad, por-
sierras. Trabajaban todo el día, y por que ese día había trabajado dema-
la tarde la sierra llegaba hasta el cie- siado en la construcción de la sierra.
lo. Pero, cuando amanecía, todo es- Llegó la señora que comía personas,
taba derrumbado. Dijo Dhalí: traía una canastilla. Levantó a Bo’ y a
—¿Qué sería bueno que Dhalí con mucha facilidad.
hiciera yo para que Bo’ Dhalí vio cuando levantaba al otro
deje de construir la y también escuchó cuando lo carga-
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Hacedores de las Palabras

jatsak axi kwatak eb’lim, taley kadha’ a Bo’, po kin poko’w an tsen ani jajá in uluw:
kom o Bo’ wat’adh ti wayma’ yab janto’ in ­­­­­—­Abal neetsak kin t’aja, ani k’upul ti k’alej an
ats’a a Dhali in ats’a kom jaja’ ayb lej kuayalak ts’en, ani tokot pejechjik ti jilkon, ani junilikij
tokot in t’ajalki, po yab chubax, tamna an ux dhajan kom jilko’nits lej walki’ ani tam chich
kue ko’nelek in kuats’ ba’ ti tsabal ani in an tsapik inik, ani uchan jaye, abal jaja in
t’ajana in mapuw an wi’leb, ani tam ti chudhey leakajak ka pa’ba,’ ani tam tok’tsin nixe xi tsab
a Dhali ani Bo’, ts’ayits, ani in met’ey abal inik
kwatak lej t’e’kat’ juta ti kwajatak ani jik’ey —Ne’ets tu pa’bachik po in yejenchal kit t’ikon
kom yab in exlalak jan t’odh ti neetsak ka paiy nana’ neku puliy u kux, tam kit t’ikon, tokot
ani te’ pinits, tam ti dhajanits ani chich an uleje ka ta’ja junchik ani junchik, po kom a Bo’
lakuntu ani in konoy janto’dh in leak, tam in ani a Dhali in tsejnalak ka jilk’on kuetem,
t’oktsiy a Bo’: t’ikonchik tsab lom tin kux an tsapik inik ani ni
—Wawa tu dhajay kom i le tu ucha abal max pejanchij in kux, po nixe xi inik pelak an bat’aw
ka ejtow ka po k’ow an ts’en, tam ti tok’tsin a axi xo i tsu’utal in kux pulil, kom pejanchat in
lakuntú: kux ani wilkon ti bat’aw. Ani xo an tsen axi
—Ibaj ne ku ejtow ku pok’ow tsu’tal pejechik xi kuajatak ma ti eb ani
an ts’en kom nana u lo’wal an pokuat’, jats xi xo i exlal ti t‘idhoch tsen, jats
te’, tam nixe xi tsab an este, ani an ts’amal tsen, el oeste, ani an
inik juniliki’ dhajan, ts’en xi jilk’on ti pulik tsen, sur, ani an tsalel
ani ulits an yejtse’ jats an norte, ani nixe xi tsab inik in jila ti
mamlab, axi uxnalak ti ox tsejkom ts’en, jaw in t’aja, xe’tsin ti belelelchik
akan ani yajetsiki, abal kin aliy jant’odh kin k’apuju, ani tam ti
konchin i alwatalab abal oweyits tam ta’ k’ibets, ani teje ti talel an biyal.
29
Gigantes, duendes y salvajes

ba a él con todo y canastilla. Los dejó en me- —Te queremos decir que si nos puedes
dio de la sierra. Salió la señora lastimada y bajar.
cerró la puerta, se fue. Cuando amaneció, los Él les contestó:
dos se levantaron y Bo’ preguntó: —Sí, sí puedo. Sólo les voy a pedir que
—¿Quién nos trajo aquí? brinquen sobre mi espalda. La voy a hacer en
El otro contestó, diciendo lo mismo: forma de arco.
—¿Quién nos trajo aquí? Pero Bo’ y Dhalí tuvieron miedo de que al-
—¡Quién sabe! guno de ellos quedara solo, y brincaron al
Se preocuparon mucho porque no sabían mismo tiempo sobre la espalda del hombre.
cómo bajar. Empezaron a gritar. Llegó el pá- Como pesaban mucho, le fracturaron la
jaro carpintero y les preguntó qué se les ofre- espalda. El hombre era en realidad un arma-
cía, Bo’ le contestó: dillo. Por eso ahora vemos al armadillo muy
—Queremos preguntarte si puedes de- jorobado.
rrumbar el cerro. Y el pájaro carpintero con- Y así también es como los montes queda-
testó: ron convertidos en pequeñas y grandes sie-
—No puedo, porque sólo sé picar árboles. rras, porque el señor trueno las formó con su
Luego se fue. Entonces los hombres volvie- estruendo, también las separó, formando lo
ron a gritar, y se presentó el señor de los true- que hasta hoy conocemos como Sierra Ma-
nos. Le dijeron: dre Oriental y Sierra Madre Occidental, y las
—Queremos que derrumbes el cerro. del norte y las del sur.
Y cuando tronó, el cerro se derrumbó. Desde entonces, Dhalí y Bo’ dejaron de
Quedaron partes altas y bajas. Bo’ y Dhalí que- construir sierras. Se asustaron mucho y se
daron en una parte alta. Entonces llegó un fueron a vagar por la tierra, buscando algo
hombre fuerte que les preguntó si se les ofre- para comer y sobrevivir. Cuando envejecie-
cía algo. Le dijeron: ron, murieron. Y aquí termina la leyenda.
30
Hacedores de las Palabras

Ka’ yanchaj juntúul nojoch máak


Tsikbal t’ann abulo’o
Maya
tu che’il u kaal kuli le ch’omako ka’ tu
chumuk jigante yaan junp’eel x-k’upet puluba tu nej le wakxo.
ti’ junp’ee teene ka’ naak ti’ u p’ée che’ Le wakxo’ tu yu’ubaj yaan ba’aj tu nej
cheen ka’ tu yu’uba u ta’ana un tu ba’ax ka’ tu sanche’taj ti junp’eel ts’áak lubij,
yaaj u ta’abal u baakel le ba’alche’o’obo’ wakxo’ ku yike’ ti’ lecha’an té k’i’ xo’
le jigante tuno ka’ tu yilaj u tiip’il ninich’ u kooj ku ya’ak le jiganteo’, ta
juntúul ch’omak, ka’ k’uch tune’ ka’ tukla ta an in che’ej ku yike’ mun t’aan
tu yuk’a ja’ te’ jaltuno le jigante t’a’an le ch’omako’ ka’ tu lonche’ta ka lubij ku
tumen le ch’omako’ ¿ba’an ka meetik yike’ chen sak kimen, ma’ tan u che’ji’
te’lo? tin ch’úuk tik bak’ taaken in ka’ tu kuxkintaj, ko’ox pekse bak’o’ ya’ak
antech ti a kinsej, ma’lob ko’ten túun, le jiganteo’ ka’ k’uch yiknal le wakxo’
ka’ binij chen ka’ tu yu’bo’obe’ u je’ek ka’ jup u p’e’so’ob, ta’aytak u ts’o’okol u
ka’ tu yilo’ob u tiip’i juntúul kuuts, je’le p’e’esko’be ka’ taal juntúul uk’ ku ya’ake’
ba’k’o’ mix bak’i chen k’u’k’un ka tu ¿ba’an ka meetke’ex te’lo’ man? ma a
yuk’aj ja’, ka binej kuutso’. Chen ka’ tu wojlaé tin p’e’esko’on bak’, ku ya’ak le
yu’bo’obe’ u péek u jeel jele bak’o, ku chan uko’ a sik tene’, chen ba’ale’ min
ya’ik le ch’omako ku ya’ke le jiganteo’ jaantik bak’ chen k’i’ik ma’lob tun ko’ten
chen k’ewel, ka’ k’uche’ka tu yuk’a ja’ ka’ bin.
ka’ binij, ka’ tu yu’bo’obe’ u pe’ek ka’ Tun chen ka’ tu yilo’ob u tiip’il juntúul
tu yilo’ob u tiip’il ku yike’ juntuul kitan u yuumi subin chan sinik ¿ba’an ka
ya’ke ch’omako, jele bak’o ku ya’ak le meetke’ex te’lo’ man? ma a wojlae’
jiganteo’ chen tso’ots, ka tu yuk’a ja ka tin p’e’esko’on bak’ a sike’ex tene’ ka’
binij ka’ tu yubo’obe’ ku pe’ek k’a’ax ka’ taaken ma’lob ko’ten bukaa bina juanti’
tu yilo’ob u tiip’il juntúul waakax ya’ak chan chichnech chen ka’tu yilo’bu tiipil
le jiganteo’ lelo’ jach yaan bak’ ti’, kenin juntu chan áak ¿báan ka meetke’ex te’lo’
pulinbae ka payik tu nej, ma’lob tun, ki man? ma a wojlae’ tin pe’eskoón bak’,
le ch’omako ka’ tu puluba le jiganteo’ a chan sike’ex tene’ bix ma’ ko’ten chen
31
Gigantes, duendes y salvajes

Había un gran hombre, medio gi-

El gigante y sus ayudantes


—Ahí viene tu carne —dijo el zorro.
gante. Y ese gigante tenía su cuchillo —Eso no es carne, sólo pelos —
grande. contestó el gigante.
Un día se subió a un árbol a cazar El jabalí tomó agua de la sarteneja
y escuchó que decían: y se fue.
—Duele cuando ensucias el hueso De nuevo el zorro vio algo que se
de todos los animales. movía, vio venir al venado y dijo:
El gigante vio que era un zorro el —Ahí viene tu carne.
que hablaba. —Eso no es carne, es puro cuero.
El zorro bebió agua en la sarteneja El venado tomó agua en la sarte-
y luego preguntó: neja y se fue de allí.
—¿Qué haces allí, amigo gigante? De pronto de nuevo algo se mo-
—Estoy cazando. vía, pero ni el zorro ni el gigante esta-
—Te vengo a ayudar a cazar. ban atentos. Vieron venir un ganado.
—Vente, tú te pones en el tronco —Ahí está tu carne.
del árbol y cuando veas que se mue- —Eso sí es carne —dijo el gigante.
ve algo, me avisas. El gigante le dijo al zorro:
Y escucharon que se movía algo. —Yo me tiro a su garganta y tú lo
Vieron venir a un pavo de monte. Dijo toreas por la cola.
el zorro: Se tiró primero el gigante y des-
—Ahí está tu carne. pués el zorro se colgó de la cola.
—Eso no es para comer, es pura Cuando sintió que tenía algo en la
pluma —dijo el gigante. cola, el ganado le dio una patada
Tomó agua el pavo del monte y al zorro y lo aventó como a veinte
se fue. metros.
Vieron que se movía algo de nue- El zorro fue a parar a una mata de
vo y vieron venir a un jabalí. espinas.
32
Hacedores de las Palabras

ka’ tu yilo’ob u tiip’le un tu chak mo’ol ¿ba’an uchu bin yete le uk’o ich u nak ka’ k’uch ich u
ka meetke’ex te’lo’ man? a wojlae’ tin pe’eskóon puk’si’kal ka’ jup u net’e le keejo’ ka’ tu yu’ba tan
bak’, a chan sike’ex tene’ ka taaken chen ka’ tu u net’a’a u puksi’k’ale’ ka’ man u yaalka’ taan
yu’bóobé u tiiple un tu koj ¿ba’an ka meetke’ex u p’up’uchkubaj te’ lu’mo’, ku ya’ke’ chan uk’
te’lo’ man? ma a wojlae tin pe’esko’on bak’, a ch’een u p’eek, ka’ jok’i ku yike’ ts’o’ok u kimij bix
chan sikéex tene’ ka’ taaken in ante’ex ma’lob tun kin in bisej yaan in bin in wa’ti min beytaj
ko’ten ka’ jupóob jaanal tu laklo’ob ts’o’kol u laj in bisik te’ jiganteo’ ka’ binij ka’ k’uch tu’ux yaan
jaanlo’obe’ ma’ ya’ab p’aati’ ku ya’ak le jiganteo’, le jiganteo’ ka’ tu ya’laj ts’onajen min beytaj in
yaan jun p’éel in naay te’lo’ ko’ne’xi’. Ka’ bino’ob taasik ka’ tu ya’le’ nojoch jiganteo’ bix kin in
tu laklilo’ob ka’ k’ucho’ob tuni’ yaanal nojoch oojet wa jaaj ts’oonajech keyejta taaj chichnech
sajka’, ti’ u taaly eo’ch’e’entale’ tu laj jaanto’ob le xena wilej koj yeetel chakmo’ol ka’ bino’ob ka’
bak’o tu sastabilé ka a’la’ti’e chan u’ok uk’o’ ka’ k’ucho’be’ ku yiko’be’ jach jaaj bix ucha ts’onik
xiik ts’oon, ka’ jok’i ka’ bin yaanal kaax ka’ k’uch chan uk’ jach chichnech, jech yakech ket to’on
ti’ junp’ee’l jaltun ku yike’ jach suuk ba’alche’i’, ku ya’ak le chakmo’ol, yax kuchej k’oj ka’ a k’us
yaan unp’éel k’aax tu joole jaltuno’ ka’ na’ak te’ chumuk beje’ kin ch’a’ik tech ma’lob túun, ka’
k’a’ax tuno’ chen ka’ tu yu’be’ tun taaj ka’ tu
yilaj u tiip’i juntúu ke’ej ka’ tu yilaj u nats’al te
jaltuno’, ku ya’ke uk’eni’ uk’eni’ uk’eni’. Ku ya’ak
le keejo’ tun ya’ik kin uk’ej ka’ in uk’ej pa’tej
33
Gigantes, duendes y salvajes

Cuando el gigante no vio al zorro lo co- —¿No ves que estamos pelando carne?
menzó a buscar y lo encontró en la mata de —Si me invitan, les ayudo a pelar.
espinas. De la patada que le dio el ganado, le —Vente, entonces.
abrió la boca y los dientes al zorro. De pronto vieron venir a un tigre.
—¿De qué te ríes? —le preguntó el gigante. —¿Qué hacen allí, mamá?
El zorro no hablaba. El gigante puso una —Estamos pelando carne.
madera para que bajara y se cayó. El zorro no —Si me invitan, les ayudo a pelarla.
se estaba riendo, se estaba muriendo de la —Vente entonces —dijo el gigante—. Va-
patada que le dio el animal. mos a comerlo.
De pronto les habló un piojo. Todos los invitados comieron y el gigante
—¿Qué hacen allí, mama? les dijo:
—Estamos pelando carne. —Vamos a tomar agua aquí cerca, en la
—Si me invitan les ayudo a pelar. Después, sarteneja.
no me dan carne, sólo me regalan un poco de Y también los invitó a su cueva. Cuando
sangre. amaneció comieron toda la carne. Al día si-
Y entonces dijo una hormiga: guiente mandaron al piojo a cazar. El piojo
—¿Qué hacen allí, ma? salió y llegó a donde está una sarteneja y vio
—Pelando carne —dijo el gigante. que los animales estaban acostumbrados a
—Les ayudo. llegar allí. Viendo a un venado, el piojo le
—Vente. ¡Cuánto habrías de comer, si eres dijo:
tan pequeña! —Tómame, tómame.
De pronto habló una tortuga: Al escucharlo, el venado tomó el agua,
—¿Qué están haciendo, ma? hasta con el piojo. El piojo le empezó a co-
34
Hacedores de las Palabras

k’ucho’ob chuumuke’ bejo ka’ tu pik chintaj ka’ tu kuchaj le chak


mo’ol’ k’ujsa’aj tuux yaan jiganteo’ bix ucha kinsik chan uk’ si jach
chich nech ma a wojlaé ooken ich u nak’ le keejo’ ka’ jupen in
jaantu puk’si’k’al beeyte’ex ma’ta ts’one’ex mix ba’lo pin kinske’ex
kin jaante’ex ka janta’a koj, chakmo’ol, áak yetel sinik, ka’ ts’o’oke’
ka’ jaanta’bo’ob tumen jiganteo’ yetel chan uk’, uchu jaanko’ob
tulakal le ba’al che’o’obo’ ka’ tu’ ka’ chajo’ob, ka’ kin yaax uk’, le
jiganteo’ tu ts’aa waach’ ti’yetel ch’ot nak’: ti’ tan u p’up’uchkuba
te lu’mo’ ka’ kimij ka’ maanen tu jolu yotoche’ ti’ peka’ni’.
35
Gigantes, duendes y salvajes

mer el corazón y el venado se estaba muriendo, aporreando


el suelo. El venado se murió, pero el piojo no lo pudo llevar.
Fue a decirle al gigante que no lo podía traer.
—¿Cómo te voy a creer si eres tan pequeño?
El gigante mandó al tigre, y cuando el tigre llegó vio que
era cierto.
—Eres muy listo —dijo el tigrillo.
—Cárgalo tú primero, la mitad del camino —le dijo el tigre
al tigrillo.
Y el tigrillo lo cargó y se lo llevaron al gigante.
—¿Cómo lo mataste? —le preguntó el gigante al piojo.
—Es que me metí adentro de su barriga —contestó el piojo.
Luego el gigante mató al tigrillo, al tigre, al zorro, a la tor-
tuga y a la hormiga. De tanto comer se pasmaron. Primero se
murió el piojo. También el gigante se pasmó.
Le dio cólico y se revolcaba en el suelo. Se
murió. Y cuando pasé delante de su casa,
allí estaban tirados.
36
Hacedores de las Palabras

Tum naka metza yomo’is ne’na wixaju


Peka tzame
tza’mapü’nixne’
Zoque tyüjkyaju’mna te ane yawaxüjpü
süjk, pero tüjküyu te’ tzayi’ mituangkü’ tzi’yaju wü’ku kyura’na’ pero te’is’ ji’na
tzayi’anümi’ ügtzü’yaju te tza’ma’omu kyu’tyo’e.
ijtubü tüjkomo. Te’ paviñomo’is chtz’itzo’tzu kyenta
Myejtch’ kü’yi’ paviñomo ra’mde’na,’ ke ji’nungde’na’ te’ tyüwa’ is iatzi,
tumübü’is ne ma’na ñitzüjku wü’ku jiGuma wi’kdxotzu te anetzüki, pero
ñü iiyü wyidgotzüjk, komo ne’na mya tumna’ komora’mna kyu’tpa te
ya’u, wyejadxo’tzu te’ wyidgotzüjk, enterubü’ anetzüki. Yaju te ku’tkuy
ñujmabia’na. y asta’ kyü’su te ane’is waka y te
—Minü’ atzi, minü’ atz, minü’ atzi. tzika müjabü’, tzi’tzo’tzu kyenta, ke
Tü’kañaka wyejayu, y teje ñümayu, ji’nuGde’na te’ tyünü’is wyidgotzujk
porke te’ paviñomo’stam teje’na ka te tza’mabünde’na’, te widgotzujkis
ñuGüyaj ju wü’kü ñüjmayaü te’ wi’nujkpajkisnde’na kyene ñü ijtayu
widgotzüjko. an’mü’ judxe ne kyu’tu, ne tzü’tpü’u te
Nema’na wejaGejayu te’ paviñomo’is, anetzüky myüja’se.
tejeGomo we’ju tu’kañaka müsxkutyan Mij widgotüjk ji’ kyu’ri te’se.
te’ ye’Gubü kotzüjkumo y te tzyützü’is Ni ja tzüjka kuenda te dzamabiabü.
ñüjmayu. Te’ tza’mabü’nis kyejayu wü’ku mye’tza
—Jiküwee ji’nde mi atzi’ijñe’ awajty jye’n me’tzadxotzu.
Y te ne wejayu bü’isna nümba’na que Ja’ñü irü’na awajt, sundu’na ñü ijtu.
iatzi’is sun de’ wyee. Tüjküyu te tzu’ y maku ükyae. Te
—Pero ji’nde’na iatzi, te tza’mabünde’na, paviñomo’ ki’mu te kudxsisomo wü’kü
tü’kañaka agdzoGoyu te’ ichi’ y iüwü te tza’mabüjnin y te eyabü
numba’na’. tzü’yu najsomo’. Te paviñomo tzü’yubü
—Jüpa, jüpa, jüpa nasomo myanu ju’dxena mü’nba nü’bin,
Astake nu’ku jurü ijtya jumüna nü’se o ijuribü ne dxepuse y tza’mabüt
te’ paviñomoram, komo te’ istam nümba’na.
37
Gigantes, duendes y salvajes

Una vez dos señoritas estaban arrancan-

Cuento del salvaje


pañera, y después se dedicó a comer ta-
do frijoles, pero les entró la tarde y, como males, pero de un solo bocado comía los
ya había entrado la tarde, se quedaron a tamales enteros. Se terminó la comida y
dormir en la casa que tenían en la montaña. hasta se comió el canasto de tortillas y la
Las dos eran solteras, una apenas comen- olla entera. Empezó a darse cuenta por
zaba el noviazgo y como estaba muy triste, eso de que no era el novio de su compa-
comenzó a llamar a su novio diciéndole: ñera, sino un salvaje transformado igual
—Ven hermano, ven hermano, ven her- que el novio y le dijo:
mano. —Mirá cómo está comiendo, se está
Tres veces lo llamó, y le dijo así porque tragando los tamalitos enteros. Y tu novio
las muchachas acostumbraban decirle no come así.
“hermano” a sus novios. Pero la otra no hizo caso a lo que le de-
Apenas terminó de llamarlo la mucha- cía. El salvaje le pidió que le buscara piojos
cha, cuando escuchó tres gritos muy feos y lo empezó a espulgar. No tenía piojos,
en un cerro alto y la otra le dijo: sino gusanos.
—Ese grito no es de tu hermano. Entró la noche y se fueron a dormir. La
Y la que lo estaba llamando decía que sí muchacha subió al tapanco para dormir
era el grito de su hermano. con el salvaje y la otra se quedó en el suelo.
Pero no era su hermano, sino un salvaje. Y la muchacha que estaba en el suelo escu-
Tres veces respondió el salvaje diciendo: chó que bajaba sangre, como agua o como
—Jüpa, jüpa, jüpa. si alguien estuviera orinando, y al gran sal-
Por fin llegó a la casa donde estaban las vaje que decía:
muchachas, pero como ellas ya habían —¡Qué sabrosa es la ubre, qué sabrosa
preparado tamalitos de frijol tierno le die- es la ubre!
ron para que comiera, pero él no los quería. Al escuchar al salvaje, la muchacha salió
La otra muchacha comenzó a darse huyendo. Recomendó a todas las cosas
cuenta de que no era el novio de su com- que no la acusaran: a la piedra, la silla, y se
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Hacedores de las Palabras

—Jene omba yü tzu’tzi, jene omba yü tzu’tzi. ka’yaü. Ñü makyaj pa’na tzima’ wü’ku kyojtzaü
Ne myanuse’ Gomo te kotzüjkpü’ te paviñomo kyobajkomo, porke kobajk ta’xsina’mna ketyaj
pujtu pobbia. Tzahdzajku mumu tiküsi, wü’ku pa’na ju’xajuse. Pero ja jyu’xaü’ büre’na.
jana kyotzappia; te tza’küsi, te po’kstüjküsi Y jiGüma wejtzo’tzu jü’dxe oyu wee’dzützü
y tüjkü te’ süjkunaka kürüjkü’mü’, wi’na tu’kañaka.
dzajmayajuse. —Minü’ atzi, minü’ atzi, minü atzi.
—Ma’ tüjküyi’ yü’ki. Umi tzajku mi wit wü’kü Y te tza’mabü’nis te’seri agdzoGgue’nu:
pyi’ktüü porke maka’ küxae’. —Jüpa, jüpa, jüpa.
Te’ tza’mabü’nis kyü’spü’u te yomo y Astake nu’ku te tüjmü’ jürü tu’myaju’na te’
su’ksuknebia’ nu’ku y te anketiyü’is agdzokyaju, pünda’m. Te püt wabyü yibüre’na. Kyüme’dzaju
“yü’ki kütüri”. Y mye’tspa’na “yü’ki kütüri”. ka xudba’na ju’sü judxe’na ju’xa juse te
Nu’ku jurü ijtyajumü’na te’ süjkünaka, wü’kü eyara’mbü’. Te pü’nista’m ñüjmayaju ke wü’kü
kyu’ru te eyabü’. jyu’zü maka pa’küyi’ y tyenekü ñü ijtyaü kübi
Pero te süjkü naka’is ja tyajkyaü wü’kü pyi’kyaü. wü’ku tzüjkyau juktüjk wü’ku xamü y jana
Te’ süjkünaka’is agdzokyaju. jyama te paka’kj. Jyajktzodxajü kübi y dxüjkyaju
—Üjta’m ji’musi dü bi’ktama, jü’ kojtandüju te juktüjk. JiGüma wajtyaju te tza’mabüt
majtzi’ te’yi’ dxü mabü tzü’tyame ju’tze maka y tyüGga’mbüjaju te’ juktüjk kujkmü’ ne
iame’. U’yü mitu dü bi’k tame’ te’ ko’nde’ mawü’ ñepubü’omo’y te’yi yaju te tza’mabüt.
mi Ggotzüjkomo tza’mabüt. We’jobia’na pümil ke myama’is y iatzi’is
Weweneyajpa se’Gomo süGbünüu y myañaju y mitu kyotzokyae’ komo te’ pünda’m
wandxo’tzaju te galyura’m. ko’muyaju’na’ dyajk tüjküyaju juktüj komo te
Jene wü maka’tzi yü’ky, nüute’ tza’mabüt. tyu’kakyuyira’m. Tumü wejpa’na.
Te yomo’is kyetu que maku te’ tza’mabüt y pujtu —Nabujtama üjGkgü’ porke muspama’ mij
te süjkunakaomo y wijpa maku tetyüjkamü’, jyajtamü.
wü’kü dxajmayaü te tzüwüra’n ke te’ Perp te’ pü’nistam ja’ dzüjkayaü te dxame.
kotzujkpü’nis kyü’sayu te tyüwü dyützübü’. Yü tzame wiyuGsese’
Te’ pünda’m kya’müyaju winda’m wü’ku ma dyaj tujkubüre’ yia’ajkpü ame’omo’.
39
Gigantes, duendes y salvajes

metió debajo de las cáscaras del frijol, después personas estaban rasuradas. Pero no estaban
de decirles: rasuradas.
—Me voy a meter aquí. No dejés que te to- Y después comenzó a gritar como había gri-
quen porque si no, me come. tado su hermana tres veces:
El salvaje terminó de comer a la muchacha —Ven hermano, ven hermano, ven her-
y llegó olfateando y las cosas le contestaban: mano.
“aquí nomás pasó”. Y seguía: “aquí nomás Y el salvaje contestó igual:
pasó”. —Jüpa, jüpa, jüpa.
Llegó a donde estaban las cáscaras de frijol, Por fin llegó a la casa donde estaban reuni-
para comerse a la otra. Pero las cáscaras de fri- das las personas. El hombre era peludo. Le
jol no permitieron que las tocara. Las cáscaras preguntaron si quería rasurarse como ellos y
respondieron diciendo: dijo que sí, que sí quería rasurarse.
—A nosotras no nos puede tocar; a donde La gente le dijo que al rasurarse sentiría frío,
nos pusieron, allí tenemos que quedarnos todo que era necesario tener leña para hacer fuego,
el tiempo. No nos venga a molestar. Entonces para que se calentara y no sintiera frío. Deci-
váyase a su encanto, salvaje. dieron cortar leña y preparar fuego. Luego
Mientras discutían llegó la madrugada y amarraron al salvaje y lo tiraron en medio del
empezó a cantar el gallo. fuego ardiente y allí se terminó el salvaje.
—Muy bien, me retiro de aquí —dijo el Pero gritaba tan fuerte, que su mamá y su
salvaje. hermano lo oyeron y vinieron a ayudarlo, pero
La muchacha vio que se retiró el salvaje y como los hombres estaban preparados los me-
salió de entre las cáscaras de frijol y se fue ca- tieron al fuego a los tres. Uno de ellos gritaba:
minando a su casa, para contarles a los vecinos —Saquen mi dedo, porque todavía los pue-
que el salvaje se había comido a su hermana. do acabar.
Las personas se prepararon para ir a matar- Pero los señores no tomaron en cuenta lo
lo. Llevaban jícaras para ponérselas en la cabe- que decía. Esto fue un cuento real, que suce-
za, porque como son lisas parecía que las dió hace muchos años.
40
Hacedores de las Palabras

Maka tsame ya’akpü tsame ü nas y


Pestüküsi
Zoque
ku’tkuy y te yatsipü’is nüma te kyuitkuy
tumü nyüyipü’is pestüküsi maka tsame’tsi kyünykapeküsi yaj kütpana’ y te Gka’e’is
“tumü metsa y tukay” ijtuna ya’ükpü tsyi’pana’ kuenta ke te’ ja tyokoya te
ame tumü püt nyüijtu’ina tumü jyame, kyotsokpana’ tumü komi’is te
papinyomo ijtu’mna’ sone ‘yame y te nyümakupü te’jiG y nyü’ijtuna tumü
pü’nis nyüijtuna süknipi tumü no’a y sone pospora. Te yatsipü
kotsüküsi. Y tumjama nyüjmayu te ku’taGjeju’ka y nyümayu te yomü
pyapinyomo maktamü ma nakstamü tü wü’kü mye’tsyu ‘yawajt. Te Gka’e’is
süktam, ne kyi’mu te o’na kyo’müyu ke nyüjmayu te tsyütsü nerena’ tyokoyupü
makana mini te tuj. Te papinyomo’is jyame, te püt ji’ntena ‘yatsi y te ‘yawat
nyü’ijtuna jyayanü’iri tsü’yaju sunyi ke yyajka’pana tyüjtsjiG sunture’ina te
makana kyo’se süjkomo. Te yomo’is tsyütsü’is jilna tsyüjke kuenta.
nyümaku myuki y nyümaku tumü Jiksomo pi’tsanü te tsyütsü maku
tu’nujk wü’künak tsyüjku kyu’tkuy y ükya’e kutsyisomo y te myuki ja sunü
makyaju y nyaksyaju sone sük tsayikam ‘yüwü te’ jiGtam üku najsomo tumü
ji’na nyu’ki te jyayanü’iri nyüjmayu te pataküsi y poporukujiG y te Gka’e
myuki wü’kü ma wyeja te ‘yatsi. Te ji’na’ak ‘yüwi y paGkuktsu’küsi’a
Gka’e’is maku wyeje tukanyaka tsu’kümij jyame ke nena’ myuju te
wyejayu: pyoporuku y te Gka’e’is yajk ja’püyu te
— Mi’nam atsi. pospora y pyüjku te nyo’a ‘ya’mu ke te
Makana mini usy’ oraküjsi mitu y te tsyütsü’iste nyü’pin nü myünu y myanu
tsyütsü te Gka’e’is tsyi’u ku’tkuy te tumü tsame nümpapü ompa mij
yatsipü y te yomo’is ji’na’a tsyi’i kuenta mtsu’tsi y te Gka’e’ pujtu popya pero
ke te yatsipü’is tsyüjktokoyjayu te wi’na’a te ta’nü, te kuy, te tsa’ y
kyi’psokuy. nakaram muspana tsapya, te Gka’e’is
Kyo’müpya ke jyayare’ina y tsyi’u te nyüjmayaju wü’kü jana
41
Gigantes, duendes y salvajes

Hace mucho tiempo había un señor

El monte de viejo
comida le salía en su gañote. El niño
que tenía una hija avanzada de edad. se daba cuenta porque él no perdió
El señor tenía su siembra de frijol en su memoria. Lo protegía su santo que
un cerro. Un día le dijo a su hija que él llevaba y también tenía un cabo de
vaya a majar sus frijoles, porque esta- vela y una cajita de cerillos.
ba subiendo la nube y pensaba que Ese demonio terminó de comer y
iba a llover. Pero la muchacha tenía su le dijo a esa mujer que le buscara su
amante y se pusieron de acuerdo en piojo. Su hermanito tenía mucho
que lo iba a ver en su frijolar. Esa mujer miedo, porque veía que lo que su
llevó a su hermanito y también llevó hermana sacaba era gusano.
una guajolota para preparar su comi- El niño le dijo a su hermana que se
da. Y se fueron. Majaron bastante frijol estaba volviendo loca, porque ese
y en la tarde no llegaba su amante. hombre no era su hermano. Que el
Le dijo a su hermanito que vaya a piojo que ella mataba con su diente
llamarlo. El niño fue a gritar. Le dijo era gusano. Pero su hermana no
tres veces: le hizo caso. Entonces se
—Vente ya, hermano. oscureció. Su hermana y
Le contestó un monte de viejo en el gigante se fueron a
vez de su hermano, que ya iba a llegar. acostar arriba de un ta-
Al poco rato llegó, y la hermana del panco. El niño no quiso
niño le dio de comer a ese demonio. dormirse con ellos
Pero esa mujer no se daba cuenta, sino que se durmió en
porque era diablo y le hizo que per- el suelo con un
diera la memoria. petate y con
Pensaba que era su marido y le dio una sábana
de comer. Pero a ese demonio toda su blanca.
42
Hacedores de las Palabras

nyi’untsya’müya te yatsipüküsi wü’küna jama y maku yya’me te tsyütsü ka’upü poyuk


nyüjmayaju ke mak wiru’um kyupku’yomo te pujtu wü’kü tsyajmayu jyara. Pero kujktu’Gomo
yatsipü’is mye’tsyü’tsu wükü kyo’su. tsyoku te jyara ja ‘yispüküa kyo’müyu ke
Kyü’aGwa’kpana te ta’nüküsi y te’is nitina’ ji’ yatsipü’e poyuk ki’mu kuarumpoku’yomo te
tsyapye. Te Gka’e tüjküyu süjküna’ka’omo jurü jyara’is nyüjmayu tikoroyamüjtsi mna’tspa
oyu nyajksye te sük. Te yatsipü nü’kü jurü ijtu te jüsi’ka ‘yispüjkü ke jyarate y tsyajmayu ke
süjkünaka syu’ku jurü ijtu te süjkünaka’is tsyütsü ka’u’a. Makwiruyaju kyupku’yomo y
nyüjmayaju wü’küjana pyi’kyaju porke üjtsi myo’tsyaju tü’kü’oya mye’tsyaju kutsyima y
sonera’mpü’tsyü y myajka’yajpat nyüjmayaju makyaju jurü ka’u te ‘yune. Nyümakyaju
üin Gwirümtiri’tsire nüpujtayaju y üjn nwit yawa’une y teGka’e.
würampürire. Y nyüjmayaju wü’kü ma wyeya tsyüjkuse witnti,
Komo nümam nu’k syükünü te yatsipü ki’su te Gka’e na’tsena’tsek oyu wyeje usy’oraküsi
y nyimaGütsyajku y tyükGkapoiu te süjkü naka nuiku te yatsipü. Te pü’nistam nyüjmayaju
y maku. Te Gka’e’is jyü’kü pujtpase’Gomo te wülkü maku jyake küpi y wü’kü jyu’syaju tise
43
Gigantes, duendes y salvajes

El niño dormía. Pero ya como a las doce de El demonio llegó donde estaba la cáscara,
la noche sintió que algo le mojaba su sábana. porque lo olía. Las cáscaras le dijeron que no
El niño encendió un cerillo y agarró su vela. Vio las tocara porque ellas eran muchas y lo iban
que era la sangre de su hermana y escuchó a matar entre todas; que a ellas solamente
una voz que decía que estaba muy sabroso el sus ojos les sacaban, pero sus cuerpos esta-
seno de la mujer. El niño salió corriendo. ban vivos.
Pero como antes los montes, palos, piedras Como ya estaba amaneciendo, el monte
y cáscaras podían hablar, entonces el niño les de viejo se enojó. Solamente las aplastó. Tiró
decía que no lo acusen con el demonio y que las cáscaras y se fue.
le dijeran que ya se había regresado para su Entonces el niño esperó hasta que saliera
comunidad. el sol y de ahí salió él. Solamente fue a ver a
El demonio lo empezó a perseguir para su hermana, que ya estaba muerta. Salió co-
comérselo. Preguntaba con los montes si lo rriendo para venir a avisarle a su papá. Pero
habían visto, pero los montes no le decían en medio camino lo topó. El niño se confun-
nada. Lo que hizo el niño: entró en medio de dió. Pensó que era el demonio y subió hasta
la cáscara de frijol que lo habían majado. arriba de un palo de guarumbo.
44
Hacedores de las Palabras

ijtyaju te tü’kü’oyeramis kyopak, te kutsyima yyapyaju’aGkü, y


te’se tsyi’yaj pa’ina te yawa’une wü’kü kyo’su te yatsipa’is jyajku
müitsyüki te küpi ijtü’ka mü’tsyüki te küpi yajk ja’püyaju juktüjk y
tyojksyaju nü’ nyüjmayaju te yatsipü makat mo’ksjaye te mkoso y
mkü wü’küt mju’sjayu te mwajy.
Myo’ksyaju’ka tyüktüjküyaju jura nü tyojksü te nü wü’kü kya’u.
Jüsikam nuiki tumü yomo myamare’na. Oyu kye’je te ‘yune’is
kyütsus.
Te’ koroyante yüti ja’irü’a te yatsipü ijtupü’is s’yijs y nyü’pin yüti
sawari’nte tsüjkna’tsopya.
Nyüpujtayaju’aGkü te kyütsus, jurü küru yü’sepüti kyojtayaju
n’güyi movak y te kupkupyü’nistam nyüjmayaju ‘yore tsame’omo
“pestüküsi” yü’ü nümpapüre wa’kü te ntsa’maGwajku
kyojtjayajumü kojsuyi te yatsipü wü’kü yyajka’yaju.
45
Gigantes, duendes y salvajes

Su papá le dijo que por qué le tenía miedo. Después, poco


a poco, lo reconoció que era su papá. Luego le dijo que su
hermana ya estaba muerta.
Regresó con el niño otra vez para su comunidad y buscó
las personas que eran brujos. Consiguieron jícaras y se fueron
donde tenía su troja el señor; o sea, donde murió su hija. Tam-
bién llevaron un niño tiernito y también al niño.
Entonces le dijeron que fuera a llamar, como la primera
vez. El niño, con mucho miedo, lo fue a llamar. Al poco ratito
se apareció el demonio. Los señores le dijeron que fuera a cortar
leña, que lo iban a rasurar como la cabeza de los brujos —por la
jícara que ellos tenían puesta. Y que así le iban a dar un niño para
que se lo coma.
El demonio fue a cortar bastante leña. Una vez que ya te-
nían mucha leña hicieron fuego y comenzaron a hervir agua.
Le dijeron al monte de viejo que le iban a amarrar su pie y su
mano para que lo rasuraran. Lo amarraron y lo tiraron en agua
hirviendo para que muriera.
Pero en eso llegó una señora, que era su mamá. Les vino a
pedir la uña de su hijo, y se oyó.
Es por esa razón que ya no existe el demonio en cuerpo sino
sólo en viento, para espantar. Porque todavía le sacaron la uña.
Donde sucedió este caso lo nombraron Movac y los habi-
tantes le nombran en su lengua materna pestüküsi. Esto signi-
fica “un lugar donde le pusieron una trampa al monte de viejo
para matarlo”.
46
Hacedores de las Palabras

Jamëk tu’uk ja’ay, japëjk nyik’xy mäja


Ja’ay jëts mët ja paja’ayë
Mixe alto
jëts onts tixpajt tu’uk pajaay jam tyënë
kyamën. Jai’t më’itotjake, jam itotpy ta taonëmë:
jam tu’uk muts tëk kë’j ja’ taja’aj, te –Pïn...pïn jam tsënaypë, tyneet tu’uyt.
jëna’në: Tapojë tkapijk ja tiun, ja’ pajaja’y pu’të
–Ya nemajanë, jëts atëjk nëxyja’në. ots nïxy, ta ja jaay ja tkoj ots mëoojk,
Pojë nëko’jë natumty mit ja’tiunë, më japy ots jap jakäaypy tyanë metïpy ots
kots ots tix pat tu’uk kupak ta tkonï’jk tajympy jüjk.
47
Gigantes, duendes y salvajes

Había una persona que iba al cam-

La persona y el salvaje
—¿Quién... quién está sentado
po. El lugar era un bosque. En ese ahí? Ahorita verá.
lugar había una casita pero no era de Luego el señor alzó su rifle, el sal-
él. Dijo: vaje se fue casi trotando, trotando. El
—Aquí voy a dormir, mientras me señor se volvió a dormir, pero en la
voy. sábana había quedado algo, lo cual
Luego ya se acostó solito con su ri- hizo que la persona se convirtiera en
fle. Como a media noche se descubrió salvaje y así se volvió un animal.
la cabeza y la levantó y vio que estaba
un salvaje sentado y luego le dijo:
48
Hacedores de las Palabras

Panok se tajkogaj bak gui ilwitiayaj


Chilobo yaj guiba’ nekti
Náhuatl
tambor, iga ma gui ba’ miktijtoijkon
totajtzimej. Mayordomoj de ilwik gui tejamej tik gaguijtotij i “tan, tan”
chaltij matlak tajtagamej iga ma gui jintambor.
temuiligan nexti, lga ma gui guixtiligan Axto iga ma maguigan pan ba’yoj, gui
i xepojyo lga gui chatij velaj yaj gui ijlijkej ba’ chogotzin, yaj ate ni tejte ma
nequitij pan ilwik. ta tzotzona yojyolik, wan yan tejte gui
Guiskej matlak tajtagamej ta temotoj mojmatia, ma- ta tzotzona “resioj”.
axto ma guisagan gui noskej ak ta Matlak tajtagamej yajguej ta temotoj
yaganati, lga ma teguipanogan nochi. wan in “herramientaj” wan in “armaj”.
Yaj tayaganaya i toga gak ka Julian Nochimej nemi teguipanuayaj, ba’k gui
wan gui wiaya i piltzin yaj gui piaya gaguiguej tatzotzon aya ba’ chogotzin
chikyei xiwik. Asiguej i texko ba’yoj wan resioj, guen tejte gui mojmotiaya.
gui masojkej ome i tegon miniawa yaj Julian guin ijlij, yaj igual nemiaj:
ate onoyaj wejka. Tiawej ti guitatij, te guichij ba’
Tagak Julian guin ijlij ma gui temegan choyotzin, tes tej notza. Mo be’paguej
insejselti ba’yoj wey wan wel ti mo gan onoya ba’ chogotzin wan gui
polwaj. Nia nik gajtiati nigaj no piltzin. techojquej ajko se ba’wik chogatok. I
Iga ma tej palewi, tiawej tik gawilitij jin taj gui tajtanij, te guichij tes tzajtzia.
49
Gigantes, duendes y salvajes

Sucedió un día, cuando se celebra-

El salvaje comedor de miel


—La montaña es grande y nos po-
ba la fiesta de los Santos. El mayor- demos perder. Voy a dejar aquí a mi
domo de la fiesta encargó a diez hijo. Para que nos ayude, le vamos a
señores que le buscaran miel de abe- dejar un tambor para que lo esté to-
ja, para sacarle la cera y hacer las ve- cando, así nosotros escucharemos el
las que se iban a utilizar en la fiesta. “tan, tan” del tambor.
Salieron los diez señores a traer el Antes de meterse más al monte, le
encargo y antes de salir nombraron al dijeron al niño que si no hubiera peli-
que dirigiría, para trabajar todos de gro tocara más lento y si veía algún
acuerdo. peligro, tocara más rápidamente.
El que dirigía se llamaba Julián y Los diez señores se fueron a su en-
llevaba a su hijo de ocho años. Llega- cargo con sus herramientas y sus ar-
ron a la orilla de la montaña y empe- mas. Estaban trabajando todos
zaron a castrar dos enjambres que tranquilos, cuando escucharon el
encontraron allí cerca. tambor tocando peligro. Julián les
El señor Julián, para seguir su dijo a sus compañeros:
encargo, les dijo a los otros que se —Vamos a ver qué le ocurre al
separaran. niño, por qué avisa.
50
Hacedores de las Palabras

Walaj se weyanial, guen se- tagak pajpochontik Tayuaya, gui gakjej, guen tijtibi’nik tiroj gan
pan nochi i gailo. Nej ijlij ma ni temo pan yejamej nemi gochaj. Bak tanesik, isasan, gui ijlij
ba’wik, iga nej chichitiasguia. Nej ate ni temok itaj i piltzin.
wan jon “animal” be’siwik. Gui toloj se san biaj Tiawej tik itatij wan yaj ti nemiaj, guen
nekti, yaj an gui gajtejkej wan nej ijlij iga walati panoguej tayua. Guin techojkej nochi
sej iga amejamej. Tajtagamej gui gak kej wan miktojtoyaj, guin techojkej in tzontegonsan,
guijtojkeg: nowian wejwestoya wan se ojti de estigan guin
Tejamej ti matlakmej, tik wajliaj riflejmej, tiawej sasagak chilobowej.
tik chatij, ma mo be’pa iga ma ti guitagan te Tagak wan i piltzin yajkej gui notzatij “palej” iga
animal jon. Ba’ chogotzin gui ijliaya itaj amo ma ma guin itati gan onoyaj. Gui wiaguej se
gawigan onpa iga guin ba’skia jon animal, gui wewejtzin gagaltik de nekti wan gui majkajkej i
ba’k ijlij ba’ chogotzin itaj, wan guiskej pan jon yijtik i xapoyo. Ba’k gui itaguej iga nemi
ba’ yoj. guisayaya chilobowej win gui pajpalwaya ba’
wewejtin iga gagaltik gak ka iga nekti.
Gui magaguej wenos ba’wik, wan gui ba’k
magaguej iga mik.
Jon palej yaj nemia inwan gui motak abenditaj
wan gui tajtan totajtzimej, amo ma ono chilobo
wan poliwik chilobowej.
51
Gigantes, duendes y salvajes

Regresaron donde estaba el niño ban pasando la noche. Al otro día,


con su tambor y lo hallaron arriba de muy de mañana, el papá le dijo a su
un árbol, llorando. Su papá le pregun- hijo:
tó qué le pasaba, por qué lloraba. —Vamos a ver a nuestros compa-
—Es que vino un animal grande, ñeros, cómo les fue en la noche.
con forma de persona, con muchos Todos los compañeros estaban
pelos en todo el cuerpo. Me dijo muertos, solamente aparecieron las
que me bajara del árbol, que me iba cabezas por varias partes y un camino
a dar de mamar. Yo no bajé y el ani- de sangre por donde los acarreó el
mal se enfureció. Se tragó de un gran salvaje.
solo jalón la miel que dejaron y dijo El señor y su hijo fueron a llamar al
que luego volvería por ustedes. sacerdote para que fuera a ver
Los señores escucharon y por fin el lugar. Llevaron a un an-
dijeron: ciano embarrado de miel
—Somos diez, traemos rifles y esco- y lo soltaron dentro de la
petas, vamos a esperar que regrese cueva. Cuando vieron
para ver qué animal es. que ya venía saliendo el ani-
Mientras tanto, el niño le rogaba a mal, lamiendo al anciano,
su papá que no se quedaran allí por- porque estaba embarrado
que el animal se los iba a comer. Tan- de miel.
to insistió que logró convencer a su Le dieron de palos
papá y se salieron del monte. hasta que se murió.
Horas más tarde se escucharon va- Y el sacerdote bendijo la tierra y
rios disparos de rifle y de escopeta el gran salvaje desapareció.
hasta donde el niño y su papá esta-
52
Hacedores de las Palabras

Uejkauj tel miak xiuit nemia se siuat


Se sanil Xiuan Oso
Náhuatl
tateuiaya kikixti ne itokay de
uan ontapakaya kampa se ueyat uan se tamachtiloya kema ki uikak tiopixkat
tonal yajki tapakato kualkanpa uan kemej hicham uan pehuay ki tekitiltia meuak
tapaktoya kikitskito se oso uan kiuikak uan kitak ijkatok ixteno ki oloch makiski
asta nichan kampa se tekal uan no uan peuak ki kuetaxuia ika se kuetax
monotsa kueva. Uan ompa kikaltsakuato uan ki tatoltia ne teyoni. ¿Keye hay ti
ne siuat uan amo kikauak maj kisa ompa nech kuemoloua kampa ni kochtok?
tekipanojtoya uejkauak keman kisaya ne Tanankilia ne teyoni ne amo ni teyoni
oso kitentsakuaya ika se tet ueyi para amo tanej ni taltikpak takat sayo ni mikik yo
kisas ne siuat uan nejkok tonalmej ne kemañan uan nikpia seki tomi taltoktok
siuat kipiak se konet uan. Okichpil peuak uan amo uel niouj iluikak xinech
mo machikaua se tonal mopaleuijkej kajkaua semi ti machikauak kitoua
kitopeujkej yon tet te in ikakinin Xiuan Oso. Nimits kajkauas uan xinech
tentsakteuaya ne oso ne okichpil uan maktili kanij tikpia in tomi. Kinextili
kema kiskej uan yajki ikalitik ne kani yetok huan kipaleui ki ichkuakej
siuat uan kinekik kitemolis ytokay para mo uan kema kinin tamamalti ome
auis uan kiluito tiopixkat uanye no nimaj tapialmej de nochi tomi kemaj ualeuj
kinekik nimantsi ki auis yejuk kitokayti ejkok ne kampa tiapixkat kinin ualki
Xiuan Oso uan kema kikalaki ome tamamalmej de tomi os ne
kaltamachtiloya uan ikuak yajki tiopixkat yolpoliuia keniuj kitapouitekok
tamachtiloya peuak miak tama kichiuiliaya amo uejkauak kitita maj kojkouiti se
ni pipilikniuan kemej xiuan semi kuauta kampa nemi tekuani ompa sepa
machikauak no peuak kininmaga ijkon yajki ki kuiteuaj se tapial uan se
kinin ixtayoualtiaya ika se maitsa uan se kuautejtekiloni uan ki tapanas in
tamachtike ki takaualtiaya ma amo kin kuahuit yakj se tatajko
magauk no ki magak se mait uan koujta uan ki kaujteu uejka ni tapial
ixtayouak satepan, ne Xiuan Oso. Semi uan kitskej ne tekuani uan kuinkuajkej.
53
Gigantes, duendes y salvajes

Hace muchos años vivía una mujer que

El cuento de Juan Oso


Su padrino lo sacó de la escuela y se lo
lavaba en el río. Un día se fue a lavar muy llevó a su casa. Comenzó a darle trabajo.
temprano. Cuando estaba lavando se le Donde estaba durmiendo se le apareció
acercó un oso, la atrapó y se la llevó hasta un ángel parado, Juan Oso lo agarró de
su cueva. las manos y le pegó fuertemente. Le pre-
Y allí quedó la mujer, ya no la dejó salir. guntó:
Le daba de comer y cuando el oso salía de —¿Por qué me andas molestando
la cueva la encerraba con una piedra enor- cuando estoy durmiendo?
me para que la mujer no pudiera salir. —Soy un ángel y tengo mucho dinero
Llegó el día en que la mujer tuvo un enterrado. No puedo irme al cielo. Suélta-
hijo. Fue un varón y creció fuerte. me, porque tienes las manos muy fuertes.
Después tiró la piedra que cerraba la —Te soltaré si me das el dinero que
cueva y así pudieron salir la mujer y el osi- tienes enterrado —le dijo Juan Oso.
to. Llegaron hasta casa de la familia. Le enseñó dónde lo tenía y le ayudó a
La mamá del osito pensó en buscarle un sacar el dinero. Cargaron el dinero en dos
padrino para que lo bautizara y le fue a de- caballos. Cuando el sacerdote lo vio con
cir al sacerdote. Aceptó de inmediato y le una carga de dinero, se emocionó mucho
puso el nombre de Juan Oso. Cuando el y quiso acabar con él. Entonces le dijo:
niño entró a la escuela recibió muchas bur- —Vete al monte a traer leña.
las los primeros días, sus compañeros le Pero en el monte había un tigre enor-
pegaban. me que se comía a todas las personas que
Como Juan Oso tenía manos muy pasaban por allí. Juan Oso, armado con
fuertes, les pegaba y los niños se desma- su hacha y con su burro, se metió en el
yaban con un solo golpe. El maestro le monte. Al llegar, Juan Oso dejó el burro
llamó la atención, pero Juan Oso también amarrado y comenzó a cortar leña. Y cuan-
le dio un golpe y también el maestro se do Juan Oso se alejó del burro, el tigre
desmayó. llegó y se lo comió.
54
Hacedores de las Palabras
So’o nduko chaneke
Cuicateco

A’ma cuv’i ne, ama so’o jidis ne’es ka’nus ú kukaba ama to’o
kuidadW s’ba’tû, lunchi, itinru iti chi yaba.
gue’ti yu’ni, mum’nes chi cho’o so’o me So’o me kandi’ku na yut jo’os ama
kues kuindí chi’kunus moo ño’o indee m’chete chata me k’ai tundos m’chete
me komo a ndí kúnus chi jidis kuidadu me chingoos sku’us nduku chaneke per
iti ñeesa ki’adus ama ratu tochi nasku’o ama mchetasu k’oos bii me ndí mi ko-o
ñees chinbees chi ko’o so’ome jo’os: tií chaneke me ngüa tes to’os kuchiyum
—Amigu so’o, amigu so’o did favor did tama chaneke jo’os dendios nadi’baidi
cud’ned ú. chi did salbar.
So’o me ko’os kue’es ndichis do’o chi A cho’o nde iyu me so’o chi di salbar
ame tos ndos na chi aa so’o me di’ya chaneke chtas me kandó chaneke
tabis chi kate ubi chaneke jo’obiis ama dijikus soo’m dis chi’kus ama te dee
so’o ndas ama kuchiyú cha’ta me so’o nanda jutu me so’o me ndub ndas mi
chi ngüa nda deba ne so’o mi stati aas chinm so’o me nduku chaneke nda
me joos: ndikus nduku bii me dama ba’a kane
—Amigu, did cud’ned ú kate mbiñero k’u ndubchees.
55
Gigantes, duendes y salvajes

Había una vez un hombre que esta-

El hombre y los chaneques


—Amigo, ayúdame por favor, por-
ba cuidando sus chivos, borregos y que este compañero me quiere ma-
bueyes. Los animales comían y co- tar por una hermosa mujer.
mían pasto mientras el pobrecito El hombre llevaba cargando en la
hombre, como estaba tan cansado cintura un machete grande y afilado.
de tanto cuidar a sus animales, se Desenfundó el machete y le tumbó
durmió un buen rato. Al despertar es- la cabeza. El duende rodó por el
cuchó una voz que le decía: suelo sin soltar su cuchillo. El otro
­—Amigo hombre, amigo hombre, duende le dio las gracias al hombre
¡ayúdame, por favor! por haberlo salvado.
El hombre, desesperado por los El hombre corrió a ver a sus ani-
gritos, corrió hasta donde se escu- males y los llevó a su casa.
chaba la voz y al llegar al lugar de Después de varios meses el hom-
donde salía la terrible voz, muy gran- bre se enfermó y de inmediato se
de fue su sorpresa porque vio dos apareció el duende. Para curarlo le
duendes que se estaban peleando. preparó un té de cempasúchil y el
Uno de ellos traía un cuchillo muy hombre quedó curado.
grande, y el que no traía nada era el De ahí en adelante el duende y el
que estaba llamando al hombre y le hombre fueron grandes amigos y vi-
decía: vieron juntos.
56
Hacedores de las Palabras

Se tonal se ayotochin nemiaj uan


Ayotochin tanaualuil
Náhuatl
sepa tanestiaya uan in tochintsin sepa
tachkuaya itech intal uan mo ajsik iuan mo ixpatak de okixpilkonet uan sepa
se koutajkoyot uan ki tokatikisak uan mo nentoya ki temoaya toni kikuas uan yajki
kalaki itech se koyak uan in koujtakoyot uejka uan kitak se kali uan tech nejon
no mo kalakij uan in ayotochin mo kali yetoya se tato tein amo notsaya
tatij taikan de se tet uan kitak que nijin Jose uan yejua kochtoya uan kakij ke ta
koujtajkoyot mo ixpatak de se siuatl uajuijke uan kisak para kitas akoni katka
de tsenti ueyak ika istimej ueyakej uan kitak se okixpilkonet uan ki tajtanik
uan de ompa ki temoj in ayotochin toni tikchiua nikan uan in okixpil kijto
keman ki ajsik i tochinsin uiuiyokayaj niktemoua toni nikuas, in okixpil kalaki
de mojkayotl entonces kitak ke amo uan kitekili seki emol uan kitalili seki
katka siuatl de melau takatka se nahual taxkalmej in okixpil konet takuaj keman
uan ki ixpatak in tochintsin tech se katka keme nauihora kijto niouak in tato
okixpilkunet uan kiluij maj youiaj uan in ki tajtani kani mochan in okixpil kijto nej
okixpilkonet yajki memiaj tex in kouiaj ninemik tex in koujta uan in tato peuaj
kuajtinemiaj tsapomej tejkoyaj tex in ueuetskaj kijto in okixpil nioujya uan
koumej keman tiotakik uan peuaya tsikuinteuak para in kouta uan katkaya
tayouatia in okixpilkonet no ixpatak kemej makuil hora tiotak uan tayouatoya
sepa de ayotochin uan kitemoto toni uan in okixpil mo ixpataka de ayotochin
kikuas, tatemojtoya uan kiajsik seki uan nejnemik itech se ojti uan kakik kaj
talkauamej uan kikua de ompa ejkoj tech tojtoya tech se achikual uan katka seki
se kali uan ompa tokotsetoya itech se konemej de tsoyekauil uan tekomej pero
tet uan kitak ome itskuimej tel uejueyi katka tsikitsiksin entonses mo tak uan
uan sepa ki tokasikiske asta kajsik se kin tajtani ¿akoni namejuan? tejuan seki
koyok uan in itskuimej amo ueli kixtijke ti tochimej pero se siuat de tseti ueyakas
porkein tochintsin taxkuak asta kampa kin kitskij uan kin ixpatak de masakamej
kisak tech se koyok uan kisak uan uan ompa kikina katoyaj ni uan de ompa
57
Gigantes, duendes y salvajes

Un día un armadillo andaba rascan-

El armadillo embrujado
salió. Ya estaba amaneciendo y el ar-
do la tierra y que se encuentra un co- madillo otra vez se convirtió en niño y
yote que lo fue correteando hasta otra vez ahí anduvo.
una cueva y allí se metió y el coyote Después se fue lejos y vio una casa.
también se metió. Ahí en esa casa estaba un señor que se
El armadillo se escondió debajo de llamaba José y él estaba durmiendo
una piedra y vio que el coyote se vol- cuando oyó ladrar su perro. Salió a ver
vió una señora de pelo largo y uñas quién era y vio a un niño. Le dijo:
largas. Buscó al armadillo y lo encon- —¿Qué haces aquí, niño?
tró. Temblaba, porque tenía miedo, y Y dijo el niño:
vio que no era señora, era una bruja. —Ando buscando qué comer.
Al armadillo lo convirtió en un niño. Dijo el señor:
Entonces le dijo que se fuera. El niño —Entra, yo te voy a dar de comer.
se fue. Anduvo por los montes co- El niño entró y le sirvieron unos frijo-
miendo zapotes. Se subía en los ár- les y le puso las tortillas. El niño comió
boles. y ahí estuvo platicando con el señor.
Llegó la noche y el niño se volvió otra Después, ya eran como las cuatro, dijo
vez armadillo y se fue a buscar de co- el niño:
mer. Encontró unas lombrices y se las —Ya me tengo que ir.
comió. Entonces llegó cerca de una El señor preguntó:
casa, y allí estaba sentado en una pie- —¿Adónde vives?
dra, cuando de pronto vio a dos pe- —Yo vivo en el monte —y el señor
rros grandotes, ¡y que lo van se empezó a reír. Dijo el niño:
correteando! Llegó a un hoyo y allí se —Ya me voy.
metió. Los perros no lo pudieron sa- Y se fue corriendo para el monte. Ya
car, porque el armadillo se fue escar- eran como las cinco de la tarde, ya esta-
bando hasta que llegó a un agujero y ba oscureciendo. Entonces el niño se
58
Hacedores de las Palabras

in ayotochin uan masakamej mo nauatijke in katkaya kemej chikueyi hora tiotak uan in okixpil
tochinsin yajki tech se atauit uan masakamej tex mo ixpatak de ayotochin mo kalaki tech se kok
se koulaj in tochin kin ajsik seki tsapomej mamey uan ompa menia taltampon, kisato tech se koyok
uan kinkua de ompa yajki uan kochik itampa keyoui asta taikik uan amo oeh kisayaj uan ejkoj
de se kukit nojse tonal ijsak mo ixpataka tech se takuatsin uan kipaleui kisak kiluij maj mo kitski
se okixpil meuak uan peuak nejnemik yoliktsin de ni kuitapil uan ki kixti de ompa yajki moichan
uan ajsik tech in kali den tato kekitamakak in de takuatsin uan kichijchiuke se yolpakilis uan
tato kitajtani ken ti monotsa in okixpil kijto ni no chin mo uintijke uan de ompa in ayotochin
monotsa Pedro in okixpil kikajka yajuak porke kijtu niouak uan yajki, keman kisak nasika yayaj
amo monotsaya ijkui porke katka se tochin i de uan amo uelik moketsak, in ayotochin teluintiaya
ompa in tato uan okixpil mo tajpalojke in tato uan kochik asta ke ixpetanik uan yajki kuato
kuikaya se tasotson uan tatsotsontiaya asta ajsike tsapameja de ompa ejko se chechelot uan
tex se atauit uan mutalijke itato yolpakiaya uan kitajtani ¿toni tik chiua?
tayouatoyayaj uan in okixpil yajk tech se atauit
59
Gigantes, duendes y salvajes

convirtió en armadillo y se fue caminando des- —Vamos a pasear —y se fueron.


pacio por un camino. El señor llevaba una guitarra e iban can-
De pronto, oyó que estaban platicando tando, hasta que llegaron a una barranca y se
cerca de un achicuale y eran unos duendes sentaron. El señor estaba cantando y ya se es-
de sombrero y botines, pero eran chaparros. taba oscureciendo. El niño dijo:
Se acercó y les preguntó quiénes eran y ellos —Ya me tengo que ir.
dijeron que eran unos conejos, pero que El niño se fue por la barranca y ya eran
una señora con cabello largo los agarró y los como las ocho de la noche. El niño se volvió
convirtió en duendes y ahí estuvo platicando armadillo, se metió por un hoyo y ahí andaba
con ellos. Después el armadillo y los duendes debajo de la tierra. Que va a dar hasta una
se despidieron y cada uno se fue por su cami- cima y no podía salir. Que llega un tlacuache
no. El armadillo se fue por una barranca y los y que lo ayuda a salir. Le dijo que se agarrara
duendes se fueron por el monte. El armadillo de su cola y sacaron al armadillo. Le dio las
se encontró unos zapotes y mamey y se los co- gracias. El tlacuache dijo:
mió. Después se fue y se durmió debajo de un —Vamos a mi casa.
árbol. El armadillo dijo que sí. Entonces se fue-
Al otro día despertó ya convertido en niño. ron. Llegaron a la casa del tlacuache, hicieron
Se paró y se fue caminando despacio y llegó una fiesta y todos los animales se emborra-
a la casa del señor que le dio de comer y ahí charon. El armadillo dijo:
estuvo platicando. Dijo el señor: —Yo me voy.
­—¿Cómo te llamas?
El niño dijo:
—Me llamo Pedro.
Pero así no se llamaba, porque era un
armadillo. Entonces el señor dijo:
60
Hacedores de las Palabras

In ayotochin, kijto nikuajtoj se tsapot, kilui, itech koujta, uan keye amotimokauanikan amo
nechmaka se, uan kuajke de amakoil, de tik pia motajtajuan, ni mitsiliti tenmelau, nej seni
ompa monauatijke uan ayotochin yajki peua ayotochin, pero ni siuat tsoueyak nech ixpatak
tanesiayayaj uan mo ixpatak de okixpil mo ajsik de se okixpil, nej amo nikuelita ijkon, nej nikneki
iuan se siuat tajtani toni tik chiua tel kualkan, sepo ni yeski se ayotochin, tejua amo uel tinech
kitajpalo uan, kiluij tiouij nochan, onkok se paleuis, kema, ekinsin kitati, in tato kitatij seki
xolpakilis, no suapil kimaxtia kaxtol xiumeji xiujmej uan seki ajos, in okixpil sepa moixpatak
yajke uan keman ajsike on kaya takualis uan de ayotochin, satepan kitasojkamatili uan
auardiente, in okixpil kelnamik kenojon imostika telyolpakikyajki.
taikaya uan mouintik, takan sepa nech uintiaj, in Nijin sanil nechtapoui se tato den monotsa
okixpil kisteuak uan yaski ichan de se tato, Francisco tenkipia eyipoal uan chikuasen xiujmej.
yejua kitajtani ¿amo titakuasneki? Kema, in tato
kitajtani ¿kani mochan? Yejua kijto nejninemi
61
Gigantes, duendes y salvajes

Entonces el armadillo se fue caminando tomar?” Entonces el niño se salió de escondi-


de lado y que se cae. No se pudo parar por- das y se fue a ver al otro señor, y dijo:
que ya estaba borracho. Ahí estuvo durmien- —¿No quieres comer? —le dijo al niño.
do hasta que se le bajó la borrachera y se fue —Sí.
a comer zapotes. Llegó una ardilla y le dijo: Entonces comieron y el señor preguntó:
—¿Qué cosa haces? —¿De dónde eres?
— Estoy comiendo zapotes, ¿no quieres —Soy del monte.
uno? —¿Y por qué vives allí? ¿No tienes papás?
—Sí, a ver dámelo —y se lo dio. —No tengo.
Se comieron de a cinco zapotes y allí estu- —¿Y por qué no tienes?
vieron platicando. Dijo el armadillo: —Porque me dejaron mis papás.
—Ya me tengo que ir —el armadillo se fue. —¿Por qué no te quedas aquí?
Ya estaba amaneciendo y el armadillo se —No puedo, te voy a contar la verdad: yo
convirtió en niño. Se fue. Se encontró a una soy un armadillo, pero una señora de pelo lar-
señora que le dijo: go me convirtió en niño. Ya no quiero estar
—¿Qué haces tan temprano? así, yo quiero ser un armadillo. Tú no me pue-
Dijo el niño: des volver como soy.
—Ando paseando —y se saludaron. Dijo —Sí, ahorita verás.
la señora: Entonces el señor quemó unas hojas y
—Vamos a mi casa. Hay una fiesta, mi hija unos ajos y el niño se volvió armadillo. Enton-
cumple quince años. ces el armadillo se fue y le dio las gracias. Y
Entonces se fueron los dos a la casa. Lle- aquí se termina el cuento del armadillo em-
garon y había pastel y comida; también había brujado.
bebidas. Me lo contó un señor que se llama Francis-
El niño recordó que la otra noche había to- co Rodríguez, de Octimaxal Norte. Él tiene
mado. “¿Y qué tal si aquí también me dan de sesenta y seis años.
62
Hacedores de las Palabras

Xwilkolh jakgpuskatnin chu


Wantu wanikan taskoyot
Totonaco
lakpuskatnin sitsekolh
lakchixwin ntixtapalajkoy taskoyot mak chakolh
xwanko chu aktum kgilhtamku mpaxnikaka pur
nchatum mposka titamkaktilh xtantun tatlawakolh xakiwi chu
chu anta wililh kputaknun, chu mimpalkgolh nchu chu
menkolh akwitinin wakolh pero tsukukolh liki
chu lakpalekolh chu akxninchu milh wa lhxenkol chu tsukgukgolh
mpuskat akxilhi mpi xlak palekgonit tasakgor chu wankgolh tuxuwn narma
chu mpuskat chu nta tiwililh xtantun nkinka lawleganan chu nkin
chixku maski luxchi xiy chu akxni ncho tunawayaw chu ankolh kxchikkan per
nchilh kxchik tawi nitayalh kguluks akxninchu ntsiswampa ampalkolh purki
tawi chu ni tayalh chu nkum kgatutsu aktum kchiki anta ntani xkilkoy.
xwi kxwati kga kguluks tawi chu akxni Xwinchatum nkaws xtaltlat chu wa
xkimuma, xchu ka tsujtsu tsuutsu xama xkiktla janumakolh chu wa xtlatkan
chu wa nchu mpuskat wa nkaws xwanko tuna tlawniyaw chu
kgakgimapasini nkinkapen niktay putun xtlatwa naklakan xtata nakan nkatskin
chu wa nchixku kgalhtinalh tuxuwn ni ntu lani nkinkaws chu ahl ktepango
la ya putn alak katsana chu mpuskat purki anta xwilcha xtata nkaws chu
wa klakkatsama chu alistalh makl akxnincholh wa kmiman lak aminan wa
takskampi niwa xtantun chu wanika klilakmiman wa nkinkaws ni tatlani ay
wani litay putna mpi niwa mintantun kililalh kpulikuchu tatlani chu wa xtata
ntu nkalhita chu wanika napina nkaws wa natatlani kgaman kuenta
kalepaliya mintantun puyki lixkan kgatlawatit nitinir wa chu timpalchata
ntasiyu nkum niwa mintantun chu akxninchu nchilh wa nchixku ihtatalh
akxninchu ntsiswalh ampalkolh chu ay mimpalkolh ntaskayt chu kum
akxnintani xchanko xkaxtl wakan akxilh kgolh mpini xtatlanima ampa
mpaxnikaka chu paksxwako chu wa ktepango akxnjnchu nchalh wa
63
Gigantes, duendes y salvajes

Había una vez unos señores y seño-

Los duendes que querían un niño


—No te quieres parar porque no
ras que se convertían en duendes. son tus pies los que tienes.
Una vez una señora se quitó los pies y La señora ya no dijo nada. Luego
los puso en el camposanto. Luego vi- le dijo:
nieron unos locos y los cambiaron. —Vas a ir a cambiar tus pies, por-
Cuando regresó vio que sus pies los que se ve feo que no son tus pies.
habían cambiado. Los que estaban Cuando se oscureció se fueron otra
eran pies de hombre. Entonces se vez y llegaban a una casa donde esta-
puso los pies de hombre y cuando lle- ban preparando mafafa y todo se lo
gó a su casa se sentó y no se quería comían. Cada día que iban estaban
parar. Como su metate estaba en la preparando mafafa. Entonces las seño-
tierra, no tenía ni piedra. Se puso allí y ras se enojaron y prepararon mafafa,
empezó a moler y no se quería parar pero con su tallo. Luego los duendes
cuando iba a calentar su tortilla. Se iba llegaron y se lo comieron. Cuando em-
sentada y dijo la señora: pezaron a sentir que les ardía su boca
—Ve a prenderle fuego a mi café, empezaron a chillar y luego dijeron:
es que no me quiero parar. —¿Por qué nos hacen esto?, y noso-
El señor contestó: tros ¿qué vamos a comer? —y luego se
—¿Por qué no te quieres parar? fueron a sus casas.
¿Te duelen tus pies? Pero cuando se oscureció se fue-
—Sí —dijo la señora. ron otra vez, porque iban a una casa
Pero no le dolían sus pies. Luego donde el niño estaba enfermo. Cuan-
el señor se dio cuenta de que no eran do llegaban ya estaba dormido. Su
sus pies los que tenía. Dijo el señor: papá dijo:
64
Hacedores de las Palabras

kmimapalan lak aminan eske wa nkinkaw ni


tatlani chu wa xtata nkaws wa nakanacha
nchali o tuxama chu nchixku mimpal chata chu
akninchilh wanilh xpuskat mpinamin chu lichali
wa xtata nkaws mincha chu akxninchu xtata
nkaws xtlawma kpotrero tyakolh laktlanka kiwi
chu anta xwakakolh ntaskoyot chu nkum xlimin
likan talalh ntantum chu makapitsi tsalkolh chu
wa nti ntalka nikaxan purki xkatsani ntani
xtalkganit chu akxninchu nchalh kchiki wa
tixmimakolh ntaskoyot cho ktalalh ntantum
chunchu nkaws mawika nkax lanchu chu arroz
chu tatlanilh alistalh nchu wanchixku ntixta
palajnit titatanoklhli xtata nkaws chu wa ntaj
xwilinikanit tunayma xkintlawnita xkiwlininita
per nitu anan arktatlanilh chu xla xtata nkaws
kalhtinalh tu wxnki wani ya ni ntanoklh waw
chu nchixku wa kit ay xak waka k kiu pero
tunchu xuwn na nkinkatlawa purki xamana
xakamak ar xaklimimaw wa nkaws ay xniputon
pus wa lakaskinai tunchu xawn naxtlaw
putnawa pero wa nkaws tatlanilh.
65
Gigantes, duendes y salvajes

—¿Qué vamos a hacer con nuestro guiente el abuelito se vino de allá.


hijo? —luego su papá del niño dijo: Cuando caminaba en el potrero
—Voy a ir a ver a su abuelito y vio unos árboles grandes y ahí es-
le voy a preguntar qué le pasa a taban los duendes. Como traía rifle
nuestro hijo —y el señor se fue a le pega a uno y los otros se fueron.
Tepango, porque ahí vivía el Pero el otro no podía ir, porque le
abuelito. dolía donde le pegaron. Cuando el
Cuando llegó a Tepango dijo: abuelito llegó a la casa dijo:
—Te vengo a ver. Es que mi hijo no —Ahí vienen unos duendes.
sé que tiene. No se puede, ya lo llevé al Luego al niño le dieron pan y arroz y el
doctor, y no se puede —y el abuelito dijo: niño se curó. Pero una vez el abuelito del niño
—Se va a poder, no más que cúrenlo bien se encontró con el señor al que le había pe-
para que no se muera —y el señor se vino. gado y el señor al que le pegaron dijo:
Cuando llegó se durmió y otra vez llega- —¿Por qué me pagaste? —y el abuelito
ron los duendes. Cuando vieron que no se del niño dijo:
podía, dijo el señor: —Tú me dices dónde nos encontramos.
—Voy a ir a ver otra vez a su abuelito. Y el señor contestó:
Se fue otra vez. Cuando llegó ahí dijo: —Yo soy el que estaba en el árbol. Pero no
—Te vengo a ver otra vez, es que mi hijo no hay problema, ya me curé. Pero, ¿por qué nos
se puede. Y el abuelito dijo: hiciste eso, si ya era el último día que íbamos?
—Voy allá mañana o pasado mañana —y Ya lo íbamos a traer al niño. Ya se iba a morir.
el papá del niño se vino otra vez. Y el abuelito dijo:
Cuando llegó a su casa le contó a su espo- —Pero, ¿por qué querían hacer esto? Pero
sa lo que dijo el abuelito y a la mañana si- el niño se curó.
66
Hacedores de las Palabras
Ixmamatamej
Náhuatl

S e tonal itech se atauit kisaya ixmamatamej ijuak tayohuaya, kuika miake


imimestauij uan ixmamatamej nejnemia keme sekin tokniuan uan mononostioui
uan kuika kemej se miket kitajtamachiua uan se okichpil kinitak ixmamatamej uan
ixmamatamej nejnenke panoke kampa yetoya uan okichpil motali itech se tet uan
mononostiualaya yejuan ualajtoya ompa, uan okichpil de ompa amo tejkitak uan
ne uejka sepa monextijke, nenenke asike tech se talkuajykt uan se tato ompa
kochtoya uan kinekia kuiskaske pero peuak kintetema amo kinekia maj kiuikakan
ompa kimiktijke.
67
Gigantes, duendes y salvajes

Duendes
Había una vez una barranca donde salen duendes en la noche. Llevan mu-
chas lámparas. Los duendes caminan como unas personas. Se aparecen como
un muerto. Llevan lámparas.
Un niño vio los duendes. Vinieron donde está el niño. El niño ahí se sentó
en una piedra. Venían hablando. Ya venían cerca y el niño en donde estaba ya
no vio nada. Ya pasaron de lejos.
Otra vez se aparecieron.
Se fueron caminando, pasaron en la loma y un señor ahí estaba durmien-
do, porque se emborrachó. Y el muerto que traían, ahí lo dejaron. El señor
quería que se lo lleven, pero el señor nada más les pegó con piedra y al se-
ñor lo mataron.
68
Hacedores de las Palabras

Nih mech yis clese wuelta


Nih mech puwilis seh
kamanali tlen no chinanko
Náhuatl inana kitoji wan yaji
panox pan no chinanko. kichikuenito y peste wan
Nih panox kema texmati axkana mokuatoh whuan
yaya setlamaxtijel Oralia se nopah to tlayi tlasentilki
wuelta yaji wuaya seh miyak totlayimej whan kinilki
toawi kitekito humos wan ikonemokuapolki wuatel
wan nopa chinanko kisa hochi kitemote nopah siwuapil
mijatsitsi seh wuelta teyliji nochi tlekiku wuayayah
kiwuikake ni tlamachtijet kil kima kayaya alaxos papaya
wan sampa oxkle kimalke uwual chalchokol awuakal ki
tlamo kuapaskle panox amaki pampa pil yeyektsi shi pampa
matla whan makuilih axkana nopah mijatsitsi kin amoxki
tonatih Virjinia seh tziwua pampa pil yeyextsitsi whan neki
pil tlen tu chinanko kina kewuax totlayimeh whuan kipiyah
wuatige ma tlachikuentini tlatsonekawilotl wueyi whan kiamati
wan peste atlajo waya momujltishe.
ayujuana walki icha kampa Ini panox pan ni chinanko tlen Otatal
kiwualikake mijatsitsi itata seh ejido Ozuluama, Veracruz.
makualanki kampa tekitito Thi mikikuilki wan ximatika
whuan kitlatlaniki kanika tlepanox pan ni chinanko.
istoyah Virjinia whan
69
Gigantes, duendes y salvajes

Les voy a contar un relato que suce-

Duendes sombrerones
El señor reunió a la gente y les ex-
dió en la comunidad. Sucedió cuando plicó el problema y entre todos se
nos daba clase la maestra Oralia. Un pusieron a buscar a la niña. La encon-
día se fue con una señora a cortar hu- traron hasta las doce de la noche y la
mos, pero en ese lugar aparecen los curaron, porque dizque los duendes
duendes y esa vez se se la iban a llevar.
llevaron a la maestra y Después que la
a la señora. Después niña se curó, contó
no se supo cómo re- que los duendes le
gresaron. dieron de comer bien.
Después de que Comía naranjas, gua-
pasó esto, a los quince yabas, papaya, caña y
días mandaron a lavar mandarinas. Y que a
ropa al arroyo a Virgi- ella el lugar a donde la
nia, una niña de la llevaron los duendes
comunidad, y ya no re- le pareció muy bonito,
gresó a su casa por- y que los duendes son
que se la llevaron los duendes. unos hombres bien chiquitos y con
Su papá regresó del trabajo y le un sombrero grande. Les gusta jugar
preguntó a su esposa dónde estaba mucho.
Virginia y la señora le dijo que se ha- Esto sucedió en la comunidad del
bía ido a lavar la ropa, pero que no Otatal, un ejido de Ozuluama, Vera-
había regresado. El señor se enojó cruz, y esto lo escribí para que conoz-
mucho y le pegó a la señora, que es- can mi comunidad.
taba embarazada y se enfermó por la
golpiza que le dio el señor.
70
Hacedores de las Palabras

Ty welt ti ndxey nejua kiets, mdet cuent ty


Mee sú naas
Zapoteco del Sur

welt crool nass.


Shu ti mee ke guikit’ ytalees.
Le ndxey mble yalkab ti mewinde, no nactde
mer me. Meka nac ti mindo’o no le mincloka
muy menka ahsta hiiy.
Tsec gtet xhic tap wits, tap wits ke rkib men
gdxeyka, or wdhalme, nemelona tse rhapme ty
kuay, quiato some, quiek ti ytaS.
Or gdshinime yuR, n kook gsenme.
Kure nkoc axtha 25 caal bkay noviembr 1997.
Casi quietsre katr y keylac tica men, no cobas
naak co mtet men kuent, lona quietsre o
ranchre.
71
Gigantes, duendes y salvajes

Había una vez un señor que fue al pueblo. Me

Chamaquito del camino


contó que en medio del camino había un cha-
maquito. Estaba jugando piedritas. El señor
pensó que era un niño, pero no era cierto.
Era un duende y el duende se llevó al señor
hasta el cerro.
Ya pasaron como cuatro, cuatro días que esta-
ban buscando al señor, cuando lo encontraron. Me
dijo que ya tiene caballo, estaba muy arriba, en una
piedra.
Cuando llegó a su casa, se puso loco.
Esto fue el 25 de noviembre de 1997.
Casi en esta comunidad ya no se
puede andar solo; y esto es todo lo
que me contaron en la comunidad
de Villa de Santiago Xanica, de Mi-
ahuatlán. Hasta luego.
72
Hacedores de las Palabras

Ya yalik te ayix bayel ja’bil ay la sts’i’ul ja’mal


Yajwal te ch’en
Tzeltal

li’ta jcomunal. La xcholbonik te ya snutsi’ te


sts’i’ul ja’mal.
Te najmey bayel ya xchamik-a te kristiano jetik.
Bit’il bayel-a te muk’ul te’etik ya xcholik, te laj
x-och ta te ch’enetik te abij ya laj smak te bin
yas sta je ya laj swe’. Te sts’i’ul ja’ mal. Ya yalik
ta ora inij tey ta ch’enej ya laj ya’iyik awetik,
mayuk mach’a xbajt yu’un tey a’, yu’un k’ax
k’ubul ay yajwal te ch’en.
73
Gigantes, duendes y salvajes

Cuentan que hace muchos años había lobos

Duende de la cueva
aquí en mi comunidad. Me contaron que caza-
ban a los lobos.
Antes morían muchas personas por los lobos.
Como eran puros árboles grandes, dicen que se
metían a las cuevas y allí encerraba lo que se en-
contraba y se lo comía el lobo.
Dicen que ahora en esa cueva se escuchan
gritos, pero nadie se va por allí, porque está muy
hondo y alguno es duende de la cueva.
74
Hacedores de las Palabras

Tii nguiu cayaka yuzee ne tizulu cN guitee, lu


Xhá zijña bandá
roo ne tin nguiu rápa yuzee
Zapoteco del Istmo
guixhi bata’ lucha.
Ne cN yuzee nRcame cayoocN lu sti ladu,
zitRhuini, ma yacN chR camO lu guela horN vi
yN xha xhijna banda rQ ne bichi vi IN camO ne
zO came zitu.
Ne zijña bandN rQo gudxibe nguiu que:
—Xhi cayunu.
—Caya pa ca yuzee di.
—Peru gudidO racN negaiti nR, hueya si de que
se camO chericN. ZacanR amigula.
—Ya —na guiu que.
—Pue chu chi yubi IN camO na zijña bandN roo.
Ne gulube jñe be xha yani nguiu que. Ne gurN
gR didibO neza nR ca gueucN, ca gueucN
zinandaca ne nguiu que biu ra na re’zN zijña
roo. Zijla roo gulee chicote ne gudiñe nguiu ne
gucN be zijña banda rQ nguiu que.
75
Gigantes, duendes y salvajes

Un señor estaba cuidando vacas y empezó

El sombrerote
y el señor de las vacas
a jugar en el pasto, como luchas.
Y las vacas estaban comiendo en otro lu-
gar, lejitos. Ya mero van a entrar a la milpa,
cuando las vio un sombrerote y las espantó y
se fueron lejos.
Y el sombrerote le dijo al señor:
—¿Qué estás haciendo?
—Estoy cuidando las vacas.
—Pero pasé por allí y no hay nada, sólo las
huellas de que se fueron para allá. Seremos
amigos.
—Sí —dijo el señor.
—Pues vamos a buscarlas —dijo el sombre-
rote.
Y echó sus patas sobre la espalda del se-
ñor. Y cuando pasó a donde están los coyo-
tes, los coyotes los seguían y el señor entró a
donde vivía el sombrerote. El sombrerote
sacó su chicote y le pegó al señor. Se hizo
sombrerote el señor.
76
Hacedores de las Palabras

Jun teene alaatí ka’ túul


U tsiik bali ka túul
mejen alux
Maya
meejen aluxo’obé, le maax
kun xookik u yiche tuk’ó leetí
kunu mentu noojoch jalaachí
Uxmal, yeetele le maax má tú
tsi’ikbatke maa teenu meentuba’a
miixbaa.
Juuntúule aluxóo tiaje tiu chíiche ma
tu paajtá u tsi’iikbatik tu laaka.
Kaaj nuuktátí meen u chíichemáa tuklik
tu meen: teech kena meentaba noojoch
jalaachí tí Uxmal.
77
Gigantes, duendes y salvajes

Cuento de dos aluxes


Un día les dijeron a dos aluxes que
aquel que contara todo el fruto que te-
nía un cocoyol sería el rey de Uxmal, y
que el que no lo contara, no sería nada.
Uno de los aluxes dijo que no iba a
contarlos todos y su abuelita dijo:
—Hijo, ni lo pienses, porque tú serás
el rey de Uxmal.
78
Hacedores de las Palabras

In taata kubin tu kool, te’e koolo yaan


K’aay alux k’at
Maya

junp’eel ka’ana muul.


In taata tu bisaj u ts’oon tu pej kunsa te’
ka’ana múulo’.
Ka’ jup páak in taata taata tu yilaj junp’eel
ba’a ku péek te’e tu’ux yaan le ka’ana
múuló ka’ jup chi’ibal in peek’ in peek’ ku
ya’ak beya’:
Prio prio prio pi uaauu
prio prio prio pi uaauu
ku ya’alik in peek’
prio prio prio pi uaauu
ka’ tu ya’alaj ti’ alux k’at
prio prio prio pi uaauu.
79
Gigantes, duendes y salvajes

Mi papá va a la milpa

Canción del duende chaparro,


arux o duende kaa
y en la milpa hay una ruina alta.
Mi papá lleva su escopeta
y la asienta en la alta ruina.
Mi papá comienza
a chapear.
Mi papá vio una cosa
que se movía
en lo alto de la ruina.
Y el perro empezó a ladrar así:
prío, prío, prío, pi huaauu*
prío, prío, prío, pi huaauu.
Dice mi papá:
“le di al duende chaparro
prío, prío, prío, pi huaauu”.

*Manera de hablar de las gallinas


y de los perros, revuelto.
Achicuale Charco de agua con lodo.
Glosario
Castrar enjambres Sacar cera de los enjambres o panales.
Chapear Limpiar la milpa de yerbas, desbrozar.
Cochimonte Ave zancuda de cabeza y cuello negros.
Cocoyol Coquito de aceite.
Desbarañar Desbarrancarse.
Gañote Gaznate, garganta, esófago.
Guarumbo Huarumbo. Planta parecida a la papaya, con frutos no
comestibles.
Humos Fruto silvestre parecido al capulín.
Mafafa Malanga.
Majar Quebrar a golpes.
Pasmarse Sufrir congestión.
Sarteneja Hueco poco hondo donde se acumula el agua.
Tapanco Entrepiso construido sobre un cuarto que no llega a ser
un segundo nivel, sino sólo un lugar para almacenar.
Troja Troje. Lugar donde se almacenan las mazorcas.
81
Gigantes, duendes y salvajes
16 Tumü müja pün 26 An biyal t’ilab a Dhali ani a Bo’
Índice de escritores El hombre grande El arreglador de la sierra
Patricia López Mendoza, Nicómedes Hernández Cruz,
13 años, zoque, San Antonio 12 años, tének, La Yerbabuena,
Acambac, Tecpatán, Chiapas. Aquismón,San Luis Potosí.

18 Tó gigant gaxh ló guiagc 30 Tsikbal t’ann abulo’o


El gigante cerca del río El gigante y sus ayudantes
Rosa Hortensia Gómez Venegas, Rigoberto Alamilla Canul,
10 años, zapoteco de Guevea, 12 años, maya, San Felipe,
La Reforma, Guevea de Humboldt, Felipe Carrillo Puerto,
Oaxaca. Quintana Roo.
Informante: Elder Noé Pino.
20 Jun sk’oplal skawue muk’
Un caballo gigante 36 Peka tzame tza’mapü’nixne’
Jesús López Gómez, Cuento del salvaje
13 años, tzeltal, El Chorro, Marcial Cruz Cruz, 13 años;
Chanal, Chiapas. Alicia Guadalupe Sánchez de la
Cruz, 10 años, zoque, El Paraíso,
22 Tsame komeke te’ tumü San José Chapultenango, Chiapas.
pü’ñoye’is nye
Cuento de un tirador 40 Pestüküsi
Estela Martínez Martínez, El monte de viejo
12 años, zoque, Nicolás Domínguez Cordero,
Viejo Volcán Chichonal, 14 años, zoque, Rivera Movac,
San José Chapultenango, Chiapas. Pichucalco, Chiapas.
46 Ja’ay jëts mët ja paja’ayë 56 Ayotochin tanaualuil
La persona y el salvaje El armadillo embrujado
Fermín Pérez Pérez, Efraín Rivera Olivares,
11 años, mixe alto, Llano Ocotal, 13 años, náhuatl, Octimaxal Norte,
Santo Domingo Tepuxtepec, Cuetzalan, Puebla.
Oaxaca. Informante: Francisco Rodríguez.

48 Chilobo yaj guiba’ nekti 62 Wantu wanikan taskoyot


El salvaje comedor de miel Los duendes que querían un niño
Saula Ángel Martínez, Amador Cruz Vázquez,
12 años, náhuatl, Palma Real, 11 años, totonaco, La Tranca,
Pajapan, Veracruz. Hueytlalpan, Puebla.

52 Se sanil Xiuan Oso 66 Ixmamatamej


El cuento de Juan Oso Duendes
María Paulina Huero Mora, Fermín Méndez Cortés,
13 años, náhuatl, El Tozán, 14 años, náhuatl, Tepetzingo,
Jonotla, Puebla. Cuetzalan, Puebla.

54 So’o nduko chaneke 68 Nih mech puwilis seh kamanali tlen


El hombre y los chaneques no chinanko
Adela Carbajal Carbajal, Duendes sombrerones
9 años, cuicateco, Llano Grande, Irene Ortiz Hernández,
Concepción Pápalo, Oaxaca. 13 años, náhuatl, El Otatal,
Ozuluma, Veracruz.

83
Gigantes, duendes y salvajes
70 Mee sú naas 76 U tsiik bali ka túul mejen alux
Chamaquito del camino Cuento de dos aluxes
Miriam Sulamita Díaz Luis, Wendy Minerva Pech Ucán,
10 años, zapoteco del Sur, 13 años, maya, Chunhuaymil,
Villa Flores, Hopelchén, Campeche.
Santiago Xanica, Oaxaca. Informante: Pedro Pech.

72 Yajwal te ch’en 78 K’aay alux k’at


Duende de la cueva Canción del duende chaparro, arux
Jesús Gómez Hernández, o duende kaa
13 años, tzeltal, Duraznal Santa Fé, Zenaida Alamilla Canul,
Chilón, Chiapas. 11 años, maya, San Felipe,
Felipe Carrillo Puerto,
74 Xhá zijña bandá roo ne tin nguiu Quintana Roo.
rápa yuzee
El sombrerote y el señor de las vacas
Roberto Crispín Peza,
8 años, zapoteco del Istmo,
El Crucero, San Blas Atempa,
Oaxaca.

84
Hacedores de las Palabras
Adela Carbajal Carbajal, Damían Reyes Peralta,
Listado de ilustradores
9 años, cuicateco, Llano Grande, 12 años, zapoteco del Valle,
Concepción Pápalo, Oaxaca. La Magdalena,
San Carlos Yautepec, Oaxaca.
Albina Díaz de la Cruz,
13 años, huichol, El Cora, Ediltrudis Hernández Hernández,
Tepic, Nayarit. 11 años, náhuatl, Huitzilinguito,
Orizatlán, Hidalgo.
Aleja Antonio Hernández,
11 años, náhuatl, Huilotitla I, Elías Ramos Cruz,
Huazalingo, Hidalgo. 12 años, náhuatl, Lindavista
Soledad Atzompa, Veracruz.
Alondra Janeth Arballo Espinoza,
12 años, kiliwa, Arroyo de León, Fabián Castro Esteban,
Ensenada, Baja California. 13 años, tlapaneco, Río Grande,
Acatepec, Guerrero.
Anita Hernández Domínguez,
11 años, tének, El Chical de la Pila, Genoveva Huerta Alvarado,
Ciudad Valles, San Luis Potosí. 11 años, náhuatl, Playa Xocola,
Michoacán.
Armando Octavio Islava Meza,
11 años, kumiai, Juntas de Nejí, Gonzalo Toribio Candia,
Tecate, Baja California. 13 años, tlapaneco,
Llano de la Parota,
Basilia Velazco Gutiérrez, Acatepec, Guerrero.
10 años, La Plazuela Huaxolotipac,
San Antonio Huitepec, Oaxaca.
Jairo Cruz Domínguez, Lucero Alicia Islava Meza,
11 años, mixe alto, 8 años, kumiai, Juntas de Nejí,
Casa Grande, Asunción Tecate, Baja California.
Cacalotepec, Oaxaca.
Manuel Texco Vázques,
Javier Alfonso Díaz Vargas, 14 años, totonaco,
6 años. Benito Juárez, Coyulta,
Veracruz.
José Epitacio Cerecedo
Ramírez, María Magdalena Hernández
12 años, náhuatl, Xoloxtla, Reyes,
Huejutla, Hidalgo. 13 años, náhuatl, Xocoyo
Tuzantla, Tancanhuitz
José Poot Chi, de Santos, San Luis Potosí.
14 años, maya,
Yaxhaltún, Calkiní, Marcial Cruz Cruz,
Campeche. zoque, Nuevo San Miguel,
Francisco León, Chiapas.
Juan López Núñez,
13 años, tzotzil, Nilka Araceli,
Chauquil-hucum, Chipuachi, Guachochi,
Larráinzar, Chiapas. Chihuahua.

Justo Vidal Ek Ek, Paulina Huero Mora,


13 años, maya, San Pedro, 11 años, náhuatl, El Tozán,
Tahdziú, Yucatán. Jonotla, Puebla.

Leovigildo Nolasco Pérez,


10 años, mixe, Tepuxtepec,
El Manantial, Oaxaca.

87
Gigantes, duendes y salvajes
Patricio Victoriano Vázquez, Víctor Corrales Flores,
9 años, náhuatl, El Naranjito, 12 años, náhuatl,
Aquila, Michoacán. El Cayaquito,
Aquila, Michoacán.
Raúl Sánchez Rueda,
10 años, zoque, Ejido Nuevo, Virginio Hernández Carrillo,
Presidio Las Choapas, Veracruz. 14 años, huichol,
Vado del Cora,
Rosita Rivera Martínez, Santiago Ixcuintla, Nayarit.
14 años, mazateco alto,
La Raya, Santa María Wendy Minerva Pech Ucán,
Chilchotla, Oaxaca. 13 años, maya, Chunhuaymil,
Hopelchén, Campeche.
Sabina Luis Vázquez,
13 años, zapoteco del Valle, Zenaida Alamilla Canul,
Rancho Maya, 10 años, maya, San Felipe,
San Miguel Tilquiapan, Felipe Carrillo Puerto,
Oaxaca. Quintana Roo.

Sofía Flores Santos,


8 años, náhuatl, Chintanta
Huejutla, Hidalgo.

Teodoro Pérez Morales,


12 años, tének,
Jagüey Cercado, Aquismón,
San Luis Potosí.

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Hacedores de las Palabras
89
Gigantes, duendes y salvajes
secretaría de
educación pública
Gigantes, duendes y salvajes

  Gigantes, duendes y salvajes 


Agua Gigantes, duendes y salvajes
Así soy yo Historias de cuevas, culebras y diablos
Campo y campesinos Historias de espantos, seres que se transforman, tesoros
Comida y recetas escondidos y matrimonios engañosos
Conejo y Coyote Las comunidades. Fundación, historia, percances y festejos
Creencias, dolencias y remedios Maíz
Cuentos de animales Oficios y ocupaciones
Cuentos de engaños, para hacer reír y fantásticos Orígenes y dueños. Por qué son así algunas cosas
De la cuna a la tumba en las comunidades del mundo y cómo otras suceden en el monte
Refranes, adivinanzas, acertijos, trabalenguas, juegos
y chistes
Versos, arrullos y canciones

De las cosas
que se cuentan secretaría de
educación pública

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