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La familia en la historia

Como sea que se integre, la


familia sigue siendo el n�cleo
b�sico de la sociedad, en la
medida en que ella reproduce
biol�gicamente a la especie
humana, y en su espacio, se
reproduce la identificaci�n con
el grupo social.

Las principales funciones de la


familia son las siguientes:

Satisfacer las necesidades b�sicas del ser humano, tales


como: alimentaci�n, habitaci�n, salud, protecci�n, afecto y
seguridad.

Transmitir a las nuevas generaciones: una lengua y formas de


comunicaci�n, conocimientos, costumbres, tradiciones,
valores, sentimientos, normas de comportamiento y de
relaci�n con los dem�s, creencias y expectativas para el
futuro. �stos son elementos importantes que vinculan a una
familia con la sociedad a la que pertenece.

Educar para la vida, es decir, formar a los integrantes de la


familia de modo que sean capaces de desarrollarse
productivamente como personas, como estudiantes o
trabajadores, y como miembros de una comunidad, a lo largo
de toda su vida.
Muchas de tales funciones se complementan con las de la
televisi�n, la radio, el peri�dico y con las de otros grupos, como
pueden ser: los amigos y otras personas de la comunidad, los
grupos que se forman en las escuelas, los centros deportivos,
religiosos y culturales, en los lugares de diversi�n, las
organizaciones de participaci�n ciudadana, entre los m�s
importantes.

La familia ha cambiado a lo largo de la historia de la humanidad. A


continuaci�n, se presenta una breve semblanza de la familia
mexicana en diferentes �pocas, para facilitar el reconocimiento de
lo que ha cambiado y lo que permanece a trav�s del tiempo.

Los seres humanos no somos solamente biología y psicología, sino seres de cultura donde las
influencias sociohistóricas son determinantes, de ahí que factores azarosos como lugar, época,
clase social y peculiaridades de la familia en que nacemos nos influyan de manera importante
desde antes de ser concebidos. Por esta razón no podemos generalizar sobre las condiciones
humanas individuales y sobre las instituciones, entre ellas la institución familiar, ya que son
muy diferentes las condiciones y posibilidades de desarrollo de quienes nacen en el medio
rural o en el medio urbano; de quienes padecen carencias básicas, que empiezan por la falta
de techo y alimentos y que continúan con las posibilidades de acceso a la educación y al
empleo, en relación con aquellos que tienen todo eso resuelto con amplia solvencia; tampoco
es igual la cultura de época de aquellos que eran jóvenes en los años sesenta y setenta del
siglo pasado y los que cursaron su juventud en los ochenta o noventa, o la cursan en la
actualidad. Son tres generaciones muy diferentes, sometidas a un ritmo de cambio acelerado
que se genera a veces en intervalos de pocos años.

Hay que destacar que la familia ha sido un campo de interés central para los distintos credos
religiosos con concepciones muy rígidas y tradicionales, por eso los cambios en esa perspectiva
les resultan muy amenazantes y les generan rechazos radicales, como sucede actualmente con
la Iglesia católica mexicana ante el matrimonio homosexual.

La realidad es que la familia es una institución que se modifica con los cambios sociohistóricos
y

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