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de música de la PUCV”
Por
Emmanuel Bermedo Labraña, Ignacio Riveros Murray, Tomás Santibáñez Bravo
Pontificia Universidad Católica de Valparaíso
emmanuel_bermedo@hotmail.com
murray.ignacio@gmail.com
tsantibanezbravo@gmail.com
A lo largo de nuestra vida escuchamos distintos tipos de música o géneros musicales, tales
como la música “docta” o clásica, y todo el espectro de géneros que entran dentro de la
denominada música popular, entre otros. Resulta inevitable, ya sea por temas de gustos y/o
preferencias, o por elementos relacionados al contexto de donde provenimos, sentir
predilección por algunos géneros más que por otros, o simplemente predilección por uno en
particular. A partir de esta situación se han realizado diversos estudios en Chile para medir
el consumo de música en la población, así como también para medir la participación de esta
en el campo cultural. Ejemplo de aquello es, en primer lugar, la encuesta de consumo
cultural (2004-2005), en segundo lugar se encuentra la segunda encuesta nacional de
participación y consumo cultural (2011), y en tercer y último lugar se encuentra la tercera
encuesta nacional de participación y consumo cultural (2012). Todas estas encuestas que
han realizado diferentes gobiernos, se abocan principalmente a arrojar datos que puedan
servir al Estado, ciudadanos, académicos e instituciones privadas, para conocer en
profundidad el comportamiento del país respecto a la cultura y proyectar, a partir de este
conocimiento, políticas públicas y líneas de acción que potencien el rol del arte como un
factor de integración y crecimiento social.
La presente investigación se centra en el consumo de música popular y música docta en los
estudiantes del instituto de música de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, y
dilucidar si el instituto de música (IMUS), poseedor de un enfoque vinculado claramente a
la música académica, influyó en un mayor consumo de música docta en los estudiantes. La
idea es contrastar el consumo de música docta en los estudiantes antes y después de entrar a
dicha casa de estudios. Por tanto la hipótesis primordial de nuestra investigación supone
que la formación académica que entrega el IMUS provoca que los estudiantes consuman
más música docta.
Como se planteó anteriormente, existen investigaciones relacionadas con el consumo
cultural, que incluye el musical, en la ciudadanía, sin embargo, no hay estudios previos en
relación al consumo de música por parte de estudiantes de música en una determinada
institución, en este caso el IMUS. Para poder recopilar la información necesaria para
nuestra investigación, fue indispensable la elaboración de una encuesta, que contemplaba
10 preguntas tanto de selección múltiple como de respuesta corta, como método de toma de
información. A través de esta encuesta nos fue posible llevar las respuestas a ámbitos
porcentuales, los cuales graficamos para ejemplificar de mejor manera los datos obtenidos.
Para efectos de orden y claridad en la investigación, la encuesta se remitió solo a estudiante
del instituto de música, y no a egresados.
Como es sabido, el instituto de música de la Pontificia Universidad Católica de
Valparaíso, posee un enfoque académico que está fuertemente enraizado en la música docta
o clásica heredada de Europa. Esto resulta interesante pues la gran mayoría de los
estudiantes de dicha casa de estudios no están vinculados a este tipo de música, sino más
bien a la denominada música popular. Es por esto que consideramos necesario que se
realicen investigaciones en el área de consumo, ya que a través de estos mecanismos nos es
posible evidenciar o no, aspectos que en la vida diaria pasan desapercibidos, como puede
ser la influencia del IMUS, o de alguna cátedra en particular, en un mayor consumo de un
determinado tipo de música en los estudiantes.
Metodología
Resultados
Figura 1 Figura 2
Figura 3 Figura 4
Figura 5
Figura 6
Figura 7 Figura 8
Figura 9
Figura 10
Discusión
En el gráfico que comprende la figura 1 se nos indica el número de estudiantes del IMUS
encuestados, que cursan distintos años de las carreras existentes en el instituto, el cual está
segmentado por tramos de edad y género. Un dato interesante es que la mayor cantidad de
alumnos está concentrada en el tramo de entre 20 y 22 años de edad, siendo un total de 24
alumnos, lo cual corresponde a un 38% del total de encuestados. Si consideramos que en
ese tramo de edad, la mayoría de los encuestados ya ha pasado 2 o 3 años estudiando en el
instituto, podemos inferir que una parte importante de los encuestados nos ofrecerá una
visión confiable sobre el fenómeno que buscamos indagar, ya que tendrán un claro
contraste entre su consumo de música anterior y posterior a su ingreso al instituto.
En el segundo gráfico, o segunda figura, se nos muestra porcentualmente la
presencia de ambos sexos en estudiantes del IMUS. Hay un evidente predominio del sexo
masculino, con un 65%, cifra que al parecer es usual en esta área del conocimiento según se
puede observar en otros estudios, como el de “La mujer en la cultura y las artes”, del
Instituto Nacional de las Mujeres de México.
En el gráfico de carreras a las que pertenecen los encuestados (figura 3), se observa
que 32 alumnos corresponden a la carrera de Pedagogía, 16 a Licenciatura, 4 a
Interpretación y 10 a Licenciatura con mención en composición. Salta a la vista la presencia
minoritaria de estudiantes de Interpretación, quienes usualmente han estado muy
vinculados a la música docta desde la etapa de conservatorio, por lo que la variabilidad de
su consumo musical puede ser reducida, en relación a los de otras carreras quienes poseen
bagajes musicales muy diversos. En ese sentido, dicha amplia mayoría de estudiantes que
poseen distintas influencias, enriquece la variabilidad de casos lo cual nos favorece en la
imparcialidad del estudio.
En el gráfico que indica los años que lleva cursando la carrera (figura 4), 24 de los
encuestados corresponden a estudiantes de 4to año o más, 14 a 3er año y 10 a 2do, lo que
significa que un 76% de las respuestas corresponden a alumnos que llevan por lo menos 2
años estudiando en el instituto, cifra que se emparenta mucho con los porcentajes obtenidos
del gráfico de tramos de edad, lo cual respalda en cierta medida la suposición de que gran
parte de los encuestados podrá hacer un acabado contraste de su experiencia musical a
partir de un antes y un después de ingresar al instituto.
El gráfico de la figura 5 indica el consumo de música antes de entrar a la carrera. A
partir de este gráfico encontramos ya datos concretos que nos acercan sustancialmente a la
hipótesis planteada. Partimos observando que el consumo de música popular predomina
ampliamente sobre la música docta (categorías Sólo popular 21%, y Mayoritariamente
popular 44%), mientras que en la categoría mixta de Docta y popular hay un 32%,
porcentaje que si bien es considerable respecto del total, resulta un índice muy discreto en
cuanto a música docta propiamente tal. Por último tenemos un escueto 1% que sólo
consumía música Docta, es decir, la presencia de ésta en los gustos musicales de los
estudiantes del IMUS antes de ingresar a sus carreras, era muy minoritaria.
A partir de la observación de la figura 6 vemos que resalta notablemente el gran
incremento porcentual de un 32 a un 54% que adquiere la categoría Docta y popular, si bien
esto no evidencia que haya incrementado el consumo de música docta. Más significativa es
la abrupta disminución de la categoría Sólo popular, de 21 a 3%, lo que ya nos indica que
hubo una apertura a lo docto de parte de un 18% de los encuestados. También hay una
disminución considerable en Mayoritariamente popular de un 44 a un 33%, la que si bien
no excluye a lo docto, quita preponderancia a lo popular, evidenciando nuevamente una
tendencia hacia lo docto. Si comparamos los flujos porcentuales de estas 3 categorías,
notamos que el 22% de incremento de Docta y popular es muy probable que guarde
relación con la disminución de 18% de Sólo popular y 11 % de Mayoritariamente popular,
los que suman entre si un flujo de un 29% del total, ya que el flujo restante representa un
leve movimiento de un 6% hacia Mayoritariamente docta y un 1% hacia Sólo docta (que
también aportan a la tendencia).
De la observación de los gráficos 7 y 8 notamos que casi la mitad de los
encuestados poseía un conocimiento básico, así como un 22% carecía de ellos, lo cual hace
poco probable que hayan practicado música docta. Esto no implica que no hayan podido
consumirla, pero sí se puede hacer una correlación entre el poco consumo de música docta
previo al ingreso al instituto, y por ende a los conocimientos técnicos, y el aumento en el
consumo de música docta después de ingresar al instituto, lo que se puede interpretar como
dos fenómenos directamente proporcionales. En cierta medida al ser la música docta una
música de carácter escrito, su comprensión es mucho más acabada cuando se tienen
nociones del lenguaje que la compone.
En el gráfico de la figura 9 podemos evidenciar la alta presencia de la música docta
en el consumo de música durante el tiempo libre, lo que al ser una actividad voluntaria,
revela una gran tendencia en los estudiantes a escucharla actualmente, respecto de cuando
no habían entrado al IMUS.
En el gráfico de la figura 10 se visualizan las opiniones de los encuestados, quienes
determinan qué asignatura a su juicio es la que más influye en un mayor consumo de
música docta. Claramente predomina como tendencia Historia de la Música y Análisis. Por
un lado Análisis ofrece una comprensión acabada de esta música, tanto en su armonía,
como en la estructura, rasgo que es fundamental de la música académica que se sustenta
mucho en la forma y los movimientos de las obras. Por otro lado Historia de la Música se
lleva la preferencia con un 63% categórico, hecho que se puede atribuir a la
contextualización histórica que realiza esta asignatura, explicando estéticas y filosofías
propias de las épocas en las que fue compuesta esta música, lo que da una perspectiva
distinta al oyente actual que está muy imbuido de una manera de oír música muy diferente,
influido por los medios, la simplificación constante que ha ido adquiriendo la música que se
difunde, etc. En este sentido vemos cómo una aproximación filosófica puede generar una
comprensión más cercana de dicha música, respecto de un conocimiento técnico de la
misma.
Conclusión
Referencias
- Instituto Nacional de las Mujeres (2005). Las mujeres en la cultura y las artes.
Recuperado de http://cedoc.inmujeres.gob.mx/documentos_download/100720.pdf