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comparative literature as a site for


powerful intellectual renewal in a
study of literature and culture». Sin
embargo, el mismo volumen recogía
a la vez advertencias mucho más críti-
cas con este acercamiento, por ejem-
plo, en los artículos de Peter Brooks
o Marjorie Perloff.
Homo sampler, o cómo escribir Lo que ha demostrado, más de
un ensayo de literatura comparada una década después, la evolución
en la Era Afterpop de la disciplina, sus programas de
estudio y sus publicaciones –como
Fernández Porta, Eloy, Homo Sampler. la coordinada por Haun Saussy en
Tiempo y consumo en la Era Afterpop, 2006 o, dentro de nuestro contexto
Barcelona, Anagrama, 2008. nacional, la de Mercè Picornell y Mar-
galida Pons en 20091– es que, en la
Muchos fueron los autores que, actualidad, parece totalmente invia-
en el seno de los debates comparatis- ble seguir considerando la literatura
tas de finales del siglo xx, abogaron como un tipo de discurso autónomo
por un necesario acercamiento de que no guarda relaciones directas
esta disciplina de orígenes decimo- con otras muchas manifestaciones
nónicos al campo de los llamados ya como las artes plásticas, los discursos
por aquel entonces Cultural Studies. audiovisuales, los cómics, etc.
Fue la academia estadounidense la A pesar de que el desarrollo en la
que de forma más intensa y produc- universidad española de lo que Bern-
tiva acogió dichos debates. De esta heimer denominó un «advanced work
manera, el volumen coordinado por in humanities» es bastante reciente,
Charles Bernheimer en 1995 y titu- no es difícil considerar los ensayos de
lado Comparative Literature in the Eloy Fernández Porta entre sus refe-
Age of Multiculturalism puede ser rentes más activos. Es en este sen-
considerado como uno de los testigos tido en el que podemos entender el
más claros de esta polémica. Bastaría comentario que el autor realiza en la
hacer referencia al propio «Informe entrevista concedida a Iván Humanes
Bernheimer» o al artículo que Mary Bespín con motivo de la publicación
Louise Pratt aporta al mismo volumen
para defender la posición de aquellos
que intuían en estos estudios cultu-
1.  Las referencias completas serían:
rales la potencialidad renovadora y
Saussy, Haun (ed.), Comparative literature
creativa por la que tenía que transitar in the age of globalization, Baltimore, The
la literatura comparada ya en el siglo John Hopkins University Press, 2006 y
xxi; en este sentido se encaminan las Picornell y Pons (eds.), Literatura i cultura:
siguientes palabras de Pratt: «These aproximacions comparatistes, Palma, Lleo-
days I like to advance a concept of nard Muntaner Editor, 2009.

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de Homo Sampler. Tiempo y consumo público masivo está cediendo espa-


en la era Afterpop2; Fernández Porta cio a otro cada vez más fragmentado,
señala que «una de las ideas del libro lo que supone una «subdivisión de la
es extender el ámbito de la literatura cultura de masas universal en micro-
comparada a otros terrenos». En su culturas mutantes»; en segundo lugar,
caso concreto, desde los ejemplos de los mass media, que están viendo cada
autores literarios canónicos –como día atenuada su importancia ante el
Borges o Cortázar– hasta los spots auge de los metamedios interactivos;
publicitarios (pasando, por supuesto, finalmente, y como consecuencia de
por toda una serie de discursos mucho lo anterior, en la Era Afterpop también
menos comunes en ensayos de este el objeto de consumo ha sufrido una
tipo como pueden ser la música con- transformación –ha ganado «aditivos»
temporánea, los fanzines, los cómics, de vanguardia, trash, crítica cultural,
las revistas para adolescentes, los desinformación– para alcanzar «nue-
programas de televisión, etc.). vas formas de complejidad que piden
Después de su ensayo Afterpop. a gritos una lectura de segundo grado,
La literatura de la implosión mediá- si es que no la llevan incorporada».
tica (que le valió el reconocimiento Fernández Porta se propone en
de la crítica y el premio al mejor Libro Homo Sampler investigar los diferen-
del año de la revista Quimera), Fer- tes usos y concepciones del tiempo
nández Porta concibe este segundo propios del contexto afterpop que se
trabajo publicado en la Colección desprenden de manifestaciones cul-
Argumentos de Anagrama de manera turales tremendamente variadas. Par-
complementaria. Es por ello que, tir de las obras le permite ir tejiendo
desde el capítulo preliminar –que un discurso que, aunque en algu-
lleva por título «Intro: gastronomía nos momentos parezca caótico, se
afterpop»– nos sitúa dentro de ese estructura claramente siguiendo tres
contexto explorado en su anterior tra- conceptos por él acuñados que dan
bajo. Con el término afterpop Fernán- razón de ser a las tres partes centrales
dez Porta denominaba la condición del ensayo: lo UrPop, el RealTime o
estética propia de la época actual en TiempoTM sampleado y la TrashDe-
el seno de una sociedad de consumo Luxe.
caracterizada por la paulatina disipa- Con UrPop se refiere a «la emer-
ción de la cultura pop. Una época en gencia inesperada de figuras, valores
la que los elementos que McLuhan o emociones primitivas en un espacio
consideró definidores de la sociedad ultramoderno», lo primitivo (siempre
de consumo siguen presentes aun- inventado), esa esencia precivilizada
que transformados: por una parte, el que según el discurso hegemónico
vive en cada uno de nosotros y a la
que constantemente apela la publici-
2.  Se puede leer el texto completo dad para hacernos cada vez «mejores
en: <http://www.literaturas.com/v010/ consumidores». El «factor UrPop» y sus
sec0812/entrevistas/entrevistas-02.html>. consecuencias son rastreados, en el

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segundo capítulo de este ensayo, en tan a lo largo de todo el capítulo (y


diferentes discursos actuales: desde que son diferenciadas dependiendo
la obsesión de Disney por fichar de los mecanismos que utilicen: la
figuras mitológicas «mezclando Hér- regresión, el bucle o el giro al futuro)
cules con Pocahontas, tótems con nos llevan a comprender el sentido del
merchandaising, mitos y phoskitos término con el que titula su ensayo:
para el solaz de los benditos», hasta el «el hombre de campo ha sido susti-
reconocimiento de lo que denomina tuido por el Homo Sampler», aquel
la «autenticidad falaz», representada que se resiste al uso oficial, conven-
magníficamente por la cadena de res- cional e imperativo del TiempoTM,
taurantes Orígens que sirve «comida aquel que lo mezcla, lo descompone,
tradicional de la zona del Baix Camp» lo manipula (igual que los Djs en sus
con el eslogan «99,9% (“de autentici- sesiones), apropiándose de diferentes
dad” se entiende)». Un caso curioso es tiempos predefinidos para alterarlos.
el del dibujante Joe Sacco que, en su Una de las estrategias que más cla-
serie El rock y yo, desmonta los lugares ramente representan este sampleado
comunes construidos durante décadas es el bucle, el loop, que utiliza, por
alrededor de dicha tendencia musical; ejemplo, Mark Leyner en su relato
de este modo, Sacco realiza una «sátira «The suggestiveness of one stray hair
UrPop» cuyo objeto son los mitos y las in an otherwise perfect coiffure» en el
leyendas a los que todos considera- que aparece un coche que va explo-
mos «la verdad» que late en el rock. tando una y otra vez a lo largo de la
El capítulo siguiente, que ocupa narración (sin que le suceda nada a
la posición central y da razón de ser su conductor). La gravedad de lo que
al título del volumen, está dedicado se describe contrasta de manera sor-
a lo que Fernández Porta denomina prendente con la irrelevancia que la
RealTime o TiempoTM sampleado o, narración le concede, en una especie
lo que es lo mismo, a «un conjunto de bucle que boicotea radicalmente
de estrategias que se encuentran en el orden del tiempo narrativo.
el arte contemporáneo, en la litera- En el penúltimo capítulo de este
tura, en la contrainformación y en no ensayo el autor parte de una reflexión
pocas prácticas culturales de ruptura». que tiene que ver más con la evo-
Se trata, básicamente, de un trabajo lución –el cambio de tiempo– a la
subjetivo que interfiere en el sentido que nos ha llevado esta disipación
del tiempo marcado y difundido por de la cultura pop. Para ello, acuña el
la tecnología (por ejemplo, mediante concepto de TrashDeLuxe con el que
los relojes Swatch). Así pues, serán se refiere a la eclosión, en nuestros
siempre estrategias críticas con las días, «de un pop sin brillo –o con un
construcciones temporales hegemó- brillo cutrelux de neón famélico– sin
nicas propias de los media, interrup- estrella, caracterizado por el uso de
ciones y sampleados «del TiempoTM referentes de la cultura popular dege-
instituido por los diversos Cronos de nerados en un universo de leftovers.
nuestra era». Las «ficciones» que se tra- Los fenómenos TrashDeLuxe consis-

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ten en la llegada de lo vulgar, lo esca- Fernández Porta decide acabar su


tológico y lo aberrante al lugar que estudio aludiendo a cuatro diferentes
antaño estuvo reservado a las estre- golosinas que, según su argumenta-
llas del pop». Después de realizar una ción, nos pueden llevar a entender
reflexión acerca de las similitudes los problemas de gestión de memoria
y las diferencias entre lo kitsch y lo que se produce en la «apoteosis del
trash, se centra en este último para mercado»: el vodka jelly, el Ferrero
llegar a la conclusión de que «la sub- Rocher, el Goetze Candy y el Bounty
cultura que accede al rango de ofi- frito. Todos ellos representan muy
cialidad es la estética trash» (como en bien la dinámica de significación que
aquel anuncio de la once donde todo se produce en la era globalizada: «una
el mundo se había vuelto heavy). En superposición sin límite de capas de
este asunto, Fernández Porta reco- sentido en el que el objeto prefabri-
noce su deuda con el trabajo Cul- cado y artificial adopta la apariencia
tura porqueria: una espeleologia del de lo cocinado y casero. Las capas
gust de Jordi Costa3, quien también inferiores son producidas en cadena,
consideró la cultura basura como un la última es manufacturada: en la fri-
archivo significativo, un constructo tanga absoluta del sistema de produc-
colectivo capaz de reflejar «los temo- ción se impone el “acabado sucio”
res reprimidos de la sociedad de […]. Ese rebozo es el realismo de
consumo». La vuelta de tuerca que nuestros días».
propone Fernández Porta en este caso Por lo tanto, dentro del pano-
es interesante porque, para él, esta rama de los estudios culturales en
pantomima de la pérdida del gusto, nuestro contexto más cercano, Homo
este descenso de los espectadores de Sampler resulta un trabajo tremen-
clase media a lo que ellos perciben damente interesante que, además,
como «las catacumbas del gusto de la presenta la virtud de poder llegar, al
clase baja» es, en realidad, una forma mismo tiempo, tanto a teóricos de la
de afirmación de la distinción social: literatura y de la cultura contempo-
«El pobre palurdo que intenta, de ránea (familiarizados con Benjamin,
buena fe, realizar “arte sublime”, es Lyotard, Baudrillard, etc.) como a
contemplado con suficiencia por el muchas otras «microculturas mutan-
esteta pequeñoburgués que se com- tes»: fans de la literatura ciberpunk,
porta como un noble decadente», o espectadores de los festivales más in
Tim Burton contemplando las pelí- de arte contemporáneo, seguidores
culas de Ed Wood. Unas actitudes del sello canadiense Constellation,
que son también denominadas por el interesados en cuestiones culinarias,
autor como Trashturismo o «excUR- entre otros.
siones a lo primitivo». El estilo personal del autor, mor-
daz y espontáneo, hace uso, también,
del mecanismo del sampleado de
3. Exposición y catálogo del cccb formas, como se puede comprobar
(2003). desde los largos títulos que dan paso

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a cada una de las secciones; las paro-


dias de los test de la CosmoGirl se
mezclan en sus páginas, sin previo
aviso, con poesías, escenas, relatos,
pasajes descriptivos y citas de auto-
res, de películas, de spots publicitarios
que van tejiendo, poco a poco, un
texto enormemente complejo, debido
a la cantidad de referentes y la rapi-
dez –excesiva en algunos casos– con
que se salta de uno a otro4. En defini-
tiva, Homo Sampler (junto a Afterpop)
resultará uno de esos ensayos impres-
cindibles para entender, dentro de algu-
nas décadas, cómo se está practicando
la literatura comparada –y las transfor-
maciones que esto ha supuesto– en los
inicios del siglo xxi.

Ana Lozano de la Pola


Universitat de València
ana.lozano@uv.es

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