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3 enfermedades
Enfermedades gastrointestinales
Cuando el ácido del estómago retrocede a tu esófago (una condición conocida como reflujo gástrico), sientes un dolor
ardiente en el centro del pecho. Esto suele ocurrir después de comidas o durante la noche. Aunque el reflujo gástrico es
común, si los síntomas afectan tu vida cotidiana o se presentan al menos dos veces a la semana, puede ser una señal de
la Enfermedad de Reflujo Gastroesofágico, que ya se trata de una enfermedad crónica. Si presentas acidez estomacal,
mal aliento, erosión en los dientes, náusea, dolor en el pecho o problemas para tragar o respirar, debes acudir al
médico.
Tromboembolia pulmonar
Otra de las enfermedades pulmonares más peligrosa es la tromboembolia pulmonar, que es la obstrucción de una
arteria en los pulmones ya sea por grasa, aire, tejido tumoral o coágulo sanguíneo.
Entre las causas de esta patología se encuentra la aparición de coágulos sanguíneos en las venas de las piernas -por
algún traumatismo u otros problemas de salud-, llamado trombosis venosa profunda (TVP), que da origen a una embolia
pulmonar.
Esta enfermedad se caracteriza por tener síntomas inespecíficos, lo que dificulta la detección de la tromboembolia.
Muchas veces la presencia de situaciones de ahogo y mareos, son una señal de alerta.
Otros síntomas, menos frecuentes, son: respiración acelerada, agitación pronunciada y dolor torácico agudo,
especialmente cuando se respira de manera profunda
Cálculos biliares
Los cálculos biliares son depósitos que se forman en tu vesícula y se pueden formar si ésta no se vacía adecuadamente,
si los niveles de colesterol son elevados o si existen muchos residuos de bilis. Cuando los cálculos biliares bloquean los
conductos que conectan la vesícula a tus intestinos, pueden causar dolor agudo en la parte superior derecha del
abdomen.
cuidados
- Consuma abundantes líquidos (se recomienda al menos 8 vasos de agua hervida o desinfectada al día).
Enfermedades respiratorias
La gripe y el resfriado común son dos infecciones respiratorias virales autolimitadas (es decir, que finalizan sin
tratamiento). Tienen una duración de entre tres y cinco días y el cuerpo se encarga de combatirlas y curarlas de forma
espontánea. Se manifiestan por dolor de garganta, fiebre, estornudos, tos, malestar general y obstrucción nasal.
La rinitis es la inflamación del revestimiento mucoso de la nariz. Sus síntomas incluyen estornudos, picor nasal,
congestión nasal y secreción postnasal. Según su causa puede ser alérgica, infecciosa (virus o bacterias) o deberse al mal
uso de medicamentos vasoconstrictores nasales (por ejemplo, los descongestionantes). También está vinculada al uso
de antidepresivos, al embarazo, a ciertos problemas hormonales (hipertiroidismo), al frío o a los ambiente húmedos.
Un tabique nasaldesviado, los tumores y los cuerpos extraños también causan enfermedades respiratorias.
Enfermedades de la piel
El cáncer de piel
Se manifiesta cuando células cancerígenas se integran en los tejidos, ya que estas se multiplican en muy poco tiempo y
los invaden, comienza en la epidermis que es la capa superior de la piel. Su principal factor de riesgo son los rayos
ultravioleta procedentes de la luz solar, que producen cambios en el ADN de las células que se acumulan durante
mucho tiempo. Por esta razón las zonas más propicias son las que se encuentran expuestas como la cara, el cuello, las
manos y los brazos.
Sus causas no se han podido identificar y se puede presentar en los niños durante su primer año de vida. La comezón es
muy intensa y puede ser de larga duración.
Alopecia areata
Esta enfermedad afecta los folículos pilosos, que son las zonas donde crece el cabello. En la mayoría de los casos se
presentan algunas zonas en las que el pelo desaparece totalmente. El diagnóstico puede hacerse por la apariencia de las
zonas sin pelo, aunque en otros casos hay necesidad de biopsias de la zona cutánea afectada.
Cuidados
Bebe por lo menos dos litros de agua por día; la hidratación comienza de dentro hacia afuera.
Conserva tu piel limpia y seca. Utiliza talco en áreas donde la piel tiene contacto con la piel, como en las axilas e
ingles y entre los dedos de los pies.
Evita usar agua muy fría o muy caliente en la ducha. Esto traumatiza la piel y puede causar la ruptura de vasos
sanguíneos. Usa agua tibia.
Diariamente mantén la humedad natural de la piel aplicando un producto hidratante, en crema o en jabón.
Cuando la piel está seca o pica, al rascarte puede lastimarse y provocar infección. Humecta tu piel para evitar
que se agriete, especialmente cuando el clima es frío o seco, puedes utilizar humidificador en casa.