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DESNUTRICION DEL ADULTO

Introducción:
La Academia de Nutrición y Dietética y la Sociedad Americana de Nutrición Parenteral
y Enteral (A.S.P.E.N.) recomiendan que se use un conjunto estandarizado de
características de diagnóstico para identificar y documentar la desnutrición adulta en la
práctica clínica habitual. Se propone una nomenclatura diagnóstica basada
etiológicamente que incorpora una comprensión actual del papel de la respuesta
inflamatoria en la incidencia, progresión y resolución de la desnutrición. El uso universal
de un solo conjunto de características de diagnóstico facilitará el reconocimiento de la
desnutrición, contribuirá a estimaciones más válidas de su prevalencia e incidencia,
guiará las intervenciones e influirá en los resultados esperados.
Este enfoque estandarizado también ayudará a predecir con mayor precisión las cargas
y los costos humanos y financieros asociados con la prevención y el tratamiento de la
desnutrición, y además garantizará la provisión de una atención nutricional rentable y
de alta calidad.
LA DESNUTRICIÓN
Se define como desequilibrio nutricional en aquellos adultos que no consuman calorías,
proteínas u otros nutrientes necesarios para el mantenimiento y reparación de los tejidos
experimentan desnutrición. La desnutrición adulta generalmente ocurre a lo largo de un
continuo de ingesta inadecuada y / o requisitos aumentados, absorción alterada,
transporte alterado y alteración de la utilización de nutrientes.
La pérdida de peso puede ocurrir, y con frecuencia lo hace, en múltiples puntos a lo
largo de la vida. Las personas también pueden presentar condiciones inflamatorias,
hipermetabólicas y / o hipercatabólicas.
La inflamación se identifica cada vez más como un factor subyacente importante que
aumenta el riesgo de desnutrición y que puede contribuir a una respuesta subóptima a
la intervención nutricional y un mayor riesgo de mortalidad. Como tal, las personas
pueden exhibir una amplia gama de características que van desde "desnutrición severa"
a aquellas con malnutrición no grave (leve a moderada) que si no se reconocen y no se
abordan es probable que progresen a un estado de desnutrición severa. Aunque se han
sugerido varias pruebas de laboratorio y signos o síntomas físicos como posibles
marcadores de inflamación.
La desnutrición es un importante contribuyente al aumento de la morbilidad y la
mortalidad, la disminución de la función y la calidad de vida, el aumento de la frecuencia
y la duración de la estadía en el hospital, y los mayores costos de atención médica.
Jensen y sus colegas (2010) proponen una definición general como "disminución de la
masa corporal magra con el potencial de deterioro funcional" en múltiples niveles, es
decir, motor molecular, fisiológico y / o corporal.
El diagnóstico de desnutrición en un paciente es una condición innegablemente
complicada que en muchos casos aumenta significativamente la utilización de recursos
en el entorno de atención aguda más allá de lo que experimenta el paciente en la salud
nutricional.
La distinción entre enfermedad aguda y crónica se basa en el tiempo (el National Center
for Health Statistics [NCHS] define "crónica" como una enfermedad o afección que dura
3 meses o más). La Academia de Nutrición y Dietética y la Sociedad Americana de
Nutrición Parenteral y Enteral propone definiciones basadas en etiología que consideren
el tiempo y el grado de respuesta inflamatoria al categorizar una enfermedad o lesión
como aguda versus crónica.
CARACTERÍSTICAS PARA DIAGNOSTICAR LA DESNUTRICIÓN DE ADULTOS
La desnutrición adulta es un problema común pero frecuentemente no reconocido cuya
incidencia y prevalencia son difíciles de determinar. Actualmente no existe un enfoque
único y universalmente aceptado para el diagnóstico y la documentación de la
malnutrición adulta. Las estimaciones actuales de la prevalencia de desnutrición adulta
varían entre 15% y 60% dependiendo de la población de pacientes y los criterios
utilizados para identificar su ocurrencia.
Los elementos de diagnóstico en los protocolos de detección de desnutrición varían
ampliamente y van desde una simple evaluación del apetito y pérdida de peso
involuntaria hasta protocolos más complejos que incluyen la medición de una variedad
de parámetros antropométricos y de laboratorio. Varios de los protocolos más complejos
que se han desarrollado para detectar la malnutrición en adultos dependen de los
cambios en las proteínas de fase aguda, como la albúmina sérica y la prealbúmina,
como indicadores primarios de diagnóstico de desnutrición en adultos.

En 2009, A.S.P.E.N. y la Sociedad Europea de Nutrición Clínica y Metabolismo (ESPEN)


desarrollaron un consenso internacional para desarrollar un enfoque basado en la
etiología para el diagnóstico de la malnutrición adulta en entornos clínicos.
Riesgo nutricional identificado
Compromiso de ingesta o pérdida
de masa corporal

inflamación presente? no / si

No sí grado leve a moderado sí marcada respuesta inflamatoria

malnutrición relacionada con malnutrición aguda relacionada


desnutrición relacionada con la enfermedades crónicas con enfermedades o lesiones
inanición (inanición crónica pura, (insuficiencia orgánica, cáncer de (infección grave, quemaduras,
anorexia nerviosa) páncreas, artritis reumatoide, traumatismos, traumatismo
obesidad sarcopénica) craneoencefálico cerrado)

Figure. Etiology-Based Malnutrition Definitions. Adapted with permission from reference (8):
Jensen GL, Bistrian B, Roubenoff R, Heimburger DC. Malnutrition syndromes: A conundrum vs.
continuum. JPEN J Parenter Enteral Nutr. 2009;33(6):710-716

A fines de 2009, trabajo para identificar y estandarizar marcadores o características que


reflejen el estado nutricional frente a la respuesta inflamatoria que se asocia con
diversas enfermedades y / o condiciones. Se acordó las características para detectar y
diagnosticar la desnutrición deberían tener los siguientes atributos: se recomienda la
identificación de dos o más de las siguientes seis características para el diagnóstico:
 Consumo de energía insuficiente
 Pérdida de peso
 Pérdida de masa muscular
 Pérdida de grasa subcutánea
 Edema localizado o generalizado, la acumulación que a veces puede
enmascarar la pérdida de peso;
 Estado funcional disminuido, medido por la fuerza de agarre manual.
Las características, enumeradas, distinguen entre malnutrición grave y no grave. Se
deben evaluar de forma rutinaria al ingreso y a intervalos frecuentes a lo largo de la
estadía del paciente en un entorno de atención de salud aguda, crónica o transitoria.
BIBLIOGRAFIA:
1. Cederholm T, Bosaeus I, Barazzoni R, Bauer J, Van Gossum A, Klek S, et al.
Diagnostic criteria for malnutrition – An ESPEN Consensus Statement. Clin Nutr. 1
de junio de 2015;34(3):335-40.

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