un espacio, como explorador, husmeador, curio- so, ¿qué me puede interesar de este?, ¿que me muestra, que me llama a volver de él? ¿Hay vestigios, testimonios, arte rupestre, señales de vida de otros visitantes a este espacio, tiempo? ¿Hay mundos visibles, un planeta, varios planetas... atmósferas?
¿Cómo leo esto? Desde lo físico, desde cómo se pre-
senta, -¿el lenguaje?- y desde quienes lo promueven, siendo quienes atraen, quienes vuelven atractivos los espacios, y en últimas la disponibilidad, desde que esta sea clara y se vea que se ejercita lo anunciado, (disciplina)
¿donde puedo encontrar esta información actualizada
sobre la agenda de la biblioteca si no es evidente in situ? Desde quienes entregan: Imaginarse en los zapatos bi- bliotecarios.
Visión, postura, y apuesta. La esperanza del
gestor bibliotecario es que sienta que tiene algo que decir, cómo los escritores, una apuesta de verdad que entregar, (y permitir a sus lectores que la debatan) para el escritor el papel, para el bibliotecario un espacio en tres dimensiones. Sucede que el escritor demora mucho en recibir esa retroalimentación de sus lectores, el o la bibliotecaria la pone en juego con la gente que recibe en el espacio, si permite finalmente que se den esos espacios o algún mecanismo de retroalimentación.
[ buzones físicos o virtuales, grupos de amigos
de la biblioteca, laboratorios participativos de tormenta, lluvia o cualquier tempestad meteoro- lógica de ideas, etc ]
Permitir que expresiones de vida (niños, jóvenes, etc)
proyecten en esta lo que cada uno se imagina de ella, contribuyendo a la diversidad de ideas y propuestas de las que se puede nutrir el espacio, así el gestor bibliotecario retroalimenta su apuesta en el espacio de lectura y está en un constante aprendizaje, invitan- do a que cierto nicho, grupo o comunidad se haga más cercana, experience mayor vínculo con este espacio, que comparto a otros que no son un yo, que pueden tener otras perspectivas, no podría ser de otra forma si no hay consenso con el que tiene las llaves, el gestor bibliotecario, como también es posible convertir en un lugar donde todos los que no vean lo mismo que el gestor bibliotecario sean censurados, y la biblioteca sea una comoda vitrina de sus expectativas de orden y experiencia en capitalizar material para exhibirlo, quizás usarlo en actividades fragmentadas.
¿Cómo me apropio del espacio, cómo lo gestiono?
En lo físico, en cómo lo presento, que busco
orientar de mis imaginarios en él, -ya que por algún lado hay que comenzar- ¿será posible que los usuarios pudieran tener la posibilidad de proyectar cosas en él? ¿a quienes puedo convocar para aprender con y de ellos? permitir potenciar estas mismas acciones para otras y otros, entendiendo que este lugar no es como mi dormitorio, donde todo debe estar en un orden que entienda y acceda principalmente yo, olvidándose de lo que se bus- ca y debe permitirse, o querer entregar desde este espacio.
Al buscar hacer de este espacio de lectura un lugar de
aprendizaje no binario, un lugar donde hago parte de una experiencia para aportar a lo social conviviendo, conversando y generando preguntas, perspectivas sobre lo que se vive, lo que se lee, (lo que se escribe y cómo se habla) sobre nuestras realidades. También encontran- do que este espacio de aprendizaje busca alejarse de la carrera canónica escolar y educativa, -binaria- lo correcto u incorrecto, abrir las posibilidades, las diferentes lecturas y lectores, afianzar mis crite- rios, también, desequilibrarse, o cómo pretendo aprender cuando ya lo sé todo, y ¿cómo aportar a mis pensamientos y el de los otros? Aportar a las autonomías. ¿Que veo en la biblioteca, que intencio- nes entrego en y desde mi biblioteca desde que la veo? ¿Que pretendemos cuando hablamos con nuestro espacio de lectura?... ¿comunicar, provocar, inspirar.?
Conclusiones de la Sesión 1.
Los gestores bibliotecarios, y en quienes recaiga un
rol de generar oferta en un espacio de lectura están llamados a reflexionar y proyectar que buscan del uso de ese lugar, y encadenar en él no solo unas actividades que exhiben su uso, y ocupan una agenda, debe existir un proceso hacia una consolidación ética propia, autónoma de su búsqueda y proyección social.
Todos los aprendizajes que se desencadenan en
el espacio no solo deben ser percibidos desde lo temático nuclear relacionado a la carrera educati- va, por lo cual todo tipo de aprendizajes emociona- les que parten del compartir, expresar y reflexionar, son parte del proceso de un espacio de lectura que se pueden registrar y para dar cuenta de un proceso. Registrar las actividades, pensar en la memoria del lugar, en cuanto a lo que sucede allí, al exponerse los momentos en el mismo espacio puede reflejar de él parte de la experiencia y coherencia en pro de describir una consciencia, lo cual deja un testimonio de quie- nes han tenido una experiencia en el espacio de lectura, esto comunica a todos los involucrados pasados, presentes y futuros de la finalidad del lugar. Por lo cual comunicación del espacio de lectura no solo está dispuesta en sus dimensiones y organización, si no en quienes promueven el espacio y le dan atractivo.