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Piera Auglanier nos propone pensar sobre la constitución del psiquismo a partir del
intercambio que el niño establece con quien lo cuida (la pareja parental en el mejor de
los casos). Hay que tener en cuenta la relación que tiene la pareja parental con el
discurso del espacio social de la época, ya que ambos: los padres y el conjunto social
anticipan la constitución yoica del bebe. Se conforma un discurso familiar, que anticipa
el nacimiento, que inviste aun antes del advenimiento del niño y que despliega una
serie de deseos, mandatos, expectativas, valores e ideologías, todos ellos influenciados
tanto por la estructura Inconsciente familiar como por las aspiraciones
preconscientes/conscientes inherentes al ideario de la época. Este despliegue funciona
de anclaje, de referencia compartida para el grupo familiar. Así se establece un contrato
(Narcisista) donde los signatarios son el niño y el grupo, y sus condiciones serán que el
conjunto debe investir narcisisticamente al “elemento nuevo” si este cumple con la
misión de asegurar la continuidad de la generación, de ser eslabón de la cadena
generacional, de asegurar la continuidad del conjunto en el que ocupa un lugar, de
investir al grupo. Este contrato liga lo fantasmático de cada uno de los padres con sus
hijos y cumple al mismo tiempo una función transmisora de los contenidos de época del
contexto grupal mas amplio (que remite a la relación entre la pareja parental y la
dimensión social). Contrato que solicita al niño que ocupe un lugar especifico y que
concrete ciertos deseos que sus padres y la sociedad esperan de él, con la recompensa
de asegurar un proyecto identificatorio. No podemos dejar pasar esto que señala Piera
Aulagnier: la función y omnipresencia del contrato narcisista inciden en el espacio al que
el yo debe advenir y esto ocurrirá así solo si ciertas condiciones son cumplidas.
Antes de seguir adelante, volvamos al nacimiento del niño (T0). La dependencia que
presenta el bebe y su imposibilidad de autonomía subjetiva revela la importancia del
encuentro con el “otro materno” para la supervivencia y el desarrollo del niño.
Encuentro que además de otorgar sostén y nutrición, conforma un universo de
contactos corporales que libidinizan el cuerpo y lo bañan en palabras que otorgan
sentido a las experiencias del bebe. Este discurso, estos enunciados que anticipan la
enunciación que el propio niño hace de si, es lo que refiere Piera Alaugnier como
“Sombra Hablada”, resultado un trabajo psíquico materno anticipatorio y estructurante
para el devenir subjetivo del niño, ya que instala en su psiquis una elección, un
pensamiento y una descarga de placer, motivados por el deseo que impone la madre
(“Violencia Primaria”). La autora señala que, así como no hay cuerpo sin sombra, no hay
cuerpo psíquico sin esa historia que es su sombra hablada: sombra protectora o
amenazante, benéfica o maléfica, pero en todos los casos indispensable. Ya
Mencionamos la importantisima función de este trabajo para el advenimiento y
conformación del yo (T1). Pero en el momento en que el niño reconoce la autonomía de
la subjetividad propia, y entra en conflicto con el pensamiento parental (T2) es cuando
la madre tiene que correrse de ese lugar de imposición, ya que se volvería una posición
alienante, es decir, funcionaria en pos de anulación de la capacidad de pensamiento
autónomo del niño, en pos de una colonización del pensamiento, de un desconocimiento
de lo propio del niño (“Violencia Secundaria”).
Después de este recorrido ¿cómo podemos hacer para pensar a Piera?. Propongo
presentar la vida de una persona, un cantante y compositor que siempre me llamó la
atención, pero no solo por su increíble legado artístico -que revolucionó la escena
musical argentina en los ochenta- sino también por su personalidad, y por la vida que
llevó (adelante). Estoy hablando de Luca Prodan, quien fue conocido en la Argentina
como cantante de “Sumo”.
Luca nació en Roma, Italia en 1953. Hijo de una familia muy rica económicamente pero
pobre de afecto según el mismo Luca mencionaba.
Antes de concluir, no quiero dejar de mencionar el gran afecto que compartían Luca y su
hermana Claudia. Ella era uno de sus referentes. Compartían un vinculo muy fuerte de
amor fraterno. Incluso, Luca en sus años de mayor consumo, le presentó a Claudia la
Heroína. Le abrió las puertas a su incursión. Fue inmenso el peso que tuvo que soportar
Luca por esa presentación, ya que terminó siendo la misma Heroína “el arma” que
Claudia utilizó para suicidarse. Suicidio que fue planeado. Claudia escribió una carta de
casi 40 hojas en recriminación a sus padres antes de quitarse la vida. La muerte de su
hermana afectó profundamente a Luca. Vivió muy angustiado por años y hasta el final
de vida siguió sufriendo la perdida de su hermana, de su referente. En Argentina,
cuando Luca formó “Sumo” le dedicó a ella una de las primeras canciones que escribió
con la banda. La canción se llama “Warm Mist”; la quiero citar (traducción) aunque sea
un fragmento:
Filmografía
Luca, La película. Dirección:Rodrigo Espina. 2007
Discografía
Sumo. “Corpiños en la Madrugada”. Re-edicion 1992
Bibliografía
Roberto Romero. “Grupo, Objeto y teoría”. 2008
Piera Aulagnier. “Construir(se) un pasado”.1989
Piera Aulagnier. “El aprendiz de historiador y el maestro-brujo”.1986
Adrian Grassi. “Guias para la lectura de Piera Auglanier”. 2007