Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
patatabrava.com
PROF. 17-18
Derecho Administrativo II.
1
La CE también distribuye las competencias en materia de expropiación. La
expropiación forzosa es un instrumento más de los que se emplea para la
ejecución de las Leyes, por lo que tanto las CCAA como las Corporaciones
Locales podrán emplear esta potestad en las materias en que tengan
competencias de ejecución. El establecimiento de la normativa expropiatoria
corresponde, sin distinción entre bases y desarrollo, al Estado (art. 149.1.18ª), a
fin de que la garantía del expropiado sea equivalente en todo el territorio. En las
materias en que tengan competencias de desarrollo normativo, las CCAA
podrán establecer nuevas finalidades públicas que justifican la expropiación
(STC 37/87).
2
apenas tiene la posibilidad de impugnar judicialmente la expropiación porque
frente a Leyes no cabe recurso contencioso-administrativo y el artículo 33 no es
susceptible de amparo, de modo que sólo puede intentar convencer a un
tribunal de que plantee una cuestión de inconstitucionalidad. El TC sólo la
admite en casos excepcionales.
El expropiado.
El régimen jurídico que prevé la legislación expropiatoria general para los casos
de pluralidad de derechos sobre un mismo bien es el siguiente. «Los titulares de
derechos o intereses sobre el bien expropiado, salvo los arrendatarios rústicos o
urbanos, no percibirán indemnización independiente, sin perjuicio de que
3
puedan hacerlos valer sobre el justo precio derivado de la expropiación
principal» (art. 6.2 REF). La distribución de la indemnización unitaria entre los
distintos titulares de derechos la proponen éstos. «Cuando no exista acuerdo en
la distribución del justo precio entre los distintos titulares de derechos o
intereses, la Administración procederá a consignar la cantidad total en la Caja
General de Depósitos, hasta que se resuelvan las discrepancias entre los
mismos» (art. 8.2 REF). «[L]a expropiación extingue todas las cargas y
derechos anteriores sobre el bien expropiado, que se convierten, por ministerio
de la Ley, en derechos sobre el justo precio» (art. 8.1 REF), con la salvedad ya
mencionada de los arrendatarios.
Como garantía para todos esos sujetos que se van a ver afectados por la
expropiación, se obliga a la Administración a considerar como interesados en el
procedimiento al propietario en todo caso (entendiendo por tal, en primer lugar,
a quien conste registralmente y en su defecto a quien lo sea pública y
notoriamente), a los titulares de derechos e intereses cuando consten
registralmente o lo soliciten, al Ministerio Fiscal cuando no comparezcan
propietarios, o estén incapacitados y sin representante, o la propiedad sea
litigiosa, y también a quienes aporten títulos contradictorios sobre el objeto que
se trata de expropiar (arts. 3-7 LEF).
El beneficiario de la expropiación.
4
admite la expropiación por causa de interés social, es decir, no para la
construcción de infraestructuras de uso público, sino para la realización, por la
Administración o por particulares, de proyectos que se consideran convenientes
desde este punto de vista: polígonos industriales, viviendas de protección oficial,
etc.
Objeto de la expropiación.
Los bienes patrimoniales, es decir, los bienes que son propiedad privada de las
Administraciones y demás entes públicos, pueden ser expropiados como los
demás. En cuanto a los bienes demaniales, que pertenecen a una
Administración pero están sometidos a un régimen jurídico especial en cuanto
dedicados a un fin de interés público, se afirma normalmente que no son
expropiables. Lo que se produce es un cambio de la finalidad a que están
afectados (mutación demanial).
Son finalidades que deben darse para que la expropiación sea legítima. Deben
ser declaradas de la forma prevista en las normas de procedimiento que luego
veremos.
La causa no sólo debe existir cuando se produce la expropiación, sino que debe
mantenerse. Si desaparece, el expropiado puede (en ciertos casos) pedir la
reversión del bien expropiado.
5
Contenido o concepto de expropiación forzosa.
Su delimitación tiene un doble sentido. Por un lado, señala los límites del poder
atribuido a la Administración, de forma que cualquier privación o despojo
patrimonial que no entre en ese concepto requerirá de un título diferente,
distinto de la potestad expropiatoria. Por otro lado, señala qué despojos
patrimoniales dan derecho a una indemnización. Toda actuación administrativa
que quede comprendida en ese concepto, debe ser indemnizada, aunque su
realización esté prevista en una norma que no disponga nada respecto a la
indemnización. Este sentido garantista de la expropiación se deriva del
principio constitucional de Estado de Derecho o de otros más concretos.
También hay que tener en cuenta que muchas Leyes sectoriales que prevén
intervenciones administrativas perjudiciales para intereses privados se remiten
a la LEF para que determine qué intervenciones son indemnizables y qué
terceros tienen derecho a una indemnización.
6
En la práctica es muy difícil decidir en los casos concretos dónde se encuentra la
generalidad o la singularidad: colindancia con carreteras, demanialización de
aguas y costas, etc. Más que saber cuál es la solución concreta que han dado el
legislador y el TC, es más importante conocer los criterios de discusión y las
sedes en las que se puede plantear este debate.
3. El procedimiento expropiatorio.
A) El procedimiento general.
7
La Administración no puede expropiar bienes y derechos para emplearlos en
cualquier finalidad, ni puede expropiarlos para aquellos fines que ella considere
que son de utilidad pública o interés social (art. 33.3 CE). Es necesario que una
Ley haya establecido previamente que la finalidad concreta de esa expropiación
se considera de utilidad pública o de interés social.
8
Los propietarios afectados por expropiaciones parciales podrán solicitar la
expropiación total en esta fase, cuando se les notifica el acuerdo de necesidad de
ocupación (art. 23 LEF).
Una vez acordada la necesidad de ocupación, se inicia para cada finca o bien
expropiado un procedimiento individualizado para la fijación del
justiprecio (art. 26.1 LEF).
Hasta los años 90, el Jurado (estatal) fijaba el justiprecio en todas las
expropiaciones, incluidas las de las CCAA y entes locales. Más tarde las CCAA
9
crearon sus propios jurados, atribuyéndoles la competencia para fijar el
justiprecio en las expropiaciones autonómicas y locales. Su composición no es
tan equilibrada, y normalmente los funcionarios autonómicos son mayoría. No
hay ni puede haber componentes de procedencia judicial. A pesar de las críticas
iniciales, el TC (sentencia 251/2006) declaró que no son contrarios a la CE, al
entenderse incluida esta decisión dentro de la potestad autonómica de
autoorganización y no afectar -según el TC- al sistema de garantías del
expropiado, cuya regulación sí corresponde a la legislación estatal (STC
37/1987, de reforma agraria andaluza). Para rechazar el argumento de que la
legislación estatal impone una composición quasi arbitral del órgano, que los
jurados autonómicos no respetan, el TC recuerda que la LEF de 1954 suprimió
el sistema anterior del “tercer perito”, que era realmente arbitral.
10
Aunque teóricamente la impugnación del justiprecio no suspende el acuerdo del
Jurado, de modo que se tendría que pagar el justiprecio al expropiado a reserva
de lo que finalmente diga la sentencia, en la práctica se hace una interpretación
del artículo 50.2, en cuya virtud sólo se le abona al expropiado “la
indemnización hasta el límite en que exista conformidad entre aquél y la
Administración”, es decir, la hoja de aprecio de la Administración o del
beneficiario (cuando alguno de ellos impugne el Jurado), o el propio justiprecio
en otro caso (cuando sólo lo impugna el expropiado).
Esta figura se encuentra regulada en el art. 52 LEF. Para que se pueda aplicar
este procedimiento es necesario que lo decida un Decreto (estatal o autonómico)
a la vista de las características concretas de una expropiación. Sin embargo, en
la práctica se aplica de manera casi generalizada porque muchas Leyes
sectoriales dicen que todas las expropiaciones que en ellas se regulan se
considerarán urgentes.
11
Sin embargo, la doctrina más influyente (GARCÍA DE ENTERRÍA) sostiene
que la transmisión de la propiedad se produce en el momento de la
ocupación, sin necesidad de esperar al pago del justiprecio. Se apoya en la
jurisprudencia: S. de 1 de junio de 1987 (RJ 3981). Más: dos Sentencias
de 20 de junio de 2005 (RJ 7076 y 7186). Sentencia del TSJ de Madrid de
23 de noviembre de 2000 (JT 2001/1125).
A) El justiprecio: contenido.
12
21.1 LEF, o acto dirigido al particular solicitando que fije la hoja de aprecio),
debe pagar el interés legal del dinero sobre el justiprecio que finalmente se fije,
desde ese momento y hasta el de fijación del justiprecio (art. 56 LEF).
Añade el 71.1 REF que no hay mora si el justiprecio se fijó antes del
transcurso del plazo de 6 meses, aunque después se recurra.
Se liquida al final.
Una vez fijado el justiprecio en vía administrativa (por mutuo acuerdo o por
resolución del Jurado), el expropiante o el beneficiario deben pagarlo en el plazo
de 6 meses desde que se fije. Cuando transcurra ese plazo, se debe pagar el
interés de demora hasta el momento del pago efectivo (art. 57 LEF).
13
Cuando haya litigio sobre el justiprecio, el expropiado tendrá derecho a
que se le entregue la indemnización hasta el límite en que exista
conformidad con la Administración (art. 50 LEF).
C) La retasación.
“Si transcurrieran cuatro años sin que el pago de la cantidad fijada como justo
precio se haga efectivo o se consigne, habrá de procederse a evaluar de nuevo las
cosas o derechos objeto de expropiación, con arreglo a los preceptos contenidos
en el Capítulo III del presente Título” (art. 58 LEF).
D) La reversión.
14
Permite al expropiado volver a adquirir el bien objeto de expropiación en caso
de que no se dedique a la finalidad de utilidad pública o interés social que
justificó su expropiación.
El derecho de reversión está regulado en los arts. 54-55 LEF y 63-70 REF.
15
Aunque se haya dado alguna de estas circunstancias, el expropiado no tiene
derecho a la reversión del bien en estos dos supuestos:
16
años desde la terminación de la obra o el establecimiento del servicio
[art. 54.2.b)].
17
justiprecio actualizado desde la fecha de iniciación del expediente de justiprecio
hasta la de iniciación del expediente de reversión. Sólo se procederá a una nueva
tasación cuando se haya alterado la calificación jurídica del bien, o éste
incorpore mejoras aprovechables o haya sufrido menoscabos.
Sin embargo, la reforma de 1999 cambia las cosas con un artículo 54.5 en el que
se dice que en las inscripciones de adquisiciones por expropiación forzosa “se
hará constar el derecho preferente de los reversionistas frente a terceros
adquirentes para recuperar el bien o derecho expropiados (...), sin cuya
constancia registral el derecho de reversión no será oponible a los terceros
adquirentes que hayan inscrito los títulos de sus respectivos derechos conforme
a lo previsto en la Ley Hipotecaria”.
18