La producción alfarera 

en el México antiguo IV
Beatriz Leonor Merino Carrión 
Ángel García Cook
Coordinadores
la producción alfarera
en el méxico antiguo
colección científica
Serie arqueología
la producción alfarera
en el méxico antiguo
Beatriz Leonor Merino Carrión
Ángel García Cook
Coordinadores

volumen iv
del clásico tardío al posclásico
y secuencias regionales

inStituto nacional de antropología e HiStoria

 la producción alfarera en el méxico antiguo: del clásico tardío al posclásico
y secuencias regionales / coordinadores Beatriz leonor merino carrión y Ángel
garcía cook. – méxico: instituto nacional de antropología e Historia, 2006.
312 p.: ils. fotos; 26 cm. – (colección científica; 505. Serie arqueología)
iSBn: 968-03-0144-3 (obra completa)
iSBn: 968-03-0215-6 (volumen iv)

1. alfarería mesoamericana. 2. cerámica prehistórica-méxico. 3. modos

de producción-mesoamérica. i. merino carrión, Beatriz leonor, coord. ii.
garcía cook, Ángel, 1937, coord. iii. la alfarería del clásico tardío (700-
1200 d.c.). iv. Serie.

lc: cc 79.5 p6 p76

primera edición: 2007

d.r. © instituto nacional de antropología e Historia

córdoba 45, col. roma, 06700, méxico, d.f.
sub_fomento.cncpbs@inah.gob.mx

iSBn: 968-03-0144-3 (obra completa)

968-03-0215-6 (volumen iv)

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obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento
informático, la fotocopia o la grabación, sin la previa autorización por escrito de los
titulares de los derechos de esta edición

impreso y hecho en méxico

 Índice

la producción alfarera en el Méxcico antiguo.

introducción al voluMen iv 9
Beatriz Leonor Merino Carrión y Ángel García Cook

la ceráMica del clásico terMinal y el posclásico teMprano

en el estado de chiapas 15
sonia e. rivero torres

la alfarerÍa tolteca 57
robert h. cobean

la ceráMica del señorÍo de Metztitlan durante

el posclásico tardÍo 77
ana María álvarez palma

la alfarerÍa en cantona del 500 al 1000 de nuestra era 113

Beatriz leonor Merino carrión y ángel garcía cook

la ceráMica y las figurillas de playa del tesoro 165

José carlos Beltrán Medina y lourdes gonzález Barajas

la ceráMica del epiclásico y posclásico teMprano

en la región de coliMa 187
ana María Jarquín pacheco y enrique Martínez vargas

la ceráMica de chihuahua, zacatecas y durango 211

arturo guevara sánchez

la ceráMica de sonora 251

María elisa villalpando canchola
 Índice

secuencia ceráMica de la región del rÍo candelaria.

estudio preliMinar 273
ernesto vargas pacheco y angélica delgado salgado

la ceráMica arqueológica en quintana roo durante

el clásico tardÍo y el posclásico teMprano (700-1200 d.c.) 289
luis alberto Martos lópez
 la producción alfarera en el méxico antiguo.
introducción al volumen iv
desde que se programaron los cinco volúmenes
de esta obra sobre la cerámica en el méxico an-
tiguo se decidió conformar cada uno con textos
que se ocupan de los periodos en los que se ha
dividido el desarrollo cultural prehispánico para
grupos sedentarios. así, el volumen i se ocupa
del formativo o preclásico, más generalidades;
el volumen ii del clásico; el volumen iii del
epiclásico-posclásico temprano, y el volumen v
del posclásico, más el intercambio cultural y las
permanencias. Sin embargo, como en algunos
sitios o regiones la ocupación sedentaria fue
corta, por lo que no cubre toda la secuencia, o
aunque con mayor presencia en algunos de los
periodos establecidos tiene ocupación anterior o
posterior, propusimos que el volumen iv incluye-
ra los trabajos que cubriesen más de un periodo o
que tratasen sobre una corta secuencia regional.
de esta manera este volumen incluye estudios
referentes a la alfarería del clásico tardío al pos-
clásico y secuencias regionales, y está integrado
por diez capítulos diferentes, que corresponden
a lugares o regiones distintas.
en noviembre de 1999 Jesús mora echeverría,
entonces subdirector de investigación y con-
servación del patrimonio arqueológico (Sicpa)
propuso a Beatriz leonor merino carrión† la
realización de esta obra, y ella a su vez solicitó el
apoyo de un colega para que juntos llevaran a
cabo dicha propuesta. por afinidad, y por creer
9
Beatriz Leonor Merino Carrión†
Ángel García Cook
que “casi” no tenía mucho trabajo, el colabora-
dor electo fue Ángel garcía cook. el director de
la dirección de estudios arqueológicos (dea),
de la cual depende la Sicpa, norberto gonzález
crespo, apoyó con interés esta iniciativa y durante
su gestión nos otorgó el respaldo que requerimos.
a partir del inicio de esta obra ha habido cambios
de autoridades en la dea y la Sicpa. en la direc-
ción de la dea, Beatriz leonor merino carrión
sustituyó a norberto gonzález crespo; a la muerte
de leonor, tomó la dirección daniel Juárez cossío
y con la renuncia de éste, luis alberto martos lo
sustituyó. en la subdirección en que estamos ads-
critos también ha habido cambios: de Jesús mora
echeverría a daniel Juárez cossío, de éste pasó la
subdirección a Jesús evaristo Sánchez y después
a manuel de la torre mendoza† y hoy verónica
velázquez Sánchez-Hidalgo es la subdirectora.
con todas estas vicisitudes como trasfondo, La
producción alfarera en el México antiguo se conformó
con 66 textos, elaborados por 88 investigadores
especialistas, agrupados en cinco volúmenes,
los cuales quedaron integrados de la siguiente
manera:
volumen i. presentación; comentarios gene-
rales; la alfarería: generalidades (cinco capítu-
los); la alfarería: del formativo –2000 a.c. al año
100 d.c.– (diez capítulos).
volumen ii. la alfarería durante el clásico
–de 100 a 700 d.c.– (15 capítulos).
 Beatriz leonor Merino carrión y ángel garcÍa cook
volumen iii. la alfarería del clásico tardío
al posclásico temprano –de 700 a 1200 d.c.– (11
capítulos).
volumen iv. la alfarería del clásico tardío
al posclásico y secuencias regionales (diez capí-
tulos).
volumen v. la alfarería en el posclásico (1200
–1521 d.c.) (11 capítulos), y el intercambio cul-
tural y las permanencias (tres capítulos).
como puede observarse en el esquema an-
terior, en esta obra no sólo se ofrece una idea
amplia de los tipos cerámicos que caracterizan a
cada región o sitio en particular durante diversos
momentos del desarrollo de la vida sedentaria en
México, sino que desde el inicio, en el subtítulo
“la alfarería: generalidades”, se ofrece informa-
ción sobre la materia prima y manufactura de
la cerámica prehispánica en el texto escrito por
óscar Hugo Jiménez Salas.
otro capítulo general, que se incluye en el vo-
lumen i, trata sobre “el análisis de la cerámica en
Mesoamérica: comentarios sobre enfoques y me-
todología”, de robert H. cobean, quien examina
el manejo de la cerámica que realizan diversos
autores y algunas de las formas de clasificación; se
anexa amplia bibliografía al respecto.
continúa el apartado sobre las generalidades
con un tercer texto que trata sobre “el inicio de
la producción alfarera en el México antiguo”
de ángel garcía cook y Beatriz leonor Merino
carrión. Se incluyen en este apartado dos capí-
tulos relacionados con la producción alfarera
no industrial en dos lugares, “la alfarería de
yucatán: una tradición al final del siglo xx”, de
carmen Morales valderrama, y “la producción
alfarera en tlaxcala en la época actual”, de yo-
landa ramos galicia.
en este primer volumen se encuentra otro
amplio apartado intitulado “la alfarería durante
el formativo” –2000 a.c. al año 100 d.c.–, en el
cual se incluyen textos correspondientes a diez
regiones y a la cerámica que las caracteriza du-
rante el formativo: guerrero, oaxaca, chiapas,
Morelos, cuenca de México, puebla-tlaxcala,
occidente de México, las de tradición chupícua-
ro en el centro norte, cuenca baja del río pánuco
10
y las cerámicas del norte de la península de
yucatán.
el volumen ii contiene 15 textos acerca de la
alfarería durante el clásico –100 a 700 d.c.–; en
esta obra se estudian los siguientes lugares: gue-
rrero, oaxaca –centro–, la Mixteca alta y la Mix-
teca Baja de oaxaca, puebla-tlaxcala, teotihua-
can, Morelos, Sinaloa, nayarit, colima y Jalisco,
noreste de Michoacán, zacatecas, Bajío guanajua-
tense, veracruz, tabasco, las esferas cerámicas
del Horizonte cochuah en el norte de la penín-
sula de yucatán, y las esferas cerámicas cochuah
oriental-tzakol, del septentrión peninsular.
el volumen iii, “la alfarería del clásico tardío
al posclásico temprano (700 a 1200 d.c.)”, lo
integran 11 capítulos relacionados con los tipos
cerámicos característicos o diagnósticos de las
diversas regiones en las que fue subdividido el
territorio nacional para el análisis de la cerámi-
ca correspondiente a los diversos periodos del
desarrollo cultural prehispánico; en este caso,
las cerámicas del clásico tardío –epiclásico– al
posclásico temprano. estos textos se ocupan gue-
rrero, región Mezcala, Sinaloa, nayarit, Jalisco
y colima, tlaxcala, xochicalco en Morelos, un
texto específico sobre las pastas cerámicas de xo-
chicalco; la cuenca de México, tajín en veracruz,
las cerámicas de las fases coyotlatelco y tollan-
azteca i, también en la cuenca de México, cerro
de la cruz en querétaro; las esferas cerámicas
cehpech y Sotuta del norte de la península de
yucatán y la esfera cerámica conbalam del litoral
noroeste de la misma península.
el volumen v fue subdividido en dos apar-
tados; el primero, la alfarería en el posclásico:
1200-1521 d.c., consta de 11 capítulos corres-
pondientes a la cerámica del último periodo de
la ocupación prehispánica. la documentación
ofrecida corresponde a las siguientes regiones:
guerrero, oaxaca, chiapas; puebla-tlaxcala,
Morelos, suroeste del estado de México, oriente
del estado de México, cuenca de México, la cerá-
mica tarasca, el complejo cerámico tamohi, en
San luis potosí, y las esferas cerámicas tases en
el norte de la península de yucatán. el segundo
apartado fue subtitulado el intercambio cultural
 la producción alfarera en el méxico antiguo
y las permanencias y aun cuando se programaron
varios textos sobre este tópico fueron sólo tres los
que integran esta parte: “las cerámicas novohis-
panas manufacturadas en el valle de oaxaca”, de
Susana gómez Serafín; “la cerámica del periodo
colonial temprano en la cuenca de méxico, per-
manencia y cambio en la cultura material”, de
thomas H. charlton, patricia fournier y cynthia
l. otis charlton, y “la presencia del vidrio en
la nueva españa”, de carlos Salas contreras y
patricia lópez ignacio.
ahora bien, el volumen iv, cuyo subtítulo es
“la alfarería del clásico tardío al posclásico y
secuencias regionales”, está conformado por diez
capítulos, cuyos textos se ocupan de diez estados
o regiones, de los que en seguida presentamos
un resumen.
“la cerámica del clásico terminal y el pos-
clásico temprano en el estado de chiapas”,
de Sonia e. rivero torres. para desarrollar su
trabajo, subdividió el estado para estudiar la
cerámica correspondiente a este momento. la
clasificación que estableció rivero fue: la cerá-
mica de las tierras altas centrales, la cerámica de
Santa rosa, la cerámica de la depresión central
de chiapas, la cerámica de izapa, la cerámica de
la región de San gregorio, la cerámica de chin-
cultik, la cerámica de Santa cruz; la cerámica de
toniná, la cerámica de la región de palenque y
la cerámica del valle de comitán. acompaña su
descripción con 22 láminas, lo cual hace más
objetiva la información presentada.
“la alfarería tolteca”, de robert H. cobean.
además de subrayar que tula o tollan, capital
del estado tolteca, es “la ciudad más antigua
del centro de méxico que cuenta con registros
históricos, crónicas dinásticas con nombres de
reyes y relaciones acerca de las migraciones
semilegendarias de sus habitantes”, nos remite
a su gran obra sobre la cerámica de tula publi-
cada por el inaH en 1990 (científica, 215). en
este caso, robert H. cobean divide su texto en
dos partes; en la primera presenta un bosquejo
general de la secuencia cerámica de tula y en la
segunda ofrece algunas observaciones acerca de
la contribución del análisis de la cerámica para
11
reconstruir la historia cultural de esa ciudad.
asimismo, registra las diversas fases culturales
del desarrollo prehispánico de tula (hasta 1650),
presentando la cronología actualizada, la cual
transforma, según indica, en 50 años más anti-
guas a las fases prado, corral, corral terminal,
tollan y fuego, respecto de la temporalidad
anteriormente publicada.
en la primera parte también ofrece los tipos
diagnósticos para cada fase, apuntando que “los
complejos prado y corral corresponden a la
ciudad temprana cuyo núcleo principal fue la
plaza conocida como tula chico”, y considera
que el complejo corral (750-850 d.c.) se trata
de la primera ocupación extensiva de la zona
urbana de tula y ya para el complejo tollan se da
el momento de mayor apogeo, cuando la ciudad
alcanza su máxima extensión, entre 13 y 16 km2.
en la segunda parte, con base en la presencia
de diversos tipos cerámicos, el autor explica el
desarrollo histórico de la ciudad en relación
con las diversas áreas de ocupación y realiza
comparaciones –semejanzas y diferencias– con
otras cerámicas, tanto del centro de méxico o al-
tiplano central, como del occidente de méxico,
Bajío y periferia norte de mesoamérica, costa del
golfo, Yucatán y centroamérica. Se integran 186
fichas bibliográficas.
“la cerámica del señorío de metztitlán duran-
te el posclásico tardío” es el título de la aportación
de ana maría Álvarez palma, quien por primera
ocasión propone la tipología cerámica para esta
región del centro norte del estado de Hidalgo.
además de tratar sobre la secuencia cultural
de esta provincia (de 4 380 km2), proporciona
información de las características de las arcillas
caolínicas y de sus implicaciones como materia
prima, ya que con este material se elaboraron al
menos cuatro tipos y una variante cerámica.
la autora comenta la metodología utilizada y
las características de la muestra estudiada. para la
descripción de los tipos establecidos se amplían
los siguientes clasificadores: formas, esfera cerá-
mica, nombres anteriores, principales atributos
de identificación, pasta y agregados o desgrasante
utilizados, cocción, dureza, acabado de superficie
 Beatriz leonor Merino carrión y ángel garcÍa cook
y decoración, función inferida, técnica de manu-
factura, probable origen, localización intrasitio
e intersitio, etcétera.
asimismo, se describen cuatro tipos y una
variante para el grupo caolínico, así como tres
del grupo no caolínico. Se comenta sobre la
cerámica foránea y se realizan amplios comen-
tarios sobre etnografía cerámica en la zona de
Metztitlán, Hidalgo, la producción de cerámica
caolínica, zietla, Juárez e ixtacoyotla. el texto se
ilustra con 31 láminas y cuatro fotografías.
“la alfarería en cantona del 500 al 1000 de
nuestra era”, de Beatriz leonor Merino carrión
y ángel garcía cook. aunque el título indica que
sólo se trata de la cerámica comprendida entre el
500 y el 1000 d.c., se aprovecha la ocasión para
ofrecer información sobre algunos de los tipos
cerámicos característicos entre el 100 y el 500 d.c.
y hacer comentarios acerca de la cerámica corres-
pondiente a la ocupación preclásica en cantona.
esta es la primera ocasión en que se describe
con cierto detalle la cerámica de cantona. la
información que se presenta es la obtenida en el
análisis del material cerámico recuperado en la
primera temporada de campo (1993 y 1994) y fe-
chada con las primeras 22 dataciones de c14 que
obtuvimos del asentamiento. en la actualidad
contamos con 39 fechamientos más, también por
c14; asimismo, conocemos un mayor número de
tiestos y de piezas completas procedentes de con-
textos cerrados, varios de ellos asociados con los
fechamientos mencionados. Si bien la tipología
que se presenta en este texto es válida, hay que
tomar con reservas la ubicación temporal.
Se ofrecen 20 tipos correspondientes a canto-
na iii –del 600 al 900-950 d.c.–, 11 tipos para
cantona ii –del 50 al 600 d.c.– y cuatro tipos
diagnósticos que inician en cantona ii y con-
tinúan hasta cantona iii temprano –del 400
al 700 d.c.–. Se comenta igualmente sobre dos
tipos que inician en cantona i y se introducen
a cantona ii, tipos fáciles de reconocer y que
cubren esta parte transicional de cantona i a ii,
es decir, del 300 a.c. al 100-200 d.c.
en la cerámica de cantona destaca la ausencia
total de soportes, asas y la producción de figurillas,
12
sobre todo para cantona ii y iii –del 50 al 950 d.c.–;
sólo los tipos correspondientes a cantona i –600 a.c.
al 50 d.c.– cuentan con soportes y algunos con asas,
en esta primera ocupación de cantona también se
fabricaron abundantes figurillas. el texto se ilustra
con 18 láminas.
“la cerámica y las figurillas de playa del
tesoro”, texto escrito por José carlos Beltrán
Medina y lourdes gonzález Barajas, presenta los
tipos de cerámica y de figurillas característicos
de esta región, así como información de sellos,
pintaderas, orejeras, flautas, silbatos y malacates.
Se indica que el material analizado procede de
excavaciones controladas y que se cuenta con
nueve fechamientos logrados por c14. el texto
se ilustra con cuatro tablas y 32 láminas.
“la cerámica del epiclásico y posclásico tem-
prano en la región de colima”, texto escrito por
ana María Jarquín pacheco y enrique Martínez
vargas. en este capítulo se refieren los tipos de
cerámica característicos correspondientes a las
últimas etapas de ocupación prehispánica. los
autores nos ofrecen los tipos de la fase colima
(460-610 d.c.) y de la fase almería (690-960
d.c.), así como las figurillas de cerámica de
ambas fases.
“la cerámica de chihuahua, zacatecas y du-
rango”, de arturo guevara Sánchez. el autor, con
base en los trabajos publicados por charles di
peso, John B. rinaldo y gloria J. fehner, así como
por los de alice Wasche, J. charles kelley y ellen
abboty kelley, complementados con lecturas
de exploraciones recientes, nos ofrece amplia
información sobre el desarrollo cultural de esta
vasta región. Se dedica un espacio a paquimé y se
refiere la técnica del enrollado en la fabricación,
el acabado y la decoración de la cerámica, así
como consideraciones sobre la procedencia de
los componentes de la pasta.
describe 13 tipos cerámicos para chihuahua
agrupados en: texturizados y monocromos (nueve
tipos) y cerámica pintada. discute sobre las vasijas
efigie de la cultura paquimé y sobre los artefactos
de cerámica como tejos, pendientes e instrumen-
tos musicales. incluye 20 ilustraciones en relación
con la cerámica de chihuahua.
 la producción alfarera en el méxico antiguo
a los estados de Zacatecas y durango el autor
los trata simultáneamente, poniendo énfasis en la
cultura de chalchihuites, cuyo centro epónimo
se localiza en los límites de ambos estados.
el autor realiza una breve historia de las in-
vestigaciones arqueológicas en chalchihuites y
con base en J. charles Kelley (1997) ofrece una
secuencia cultural de los grupos sedentarios que
ocuparon la región; en un mapa que muestra
la delimitación de ambos estados –Zacatecas y
durango– ilustra los principales sitios arqueoló-
gicos que se mencionan en el texto. inicia esta
parte con información de los tipos cerámicos para
Zacatecas y continúa con la referida a la cerámica
de durango de la cultura chalchihuites; también
considera otros objetos hechos en cerámica como
malacates, pintaderas, cuentas o pendientes,
para concluir con la descripción de las figurillas.
capítulo aparte otorga a la cerámica de grupos
poco conocidos, en él discute la presencia de la
cultura loma de San gabriel y de acuerdo con
michael foster indica que se desenvolvió a lo lar-
go de las franjas de las colinas del sur del estado
de chihuauhua, en el centro de durango y en el
interior del occidente de Zacatecas. este texto se
acompaña de 24 ilustraciones.
“la cerámica de Sonora”, de maría elisa vi-
llalpando canchola. en la introducción general
considera algunas cuestiones de la región y dis-
cute las interrelaciones del suroeste de estados
unidos con el occidente de méxico. la autora
propone “dos sistemas que articulan de manera
más directa las tradiciones arqueológicas 1) de los
desiertos y planicies y 2) de las sierras y valles”,
y con base en ellos realiza la descripción de los
tipos cerámicos y las figurillas características de
cada sistema. a la primera subdivisión correspon-
den tres tradiciones: trincheras, costa central y
Huatabampo; a la segunda lo integra la tradición
Serrana o del río Sonora y la tradición casas
grandes en su extremo occidental. ilustra su
texto con 12 láminas.
“Secuencia cerámica de la región del río
candelaria. estudio preliminar”, de ernesto
vargas pacheco y angélica delgado Salgado. el
texto nos presenta la secuencia cerámica basada
13
en el material proveniente de las excavaciones
llevadas a cabo en el sitio el tigre, en campeche,
que al parecer corresponde con el izamkanac de
las fuentes históricas, capital de acalan, y, desde
luego, acompañado de un análisis comparativo.
los autores utilizan el método de clasificación
tipo-variedad y toman en cuenta las descripcio-
nes de cerámicas de lugares cercanos a el tigre,
como calakmul, Becán, Jonuta, el aguacatal,
entre otros, para estudiar la cerámica de este
asentamiento.
el texto comienza con la definición de cada
uno de los conceptos utilizados en este método
de clasificación: tipo cerámico, variedad cerá-
mica, grupo cerámico, Ware (vajilla o loza),
complejo cerámico y esfera cerámica. logran
la ubicación cronológica de los materiales cuan-
do efectúan la comparación con las cerámicas
provenientes de Becán, altar de Sacrificios,
calakmul, cobá, el aguacatal, Jonuta y sitios del
petén: tikal y uaxactún, entre otros.
la descripción de la cerámica se desarrolla
con base en los complejos cerámicos, de los que
refieren cinco diferentes: auxaual, pachimalays,
champel, paxua y paxbolonacha. Se anexan 12
ilustraciones.
“la cerámica arqueológica en quintana roo
durante el clásico tardío y posclásico tempra-
no (700-1200 d.c.)”, de luis alberto martos
lópez. este trabajo cierra el volumen iv, en
cuya introducción se bosqueja el desarrollo
cultural de los asentamientos que ocuparon la
parte sureste de méxico, para después analizar
los complejos que se han establecido para los
diversos momentos y en las distintas regiones
en quintana roo. después describe los tipos
cerámicos del clásico tardío y terminal –23 tipos
con 34 variedades–, y los correspondientes a los
del posclásico temprano, del cual refiere 12 tipos
y variedades diferentes. el texto se acompaña de
14 láminas con dibujos.
al igual que en la planeación de los otros
volúmenes, en éste hubo temas contemplados y
solicitados que por diversas razones no fueron
elaborados, tal es el caso de “la cerámica del
clásico tardío y posclásico de tabasco”, y “cerá-
 Beatriz leonor Merino carrión y ángel garcÍa cook
micas del clásico tardío y posclásico temprano
del noreste de México”.
de cualquier manera, los 65 capítulos que
contiene la obra en su conjunto son una apor-
tación contemporánea al conocimiento de la
cerámica arqueológica. nuestra intención fue
la de presentar la mayoría –imposible la totali-
dad– de los tipos o grupos cerámicos conocidos
y utilizados en la época prehispánica –y colo-
nial– de cada una de las entidades federativas o
regiones de nuestro territorio. de todas formas
nos sentimos satisfechos al ofrecer 65 textos
diferentes pero complementarios al colega
14
especialista y al lector interesado en el conoci-
miento de algunas de las cerámicas utilizadas
por nuestros antepasados. aun cuando Beatriz
leonor Merino carrión, la autora principal de
esta obra, falleció el 10 de julio de 2002, se tuvo
que concluir y ahora se otorga a la opinión pú-
blica para su consideración, por lo que debemos
estar satisfechos por ello.
Hacemos votos para que este volumen iv
sirva de consulta a todos aquellos interesados
en el conocimiento, manejo y comprensión de
la cerámica utilizada y de la que aún se utiliza en
nuestro país, México.
La cerámica deL cLásico terminaL y eL PoscLásico
temPrano en eL estado de chiaPas
todo dato arqueológico, incluyendo la cerámica,
es el resultado de un proceso cultural en el más
amplio sentido de la palabra. sin embargo, para
los fines del presente artículo, se precisa distin-
guir entre la información relativa a la descripción
y la cronología de las piezas cerámicas y los
patrones de vida que se infieren con base a este
material. con un afán básicamente descriptivo,
no trataremos de inferir el papel de la cerámica
en la vida de los habitantes de estos periodos en
el estado de chiapas, a reserva de lanzar algunas
hipótesis sobre la función de algunas vasijas, su
manufactura y distribución.
Por lo general, la información que a conti-
nuación se expone se basa principalmente en
trabajos publicados tanto en inglés como en
francés, para lo cual se hicieron las traducciones
pertinentes respetando el dato arqueológico y
haciendo las adaptaciones correspondientes de
acuerdo con el texto. y para aligerar su lectura, se
menciona al principio de cada tipología el autor
y el número total de páginas donde se localiza tal
información, incluyendo ilustraciones. también
es importante señalar que en cuanto a la presen-
tación de las diferentes tipologías de cerámica no
se pudo sistematizar debido a que cada autor que
se menciona no maneja los mismos conceptos
descriptivos como dureza, color, etc., por lo que
* subdirección de investigación y conservación del
Patrimonio arquelógico de la dea, inah.
15
Sonia E. Rivero Torres*
solamente se optó por dar a conocer las clasifi-
caciones tal y como están publicadas.
La cerámica de Las tierras aLtas
centraLes
Las tierras altas centrales del estado de chiapas
abarcan los municipios de amatenango, teopisca,
el valle de san cristóbal , el valle de comitán (que
es el límite este de esta región), el río tzaconejá,
chanal (noreste), Larráinzar y chenaljo (al nor-
te) (figura 1). el material cerámico analizado por
culbert (1965: 60-71, figuras 25-33) provino de
pozos de muestreo realizados en 43 sitios, todos
con construcciones prehispánicas. estableciendo
las siguientes fases arqueológicas:
Periodo cultural Fase Fechas estimadas
clásico tardío tsah 700-1000 d.c.
Posclásico temprano yash 1000-1250 d.c.
Fase tsah (Figura 2 a-L)
tiPos cerámicos
Yerba Buena Fino: variedad Yerba Buena
Pasta: textura de media a fina. color general-
mente de café amarillento a naranja con algunos
 sonia e. rivero torres

18°

tabasCo

Palenque

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tenam Puente
Presa de Chinkultic
16° la angostura La trinitaria
santa rosario
rosa

3 Lagartero

sierra de los Cuchumatan

guatemaLa
Zaculeos
rí
o
su
ch
iate

15°
tajumulco
izapa
tapachula

Puerto madero

Figura 1. tierras altas centrales del estado de Chiapas: 1. La Frailesca; 2. tierras altas centrales;
3. región de san gregorio.

16
 La cerámica deL cLásico terminaL y eL PoscLásico temPrano en chiaPas
ejemplos con tendencia a café o rojo ladrillo.
inclusiones: pequeñas cantidades de material
blanco finamente molido que probablemente sea
calcita. Las formas de las vasijas grandes tienen
más abundante y menos molido el desgrasante.
algunos tepalcates muestran pequeñas áreas os-
curas que indican la presencia de una sustancia
orgánica oxidada completamente, misma que
pudo haberse agregado intencional o acciden-
talmente.
acabado de superficie: las vasijas tienen un
engobe delgado y pulido color rojo-naranja. al-
gunos tepalcates, generalmente de las vasijas más
pequeñas y mejor terminadas, tienen una base
de engobe blanco visible por debajo del engobe
de superficie. hay pocos ejemplos de diseños
curvilíneos pintados en rojo oscuro sobre el
engobe rojo-naranja y pocos en negro sobre deco-
raciones en rojo-naranja (figura 2 a). incisiones y
otras técnicas de decoración en la superficie son
raras, con excepción de las bandas al pastillaje
con impresión digital, las cuales son aplicadas
regularmente a ciertas formas de cajetes.
cocción: la cerámica tiene una dureza media,
presentando núcleos oscuros sólo 10% de los
tepalcates.
Formas: 1) cajetes de cuerpos curvo conver-
gentes; 2) cajetes de boca pequeña con banda al
pastillaje en el exterior del cuerpo; 3) cajetes de
boca grande con banda al pastillaje en el exte-
rior del cuerpo; 4) tecomates; 5) cajetes grandes
con bordes planos; 6) cajetes con seudo cuellos;
7) platos de cuerpos curvo divergentes; 8) platos
de cuerpos rectos; 9) vasos cilíndricos (raros);
10) incensarios (raros); 11) ollas de bordes ever-
tidos; 12) ollas de cuellos verticales; 13) jarras con
pequeñas bocas (figura 2 h, f, g, i).
Posición cronológica: este tipo, junto con
su variedad, se encuentra raramente en la fase
anterior (Kan). aumenta repentinamente en
frecuencia en la fase tsah. este tipo comienza a
disminuir en la fase siguiente (yash), y para el
Posclásico tardío ya no es producido.
comentarios: generalmente la aplicación de
un baño blanco antes del último engobe fue
utilizado para las vasijas con diseños policromos.
17
La variedad yerba buena del tipo yerba buena
Fino es más común en el este de las tierras altas
centrales de chiapas, aunque también se encon-
tró en el valle de san cristóbal, particularmente
con la forma de cajetes de boca pequeña con una
banda al pastillaje en la parte media en el exterior
del cuerpo, forma que parece no fue producida
en las otras variedades de este tipo.
Yerba Buena Fino: variedad San Nicolás
Pasta: idéntica a la variedad yerba buena.
acabado de superficie: sin engobe y alisado.
cocción: idéntica a la variedad yerba buena.
Formas: únicamente aparece en ollas de
borde plano.
Posición cronológica: esta variedad estuvo
restringida a la fase tsah, con pocos ejemplos
dispersos en la fase yash.
comentarios: yerba buena Fino: variedad
san nicolás parece no haber entrado al valle de
san cristóbal, por no haberse encontrado en
las colecciones registradas en las tierras altas.
aparecen ollas de labios planos en esta región
pero con el tipo santa elena rojo.
Yerba Buena Fino: variedad San Cristóbal
Pasta: textura media. color común crema a ama-
rillo. inclusiones: cantidad media de partículas
de tamaño pequeño a mediano de material blan-
co, cristalino, que probablemente sea calcita.
acabado de superficie: el engobe usado es
probablemente el mismo que en la variedad
yerba buena, pero debido a que la pasta es más
clara, el color tiende a ser amarillo-naranja en vez
de rojo-naranja. no hubo ejemplos del uso del
baño blanco antes del último engobe.
cocción: la cerámica es de dureza media con
bajo porcentaje de núcleos oscuros, y en gene-
ral los tepalcates son más dúctiles que las otras
variedades de este tipo.
Formas: son similares a las de la variedad
yerba buena, con la excepción de los cajetes de
boca grande y pequeña con banda al pastillaje
en el exterior del cuerpo.
temporalidad: esta variedad fue abundante
durante la fase tsah y yash.
 sonia e. rivero torres
Comentarios: Yerba buena Fino: variedad
san Cristóbal no está completamente definido.
tuvo su centro de distribución en la zona oeste
de las tierras altas, por lo que es abundante en
el valle de san Cristóbal y en el norte, pero es de
menor importancia en la zona este de las tierras
altas de Chiapas.
Moxviquil Negro: variedad Moxviquil
Pasta: en general es similar a la de Yerba buena
Fina.
acabado de superficie: engobe delgado color
negro pulido. Las incisiones son frecuentes de
patrones geométricos, con triángulos rellenados
con líneas diagonales, siendo este el motivo de-
corativo más común (figura 2 b).
Cocción: no definido.
Forma: 1) cajetes de silueta compuesta, cuer-
po curvo divergente, y 2) cajetes de cuerpos curvo
convergentes (figura 2 b).
temporalidad: está presente en la fase tsah.
Comentarios: la mayor parte del material
proviene de tumbas del sitio moxviquil, por lo
que se infiere que este tipo de cerámica fue
producido para uso mortuorio; es raro en otros
sitios de las tierras altas.
Formas de vasijas de La Fase tsah
Cajetes de cuerpo curvo convergente (figura 2 d)
Forma: base recta o anular, raramente convexa.
Cuerpo curvo convergente. bocas por lo gene-
ral grandes y pocas chicas, bordes ligeramente
evertidos, labios redondeados, puntiagudos o
biselados.
tamaño: 12-36 cm de diámetro, tamaño me-
dio 20 cm, 3.2-6.1 cm de altura.
decoración: engobe rojo en el interior y el
exterior del cuerpo; engobe rojo únicamente en
el interior del cuerpo; rojo oscuro y rojo-naranja
(raro); inciso (raro).
tipo: Yerba buena Fino (todas las variedades).
temporalidad: se encuentra en toda la fase
tsah.
Comentarios: estos cajetes se parecen a los
de la fase anterior (Kan). siendo la base anular
18
muy rara durante la fase tsah, no así los bordes
evertidos y labios en bisel o redondeados que
fueron frecuentes en esta fase.
Cajetes de boca pequeña con banda al pastillaje
Forma: bases desconocidas, cuerpos curvo con-
vergentes, algunas veces presentan un espacio
muy bien marcado donde el cuerpo se con-
vierte en boca; bordes ligeramente evertidos,
labios ensanchados en el interior ligeramente
por debajo del labio o directamente en el labio
(figura 2 h).
tamaño: 18-60 cm de diámetro, tamaño
medio 35 cm.
decoración: en el exterior del cuerpo presen-
ta una banda al pastillaje que lo circunda con
impresión digital; la banda de arcilla es colocada
en el punto donde el cuerpo cambia de curvatura
para formar la boca. engobe rojo o rojo-naranja
en el interior y el exterior del cuerpo.
tipo: Yerba buena Fino: variedad Yerba
buena.
temporalidad: aparece al comienzo de la fase
tsah y está presente en todas las muestras hasta la
fase Yash. Continúa apareciendo esporádicamen-
te en la segunda mitad de la fase Yash.
Comentarios: es cercanamente paralela a los
cajetes encontrados en el valle del río grijalva
para el Clásico tardío y Posclásico temprano, pero
hay diferencias en los tipos cerámicos y modos
mínimos de formas entre los ejemplos típicos de
las tierras altas y la región del grijalva (navarrete,
1960: figura 37 a-c). esta forma de vasijas tiene
una amplia distribución en el estado de Chiapas,
como en las tierras bajas mayas durante el Clásico
tardío (rivero, 1997: 216, figura 12).
Cajetes de boca grande con banda al pastillaje
Forma: base recta, cuerpos curvo convergen-
tes, con orientación vertical ligeramente hacia
afuera hasta el labio; bordes redondeados o
ligeramente evertidos; labios engrosados ya sea
redondeados, acanalados o ranurados (figura
2 e).
tamaño: 28-50 cm de diámetro, tamaño me-
dio 42 cm; 17 cm de alto.
 La cerámica deL cLásico terminaL y eL PoscLásico temPrano en chiaPas
d
j
Figura 2. cerámica de tierras altas de chiapas. Fase tsah.
decoración: cuerpo rodeado por una banda al
pastillaje; engobe rojo en el interior del cuerpo;
exterior del cuerpo sin engobe o engobe rojo
hasta la banda.
tipo: yerba buena Fino: variedad yerba
buena.
temporalidad: comienza poco antes de la fase
tsah y continúa hasta el final de esta fase. Pocos
ejemplos dispersos se encuentran hasta la parte
media de la fase yash.
comentarios: forma similar pero distinguible,
aparece en numerosos sitios del clásico tardío
y Posclásico temprano en la depresión central
chiapaneca (navarrete, 1960: figura 37 a-c).
19
e
h
tiene la misma distribución que los cajetes de
boca pequeña con banda al pastillaje en las tierra
bajas mayas que ocurrieron durante la subfase
tepeu 1 en uaxactún (smith, 1955: figuras 48 a,
8, 9, 11,12, 15-18).
Comales
Forma: base ligeramente convexa, cuerpos lige-
ramente convergentes; orientación del cuerpo
hacia afuera; bordes y labios redondeados; pocos
ejemplos tuvieron asas diametralmente opuestas,
las cuales consistieron en ganchos aplanados de
arcilla o bien ondas horizontales.
tamaño: grandes y delgados.
 sonia e. rivero torres
decoración: sin engobe y alisados.
tipo: santa elena rojo: variedad sin engobe.
temporalidad: esta forma aparece en la fase
tsah y en la parte temprana de la fase Yash.
Grandes tecomates
Forma: base recta; cuerpo curvo convergente;
cuerpos orientados a la pequeña boca; bordes
rectos; labios engrosados, ya sea redondeados o
aplanados (figura 2 f).
tamaño: 26-60 cm de diámetro, tamaño
medio 45 cm.
decoración: engobe rojo en el interior del
cuerpo; sin engobe en el exterior del cuerpo y
no alisado.
tipo: Yerba buena Fino: variedad Yerba
buena.
temporalidad: esta forma nunca ha sido co-
mún en las tierras altas y aparecen ejemplos dis-
persos en esta fase y en la subsecuente (Yash).
Cajetes grandes con bordes aplanados
Forma: base desconocida, probablemente recta,
cuerpos curvo convergentes; la orientación del
cuerpo va de ligeramente hacia afuera a vertical;
bordes rectos y labios planos (figura 2 g).
tamaño: 28-50 cm de diámetro, tamaño medio
35 cm.
decoración: engobe rojo en el interior del
cuerpo; sin engobe en el exterior del cuerpo y
alisado.
tipo: Yerba buena Fino: variedad Yerba
buena.
temporalidad: esta forma tampoco ha sido
común en las tierras altas de Chiapas. ocurren
pocos ejemplos en la fase tsah y en la primera
parte de la fase Yash.
Ollas de bordes planos
Forma: unión angular entre el cuello y el cuer-
po bien definida; cuello generalmente recto,
algunas veces ligeramente curvo divergente; la
orientación del cuello generalmente es hacia
afuera, algunas veces vertical; cuando el cuello
de la olla es recto el borde es evertido, cuando
el cuello es curvo divergente el borde puede ser
20
plano o evertido, el labio es plano o acanalado
(figura 2 i).
tamaño: 14-22 cm de diámetro de la boca,
tamaño medio 16 cm; altura del cuello de 3-6
cm; tamaño medio 4.9 cm.
decoración: sin engobe pero bien alisada.
tipo: Yerba buena Fino: variedad san nicolás
y santa elena rojo (variedad sin engobe).
temporalidad: el mayor periodo de produc-
ción de esta forma va desde el comienzo de la fase
tsah hasta la parte media de la fase Yash.
información comparativa: esta forma de ollas
ocurre con frecuencia durante el Clásico en el
sitio santa Cruz en el valle del grijalva (sanders,
1961: figura 37-38).
Ollas con bordes evertidos o rectos expandidos
Forma: unión entre el cuello y el cuerpo bien
definida, generalmente angular; cuellos rectos;
la orientación de los cuellos es hacia afuera,
poco frecuente vertical; bordes de poco a bas-
tante evertidos; labios redondeados o en punta
(figura 2 j).
tamaño: 10-26 cm de diámetro de la boca,
tamaño medio 18 cm; 8-24 cm diámetro del
cuello, tamaño medio 11 cm; 3.3-6.5 cm altura
del cuello, tamaño medio 4.9 cm.
decoración: engobe rojo-naranja en el inte-
rior y en el exterior del cuello; un ejemplo de
rojo-naranja sobre decoración blanca.
tipo: Yerba buena Fino (todas las variedades).
Posición cronológica: esta forma tiene una
larga historia en las tierras altas de Chiapas. está
generalmente presente tanto en la fase tsah
como en la Yash.
información comparativa: esta forma está
presente durante el Clásico en el sitio santa Cruz
en el valle de grijalva (sanders, 1961: figuras 37-
38), y se ha localizado esporádicamente en otros
sitios del Clásico tardío y Posclásico temprano en
esa región. ollas de esta forma tienen una amplia
distribución en el área maya durante el Clásico
tardío y el Posclásico temprano. esta misma
forma pero decorada con incisiones aparece en
Palenque, misma que no ha sido fechada (rands
comunicación personal a Culbert).
 La cerámica deL cLásico terminaL y eL PoscLásico temPrano en chiaPas
Cajetes pequeños de silueta compuesta
Forma: base desconocida; cuerpo de silueta com-
puesta: parte superior curvo divergente y parte
inferior curvo convergente; bordes ligeramente
evertidos y labios redondeados o en terminación
en punta (figura 2 b).
tamaño: 16-26 cm de diámetro.
decoración: engobe negro, inciso en el exte-
rior del cuerpo.
tipo: moxviquil negro.
temporalidad: sólo apareció en el sitio de
moxviquil asociado a tumbas. esta forma aparece
tanto en la fase tsah como en la yash.
Vasijas con borde plano
Forma: definida con base en los bordes. Los cuer-
pos son rectos o ligeramente curvo divergentes;
bordes totalmente evertidos de tal manera que
tiene una posición horizontal; la sección del
borde es ancha y en algunos casos plana; labios
redondeados (figura 2 c).
decoración: engobe rojo en el interior y el
exterior del cuerpo.
tipo: santa elena rojo y raramente yerba
buena Fino.
temporalidad: dispersa y poca presencia de
esta forma dentro de la fase tsah y la primera
parte de la fase yash.
Vasijas de cuerpos oblicuos o inclinados
Forma: base desconocida; parece haber perte-
necido a las vasijas de silueta compuesta: parte
superior recta con declive hacia adentro; borde
plano y labios biselados (figura 2 k).
tamaño: 18 cm de diámetro de la boca
decoración y tipo: desconocido, tepalcates
bastante erosionados.
Vasijas con conos o picos
Forma: base desconocida; parece haber sido de
silueta compuesta: parte superior recta oblicua
hacia adentro; el borde cercano al labio es curvo
divergente y el labio redondeado (figura 2 l).
tamaño: 22 cm de diámetro de la boca.
decoración: sin engobe, los conos de arcilla
están colocados en el exterior del cuerpo.
21
tipo: probablemente es una variedad de
yerba buena Fino.
Fase yash (Figura 3 a-h)
tiPos cerámicos
San Gregorio Burdo: variedad San Gregorio
Pasta: textura muy áspera. color gris, café o rojo
ladrillo. este último color fue más común en el
sector oeste de las tierras altas que en el lado este.
inclusiones: grandes cantidades de partículas
burdas de calcita cristalina.
acabado de superficie: sin engobe y poco
alisado.
cocción: textura suave presentando núcleos
oscuros 25%. otros presentan núcleos con dife-
rente color al resto de la pasta. este fenómeno
es frecuente en tepalcates de pasta roja (33%)
y raramente en tepalcates con pasta de otro
color.
Formas: 1) ollas con bocas grandes y bordes
planos; 2) ollas de cuellos pequeños; 3) ollas de
cuellos cortos incisos; 4) coladores; 5) cajetes de
cuerpos curvo convergentes; 6) cajetes de cuerpos
rectos (raros) (figura 3 a, b).
temporalidad: aparece a principios de la
fase tsah, aumentado en proporción para los
comienzos de la fase yash, y al final de esta fase
alcanza 50% de la muestra cerámica.
información comparativa: la cerámica burda
sin engobe, en forma de ollas, fue uno de los
principales componentes de casi todo complejo
cerámico en mesoamérica. este tipo fue parte
de un patrón general durante el clásico tardío
y Posclásico en las tierras bajas mayas.
comentarios: hay más variedades de un sitio
a otro, que cualquier otro tipo conocido para las
tierras altas de chiapas. características generales
de pasta, color y acabado de superficie tienen
diferentes rangos de variación en cada sitio, pero
ninguna de las diferencias es sistemáticamente
suficiente para dar las bases de otra variedad. La
forma de las vasijas de este tipo también varía
de un sitio a otro. Por lo que es probable que el
 sonia e. rivero torres
tipo san gregorio burdo haya sido producido
localmente en cada uno de los sitios de las tierras
altas centrales de Chiapas.
Tzaconejá Rojo: variedad Tzaconejá
Pasta: textura que va de fina a burda. Color gene-
ralmente de rojo ladrillo a naranja. inclusiones:
finas partículas oscuras y blancas, ambas de origen
mineral, y grandes partículas de hematita. La can-
tidad de partículas varía de pocas a muchas.
acabado de superficie: las vasijas tenían un
color crema a blanco debajo del engobe y des-
pués un engobe de color rojo brillante. algunas
veces, ya sea en el interior o exterior del cuerpo
de la vasija, se dejaba el color crema, y el engobe
rojo era aplicado únicamente en el lado opuesto.
La combinación del engobe rojo y blanco nunca
fue usado para hacer patrones. el engobe blanco
raramente estaba pulido, mientras que el engo-
be rojo lo estaba siempre. ambos engobes son
gruesos y muy suaves.
Cocción: la cerámica era muy dúctil, con 65
a 75% de núcleos oscuros.
Formas: 1) cajetes con cuerpos curvo conver-
gentes y bordes ligeramente redondeados hacia
dentro; 2) cajetes de cuerpos curvo convergentes
(figura 3 a).
temporalidad: este tipo fue muy común en
la fase Yash, especialmente en el sitio san grego-
rio, pero muy raro en los otros sitios, por lo que
parece haber sido un tipo local.
a
d
e
h g
Figura 3. Cerámica de tierras altas de Chiapas. Fase Yash.
22
Ixtapa Fino: variedad Ixtapa
Pasta: textura muy fina. Color generalmente
naranja, con algunos ejemplos de café rojizo
o color tostado. inclusiones: generalmente no
son visibles, pero algunos tepalcates (del cerro
ecatepec) tienen pocas partículas pequeñas
color gris.
acabado de superficie: el tratamiento más co-
mún es un engobe delgado color blanco pulido.
el engobe rojo delgado fue menos frecuente-
mente aplicado a la base de arcilla y hay pocos
ejemplos de un engobe negro directamente
sobre la base de arcilla. en otros casos, hay restos
de pintura roja o negra aplicada separadamente
o en la misma vasija sobre un engobe prima-
rio blanco. Las incisiones y acanaladuras son
comunes, principalmente enfatizando líneas
delgadas, las cuales están ya sea incisas a través
del engobe blanco o algunas veces usadas en
vasijas sin engobe. el patrón, hasta donde se
pudo determinar, fue de diseños curvilíneos o
rectilíneos.
Cocción: la cerámica es muy dura, por lo que
probablemente fue cocida a altas temperaturas.
son comunes los núcleos oscuros o decolorados,
esto puede atribuirse a que la pasta muy fina
impidió la penetración de oxígeno durante la
cocción.
Formas: 1) cajetes pequeños con cuerpos cur-
vo divergentes (figura 3 g); 2) cajetes con cuerpos
curvo convergentes (figura 3 e); 3) platos con
b
c
f
0 10 cm
 La cerámica deL cLásico terminaL y eL PoscLásico temPrano en chiaPas
cuerpos rectos o rectos divergentes con labios
muy evertidos (figura 3 f); 4) vasijas cilíndricas
(figura 3 d).
temporalidad: ocurre en pocas cantidades
en la fase tsah y alcanza su más alta frecuencia
en la fase yash.
comentarios: la mayor cantidad de este tipo se
concentró en el sector oeste de las tierras altas.
información comparativa: por las caracterís-
ticas de la pasta de este tipo pudo haber habido
una relación con los varios tipos de la cerámica
anaranjado Fino. aunque esta relación no es
directa pues no presenta los elementos deco-
rativos y formas de este último. se encontraron
vasijas importadas tipo naranja Fino Z (smith,
1958: 151-160) en las tumbas de moxviquil, lo
que muestra su conocimiento en las tierras al-
tas, por lo que ixtapa Fino pudo haber sido una
imitación local.
Ixtapa Fino: variedad Cuchumtón
Pasta: se diferencia de la variedad ixtapa por
tener una pasta más porosa, y por contener pe-
queñas cantidades de inclusiones muy finas no
definidas. el color de la pasta es invariablemente
naranja.
acabado de superficie: por ser la preservación
muy mala, lo que se conservó fue un engobe
blanco y hay algunos casos donde se encuentran
restos de pintura roja sobre el engobe primario
blanco, pero la mayoría de los tepalcates están
erosionados. no se encontraron ejemplos de
tepalcates con incisiones o gravados.
cocción: la cerámica es menos dura que la
variedad ixtapa, pero casi no presenta núcleos
oscuros.
Formas: similares a las de la variedad ixtapa.
temporalidad: pudo haber comenzado al
final de la fase yash.
Chanal Modelado-Gravado: variedad Chanal
Pasta: dentro del rango de variación del tipo
yerba buena Fino.
acabado de superficie: algunos ejemplos
tienen engobe rojo-naranja, mientras que otros
parecen sin engobe pero bien pulidos. decora-
23
ción modelada gravada aparece en el exterior
del cuerpo. diseños parecidos al tipo naranja
Fino Z.
cocción: la cerámica es bastante dura sin
núcleos oscuros.
Forma: vasijas en forma de barril con base
anular (figura 3 h).
temporalidad: la mayoría de las muestras se
encontraron en superficie, por lo que es más
factible que pertenezcan a la fase yash.
información comparativa: es obvia la relación
con las vasijas ferruginosas gravadas (smith, 1955:
figura 86) pero por falta del análisis químico de
la pasta no se pudo determinar si fue importado
o no.
Formas de vasijas de La Fase yash
Cajetes de cuerpos curvo convergentes
es la misma forma que aparece en la fase tsah
(figura 2 c). cajetes de cuerpos curvo convergen-
tes, diámetro grande variable.
Forma: base desconocida, cuerpo curvo con-
vergente y borde redondeado (figura 3 a).
tamaño: el diámetro excede de 30 cm, más
grande que un cajete estándar.
decoración: generalmente engobe rojo en el
interior y el exterior del cuerpo; engobe rojo en
el interior y sin engobe en el exterior; engobe
blanco en el interior y engobe rojo en el exterior
del cuerpo.
tipo: tzaconejá rojo.
temporalidad: únicamente localizado en el
sitio san gregorio, con mayor frecuencia en la
última mitad de la fase yash.
Sahumerios, tipo sartén
Forma: base desconocida; cuerpo curvo convergen-
te; borde plano; bordes redondeados; apéndices:
un mango tabular hueco, circular en sección cru-
zada, adherido al cuerpo por debajo del borde.
decoración: hay engobe tanto rojo como
claro; en algunos casos fue aplicada una decora-
ción estilizada en el mango o en la parte interna
del sahumerio pero no se pudo determinar la
forma exacta.
 sonia e. rivero torres
tipo: santa elena rojo; Yerba buena Fino:
variedad Yerba buena; huistán duro: variedad
huistán.
temporalidad: este tipo de sahumerios apa-
recen en pocas cantidades tanto en la fase tsah
como en la Yash.
información comparativa: esta forma de
sahumerios tienen una amplia distribución en
mesoamérica, siendo la mayoría del Posclásico.
esta forma se encontró en la subregión de La
Frailesca en el valle del grijalva para el Posclásico
(navarrete, 1960: figura 42 y 43 f).
Vasijas cilíndricas o vasos
Forma: bases rectas; cuerpos rectos; bordes pla-
nos o puntiagudos.
tamaño: 10-18 cm de diámetro, tamaño
medio 14 cm.
decoración: engobe rojo; engobe blanco
(ixtapa Fino); con incisiones en el exterior del
cuerpo (ixtapa Fino) (figura 3 d); engobe crema;
pintado con estuco; policromo rojo y negro sobre
crema; una figura policroma pintada.
tipos: Yerba buena Fino; ixtapa Fino y tipos
de importación de las tierras altas centrales.
temporalidad: esta forma de vasija es rara
en las tierras altas de Chiapas. aparecen esparci-
damente en el sector este de esta región tanto
para la fase tsah como Yash, en cambio el tipo
ixtapa está en el sector oeste y noroeste y conti-
núa hasta el Posclásico tardío (fase Lum).
Comentarios: la cantidad y el contexto donde
se hallaron indica que estas vasijas tuvieron un
papel ceremonial en la vida de los habitantes del
Posclásico tardío en los altos de Chiapas.
Ollas burdas con bocas grandes
Forma: la unión entre el cuerpo y el cuello de
las ollas es vago; cuellos rectos y poco frecuente
curvo divergente; bordes planos; labios redon-
deados, planos o acanalados (figura 3 b).
tamaño: 14-30 cm de diámetro de la boca;
tamaño medio 18 cm; 3.2-4.4 cm altura del
cuello.
decoración: sin engobe y no alisado.
tipo: san gregorio burdo.
24
temporalidad: algunos tepalcates con esta
forma fueron hallados en la fase tsah, pero
alcanzan su mayor frecuencia en la parte media
de la fase Yash, siendo la forma más importante
para la última parte de esta fase.
Comentarios: esta forma tiende a variar de
un sitio a otro en el sector este de las tierras
altas.
Ollas de cuello corto y boca grande
Forma: la unión entre el cuello y el cuerpo de la
olla está bien definida y es angular; cuello recto;
el cuerpo de la vasija se une directamente con
el corto cuello o con un borde sin cuello; labios
redondeados o planos (figura 3 b).
tamaño: 16-26 cm de diámetro de la boca,
tamaño medio 20 cm; 1.5-2.5 cm altura del
cuello.
decoración: sin engobe y no alisado. gravados
horizontales que circundan la parte interior del
pequeño cuello.
tipos: san gregorio burdo y la hermita bur-
do (Posclásico tardío).
temporalidad: está presente en la fase Yash y
continúa en la siguiente.
Comentarios: esta forma fue encontrada
únicamente en el sector oeste de las tierras altas
donde coexiste con la forma variante de ollas
burdas de bocas grandes.
Ollas de cuello vertical
Forma: unión entre el cuello y el cuerpo bien
definida; cuello recto; borde recto o ligeramente
inclinado; labios redondeados, en punta o rara-
mente planos (figura 3 c).
tamaño: 8-16 cms de diámetro, tamaño me-
dio 12 cm; 7.4 cm de altura.
decoración: engobe rojo-naranja en el inte-
rior y el exterior del cuello; rojo oscuro sobre
rojo-naranja; pocos ejemplos tienen una cara
aplicada en el cuello.
tipos: Yerba buena Fino: variedad Yerba bue-
na; santa elena rojo y huistán duro: variedad
huistán (Posclásico tardío).
temporalidad: esta forma aparece en todo el
Clásico en las tierras altas, siendo más abundante
 La cerámica deL cLásico terminaL y eL PoscLásico temPrano en chiaPas
para la fase yash. Las ollas con una cara en el
cuello aparecen sólo en la fase tsah y yash.
cerámica de santa rosa
sitio localizado en la cuenca superior del río
grijalva (figura 1) en lado sur de este río en su
confluencia con el río aguacate.
Fase 6 (800-1000 d.c.) que corresponde a la
fase Paredon-ruiz X-b, Xi-a de chiapa de corzo
(brockington, 1967: 50).
La pasta de la cerámica es predominantemen-
te café claro y también crema. La textura burda
es común en la pasta crema pero no tan común
en la pasta de textura media. también fue usa-
da una textura fina en una pasta café rojiza. el
desgrasante fue siempre de cenizas volcánicas
burdas, excepto en la pasta de textura fina donde
el desgrasante no es visible.
Los tipos predominantes: engobe café oscuro;
engobe bicromo; engobe policromo y engobe
marrón bicromo (op. cit.: 15- 19, figuras 29, 30,
31, 33, 34, 35, 37, 39 y 40).
Engobe café rojizo
Pasta: café rojiza, café y café clara.
textura: de mediana a burda.
descripción: el color del engobe varía de un
café oscuro rojizo a un naranja rojizo. hay dos
grupos: uno que ocurre con la pasta café rojiza
y otro con las otras.
Formas: las más frecuentes son los tecomates;
las ollas; el vaso; los cajetes de cuerpos rectos
divergentes; los cajetes de cuerpos curvo conver-
gentes; los cajetes de cuerpos curvo divergentes;
las bases rectas y cóncavas; los bordes completa-
mente evertidos o recto expandidos y algunos
rasgos especiales (figura 4).
Engobe bicromo
Pasta: generalmente de color café y café claro,
pocos tepalcates con color café rojizo.
textura: pocos tepalcates burdos, la mayoría
son de textura media.
descripción: cajetes con engobe color café os-
curo con bordes rojos, con engobe blanco crema
y bordes café rojizo; cajetes con engobe café claro
25
en el exterior del cuerpo y bordes naranja. engo-
be café oscuro sobre blanco turbio en tecomates
y cajetes con cuerpos curvo divergentes, café
oscuro sobre blanco; cajetes de silueta compuesta
con engobe café sobre blanco cremoso; cajetes
con engobe negro sobre café rojizo, negro sobre
blanco liso y rojo sobre crema y tecomates con
engobe rojo sobre café rojizo; ollas con engobe
blanco en el interior del cuerpo y naranja en el
exterior del cuerpo; ollas con engobe café claro
en interior y rojo en el exterior del cuerpo; caje-
tes de silueta compuesta con engobe negro claro
en el interior y café en el exterior del cuerpo;
ollas con engobe naranja sobre blanco cremoso;
tecomates con manchas de color naranaja sobre
blanco u ollas con manchas naranjas sobre el
engobe café claro (figura 4).
Engobe policromo
descripción: sólo se encontraron dos tepalcates,
uno tiene engobe negro, rojo y naranja en el exte-
rior del cuerpo y naranja en el interior. La forma es
de cajete de paredes curvo convergente con bordes
redondeados y surcos aguzados en el interior y el
exterior del borde (figura 4). La pasta es de color
café y de textura media. el segundo tepalcate tiene
engobe blanco en el exterior del cuerpo, en la
parte superior junto al borde, café en el resto del
cuerpo y café rojizo en el interior del cuerpo. La
forma es de silueta compuesta (figura 4) y la pasta
es de color café rojizo y de textura media.
Engobe marrón bicromo
Pasta: principalmente color café rojizo, café
claro y café.
textura: generalmente es media, pocos tepal-
cates son burdos o finos.
descripción: los tepalcates siempre presentan
el color marrón con inclusiones de hematita
especular. muchos tepalcates tienen sólo el
color marrón mientras que los restantes tienen
engobe blanco, pero el marrón puede ocurrir
en conjunción con el naranja, el café claro o el
café oscuro.
Formas: cajetes con cuerpos recto divergentes
con bordes redondeados; cajetes con cuerpos cur-
 sonia e. rivero torres

bases

tecomates

vasijas de silueta compuesta

ollas

soportes
Cerámica otros atributos

vaso recto

Cajetes

0 10 cm
asas
Curvo divergente

Figura 4. santa rosa, Posclásico temprano.

vo convergentes, bordes redondeados, planos, en
bisel y un pequeño apéndice en la parte exterior
del borde; cajetes de silueta compuesta: cuerpo
curvo convergente y divergente con ángulo basal,
de boca estrecha y ángulo medio remarcado o con
ángulo redondeado. bases rectas, asas verticales
planas de estribo; bordes muy evertidos con líneas
incisas; soportes mamiformes, sólidos planos con
muescas en el borde externo (figura 4).
decoración: incisiones o rascaduras solamen-
te en el área pintada de marrón, nunca en el
resto del engobe blanco. Los diseños pueden ser
líneas horizontales alrededor de todo el cuerpo
y líneas paralelas escalonadas. el diseño puede
estar también en la parte superior de un borde
muy evertido.
Comentarios: lo más seguro es que éste fue
el tipo marrón pulido ya erosionado, quedando
sólo parte del engobe marrón y el blanco desapa-
reció. en la fase 6 las formas incluyen cajetes con
paredes curvo convergentes y bordes aplanados
finamente adelgazados y ligeramente evertidos.
estos cajetes tienen bordes redondeados o rectos;
cajetes con cuerpos rectos reforzados o curvo
divergentes, tienen bandas con seudoglifos alre-
dedor del cuerpo, el cual parece estar hecho en
molde. Las bases de las vasijas son rectas. Las asas
tienen forma de simples estribos planos y puede
haber apéndices o rebordes. Los soportes son
cónicos, terminando en punta o redondeados, y
hay redondos aguzados y los soportes planos son
sólidos con muescas. Los rezagos especiales inclu-

26
 La cerámica deL cLásico terminaL y eL PoscLásico temPrano en chiaPas
yen una banda de arcilla al pastillaje alrededor
de la vasija, siendo más frecuente en el ángulo
basal, grupo de líneas paralelas y acanaladuras
verticales (figura 4).
La decoración policroma presenta patrones
geométricos en rojo, naranja y negro. Los bi-
cromos pueden incluir dos de cualquiera de los
colores antes mencionados. el color marrón está
aplicado exclusivamente en los bordes tanto en
el interior como en el exterior del cuerpo. La
decoración por medio de una banda de arcilla al
pastillaje en el ángulo basal de la vasija es única
en esta fase. seudoglifos y appliqué alrededor de la
parte externa del borde también están presentes
en esta fase. hay pocos ejemplos parecidos al tipo
san Juan Plomizo de guatemala.
dePresión centraL chiaPaneca
Posclásico temprano: 950 d.c., periodo cultural
ruiz.
no hay suficiente material cerámico en la re-
gión del río grijalva perteneciente al Posclásico
temprano como para realizar un sólido estudio,
sólo hay algunos hallazgos en superficie en chia-
pa de corzo, nandambua, nandacacué, agua del
hoyo, salvador urbina y la riviera del amatal. Por
lo contrario este periodo está bien representado
en La Frailesca (navarrete, 1960: 30-31).
La Frailesca es una subregión de la depresión
central localizada en el suroeste del río grijalva,
la cual incluye suchiapa, Villa corzo, Villa Flores
y la meseta de copoya. esta zona conocida como
La Frailesca se debe al establecimiento de varias
haciendas por padres dominicos en la época
colonial. esta área de estudio abarcó al oeste
hasta la colonia el tablón, al sur con la colonia
monterrey y con el brillante al este (figura 1).
Fase ruiz (Xi, PoscLásico temPrano)
Cerámica gris fino arenoso
arcilla muy fina color gris ocre con bastante
desgrante arenoso fino. superficie sin engobe y
pasta de quebradura fácil. La decoración es de
27
motivos geométricos con líneas incisas. soportes
zoomorfos huecos con una bola de arcilla en el
interior. Las figuras zoomorfas son usadas en la
decoración.
Formas: cajetes de cuerpo curvo divergente,
bordes redondeados y acanalados; ollas de bocas
estrechas con cuellos curvo divergentes; cajates
con cuerpos recto divergentes, base recta y sopor-
tes huecos; vasos de cuerpos recto divergentes y
amplias bocas (figura 5).
Cerámica rojiza burda arenosa
arcilla color rojo con desgrasante burdo y are-
noso, pobremente cocido. sin engobe exterior
y de fractura frágil. La decoración es con arcilla
aplicada.
Formas: ollas globulares de boca ancha con
cuellos curvo divergentes; cajetes con cuerpo
curvo convergentes y ollas con cuellos altos y
bordes evertidos (figura 5).
Cerámica crema fino
arcilla color gris oscuro con desgrasante de arena
muy fina. engobe gris crema pulido. decoración
en el exterior del cuerpo de bandas pintadas. so-
portes tipo sonaja hemisféricos (mamiformes).
Formas: cajetes con cuerpo recto divergente
(figura 5).
Cerámica rojo arenoso
similar al rojo arenoso de la fase maravillas. con
grandes soportes huecos.
Forma: ollas globulares de boca grande; caje-
tes de cuerpos recto divergentes con pequeñas
molduras basales, soportes huecos y base semi-
cóncava (figura 5).
Cerámica café burda
similar al mismo tipo de la fase maravillas.
Forma: ollas globulares con cuellos cortos cur-
vo divergentes; sahumerios con mangos huecos
y comales (figura 5).
Cerámica rojiza burda
similar al mismo tipo de la fase maravillas. deco-
ración de bandas pellizcadas por los dedos.
 sonia e. rivero torres
Formas: sahumerios con mangos huecos y
figuras zoomorfas; ollas de cuellos altos curvo
divergentes (figura 5).
en Chiapa de Corzo tenemos el tipo nuricum-
bo doméstico (Posclásico temprano).
Comentarios: la cerámica burda varía muy
poco de la fase maravillas (Clásico tardío) a la
fase ruiz. hay cierta influencia de oaxaca y de
las tierras altas de méxico, como de la costa de
Chiapas en los sahumerios.
CerámiCa de izaPa
Periodo posclásico temprano
La escasa ocupación durante este periodo está
representada por ofrendas del tipo tohil Plo-
mizo.
Fase remanso (900-12000 d.C.)
Las formas de las vasijas de esta fase están asocia-
das con el grupo cerámico tohil Plomizo (Lee,
1978: 290). vasos en forma de barril, ollas de
fondos rectos, y son comunes los cuellos vertica-
les; pero las vasijas efigie tohil Plomizo y las ollas
con soportes trípodes huecos, los cajetes bajos y
los vasos tipo florero con base pedestal son las
más diagnósticos. también son abundantes ca-
jetes pequeños con paredes curvo convergentes,
sahumerios con mango y pequeñas ollas con cue-
llos curvo divergentes y rectos. especialmente son
numerosos los cajetes grandes con cuerpos curvo
convergentes y bordes evertidos (figura 6).
La decoración de la cerámica tohil Plomizo
incluye modelado, incisión y gravado de las vasijas
efigies con las representaciones de tláloc, viejos,
perros, venados, guajolotes y probablemente
figuras de monstruos. el gravado y el estriado
aparecen a menudo en las mismas vasijas. Las
incisiones pueden tomar forma de banda, de
diseños cursivos o de líneas paralelas verticales,
horizontales u oblicuas. también están presentes
estampados de curiosos diseños curvilíneos en la
parte superior del cuerpo de las ollas.
tanto pastas burdas y finas de vasijas no Plo-
mizas incluyen pequeñas ollas con bordes ever-
tidos y verticales; cilindros altos con aplicación
28
de bandas y pintados y ollas con cuellos altos
verticales (figura 6).
no hay fechamiento de radiocarbono para
determinar cuándo termina esta fase, pero no se
encontró ocupación del Posclásico tardío (Lowe
et al., 1982: 153-157, figura 7.25).
CerámiCa de La región deL río
san gregorio
se localiza en la cuenca superior del río grijalva,
abarcando el río san gregorio y sus afluentes:
el santo domingo y el río Lagartero (figura 1),
(rivero, 1990: 53-63 y rivero, 1997, figuras 4, 5,
8, 14, 15, 17 y 18).
Los tipos más comunes del Clásico terminal
y del Posclásico temprano (1100 d.C.) son los
siguientes:
CerámiCa sin engobe
Cerámica Café Amarillento
Pasta: café amarillento, textura burda y fractura que-
brable e irregular, no oxidada completamente.
acabado de superficie: sin engobe color café
amarillento y ligeramente alisada.
Formas: cajetes grandes y pequeños, con base
recta y cuerpos curvo divergentes y convergentes;
grandes ollas con cuellos curvo divergentes o
rectos, algunas con asas; incensarios tipo sartén
e incensarios modelados de pedestal (véase ce-
rámica tipo Yerba buena).
decoración: ocasionalmente aplicaciones
de bandas al pastillaje con impresión digital, y
raramente con incisiones de líneas rectas en el
interior y en el exterior del cuerpo.
Comentarios: se parece a la cerámica domésti-
ca tipo Yerba buena de las tierras altas (Culbert,
1965: 63) y al tipo cerámico santa Cruz: variedad
santa Cruz de la cuenca superior del río grijalva
(blake et al., 1991: 262).
Cerámica Rojo-Naranja
Pasta: de media a gruesa
acabado de superficie: sin engobe alisada o
burda color rojo-naranja (7.5 Yr 6/8.5 y 5 Yr
6/8).
 La cerámica deL cLásico terminaL y eL PoscLásico temPrano en chiaPas

Formas: grandes cajetes de cuerpos recto di-

vergentes y base recta; comales y ollas de cuellos
cortos y boca grande.
comentarios: corresponde al tipo cuatzi:
variedad cuatzi, complejo mix/nichim tardío
de la cuenca superior del río grijalva (blake et
al., 1991: 252).

cerámica con engobe

Céramica Naranja
0 3 cm Pasta: color amarilla, naranja o naranja ladrillo;
desgrasante de calcita distribuida no uniforme-
chinkultic, cerámica roja mente; textura suave y semicompacta; fractura
no pareja y en oxidación incompleta.
acabado de superficie: engobe naranja en
el interior y el exterior hasta la parte media del
cuerpo; color tabla munsell (2.5 yr o 5 yr 4/8-
altar naranja 6/8). superficie poco alisada o pulida.
y tres naciones gris Formas: cajetes de base recta con cuerpos
curvo convergentes y curvo divergentes, bordes
redondeados; hay pocos cajetes de silueta com-
Figura 5. La Frailesca. Fase ruiz.
puesta y ollas globulares, como algunos pequeños
soportes trípodes tipo botón.
decoración: algunas bandas al pastillaje con
impresión digital en el exterior del cuerpo por
debajo del borde.
comentarios: similar a la cerámica roja, lo
único que varía es el color.

0 3 cm
Figura 6. izapa Posclásico temprano. tohil Plomizo.
Cerámica Roja
Pasta: igual que la cerámica naranja.
acabado de superficie: poco alisada y pulida
con engobe no bien conservado color rojo (10
r 4/8-6/8) aplicado únicamente en una porción
de la vasija.
Formas: cajetes de base recta con cuerpos
irregularmente curvo divergentes o ligeramente
curvo convergentes, algunos con soportes sólidos
de botón; pocos cajetes de silueta compuesta;
ollas con cuellos cortos curvo divergentes y sin
cuello, pero con bocas pequeñas (véase la cerá-
mica tipo yerba buena).
comentarios: la cerámica con engobe se pa-
rece a la del tipo yerba buena de las tierras altas
de chiapas (culber, l965: 61).

29
 sonia e. rivero torres
Cerámica Roja Oscura
Pasta: de mediana a gruesa con desgrasante de
ceniza volcánica y cuarzo.
acabado de superficie: engobe rojo oscuro
(2.5 Yr 4-5/8) antes de la cocción, pulido en el
interior y en el exterior del cuerpo.
Formas: cajetes, tecomates, platos de base
recta con cuerpos recto divergentes y bordes
redondeados; ollas de cuellos altos verticales o
curvo divergentes, cuellos cortos y boca grande,
con asas verticales y base anular o de pedestal
(figura 7).
Comentarios: similar al tipo tasajo rojo:
variedad tasajo del complejo nichim (blake et
al., 1991: 274). esta cerámica originalmente fue
descrita en Chinkultic (ball, 1980: 60) y también
está presente en la mayoría de los sitios del Clásico
terminal de la cuenca superior del río grijalva.
Cerámica Rojo-Naranja
Pasta: media a fina y desgrasante no visible.
acabado de superficie: engobe rojo-naranja
(2.5 Yr 5/8) pulido aplicado antes de la coc-
ción.
Formas: vasos en forma de barril, platos con
cuerpo recto divergente y base recta (figura 8
a y b).
decoración: incisa, acanalada o impresa antes
de la cocción.
Comentarios: corresponde al tipo rojo
nichel: variedad inciso-gravado del complejo
mix/nichim (blake et al., 1991:291). Y al tipo
Corozal inciso de uaxactún en el Petén (smith,
1955, figura c 1 y 2). Y se ha encontrado en otros
sitios de la cuenca superior del río grijalva, como
en Lagartero.
Cerámica Marrón
Pasta: naranja y café amarillenta, textura suave
y semicompacta, fractura irregular y oxidación
incompleta.
acabado de superficie: engobe erosionado y
poco alisado o pulido, color marrón (10 r 3/4
o 3/6).
Formas: cajetes de base recta o vasos con
cuerpo divergente y labios redondeado.
30
decoración: incisiones geométricas en el
exterior del cuerpo en algunos cajetes.
Comentarios: parecido a las cerámicas an-
teriores.
Cerámica al Negativo
Pasta: naranja, oxidada, suave y semicompacta, y
con fractura irregular.
acabado de superficie: alisada y pulida, color
2.5 Yr 4/2 y 6/8.
Formas: platos con base recta y cuerpos curvo
divergentes (figura 10).
decoración: al negativo, motivos geométricos
incluyendo bandas, ganchos y puntos (figura 10).
Comentarios: cerámica de importación co-
rrespondiente al Clásico tardío y similar al tipo
Zaculeu resisted de la fase atzan (Woodbury y
trick, 1953: 197-198). Y también se encontró en
el sitio habitacional de los Cimientos, municipio
La trinitaria (rivero, 1987: figura 31m).
Cerámica Gris
Correspondiente al tipo tohil Plomizo (smith,
1957: 26-27 ) y se ha identificado en Chinkultic
(ball, 1980: 48), Lagartero (gurr,1987: 397), to-
niná (becquelin y baudez, 1979: 292) y Zacualpa
(Wauchope, 1975:169).
CerámiCa biCroma
Cerámica Negro/Naranja
Pasta: hay fina, pero por lo general es de textura
media.
acabado de superficie: fondo naranja pulido
(2.5 Yr 6/8) con decoración en negro (2.5 Yr
2/0) de bandas paralelas o cruzadas en el interior
del cuerpo y hay también círculos y semicírculos
en los bordes.
Formas: cajetes de silueta compuesta o cuerpo
recto divergente y convergente, base recta; y vasos
(figura 8 c y d).
Comentarios: se parece al negro/naranja
de toniná (becquelin et al., 1979: 284) y al tipo
Yalton negro/naranja: variedad Yalton del grupo
cerámico silho (smith, 1972: 21), fechado para
el Posclásico temprano.
 La cerámica deL cLásico terminaL y eL PoscLásico temPrano en chiaPas

16 29 22 16 24 16 16 24 24

18 16 24 20 26 24 26

d. 20

22 42
d 20 20
24 8 cm
22

14 32 26 32 34
16

11.5 cm

0 3 cm

Figura 7. cerámica de la región del río san gregorio. cuellos de la cerámica con engobe rojo oscuro.

Cerámica Rojo Oscuro/Naranja panecas (culbert, 1965: 60-61). y se ha identifi-

Pasta: de textura fina a gruesa.
acabado de superficie: engobe rojo-naranja
(2.5 yr 5/8 o 5 yr 6/8) pulido en el interior y
el exterior del cuerpo con decoración pintada
en rojo oscuro (10 r 4/6-8) en el interior del
cuerpo.
decoración: bandas paralelas en el borde o cer-
ca del fondo y círculos y semicírculos (figura 9).
Formas: cajetes y platos de cuerpos recto diver-
gentes, curvo convergentes y de silueta compues-
ta, base recta, anular y de pedestal (figura 9).
comentarios: es similar al tipo rojo/naranja
del grupo yerba buena de las tierras altas chia-
cado en varios sitios de la cuenca superior del
río grijalva.
Cerámica Rojo Oscuro/Crema
Pasta: textura media a gruesa.
acabado de superficie: engobe blanco o
crema (7.5 yr 8/3) sobre el cual se aplicó una
decoración en rojo oscuro o guinda (10 r 4/6)
con brillo especular, que puede estar en el in-
terior o exterior del cuerpo, ocupando el color
blanco el lado contrario.
decoración: bandas gruesas en los bordes o
en los cuellos (figura 9).

31
 sonia e. rivero torres

d 22

a
16

Cerámica con engobe rojo-naranja

c

22

d 26
14

Cerámica con engobe negro/naranja

16
20

d
negro
0 3 cm
naranja

Figura 8. Cerámica de la región del río san gregorio.

Formas: cajetes de cuerpos curvo conver- CerámiCa PoLiCroma

gentes y recto divergentes, base recta o anular.
también hay ollas de cuellos rectos, altos y cortos
curvo divergentes, con asas (figura 9).
Comentarios: se parece a la cerámica rojo/
Crema de santa rosa (brokington, 1967: 64). se
ha encontrado en algunos sitios del valle de Co-
mitán y en mixco viejo (navarrete, 1962: 15).
Céramica Rojo Oscura y Negro sobre Blanco o Crema
Pasta: amarillo cremoso, oxidada, textura dura y
compacta, y fractura irregular.
acabado de superficie: alisada color rojo
oscuro (10 r 4/8), negra (10 Yr 3/1 y blanco
tenue (10 Yr 7-8/2 o 5 Yr 8/2).

32
 La cerámica deL cLásico terminaL y eL PoscLásico temPrano en chiaPas

r. d 22

na.

P.e
7.5 cm

26

rojo naranja
oscuro
cerámica con engobe rojo oscuro/naranja
rg rg
rg
8
rg
rg bla.
bla. rg bla.

b b rg bla. rg

rg

cerámica rojo guinda/blanco

rojo guinda blanco crema

Figura 9. cerámica de la región del río san gregorio.

Formas: pequeñas ollas en forma de pera
con base cóncava y cuellos cortos o largos curvo
divergentes o rectos (figura 10).
decoración: geométrica, bandas y fajas pinta-
das en el cuerpo y borde de la vasija y aplicación
de caras antropomorfas modeladas o espirales
en el cuerpo (figura 10).
comentarios: parecido al chinautla Policro-
mo de las tierras altas de guatemala, y en chiapas
es conocido como el Policromo chiapaneco
(sanders, 1961: 41) y abarca del Posclásico tem-
prano al tardío.
Cerámica Rojo Oscura, Negro sobre Naranja
acabado de superficie: engobe rojo-naranja (2.5
yr 5-6/8) pulido en el interior y en el exterior
del cuerpo con decoración pintada en rojo (10
r 3-5/4-6) y negro (10 r 2.5/1).
decoración: bandas o líneas representando pa-
trones geométricos, semicírculos y glifos (figura 10).

33
 sonia e. rivero torres

d 22

r
r

ne
ne ne
r

ne

ne

Cerámica roja oscura, negra/naranja

negro naranja rojo oscuro

Cerámica al negativo

0 5 cm

rojo o Café negro/blanco o Crema 0 10 cm

Figura 10. Cerámica de la región del río san gregorio.

Formas: cajetes con cuerpos curvo convergen-
tes, curvo divergentes y compuestos, bases rectas
y vasos (figura 10).
Comentarios: corresponde al tipo Policromo
guajilar, complejo mix/nichim de la cuenca
superior del río grijalva (blake, 1991: 343). este
tipo se ha encontrado en ofrendas mortuorias
en varios sitios de la cuenca superior del río
grijalva para el Clásico tardío: en ojo de agua,
guajilar, tenam rosario y en los Cimientos (ri-
vero, 1987: 49, figura 31 d), y en Lagartero gurr
(1987: 322) lo describe como policromo tepeu
1, sin nombre.
La cerámica de la región de san gregorio
tiene relación con la cerámica de la fase tsah
de las tierras altas centrales de Chiapas (Culbert,
1965: 61). Con la fase 6 de santa rosa (brock-
ington, 1967: 50). Con el complejo tepancuapan
de Chinkultic (ball, 1980: 94-95). Con el grupo
Calzada de la Cruz de Chicomucelo (White,

34
 La cerámica deL cLásico terminaL y eL PoscLásico temPrano en chiaPas
1976: 180-89). tiene también relación, pero en
menor escala, con el tipo resisted de Zaculeu
de la fase atzan. y por último con la cerámica
chinautla Policroma de guatemala del Posclá-
sico temprano.
cerámica de chinKuLtic
Fase tePancuaPan (900-1250 d.c.)
el comienzo de esta fase ha sido arbitrariamen-
te establecido, lo que sin embargo puede ser
modificado por futuros estudios en otros sitios
relevantes en el valle de comitán. Por lo tanto,
la división entre la fase anterior yobnajab y te-
pancuapan no es exacta. está representada por
los siguientes tipos:
Santa Cruz Liso: variedad Santa Cruz
grupo cerámico: santa cruz
descripción: superficie sin engobe alisada;
bocas grandes, ollas de cuellos cortos; incisiones
o muescas labiales antes de la cocción; desgra-
sante burdo de calcita.
Pasta, desgrasante y cocción: textura media,
pasta frágil y desmoronable. bastante cantidad de
desgrasante de calcita burda, granulosa y blanca.
ocasionalmente con inclusiones rojizas. el color
de la pasta varía de rosa (7.5 yr 8/4) o café muy
pálido a claro (10 yr 8/4) o gris muy oscuro (10
r 7-1/1, 3/1).
acabado de superficie y decoración: el ex-
terior del cuerpo e interior de la boca va de
áspera a alisada. el desgrasante es visible en
la superficie de las vasijas. el color es bastante
variable, la mayoría son café rojizo (5 yr 5/4) o
café (7.5 yr 5/4) con áreas de rojo amarillento
(5 yr 5/6). Las superficies más erosionadas son
de color café claro (10 yr 7/3.5, 8/3.5) o café
amarillento (10 yr 6/4) a amarillo rojizo (5 yr
7/6). una sola incisión profunda antes de la
cocción gravando círculos frecuentemente en el
interior del borde.
Formas: ollas de boca grande con cuellos rec-
tos cortos, curvo divergente con bordes evertidos
y base convexa: diámetro de la boca 15-32 cm;
35
altura del cuello 1.5-3.5 cm; grosor de las paredes
0.4-0.8 cm. (figura 11 m-v).
comentarios: se localizó también en la fase
anterior (yobnajab). se parece al tipo santa cruz
thin utility de santa cruz, chiapas (sanders,
1961, figura 38).
Cerámica Sin Engobe Estriada
grupo cerámico santa cruz
descripción: atributos principales: superficie
sin engobe ligeramente estriada; forma de ollas;
desgrasante de calcita burda.
Pasta, desgrasante y cocción: misma que santa
cruz Liso.
acabado de superficie y decoración: la parte
exterior del cuerpo bien alisada y estriada antes
de la cocción. Las estrías son cercanas y no
profundas, pero no muy angostas y siguieron
un patrón circular y líneas cruzadas, el cual con-
tinúa del cuello de la vasija al borde. Las estrías
también aparecen en la parte interna de la boca
hasta la unión del cuello con el cuerpo. La parte
interna de los bordes están inciso gravados de
una manera similar a la que caracteriza al tipo
grupo cerámico santa cruz
ollas de boca estrecha s
ollas de cuello alto
r
p q
o
n
v
m
u
t
w
x y
Figura 11. chinkultik. tumbador inciso.
 sonia e. rivero torres
santa Cruz Liso. el color de la superficie varía
de café muy pálido (10 Yr 7.5/3.5) con nubes
rosas (7.5 Yr 5/4) a gris rosáceo (7.5 Yr 6/2),
gris y gris oscuro (10 Yr 6-4/1).
Formas: ollas de boca grande con cuellos
altos curvo divergentes y bordes redondeados
y planos; diámetro de la boca 19-24 cm; altura
del cuello 5-6.5 cm; grosor de las paredes 0.4
cm. ollas con bocas grandes de cuerpos curvo
convergentes, pequeños cuellos rectos y bordes
redondeados; diámetro de la boca 22 cm; altura
del cuello 1.5 cm; grosor de las paredes 0.5 cm.
(figura 11 w-y).
Comentarios: este tipo de cerámica no es co-
mún en las tierras altas mayas, ni en el suroeste
de Chiapas. Pero es la más abundante antes de
la Conquista en las tierras bajas mayas.
Céramica Roja no designada
Complejo: tepancuapan
descripción, atributos principales: engobe
rojo ceroso deslustrado; ollas y cajetes; pasta
variada.
Pasta, desgrasante y cocción: textura media,
pasta arenosa de color variado de gris (n 5/0) a
amarillo rojizo (5 Yr 7/6, 7.5 Yr 8/6). un espéci-
men mostró un núcleo gris claro (7.5 Yr 7/4) con
bordes rosas (7.5 Yr 7/4). abundantes partículas
color gris y blanco cristalinas ampliamente distri-
buidas y calcita molida burda como desgrasantes.
acabado de superficie: las ollas de cuellos
altos presentan el engobe únicamente en el
exterior del cuerpo, tanto la boca como el inte-
rior del cuello están alisados pero sin engobe.
Los platos tienen generalmente engobe en el
interior y en el exterior del cuerpo. el engobe
varia de grueso y ceroso a delgado y color mate,
variando en color de rojo (2.5 Yr 3-4/6-8) o rojo
claro (2.5 Yr 6/8) y amarillo rojizo (5 Yr 6-7/8)
a café (7.5 Yr 5/4-6).
Formas: ollas de bocas grandes, con cuellos
recto divergentes a curvo divergentes y bordes
redondeados: diámetro de la boca 18-19.5 cm;
altura del cuello 2.3-3 cm. ollas de boca estre-
cha con cuellos verticales y bordes evertidos:
diámetro de la boca 13 cm; altura del cuello 8-9
36
cm; grosor de las paredes 0.5-0.7 cm. Cajetes
con cuerpos curvo convergentes, boca grande y
bordes redondeados: diámetro de la boca 19 cm;
grosor de las paredes 0.6 cm (figura 5 f-j).
Comentarios: esta cerámica parece ser la tran-
sición entre el tipo tasajo rojo de la fase anterior
y la cerámica Protohistórica blanco/rojo (ball,
1980: 23).
Altar Naranja: variedad Altar
Complejo: última parte de la fase Yobnajab y
primera parte de la fase tepancuapan.
descripción: véase adams, 1971.
Formas: cajetes de cuerpos curvo convergen-
tes con bordes redondeados (figura 5 a-d).
Tohil Plumbate: variedad Tohil
Complejo: tepancuapan.
descripción: véase smith, 1971: 26-27.
Comentarios: es una cerámica distintiva de
comercio ampliamente distribuida en el norte,
centro y sur del área maya, las tierras altas y
bajas de Chiapas, además de ser un marcador
del horizonte Posclásico temprano (900-1200
d.C.). su supuesto lugar de origen es la región
suroeste de guatemala-Chiapas, en las cercanías
de tajumulco-izapa.
Tres Naciones Gris: variedad no especificada
Complejo: último periodo de la fase Yobnajab y
primer periodo de la fase tepancuapan.
descripción: véase adams, 1971: 26. Cuer-
po de silueta compuesta, bordes redondeados
(figura 5 e).
Trapiche Inciso: variedad Ixpayac
Complejo: última parte de la fase Yobnajab y
primera parte de la fase tepancuapan.
descripción: véase adams,1971: 45.
Tumbador Inciso: variedad Tumbador
Complejo: tepancuapan
descripción: véase smith, 1971: 26-27. Pe-
queña olla con incisiones en la parte media del
exterior del cuerpo y cajete de silueta compuesta,
bordes evertidos y soportes mamiformes huecos,
 La cerámica deL cLásico terminaL y eL PoscLásico temPrano en chiaPas
decoración incisa en el exterior del cuerpo (figu-
ra 11). Vasijas del grupo tohil Plomizo.
Porvenir Repujado: variedad Porvenir
complejo: tepancuapan
descripción: véase smith, 1971: 26-26. olla
de cuerpo globular (curvo convergente) y cuello
curvo divergente con engobe tipo tohil Plomizo,
con incisiones en la parte superior del cuerpo y
cuello (figura 12 j).
Céramica Aplicada no designada
complejo: yobnajab.
descripción: sin engobe y superficie no alisa-
da, aplicación de arcilla en forma de picos.
Pasta: textura media, ligeramente porosa
de naturaleza micácea de color generalmente
amarillo claro o café pálido (10 yr 6/4, 8/4)
a amarillo (1 0yr 8/6), ocasionalmente rojo
claro (2.5 yr 6/8). el desgrasante es de cuarcita
y ceniza, magnetita y mica.
acabado de superficie y decoración: el color
exterior de la vasija varía de café muy pálido (10
yr 8/3-4) y amarillo (10 yr 8/6) a amarillo rojizo
(5 yr 7/6). sobre la cual se aplicaron picos de
arcilla toscamente modelados para adornarla.
Forma: incensarios de cuerpo vertical curvo
convergente con bordes redondeados o en bisel.
diámetro de la boca 9-16 cm, y grosor de las
paredes 0.7-0.8 cm (figura 12 k-n).
Malacatan Modelado: variedad Malacatan
complejo: tepancuapan
descripción: véase smith, 1971: 26-27. ce-
rámica del tipo tohil Plomizo. olla pequeña
con cuello curvo divergente y cabeza zoomorfa
modelada en la parte superior del cuerpo (figura
12 a).
Banda con Impresión Compuesta A No Designada
complejo: yobnajab y tepancuapan.
descripción: atributos principales: engobe
rojo o naranja ceroso, deslucido; banda de ar-
cilla aplicada con impresión digital; forma de
cajetes altos con cuerpos curvo convergentes y
bocas anchas.
37
Pasta, desgrasante y cocción: 30% de la cerá-
mica tiene la misma pasta, desgrasante y cocción
que la no designado compuesta b de banda
con impresión. el otro 70% tiene textura media,
porosa y ocasionalmente pasta micácea con poco
o bastante desgrasante de partículas de cuarzo
finamente molidas y poco de calcita. el color
varía de rosa (7.5 yr 7/4) a gris cafetoso claro
(10 yr 6/2), de núcleo rojo claro (2.5 yr 6/8)
a negro (10 yr 2/1). Parece haber una correla-
ción entre las dos pastas, la forma y el acabado
de superficie.
acabado de superficie: el material estaba muy
erosionado. 60% del material presenta engobe en
el interior del cuerpo color rojo ceroso deslucido
o naranja pálido, y en el exterior del cuerpo hasta
donde aparece la banda aplicada con impresión
digital. 40% parece no haber tenido engobe. en
ambos hay restos de pintura roja deslucida en los
labios (10 r 4/6) a rojo amarillento (5 yr 4/6). La
banda de arcilla aplicada antes de la cocción sin
engobe (96%) o una banda con impresión digital
al pastillaje antes de la cocción aparece en todas
las vasijas entre 0.6 a 2 cm por debajo del borde.
La banda mide de 1 a 2 cm de ancho. Por debajo
de ésta la superficie externa no estaba alisada o
estriada diagonalmente y no tenía engobe.
Formas: cajetes con cuerpos curvo convergen-
tes, bocas grandes y bordes planos, redondeado
y engrosados hacia afuera; diámetro de la boca
41-45 cm; grosor de las paredes 0.7-1.1 cm (figura
13 a, d-f, j).
comentarios: el material más cercanamente
comparable es el de santa cruz.
No Designado Impresión al Pastillaje Compuesto B
complejo: tepancuapan.
descripción, atributos principales: cajetes
con cuerpos curvo convergentes y divergentes,
bocas grandes; conos de arcilla y bandas de
arcilla impresas; superficie sin engobe, alisada y
decoración estriada.
Pasta, desgrasante y cocción: textura media,
pasta porosa. el núcleo es común, variando de
café rojizo claro y café (5 yr 6/4; 7.5 yr 5/5) a
gris cafetoso claro (5 yr 4/1). Las partes externas
 sonia e. rivero torres

h
j g
f
Complejo Yognajab

e
k n
m
l

b d

Complejo tepancuapan

Figura 12. Chinkultik. variedad Porvenir.

de la pasta son rojo claro a amarillo rojizo (2.5 Yr
6/8; 5 Yr 7/6-7). raramente la pasta es uniforme,
presenta oxidación rosa (7.5 Yr7/4) o completa-
mente carbonizada negra (10 Yr 2/1). todos los
tepalcates tienen bastante desgrasante de calcita
burdamente triturada y cristales romboidales.
acabado de superficie: todas las vasijas están
alisadas, aunque algunas veces están menos
alisadas en el interior del cuerpo. La banda al
pastillaje es de 1 a 1.5 cm de ancho y 94% de las
vasijas tienen la banda al pastillaje de 0.8 a 2 cm
por debajo de la boca. debajo de esta aplicación
la superficie está estriada con líneas muy finas y
no profundas, diagonalmente colocadas, cepilla-
das y en menor porcentaje simplemente lisas. en
pocos casos, la estrecha zona por encima de la
banda también estaba estriada horizontalmente.
bandas pintadas de rojo deslucido (10 r 4/6) a

38
 La cerámica deL cLásico terminaL y eL PoscLásico temPrano en chiaPas
rojo amarillento (5 yr 4/6) aparece en varios
labios y sobrepasa la parte exterior del cuerpo
hasta donde comienza la decoración al pastilla-
je. La decoración estriada del cuerpo continúa
hacia abajo hasta la segunda banda al pastillaje
en la base de la vasija. Los fondos son alisados,
no estriados. conos (picos) de arcilla fueron
aplicados en las zonas intermedias. el color de
la superficie promedio es de un café rojizo claro
(2.5 yr 6/4); 5 yr 6-7/4), variando de un rojo
claro (2.5 yr6/6) pasando por un amarillo rojizo
(5 yr 6-7/6) hasta un amarillo cafetoso y un café
muy pálido (10 yr 6/&, 7-8/3). extensas áreas
de gris (10 yr 5.5/1.5) a negro (10 r 2/0) son
comunes y el fondo e interior del cuerpo mues-
tran negro quemado.
Formas: cajetes con cuerpos curvo convergen-
tes y divergentes, bordes planos, redondeados y
evertidos; fondos rectos o convexos; diámetro de
la boca 25-59 cm; grosor de las paredes 0.8-0.9
cm (figura 13 b, c, g-i, k-n).
comentarios: una variedad idéntica de incen-
sario ocurre en santa cruz (sanders, l961: 39).
Itunyoso Compuesto: variedad Itunyoso
complejo: tepancuapan.
descripción, atributos principales: sahume-
rios de mango tipo mixteco; con engobe rojo.
Pasta, desgrasante y cocción: textura media,
pasta ligeramente porosa, generalmente rojo
claro (2.5 yr 6/6) o amarillo rojizo (5 yr 7/6);
raramente hay núcleos café grisáceos (10 yr 5/2)
y rojo claro (2.5 yr 6/8) es el resto de la pasta.
el desgrasante está poco disperso y es de ceniza
volcánica, con un poco de cristales de cuarzo
color humo.
acabado de superficie: todo el engobe es des-
lucido de color rojo (2.5 yr 4/6) poco lustrado,
y es bastante quebradizo.
Formas: sahumerios de mango estilo mixteca;
diámetro de la boca 7.5-9 cm; altura del cuerpo 8.6-
8.7 cm. incensarios trípodes (figura 12 b, c y d).
comentarios: este tipo de sahumerios se
han encontrado tanto en guatemala (Zaculeu y
tajumulco) como en oxaca (Zaachila y monte
albán).
39
cerámica de santa cruZ
el sitio de santa cruz se localiza en la parte
media del río grijalva y dentro de la fase tardía
santa cruz hay material del Posclásico temprano
(sanders, 1961: 39, 40 y 45, figuras 49-52).
Incensario Santa Cruz Naranja
descripción: la forma de estas vasijas como la
pasta y acabado de superficie es muy similar a
la de los cajetes santa cruz naranja con bandas
de arcilla al pastillaje en el exterior del cuerpo
o con puntos impresos. sin embargo, las vasijas
son más pequeñas, las paredes más delgadas que
los ejemplos de esta forma, además, en el interior
de estos cuerpos hay restos de haber sido quema-
dos. cajetes de cuerpo curvo convergente, base
cóncava y bordes redondeados; o cuerpos recto
divergentes, bordes redondeados con bandas
aplicadas en el exterior del cuerpo y hay algunos
ejemplos con picos de arcilla (figura 14 a’).
c
a b
e
d
g
f
n
j
l
h i
k
n
m
Figura 13. chinkultic. impresión al pastillaje
compuesto.
 sonia e. rivero torres
Incensarios con mango
descripción: tiene la misma pasta y el acabado
de superficie que el santa Cruz naranja, lo que
lo diferencia es la forma de las vasijas que es un
cajete de base recta, cuerpo recto o curvo diver-
gente, con un mango hueco con efigie; como
decoración presenta en el exterior del cuerpo
hileras de picos de arcilla sobrepuestos antes de
la cocción (figura 14 b’).
Cajetes café con descanso basal
descripción: todos los bordes y bases indican una
sola forma, fondo recto con descanso basal, bor-
des redondeados y grandes soporte huecos. La
pasta es granular y desmoronable, con cantidades
moderadas de desgrasante fino, generalmente de
color blanco, tienen núcleos de colores oscuros a
naranja. La superficie tiene un engobe café (19
Yr 5/3) alisado, con mucha concentración de
mica (figura 14 c’).
Vasijas Usulután
descripción: pasta rojo ladrillo oscuro con poco
desgrasante y abundante mica. el engobe exte-
rior es amarillo rojizo con bandas naranjas en el
borde. en el interior tiene engobe naranja pálido
como fondo y los diseños son en negro deslucido,
poco pulido, lo que da la apariencia de negativo.
Cajetes de paredes chicas con cuerpo curvo diver-
gente y bordes evertidos (figura 14 d’).
CerámiCa de toniná
sitio localizado en el valle de ocosingo (figura
1), correspondiendo el complejo Chenek al
Posclásico temprano (1000-1250 d.C.) con los
siguientes tipos cerámicos (becquelin y baudez,
1979, vol. 1: 275-296):
San Gregorio Burdo
acabado de superficie: la mayoría no tiene
engobe y sus colores varían de rojo-naranja (10
Yr 4/1), gris oscuro (10 Yr 6/1), gris ( 7.5 Yr
4/2), café oscuro (2.5 Yr 5/4), cafe rojizo ( 2.5
Yr 4/6), rojo ( 5 Yr 6/6), amarillo rojizo (10
40
Yr 6/4) a café amarillento claro. el tercio de
los tepalcates que presentan engobe es rojo (10
r 4/8, 10 r 5/6, 10 r 5/8 rojo, 2.5 Yr 4/6, 2.5
Yr 5/8 rojo, 2.5 Yr 4/4 café rojizo). superficie
alisada.
Pasta: color generalmente parecido a la su-
perficie, con núcleos grises. el desgrasante es de
granos blancos transparentes de tamaño medio a
grueso. textura compacta, de fácil fractura, pasta
dura y a veces frágil.
Formas: ollas globulares (cuerpo curvo
convergente) de cuellos cortos, anchos, diver-
gentes, algunas con asas. Cuellos cortos curvo
divergentes con bordes redondeados, planos y
evertidos. diámetro de la boca de 16 a 25 cm,
tamaño medio 22 cm; altura del cuello de 2.2 a
4.5 cm. La misma forma, pero los bordes bastante
evertidos, casi horizontales. diámetro de la boca
15 a 25 cm; altura del cuello 1.5 a 4.5 cm. de
éste hay dos categorías por la decoración: una
de borde liso y otra de borde acanalado. ollas
globulares de cuellos largos curvo divergentes,
algunas con asas, bordes redondeados y algunos
presentan acanaladura. diámetro de la boca 24
cm; altura del cuello 4.5 a 6.5 cm; engobe rojo.
Cuerpos curvo convergentes y paralelos, fondos
cóncavos. asas verticales situadas en la parte su-
perior del cuerpo, perfil semicircular y sección
elíptica aplastada (figura 14 a-i).
Los cajetes de bocas estrechas o tecomate,
cuerpos curvo convergentes, engrosados en la
parte superior, bordes redondeados; diámetro
de la boca 11.5 cm (figura 14 j). Cajetes grandes,
bordes redondeados o en bisel, cuerpos curvo
divergentes, fondos planos; modelado irregular:
altura 15.5 cm; diámetro de la boca 29.5 cm; diá-
metro máximo 30.5 cm. Cajetes de bocas anchas
con cuerpos curvo convergentes, con bordes re-
dondeados o planos, diámetro de la boca 15 a 44
cm, tamaño medio 37.5 cm o bordes de evertidos
a horizontales rejoneados; diámetro de la boca
36 cm (figura 15 a-b).
Platos de cuerpos divergentes, ligeramente
cóncavos o casi rectos, los bordes son redondea-
dos; diámetro de la boca 32 a 44 cm (figura 15
r-s). Formas raras.
 La cerámica deL cLásico terminaL y eL PoscLásico temPrano en chiaPas

sahumerios

a’ b’

d’ c’

toniná, complejo chenek

e
d
b
c

0 20 cm
g
h

f i
j

Figura 14. santa cruz. Posclásico temprano.

comentarios: es el tipo más importante del Pomola Aplicado e Inciso

complejo chenek en toniná y está presente en
otros sitios en el valle de ocosingo. Pero conti-
núa en el siguiente complejo (chib). este tipo
fue establecido en las tierras altas por culbert
(1965: 67) como san gregorio burdo: variedad
san gregorio. y en toniná presenta una variedad
de este sobre todo en las ollas de cuello corto de
boca ancha. Por lo que su origen corresponde
a las tierras altas llegando a toniná para el Pos-
clásico temprano.
acabado de superficie: color rojo pálido (10 r
6/4) a rojo tenue (10 r 5/4). superficie gene-
ralmente sin engobe.
Pasta: véase huistán duro.
Formas: grandes vasos abiertos. Vasijas de
cuerpos divergentes ligeramente convexos, bordes
evertidos o redondeados; diámetro de la boca 26
cm. igual pero con paredes más finas y el diáme-
tro de la boca 22 cm. Vasija de fondo plano con
cuerpos curvo divergentes, restos de soportes

41
 sonia e. rivero torres
grandes de sección circular, huecos, sobre el
exterior del fondo (figura 15 c-g).
decoración: bandas aplicadas con impresión
digital por debajo del borde, bandas verticales;
picos de arcilla aplicados sobre el cuerpo. inci-
siones paralelas verticales sobre el borde interno,
delimitadas hacia adentro por una línea incisa
más profunda. bandas planas aplicadas en la
unión del cuerpo y la base y están decoradas con
una hilera de puntos redondos delimitadas por
dos líneas incisas (figura 15 c, f, e).
Comentarios: tipo muy raro
Huistán Duro
acabado de superficie: engobe color rojo (10 r
4/6, 4/8 rojo; raramente 2.5 Yr 5/8 rojo, 5 Yr
4/6 rojo amarillento, 7.5 Yr 3/6 rojo oscuro).
Con brillo medio a tenue debido a un ligero pu-
lido. La superficie sin engobe es gris ocre lisa.
Pasta: zona superficial variada de rojo claro
(10 r 6/8); núcleo frecuentemente gris o negro;
variante: zona superficial gris y núcleo negro. in-
clusiones finas, redondas, grises en proporción
media; distribución regular, textura fina. dureza
media.
Huistán Variedades Comunes
Formas: cajetes de cuerpo curvo convergente,
bordes redondeados o planos, fondo convexo
y soportes de sección cruzada cicular; diámetro
de la boca de 16 a 22 cm, tamaño medio 20 cm.
Cajetes de cuerpo curvo divergente, bordes ever-
tidos y redondeados, algunos con acanaladuras;
diámetro de la boca de 18 a 21 cm, media 20 cm;
bases convexas, soportes planos de sección rec-
tangular con extremos redondeados, altura 2.5
cm; diámetro de la boca 22 cm y altura total 8.5
cm. Cajetes de cuerpo recto divergente, bordes
redondeados o planos, fondos probablemente
planos; diámetro de la boca 21 y 22 cm, forma
rara. Cajetes de silueta compuesta con boca an-
cha, cuerpo inferior curvo convergente y parte
superior curvo divergente o recto divergente,
bordes redondeados o afilados; diámetro medio
de la boca 22 cm, forma también rara. elementos
de las formas de los tres tipos de cajetes: bases
42
rectas con restos de tres soportes de sección
cruzada circular; soportes globulares en cruz
angosta antes de unirse a la base; bases rectas
con tres soportes en lengüeta parecido a los de
arriba y bases rectas sin soportes (figura 15 m-q,
16 [2] f).
Las ollas globulares de cuello largo y dos asas
verticales son menos numerosas. Cuellos casi
cilíndricos, paredes rectas o ligeramente diver-
gentes o curvo divergentes; bordes más o menos
doblados hacia afuera, labios redondos o afilados.
La altura del cuello varía de 4.5 a 8 cm; diámetro
de la boca de 12 a 19 cm, media 15 cm. Cuellos
curvo divergentes, borde redondeado; altura 4.5
cm, diámetro de la boca 15-18 cm, forma poco
frecuente. Cuello de paredes curvo divergentes,
borde hacia afuera o evertido y labios afilados;
diámetro de la boca 12 cm, un solo ejemplar.
Cuello de paredes cóncavas paralelas, borde pla-
no con ligeras canaladuras; diámetro de la boca
20 cm, un sólo ejemplar. ollas de cuello corto
ancho curvo divergente, bordes redondeados;
altura del cuello de 2 a 3.5 cm, diámetro de la
boca de 16 a 24 cm. elementos que forman las
ollas: bases cóncavas, diámetro medio 6 cm, al-
tura de 0.8 a 1.5 cm, la mayoría de las bases son
convexas. asas verticales de perfil semicircular
y de sección elíptica más o menos aplastada;
altura 5.5 a 6.5 cm, largo de 1.5 a 3.5 cm. asas
horizontales elípticas, largo 4.8 cm.
Huistán: variedad Decoración Aplicada
no difiere del huistán Común solamente en
algunas formas y sobre todo por la presencia
de una decoración aplicada, a veces modelada
o perforada.
Formas: incensarios y ollas (figura 16 [1] a-b y
21 ñ-o). diversos elementos que son parte de in-
censarios perforados con mango serpentiforme,
provisto de dos soportes periformes. mangos
tabulares modelados y aplicados, en forma de
cabeza de serpiente en el extremo; longitud de
21 a 25 cm; diámetro 4.5 cm (figura 21 ñ). Cuer-
po en forma de olla de cuello corto; cuello con
paredes curvo divergentes y borde redondeado;
cuerpo curvo convergente con perforaciones
 La cerámica deL cLásico terminaL y eL PoscLásico temPrano en chiaPas

0 3 cm

b
a

i j
h
k

c
f
d e
l

g
m

n
o
p

r s
q 0 10 cm

Figura 15. toniná, complejo chenek.

triangulares, una banda aplicada horizontal con
incisiones diagonales separando la zona perfora-
da debajo del cuerpo; altura del cuello de 2 a 3.8
cm, diámetro de la boca de 8 a 15 cm. soportes
periformes; altura 7 cm, diámetro máximo 4.5
cm (figura 16 [2] e).
ollas de cuello corto curvo divergente y borde
redondeado; cabeza y brazos de un personaje
aplicados en la parte superior del cuerpo; altura
del cuello 3.7 cm, diámetro de la boca 11 cm. olla
de cuello mediano con paredes recto divergentes
y bordes redondeados; altura del cuello 4.8 cm,
diámetro de la boca 6.5 cm; cara antropomorfa
indicada sobre el cuello por medio de elemen-
tos aplicados; unión angulosa entre el cuello y
el cuerpo (figura 16 [2] c). cabeza de animal,
probablemente jaguar, aplicada sobre el cuerpo
de una olla o en el extremo de un mango de
incensario muy realzado (figura 16 [1] a, b).
comentarios: ocupa 7.6% dentro del comple-
jo chenek. siendo la variedad decorada muy rara
en contraste con la variedad común que está pre-
sente en muchos sitios del valle de ocosingo. este
tipo continúa en el siguiente complejo (chib).
culbert (1965: 73) distingue la variedad huistán
duro: varieda huistán del Posclásico temprano,
caracterizándola por la gran cantidad de calcita
en la pasta. siendo 60% sin engobe. en toniná
este corresponde al tipo ucutsin café-beige.
encontrándose también algunas formas de este

43
 sonia e. rivero torres

complejo similares a las de Culbert. dentro de la
clasificación del huistán de Culbert incluimos los
tepalcates que en toniná corresponden al tipo
balashte rojo sobre Café.
Los incensarios son del tipo mixteco (smith,
1971: 74), forma que aparece también en Yu-
catán (complejo sotuta, 1000 a 1200 d.C.) y en
guatemala.
Ucutsin Café-Beige
Pasta idéntica a la de huistán duro. superficie
con engobe café o gris beige sin engobe.
acabado de superficie: color café claro (5 Yr
5/3 café rojizo o 2.5 Yr 6/4 café rojizo claro) o
gris beige (7.5 Yr 6/2 gris rosáceo). Las superfi-
cies cafés generalmente son mate y lisas con engo-
be. el tipo incluye superficies grises erosionadas
que pueden provenir del tipo huistán.
Ucutsin: variedad Común
Pasta: idéntica a la de huistán duro.
Formas: las formas son generalmente idénti-
cas o parecidas a las de huistán.
Cajetes de boca ancha con paredes curvo
convergentes y recto divergentes, ligeramente
convexas, bordes redondeados y planos; fondos
probablemente rectos; restos de soporte de sec-
ción cruzada circular; diámetro de la boca de 15 a
19 cm. Cajetes de boca ancha con cuerpos curvo
divergentes y bordes redondeados; diámetro de

(1)

d e

b c
a

i
f g h j

m n
k l
(2)

b
c
a

h
f
d
e g

0 10 cm
0 10 cm

Figura 16. toniná, complejo Chenek.

44
 La cerámica deL cLásico terminaL y eL PoscLásico temPrano en chiaPas
la boca de 15 a 19 cm. cajetes de boca ancha con
cuerpos recto divergentes bordes evertidos hacia
el exterior y labios redondos, raramente planos;
base recta; diámetro de la boca de 15 a 20 cm.
cajete de boca estrecha con cuerpos curvo con-
vergente, borde redondeado; diámetro de la boca
22 cm, sólo un ejemplo. elementos de la forma
que pertenecen a estos cajetes: soportes planos
redondeados, altura 0.8 cm, diámetro máximo 2
cm. soportes en lengüeta, con perforación en su
parte media (figura 17 a 1, c, d).
ollas globulares de cuellos largos y dos asas
verticales. son menos numerosas que los cajetes
de boca ancha. idénticas a la forma de huistán.
ollas de cuello corto curvo divergente, bordes
afilados hacia el exterior y labios acanalados; al-
tura del cuello 4 cm, diámetro de la boca 24 cm;
un sólo ejemplo. elementos de la forma de las
ollas: bases convexas o cóncavas y asas verticales y
raramente elípticas aplastadas (figura 17 e, f).
Ucutsin: variedad Decoración Aplicada
no difiere del ucutsin común, sólo en ciertas
formas y por la presencia de la decoración
aplicada.
Formas: incensarios, soportes periformes con
su extremo abierto; conteniendo una bola de
arcilla en el interior; altura entre 6.5 y 7.5 cm,
diámetro máximo de 3.5 cm. un soporte tiene
una banda con incisiones diagonales aplicadas en
la unión con el cuerpo. estos soportes pertene-
cen a los incensarios de mango y a la variedad de
decoración aplicada huistán. ollas o incensarios
antropomorfos con cuerpos ovoides, cuellos
troncocónicos con elementos aplicados; restos
de asas o brazos sobre el cuerpo: diámetro de la
boca 6.8 cm (figura 16 [2] c, g).
comentarios: alcanza solamente 1.7% dentro
de este complejo. continúa en el siguiente com-
plejo chib. Parecido a huistán duro.
Balashte Rojo sobre Café
engobe café; pasta huistán; decoración en
pintura roja.
acabado de superficie: engobe café (7.5 yr
4/2 café oscuro; 7.5 yr 5/4 café; 5 yr 5/3, 5/4 y
45
4/4 café rojizo). superficie mate, lisa, raramente
pulida.
Pasta: véase huistán duro.
Balashte: variedad Común
Formas: ollas globulares de cuello largo, casi
cilíndrico con dos asas verticales. se encuentra
la misma forma en los tipos huistán, ucutsin y
tumintel. altura de un cuello 10 cm; diámetro de
la boca 12 a 14 cm. bases cóncavas y asas verticales
de perfil semicircular. cajetes de boca ancha con
cuerpos recto divergentes, bordes redondeados;
diámetro de la boca 22 cm. escudilla de cuerpos
convexos y bordes redondeados; altura 6.5 cm;
diámetro de la boca 25 cm. un solo ejemplo
(figura 16 [2] a, b, h).
decoración: pintura roja sobre el fondo café;
muy raramente hay decoración incisa. bandas
verticales rojas de 1 a 1.5 cm de ancho en la
parte exterior del cuello; bandas rojas en la parte
superior del cuerpo (entre la unión del cuerpo
y el cuello) de 1 a 1.3 cm de ancho; bandas pin-
tadas en la parte externa del borde y en la parte
inferior del cuerpo de 1 cm de ancho (figura 16
[2] a, b, h y [1] c-h).
Balashte: variedad Decoración Aplicada
y Perforada
esta variedad no comprende las formas de los
incensarios perforados con mango serpentiforme
y con soportes periformes, ya descritos dentro
de la variedad de decoración aplicada de tipos
huistán y ucutsin.
Forma: ollas con cuellos curvo divergentes,
bordes redondeados, unión continua con el
cuerpo globular; diámetro de la boca 12 cm. La
parte exterior del cuello y el cuerpo está señalada
por un cordón inciso en diagonal; el cuerpo tiene
perforaciones triangulares sobre una banda de
1.5 cm de ancho delimitada por dos cordones
incisos de 0.5 cm de ancho; cordón y zonas per-
foradas en café y las zonas vecinas están pintadas
en rojo (figura 16 [1] k, i).
comentarios: véase huistán duro, y está
dentro del complejo chenek y continúa en el
complejo chib.
 sonia e. rivero torres
a
1 2
3 b
1
2 gobe pulido, de brillo medio a tenue.
d
c todas aparecen en proporción media. a veces
e o recto divergente, bases probablemente rectas y
f
0 10 cm
g 20 a 21 cm. bordes engrosados en ambos lados
Figura 17. toniná. Complejo Chenek, cajete boca
ancha.
Tumintel Policromo
decoración pintada en negro y rojo sobre un
engobe café claro.
Pasta parecida a la huistán y el acabado de
superficie a balashte.
Formas: ollas globulares con cuello alto, casi
cilíndrico, y dos asas verticales; parecido a los
tipos huistán, ucutsin y balashte. diámetro de
la boca de 12 a 15.3 cm, altura del cuello 11.8 cm
(figura 16 [2] d, [1] j, l ).
decoración: sobre el cuello hay bandas verti-
cales negras y rojas alternadas de 1 cm de ancho.
sobre el cuerpo, una banda negra y una roja (1
cm cada una de ancho) enlazándose por debajo
de la unión con el cuello; asas pintadas de rojo
están limitadas arriba y abajo por bandas rojas y
negras; paredes decoradas con bandas sinuosas
verticales rojas y negras alternadas (figura 16
[1] j, l).
Comentarios: tipo raro, solamente dentro del
complejo Chenek.
46
Hom Naranja
engobe naranja pulido.
acabado de superficie: color naranja (5 Yr
6/8 amarillo rojizo, 2.5 Yr 6/6 rojo claro). en-
Pasta: muy variable, de color gris ocre, ocre
y rojo pálido. Las inclusiones van de finas a me-
dianas, son blancas, opacas y de contorno romo;
hay inclusiones gruesas de la misma naturaleza; y
tienen una alta proporción de inclusiones siendo
de finas a gruesas.
Formas: cajetes de cuerpo curvo convergente
engobe en el interior y en el exterior del cuerpo.
bordes redondeados, diámetro de la boca de 16
a 22 cm. bordes planos, diámetro de la boca de
y redondeados, diámetro de la boca de 21 a 24
cm. bordes ligeramente adelgazados hacia el
exterior y redondeados, diámetro de la boca
de 14 a 22 cm. Cajetes de silueta compuesta de
boca ancha o estrecha, con base probablemente
recta, engobe en el interior y en el exterior en
la parte superior del cuerpo (parte cóncava),
bordes redondeados, diámetro de la boca de
28 a 30 cm. ollas de cuellos medianos (de 3.5 a
5 cm), con paredes curvo divergentes paralelas
y bordes redondeados, formas raras (figura 18
e1-4).
decoración: incisa geométrica (círculos, esca-
leras y cruces en el exterior del cuerpo).
Comentarios: tiene 1.9% dentro del complejo
Chenek.
Quintun Negro sobre Naranja
decoración pintada en negro sobre un engobe
naranja.
acabado de superficie: el color varía de na-
ranja a rojo (5 Yr 5/6 rojo amarillento, 7.5 Yr
7/6 amarillo rojizo, 2.5 Yr 6/8 rojo claro, 2.5
Yr 5/6 rojo). aspecto brillante debido al pulido
del engobe.
Pasta: se pueden distinguir dos diferentes:
1) pasta rojiza con inclusiones en alto porcentaje
de granos blancos muy finos y redondos; 2) pasta
 La cerámica deL cLásico terminaL y eL PoscLásico temPrano en chiaPas
café presentando las mismas inclusiones pero en
proporción media.
Formas: cajetes de boca ancha, cuerpo curvo
convergente y base recta. escudillas de la misma
forma. bordes ensanchados, redondeados, bise-
lados y puntiagudos en el exterior. La altura varía
de 5 a 6 cm, diámetro de la boca de 15 a 24 cm,
tamaño medio 20 cm (figura 15 g-i y 18 c).
decoración: está en la parte superior del
cuerpo y en el borde. el labio siempre está pin-
tado de negro; el borde tiene una decoración de
triángulos contiguos con la punta hacia abajo, o
de semicírculos contiguos o separados. hay dos
casos con decoración compleja: líneas sinuosas
acompañadas de puntos y delimitadas por líneas
horizontales, debajo de los triángulos; semicírcu-
los concéntricos, el más externo está bordeado
de colgantes, sobre la parte interior del borde.
La parte superior del cuerpo lleva una línea ho-
rizontal o dos líneas horizontales paralelas, de 3
a 5 mm de ancho (figura 15 g-i).
comentarios: alcanza 7% dentro del complejo
chenek.
Ubala Rojo sobre Naranja
decoración pintada en rojo sobre un engobe
naranja.
acabado de superficie: es idéntico al tipo
Quintun.
Pasta: están presentes las dos pastas del tipo
Quintun, más otra para las ollas solamente de
pasta café con partículas de tamaño medio y
grueso en alta proporción.
Formas: cajetes de boca amplia con paredes
curvo convergentes y base recta. Forma idéntica
a los cajetes del tipo Quintun. diámetro de la
boca de 15 a 25 cm, tamaño medio 20.5 cm. ollas
globulares con asas verticales de perfil semi-
circular y de sección elíptica aplanada (figura
15 j, k).
decoración: forma 1) pintura idéntica al tipo
Quintun; labios pintados en rojo, triángulos o
semicírculos sobre el borde, bandas horizonta-
les sobre el cuerpo; en un caso combinación de
bandas horizontales y verticales; no hay decora-
ción compleja; 2) cuerpos decorados con anchas
47
bandas horizontales, de volutas y de puntos
(figura 15 j, k).
comentarios: tipo raro dentro del complejo
chenek.
Ixpop Policromo
engobe general rojo; decoración en negro o rojo
y negro sobre zonas crema o naranja.
acabado de superficie: engobe rojo general-
mente tan solo en las zonas donde hay decora-
ción bicroma o policroma (2.5 yr 4/8, 10 r 4/8
rojo). Zonas decoradas con engobe crema (5 yr
8/4 rosa) o naranja (7.5 yr 7/6, 8/6 amarillo
rojizo). La superficie está pulida.
Pasta: de color gris claro a gris café, inclusio-
nes de elementos raros blancos, opacos y romos,
de tamaño fino a mediano.
Formas: cajete de boca ancha trípode. borde
ensanchado y labios adelgazados; cuerpos recto
divergentes, base ligeramente convexa, restos
de soportes de sección cruzada circular con un
diámetro de 3.6 a 3.8 cm; altura del cuerpo de 4
cm, diámetro de la boca 21.6 cm. olla globular
trípode con cuello cilíndrico: cuello de paredes
paralelas ligeramente curvo divergentes y bordes
inclinados horizontalmente; unión angulosa con
cuerpos un poco ovoides, base convexa; sopor-
tes globulares huecos conteniendo una bola de
arcilla (tipo sonaja), altura de 3 cm y diámetro
de 3.1 cm; altura total de la olla 22.5 cm, altura
del cuello 7.5 cm, diámetro de la boca 23.7 cm,
diámetro máximo del cuerpo 25.4 cm ( figura
18 b).
decoración: forma 1) decoración negro sobre
crema en el interior del cuerpo; la decoración
está delimitada arriba y abajo por una línea
horizontal negra, encuadrando dos pares de
motivos en oposición diametral (posible glifo
oval y grupo de tres paneles) (figura 18 b); 2)
decoración policroma sobre el cuello y, la parte
superior del cuerpo en rojo y negro sobre na-
ranja. sobre el cuello hay dos pares de motivos
alternos, ligeramente diferentes, representando
dos cabezas de serpientes, en un caso negras y
en el otro en rojo, encuadradas por un panel
rectangular, el conjunto de la decoración está
 sonia e. rivero torres

c
d

e 3
2 4
1

Figura 18. toniná. Complejo Chenek.

delimitado arriba y abajo por una línea negra
horizontal; los paneles están separados por dos
grupos de rasgos verticales negros y rojos. arriba
del cuerpo la decoración en rojo está delimitada
por líneas horizontales negras: bandas de motivos
curvilíneos, serpentiformes, entre los cuales se
intercalan abajo motivos de tipo “ojo celeste”,
frecuentes en el Posclásico mesoamericano
(figura 22 a, b).
Comentarios: este tipo pertenece a la tradi-
ción Posclásica del Petén Central y de honduras
británicas.
Silho Naranja
Pasta naranja fina y engobe naranja.
acabado de superficie: el color varía de na-
ranja a rojo (2.5 Yr 6/8 rojo claro, 10 r 5/8 rojo,
2.5 Yr 5/3 rojo, 2.5 Yr 6/4 café rojizo claro). La
superficie está generalmente pulida con brillo
medio; a veces es gris debido a la cocción en
atmósfera de no reducción.
Pasta: color naranja o a veces gris; textura fina,
sin inclusiones no plásticas visibles. sonoridad
aguda al golpe.
Formas: 1) cajetes de boca ancha con cuerpos
curvo convergentes y bases rectas, bordes hacia
afuera adelgazados y labios redondeados; cuer-
pos recto divergentes, bases rectas con unión
angulosa. el exterior del cuerpo frecuentemente
es gris con excepción del borde. altura de un

48
 La cerámica deL cLásico terminaL y eL PoscLásico temPrano en chiaPas
cajete 5.5 cm; diámetro de la boca de 16 a 22 cm,
tamaño medio 19 cm; 2) cajetes de boca estrecha
trípodes, bordes engrosados exteriormente,
labios planos o redondeados; a veces curvo
convergentes, base convexa; soportes globulares
huecos con una ranura rectangular y contenien-
do una bola de arcilla (tipo sonaja), altura 3 cm,
diámetro máximo 4 cm. tamaño de una vasija
entera: altura total 9.2 cm, diámetro de la boca
18.3 cm, diámetro máximo 18.5 cm y para los
fragmentos diámetro de la boca de 16 a 20 cm,
tamaño medio 17.5 cm; 3) ollas globulares con
cuellos tronco-cónicos altos, de paredes curvo
divergentes, el borde puede ser redondeado,
ligeramente adelgazado o engrosado en el exte-
rior. cuerpo curvo convergente con base recta;
unión angulosa con el cuello. dos asas verticales
diametralmente opuestas colocadas a 2/3 de la
altura del cuerpo; sección elíptica. tamaño de
una olla entera: altura total 21 cm, altura del
cuello 6.6 cm, diámetro de la boca 12.2 cm, diá-
metro máximo 20.8 cm. de fragmentos diámetro
promedio de la boca 12 cm, altura del cuello
de 4 a 5 cm; 4) ollas de cuellos cortos, cóncavos
convergentes, bordes con bandas externas, labios
adelgazados o planos. tamaño medio de la boca
10 cm; 5) vasos periformes con cuerpos recto con-
vergentes en la parte superior del cuerpo, bordes
hacia afuera, a veces señalados por una incisión
poco profunda; diámetro de la boca de 7 a 10
cm. Forma poco frecuente; 6) cajete de silueta
compuesta con boca ancha; bordes engrosados
en el exterior y labios planos; parte superior del
cuerpo ligeramente curvo divergente y parte
inferior curvo convergente, unión entre las dos
paredes angulosa; diámetro promedio de la
boca 12 cm. Forma poco frecuente; 7) escudilla
(plato) de borde hacia el exterior redondeado,
cuerpo curvo divergente, unión angulosa con
la base ligeramente convexa. altura 3.5 cm,
diámetro de la boca 13.7 cm. elementos de las
formas: soportes huecos, globulares con una o
dos ranuras oblicuas; a veces estrechamiento
en la unión con la base; altura variada de 2 a
4.5 cm, diámetro máximo de 3 a 3.5 cm. estos
soportes están asociados con la forma 2, pero
49
pudieron haber aparecido en las formas 5 y 6.
bases anulares con cuerpos curvo divergentes;
altura 15 cm, diámetro promedio de la base 12
cm, pudo haber estado asociado con la forma 5
(figura 19 a-g).
decoración: bicroma con bordes naranja y
cuerpo gris (forma 1). Líneas incisas horizontales
bastante irregulares a la altura media del cuerpo
(forma 2). motivos incisos en la parte exterior de
la base recta de un cajete (figura 19 a).
comentarios: alcanza 17% dentro del com-
plejo chenek. este tipo fue definido por smith
(1971: 21-22). Probablemente la cerámica de este
grupo proviene de campeche.
Pocboc Inciso y Esgrafiado
decoración incisa y esgrafiada, pasta naranja
fina.
acabado de superficie: véase silho naranja.
Pocboc: variedad Pocboc
Formas: 1) ollas con cuellos recto convergentes y
bordes adelgazados; diámetro de la boca 10 cm;
2) cajetes u ollas de base cóncava.
decoración: motivos geométricos (sobre el
cuello ) o curvilíneos complejos (figura 21 a,
b).
Pocboc: variedad Engobe Crema
Formas: dos fragmentos de forma indetermi-
nada.
decoración: motivos incisos o esgrafiados
curvilíneos complejos sobre un engobe crema
(figura 21 b).
comentarios: solamente dentro del complejo
chenek.
Yalton Negro sobre Naranja
decoración pintada en negro sobre naranja;
pasta naranja fino.
acabado de superficie: véase silho naranja.
Formas: cajetes de boca ancha con cuerpo
curvo convergente y ollas globulares (figura 21
c, d).
decoración: 1) líneas concéntricas en el
borde hasta la parte exterior en el cuerpo; 2)
 sonia e. rivero torres
a b c gro y crema sobre naranja; pasta naranja fina.
f g
d e
h naranja: bordes pintados en rojo, señalados
i
0 10 cm
j y crema sobre naranja: borde pintado en rojo;
l
k
Figura 19. toniná. Complejo Chenek.
líneas sinuosas, líneas con ángulos y motivos
geométricos con la “t” invertida sobre el cuerpo
(figura 21 c, d).
Comentarios: se encontraron solamente 17 te-
palcates y están dentro del complejo Chenek, en
la comparación caen dentro del grupo silho.
Champan Rojo sobre Naranja
bordes pintados en rojo sobre naranja; pasta
naranja fina.
acabado de superficie: véase silho naranja.
Formas: cajetes de boca ancha. Cajetes con
bordes ligeramente hacia adentro (raros). Cuer-
pos curvo convergentes, bordes muy diversos:
adelgazados, adelgazados con canaladura en el
exterior, ligeramente engrosado en el interior;
labios redondeados; diámetro de la boca de 16
a 24 cm (figura 19 i).
decoración: el interior y el exterior del borde
están pintados con una banda en rojo con una
anchura máxima de 1 cm (figura 19 i).
Comentarios: solamente 11 tiestos dentro del
complejo Chenek.
50
Pomuch Policromo
decoración roja y negra sobre naranja, o rojo, ne-
acabado de superficie: véase silho.
Formas: cajetes de boca estrecha, bordes
ligeramente hacia adentro, a veces engrosados
en el interior, labios afilados; cuerpos curvo
convergentes; bases probablemente convexas;
diámetro de la boca de 12.5 a 15 cm.
decoración: pintura en rojo y negro sobre
por una línea negra, además bandas cruzadas
encuadradas por una línea negra arriba y abajo;
más otra línea negra. decoración en rojo, negro
motivos sobre el cuerpo muy erosionados; por lo
que no pueden ser descritos (figura 19 h).
Comentarios: dentro del complejo Chenek.
Kilikan Compuesto
decoración incisa y esgrafiada combinada con
decoración pintada en negro sobre naranja;
pasta naranja fina.
acabado de superficie: véase silho.
Kilikan: variedad Kilikan
Formas: indeterminada, probablemente ollas
globulares.
decoración: motivos incisos y esgrafiados
bordeados en la parte baja en frisos; en el caso de
ollas, motivos pintados en negro: curvas unidas
a círculos que presentan un punto en su parte
media (figura 21 e).
Kilikan: variedad Engobe Crema
Formas: ollas globulares con cuellos tronco-có-
nicos largos, paredes curvo divergentes, bordes
redondeados, cuerpos curvo convergentes, base
recta y sin asas; altura 20. 5 cm, altura del cuello
6.7 cm, diámetro de la boca 11.8 cm, diámetro
máximo 19.8 cm (figura 20 c, d).
decoración: pintura (negra y crema), incisión
y esgrafiado que se complementan en la deco-
ración con una banda de 4.5 a 5 cm de ancho
localizada en la parte media del cuerpo. La banda
está divida en cuatro paneles compuestos de dos
 La cerámica deL cLásico terminaL y eL PoscLásico temPrano en chiaPas
pares idénticos opuestos; el mismo motivo inci-
so y esgrafiado aparece en los dos pares, están
pintados ya sea en crema con algunos retoques
negros, o adornados con puntos blancos sobre
el engobe rojo-naranja. estos motivos son pares
de bandas oblicuas encontradas en los extremos,
forman triángulos con las puntas truncadas por
la escisión. en ambos lados de la banda decora-
da hay dos líneas horizontales pintadas una en
blanco y la otra en negro (figura 20 c, d).
comentarios: solamente seis tepalcates y una
olla, todas dentro del complejo chenek.
Tohil Plomizo
superficie de apariencia metálica.
acabado de superficie: dura, lustrada con
reflejo metálico. colores café, naranja, gris-verde
o gris.
Pasta: gris, naranja, a veces en la zona su-
perficial. Pasta fina, cristales de feldespato no
apreciables al ojo.
Formas: 1) ollas de cuellos cilíndricos; 2)
cajetes de boca ancha con cuerpos curvo conver-
gentes. elementos de las formas: cuerpos de ollas
a pie 2.6 cm, diámetro de la boca 6.8 cm, diámetro
b
c d
e f
Figura 20. toniná. complejo chenek.
51
con múltiple curvatura; soportes tronco-cónicos
o globulares; base anular (figura 21 f-n).
comentarios: alcanza 4.9% dentro del com-
plejo chenek. este tipo fue definido por smith
(1971: 26-27) dentro del grupo tohil. su posible
procedencia es la costa del Pacífico, entre la
frontera de méxico y guatemala.
Tumbador Inciso
superficie metálica y decoración incisa.
acabado de superficie y pasta: véase tohil.
Formas: 1) cajetes de boca ancha, cuerpos cur-
vo divergentes, bordes hacia el exterior horizonta-
les redondeados. estos cajetes son probablemente
trípodes (clasificados dentro del tipo tohil). diá-
metro de la boca de 19 a 20 cm; 2) ollas en forma
de vaso de lámpara (ollas lámpara chimenea).
dos formas de cuello: sea con paredes cóncavo
convergentes con bordes verticales adelgazados
interiormente y labios redondeados; o paredes
rectilíneas paralelas, con bordes engrosados hacia
el exterior en bandas; cuerpo ovoide; pie con
paredes cóncavo convergentes. tamaño de dos
ejemplares completos: altura total 18 cm, altura
del cuello 8.8 cm, altura del pie 3.5 cm, diámetro
de la boca 6.1 cm, diámetro máximo 10 cm; altura
total 16 cm, altura del cuello 5.3 cm, altura del
máximo 8.7 cm; 3) olla con cuello cilíndrico y
cuerpo globular (figura 21 f, g, j, m, n).
decoración: incisión, a veces más parecida a
las acanaladuras. motivos: líneas simples horizon-
tales, áreas de líneas paralelas oblicuas, paneles
rectangulares, volutas, combinación de volutas y
surcos (figura 21 f, g, j, m, n).
comentarios: registra porcentaje de 0.7 den-
tro del complejo chenek.
Porvenir Repujado
superficie con reflejo metálico; decoración
repujada.
acabado de superficie y pasta: véase tohil.
Formas: vasos en forma de barril.
decoración: grabados en bajo relieve, mode-
lados en el exterior generalmente con levanta-
miento de la pasta; un solo ejemplo de surcos
 sonia e. rivero torres
en alto relieve modelado repujando la pared del
vaso (figura 21 h, l).
Comentarios: solamente 11 tiestos.
Malacatan Modelado
superficie con reflejo metálico; decoración mo-
delada, aplicada e incisa.
acabado de superficie y pasta: véase tohil.
Formas y decoración: fragmentos de vasos
zoomorfos y antropomorfos.
Comentarios: solamente 14 tepalcates (figura
21 i, k).
Matillas Naranja
Pasta naranja fina, engobe naranja, cajetes de
boca ancha trípodes.
acabado de superficie: muy erosionada, pero
se distingue el engobe naranja.
Pasta: color naranja, no hay desgrasante, apa-
rentemente idéntica a la pasta del grupo silho.
Formas: cajetes de boca ancha trípodes:
1) con bordes adelgazados hacia el exterior y
redondeados, cuerpos curvo divergentes, base
recta con unión angulosa, rastros de soportes
de sección circular; diámetro de la boca 22 cm;
2) con bordes redondeados con una ligera
acanaladura externa, cuerpo recto divergente,
moldura basal, base convexa, soportes moldeados
zoomorfos; altura total 8.6 cm, diámetro de la
boca 23 cm (figura 19 j, k).
Comentarios: fragmentos de dos cajetes. es
parte del grupo matillas definido por smith
(l971: 20-21). se cree que es originario de tabas-
co. sucede al grupo silho a partir de 1250 d.C.
Chilapa Esgrafiado e Inciso
Pasta naranja fino, engobe naranja y decoración
esgrafiada e incisa.
acabado de superficie: engobe rojo-naranja
(10 r 4/4 rojo tenue), poco pulido.
Pasta: véase matillas.
Forma: cajetes de boca estrecha o vaso en
forma de barril con base anular. bordes adel-
gazados, cuerpo globular, fondo recto y base
anular; altura 10.8 cm, diámetro de la boca 12.2
cm, diámetro máximo 14.5 cm (figura 22 d).
52
decoración: incisa y esgrafiada después del
engobe. bandas de motivos en trenza sobre el
borde, además, en zigzag sobre las bandas en
relieve ligero, más cuatro paneles delimitados
por rasgos horizontales incisos y conteniendo
motivos complejos dominados por curvilíneas
(figura 22 d).
Comentarios: un vaso, tipo dentro del grupo
matillas.
Salto Compuesto
Pasta naranja fino, engobe naranja y blanco,
decoración esgrafiada e incisa.
acabado de superficie: en el exterior engobe
blanco muy erosionado y en el interior engobe
rojo-naranja.
Pasta: véase matillas.
Forma: cajetes de silueta compuesta con boca
estrecha. Parte baja del cuerpo globular (curvo
convergente), parte superior ligeramente cónca-
va hacia adentro, bordes adelgazados redondea-
dos; diámetro de la boca 12 cm (figura 19 e, l).
decoración: en la parte superior del cuerpo
hay cuatro paneles con motivos complejos no
identificados. en la parte media, debajo de los
paneles, hay bandas de óvalos con el centro
esgrafiado y debajo de éstas, banda de líneas
quebradas oblicuas (figura 19 l).
Comentarios: fragmentos de un mismo vaso
dentro del complejo Chenek. tipo dentro del
grupo matillas.
monoCromos
Monocromo Café-Rojo
ollas de cuello corto curvo divergente, cuerpos
globulares con perforaciones, posibles coladores
(figura 17 g). engobe pulido café-rojo. raras.
Comentarios: ollas similares a las de las tierras
altas de Chiapas en la fase Lum (Posclásico tar-
dío) (Culbert, 1965: 75).
Monocromo Rojo
escudillas o cajetes de cuerpos curvo conver-
gentes, bordes redondeados, fondo convexo de
unión angulosa y base recta; altura 5.6 cm, diá-
 La cerámica deL cLásico terminaL y eL PoscLásico temPrano en chiaPas

b c
a

e m
d

g
i
f n

h
j l
k

o
ñ

Figura 21. toniná. complejo chenek.

metro de la boca 18.2 cm. superficie rojo claro
(10 r 5/4 rojo tenue) liso (figura 15 b).
comentarios: parecido al tipo san gregorio,
pero con pasta media.
monocromo con decoración PLástica
Naranja Fino Acanalado
Vasos con anchas acanaladuras verticales, cuerpo
convexo, base recta.
comentarios: puede tratarse del tipo calkini
gadrooned definido por smith (1971: 21, grupo
silho).
Rojo Aplicado
ollas rojas con aplicación de cabeza de pájaro
en la unión del cuello y el cuerpo, rasgos ligados
de la cola en la parte baja del cuerpo. cuellos
de paredes casi rectilíneas y ligeramente con-
vergentes, borde engrosado en el exterior en
forma de banda, cuerpo ovoide, base recta con
unión angulosa; altura total 12.5 cm, altura del
cuello 4.5 cm, diámetro de la boca 8 cm, diámetro
máximo 12.4 cm. engobe rojo (2.5 yr 5/6 rojo),
superficie brillante (figura 22 e, f).
Gris Fino Aplicado
olla con cuerpo curvo convergente, cuello con
paredes convexas divergentes y bordes redondea-
dos; altura del cuello 4.7 cm, diámetro de la boca
16.5 cm, diámetro máximo 19 cm. cabeza mode-
lada, hueca, aplicada sobre la parte superior del
cuerpo; tocado como cresta de gallo, orejas con
aretes circulares, collar y brazos modelados sobre

53
 sonia e. rivero torres
a b
c de Palenque, al sur hasta el río tulija, al este
d
e f
Figura 22. toniná. Complejo Chenek.
el cuerpo; probablemente sea la representación
de Xipe totec. superficie gris (2.5 Yr 5/gris) y
mate; pasta gris fina (figura 18 a).
Erosionado o Corroído, Aplicado
1) soportes con decoración aplicada en forma
de cabeza de serpiente. soportes zoomorfos
con decoración aplicada e incisa (figura 16 [1]
m). 2) Cabeza de animal modelada e incisa pro-
bablemente representando a un perro, hueco
y con hocico abierto: pico vertedera (figura 16
[1] n).
PoLiCromo
Rojo y Negro sobre Naranja
Cajete de boca ancha con cuerpo curvo conver-
gente, bordes redondeados, base cóncava y fondo
recto; altura 8 cm, diámetro de la boca 22 cm.
superficie con engobe naranja (5 Yr 5/8 rojo
amarillento) pulido. decoración pintada sobre
54
la parte superior del cuerpo; labios pintados
en negro; debajo de los labios hay un friso de
triángulos con la punta hacia abajo, después
una línea negra horizontal, sinuosa precedida
por puntos negros y yuxtapuesta con otra línea
sinuosa roja; directamente abajo una línea roja
horizontal delimitada por dos líneas negras. so-
lamente tres tiestos, similares a los tipos Quintun
y ubala (figura 18 d).
CerámiCa de La región de PaLenQue
Comprende el norte del estado de Chiapas hasta
la frontera con tabasco, el área aledaña al sitio
con el área Zapata-usumacinta, abarcando los
sitios Yoxilta (al sur), Calatgraba (al norte) y
tortugero (al oeste) (rands, 1967; vol. vi: 111-
147) (figura 1).
La zona de las Llanuras intermedias y sierras
bajas
esta zona está entre el usumacinta y Palenque
y las sierras bajas son serranías de 80 m de altura.
Palenque está dentro de las sierras bajas.
en la zona Zapata-usumacinta la cerámica
está relacionada con la del Petén (altar de sa-
crificios). hay poca conexión con Palenque y
las sierras bajas. Y están presentes las variedades
del grupo cerámico anaranjado Fino durante la
transición del Clásico al Posclásico.
sierras bajas: el sitio representativo con ocu-
pación Posclásico temprano es mira-Flores con
los tipos: sierra roja, san Juan y tohil Plomizo,
anaranjado Fino u (Cunduacan). impresión
digital en bandas al pastillaje en el borde. Los
patrones cerámicos de el Petén son menos fre-
cuentes en los sitios de las sierras bajas. en esta
área hay una gran variación de cerámica.
La parte Posclásica temprana está pobremente
representada en Palenque (cerámica huipalé,
tipo gris Fino y anaranjado Fino).
La CerámiCa deL vaLLe de Comitán
en tenam Puente (figura 1) la cerámica diag-
nóstica perteneciente al Clásico terminal y al
Posclásico temprano tiene las siguientes formas
(Jacinto y aguilar, 1996: 28- 31):
 La cerámica deL cLásico terminaL y eL PoscLásico temPrano en chiaPas
1) ollas de cuerpo globular y cuello corto,
con o sin asas, engobe monocromo color rojizo,
anaranjado o café oscuro, alisado o pulido; 2)
decoración policroma: rojo, café oscuro y crema
con representaciones de aves o bandas rojas por
lo general que circundan el cuello. hay otras
bandas en el cuerpo y sobre ella grecas; 3) ollas
efigie zoomorfas; 4) tapas hechas de base (reuti-
lizadas); 5) cerámica asociada con ofrendas y
contienen huesos cremados; 6) cerámica plomiza
o plumbate: vasijas con efigie de tláloc, ollitas
y cajetes trípodes; 7) cerámica anaranjado Fino
del grupo silhó: vasos periformes con base de
pedestal con decoración incisa en el exterior del
cuerpo (parte media).
en otros sitios como tenam rosario, gua-
jilar, La independencia, mazatán, Las cruces,
huehuetan, san José, especialmente en el Jato,
el yagual y tuzantan tenemos la cerámica del pe-
riodo X (800-1000 d.c.) con los tipos: Plomizos,
café Pulido, café burdo, café-naranaja Pintada,
Plomiza con negro interior, Plomiza amarillenta
interior, Plomiza naranja, Plomiza café oscura.
y en el periodo chiapa Xi (1000-1250 d. c.) con
los tipos: café oscuro burdo, crema burdo,
café negrusco burdo, rojo/crema burdo,
rojo/café negrusco, negro agrietado, rojiza
Pintada burda (Piña chan, 1961: 53-63). tipos
arriba descritos.
hay nuevos datos, y más completos, para la
cuenca superior del río grijalva, por lo que al
investigador interesado en esta área en particular
de chiapas se le recomienda leer la monografía
de douglas donne bryant, John e. clark y david
cheetham, titulada Ceramic Sequence of the Upper
Grijalva Region, partes 1 y 2 (2005).
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 La aLfarería toLteca
tula o tollan, la capital del estado tolteca, consti-
tuye la ciudad más antigua del centro de México
que cuenta con registros históricos: crónicas
dinásticas con nombres de reyes y relaciones de
las migraciones semilegendarias de sus habitan-
tes (Jiménez Moreno, 1941; acosta, 1956-1957;
Diehl, 1983; Davies, 1977; Nicholson, 2001; Mas-
tache et al., 2002). Durante la fase tollan (circa
900-1150 d.c.), que corresponde al momento de
apogeo de este centro urbano, tula abarcaba casi
16 km² y contaba con una población de decenas
de miles de personas.
el resumen de los complejos de cerámica de
tula que aquí se presenta está dividido en dos
secciones: por una parte un bosquejo general
de la secuencia de cerámica de tula y por otra
algunas observaciones acerca de la contribución
del análisis cerámico para reconstruir la historia
cultural de esa ciudad. Las definiciones y las
descripciones detalladas de los tipos cerámicos
citados en este capítulo se pueden consultar en
cobean (1990). Investigaciones más recientes
que tienen implicaciones cronológicas y cultu-
rales para el estudio de la cerámica de tula in-
cluyen cobean y Mastache (1999), Hernández et
al. (1999) y Mastache et al. (2002), la cual incluye
amplios análisis estadísticos de los principales
* Dirección de estudios arqueológicos, INaH.
57
Robert H. Cobean*
tipos cerámicos de tula y de su área directa de
interacción.
Diversas investigaciones y fuentes de infor-
mación son la base para la formación de la
cronología que aquí se presenta, incluyendo
los estudios de acosta, citado en la bibliografía;
cronologías recientes para la cuenca de México
que en muchos casos analizan grupos cerámicos
semejantes a los complejos de tula (especial-
mente Sanders et al., 1979; Parsons et al., 1982;
tolstoy, 1978; Nicholson, 1978 y rattray, 2001);
y numerosas investigaciones realizadas en tula
y su área durante las últimas décadas como las
de Diehl (1983), Matos (1974, 1976), Healan
(et al., 1983, 1989), Stoutamire (1975), Yadeun
(1975), cobean (1982, 1990, 1994), cobean y
Suárez (1989), Mastache (1996), Mastache y
crespo (1974, 1976, 1982), Mastache y cobean
(1985, 1989, 1990), Bey (1986), Moncayo (1999)
y Hernández et al. (1999). en Mastache et al.
(2002), se presenta una amplia discusión sobre
las bases para formular la cronología y los com-
plejos cerámicos de tula. es importante men-
cionar que la cronología que aquí se presenta
fue modificada con base en una serie de nuevas
fechas de radiocarbono de diversos sitios del
área directa de interacción de tula analizadas
por el profesor austin Long de la Universidad de
arizona (Mastache et al., 2002: 43-44). el cambio
más importante con respecto a la cronología ya
 robert h. cobean
publicada (cobean, 1990) radica en que las fases
Prado, corral, corral terminal, tollan y Fuego
son cincuenta años más antiguas (tabla 1).
tabLa 1
La cronoLogía De tULa
Fase Cronología
Prado 650-750 d.c.
corral 750-850 d.c.
corral terminal 850-900 d.c.
tollan 900-1150 d.c.
Fuego 1150-1350 d.c.
Palacio 1350-1520 d.c.
tesoro 1520-1650 d.c.
boSqUeJo De La SecUencIa
ceráMIca De tULa
Los complejos Prado y corral (véase cobean,
1990) corresponden a la ciudad temprana cuyo
núcleo principal fue la plaza conocida como tula
chico. el complejo Prado está asociado con la
ocupación más temprana, que ha sido registrada
en los niveles más profundos de las excavaciones
en tula chico asociado con las estructuras más
antiguas de este recinto monumental. Sobre la
superficie esta cerámica se extiende por aproxi-
madamente 2 km² alrededor de la plaza de tula
chico (cobean, 1982; cobean y Suárez, 1989).
esta ocupación está relacionada estrechamente
con complejos cerámicos de la esfera coyotlatel-
co en la cuenca de México (toser, 1921; rattray,
1966; nichols, 1975; blanton y Parsons, 1971;
Sanders [ed.], 1986). De manera provisional,
este complejo se considera como un conjunto de
la “esfera coyotlatelco temprano”, y el complejo
corral es el principal de la esfera coyotlatelco
en tula. el complejo Prado puede distinguirse
del complejo corral. Para los tipos diagnósticos
del primero aparecen, en pequeñas cantidades,
en casi todos los contextos excavados de la ocu-
pación materiales de la esfera coyotlatelco en
tula (cobean 1982). Los tipos Prado son más
58
comunes durante la parte más temprana de la
ocupación de la esfera coyotlatelco de tula,
y la mayoría de estos tipos diagnósticos están
ausentes en sitios de la región de tula, fuera de
la ciudad.
coMPLeJo PraDo (CirCa 650-750 D.c.)
Los principales tipos cerámicos diagnósticos
del complejo Prado son:
guadalupe rojo sobre café esgrafiado
(figura 1)
ana María rojo sobre café (figura 2)
clara Luz negro esgrafiado (figura 3)
además de estos tipos diagnósticos, este
complejo contenía otros tipos cerámicos que
también aparecen en el complejo corral, y algu-
nas variedades de coyotlatelco rojo sobre café.
en cobean (1982) hay un análisis detallado de
la estratigrafía de los complejos Prado y corral
en tula.
La mayoría de estos tipos, incluyendo ana
María rojo sobre café están estrechamente
relacionados con cerámica de la esfera coyotla-
telco en otras zonas del centro de México, pero
algunos de los tipos diagnósticos, en especial
clara Luz negro esgrafiado, parecen ser muy
similares a la cerámica del clásico en el bajío,
lo cual sugiere un origen norteño para una parte
del complejo Prado (nalda, 1975; braniff, 1999;
crespo, comunicación personal, 1979). cabe
señalar que el complejo Prado no es similar al
complejo provisional “coyotlatelco temprano”
definido en la cuenca de México; es decir, el com-
plejo oxtotipac del valle de teotihuacan (good,
1972). La forma de vaso cilíndrico trípode de
los tres principales tipos diagnósticos Prado es
parecida a la de los vasos del clásico temprano en
teotihuacan (rattray, 2001); sin embargo, estas
semejanzas no son suficientes para afirmar que
los vasos Prado derivaron de manera directa de
prototipos teotihuacanos (rattray, comunicación
personal).
La extensión de la ocupación correspon-
diente a la fase Prado en la ciudad prehispánica
de tula no se conoce con exactitud, pero las
 La aLfarería toLteca

concentraciones más altas de cerámica Prado se

encuentran en el noreste de la zona urbana, en
tula chico, que era el centro principal del asen-
tamiento durante ese momento (Matos, 1974;
cobean, 1982; Healan y Stoutamire, 1989). Los
tipos diagnósticos Prado, y algunas otras cerámi-
cas en este complejo, están bien manufacturados
y decorados. Probablemente constituían una
cerámica de lujo, utilizada principalmente por
una élite social.

coMPLejo corraL (circa 750-850 d.c.)

figura 1. guadalupe rojo sobre café esgrafiado.
fase Prado.
figura 2. ana María rojo sobre café. fase Prado.
figura 3. clara Luz Negro esgrafiado.
fase Prado.
el complejo corral está asociado con la primera
ocupación extensiva de la zona urbana de tula.
es más densa alrededor de tula chico y se ex-
tiende en el norte de la zona urbana. Stoutamire
(1975: 53, 68) calcula que la ocupación corral
cubrió aproximadamente 5.25 km2 en la zona ur-
bana, mientras que Yadeun (1975) estima sólo 3
km2. La población total de la ciudad durante esta
fase fue probablemente de miles de personas. al
parecer tula chico era todavía el principal cen-
tro ceremonial, aunque hay indicios de que pudo
haber otro recinto monumental correspondiente
a este periodo bajo la zona monumental de la fase
tollan. Los datos de Stoutamire (1975) sugieren
que probablemente había un asentamiento co-
rral en esa zona (Healan y Stoutamire, 1989) y
las excavaciones de acosta (1945, 1956-1957) y
de cobean (1994) en tula grande registraron
cerámica corral (coyotlatelco rojo sobre café)
bajo algunos edificios del recinto monumental
de fase tollan.
el complejo corral está estrechamente
relacionado con otros complejos de la esfera
coyotlatelco en el centro de México (toser,
1921; rattray, 1966; Blanton y Parsons, 1971;
Nichols y Mccullough, 1986). La mayoría de sus
tipos monocromos son esencialmente idénticos
a tipos análogos de la esfera coyotlatelco en la
cuenca de México. Los tipos coyotlatelco de
tula son un poco diferentes a los ejemplos más
comunes de este tipo en la cuenca de México,
pues tienen una manufactura de menor calidad
y menos formas (rattray, 1966). a diferencia del
complejo Prado, que es un “complejo parcial”

59
 robert h. cobean
compuesto sólo de pocos tipos diagnósticos, el
complejo corral es un “complejo completo”,
que probablemente incluye la mayoría o todos
los tipos cerámicos que usaron los habitantes de
tula durante un siglo, principalmente entre 750
y 850 d.c. algunas de las cerámicas coyotlatelco
rojo sobre café en tula poseen diseños pinta-
dos similares a los varios tipos rojo sobre café,
posiblemente más tempranos, correspondientes
a culturas del clásico en el bajío y en zonas de
la periferia norte de Mesoamérica (nalda, 1975:
93, 129; braniff, 1975b: 96; 1999).
Los principales tipos cerámicos diagnósticos
del compejo Corral son:
coyotlatelco rojo sobre café (figura 4)
Variedad cajete hemisférico
Variedad cajete curvo convergente
Variedad cajete bajo
Variedad cajete Divergente y
rito rojo sobre crema
coMpLejo corraL terMinaL
(CirCa 850-900 D.c.)
el complejo corral terminal fue definido princi-
palmente con base en excavaciones recientes en
tula chico (cobean y Suárez, 1989). al igual que
el complejo prado, el conjunto corral terminal es
un “complejo parcial” que consta de pocos tipos
diagnósticos distintivos y algunos tipos de la fase
corral que incluyen variedades de coyotlatelco
rojo sobre café. así, el complejo corral termi-
nal cuenta con tipos de la esfera coyotlatelco,
pero sus principales tipos diagnósticos: joroba
anaranjado sobre crema (figura 5) y Mazapa
rojo sobre café (figura 6) no pertenencen a la
esfera coyotlatelco. es un importante complejo
de transición entre las ocupaciones de fase corral
(esfera coyotlatelco) y la fase tollan de tula.
La cerámica joroba anaranjado sobre crema es
con certeza el prototipo y el antecedente direc-
to de tipos diagnósticos de la fase tollan como
son los tipos jara anaranjado pulido (figura 7)
y proa crema pulido. aparentemente, otros
tipos importantes de fase tollan, como Macana
rojo sobre café (figura 8) y Manuelito café
60
Figura 4. coyotlatelco rojo sobre café.
Fase corral.
Liso aparecen también en tula, durante la fase
corral terminal.
Las principales razones por las que se utilizó
joroba anaranjado sobre crema y Mazapa rojo
sobre café para definir el complejo corral ter-
minal son las siguientes: 1) estos dos tipos están
ausentes en los complejos prado y corral. no se
recuperaron tiestos de joroba anaranjado sobre
crema o Mazapa rojo sobre café en los pozos de
sondeo 14023-14025 en el centro ceremonial de
tula chico, que contienen grandes cantidades
de materiales prado y corral (cobean 1982). 2)
estos dos tipos están asociados con cerámica que
corresponde a la última parte de la fase corral,
en los contextos excavados mencionados, en el
pozo 14002 de tula chico y en la excavación
el corral. 3) joroba anaranjado sobre crema
está casi totalmente ausente en los principales
contextos de fase tollan. 4) Mazapa rojo sobre
café es un tipo escaso en contextos tardíos de
fase tollan en tula, y mucho más común en los
contextos corral terminal.
aparentemente joroba anaranjado sobre
crema se limita principalmente a la fase corral
terminal en tula, y Mazapa rojo sobre café es
frecuente en esta fase y escaso durante la fase
tollan.
Principales tipos cerámicos diagnósticos
joroba anaranjado sobre crema (figura 5)
 La aLfarería toLteca
Mazapa rojo sobre café (figura 6)
coMpLejo toLLan
(circa 900-1150/1200 d.c.)
el complejo tollan está asociado con el apogeo
de tula cuando la ciudad alcanza una extensión
de entre 13 y 16 km², con una población de
decenas de miles de habitantes (Stoutamire,
1975; Mastache y cobean, 1985; Mastache et
al., 2002).
el complejo de la fase tollan es el único
conjunto cerámico en tula definido con base
en colecciones cerámicas muy grandes proce-
dentes de excavaciones de diversos proyectos
y diferentes contextos tanto domésticos como
ceremoniales, incluyendo más de 200 000 tiestos
procedentes de las excavaciones el corral y el
canal del proyecto Missouri, y más de 12 000 del
reconocimiento de la zona urbana que realizó
Stoutamire (1975: 55). acosta (1945: 34-37) iden-
tifica otra colección grande importante de tipos
clave de la fase tollan, asociados con el palacio
quemado (“edificio 3”) en tula grande.
el complejo tollan es un “complejo comple-
to” que incluye la mayoría o todos los tipos cerá-
micos utilizados por los habitantes de tula por
lo menos durante dos siglos, entre circa 900-1150
d.c. ninguno de los tipos del complejo tollan
está presente durante la fase corral, aunque
algunos quizá surgieron durante la fase corral
terminal (circa 850-900 d.c.). Ha sido posible
dividir el complejo tollan en subcomplejos:
temprano y tardío, con base en las frecuencias
de algunos tipos clave en determinados contextos
(Mastache, 1996; Mastache et al., 2002: 41-50,
217-236).
figura 5. joroba anaranjado sobre crema. fase
corral terminal.
61
figura 6. Mazapa rojo sobre café. fase corral
terminal.
probablemente el complejo tollan está
estrechamente relacionado con una serie de
complejos del posclásico temprano terminal,
que cubren gran parte del centro de México, los
cuales se denominaron de manera provisional
complejos de la esfera tollan (cobean, 1990).
estos conjuntos cerámicos poseen porcentajes
altos de jara anaranjado pulido (figura 7). el
único conjunto de la esfera tollan fuera de la
región de tula que se ha descrito con detalle es
el de la fase atlatongo en el valle de teotihua-
can (Mccullough, 1966; evans, 1986; Sanders
[ed.], 1986). es probable que el mejor marcador
cerámico panmesoamericano, para ocupaciones
aproximadamente contemporáneas con el apo-
geo de la fase tollan de tula, sea tohil plumbate
(Shepard, 1948; Lee, 1978; neff y Bishop, 1988),
el cual es común en tula como cerámica impor-
tada y, al parecer, está presente exclusivamente
en el complejo tollan (figura 9). pocos tipos de
la loza anaranjado fino, que aparecen en com-
plejos del posclásico temprano en gran parte de
Mesoamérica, se han encontrado en cantidades
significativas en tula (acosta, 1956-1957; Bey,
1986; Hernández et al., 1999). en la zona urbana
son escasos dos tipos importantes de la cuenca
durante el posclásico temprano, Mazapa rojo
sobre café y “toltec red on Buff” (Vaillant, 1938;
Linne, 1934; Mccullough, 1966; Koehler, 1986;
Blanton y parsons, 1971; evans, 1986).
 robert h. cobean
La importancia de Jara anaranjado Pulido,
tipo de diagnóstico principal del complejo to-
llan, es clave para la cronología cultural del
Posclásico temprano en el centro de México.
es el tipo cerámico decorado más común en el
complejo de la fase tollan de la ciudad de tula,
y su duración parece ser casi idéntica a la de la
ciudad. acosta (1945: 56; 1956-1957: 91) se per-
cató de la importancia de este tipo, al que llamó
“naranja a brochazos”, como el mejor marcador
cronológico del apogeo de tula, pero sus hallaz-
gos no fueron suficientemente apreciados por
otros investigadores. hasta el trabajo posterior
en teotihuacan de Sanders (1965) y Mccullough
(1966), y en tula de Matos (1974) y Diehl (1974),
se asumía que Mazapa rojo sobre café (“Maza-
pan líneas-ondulantes”) era el mejor marcador
cerámico del florecimiento de la tula tolteca. Sin
embargo, Mccullough (1966) y cobean (1978,
1990) mostraron que el florecimiento real de la
cultura del Posclásico temprano en el valle de
teotihuacan y en tula, es posterior a la presencia
en gran escala de Mazapa rojo sobre café, y está
caracterizado por la presencia de Jara anaranja-
do Pulido y de otros tipos de la esfera cerámica
tollan (que corresponde al complejo de la fase
atlatongo en el valle de teotihuacan).
en otro trabajo (cobean, 1982), y en las des-
cripciones de Joroba anaranjado sobre crema y
Proa crema Pulido (cobean, 1990), se ha pro-
puesto una “filogenia” tentativa de Jara anaranja-
do Pulido y de otros miembros de la Loza canales
Pulida, aquí sólo se mencionará que el “prototipo”
más temprano conocido hasta ahora para Jara
anaranjado Pulido en tula es Joroba anaranjado
sobre crema, correspondiente a la fase corral
terminal. como Mccullough (1966:6) subraya,
Jara anaranjado Pulido y los tipos relacionados
de la Loza canales Pulida en tula (y el complejo
de la fase atlatongo en el valle de teotihuacan)
no forman parte de la tradición cerámica anterior
rojo sobre bayo en el centro de México.
aunque Jara es una loza anaranjada, de
ninguna manera parece ser transicional entre
cerámicas toltecas y aztecas. La pasta de Jara ana-
ranjado Pulido es mucho más burda y tiene, en
62
apariencia, una composición totalmente diferen-
te a la pasta de las cerámicas azteca negro sobre
anaranjado presente en tula y en la cuenca de
México. asimismo, las principales formas de Jara
no aparecen en la cerámica azteca negro sobre
anaranjado. acosta (1956-1957: 75) propuso
que los grupos que usaban cerámica azteca II
saquearon el principal complejo ceremonial de
tula. Incluso a partir de los datos limitados de
que ahora disponemos, es claro que la cerámica
azteca en tula no es resultado de una evolución
cultural local, sino que representa la intrusión
de una tradición foránea que es probable tenga
sus orígenes en o cerca del sur de la cuenca de
México (Parsons, 1966).
Principales tipos cerámicos diagnósticos
Jara anaranjado Pulido (figura 7)
Ira anaranjado Sellado
Macana rojo sobre café (figura 8)
Plumbate (figura 9)
rebato rojo Pulido (figura 10)
abra café burdo (figura 11)
Soltura rojo alisado (figura 12)
eL anáLISIS ceráMIco Y La hIStorIa
cULtUraL De tULa
faSe PraDo (circa 650-750 D.c.)
La ocupación Prado es al parecer el asentamien-
to extenso más temprano en la zona urbana de
tula. Se concentra sobre todo en el noreste de la
ciudad urbana, y aparentemente el centro cere-
monial de tula chico fue construido durante esa
fase. Parte de la cerámica en este complejo es si-
milar a la del complejo coyotlatelco, en la cuenca
de México (toser, 1921; rattray, 1966; nichols y
Mccullough, 1986), aunque algunos de sus prin-
cipales tipos diagnósticos son bastante diferentes
a tipos comunes de la esfera coyotlatelco en el
centro de México. Las formas y la decoración de
los tipos diagnósticos Prado (guadalupe rojo
sobre café esgrafiado, ana María rojo sobre
café, y clara Luz negro esgrafiado: figuras 1-3),
son más similares a cerámica del clásico en el
 La aLfarería toLteca
figura 7. Jara anaranjado Pulido. fase tollan.
figura 8. Macana rojo sobre café. fase tollan.
figura 9. tohil Plumbate. fase tollan.
63
Bajío, que a las formas y decoraciones de la esfera
coyotlatelco, en el centro de México (Nalda,
1975; Beatriz Braniff, comunicación personal).
consideramos que los tres tipos clave Prado
mencionados fueron introducidos en tula tal
vez por grupos procedentes de el Bajío o de la
periferia norte de Mesoamérica. considerando
la similitud entre estos tipos y las cerámicas del
clásico en el Bajío, probablemente son anterio-
res a la ocupación Prado de tula. Su alta calidad
decorativa, de lujo, sugiere que fueron utilizados
por alguna clase de élite social.
faSe corraL (circa 750-850 d.c.)
este complejo está estrechamente relacionado
con otros de la esfera coyotlatelco en el centro
de México (toser, 1921; rattray, 1966; Blanton
y Parsons, 1971; Nichols y Mccullough, 1986).
La mayoría de la cerámica corral es casi idéntica
a tipos análogos de la esfera coyotlatelco en la
cuenca de México. La cerámica coyotlatelco
rojo sobre café en el complejo corral de la
región de tula difiere en general de ejemplos
comunes de este tipo en la cuenca de México,
pues es de una factura más burda y tiene dise-
ños pintados en rojo menos elaborados. en el
Bajío, Nalda (1975: 93, 129) identifica un tipo,
del sur de querétaro, denominado rojo/Bayo
el Mogote, que se ubica entre 400 y 800 d.c.,
el cual tiene motivos lineales simples pintados
en rojo, casi idénticos a algunos de los diseños
comunes en coyotlatelco rojo sobre café de
tula. además Braniff (1975b: 96) describe un
tipo importante del clásico medio, procedente
de San Luis Potosí, denominado San Juan rojo/
Bayo, cuyos diseños son rojos y simples similares
a los de coyotlatelco rojo sobre café en tula. No
es seguro que rojo/Bayo el Mogote y San Juan
rojo/Bayo sean cronológicamente anteriores al
complejo corral de tula, pero si estos tipos resul-
tan ser efectivamente más tempranos, entonces
su similitud con los tipos coyotlatelco rojo sobre
café de tula constituiría una evidencia adicional
de que algunos de los grupos de las fases corral y
Prado de la región de tula se originaron quizás
en la periferia norte de Mesoamérica.
 robert h. cobean
figura 10. rebato rojo Pulido. fase tollan.
figura 11. abra café burdo. fase tollan.
Los orígenes de los grupos de la esfera coyo-
tlatelco del clásico tardío, de la región de tula,
son poco definidos (mastache et al., 2002). en
la mayor parte de la región hay una disconti-
nuidad en el patrón de asentamiento entre los
sitios del clásico temprano relacionados con
teotihuacan y los del clásico tardío de la esfera
coyotlatelco, la cual es tan abrupta que masta-
che y crespo (1976) consideran que los grupos
coyotlatelco eran recién llegados. además, no
se han identificado continuidades cerámicas
claramente definidas entre las ocupaciones de
estos dos periodos, aunque tal vez puedan de-
terminarse algunas cuando se conozcan mejor
las ocupaciones del clásico temprano terminal
(esfera metepec) en esta región. Los estudios
recientes sobre patrón de asentamiento en el
centro de méxico probablemente constituyen la
64
figura 12. soltura rojo alisado. fase tollan.
mejor fuente disponible de datos respecto a los
orígenes de estos grupos.
fase corraL terminaL
(circa 850-900 d.c.)
esta fase marca una transición cultural definida
de manera provisional, entre las ocupaciones en
tula de las esferas coyotlatelco y tollan. esta
transición se conoce poco. Los dos tipos clave
diagnósticos de la fase corral terminal (Joroba
anaranjado sobre crema y mazapa rojo sobre
café) son en apariencia escasos o están ausen-
tes en las principales colecciones de cerámica
excavada, tanto para la fase corral como para la
tollan (acosta, 1945; 1956-1957; cobean, 1990).
La mayoría de los tipos del complejo corral ter-
minal, salvo los dos diagnósticos, son parecidos al
complejo corral. algunos tipos importantes del
complejo tollan, como macana rojo sobre café
y manuelito café Liso, están presentes al parecer
también en pequeñas cantidades durante la fase
corral terminal.
La continuidad cerámica entre las ocupacio-
nes de las esferas coyotlatelco y tollan en tula,
es el traslape temporal de algunos tipos bien
definidos de ambas esferas, y no la existencia de
tipos de transición. es importante observar que
los complejos corral y tollan de tula no tienen
probablemente tipos en común, lo cual funda-
menta aún más la necesidad de investigar con
 La aLfarería toLteca
detalle la naturaleza de la transición de la fase
corral terminal. en la antigua ciudad de tula hay
una fuerte continuidad en el asentamiento de las
ocupaciones corral y tollan (Stoutamire, 1975;
cobean, 1982; Mastache y crespo, 1982; Healan
y Stoutamire, 1989). Las semejanzas estructurales
entre la plaza de tula chico y el recinto principal
constituyen otra continuidad significativa entre
las ocupaciones corral y tollan. La evidencia dis-
ponible sobre el grado de continuidad existente
entre las culturas de las esferas coyotlatelco y
tollan en tula es ambigua, y los datos cerámicos
y de patrón de asentamiento permiten diversas
interpretaciones. tampoco se sabe más todavía
si algunos de los tipos del complejo corral ter-
minal (como Joroba anaranjado sobre crema
y, probablemente, Macana rojo sobre café)
se introdujeron en tula con la llegada de un
nuevo grupo étnico, o si son el resultado de una
evolución cultural local.
faSe toLLan (circa 900-1150/1200 d.c.)
esta fase marca el apogeo de tula como ciudad
durante el Posclásico temprano. Hay dos fuentes
principales de datos de esta fase: reconocimien-
tos de patrón de asentamiento y estratigrafía
cerámica. La etnohistoria y la iconografía de tula
proporcionan importante información adicional
sobre este problema. Hay suficiente continuidad
en el asentamiento entre las ocupaciones de la
esfera coyotlatelco y la fase tollan en la zona
urbana de tula (Healan y Stoutamire, 1989;
Mastache y crespo, 1982; Mastache et al., 2002),
que indica que los descendientes de los grupos
de la esfera coyotlatelco formaron parte de la
población de la ciudad de la fase tollan.
casi no se han identificado tipos cerámicos
transicionales entre los complejos corral y to-
llan, y parece que hay un traslape importante
entre algunos tipos de estos complejos durante
la fase corral terminal. el complejo cerámico
de la fase tollan muy probablemente es parte
de un cambio fundamental en las tradiciones
cerámicas del Posclásico temprano en gran
parte del centro de México: de rojo sobre café
a anaranjado sobre crema. La manifestación
65
más temprana de esta nueva tradición en tula
es el tipo Joroba anaranjado sobre crema, del
complejo corral terminal que es el prototipo
de Jara anaranjado Pulido, el tipo cerámico
diagnóstico más común en el complejo tollan
(cobean, 1990). cabe destacar dos aspectos clave
del complejo tollan: el predominio de los tipos
anaranjado sobre crema, como Jara anaranjado
Pulido, y Proa crema Pulido y la presencia de
grandes cantidades de cerámica rojo sobre café,
en especial Macana rojo sobre café. al parecer,
otros complejos cerámicos de la esfera tollan
en diferentes partes del centro de México, como
el complejo atlatongo del valle de teotihuacan
(Mccullough, 1966; evans, 1986), también con-
tienen cantidades sustanciales de cerámica rojo
sobre café. así, la esfera tollan no implica el
reemplazo total de la tradición cerámica anterior
rojo sobre café, sino que a éste se suma una
nueva tradición de cerámica anaranjado sobre
crema. Por otro lado, esta nueva tradición no
parece estar relacionada de manera directa con
la tradición cerámica anaranjada azteca (griffin
y espejo, 1947, 1950; Parsons, 1966; Vega Sosa,
1975; Hodge y Minc, 1991).
es posible que tollan, la legendaria capital
tolteca, se fundara en tula chico en algún mo-
mento durante la fase Prado o corral y que el
reinado de topiltzin quetzalcóatl, rey y héroe
cultural tolteca (nicholson, 1957, 2001), corres-
ponda también a tula chico, ya sea durante la
fase Prado o corral. el abandono del centro
ceremonial de tula chico en la fase corral ter-
minal sugiere que ahí tuvo lugar algún evento
religioso o político importante, como pudo ser
la derrota de quetzalcóatl por el grupo de tez-
catlipoca (Stocker, 1983; Mastache et al., 2002).
Por otra parte, si consideramos como verdaderas
las fechas legendarias que las principales crónicas
indígenas datan para el reinado y los viajes de
topiltzin quetzalcóatl, así como para su salida
de tollan (que varían entre 947 y 999 d.c.),
entonces su reinado correspondería a la fase
tollan (circa 900-1150 d.c.) y se relacionaría
con el recinto principal de fase tollan y no con
tula chico (acosta, 1956-1957; Jiménez Moreno,
 robert h. cobean
1956-1957; thompson, 1970: 3-5). Por supuesto,
éstas son sólo especulaciones sobre eventos
vagamente conocidos, que pueden ser reorde-
nados y reinterpretados de muchas maneras,
dependiendo de cual de las leyendas toltecas
se seleccione y se considere “más cercana a la
realidad” (Jiménez Moreno, 1941, 1956-1957;
nicholson, 1957; Feldman, 1974a; Mcbride,
1966; Davies, 1974, 1977).
reLacIoneS ceráMIcaS entre tULa
Y otraS áreaS
Fuera del centro de México, tula no alcanzó,
incluso durante el apogeo de la fase tollan, la
influencia y la amplia distribución que tuvo teo-
tihuacan durante el clásico temprano (armillas,
1950; rattray, 2001; caso, bernal y acosta, 1967;
Linne, 1934, 1942; Macneish, Peterson y Flan-
nery, 1970; hellmuth, 1969; Pendergast, 1971;
Shepard, 1946; Valenzuela, 1945). Por otro lado,
aunque se conoce poco la distribución y el área
de influencia de cerámicas aztecas, es claro que
el horizonte Mixteca-Puebla, al cual pertenecen
estas cerámicas, se extendió también a través de
un zona más amplia de Mesoamérica que el área
de influencia de la cerámica de tula durante la
fase tollan (nicholson, 1960; Smith, 1996). La
baja intensidad y la limitada extensión de las
cerámicas de tula en Mesoamérica durante el
Posclásico temprano, pueden interpretarse como
evidencia de que el imperio de tula no fuera tan
grande como el de teotihuacan, durante el clá-
sico, o el de tenochtitlan, durante el Posclásico
tardío. es interesante observar que la mayoría
de las cerámicas de “estilo tolteca” que se han
encontrado en Mesoamérica, fuera del centro de
México, es “ceremonial”, como braseros y figu-
rillas, más que “doméstica” (Dile, 1993; cobean
y Mastache, 2001). a continuación se presenta
un resumen de la distribución de cerámica de
“estilo tolteca” fuera del centro de México. estas
cerámicas son similares en su mayoría a tipos del
complejo tollan de tula, lo que sugiere que la
expansión política de este centro se dio durante
66
la fase tollan, cuando tula era tal vez la ciudad
más grande en el centro de México.
occIDente De MéxIco
Se han identificado figurillas “Mazapan” con for-
ma de galleta, casi idénticas a las del complejo to-
llan de tula (Stocker, 1983), en ocupaciones del
Posclásico temprano en los siguientes sitios del
occidente de México: apatzingán, Michoacán
(siete figurillas: Kelly, 1947: 64); cojumatlán,
Michoacán (28 figurillas: Lister, 1949: 59); ti-
zapan el alto, Jalisco (14 figurillas: Meighan y
Foote, 1968: 122-123, lám. 20). además, Kelly
(1947: 68-69, lám. 8) identifica algunos brase-
ros del Posclásico temprano (“braseros chila”)
procedentes de apatzingán, Michoacán, muy
similares a los de abra café burdo, variedad con
Soportes, de la fase tollan de tula. La única otra
semejanza entre las cerámicas de esta fase y las
del Posclásico temprano identificadas en el occi-
dente de México, es la alta frecuencia de cajetes
trípodes hemisféricos con formas parecidas a las
de Macana rojo sobre café, aunque los cajetes
tienen por lo general diseños policromos u otras
decoraciones pintadas diferentes a las de Macana
rojo sobre café u otros tipos de la fase tollan
(nelly, 1947; Lister, 1949; Meighan y Foote, 1968;
glasgow, 1967).
eL baJío Y La PerIFerIa norte
De MeSoaMérIca
el bajío y algunas zonas cercanas de la periferia
norte de Mesoamérica son las únicas áreas fuera
del centro de México donde se han encontrado
cantidades grandes de tipos cerámicos “domésti-
cos” de la fase tollan, como Proa crema Pulido,
en ocupaciones del Posclásico temprano. en el
noreste de guanajuato, braniff (1972: 278-279,
323) excavó el importante sitio de carabino,
el cual tiene una ocupación del Posclásico
temprano (fase carabino: circa 950-1150 d.c.) y
contiene la mayoría de los tipos diagnósticos del
complejo tollan de tula incluyendo Jara ana-
ranjado Pulido, Plumbate, Proa crema Pulido,
Macana rojo sobre café, Manuelito café Liso,
blanco Levantado, figurillas “Mazapan”, entre
 La aLfarería toLteca
otros. Más al norte, Braniff (1975b) y crespo
(1976a: 43, 63) encontraron un complejo similar
relacionado con la esfera tollan, en la ocupa-
ción del Posclásico temprano de Villa de reyes,
San Luis Potosí (aproximadamente a 50 km al
sur de la capital del estado). el complejo de la
fase reyes (circa 900-1200 d.c.) contiene Proa
crema Pulido, Plumbate, Manuelito café Liso,
abra café Burdo, Blanco Levantado, figurillas
“Mazapan”, y Mazapa rojo sobre café (crespo,
idem), aunque hasta ahora no se ha identificado
Jara anaranjado Pulido. es probable que cuando
el Bajío se conozca mejor arqueológicamente,
partes importantes de esta región (Braniff,
1999), así como áreas cercanas, por ejemplo la
de Villa de reyes, SLP, se incluirán en la esfera
cerámica tollan. Si se encuentran en o cerca
del Bajío más sitios con cerámica de la esfera
tollan, como en carabino, guanajuato, y Villa
de reyes, SLP, se tendrán evidencias sustanciales
de que la mayoría de estas regiones eran parte
del imperio de tula.
coSta deL goLfo
Se conoce muy poco sobre el Posclásico tem-
prano en gran parte de la costa del golfo, pero
existen informes publicados que indican seme-
janzas cerámicas e iconográficas estrechas, entre
tula y diversas áreas muy alejadas. No se sabe
si la influencia de tula durante la fase tollan
incluyó gran parte de la Huasteca, pero hay
evidencias etnohistóricas de que cuando menos
algunas zonas de esta región estaban bajo su
control durante el Posclásico temprano (diehl
y feldman, 1974: 107; feldman y diehl, 1973: 4,
fig. 1; feldman, 1974a: 139, fig. 38; 1974b: 187,
fig. 58). Hay numerosos lugares con nombres
náhuatl y algunos enclaves de hablantes de esta
misma lengua en la Huasteca. Stresser-Pean
(1971: 587-588) concluyó que estas influencias
e incursiones náhuatl fueron anteriores a las
conquistas aztecas del Posclásico tardío, e infiere
que algunas zonas de la Huasteca tal vez estuvie-
ron controladas por los toltecas: “Las conquistas
aztecas fueron tardías y parece que afectaron sólo
una pequeña parte de la Huasteca. No pueden
67
explicar la nahuatización de una gran parte de
esta región” (también citado en diehl y feldman,
1974: 107). Hasta ahora no se han identificado
cerámicas en la Huasteca que sean en definitiva
de la esfera tollan, aunque ekholm (1944: 402,
fig. 25 g) recuperó un incensario calado corres-
pondiente al Posclásico temprano (periodo V)
en sus excavaciones cerca de Pánuco, Veracruz,
muy similar al tipo alicia calado de tula. exca-
vaciones recientes en un barrio de alfareros en
tula (Hernández et al., 1999) registraron can-
tidades importantes de cerámica de pasta fina,
probablemente procedente de la Huasteca que es
muy parecida a un tipo del Posclásico temprano
analizado por ekholm (ibid. fig. 21 r-4). No sería
sorprendente que, a la larga, se distinguiera un
número considerable de relaciones culturales
estrechas entre tula y la Huasteca durante la
fase tollan. gran parte de la región de tula y
una extensa zona de la Huasteca (diehl y feld-
man, 1974) se encuentran en el mismo sistema
hidrográfico ligado al río Pánuco.
al sur, sobre la costa del golfo, garcía Pa-
yón (1971: 532-533), con base en evidencias
etnohistóricas y arqueológicas, ha postulado
una invasión tolteca de la sierra norte-central de
Veracruz y partes adyacentes de Puebla durante
el Posclásico temprano. asimismo (idem), señala
que los toltecas construyeron pueblos fortificados
en cachuatenco y tenampulco, Puebla, y en tu-
zapán y castillo de teayo, Veracruz, los cuales
tal vez fueron originalmente centros huastecos
(Stresser-Pean, 1971: 587), aunque garcía Payón
(idem) identifica “cerámica Mazapa y figurillas
Mazapan” junto con relieves de jaguares en la
región de castillo de teayo. en la parte sur-cen-
tral de la costa del golfo, garcía Payón (idem)
encontró “cerámica Mazapa y coyotlatelco espo-
rádicamente” y un chac mool, de estuco y piedra,
asociado con el primer periodo constructivo en
Zempoala (cempoala).
La única referencia de cerámica en el sur de
la costa del golfo tal vez influida por tula en la
fase tollan es un informe de un brasero efigie
procedente de Matacapán, en la sierra de los
tuxtlas al sur de Veracruz, el cual es bastante
 robert h. cobean
similar a la variedad tláloc de abra café burdo
en tula, aunque el brasero de Matacapán tiene
atributos tanto de tláloc como de chac (Valen-
zuela, 1945a: figs. 33-35).
yucatán y centroaMérica
a pesar de la presencia masiva de toltecas duran-
te el Posclásico temprano en chichén-itzá, y de
elementos arquitectónicos e iconográficos, hay
al parecer pocas similitudes entre las cerámicas
principales de chichén-itzá y las de tula durante
la fase tollan (Smith, 1971). un famoso objeto
cerámico identificado en chichén-itzá, tal vez
producido en tula, es una pipa encontrada en
el templo de los guerreros (Morris et al., 1931:
213; acosta, 1945: 60). un hallazgo importante
del proyecto reciente en chichén-itzá dirigido
por Peter Schmidt es la presencia de cantidades
pequeñas de cerámica doméstica de la fase to-
llan temprano –especialmente cajetes Macana
y ollas semejantes a Soltura (Sylvaine boucher,
comunicación personal). existe otro conjunto
de cerámica en yucatán que probablemente
tiene relaciones directas con tula durante la fase
tollan; se trata de un gran grupo de braseros
efigie tláloc localizado por andrews (1970) en
la cueva de balankanché, los cuales son muy
similares a la variedad reloj de arena Simple de
abra café burdo, en tula.
carmack (1968) y nicholson (2001) han mos-
trado que la evidencia etnohistórica y arqueoló-
gica sobre relaciones directas entre los mayas del
Posclásico en las tierras altas de guatemala y tula
es muy limitada, a pesar de que muchos de los
gobernantes de las tierras altas mayas del siglo
xVi declaraban ser descendientes de los toltecas
de tollan. con excepción de tohil Plumbate, no
conocemos referencias de cerámica de las tierras
altas de guatemala que permitan saber si fueron
o no influidas por tula.
es probable que la cerámica tohil Plumbate
(figura 9) fabricada en el Soconusco de chiapas
y guatemala (neff, 1984) fuera producida en
parte para tributo o comercio con el estado
tolteca. La iconografía de muchas vasijas Plum-
bate tiene elementos toltecas, especialmente en
68
las representaciones de dioses y guerreros (She-
pard, 1948; coe, 1962: 143; cobean, 1990: 485).
es muy probable que el Soconusco constituyera
una provincia del imperio tolteca y los fabricantes
de tohil Plumbate fueran pipiles, grupos nahuas
tal vez emigrantes de tula (Lee, 1978; Fowler,
1989; cobean y Mastache, 2001). Se aprecian
influencias toltecas en centroamérica todavía
más al sur: en el centro de el Salvador, Fowler
(2000) ha excavado sitios pipiles del Posclásico
temprano que tienen muchas semejanzas con
tula en su arquitectura, planeación e icono-
grafía. estos sitios tienen cerámica doméstica
muy parecida a tipos del complejo tollan. es
probable que la cerámica tohil Plumbate sea el
marcador cronológico más extendido y exacto
para definir un “horizonte tolteca” de ocupa-
ciones mesoamericanas contemporáneas con el
apogeo de tula durante la fase tollan (cobean
y Mastache, 2001).
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 La cerámica deL señorío de metztitLan
durante eL PoscLásico tardío
La cerámica de metztitlan perteneciente a la
etapa del Posclásico tardío se ha conformado en
dos grandes grupos a partir del tipo de arcillas
utilizadas: los barros blancos (de blancos a cre-
mas y rojizos) y las arcillas monmorilloníticas que
denominamos los barros rojos (abarcan todas
las tonalidades de rojos a café). ambas materias
primas continúan utilizándose en la actualidad y
se asocian a procesos productivos muy específicos
que estuvieron también presentes en las épocas
prehispánica y colonial.
desde luego, la cerámica producida a partir
de barros blancos es tan común como las del
otro grupo; a pesar de que podemos encontrarlas
como parte del proceso general de formación
de arcillas, su dominancia en ciertos estratos
y las transformaciones que requieren para
convertirse en arcilla nos hacen pensar que
hay zonas de producción más intensas dentro
del señorío. además, revisando los manuales
mesoamericanos sobre cerámica descubrimos
cuan particular puede resultar su presencia como
materias primas.
* investigadora de tiempo completo. Proyecto metzti-
tlan. Licenciatura de arqueología, enah.
77
Ana María Álvarez Palma*
secuencia cuLturaL
La provincia de metztitlan se encontraba en el
noreste del actual estado de hidalgo. desde épo-
ca prehispánica contaba con una considerable
extensión territorial, ocupando unos 4 380 km2
para el Posclásico tardío en su momento previo
a la conquista. en la primera mitad del siglo xvi
se incorporó a chichicaxtla (tenango y Quetzal-
tenango) bajo su jurisdicción y se reintegró hua-
yacocotla, aunque por poco tiempo ya que pasó
rápidamente a la jurisdicción de Yahualica junto
con huazalingo y huauchinango. en realidad,
los cambios jurisdiccionales coloniales y poste-
riores son más o menos abundantes, aunque
las unidades territoriales que conformaron el
señorío mantienen cierta correspondencia con
las unidades municipales.
su territorio se caracteriza por la diversidad
geomorfológica y ecológica, siendo que la mayor
parte pertenece al orden de sierra plegada, con
elevaciones que rebasan los 2 500 m de altitud,
por lo que buena parte de su vegetación es de
bosques templados y templado-fríos de pino-
encino. La zona semidesértica, de los 1 200 a
los 1 700 m, está conformada por un sistema de
mesas y barrancas con escarpes pronunciados y
se expresa en diferentes matorrales espinosos, en
bosque bajo caducifolio y en vegetación riparia y
de planicie aluvial. Por último, en la bajada hacia
 ana maría áLvarez PaLma
la Huasteca, a altitudes inferiores a los 1 200 m,
hay algunos relictos de bosque mediano subca-
ducifolio y perennifolio y grandes extensiones
de pastizales inducidos.
Las evidencias de ocupación humana se
remontan a la etapa clovis, hace unos 11 500
años (casiano, 1998), pero son mucho más
abundantes en el periodo prehispánico, en el
Posclásico temprano y tardío, cuando el registro
documental y arqueológico plantea la existencia
de un señorío como entidad independiente.
La naturaleza de esta independencia es aún
oscura, se sustenta en información documental
y es reforzada arqueológicamente por la escasa
presencia de materiales aztecas o del centro de
méxico: así, se piensa que metztitlan se mantuvo
fuera del control tributario de la triple alianza
ofreciendo resistencia a las diferentes campañas
de conquista emprendidas contra éste y otros se-
ñoríos (véase Davies, 1968; Hassig, 1988; Barlow,
1992; carrasco, 1996, entre otros)
también existió una relación entre linajes
dominantes con los señores de filiación otomí del
norte de la cuenca, mencionándose específica-
mente Xaltocan y texcoco y, en algunas ocasio-
nes, a tulancingo (Ixtlilxóchitl II, 1985: 36, 191).
La zona ha sido considerada tradicionalmente
de refugio, ya que lo abrupto del sistema mesa-
barranca-sierra ofrecía a las comunidades indias
innumerables condiciones de defensa ante los
agresores.
a finales del Posclásico, el señorío estaba
conformado por diez altepeme organizados alre-
dedor de uno dominante, el de metztitlan que al
parecer estaba estructurado en forma compleja,
es decir, con dos unidades étnicas, una nahua y
otra otomí, de mayor antigüedad. tales unidades
eran metztitlan, molango, malila, tlanchinol,
Ilamatlan y atlihuetzian, Xochicoatlan, tianguis-
tengo, Huazalingo y Yahualica (chávez, 1986: 58-
59), agregándose posteriormente la mencionada
chichicaxtla (figura 1). Lo habitaban cuatro
grupos étnicos: los ya mencionados nahuas y
otomíes, así como pames-chichimecas y huaste-
cos; en la zona colindante con Huayacocotla se
señalan también tepehuas (Williams G., 1960).
78
Los primeros dos grupos parecen los pobladores
originarios, aunque es posible que los nahuas
sean posteriores y se hayan sobrepuesto o in-
cluso desplazado a los otomíes. La presencia de
huastecos y tepehuas podría evidenciar un factor
de colindancia o también la constitución de una
nueva unidad política multiétnica.
Su conquista fue temprana, ya que cortés
menciona la sujeción voluntaria de los reinos
de tutotepec y metztitlan probablemente para
1523, cuando se realizó la expedición hacia
el Pánuco para informar a Garay del nombra-
miento de cortés como capitán general. esta
sujeción no duró mucho y prontamente tales
provincias se levantaron en una rebelión que
fue sofocada. Pasados los graves momentos de
la conquista comenzó la repartición del territo-
rio. La presencia de un número importante de
españoles, mestizos y negros debió darse al final
del siglo XvII, cuando comienzan los conflictos
entre comunidades y propietarios privados, lo
que permitió reducir al mínimo las tensiones
culturales con los extraños.
eL ePIcLáSIco Y eL PoScLáSIco
temPrano
en el momento actual de la investigación, esta
etapa está aún en fase de definición. en las cer-
canías del pueblo de mezquititlan hemos locali-
zados tres sitios monumentales, a una altitud de
1 600 m sobre las mesas basálticas, con extensas
áreas habitacionales. La mesa, que es el más gran-
de, se ubica sobre una meseta baja, de unos 1 650
m de altitud. cuenta con una zona ceremonial
de unas 5 ha con dos conjuntos arquitectónicos,
donde destaca un juego de pelota orientado al
norte astronómico. La Fortaleza se encuentra en
la ladera sur de un cerro situado en el cruce de
dos barrancas, a la orilla del río Panotlan. toda
la ladera presenta terrazas habitacionales y, cerca
de la cima, hay una plataforma de unos 10 m de
altura de la que desplanta un montículo de 15 m
con orientación norte-sur, ambos adosados a la
ladera. el tercer asentamiento se ubica cerca de
 99° 98°40’

o
Huejutla

xc
chapulhuacan

pe
la
oat
Xilitla

rí

21°
clar
río
tlanchinol

jaque
a
Yahualica chicontepec

río am
Huazalingo

Hi
itztacoyotla d

79
Ve algo
rac
molango ruz
ilamatlan
chichicaxtla Xochicoatlan zontecomatlan

malila
tianguistengo
nonoalco atla

zietla
oyapa 1 La Fortaleza
zacualtipan 2 La mesa

20°40’
3 chichinapa
Xoncotlan
metztitlan atlihuetzian
La cerámica deL señorío de metztitLan durante eL PoscLásico tardío

13
2 esc. 1:400000
atecoxco Huayacocotla 10 km

Figura 1. mapa de la región del señorío de metztitlan. área de estudio.

 ana maría áLvarez PaLma
la localidad de chichinapa, en una estrecha mesa
entre dos barrancas y también posee extensas
plataformas adosadas a la ladera, aunque no se
aprecian montículos de gran altura.
cabe señalar que estos sitios están a la vista
unos de otros y se ubican estratégicamente para
el control del paso desde y hacia la zona de los
yacimientos de obsidiana, que se centra en el
pueblo de atopixco, donde existen evidencias
importantes de extracción y procesamiento de
este material, que se prolongan durante todo
el Posclásico tardío y gran parte de la colonia.
Hay también unos cuantos asentamientos más
pequeños de carácter habitacional y pinturas
rupestres asociables a esta etapa, algunos a al-
turas superiores a los 1 700 m, en la zona de La
Yerbabuena.
eL PoScLáSIco tarDío
esta época, al igual que la colonia, es por mu-
cho la mejor conocida. en ella aparecieron y
coexistieron diferentes formas de uso del suelo,
lo que manifiesta el alto grado de integración
con el mosaico ambiental. no hay evidencias de
monumentalidad, pero sí una alta intensidad de
ocupación y/o de explotación de todos los pisos
ecológicos y geológicos.
en la franja más baja, entre los 1 250 y los 1 300
m, se han encontrado pocas evidencias de ocu-
pación prehispánica, como pinturas rupestres y
restos de estructuras aisladas sobre pequeñas ele-
vaciones naturales que desplantan de la planicie
aluvial. La actividad principal era la agricultura
de riego y de temporal, complementadas por
la caza, la pesca, la recolección de vegetales y
moluscos y la captura de aves.
el primer piso importante de habitación,
ligado al control de los terrenos de riego de la
planicie aluvial, se sitúa arriba de los 1 300 m,
debido a la incidencia de las inundaciones en co-
tas más bajas. el sitio de mayor tamaño es el que
hemos identificado como la antigua atlihuetzian,
cerca de San agustín metzquititlan, para el que
se han estimado más de 100 casas. en algunos
80
asentamientos hay muchos malacates, lo que
confirma la importancia de la producción textil
de algodón, que en la época colonial fue una de
las especies de tributo más importantes con que
se tasaba a la provincia de metztitlan.
entre los 1 300 y los 1 700 m, en lo que es
la porción más seca del área, la utilización de
los manantiales permitía el establecimiento de
pequeñas aldeas con cultivo en huerto. en las
laderas áridas había muchos caseríos aislados,
distribuidos de manera discontinua y dependien-
tes del cultivo del maguey pulquero. este piso
debió haber sido propicio para la recolección y
la extracción de materias primas, como la arcilla
caolínica, el manganeso, la hematita, el pedernal
y la toba volcánica.
arriba de los 1 700 y hasta los 1 800 m se
encuentra una angosta franja de agricultura de
temporal con aldeas más agrupadas, más grandes
y separadas entre sí, en pequeños valles o terrazas
de topografía plana y con mayor desarrollo de
suelos. La mayor precipitación y las temperaturas
más bajas favorecieron la agricultura de temporal,
hoy día actividad eventual y precaria, que no llega
a satisfacer ni siquiera el consumo doméstico.
arriba de los 1 800 y hasta los 2 200 m se daba
extracción de recursos bióticos y abióticos como
madera, tezontle, caolín y barros blancos, obsi-
diana; además se practicaba la caza y la recolec-
ción y una agricultura muy circunscrita, donde
cobraba importancia el maguey. no hay eviden-
cia de un poblamiento importante prehispánico,
a pesar del valor que tuvieron los yacimientos
de obsidiana, quizá el recurso estratégico más
sobresalientes del señorío.
Los materiales arqueológicos asociados a
esta etapa son muy peculiares y atestiguan los
cauces culturales propios que poseía esta zona
y que permiten diferenciarla de los grupos del
altiplano.
aLgunaS caracteríStIcaS De LaS arcILLaS
caoLínIcaS Y SuS ImPLIcacIoneS como
materIaS PrImaS
este tipo de arcillas representan un estado
avanzado de intemperismo de rocas ácidas o de
 La cerámica deL señorío de metztitLan durante eL PoscLásico tardío
esquistos micáceos. La caolinita se presenta en
placas exagonales que alcanzan un diámetro de
0.3 micras a 0.01 mm, de 0.05 micras de espesor.
su estructura de paquete en dos capas de silicato
y aluminio le otorga propiedades importantes y
constantes. Los manuales identifican dos tipos
de caolines a partir de su proceso de deposición:
los residuales y los sedimentarios.
Las rocas caolínicas son formaciones de mar
profundo que en el área de metztitlan se remon-
tan al mesozoico y se encuentran a elevaciones
cercanas a los 2 000 m en sus formas más puras.
tal posición estratigráficamente invertida se
debe a la formación del anticlinal de Huayaco-
cotla. a partir de estos levantamientos empezó
el intemperismo y la erosión hídrica, agentes
que actuaron repetidamente, de manera que
los sedimentos resultantes pueden haber sido
retrabajados en diferentes ocasiones. La acción
de la erosión hídrica disgregó el caolín, arras-
trándolo pendiente abajo en fracciones siempre
más pequeñas, junto con fragmentos de otras
rocas y minerales cuyo tamaño dependía de su
dureza y tenacidad. así, en las porciones más
bajas este material caolínico se encuentra fre-
cuentemente interestratificado con carbonatos
y pedernal, también redepositados. aunque los
cauces del área son en su mayoría de alta energía
de deposición, en la base de las barrancas éstos se
abren lo suficiente para permitir la deposición de
partículas finas, del tamaño de limos y arcillas.
también se pueden formar depósitos de cao-
lín in situ, por el intemperismo de las rocas en
el lugar de origen, con el posterior proceso de
formación de suelos y de paleosuelos. en ambos
casos, la naturaleza se encarga de la disgregación
de los paquetes laminares que, cuando es rea-
lizada por el hombre, requiere de sofisticadas
tecnologías e instrumentos de molienda muy
especializados. Por otro lado, la transformación
del mineral en arcilla requiere de la acción
química de derivados del nitrógeno, como el
amoniaco o de mucho tiempo de deposición
y, de preferencia, de altas temperaturas. en las
arcillas basta 10% de caolinita para que ésta se
vuelva dominante.
81
entonces, tendríamos dos posibles lugares
de procedencia: los yacimientos, donde la roca
primaria se erosiona constantemente y donde la
mayor humedad ayuda al proceso de intempe-
rismo químico, y el fondo de las barrancas, a
alturas variables desde los 2 000 hasta los 1 200
m, donde la humedad es progresivamente menor
pero las temperaturas más altas aceleraran la
degradación de los minerales. Los suelos de la
parte alta son más accesibles por estar cercanos a
la superficie, pero la arcilla colectada cerca de los
yacimientos es demasiado pura y sería necesario
mezclarla con otro tipo de arcilla; por ejemplo,
la monmorillonita, de la que tenemos registrados
depósitos en la zona, aún en uso. Por otro lado,
también se haría necesario utilizar desgrasantes
y temperaturas de cocción más altas.
La arcilla, si era colectada en las partes
bajas alejadas de los yacimientos, sería dema-
siado pobre en caolín y rica en partículas de
granulometría gruesa, por lo que requeriría de
decantación. Probablemente se encontraría a
profundidades de varios metros, por lo que la
única forma en que pueden ser accesibles es a
través de cortes naturales en las paredes de ríos
y arroyos. además, en los pisos inferiores de
las barrancas escasea la leña para combustible,
siendo las especies maderables más importantes
el mezquite y el huizache, que son de lento cre-
cimiento. a los 1 700 m empieza a haber encino
y a los 2 000 ya hay bosque de pino y abundancia
de combustible.
es en las porciones medias cercanas a los
yacimientos donde se pueden encontrar las arci-
llas que reúnen las características de contenidos
medios de caolín y pocas impurezas, ideales para
fabricar cerámica. desafortunadamente, aún no
contamos con resultados de análisis petrográfi-
cos para sustentar nuestras hipótesis, y en los
recorridos no hemos identificado yacimientos de
arcilla, salvo el que es utilizado actualmente por
las artesanas de zietla, que se encuentra hacia la
tierra caliente y en una barranca.1
1
con relación a este inciso, debemos aclarar que, hasta
el momento de redactar el presente trabajo, no contamos
 ana maría áLvarez PaLma
metodoLogía y características
de La muestra
Los materiales cerámicos objeto de este trabajo
corresponden a muestras tomadas a partir de
recorridos de superficie, sobre todo en la por-
ción sur de la gran extensión del señorío. en
ocasiones se hicieron muestreos controlados y en
otras se recabaron pequeñas muestras a juicio de
que incluyen sobre todo materiales diagnósticos
o variantes no reconocidas, así como de tiestos
anómalos o foráneos. se ha cubierto de manera
más o menos sistemática la porción seca, con
excepción de la zona norte y oeste (chichicax-
tla), esta última de anexión más tardía. el resto
del territorio del altepetl ha sido recorrido con
menor intensidad y los faltantes más importantes
serían la zona de yahualica, Huazalingo, tlan-
chinol e ilamatlan, éste último en el estado de
veracruz.
dada la gran extensión del área de estudio y
lo pausado de la investigación, lo que podemos
ofrecer de la tipología cerámica es una propuesta
preliminar, basada en una muestra restringida
de materiales. esto tampoco permitió la apli-
cación del sistema de tipo-variedad. aún faltan
muchas observaciones de campo y correlaciones
para que podamos responder a preguntas sobre
cronología, variaciones estilísticas y filiaciones
étnicas. también, hemos recuperado informa-
ción etnográfica para valorar la permanencia y
transformación de rasgos de origen prehispánico
y localizado yacimientos potenciales de materias
primas, algunos en uso actualmente; asimismo,
hemos observado y registrado la estructura del
proceso de trabajo y obtenido muestrarios etno-
gráficos comparativos.
con análisis petrográficos que apoyen o rechacen la hipó-
tesis del uso de arcillas caoliníticas, mismo que nos parece
plausible dada la abundante presencia regional de yaci-
mientos de este tipo. sin embargo, como consecuencia de
las observaciones sobre tecnología tradicional que estamos
realizando en la zona, se han elaborado análisis que pre-
liminarmente nos plantean la posibilidad de que estemos
tratando con otros grupos de arcillas, como las ilitas y las
cloritas, que pueden encontrarse en una geomorfología
tan compleja como la de la sierra de metztitlan y cuyas
respuestas a la cocción son similares a las caolinitas.
82
La clasificación ponderó tres atributos funda-
mentales: la primera separación se hizo por tipo
de pasta (barro blanco/monmorillonítico); de
cada grupo se tomaron en cuenta variaciones en
cuanto a granulometría y agregados. el siguiente
paso fue evaluar el papel de la decoración, toman-
do en cuenta su presencia en el grupo de barro
blanco (el grupo de barro rojo es liso, sin deco-
ración), ya que tiene elementos importantes en
sus comparaciones regionales con la Huasteca.
Por último, se consideró la forma, lo que nos per-
mitió generar grandes asociaciones funcionales
y establecer las variaciones formales.
Para la organización de la información uti-
lizamos la propuesta de robert cobean (1990)
para la cerámica de tula.
gruPo de Los Barros BLancos
incluye los tipos metztitlan negro/blanco, metzti-
tlan policromo, metztitlan blanco, metztitlan
blanco/naranja y una variante de este último que
denominamos metztitlan blanco/negro.
tiPo metztitLan negro soBre BLanco
Formas: ollas, ollas con asa canasta y vertedera,
ollas pequeñas, cántaros, jarras con vertedera
de pico, platos planos con perforaciones, molca-
jetes, cuencos, miniaturas (copas, cuencos,
cuencos con soporte anular y ollas).
Esfera cerámica: podría asociarse a las cerámicas
negro/blanco del Posclásico tardío que apare-
cen también en la Huasteca y en zonas aún no
muy bien definidas como la sierra gorda, sierra
norte de Puebla, aunque en estas dos últimas
tiene mayores posibilidades de pertenecer a los
tipos metztitlan. una de las asociaciones más
interesantes es con la llamada vajilla tlaxco
definida por merino carrión (1989: 121); en
este caso los materiales se ubican también en el
Posclásico tardío.
Nombres anteriores: la modificación de nombre se
propone únicamente para la zona de metztitlan,
 La cerámica deL señorío de metztitLan durante eL PoscLásico tardío
así en reconocimientos arqueológicos anteriores
se le denominaba Pánuco vi (ekholm, 1944),
“Falso Huasteco” (denominación usada por el
Pau-cat-met, alfonso osorio s., comunicación
personal), cerámica metztitlan (Lameiras,
1968: 33).
Principales atributos de identificación: en esta pri-
mera etapa de clasificación se recurrió a los
atributos más distintivos, como tipo de pasta (por
el contenido de caolinita más que por textura),
color del engobe y decoración, forma/función
y decoración.
Pasta y desgrasante: la pasta es de textura fina a
media, de color blanco grisáceo (5 Yr 8/1 a 7.5
Yr 6/8 blanco) a naranja (5 Yr 7/8 a 7.5 Yr 6/8
amarillo rojizo). Los desgrasantes son de textura
fina, pero también hay fragmentos grandes de
color rojo oscuro.
Cocción: es buena, lo que aunado al tipo de pasta
produce alta compactación y tenacidad, que tam-
bién puede observarse en el tipo de fracturas en
ángulos rectos y el sonido metálico. en general,
la pasta es de color uniforme, con pocos núcleos
de cocción, aunque probablemente se deba a
que, cuando es blanco/crema, el núcleo casi no
se diferencia; en cambio, es fácilmente observa-
ble cuando la pasta es naranja. en presencia de
núcleos, tenemos dos grupos: pastas de color
blanco (y variantes) con núcleos anchos y grisá-
ceos, observados en borde, cuerpo o base; pastas
naranja (también con variantes) con núcleos más
delgados de colores claros, en uno de los extre-
mos del corte, ya sea en la superficie interior o
exterior, como una estratificación.
Hasta ahora no hemos reconocido hornos de
cerámica. en una visita reciente se nos informó
de un horno destruido en la construcción de una
cancha deportiva en el pueblo de san nicolás
atecoxco, con una forma muy regular y rodeado
por una gran cantidad de tiestos.
Dureza: varía de cinco a seis en la escala de mohs,
tomada en los cortes de los tiestos; un indicador
83
de la tenacidad es el mencionado patrón de
fractura. Los fragmentos pueden presentar daños
mecánicos en forma de pequeños lasqueos en
los bordes, por el pisoteo humano y de ganado
caprino, así como por el acarreo. Las superficies
expuestas al intemperismo no muestran gran
alteración, excepto en los sitios de la región de
tianguistengo, molango y Xochicoatlán donde la
presencia de vertisoles indica una dinámica muy
acelerada de transformación (serafín sánchez,
comunicación personal).
Acabado de superficie: prevalece el alisado fino, el
pulido es menos frecuente y el bruñido es muy
raro. estos tratamientos superficales se realizan
sobre un espeso engobe de color blanco/crema
que uniforma la apariencia exterior. en el caso
de las miniaturas el acabado baja de calidad, el
engobe es más suelto, de textura polvosa y se
pierde fácilmente.
Decoración: los tipos decorados llaman la
atención debido a la combinación que logra la
policromía sobre la base de engobe blanco, así
que se busca básicamente el contraste del diseño
sobre fondo blanco. La pintura negra se obtiene
de mineral de manganeso, muy abundante en la
porción central del señorío y en la actualidad en
la zona de nonoalco, donde la minera autlán
explota los yacimientos más grandes de américa.
el procedimiento, registrado etnográficamente,
implica el molido del mineral en metates y su
aplicación en solución densa con agua, utilizan-
do un pincel.
Ollas (foto 1 olla negro/blanco de la colección
del convento de metztitlan): muestran con regu-
laridad conjuntos de elementos decorativos que
reseñaremos a continuación. a partir del labio se
presenta una secuencia alterna de líneas, franjas
y paneles con decoración más compleja que se
ubican con relación a puntos distintivos de la
forma. en el labio se ubica una línea, seguida
por una franja de “s” horizontales encadenadas
(xonequilli) que invaden el cuello. La variedad
de estilos de este diseño es muy amplia, desde
la forma redondeada casi en espiral hasta la es-
quemática angular y la más simplificada que sólo
 ana maría áLvarez PaLma
superpone dos rectángulos a la mitad. Posterior-
mente, siguen dos o tres líneas (en ocasiones la
tercera línea se absorve en la delimitación de la
franja subsiguiente), una franja más, cuyo límite
inferior coincide con el hombro de la pieza y
otra secuencia de tres líneas que delimitan el
panel decorativo.
este es un amplio espacio donde, en secuen-
cia horizontal, se diseñan símbolos complejos
de manera continua, delimitados por otras
secuencias de líneas verticales más numerosas;
entre los más sencillos hay grecas escalonadas
rematadas con nariz ganchuda y una secuencia
de líneas y dos puntos. el diseño preferido para
estos paneles es una especie de templo o casa esti-
lizada seguida por elevaciones en forma de cerro
(cúspide redondeada) o en triángulo, realizados
con brocha gruesa, lo que los resalta más en la
parte central de la pieza. al interior de la casa
se presentan juegos de dos líneas que reducen
el espacio a un cuadrado donde se representan
dos líneas diagonales dentadas o una “S” vertical.
Las elevaciones en forma de cerro en su interior
presentan dos líneas decrecientes y de la inferior
penden cuatro pequeños círculos, el medio óvalo
restante está ocupado por una luna en cuarto
menguante; en la parte interna se localiza una
serie de cuatro triángulos decrecientes.
en otros diseños en panel pueden identificar-
se “cruces de San andrés” denotadas en blanco
con fondo negro. Los brazos o aspas muestran en
su interior series de seis o siete puntos en negro
y, en medio, hay un ojo o anillo con un punto
central. estos motivos se enmarcan con series de
líneas verticales. La cruz suele combinarse con
un diseño de flor doble enlazada por dos líneas
blancas con secuencias de cinco puntos.
Para terminar, se pintan otra vez tres líneas,
una franja y otras tres líneas. el final de esta
última serie coincide con la ubicación del acin-
turamiento que forma la unión de los cuencos
con que se elaboró la esfera. en algunos casos no
hay líneas y sólo se deja en la franja. Por último
se diseña un rasgo muy llamativo, que son los
“ojos” que penden en la parte baja de la pieza,
normalmente cuatro en forma de dos círculos
84
concéntricos distribuidos alrededor del cuerpo,
cuya parte baja de color blanco se deja sin de-
coración, lo que hace más llamativo el contraste
con los “ojos”.
Las piezas más pequeñas (ollitas) muestran
variantes: en general se mantiene la secuencia
de líneas y franjas, tanto en “S” como rellenas,
pero los paneles en el cuerpo son substituidos
por franjas de greca escalonada e incluso en “S”.
en ninguno de los casos se finaliza la secuencia
con “ojos”.
Ollas con asa y vertedera. a pesar de lo llamativo
de esta forma, la decoración se simplifica en ex-
tremo. La misma secuencia de tres líneas-banda-
tres líneas da paso a una ancha franja donde se
ubican los paneles ya mencionados para las ollas y
cántaros. Las secuencia se continúa hasta la parte
media del cuerpo, pero sin “ojos colgantes”.
Cántaros (figura 3). Las características más
generales hacen referencia a la decoración de las
ollas, sobre todo en lo que se refiere al cuerpo, con
diseños como triángulos, lo que denominamos
asociación de “cerro-casa”, cruces de San andrés
con brazos curvos y puntos. en el cuello se dispone
de un espacio muy llamativo para otros elementos
decorativos: aquí la decoración es diferente, sobre
todo en la porción alargada, donde se complejiza
con detalles como paneles de grecas.
a diferencia de las ollas, se deja el labio sin
decoración, comenzando inmediatamente abajo
con tres líneas paralelas, a continuación se di-
seña una banda decorativa compuesta por una
secuencia de “S” o conjuntos de cuatro grecas
escalonadas o círculos rellenos, concéntricos o
con un punto central; también se pueden repre-
sentar elementos más complejos, como líneas
onduladas que forman cimas y depresiones con
puntos y caracoles cortados. La secuencia de
tres líneas-banda decorativa-tres líneas se repite
una vez más hasta alcanzar el punto de quiebre
del hombro, donde se diseña una ancha banda
rellena, seguida de tres líneas más, para dar paso
a la decoración del cuerpo. otra diferencia con
las ollas es que las tres asas delimitan los paneles
decorativos, por lo que no se necesitan los con-
juntos de líneas verticales.
 La cerámica deL señorío de metztitLan durante eL PoscLásico tardío
una pieza de diseño inusual procede del sitio
Xoncotlán, en la porción central del señorío y
pertenece a la colección del convento de los
santos reyes de metztitlan. Hay abundancia de
“ojitos” que forman bandas decorativas tanto en
cuello como en los paneles centrales en el inte-
rior de los “cerros”. otro rasgo importante es el
uso de espirales colgantes (caracoles) en lugar de
los “ojos” al finalizar la decoración. Para terminar
la secuencia se recurre a las tres líneas y banda
que llegan a la porción media del cuerpo.
Jarras. La decoración es más simple, aunque
conserva los rasgos usuales de las formas globu-
lares, como los “ojos” o círculos concéntricos
pendiendo en la parte media del cuerpo, las
franjas y líneas que delimitan los paneles y se
vuelve más detallada en el cuello, como en los
cántaros. el asa de canasta y la vertedera de pico,
que son las variantes de forma de las jarras, no
están decorados.
Platos planos con perforaciones y soportes (figura
4). su decoración se despliega en toda la superfi-
cie interior y, en la parte inferior, sólo en la cara
exterior de los soportes.
comenzando en el labio, hay una banda
ancha que abarca el espesor de la pieza, de
más de 1 cm generalmente; siguen tres líneas
rodeando la circunferencia, espaciadas cada
2 mm, que marcan el arranque de los paneles
más complejos, entre cinco y seis, que miden en
promedio 5 cm de ancho por 4 cm de longitud;
las dimensiones y la cantidad varían de acuerdo
con la circunferencia del plato. están compues-
tos por caracoles en negro cortados en sección
longitudinal, cruces de san andrés cuyas aspas
están punteadas en negro, o bien rellenas, y
flores blancas de cuatro pétalos sobre fondo
negro, que semejan una variación estilizada de
la cruz anterior. otra variante es un conjunto
de líneas diagonales que parten de las esquinas
del rectángulo que delimita el panel: se trata
de una secuencia de cuatro líneas continuas,
dos centrales discontinuas o punteadas y otras
cuatro continuas; los extremos libres del rec-
tángulo se rellenan formando dos triángulos
rectángulos.
85
una de las estrategias más complejas para divi-
dir el panel es cortarlo en diagonal con dos líneas
discontinuas, tres continuas y una secuencia de
dos o tres medios círculos simples o dobles que
se abren hacia las líneas, con un punto relleno
en la concavidad; para terminar, se repiten las
líneas continuas y discontinuas. a veces las líneas
transversales son ondulantes, lo que proporciona
una sensación de mayor complejidad.
Los paneles pueden repetir el motivo o bien
alternarse y se separan por conjuntos de siete
líneas que, a veces, se rematan con medios cír-
culos y punto en la concavidad. Éstos van del
borde al centro del plato, que es el espacio más
importante, donde se pinta generalmente un
caracol cortado en representación transversal,
de color negro, de unos 9 cm, en promedio.
aquí se practican las perforaciones, de tres a
cuatro, aprovechando las cavidades dejadas en
blanco por los picos del caracol. en un caso, este
diseño central fue substituido por una flor de
cinco pétalos rellenos con puntos. otro ejemplar
que se sale de la norma es un pequeño plato, de
apenas 15 cm de diámetro, que presenta las tres
líneas iniciales y el caracol cortado en la parte
central.
La decoración de los soportes es más o me-
nos constante; si son de paleta o rectangulares,
el rectángulo expuesto que forma el soporte
se enmarca con una línea negra, encabeza la
secuencia otra línea, a continuación se diseñan
variantes del caracol cortado en representación
longitudinal y, en la parte inferior, se dibujan sie-
te líneas cortas verticales, a manera de cortinilla.
cuando los soportes son cónicos la decoración
se simplifica, comenzando en la parte superior
por dos círculos rellenos y dos líneas verticales
paralelas que se van adelgazando hacia abajo.
Molcajetes (figura 5). La intensidad de la deco-
ración pintada se reduce, ya que la mayor parte
de la zona visible está ocupada por la porción
funcional que, en ocasiones, crea la impresión
de un motivo texturizado. Hay variantes relacio-
nadas con el tipo de borde: si este es engrosado,
hay una o dos bandas alrededor de su exterior,
invadiendo apenas la superficie interna; a veces
 ana maría áLvarez PaLma
la banda más cercana al labio se convierte en ho-
lanes enlazados. Las decoraciones más complejas
se presentan cuando el borde es biselado, con
una franja recta que puede aprovecharse para el
diseño y que además queda expuesta alrededor
de la circunferencia interior. Se representan
pequeñas grecas escalonadas, “S” ligeramente re-
costadas y series de líneas verticales o diagonales
combinadas con otros signos. en el exterior hay
una o dos bandas sin mayor elaboración, aunque
en ocasiones se trata sólo de la línea que enmarca
el panel de decoración en el bisel.
Cuencos. muestran un diseño central que
abarca la mayor parte de la superficie interna.
Los motivos son tres rectángulos uno dentro de
otro con subdivisión interior en dos rectángulos
y líneas ondulantes en su interior, así como el
caracol cortado en forma transversal. algunos
ejemplares presentan huellas de soportes.
Miniaturas. Hay cuencos simples y con soporte
anular, ollitas y copas con soporte anular. Su deco-
ración se simplifica mucho en cantidad y calidad
por el espacio reducido, pero se conservan rasgos
de las piezas mayores, sobre todo de las ollas. Las
copas y cuencos con soporte anular no tienen
correspondientes de tamaño grande, por lo que
trataremos de detallar sus características:
Cuencos simples. Presentan sólo una serie de
puntos a lo largo del labio, que invaden ambas
superficies.
Cuenquitos con soporte anular. alrededor del
borde exterior poseen dos o tres líneas paralelas
cortadas por dos pares de cortas líneas verticales
que dividen la pieza en dos. el resto del cuerpo
no tiene decoración hasta el soporte anular,
que también está cortado en cuatro por líneas
paralelas verticales.
Copas pequeñas. La decoración es burda y
parecida a la de ollas y jarras. Partiendo del
borde se pueden presentar tres líneas iniciales
pasando a una banda en el hombro; debajo se
despliegan otras tres líneas. Hay una variante
donde, después de las líneas de inicio del borde,
se diseña una banda formada por greca escalona-
da y puntos secuenciados. La porción media del
cuerpo hacia abajo está sin decorar.
86
Forma: (figura 2 y 2a.): son básicamente piezas
cerradas de cuerpo globular y de base cóncava
(foto 2. Bases cóncavas y probables moldes). un
atributo característico, excepto en las ollas, son
tres asas dobles en la parte media alta del cuerpo
que permiten el uso de mecapal o amarre para
el transporte pero sirven también para limitar los
paneles de decoración corporal. reconocemos en
este tipo la evolución de ollas, botellones y jarras,
siendo en estas últimas donde se modifica el cuello
alto y la boca reducida para formar una vertedera
de pico. algunas jarras poseen también asa de
canasta doble y de sección circular o de listón.
Ollas de cuerpo globular ligeramente aplastado.
Los bordes son evertidos y de poco desarrollo,
en general redondeados, a veces rectos (figura
6 a, b, c, d). Piezas completas en colecciones
privadas miden 21 cm de diámetro promedio
en boca, 29 cm en el cuerpo y 10 cm en la base;
la altura alcanza 25 cm. Por la técnica mixta de
manufactura pueden presentar un acintura-
miento en la parte media, que corresponde a
la sutura de los cuencos con que se construyó la
forma globular. esta estrecha depresión anular,
de 1 cm de ancho, corresponde con el canto del
dedo aplicado para afianzar la unión y quitar el
exceso de barro.
en las ollas más pequeñas se mantienen todos
los atributos, excepto el borde, que es menos
evertido y el cuerpo que es aplastado (figura
6 e, f, g). Su diámetro en la boca es de 11 cm y
en la base es de 6 cm, mientras la altura alcanza
23 cm.
Ollas con asa y vertedera. es una variante de
las ollas pequeñas, tan escasa como las vasijas
efigie. La forma es globular con cuello corto,
borde evertido y base cóncava con convexidad.
La vertedera se agrega en la porción media su-
perior del cuerpo, inmediatamente arriba de su
diámetro máximo. es tubular y su longitud varía
de acuerdo con las dimensiones de la vasija, ya
que llega hasta la altura de la boca. Se aplica por
pastillaje, al igual que el asa, que en las piezas
completas es de sección circular doble y en los
tiestos es también rectangular o de “listón”, de 2
cm de ancho y 8 mm de espesor, en promedio.
La cerámica deL señorío de metztitLan durante eL PoscLásico tardío

olla
metztitlan negro/blanco
Vasija con asa y vertedera
metztitlan policromo
metztitlan negro/blanco
metztitlan rojo
metztitlan policromo
metztitlan café

cántaro
metztitlan negro/blanco tecomate
metztitlan policromo metztitlan policromo

olla de cuerpo elipsoidal

Jarra
metztitlan policromo
metztitlan negro/blanco
oyapa rojo
metztitlan policromo

copas
metztitlan negro/blanco

Figura 2. Formas cerámicas del Posclásico tardío en metztitlan.

Plato plano con perforación cajete de silueta

metztitlan negro/blanco compuesta
metztitlan policromo metztitlan poli-
cromo

Plato hondo y molcajete cuenco

de borde curvoconvergente metztitlan policromo
metztitlan negro/blanco
metztitlan policromo

cazuela
metztitlan café

Plato hondo y molcajete con

borde biselado cuenco con soporte
metztitlan negro/blanco metztitlan negro/blanco
metztitlan policromo

Figura 2a. Formas cerámicas del Posclásico tardío en metztitlan.

87
 ana maría áLvarez PaLma

Foto 1. metztitlan negro/blanco. olla.

Foto 2. Formas globulares, bases cóncavas.

88
 La cerámica deL señorío de metztitLan durante eL PoscLásico tardío
0 4 cm
Figura 3. metztitlan negro/blanco. cántaros.
Vasijas efigie con asa y vertedera. estas piezas,
bastante escasas, son las que más semejanza
tienen con tipos huastecos, aunque la pasta, la
decoración y el acabado de superficie las ubican
como locales. La forma es globular alargada
como patojo y la figura y la vertedera están en
los extremos del alargamiento. en una colección
privada se localizó un ejemplar único de forma
compuesta, a la que hemos denominado vasija
“huehueteotl”: tiene cuerpo globular, cuello muy
largo y boca recta-cónica, como si se agregara un
cajete en la parte superior. carece de asa y verte-
dera, pero en la parte media superior del cuerpo,
tiene adosada la cara de un viejo. Hay huellas de
decoración pintada que se han borrado, como en
las fitomorfas. es también probable que se trate
de una pieza huasteca ya que los stresser-Péan
reportan una similar en el sitio de tamtok, deno-
89
minándola “vaso tipo gaita” (2001: 134), aunque
el ejemplar local carece de vertedera.
Jarras. son piezas más pequeñas, como los
botellones con gollete y cuerpo de silueta glo-
bular alargada; las diferencias consisten en un
asa tipo “canasta” en la parte superior, donde se
modifica el alto cuello y la boca reducida para
formar una vertedera de pico (figura 6h, i, j,
k, l). su base es cóncava, al igual que todas las
formas cerradas.
Cántaros. son formas globulares, más alarga-
das y altas que anchas, que conservan atributos
de las ollas, como la base cóncava y muestran una
diferencia importante en el desarrollo de un cue-
llo alargado, con un gollete de 6 cm de longitud,
y diámetro reducido de 10 cm en promedio. La
boca es de borde ligeramente evertido (figura 7)
y hay tres asas en la parte media alta del cuerpo.
Por lo general, las paredes son delgadas, siendo
en ocasiones éste el único rasgo que permite
diferenciar los tiestos de ollas y cántaros, además
de la curvatura más abierta.
Copas. Las incluimos en este apartado ya que
su cuerpo es globular, pero también podrían
considerarse miniaturas. su capacidad es reduci-
da, pero suficiente para servicio individual. son
pequeñas formas globulares similares a ollitas,
con borde ligeramente evertido y soporte anular
invadiente hacia el exterior o seccionado en tres
partes. miden 9 cm de altura en promedio, 6 cm
de diámetro máximo en cuerpo y boca, y 5 cm de
diámetro en el soporte. el espesor de las paredes
es de 3 mm en promedio. en general, las piezas
muestran poca calidad en la manufactura y en la
decoración, la pasta es más granular, la paredes
están deformadas por impresiones de dedos y la
decoración es de tonalidad menos intensa.
Las formas abiertas son platos planos con
perforaciones, molcajetes, pequeños cuencos y
miniaturas.
Platos planos con perforaciones (figura 8). su
diámetro va de 15 a 25 cm, con un promedio
de 21; son casi totalmente planos, aunque en el
centro pueden tener una depresión somera que,
en algunos ejemplares, parece corresponder a la
huella del molde. en general, son piezas de 1 cm
 ana maría áLvarez PaLma

ollas

c
a

d
b

g ollas
pequeñas
0 4 cm
f
e

Soporte
de “paleta”
i k
h Jarras
j
Figura 4. metztitlan negro/blanco. Platos planos con l
perforaciones y soportes.
0 4 cm

Figura 6. metztitlan negro/blanco. Bordes de ollas,

ollas pequeñas y jarras.

de espesor, más gruesas que las globulares. un

Interior
variedad rasgo característico son las perforaciones, de tres
biselada o cuatro en la circunferencia media del cuerpo,
circulares de sección cónica que en ocasiones
presentan rebabas en la parte inferior, por lo
que se practicaban de adentro hacia afuera. Los
soportes son grandes, de 7 cm de largo por 5
cm de ancho y 1 cm de espesor, en número de
tres en la porción exterior de la circunferencia,
variedad curvo
convergente aproximadamente a 2 o 3 cm del labio. Pueden
ser rectangulares o de “paleta”, almenados y,
menos frecuentemente, cónicos, curvados hacia
el interior en los ejemplares más pequeños.
Molcajetes (figura 9). estas interesantes piezas
son las únicas que sobreviven en la manufactura
exterior local de cerámica blanca. Los ejemplares prehis-
pánicos presentan dos variantes con relación a
0 4 cm la forma del borde: la primera, más común, lo
tiene engrosado, invadiente hacia el interior,
Figura 5. metztitlan negro/blanco. molcajetes. y la segunda biselado. Pocos ejemplares, de

90
 La cerámica deL señorío de metztitLan durante eL PoscLásico tardío

Cuencos miniatura con soporte anular. miden 8

cm de diámetro en la boca, 4 cm en la base anular
y la altura alcanza los 6 cm.
Función inferida: de este grupo se ha inferido
0 4 cm que servían como vajilla de consumo; es decir, la
mayor parte de las formas que lo constituyen se
utilizaron para la preparación, contención y con-
Figura 7. metztitlan negro/blanco. Bordes sumo de alimentos, evitando someterlas a fuentes
de cántaros. de calor. esto quizá se debe a las propiedades de
los barros blancos o bien a las alteraciones que
provocaría el ahumado por cocción en sus acaba-
bordes aguzados, por sus dimensiones y rasgos dos superficiales. Las formas globulares grandes
decorativos quedan fuera de los estándares de como ollas y botellones, bicromas y policromas,
manufactura de esta forma. se utilizaron para contener aguamiel y pulque,
el rayado está zonificado, partiendo la circun- además de agua. apoyan esta suposición los
ferencia interior en cuatro secciones, donde por recubrimientos interiores de gruesos engobes y
incisión se realiza el ringlado simple o la rejilla. las paredes carcomidas por la acción ácida de los
a veces hay retícula general en toda la porción fermentos. además, en las pinturas de la capilla
funcional. al igual que en las piezas abiertas de santa maría Xoxoteco aparece un cántaro
en todas sus variantes y tipos, los soportes son
cónicos curvados al interior, aunque en algunos
ejemplares son de botón, aplastado por las yemas
de los dedos, tal como sucede con los molcajetes
actuales.
Cuencos. son cóncavos y de borde aguzado.
Los pocos ejemplares recuperados miden unos
15 cm de diámetro por 3 cm de altura, 5 mm de
espesor en la base y 1 mm en el labio.
Cuencos miniatura. muestran las mismas
características que los tipos anteriores, pero
con dimensiones mucho menores, de 6 cm de
diámetro, 2 cm de altura, 3 mm de espesor en la
base y 1 mm en los labios.

0 4 cm

0 4 cm

Figura 8. metztitlan negro/blanco. Bordes de platos Figura 9. metztitlan negro/blanco. Bordes

planos con perforaciones y soportes. de molcajetes.

91
 ana maría áLvarez PaLma
negro/blanco en el extremo inferior izquierdo
de la escena de Los bebedores de pulque (foto 3. Los
bebedores de pulque. capilla de Santa maría
Xoxoteco). también se usaron como urnas de
cremación, donde en algunos ejemplares hay re-
sanes con barro blanco sin cocción. en una pieza
se observó la deformación y fractura de la base
cóncava, lo que llevó a la aplicación de arcilla y
a una segunda cocción más ligera.
otras formas se consideran instrumentos y
medios de trabajo como los moldes de hongo
y base, soportes de torno lento; unos pequeños
cuencos con soportes del tipo metztitlan blanco/
naranja que se utilizaron para el torcido de fibras
y algunos malacates para algodón. Las formas
que no corresponden a instrumentos y utensilios
son las miniaturas, las figurillas y los silbatos, que
se fabrican en la actualidad a escala menor.
Técnica de manufactura: se usó el moldeado,
combinado con el modelado por enrollado y
raspado en algunas porciones del cuerpo. Se han
recuperado fragmentos de moldes de hongo y
mangos que evidencian el uso del torno lento.
en las formas globulares, como ya se señaló, se
aprecia la zona de unión de las porciones cón-
cavas que constituyen la esfera.
Probable origen: dada la profusión de formas pen-
samos que esta vajilla tiene su origen en la zona,
aunque está en discusión su filiación otomí tem-
prana. en un anticipado artículo García cook y
merino carrión (1979) discuten los elementos
que asociarían a esta tradición cerámica, tanto
la de tlaxco (vid infra) como la de metztitlan, a
movimientos de grupos otomianos desde el sur
que se integran a la esfera huasteca.
Localización y contextos intrasitio e intersitio: la
muestra procede de la superficie y está asociada
principalmente a áreas habitacionales.
Menciones en otros informes y publicaciones: Lameiras
(1968: 32), abascal (1981: 96), ochoa (1984),
García Samper (1982), Padilla Yedra (1988),
merino carrión (1989).
92
Significado cultural: como mencionamos, esta ce-
rámica parece estar asociada al llamado sistema
cultural tlaxco que se distribuye por la Sierra
madre oriental en el norte de tlaxcala (merino
carrión, 1989: 93-125) y que, como elementos
semejantes, abarca la porción baja del valle de
tulancingo (margarita Gaxiola, comunicación
personal) y sube por tutotepec y metztitlan hasta
la región Huasteca, donde se manifiesta en las
cerámicas del Periodo vI de ekholm (1944).
Ilustraciones: figuras 2 a 9 y fotos 1 a 3.
tIPo metztItLan PoLIcromo
Formas: incluye ollas, ollas con asa de canasta y
vertedera, y tecomates; en las formas abiertas
hay platos planos con perforación, molcajetes,
cuencos, platos hondos con borde biselado,
platos con borde curvoconvergente, cajetes de
silueta compuesta y miniaturas (ollitas, tecomates
y cuencos, y plato con borde biselado).
Nombres anteriores: como para el metztitlan ne-
gro/blanco nuestra propuesta sólo modifica la
denominación de cerámica blanca con decora-
ción policroma de la zona de metztitlan. tradi-
cionalmente se le ha llamado tancol policromo,
estirando la definición de ekholm (1944) hasta
regiones más sureñas, debido a la falta de inves-
tigaciones más puntuales.
Principales atributos de identificación: al igual que
en el tipo anterior, se utilizaron como atributos
distintivos el tipo de pasta (barro blanco), el
color del engobe y la decoración (policromía
de guinda, naranja y negro sobre fondo blanco),
forma/función y decoración.
Pasta y desgrasante: la pasta es de textura fina a
media, de color blanco grisáceo a naranja o rosa
(5 Yr 8/1 blanco a 5 Yr 8/3 rosa). contiene
desgrasantes de la clase textural de las arenas.
Cocción: es muy buena y posee todos los atributos
del grupo metztitlan negro/blanco.
Dureza: varía entre 5 y 6 en la escala de mohs.
 La cerámica deL señorío de metztitLan durante eL PoscLásico tardío
Acabado de superficie: es semejante a la del grupo
metztitlan negro/blanco.
Decoración: se realiza sobre una base de engobe
blanco, a veces muy espeso. en otro trabajo he-
mos planteado que su policromía parece estar
más ligada a una tradición de tipo teotihuacano
(álvarez y cassiano, 1997) y recientemente la
arqueóloga trinidad durán (comunicación
personal) ha sugerido una iconografía de tipo
otomí que aparentemente coincide con los cons-
titutivos étnicos más importantes del señorío.
además de los pigmentos descritos para el
metztitlan negro/blanco, se utilizan otros para
obtener policromía, aprovechando el contraste
con el fondo blanco. se agrega el color guinda
(rojo fuerte y oscuro, 10 Yr 3/6 rojo oscuro a 5 r
2.5/3 rojo muy sucio) y el naranja (en ocasiones
tendiente al amarillo fuerte, de 2.5 Yr 6/6 rojo
claro a 5 Yr 7/6 amarillo rojizo). en ambos casos
se usan óxidos de hierro y, en el caso del naranja,
probablemente se agrega un emulsionante que
puede ser caolín, ya que su textura es densa,
compacta y tersa, a diferencia de las áreas deco-
radas con manganeso que son más polvosas. Los
colores se utilizan para los diseños más grandes o
para rellenar las anchas bandas de las secuencias.
Los motivos decorativos no están delineados en
negro, sino que se diseñan directamente con el
color elegido. otro elemento importante es el en-
gobe mismo que, al ser bastante espeso, funciona
también como soporte de la pintura.
Las características generales según la forma
son las siguientes:
Ollas (figura 10). La decoración repite los
elementos descritos para el tipo anterior, excep-
to que la policromía se despliega no sólo en el
cuerpo, sino incluso en forma de banda interna,
cubriendo el cuello expuesto y el borde. se
aprovecha para las porciones más espesas de los
diseños decorativos, como bandas, y para motivos
grandes, como cruces, rectángulos divididos por
diagonal y paneles rellenos de color.
Tecomates (figura 11). desde el labio se traza
una banda de color rojo o guinda que invade
las caras exterior e interior. a partir de ella se
93
diseñan variantes: una es de bandas con motivos
continuos, separados por secuencias de dos lí-
neas negras, que pueden ser una banda ondulada
en color negro dejando en el fondo blanco una
serie continua de cimas denotadas por un par de
cortas líneas verticales y paralelas. otra puede
ser una secuencia de “s” horizontales de color
guinda y naranja, separadas por las dos líneas
negras. La decoración sólo alcanza la parte media
del cuerpo. otra más es la de paneles decorativos
como en ollas y botellones. Hay ejemplares que
muestran decoración menos compleja, con pa-
neles rellenos de guinda o de naranja, separados
por tres líneas verticales negras. La secuencia
incluye un panel de color blanco-base en el que
se diseñan elementos de color negro. siguen tres
líneas en negro, una banda de color guinda y el
remate es una línea negra.
Cántaros (figura 10). Para esta forma en el
tipo policromo sólo tenemos algunos fragmentos
con porciones de lo que debió ser la decoración
del cuerpo. La policromía arranca a partir del
cuerpo, así que el gollete presenta los atributos
de los cántaros metztitlan negro/blanco. Las
pequeñas porciones con policromía de color
naranja y guinda correspondientes a paneles
decorativos.
en las formas abiertas se agregan algunas
variantes:
Platos planos con perforaciones (figura 12). al
igual que las ollas y los cántaros, incorporan la po-
licromía a las características decorativas del tipo
negro/blanco, pero únicamente para los diseños
mayores. a partir del labio, señalado por una ban-
da negra, se despliegan tres líneas que dan paso
a la conformación de los paneles. es en esta por-
ción donde aparecen los colores guinda y naranja
con representaciones de caracoles transversales
o longitudinales, rectángulos divididos por una
diagonal y grecas escalonadas. Los dos colores se
acompañan sobre todo en diseños duales como
rectángulos divididos o caracoles contrapuestos.
estos paneles rematan a su vez con la secuencia
de tres líneas. en la porción central del plato se
traza un elemento mayor guinda y naranja. otras
partes policromas son las anchas caras externas
 ana maría áLvarez PaLma

Foto 3. Los bebedores de pulque. Fragmento de pintura mural de la iglesia de Xoxoteco.

de los soportes rectangulares y almenados, que
se rellenan de color naranja como fondo sobre el
cual se pinta un gancho o un caracol longitudinal
en negro. el uso del guinda se limita en algunos
casos a una línea que delimita la zona de inserción
del soporte.
Molcajetes (figura 13). Las variantes de forma
son las mismas del tipo negro/blanco, una de
borde biselado en el interior y otra con el borde
curvoconvergente y redondeado. Incluso la deco-
ración superior o interna es la misma: el bisel se
aprovecha para desplegar una banda de diseños,
en negro/blanco, de “S” horizontales encadena-
das, espirales, pequeñas cruces de brazos rectos
o simplemente conjuntos de líneas cortas que
dividen la circunferencia en cuatro porciones.
cuando el borde es curvoconvergente se decora
con una ancha banda negra que invade ambas
superficies o bien con una línea larga que se va
engrosando para formar una orla que cae hacia
el exterior y que se encadena a la siguiente;
después del punto de quiebre se despliega una

94
 La cerámica deL señorío de metztitLan durante eL PoscLásico tardío

línea negra seguida de una ancha banda color

n
n guinda de 2 cm.
si el borde es biselado en el exterior, además
n de la línea inicial negra en la orilla, presenta
círculos rellenos de color guinda y negro de 14
mm de diámetro, separados por amplios espa-
cántaros
cios o bien formando pares. a continuación se
diseñan dos líneas de color negro que rematan
n
el área decorada del cuerpo. La otra porción
g con decoración está en los soportes, que son
cónicos alargados y se dividen en dos porciones,
g = guinda una guinda y otra naranja, con un punto en su
n = naranja ollas parte superior.
n Platos hondos con borde biselado (figura 14). es
una de las formas nuevas en este tipo y su deco-
g ración interior y exterior manifiesta interesantes
n innovaciones. en el interior, partiendo del labio,
hay una línea negra que lo cubre todo y, poste-
riormente, aprovechando el amplio bisel que
modifica la curvatura interior se presenta una
0 4 cm
banda de diseños como los ya mencionados pa-
neles. se trata de pares de rectángulos en naranja
Figura 10. metztitlan policromo. cántaros y ollas. y negro cortados en diagonal, que forman dos
triángulos rectos horizontales de color blanco, en
los que se diseñan flores de seis pétalos por me-
dio de pequeños puntos de color negro, o bien
g = guinda cruces de brazos rectos delineadas en negro con
n n = naranja puntos interiores, separadas a manera de panel
por conjuntos de líneas verticales o caracoles
g cortados en blanco, resaltados sobre un fondo
negro y pares de “L” horizontales encontradas,
g una negra y otra naranja, cuyo espacio interno
g está achurado con puntos negros. La separación
de ambos diseños se da también por medio de
n un conjunto de líneas horizontales. La decora-
g
ción termina con una línea negra que además
delimita el bisel.
otra variante es más simple, comenzando en
el labio por la misma línea negra para dar paso
a una ancha banda de color naranja o guinda,
g g sin delimitar el final del bisel. en ambos casos,
el fondo cóncavo estuvo ocupado por un motivo
0 4 cm g único en color guinda o anaranjado, pero no
contamos con ningún ejemplar que nos permita
consignar el diseño. en el exterior había grandes
Figura 11. metztitlan policromo. tecomates. círculos rellenos, con un diámetro de 5 cm, traza-

95
 ana maría áLvarez PaLma

dos a partir de la línea del labio, que pueden ser

negros, guinda o naranja. Su gran espaciamiento
g nos lleva a proponer que la circunferencia del
Interior plato debe haber estado dividida por ellos en
cuatro porciones. remata esta decoración un
par de líneas de color negro.
n g
Platos hondos con borde levantado o curvoconver-
gente (figura 15). estas grandes piezas muestran
una intrincada decoración interior que, si bien
g repite las secuencias ya mencionadas para otros
Soporte
tipos, reúne casi todas las variantes. Partiendo del
almenado
labio, ocupado por una franja negra que forma
orlas que cuelgan hacia la superficie exterior, se
n
diseña una amplia banda de color guinda, naran-
g
ja o negro que llega hasta más abajo del punto de
n Inferior quiebre entre borde y cuerpo: esta mide unos 5
n cm, de los que 15 mm están en el borde levantado
g = guinda y el resto invade el cuerpo. cuando la banda es
0 4 cm n = naranja
n
de color naranja, sobre ella se diseña en guinda
una cruz con circunferencia y un punto central;
Figura 12. metztitlan policromo. Platos planos con hacia las cuatro direcciones salen brazos dobles
perforaciones y soportes. que rematan en tres cortas líneas laterales y se
traza otro punto en el espacio dejado entre los
pares de brazos. Siguen tres líneas negras y, en
un caso, había otra banda más delgada de color
guinda. a continuación se despliega una secuen-
cia horizontal de paneles formados por caracoles
variedad
cortados y encontrados, de color alterno naranja
biselada y guinda, separados por conjuntos de 10 líneas
Interior
negras enmarcadas en medios círculos con un
punto interior o una secuencia de “S” horizon-
exterior
g tales encadenadas o bien de triángulos a tres
líneas con puntos entre la primera y segunda
línea. Para finalizar, se trazan otras tres líneas
g que permiten abrir un espacio interior ocupado
por una gran diseño central, un caracol, una flor
n de cuatro pétalos, una cruz de San andrés o una
secuencia de pequeños círculos de color negro;
Soportes variedad curvo estos diseños se realizaron en cualquiera de los
convergente tres colores.
n g Cajetes de silueta compuesta (figura 16). el ma-
yor despliegue decorativo se da en el exterior,
g = guinda mientras que en el interior sólo se traza la línea
0 4 cm
n = naranja negra, que corresponde al arranque desde el la-
bio y una banda de color naranja o guinda sobre
Figura 13. metztitlan policromo. molcajetes. la parte recta del borde interior. en el exterior,

96
 La cerámica deL señorío de metztitLan durante eL PoscLásico tardío
superficie
interior
n de inserción del soporte está enmarcado por un
g rectángulo de dos líneas paralelas.
exterior
exterior
g = guinda n
n = naranja
0 4 cm
Figura 14. metztitlan policromo. Platos hondos con
borde biselado.
partiendo también del labio, hay una secuencia
de tres líneas negras o bien la ya mencionada
decoración en paneles, diseñando una banda
ondulante naranja que se encuentra con otra
guinda; también puede haber una secuencia de
caracoles cortados encontrados de color guinda
y naranja separados por líneas negras ondulantes
o punteadas; para terminar tenemos otra vez tres
líneas de color negro. Los soportes se decoran en
la cara exterior dividiéndolos en dos secciones
longitudinales: una guinda y otra naranja.
Cuencos (figura 17). se han recuperado sólo
dos ejemplares, uno con decoración interior y
otro exterior, con soportes cónicos cortos. en
el primero, la decoración parte del labio en
forma de línea negra, después se despliega una
secuencia de tres líneas paralelas que abren pa-
neles separados por dos líneas ondulantes casi
verticales, formados por diseños encontrados de
caracoles cortados, uno guinda y otro naranja. si-
guen tres líneas en color negro. La parte central
de la pieza no presenta mayor detalle. en el caso
97
de la decoración exterior, partiendo del labio se
trazan tres líneas negras y abajo un conjunto de
tres grecas escalonadas y gruesos puntos dispues-
tos horizontalmente: ambos diseños debieron
formar parte de la secuencia de paneles que ya
hemos visto en otras formas. siguen tres líneas
y una serie de diagonales y puntos en naranja y
negro, que se extienden hasta la base. el lugar
Miniaturas. Las ollitas de cuello corto mues-
tran decoración burda, consistente en líneas y
puntos negros y una línea final guinda o bien una
banda guinda que abarca todo el cuello y la parte
baja del cuerpo. otras miniaturas reproducen
tecomates, cuencos y platos hondos con borde
curvoconvergente, también con decoración
simple que consiste en bandas y líneas de dife-
rentes colores y no se acerca a las características
de las mayores. más delicadas son las pequeñas
sonajas con mango de “ojillo” o de soporte ma-
cizo, que hasta ahora no han sido reconocidas
en las piezas grandes. son más proporcionadas
y mejor decoradas, presentando bandas guinda
delimitadas por líneas negras que ocupan la caja
de percusión hasta el nacimiento del mango.
Forma (figura 2 y 2a). este rubro presenta
también similitudes con el metztitlan negro/
blanco. Las formas cerradas de cuerpo globular
incluyen ollas y cántaros, con los tecomates como
tipo nuevo. Las formas abiertas difieren más, ya
que a los platos planos, molcajetes y cuencos se
agregan los platos hondos en tres variantes: con
borde biselado, con borde levantado y de silueta
compuesta. Para no repetir las descripciones de
cada variante, nos referiremos a los elementos y
las formas diferentes con respecto al metztitlan
negro/blanco.
en las formas cerradas tenemos los siguientes
tipos:
Ollas (figura 18 a, b, c, d, e). Hay dos variantes.
una es de cuerpo globular ligeramente aplasta-
do con el diámetro basal más reducido que el
del cuello, lo que da una configuración cónica.
otra es totalmente globular, con cuello corto y
bordes evertidos de poco desarrollo, en general
 ana maría áLvarez PaLma

Platos planos con perforaciones (figura 20). com-

g parten características con el tipo negro/blanco.
n
g cm del borde y desproporcionan las dimensiones
n cm. tres o cuatro perforaciones se practicaron
g a cuero blando en la parte central del cuerpo,
g corte a cuero blando de la parte inferior de los
g = guinda
n = naranja
n
g
n g
g n g
0 4 cm
Figura 15. metztitlan policromo. Platos hondos con
borde curvoconvergente.
redondeados, aunque pueden ser también rec-
tos. Las dimensiones de las piezas completas en
colecciones privadas son de 19 cm de diámetro
en la boca, 28 cm en el cuerpo y 9 cm en la base;
la altura promedio es de 35 cm.
Cántaros (figura 18 f, g, h, i). tenemos una
muestra muy pequeña, pero estos ejemplares
guardan las características ya descritas.
Tecomates (figura 19). La muestra es muy
reducida, lo que puede reflejar una producción
escasa. Su cuerpo es completamente globular,
elaborado por moldes, lo que les imprime el
acinturamiento en la parte media. Los bordes
están redondeados, con un diámetro en la boca
de 19 cm, un diámetro máximo del cuerpo de
23 cm y una altura media de 15 cm; el espesor
de las paredes alcanza 6 mm, disminuyendo en
la parte media del cuerpo.
en las formas abiertas tenemos los siguientes
tipos.
Los soportes son altos, de 7 cm de altura por 5 cm
de ancho y 1 cm de espesor; se adosan a unos 2
del cuerpo, cuyo diámetro promedio es de 23
de 1 cm de espesor. La única variante es el re-
soportes por medio de una fibra, para darles
g forma almenada.
Molcajetes (figura 21). Son similares al tipo
negro/blanco. Los de borde biselado miden 25
cm de diámetro y 9 cm de altura; los soportes
cónicos alargados tienen 6 cm de largo por unos
8 mm de espesor. cuando el borde es levantado,
las dimensiones son de 29 cm de diámetro por
10 cm de altura, 8 mm de espesor y los soportes
miden 6 cm de longitud.
g
La porción funcional se raya en paneles en
diferentes direcciones, pero sin que las líneas se
crucen. La ranuración se practica a cuero blando,
con un instrumento puntiagudo y alcanza una
profundidad de 2 mm. La parte central está muy
desgastada por uso.
Cuencos (figura 17). Son formas simples, se-
miesféricas con borde aguzado o redondeado;
una pieza tiene 12 cm de diámetro y otra, con
soportes, tiene 13 cm. el espesor máximo de
ambas es de 4 mm. La altura máxima de la pieza
sin soportes es de 3 cm.
Platos hondos con borde biselado (figura 22).
Son semiesféricos, con soportes cónicos cortos;
muestran dos puntos de ruptura en la forma
general, uno al interior al formarse un ancho
bisel interno y otro al exterior en la base, que
es plana. tienen 35 cm de diámetro y unos 13
cm de altura; el ancho del bisel es de 4 cm en
promedio y el espesor en el cuerpo alcanza los
8 mm y los 13 mm en el bisel.
Platos hondos con borde levantado o curvo conver-
gente (figura 23). es una forma de concavidad
somera, cuya curvatura interior se rompe por el
borde, que está levantado de 1 cm; la curvatura
externa también presenta un punto de quiebre

98
 La cerámica deL señorío de metztitLan durante eL PoscLásico tardío

abrupto que se forma por el ángulo agudo que

g cierra el borde, marcando un hombro. Fondo y
base tienen curvatura normal. Los soportes son
cónicos o rectangulares de paleta. miden 35 cm
g g de diámetro máximo en la boca, 10 cm de altura;
n el espesor es de 8 mm en el cuerpo y de 12 mm
en el borde. Los soportes cónicos son cortos en
relación con las dimensiones de las piezas, de
g apenas 4 cm y los rectangulares, que también
exterior pueden ser almenados, tienen 4.5 cm de ancho
por 7 cm de largo y 1 cm de espesor.
Cajete de silueta compuesta (figura 24). esta
forma, denominada inicialmente plato hondo
g = guinda g de silueta compuesta, ha sido renombrada cajete
n = naranja n
por el desarrollo de paredes rectas externas. el
fondo es cóncavo y rompe la curvatura por las ya
mencionadas paredes internas; hacia el exterior
g la silueta se hace excéntrica pues es más marcado
0 4 cm n el desarrollo del ángulo que rompe la curvatura.
Presenta tres soportes rectangulares cortos, de 3
Figura 16. metztitlan policromo. cajetes de silueta cm en media, el espesor en la base es de 8 mm y
compuesta.
en las paredes alcanza 1 cm. es poco frecuente,
pero muestra dos rangos de dimensiones diferen-
tes: las piezas pequeñas miden 14 cm de diámetro
y 8 de altura y las piezas grandes tienen diámetros
entre 23 y 25 cm y altura de más de 10 cm.
Miniaturas. son ollitas de cuello corto, teco-
mates, cuencos, reproducciones de platos hondos
con borde curvoconvergente y pequeñas sonajas
con mango de “ojillo” o de soporte macizo. Las di-
b = blanco mensiones son variables, pero ninguna miniatura
g = guinda rebasa los 8 cm de altura; el espesor también varía
n = naranja
mucho, ya que el modelado es muy burdo.

Función inferida: debieron haber tenido los mis-

mos usos que el grupo negro/blanco, excepto
por la fabricación de pulque, para la que no
g g
se tienen evidencias de desgaste de las paredes
interiores de las ollas.

Técnica de manufactura: aquí también la mayor

n parte de las características son similares a las del
tipo negro/blanco.
0 4 cm n
Probable origen: nos inclinamos a pensar que es
Figura 17. metztitlan policromo. cuencos. resultado de producción local.

99
 ana maría áLvarez PaLma

a b
c

e
d f

g 0 4 cm

h
i
Figura 20. metztitlan policromo. Bordes de platos
0 4 cm
planos con perforaciones y soportes.

Figura 18. metztitlan policromo. Bordes de ollas

y cántaros, a-e: ollas; f-i: cántaros.

García Samper (1982), Padilla Yedra (1988),

merino carrión (1989).

Significado cultural: preliminarmente podemos

0 4 cm
proponer las mismas reflexiones que para el tipo
anterior, aunque se requiere comparar informa-
ción a una escala más amplia.

Figura 19. metztitlan policromo. Bordes Ilustraciones: figuras 2, 2a y 10 a 24.

de tecomates.
Localización y contextos intrasitio e intersitio: los ma-
teriales son de superficie y proceden de concen-
traciones que consideramos áreas habitacionales
y basureros domésticos.
Menciones en otros informes y publicaciones: Lameiras
(1968:32), abascal (1981:96), ochoa (1984),
tiPo metztitLan BLanco/naranja
Formas: incluye solamente pequeños cuencos
con soportes.
Variedad: sólo hay una en este tipo, que es el cam-
bio en los patrones cromáticos de la decoración,
en lugar de decoración blanca pintaron algunas
piezas con manganeso quedando en decoración
negro sobre naranja. todos los fragmentos pro-
ceden del mismo sitio.

100
 La cerámica deL señorío de metztitLan durante eL PoscLásico tardío
0 4 cm
Figura 21. metztitlan policromo. Bordes
de molcajetes.
Grupo cerámico: barro blanco.
Nombres anteriores: desconocidos.
Principales atributos de identificación: color de pas-
ta y engobe, forma y decoración blanca sobre
fondo naranja.
Pasta y desgrasante: pasta de color naranja (que
puede variar entre 5 Yr 7/6 amarillo rojizo a 5/8
rojo amarillento), de textura fina con pequeñí-
simos agregados de color blanco y negro. da la
sensación de un mayor contenido de arcilla, que
produce fracturas de tipo laminar, un sonido más
metálico y desprendimientos concoidales.
Cocción: es excelente, evidenciada por la escasa
presencia de núcleos y la alta tenacidad.
101
0 4 cm
Figura 22. metztitlan policromo. Bordes de platos
hondos con borde biselado.
Dureza: entre 5 y 6 en la escala de mohs.
Acabado de superficie: presenta un engobe de color
naranja (que puede variar entre 2.5 Yr 6/6 rojo
brillante a 6/8 amarillo rojizo) que se distingue
en el corte de las fracturas. como en todas las
piezas de las cerámicas de metztitlan, los acaba-
dos son por alisado de simple a fino, aunque las
paredes internas presentan un bruñido intenso
por uso, que resalta las nubes de cocción con des-
tellos metálicos. algunos ejemplares muestran un
alisado muy burdo alrededor de los soportes, qui-
zá porque las pequeñas dimensiones de la pieza
no permitían alcanzar bien esas porciones.
Decoración (figura 25): dos líneas blancas gruesas
y burdas corren paralelas al borde, invadiendo
tanto el exterior como el interior; su espesor es
de 5 mm y la calidad del trazo es deficiente, con
escurrimientos y color corrido. a continuación, y
a veces en lugar de las líneas, presenta pequeñas
flores elaboradas con puntos de pintura blanca,
compuestas por un punto central y otros cinco
alrededor en forma de pétalos. Los pequeños so-
portes también pueden tener en la cara exterior
decoración de burdas líneas paralelas, verticales
u horizontales.
 ana maría áLvarez PaLma

la época prehispánica y su continuación en la

colonial.

Técnica de manufactura: por moldeado, en la

superficie se aprecian claramente las huellas de
los dedos para lograr el espesor adecuado.

Probable origen: el que se continúen fabricando en

el pueblo de zietla, aunque ya por poco tiempo,
nos permite proponer un origen local.

Localización y contextos intrasitio e intersitio: en el

nivel superficial aparecen en concentraciones y
contextos identificados como habitacionales.

Menciones en otros informes y publicaciones: no

hemos localizado referencias. un elemento de
asociación y comparación son los registros etno-
0 4 cm

Figura 23. metztitlan policromo. Bordes de platos

hondos con borde curvo convergente.

Forma: sólo se han identificado cuencos chicos de

bordes aguzados, con tres pequeños soportes de
botón aplastado o cónicos de 2 cm de largo. Su
diámetro es de 9.5 cm y la altura es de 5 cm en
0 4 cm
media. el espesor es considerable si tomamos en
cuenta sus dimensiones totales, siendo en prome-
dio de 6 mm en la base y de 3 mm en el labio.

Función inferida: por su escasez, habían sido

considerados materiales prehispánicos foráneos
o bien de introducción colonial. Sin embargo,
al detectar el uso actual (en nuestra zona) de
piezas muy parecidas en el torcido de fibras, para
facilitar el giro del huso, decidimos reconsiderar
su asociación y temporalidad, proponiéndolos
como piezas de función especializada, ligadas Figura 24. metztitlan policromo. Bordes de cajetes
a la gran producción de mantas de algodón en de silueta compuesta.

102
 La cerámica deL señorío de metztitLan durante eL PoscLásico tardío

gráficos que se hicieron para el sitio de zietla, Técnica de manufactura: en las piezas abiertas se
donde, como se dijo, persiste la elaboración de utiliza el moldeado, mientras que los soportes
molcajetes con esta técnica. aparentemente son modelados.

Ilustraciones: figura 25. Localización y contextos intrasitio e intersitio: como

en las muestras de otros tipos, hay correlación
tiPo metztitLan bLanco (monocromo) entre concentraciones y áreas habitacionales.
Formas (figura 26): cuencos, moldes y soportes
para mango de molde. Menciones en otros informes y publicaciones: La-
meiras. 1968.
Grupo cerámico: barro blanco.

Nombres anteriores: no hay menciones. GruPo monmoriLLonítico

Descripción: es un tipo bastante escaso que, a su variabilidad es menor pero, indudablemente,

veces, se puede confundir con porciones no de- incluye una parte importante de la cerámica del
coradas de piezas de los grupos anteriores. área. Lo hemos dividido en los tipos Oyapa rojo,
Metztitlan rojo y Metztitlan café, todos monocromos
Principales atributos de identificación: pasta y engobe
de color blanco. otros rasgos de diferenciación
son la dirección de los alisados y la curvatura y
b b b
el espesor del cuerpo. b
Pasta y desgrasante: las pastas son de color blanco b b = blanco
cremoso (5 Yr 8/1 blanco), de textura media a n n = negro
fina. Las inclusiones son pequeñas, aunque en
ocasiones hay fragmentos angulosos de mayores
dimensiones. b
b
n
Cocción: es bastante homogénea, con núcleos
b
perceptibles de color más claro o grisáceo, sobre n
todo en las porciones más espesas. muy pocas
piezas desarrollan nubes de cocción.

Dureza: entre 5 y 6 en la escala de mohs.

b
Acabado de superficie: los alisados son simples, pero
pueden variar en intensidad. Los fragmentos de
moldes en la superficies presentan en ocasiones n
una delgada capa, que puede ser de barro blan-
co y ceniza, que se va acumulando con el uso y
cuya función es evitar que se peguen las piezas
en elaboración.
0 4 cm

Función inferida: este tipo se refiere tanto a funcio-

nes de preparación y consumo como al proceso
de fabricación de cerámica. Figura 25. metztitlan naranja. cuencos.

103
 ana maría áLvarez PaLma

o lisos. en este grupo incluimos principalmente

vajilla de preparación, ya que la mayoría de las
formas presentan huellas de sometimiento al
fuego poscocción; también hay contenedores
asociados a la fermentación del aguamiel, sobre
todo las ollas del tipo Oyapa rojo. en términos
generales, son formas grandes: ollas, cazuelas,
cuencos y comales. a la fecha no hemos recu-
perado piezas menores como platos o jarros,
pero hay, aun en baja cantidad, fragmentos de
figurillas, sobre todo antropomorfas y malacates
para ixtle y algodón.
La producción de esta vajilla, como ya se dijo,
parece “menos especializada” en las épocas pre-
hispánica y colonial, y, en la actualidad, está muy
localizada en las zonas pulqueras como el pueblo
0 4 cm
de olotla (álvarez et al., 1998), a cuya producción
y consumo se asocia la mayor parte de las formas
supervivientes. aparentemente, la técnica utiliza
requerimientos simples como la manufactura Figura 26. metztitlan blanco. Bordes de cuencos.
por modelado y el procedimiento de cocción
que es superficial.
Cocción: en las porciones más gruesas aparece
tiPo oyaPa rojo un ancho núcleo de color oscuro que deja sólo
Formas (figura 27): ollas de cuerpo globular aplas- delgadas líneas de color rojo a ambos lados. Hay
tado, lo que le da un aspecto elipsoidal. cuello marcadas nubes de cocción.
corto y borde redondeado apenas invadien-
te hacia el exterior. La base es cóncava, al igual Dureza: entre 4 y 5 en la escala de mohs.
que las formas cerradas del grupo de barro
blanco. Acabado de superficie: hay un engobe espeso de
color rojo a naranja oscuro (de 10 r 4/6 rojo
Grupo cerámico: monmorillonitas. a 2.5 yr 6/6 rojo brillante), que se aplica en
ambas superficies. el alisado es fino, llegando en
Nombres anteriores: no identificado. ocasiones a pulido, probablemente utilizando un
alisador de piedra, cuyas huellas son evidentes
Principales atributos de identificación: espeso engobe en las zonas de mayor curvatura.
rojo en superficie externa, pasta granular con in-
clusiones blancas y forma elipsoidal con un fuerte Decoración: sin decoración.
ángulo en la porción media del cuerpo.
Función inferida: los ejemplares arqueológicos y
Pasta y desgrasante: la pasta es granular, porosa y actuales muestran un alto grado de desgaste en
de textura gruesa. Su color varía de rojo a café la superficie interior, carcomida por la acción
oscuro (2.5 yr 4/6 rojo a 3/4 café oscuro roji- corrosiva del líquido que contuvieron. Las refe-
zo). Presenta gran cantidad de inclusiones de rencias actuales ligan a estas vasijas con la elabo-
color blanco opaco y oscuras, subangulares y de ración de pulque. en un caso está registrado su
tamaño homogéneo. uso como urna de cremación.

104
 La cerámica deL señorío de metztitLan durante eL PoscLásico tardío
Técnica de manufactura: moldeado y modelado.
Probable origen: local.
Localización y contextos intrasitio e intersitio: estos
ejemplares han sido recuperados en muestreos
de superficie en concentraciones de unidades
domésticas.
tiPo metztitLan rojo
Forma: ollas de cuerpo globular, cuello corto y
borde redondeado, apenas invadiente hacia el
exterior. La base es continua. Las cazuelas son
formas abiertas de base cóncava, gruesas paredes
y bordes engrosados y redondeados. es probable
que el mismo molde base de las ollas sirviera
para elaborar las cazuelas, pero aplanando un
poco la base.
Grupo cerámico: monmorillonitas.
Nombres anteriores: cerámica doméstica (Lameiras,
1968: 65).
Principales atributos de identificación: composición
y color de la pasta.
Pasta y desgrasante: pasta granular y porosa, de
textura gruesa. su color varía de rojo (7.5 Yr 4/6
rojo) a café (10 r 3/6 rojo oscuro).
Cocción: la pasta presenta núcleos espesos de
color oscuro.
Dureza: entre 4 y 5 en la escala de mohs.
Acabado de superficie: engobe de color rojo a café
claro o naranja (coincide con el color de la
pasta), que se aplica en la superficie externa y
alisado simple con alisador de piedra.
Decoración: sin decoración.
Función inferida: contención de líquidos, cocción
de alimentos y, probablemente, otras como el
blanqueo y ablandamiento de fibras, no detec-
105
tadas a nivel arqueológico pero que pueden
inferirse por la observación actual. algunos ejem-
plares de éste y del tipo metztitlan café presen-
tan adherencias de carbonatos en la superficie
interior, en forma de gruesas capas laminares de
3 mm de espesor, que probablemente sirvieron
para contrarrestar la acidez de la fermentación
del pulque o para darle mayor impermeabilidad.
Por su forma, las ollas no son muy adecuadas
para el transporte y los ejemplares etnográficos
observados permanecen inamovibles en el exte-
rior de las casas.
Técnica de manufactura: moldeado y modelado.
Localización y contextos intrasitio e intersitio: recolec-
ción de superficie en asociación a concentracio-
nes de unidades domésticas.
Menciones en otros informes y publicaciones: cerámica
doméstica, sin diferenciar (Lameiras, 1968).
tiPo: metztitLan café
Formas: ollas (figura 28), cazuelas (figura 29),
comales (figura 30) y malacates (figura 31).
Grupo cerámico: monmorillonitas.
Nombres anteriores: cerámica doméstica (Lamei-
ras, 1968 ).
Principales atributos de identificación: color y com-
posición de la pasta y forma/función.
Pasta y desgrasante: la pasta es granular, porosa
y de textura gruesa con grandes inclusiones de
color blanco opaco y partículas redondeadas. su
color varía de café oscuro (10 Yr 3/6 café oscuro
amarillento) a negro (10 Yr 2/1 negro).
Cocción: presenta espesos núcleos de color os-
curo.
Dureza: entre 4 y 5 en la escala de mohs.
Acabado de superficie: el engobe es del mismo color
de la pasta y se aplica en la superficie externa.
 ana maría áLvarez PaLma
0 4 cm
Figura 27. metztitlan monmorillonítico. oyapa rojo.
Bordes de ollas.
el alisado es simple con alisador de piedra. en
los comales el alisado y el engobe se presentan
únicamente en la superficie interna.
Decoración: sin decoración, con excepción de
los pequeños malacates que pueden presentar
incisión y decoración por molde.
Función inferida: contención de líquidos, cocción
de alimentos y torcido de fibras.
Técnica de manufactura: moldeado y modelado.
Localización y contextos intrasitio e intersitio: los
ejemplares corresponden a contextos de super-
ficie que se han interpretado como concentra-
ciones de unidades domésticas.
La cerámIca Foránea
uno de los rasgos distintivos de la zona de
metztitlan, como señorío independiente, es la
escasez de materiales aztecas, cuando menos los
106
definidos como diagnósticos, que serían los az-
tecas Iv y v, cajetes negro/naranja. Los ejemplos
más numerosos de esta cerámica corresponden a
fragmentos de sahumador del tipo e-1, descrito
por González rul (1988: 64 y 80). Hay alguna
presencia, aunque también con limitación, del
rojo manzano o rojo texcoco. Los elementos de
identificación son básicamente su intenso color
de superficie rojo quemado y la decoración en
negro. Los fragmentos son muy pequeños y
escasos, dificultándose la identificación de las
formas, aunque hay abiertas con el acabado y la
decoración en la parte interna, y hay también
cerradas, piezas pequeñas a juzgar por el espesor
de las paredes y de la curvatura.
otros materiales que aparecen con baja
frecuencia son los tipos característicos de la
Huasteca, como las vasijas efigie y zoomorfas
del tipo Huasteca negro/blanco. Los rasgos que
nos permiten diferenciarlas de las de metztitlan
son el uso de pulido, las formas alargadas (tipo
patojo) y la iconografía de la decoración.
Para la etapa epiclásica, la densidad de ma-
teriales foráneos es más fuerte, específicamente
en los sitios monumentales que mencionamos al
principio, aunque su distribución es restringida
y aún no contamos con una buena descripción.
Las pastas son monmorilloníticas, los acabados
en color rojo, con superficies algunas veces pu-
lidas y otras simplemente alisadas, que pueden
asociarse con tipos coyotlatelco. Seguramente se
trata de manufacturas más locales, pero el uso
de pastas de textura muy gruesa y arenosa no
guarda parecido con las descritas como propias
de metztitlan. también hemos reconocido, de
manera preliminar, fragmentos de abra rojo con
sus características protuberancias, anaranjado
fino y falso plumbate.
eLementoS De comParacIón
reGIonaL
el estudio iconográfico de la decoración del gru-
po de barro blanco seguramente proporcionará
una serie de elementos importantes para realizar
 La cerámica deL señorío de metztitLan durante eL PoscLásico tardío

comparaciones, pero aún nos encontramos en la

fase de revisión y catalogación; algunos autores
han asociado sus diseños a la cerámica mexica,
pero nos parece que difieren bastante y, de hecho,
los materiales aztecas son sumamente raros. esto
no debe asumirse como un elemento asociado a
la diferenciación de unidades políticas, en este
caso tardías, ya que los grupos de esta porción del
altiplano comparten tradiciones y procesos.
otra filiación iconográfica, que corresponde a
la Huasteca, se basa sobre todo en la aseveración
0 4 cm
de algunos investigadores de que el llamado Pánu-
co Vi es el antecedente de la cerámica metztitlan.
aunque la variedad de tipos y diseños, el proceso
de manufactura y la profundidad temporal de la Figura 28. metztitlan monmorillonítico. metztitlan
café. Bordes de ollas.
cerámica metztitlan nos permiten asumir elemen-
tos comunes, la falta de rasgos en otras esferas de
la sociedad nos habla de un desarrollo local. La
iconografía presenta similitudes, sobre todo si
aceptamos un origen e historia común mesoame-
ricana, pero las piezas que hemos reconocido
como huastecas muestran diferencias en cuanto
a formas y acabados de superficie. como ejemplo,
la cerámica metztitlan pintada no presenta pulido
superficial exterior, mientras la cerámica huasteca
negro/blanco y la correspondiente policroma
(tancol policroma) reproducen el contraste de
la superficie exterior, pero únicamente con el uso
del engobe blanco y no con la manufactura de
las piezas con barro blanco, por lo que el espesor
del engobe le da un acabado amarillento o crema
de textura cerosa. este color puede presentarse
también en los tipos metztitlan cuando la pasta es
de color naranja, pero aquí los diseños y formas 0 4 cm
también difieren.
La producción cerámica, en cuanto a los ba-
Figura 29 metztitlan monmorillonítico. metztitlan
rros blancos, nos parece más especializada que café. Bordes de cazuelas.
la de los monmorilloníticos, ya que requiere del
uso de un horno y del manejo de materiales más
complejos en cuanto a pigmentos y arcillas. en
este sentido, hay que considerar el acceso a la perior que, debido a la conformación arqueada
materia prima: mientras las arcillas monmorillo- de los sinclinales, afloran en franjas específicas y
níticas parecen tener una distribución más otros en contextos volcánicos. sin embargo, los
vinculada a las formaciones volcánicas, los barros caolines por sí mismos no pudieron ser utilizados
blancos, caolines, ilitas y cloritas, se encuentran por las tecnologías cerámicas pre-industriales, ex-
unos en estratos correspondientes al Jurásico su- cepto la china y, como se ha señalado, requieren

107
 ana maría áLvarez PaLma
0 4 cm
Figura 30. metztitlan monmorillonítico. metztitlan
café. Bordes de comales.
de procesos de transformación de los que sólo
puede encargarse la naturaleza a través del ciclo
de erosión-deposición, y de tiempo.
algunas de las diferencias tecnológicas nos
han hecho pensar en la posibilidad de reconocer
a los dos grupos étnicos dominantes, nahuas para
barros blancos y otomí para los rojos, pero, hasta
la fecha, sólo podemos registrar que las piezas
blancas se hacían con moldes y, probablemente,
con torno lento, mientras las monmorillonitas se
trabajaban por modelado y raspado.
otro indicador de especialización es la cons-
tancia y posición de los elementos decorativos en
asociación con las formas de las vasijas ya que,
si bien los trazos pueden variar según el estilo
y la destreza de las artesanas, existen signos ex-
clusivos y otros que se comparten. tal patrón ha
llegado hasta la actualidad con modificaciones
y descontextualizaciones simbólicas en formas
como los molcajetes, que quizá sobrevivieron por
108
0 4 cm
Figura 31. metztitlan monmorillonítico. metztitlan
café. malacates.
motivos utilitarios: como no se encuentran en los
ajuares cerámicos de los españoles se continúan
elaborando o bien la población indígena, por
mucho que disminuya, sigue demandando sus
útiles tradicionales.
también es posible que se den substituciones
por motivos ideológicos: las ollas negro/blanco
y algunas policromas se utilizaron en la época
prehispánica para contener alimentos o líquidos
y también los restos cremados de los muertos. es-
tas vasijas eran “matadas” y, en ocasiones, tenían
chalchihuites en su interior. el cambio lento de
los patrones ideológicos prehispánicos o, mejor
dicho, la rápida construcción de los nuevos
 La cerámica deL señorío de metztitLan durante eL PoscLásico tardío
patrones coloniales se reflejó en el abandono
de la cremación y en la creación de nuevos es-
pacios religiosos, como las capillas domésticas y
los atrios, en donde se enterraban y registraban
a los difuntos, implicando la exclusión de esas
piezas del sistema funcional. Por otro lado, es
probable que se haya prohibido el uso de las ollas
y de otros tipos que, indudablemente, contienen
textos complejos.
aLgunos comentarios sobre etnografía
cerámica en La zona de metztitLan
La producción de cerámica blanca. Zietla,
Juárez e Ixtacoyotla
a través del análisis arqueológico y documental,
hemos detectado varios centros probables de
producción; sin embargo, en la actualidad éstos
se pueden contar con los dedos de una mano.
Hemos visitado zietla, Juárez e ixtacoyotla, don-
de se trabajan los barros blancos, y olotla y zo-
quiteno, en el municipio de metztitlan, donde se
procesan barros de monmorillonitas, en ambos
casos procedentes de “viejos” yacimientos.
desafortunadamente, sólo en zietla hemos
podido registrar el proceso alfarero con cierto
detalle. es una actividad a cargo de las mujeres
mayores, que ya son las únicas depositarias
del conocimiento; los jóvenes, por la poca re-
muneración que encuentran en ella y por la
desvalorización del producto, prefieren trabajar
en la maquila de ropa o emigrar de braceros a
estados unidos.
La materia prima es colectada en una caña-
da cercana al pueblo, actualmente en forma
clandestina, por la oposición del dueño de las
tierras, bajo el argumento de que “el barro se va a
acabar”. debido a la avanzada edad de nuestra in-
formante, su esposo es quien realiza la extracción
y transporta el material en costales y a lomo de
burro. como se trata de una arcilla redepositada,
ésta ha sufrido un procesos de separación de las
partículas y se ha mezclado con limos y arenas,
que contribuyen a darle plasticidad, pero su alto
contenido es responsable del color, textura y
sonido de la loza.
109
el barro, molido y mezclado con agua, se
amasa en el interior de un cuarto que sirve tanto
de bodega como de taller. una vez listo, se cubre
con unos plásticos para evitar que se reseque. La
artesana separa las cantidades requeridas para la
elaboración de las piezas con base en su expe-
riencia y raramente tiene sobrante o faltantes.
elabora una gruesa tortilla que extiende sobre
la superficie de un molde en forma de hongo,
al que ha aplicado previamente una capa de
limo o de ceniza para evitar que se pegue. con
una mano maneja el mango del molde y con la
otra va distribuyendo uniformemente el barro.
enseguida, aplica por pastillaje los tres botones
que harán las veces de soporte, separa la pieza del
molde y la deposita en un área de secado, para
después realizar el rallado interior del molcajete.
el alisado se realiza por medio de un pedazo de
tela gruesa, mezclilla o manta remojada en agua.
Las condiciones del secado dependen fundamen-
talmente de la época del año: zietla está a más
de 1 600 m de altura en la vertiente de la costa
del golfo, en condiciones muy húmedas durante
buena parte del año, lo que hace que el secado
tarde mucho y, frecuentemente, deba realizarse
en el interior del taller.
Para la cocción se usa un horno circular al
exterior, disponiendo en primer lugar la leña, de
preferencia encino, posteriormente una capa de
tiestos desecho de cocciones anteriores y tallos
de herbáceas, sobre los que se colocan las piezas
encimadas en forma circular, que se cubren con
más tallos de hierbas. La cocción dura toda la
noche y al otro día se retiran las piezas.
La decoración se realiza con pinturas co-
merciales de aceite, de color negro para los
molcajetes y rojo para los cuencos. no se pudo
registrar el proceso de fabricación de los silbatos
y de los cuencos color naranja para el torcido de
la lana con malacate, porque es menos frecuente
que el de los molcajetes. se efectúa en los mis-
mos talleres, y los silbatos se decoran también
con pinturas comerciales pero de colores más
variados. Los cuencos se siguen elaborando,
aunque ya sin decoración y cada vez menos,
debido a la substitución del hilado manual por
 ana maría áLvarez PaLma

procedimientos mecánicos, pero la producción

se mantiene debido a la demanda por parte de
los otomíes de tutotepec, quienes continúan
tejiendo cobijas y jorongos.
el análisis arqueológico y documental nos
remite a la gran importancia que tuvo la pro-
ducción de textiles de algodón hasta la colonia
tardía, desde luego en manos de las comunidades
indias; sin embargo, como parte de la substitución
que sufrieron los procesos de trabajo, la actividad
textil sólo subsistió en el manejo de fibras de
origen animal para cobijas. en el lugar donde
registramos su uso es prácticamente imposible la
producción de algodón, no así la cría de ganado
menor, que tuvo una gran acogida. estas piezas
se comercializan directamente en zietla cuando
llegan los de tutotepec a comprarlas, previo
acuerdo de elaboración. Los molcajetes, cuencos
y silbatos se venden en los mercados regionales,
en orden de cercanía en zacualtipan, tianguis-
tengo, metztitlan, molango y Lolotla. en ocasio-
nes se les encuentra hasta atotonilco el Grande,
ya incorporados a un mercado indirecto de los
comerciantes de productos huastecos (foto 4 ).
Hemos mencionado la importancia de la Foto 4. venta de molcajetes actuales en el mercado
distribución de las materias primas y cómo, en de tianguistengo (octubre de 1988).
un proceso de delimitación territorial de origen
prehispánico y colonial, probablemente éstas se
convierten en patrimonio étnico que debe ser menos reconocido que en el pasado, por el aban-
defendido. así, es bastante claro, al menos en la dono del consumo de pulque y la substitución
pequeña muestra que hemos levantado, que par- por tambos y recipientes de plástico, de metal y,
te de la persistencia se debe a la disponibilidad en menor cantidad, de vidrio (véase álvarez et al.,
de materias primas y a un patrimonio tecnológico 1998). La especialización de zietla va por el mis-
previo. Si bien zietla no aparece nombrado en las mo camino, primero el de la reducción regional,
relaciones de la colonia temprana, es probable luego el de la reducción generacional, por facto-
que haya tomado importancia como parte de los res de tipos tecnológicos y económicos. Lo más
reacomodos resultantes del proceso de congrega- grave es que los artesanos han sido desposeídos
ción tardío, así como otros centros productivos de su objeto de trabajo, las arcillas, y las siempre
desaparecieron. mayores restricciones a su acceso desalientan la
La alfarería es una producción artesanal producción, incluso en “las que saben”.
femenina que ha ido modificando sus caracte-
rísticas de organización. Por ejemplo, mientras
en el caso de la producción monmorillonítica GLoSarIo
prehispánica reconocemos la no especialización,
para la época actual en olotla y zoquiteno se ha Grupo. Se trata de la caracterización más general
convertido en un trabajo especializado, quizá que nos permite agregar y discriminar a los mate-

110
 La cerámica deL señorío de metztitLan durante eL PoscLásico tardío
riales cerámicos. en este caso nosotros utilizamos
el atributo del tipo de arcillas a partir del cual se
forma la pasta. resultaba importante generar
una caracterización a partir de este atributo
ya que no se trata del empleo del barro blanco
en proporciones bajas o en la aplicación de
engobe para dar un acabado blanco, sino de
un componente importante tanto en la fabri-
cación como en la decoración. sin llegar aún
a propuestas cuantitativas, se trata de los mate-
riales cerámicos (quizá de todos los materiales
arqueológicos) más diagnósticos de la zona de
metztitlan.
Vajilla. un conjunto de tipos que comparten
características generales en pasta, acabado de
superficie (incluye decoración) y función. desde
luego, en este caso tienen connotaciones tem-
porales. a diferencia de las clasificaciones que
usan la construcción de vajillas como un sistema
derivado del sistema tipo variedad, que evita la
jerarquización, a nosotros nos interesa generar
un elemento de agrupación general, que en este
caso refleja las propiedades de la pasta.
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 La aLfarería en Cantona
deL 500 aL 1000 de nuestra era
IntroduCCIón
es muy probable que Cantona desde la época
misma de su ocupación fuese ya una ciudad
controvertida, como lo es todavía para los estu-
diosos. desde el momento en que fue descubierta
(saussure, 1858) se le consideró diferente con
relación al resto de los asentamientos conocidos
hasta entonces. no sólo esto se debió a su ubica-
ción sobre un “malpaís”, como indica saussure,
sino por su conformación misma:
Las murallas aún erguidas en sus partes inferio-
res dibujan muy nítidamente las calles y las casas,
y considerables fragmentos de alfarería cubren
hasta donde se alcanza a ver las rudas ondulacio-
nes del mar de lava. Las calles no son ni anchas
ni alineadas, de tal forma de que se corten en
ángulo recto. son, al contrario, estrechas a la
manera de los callejones de las ciudades antiguas
de europa (saussure, 1858: 282-284).
Cuando enrique Juan Palacios hace referen-
cia a Cantona (1922: 39), además de ofrecer sus
impresiones sobre el asentamiento, adelanta
ya cierta cronología basada en las figurillas de
cerámica e indica que Cantona corresponde al
horizonte arcaico (o Preclásico), apreciación
* subdirección de Investigación y Conservación del
Patrimonio arqueológico, dea-Inah.
113
Beatriz Leonor Merino Carrión
Ángel García Cook*
que habría de predominar antes de iniciar
nuestras investigaciones. eduardo noguera,
también en 1958, además de otorgar su versión
sobre esta zona arqueológica, y de otorgarle una
dimensión de 50 km2, le atribuye una antigüedad
correspondiente al Preclásico.
no es sino hasta los trabajos de diana López,
efectuados en Cantona de 1980 a 1983, quien
confirma su pertenencia al Preclásico y la indi-
cación de que también fue ocupada durante el
Clásico temprano (López, 1980, 1984, 1986a,
1986b).
no obstante, fue hasta 1992 cuando una vez
iniciado un programa de investigaciones para
Cantona basado sobre todo en los materiales
publicados y la información existente en el archi-
vo de la dirección de arqueología, donde se le
consignaba como una gran ciudad del Preclásico
y Clásico temprano, nos decidimos a visitar el
lugar. desde el primer momento, y con el solo
hecho de observar su conformación, la distribu-
ción de los diversos elementos arquitectónicos,
así como de algunos materiales en superficie,
llegamos a la deducción de que Cantona, al me-
nos tratándose de los restos físicos como traza,
arquitectura, monumentos y material cultural
mueble, no podía corresponder al Preclásico,
sino a etapas posteriores. desde luego, esto lo de-
dujimos con base en el conocimiento con que ya
contábamos sobre la conformación de los asen-
 Beatriz Leonor Merino Carrión y ÁngeL garCía Cook
tamientos en la región sur inmediata: suroeste
de la Cuenca de oriental, valle poblano y bloque
tlaxcala, en la que teníamos investigando más de
veinticinco años (garcía Cook-Merino Carrión,
1991). Las actuales investigaciones, apoyadas en
fechamientos por C14, han confirmado nuestra
suposición inicial: Cantona no corresponde
al Preclásico o Formativo (garcía Cook, 1992,
1993b, 1994a , 1994b; garcía Cook-Merino Ca-
rrión, 1996, 1997a, 1998, 2000), aunque sí cuenta
con una ocupación importante para el Preclásico
tardío-Protoclásico.
nuestras investigaciones en Cantona, Pro-
yecto arqueológico Cantona, comenzaron en
febrero de 1993 y, desde entonces (aunque con
pocas temporadas de campo, con excepción de la
primera, que duró 18 meses), hemos venido tra-
bajando en torno a esta gran ciudad. Conocemos
algo sobre la conformación del asentamiento,
su arquitectura, así como de la ausencia de ce-
mentante y revestimiento en sus construcciones;
tenemos cierta idea también sobre la datación
de su ocupación y acerca de su desarrollo. todo
ello consta tanto en los textos publicados como
en los que se encuentran en prensa (garcía
Cook, 2001; 2003; garcía Cook-Martínez Calleja,
2004; garcía Cook-Merino Carrión, 1996, 1997b,
1998a, 2000a, b, c: en prensa) así como en las
notas con carácter de divulgación (garcía Cook,
1993, 1994a y 1994c) o en los informes al Consejo
de arqueología (garcía Cook-Merino Carrión,
1996, 1997b, 1998b y 2000b). Sin embargo,
nada se ha publicado relativo a sus materiales
culturales muebles.
aquí describiremos los diversos tipos y varian-
tes de la cerámica que caracteriza a Cantona. Si
bien esta gran ciudad se prolongó en el tiempo:
de 600 a.n.e. a 1000-1050 d.n.e., es en la cerámica
donde está mejor representada, a través de ésta
se puede apreciar su momento de mayor apogeo,
cuando Cantona era la ciudad más grande y más
importante del oriente del altiplano Central.
Por tanto, queremos poner énfasis en la tipo-
logía de la cerámica de Cantona, aunque también
describiremos los tipos más representativos que
corresponden a la primera mitad de esta cuidad.
114
actualmente se está tratando (Merino Carrión,
en preparación) de integrar, en lo posible, la
totalidad de los materiales cerámicos.1
es preciso comentar aquí que los materiales
cerámicos estudiados provienen de rellenos de
estructuras –muros, plataformas, banquetas y
basamentos de casa o de vías de circulación–,
otros corresponden y se asocian con hallazgos
cerrados –entierros, tumbas u otros elementos
específicos– y, los menos, a ciertos contextos
estratificados. no hay que olvidar que Cantona
se asentó sobre un malpaís; gran derrame de lava
andesítica de formación bastante reciente (esca-
sos 25 000 años), y que por tanto la formación
de suelo es casi nula.
es, por lo antes dicho, lo que nos ha impedido
ubicar con mayor precisión la cronología de los
diversos tipos cerámicos establecidos. Pero, por
otra parte, hemos observado que es posible llegar
a precisar el desarrollo (inicio, transformación
y desaparición) de algunos de los tipos caracte-
rísticos de esta gran urbe. algunas de estas agru-
paciones se han subdividido con mayor detalle,
tanto por su forma como por el acabado de su
superficie, dado que es posible que tras contar
con el análisis petrográfico, así como con la
obtención de material proveniente de contextos
mejor definidos, logremos precisar la ubicación
temporal de dichas variantes, y el desarrollo de
estos tipos característicos del asentamiento.
en el libro sobre cerámica que se halla en
preparación vendrán descritos todos los tipos
conocidos para esta gran ciudad, incluyendo
también los correspondientes a la ocupación
preclásica en el sitio, de la que existen figurillas
de cerámica. estas últimas confundieron a los
investigadores, ya que en el resto de la ocupación
no se produjeron figurillas y las pocas existentes
1
aun cuando inicialmente se decidió incluir sólo los
tipos cerámicos característicos del epiclásico, la ausencia
–primero por enfermedad y luego por su deceso– del
autor principal del texto y la seguridad en el retraso de
la obra mayor que concluiría, hace que aquí también se
integren los tipos características de la primera parte de
Cantona y se mencionen las más comunes existentes para
la ocupación preclásica.
 La aLfarería en Cantona
(cuatro o cinco) provienen de otros lugares aleja-
dos de la ciudad. Para la publicación de esta obra
esperamos contar con los análisis petrográficos
de las pastas de los diversos tipos representativos
de Cantona. Por el momento sólo podemos
otorgar una visión macroscópica.
Cabe decir que los nombres otorgados a
cada uno de los tipos y subtipos corresponden a
nombres de poblaciones o haciendas existentes
actualmente en la región, salvo en los casos de
Izote, que se trata de una planta abundante en el
sitio, y Molongo, cuyo significado local equivale
a algo deforme o tosco.
el orden en que se presentan los tipos y va-
riantes cerámicos corresponde a la importancia
y mayor frecuencia de los mismos. en el caso de
los materiales cuyo número y representación ge-
neral es escaso no se proporciona una descripción,
salvo de algunos materiales que de acuerdo con
sus características (técnica de manufactura, forma
de decoración o semejantes a otros conocidos) y
facilidad de identificación y ubicación temporal si
lo permiten. antes que nada, conviene subrayar
que en la cerámica de Cantona no están presentes
representaciones de figurillas en toda la secuencia
(desde el inicio de Cantona II, por el año 50, hasta
su desaparición, por el año 1000 d.n.e.). algunos
fragmentos se obtuvieron de estos elementos, y
con la excepción de cuatro que corresponden a
la ocupación temprana de Cantona y dos que pro-
vienen de tlaxcala, región inmediata al sureste, y
otras dos de la región del occidente de México,
al parecer Colima, las demás se tratan de repre-
sentaciones elaboradas en etapas preclásicas, de
ocupaciones presentes en el área que cubre el
asentamiento y que sirvieron para relleno en las
construcciones posteriores de Cantona.
de esta manera, para el desarrollo descriptivo
de los materiales, se dará en primer lugar una
breve definición del tipo y en seguida se pre-
sentarán las variantes formales, en las que se am-
pliará y detallará la información correspondiente
a cada uno de dichos materiales cerámicos.
Cabe apuntar que en los comentarios inclui-
dos en el texto se relacionarán los materiales
con algún momento o periodo de desarrollo
115
de Cantona. esto se hará de acuerdo con docu-
mentación ya publicada (García Cook-Merino
Carrión 1998a, 2000a) en la que se proponen
fases o etapas temporoculturales para la ocu-
pación en el sitio. desde luego, adaptados de
acuerdo con la documentación con que se cuenta
actualmente. Pre Cantona o Cantona I, de 600
a.n.e. a 50 d.n.e; Cantona II, de 50 a 600 d.n.e;
Cantona III, de 600 a 900-950 d.n.e., y Cantona
IV, de 900 a 1000-1050 d.n.e.
Procedencia del material estudiado
el material que se presenta fue obtenido durante
los trabajos de exploración en la antigua ciudad
de Cantona, durante la primera temporada de
trabajos de excavación y restauración de las 17
unidades habilitadas para la visita pública en los
años de 1993-1994. Procede tanto de unidades
habitacionales, patios 2, 13 y 20; de unidades
habitacionales de “élite” como son las unidades
13 y 12, así como de áreas públicas, como son
las calles 1, 2 y 20. de áreas restringidas como
son las garitas o aduanas que permiten el acceso
a la zona cívico-religiosa de la ciudad en donde
se localiza la acrópolis, acceso Poniente. Y de 4
Conjuntos de Juegos de Pelota, 5, 6, 7 y 23; así
como el del Juego de Pelota 22. de dos unidades
de plazas cerradas, Plaza Central y el Palacio, este
último llamado así por su ubicación privilegiada
dentro del área cívico-ceremonial principal, por
su calidad y particularidad de los materiales lo-
calizados en las excavaciones, y por la apariencia
arquitectónica de su exterior norte y poniente
hasta hoy conocidos.
La tipología está basada en el análisis del
material recuperado en la primera –y más pro-
longada– temporada de campo, que se llevó a
cabo en 1993 y 1994. no se incluye el estudio
de la cerámica explorada en la Plaza oriente,
la cual fue motivo de otro análisis para formar
parte de la tesis de licenciatura de enrique Gar-
cía García (2000). el universo manejado fue de
450 643 tiestos, y aun cuando posteriormente
se revisaron los 8 476 tiestos obtenidos en la
mencionada Plaza oriente y se agruparon igual-
mente los 18 820 que fueron recuperados en la
 Beatriz Leonor Merino Carrión y ÁngeL garCía Cook
exploración de la Pirámide mayor del conjunto
del Juego de Pelota 5 en 1996-1997, así como
los poco más de 21 000 fragmentos de cerámica
obtenidos en las temporadas 1997, 1999 y 2000,
cuya suma total alcanza los 500 000 tiestos, la
definición tipológica se basa en los primeros
450 643 tiestos estudiados inicialmente, y en
torno a esta cifra giran también los porcentajes
calculados para cada tipo o grupo cerámico.
Las piezas enteras recuperadas en ofrendas y
contextos determinados tampoco se incluyen,
sólo fueron aprovechadas para ilustrar o para
precisar la cronología, ya que muchas de ellas
están asociadas a contextos fechados.
La ProduCCión aLFarera entre
eL 500 y eL 950-1000 de nueStra era
LaS CerÁMiCaS doMinanteS en La antigua
Ciudad de Cantona
Xaltipanapa Rojo
descripción general: cerámica con pasta semi-
compacta a compacta, en ocasiones arenosa, con
desgrasantes minerales; de color café rojizo, ama-
rillento rojizo o bien gris rojizo y gris muy oscuro.
La dureza de las pastas es de 3 a 3.5 Mohs.
el acabado de superficie consiste en la apli-
cación de un engobe grueso, de pulido a bien
pulido, con particularidades de acuerdo con la
forma y función del recipiente; de color rojo de
varios tonos –claro, oscuro, café rojizo, amarillo
rojizo y rojo con manchas negras. Las formas en
las que se presenta este tipo son: ollas, de paredes
delgadas o no; cajetes de paredes rectas, recto
divergentes o curvo divergentes; platos y vasos.
ahora trataremos sobre cada una de estas
variantes formales y sobre sus características
particulares.
Ollas con el cuello alisado
Pasta: de textura arenosa a semicompacta, con
desgrasantes minerales; presenta una dureza
de 3 en la escala de Mohs. Su porosidad es de
regular a fina, la cocción es buena. el color de
116
la pasta es café rojizo (2.5 yr 5/4) a amarillo
rojizo (5 yr 6/8).
tratamiento de la superficie: presenta un
engobe grueso, bien pulido, tanto en el cuer-
po de la olla como en el borde interior; en el
exterior el cuello tiene este engobe sólo en la
parte inferior ya que presenta una banda, que lo
circunda, en donde sólo se ha alisado el barro,
siendo ésta una de las características principales
que definen a estas ollas.
el color de la superficie exterior es rojo (7.5
r 5/8, 4/8, 4/6) a rojo claro (7.5 r 4/4) y el
café rojizo (2.5 yr 5/4). el color de la superficie
interior es café rojizo (2.5 yr 5/4), rojo (7.5 r
5/8, 4/8, 4/6) a rojo oscuro (7.5 r 3/8) y rojo
claro (7.5 r 5/4).
Formas: estas ollas presentan un cuerpo
curvo convergente cuyo espesor de las paredes
va de 0.7 a 1.1 cm; la base es plana y el fondo
también; los cuellos son rectos (los que son
más abundantes); otros son recto divergentes
y, en menor proporción, curvo divergentes; su
altura es de 2.1 hasta 6.2 cm. el borde puede
ser plano, plano con esquinas redondeadas o
recto divergentes (que son los que predomi-
nan), y también existen los curvo divergentes y
redondeados. el diámetro de la boca es de 20
a 30 cm, y el diámetro máximo del cuerpo es
de 30 a 45 cm. Las alturas de las piezas se han
calculado en un promedio de 20 a 35 cm, ya
que no se cuenta con elementos completos que
puedan ser medidos (figura 1 a).
Ollas de paredes delgadas
Pastas: de textura semicompacta, con desgra-
santes minerales. La dureza es de 3 Mohs. Con
porosidad fina y presenta buen cocimiento. el
color es de café rojizo (5 yr 6/6) y de gris rojizo
a gris rosado (5 yr 6/2, 5/2).
tratamiento de la superficie: presenta un
engobe grueso bien pulido de color rojo (7.5
r 4/8, 4/6), el cual está presente tanto en el
borde, interno y externo, en el cuerpo y parte
del cuello, que también tiene una banda que lo
circunda sin engobe la cual sólo es alisada. en el
interior sólo el borde presenta el engobe, como
 La aLfarería en Cantona
dijimos, y el resto del interior de la pieza sólo se
encuentra alisado.
formas: son ollas de cuerpo curvo convergen-
te con cuello recto, recto divergente y en ocasio-
nes curvo divergente, la altura de los cuellos va
de 1.5 a 3 cm, en algunas ocasiones en el cuello
se presentan perforaciones. esto es una de las
características de la cerámica de Cantona, ya que
estas perforaciones se presentan en casi todas las
formas y tipos. el borde es redondeado, plano a
plano con esquinas redondeadas. tanto la base
como el fondo son planos. Los diámetros son: de
la boca de 7 a 10 cm y de 12 hasta 16 cm; el del
cuerpo sería de 13 a 18 o 25 cm. el espesor de las
paredes va de 0.4 a 0.5 cm (figura 1 d).
Cajetes Rojo interior y exterior
Pasta: de textura semicompacta con desgrasantes
minerales, arenas y ceniza volcánica, poco porosa
y con una dureza de 3 a 3.5 en la escala de Mohs.
La cocción es de buena a regular, ya que algunos
tiestos presentan la pasta con un núcleo muy
oscuro. el color de la pasta es amarillo rojizo
(7.5 Yr 6/6) con núcleo gris muy oscuro (7.5
Yr 3/0).
tratamiento de la superficie: presenta un
engobe grueso bien pulido, el cual se extiende
en todo el cuerpo de la vasija, tanto en el interior
como en el exterior. el color es rojo (7.5 r 4/6,
4/8; 10 r 5/8, 4/6, 4/8). en algunas ocasiones el
interior se presenta con un tono más oscuro, rojo
débil y rojo muy sucio (7.5 r 4/4, 2.5/2).
formas: se trata de cajetes de paredes rectas
o recto divergentes que son las formas predo-
minantes, aunque existen también ejemplos
de cajetes con paredes curvo divergentes. es
frecuente encontrar 1 o 2 y hasta 4 perforaciones
en las paredes de las piezas; la base y el fondo son
planos y la forma del borde es redondeada, recto
con aristas redondeadas y curvo divergentes. el
diámetro máximo de la boca va de 12 a 26 cm; y
el de la base de 10 a 22 cm. el espesor del borde
es de 0.65 cm; de las paredes del cuerpo de 0.6 a
0.9 cm y de la base de 0.6 a 0.9 cm. altura máxima
de la pieza es de 5.3 a 6.6 cm, e incluso a 8.1 cm
(figura 1 b, c, e, f; figura 3 a-f).
117
Platos y cajetes ligeramente curvo convergentes
Pasta: semejante a la de los cajetes, salvo el color
que varía a rojo claro (7.5 r 6/8).
tratamiento de la superficie: también pre-
sentan un engobe que cubre al plato tanto en el
exterior como en el interior, bien pulido. este
engobe en muchos ejemplares no es tan grueso
y se ha perdido, tanto en el exterior como en el
interior de la pieza. el color es rojo oscuro (7.5
r 3/6, 3/8) a rojo (10 r 4/6, 4/8).
forma: se trata de platos con pared ligera-
mente curvo convergente, con los bordes re-
dondeados o planos con las aristas redondeadas.
La base es plana y el fondo plano, y también en
algunos ejemplares se presentan perforaciones
intencionales, poscocción, en las paredes. Los
diámetros máximos son: de la boca van de 10 a
13 cm y de 15 a 30 cm; y la base de 10 a 30 cm. el
espesor de las paredes es de 0.7 cm; el de la base
de 0.6 cm y en el borde 0.6 cm y la altura varía
de acuerdo al diámetro de la pieza desde 3 a 6.7
cm (figura 1, g, h, k; figura 3 g, h).
Vasos
Pasta: es semicompacta con agregados mine-
rales y arena volcánica, la cocción es regular
y el color es amarillo rojizo (5 Yr 6/6, 5/6) y
café rojizo claro (5 Yr 6/3, 6/4) a café rojizo
(5 Yr 5/4).
tratamiento de la superficie: presenta un en-
gobe grueso que cubre toda la superficie exterior
e interior del vaso; el color exterior es rojo (7.5 r
4/4, 4/6, 5/8 y 3/6) y el interior en algunas oca-
siones es el mismo color del engobe con manchas
negras (5 Yr 2.5/1 y 5 r 2.5/1 2.5/2).
forma: se trata de vasos con paredes rectas
con borde redondeado y base plana, en algunas
ocasiones también presentan perforaciones en
las paredes. Los diámetros máximos son: de la
boca de 14 a 16 cm; y de la base de 11 a 14 cm.
el espesor del borde va de 0.5 a 0.9 cm; en el
cuerpo de 0.6 a 1.4 cm y en la base de 0.3 a 0.4
cm. La altura de la pieza es de 14 a 18 cm (figura
1, i, j; figura 4 a).
Comentarios: este tipo, Xaltipanapa rojo, es
el más abundante y uno de los más caracterís-
 Beatriz Leonor Merino Carrión y ÁngeL garCía Cook

a
c

e
d

g
f
0 9 cm

j k
e. Morales

Figura 1. Xaltipanapa rojo: a: ollas con cuello alisado; b, c: cajetes con paredes recto divergentes; d: ollas
de paredes delgadas; e, f: platos y cajetes de paredes curvo divergentes; g, h: cajetes y platos de paredes
ligeramente curvo convergentes; i, j, k: vasos, cajetes y platos curvo convergentes.

ticos de Cantona. Se cuenta con 32 690 tiestos
correspondientes a este tipo, lo que equivale a
7.26% del total del material cerámico analizado,
correspondiendo 16 916 ejemplares –3.76%
del total cerámico– a las ollas, y el resto: 15 774
–3.50%– a los cajetes, platos y vasos. Se origina,
al parecer, desde el inicio del siglo vi de nuestra
era; se va transformando a través del tiempo, sin
perder sus características básicas de pasta y trata-
miento de superficie, y pierde importancia allá
por el siglo iX, hasta desaparecer. durante todo
su desarrollo no contó con soportes; todas sus
variantes tuvieron siempre base plana. tampoco
cuenta con la presencia de asas, en algunos casos
están presentes dos agujeros ubicados cerca del
borde y en lugares opuestos, los que al parecer
sirvieron para asir el recipiente.
en forma se parecen al subtipo redware
(plate 26a y 26b) de Cerro de las Mesas (druc-
ker, 1993). también parecidos a algunas vasijas
del Painted Ware de Xolalpan tardío que ilustra
Sejourné (1966: 212, fig. 196) para teotihuacan.
rattray (2001: 260), por su parte, asienta que: “La
costumbre de cubrir totalmente las vasijas con
pintura roja es muy típica de la fase Xolalpan
temprano, mientras que en Xolalpan tardío y
Metepec son más populares los diseños en rojo
sobre natural”.

118
 La aLfarería en Cantona
xaLtipanapa rojo inCiso
descripción general: con pasta de textura media
fina, compacta, de desgrasantes minerales y arena
o ceniza volcánica; con regular a buena cocción,
sus colores van de café claro a gris rosado, cuyo
núcleo va de gris oscuro a negro o café oscuro,
y con dureza de 3 a 4 Mohs. el tratamiento de
la superficie consiste en un engobe grueso con
varios tonos de rojo y algunos con manchas ne-
gras en el interior.
presenta decoración incisa en la superficie
exterior de las piezas, la que se efectuó con un
sello o bien con algún objeto punzo cortante. Los
motivos son simples y varían de líneas paralelas
y geométricas. se presenta en tres formas de
vasijas básicamente: cajetes de paredes rectas;
ligeramente curvo divergentes y cajetes de pa-
redes curvo convergentes. Los bordes pueden
ser redondeados, planos, curvo divergentes o
de aristas redondeadas. todos tienen base y
fondo plano.
Cajetes con incisión diagonal
pasta: de textura compacta con desgrasantes
minerales y arena volcánica, algunos granos son
muy grandes y se encuentran adheridos a las
paredes o al fondo de la pieza. La dureza es de
3.5 a 4 Mohs; con poca porosidad y la cocción
es de regular a buena, ya que algunos tiestos
presentan el núcleo de la cocción. el color de la
pasta es de café claro a gris rosado (7.5 Yr 6/4,
6/2) con el núcleo gris oscuro a café oscuro (7.5
Yr 4/0, 4/2).
tratamiento de la superficie: presentan un
engobe rojo grueso (10 r 4/6, 4/8) que cubre
la superficie exterior e interior de la pieza, en
donde en ocasiones se observan manchas negras
de cocción.
técnica decorativa: presenta alteración de
la superficie exterior a través de incisiones, las
cuales fueron hechas al parecer por un sello cilín-
drico (¿sellado?), ya que las líneas se encuentran
separadas en forma equidistante y todas son de
la misma dimensión, observándose además el
apoyo de los extremos laterales del artefacto con
que se realizó la decoración.
119
Motivos de la decoración: se trata de líneas
paralelas diagonales que se distribuyen a lo
ancho del cuerpo exterior en una banda que
lo circunda.
forma: se trata de cajetes de paredes rectas
o ligeramente curvo divergentes, con borde re-
dondeado, la base es plana al igual que el fondo.
el diámetro máximo de las piezas es de 30 cm,
el espesor de las paredes va de 0.6 a 0.8 cm y la
altura es de 4.5 a 5 cm (figura 2 a).
Comentarios: este material, de fabricación lo-
cal, es muy semejante a materiales de Campeche
llamados el fuego, los cuales aparentan ser de
épocas contemporáneas a Cantona.
Cajetes incisos
pasta: de textura media a media fina, con des-
grasantes minerales y ceniza volcánica. La dureza
es de 3 en escala de Mohs. son compactas y la
cocción es de regular a buena. el color de la pasta
es de café claro a gris rosado (7.5 Yr 6/4, 6/2),
en ocasiones con el núcleo negro.
tratamiento de la superficie: presentan un
engobe pulido en toda la superficie exterior e
interior, de color que va de rojo pálido a café
rojizo (2.5 Yr 4/2, 4/4, 4/6, 4/8).
técnica decorativa: observa alteración de la
superficie por medio de incisiones en la super-
ficie exterior del cajete.
Motivos decorativos: se trata de líneas hori-
zontales paralelas y geométricas.
formas: existen cajetes de paredes rectas o
recto divergentes y cajetes con paredes curvo
convergentes. de base plana y fondo plano y los
bordes planos con aristas redondeadas, redon-
deados y curvo divergentes. el diámetro máximo
de la boca va de 14 a 18 cm. Y el espesor de las
paredes de 0.4 a 0.6 cm (figura 2 b, d).
Vasos incisos
pasta: de textura media fina, compacta, con des-
grasantes minerales, la dureza es de 3 a 4 Mohs.
La cocción es de regular a buena.
tratamiento de la superficie: presenta un
engobe rojo pulido tanto en el exterior como en
el interior en donde es más frecuente encontrar
 Beatriz Leonor Merino Carrión y ÁngeL garCía Cook
manchas negras, el color es de rojo pálido, café
rojizo a rojo (2.5 yr 4/2, 4/4, 4/6, 4/8).
técnica decorativa: observa alteración de la
superficie por incisión en la pared exterior de
la pieza.
Motivos decorativos: se trata de líneas geo-
métricas.
Forma: son vasos de paredes rectas con borde
redondeado, base plana y fondo también plano,
existe un solo ejemplar con soportes cónico
sólidos. el diámetro máximo de la boca es de 14
cm y del cuerpo y la base de 12 cm. el espesor
de las paredes es de 0.5 a 0.8 cm (figura 2c, e-g;
figura 4 b, c).
Comentarios: al igual que el Xaltipanapa rojo,
este tipo –Xaltipanapa rojo inciso– observa el mis-
mo tratamiento de superficie que aquel, difiere
por el hecho de contar con la decoración incisa
–y al parecer “sellada”– y por tratarse de un tipo
con una temporalidad más corta –quizá sólo de
finales del siglo vii y el siglo viii–. Pero, al igual
que el Xaltipanapa rojo comparte, al parecer,
la misma pasta, algunas formas y también están
ausentes tanto los soportes como las asas. La
pieza que cuenta con soporte es probable que
sea de procedencia alóctona.
XaLtiPanaPa rojo esgraFiado
descripción general: de pasta semifina con agre-
gados minerales (y arena volcánica) compacta,
cuya dureza es de 3 a 4 Mohs. Con regular coc-
ción. de color café pálido a amarillo; algunos
tiestos presentan núcleos negros. La superficie
observa un engobe pulido de color rojo, y en
ocasiones el interior tiene manchas ya sean en
rojo débil a gris rojizo oscuro o negros. tiene
decoración esgrafiada con motivos en líneas
delgadas geométricas. se presenta en forma de
cajetes y vasos.
Cajetes esgrafiados
Pasta: de textura semifina con desgrasantes mine-
rales, compacta, la dureza en la escala de Mohs
es de 3. La cocción es regular a semibuena y el
color es de café muy pálido a amarillo (10 yr 7/4,
7/6), en ocasiones con el núcleo negro.
120
tratamiento de la superficie: presenta un en-
gobe pulido en el exterior e interior de la pieza
de color rojo (7.5 r 4/8, 5/8), en ocasiones el
interior de la pieza observa manchas negras de
cocción.
técnica decorativa: se presenta por alteración
de la superficie realizando un esgrafiado.
Motivos en la decoración: se trata de líneas
delgadas con motivos geométricos.
Formas: cajetes con paredes rectas y recto
divergentes, con el fondo plano y la base plana;
el borde es redondeado o plano con aristas re-
dondeadas. el diámetro de la boca es de 16 a 30
cm (figura 2 h, l).
Cajetes de paredes curvo convergentes, fondo
plano y base plana, con el borde redondeado.
el diámetro de la boca va de 14 a 16 cm (figura
2 i, m).
Vasos esgrafiados
Pasta: de textura media fina, semicompacta,
con desgrasantes minerales y arena volcánica,
la dureza es de 3 en la escala de Mohs. el color
de la pasta es de café muy pálido a amarillo (10
yr 7/4, 7/6).
tratamiento de la superficie: presenta un
engobe pulido que cubre tanto el exterior como
el interior del vaso. el color es de rojo débil a
rojo (10 r 4/4, 4/6, 4/8) en el exterior, y en el
interior es semejante con algunas manchas de
color rojo muy débil y gris rojizo oscuro (10 r
4/1, 4/2).
técnica decorativa: es por alteración de la
superficie exterior a través de esgrafiado.
Motivos de la decoración: diseños geométri-
cos en base a líneas.
Forma: son vasos de paredes rectas y recto
divergentes, algunos elementos con las paredes
ligeramente curvo divergentes, con la base plana
y el fondo también; el borde es redondeado en
la mayoría de los casos. el diámetro de la boca
es de 14 a 18 cm y de la base de 13 a 16 cm, con
un espesor de paredes de 0.9 cm (figura 2 j, k;
figura 4 d).
Comentarios: comparte con los dos tipos an-
teriormente descritos tanto la pasta como el aca-
 La aLfarería en Cantona

b
a

d
c

g
e
f

j
h i
0 9 cm

k l m

o
n e. Morales

figura 2. Xaltipanapa rojo Inciso, a: cajetes o platos con incisión diagonal; b, d: cajetes incisos;
c, e-g: vasos incisos. Xaltipanapa rojo esgrafiado, h, l: cajetes recto divergentes; m: cajete curvo convergente;
i-k: vasos (esgrafiados). Xaltipanapa rojo con interior café alisado, n: cajetes de paredes curvo convergentes.
Xaltipanapa rojo con interior negro, o: cajete de paredes rectas (o curvo) divergente.

bado general de la superficie y de ahí el nombre
de Xaltipanapa; varía por el hecho de presentar
decoración esgrafiada como en las formas en que
se manifiesta. también observan base y fondo
plano y su temporalidad, al parecer, se concentra
hacia los siglos vII y vIII de nuestra era.
XaLtIpanapa rojo Con InterIor
Café aLIsado
descripción general: se trata de un tipo con
pocas variantes formales, su diferencia con los
otros tipos Xaltipanapa es la del tratamiento
que tiene el interior de la pieza. por tanto se le
describe en una sola variante.
Cajetes
pasta: de textura semicompacta con desgrasantes
minerales y arena volcánica; la dureza es de 3 en
la escala de Mohs. el color de la pasta es amarillo
rojizo (5 Yr 5/6, 5/8).
tratamiento de la superficie: el exterior de la
pieza presenta un engobe pulido de color rojo

121
 Beatriz Leonor Merino Carrión y ÁngeL garCía Cook
(2.5 yr 5/6, 5/8) y el interior tiene un alisado
de color café rojizo o café rojizo claro (5 yr
6/4, 5/4).
Formas: cajetes de paredes curvo convergen-
tes, de fondo plano y base plana, con el borde
redondeado. el diámetro de la boca y el cuerpo
es de 14 a 16 cm; el espesor de las paredes es de
0.5 a 0.9 cm y la altura varía de 4 a 6 cm (figura
2 n).
Cajetes de paredes rectas, de fondo y base
plana, con el borde redondeado. el diámetro de
la boca es de 14 a 18 cm, el espesor de 0.5 a 0.7
cm y la altura máxima de 5.5 a 6 cm.
Comentarios: como en todos los cajetes de
Xaltipanapa, y en general de la cerámica de
Cantona, es frecuente encontrar perforaciones
en las paredes de las vasijas, probablemente para
colgarlas, por la ausencia total de asas. del mismo
modo tanto las bases como los fondos son planos
y no se presentan soportes.
XaLtipanapa rojo Con eL interior negro
descripción general: en este caso tanto el exte-
rior como el interior de la pieza fueron pulidos,
sólo cambia el color o el tono del color, y esto úl-
timo se debe al parecer por la forma de cocción,
de regular a buena. y el color de ésta es de rojo
amarillento y amarillo rojizo (5 yr 5/8 y 6/8).
tratamiento de la superficie: presenta un
engobe rojo (10 r 4/8 y 5/8) pulido en el
exterior de la vasija y en el interior el engobe
cambia de color a rojo oscuro a más oscuro (10
r 2.5/2, 3/2).
Formas: cajetes de paredes rectas, borde re-
dondeado y plano con aristas redondeadas, con
base y fondo plano. el diámetro de la boca es de
20 a 22 cm, el espesor de las paredes es de 0.6 a
0.8 cm. en escasa proporción llegan a aparecer
cajetes de paredes curvo divergentes (figura 2 o;
figuras 4 e, f).
Cajetes de paredes curvo convergente, con
borde redondeado, base y fondo planos; el diá-
metro de la boca es de 18 cm, el espesor de las
paredes es de 0.8 cm.
Comentarios: este tipo se presenta en escasa
proporción (sólo 307 tiestos) y todo parece
122
indicar que el color más oscuro del interior de
las piezas fue buscado. tampoco cuenta con
asas y soportes y su temporalidad es, al parecer,
durante el siglo viii.
izote rojo
descripción general: grupo de cerámica de
color rojo, con varios tonos, decoración incisa o
acanalada y se manifiesta en ollas de cuello re-
gular a largo y en cajetes de paredes rectas, recto
divergentes y curvo convergentes. Con pasta con
agregados minerales de color gris rosado, con
regular a buena cocción.
pasta: compacta, de textura media con desgra-
santes minerales, la dureza es de 4 en la escala
de Mohs. presentan un cocimiento de regular a
bueno, y el color de la pasta es gris rosado (7.5 yr
7/2); en algunos casos tiene el núcleo oscuro.
tratamiento de la superficie: presenta un en-
gobe rojo muy pulido otorgando una superficie
brillante en el exterior de la pieza. el color de la
superficie exterior es de rojo a rojo sucio y rojo
oscuro (5 r 4/6, 7.5 r 3/4, 3/6). y el interior
comparte el engobe del exterior, salvo en el caso
de las ollas, las que presentan un color blanco
rosáceo (5 yr 8/2) o rosa a café rojizo claro (5
yr 8/3, 6/3).
Ollas
Formas: ollas de cuello largo recto, recto di-
vergente o ligeramente curvo divergente. el
diámetro de la boca de la olla es de 11 a 20 cm,
y el espesor del borde de 0.7 a 1.2 cm; la altura
del cuello va de 2.5 a 7.5 cm.
técnica decorativa: presentan una banda
incisa ancha en el cuello y el motivo en la deco-
ración es geométrico, con 2 o 3 líneas alrededor
del cuello semejando uno o varios canales (fi-
gura 5 a).
Cajetes
pasta: semejante al de las ollas, aunque más
compacta.
Formas: cajetes de paredes rectas y recto di-
vergentes (en sólo dos casos se presenta silueta
compuesta), el borde es redondeado, la base
 La aLfarería en Cantona
a b
c d
f redondeado. Las dimensiones son muy semejan-
e tes a las descritas antes.
g h
figura 3. Xaltipanapa rojo, a: cajete de paredes
recto divergentes; b: cajete de paredes rectas; c, d, e,
f: platos de paredes ligeramente curvo divergentes;
g, h: cajetes de paredes curvo convergentes.
b
a males, se le describe en un solo grupo, el cual
d
c claro (2.5 Yr 5/8, 4/8 a 6/4, 6/2) con el núcleo
e f
figura 4. Xaltipanapa rojo, a: vaso. Xaltipanapa
rojo Inciso, b, c: vasos. Xaltipanapa rojo esgrafiado,
d: vasos. Xaltipanapa rojo, interior negro,
e, f: cajetes con paredes curvo divergentes.
123
plana y el fondo plano. el diámetro de la boca
es de 18 a 22 cm y de la base de 14 a 17 cm. el
espesor del borde es desde 0.5 hasta 1.2 cm, de
las paredes del cuerpo es de 0.6 a 1 cm y de la
base de 0.6 a 0.9 cm (figura 5 b, c).
técnica decorativa: es por medio de la inci-
sión realizando un canal cercano al borde y otro
en la base de la pieza. en el ángulo de la pared
con la base, por medio del modelado, se realiza
una protuberancia hecha por aplicación.
Cajetes de paredes curvo convergentes: con
base plana y fondo también plano, el borde es
Comentarios: aun cuando se tienen pocos
ejemplares de este tipo, creímos conveniente in-
cluirlo por su gran semejanza con los materiales
texcalac rojo de tlaxcala (García Cook-Merino
Carrión, 1988), por su acabado y color rojo
brillante –o lustroso–, y por tanto su ubicación
temporal se establece en los siglos IX y X. Cuando
están un poco erosionados se les puede confun-
dir con el tipo Xaltipanapa rojo.
XonaCatLÁn rojo soBre BLanCo-rosa
descripción general: tipo cerámico que agrupa
tiestos correspondientes a una sola forma de
vasija, tecomates de boca amplia o cajetes con
paredes curvo convergentes y base plana, y cuyo
tratamiento –decoración– permite una rápida
identificación. Por no contar con variantes for-
presenta las siguientes características.
Pasta: de textura arenosa, con agregados de
tamaño medio, con una dureza en la escala de
Mohs de 3. Presenta cocción regular y el color
de la pasta es de rojo a rojo pálido y café rojizo
gris oscuro.
tratamiento de la superficie: el exterior e
interior de la pieza presentan un engobe caedi-
zo no muy pulido y en ocasiones se trata de un
baño polvoso. el color por lo general es rosa o
café rojizo claro (5 Yr 7/4, 6/4) cuando se trata
de engobe, pero cuando es baño, el color puede
cambiar a rojo o rojo claro (2.5 Yr 5/6, 6/6).
 Beatriz Leonor Merino Carrión y ÁngeL garCía Cook

a
c

d
e

f
g
0 9 cm

l
k

Figura 5. izote rojo, a: ollas con cuello recto divergente; b, c: cajetes de paredes rectas y recto divergentes.
Xonacatlán rojo sobre Blanco, d, e: tecomates y cajetes curvo convergentes.
texcal Lisa Café, f: ollas con cuello recto divergente; g: ollas con cuello curvo divergente.
tepeyahualco Lisa Baño Blanco, h, i, k, l: ollas; j: apaxtle.

técnica decorativa: se agrega a la superficie dondeado y la base plana. el diámetro máximo

una pintura secundaria precocción alrededor
del borde interior e incluso ocupa parte del
exterior, de color rojo y rojo oscuro (7.5 r 4/8,
3/8).
Motivo de la decoración: se trata de una
banda ancha en el interior de la pieza alrededor
del borde y parte del cuerpo. en el exterior sólo
cubre el borde y una franja angosta del cuerpo
superior.
Forma: se trata de grandes tecomates y cajetes
de paredes curvo convergentes con el borde re-
de la boca es de 12 a 22 cm y del cuerpo de 20 a
32 cm aproximadamente, el de la base es de 9 a
11 cm. el espesor de las paredes es de 0.9 a 1.1
cm y la altura va de 6 a 14, aunque puede llegar
hasta 20 cm (figura 5 d, e; figura 8 a).
Comentarios: junto con los tipos Xaltipanapa
es de los materiales más representados y de fácil
identificación en el registro arqueológico de
Cantona. observa cierto parecido con el tipo
rojo sobre baño blanco interior y exterior de
las fases Prado y Corral de tula (Cobean, 1990)

124
 La aLfarería en Cantona
y también observa ciertas semejanzas con los
tipos cremas de totonacapan. en Cantona se le
puede ubicar entre 500 y 900 de nuestra era –o
Cantona III–, y aunque su número no es muy
grande respecto de la totalidad del material
analizado –sólo 2 168 tiestos, casi 0.5% del total
cerámico– es de la cerámica que permite hacer
comparaciones y permite ubicar temporalmente
el contexto en que se encuentre.
tenextepeC CazueLas
descripción general: otra forma de recipientes,
cazuela, con pasta granulosa y de características
en color que las hace fácil de identificar, está
presente en el área habitacional explorada. se
trata de un solo grupo y por tanto se le describe
en seguida.
pasta: de textura granulosa con agregados mi-
nerales de tamaño grande, la dureza es en escala
de Mohs de 3.5. el color de la pasta es rojo (7.5
r 5/8 y 10 r 5/8) a rojo muy pálido (10 r 6/8),
con el núcleo muy oscuro por la cocción.
tratamiento de la superficie: presenta un
engobe pulido en el exterior, de color rojo (7.5
r 5/6) a rojo sucio (7.5 r 3/4) e incluso de
color café oscuro (7.5 Yr 4/2); en el interior de
la pieza sólo se cubre la franja cercana al borde
con el mismo color o bien un poco más rojo y
el cuerpo hacia el interior presenta un baño de
pintura caedizo de color rosa (5 Yr 7/3, 7/4,
8/3 y 8/4); en ocasiones es blanco rosado (7.5
Yr 8/2) y rosa grisáceo (7.5 Yr 7/2).
formas: se trata de cazuelas de borde redon-
deado y en ocasiones reforzado, el diámetro de
la boca es alrededor de 40 cm, con un grosor
de paredes de 0.8 a 1.1 cm, y del borde de 1.5
a 2 cm. el fondo de la pieza es plano y la base
también lo es. en ocasiones presentan sendas
perforaciones en la parte superior del cuerpo.
no cuentan con asas.
Comentario: estas cazuelas son de las más
abundantes en la zona habitacional de Cantona
y, al parecer, cubren toda la ocupación mayor del
sitio. se identificaron 2 764 tiestos equivalentes a
0.6% del total de la cerámica clasificada inicial-
mente. se le puede ubicar temporalmente entre
125
el siglo vII y el inicio del xI –Cantona III-Iv– de
nuestra era.
texCaL LIsa Café o negro
descripción general: se trata de una cerámica
con carácter utilitario, por tanto en su gran ma-
yoría –99.11%– está integrada por ollas, jarros y
apaxtles o cazuelas, aunque también están pre-
sentes escasos tecomates y algunos cajetes. por
el momento, se han incluido en un solo grupo
aquellos tiestos que presentan sus superficies de
color café claro –gris rosáceo, rosa, café rojizo
claro, café rojizo– así como los de apariencia café
grisáceo oscuro a gris muy oscuro. es probable
que, a medida que avancen las investigaciones y
se conozca mejor la cerámica y su procedencia
más precisa, esta agrupación pueda ser dividida
en dos: texcal lisa café y texcal lisa negro.
texcal es uno de los tipos cerámicos mejor
representados en la loza de Cantona. Cubre más
de 5% del total del material cerámico analizado.
se cuenta con 22 663 elementos de este tipo, de
los que 11 404 son texcal café y 11 259 integra-
rían el texcal negro. en los dos casos la forma
predominante es el de las ollas.
pasta: las pastas son en su mayoría de textu-
ra medio fina, aunque se cuenta también con
algunos que tienen pasta medio gruesa, con
agregados minerales, de color café claro natural
los primeros y café grisáceo oscuro a gris muy
oscuro los segundos. Las superficies de las piezas
fueron también en su mayor parte alisadas, de
apariencia mate, aunque en ocasiones llevan un
engobe pulido de apariencia mate.
Ollas con cuello corto
Casi en su totalidad se trata de piezas con color
café claro; las de tonos oscuros o negruzcos son
pocas, y las dimensiones de sus cuellos son más
bien cortos, de 3.5 a 4.0 cm.
pasta: de textura medio fina, pocos tienen
pasta medio gruesa, compacta con agregados o
desgrasantes minerales; de buena cocción y con
dureza de 2.5 a 3 en la escala de Mohs. su color
varía de gris rosáceo, rosa, café rojizo claro a café
rojizo (5 Yr 7/2, 7/3, 7/4, 6/4, 6/3 y 5/3).
 Beatriz Leonor Merino Carrión y ÁngeL garCía Cook
tratamiento de la superficie: éstas son ali-
sadas, de apariencia mate, sólo en pocos casos
tienen un engobe pulido en el exterior, de color
café claro natural, el cual varía de gris rosáceo (5
yr 7/2), rosa (5 yr 7/3, 7/4), café rojizo claro
(5 yr 6/3, 6/4) o café rojizo (5 yr 5/3).
Formas: como todas las ollas, tienen un
cuerpo curvo convergente, con fondo y base
planas. Los cuellos son cortos –de 3 a 4 cm de
largo, con un espesor de 0.6 a 1.1 cm– rectos o
rectos expandidos, que son los que predominan;
con bordes redondeados, planos o aplanados.
el grosor de las paredes varía de 0.4 a 0.7 cm,
aunque algunas llegan hasta 1.1 cm de espesor.
Las bases, planas, cuentan con espesor de 0.6 a
1.2 cm. diámetro en el exterior de la boca, de
10 a 20 cm, y en la base del cuello va de 8 a 16
cm (figura 5 g).
Ollas con cuello regular
La altura del cuello es de 5 a 7 cm. en este caso
están presentes tanto las ollas de color café como
gris oscuro o negruzcos, predominando en cierta
medida estos últimos.
Pasta: medio fina a medio gruesa, con agre-
gados minerales, compacta, con buena cocción y
con dureza de 3 Mohs. de color gris muy oscuro
(10 yr 3/1), café grisáceo muy oscuro (10 yr
3/2), negro (5 yr 2.5/1) o café muy pálido (10y
r 7/4), café rojizo claro (5 yr 6/3 6/4) a café
rojizo (5 yr 5/3).
tratamiento de la superficie: de apariencia
mate alisada o con un ligero engobe pulido os-
curo o café claro. Su color: gris muy oscuro (10
yr 3/1, 5 yr 3/1) a café grisáceo muy oscuro
(10 yr 3/2), negro (5 yr 2.5/1), o bien café
rojizo claro (5 yr 6/3 6/4) a rosa (5 yr 7/3).
tonos tanto para la superficie exterior como
para la interior.
Formas: ollas con cuello de tamaño regular,
recto divergente, de 5 a 7 cm de longitud, con
bordes redondeados, planos o aplanados y adel-
gazados hacia el exterior. Las bases al parecer
son planas. diámetro en la boca de 10 a 22 cm,
en la base del cuello de 6 a 15 cm. espesor de
las paredes del cuello de 0.5 a 1 cm; del borde
126
0.5 a 1 cm y de las paredes del cuerpo de 0.4 a
0.6 cm (figura 5 f).
Ollas con cuello largo (recto divergente)
Comparte tanto la pasta como los tonos y acaba-
do de superficie de las demás ollas texcal, sólo
que en este caso la longitud del cuello es desde
8 hasta 11.5 cm. Cuello con paredes rectas o
inclinadas hacia el exterior con bordes redon-
deados, planos o aplanados, y en último lugar
los adelgazados hacia el exterior. es decir, son
cuellos recto divergentes o rectos ligeramente
curvo divergentes hacia su extremo distal. el
diámetro al exterior de la boca va de 14 a 30
cm y en la base del cuello va de 8.5 a 18 cm. el
diámetro de las bases, conocidas, son de 8.5 a
12.5 cm. el espesor de las paredes del cuello es
de 0.5 a 1.2 cm; de las paredes del cuerpo, de
0.5 a 0.7cm, y del borde 0.5 a 1.3 cm, y el grueso
de las bases va de 0.5 a 1.2 cm. en algunos de
estos cuellos se colocó un reborde en su parte
medial o cerca del borde, el cual es redondeado
o ligeramente aguzado.
Apaxtles o cazuelas
es la forma que sigue en importancia del tipo
texcal lisa café o negra, aunque la mayoría se
presentan en color negruzco.
Pasta: semejante al de las ollas, medio fina
a medio gruesa, con desgrasantes minerales,
compacta a muy compacta con dureza de 2.5
a 3 Mohs, y con buena cocción. Color gris muy
oscuro (10 yr 3/1, 5 yr 3/1), café grisáceo muy
oscuro (10 yr 3/2) gris oscuro (5 yr 4/1) a
negro (5 yr 2.5/1).
tratamiento de la superficie: alisada o con
engobe pulido, de apariencia mate, paredes
recto divergentes o curvo divergentes con bor-
des redondeados; base plana. en varios casos la
unión de la base con el inicio de las paredes del
cuerpo afecta una forma compuesta al exterior,
a manera de ángulo “z”, como si se tratase de
un reborde basal. el espesor de la base es de
0.6 a 1.2 cm, y las paredes tienen entre 0.8 y 1.3
cm de grueso. el diámetro de la base gira en
torno de 11 y 14 cm, y el del exterior de la boca
 La aLfarería en Cantona
va de 28 a 32 cm. tienen una altura inferida de
9 a 11 cm.
algunas ollas, al parecer, también tienen esta
forma de base.
Ollitas
en este mismo grupo se han incluido también
algunas ollas de cortas dimensiones, con cue-
llos corto recto o curvo divergentes, con borde
redondeado o aguzados al exterior. tienen
mejor acabado, con buena cocción, compactas
y cuentan con un engobe negro pulido aunque
con apariencia mate. el espesor de las paredes
es ligeramente grueso, de 0.8 a 1 cm; base plana
más delgada, 0.6 cm, y espesor del borde de 0.6
cm. Sus dimensiones son: diámetro en la boca
de 8 a 10 cm, en la base del cuello de 6 a 8 cm y
el de la base de 6 a 7 cm.
Tecomates
aunque en número reducido –sólo 16 ejempla-
res– también se presenta esta forma de vasijas.
Identificados sólo con base en la forma que
afecta las paredes con sus bordes. al igual que las
ollitas también presentan buena cocción; pasta
compacta y acabado de superficie –exterior– con
engobe pulido mate. Sus bordes pueden ser re-
dondeados, y ligeramente curvos o redondeados
engrosados hacia el interior.
Comentarios: en general, la cerámica café o
negra doméstica, o café oscuro con manchas de
uso, fue utilizada casi durante toda la secuencia
ocupacional de Cantona –Cantona II y Cantona
III– aumentando desde luego a partir del 500 d.n.e.
aproximadamente, momento también en que se ve
fuertemente incrementada la población.
es probable que con mayores exploraciones y
obtención de estos materiales en contextos mejor
definidos, este grupo texcal pueda subdividirse
en dos y definir con claridad sus variantes.
Por el momento, la única comparación que
se puede hacer de texcal con otros materiales
conocidos es el de los cuellos con reborde medial
o hacia el borde, ya que esto los asemeja con las
ollas rojas o café oscuro de la fase texcalac en
tlaxcala (García Cook-Merino Carrión, 1988).
127
texCaLteno LISa naranja
descripción general: vajilla de carácter utilitario,
y por tanto, predominan las ollas en relación
con otras formas de recipientes –apaxtles, vasos,
ollitas miniatura y jarrones–, las cuales represen-
tan menos de 1% del total –14 828– de tiestos
correspondientes a este grupo cerámico. tex-
calteno lisa naranja, representa 3.3% del total de
los materiales cerámicos de Cantona analizados
para la integración de esta clasificación tipoló-
gica. es una cerámica de pasta arenosa, media
fina, con agregados minerales, compacta, de
buena cocción; ollas, en su gran mayoría, con
cuellos cortos, en su mayor número y de tamaño
regular a grandes en menor proporción. todas
de base plana. el color de la pasta varía entre
café rojizo claro, amarillo rojizo, a rosa, y el
de las superficies va de rojo, café rojizo claro
a amarillo rojizo, tanto en el interior como en
el exterior.
Pasta: textura medio fina, algunos de apa-
riencia arenosa, con agregados minerales; de
consistencia compacta y en menor proporción
porosa; con buena cocción y dureza de 2.5 a 3
Mohs. Su color va de café rojizo claro a amarillo
rojizo (5 Yr 6/4, 6/8, 7/6, 7/8), rosa (5 Yr 7/4)
y de rojo a rojo claro (2.5 Yr 5/8, 6/8).
tratamiento de la superficie: de apariencia
mate, la gran mayoría con engobe pulido y en
menor proporción alisada. el color tanto en el
exterior como en el interior es de rosa a amarillo
rojizo (5 Yr 7/4, 7/6, 7/8), café rojizo claro (5
Yr 6/4), y en menor número rojo y rojo claro
(2.5 Yr 5/8 y 6/8).
formas: la vasija predominante es la olla y
de éstas las que se presentan en mayor número
son:
Ollas con cuello corto
La forma del cuello es recto-expandido –en al-
gunos casi horizontal– con bordes redondeados,
planos y rectos con aristas redondeadas. el tama-
ño del cuello varía entre 1 y 3 cm; con espesor de
sus paredes de 0.6 a 0.9 cm y del borde de 0.8 a 1
cm. Las bases planas, de 0.7 a 0.9 cm de espesor.
diámetro en el exterior de la boca es de 14 a 20
 Beatriz Leonor Merino Carrión y ÁngeL garCía Cook
cm; en la base del cuello, de 10 a 15 cm, y en la
base de la pieza desde 7.5 hasta 12 cm.
Ollas con cuello regular
ollas de cuellos con dimensiones de 4 a 6 cm de
longitud, rectos o ligeramente curvo divergentes,
vagos, con bordes redondeados, planos y aplana-
dos. también con base plana. el espesor de las
paredes del cuello va de 0.6 a 0.9; el del borde,
de 0.8 a 1 cm, el de las paredes del cuerpo, de 0.3
a 0.6 cm, y el de la base, de 0.7 cm de grueso. el
diámetro en el exterior de la boca es de 14 a 22
cm, el de la base del cuello queda entre 10 y 16
cm, y el de la base de la vasija es de 8 a 15 cm.
Ollas con cuello largo
de 7.5 a 12.7 cm de largo tienen las paredes del
cuello de estas piezas, se presentan en poco nú-
mero y, por el tamaño y forma del cuello, podrían
más bien considerarse jarras. La forma del cuello
es de paredes rectas a ligeramente curvo diver-
gentes, con bordes planos y aplanados, algunos
redondeados e inclinados hacia el exterior. estos
cuellos presentan el exterior alisado y el interior
con engobe pulido; otros son alisados en el ex-
terior e interior, y algunos presentan un ligero
pulimento en una banda bajo el borde, tanto al
interior como al exterior. el espesor de la pared
del cuello va de 0.5 a 0.8 cm; del borde de 0.6 a 0.8
cm y base de 0.7 a 1 cm. el diámetro en la boca va
de 15 a 24 cm, en la base del cuello de 10 a 15 cm y
en la base de la olla de 10 a 16 cm, predominando
los que tienen en torno a los 12 cm.
está presente también en los cuellos de es-
tas ollas texcalteno naranja, algunos (38) con
reborde medial o cerca del borde, lo cual los
asemeja tanto a los texcal como a los texcalac de
tlaxcala. al igual que en el tipo texcal, algunas
de estas ollas cuentan con un engrosamiento en
la unión del cuerpo con la base, aunque no tan
pronunciado como en aquél.
otras formas: aunque sin ser representativos,
se tiene también la presencia de algunos (8) vasos
con base plana y de paredes casi verticales. el
espesor de las paredes es de 0.8 cm, de la base
de 0.7 cm, algunos con reborde basal (de 1 cm)
128
o reforzado hacia la unión con la pared, con 1.3
cm de grosor.
también se han incluido aquí algunas ollitas
miniatura que cuentan con todas las característi-
cas del tipo –pasta, acabado y color–, que tienen
cuello corto (de 0.5 a 1.5 cm), paredes de 0.6 cm
de grosor y el borde con 0.5 cm.
Comentarios: por tratarse de una cerámica
de carácter utilitario no se observan cambios a
través del tiempo y su utilización se inicia desde
el 500 o antes, y se continúa hasta el 1000 de
nuestra era. a falta de tierra y grava, este material
se utilizó también como relleno, una vez que
había dejado de funcionar, por rotura. La única
semejanza que se puede observar es con algunas
ollas o jarras texcalac con reborde en el cuello,
de tlaxcala, lo que ubicarían a los texcalteno
que tienen este reborde durante Cantona iii, del
700 en adelante.
tepeyahuaLCo Lisa Baño BLanCo
descripción general: esta cerámica es también de
carácter utilitario en fuerte proporción (98%),
aunque existen algunos elementos –cajetes,
tecomates y vasos– que aun cuando son de uso
común presentan, sin embargo, mejor acabado.
La pasta de textura media a fina, y en poca pro-
porción gruesa de acuerdo con la vasija de que
se trate; con agregados minerales, de regular a
buena cocción y presenta un color blanco rosado,
gris claro, rosáceo o amarillo rojizo a gris rojizo
oscuro, es compacta a semicompacta, con dureza
de 2.5 a 3 en la escala de Mohs.
el acabado de la superficie, en este grupo, es
de apariencia mate, con engobe o baño blanco
gris claro a gris rosáceo pulido. se presenta en
varias formas –ollas, apaxtles, cajetes, tecomates
y vasos–, aunque las dominantes son las ollas. en
muchas se notan las huellas del baño o engobe
blanco o crema y manchas del humo de la leña
durante la cocción. en muchos casos el baño o
engobe fue puesto también en la base.
Ollas
aquí también están presentes las que cuentan
con cuello corto, regular o grande, aunque el
 La aLfarería en Cantona
grupo dominante es el de cuello de tamaño
regular.
Ollas con cuello regular
Pasta: compacta de textura medio gruesa a granu-
losa, con agregados minerales, de buena cocción,
con dureza 3 en la escala Mohs. Su color va de
gris rosáceo (7.5 Yr 7/2) rosa (7.5 Yr 7/4), a café
rojizo (7.5 Yr 7/6); algunos son amarillo cafetoso
(10 Yr 6/6) o gris rojizo oscuro (5 r 3/1).
tratamiento de la superficie: llevan un baño
o engobe pulido, de apariencia mate. de color
blanco a gris claro (10 Yr 8/1, 7/2), o gris rosá-
ceo a café rojizo y rosa (7.5 Yr 7/2, 7/4, 7/6),
tanto en el interior como en el exterior del cue-
llo. Éstos son tanto recto divergentes con bordes
redondeados o recto inclinados al exterior, como
recto curvados al exterior, con el borde curvo,
y recto con aristas redondeadas. el diámetro de
la boca va de 14 a 16 cm, aunque algunos llegan
a tener 18 o 20 cm. el diámetro en la base del
cuello gira en torno a los 10 cm para los menores
a 13 y 14 cm para los de boca ancha. La altura
de los cuellos varía entre 5 y 7 cm, existiendo
algunos que cuentan con 7.5 cm.
el grosor de las paredes (del cuello) es de 1
cm promedio y el de los bordes es de 0.5 a 0.9 cm
(existiendo algunos de 1.8 cm). algunos podrían
considerarse jarrones con diámetro en la boca
de 15 cm y base del cuello de 13 cm; altura del
cuello de 5 a 7 cm. algunas piezas tienen la base
reforzada, semejando una torta o plasta pegada
a otra capa más delgada, del fondo de la olla.
Quedando como una base de pedestal, de 1 cm
de altura en relación con el inicio de la pared
del cuerpo de la olla (figura 5h, i, l).
Ollas con cuello corto
Pasta: de textura medio fina, compacta, con agre-
gados minerales, de buena cocción y con dureza
de 3 Mohs. Presenta un color blanco a gris claro
(5 Yr 8/1, 7/1) blanco rosáceo o gris rosáceo (5
Yr 8/2, 7/2) y rosa (5 Yr7/4).
tratamiento de la superficie: llevan un engo-
be o baño grueso pulido, de apariencia mate; con
un color blanco a blanco rosáceo, gris claro, rosa
129
o amarillo rojizo (5 Yr 8/1, 8/2, 7/1, 7/2, 7/4,
7/6, 8/3 y 8/4). Los cuellos tienen una altura
de 3 a 4 cm, con diámetro en la boca que varía
de 13 a 16 cm; son recto divergentes con borde
redondeado; expandido recto o curvo divergen-
tes con borde redondeado. el espesor del borde
es de 1 a 1.2 cm y de la pared del cuello de 0.8
cm. el diámetro en la base es en torno a 8 y 12
cm (figura 5k).
Ollas con reborde en el cuello
Pasta: medio fina, con agregados minerales,
compacta y de buena cocción, con dureza de 3 a
3.5 en la escala de Mohs. el color es blanco, gris
claro o blanco rosáceo (5 Yr 8/1, 7/1, 8/2).
tratamiento de la superficie: de apariencia
mate, tiene un baño pulido, de color semejante
al de la pasta; blanco, gris claro o blanco rosáceo.
La altura del cuello es de 7 cm, algunos son de
cuello vago con el reborde en el extremo supe-
rior; otros son rectos con el reborde en su parte
media y de borde redondeado; el espesor del
borde 1.4 cm y de la pared de 0.9 cm. La boca
tiene un diámetro en torno de los 14 a 20 cm,
igual que en la base del cuello. Y el diámetro en
la base, también plana, es de 11 a 14 cm.
Apaxtles o cazuelas
Pasta: de textura media, con agregados mine-
rales, de medio porosa a compacta con buena
cocción y dureza 3.5 a 4 Mohs. Su color es de
blanco rosáceo (5 Yr 8/2), amarillo rojizo (5 Yr
7/6, 7/8) a gris rosáceo o rosa (5 Yr 7/2, 7/3).
tratamiento de la superficie: con un acabado
mate, tienen un engobe pulido, de color seme-
jante a la pasta –blanco rosáceo, amarillo rojizo
o gris rosáceo (5 Yr 8/2, 7/6, 7/8, 7/2 y 7/3)– o
blanco a rosa (5 Yr 8/1 a 8/3) o bien café rojizo
claro (5 Yr 6/3, 6/4).
Son de base plana, de 16 a 22 cm de diámetro,
con un espesor de 0.5 a 1 cm; paredes convexo
convergente abierto, con borde redondeado o
paredes recto divergentes de borde redondeado.
el grosor de las paredes va de 0.5 a 0.8 cm y aun
hay algunos de 1.1 cm. el diámetro en la boca
es de 26 a 32 cm. La diferencia entre cazuela y
 Beatriz Leonor Merino Carrión y ÁngeL garCía Cook
apaxtle es que las cazuelas tienen el exterior ali-
sado burdo, mientras que los apaxtles llevan un
pulido en ambas superficies (figura 5j).
Cajetes
Pasta: media, compacta, con agregados minera-
les, con buena cocción y con dureza 3 en la escala
de Mohs. Su color es gris, gris rosáceo a rosa (5
yr 6/1, 6/2, 7/2 y 7/4).
tratamiento de la superficie: tienen un en-
gobe pulido, de color semejante a la pasta (5 yr
6/1, 6/2, 7/2, 7/4) en la superficie exterior y el
interior de color rojo (2.5 yr 4/8).
Formas: las formas son de cajetes de base
plana con paredes recto divergentes o curvo con-
vergentes, con borde redondeado. el diámetro
de la base es en torno a 12 cm y de la boca de 15
cm. La altura del cuerpo queda entre 3.8 a 4.5
cm; el espesor de las paredes es de 0.7 cm, del
borde 0.7 cm y base de 0.8 cm.
Tecomates
Pasta: medio fina, con agregados minerales,
compacta a medio porosa, con buena cocción y
dureza de 3.5 Mohs. Su color es blanco a rosa (5
yr 8/1, 8/3, 8/4).
tratamiento de la superficie: de acabado
mate, con un baño o engobe pulido, de color
blanco (5 yr 8/1) o rosa (5 yr 8/3, 8/4) igual
que el de la pasta.
Los bordes son redondeados de 1.5 a 1.8 cm
de espesor y la pared de 1 a 1.4 cm. diámetro de
la boca de 6 a 11 cm; del cuerpo de 18 a 23 cm.
La altura total se encuentra entre 12 y 22 cm,
aproximadamente.
Vasos
Pasta: medio fina, con agregados minerales, com-
pacta y de buena cocción. dureza de 3.5 a 4 de
Mohs. Su color es blanco (10 yr 8/1, 8/2).
tratamiento de la superficie: se le aplicó un
baño blanco firme pulido con apariencia mate,
exterior e interior.
Forma: son vasos de fondo plano y paredes
rectas a ligeramente recto divergentes, con diá-
metro en la base de 10 a 14 cm y en la boca de 12
130
a 16 cm. altura inferida de 15 a 22 cm. grosor de
las paredes 0.9 cm y de la base 0.9 cm.
Comentarios: al igual que los tipos texcal y
texcalteno, estos materiales tienen una larga
vida (de 400 a 1000); sin embargo, son predo-
minantes sobre todo las ollas, hacia la última
parte de ocupación de Cantona, de 700 a 1000
de nuestra era.
oCotePeC CaFé rojizo oSCuro
descripción general: tipo cerámico liso, de
apariencia mate, aunque algunos cuentan con
superficie brillante; de color café rojizo pulido;
con pasta medio fina en su mayoría a medio
gruesa en algunos casos. Son semejantes al
tipo Mancuernas, al parecer son sus herederos,
aunque muchos ocotepec tienen acabado a
“palillos”. representan 0.66% (con 3 018 tiestos)
del total del material cerámico analizado y aun-
que cuenta con variadas formas sin embargo la
predominante son ollas, las que cubren 69% del
total de tiestos ocotepec, con 2 082 ejemplares.
enseguida se trata específicamente sobre cada
una de las variantes de este tipo.
Ollas
Se trata, como se indicó, de la forma mejor
representada del tipo ocotepec; abarca más de
dos tercios de este tipo.
Pasta: medio fina en su gran mayoría, aunque
existen algunos tiestos con pasta medio gruesa a
gruesa y fofa; con agregados minerales, compacta
en general, y los de pasta gruesa, de consisten-
cia regular; de cocción buena a regular y con
dureza de 3 Mohs. el color es café rojizo (5 yr
5/3, 5/4, 4/3).
tratamiento de la superficie: de apariencia
mate, con engobe pulido en la superficie exterior
y en el interior del cuello. algunos tienen el borde
alisado. el color externo es café rojizo (5 yr 5/3,
5/4, 4/3) y el interior va de gris muy oscuro a café
rojizo oscuro (5 yr 3/1, 3/2). algunos tienen el
engobe o baño rojizo pulido sólo en la mitad infe-
rior de la pieza y el resto es la pasta pulida. Muchos
muestran el engobe pulido hasta en la base, al
parecer todos fueron tratados de esa manera.
 La aLfarería en Cantona
formas: se trata de ollas con cuello corto
curvo divergente con borde redondeado, vago
seudo inclinado y vago expandido horizontal con
extremo redondeado; con base plana. el espesor
de las paredes varía de 0.5 a 1 cm, y el de la base
es de 1 cm. La altura del cuello es de 1.5 a 4 cm y
la inferida de las vasijas va de 15 a 26 cm aproxi-
madamente; aunque hay algunas más grandes. al
parecer la función de estas piezas fue tanto de uso
doméstico cotidiano como de uso ceremonial.
Cajetes de paredes recto divergentes
también de color café rojizo oscuro, aunque
sin mucha presencia dentro del tipo ocotepec
ya que sólo ocupa poco más de 10% (casi 11%)
del total de este tipo.
Pasta: medio fina, con agregados o antiplás-
ticos minerales, compacta, con buena cocción
y con dureza de 3 Mohs. el color de la pasta es
rojo sucio a rojo (10 r 3/3, 3/4, 4/6).
tratamiento de la superficie: con engobe
pulido de apariencia mate, tanto en el exterior
como en el interior de la pieza e incluso muchas
de las bases también tienen engobe pulido, de
color rojo sucio a rojo (10 r 3/3, 3/4, 4/6).
formas: las piezas cuentan con paredes recto
divergentes con borde redondeado, algunas
tienen borde plano y en otras el borde es recto
horizontal o inclinado plano con el extremo re-
dondeado; todos con base plana. el espesor del
borde es de 0.5 a 0.7 cm, el de las paredes va de
0.6 a 0.7 cm. el diámetro en la boca es de 14 a 18
cm y el de la base de 9 a 11 cm. La altura va de 4
a 6 cm. fueron, al parecer, de uso ceremonial y
en menor escala de carácter doméstico.
Cajetes de paredes curvo divergentes
Con pasta y acabado de superficie igual que la
variante antes descrita, sólo cambia en la forma
de la pared, que en este caso es curvo divergente
de extremo redondeado. el espesor del borde es
de 1 cm, de la pared de 0.9 cm igual que el de
la base. el diámetro de la boca va de 13 a 18 cm,
de la base de 9 a 11 cm y la altura general de las
piezas es de 4 a 6 cm. Muchos, al parecer, sólo
fueron de uso doméstico.
131
Cajetes de paredes curvo convergentes
también el tipo ocotepec Café rojizo oscuro
cuenta con esta variante formal. Con pasta y aca-
bado de superficie igual que los demás cajetes.
Lo mismo que las dimensiones y demás caracte-
rísticas métricas que aquéllos. Sólo difiere en la
forma de las paredes, las cuales son convexas o
curvo convergentes, aunque sin llegar a ser te-
comates. estos últimos también están presentes
pero en número muy reducido. Su presencia
es escasa.
Cajetes de silueta compuesta
Variante de ocotepec mejor representado que
los dos antes mencionados. Cuentan con la mis-
ma pasta y acabado de la superficie, sólo la forma
de las paredes los hace distintos, además de sus
dimensiones que en este caso son mayores; el
diámetro en la boca gira en torno a los 20 y 22
cm e incluso más grandes. Igualmente se cuenta
con cuatro ejemplares de cajetes “arriñonados”.
Y algunos, sólo 15, son cajetes con paredes rectas
ligeramente convergentes, todas al parecer con
carácter ceremonial. Sucede lo mismo con ocho
ejemplares de vasos.
Apaxtles y cazuelas
esta variante del tipo ocotepec está bien repre-
sentado –casi 10% respecto al total del tipo–; en
su mayoría las superficies son café rojizo, pero
una cuarta parte –85 tiestos– son más bien café
con manchas negras, con el interior del borde
en rojo.
Pasta: medio gruesa a gruesa, con agregados
minerales, de consistencia compacta a regular,
de buena a regular cocción con dureza de 3 a 3.5
Mohs, aunque algunas poco más duras o poco
menos. el color varía de rojo débil, rojo, café
rojizo, a rojo sucio (10 r 4/3, 4/4, 4/6 y 2.5; Yr
4/4, 4/6, 4/8, 3/2).
tratamiento de la superficie: predominan las
de apariencia brillante del engobe pulido, sobre
todo en la superficie externa y pulido mate o
alisado en la interior. el color de la superficie
exterior es: rojo débil, rojo, rosa, café rojizo, rojo
y rojo sucio (10 r 4/3, 4/4, 4/6; 7.5 Yr 7/4; 2.5
 Beatriz Leonor Merino Carrión y ÁngeL garCía Cook
yr 4/4, 4/6, 4/8, 3/2). La superficie interior
comparte algunos tonos: rojo débil y rojo (10
r 4/3, 4/4, 4/6; 2.5 yr 4/2) así como el café
rojizo (5 yr 5/4).
Formas: los apaxtles tienen sus paredes recto
divergentes, curvo divergentes o curvo ligera-
mente convergentes con borde redondeado a
ligeramente plano. todos con base plana. en
buena parte de las bases, mejor conservadas, se
observa aún el engobe pulido que se les aplicó
(figura 6 a).
Las cazuelas tienen sus paredes recto diver-
gentes en su gran mayoría, con el interior mejor
acabado, pulido rojo sobre café y el exterior,
salvo el borde, fue solamente alisado. también
todos de base plana. el grosor o espesor de las
paredes es de 0.7 a 1.3 cm; del borde, desde 0.8 a
1.8, y las bases tienen 0.8 a 1.4 cm de espesor. el
diámetro en la boca va de 24 a 32 cm, existiendo
algunos hasta de 38 y 40 cm. La base va de 12 cm
las más chicas a 20 cm las grandes, y hasta los 24
cm las mayores.
Se cuenta también con algunos tiestos que al
parecer corresponden a vasos y a botellones de
este mismo tipo.
Cucharones
Forma específica poco frecuente en Cantona;
sin embargo, en este grupo de materiales del
tipo ocotepec existen algunos ejemplares. Se
conocen sólo 18 pero de los demás fragmentos
es probable que algunos correspondan a esta
forma.
Pasta: es la misma de las demás variantes
ocotepec, medio gruesa, con agregados mine-
rales, compacta, de buena cocción y dureza de
3 Mohs. Su color café rojizo claro, café rojizo o
rojo amarillento (5 yr 6/4, 5/4, 4/6).
tratamiento de la superficie: de apariencia
mate, con engobe pulido, tanto en el exterior
como en el interior. de color poco más claro
que el resto de las variantes de este tipo, ya que
al igual que la pasta observa colores café rojizo
claro, café rojizo o rojo amarillento, en ambas
superficies. difícil indicar sus dimensiones ya
que sólo se pueden definir con cierta precisión
132
el recipiente en el extremo distal de la pieza,
ésta tienen un borde de 0.8 cm de espesor y la
pared de 1.3 cm. el diámetro de la boca gira en
torno a los 7 cm.
Comentarios: como pudo observarse, el tipo
ocotepec Café rojizo oscuro, aunque se pre-
senta en formas variadas, cuatro son las mejor
representadas, entre éstas: ollas, la de mayor
porcentaje, cajetes –con 4 variedades–, apaxtles
y cazuelas, y cucharones. de estos últimos sólo
se conocen pocos ejemplares; sin embargo, son
dignos de mención por la escasez de estas piezas
en Cantona. tanto los tecomates como los vasos,
los cajetes “arriñonados” y los botellones o jarras
están pobremente representados.
este tipo forma parte de la vajilla caracterís-
tica del segundo apogeo de Cantona –Cantona
iii–, es posible que esté presente de 600 a 1000
de nuestra era. existen algunos ejemplares, sobre
todo en los apaxtles, que por su acabado y técnica
en general de fabricación –se observan las estrías
del pulidor– puedan pertenecer a la primera ocu-
pación en el sitio –Cantona i–, correspondiente
a un Preclásico superior. el tiempo y mayores
exploraciones podrán definir esta situación.
ChiChiCuautLa Baño CreMa
descripción general: este tipo conjunta varios
subtipos o versiones del mismo tipo, cuyo ele-
mento principal es el baño o engobe crema, con
tonalidades que van del amarillento al rosa, gris
rosáceo o café amarillento a casi blanca. Colores
debido sobre todo a las condiciones del terreno
en que se encontraban, como a la erosión de los
mismos. Por lo general, este color crema no se
presenta solo, sino en combinación con un rojo
y en menor escala con un engobe pulido del co-
lor de la pasta. de esta manera tenemos: crema
–en diversas tonalidades– exterior e interior,
borde rojo. Crema exterior, rojo interior; crema
exterior e interior, rojo en borde interior; banda
roja –cerca del borde– sobre crema exterior,
rojo interior; banda roja, cerca del borde, sobre
crema exterior, blanco interior; banda roja cerca
de la base sobre crema exterior, crema interior,
en ocasiones con borde rojo exterior e interior.
 La aLfarería en Cantona

f
e
0 9 cm

figura 6. ocotepec Café-rojizo oscuro, a: apaxtles y cazuelas. Chichicuautla Baño Crema, b, c: cajetes de
paredes recto divergentes. Poleo rojo con Manchas negras, d, e: platos y cajetes curvo divergentes; f: cajetes
curvo convergente. tepetolo Café Pulido Banda Blanca, g: cajetes de paredes recto divergentes.
Xalapazco, h, l: cajetes de paredes curvo divergentes; i, j, k: cajetes recto divergente.

Banda roja sobre crema, cerca de la base exterior
e interior. Banda roja, cerca de la base, exterior
e interior con banda sobre el borde exterior e
interior. Crema exterior, natural (café pulido)
interior; crema exterior, natural (café pulido)
con banda roja cerca de la base (y quizá en el
borde) interior. Y así por el estilo.
algunas piezas sólo presentan el color crema
–gris claro o blanco rosáceo– tanto en el interior
como en el exterior y, de esa manera, se les des-
cribe. es probable que en el borde tuviesen una
banda roja abarcando parte de una o de ambas
superficies. Las pastas no son homogéneas, la
mayoría son arenosas medio gruesas, pero las hay
de pasta medio fina y hasta de pasta fina.
aunque el número de tiestos correspondien-
tes a este tipo –y sus subtipos y variantes– no es
muy grande –sólo 543=0.12% del total de Canto-
na– se les describe por ser fáciles de identificar.
La forma básica de este tipo Chichicuautla son
los cajetes, cuyas paredes afectan variadas formas;
aunque es probable que algunos tiestos –los de
paredes más finas y mejor terminadas– corres-
pondan a vasos. La única otra forma presente

133
 Beatriz Leonor Merino Carrión y ÁngeL garCía Cook
en este tipo, aparte de los vasos –probables
vasos– son los apaxtles, los que bien pueden
corresponder a cajetes grandes y toscos, más que
apaxtles en sí mismos.
Pasta: medio fina a medio gruesa, con agre-
gados minerales, compacta, con buena cocción,
con dureza de 3 Mohs. el color de la pasta va de
blanco rosáceo, rosa, rojo a café rojizo (5 yr 8/2,
8/3, 6/3, 5/3 y 2.5 yr 4/8).
tratamiento de la superficie: de apariencia
mate, por engobe o baño pulido; con superficie
exterior rosa a blanco rosáceo (5 yr 8/2, 8/3),
a café rojizo (5 yr 6/3, 5/3). y el color interior
es rojo (2.5 yr 4/8 y 4/6).
Formas: cajetes en su mayor porcentaje, que
son los que se describen en seguida, pero están
presentes también restos de algunos vasos, así
como de apaxtles (quizá se trate de cajetes
grandes y toscos).
Como se indicó anteriormente, existe una
gran variedad en la forma en que se presenta
la decoración rojo y/o sobre crema; también
esta última con variedad de tonos –rosa, blanco
amarillento, café rojizo claro, gris rosáceo, blan-
co rosáceo a rojo–, sin embargo la forma de los
recipientes se concentra en su gran mayoría en
una sola, la de cajete.
de esta manera, si consideramos únicamente
la forma, entonces sólo podemos anotar que este
tipo se agrupa en tres variantes de esta forma:
cajetes de paredes rectas; cajetes de paredes recto
divergentes y cajetes de paredes curvo divergen-
tes. así, tenemos:
Cajetes de paredes recto divergentes
en este subtipo, que es el que se presenta
en mayor proporción en el tipo, se observa
algunas variantes en cuanto a la ubicación de
la decoración pintada. Predominan los cajetes
con blanco –o rosa– exterior y banda roja (10
r 4/6; 7.5 r 4/6, 4/8) sobre blanco –o rosa– al
interior. La banda, que se ubica en la parte alta
o extremo del borde, varía de 0.7 a 2.5 cm de
ancho. existen algunos tiestos de este subgrupo
que no presentan el baño blanco o crema al
interior de la pieza, sino más bien conserva el
134
color café del engobe pulido. es probable que
el blanco lo haya perdido o nunca lo tuvo. Por
las demás características se les incluyó en este
grupo (figura 6 c).
La pasta es medio fina, arenosa en su gran
mayoría, aunque hay algunos que tienen la pasta
medio fina a fina. Las formas de los bordes son:
redondeados, apuntados, planos, en bisel o plano
inclinado hacia el interior, divergente redondea-
do apuntado y proyectado hacia el exterior con
el extremo redondeado. espesor de los bordes:
de 0.3 a 1.2 cm, predominando las de 0.6 a 0.8
cm de espesor de la pared, de 0.3 a 0.8 cm, y
grosor de la base, de 0.5 a 0.8 cm. diámetro en
la boca, de 15 a 22 cm, pocos son más grandes;
diámetro en la base de 10 a 14 cm. altura de la
pieza de 4 a 5.4 cm.
algunos tiestos de este subtipo, con borde
plano o plano inclinado hacia adentro, llevan el
rojo sólo en el borde –de 0.8 a 1.0 de espesor– y
el diámetro en la boca, en este caso es de 14 a
18 cm, aproximadamente.
otra variante, respecto de la ubicación de
los colores en este subtipo, son los que llevan la
superficie exterior blanca y el rojo en una banda
en el borde y hacia el interior sólo el color natural
(engobe café pulido).
otra variante son los que llevan la banda
roja en el borde tanto en el exterior como en
el interior sobre el baño blanco o crema o rosa.
el ancho de la banda gira entre el 0.5 a 2.8 cm.
Los bordes son: redondeados, apuntado, plano
inclinado al interior, plano y plano proyectado
hacia el exterior con el extremo redondeado.
otros más tienen la superficie exterior blanco
y el interior rojo. tres tiestos son de paredes
delgadas –de 0.35 a 0.5 cm– de pasta medio fina.
algunos más tienen el interior rojo y el rojo sobre
blanco exterior.
Pocos tiestos aparentan haber tenido sólo
el baño blanco tanto en el exterior como en el
interior, pero en algunos casos se aprecia como
si hubiese tenido un baño rojo en el interior,
pero éste sobre el blanco. otros pocos tienen
el exterior rojo y el interior blanco o rojo sobre
blanco.
 La aLfarería en Cantona
Cajetes de paredes rectas
el subtipo que le sigue en presencia. también
predomina la variante que tiene la superficie
exterior blanca y rojo sobre blanco interior. aquí
también están presentes algunos que cuentan
con la superficie exterior blanca pero el interior
es rojo sobre natural (engobe café pulido). Los
bordes son redondeados y algunos planos. Se
cuenta con tres tiestos que por ser más grandes,
además del blanco exterior y la banda roja sobre
blanco al interior, se les observa otra banda roja
cerca del fondo de la vasija (figura 6 b).
La siguiente variante es la que presenta la
banda roja sobre el borde tanto al interior como
al exterior y el resto de la pieza en blanco. en-
tonces se trata de una banda roja sobre blanco
al exterior e interior. Las formas del borde son
también redondeadas y algunas planas.
Le siguen los que tienen rojo sobre blanco
exterior y rojo el interior. en seguida la varian-
te blanco exterior y rojo interior –con bordes
redondeados o apuntados–. otros son blanco
exterior e interior con borde plano rojo, y por
último está presente una variante en la que tie-
ne rojo sobre blanco al exterior con el interior
blanco.
Las dimensiones de las piezas son: diámetro
de la boca de 20 a 28 cm. diámetro de la base
de 18 a 24 cm. el espesor de los bordes, de las
paredes y de la base es semejante al subtipo
anterior.
Cajetes de paredes curvo convergentes
al igual que en los dos subtipos anteriores, del
Chichicuautla baño crema aquí también predo-
minan los recipientes que tienen la superficie
exterior blanca y rojo sobre blanco el interior.
La banda puede tener un ancho de 0.6 a 2 cm.
Los bordes son redondeados, planos, en bisel
y adelgazados hacia el exterior. el espesor del
borde va de 0.6 a 0.9 cm; de la pared de 0.5 a 0.8
cm. el diámetro de la boca va de 12 a 26 cm, pre-
dominando las que van de 16 a 22 cm. La altura
total de las piezas queda entre 4 y 5 cm.
una variante también con buena presencia
es la que tiene una banda roja sobre el borde,
135
interior y exterior, sobre blanco. un tercio de
estos materiales tienen el interior de color café
pulido. Los bordes son redondeados, algunos
planos y otros casi planos inclinados al exterior.
el espesor del borde va de 0.6 a 1 cm; de las
paredes de 0.6 a 0.7 cm, y el grosor de la base
también de 0.6 a 0.7 cm.
en el interior de una pieza se observa además
del rojo en el borde, una banda roja cerca del
fondo. uno cuenta además con una banda blan-
ca vertical. diámetro de boca de 15 a 26 cm.
otra variante es la que lleva el exterior blanco
y el interior rojo. Bordes redondeados y algunos
plano inclinado al interior. espesor del borde
de 0.6 a 1 cm; de las paredes 0.6 a 0.7 cm y el de
la base de 0.6 a 0.7 cm. altura de las piezas de
4.7 a 5.2 cm.
Le siguen en importancia los que llevan el
rojo sobre blanco exterior y el interior rojo. La
banda tiene un ancho de 0.8 a 2.3 cm. el diáme-
tro de la boca va de 14 a 22 cm y la altura de la
pieza es de 3.5 a 4.5 cm.
otra variante es la que tienen el rojo sobre
blanco exterior y blanco o natural –café pulido–
el interior. de bordes redondeados, aguzados o
adelgazados, y planos. el espesor de los bordes,
de 0.4 a 0.7 cm; de las paredes de 0.4 a 0.6 cm.
diámetro de la boca de 7 a 20 cm y altura de las
piezas es de 3.5 cm.
Se cuenta con otras variantes con menor
presencia, tal es el caso de: blanco exterior e
interior. Banda roja –cerca de la base– sobre
blanco exterior y rojo –en el borde– sobre blanco
interior. una banda roja en el cuerpo sobre el
blanco exterior, blanco interior. Y una de banda
roja, en el cuerpo, sobre café pulido interior y
blanco exterior.
Comentarios: este tipo se asemeja a algunos
materiales presentes en tajín; al acopinalco del
norte de tlaxcala como a cerámica existente en
Xochicalco (García Cook-Merino Carrión, 1988;
Merino Carrión, 1989, y González y Garza, comu-
nicación personal). al parecer, los habitantes de
Cantona consiguieron de alguna manera algunas
piezas provenientes de una de esas regiones y las
imitaron localmente. el análisis petrográfico de
 Beatriz Leonor Merino Carrión y ÁngeL garCía Cook
las pastas podrá otorgarnos mayor información
al respecto. Cronológicamente, se le ubica en
Cantona iii, o periodo del segundo gran apogeo
de la ciudad: del 600 al 900 d.n.e.
poLeo rojo Con ManChas negras
(o negro Con ManChas rojas)
descripción general: se trata de una cerámica
de color rojo, con manchas negras, pulido
exterior e interior. algunas piezas tienen la
superficie bruñida, tanto en el exterior como
al interior, ésta siempre mejor conservada. aun
cuando no se presenta en gran número, ya que
sólo representa 0.46% –2 074 tiestos– respecto
de la totalidad del material analizado, cuenta
con ciertas características que lo hacen fácil de
identificar, además que corresponden al segundo
gran apogeo y mayor de Cantona –Cantona iii–,
y por tanto aquí se incluyen.1
se presenta en diferentes formas, pero los
más abundantes y que definen claramente el tipo
son los cajetes, los que se elaboraron también de
diversas maneras.
pasta: medio gruesa a medio fina, con agrega-
dos minerales, compacta y de buena cocción, con
dureza de 3 a 3.5 Mohs. algunos tiestos tienen
los núcleos más oscuros debido a la cocción.
el color de la pasta es gris rojizo oscuro (10 r
3/1), gris muy oscuro (5 yr 3/1), negro (5 yr
2.5/1), negro rojizo (10 r 2.5/1) a rojo (10 r
4/6, 4/8 y 2.5 yr 4/8) y café rojizo (7.5 yr 6/6)
a amarillo rojizo (5 yr 6/6) y café rojizo oscuro
(5 yr 3/2).
tratamiento de la superficie: las paredes tanto
exteriores como interiores llevan un engobe rojo
con manchas negras –muchos aparentan ser ne-
gruzcos–, de apariencia pulida o bruñida, mate
a brillante. de color rojo (10 r 4/6, 4/8; 2.5 yr
5/8, 4/8), rojo débil (10 r 4/4), negro rojizo (10
r 2.5/1) rojo claro (o brillante) (2.5 yr 6/8),
rojo oscuro (2.5 yr 3/6), amarillo rojizo (5 yr
6/8), gris muy oscuro (5 yr 3/1) y gris rojizo
oscuro (10 r 3/1).
1
exploraciones recientes indican que este tipo es
más antiguo.
136
Formas: se presenta en forma de cajetes, con
paredes rectas, curvo divergentes y curvo conver-
gentes; jarras; apaxtles, cazuelas y ollas.
Cajetes de paredes curvo divergentes
es una de las formas más abundantes de este
tipo. todas de base plana y sin soportes. Varios
ejemplares tienen perforaciones –opuestas– para
suspenderlos. Las paredes pueden ser desde lige-
ramente divergentes a fuertemente divergentes,
con bordes redondeados, aplanados, y en otros,
debido a la curvatura de la pared, afectan forma
seudo-plana o plano inclinada con el extremo
exterior apuntado. el espesor de las paredes es
de 0.4 a 0.7 cm; de los bordes, de 0.5 a 0.7 cm,
aunque algunos llegan a 0.8 cm, y el grosor de las
bases va de 0.4 a 0.6 cm. el diámetro en el exte-
rior de la boca es de 18 a 28 cm, y el de la base de
14 a 24 cm. Las alturas de las piezas oscilan entre
los 4.2 a 6.2 cm. La mayoría de las piezas son más
oscuras en el exterior y la coloración roja es más
pareja en el interior (figuras 6 d, e).
Cajetes de paredes rectas
este grupo tiene las paredes de casi verticales a
fuertemente inclinadas. Las verticales podrían
corresponder a vasos.
pasta: medio fina a medio gruesa con agre-
gados de arena, de cocción pareja o con núcleo
oscuro ancho, quedando sólo el grueso del
engobe de color diferente.
tratamiento de la superficie: tanto el acabado
de superficie como la coloración es semejante al
grupo antes descrito, aunque predomina el rojo
respecto al negruzco. Los bordes son redondea-
dos en su mayoría, siguiéndoles los planos o
aplanados, los inclinados hacia el interior y re-
dondeados en su extremo exterior y por último,
en menor proporción, los aguzados.
el espesor de las paredes es de 0.6 a 0.8 cm
aunque hay algunos con 0.4 o 0.9 cm y hasta de
1.1 cm de grosor; el de los bordes de 0.4 a 0.9
cm, predominando los que quedan entre 0.6 y
0.7 cm, y el espesor de las bases queda entre 0.4
a 0.7 cm. el diámetro en el exterior de la boca va
de 12 a 28 cm, aunque existen algunos hasta de
 La aLfarería en Cantona
34 cm (¿apaxtles?), el diámetro en la base es de
11 a 22 cm, aunque probablemente haya algunas
de sólo 9 cm de diámetro. La altura de las piezas
va de 3.5 a 4.5 cm. Muchas de las bases cuentan
también con engobe (figuras 8 b, c).
Cajetes de paredes curvo ligeramente convergentes
Pasta: medio fina con agregados minerales
molidos, compacta, con buena cocción, dureza
3 Mohs. de color rojo (2.5 Yr 4/6, 5/6, 5/8),
café rojizo (2.5 Yr 4/4), a rojo muy sucio (2.5
Yr 2.5/2). de paredes delgadas de 0.5 a 1.0 cm;
bordes de 0.5 a 0.9 cm de espesor y las bases de
0.5 a 0.9 cm.
tratamiento de la superficie: con engobe
pulido a bruñido tanto el exterior como el in-
terior. Base plana alisada, aunque en algunos
casos se observan restos del engobe. el color
de las superficies varía de rojo sucio (10 r 3/2,
3/3); rojo (10 r 4/6, 5/6; 2.5 Yr 4/6, 4/8); rojo
débil (10 r 4/4), café rojizo oscuro (2.5 Yr 3/4)
y café rojizo (2.5 Yr 4/4). Los bordes son en su
gran mayoría – 80%– redondeados; le siguen los
aguzados – 13%– y los planos o aplanados, con
7% (figura 6 f).
Jarras (u ollas de cuello alto)
Se cuenta con algunos ejemplares de cuellos
altos –de 5.5 cm a 7 cm– que corresponden a esta
forma, aunque un caso se trata de un florero u
ollita con cuello curvo divergente pronunciado
(de 5.5 cm de altura). existen algunos otros frag-
mentos que pueden corresponder a esta forma
del tipo poleo. algunos de los cuellos tienen el
exterior alisado, otros tienen el interior pulido,
y en menor número alisados.
Apaxtles y cazuelas
asimismo, está presente esta forma la que, de
acuerdo con el acabado de la superficie exterior,
puede tratarse de una u otra variante. observan
el mismo color que los grupos antes menciona-
dos, negro rojizo (10 r 2.5/1) a rojo (10 r 5/6,
4/6, 4/8).
todos de base plana y el espesor de los bordes
es de 0.9 cm y de las paredes de 0.8 a 1.1 cm,
137
igual que el de las bases, va de 0.9 a 1.2 cm. el
diámetro en el exterior de la boca va de 33 a 40
cm y en la base de 20 a 27 cm. altura inferida,
de 6 a 9 cm.
Ollas
Se cuenta con algunos elementos que tienen
cuello corto –de 2.3 a 2.4 cm– recto plano incli-
nado, con pulimento tanto en el interior como
en el exterior del cuello, y por supuesto sólo está
pulido el exterior de los cuerpos de las ollas y el
interior siempre alisado.
Comentarios: existen algunos materiales en
negro con manchas rojas, no incluidos aquí, que
corresponden a otro grupo y que pertenecen a la
ocupación preclásica de Cantona, y se presenta
en forma de vasos, tecomates, ollitas, cajetes de
silueta compuesta y de éstos, algunos con base
convexa. Se indica esto porque puede confundir
al consultante. en su momento se describirá este
tipo. en forma, algunos de los cajetes Poleo se
asemejan al Mazapa rojo sobre café y al Joroba
anaranjado sobre crema, de la fase Corral ter-
minal de tula (Cobean, 1990). el Poleo rojo
con manchas negras –o negro con manchas
rojas– aquí descrito, está presente en Cantona
III, de 600 a 900 de nuestra era.
tePetoLo Café PuLIdo Banda BLanCa
descripción general: se trata de un tipo ce-
rámico con poca representación numérica
–escasos 592 tiestos– que ante la totalidad del
material estudiado sólo ocupa el 0.13%; sin
embargo, por las características de este grupo,
banda blanca y en muchos casos onduladas,
lo hacen aparecer diagnóstico, además de
que estos materiales corresponden al segundo
gran florecimiento de Cantona –Cantona III–,
y por tanto se ubican entre 600 y 900-950 de
nuestra era.
Pasta: cuentan con pasta medio fina, con
agregados minerales, compacta, con cocción de
regular a buena y con dureza de 3 a 3.5 Mohs. el
color va de café rojizo oscuro (5 Yr 3/2, 2.5/2) a
gris rosáceo (7.5 Yr 7/2, 6/2) rojo (2.5 Yr 5/8,
5/6, 4/6) y rojo oscuro (2.5 Yr 3/6).
 Beatriz Leonor Merino Carrión y ÁngeL garCía Cook
tratamiento de la superficie: es de aparien-
cia brillante a mate, con un engobe pulido de
color café a café oscuro (7.5 yr 5/4, 3/4), café
rojizo oscuro (5 yr 2.5/2), sobre el cual se
aplicó una banda de un engobe blanco –ama-
rillento, gris claro– grueso o ligero (10 yr 7/6,
8/6, 7/2). esta banda puede estar tanto en el
exterior como en el interior a partir del borde,
y lo mismo puede ser liso u ondulado en la
parte inferior de la banda, o bien estar sólo en
una de las caras.
Formas: este tipo está representado en una
sola forma de vasijas: cajetes. de acuerdo con
la forma de la decoración se observan cinco
variantes que enseguida se describen.
técnica decorativa: por aplicación de pintura
blanca sobre el engobe general de la pieza.
Motivos: banda blanca en el borde que varía
de acuerdo con su ubicación.
Cajetes de paredes recto divergente
Banda blanca exterior e interior. de pasta medio
fina, con agregados minerales, compacta, con
buena cocción, y en general comparte todas las
características del tipo. La decoración en este
caso es una banda blanca amarillento a gris
claro, en el borde, tanto en el interior como en
el exterior de la vasija. La banda tiene de 0.5 a
1.4 cm. el espesor de las paredes es de 0.8 cm;
del borde –redondeado– 0.9 cm y de la base
–plana– de 0.6 cm. La altura de la pieza gira en
torno a los 6 cm. diámetro en la boca de 20 a 24
cm y en la base de 14 a 16 cm.
otra variante es aquella en la cual la banda
blanca exterior es lisa –homogénea en su anchu-
ra–, mientras que la interior es ondulada en su
parte inferior. algunos sólo tienen banda blanca
lisa sobre el borde interior (figura 6 g).
Cajetes de paredes curvo convergentes
todos de base plana y bordes redondeados, cuyas
paredes tienen espesor de 0.6 a 0.8 cm; del borde
0.6 a 0.9 cm, y de la base 0.5 a 0.6 cm.
diámetro en la boca, de 20 a 26 cm y de la
base 18 a 23 cm. La altura de la pieza en torno
a 5.5 cm.
138
Cajetes de paredes rectas
Con bordes redondeados y base plana. acabado y
color de la superficie semejante a los anteriores,
con banda blanca ondulada tanto en el exterior
como en el interior. espesor de pared de 0.5 a
0.8 cm, del borde de 0.7 a 0.9 cm, y, de la base
–plana– 0.6 a 0.8 cm. diámetro en la boca de 18
a 28 cm, y de la base de 14 a 22 cm. altura del
cajete de 5 a 6.5 cm.
otra variante decorativa se encuentra en los
que tienen una banda blanca interior y rojo
sobre amarillo rojizo exterior. Pasta con color
semejante a las superficies: roja (10 r 4/8) rojo
oscuro (2.5 yr 3/6) y amarillo rojizo (5 yr 6/8).
de acabado mate, engobe pulido, paredes rectas
y borde redondeado, algunos engrosados en el
exterior. espesor de pared y borde, de 0.9 cm.
diámetro en la boca de 20 a 28 cm.
Comentarios: tipo cerámico de fácil identi-
ficación, aunque al parecer poco conocido en
el altiplano Central. en formas es semejante a
varios tipos del epiclásico tardío-Posclásico tem-
prano del altiplano. observa cierto parecido con
cerámica café borde blanco del golfo Central o
sur de Veracruz, y recuerda al negro borde blan-
co de Veracruz (ortiz, 1978). en Cantona están
presentes en su segundo gran apogeo o Cantona
iii, de 600 a 900-950 de nuestra era.
xaLaPazCo
descripción general: se trata de un grupo re-
ducido de tiestos que, además de contar con
características de manufactura y decoración
fáciles de observar, se trata al parecer de cerámica
importada. es una cerámica compacta con des-
grasantes de arena y minerales, con superficies
en tonos café rojizo claro o amarillo rojizo sobre
la que se realiza una decoración a base de líneas
geométricas en rojo.
Pasta: compacta con desgrasantes de arena
y minerales, al parecer la cocción es de buena
a regular y la dureza en la escala de Mohs es de
3.5. el color de la pasta es gris rosado (7.5 yr
6/2 y 7/2).
tratamiento de la superficie: presentan un
engobe pulido que cubre las dos superficies, el
 La aLfarería en Cantona
color es de rojo amarillento a café rojizo claro y
amarillo rojizo (5 Yr 5/6, 5/8 a 6/4, 6/6, 6/8,
7/6, 7/8). Sobre éste se coloca una pintura de
color rojo.
técnica decorativa: se agrega una pintura roja
(7.5 r 4/8, 5/8) precocción en la superficie, en
la mayoría en el interior; existen casos en que se
encuentra la decoración en ambos lados.
Motivos en la decoración: se trata de líneas
horizontales, verticales, franjas que circundan el
perímetro de la pieza, triángulos, etcétera.
formas: se trata de cajetes de paredes rectas,
al parecer con base convexa y fondo cóncavo;
cajetes de paredes recto divergentes o curvo
divergentes, con base plana y fondo plano, y
comales de más de 50 cm de diámetro (figura
6 h-l).
Comentarios: este material parece ser impor-
tado, ya que recuerda mucho algunas variedades
de Coyotlatelco rojo/café, de la región de tula
(comunicación personal de robert H. Cobean,
1997). en Cantona está presente a partir del siglo
VIII en adelante.
CuYoaCo Café rojIzo
descripción general: cerámica con engobe café
rojizo, claro a oscuro, con pasta medio fina o me-
dio gruesa, con agregados minerales, compacta,
con buena o regular cocción y con dureza de 3
a 3.5 en la escala Mohs. el acabado de la super-
ficie es mate, en la mayoría de los casos, aunque
están presentes algunos tiestos con superficies
brillantes. tienen un engobe rojizo pulido, en
muchos de los cuales se observa las estrías del
pulidor, como si sólo hubiese sido alisado sobre
un engobe delgado.
Se presenta en buen número de ejemplares
(2 491), lo que equivale a poco más de 0.55%
del total de tiestos analizados para Cantona. está
conformado por ollas, las que pueden contar
con cuello medio o alto; cajetes cuyas variantes
son de acuerdo a la forma de sus paredes: recto
divergente, curvo convergente o curvo divergen-
te; apaxtles y/o cazuelas y tecomates. Las formas
de vaso y de cajete de silueta compuesta están
pobremente representadas –1 y 2 ejemplares,
139
respectivamente–. todo parece indicar que este
tipo corresponde al segundo apogeo de Cantona
–Cantona III– que va de 600 a 900 de nuestra
era, aunque al parecer se inician desde el 500
d.n.e y terminan también hasta por el 1000. es
probable que algunas piezas –sobre todo en los
tecomates– puedan corresponder a una etapa
Preclásico superior o Cantona I (García Cook-
Merino Carrión, 1998); sin embargo, la gran
mayoría se produjeron para el epiclásico-Pos-
clásico temprano o Cantona III.
Ollas de cuello medio
Las ollas son la forma más común del tipo Cu-
yoaco, ya que representa más de la mitad del total
del tipo, y las ollas de cuello medio o regular, con
1 343 ejemplares, es el más abundante.
Pasta: regular a medio fina, con agregados
minerales, compacta, de buena cocción y con
dureza de 3.0 en la escala Mohs. de color rojo
amarillento a café rojizo (5 Yr 4/6, 4/4), algunos
presentan un núcleo negro por la cocción.
tratamiento de la superficie: engobe pulido
de apariencia mate, con color exterior rojo ama-
rillento a café rojizo (5 Yr 4/6, 4/4) y el interior
café rojizo a rojo (2.5 Yr 4/4, 4/6).
forma: ollas con cuello de tamaño medio o
regular, recto inclinado con borde redondeado,
o recto de borde expandido horizontal con ex-
tremo redondeado y con base plana. el diámetro
de la boca varía entre 7 y 11 cm y el de la base, 10
cm. el espesor del borde va de 1 a 1.5 cm; de la
pared de 0.4 a 1 cm y de la base de 0.7 a 0.8 cm.
La altura del cuello es de 3 a 5 cm de largo.
Ollas de cuello alto
Se cuenta con muy pocos ejemplos de esta va-
riante, de cuello alto, aunque no lo es tanto ya
que sólo tiene 5.5. a 6 cm de altura.
Pasta: medio fina, con agregados minerales,
compacta, con buena cocción y dureza de 3
Mohs. Su color es rojo amarillento a café rojizo
(5 Yr 4/6, 4/4).
tratamiento de la superficie: engobe pulido
mate, de color rojo amarillento a café rojizo, tanto
al exterior como al interior. Cuello recto, borde
 Beatriz Leonor Merino Carrión y ÁngeL garCía Cook
redondeado o recto expandido. La base –no se
conocen– lo más probable es que fuese plana.
el diámetro de la boca es de 12 a 16 cm y el
espesor del borde es 0.5 –2 de ancho lo expan-
dido– y el grosor de las paredes es de 0.5 cm. al
parecer fueron de uso ceremonial.
Cajetes recto divergentes
de los cajetes Cuyoaco es el mejor representado
(619 ejemplares), casi 25% del total del material
Cuyoaco café rojizo.
Pasta: medio fina, con agregados minerales,
compacta y de buena cocción, con dureza de
3.5 en la escala Mohs. el color es rojo (2.5 yr
4/6, 4/8).
tratamiento de la superficie: con engobe
pulido, de apariencia mate, el cual cubre todo
el exterior y el borde de la pieza llegando en
algunos ejemplares de 0.5 a 0.7 cm al interior de
la pieza. en varios tiestos se observa la huella del
pulidor como si sólo hubiese sido alisado sobre
el engobe. el color, al igual que el de la pasta,
es rojo (2.5 yr 4/6, 4/8) en ambas superficies.
algunos tienen el exterior café rojizo. y muchos
en el interior son café claro a café fuerte (7.5 yr
6/4, 5/6).
Formas: las paredes son recto divergentes con
borde redondeado, en bisel (recto inclinado) y
plano (recto horizontal). todos de base plana.
el espesor de las paredes es de 0.7 a 0.9 cm, del
borde de 0.4 a 0.7 cm, existiendo algunos que
llegan a 1.1 cm, y el grueso de la base va de 0.6 a
0.7 cm. La altura de la pieza va de 4 a 6.5 cm; con
diámetro en la boca de 16 a 22 cm, existiendo
algunos hasta de 28 cm, y otros pocos de sólo 12
cm. el diámetro de la base es de 9 a 15 cm; exis-
tiendo algunos de 7 cm y otros pocos de 18 cm.
Cajetes de paredes curvo convergentes
(o ligeramente divergentes)
Pasta: medio fina a medio gruesa, con agregados
minerales, compacta, de buena cocción y dureza
de 3.0 a 3.5 en la escala Mohs. Su color café rojizo
a rojo (5 yr 5/4; 2.5 yr 4/6, 4/8).
tratamiento de la superficie: engobe pulido
mate, tanto en el exterior como en el interior;
140
con color rojo (2.5 yr 4/8, 4/6) el exterior, y
café rojizo el interior (5 yr 5/4, 2.5 yr 5/4).
Los bordes redondeados, las paredes convexas
y las bases planas a ligeramente plano-convexas.
el espesor de los bordes es de 0.7 a 1 cm; de la
pared de 0.7 a 0.8 y de la base de 0.9 a 1 cm. el
diámetro de la boca de 12 a 15 cm, algunos poco
más chicos y otros poco más grandes, y el de la
base de 9.0 a 11 cm aproximadamente. La altura
de las piezas va de 4.5 a 6.5 cm.
Cajetes de paredes curvo divergentes
está presente también esta forma de cajetes
con engobe café rojizo, aunque no son muy
abundantes.
Pasta: medio fina a fina, con agregados o
desgrasantes minerales, compacta y de buena
cocción, con dureza de 3 a 3.5 en la escala de
Mohs. Su color es rojo (10 r 4/8, 4/6) a rojo
oscuro (10 r 3/6).
tratamiento de la superficie: con engobe
pulido mate en general, existiendo algunas
piezas de apariencia brillante. Su color es rojo
en el exterior (10 r 4/8, 4/6) y rojo débil a rojo
oscuro (10 r 4/4, 3/6) en el interior. Los bor-
des se presentan en bisel, redondeado –el más
abundante– y recto expandido. todos con base
plana. el espesor del borde es de 0.7 a 1.1 cm; el
de las paredes va de 0.7 a 0.8 cm y el de la base
de 0.5 a 0.6 cm. el diámetro de la boca es de 10
a 15 cm, y el de la base de 8 a 11 cm; la altura de
las piezas cae entre 3.8 a 5.5 cm.
en esta variante podrían incluirse, por el
momento, dos tiestos correspondientes a cajetes
de silueta compuesta, con borde redondeado y
base plana.
Apaxtles
aunque de manera general recaen en este tér-
mino, existen algunos ejemplares que cuentan
con una banda roja (10 r 4/6) sobre el borde
que cubre de 0.5 a 1.5 cm el interior y 0.5 cm la
pared exterior.
Pasta: medio fina, con agregados minerales,
compacta con regular a buena cocción y dureza
3 en escala de Mohs. de color rojo amarillento
 La aLfarería en Cantona
(5 Yr 4/6), aunque muchas presentan un núcleo
gris a gris oscuro, debido al cocimiento.
tratamiento de la superficie: de engobe puli-
do de apariencia mate el interior o exterior. en
muchos de ellos se observan las huellas del puli-
dor duro, de estrías horizontales en el interior y
verticales, horizontales o cruzadas, en el exterior.
Presenta un color predominante rojo amarillen-
to (5 Yr 4/6), aunque muchos tienen manchas
oscuras debido a la cocción. Y algunos, como
se mencionó tienen una franja roja (10 r 4/6)
sobre el borde, que cubre en parte, de 0.5 a 1.5
cm. el interior y de sólo 0.5 cm el exterior. Buena
parte de este material –más de la mitad– aparenta
tratarse de material Preclásico superior.
Su forma básica es de recipientes de paredes
recto divergentes con borde redondeado, algu-
nos engrosados al exterior, algunos son planos
y otros ojivales. La base de estas vasijas es plana
y de diámetro pequeño en comparación con
la pieza en sí; algunas bases sobresalen –hacia
abajo– del cuerpo de la vasija, como si se hubiese
colocado un disco bajo el fondo de la pieza.
están presentes algunos ejemplares de silueta
compuesta.
el espesor de las paredes va de 0.6 a 1.2 cm,
con una media de 1 cm; el borde varía de 0.9 a 1.1
cm en general, teniendo hasta 1.6, 1.8 e incluso
2 cm los que fueron engrosados; el grosor de las
bases va de 0.7 a 1.1.cm. el diámetro al exterior
de la boca varía de 26 a 34 cm, predominando
las de 26 y 30 cm, aunque existen algunos con
diámetro mayor –hasta 38 cm– y otras menores
–de escasos 20 cm–. el diámetro de las bases es
sólo de 6 a 8 cm.
Como ya se ha dicho, es probable que buena
parte de este material, sobre todo el que presenta
las estrías del pulimento, corresponda a un Pre-
clásico superior –Cantona I–. Cuando se efectúen
más exploraciones y se localice un mayor número
de ejemplares en contextos mejor definidos, se
podrá precisar esta situación.
Se cuenta también con algunas cazuelas (96),
semejantes en casi todo con los apaxtles, salvo el
hecho de tener el exterior alisado en casi todos
los ejemplares.
141
Tecomates
en estas piezas el color café rojizo está en la
superficie exterior de la pieza y el interior es del
color natural del barro.
Pasta: medio fina a medio gruesa, con agre-
gados minerales, compacta a porosa, de buena
cocción y con dureza de 3 a 3.5 en la escala de
Mohs. el color va del rojo, rojo débil, al café
rojizo (2.5 Yr 4/8, 4/2, 4/4).
tratamiento de la superficie: de apariencia
mate, con engobe pulido, en muchos de los cuales
se notan también las estrías del pulimento (quizá
piezas del Preclásico), de color café rojizo a rojo
débil (2.5 Yr 4/4, 4/2) la superficie exterior, y
con tono rojo, café rojizo a café (2.5 Yr 5/6, 7.5
Yr 6/6, 7/6, 5/4) el interior, el cual en la mayoría
de los casos sólo está alisado, aunque algunos
presentan también un engobe rojo pulido.
La forma de las piezas es esférica, algunas más
bien aplanadas, con bordes redondeados, plano,
redondeado engrosado al interior y plano engro-
sado. el espesor de las paredes varía de 0.7 a 1
cm y el de los bordes de 0.8 a 1.5 cm existiendo
algunos de hasta 0.6 cm y otros de hasta 1.8 cm
de grosor. el diámetro de la boca va de 10 a 16
cm en promedio, y la altura inferida varía de 10
a 15 cm aproximadamente. La base es probable
que también fuese plana.
algunas de estas piezas quizá corresponden
a un Preclásico superior y Protoclásico. Ya se
definirá con mayor precisión.
Comentarios: este tipo Cuyoaco café rojizo,
corresponde, en su gran mayoría, al segundo y
mayor apogeo de Cantona –Cantona III–, como
se indicó al inicio de la descripción del material
que lo conforma. Pero algunas de las piezas,
como también se apuntó al tratar sobre los apax-
tles y los tecomates sobre todo, pueden corres-
ponder a etapas más tempranas de la ocupación
en el sitio –Cantona I– donde posteriormente se
erigió esta gran ciudad. esperamos poder aclarar
en poco tiempo esta situación.
MICuautLa rojo SoBre BLanCo o CreMa
descripción general: se trata de un grupo
cerámico cuya forma básica es el de las ollas,
 Beatriz Leonor Merino Carrión y ÁngeL garCía Cook
con pasta media, arenosa, con agregados mi-
nerales, compacta y con buena cocción. de
color blanco, gris claro o café amarillento.
La superficie tiene un acabado pulido mate,
con huellas de haber contado con un baño o
engobe ligero de color café amarillento, gris
claro, café rojizo y café claro. en buena parte
de la muestra se observa que tuvieron el borde
rojo, sobre todo en el extremo superior, en
otra no se les observa. Se puede subdividir este
grupo de acuerdo con la forma que afecta el
cuello, aunque debemos recalcar que todos
–o la gran mayoría– se trata de cuellos vagos.
es decir, no se presenta un quiebre o cambio
brusco entre la terminación del cuerpo e inicio
del cuello, sino que éste es tan tenue que por
el exterior es difícil precisar en qué punto
se inicia el cuello, esto es claro observando
únicamente el interior de la pieza donde sí
se nota este cambio entre cuerpo e inicio del
cuello de la vasija.
Pasta: medio fina con pequeños agregados
minerales, compacta, de buena cocción y con
dureza de 3 Mohs. de color café claro a rosa,
o negro (gris oscuro o muy oscuro) el centro,
y café claro a los lados (7.5 yr 6/4, 7/4 y n3/
y n4/).
tratamiento de la superficie: lleva un engobe
amarillento rojizo (5 yr 7/6, 6/8, 8/2, 7/4) a
blanco rosáceo o rosa, polvoso, con alisado o
ligero pulimento. en algunos casos, al parecer, se
trata del mismo color de la pasta. tienen el borde
rojo, interior y exterior, de un rojo muy diluido
o fugitivo, en muchos apenas restan huellas de
éste. algunos con borde plano sólo tienen el rojo
en esta parte plana, en otros de borde plano el
rojo sí baja a los lados de éste.
decoración: pintada en rojo, además del en-
gobe general, sobre la superficie exterior.
Motivos de la decoración: banda roja sobre el
borde de los cuellos. en algunos casos se observa
que el color rojo se escurrió sobre la superficie
exterior del cuello.
Formas: se trata básicamente de ollas, las
que se agruparon de acuerdo con la forma que
afectan sus cuellos.
142
Ollas con cuello vago curvo divergente
de color blanco rosáceo a rosa, gris claro a amari-
llo rojizo (7.5 yr 8/2, 7/4; 5 yr 7/1, 7/6, 6/8) en
la superficie exterior. en más de la mitad de los
tiestos (cuellos) correspondientes a esta variante
de Micuautla se observan las huellas de haber
llevado (algunos aún lo conservan) el extremo
del borde de color rojo. el espesor de las paredes
del cuello va de 0.7 a 1.2 cm; del borde de 0.7 a
1.0 cm. el diámetro externo en la boca varía de
13 a 21 cm y el de la base del cuello queda entre
10 y 17 cm aproximadamente. todos los bordes
son redondeados.
el tamaño de los cuellos fluctúa entre 6.7 a
8.3 cm, aunque se cuenta con algunos que tienen
9.1 cm de largo. al parecer todas las bases fueron
planas (figura 7 c, b).
Ollas de cuello vago recto
aun cuando la mayoría de los tiestos cuentan
con cuellos cortos, se incluyen aquí algunos (7)
cuyas dimensiones son mayores, de 6 a 7 cm de
longitud. todos son de paredes rectas y tienen
su borde rojo casi todos, todos presentan cuellos
rectos o ligeramente inclinados al exterior.
Los cuellos miden –salvo los siete mencio-
nados– de 3 a 4 cm de longitud –uno mide 2.5
cm–. Los bordes, redondeados o aplanados,
tienen espesor de 0.7 a 0.9 cm, aunque aparece
uno que tiene 1.4 cm de grosor. Las paredes del
cuello tienen un espesor de 0.8 a 1 cm, aunque
una pieza tiene 1.6 cm de grueso. Las paredes
del cuerpo de las ollas tienen entre 0.4 y 0.6 cm
de grueso. el diámetro en la boca gira entre 14
y 27 cm, y en la base del cuello va de 10 a 22 cm.
Los cuellos más largos –los de 6 a 7 cm– tienen
un diámetro al exterior de la boca de 20 a 26 cm
(figura 7 a, f).
Ollas de cuello vago recto divergente
Semejantes a los anteriores aunque un poco más
inclinados al exterior, quizá por contar con mayor
tamaño, ya que éstos tienen entre 4 y 5 cm de
largo. aunque la mayoría –70% aproximadamen-
te– presenta el borde rojo, sin embargo algunos
no se les observa dicho color sobre el borde. este
 La aLfarería en Cantona

0 9 cm
e

e. Morales

h
i

figura 7. Micuautla rojo sobre Blanco, a, f: olla con cuello vago recto; b, c: ollas con cuello vago curvo
divergente; b, e: ollas con cuello vago recto divergente. xalapazquillo, d, h: jarrones. pochintoc rojo ollas, g, i:
ollas con cuellos curvo divergentes.

afecta formas redondeadas, aplanadas, plano-agu-
zados (inclinados hacia el exterior). el espesor
de las paredes del cuello es de 0.8 a 1.2 cm, y el
de los bordes va de 0.7 a 1.1 cm. Las paredes del
cuerpo tienen 0.5 a 0.6 cm de grosor.
Los diámetros en el exterior de la boca van de
18 a 24 cm, y los de la base del cuello tienen de
15 a 18 cm aproximadamente. el color general
de la superficie exterior es semejante a los demás
que integran este tipo: café claro, café rojizo, café
amarillento, gris claro, etc. (figura 7 b, e).
Comentarios: al parecer estas piezas sirvieron
para portar líquidos, tanto para la realización
de ciertas ceremonias como para el consumo
doméstico. Su uso, al parecer, fue de 600 a 800 de
nuestra era; primera mitad de Cantona III.
xaLapazquILLo
descripción general: jarras o jarrones con pasta
de textura fina con engobe amarillo rojizo. Lleva
decoración geométrica en rojo sobre las paredes
del cuello, además de uno o dos reborde medial;
sobre el cuerpo la decoración es más simple.
aunque está presente con poca frecuencia, es,
sin embargo, de fácil identificación y observa
corta presencia temporal.

143
 Beatriz Leonor Merino Carrión y ÁngeL garCía Cook
Pasta: de textura fina con desgrasantes de
arena y minerales, compacta con una dureza
de 3.5 en la escala de Mohs, y al parecer buena
cocción. el color de ésta es rosa a café rojizo
claro (5 yr 7/4 a 6/4) y de gris a gris claro (5
yr 5/1 a 7/1).
tratamiento de la superficie: presenta un
engobe pulido de color amarillo rojizo (5 yr 5/6,
6/6 y 6/8) que cubre todo el exterior de la pieza,
y sobre ésta se aplica la decoración en rojo.
técnica decorativa: por agregado a la super-
ficie se trata de una pintura precocción de color
rojo a rojo oscuro (10 r 3/6, 4/6 y 4/8), la cual
se aplica tanto en el cuello como en el cuerpo.
además, se le agrega una o dos cintas de arcilla
a manera de reborde, de aproximadamente 1 cm
de ancho por 2 o 3 mm de altura que circunda
el cuello. estos rebordes se colocan en el tercio
superior e interior del cuello, dejando la parte
central poco más amplia que los extremos (5.5
- 7.0 - 5.5 cm).
Motivos en la decoración: presentan diseños
geométricos, cuadrículas, grecas, líneas paralelas,
en zigzag y, sobre las protuberancias del cuello,
dos bandas. en el cuerpo presenta una serie de
franjas verticales más anchas que las del cuello
a todo lo largo de la pieza, quedando el color
amarillo rojizo en bandas más delgadas.
Forma: se trata de jarrones de cuello largo
recto, ligeramente divergente, con borde re-
dondeado. el cuerpo es curvo convergente de
base plana. el cuello afecta una forma de silueta
compuesta o con 1 o 2 “cinturas”. el diámetro en
la boca del cuello es de 9 a 10 cm. el espesor de
las paredes es de 0.5 cm aproximadamente. La
altura de los cuellos es de 15 a 20 cm. La altura
total, inferida, va de 30 a 40 cm (figura 7 d, h;
figura 8 d-m).
Comentario: este tipo es muy semejante al
llamado tecamachalco del área de Cuauhtin-
chan (dávila-de dávila, 1976) (diana zaragoza,
comunicación personal) y quizá tenga cierta
correspondencia con las ollas del tipo borde rojo
sobre café de tula (Cobean, 1990). en Cantona
está presente, aunque en escasa proporción y se
le puede ubicar a partir del siglo viii.
144
PoChintoC rojo oLLas
descripción general: se trata de ollas de mediano
a gran tamaño, con cuellos rectos, o de cuellos
vago recto divergentes y curvo divergentes. su
característica básica es la de tener un grueso
baño rojo polvoso sobre la superficie exterior y
la interior del color del barro. de acuerdo con
las características del material y otras evidencias,
estas piezas fueron utilizadas durante la realiza-
ción de una –o varias– ceremonias en las que
su contenido fue pulque o alguna otra bebida
fermentada, ya que las paredes están corroídas
o descascaradas, muy probablemente por la
accción del líquido que contuvieron. y es posible
que estas ollas tuvieran originalmente un grueso
engobe rojo pulido.
Pasta: medio fina con pequeños agregados,
compacta y de buena cocción, con dureza de 3 a
3.5 Mohs. su color va de café rojizo (7.5 yr 6/6,
7/6) a gris muy oscuro (7.5 yr n3/).
b
a
d
c
f
e
g h i j
m
k l
Figura 8. Xonacotlan rojo sobre Blanco,
a: tecomate. Poleo rojo con manchas negras,
b, c: cajetes de paredes recto divergentes.
Xalapazquillo, d-n, k: fragmentos de cuellos;
i, j, l, m: tiestos del cuerpo de las jarras.
 La aLfarería en Cantona
tratamiento de la superficie: a la superficie
exterior de las ollas se les aplicó un grueso baño
rojo –o engobe– (10 r 3/6, 4/6, 4/4) de claro
a oscuro, precocción. Se observa el alisado bajo
dicho baño. en algunos casos se llegan a observar
amplias bandas verticales en el cuerpo sobre el
color natural del barro.
formas: se trata de ollas con cuellos rectos o
ligeramente inclinados, que tienen entre 7.5 y 10
cm de longitud; otros son recto divergentes con
cuello vago, de 3 a 4.5 cm de largo, y algunos lle-
gan a tener entre 5 y 5.5 cm de longitud. existen
otros cuellos que son curvo divergentes, los que
de acuerdo con su tamaño se pueden agrupar en
dos: los de 7 a 9.3 cm de longitud y los de 4 a 5 cm.
Los bordes son redondeados, planos y aplanados.
algunos cuellos tienen reborde en el borde o éste
está reforzado haciéndolo más grueso. el espesor
de las paredes del cuello es de 0.7 a 1 cm, siendo
más gruesos los más chicos; el de los bordes es de
0.7 a 1.1 cm. el diámetro en el exterior de la boca
es de 14 a 22 cm; de la base del cuello, de 12 a 18
cm, y la altura inferida de las ollas varía de 17 a
35 cm, aproximadamente (figura 7 g, i).
Comentarios: las ollas Pochintoc tuvieron al
parecer un carácter ritual, quizá en ceremonias
en las que se bebía pulque o alguna otra bebida
fermentada. están presentes entre el 600 y el 800
de nuestra era, o Cantona III.
Hasta aquí han sido descritos los tipos carac-
terísticos –no la totalidad– que corresponde al
segundo gran apogeo de Cantona o Cantona
III. en seguida se describen aquellos tipos que
ocupan la parte inicial de Cantona III, pero que
se inician en Cantona II, y que son característicos
o fáciles de identificar. en cada grupo se apunta
la temporalidad correspondiente.
MaxtaLoya rojo SoBre BLanCo o CreMa
descripción general: aun cuando está presente
en corto número (1 068 tiestos) en relación con
la totalidad del material analizado de Cantona
(sólo representa 0.23%), es sin embargo un
material fácil de identificar, ya que se trata de
cerámica con carácter ritual o de uso exclusivo
de cierta élite. Cuenta además con decoración
145
en rojo sobre blanco (gris claro o café rojizo
claro) y, por tanto, de posible comparación.
Cuando se explore un mayor número de lugares
ceremoniales o de estructuras con carácter “resi-
dencial”, se podrá contar con un mayor número
de piezas correspondientes a este tipo. Sólo se
conocen cajetes en este grupo cerámico y tienen
las siguientes características.
Cajetes
Pasta: medio gruesa con agregados de arena y
caliche, en pocos casos es medio fina, compacta
de buena cocción, con dureza de 3.0 a 3.5 Mohs.
Su color es roja (10 r 4/8, 4/6; 2.5 yr 5/8, 4/6,
4/8, 5/6) o café rojizo claro (5 yr 6/3). algu-
nos pocos tienen la pasta de color gris rosáceo
(7.5 yr 6/2, 7/2) y algunos otros, debido a la
cocción, son de color gris muy oscuro a negro
(7.5 yr n3/ n2).
tratamiento de la superficie: tiene un engobe
muy grueso que cubre ambas superficies de la
pieza, muy pulido. en términos generales el color
es blanco a gris claro (10 yr 8/2, 7/2), blanco
o gris rosáceo (7.5 yr 8/2, 7/2; 5 yr 6/2). La
superficie interior, cuando no es “blanca”, puede
ser café rojiza clara (5 yr 6/3, 6/4) u obscura (5
yr 2.5/2); en ocasiones aun negra (5 yr 2.5/1).
en el interior de la pieza es frecuente encontrar
el engobe corroído en la unión del fondo y el
ángulo que se forma con las paredes.
técnica decorativa: es por agregados a la
superficie, en la que se aplica una pintura secun-
daria precocción de color rojo (10 r 4/8, 5/8;
7.5 r 4/8) en la pared exterior de la pieza. en el
interior algunas piezas tienen una banda roja en
la unión del fondo con la pared. existe un caso
en que se decoró el fondo del cajete.
Motivos de la decoración: delimitados por
bandas rojas en el borde y en la unión con la base
se cubre toda la superficie con diseños geométri-
cos. es frecuente la presencia de anchas bandas
–de 2.6 a 6 cm– delimitando rectángulos blancos
en los que se intercalan líneas más delgadas –de
0.3 a 0.8 cm de ancho– en pares o bien ganchos
–¿“Cola de Chango”?– a partir de la base o par-
tiendo de la banda en el borde o bien banda de
 Beatriz Leonor Merino Carrión y ÁngeL garCía Cook
líneas cortas paralelas unidas por sus extremos
a manera de “z” estilizados.
Se encuentra la representación de un
sol –círculo al centro con líneas perpendicula-
res partiendo de él– en el fondo de una pieza, y
otras sólo tienen en el fondo una banda de 0.7
a 1.2 cm de ancho en la unión del ángulo con el
inicio de la pared.
Formas: se presentan sólo en cajetes de pare-
des curvo divergentes o ligeramente divergentes
con el borde redondeado, base y fondo plano.
el espesor de las paredes es de 0.6 a 0.9 cm, del
borde de 0.7 a 1 cm, y el de las bases de 0.6 a
0.75 cm. el diámetro en la boca es de 16 a 22
cm, aunque algunos llegan hasta los 28 cm de
diámetro; el diámetro en la base es de 12 a 18
cm y en los mayores hasta de 26 cm. La altura
de las piezas es de 3 a 6.3 cm (figura 9 a-e; figura
10 a-d, f-i).
debemos indicar que se cuenta con cuatro
fragmentos de ollas y una pieza casi completa,
correspondiente, al parecer, a este tipo. Son
piezas con superficie exterior café claro con una
banda blanca delimitada por líneas rojas y deco-
ración en ganchos partiendo de la línea superior,
colocada en la parte superior del cuerpo. Son
ollas de ancha base plana, cuerpo recto curvo
convergente y cuello curvo divergente (figura 9
g; figura 10 e).
Comentarios: Maxtaloya rojo sobre Blanco se
asemeja al Coyotlatelco rojo sobre Blanco varie-
dad 2, de la cuenca de México (rattray, 1966);
al Coyotlatelco rojo sobre Café, y al rito rojo
sobre Crema, de la fase Corral de tula (Cobean,
1990). Vagamente se parecen a tipos cremas del
totonacapan, del Clásico tardío (Medellín zenil,
1960); Sejourné (1970) ilustra unas ollas con
decoración semejante en la figuras 21 y 24 de su
obra. en Cantona a este tipo se le puede ubicar
entre el 400 y el 700 de nuestra era.
aLChiChiCa rojo puLido
descripción general: se trata de un conjunto de
cajetes semejantes a los mayormente conocidos
para el Clásico y epiclásico del altiplano Central.
Son cajetes con acabado de superficie mate o
146
a
b
d
c
e
f g
0 9 cm
h
j
i
Figura 9. Maxtaloya rojo sobre Blanco, a, b: cajetes
de paredes recto divergentes; c, d, e: cajetes de
paredes ligeramente curvo divergentes; g: cuello de
olla. alchichica rojo pulido, f, h: cajetes de paredes
recto divergentes; f, i: cajetes curvo convergentes; j:
cajetes curvo divergentes.
brillante, de color rojo o rojo sobre café y sus
combinaciones.
pasta: medio fina, con agregados minera-
les –laminillas de cuarzo–, compacta y de buena
cocción, con dureza 3 Mohs. Su color es rojo
oscuro a rojo (7.5 r 3/8, 4/6, 4/8), a rojo débil
(7.5 r 4/4).
tratamiento de la superficie: con un engobe
pulido con apariencia mate o brillante, de color
rojo oscuro (7.5 r 3/8) a rojo (7.5 r 4/6, 4/8) y
café rojizo (2.5 yr 5/4, 4/4), amarillento (10 y
r 7/6) o café muy claro (10 yr 7/4).
Formas: cajetes con paredes recto divergentes;
con variantes de acuerdo con la decoración o
posición de los colores –rojo sobre café– en la
superficie de las piezas. Se cuenta con ejemplares
de cajetes con paredes recto divergentes y algunos
con paredes curvo convergentes. así, tenemos:
 La aLfarería en Cantona
Cajetes recto divergentes. Rojo exterior Rojo
sobre Café interior
Con engobe rojo pulido en el exterior y café pu-
lido en el interior, con pulimento de apariencia
mate. el rojo exterior varía en los tonos menciona-
dos, lo mismo que el color café interior. La banda
roja tiene de 20 a 30 mm de ancho. Los bordes
son redondeados o en bisel y con base plana. el
espesor de las paredes es de 0.6 a 1 cm, del borde
de 0.9 a 1.3 cm y el de la base gira en torno a los
0.5 cm. el diámetro en el exterior de la boca es de
14 a 20 cm, y el de la base va de 10 a 14 cm. La altura
de las piezas es de 5.5 a 7.0 cm (figura 9 h, j).
Cajetes recto divergentes Rojo sobre Café exterior
e interior
tanto el rojo como el café son de los tonos ya
indicados para el tipo. Los bordes son redon-
deados y la base plana. Predomina la apariencia
brillante de las paredes sobre el acabado mate.
el espesor de las paredes tiene una media de
b
a
d algunos casos esta banda adquiere tonos rojizos
c
f g
i
h minerales, de buena cocción y dureza de 3 a 3.5
e
k
j los cuellos está alisado –al parecer el cuerpo sí
figura 10. Maxtaloya rojo sobre Blanco,
a-d, f-i: cajetes; e, olla. alchichica rojo Pulido,
j, k: cajetes de paredes curvo divergentes.
147
0.8 cm, el borde de 1 a 1.2 cm, y el de la base
de 0.6 a 0.8 cm. La altura de la pieza es de 4.5 a
5.5 cm. Pocos tienen paredes curvo ligeramente
convergentes (figura 9 i; figura 10 j, k).
Cajetes recto divergentes Rojo pulido interior,
Rojo sobre Café exterior
Con acabado de superficie brillante. La mayoría
de los bordes son redondeados, con un espesor
de 1 a 1.2 cm, y de las paredes de 0.7 a 0.9 cm.
Las bases planas de 0.6 a 0.8 cm de grosor, y la
altura de las piezas es de 4.5 a 5.5 cm.
en escasa proporción están presentes los que
tienen la superficie exterior roja y la interior café
(figura 9 f).
Comentarios: Semejante al tipo rojo sobre
Bayo de teotihuacan y al Coyotlatelco rojo
del área de tula (Cobean, 1990). Su ubicación
temporal para Cantona es de 500 a 700 d.n.e.,
aunque al parecer se inicia desde un poco antes.
Por tanto, también cubren la transición Cantona
II-Cantona III.
tetePongo oLLaS
descripción general: se trata de ollas, identifica-
das básicamente por sus cuellos, cuyo acabado
de la superficie exterior es alisada, mientras
que la interior lleva una banda pulida a partir
del borde. Pulimento que en ocasiones llega a
cubrir toda la superficie interior del cuello. en
resultado, al parecer, del color de la pasta pulida.
Se cuenta con pocos ejemplares (1 704 tiestos),
pero también son de fácil identificación. está
presente en una sola forma: ollas con cuello
curvo divergente.
Pasta: compacta, medio fina con agregados
Mohs. de color rojo (2.5 Yr 5/8, 5/6), amarillo
rojizo (5 Yr 7/6). algunos tienen núcleo grueso
de un color gris muy oscuro (5 Yr 3/1).
tratamiento de la superficie: el exterior de
lleva pulimento– y el interior sí tiene una ban-
da a partir del borde, pulida, de 1.5 a 3 cm de
ancho, o bien toda esta superficie interior del
 Beatriz Leonor Merino Carrión y ÁngeL garCía Cook
cuello fue pulida, apareciendo el color rojo a
amarillo rojizo de la pasta. el color de las super-
ficies exterior e interior es de rojo a café rojizo
claro (2.5 yr 6/6, 6/4) o café claro a café (7.5
yr 6/4, 5/4, 4/4).
Formas: se conocen únicamente ollas peque-
ñas y medianas, cuyos cuellos son divergentes,
de fuertemente curvo divergentes a casi recto
divergentes, con dimensiones de 3.5 a 6 cm de
longitud. Los bordes son redondeados y algunos
aguzados hacia el exterior. el espesor de las
paredes del cuello va de 0.5 a 0.8 cm y el de los
bordes de 0.5 a 1.1 cm. el diámetro en el exterior
de la boca, de 9 a 20 cm, aunque predominan los
que tienen entre 11 y 14 cm. el diámetro en la
unión del cuello con el cuerpo de la vasija es de
7 a 10 cm, pocos llegan hasta los 15 cm. La altura
inferida de las piezas es de 12 a 17 cm.
Comentarios: se trata de piezas con carác-
ter utilitario y su temporalidad aproximada es
de 500 a 800 d.n.e. quedando por tanto en la
transición Cantona ii-Cantona iii o Cantona ii
tarde y Cantona iii temprano. al parecer existe
material semejante en tajín (daneéls, comuni-
cación personal).
tetipanapa vasos
descripción general: tipo que se integra en un
solo grupo, sin variantes formales. aun cuando
se podría subdividir en dos subtipos: tetipanapa
vasos negros y tetipanapa vasos rojos. de pasta
media a fina, con cocción regular a buena. tiene
las superficies cubiertas por un engobe de negro
a café rojizo oscuro o rojo. Lleva ligeras acanala-
duras paralelas como decoración en su exterior.
Como su nombre lo indica sólo está presente en
una forma: vasos.
Vasos
pasta: de textura media a fina con desgrasantes
minerales, la dureza es de 3 a 4 en la escala de
Mohs. presentan una cocción de regular a buena.
el color de la pasta es de rojo amarillento a café
rojizo (5 yr 5/8 a 6/4). en ocasiones se presenta
con el núcleo color negro (5 yr 4/1, 3/2) o gris
muy oscuro.
148
tratamiento de la superficie: presenta un
engobe grueso y pulido en ambos lados, el color
es de negro, gris oscuro a café rojizo muy oscuro
(5 yr 2.5/1, 4/1, 3/1, 2.5/2) y algunas manchas
más claras, o bien café rojizo claro (5 yr 6/4,
2.5 yr 5/4, 4/4) en el exterior y en el interior
prevalece el color más oscuro.
técnica decorativa: por alteración de la super-
ficie exterior, en la que se realizan acanaladuras
hechas por incisiones amplias poco profundas.
Motivos de la decoración: son geométricos, lí-
neas paralelas horizontales, inclinadas, verticales,
las cuales cubren la mayor parte (o totalidad) de
la superficie exterior.
Formas: se trata de vasos de cuerpo con pa-
redes rectas o ligeramente curvo divergentes,
con borde redondeado, base y fondo plano.
La boca tiene entre 13 y 15 cm de diámetro, el
espesor de las paredes es de 0.8 cm (figura 11 a;
figura 12 a-d).
Comentarios: aun cuando se cuenta con
pocos ejemplares de este tipo, es de fácil identifi-
cación. se han observado piezas con decoración
semejante para diversas partes de nuestro terri-
torio: en veracruz, Chiapas, estado de México,
puebla, etc.; aunque de cronología diversa
(drucker, 1943; garcía payón, 1950; sejourné,
1970; ortiz, 1978; rattray, 2001). en el caso de
los vasos tetipanapa, su temporalidad va del
siglo iv a finales del siglo vii: Cantona ii tarde y
Cantona iii muy temprano.
aun cuando no fue la intención inicial tratar
sobre los tipos cerámicos diagnósticos o caracte-
rísticos del primer apogeo de Cantona, de 50-100
a 600 d.n.e. o Cantona ii, se describirán ensegui-
da algunos tipos, y se mencionará algo más sobre
la existencia de otros materiales tanto de este
momento –Cantona ii– como de la ocupación
preclásica o Cantona i en el sitio.
Cantona ii
xixiLtepeC inCiso (oLLas aLisadas)
descripción general: aun cuando se trata de
un pequeño grupo de cerámica –jarras u ollitas
 La aLfarería en Cantona

b
d
a

f
e

h
i

0 9 cm
j

l
k

figura 11. tetipanapa Vasos, a: vaso con acanaladuras en toda la superficie exterior. Xixiltepec Inciso, b, c:
cuellos curvo divergentes incisos; d: cuello recto divergente inciso. techachalco rojo sobre Café, e: cajetes con
paredes curvo convergentes; g: cajetes de paredes recto divergentes; i: cajetes de paredes curvo divergentes.
ocotitla ollas festonadas (variedad 2), h: cuello con restos del “festón”. Molongo, j: cajetes con paredes recto
divergentes. Mancuernas negro Pulido, k: cajetes y platos con paredes recto divergentes; l: cajetes con paredes
curvo divergentes.

con cuello alargado– con decoración incisa o
esgrafiada sobre el cuello de la vasija que, apa-
rentemente, no tiene presencia alguna, dado
que la decoración que presentan las hace de fácil
identificación, por tanto, creemos conveniente
incluirlas aquí.
este tipo se presenta en muy bajo número
(escasos 342 tiestos) y, por tanto, no tiene re-
presentación numérica alguna en relación con
la totalidad de los tiestos analizados. Como sí
es posible ubicarlos temporalmente, su conoci-
miento podría ayudar a identificar intercambios
y contactos con otros grupos y regiones donde
puedan detectarse esta clase de materiales.
Pasta: cuenta con una pasta medio fina are-
nosa, con agregados minerales –laminillas de
cuarzo– compacta a semicompacta, de regular
a buena cocción, con dureza de 3 Mohs. el
color de la pasta es rojo claro a rojo (10 r 6/8,
5/8, 4/8).
tratamiento de la superficie: tienen un ligero
engobe blanco a rojizo-rosáceo sobre el exterior;
en algunos tiestos se observa una banda de baño
blanco en la unión del cuerpo con el cuello de la
pieza y en la mayoría sólo se observa la presencia
de un engobe blanco diluido o un baño blanco
precocción, tanto en el interior como en el ex-
terior. es probable que toda la pieza haya tenido

149
 Beatriz Leonor Merino Carrión y ÁngeL garCía Cook

1) decoración punzonada en el interior de

c
b
d
a Los triángulos que se llenan de punzonado son
f g
e zonado puede ser por: puntos incisos, pequeños
h pequeñas rayitas con un lado –el inferior– más
i
k alisados; en algunos casos los interiores cuentan
j redondeados o apuntados (inclinados hacia el
n
l m
Figura 12. tetipanapa Vasos, a, b, c, d: vasos
acanalados. Xixiltepec inciso, e, f, i: fragmentos de
cuellos con decoración incisa; g: fragmento de cuello
con decoración incisa y reborde medial.
ocotitla tricromo, h, j k-n: tiestos y piezas enteras
correspondientes a este tipo.
este baño rosa o amarillo rojizo (5 yr 7/4, 6/6)
a rojo (2.5 yr 5/6).
Formas: las paredes del cuello como el borde
son de grosor regular, 0.5 a 0.8 cm. todo parece
indicar que las dimensiones de las piezas enteras
son de tamaño medio, que se trata más bien de
unas jarritas de tamaño regular. el diámetro en la
boca varía de 10 a 20 cm, y en la base del cuello
–en el exterior– entre 7 y 15 cm. en cada caso se
indicarán sus dimensiones.
decoración: a base de líneas y puntos incisos
se realiza una decoración geométrica en banda
sobre la superficie alisada del cuello.
Motivos de decoración: es precisamente la for-
ma de realizar la decoración en la que se obser-
van variantes, las que enseguida se describen:
triángulos delimitados por líneas incisas. en esta
variante, que es la más abundante, se realizan
triángulos a partir de la base del cuello sin cerrar
la base ni cerca del inicio del cuello, ni los resul-
tantes invertidos con base en o cerca del borde.
los que tienen la base hacia la unión del cuello
con el cuerpo, y los invertidos –con base hacia o
en el borde– se dejan sin punción alguna. el pun-
triángulos incisos, circulitos profundos o no, o
profundo. tanto el interior como el exterior son
con un ligero engobe pulido. Los bordes son
interior y rectos hacia el exterior). el tamaño
de los cuellos, en esta variante es de 3.7 a 6 cm,
aunque la altura varía solamente entre 3 a 5 cm. el
diámetro en la boca es de 10 a 16 cm, y en la base
del cuello queda entre 7 y 10 cm (figura 12 e-f).
2) Le siguen, en número, los cuellos que
llevan decoración semejante, pero los triángu-
los son más largos y delgados, debido quizás al
tamaño del cuello, dejando el espacio sin llenar
más amplio y también un amplio espacio –de 1
a 2.5 cm– sin incisión ni punzonado. tiene un
ligero engobe alisado y se observa una banda de
baño blanco en la unión del cuello con el cuerpo.
Los bordes son redondeados, aguzados u ojiva-
les. algunos interiores de los cuellos tienen un
engobe blanco diluido –o rojizo-rosáceo– tanto
en el interior como en el exterior. es probable
que todo el exterior de la pieza haya tenido este
baño rosa o amarillo rojizo (5 yr 7/4, 6/6) o bien
ligeramente rojo (2.5 yr 5/6). el punzonado
es semejante al anterior: punzonado circular,
chico o mediano, punción como gota; rayitas
con un lado más ancho y profundo y puntos
incisos. el espesor de las paredes va de 0.5 a 0.7
cm; del borde de 0.5 a 0.8 cm. el diámetro en
la boca es de 13 a 18 cm, y en la base del cuello
de 9 a 13 cm.
3) una tercera variante en los diseños co-
rresponde a una serie de arcos limitados por

150
 La aLfarería en Cantona
líneas incisas –teniendo su base hacia la base del
cuello– rellenos de punciones con características
semejantes a las descritas. Quedando un hueco
de 1.4 a 2 cm en la base entre arco y arco. Y la
parte superior del arco queda lejos –de 2.2 a 2.9
cm– del extremo del borde. Los cuellos, al igual
que los demás, son curvo divergentes, de ligero
a fuerte, y sus dimensiones varían de 5 a 7.5 cm
aproximadamente.
4) otra variante es parecida a la primera
descrita, pero en este caso los triángulos incisos
con punzonado son los que tienen su base hacia
el borde y los triángulos opuestos –base hacia la
base del cuello– quedan delimitados pero sin
punzonado hacia su interior.
5) otros más llevan líneas onduladas incisas,
a manera de cúspides y valles, con las incisiones
punzonadas cubriendo las “cúspides”, dejando
sin punzonado los “valles” (figura 11 d).
6) existen algunos con zonas punzonadas sin
delimitación incisa, formando diversas figuras
geométricas (figura 12 i).
7) en otros casos se realizan líneas más o
menos paralelas entre el borde del cuello y la
base de él, verticales o ligeramente inclinadas,
punzonando, pero especialmente el área entre
ellas.
8) existen también algunos que llevan especie
de arcos alargados y apuntados, muy separados
unos de otros, con el área interna punzonada.
9) un buen número de fragmentos de cuellos
cuentan, además de los triángulos punzonados
y no, con un reborde cercano –de 1 a 1.5 cm– al
borde. otros tienen el reborde hacia la parte
media del cuello. uno de los rebordes cercano al
borde lleva a su vez punzonado a cada centímetro
entre sí (figura 12 g).
10) algunos cuellos tienen su decoración en
la realización de triángulos opuestos, unidos en
su vértice, con sus bases hacia el borde y hacia
la base del cuello. algunos de estos cuentan
también con reborde. el tamaño de estos cuellos
varía entre 7.5 cm y 9 cm (figura 11 b-c).
11) otra variante en la decoración es la rea-
lización de diseños geométricos combinando
líneas profundas con punzonado con base en
151
ellas. en un solo caso se observan círculos incisos
con punzonado interior.
12) Por último, se cuenta con un buen núme-
ro de elementos, en los que se combinan triángu-
los incisos rellenos de punzonado con otros sin
punciones, pero en este caso van cubiertos de un
engobe rojo (5 r 4/8; 7.5 r 4/6). de acuerdo con
algunos tiestos que conservan parte del cuerpo
de la vasija, éstos también estuvieron cubiertos
con un engobe rojo pulido –o bruñido–. Los
“triángulos” rojos, al menos en algunos casos
tienen en su interior otro triángulo con punzona-
do, afectando una forma de “V” invertida o más
precisamente como una “Y” invertida. el vértice
hacia el borde de la vasija.
Comentarios: por su forma, acabado y deco-
ración estas piezas recuerdan a ciertos materiales
existentes en el occidente –o noroeste– de Méxi-
co. en Cantona estos materiales se encuentran
a partir de 50 a 400 d.n.e. aunque podrían apa-
recer un poco antes.
oCotitLa triCroMo
descripción general: aun cuando este grupo
cerámico no es abundante –sólo se cuenta con
239 tiestos y varias piezas completas–, se le des-
cribe ya que es de fácil identificación. Por otro
lado, se trata de un tipo cerámico con carácter
ceremonial o ritual, ya que en los lugares en que
ha sido encontrado se le localiza en contextos
mortuorios, en tumbas o enterramientos direc-
tos. Se caracteriza por:
Pasta: de pasta compacta a regular con desgra-
santes minerales, cuarzo, arena; la dureza es de 3
a 4 en la escala de Mohs, y presenta una cocción
que va de buena a regular. el color de la pasta
es café rojizo y café rojizo claro (5 Yr 4/4, 5/4 y
6/3), algunos presentan el núcleo muy oscuro.
tratamiento de la superficie: presentan un
engobe pulido en ambos lados del recipiente,
incluso lo llegan a tener en la base de los cajetes.
el color exterior es rojo oscuro a rojo (2.5 Yr 3/6
a 4/6, 5/6) y café fuerte a café rojizo (7.5 Yr 5/6
a 6/6). el interior es de los mismos tonos cafés
y aun más oscuro (7.5 Yr 3/2). Por lo general
presentan una banda roja alrededor del borde.
 Beatriz Leonor Merino Carrión y ÁngeL garCía Cook
técnica decorativa: se trata de una pintura
precocción agregada a la superficie exterior, en
donde dos tercios del cuerpo exterior lo cubre un
engobe blanco (7.5 yr 8/2) sobre el cual se pintan
los diseños en rojo. el interior de las piezas sólo
presenta una banda roja alrededor del borde.
Motivos de la decoración: se trata de diseños
geométricos, grecas, líneas paralelas horizontales
y verticales.
Formas: se trata en su mayoría de cajetes de
paredes curvo divergentes con borde redondea-
do, fondo plano y base plana, de 18 a 20 cm de
diámetro y unos 5 cm de altura. también se han
localizado algunos vasos (figura 11 f; figura 12 h,
j-n; figura 13 a, b, d, e).
Comentarios: estos materiales siempre se
han localizado en contextos mortuorios, prin-
cipalmente en el área de tlaxcala y Cuenca
de oriental, y aparecen junto con las “ollas
Festonadas” ya sea en tumbas, como ofrenda,
pero asociados a restos humanos, o bien como
ofrenda directa a enterramientos. aparece
siempre en áreas de habitación de élite o en
áreas ceremoniales. en Cantona están presentes
a partir del siglo v y al parecer sólo llegan hacia
finales del siglo vi e inicios del vii (400 a 600).
garcía Cook y sus colaboradores (1976) publica-
ron varios ejemplares de este tipo, procedentes
precisamente de una tumba explorada en Los
teteles de ocotitla, al noreste de tlaxcala. en
teotihuacan también está presente un tipo
semejante (Müller, 1978a; Sejournée, 1966;
rattray, 2001; Seler, 1904).
teChaChaLCo rojo SoBre CaFé
descripción general: se trata de cajetes –con di-
versas formas– con pasta media y engobe grueso
de color rojo o café, con una banda roja en el
borde, sobre todo en el interior y con acabado de
“palillos”. relacionado con el tipo ocotitla pero
de uso “doméstico”, aunque quizá para consumo
de alimentos “exóticos”.
Pasta: es compacta a media con desgrasantes
minerales y arena; la dureza es de 3 en la escala
de Mohs, y la cocción es de regular a buena. el
color de la pasta es gris rojizo oscuro a rojo débil
152
b
a
c e
d
f g
h i
Figura 13. ocotitla tricromo, a, b: cajetes con
decoración exterior tricroma; d,e: vasos con
decoración en grecas correspondiente a este tipo.
techachalco rojo sobre Café, c, f: cajetes con
paredes curvo divergentes. tlachichuco Lisa, g: plato
con paredes ligeramente curvo divergentes.
Molongo, h, i: cajete y plato con paredes recto
divergentes.
y rojo sucio (10 r 3/1 a 3/2 y 4/2), café rojizo y
café rojizo claro (5 yr 4/4, 5/4 y 6/3), algunos
presentan el núcleo muy oscuro.
tratamiento de la superficie: presenta un
engobe grueso en ambas caras de la pieza con
pulimento de “palillos” que en el exterior de la
pieza se observa más claramente. el color exte-
rior es rojo oscuro a rojo (2.5 yr 3/6 a 4/6, 5/6)
y café fuerte a café rojizo (7.5 yr 5/6 a 6/6). el
interior es de los mismos tonos cafés y aun más
oscuro (7.5 yr 3/2). Por lo general presentan
una banda roja alrededor del borde.
técnica decorativa: se agrega a la superficie
una pintura precocción, de color rojo, a manera
de banda que circunda el borde.
Motivos en la decoración: se trata de una
banda que está presente, sobre todo en el borde
interior de 0.7 a 2.2 cm de ancho, y que en el ex-
terior cuando llega a aparecer es más angosta.
 La aLfarería en Cantona
formas: la forma predominante es el cajete
de paredes curvo divergentes con borde redon-
deado y fondo plano y la base plana. el diámetro
en la boca va de 13 a 16 cm y de la base 8 a 9 cm,
la altura de las piezas es de 5.5 a 6.5 cm (figura
11 i; figura 13 c, f).
también existen cajetes de paredes curvo
convergentes de borde redondeado y al parecer
el fondo y la base son planos. el diámetro en la
boca es de 10 a 15 cm y el de la base de 9 a 14
cm, y la altura de 6 a 9 cm (figura 11 e).
Cajetes de paredes rectas y recto divergentes,
con borde redondeado principalmente y la base
plana y el fondo plano, con un diámetro máximo
en la boca de 12 a 18 cm y una altura de 5 a 7
cm (figura 11 g).
todos estos cajetes presentan frecuente-
mente, como es común en la antigua ciudad de
Cantona, perforaciones en las paredes, proba-
blemente para colgar los recipientes.
Comentarios: este material fue de uso común
en Cantona, ya que aparece tanto en las unidades
habitacionales como en las áreas de élite y la zona
ceremonial, con cierta representación numérica.
Se trata de las mismas vasijas ocotitla, pero sin
la decoración. Puesto que ocotitla tiene un uso
restringido a cuestiones ceremoniales funerarias
es que se decidió agruparlos en dos tipos distin-
tos. al parecer tienen mayor duración, ya que se
les localiza a partir del siglo iv al vii.
oCotitLa oLLaS feStonadaS
descripción general: se trata de un grupo de
cerámica cuya forma de vasija corresponde a
son ollas o jarras, con cuellos rectos o curvo
divergentes con una aplicación medial o cerca
del borde a manera de festón o de una banda de
arcilla vertical o inclinada, con extremo inferior
escalonado. Sejournée (1966) las llama jarras con
“volante dentado”, y florencia Müller (1978a)
las nombra “ollas con cuello de olán”. todas de
base plana. el exterior de la pieza lleva un engobe
rojo o del color de la pasta, pulido a bruñido, con
apariencia mate en algunos casos a brillante en
otros. Se cuenta con algunos ejemplares en los
que sobre el engobe pulido exterior de la pieza
153
se realizó una decoración pintada en rojo y blan-
co, de líneas rectas para elaborar generalmente
diseños geométricos. esta decoración se efectúa
en un solo lado de la vasija, tal vez denotando
que se trata de la cara principal de la pieza. el
cuello, bajo el “festón” o “volante dentado” resta
alisado, por tratarse de una sola forma cerámica
cuya única diferencia es el tratamiento de la
superficie. enseguida se describe.
Pasta: medio arenosa con agregados minera-
les finos, compacta y de buena cocción. dureza
de 3 a 3.5 en la escala Mohs y de color amarillo
rojizo (7.5 Yr 7/6, 6/6) la mayoría, otros aparen-
tan un color gris oscuro (7.5 Yr 4/0).
tratamiento de la superficie: llevan un engobe
pulido, ya sea del color de la pasta o bien en rojo.
este se presenta en varios tonos (10 r 3/6, 4/6),
es probable que esto sea resultado del control de
su cocimiento. existen otras en los que además
de dicho engobe se observa otra transformación
de la superficie, ya sea por decoración bicroma
–rojo y blanco– o por contar con una o tres apli-
caciones sobre la parte media y media superior
del cuerpo. el cuello en su parte externa, en su
mitad inferior –bajo el festón– resta sin engobe ni
pulimento. Las piezas que tienen el “festón” cerca
del borde tienen además un reborde por aplica-
ción de una banda, entre el cuello y el inicio del
festón, el cual puede ser liso, de 2 mm de altura, o
bien contar con líneas amplias incisas diagonales
o verticales profundas –dentados– y en estos casos
la altura de dicho reborde es 2 a 6 mm.
técnica decorativa: básicamente el festón,
que puede estar en la parte media –poco más
burdo– superior del cuello, se halla de 3 a 4.5
cm del borde; en Cantona están presentes tam-
bién otras cuyo festón fue colocado casi en el
borde –de 0.6 a 1 cm del borde– o se inician en
el borde mismo.
algunos llevan en el cuerpo unas aplicaciones
verticales, por lo general tres, ubicadas en uno de
los lados (cara principal) de la vasija. en otros
casos se realiza una decoración geométrica de
líneas rojas sobre fondo blanco tanto en una
cara –la principal– como sobre el exterior del
cuello y el festón.
 Beatriz Leonor Merino Carrión y ÁngeL garCía Cook
Motivos de la decoración: las aplicaciones son
verticales que unen –o casi unen– la base del cue-
llo con la parte media de la vasija. La decoración
en rojo sobre blanco (7.5 yr 8/2) es con base en
líneas verticales y horizontales sobre el cuerpo y
horizontales sobre la parte superior externa del
cuello. en pocos casos se utilizan líneas curvas,
esto se da cuando de un trazo se continúa una
línea horizontal en vertical y a la inversa.
Formas: como su nombre lo indica, se trata de
ollas o jarras –ya que el cuello llega a ser la mitad
de la pieza– cuya característica básica es contar
con una banda de barro aplicada en el cuello
y recortada en forma escalonada en su parte
inferior. en Cantona esta banda lo mismo está
colocada en la parte media superior del cuello
–a 3 o 4.5 cm del borde– que cerca –a 0.6 o 1
cm– o en el borde. el interior del cuello, puede
ser del color del barro o bien llevar una banda
roja de 1.3 a 3.5 cm de ancho.
el diámetro al exterior de la boca es de 10 a
13 cm, aunque existen algunos con 4 y 8 cm de
diámetro. el diámetro en la base –plana– es
de 5.5 a 7 cm y la altura gira en torno a los 14 y
21 cm (figura 11 h; figuras 14 a-c, e, f).
Comentarios: en tlaxcala fueron localizadas
piezas idénticas en el interior de una tumba,
correspondiente a la fase tenanyecac regional
(garcía Cook et al., 1976; garcía Cook-Merino
Carrión, 1988) en asociación con piezas aquí
llamadas ocotitla, además de otros cajetes rojos y
negros. Linné (1942) menciona e ilustra algunas
para San José zoquiapan, al oeste de tlaxcala,
y Seler (1904) ilustra una pieza de Huejotzinco,
Puebla. en teotihuacan también están presentes
(rattray, 2001; Sejourné, 1966; Müller, 1978a).
en Cantona, al igual que para tlaxcala, aparecen
siempre en asociación a tumbas o enterramientos
humanos. Su presencia en Cantona es de 400 a
600 de nuestra era o Cantona ii tardío.
MoLongo
descripción general: se trata de un tipo cuyas
características tecno-morfológicas son también
fáciles de identificar, son platos o cajetes de
paredes muy abiertas, con acabado tosco. Quizá
154
c
b
a
d
f
e
h
g
Figura 14. ocotitla ollas Festonadas (variedad 1),
a, e: ollas festonadas monocroma roja,
b: olla festonada tricroma; c, f: ollas festonadas,
monócroma con aplicaciones verticales en la mitad
superior del cuerpo. izoteno Café, d: cajete con
paredes curvo convergentes; g: cajete con paredes
recto divergentes; h: cajete con paredes curvo
divergentes.
funcionaron como comales. Sus características
son:
Pasta: de textura media y granulosa, compacta
y bien cocida, con desgrasantes de cuarzo y mine-
rales; el color de la pasta es de rojo amarillento
a amarillo rojizo (5 yr 5/6 a 6/6). Su dureza va
de 3 a 3.5 en la escala de Mohs.
tratamiento de la superficie: en el interior de
la pieza se presenta un engobe delgado pulido de
color amarillo y café amarillento y en otros casos
se presenta en tono gris oscuro (10 yr 6/6 y 5/6,
4/1) y en el exterior sólo se presenta el alisado
del barro; en algunos casos el engobe cubre una
banda de unos 3 a 3.5 cm a partir del borde y el
resto de la superficie está alisado.
Forma: se trata de recipientes, cajetes o platos
de paredes rectas fuertemente divergentes (45°),
 La aLfarería en Cantona

b
a

f
e 0 9 cm

g h

i
j

k
l
m

figura 15. tlalchichuca Lisa, a: platos y cajetes con paredes ligeramente curvo divergentes; b: cajetes con
paredes recto divergentes. Izoteno Café pulido, c: plato con paredes ligeramente curvo divergentes; d, f,
cajetes con paredes recto divergentes; e: cuellos de ollas. Cerámica alóctona, g, i: Zaquil IV; h, j, l: “occidente
tricromo”; k, m: teotihuacano (¿Xolalpan?).

los bordes por lo general son redondeados, el fon-
do plano y la base plana. el diámetro de la boca es
de 20 a 25 cm y de la base es de 16 a 18 cm; la altura
es de 3.8 a 4.3 cm, con un espesor de las paredes
de 0.7 a 1 cm (figura 11 j; figura 13 h, i).
Comentarios: se trata de objetos al parecer de
manufactura local, de uso doméstico, probable-
mente para cocinar; se ha pensado que pueden
tener un uso semejante al de los comales aunque
quizá no para hacer tortillas sino para cocinar
“gorditas”. temporalmente se sitúa en la primera
ocupación grande de Cantona, del siglo I al VI,
o Cantona II.
ManCuernas negro puLIdo (o BruñIdo)
descripción general: este grupo cerámico cu-
bre todos los materiales cuyo acabado exterior
(en ocasiones también el interior) observa una
apariencia pulida y en menor proporción bru-
ñida, de color negro, y por tanto abarca varias
formas de recipientes. presenta, en su mayoría,
una pasta medio fina, con agregados minerales;
se observan en muchos casos la presencia de
laminillas de cuarzo; es compacta y con dureza
entre 3 y 4 en la escala de Mohs. tiene buena
cocción aunque existen algunos tiestos de pasta
gruesa y de cocción regular. el tratamiento de
superficie consiste en un engobe grueso negro
de apariencia mate a brillante.
Las variantes formales en que se presenta son:
cajetes con paredes de diversas formas, vasos,
ollas, jarrones, tecomates y ollitas. tipo cerámico
que caracteriza a Cantona en su primer momento
de esplendor: del inicio de nuestra era al siglo

155
 Beatriz Leonor Merino Carrión y ÁngeL garCía Cook
iV. aunque hay un buen número de tiestos,
correspondientes en su mayoría a cajetes y vasos
que corresponden al parecer a un Preclásico
superior-Protoclásico, es decir, se inician desde
mediados del siglo iV antes de nuestra era. Con
mayores exploraciones y con obtención de este
material proveniente de estratos o contextos
mejor fechados, se podrá precisar su origen o
bien subdividirlo en dos o tres grupos. en la des-
cripción de cada una de estas variantes se ofrece
la cronología estimada de manera específica para
cada una de las mismas. Cubre poco más de 1%
(1.42) del total del material cerámico analizado.
Se cuenta con 6 380 tiestos de este tipo, además
de varias piezas enteras.
Cajetes
descripción general: se trata de la forma mejor
representada de este tipo, ya que abarca más de
52% del total de elementos Mancuernas negro
pulido y 0.66% del total del material cerámico
estudiado para Cantona. Las formas en que se
presenta esta variante son: cajetes con paredes
rectas –el mejor representado con casi la tercera
parte (72.34%) del total de cajetes–, cajetes de pa-
redes curvo divergentes; cajetes de paredes curvo
convergentes y cajetes de silueta compuesta.
Pasta: medio fina a medio gruesa, con agre-
gados minerales, compacta, de buena cocción
–algunos observan cocción regular–, y con du-
reza de 3 a 3.5 y en menor proporción de 4.0 en
la escala de Mohs. Presenta un color negro, café
rojizo oscuro, gris muy oscuro a gris (5 yr 2.5/1;
2.5/2; 3/2, 4/1, 5/1).
tratamiento de la superficie: de apariencia
mate a brillante, con engobe pulido; en la
mayoría se trata de un engobe grueso, que se
descascara. de color negro, gris muy oscuro;
café grisáceo muy oscuro; café rojizo oscuro; gris
oscuro a gris (5 yr 2.5/1; 3/1, 3/2; 2.5/2; 4/1 y
5/1 y 10 yr 3/2).
forMaS
Cajetes de paredes rectas o ligeramente divergentes
es el más abundante –con 1 405 tiestos–, de bor-
de redondeado, plano, o recto expandido con
156
extremo redondeado; con base plana. el grosor
de las paredes es de 0.3 a 0.8 cm promedio, igual
que el de la base. tienen un diámetro en la base
de 8 a 20 cm, y en la boca de 10 a 20 cm, con una
altura que varía entre 6 y 7 cm. Muchas de estas
piezas están cacarizas, con el engobe negro des-
prendido, corroído, quizá porque contuvieron
pulque (figura 11 k).
Cajetes de paredes curvo divergentes
de superficie pulido mate a brillante, con borde
redondeado y base plana. el espesor de la pared
es de 0.5 a 0.8 cm, y el de la base de 0.5 a 0.8 cm,
y de los bordes de 0.6 a 1 cm. el diámetro de la
boca gira entre 11 y 28 cm, y el de la base de 7 a
22 cm. La altura total de las piezas es en torno a
3 y 5.5 cm, en su mayoría (figura 11-l).
Cajetes de paredes curvo convergentes
también en esta variante están presentes cajetes
con acabado bruñido, además de los pulidos, que
son la mayoría. Los bordes son redondeados
y la base plana. el espesor de los bordes es de 0.6
cm; de las paredes de 0.9 a 1.2 cm, y de la base
de 0.7 cm. el diámetro de la boca gira entre 13
y 15 cm, y el diámetro de la base queda entre
los 10 y los 13 cm. La altura de las piezas es de
4.5 a 5 cm.
Cajetes de silueta compuesta
aunque con menor número de ejemplares (sólo
81) también están presentes. La pasta en esta
variedad de cajetes es menos compacta y medio
gruesa, con cocción regular a buena; la superfi-
cie con engobe pulido a brillante. en dos casos
llevan una banda roja cerca del borde interno,
y en cinco casos el interior es café negruzco.
Los bordes son redondeados o con reborde o
engrosamiento labial. en su mayoría tienen base
plana, aunque algunos pocos aparentan haber
contado con base convexa.
el espesor del borde es de 0.7 a 0.9 cm; el de la
pared de 0.7 a 0.9 cm y el de la base es de 0.7 cm.
el diámetro en el exterior de la boca varía de 17 a
20 cm, y el de la base de 11 a 16 cm. La altura de
las piezas quedan comprendidas entre 6.0 y 7.5
 La aLfarería en Cantona
cm. aunque se encuentran algunos ejemplares
(18) cuya altura queda entre 1.5 y 2.5 cm.
Se trata de piezas que quizá formen posterior-
mente un grupo aparte ya que son semejantes a
formas ticomán o de procedencia de occidente,
incluso uno de estos cuenta con soporte hueco
ovalado con perforación.
Ollas negro pulido
también con cierta representación, ya que cubre
casi 34% respecto del total de mancuernas negro
pulido, y 0.42% en relación con el total del ma-
terial cerámico analizado de Cantona. Se tienen
1 852 ejemplares de esta clase de materiales.
Pasta: medio fina, con agregados minerales,
compacta, de buena cocción y con dureza de 3 en
la escala de Mohs. el color de la pasta es negro,
gris muy oscuro a café rojizo oscuro (5 Yr 2.5/1,
3/1, 3/2, 2.5/2).
tratamiento de la superficie: de apariencia
mate, con engobe pulido sobre el exterior y ali-
sado interior. de color negro, gris muy oscuro y
café rojizo oscuro (5 Yr 2.5/1, 3/1, 3/2, 2.5/2),
tanto en el exterior como en el interior. algu-
nos tiestos (97) observan su superficie exterior
bruñida.
Se trata de ollas con cuello mediano –de 4, 4.5
cm a 6 cm de largo– y base plana. el espesor de
las paredes es de 0.7 a 1 cm, del borde de 1 cm,
y de la base de 1 a 1.3 cm. el diámetro de la boca
queda entre 9.5 a 12 cm; el diámetro de la base
es de 9 a 10 cm y la altura de la pieza inferida es
entre 15 y 20 cm (figura 16 g).
Vasos negro pulido
esta forma es la siguiente en importancia del
tipo Mancuernas.
Pasta: medio fina con agregados minerales
(laminillas de cuarzo) compacta, de buena coc-
ción y con dureza 3.5 a 4 en la escala de Mohs;
aunque existen algunos ejemplares con dureza
3 Mohs. el color de la pasta es gris muy oscuro a
negro (5 Yr 3/1, 2.5/1).
tratamiento de la superficie: tiene un engobe
pulido, brillante en muchos casos a mate en otros.
en ocasiones el interior es café oscuro y se obser-
157
van las estrías verticales del pulimento parcial. en
el exterior, el engobe es grueso que se cae –descas-
cara– dejando la pasta al descubierto. el color es
gris muy oscuro a negro (5 Yr 3/1, 2.5/1) tanto
al exterior como al interior; cuando el engobe es
delgado o no está presente en el interior de las
piezas, en las cuales se aprecia el pulimento, el
color es café rojizo oscuro (5 Yr 3/2).
Las paredes de estos vasos pueden ser rectas
con borde redondeado a ligeramente inclinados
hacia el exterior; la base es plana. La mayoría
no llevan soportes, aunque existen algunos que
presentan soportes de domo plano, quizá los
correspondientes al Preclásico superior-Protoclá-
sico. el diámetro de la boca es de 12 a 15 cm, y
el de la base de 11 a 14 cm, y la altura de la pieza
varía de 13 a 17 cm. el grosor de los bordes es de
0.7, de las paredes 0.9 cm promedio, y de la base
de 0.6 cm (figuras 17 f, g; figura 18 b).
Apaxtles
están presentes también en este tipo, Man-
cuernas negro Pulido, los apaxtles o cazuelas. Se
trata de recipientes de paredes recto divergentes
o ligeramente curvo divergentes, con base plana.
tienen la misma pasta y color que las demás
variantes de Mancuernas descritos hasta el mo-
mento, de superficies pulidas de apariencia mate,
en general. el grosor de las paredes es en torno
a 1.1 cm; los bordes 2 cm promedio. el diámetro
de la boca va de 22 a 28 cm; el de la base de 13
a 17 cm, promedio, y la altura de las piezas son
entre 7 y 9 cm.
Ollitas
Con pasta medio fina, con agregados minerales,
compacta y de buena cocción, dureza de 3.5 en la
escala de Mohs; de color negro a gris muy oscuro
(5 Yr 2.5/1, 3/1). La apariencia de la superficie,
en más de dos tercios de los ejemplares conoci-
dos, es brillante, debido a un bruñido de grueso
engobe; el resto tiene un pulido mate. en el color
de la superficie exterior también predomina el
negro (5 Yr 2.5/1) del gris muy oscuro (5 Yr
3/1); mientras que el interior presenta un color
café rojizo (5 Yr 5/3, 5/4). La forma de los cuer-
 Beatriz Leonor Merino Carrión y ÁngeL garCía Cook

a b
a
b c

c
d
d
e

g g h
e f f
Figura 16. anaranjado delgado, a: cajete de paredes Figura 18. Mancuernas negro Pulido, a: vasos
y base convexa. Águilas incensarios, b, c: piezas intercomunicados; b: vasos; c: florero. alóctono
completa y casi completa. Mancuernas negro Pulido, (Colima), d: vaso bicromo con rasgos de una cara; e:
d, g: ollas; e: jarrón con resto de tres asas; f: florero. vasija con silueta compuesta vertedera (preclásica);
g: urna antropomorfa, le falta el “plato-incensario”;
f: Vasija tlaloc; h: olla con decoración en negativo.

pos tiende a ser esférica; los cuellos son cortos,

de bordes redondeados y tienen base plana. un
ejemplar corresponde a una ollita con cuerpo
fitomorfo. el espesor de los bordes es de 0.5 a
0.6 cm, de la pared de 0.6 a 0.7 cm, y de la base
c de 0.6 cm. La altura del cuello es 1.3 a 2 cm, y
a
b la altura total de las piezas fluctúa entre 10 y 13
cm (figura 16 d; figura 17 h).

Jarrones
f también están presentes algunos materiales que
d e observan esta forma. al igual que la mayoría
del resto del material, son de pasta media fina,
compacta y con agregados minerales. el engobe
pulido de apariencia mate es también negro a
g
h gris muy oscuro. aunque la mitad de estos jarro-
nes –jarras de cuello largo– están bruñidos y por
Figura 17. Mancuernas negro Pulido, a, b: jarrones tanto aparentan brillantez. La diferencia con las
con tres asas; b: jarrón; d: florero; e: “manojo” con demás ollas es el largo del cuello y la forma del
asa; f, g: vasos; h: ollita. cuerpo; se presentan tanto rectos como inclina-

158
 La aLfarería en Cantona
dos, con borde redondeado. el diámetro de la
boca varía de 8 a 12 cm, el de la base del cuello de
5 a 7 cm, y la altura aproximada fluctúa entre los
20 y 23 cm. algunos tienen tres asas verticales: dos
opuestas cercanas al cuello y una hacia la parte
baja del cuerpo (figura 16 e; figura 17 a, c).
Tecomates
esta forma de vasija se presenta también en el
grupo Mancuernas negro Pulido, aunque en
poca proporción. Cuenta con dos pastas dife-
rentes, una compacta y otra porosa, ambas con
agregados minerales, de buena a cocción regular
y con dureza de 3 a 2.5 Mohs.
La superficie tiene un engobe negro pulido
de apariencia mate, aunque están presentes
pocos ejemplares con acabado brillante debido
al bruñido. el color tanto de la pasta como de la
superficie, va de gris oscuro a gris muy oscuro,
negro a café rojizo oscuro (5 Yr 4/1, 3/1, 2.5/1,
2.5/2). de cuerpo esférico, aunque con base
plana; los bordes redondeados, en bisel –recto
inclinado–, plano o redondeado proyectado
hacia arriba, como si se tratase de un pequeño
cuello. el espesor de las paredes es de 1.1 cm, el
del borde en torno a los 0.9 cm. el diámetro de
la boca es de 7 a 8 cm y la altura aproximada va
de 12 a 13 cm.
Se han localizado, igualmente, algunos “bo-
tellones” o floreros negro pulido, con tres asas
en contexto controlado, como pequeños vasos
dobles intercomunicados, así como otras piezas
de formas variadas (figura 16 f; figura 17 b, d, e;
figura 18 a, c).
Comentarios: aunque la mayor parte de este
tipo corresponde al Clásico temprano –Cantona
II temprano–, es decir, va de 50 a 350-400 de
nuestra era, sin embargo se han incluido en él
algunas piezas que corresponden a un Preclásico
superior –Protoclásico-Cantona I tarde– es decir,
que pueden corresponder a una fecha de 350
a.n.e., al inicio o 100 de nuestra era. es proba-
ble que con mayor documentación y un análisis
apropiado de las pastas, puedan separarse estos
materiales del resto; si es que no corresponde
realmente a una tradición que se inicia desde
159
estas fechas tempranas. algunos de los tiestos
correspondientes a cajetes –o platos– de silueta
compuesta tienen una apariencia ticomán o
tezoquipan de Valle, por la fuerte semejanza
con las formas provenientes del Bajío. otros ca-
jetes de paredes rectas se asemejan al tipo Prisco
negro del noreste de México. algunos vasos se
parecen al texoloc negro (época tezoquipan)
del valle poblano-tlaxcalteca, y las ollitas también
tienen una apariencia protoclásica; aunque la
gran mayoría corresponden a Cantona II, ubi-
cada en un “Clásico temprano y medio” (García
Cook-Merino Carrión, 1998a y 2000a).
Cerámica idéntica en color, acabado y forma
está presente en Cholula (Müller, 1978b; nogue-
ra, 1954) y formas semejantes aparecen también
en teotihuacan en etapas contemporáneas (rat-
tray, 1966, 1973, 2001; Müller, 1978a).
Consideramos conveniente describir este tipo
por tratarse de uno de los materiales cerámicos
que cubre el aparente –inicialmente– vacío
ocupacional, respecto de los primeros ocupantes
del sitio en un Preclásico superior –Cantona I– y
el inicio del primer apogeo mayor de Cantona
–Cantona II–. Lo cual aclara, por tanto, que no
existe ese vacío ocupacional en los primeros habi-
tantes “preclásicos” del sitio –Cantona I– con los
ocupantes del “clásico” que construyeron la gran
ciudad –Cantona II– y la llevaron a su primer
apogeo, del 50 al 600 de nuestra era.
zaLaYeta Baño roSa
también uno de los tipos presentes en Cantona
pertenecientes a su primer apogeo como ciudad
–Cantona II de 100 a 600 d.n.e.– se trata de ollas
con un baño rosa o color amarillento, aunque
algunos tienen apariencia más clara. de pasta
rojiza con caliche a café rojiza. en algunos tiestos
se observa más oscura debido a la cocción. Las
paredes son delgadas (0.35 cm) a medias (0.7
cm) y los bordes redondeados, con un grosor que
varía de 0.7 a 1 cm. el diámetro en el exterior de
la boca gira entre 14 y 20 cm. Las bases son planas
con diámetros que fluctúan entre 7 y 12 cm. Los
cuellos de estas ollas son curvo divergentes o
recto divergentes, cuya altura varía de 4 a 5.5 cm.
 Beatriz Leonor Merino Carrión y ÁngeL garCía Cook
el diámetro en la base del cuello va de 9 a 14 cm.
existen algunos tiestos que aparentan tratarse
más bien de apaxtles o de Cajetes toscos.
tLaChiChuCa Lisa
descripción general: cerámica de color café con
manchas negras o gris con manchas café rojizo.
de acabado mate con engobe ligeramente puli-
do. Las manchas y coloración que adquieren en
general es debida a la cocción. se cuenta con
4 100 ejemplares de este tipo, lo que equivale
únicamente a 0.91% respecto del total de la
cerámica analizada.
Pasta: compacta a semicompacta, medio fina
con pequeños agregados minerales, con dureza
de 3 en la escala de Mohs. de color amarillo ro-
jizo (5 yr 6/6, 6/8) y gris oscuro a muy oscuro
(5 yr 4/1, 3/1).
tratamiento de la superficie: se les realizó
un pulimento opaco, mate, en el interior y el
exterior, de color café rojizo (5 yr 4/3, 4/4),
café rojizo oscuro (5 yr 3/2) a gris rojizo oscuro
(5 yr 4/2).
Formas: se conocen únicamente cajetes y ollas
de este tipo.
Cajetes de paredes curvo ligeramente divergentes
o recto divergentes
Con bordes redondeados, planos, aplanados y
algunos en bisel, con inclinación hacia el interior.
de base plana. el espesor de las paredes va de 0.6
a 0.8 cm; de los bordes, de 0.6 a 0.9 cm, y el de la
base de 0.5 a 0.9 cm. diámetro en la boca, de 15 a
24 cm (aunque hay algunos mayores) y de la base
de 5.5 a 8 cm. altura de las piezas de 4.0 a 5.5 cm
(figura 15 a, b; figura 13 g).
Ollas
Con grandes cuellos recto divergentes, de 8 a
11.5 cm de altura, con bordes planos o aplana-
dos. espesor de las paredes del cuerpo, de 0.5
cm; de las paredes del cuello, de 1.1 a 1.3 cm y
el grosor de los bordes, de 0.8 a 1 cm. diámetro
en el exterior de la boca, de 14 a 22 cm. todos
llevan, al parecer, pequeña base plana. altura
inferida entre 20 y 25 cm.
160
Comentarios: se trata de materiales conti-
nuación de cerámica que se produce en la etapa
inmediata anterior: cajetes de silueta compuesta,
tecomates y cajetes con paredes recto divergentes
con borde engrosado; en este caso están presentes
sólo en forma de cajetes y de ollas, y cuentan con
mejor acabado, aunque mate. se le puede ubicar
del 100 al 400 d.n.e. o Cantona ii temprano.
izoteno CaFé PuLido
descripción general: cerámica de color café en
varios tonos, alisado a pulido con apariencia
mate. está presente en buena proporción –casi
4.5% del total de la cerámica analizada– ya que se
cuenta con 19 973 tiestos. se presenta en formas
de cajetes, apaxtles y ollas.
Pasta: media con pequeños agregados minera-
les, compacta y de buen cocimiento, dureza 3 a 3.5
en escala de Mohs. su color es café, en varios tonos
a café rojizo (7.5 yr 5/2, 5/6, 4/4, 6/6 y 6/8).
tratamiento de la superficie: tiene un delga-
do engobe, del color de la pasta, con un ligero
pulido de apariencia mate. el color de la superfi-
cie es café rojizo (5 yr 4/4, 5/3) café rojizo claro
(5 yr 6/4) a rojo amarillento (5 yr 4/6).
Formas: cajetes y platos con paredes curvo
divergentes, recto divergentes y curvo conver-
gentes; apaxtles y ollas.
Cajetes o platos de paredes curvo divergentes
Pulido exterior e interior con bordes redondea-
dos o aplanados. espesor de las paredes de 0.5 a
0.7 cm; de los bordes de 0.6 a 0.9 cm. Con base
plana, cuyo grosor es de 0.5 a 0.7 cm, aunque
existe uno que tiene 1 cm de espesor. el diámetro
en el exterior de la boca es de 18 a 28 cm, y el
de la base de 10 a 18 cm. altura inferida de 4.2
a 5.5 cm (figura 15 c; figura 14 h).
Cajetes o platos de paredes recto divergentes
Con acabado semejante en el anterior, con es-
pesor de paredes de 0.6 a 0.8 cm, de los bordes
–redondeados, aplanados y de media a ojiva– de
0.6 a 0.8 cm, y de la base de 0.7 a 1 cm. Con
dimensiones semejantes al grupo antes descrito
(figura 15 d, f; figura 14 g).
 La aLfarería en Cantona
Cajetes curvo convergentes
también con pulido exterior e interior de base
plana. Grosor de paredes de 0.7 a 0.8 cm; del
borde de 0.7 cm –bordes redondeados y planos–.
diámetro en el exterior de la boca, de 13 a 21
cm; de la base de 8 a 12 cm. altura de las piezas,
de 4.5 a 5.5 cm (figura 14 d).
Apaxtles
de paredes recto divergentes, con pulimento
exterior e interior. espesor de las paredes de
0.8 a 1 cm; de los bordes –redondeados y pla-
nos– también 0.8 a 1 cm; base plana con 0.8 a
1 cm de grosor. diámetro en la boca de 30 a 35
cm, en la base de 9 a 18 cm, y altura de las piezas,
de 7.5 a 8 cm.
Ollas con cuellos recto divergentes
con borde apuntado
el espesor de las paredes del cuello –alto de 8 a
10 cm de altura–, es de 0.7 a 1 cm. diámetro en
la boca de 20 a 22 cm, y en la base del cuello de
13 a 14 cm. una vasija presenta una gruesa capa
de cal en su interior y fondo.
también se cuenta con ollas de cuellos vagos
recto divergentes, pero éstos son de tamaño
medio, de 4.5 a 6.5 cm de altura, que tienen
bordes redondeados, planos y aplanados. todos
de base plana, de 7 a 8 cm de diámetro y de 0.5
a 0.9 cm de grosor. una base está reforzada,
alcanzando un espesor de 1.4 cm (0.5 + 0.9 cm)
(figura 15 e).
Comentarios: Izoteno café pulido se trata
de una cerámica de uso cotidiano, y las formas
de los cajetes son las “clásicas” del Clásico en
el altiplano Central. es semejante en todo a la
cerámica tenanyecac café pulido y tenanyecac
café alisado, del área central de tlaxcala (García
Cook-Merino Carrión, 1988), y observa ciertas
semejanzas con materiales de la fase Limón de
Patarata (Stark, 1989). en nuestro caso se presen-
ta en Cantona II, del 200 al 600 de nuestra era.
anaranjado deLGado
Se cuenta también con algunos tiestos (203)
correspondientes a este tipo. Cuya cifra no es
161
significativa en relación con la totalidad del ma-
terial recuperado y analizado para la elaboración
de esta tipología, ya que no alcanza ni 0.05%. Las
formas son la de cuencos –¿cajetes?– de paredes
y base convexa (figura 16 a).
ÁGuILaS InCenSarIoS
Se trata de pequeñas ollas con paredes caladas,
asas amplias con agujeros, que sirvieron como
incensarios. de color café a café rojizo oscuro.
tienen base plana, cuerpo globular calado
–acanaladuras verticales– y cuellos recto curvo
divergentes. Cuenta también con dos agujeros
circulares, opuestos, hacia la parte baja del cuer-
po. del borde de la boca salen las asas, planas en
general, que se unen con la parte medio-superior
del cuerpo. estas asas –de 1.5 a 3.2 cm de ancho,
con promedio de 2.2 cm– tienen un agujero –de
0.4 a 0.7 cm de diámetro, algunos de 0.3 y otros
de 0.8 cm–. algunas asas, como la parte interna
superior del cuello, están pulidas bruñidas. el
diámetro en la boca es de 6 a 9 cm, y la altura
queda entre 7 a 9 cm (figura 16 b, c).
Comentarios: aunque son pocos los ejem-
plares correspondientes a este tipo, son de fácil
identificación, y además es el único caso de piezas
con asas para Cantona.
Su temporalidad se puede ubicar entre 50
y 400 de nuestra era, o Cantona II temprano y
medio.
Se cuenta igualmente con algunos otros tiestos
semejantes o procedentes de la cuenca de México
durante el primer periodo de apogeo –100 a 600
d.n.e.– y varios otros –Zaquil IV; tricromo de oc-
cidente y terrazas lustroso– que son alóctonos,
pero que su poco número sólo nos manifiesta
intercambio; pero, no son representativos ni
característicos para Cantona. también se han
localizado algunas urnas, antropomorfas o no; ce-
rámica al fresco, al negativo y otros materiales con
escasa presencia (figura 15 g-l; figura 18 d-h).
Y para la primera ocupación –Cantona I– en
el sitio, en que se desarrolló la unidad Cantona,
tenemos que se conocen igualmente varios tipos
bien definidos: Páyuca rojo; tezoquipan de
Valle; Quachilco gris; Ánimas Braseros, y otros
 Beatriz Leonor Merino Carrión y ÁngeL garCía Cook
tipos poco representativos que corresponden a
la ocupación Preclásica y Protoclásica del sitio.
Sucede lo mismo con las figurillas de cerámica,
las que para este periodo mencionado –Cantona
i– sí están presentes.
todos los materiales cerámicos serán descri-
tos e ilustrados en la obra sobre la cerámica de
Cantona, que esperamos pueda ser concluida y
publicada próximamente.
CoMentarioS FinaLeS
Con los 35 tipos –y subtipos– cerámicos defini-
dos –20 de Cantona iii, 11 de Cantona ii, y 4
de la transición Cantona ii tarde y Cantona iii
temprano– se ofrece información sobre la alfa-
rería característica para Cantona, y como pudo
observarse a través del texto, en su mayor parte se
trata de la cerámica utilizada durante la segunda
mitad de la ocupación del sitio, correspondiente
a la de mayor apogeo y momento en que el asen-
tamiento alcanza tanto las proporciones como
las características –presencia de calles, unidades
habitacionales cerradas por muros periféricos;
conjuntos arquitectónicos alineados; sistemas
de control de entrada-salida, etcétera– que se
observan hasta nuestros días. es una cerámica
monocroma en su mayor proporción y bicroma
o tricroma en menor escala.
también es conveniente destacar –como
pudo observarse a través de la descripción de los
tipos cerámicos–, que en la alfarería de Cantona
no están presentes las asas o mangos ni soportes
en las vasijas, e igualmente, en esta cerámica no
fueron producidas figurillas o representacio-
nes humanas o de animales en este material.
Mucho menos pudo observarse la presencia de
malacates o pesos de usos para hilar. están pre-
sentes algunas representaciones antropomorfas
o zoomorfas esquemáticas en el cuello o en las
paredes de grandes recipientes o en braseros o
en escasas urnas, pero manifestaciones humanas
o de animales en bulto, en cerámica, no existen
en Cantona. Los que llegan a encontrarse se trata
de figurillas preclásicas correspondientes a las
162
primeras ocupaciones del sitio –dos aldeas, una
Villa y un Pueblo– que ocupó Cantona.
Lo aquí descrito no es la totalidad del material
cerámico conocido para Cantona, únicamente se
describieron los tipos más representativos o de
fácil identificación, sobre todo para el apogeo
mayor de Cantona o Cantona iii –del 600 al
900-950 d.n.e.–; para Cantona ii –del 50-100 al
600 d.n.e.– sólo fueron mencionados algunos ma-
teriales de lo más diagnóstico conocidos, y para
Cantona i o etapa Pre Cantona –del 600 a.n.e. al
50-100 d.n.e.– sólo se efectuaron algunos comen-
tarios, pero no se detalló algo en particular. en
la obra mayor sobre cerámica que inició Beatriz
Leonor Merino Carrión con anterioridad, y que
se espera se logre terminar pronto, se incluirán
todos los materiales cerámicos existentes en Can-
tona y hasta hoy conocidos, independientemente
de la representación numérica de éstos. Se confía
contar ya, para ese momento, con el análisis pe-
trográfico correspondiente a estos materiales.
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 La cerámica y Las figuriLLas
de PLaya deL Tesoro
inTroducción
Playa del Tesoro se halla en el puerto de salagua,
el cual se ubica en la parte más estrecha de la
península de santiago y separa las bahías gemelas
de santiago y manzanillo, en el Pacífico tropical
mexicano. La Playa del Tesoro y la caleta de Las
hadas forman un magnífico fondeadero, el cual
funcionó como centro portuario de primer nivel,
al menos durante casi todo el primer milenio de
nuestra era, así como en el siglo xi, xvi y xvii.
estuvo habitado por un pueblo casi desco-
nocido portador de la cerámica rojo/bayo, que
practicaba el buceo y la pesca de mariscos como
su principal actividad, combinándolas con la
agricultura, la caza y la recolección. También
practicaron la navegación costera y estuvieron
implicados en intercambios de larga distancia
tanto hacia el altiplano central como hacia otras
regiones continentales (figura 1).
Kelly (1948) y noguera (1948) lo describen
como un sitio único por sus características, con
presencia de la cerámica rojo/bayo. en la década
de los sesentas del siglo xx la universidad de ca-
lifornia (ucLa) realizó excavaciones en Playa del
Tesoro (crabtree y fitzwater, 1963), en morett
(meighan, 1972) y en Barra de navidad (Long y
* centro inah nayarit.
165
José Carlos Beltrán Medina*
Lourdes González Barajas*
Wire, 1966), pertenecientes todos estos sitios a la
provincia arqueológica de cihuatlán.
Posteriormente, en 1985 el centro regional
del inah en colima realizó trabajos arqueológi-
cos de salvamento y rescate en Playa del Tesoro,
donde fue detectado parte de un rico cementerio
a la orilla del mar depositado con ricas y variadas
ofrendas de gran importancia, sobresaliendo
la gran cantidad de concha y caracol (Beltrán,
1991).
en las excavaciones fueron rescatados 14
entierros formados por 31 esqueletos humanos,
dos cráneos trofeo, dos entierros secundarios y
tres esqueletos de cánidos. Tres cráneos huma-
nos mostraron deformación tipo tabular erecto,
fronto occipital, otros dos fueron trepanados
mostrando claras señales de regeneración.
fueron detectados cuatro casos de mutilación
dentaria (tipos e-1, e-2 y B-6). algunos de los
esqueletos mostraron pigmentos rosas, rojos y
amarillos (hematita y limonita).
se recuperaron 114 especies marinas y te-
rrestres, de las cuales sobresalen 98 especies de
concha y de caracol, lo que nos da una idea de
la riqueza del lugar, el gran conocimiento que
tenían del medio ambiente y el amplio uso de
sus recursos naturales.
entre los materiales hallados destaca un riquí-
simo ajuar funerario depositado como ofrenda;
98 vasijas completas o semicompletas, una gran
 José carLos BeLTrán medina y Lourdes gonzáLez BaraJas

a. Punta de agua
salagua

Bahía de santiago
Playa del Tesoro

Puerto
de salagua

Laguna
san Pedrito
Bahía de manzanillo

manzanillo
Vientos dominantes

n
oceáno Pacífico

0 500 1000 m
Laguna de cuyutlan
escala 1:50 000

Figura 1. Playa del Tesoro y las bahías de manzanillo y santiago.

cantidad de figurillas (1 113), sellos y pintaderas,
lítica tallada y pulida, orejeras, flautas y silbatos,
93 malacates y otros artefactos de alfarería.
También hay una gran variedad de artefactos
trabajados en concha, caracol, hueso; así como
minerales (galena), pigmentos y una orejera de
cobre (Beltrán, 1991) (figuras 27 a 32).
Fueron fechadas nueve muestras de carbón
dando una serie cronológica que va del 200 al
1090 d.c., periodo que abarca dos de las tres
ocupaciones que muestra el sitio.
morett es un sitio ubicado en el bajo cihua-
tlán, en este lugar la universidad de california
trabajó un montículo natural de 250 m de diáme-
tro. allí se detectaron varios entierros, un cráneo
trofeo, entierros de cánidos, cerámica diversa,
figurillas, concha y un artefacto de metal, cuya
función o uso desconocemos.
gracias al fechamiento de 16 muestras de
carbón y de una muestra grande de obsidiana,
fue posible detectar tres ocupaciones del sitio
que van desde el 300 a.c. hasta el 1000 d.c.
(meighan, 1972).
La secuencia cultural de la provincia arqueo-
lógica de cihuatlán la constituyen tres fases
encontradas en los sitios de morett y Playa del
Tesoro, los que muestran la misma ocupación.
estas fases son: morett Temprano (300 a.c.-100
d.c.), Tesoro (150-750 d.c.) y reocupación
(800-1000 d.c.).

166
 La cerámica y Las figuriLLas de PLaya deL Tesoro
en Barra de Navidad se descubrió un conche-
ro de 185 m de diámetro y 8 m de altura, con
vestigios de una ocupación durante el Posclásico
tardío, ésta carece de registro en los otros dos
sitios trabajados en la región, motivo por lo que
no es consignada en este trabajo. sin embargo,
este sitio comparte parcialmente las fases del de-
sarrollo cultural de esta provincia arqueológica.
existen evidentemente otros importantes
sitios en la provincia de cihuatlán que aún no
han sido trabajados.
La secueNcia
fase moreTT TemPraNo (300 a.c.-100 d.c.)
Playa del Tesoro y morett muestran una ocupa-
ción temprana llamada morett temprano por
meighan, en donde existe cerámica grabada,
otra en forma de calabaza, Tuxcacuesco inciso,
cerámica monocroma negra y policromas con
presencia de color púrpura y rosa, shadow
stripped (blanco levantado), figurillas ortices
Tuxcacuesco genérico, otras de cabeza hueca,
hachas de piedra dura con pulidos y bruñidos
de gran calidad, artefactos de concha trabajada
y sin trabajar, etcétera.
de los niveles profundos de Playa del Tesoro
provienen unas puntas de proyectil muy pareci-
das a los tipos Tlatilco y Palmillas de la cuenca
de méxico (Beltrán, 1991).
fase Tesoro (150 d.c.-750 d.c.)
Posteriormente, estos sitios llegan a su apogeo
durante la fase Tesoro, en donde predomina la
cerámica rojo/bayo, café monocromo, naranja/
crema, rojo/naranja, morett cepillado y se sigue
utilizando la de bandas sombreadas (shadow
stripped); así como una gran cantidad de cerá-
mica y figurillas diversas, en donde sobresalen
las Tesoro huella de petate y las armería, esta
última fechada después del 300 d.c. También
hay presencia de cerámica colima redecillas
ubicada después del 500 d.c.
en esta fase aparecen por primera vez nuevas
formas como el molcajete y los malacates, indi-
167
cándonos nuevos usos y costumbres. También
existen figurillas de molde junto con gran varie-
dad de orejeras, silbatos, sellos y pintaderas con
diseños naturalistas.
sobresalen las figurillas salagua rojo, Tesoro
huella de petate, trípodes, de ojos rasgados,
de doble punzonadura y figurillas armería; así
como orejeras, navajillas, puntas de proyectil
de obsidiana verde de gran calidad, hachas de
garganta con filo en ambos extremos, y mucha
concha tanto trabajada como natural.
Los entierros fueron depositados directos
en decúbito dorsal, con pigmentos rosas, rojos
y amarillos; así como ricas y variadas ofrendas,
entre las que sobresalen entierros secundarios y
cráneos decapitados.
esta tradición costera rojo/bayo está presente
en la costa desde Nayarit en amapa (fase amapa)
y en san Blas (Los cocos), hasta Tomatlán (fase
guayacan), morett y Playa del Tesoro.
es esta fase, pero especialmente en Playa del
Tesoro, donde destaca la presencia de algunos
materiales con influencia o de origen teotihuaca-
no, como son varias orejeras de carrete caladas y
pintadas en blanco fugitivo, un candelero doble,
pintura al fresco, navajillas y puntas de proyectil
de gran calidad, figurillas sólidas con atuendo
teotihuacano de tipo armería, así como la pre-
sencia de Quetzalcóatl asociado con grandes
caracoles Strombus, a pequeñas olivas y a la ostra
sagrada, el Spondylus.
También resulta ser de importancia capital la
presencia de influencias y materiales procedentes
aparentemente de la costa del ecuador, como
son: orejeras con pintura iridiscente, asientos
platón de estilo Jama-coaque, cerámica grabada,
anzuelos señuelo de madreperla, silbatos de ca-
racol Ortalichus, cal de concha, espátulas y vasijas
miniatura con cal de concha en su interior, así
como la explotación de preciados géneros de
moluscos (Spondylus, Strombus, púrpuras y perlas,
etcétera).
fase de reocuPacióN (800 d.c.-1100 d.c.)
finalmente, tenemos en ambos sitios una úl-
tima ocupación durante el epiclásico y parte
 José carLos BeLTrán medina y Lourdes gonzáLez BaraJas
del Posclásico temprano, llamada reocupación
por meighan (1972). destaca la presencia de la
metalurgia, cerámica tolteca con soportes zo-
omorfos de sonaja, turquesa en mayor cantidad,
cuentas cuadradas de concha, cucharones de
cerámica, navajones de obsidiana café, dardos
de obsidiana, orejeras de cerámica y pintaderas
geométricas. Los entierros son depositados en
posición sedente flexionado con pigmentos
rojos y amarillos. destaca en Playa del Tesoro
una fecha que ubica esta última ocupación hacia
1090 d.c. (inaH- 774).
Los materiales recuperados sugieren el alto
grado de desarrollo cultural de este pueblo cos-
tero, y los favorables intercambios sostenidos con
otros pueblos distantes, indicándonos la presen-
cia de un centro portuario de primer nivel.
en este trabajo se presentan solamente los
tipos más característicos de la cerámica y de las
figurillas detectados en Playa del Tesoro, todos
ellos fueron descubiertos junto con los materiales
ya descritos.
La cerámica
en Playa del Tesoro fue rescatada una interesante
colección de vasijas y tiestos de cerámica, de los
cuales diez tipos cerámicos se encuentran muy
bien representados en el lugar.
Predomina una cerámica de pasta café y otra
de pasta naranja, algunas de sus piezas son de
excelente manufactura. seis de los tipos fueron
fabricados en las bahías de manzanillo o en la re-
gión de cihuatlán, mientras que el resto es cerá-
mica de importación. Los tipos locales mostraron
uniformidad de pasta y desgrasante, y todos ellos
fueron fabricados en hornos abiertos.
La mayoría de los tipos cerámicos locales
fueron definidos con base en los trabajos de
meighan (1972), mientras que para los tipos del
eje armería nos hemos apoyado en los trabajos
de Kelly (1980).
en las tablas 1 y 2 se presenta tanto la cla-
sificación del material como la distribución
168
de tiestos y piezas completas obtenidos en los
estratos excavados.
Las figuriLLas
una de las principales características que
presentó Playa del Tesoro fue la existencia de
abundantes figurillas, clasificadas en 14 tipos
según sus atributos físicos más sobresalientes.
estos tipos fueron enlistados desde los niveles
más profundos del sitio hasta los más recien-
tes, mostrando la secuencia del lugar. fueron
detectadas 1 113 figurillas, de las cuales hay 52
zoomorfas, 665 completas o casi completas, y el
resto son fragmentos no diagnósticos.
La mayoría de las figurillas fueron hechas en
arcilla modelada, sin embargo existen tres tipos
hechas en molde; con la notable excepción de 21
figurillas zoomorfas de concha y una de piedra.
en las tablas 3 y 4 puede observarse tanto la
forma de clasificación como la presencia numé-
rica de las figurillas por capa estratigráfica.
descriPción deL maTeriaL
fase moreTT TemPrano
(300 a.c.-100 d.c.)
Bandas sombreadas costero (Shadow stripped)
La pasta presenta una fractura regular y una
textura porosa, se observan partículas de cuarzo,
feldespato, mica y, en algunas ocasiones, hema-
tita con desgrasante. La superficie muestra un ali-
sado general, aparecen muchas nubes de humo
debido a la superficie porosa que presenta, con
excepción del borde, que tiene una superficie
homogénea y se encuentra muy bien pulido.
La decoración consiste en bandas color cre-
ma o blanco fugitivo, por lo general inclinadas
y paralelas entre sí, muy diluidas sobre el fondo
café. el borde muestra en el interior un color
rojo o naranja bien pulido.
Predominan las ollas globulares de boca
ancha, fondo y base cóncava, cuerpo curvo con-
vergente y bordes redondeados (figura 2). Tam-
 La cerámica y Las figuriLLas de PLaya deL Tesoro

TaBLa 1
cerámica de PLaya deL Tesoro

Cantidad
Industria Clase Categoría Uso Familia Tipo Piezas Tepalcates
Alfarera Modelada Cerámica C. bayo Tesoro bayo 12 1 037

Utilitario, suntuario y ceremonial

Alfarera Modelada Cerámica C. bayo Salagua rojo/bayo 27 1 128
Alfarera Modelada Cerámica C. bayo Bandas sombreadas 3 382
Alfarera Modelada Cerámica C. bayo Tesoro terracota 5 194
Alfarera Modelada Cerámica C. café oscuro Salagua café 4 2 544
Alfarera Modelada Cerámica C. café oscuro Salagua grabada 1 32
Alfarera Modelada Cerámica C. café oscuro C. negra - 319
Alfarera Modelada Cerámica C. naranja Armería anaranjado 14 1 446
Alfarera Modelada Cerámica C. naranja Colima rojo/naranja 2 782
Alfarera Modelada Cerámica C. café Tesoro inciso 6 145
Alfarera Modelada Cerámica Miscelánea 2 321
Alfarera Modelada Cerámica C. café oscuro Las Hadas rojo 22 1 154
Total 98 9 484

TaBLa 2
uBicacióN esTraTigráfica de La cerámica de PLaya deL Tesoro

Tipo Capa Sup. C-1 C-2 C-3 C-4 C-5 C-6 C-7 C-8 C-9 C-10 C-11 C-12 C-13 C-14 Total
1 Tesoro bayo 65 77 127 82 135 127 139 140 67 39 7 11 18 3 - 1 037
2 salagua rojo/bayo 444 96 57 123 108 75 57 75 42 12 30 3 6 - - 1 128
3 Bandas sombreadas 149 32 27 68 18 34 20 12 2 8 2 3 5 2 - 382
4 Tesoro terracota 38 12 6 13 21 16 35 29 13 5 - 4 2 - - 194
5 salagua café 142 125 177 241 276 344 448 346 209 86 50 32 54 14 - 2 544
6 Las Hadas rojo 114 76 74 76 76 153 210 149 58 49 30 14 20 4 1 1 154
7 salagua grabada 6 1 - - 1 3 5 8 3 2 2 - 1 - - 32
8 cerámica negra 28 15 43 25 40 28 54 39 j16 12 8 4 5 2 - 319
9 armería anaranjado 496 48 90 95 123 109 129 107 118 68 32 17 10 4 - 1 446
10 colima rojo/naranja 87 63 88 131 118 79 63 57 34 27 12 17 3 1 2 782
11 Tesoro inciso 10 1 1 7 7 7 79 14 8 5 4 2 - - - 145
12 miscelánea 321 - - - - - - - - - - - - - - 321
Total 1 900 546 690 861 973 975 1239 976 570 313 177 107 124 30 3 9 484

169
 José carLos BeLTrán medina y Lourdes gonzáLez BaraJas

TaBLa 3
FiguriLLas de PLaya deL Tesoro

Industria Clase Categoría Uso Familia Tipo Cantidad

estructura facial triangular salagua rojo 32
ortices-Tuxcacuesco ortices Tuxcacuesco genérico 147
cihuatlán Tesoro huella de petate 166
c. naranja armería 131
Figurillas antropomorfas
ortices-Tuxcacuesco sentadas 28
Funerario-ceremonial c. naranja dobre punzonadura 1
modelada
alfarera

ojos rasgados 15 665

cabeza redonda 3
cihuatlán cabeza hueca 6
mezcala Penate 1

no diagnósticas 75
molde cihuatlán cabeza ancha banda acanalada 50
molde cihuatlán Trípode 7
molde c. naranja mazapa 3
modelada fig. zoomorfas 52 52
zoomorfas
Fragmengos antropomorfos no diagnósticos 396 396
Total 1 113

TaBLa 4
uBicación esTraTigráFica de Las FiguriLLas de PLaya deL Tesoro

Tipo Capa Sup. C-1 C-2 C-3 C-4 C-5 C-6 C-7 C-8 C-9 C-10 C-11 C-12 C-13 C-14 Total
ortices Tuxcacuesco genérico
-cabeza alargada 11 1 - 3 2 2 16 5 4 5 5 - 2 - - 56
-cabeza redonda 10 1 1 1 - 3 10 3 5 - 2 - 2 - - 38
-cabeza semitriangular 17 - - - 1 1 9 6 7 4 2 1 - - - 48 147
-miniatura - - - 1 2 - - - - - 1 - - - 5
salagua rojo 9 - - 2 1 3 7 4 5 1 32
Tesoro huella de petate 122 2 2 5 14 3 11 4 1 1 - - - - 165 197
armería 33 1 2 - 5 6 17 7 5 4 5 1 - - 1 87 131
-Variante armería 14 2 1 2 - 4 8 6 4 1 1 1 - 44
cabeza ancha banda acanalada 23 - 2 2 3 2 1 3 1 - - - 1 - 38 50
-sin tocado 7 - - - - 1 2 2 - - - - - - 12
Trípodes 4 1 - - 1 - 1 - - - - - - - 7
ojos rasgados 8 - - - 1 2 2 1 - 1 - - - - 15
sentados 13 1 - - 2 2 7 2 - - 1 - - - 28
mazapa 3 - - - - - - - - - - - - - 3 64
doble punzonadura 1 - - - - 1 - - - - - - - - 2
cabeza hueca 2 - - - - - 3 - - 1 - - - - 6
cabeza redonda 1 - - - - - 1 - - - - - - - 2
Penate - - - 1 - - - - - - - - - - 1
Total 278 9 8 17 32 30 95 43 32 18 18 3 5 - 1 589

en total son 589 figurillas más 75 no clasificadas = 664.

170
 La cerámica y Las figuriLLas de PLaya deL Tesoro
0 5 cm
escala: 1:2
figura 2. cerámica Bandas sombreadas
(shadow striped).
bién hay algunos cajetes y vasijas de boca ancha
pintados en el interior de rojo y bien pulidos.
en colima esta cerámica fue identificada por
la doctora Kelly, aparece desde la fase ortices
y se prolonga hasta las fases colima y armería
(Kelly, 1949).
meighan la detecta también y la llama morett
policromo, él la encuentra parecida a la cerámica
de la fase Tejar del ecuador. en realidad se trata
de una variante del tipo Tesoro bayo y continúa
usándose durante la fase Tesoro.
Tesoro bayo
esta cerámica presenta una pasta con textura re-
gular, en donde se observan partículas de cuarzo
y feldespato como desgrasante. La superficie de
color café claro es alisada, y a veces está pulida.
algunos ejemplares presentan engobe color
naranja o bayo.
La decoración consiste en diseños de bandas
verticales o líneas horizontales en el cuello,
lo mismo que algunos acanalados de forma
ondulada.
formas: predominan las ollas grandes así
como ollas pequeñas con cal de concha en su
interior, los cajetes, molcajetes y tinajas, así como
braseros de base anular con pequeños conos al
pastillaje (figura 3).
Tinajas: tienen base plana y paredes recto
divergentes, con acanalados debajo del borde,
el cual se encuentra reforzado. son de gran
171
0 5 cm
escala: 1:2
figura 3. Tesoro bayo.
tamaño. Han sido encontrados tiestos con pasta
de hasta 2.6 cm de espesor.
en morett predomina esta cerámica en los
depósitos tempranos, y disminuye en los tardíos
(meighan, op. cit.).
Salagua monocromo grabado
La pasta es de color café oscuro y tiene una
textura compacta con un desgrasante de grano
regular. La superficie se encuentra alisada, y
en ocasiones pulida. Lleva por lo general una
pintura que puede ser de color café, negro, rojo
oscuro o gris. Presenta una disparidad en el color
producido por la misma cocción.
La decoración se realizó al pastillaje en for-
ma de aplicaciones de granos de café o de tiras
aplicadas en la cintura de las vasija, sobre las que
se practicaron incisiones o acanaladuras cuando
la arcilla aún estaba fresca. Los diseños son va-
riados, aunque predominan los motivos geomé-
tricos. en ocasiones, las incisiones se realizaron
directamente sobre las paredes alrededor de la
pieza en su parte superior, inferior y media.
La forma predominante es la de una vasija
abierta de silueta compuesta y de paredes altas,
la base es cóncava y muestra un cuerpo curvo di-
vergente, los bordes son biselados y más delgados
que el resto del cuerpo (figuras 4 y 5).
aunque este tipo es local, parece derivarse
de tradiciones antiguas, el cual muestra además
muchas semejanzas en la forma y en la decora-
ción con piezas Kotosh-Kotosh, procedentes del
altiplano andino (Paulsen, 1977: 144).
Tesoro inciso
La pasta es de color café claro o rojizo, y presenta
desgrasante de grano fino. Las ollas domésticas
están alisadas y en ocasiones pulidas, mientras
 José carLos BeLTrán medina y Lourdes gonzáLez BaraJas

se les llamó así porque poseen elementos

característicos del tipo ortices Tuxcacuesco
identificado por Kelly (1949) en colima y sur de
Jalisco, diferenciándose con las de la costa en que
0 5 cm
éstas son estáticas. se les encuentra en los niveles
Figura 4. cerámica monocromo grabada. medios y profundos del sitio, tratándose del tipo
LV de Baus (1978), encontrándoseles en el bajo
cihuatlán y en las bahías de manzanillo. meighan
(1972: 67) las encuentra en morett tardío, y las
iguala con el tipo cerámico morett bayo. este
tipo costero se siguió fabricando durante parte
de la siguiente fase.
0 5 cm

Figurillas de cabeza hueca

Figura 5. cerámica monocromo grabada.
existe un pequeño grupo de figurillas huecas
de cabeza redonda provenientes de los niveles
profundos y medios del sitio, están fabricadas con
que las piezas más finas se encuentran bruñi- arcilla rojiza de pasta más o menos fina, con un
das. el color aplicado es café oscuro y tiende a desgrasante de grano regular. Pintadas en color
convertirse en negro por efectos de la cocción. rojo bien pulido. Tienen sombreros pequeños
La decoración consiste en incisiones finas pos- en la cabeza y un acanalado en la frente, a veces
cocción de diseños geométricos y de líneas rectas presentan dos orificios en los parietales, por don-
paralelas, o cruzadas.
Las formas más comunes son ollas y pequeños
cajetes. este tipo cerámico pertenece a la tradi-
ción de cerámica monocroma incisa del Preclá-
sico, y es el equivalente costero del Tuxcacuesco
inciso. es parecido al morett engraved aparecien-
do en los niveles tempranos de ese sitio. 0

Figurillas Ortices Tuxcacuesco genérico

se trata de figurillas sólidas pequeñas que están
hechas con una cerámica color café de pasta 10 cm
homogénea con grano fino, modeladas a partir Figurillas Playa del Tesoro huella de petate
de una delgada tablilla lisa por atrás, completan
sus rasgos físicos y la indumentaria con elemen-
tos al pastillaje.
su cabeza es semirrectangular alargada hacia
arriba, mostrando tocados y turbantes entrelaza- 0 10 cm

dos, a veces tienen un peinado de raya en medio.

sus ojos y boca son de grano de café, mientras
que la nariz suele ser aguileña, mostrando a ve-
ces nariguera de media luna. muestran orejeras
circulares y collares de una sola hilada. Tienen 0 10 cm
solamente un taparrabos como vestimenta (figu-
ra 6, parte baja). Figura 6. Figurillas ortices Tuxcacuesco genérico.

172
 La cerámica y Las figuriLLas de PLaya deL Tesoro
de pueden ser colgadas, mientras que en otras
ocasiones aparecen en el mango de sahumadores
y cucharones.
Los ojos al pastillaje son representados
mediante un círculo inciso punzonado en una
pelotilla aplanada de barro, mientras que las
ventanas de la nariz, la boca y las orejeras están
indicadas con punzonaduras.
Parece tratarse del grupo iV de morett de
cabeza hueca, y han sido encontradas en Tux-
cacuesco y autlán (meighan, 1972). existen
otras figurillas sólidas de cabeza redonda que
presentan rasgos semejantes entre sí, pero son
más escasas.
fase Tesoro (150-750 d.c.)
Salagua rojo/bayo
Presenta una pasta de color café claro con un
desgrasante regular constituido principalmente
por fragmentos de cuarzo, feldespato y pequeñas
cantidades de mica. Tiene una textura compacta
que en algunas ocasiones es semiporosa. La
superficie presenta un alisado que suele mos-
trar partículas de desgrasante expuestas en la
superficie.
el color de la pintura es rojo sobre el fondo
bayo y los diseños aparecen con prodigalidad
tanto en el interior como en el exterior de las
vasijas, que por lo regular tienen una banda de
color rojo en el borde. Los trazos son lineales y
van desde patrones circulares hasta cuadrangu-
lares, con abundancia de flores, soles, espirales,
olas, cruces, y algunos otros diseños geométricos
y naturalistas.
formas: predominan las ollas globulares tipo
cántaro, las ollas miniatura con cal en su interior,
cajetes, molcajetes, platos y platones, cucharones
y vasijas zoomorfas (figuras 7, 8, 9 y 10). existen
unos asientos platón de forma circular o elíptica,
sustentados por un soporte pedestal de regular
altura que aparecen con orificios y muestra un
buen pulido, son parecidos a los asientos-platón
del complejo armería (figuras 11 y 12). estas
piezas son idénticas a las de la costa del ecuador
(Jama-coaque).
173
este tipo fue identificado por Kelly (1948) y
por Noguera (1948), con base en recolecciones
de superficie, posteriormente fue descrito por
crabtree y fitzwater (manuscrito), denominán-
dola salagua red/Buff. meighan la encuentra
en cihuatlán y la nombra morett rojo/café. este
tipo es muy abundante a partir del 500 d.c.;
sobre todo se le encuentra en el occidente, y es
muy parecido al chapala rojo/café, al Tolimán
rojo/café y al guasave rojo/bayo, según meighan
(1972: 46).
Salagua café
esta cerámica presenta pasta con fractura regular,
donde se observan partículas regulares de cuarzo
y feldespato como desgrasante. La superficie se
encuentra alisada y muestra un engobe café que
en ocasiones presenta un buen pulido.
Las formas que predominan en este tipo
cerámico son: ollas, molcajetes, cajetes, cazue-
las y tinajas. La manera de ornamentar algunas
de estas ollas fue haciendo el borde dentado,
y con bolitas aplicadas al pastillaje. La pintura
decorativa es café y a veces presenta motivos
geométricos y naturalistas, como por ejemplo,
bandas paralelas verticales, inclinadas o en zigzag
(figura 13).
se trata de una cerámica cuyo dominio de
uso fue el doméstico; está presenta un engobe
café, sin embargo, a veces tiene por decoración
líneas y bandas de color rojo sobre el fondo café,
así como una cerámica fina café monocroma
que muestra restos de pintura al fresco de color
blanco y rosa.
Armería anaranjado
La pasta es de color naranja y de textura com-
pacta; como desgrasante se observan partículas
de concha y arena. La superficie se encuentra
pulida y presenta una delgada capa de engobe
que va del color crema al naranja.
La decoración se presenta en color rojo o
naranja oscuro sobre el engobe. Los bordes
también llevan pintura roja y los diseños son
básicamente geométricos, líneas onduladas,
bandas de triángulos, entre otros.
José carLos BeLTrán medina y Lourdes gonzáLez BaraJas

0 5 cm

escala: 1:2

Figura 7. cerámica rojo/bayo.

0 10 cm

escala: 1: 2

Figura 8. cerámica rojo/bayo.

escala: 1:2 0 5 cm

Figura 9. cerámica rojo/bayo.

174
La cerámica y Las figuriLLas de PLaya deL Tesoro

0 5 cm

escala: 1:2

figura 10. cerámica rojo/bayo.

figura 11. asientos-platón y figurillas.

175
 José carLos BeLTrán medina y Lourdes gonzáLez BaraJas

asientos platón

0 5 cm
0 5 cm
escala: 1:2
escala: 1:2

disco de cerámica c

Figura 12. cerámica armería anaranjado. Figura 14. a: cerámica armería; b, c: cerámica
colima redecillas.

0 5 cm

0 5 cm
escala: 1:2

Figura 15. cerámica armería naranja, a: cerámica

Figura 13. cerámica salagua café. colima redecillas.

176
 La cerámica y Las figuriLLas de PLaya deL Tesoro

0 5 cm
0 5 cm
escala: 1:2
escala: 1:2

figura 16. cerámica armería anaranjado. figura 18. cerámica Hadas rojo usadas como
recipiente de cal de concha.

0 5 cm
Hay una gran variedad de formas en las que
escala: 1:2
destacan las ollas grandes, ollitas con cal en su
interior, cajetes, molcajetes, tecomates, floreros o
copas armería, platones y discos (figuras 14 a, 15
y 16). También hay presencia de asientos platón
en esta fase, mostrando una fuerte influencia
ecuatoriana (figura 12).
La cerámica del complejo armería aparece a
lo largo de la costa de colima, aunque predomi-
na ampliamente en el valle de Tecomán y arme-
ría, lugar de asentamiento de la fase armería, se
le considera contemporáneo y emparentado con
el complejo colima del valle central.
La fecha de referencia para esta cerámica es
del 690 de nuestra era, existen algunas figurillas
mazapa asociadas con sitios del complejo arme-
figura 17. cerámica Hadas, rojo con decoración ría, lo que indica la sobrevivencia de esta fase
al fresco. después de la fase Tesoro.

177
 José carLos BeLTrán medina y Lourdes gonzáLez BaraJas

Hadas rojo se trata de una cerámica de gran calidad y

La pasta tiene una textura compacta y presenta
desgrasante de grano regular. La superficie se
encuentra alisada y en algunas ocasiones pulida.
deja ver un engobe color café rojizo y pintura
roja. esta cerámica también fue decorada por
medio de pastillaje y con algunas incisiones.
Las formas que predominan son ollas glo-
bulares, ollas pequeñas llenas de cal, cajetes de
paredes curvo convergentes, molcajetes ápodos
y tinajas. También existen unas “copas efigie” de
base pedestal con protuberancias cónicas al pasti-
llaje, y unos platos delgados (figuras 17 y 18).
casi todas las piezas muestran un baño delgado
de pintura roja púrpura en el exterior, en el borde
y a veces en el interior. algunas vasijas muestran
restos de pintura al fresco (figura 17).
aparece en los niveles medios y profundos
de Playa del Tesoro, y es semejante en algunas
de sus formas a la cerámica navidad rojo de ese
lugar (Long y Wire, 1966).
Colima redecillas
Tiene una pasta de color naranja y es de textura
compacta. Presenta un desgrasante fino y escaso
de partículas blancas muy diferentes a las que
aparecen en la cerámica de salagua. Tiene un
recubrimiento de engobe color naranja o crema
y la superficie se encuentra pulida.
La decoración consiste en franjas de color
rojo sobre fondo naranja o crema, abundan las
redecillas, líneas paralelas y algunos diseños en
forma de grecas que se encuentran por lo gene-
ral en el cuello de las ollas, mientras que en el
borde tienen una banda de color rojo. La forma
predominante es la olla globular y escudillas
belleza, identificada y descrita, como ya se anotó,
por Kelly, aunque también hay piezas rústicas
(Kelly, 1949: 178).
Figurillas Salagua rojo
se trata de figurillas sólidas y pequeñas fabricadas
en cerámica café rojiza de grano fino; fueron
modeladas a partir de un núcleo de arcilla
mostrando sus rasgos principales al pastillaje.
Presentan pintura roja y un buen pulido.
su cabeza es grande y semitriangular con toca-
dos horizontales en forma de banda rectangular,
sus ojos y la boca están hechos con plastas alar-
gadas trabajadas en bajorrelieve, formando dos
planos inclinados en parteaguas, con una nariz
triangular y prominente. aparecen con grandes
orejeras circulares y con gargantillas, su vestido
largo le llega hasta los pies, tienen las manos
cruzadas debajo de los senos y se encuentran
descalzas. Fueron diseñadas para permanecer
erguidas, en actitud reverente (figura 19).
0 10 cm

(figuras 14 b, c y 15 a).
esta cerámica fue descrita por Kelly (1949);
además de aparecer en colima se le encuentra
en Tuxcacuesco, principalmente durante la fase
coralillo. en morett aparecen muy pocos tiestos,
hallándose únicamente en los niveles medios su-
periores que fueron ubicados en los siglos vi-vii
d.c. (meighan, 1972: 49). en Playa del Tesoro
aparece después del 500 d. c., y se halla en los
niveles medios y superiores del sitio. Figura 19. Figurillas salagua rojo.

178
 La cerámica y Las figuriLLas de PLaya deL Tesoro
Las figurillas femeninas, como las antes descri-
tas, predominan ampliamente; las pocas figurillas
masculinas halladas, que están representadas
vestidas, usan el maxtlatl y presentan penachos
sencillos. a veces muestran restos de pintura
poscocción blanco, ocre y amarillo. Predominan
en los niveles medios y profundos del sitio. se les
ha encontrado en Tuxcacuesco, sayula, cerro
de garcía, apatzingán, cojumatlán, Nayarit, en
morett y en la boca del río Balsas. se trata del
tipo XV de cara triangular de Tamazula, Tuxpan
y Zapotlán (schondube, 1973).
Figurillas Tesoro huella de petate
se trata de figurillas sólidas de pequeño tamaño
fabricadas con una arcilla homogénea con grano
regular color café, que a veces toma una colora-
ción naranja. fueron modeladas y su decoración
se hizo al pastillaje, combinándose con algunas
acanaladuras y punzonaduras. están aplanadas
por atrás mostrando a veces huella de petate o
de estera.
su cabeza es grande y subrectangular, a veces
tiende a ser triangular. sus tocados son bajos y
alargados en forma de banda rectangular con
diseños verticales. Los ojos y la boca están for-
mados por una delgada tira rectangular aplicada
al pastillaje, la cual muestra dos depresiones en
el interior en forma de parteaguas. su nariz es
regular, prominente y a veces muestra alguna
nariguera, mientras que su barbilla aparece
levantada y la cabeza echada ligeramente hacia
atrás. se caracterizan por la gran cantidad de
aros múltiples que adornan las orejas, como las
figurillas nayaritas de tumbas de tiro.
Las figurillas se encuentran desnudas o con
unos pequeños taparrabos, predominan las del
sexo femenino, la mayoría de ellas muestran los
senos escarificados y también sus hombros.
sobresalen los collares de una a cinco hiladas
que muestran una gran cantidad de colgantes y
pendientes, lo mismo que numerosas pulseras
y algunos brazaletes (figuras 6, parte superior,
20 y 21).
se trata del grupo i de crabtree y fitzwater,
y del tipo XV o Tesoro huella de petate de Baus
179
(1978). se localizan exclusivamente en las bahías
de manzanillo y en sus alrededores, ya que no han
sido reportadas en otro lugar. se encuentran aso-
ciadas directamente con la cerámica rojo/bayo y
de bandas sombreadas (shadow stripped).
Figurillas Armería
se trata de figurillas sólidas hechas en una ce-
rámica café que se torna a veces ligeramente
naranja con la cocción, son de pasta homogénea
y de grano fino. están modeladas a partir de una
tablilla delgada aplanada por atrás, que a veces
muestra huella de petate; los rasgos se hicieron
al pastillaje.
en las cabezas aparecen diseños de forma
triangular, los cuales son una de sus principales
características; vestidas con un tocado bajo y
alargado con motivos lineales y verticales. Tienen
ojos y boca de grano de café; la nariz, aguileña,
tiene dos punzonaduras a manera de orificios
nasales; en la parte inferior del oído portan unas
orejeras circulares.
muestran rasgos teotihuacanos en sus vestua-
rios, llevan collares y pulseras como adornos,
visten una bella blusa (quexquémitl) terminada
en punta entre las piernas y una falda hasta los
tobillos, o bien un maxtlatl. Hay ejemplares con
restos de pintura roja, predominan ampliamente
las figuras femeninas (figura 21).
este grupo muestra algunos rasgos de tra-
dición ortices Tuxcacuesco, pero parece que
se trata de figurillas pertenecientes a la fase
armería. Predominan en los niveles medios y
tempranos del sitio.
Figurillas Cabeza ancha banda acanalada
se trata de figurillas sólidas fabricadas en mol-
de con una cerámica café de grano regular. su
cabeza es triangular redondeada; muestran un
tocado alargado y sencillo que se prolonga a los
lados de la cabeza; sin embargo, hay algunas más
elaboradas. Los ojos y la boca son rectangulares y
presentan depresiones laterales, son parecidas a
las del grupo de Tesoro huella de petate.
están adornadas con unas orejeras circulares
que llevan en la parte inferior de los oídos, pre-
José carLos BeLTrán medina y Lourdes gonzáLez BaraJas

Figura 20. Figurillas Tesoro huella de petate.

180
 La cerámica y Las figuriLLas de PLaya deL Tesoro
0 10 cm
figurillas armería
5 cm
figurillas de doble
punzonadura
0 10 cm
figura 21. figurillas armería.
sentando a veces alguna variante; suelen llevar
collares, pulseras y ajorcas. su sexo es indetermi-
nado y muestran a veces restos de pintura blanca.
se encuentran asociadas directamente con los
asientos platón (figura 22).
es el mismo tipo iii de morett (meighan,
1972) y se trata del tipo XVii de Baus (1978: 45),
del cual toma su nombre, mostrando un gran
parecido con las figurillas del clásico tardío del
centro de méxico.
Figurillas trípodes
se trata de figurillas sólidas de molde, tienen la
cabeza triangular redondeada y se caracterizan
por llevar un tocado vertical; aparecen arrodi-
lladas, en cuclillas o semiflexionadas; se pueden
mantener paradas gracias a uno o dos soportes
añadidos en la parte baja del dorso, suelen tener
los brazos sobre el pecho en actitud reverente.
181
10 cm
10 cm
figura 22. figurillas cabeza ancha banda acanalada.
están adornadas con orejeras, collares, pul-
seras, los rasgos generales, como son los ojos,
nariz, boca y vestido, están apenas sugeridos
tenuemente o son inexistentes; mientras que su
sexo es indefinido. en ocasiones aparecen con
restos de pintura blanca.
dos de estas figurillas fueron halladas en
una ofrenda dentro de una olla de bandas
sombreadas asociadas a figurillas Tesoro huella
de petate. una de ellas es una figurilla sonaja
que se encuentra tocando un gran caracol,
mostrando el símbolo del viento en su vientre
(ik), propio de ehécatl Quetzalcóatl, aunque
bien puede tratarse de Teccistecatl, deidad
marina asociada a Quetzalcóatl. La otra parece
representar una sirena con cuerpo femenino y
cabeza de pez (13 cm). La cabeza tiene a veces
el mismo tamaño del cuerpo (figuras 23 y 24,
parte baja).
 José carLos BeLTrán medina y Lourdes gonzáLez BaraJas

se trata del grupo XViii de las figurillas de

colima clasificadas por carolyn Baus, quien
las encuentra semejantes al tipo trípode de Te-
huantepec.

Figurillas de doble punzonadura

a
se trata de un grupo de figurillas sólidas que apa-
rece en el corredor costero de Tecomán-alima,
0 5 cm aunque hay una variante en el Bajo cihuatlán;
deidades marinas escala: 1:2 están hechas con una cerámica naranja de pasta
fina con un desgrasante de grano medio y sus
rasgos aparecen al pastillaje.
son de cabeza más grande que el cuerpo; sus
ojos, su prominente nariz y su boca presentan
dos punzonaduras separadas.
están decoradas con orejeras, narigueras,
b
collar y brazaletes múltiple. se encuentran desnu-
das y sus órganos sexuales aparecen exagerados
Figura 23. Figurillas Trípode, a: sólida; b: sonaja con
sus piernas están separadas y están diseñadas para
doble punzonadura. permanecer paradas, mientras que el dorso lo
tiene liso (figura 21, centro). se trata del grupo
iii de crabtree y Fitzwater, y del tipo XVi ojo
doble Punzonadura (Baus, 1978).

Figurillas de ojos rasgados

son muy parecidas al grupo de figurillas ar-
mería , pero lo que las distingue de éstas es su
gran tamaño y por que los ojos y la boca son
representados por medio de rectángulos en ba-
Figurillas de ojos rasgados jorrelieve, lo cual le otorga al rostro un aspecto
oriental, por los ojos rasgados y semicerrados.
están fabricadas con cerámica café o naranja,
más o menos fina, con un desgrasante de fino
a medio.
0 5 cm Por lo general, tienen un tocado bajo y alar-
escala: 1:2 gado con diseños geométricos, aunque a veces
aparecen unos más altos y elaborados. están
adornadas con orejeras circulares, y ocasional-
mente presentan un engobe de color naranja o
rojo, y un buen pulido. se ha descubierto, por
lo general, en los niveles medios del sitio (figura
24, parte superior).
Fue encontrada una vasija-efigie de color rojo
pulido, la cual muestra un rostro que pertenece
a este tipo.
Figura 24. Figurillas trípodes.

182
 La cerámica y Las figuriLLas de PLaya deL Tesoro

Penate
aun cuando no se trata de piezas de manufactura
cerámica, creemos conveniente mencionar estas
pequeñas figurillas antropomorfas de piedra
verde gris de grano fino que exhiben un trazo
sencillo y esquemático en bajorrelieve, con los
brazos cruzados en el pecho (figura 25).
se trata de piezas parecidas a los penates del
Balsas medio, cuya presencia durante el clásico
tardío incluye lugares tan lejanos geográfica y
culturalmente como Nayarit y Teotihuacan. en
Punta mita existe gran cantidad de una variante
local de estas figurillas.
0 3 cm

fase de reocuPacióN (800-1100 d.c.)

Cerámica tolteca
se trata de molcajetes trípodes de color rojo con
un fondo esgrafiado sencillo e incoloro, las vasi-
jas muestran paredes altas o bien más abiertas.
Tienen soportes de sonaja, algunos de los cuales
son globulares y sencillos, mientras que otros
son zoomorfos: en forma de coyote o serpiente
(figura 26 c, e).
se encuentra asociada a una orejera de metal,
a dardos y navajones de obsidiana, a pintaderas
de diseño geométrico y a cuentas cuadradas de
concha. esta cerámica se encuentra asociada
figura 25. figurilla de piedra (Penate).
a entierros flexionados sedentes y al complejo
aztatlan de Nayarit y sinaloa.
Figurillas Mazapa
figurillas sólidas de molde fabricadas en cerámi-
ca naranja; provienen de los niveles superiores.
son de diseño rectangular y tienen un tocado
elevado muy elaborado con uno o varios rema-
tes circulares en su parte alta; el vestido llega
hasta los pies mostrando abundancia de diseños

c e
a
0 5 cm

escala: 1:2
g

f
b d

figura 26. a, b: cerámica tolteca; c, d: figurillas mazapa fragmentadas;

f, g: orejeras de cobre de extensión lateral.

183
 José carLos BeLTrán medina y Lourdes gonzáLez BaraJas

0 3 cm

0 5 cm

Figura 27. sellos planos. Figura 29. orejeras tubulares lisas. iridiscentes.

Tipo bicónico truncado

esférico

Bicónico

0 3 cm

0 3 cm esférico truncado
con escotadura

disco

rueda

Figura 28. Pintaderas. Figura 30. malacates.

184
 La cerámica y Las figuriLLas de PLaya deL Tesoro
0 3 cm
figura 31. orejeras de carrete.
complicados , muestra orejeras circulares y un
peinado con fleco que apenas se distingue abajo
del tocado (figura 26 a, d). Parece tratarse de una
deidad femenina de la fertilidad.
se han encontrado también en el corredor
costero de Tecomán-alima, en sitios de la fase
armería como alcuzahue y ahijadero, el lugar
de origen de estas figurillas se encuentra fuera
de las bahías de manzanillo.
según Kelly (1980), debido a su presencia
puede inferirse una penetración Tula-mazapa
durante el complejo armería en la costa; sin
embargo, en la actualidad se tiene el hecho de
que las figurillas encontradas en varias partes
de occidente son más tempranas y de mejor
calidad que las que posteriormente aparecen en
el centro del país.
estas figurillas muestran una gran distribu-
ción en la región de occidente, desde Nayarit
hasta el norte de guerrero, cerca de la desem-
bocadura del río Balsas.
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 La cerámica deL epicLásico y poscLásico
temprano en La región de coLima
en general, los antiguos grupos humanos que
habitaron el actual territorio del estado de
colima han sido poco analizados, así como su
desarrollo histórico, sobre todo si se considera
que los estudios más profundos se iniciaron en
la región occidental mesoamericana a partir de
los años cuarenta, básicamente por isabel Kelly.
esta investigadora propuso la cronología y se-
cuencia cerámica para la región mencionada,
la que continúa como la base de los estudios
contemporáneos de los materiales arqueológicos
de ese tipo. aun con algunos ajustes, se considera
que la propuesta de Kelly es válida, ya que refleja
los procesos y la secuencia histórica de la zona
señalada y, en general, de la región del occidente
mesoamericano. también es importante desta-
car en colima los trabajos de investigación de
meighan, Bells, crabtree, Fitzwater, shöndube,
Beltrán y López mestas, entre otros.
a lo mencionado se suman aportes de in-
vestigaciones recientes, las que se consideran
importantes, ya que han permitido identificar y
conocer los diversos procesos que se sucedieron
en esta región y, de cierta manera, relacionarlos
con los que se dieron en el resto de las sociedades
que habitaban el territorio mesoamericano, con
las que comparten rasgos comunes.
* centro inah colima.
187
Ana María Jarquín Pacheco*
Enrique Martínez Vargas*
aunque dichos estudios han sido fecundos en
información y cantidad de materiales arqueoló-
gicos, destacando sobre todo los de manufactura
cerámica, y con ellos el conocimiento de los ob-
jetos utilizados tanto en la vida cotidiana como
en los diversos rituales y ceremonias religiosas,
en general, las investigaciones en colima se
han circunscrito en su mayoría a la región del
valle de colima, dejando de cierta manera en
suspenso las investigaciones en la costa, por
ejemplo los trabajos de Beltrán (1985) y López
mestas (1994).
sin embargo, aun con lo señalado, la exten-
sión del estado, la estrecha relación entre los
grupos costeros y del valle, y por consiguiente,
la existencia de rasgos convencionales en su ce-
rámica, la información de trabajos anteriores y
recorridos de superficie en esas zonas, conducen
a establecer un desarrollo paralelo en los grupos
de ambas áreas y, por lo tanto, a proponer una
secuencia cerámica general para el estado de
colima.
eL epicLásico en coLima
a finales del periodo clásico en mesoamérica, con
la caída de los grandes centros de poder político,
económico y religioso, se sucedieron procesos de
desestabilización y reordenamiento de las socieda-
 ana maría Jarquín pacheco y enrique martínez Vargas
des en las diferentes regiones que la componían.
el occidente no es la excepción; en la zona de
colima tuvo como resultado el cese de las relacio-
nes con algunos de los centros importantes con
los que mantenía nexos que, sin embargo, fueron
restablecidas en épocas posteriores. La retracción
de las redes de comercio y, como consecuencia,
el desarrollo de ciertas corrientes locales, las que,
mezcladas con algunos elementos de reminiscen-
cia clásica, definen y caracterizan al periodo de
transición al que se le ha llamado epiclásico.
entre los testimonios materiales recuperados
para el epiclásico destacan los arquitectónicos,
que se identifican por la continuidad en el uso
de los edificios de la época anterior: clásica o de
tumbas de tiro. Las construcciones del periodo
de esplendor son modificadas en algunos de sus
elementos propios; destaca, sobre todo, la inten-
ción de desaparecer el concepto de equilibrio
o simetría distintiva que identificaba la época
anterior. por medio de cortes y adosamientos a
los elementos arquitectónicos clásicos, se propor-
ciona a los monumentos su propia identidad.
no obstante las modificaciones en los edificios
principales, el patrón de asentamiento se mantie-
ne de igual forma. Destaca el centro ceremonial y
administrativo como núcleo del establecimiento,
rodeado de áreas habitacionales, de mercado o
intercambio, de talleres, etc. en lo que se refiere
a los rituales mortuorios, se ha comprobado,
como indicó Kelly (1980: 8), que existe continui-
dad en cierto tipo de enterramientos, se siguen
utilizando para un determinado grupo social las
tumbas de tiro, aunque con características más
sencillas; las mencionadas por la investigadora
son conocidas como “alcatraz” o “pelícano” por
su forma. con respecto a los lugares de localiza-
ción de las mismas, generalmente se ubican en
las mismas secciones del asentamiento en las que
aparecen las tumbas de la fase anterior. Lo seña-
lado se combina con la deposición de entierros
extendidos, algunos de ellos con carácter ritual
e incorporados a edificios ceremoniales. La
mencionada investigadora asocia estos últimos
con acumulamientos de ceniza volcánica, a los
que denomina “ceniceros”.
188
cabe señalar que una área de actividad en
donde se advierten marcados cambios es el de
la cerámica, pues aunque algunas formas de la
fase anterior se continúan, es notoria la intención
de proporcionarle un sello distintivo. para este
periodo, Kelly estableció inicialmente el com-
plejo cerámico colima, el que posteriormente
definió como fase cerámica (ibid.: 8-9), y que
temporalmente abarca un lapso aproximado de
50 años, del 560 al 610 d.c. (ibid.: 4).
en el siguiente texto se retomaron varios as-
pectos: las propuestas de Kelly; el examen de los
materiales que conforman importantes coleccio-
nes de piezas arqueológicas, donadas al inah en
los años 1995-1996, las que como resultado de un
convenio de comodato entre esta institución y la
universidad de colima, conforman actualmente
el acervo del museo universitario de arqueología
de manzanillo. a lo anterior se suma el estudio
de los materiales provenientes de las explora-
ciones realizadas en la zona arqueológica de La
campana, localizada en la periferia de la capital
del estado de colima, en el municipio de Villa
de álvarez; así como materiales arqueológicos
de diferentes colecciones como las del museo
regional del inah en colima, entre otros.
materiaLes cerámicos DeL epicLásico
en coLima Fase coLima (560 a 610 D.c.)
Kelly define como diagnóstica para esta fase
(ibid.: 8) la decoración roja sobre naranja de tipo
geométrico con técnica de cepillado múltiple;
cántaros color crema, a menudo con cintura,
poco pulidos en su mayoría. además, sugiere la
desaparición de soportes trípodes, algunas bases
de pedestal bajo y ausencia de pintura intensa.
señala la presencia del tipo cerámico “shadow
striped” o “Bandas sombreadas”, en cierto tipo
de vasijas con el cuello rojo y el exterior mate,
cubiertas con sombras de franjas crema sobre la
base natural.
otras formas de vasijas clasificadas por la
mencionada investigadora para esta fase son los
“tazones de molienda” o molcajetes. respecto de
su color, comenta que es rojo o que varía de café
a negro, con decoración incisa de líneas anchas
 cerámica deL epicLásico y poscLásico temprano en coLima
que a veces se combina con punteado, con el
fondo punzonado con el fin de proporcionar
una superficie rugosa para preparar alimentos.
apunta que existen molcajetes con el fondo ex-
cavado y sin ornamentos incisos. otro elemento
indicador, considerado para esta fase cerámica,
es la “cubierta” o tapadera tetrápode en forma
de animal. algunos ejemplares aparecen pinta-
dos con motivos geométricos en blanco, señala
el caso de un ejemplar pintado de color rojo,
dividido en áreas por incisiones.
a partir de los materiales señalados fue
posible definir con mayor aproximación las ca-
racterísticas de algunos de los grupos cerámicos
que componen el complejo del epiclásico en la
región del actual estado de colima. para realizar
el análisis se consideraron, además de los elemen-
tos diagnósticos de Kelly, las características físicas
de los mismos, tales como pasta y composición,
acabado y color de la superficie, tanto interna
como externa; las formas y su asociación con
materiales diagnósticos de la fase cerámica.
tipos diagnósticos Fase coLima
cerámica tipo i. monocroma
en general, las piezas que componen este tipo
presentan: superficie con pulido de palillos o
alisada, cubierta con pintura o engobe de varios
tonos de color café, distribuido de manera uni-
forme. Las formas detectadas en este grupo co-
rresponden a ollas, cántaros, cajetes y molcajetes,
tinajas, platos, tazas, tapaderas y cazuelas.
Ollas
Las ollas de este grupo se caracterizan por las
variaciones en tamaño. en algunos ejemplares
el cuello es mínimo y extrovertido, en otros es
curvo divergente con borde divergente, o recto
con el borde divergente. Las de mayor tamaño
son de cuerpo curvo convergente, algunas de
forma globular, boca circular, en ciertas piezas
aparece la boca más amplia; tienen base convexa
y fondo cóncavo. en general, presentan huellas
de fuego en el exterior, parte inferior del cuerpo
189
y la base, por lo que se consideran de uso domés-
tico (figuras 1-2; piezas proyecto La campana,
con excepción de figura 1 f, museo arqueológico
de manzanillo).
el acabado exterior es café (2.5 yr 4/6 a 2.5
yr 6/4, tabla munsell), pulido con palillos, el
interior es alisado y el color del engobe es rojo
(2.5 yr 5/8). La pasta con la que fueron fabri-
cadas es de color café claro (2.5 yr 5/6), de
grano fino con pequeños feldespatos y gravas,
como desgrasante se utilizó arena fina de río.
La cocción va de regular a buena.
Ollas tipo cántaro
son cierto tipo de ollas, las que en la región de
colima se consideran diferentes a las destinadas
a la preparación de alimentos, debido a que su
función es la de transportar y contener agua, con
el fin de que se mantenga fresca (figura 3; piezas
del proyecto La campana), es probable que esa
misma fuera su función en la época antigua.
en general, su cuerpo es globular, con el cuello
recto y borde extrovertido. su acabado exterior
es pulido, pintado de color café (2.5 yr 4/6 a
2.5 yr 3/6). La pasta es la misma de las ollas de
este mismo tipo, su color es café (5 yr 4/6), y su
cocimiento va de regular a malo.
Cajetes y molcajetes
La forma general de los cajetes de este grupo
es curvo convergente, algunos levemente diver-
gentes o más curvos que otros. La base es con-
vexa o plana, el fondo es cóncavo o semiplano,
carecen de soportes, la diferencia entre ambos
tipos de vasijas es la parte punzada que tienen
los molcajetes en el fondo (figuras 4-5; piezas
del proyecto La campana, con excepción de las
figuras 4 c y d, museo arqueológico de man-
zanillo). presentan pintura sobre la superficie,
tanto en el lado exterior como en el interior.
algunas piezas se presentan con diseños inci-
sos en franja, sobre el borde exterior o en el
fondo de la pieza, con motivos de tipo lineal
u orgánicos (ondulados); otras son lisas, sin
ningún tipo de decoración. existen ejemplares
pequeños y más simples.
 ana maría Jarquín pacheco y enrique martínez Vargas
b c
a
0 10 cm
f 0 5 cm g
d e
Figura 1. Fase colima. ollas de base, cuerpo y boca
diferentes.
el acabado es pulido de palillos, su color va
de café a café grisáceo (2.5 yr 4/6 a 2.5 yr 6/4).
La pasta es de grano fino y bastante compacta,
es posible que la arcilla fuera molida y cernida
antes de trabajarla. contiene feldespatos y arena
fina como desgrasantes; su color es café claro
(5 yr 6/4).
Tinajas
son un grupo de vasijas grandes, de cuerpo
cilíndrico, paredes rectas, base y fondo plano
(figura 6, pieza proyecto La campana). el exte-
rior aparece pintado de color café (10 r 4/6), y
pulido con palillos, el interior presenta el color
del engobe, café claro (5 yr 5/4). La pasta es de
grano fino, color café (7.5 yr 5/4).
Platos
son piezas utilitarias, de paredes curvo con-
vergentes o divergentes, base plana y el fondo
levemente cóncavo (figura 7, piezas proyecto
La campana). en algunos se observan cambios
de tono en algunas secciones de la misma pieza,
ello como resultado de la cocción. su acabado es
alisado; tanto el interior como el exterior aparece
pintado de color café (10 yr 5/4). La pasta es la
misma de las tinajas, se caracteriza por ser fina y
compacta, su cocimiento es bueno.
Tazas
De cuerpo hemisférico, similar al de los cajetes,
pero con paredes más altas y la base anular, las
tazas tienen en el fondo un área circular con
190
punzonado (figura 8, piezas proyecto La cam-
pana). su forma en general recuerda a las que
con esta misma forma aparecen en teotihuacan,
tanto en la cerámica naranja delgado como en
la café y negra. el acabado es alisado, con un
baño de color café (2.5 yr 3/6 a 2.5 yr 4/8).
La pasta es la misma de los cajetes de este tipo y
su cocimiento es bueno.
Cubiertas o tapaderas (maquetas de casas
y representaciones de animales)
Definidas así por Kelly, con la propuesta de
haber sido colocadas sobre incienso quemado
(ibid.: 8), estas piezas constituyen uno de los
elementos diagnósticos del epiclásico en colima.
Las correspondientes a esta fase se caracterizan
por la calidad de las figuras, así como por el
acabado; algunas son reproducciones de casas;
ciertos ejemplares tienen figuras zoomorfas en su
parte superior. es probable que fueran utilizadas
en algún tipo de ceremonial o ritual doméstico,
relacionados con la protección del hogar o el
propiciar la abundancia en la caza y, por lo tanto,
de alimentos.
Las de este tipo (figura 9, piezas museo
arqueológico de manzanillo), tienen un baño
de color café (de 10 yr 5/3 a 2.5 yr 2.5/2). su
acabado es alisado y presentan manchas oscu-
ras, algunas de ellas a causa de la cocción o por
contacto con el fuego durante su uso cotidiano.
se han encontrado algunos ejemplares que
presentan un baño blanco, bastante diluido,
sobre la superficie café. Decoran a algunos de
los ejemplares, además de la figura de un animal,
generalmente perros, detalles de la techumbre
o paneles triangulares con líneas o punzonado.
La pasta es la misma de los cajetes y de las tazas.
el cocimiento en general es bueno.
Cazuelas
Denominadas así por su relación con las activida-
des domésticas; para preparación de alimentos,
las monocromas con manchas de humo, y para
servir alimentos preparados las decoradas, posi-
blemente. su forma es de cuerpo recto divergen-
te, levemente curvo en la parte inferior; con el
 cerámica deL epicLásico y poscLásico temprano en coLima
a
0 2 cm
b Ollas
0 4 cm
c el exterior presenta engobe y aparece leve-
Figura 2. Fase colima. ollas de cuerpo globular.
borde divergente, la base convexa un poco plana
y fondo cóncavo (figura 10 a’, pieza proyecto La
campana). el acabado es un baño de pintura
amarilla rojiza (5 yr 6/8), pulido de palillos,
tanto en su exterior como en el interior. La pasta
es de grano fino y compacta, de color café rojizo
claro (5 yr 6/4). su cocción es buena.
tipo ii. Bicromo
Forman este grupo las vasijas en cuya decoración
se combinan dos colores: rojo sobre bayo o café
oscuro sobre bayo. se trata de una decoración
presente en mesoamérica durante este periodo,
así como en algunas regiones como el occidente
y el altiplano, entre otras, desde finales del clási-
co. Las formas localizadas hasta ahora son: ollas,
cajetes y molcajetes, cazuelas y tazas.
191
0 5 cm
Figura 3. olla de tipo cántaro, cuerpo globular,
cuello recto y borde extrovertido
Las ollas tienen la característica de conformar
un grupo de piezas especiales, posiblemente
manejadas en los rituales o destinadas al uso de
personajes importantes dentro de la sociedad
de esa época. su cuerpo es curvo convergente o
globular. el cuello es recto divergente o curvo
divergente, en algunos ejemplares es leve, de
boca amplia, con el borde extrovertido; fondo
convexo y base cóncava.
mente pulido, en algunos ejemplares aparece
un baño color crema (de 5 yr 7/3 a 7.5 yr
7/4) (figuras 10-11; piezas de la figura 10 a y b
proyecto La campana, figura 10 c, d y e museo
arqueológico de manzanillo; figura 11: material
proyecto La campana). sobre el mismo aparece
la decoración que consiste en motivos geométri-
cos: líneas o bandas, curvas o rectas, horizontales,
verticales o diagonales o pinceladas irregulares.
La decoración abarca tanto el cuerpo de la vasija
como el cuello, en su parte interna y externa.
debido al número de líneas, Kelly sugiere (ibid.:
19) el uso de la técnica de cepillado múltiple.
el color de los motivos decorativos va de rojo a
café (de 2.5 yr 4/8 a 5 yr 3/2 y de 7.5 r 5/8 a
10 r 5/8).
Cajetes y molcajetes
Los cajetes y molcajetes de este tipo tienen el
cuerpo y el borde de forma curvo convergente;
la base y el fondo son levemente planos, los hay
 ana maría Jarquín pacheco y enrique martínez Vargas

a
b

c d

e 0 5 cm 0 30 cm
f
Figura 4. cajetes curvo convergentes de base Figura 6. tinaja de cuerpo cilíndrico, paredes rectas
convexa o plana, con pintura en la superficie interna y base y fondo planos.
y externa, y diseños incisos.

b
0 6 cm

c
c 0 3 cm 0 3 cm

Figura 5. cajetes curvo convergentes de base Figura 7. platos de paredes curvo convergentes, base
convexo o plana, lisos, sin decoración. plana y fondo levemente cóncavo

192
 cerámica deL epicLásico y poscLásico temprano en coLima

a b

0 6 cm

c
0 6 cm
d e

Figura 8. tazas de cuerpo hemisféríco con paredes Figura 9. tapaderas con forma de casa o figuras
altas y base anular. antropomorfas. piezas diagnósticas del epiclásico.

a’ b
0 10 cm
a

e
c d 0 10 cm

Figura 10. ollas de cuerpo globular, cuello recto divergentes o curvo divergente, fondo convexo y base cóncava,
algunas con decoración bicroma.

193
 ana maría Jarquín pacheco y enrique martínez Vargas
0 6 cm
Figura 11. ollas de cuerpo globular, decoradas
con líneas curvas y rectas.
de paredes casi rectas. Los molcajetes presentan
en el centro un área circular punzonada o líneas
onduladas y rectas incisas dentro de un círculo,
otros son de paredes recto divergentes (figuras
12 y 13, piezas proyecto La campana, con excep-
ción de la figura 12 d, museo arqueológico de
manzanillo). en lo que se refiere a la decoración,
en general, está presente en el interior; algunos
ejemplares tienen franjas delgadas alrededor del
cuerpo y diseños geométricos. su color es café
(5 yr 6/3, que es el color del engobe), el color
de los diseños decorativos es rojo o café (10 r
4/6 a 2.5 yr 3/4). La pasta es de grano fino, la
misma de los cajetes del tipo anterior, su color es
café claro (5 yr 7/4). La cocción de estas piezas
va de regular a mala.
Cazuelas
Las cazuelas de este tipo son de forma similar a
las del tipo i; sin embargo, la curva del cuerpo
de estos últimos ejemplares es más acentuada y
el borde es totalmente divergente, con la base
convexa y el fondo cóncavo. algunas presentan
un baño blanco en la parte exterior, sobre la
pintura café o roja, y una franja de color rojo o
café en la sección interior paralela al borde (2.5
yr 4/6 a 2.5 yr 5/8 o 7.5 r 4/8). el acabado
194
es de pulido de palillos (figuras 14 y 15, piezas
proyecto La campana). La pasta es la misma de
las cazuelas del tipo i, de grano fino y su color es
café claro (5 yr 6/4). su cocción es buena.
Tazas
su forma es igual a las del tipo i, cuerpo curvo,
base anular y fondo cóncavo. el exterior es alisa-
do y pintado de color rojizo (2.5 yr 5/8 a 2.5 yr
4/8), el interior es bicromo, tiene la pintura del
exterior, dejando la sección del fondo sin pintar,
del color del engobe, que es café (7.5 yr 6/4).
La pasta es de grano fino y compacta, color café
a café claro (7.5 yr 6/4 a 7.5 yr 7/4) (figura 16,
piezas proyecto La campana).
se localizó, en el sitio La campana, una taza
decorada en su interior de manera especial. el
exterior es alisado y pintado de color café rojizo
(2.5 yr 5/8), el interior está decorado al nega-
tivo con el color mencionado, sobre el color del
engobe que es café claro (2.5 yr 6/6). el fondo
presenta un área circular con punzonado. Los
motivos decorativos son: cerca del borde líneas
circulares, luego una banda del mismo color y
rodeando al fondo otros círculos concéntricos,
a b
c
d
e 0 4 cm f
Figura 12. cajetes y molcajetes con cuerpo y borde
curvo convergente, base y fondo levemente planos,
decorados en el interior o exterior.
 cerámica deL epicLásico y poscLásico temprano en coLima
a
b son de cuerpo globular o curvo convergente,
0 3 cm
Figura 13. molcajete decorados con diseños
geométricos y franjas.
el primero de ellos con una especie de salientes
o picos (figura 16 a). Kelly ubica la presencia de
la decoración al negativo en la fase armería; sin
embargo, existen datos de su existencia desde
el clásico medio, se asoció a la fase colima por
la cerámica.
La pasta es la misma que la correspondiente a
las tazas de este grupo, de grano fino y compacta.
su cocción es buena.
tipo iii. Bandas somBreadas
presenta elementos decorativos que permiten
incluirla en el grupo anterior; sin embargo,
fue definido de manera especial y de forma ca-
racterística para la región de colima por Kelly,
semejándolo con el blanco levantado de la mesa
central (Kelly y de torres, 1966: 26-27). Lo ubicó
temporalmente a partir de la época de tumbas
de tiro, dentro de la fase ortices, pero sin dejar
de considerar que también forma parte de las
fases colima y armería (1949: 74-75), relacio-
nadas con los periodos epiclásico y posclásico
temprano. Beltrán (1985: 209) señala presencia
abundante de este tipo de cerámica en salagua,
y propone que fue hecha en esta zona costera.
195
este tipo también fue detectado por meighan,
en morett, quien los considera en su mayor
parte tardíos.
Los ejemplares que se reproducen en este
artículo corresponden a la fase colima; estos
mismos continúan hasta la fase armería, por lo
que definen ambas fases. es uno de los tipos que
requieren una investigación más profunda.
Las formas detectadas hasta ahora son: ollas,
cajetes y cazuelas.
Ollas
fondo cóncavo y de base convexa y levemente
plana, el cuello es curvo divergente, en algunos,
menos curvos, el borde es divergente; algunas
ollas se caracterizan por tener bocas anchas. el
cuerpo es alisado, generalmente de color café o
naranja (de 10 r 5/6 a 10 r 6/8, o 2.5 yr 6/8),
sobre cuya superficie aparecen bandas inclinadas
paralelas entre sí, de color crema o blanco (de
7.5 yr 6/2 a 7.5 yr n 8/). en el cuello y el borde
pueden apreciarse el color de la vasija, a veces
con una capa diluida de pintura blanca o color
crema en su superficie, en otros ejemplares la
parte exterior del borde y el cuello aparecen pu-
a
b
0 10 cm
Figura 14. cazuelas con la curva del cuerpo
acentuada y borde divergente.
 ana maría Jarquín pacheco y enrique martínez Vargas
0 4 cm
Figura 15. tipo i. Bordes de cazuelas.
lidos y del color de la pieza, el interior del borde
de las ollas es, por lo general, pintado y pulido
(figura 17 a, c, d y f; piezas museo arqueológico
de manzanillo, con excepción de c, proyecto La
campana).
La pasta es de grano mediano, se observan
feldespatos y fragmentos pequeños de cuarzo.
su color es café (2.5 yr 5/6 t.m.) y su cocción
es de regular a buena.
0 4 cm
Figura 16. tajas curvas de base anular, fondo cóncavo, con decoración interior bicroma.
196
Cajetes
Los cajetes definidos hasta ahora para este tipo
son de paredes curvas y borde convergente,
fondo cóncavo y base convexa. el exterior de
las piezas es alisado y presenta decoración de
Bandas sombreadas, el interior es pintado de
color rojo y pulido (7.5 yr 5/8) (figura 17 b,
museo arqueológico de manzanillo; figura 18 a
y b, piezas proyecto La campana).
Cazuelas
Debido al estilo de la decoración y al acabado
de las piezas, se destaca una forma especial: las
cazuelas, denominadas también “jofainas” (Ke-
lly y torres, 1966: 27, y Kelly, 1978: 25, fig. 25).
corresponden a la forma señalada en los tipos
i y ii. cuerpo curvo divergente, extendido, con
bordes divergentes, fondo cóncavo y base con-
vexa (figura 17 e y figura 18 c, piezas proyecto
arqueológico La campana).
en cuanto al acabado, la parte exterior es
alisada y está pintada de color café o naranja
(de 2.5 yr 6/6 a 2.5 yr 6/8), sobre la cual se
observa la decoración de este tipo. el interior está
pintado y pulido, incluyendo el borde, el color
es el mismo del exterior. su pasta es la misma y
la cocción es buena.
 cerámica deL epicLásico y poscLásico temprano en coLima
b a
a
d
c
0 5 cm
e f
Figura 17. tipo iii. ollas y cajetes.
tipos cerámicos diagnósticos
deL poscLásico temprano
Fase armería (690-960 d.c.)
La fase armería, definida por nelly, se relaciona
con el posclásico temprano. al parecer, constitu-
ye un desarrollo paralelo a la fase colima, con la
característica de que corresponde a la región de
la costa y se prolonga hasta finales del periodo
señalado. como sostiene la propia investigadora
(1980: 9), con respecto a la identificación de
los rasgos diagnósticos de la cerámica armería
y su diferenciación con respecto a los de la fase
colima, existe en algunos casos dificultad para
distinguirlos.
sobre las características generales de esta
cerámica se indica que existe en esta fase una
aparente derivación del rojo sobre crema de la
fase colima, o del cántaro rojo sobre naranja.
La pintura de la decoración es geométrica, a
veces ejecutada sin orden; se propone el uso del
cepillado múltiple, y como tipos diagnósticos se
consideran las cerámicas agrupadas como vajillas
armería crema, definidas por su pasta fina y por
lo delgado de su pared al ser seccionadas. en
ellas, según considera la investigadora, puede
197
b
0 6 cm
c
0 3 cm
Figura 18. cazuelas cóncavas de bordes
convergentes, con acabado exterior liso y pintura
café o naranja.
haber desde el color crema parcial o total, hasta
un naranja pulido, ocasionalmente con diseños
delicados en negro intenso; según Kelly, no todos
los ejemplares están pulidos, algunos son crema
y rojo o naranja y rojo, con diseños geométricos
gruesos, todo ello con el fin de ocultar el color
original de la pieza.
Kelly indica como rasgos cerámicos espe-
ciales: la continuidad de la tapadera, aunque
pobremente realizada; la olla de pie o banquillo
con pedestal de mediana altura, a veces con
una decoración incisa simple, este motivo se
inicia, al parecer, en la fase colima. menciona,
además, como un indicador de fase: la “piña
o pitahaya”, tazón hondo que descansa sobre
una base de pedestal con el borde elevándose
en cuatro picos, presenta en el exterior puntas,
su superficie aparece cubierta por una capa de
pintura crema mate.
a partir de las características que define Kelly
para la cerámica de la fase armería, de los elemen-
tos diagnósticos propuestos para su identificación,
así como del análisis de los materiales arqueológi-
cos provenientes de la exploración en el sitio La
campana, se han definido algunos tipos cerámicos
que pueden considerarse importantes.
 ana maría Jarquín pacheco y enrique martínez Vargas
tipo iV. armería naranJa Bicromo
caracteriza a este tipo cerámico lo fino de la
pasta con que fue elaborada, así como el color
de la misma, que va del crema al naranja (de 5
yr 8/4 a 5 yr 6/8), cubre las piezas un engobe
que abarca, también, del crema al naranja; el
acabado en algunos ejemplares es pulido y en
otros alisado. en lo que se refiere al grano de la
cerámica es fino en las piezas mejor elaboradas y,
en las de mayor tamaño y de uso probablemente
doméstico, de tamaño medio. Kelly define por
sus características a este grupo como diagnóstico
de la fase armería.
este grupo, también reportado por Beltrán
(1985: 232-235) en playa del tesoro, salagua, es
de dos tipos: fino y doméstico. Beltrán también
asegura que “aparece a lo largo de la costa de
colima, desde cihuatlán hasta alima, aunque
predomina ampliamente en el valle de tecomán
y armería, lugar de asentamiento de la fase ar-
mería”. en cuanto a las formas localizadas en el
primer sitio, se trata de ollas, cajetes, molcajetes,
tecomates, cuencos de base anular y de pedestal;
tinajas, platones, discos y asientos.
son importantes, también, los datos que
obtuvo meighan en morett sobre el desarrollo y
caracterización de esa región. sin embargo, por
motivos del tema a tratar en este artículo, cabe
destacar sólo lo relacionado con la fase armería
(op. cit., 50). La investigadora menciona que
las cerámicas armería crema y armería rojo
sobre crema aparecen en los niveles tardíos del
lugar, pues considera que su presencia indica
una reocupación del mismo sitio alrededor del
900-1000 d.c. señala también que estos tipos
cerámicos, al igual que el colima rojo sobre na-
ranja, son más abundantes en playa del tesoro
que en morett.
en general, las formas características de este
tipo cerámico son ollas, cajetes y molcajetes,
cuencos con base de pedestal, tecomates, tapa-
deras y asientos.
Ollas
De cuerpo globular o curvo convergente, base
convexa y fondo cóncavo, el cuello es angosto
198
y curvo-divergente. el exterior está pintado de
color crema a naranja (de 5 yr 8/4 a 5 yr 6/8),
sobre el fondo aparecen diseños geométricos que
van del color café rojizo al naranja (de 7.5 r a
2.5 yr 6/8), en algunos ejemplares los diseños
fueron hechos en forma de cepillado múltiple,
según el trabajo de Kelly. el acabado es pulido,
en algunos ejemplares más que en otros. La pasta
es fina, de color claro a naranja pálido (figura 19,
piezas del museo arqueológico de manzanillo,
con excepción de las figura d y g, proyecto La
campana). La cocción es buena.
Cajetes y molcajetes
Kelly indica la existencia de dos tipos de cajetes
para esta fase: uno posiblemente evolucionó
del molcajete inciso de colima, tiene como
ornamento líneas anchas incisas ejecutadas
“descuidadamente” bajo el borde exterior. el
otro cajete, comenta, es un “tazón abierto” con
base redondeada y de fondo más o menos pla-
no. De la decoración menciona, a partir de un
ejemplar (eisleb, 1971: 238), que el interior de
las piezas es rojo, a veces tienen diseños elabora-
dos y presentan en el fondo un área finamente
punzonada o excavada.
Los cajetes y molcajetes, tanto en la forma
como en el diseño, son similares a los de la fase
colima, tipo ii. Bicromo. La base es casi plana
o convexa, con fondo recto o cóncavo; paredes
curvo convergentes, levemente rectas o rectas
con el borde convergente, en su mayor parte
carecen de base o soporte (figura 20 a, b, e y
f, piezas museo arqueológico de manzanillo;
con excepción figura e, proyecto La campana).
existen ejemplares con decoración roja sobre
naranja, sostenidos por una base de pedestal
calado (figura 20 d, pieza museo arqueológico
de manzanillo).
el acabado exterior es alisado y color naranja
pálido, a veces se observa un baño de pintura
blanca sobre el engobe de la pieza, el cual les
proporciona su tono característico rojo claro (2.5
yr 6/6). algunos ejemplares están pulidos con
palillos, pintados de color naranja (de 5 yr 7/8 a
10 r 6/8) y son los de mayor tamaño. Los cajetes
 cerámica deL epicLásico y poscLásico temprano en coLima

b 0 3 cm c
a
0 10 cm

0 15 cm f
e
d 0 15 cm

0 15 cm
g 0 15 cm h i

Figura 19. tipo iV. ollas de cuerpo globular, base convexa y fondo cóncavo, cuello angosto y curvo divergente
y decoración bicroma.

pequeños, de base recta y fondo plano; paredes
recto divergentes o curvo convergentes; presen-
tan secciones pintadas en el interior en forma
de paneles; en otros, la decoración es exterior,
con diseños geométricos o de forma naturalista
estilizada, color café rojizo a naranja (de 10 yr
4/6 a 2.5 yr 6/8). La pasta es de la misma finura
que la de las ollas. su cocción es buena.
Tecomates
son cuencos de cuerpo curvo, con base y fondo
planos (figura 20 c, pieza museo arqueológico de
manzanillo). La sección exterior tiene un baño
crema (5 yr 8/4), sobre el que aparecen diseños
geométricos en paneles, además de bandas del-
gadas y gruesas, los elementos decorativos están
pintados de color café rojizo a naranja (de 10 yr
4/6 a 2.5 yr 6/8).
Cuencos con base de pedestal
considerados como uno de los objetos cerámi-
cos que determinan la fase armería (Kelly, ibid.),
es conocido como florero. se trata de un plato
o cuenco de paredes curvas, sostenido por una
base de pedestal. el engobe de la pieza es café
(2.5 yr 6/4), algunos ejemplares presentan,
tanto en el interior como en el exterior, diseños
de círculos y bandas al negativo. en general, la
pieza presenta un baño blanco bastante lige-
ro de color rojo claro (2.5 yr 6/6). el fondo
presenta un área circular punzonada, Kelly
(ibid.) indica que tal característica en algunos
ejemplares podría representar no más que una
formalidad estilística (figura 21, pieza proyecto
La campana).
La pasta es la misma que las formas anteriores,
fina, de color crema a naranja claro (de 5 yr 8/2
a 5 yr 7/6). su cocción en general es buena.
Tapaderas
de características similares a los ejemplares del
tipo i, de la fase colima. su forma más común
es la hemisférica; presenta una decoración he-
cha con pintura naranja sobre la que aparecen
bandas oscuras, estas últimas es posible que
fuesen de color rojo, sin embargo, la acción del
fuego sobre el pigmento las oscureció, tal como
propone Kelly en el caso de las ollas bicromas

199
 ana maría Jarquín pacheco y enrique martínez Vargas

de este mismo tipo. en la parte superior aparece

generalmente un asa (figura 22 a, pieza museo
arqueológico de manzanillo). La pasta es fina,
del color del engobe. La cocción va de regular
a b a buena.

Asientos
Los asientos se inician desde la fase colima.
tienen forma circular o elíptica, en algunos es
casi rectangular, con el fondo levemente cóncavo
c o plano, las paredes rectas o levemente curvo
d
divergentes. sostiene a la parte superior de la
pieza una base de pedestal de forma cilíndrica,
elíptica o curvo convergente; algunos presen-
tan decoración incisa geométrica en paneles
definidos por líneas verticales y horizontales,
f en cuyo interior se observan punzadas, además
e 0 5 cm
de diseños calados en forma de “t”, incisiones
en cruz u oquedades circulares o romboidales.
Figura 20. cajetes de base plana, convexa
o con pedestal colado, bicromas en lo que se refiere a la calidad de los asientos,
difiere de unos ejemplares a otros; algunos son
bastante sencillos y otros son de mayor calidad
(figura 22 b y c, piezas museo arqueológico de
manzanillo).
La parte superior de algunos ejemplares
está pintada de color café rojizo a naranja (de
10 r 4/6 a 7.5 yr 6/8), con la base del color
café claro (7.5 yr 7/4) del engobe que cubre la
pieza. en algunos casos se observa en la super-
ficie vestigios de un baño, bastante diluido, de
a
pintura color crema. La pasta es fina, del color
característico del tipo cerámico armería. La
cocción es buena.
b
tipo V. armería naranJa monocromo
caracteriza a este tipo cerámico la ausencia de
decoración que define al tipo anterior; sin em-
bargo, en algunos ejemplares aparece sobre el
engobe naranja o café claro un baño color crema
diluido. en algunos casos la pasta es mucho más
0 4 cm fina que la del grupo anterior; tiene pequeños
fragmentos de concha molida y arena como des-
grasante. su cocción, en general, es buena.
c para este tipo se han detectado varias formas,
Figura 21. Fase armería. cuencos curvos con base de figuran entre ellas: ollas, cajetes y molcajetes, pla-
pedestal. tos, tapaderas, asientos e incensarios o piñas.

200
 cerámica deL epicLásico y poscLásico temprano en coLima

tada de color naranja (7.5 yr 7/8), con acabado

pulido de palillos (figura 25 e, pieza proyecto La
campana). La pasta es la misma del tipo armería
naranja decorado. su cocción es buena.

Tapaderas
b
a Las de esta fase cerámica son definidas por Ke-
lly, en general, como “pobremente realizadas”
0 2 cm
(ibid.). aunque con algunos elementos que per-
miten asociarlas con la fase colima, presentan
rasgos que las identifican como armería. en
0 15 cm general, son representaciones o maquetas de
casas hemisféricas o rectangulares con soportes.
ciertos modelos continúan con un animal pro-
c tector en su parte superior, en otros se observa
un asa; ambos detalles son parte de la tradición
Figura 22. a: tapadera semihesférica con asa;
anterior aunque, efectivamente, disminuyen en
b-c: asientos con base de pedestal cilíndrica. calidad (figura 24 c, pieza museo arqueológico
de manzanillo).
Ollas el acabado es alisado y presenta el color del
Las formas de este grupo son las mismas del engobe de la pieza, que va de café a naranja (de
tipo iV. Lo mismo sucede en cuanto a la pasta, 2.5 yr 6/4 a 10 r 5/8), sobre el cual se observa
aunque algunas de las piezas tienen una pasta una capa diluida de color crema que, en algunos
más fina, la diferencia es la ausencia de deco- ejemplares, es casi imperceptible.
ración bicroma en estas últimas, definidas por
la presencia de un baño crema diluido sobre el
engobe, su acabado es alisado (figura 23 a, b y c,
museo arqueológico de manzanillo). también
fueron hallados ejemplares de ollas con formas
fitomorfas, como de “bonete”, cactácea de la
región (figura 23 a).

Cajetes y molcajetes
estas piezas tienen igual forma que las del tipo a b
anterior, sin embargo, carecen de decoración
(figura 24 a y b, piezas museo arqueológico de
manzanillo). en la pasta aparecen dos tipos: la
fina con concha molida como desgrasante, y una
más burda en la que se observa una cantidad con-
siderable de arena. su acabado es un engobe de
color naranja a naranja pálido (de 2.5 yr 6/8 a
2.5 yr 6/6). su cocción va de regular a buena.
0 6 cm
Platos c
son piezas circulares levemente cóncavas o pla- Figura 23. tipo armería naranja monocromo. ollas
nas en el fondo y la base. su superficie está pin- con acabado externo liso.

201
 ana maría Jarquín pacheco y enrique martínez Vargas

las compara con clavos de herraduras, la super-

ficie aparece cubierta con una capa de pintura
blanca (figura 25 d, tomada de Kan, meighan y
nicholson, 1970, fig. 204). en general, estas pie-
zas están asociadas con la cerámica ceremonial,
su función específica pudiera haber sido ritual,
a
ya sea como braseros o, como se ha propuesto,
incensarios (Kan, meighan, y nicholson, ibid.).
La pasta es fina, de color naranja (10 yr 6/8).
su cocción es buena.

Figurillas Antropomorfas
Las figurillas del epiclásico y posclásico tem-
prano en la región de colima son en general
b diferentes a las de las fases anteriores. aunque
en la primera existe la tendencia a reproducir
algunos tipos del periodo de tumbas de tiro,
en general la calidad es mala. sin embargo, es
posible distinguir cierta nostalgia o afán por
reproducir la belleza y la calidad del acabado de
las figurillas que se encuentran en las tumbas,
además de proporcionarles ciertos elementos
c
0 4 cm específicos.

Figura 24. cajetes y tapaderas.

Asientos
son típicos de la fase armería. se identifican
por su forma elíptica o circular, sostenidos por
una base cilíndrica de pedestal; con incisiones a b
en algunos ejemplares u oquedades circulares
o romboidales en otros. su fondo es levemente 0 5 cm

cóncavo y grueso (figura 25 a, b y c, piezas mu- 0 20 cm

seo arqueológico de manzanillo). su superficie
aparece pintada de color café o naranja (de 10
c
yr 6/8 a 10 r 6/8). su pasta es fina, compacta
y de color naranja.

Piñas
conocidas también como pitahayas en la región
de colima, son representaciones, posiblemente,
d e
de Epiphyllum (Kan, meighan y nicholson; en
Kelly, op. cit.: 9). La forma es la de un tazón 0 20 cm 0 3 cm
hondo sostenido por una base de pedestal; del
borde se elevan cuatro picos a manera de hojas. Figura 25. Fase armería. a-c: asientos; d: "piña",
el exterior tiene aplicaciones al pastillaje, Kelly e: plato.

202
 cerámica deL epicLásico y poscLásico temprano en coLima
su estudio fue sistematizado por Baus reed,
a partir del material de algunas colecciones lo-
calizadas por esta investigadora en el museo na-
cional de antropología, considerando, además
de los ejemplares provenientes de colima, los de
ciertas áreas fronterizas de Jalisco y michoacán
(Baus, 1978: 10).
importantes aportes al conocimiento de las
figurillas de colima, se hicieron también por
Beltrán y gonzález (Beltrán, 1985: 257-280
y 283), con el estudio de gonzález sobre los
ejemplares obtenidos en las exploraciones de
playa del tesoro, manzanillo. otro estudioso del
material de colima, y del occidente en general,
es schöndube, quien clasificó también a las
figurillas de la región.
por las particularidades del presente texto,
sólo se señalarán algunos tipos que permiten
definir de alguna forma las fases del epiclásico
y posclásico temprano.
FiguriLLas de La Fase coLima (epicLásico)
Kelly (1980: 8-9) señala que la fase cerámica
colima está marcada por la aparente ausencia
de figurillas trabajadas en arcilla; sin embargo,
estudios más recientes han mostrado su exis-
tencia. La tipología de las figurillas de colima,
propuesta por Baus reed, presenta la definición
de algunos tipos para la época que compete a
este artículo, los que consideramos abarcarían
algunos de las que llama: “tradición de cabeza
alta” y “tradición de cabeza extra grande”.
Subtipo XIVb. Figurillas Teco sin ojo
Baus (1978: 42-43) caracteriza a este subtipo
como parte del eje armería, y lo relaciona con el
13 “ciego” de schöndube. de sus características
señala, entre otras: un buen pulido, la forma es-
quemática, perfil casi tipo tablilla, simplificación
de formas con pocos detalles, sexo femenino o
indeterminado, postura de pie o sedente, cabeza
con mandíbula ancha que termina en pico y
rasurada, sin ojos y casi siempre sin boca, esta
última es representada a veces por una peque-
ña incisión, nariz larga y angosta. carecen de
vestimenta, a veces tienen faldas o taparrabo.
203
superficie pintada de rojo o café rojizo (2.5 yr
5/6 y 5 yr 5/3), la pasta es fina y con buena
cocción (op.cit.: 42-43, láminas 30-31). existe la
posibilidad de que este tipo se inicie durante la
época tardía de tumbas de tiro, sin embargo fue
detectado en la zona de La campana, asociado
con material de la fase colima, por lo que se
considera relacionado con el epiclásico (figura
26 a y b, pieza proyecto La campana).
Subtipo XVa . Figurillas Tesoro huella de petate
señala Baus (ibid.) que es la misma: tesoro,
grupo i, de crabtree y Fitzwater, y define como
características generales para este tipo: parte
posterior plana con huellas de tejido de petate,
detalles al pastillaje o punzonadura, sexo femeni-
no o indeterminado, cabeza grande triangular o
semirrectangular rematada con una tira angosta
recta o dos sobrepuestas, cuerpos sencillos de
piernas cortas. ojos grandes, nariz corta y respin-
gada con orificios indicados mediante punzona-
duras. señala, además, la presencia de algunos
ejemplares con máscaras de cabeza de animal.
como decoración: pulseras y varios collares. el
color, comenta, va del café amarillento claro (10
yr 6/4) y amarillo rojizo (7.5 yr 6/6) al café
rojizo (5 yr 5/4).
Fueron localizadas también por Beltrán y
gonzález en salagua, playa del tesoro de man-
zanillo (Beltrán: 266), en los “niveles medios y
recientes” del lugar. este último investigador
indica que se encuentran asociadas a las cerámi-
cas rojo sobre Bayo y tipo Bandas sombreadas
(figura 26 c, colección Beltrán, playa del tesoro,
manzanillo).
Tipo XVII. Figurillas Cabeza Ancha, Banda
Acanalada
otro grupo de figurillas que consideramos aso-
ciadas con la fase colima es el tipo denominado
por Baus (ibid.: 45-46), tipo XVii, Figurillas ca-
beza ancha, Banda acanalada. La investigadora
sugiere que datan probablemente del 500 d.c.,
y que este tipo tiene semejanza notable con las
efigies del clásico tardío del centro de méxico.
señala sus peculiaridades destacando: tablilla
 ana maría Jarquín pacheco y enrique martínez Vargas
a b
0 1.5 cm
c d
0 3 cm
Figura 26. Figurrillas antropomorfas. a-b: teco sin
ojo; c: tesoro huella de petate, d: cabeza ancha.
delgada, dorso no trabajado. Énfasis sobre lo
horizontal, con tendencia hacia la cabeza y cuer-
pos anchos, rasgos moldeados en bajorrelieve,
erguidas con los brazos a los lados o sobre el
pecho, sexo femenino o indeterminado. cabeza
triangular ancha, rematada en la parte superior
por una banda angosta acanalada con un rectán-
gulo en el centro. Los ojos y la boca son de forma
rectangular con depresiones al centro, la nariz
es un prisma triangular (figura 26 d; colección
Beltrán, playa del tesoro, manzanillo).
como decoración presentan orejeras de disco
con depresión central, collares, ajorcas y pulse-
ras. cuando llevan vestimenta usan taparrabos
sencillos o faldas. en cuanto a su color, indica
Baus, varía de café muy pálido (10 yr 7/4) a café
claro o rojizo (de 7.5 yr 6/4 a 5 yr 5/4)
estas figurillas han sido localizadas por Bel-
trán en salagua, playa del tesoro (Beltrán, op.
cit.: 269), e incluso informa de un subtipo sin
204
tocado. en morett, meighan (op. cit.: 69, pls. 60
y 61) reporta su presencia como tipo iii, en su
mayoría localizadas en los niveles tardíos del
asentamiento, dando como fecha aproximada
alrededor del 500 d.c.
Tipo XVII. Figurillas Trípodes Burdas (bajo
Cihuatlán)
Definido por Baus (op. cit.: 45), se consideran
pertenecientes al epiclásico. De manufactura
burda y superficie áspera, sostenidas por un
soporte añadido al dorso. apunta dicha inves-
tigadora que son semejantes al tipo trípode de
tehuantepec, que Wallrath data para el clásico
tardío. el dorso no está trabajado, se presentan
de pie, con brazos en varias posiciones, su cabeza
es triangular o semirrectangular bastante gran-
de, y en su parte superior, presenta una banda
acanalada. Los ojos y la boca son rectangulares
con depresiones laterales, tienen nariz pequeña
justo entre los ojos. Los brazos son muñones
cortos y gruesos, colocados a los lados o sobre el
cuerpo. como decoración les colocan pulseras
y collares (figura 27 a, colección Beltrán, playa
del tesoro, manzanillo).
en general, Baus las relaciona con las del tipo
iii, de meighan en morett, y Beltrán con el tipo
iii de cihuatlán.
Figurillas tipo Salagua rojo
este tipo, definido por Beltrán y gonzález,
también puede considerarse asociado a la fase
colima (figura 27 b, colección Beltrán, playa del
tesoro, manzanillo). Beltrán y gonzález (Bel-
trán, op. cit.: 257) apuntan como peculiaridades:
arcilla de grano fino y color rojizo, modeladas,
rasgos al pastillaje, pintura roja pulida, cabeza
grande y triangular con tocados grandes hori-
zontales en forma de bandas rectangulares, un
ejemplar muestra tocados de plumas. en cuanto
a los ojos y la boca, éstos están realizados con
“plastas” alargadas en “bajorrelieve formando
dos planos inclinados en paraguas”, con nariz
triangular y prominente; como decoración pre-
sentan orejeras circulares y “gargantilla”, vestidos
largos y manos cruzadas.
 cerámica deL epicLásico y poscLásico temprano en coLima
por las características mencionadas por Bel-
trán (op. cit.: 257-258), al parecer se puede inferir
que este tipo es regional ya que, señala, también
se han localizado en el complejo coralillo de
tuxcacuesco; sayula, apatzingán (complejos
tepetate, apatzingán y chila, de Kelly); en
cojumatlán, indicado por Lister; en nayarit y
en la Villita, michoacán. el mismo investigador
indica que este tipo corresponde al XV de cara
triangular de schöndube, localizada en tama-
zula, tuxpan y Zapotlán, asimismo en morett y
cerro de garcía, Jalisco.
este mismo tipo se localizó también en aso-
ciación con materiales de la fase colima en La
campana. allí, se recuperaron varios ejemplares,
los que serían clasificados como: Familia 1, gru-
po 1, subgrupo a (figura 27 c, d, e y f, proyecto
La campana). La superficie presenta rastros de
color rojo, la pasta es fina y compacta y el color
va del café claro al gris (de 5 yr 6/6 a 10 yr
7/2). cabe destacar, en este tipo de figurillas, la
presencia de mutilación dentaria similar a la c4 y
c7 de romero (1958: fig. 2 y 1986: fig. 80), el cual
relaciona esto con el patrón que detectó para
el posclásico temprano en el altiplano central.
también se han localizado en morett (meighan,
op. cit., pl. 63), aunque aparecen como parte de
las figuras misceláneas.
Figurillas fase cerámica Armería
en cuanto a las figurillas de la fase cerámica ar-
mería, Kelly comenta que su existencia se reduce
a la zona de la costa, en la desembocadura del río
armería. sugiere, además, que tienen relación
con las que fueron localizadas en playa del te-
soro, manzanillo. esta investigadora señala que
estas últimas figurillas están hechas a mano, a las
que describe como planas y sólidas, con aplicacio-
nes características y elaboradas (op. cit., 9).
para este periodo, posclásico temprano, fase
cerámica armería, Beltrán, (op. cit.: 262), con
base en el estudio de gonzález, define algunos
ejemplares como pertenecientes a la mencionada
fase, denominándolas Figurillas armería. Las
caracteriza por los siguientes rasgos, entre otros:
cerámica café, a veces ligeramente naranja, pasta
205
homogénea de grano fino, modeladas en una
tablilla delgada aplanada por atrás, a veces con
huella de petate, con rasgos definidos al pastilla-
je. cabezas con diseño triangular, tocado bajo y
alargado con motivos lineales y verticales, ojos y
boca de grano de café, nariz aguileña, punzona-
duras de orificios nasales y orejeras. presentan
collares, pulseras, blusa y falda, las femeninas
y maxtlatl o taparrabo, las masculinas; algunos
de los rasgos en el vestuario son consideradas
por Beltrán como “teotihuacanoides” (figura
28 a, colección Beltrán, playa del tesoro, man-
zanillo).
en cuanto a la clasificación de Baus, se estima
que el subtipo XVb, cabeza triangular; y los ti-
pos XVi ojo doble punzonadura, y XiX Burdas
emparentadas tesoro (parte de los cuales van,
temporalmente, del 600 al 1200 d.c.) tanto por
sus características como por su asociación a tipos
cerámicos del posclásico temprano, así como por
el fechamiento de Baus, corresponden al periodo
mencionado.
Tipo XVb. Figurillas Cabeza Triangular
este tipo de figurillas Baus las sitúa en la bahía de
manzanillo (ibid: 44), en el supuesto de que co-
rrespondan al grupo if de crabtree y Fitzwater.
en cuanto a las características determinantes
para este tipo, según esta investigadora, son:
cabezas triangulares, banda recta sobre la frente,
lisa o con pequeñas depresiones, los ojos y boca
son los mismos del tipo XV, formados por un
delgado marco de pastillaje, aunque puede estar
fundido. La nariz es pequeña y colocada entre los
ojos. como decoración presentan punzonaduras
sobre los hombros y el pecho, estos últimos,
considera la investigadora, pudiesen representar
escarificaciones o tatuajes. como adornos llevan
collares o sartas múltiples (Baus, op. cit., lámina
33). su color va de café amarillo claro (10 yr
6/4) a café rojizo (5 yr 4/3).
Tipo XVI. Ojo Doble Punzonadura
Baus relaciona este tipo con el grupo iii de
crabtree y Fitzwater, señala al ojo como rasgo
sobresaliente de este tipo, y el hecho de que
 ana maría Jarquín pacheco y enrique martínez Vargas
a 0 3 cm
b cm
0 2 0 2
c
cm cm
e 0 2 0 2
cm
cm
Figura 27. Figurillas a: trípodes Burdas;
b-f: salagua rojo.
presenta dos punzonaduras separadas hechas a
los lados de un círculo ligeramente alzado, este
último a veces no se ve y sólo se observan las
punzonaduras.
Describe las figurillas de este tipo como: mo-
deladas y tipo tablilla, con diferencias en el sexo,
el dorso alisado, de pie con las piernas separadas.
La cabeza es extragrande semirrectangular con
orejas grandes. en la nariz tienen una argolla o
una bolita o ambas, esta última también aparece
en las orejas. en cuanto al tocado, puede ser una
cresta de plumas o un sombrero hueco. como
adorno llevan múltiples collares y pulseras.
este tipo Beltrán también lo reporta en salagua,
playa del tesoro, manzanillo (ibid.: 277), señalando
que se trata de un grupo que aparece en la costa,
corredor tecomán-alima (figura 28 b, colección
Beltrán, playa del tesoro, manzanillo).
Tipo XIX. Figurilla Burda Emparentada Tesoro
Baus caracteriza este tipo de figurillas (op. cit.: 46)
por los detalles al pastillaje y las punzonaduras,
dorso no trabajado, cabeza grande ovalada con
orejas grandes. Los ojos y la boca formados por
pastillaje redondo atravesado por una ranura,
más profunda a los lados, nariz alta con adorno
grande, al igual que el disco que adorna las ore-
0 2 jas. el color que indica la investigadora es café
grisáceo (10 yr 5/2) (Baus, op. cit., lámina 33).
Figurillas tipo Mazapa
por último, es importante mencionar las figuri-
llas tipo mazapa, mismas que presentan caracte-
d
rísticas definidas para este tipo en el altiplano
central (macBride, 1967). Los ejemplares que
se presentan en este texto son resultado de
las exploraciones en La campana, colima. en
general, fueron hechas en molde, en tablillas
delgadas, el cuerpo esquematizado, el rostro
ancho (cuadrado), de rasgos regulares y ojos
f almendrados. Los tocados son simétricos, pre-
sentan orejeras, y las vestimentas diferencian el
sexo de las representaciones.
en los ejemplares mencionados se detectaron
dos diferentes tipos de pasta, lo que posiblemen-
te indique diferente lugar de elaboración:
1. La arcilla es de grano fino y compacta, se
observaron algunos feldespatos y pequeños frag-
mentos de cuarzo. su color es: 7.5 yr 7/6 (figura
28 c, d, e, f y g, piezas proyecto La campana).
2. contiene cantidad considerable de concha
molida y algunos feldespatos, la pasta es de grano
mediano y compacta. el color es: 5 yr 5/8 (figu-
ra 28 h, pieza proyecto La campana).
a manera De concLusión
Las vasijas características y sus peculiaridades, de
los periodos epiclásico y clásico en el estado de
colima, son parte importante del conocimiento
sobre el desarrollo de las sociedades prehispá-
nicas mesoamericanas. como se pudo observar,
las cerámicas distintivas de estos periodos no se
definen por el dominio del estilo del momento
histórico anterior; sin embargo, permiten cono-
cer e identificar el advenimiento de una nueva
época, singularizada por la presencia de elemen-
206
 cerámica deL epicLásico y poscLásico temprano en coLima

0 3 cm
c d
0 2 cm
a
b 0 2 cm

f g h
e
0 2 cm 0 2 cm 0 3 cm

Figura 28. Figurillas a: fase cerámica armería; b: ojo doble punzonadura, y c-h: tipo mazapa.

tos locales entretejidos con algunos otros que son
recuerdo del pasado, y que no se encuentran
aislados ni geográfica ni culturalmente de los
representantes de otras regiones contemporá-
neas, algunos de ellos muestran claros rasgos
compartidos aun con lugares lejanos.
el análisis previo sugiere una influencia esti-
lística y estética común a los diferentes grupos
humanos que habitaron el occidente de méxico
e incluso de otras regiones, lo que lleva a pensar
que la cultura y sus manifestaciones no tiende al
aislamiento, sino por el contrario, a la difusión,
con adaptaciones lógicas y necesarias a las cir-
cunstancias históricas y al nicho ecológico de cada
región determinada. por lo antes indicado, no se
debe interpretar en forma aislada los tipos cerámi-
cos, sino en su conjunto, es importante detectar la
cadena de acontecimientos que hablan de la evo-
lución dinámica de las culturas, de su adaptación
a la disponibilidad de materiales y al comercio,
de la afinación de técnicas de producción, del
cambio en su visión y concepción de la belleza en
las piezas utilitarias; de la forma de comunicar el
conocimiento con otros pueblos, y cómo reflejan
hasta nuestros días una parte de la historia de la
cultura y de los hombres de méxico.
gLosario
el presente glosario comprende algunos de
los términos utilizados en la descripción de
los tipos cerámicos del epiclásico y posclásico
temprano.
aLisado: técnica mediante la cual se alisa la
superficie de las piezas cerámicas cuando se
han acabado de elaborar.
Bandas somBreadas: tipo cerámico definido
por isabel Kelly; se caracteriza por su técnica
decorativa, que consiste en la aplicación de
bandas múltiples o paralelas de color blanco
o crema sobre el color café o naranja del
acabado de la pieza.

207
 ana maría Jarquín pacheco y enrique martínez Vargas
desgrasante: material fino que se mezcla con
la arcilla con que se van a fabricar las piezas
cerámicas, con el fin que tenga la textura
adecuada. puede ser orgánico, como la paja
y la concha molida, o inorgánico, como la
arena, entre otros materiales.
cepiLLado: técnica decorativa usada en piezas
cerámicas que se realiza mediante el uso de
cepillos o ramas, proporcionando un efecto
repetido o múltiple.
engoBe: capa delgada y diluida de arcilla, con la
que se cubre y nivela la superficie de la pieza,
como último paso de su elaboración, antes de
secarla y pasar a su cocción.
negatiVo: técnica decorativa que proporciona
un acabado especial a las piezas cerámicas.
inicialmente se detalla algún tipo de diseño
con cera sobre la pintura de la pieza, después
de la cocción se observa diferente tonalidad
entre los elementos de los adornos y el fondo
de la misma.
puLido de paLiLLos: técnica mediante la cual
se abrillanta la pieza en líneas o bandas, ge-
neralmente se utiliza un palito cilíndrico o
pequeño pulidor de piedra.
taBLa munseLL: tabla de colores de suelos
editada por macbeth division of Kollmorgen
corporation, Baltimor, maryland, eua. por
la relación directa de su clasificación con el
color de las arcillas con que se elabora la cerá-
mica, se utiliza para señalar los colores de las
piezas y de la pasta con que se elaboraron.
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 La cerámica de chihuahua, Zacatecas
y durango
i. La cerámica de chihuahua
La época de espLendor de paquimé
(1060-1340 d.c.)
introducción
por la enorme cantidad de datos que puede
aportar a los estudios de la cultura material de
los pueblos antiguos, la cerámica es una fuente
de suma importancia para los arqueólogos. este
trabajo pretende dar a conocer las características
generales de este material a los interesados en
el tema, con la esperanza de que les resulte de
alguna utilidad en trabajos especializados o de
difusión. se consultaron a los autores más reco-
nocidos en el estudio de este tipo de material.
para la cerámica de chihuahua se utilizaron am-
pliamente los excelentes trabajos de charles di
peso, John B. rinaldo y gloria J. Fenner (vol. 6,
1974), y para los fines de este trabajo se consideró
necesario apegarse a la cronología del primero
de estos investigadores.
también se recurrió a los excelentes trabajos
de alice Wesche, quien hizo los dibujos para
la obra citada y que han resultado de un valor
inestimable para éste y otros trabajos que han
aparecido con anterioridad. en aras de evitar
una repetición innecesaria, los dibujos que se
* centro inah chihuahua.
211
Arturo Guevara Sánchez*
presentan páginas adelante fueron redibujados
de la obra de dicha autora, y sólo cuando se
recurre a otras fuentes se hace la cita corres-
pondiente. aprovechamos la oportunidad para
hacer patente nuestra admiración a los trabajos
de alice Wesche.
en la elaboración de la parte correspondiente
a la cerámica de chalchihuites se recurrió a los
magníficos trabajos de J. charles Kelley y ellen
abboty Kelley, quienes sin duda son los investiga-
dores que mejor se han ocupado del tema. Fue
necesario hacer varias ilustraciones redibujadas
de la obra de estos estudiosos y, para evitar algu-
nas repeticiones, debo señalar que en el apartado
de Zacatecas y durango sólo he citado la fuente
de dichos dibujos cuando debí recurrir a otros
autores. al hacer referencia a los periodos de
aquella cultura he utilizado la cronología del
primero de estos investigadores, de acuerdo con
su versión más reciente (Kelley, 1997).
agradezco profundamente a los arqueólogos
ángel garcía cook y Leonor merino carrión la
oportunidad que me dieron para participar en
el excelente trabajo que sobre cerámica ahora
están coordinando, y sólo espero estar a la altura
de las circunstancias.
en su mayor parte, los dibujos que ilustran el
trabajo fueron hechos por el propio autor, quien
agradece el amable apoyo de la arquitecta car-
men mariñelarena por el auxilio prestado con las
 arturo guevara sáncheZ
ilustraciones de los tipos gualterio y canutillo,
lo que sin duda enriqueció esta obra.1
generaLidades
ocuparse de la cerámica de chihuahua pre-
hispánico es casi ocuparse únicamente de la
cerámica de paquimé, sociedad que llegó a tener
una tremenda influencia en un área muy grande;
sus comerciantes se desplazaban a lo largo de
rutas que llegaron a ser bien conocidas y que co-
municaban a la ciudad con las costas, con el área
mesoamericana y con el resto de oasisamérica.
cabe señalar que la influencia cultural ocurrió
en ambos sentidos.
a partir de 1060 de nuestra era, la organiza-
ción social de paquimé comienza una etapa de
gran complejidad en la que hizo sus mayores
logros, el pequeño conjunto habitacional de
pequeñas construcciones da lugar a grandes
conjuntos de recintos que se agrupan en un di-
seño a veces complicado que se asocian a patios.
La necesidad de aprovechar el espacio y la falta
de seguridad que provoca la cercanía de grupos
belicosos, obliga a los constructores a apilar las
casas que poco a poco van tomando la forma de
estructuras escalonadas de varios niveles. La ar-
quitectura y la industria, que ahora se describen,
fueron estudiadas por diversos autores, entre
los que destaca la muy notable participación
del equipo de charles di peso, quien trabajó
en el área en la década de los cincuenta y cuyos
estudios arrojaron la cronología que se presenta
en la figura siguiente (figura 1 b).
aunado al auge de las construcciones, en
paquimé se generaron muchos tipos cerámicos
que antes no se conocían, se trata de piezas
muy interesantes, entre las que se reconocen
los rasgos propios del periodo viejo; es decir,
de las técnicas con las que se crearon los tipos
corrugados que se derivan de piezas modeladas a
las que se dejó la huella del enrollado con el que
1
cabe señalar que en todos los casos la escala está en
centímetros, y que se utilizaron además las abreviaturas ea
para señalar los casos en que fue aproximada y mcn para
hacer referencia a la colección de piezas arqueológicas del
museo de las culturas del norte.
212
i. horizonte precerámico. de ? a.c. a 1 d.c. ±
150
ii. periodo de la cerámica sin decoración. de 1
d.c. ± 150 a 700 d.c. ± 50.
iii. periodo viejo. de 700 d.c. ± 50 a 1060 d.c. este
periodo se subdivide en: fase convento de 700
a 900 d.c.; fase pilón de 900 a 950 d.c.; Fase
perros Bravos de 950 a 1060 d.c.
iv. periodo medio. de 1060 a 1340 d.c. que se ha
subdividido en: fase Buena Fé, de 1060 a 1205
d.c.; fase paquimé de 1205 a 1261 d.c. y fase
diablo de 1261 a 1340 d.c.
v. periodo tardío. de 1340 a 1660 d.c. se subdivide
en: fase robles de 1340 a 1519 d.c.; fase de los
contactos esporádicos con los españoles, de
1519 a 1660 d.c.
vi. periodo de los españoles. de 1660 a 1821 d.c.
Figura 1 a. cronología de paquimé, según charles
di peso (1974).
se inició la manufactura, muchas de ellas fueron
decoradas con estrías hechas con una escobeta
simple o con una varita afilada, que hicieron más
atractivas las piezas empleadas en actividades de
la vida cotidiana.
una sociedad de complejidad creciente, así
como los contactos que se tuvieron con miem-
bros de otras culturas facilitaron el surgimiento
de nuevas costumbres y tendencias; en la ciudad
surgen especialistas en la cría de aves de plumas
preciosas y en el arte plumario; se incrementa
el gusto por la metalistería; la concha es amplia-
mente apreciada y se la transporta desde lugares
muy lejanos. por su parte, la cerámica pintada,
que comenzó a ser utilizada desde antes, alcanza
un nivel de perfección muy grande; se hace la
manufactura de vasijas de carácter suntuario
cuidadosamente pintadas; se crean grandes
ollas de almacenamiento y se modelan piezas
excéntricas muy hermosas. algunas vasijas son
de carácter antropomorfo en las que se pintaron
diseños que nos hablan de la forma de ataviarse
de los antiguos paquimeses y que han aportado
información valiosa sobre la sociedad que les
dio origen.
Las piezas de esta industria fueron hechas
con la técnica del enrollado y buena parte de
 La cerámica de chihuahua, Zacatecas y durango
ciudad Juárez
corralitos
carretas dublán
casas grandes paquimé
Babícora
madera
Figura 1 b. ubicación de sitios en chihuahua que se mencionan en el texto.
ellas son lisas; conforman el tipo casas grandes
y son de color café (tipo café alisado), mientras
que otras son del tipo ramos negro, y fueron
pulidas con esmero. otras piezas fueron pintadas
con distintos tonos de color rojo y forman el tipo
playas rojo. en orden de complejidad, señalamos
también que algunas vasijas fueron pintadas con
una paleta muy sencilla que conforma los tipos
bicromos madera negro sobre rojo y playas rojo
sobre café. Las piezas texturizadas suelen tener
alguna decoración lograda a base de estrías,
punzonado o bien diversas incisiones que dan
mayor riqueza a la decoración.
Los alfareros de paquimé también hicieron
la manufactura de diversos tipos decorados con
pintura de varios colores, los que se conocen
como ramos, Babícora y Villa ahumada, todos
policromos y de los que nos ocupamos párrafos
213
n
Villa ahumada
chihuahua
0 100 km
adelante. de acuerdo con una opinión muy gene-
ralizada, las piezas más hermosas corresponden a
estos tipos, que han acarreado muy buena fama
a los alfareros de aquella cultura.
La pasta fue hecha con arcillas de la región, a
las que se agregaba roca molida para reducir la
plasticidad, luego se modelaban largos cordones
que se enrollaban para formar las paredes de la
pieza, alisando las junturas con los dedos o con
un trapo mojado. en algunos casos se procedía a
dar un bruñido a la superficie utilizando para ello
una roca lisa como pulidor, herramienta con la
que se consiguieron excelentes resultados. cabe
señalar que en el interior de muchas vasijas es
posible observar, cuando el alfarero no las borró
por completo, las huellas de las junturas.
con estas sencillas técnicas los alfareros pu-
dieron hacer piezas de formas muy diferenciadas
 arturo guevara sáncheZ
entre sí, pero con un estilo que resulta muy cons-
picuo, sobre todo por la decoración. Las formas
utilizadas de manera tradicional fueron cuencos,
ollas de tamaños muy diversos, cajetes, vasos,
vasijas efigie, vasijas zoomorfas y fitomorfas, bo-
tellas, así como algunas piezas excéntricas. gran
parte de la producción cerámica se decoró con
pinturas o con aplicaciones diversas modeladas
sobre el cuerpo de las vasijas, agregados que le
quitaron aspereza a la superficie de las mismas
y que en muchos casos permitieron la creación
de piezas invaluables.
Los tipos cerámicos
Texturizados y monocromos
Los tipos texturizados varían, y han dado lugar
a diversos tipos que tienen gran semejanza; sin
embargo, ha sido posible agruparlos de la forma
que se menciona a continuación (di peso, rinal-
do y Fenner, 1974):
–casas grandes lisa
–casas grandes estriada
–casas grandes estriada alisada
–casas grandes alisada incisa
–casas grandes punzonada
–casas grandes enrollado ancho
–casas grandes armadillo
–playas rojo
–ramos negro
Las piezas texturizadas presentan grandes
semejanzas, generalmente se trata de ollas,
cuencos y cajetes en cuya superficie puede verse
el texturizado que les da nombre, en su caso,
el alisado fue hecho pasando la mano húmeda
sobre la arcilla cruda, las piezas de enrollado
ancho presentan las estrías muy notorias debi-
do quizás a que el alisado fue mínimo, por otra
parte, el punzonado debió hacerse con alguna
varita de sección redonda (figura 2: a-g), a veces
muy aguzada.
de todo este conjunto, las piezas del grupo
casas grandes armadillo se distinguen por ha-
ber sido manufacturadas con más tosquedad, la
214
superficie de las piezas presenta el relieve textu-
rizado con mucho más relieve y prácticamente
sin alisar (figura 3).
el tipo playas rojo es un grupo que ha sido
descrito desde mucho tiempo atrás y que tiene
una distribución muy amplia; también se le ha
llamado cerámica roja de chihuahua o sim-
plemente cerámica roja incisa (carey, 1931),
corresponde a piezas decoradas con incisiones,
estrías o bien, un punzonado que puede llegar
a ser muy fino. Las piezas de este tipo son muy
sencillas, al parecer fueron hechas sólo para
usos domésticos, se conocen básicamente ollas,
cajetes y cuencos que tienen decorado el cuello;
charles di peso presenta además cuencos con
añadidos zoomorfos, una vasija del tipo patojo
de influencia de michoacán (di peso, 1974, vol.
ii: 534).
Los tiestos del tipo playas rojo presentan un
buen pulimento hecho con una piedra lisa sobre
un hermoso engobe de color rojizo.
a
10 cm
36 cm
30 cm
b
5 cm
Figura 2 a: cerámica casas grandes lisa;
b: cerámica decorada con la técnica del estriado.
en este y en los siguientes dibujos la escala está en
centímetros. excepto cuando se cita otra fuente, los
dibujos de paquimé fueron tomados de la excelente
obra de di peso, rinaldo y Fenner (op. cit., vol. 6).
 La cerámica de chihuahua, Zacatecas y durango

2 cm

2 cm

1 cm
g

5 cm
d
Figura 2 g: tiestos decorados con un corrugado
1 cm intenso. se trata de piezas más toscas que las
anteriores, que conforman el tipo llamado armadillo
(di peso et al., op. cit.: 146).
5 cm

Figura 2 c: decoración de la cerámica corrugada; d:

vasija y fragmento de vasija decorado con incisiones.

el tipo ramos negro está formado por pie-

zas finamente pulidas; se trata básicamente de
10 cm
ollas, cajetes y botellas que tienen decorado el
cuello con corrugaciones o estrías, también se
conocen efigies y excéntricos, así como algunas
piezas zoomorfas. algunas de las ollas cuentan
con asas o con simples perforaciones que de- 10 cm

bieron facilitar el manejo de las piezas, sobre

Figura 3. cerámica tipo playas rojo. piezas del color
del barro natural procedentes de paquimé.

e
2 cm
1 cm
todo cuando estaban llenas. Las piezas de este
tipo presentan un falso engobe obtenido por
pulimento (figura 4).

f
tipos cerámicos pintados
Los tipos de cerámica pintada son varios y
10 cm algunos de ellos fueron descritos antes de los
importantes trabajos del equipo de charles di
10 cm peso de los años cincuenta, aquí se les menciona
procurando seguir un orden de complejidad, el
primero de ellos es madera negro sobre rojo y
Figura 2 e: diseños hechos en piezas de cerámica
utilizando la técnica del punzonado; se termina con los que a nuestro juicio fueron
f: cerámica del tipo enrollado ancho. los más elaborados.

215
 arturo guevara sáncheZ
5 cm 10 cm
Figura 4. tipo ramos negro (di paso et al., op. cit.,
vol. 6).
Madera negro sobre rojo
piezas de este tipo han sido observadas en un
territorio muy amplio que comprende casas
grandes y el área circundante, los llanos de Ba-
bícora y el área serrana, incluso hacia el lado de
sonora, así como en nuevo méxico y en arizona
(di peso, rinaldo y Fenner, op. cit.).
La observación de las pastas permite recono-
cer la presencia de roca finamente molida que se
utilizó como material antiplástico en una matriz
normalmente café rojiza que puede llegar a ser
muy oscura e incluso negra. se puede reconocer
la técnica del enrollado y la presencia de un falso
engobe obtenido por pulimento; existe además
una variedad de este tipo llamada Babícora, que
presenta engobe rojo pulido (figura 5).
Las formas básicas empleadas por los alfareros
fueron cuencos, ollas y efigies, aunque también
se conocen tambores, algunos de ellos toscos,
así como algunas miniaturas y excéntricos. Las
piezas fueron decoradas con bandas delimitadas
por líneas paralelas entre las cuales se pintaron
diseños muy estilizados tales como cadenas de
triángulos o de rombos con círculos en negati-
vo; también se empleó un diseño de triángulos
opuestos que muestran líneas que casi se tocan,
formando así una espiral incompleta (guevara
sánchez, 1993); otro diseño muy característico
es aquel que parece corresponder a los llama-
dos “ojos de dios” que fueron ampliamente
utilizados en el ritual de los grupos de la sierra
(Lumholtz, 1986).
216
Babícora policromo
Las piezas de este tipo son de pasta fina gene-
ralmente de colores claros, en la que a veces
se pueden reconocer fragmentos de carbón y
de rocas cristalinas; con este material fueron
modeladas ollas de diversos tamaños, cuencos,
vasijas antropomorfas y zoomorfas, tambores y
algunos excéntricos que presentan un engobe
de color café muy claro.
Los diseños fueron hechos con pintura negra
y roja de distintos tonos con las que se trazaron
diseños sobre los cuerpos de las vasijas que, a su
vez, presentan un engobe delgado de color café
muy claro. también se utilizó el café rojizo muy
pálido, el gris claro, el rosado y un rojizo-amari-
llento, aunque el más típico es el café claro. el
examen permite ver que algunas vasijas fueron
pulidas con esmero después de que la pieza ha-
bía sido pintada. en algunos casos se recurrió a
decorar las piezas diseñando texturas con herra-
mientas o bien con los dedos del alfarero. en las
vasijas efigie se recurrió al modelado para hacer
los detalles anatómicos representados. Los dise-
ños de la decoración tienden a formar bandas
paralelas en cuyo interior pueden verse grecas
escalonadas, figuras abstractas y alineamientos
de triángulos, de los que se ha supuesto que
son representaciones estilizadas de guacamayas
(guevara sánchez, op. cit.). algunos cuencos
muestran además el interior dividido en cuatro
partes, con sendos diseños. también se pueden
10 cm
10 cm
Figura 5. tipo madera negro sobre rojo. arriba,
vasija efigie de la colección del museo de las
culturas del norte. abajo, vasija de la misma
colección. ea= escala aproximada.
 La cerámica de chihuahua, Zacatecas y durango
reconocer algunas caras estilizadas y lo que pa-
rece ser la representación de los “ojos de dios”
(figura 6).
Carretas policromo
se trata de un tipo de piezas cerámicas también
conocido como huérigos policromo y que
fue detectado primero en el área serrana de
chihuahua; también se le ha llamado nacozari
policromo y tipo periférico de casas grandes
(di peso, rinaldo y Fenner, op. cit., vol. 6: 198).
Las piezas de este tipo fueron pintadas de color
rojo claro, café rojizo, rojizo amarillento y rosado,
el grupo presenta una variedad conocida como
negro sobre anaranjado.
Las pastas de este tipo son de grano fino, de
color blanco grisáceo o bien de color café claro,
también pueden ser de color café rojizo. en
algunos casos la pasta es oscura, como cuando
se tiene la presencia de partículas de carbón.
cabe señalar que estas piezas carecen de engobe
(figura 7).
r finamente molidas que el alfarero utilizó como
10 cm 1 cm
diseños r: café rojizo
Figura 6. cerámica del tipo Babícora policromo. Los
diseños fueron dibujados de la obra de di peso et al.,
y corresponden a vasijas del museo de las culturas
del norte.
217
Las formas empleadas en este caso fueron
cuencos, ollas y, en menor cantidad, vasijas efi-
gie que se decoraron con pintura con la que se
hicieron diseños sobre el cuerpo de la pieza, que
presenta un color claro. Los diseños de las vasijas
se hicieron entre dos líneas paralelas donde se
pintaron grecas escalonadas y alineamientos de
triángulos. en el fondo de los cuencos se puede
apreciar que se dividió el área en cuatro partes
donde se hicieron diseños que recuerdan el estilo
de aquellos que pueden verse sobre el cuerpo
de las vasijas.
Corralitos policromo
es uno de los tipos detectados a partir de los
estudios de la entidad, también conocido como
cerámica roja de chihuahua (Kidder, 1916).
presenta una variedad texturizada en la que se
aprecia una decoración con estrías o corruga-
ciones o ambas, así como diseños pintados de
color rosado, rojizo amarillento, café rojizo y café
claro. Las pastas de este tipo varían del color café
claro hasta el café rojizo e incluso a un tono rojo
amarillento. a veces se distinguen partículas de
carbón que le dan tonos más obscuros e incluso
puede verse que la parte central suele tener un
color gris muy oscuro, en esta matriz puede
reconocerse la presencia de rocas cristalinas
desgrasante (figura 8).
Las formas típicas observadas fueron ollas,
algunas con asas, vasijas efigie, miniaturas y ex-
céntricos, algunas de las cuales fueron acabadas
con engobe; las piezas fueron decoradas con
pintura roja, negra y con diversos tonos de gris,
con ésta hicieron diseños muy interesantes que
complementaron la decoración texturizada. Los
diseños más generalizados fueron bandas deli-
mitadas por líneas paralelas en cuyo interior se
trazaron grecas, a veces escalonadas, triángulos
asociados y figuras abstractas.
Dublán policromo
son piezas cuya pasta es de colores claros, que
varían del gris al café de tonos claros y, como
en otros casos, la presencia de carbón tiende
 arturo guevara sáncheZ

Escondida policromo
este tipo guarda gran semejanza con el gila
policromo, del que se ha considerado como una
variante o imitación. otra variante es el tipo lla-
mado tonto. Las formas conocidas son cuencos,
ollas, vasijas efigie y miniaturas, cuya pasta es fina,
de color café claro, que fue recubierta con una
fina capa de engobe.
diseños
Las piezas fueron decoradas con pintura
negra y roja en muy distintos tonos, en el que se
incluyen un café rojizo, gris claro y café pálido;
los diseños fueron pintados en forma de bandas
anchas con figuras muy elaboradas, algunas de
carácter abstracto y geométricas, aunque hay
otras en las que se pueden reconocer aves muy
estilizadas. el equipo de charles di peso señala
algunos cuencos con el interior bellamente de-
corado (figura 10).

Figura 7. cerámica del tipo carretas policromo.

piezas redibujadas de los trabajos de alice Wesche
(di peso et al., vols. 2 y 6).

a oscurecer las vasijas. en la matriz se puede

observar partículas del antiplástico utilizado,
que se hizo con rocas finamente molidas. Las
piezas elaboradas con este tipo de material fue-
ron cuencos, ollas, vasijas efigie y ollas, que en
10 cm
algunas ocasiones fueron acabadas con una capa
de engobe (figura 9).
Las piezas de este tipo fueron decoradas diseños
con pintura roja y negra, y en algunos casos
dando textura a la parte superior de las vasijas
con estrías o áreas corrugadas. se usó negro,
rojo oscuro y un café rojizo, así como el gris y
el café, también oscuros. Los diseños pintados
fueron bandas delimitadas por líneas paralelas
entre las que se agruparon grecas escalonadas
y triángulos asociados, puede reconocerse un
diseño que corresponde a la estilización de las
Figura 8. cerámica del tipo corralitos policromo.
guacamayas, también se pueden reconocer las
a menos que se mencione otra fuente, este y los
figuras que recuerdan la forma de los “ojos de siguientes dibujos han sido tomados de la obra del
dios”, tan empleados en el ritual de la sierra doctor charles di peso (di peso et al., op. cit., vols. 2 y
madre occidental. 6). (escala aproximada).

218
 La cerámica de chihuahua, Zacatecas y durango

cuencos, ollas, vasijas efigie, botellas, tambores,

miniaturas y excéntricos; es quizá el tipo con más
formas, todas ellas con un falso engobe logrado
por el pulimento.
Las piezas de este tipo fueron ampliamente
decoradas, y quizá sea su belleza la que se con-
10 cm virtió en motivo de un comercio muy intenso.
Las piezas fueron pintadas de blanco, negro, gris
oscuro, gris claro, rosado, café claro, café rojizo,
diseños
café oscuro y rojo de muy diversos tonos. algunas
áreas del cuerpo fueron delimitadas con una
conspicua línea de color negro (figura 12).
Las piezas se pintaron muy cuidadosamente
con bandas, diseños abstractos que a veces cu-
bren prácticamente todo el exterior de la pieza.
algunos cuencos muestran el interior bellamente
pintado con diseños generalmente abstractos.
Figura 9. cerámica tipo dublán policromo
en estas piezas pueden reconocerse diseños que
(escalas aproximadas).
representan serpientes, aves, guacamayas y lo que

Huérigos policromo
este tipo es básicamente igual a aquel que ya
ha sido descrito como carretas policromo, ex-
cepto por la presencia de engobe blanco en el diseños
interior de las vasijas, así como por los diseños
10 cm
de la decoración, que en este caso parecen ser
más complejos y tener algunas diferencias. Los
colores empleados siguen siendo negro y rojo
en distintos tonos, café rojizo, café claro, rojizo-
amarillento, gris claro y blanco. el equipo de
charles di peso muestra algunos cajetes muy
elaborados (di peso, rinaldo y Fenner, op. cit.)
(figura 11).

Ramos policromo
tipo cerámico cuyas pastas varían desde un co-
lor blanco y gris hasta un café muy pálido, son
de grano fino en el que el antiplástico resulta
a veces muy difícil de observar sin el auxilio de
una lupa; básicamente se trata de fragmentos
angulosos de rocas cristalinas, claros y en algunos
Figura 10. cerámica tipo escondida policromo. en
casos transparentes; cabe señalar que en los anti-
piezas de este tipo se han podido observar diseños
plásticos predomina un material blanco y opaco, muy interesantes, y al igual que en otros casos, rela-
a los que debe su color la matriz de la pasta. cionados con la ideología del grupo
Las formas empleadas por los alfareros fueron que les dio origen.

219
 arturo guevara sáncheZ
10 cm
diseños
Figura 11. cerámica tipo huérigos policromo.
podrían ser tortugas, cabe señalar que se trata
de diseños muy estilizados. parece obvio que mu-
chos de los diseños empleados en la decoración
de estas piezas tuvieron un elevado simbolismo,
que apenas estamos comenzando a entender y
que en algunos casos señala influencias culturales
de otras regiones.
Villa Ahumada policromo
tipo cerámico muy conspicuo; se trata de pie-
zas cuya pasta, de colores, fluctúa entre varios
tonos de café claro, en las que se pueden ver
pocos fragmentos de rocas cristalinas que co-
rresponden al desgrasante, que además incluye
numerosos fragmentos de un mineral blanco y
opaco (figura 13).
Las formas empleadas fueron cuencos, ollas,
vasijas efigie, miniaturas y excéntricos, mismos
que fueron acabados con una capa muy fina
de engobe, sobre el cual se pintaron diseños
muy elaborados: abstactos, geométricos, grecas
escalonadas, triángulos asociados, espirales y
líneas quebradas; trazados con pintura de color
220
rojo y negro sobre engobe blanco, café muy pá-
lido, blanco, rosado, gris claro, café rojizo, café
amarillento y gris rosado, tonos con los que se
consiguió una excelente decoración.
aLgunos datos generaLes
entre las piezas de la industria cerámica que ma-
yor utilidad han tenido para los investigadores,
sin duda están las vasijas efigie, es decir, aquellas
que sirvieron para representar una persona o un
animal determinado; las vasijas antropomorfas
que se conocen de la cultura de paquimé normal-
mente son ollas ápodas de pequeña a mediana
capacidad, normalmente menor a 7 litros, aun-
que debe mencionarse que di peso habla de un
ejemplar excepcional de 79 litros.
La mayor parte de las piezas de este tipo pre-
sentan los rasgos básicos de una cara humana,
modelados sobre el cuello de la vasija; en otros
casos, las piezas presentan una especie de media
cabeza, modelada sobre el borde de la vasija de
tal modo que a veces parece una máscara. otras
piezas más elaboradas tienen representadas
piernas flexionadas, como si se tratara de una
persona sentada que cargara un bulto, pueden
apreciarse los brazos en muy distintas posicio-
nes: con las manos apoyadas sobre las rodillas o
cruzados sobre el vientre, o en alguna posición
semejante.
aunque la representación de los miembros
estuvo muy condicionada por la forma de la
vasija, los alfareros indígenas supieron sacar
el máximo provecho y dar a sus piezas mucha
creatividad; el personaje puede estar sentado
sobre sus talones o con las piernas cruzadas,
incluso se representó una pareja copulando en
la que uno de los personajes tiene la cabeza en
la boca de la vasija.
Las vasijas efigie, en las que se representó el
cuerpo del personaje muestran algunos de los
atavíos que se utilizaron en paquimé; se ha sabi-
do, por ejemplo, que algunos de los miembros
de aquella sociedad utilizaban una especie de
gorra que les cubría parcialmente la cabeza; otras
muestran una tableta por arriba de la frente, en
la cual a veces se ajustaron bandas de colores.
 La cerámica de chihuahua, Zacatecas y durango
c
r
r = café rojizo
c = café amarillento, ocre
5 cm
Figura 12. cerámica ramos policromo. se trata de piezas muy bien acabadas y con decoración muy hermosa,
al parecer es la más interesante de los tipos de paquimé (escalas aproximadas).
quizás las vasijas más interesantes fueron aque-
llas que portan atavíos atípicos, como aquella
que muestra a una persona que debió cubrirse
con un vestido de piel de una pieza.
otra particularidad que ha resultado de la
observación de las vasijas efigie es la evidencia
de que los paquimeses gustaban de utilizar la
pintura facial. algunas veces se pintó el área
alrededor de los ojos, a la manera de un antifaz,
y de la boca. también se trazaron líneas paralelas
a los ojos y, en un caso, hacia abajo a manera de
lágrimas. en los carrillos y a los lados de la nariz
también se trazaron diseños, del tipo geométrico
(figura 14).
Las vasijas efigie pueden ser de carácter
zoomorfo, el cual fue logrado modelando una
cabeza en una parte del cuerpo, mientras que
en el punto diametralmente opuesto se hizo
la representación de la cola, de esta manera
se hizo una olla con los rasgos de un pez, y en
otros casos, de un camaleón y de numerosas aves
(figura 15).
La decoración de las vasijas policromas se
pintó con colores muy llamativos, un ocre ama-
rillento fue muy utilizado, así como el blanco y
un rojo de tonos diversos que en muchos casos
tienden a parecerse al tipo llamado rojo man-
zana; también se emplearon en abundancia los
colores negro y café, con los que se hicieron
diseños geométricos y abstractos muy conspicuos.
221
r c
r
1 cm 8.5 cm
aunque es difícil opinar al respecto, a juicio de
muchos investigadores, las piezas más hermosas
quizás hayan sido las del llamado ramos policro-
mo. cabe mencionar que en algunas de las piezas
de este tipo se representaron motivos en relieve
que fueron cuidadosamente pintados antes de la
cochura de las vasijas, como se hizo con algunas
vasijas que presentan serpientes en espiral.
entre los motivos que se pintaron se han podi-
do identificar, al menos tentativamente, algunos
que son de particular interés para los interesados
en la cultura de casas grandes; así, por ejemplo,
en algunas piezas se representó la forma de las
puertas de las construcciones de paquimé. en
medio de la decoración geométrica se interca-
laron figuras de aves, a veces muy estilizadas, ser-
pientes ondulantes que en algunos casos portan
penacho, y que posiblemente sean una versión
de la serpiente emplumada mesoamericana. en
otras piezas es posible reconocer la que quizás sea
la representación de un “ojo de dios”, pieza de
carácter votivo que todavía era utilizada por los
grupos de la sierra madre occidental (Lumholtz,
1972 y 1986).
independientemente de que la forma de
las puertas de paquimé, que recuerda una “t”
con la tilde muy gruesa, haya tenido origen en
alguna necesidad de carácter tecnológico, es
posible que además se le haya dado un valor
simbólico ya que se le representó como parte
 arturo guevara sáncheZ

B = Blanco una función evidentemente distinta, como tejos,

pendientes y cuando menos un tipo de instru-
mentos musicales. Las ollas de paquimé son ápo-
das y para apoyarlas con seguridad debió hacerse
B una pequeña oquedad en el suelo; sin embargo,
algunas amas de casa recurrieron al reciclaje de
ollas fragmentadas ya que conservaron la mitad
B superior, estas piezas se enterraban y servían
ea
10 cm 10 cm como soporte para las ollas que se utilizaban
completas en el servicio doméstico (figura 17).
Los miembros de la cultura paquimé reuti-
lizaron algunas piezas de cerámica fragmentada,
diseños sobre todo de los tipos domésticos, a las que
recortaron y dieron una forma ovoide y que
debieron servir como una especie de cucharón.
de la misma forma hicieron la representación de
puntas de proyectil y de pendientes muy sencillos
figura 13. cerámica del tipo villa ahumada (figura 18).
policromo. se trata de piezas pintadas de color Los tejos son piezas que fueron hechas
blanco y diseños en color café de distintos tonos reutilizando fragmentos de cerámica, son de
(escalas aproximadas). forma redondeada y de pequeñas dimensiones,
de los que se ha supuesto que sirvieron como
fichas para hacer algún tipo de juego de origen
de una escultura y puede reconocerse su forma prehispánico del que no tenemos información.
en algunas vasijas pintadas. para ello se utilizaron restos de vasijas de carácter
La guacamaya tuvo gran importancia en la doméstico, al parecer, sólo excepcionalmente,
cultura de casas grandes, se sabe incluso que en del tipo ramos policromo (figura 19).
una de las casas palaciegas de paquimé se prac-
ticó intensamente su avicultura; las evidencias
señalan que las guacamayas fueron protegidas
y que incluso sus cadáveres eran enterrados sin
mostrar señales de haber sido aprovechadas
como alimento, como podría suponerse al co-
nocer únicamente las jaulas en que se les criaba.
Las guacamayas fueron representadas en muchas
vasijas de muy diversas maneras, en algunos casos
la figura empleada es bastante clara y en otros
fuertemente estilizada. se conoce también un
diseño que ha sido interpretado por charles
di peso como la representación simbólica del
peyote, el cual tiene gran importancia en la cos-
movisión de los grupos norteños (figura 16).

artefactos de cerámica
Las piezas de la industria cerámica no se limitan figura 14. vasijas efige. se trata de piezas más bien
a vasijas, se sabe de algunas piezas que tuvieron pequeñas, cuya altura suele estar cercana a los 20 cm.

222
 La cerámica de chihuahua, Zacatecas y durango
ca = café anaranjado
ca
5 cm
5 cm 5 cm
Figura 15. piezas zoomorfas en las que se modeló lo
que parece ser un tejón, una ave y una serpiente muy
estilizados (escalas aproximadas).
entre los artefactos de cerámica cabe desta-
car un tipo con cierta importancia ya que debió
utilizarse en el curso de las ceremonias, se trata
de algunos tambores de pequeñas dimensiones
cuya forma recuerda a la de una copa. son piezas
normalmente toscas que probablemente tenían
las bocas cubiertas con una piel, la cual debió ser
golpeada con un percutor dulce (figura 20).
ii. La cerámica de Zacatecas
y durango. materiaL de La cuLtura
de chaLchihuites
generaLidades
en el estado de Zacatecas florecieron varias
culturas, la mayoría practicaba intensamente
la caza y la recolección y, hasta donde se sabe,
223
su cerámica surgió hasta que tuvieron contacto
con los europeos; sin embargo, es muy notable
la presencia de la cultura de chalchihuites, la
cual tuvo su sitio epónimo en el área del norte,
cerca de la pequeña ciudad del mismo nombre y
de los límites de Zacatecas con durango. el sitio
se localiza en las inmediaciones de la ranchería
alta Vista, nombre con el cual se conoce también
el sitio arqueológico. cabe señalar que alta Vista
se encuentra casi exactamente en la latitud del
trópico de cáncer, lo que ha traído consigo
diversas interpretaciones (figura 21).
La evidente cercanía de chalchihuites con el
estado de durango facilitó que aquella cultura
se extendiera hacia el norte siguiendo las estri-
baciones de la sierra madre occidental; se ha
podido señalar tentativamente que llegó hasta
el municipio de Villa ocampo, es decir, cerca
de los límites de chihuahua y durango. esto se
debe, entre otras cosas, a que los tipos cerámicos
se repiten en aquellas entidades en que se dejó
sentir la cultura de chalchihuites.
La cultura de chalchihuites se desarrolló en
el área de influencia de algunos ríos, quizás la
más importante sea la del valle del río colorado,
donde encontramos al sitio epónimo de alta Vis-
ta, también se sabe de sitios en el área del súchil,
donde se localiza el cerro de la cantera, y en valle
del tunal, donde se encuentra, entre muchos
otros, el sitio arqueológico de La Ferrería, en el
estado de durango.
el primer investigador que se ocupó de chal-
chihuites fue don manuel gamio, él descubrió
el famoso salón de las columnas, varias décadas
después la mayor parte de los trabajos de libera-
ción fueron hechos por J. charles Kelley, quien
excavó en el sitio en la década de los setenta y de-
tectó la tendencia a construir patios rodeados de
plataformas con un altar en el centro, así como
pequeñas pirámides a los lados. como resultado
de sus trabajos, el doctor Kelley presentó una
cronología que puede apreciarse en las figuras
que se presentan a continuación, tomadas de la
publicación que presenta la versión corregida
(figura 22). el estudio de la cerámica decorada
se hizo muy detenidamente y fue hecho por el
 arturo guevara sáncheZ

autor citado y su señora esposa ellen abott Kelley

(Kelley y Kelley, 1971); en éste se incluyeron los
análisis de las colecciones de la señora agnes
a howard y del señor Federico schroeder, vecinos
10 cm de la ciudad de durango que eran grandes afi-
cionados a la arqueología.
e La cultura de chalchihuites abarcó un terri-
b c d torio que hacia finales de la época prehispánica
formaba parte de la frontera norte de mesoa-
mérica; de acuerdo a los Kelley, se inició desde
el 200 d.c., en el noroeste de Zacatecas, en el
área de influencia del río súchil y su adyacente
el graceros, cuando inició el desarrollo de la lla-
f
mada rama súchil, que se prolongó hasta aproxi-
g madamente el año 950 de nuestra era. algunos
de los sitios más conocidos del área inmediata a
Figura 16. a: vasija zoomorfa que representa una
guacamaya (carey, 1931: 343); b-f: diseños pintados
en distintas vasijas que representan a la misma ave;
g: diseño del que se ha supuesto que representa al
peyote, observado en una vasija del tipo carretas
policromo (di peso et al., op. cit., vol. 6: 203)
(escalas aproximadas).

1.3 cm 2 cm

Figura 19. tejos.

2 cm 2 cm

Figura 17. malacates.

10 cm
a

1 cm 1 cm 5 cm
Figura 18. a: puntas de proyectil, de ornato;
b: cucharón (guevara sánchez, 1991: 69). Figura 20. tambores.

224
 La cerámica de chihuahua, Zacatecas y durango
106°
Loma de san gabriel
hervideros santiago
papasquiaro
durango
sitio arqueológico
Figura 21. ubicación de sitios arqueológicos de Zacatecas y durango que se mencionan en el texto.
chalchihuites son montedehuma, gualterio, el
Vesubio y el cerro de la cantera, municipio de
súchil, en el cercano estado de durango.
La cultura de chalchihuites se extendió
también hacia durango dando lugar a la rama
guadiana, cuya primera fase debió iniciarse en el
875, para terminar alrededor del 1450 d.c., de
acuerdo con la última revisión de la cronología.
Los sitios arqueológicos del centro de durango
forman parte de esta rama y entre ellos destaca el
de La Ferrería, muy cercano a la ciudad capital,
así como navacoyán, en las inmediaciones de
la hacienda del mismo nombre; otros sitios de
esta rama son tomás urbina, el chiquihuitillo,
La atalaya y, hasta donde se sabe, el cañón del
molino no ha sido explorado de manera formal
y se encuentra sumamente saqueado.
225
104° 102°
26°
24°
La Ferrería
nombre de dios
chalchihuites
Zacatecas
La quemada
22°
el teúl
0 100 km
en Zacatecas y durango habitaron diversos
grupos de cazadores recolectores que descono-
cían el uso de la cerámica y que dejaron nume-
rosos vestigios; los sitios arqueológicos que ahora
podemos observar cuentan con cerámica vidriada
a la que tuvieron acceso después de la llegada de
los europeos a la región. del estudio de estos ma-
teriales habremos de ocuparnos más adelante.
Los tipos cerámicos. Zacatecas
Los tipos que se describen a continuación fueron
elaborados con base en la apariencia de las piezas
y su distribución en las áreas ocupadas por la cul-
tura de chalchihuites; los autores de la tipología
tomaron en cuenta especialmente la decoración,
el acabado de superficie y la forma de las piezas;
como criterio auxiliar describen la pasta, las
 arturo guevara sáncheZ
condiciones de cochura y el desgrasante, al igual
que el tratamiento general, la forma y la técnica
decorativa (Kelley y Kelley, op. cit.: 4).
con base en lo anterior, las piezas se agrupa-
ron de la siguiente manera:
Canutillo esgrafiado con relleno rojo
Las vasijas de este tipo fueron hechas mediante
la técnica del enrollado, posteriormente fueron
alisadas para borrar la líneas de unión entre
una vuelta y otra. La pasta es fina, y en los tiestos
puede verse una superficie más bien áspera y en
cuya pasta pueden verse granos de arena, cuarzo,
mica, feldespatos y vidrio volcánico; en conjunto,
los materiales de la pasta tienden a dar colores
oscuros debido a que las piezas fueron cocidas en
una atmósfera con poco suministro de oxígeno,
que además llegó a producir manchones negros
en la superficie de las vasijas.
Las piezas de este tipo se han localizado en
el área del río súchil, en Zacatecas y el norte de
durango que, al parecer, es el más antiguo de los
tipos esgrafiados de esta cultura. esta cerámica
fue hecha tradicionalmente en el valle del súchil
en las fases canutillo y alta vista, es decir, entre
los años 200 y 875 de nuestra era (Kelley y Kelley,
op. cit.: 39). normalmente se trata de platos de
16 a 35 cm de diámetro y vasijas que pueden
clasificarse como cuencos y cajetes trípodes, en
ocasiones ligeramente aplastados y que a veces
presentan labio evertido, con un diámetro de
entre 10 y 20 cm. Los cajetes suelen presentar dos
perforaciones en los extremos del diámetro de
la boca que sugieren que se les podía suspender
con un cordel y que a veces fueron hechas en
una porción sobresaliente, a la manera de asas
verticales (figura 23).
Las patas de estas vasijas generalmente son
de forma cónica con la punta redondeada, que a
veces presenta un ligero aplastamiento para me-
jorar su estabilidad. en algunos casos, el soporte
presenta un pequeño abultamiento hemisférico
hacia el lado exterior, que recuerda una rodilla,
que puede verse también en soportes de otros
tipos cerámicos. en ciertos casos, el pie del so-
porte fue trabajado con cortas líneas esgrafiadas,
226
con las que se consiguió la apariencia de un pie
con dedos pequeños.
Las piezas de este tipo fueron decoradas con
diseños en forma de greca escalonada o con una
línea quebrada, usualmente en medio de dos
líneas paralelas que, cuando están en el área
exterior, se encuentran por arriba del hombro
de las vasijas y cerca de la boca. el color de estas
vasijas puede ser negro, gris, café grisáceo, café
claro, rojo y rojo amarillento; y puede verse que la
decoración esgrafiada se rellenó con un material
rojo muy llamativo que fue incrustado después
de la cochura, y que si no se consolida se pierde
con cierta facilidad. al parecer se trata de un mi-
neral de fierro finamente molido, posiblemente
hematita o limonita (figura 24).
Michilía esgrafiado con relleno rojo
aunque comparte algunos rasgos con otros tipos,
este conjunto goza de ciertas peculiaridades muy
interesantes; se trata de piezas hechas mediante la
técnica del enrollado y que luego fueron alisadas
para borrar las líneas de unión; tienen una pasta
granulosa, en la que pueden verse pequeños
cristales de cuarzo, así como algunas piezas de
mica dorada, feldespato, fierro y vidrio volcánico
devitrificado. hasta donde se sabe, la mayoría
de las vasijas fueron cocidas en una atmósfera
de oxidación, pero otras fueron manufacturadas
en condiciones reductoras , a esto se debe que
haya colores que van desde el anaranjado hasta el
negro, así como algunas tonalidades de gris.
Las vasijas de este tipo se han localizado bási-
camente en los sitios de los ríos súchil y graceros,
además los Kelley mencionan la presencia de
piezas en La atalaya y antonio amaro, duran-
go, que forman parte de la rama guadiana, e
incluso señalan haber localizado un tiesto en el
sitio Loma de san gabriel. La cerámica de este
tipo se manufacturó en el valle del colorado en
las fases alta vista y posiblemente calichal, de
Zacatecas, con menos intensidad se deja sentir
en la fase ayala de la rama guadiana, es decir,
en los sitios del estado de durango.
Las vasijas michilía son cajetes trípodes de
muy baja altura; por arriba del hombro tienen
 La cerámica de chihuahua, Zacatecas y durango

correLación tentatiVa
ramas sÚchiL y guadiana-aLternatiVa 1

rama súchil rama guadiana

1400 indios
molino
Zacatecas

1300 calera

1200 río tunal

1100

Las Joyas
1000
retono refugio rojo sobre café

calichal mercado-amaro ayala

900
rojo sobre crema
cultura Loma
800 alta Vista san gabriel

700 Vesubio

600

500
Fundación de
alta Vista
400
canutillo

300

200
cultura Loma cultura arcaico
d.c. san gabriel

Figura 22. cronología de la cultura de chalchihuites, según J. charles Kelley (1997: 214).

227
 arturo guevara sáncheZ
una superficie cilíndrica que puede verse en
posición vertical o casi vertical cuando la pieza se
apoya en sus soportes, esta característica hace que
las piezas suelan tener el hombro muy marcado.
estas piezas fueron muy elaboradas y presentan
decoración del tipo champlevé con figuras
geométricas finamente logradas; se pueden ver
muchos casos en que se empleó la xicalcoliuhqui o
greca escalonada, aves estilizadas y otros diseños
que se enmarcan entre líneas formadas por pe-
queños triángulos; líneas que, cabe señalar, son
muy características de este tipo (figura 25)
algunos diseños son muy interesantes, como
en el caso aquel en que se representaron serpien-
tes emplumadas; también se utilizó un diseño
antropomorfo en el que se muestra un personaje
cuya mitad inferior es un cuerpo de serpiente
al que los Kelley señalaron como un cocodrilo
monstruoso (Kelley y Kelley, op. cit.: 30).
Los soportes de este tipo son cónicos o en
forma de espátula gruesa, que en ocasiones están
decorados con líneas esgrafiadas que recuerdan
los dedos simulados, como se hizo en otro tipo
de piezas. Los soportes suelen estar ligeramente
curvos, o con el vértice ligeramente aplastado.
el color de la superficie de este tipo de piezas
puede ser negro, café, café grisáceo, café rojizo
y ocre, que luego fue sometida a pulimento. Las
líneas esgrafiadas se rellenaron con un material
crudo de color anaranjado fuerte, formado
por minerales de hierro, hematita o limonita
finamente molidas, relleno que debió ser hecho
cuando la pieza ya estaba cocida.
Cerámica El Conejo
se conoce una variante de este tipo, llamado el
conejo, que corresponde básicamente a la rama
guadiana de la cultura de chalchihuites; las
piezas más conocidas proceden del sitio arqueo-
lógico de La atalaya, villa unión, durango. La
pasta y otras características son iguales a las del
tipo michilía pero, en este caso, se han podido
observar fragmentos de cerámica molida que se
utilizaron como desgrasante.
se trata de cajetes trípodes con soportes que
presentan base aplastada, los soportes cónicos
228
suelen tener la característica protuberancia en
forma de rodilla, muy acentuada, lo que no ocu-
rre en las piezas tipo michilía. Las vasijas fueron
decoradas con la técnica champlevé y fueron
pulidas con todo esmero, son de color oscuro,
gris o negro; el área que se decoró es amplia y, a
mi juicio, más tosca si se le compara con las del
tipo del que es variante.
el área decorada está en el cuerpo y nor-
malmente forma una franja paralela al borde,
en la que es posible observar barras, rombos,
líneas en zigzag y algunos animales bellamente
estilizados.
Vesubio esgrafiado con relleno rojo
se trata de otro de los tipos cerámicos en los que
se empleó la técnica del champlevé. al igual que
en los casos ya descritos, las piezas fueron hechas
con la técnica del enrollado y luego fueron ali-
sadas para borrar las líneas de unión entre las
vueltas del material. puede notarse que por lo
común, las piezas fueron sometidas a cochura en
atmósfera de oxidación, la pasta es bastante fina
y en ella pueden verse fragmentos de feldespato,
mica y vidrio volcánico devitrificado, la superficie
fue pulida con esmero, presenta falso engobe y el
color puede ser negro, gris oscuro, café grisáceo,
ocre y anaranjado.
Las formas predominantes fueron los cajetes
trípodes de pequeñas dimensiones, con 8 o 9 cm
de altura, que presentan el cuerpo ligeramente
curveado y el hombro bien marcado. el labio de
las piezas suele estar redondeado y en muchos
casos pueden verse dos pequeñas fracciones le-
vantadas con una perforación y que sirvieron a la
manera de asas. Los soportes fueron cónicos con
la punta ligeramente aplastada, ésta presenta a
veces la característica protuberancia en forma de
rodilla, o bien el soporte tiene forma de espátula
gruesa y redondeada, a la que muchas veces se le
dio la forma de un pie humano o de una figura
zoomorfa estilizada (figura 26).
La decoración muy cuidadosa, está hecha a
base de líneas finas esgrafiadas que luego fueron
rellenadas con un material rojizo que correspon-
de a hematita o limonita, aunque normalmente
 La cerámica de chihuahua, Zacatecas y durango
5 cm
Figura 23. cerámica del tipo canutillo esgrafiado
con relleno rojo. excepto cuando se utilizó otra
fuente, este y los siguientes dibujos fueron tomados
de la excelente obra de J. charles Kelly y ellen abott
Kelley (1971).
5 cm
Figura 24. soportes típicos de la cerámica de la
cultura de chalchihuites.
la decoración se limitó al área del cuerpo, a
veces los soportes también fueron decorados.
Los diseños más empleados fueron los de tipo
geométrico, grecas y figuras estilizadas entre las
que se pueden reconocer algunas aves.
se piensa que esta cerámica fue hecha básica-
mente en la fase calichal, en algunos sitios del
valle del colorado en el estado de Zacatecas, y
en el sitio conocido como La atalaya, al sur de
durango.
Gualterio rojo sobre crema
tipo cuyas vasijas fueron manufacturadas con
la técnica del enrollado para luego ser cocidas,
normalmente en una atmósfera de oxidación; sus
pastas presentan gránulos de cuarzo y fragmentos
229
de roca molida, también pueden reconocerse
cristales de feldespato, hematita, magnetita y
calcita. Las piezas ya cocidas fueron recubiertas
con una capa de engobe de color claro y de
grano muy fino.
Las formas empleadas fueron cuencos, cajetes
y ollas decoradas con pintura de color crema,
gris claro, gris amarillento y café muy pálido,
también se trazaron líneas delgadas de color
que varía de rojo a café rojizo; se pintaron los
ya mencionados diseños geométricos, muchas
veces grecas tipo xicalcoliuhqui, con las que se
rellenaron bandas alrededor de los cuerpos; en
otros casos se prefirió utilizar líneas onduladas
(figura 27).
tiestos de este tipo han sido localizados en
sitios como La cofradía, el Vesubio y cerro
Blanco, en el estado de Zacatecas, así como en La
atalaya, en durango; al parecer esta crámica se
fabricó en el curso de la fase canutillo, es decir,
alrededor del 200 al 650 de nuestra era, en la fase
Vesubio (650-750), de los sitios arqueológicos
del súchil y el colorado, así como en el área del
sur de durango. hemos podido observar, por
ejemplo, tiestos de este tipo en las cercanías de
b
5 cm
a 5 cm
d
c
e
Figura 25. cerámica del tipo michilía esgrafiado con
relleno rojo. Los tiestos c, d y e proceden de alta
Vista (Jiménez Betts, 1995: 53).
 arturo guevara sáncheZ
La michilía y en el cerro de la cantera, ambos
sitios de esta entidad.
Súchil rojo sobre café
siguiendo la tradicional forma ya mencionada,
las piezas de este tipo fueron hechas con la técni-
ca del enrollado cuyas uniones fueron borradas
por un fuerte alisamiento previo a la cochura. se
utilizó una arcilla que arrojó una pasta muy poro-
sa, lo que debió ocurrir por utilizar desgrasante
de partículas grandes. se pueden reconocer
partículas de feldespato, hematita y magnetita y,
ocasionalmente, cristales de cuarzo. Las formas
preferidas parecen haber sido los cajetes y las
ollas, que fueron profusamente decorados y que
quizás sean las piezas de mayor interés para los
iconografistas.
La pasta presenta la parte central ennegrecida
debido a que las piezas fueron cocidas en una
atmósfera de reducción, la superficie fue pulida
y se conocen distintos tonos de color café rojizo
(figura 28).
Las vasijas del tipo súchil rojo sobre café
fueron decoradas con pinturas muy bien logra-
das; en varios casos el interior de los cajetes se
dividió en cuatro partes y diseños semejantes se
dispusieron en el interior de los ángulos opues-
tos. normalmente se pintaron líneas paralelas al
borde de muy distinto grosor, que sirvieron de
5 cm
5 cm
Figura 26. cerámica del tipo vesubio esgrafiado con
relleno rojo.
230
marco a los diseños del interior. Los diseños pue-
den ser las conocidas figuras geométricas, grecas
escalonadas, círculos, una figura que recuerda al
símbolo del cerro retorcido, así como el híbrido
que parece representar al “lagarto monstruoso”,
ya mencionado en este trabajo.
conviene agregar que esta figura monstruosa
tiene algunas variantes, puede representársele
de perfil y sus características de cocodrilo son
más notorias, como puede verse en piezas mi-
chilía esgrafiado o bien visto a ojo de pájaro,
se puede notar que cuenta con una cola lisa o
con picos como el cipactli (Braniff, 1995: 188),
como se le representa en piezas del tipo súchil
rojo sobre café.
se supone que este tipo comenzó a dejarse
sentir junto con el michilía esgrafiado con
relleno rojo en el valle del río colorado; se le
conoce en la fase alta vista (750-850), de la que
es material diagnóstico, en los sitios del colora-
do, y en la fase calichal, donde se encontraron
piezas asociadas a ejemplares del tipo mercado
rojo sobre crema.
se conoce una variante de este tipo, al que se
le ha llamado súchil con borde rojo, se trata de
cuencos de color café rojizo y con falso engobe.
estas piezas presentan como decoración una
franja de color rojo en ambos lados y alrededor
del borde.
Vista cloisonné
éste es el tipo que los Kelley denominaron
vista plain cloisonnéy al cual describieron con
particular cuidado. se trata de piezas generadas
con la misma técnica del enrollado alisado, pero
que terminadas son las más suntuosas y de mejor
acabado de todas aquellas que produjo la cultura
de chalchihuites.
La pasta de estas piezas tiende a ser de color
claro ya que los ejemplares de este tipo casi
fueron sometidos a cochura en atmósfera de
oxidación; en ella puede verse la presencia de
partículas de roca volcánica, cristales de cuarzo,
feldespato y mica, en algunos casos se incluyó
material desgrasante que incluía vidrio volcánico.
La forma cerámica más común hecha con este
 La cerámica de chihuahua, Zacatecas y durango
5 cm
5 cm
Figura 27. cerámica tipo gualterio, rojo sobre
crema.
material fue el de una especie de copa de boca
ancha que puede ser descrita como un cajete con
un gran soporte anular agregado.
se sabe de piezas de este tipo procedentes
de La cofradía. el Vesubio, montedehuma, el
calichal, tototate y el cerro Blanco. también
se localizó un tiesto en La Ferrería, durango,
que desafortunadamente no he podido observar
(figura 29).
una vez cocidas las piezas, se les cubrió con
un pigmento de color negro o gris muy oscuro
que fue aplicado sobre la superficie aún áspera,
seguramente para conseguir una mejor adheren-
cia. en seguida, esta capa fue cuidadosamente
recortada para formar diseños, a veces muy
complejos, que formaron pequeñas cavidades
rellenadas posteriormente con una capa de
pigmento crudo y que luego fueron cuidadosa-
mene pulidas. Los colores de estos pigmentos de
relleno fueron el rojo, rosado, amarillo, verde,
amarillo rojizo, púrpura y blanco (Kelley y Kelley,
op. cit.: 161), así como algunas combinaciones
muy bien logradas.
Los diseños empleados fueron de tipo geomé-
trico que generalmente se enmarcaron en una
banda paralela al borde, así como la mayor parte
del área del pedestal. Los diseños fueron de tipo
231
geométrico sobre todo xicalcoliuhqui o grecas
escalonadas, puede verse que el interior de las
vasijas cuenta con una o más bandas cercanas y
paralelas al borde, normalmente divididas en
partes iguales con líneas radiales. en estas bandas
también pueden verse figuras antropomorfas y
aves estilizadas. estas bandas delimitan un diseño
muy elaborado que debió tener un significado
muy importante para los grupos chalchihuitas;
conviene mencionar que una de las piezas cono-
cidas presenta la imagen de un ave, al parecer
vista de frente y con las alas abiertas, que tiene
lo que parece ser una serpiente en el pico (idem.:
167). para evitar especulaciones de mi parte, pre-
fiero por esta vez no hacer comentarios respecto
de la interpretación de este hermoso diseño.
Las piezas de este bello tipo cerámico deben
remontarse a la época de las fases alta Vista del
valle del colorado, así como de los sitios contem-
poráneos de la parte tardía de la fase canutillo
en el valle del súchil. se ha considerado que
éstas y otras piezas semejantes del occidente
de méxico pudieron tener alguna relación de
carácter técnico con los frescos teotihuacanos
(idem.: 163).
Negativo A
se trata de un tipo poco representado en las
colecciones conocidas, y en su magnífico trabajo
los Kelley señalan que sólo pudieron trabajar
con piezas incompletas. señalan que al parecer
las piezas debieron ser sometidas a cochura
en una atmósfera de oxidación o de parcial
oxidación, posteriormente fueron sometidas a
un pulido muy intenso que les proporcionó un
falso engobe. Las pastas son arenosas y muestran
la presencia de gránulos de c uarzo y vidrio
volcánico devitrificado en partículas grandes
que formaron parte del desgrasante empleado
por el alfarero.
para el decorado recurrieron a la técnica de
cera perdida, aunque realmente debió ser uti-
lizado algún tipo de resina con la que trazaron
algunos diseños sobre la superficie, enseguida
las piezas debieron ser cubiertas con una capa de
pigmento negro o café muy oscuro para luego ser
 arturo guevara sáncheZ

Jalisco; en las cercanías de La palmita, municipio

de villanueva, Zacatecas, hemos podido observar
tiestos de este tipo con relativa abundancia en
el curso de un pequeño recorrido de superficie
efectuado en actividades de salvamento arqueo-
lógico (guevara sánchez, 1990).

La cerámica de durango de La cuLtura de

chaLchihuites
Los tipos cerámicos de Zacatecas no se limitan
5 cm 5 cm al territorio de la entidad, por el contrario, mu-
chas piezas pueden encontrarse también en el
estado de durango y muchas veces en ambos. de
cualquier manera, es evidente que algunos tipos
parecen haber tenido la tendencia a ubicarse

5 cm 5 cm

diseños 5 cm

5 cm

Figura 28. cerámica súchil rojo sobre crema. nótese

lo hermoso de la decoración pintada en la que se
incluyen seres fantásticos.

sometidas al fuego que permitió que el pigmento

se fijara sobre las áreas no cubiertas por el ma-
terial resinoso que, finalmente, es desprendido,
de esta manera se obtuvieron algunos diseños en 5 cm
negativo que permiten apreciar el color claro de
la superficie de la vasija (figura 30).
Los diseños son muy sencillos, de formas re-
dondeadas que quizás correspondan a gotas de
resina que se dejaron caer sobre el interior de
las vasijas, a veces formando alineamientos en el
área de cuencos o cajetes poco profundos. 5 cm
Las piezas de este tipo corresponden a la rama
súchil de la cultura de chalchihuites, algunas a la 5 cm
fase alta vista del río colorado y a la parte tardía
de la fase canutillo del río súchil. no lo hemos Figura 29. dibujos de vasijas del tipo vista cloisonné,
podido observar en durango y se sabe de tipos en el que se produjeron las piezas que quizás sean las
con características semejantes en Zacatecas y en más hermosas de la cultura de chalchihuites.

232
 La cerámica de chihuahua, Zacatecas y durango
en una de estas entidades; sólo es por ello que
presentamos enseguida algunos tipos que pare-
cen haber sido preferentemente utilizados en el
área de la rama guadiana, de tal manera que la
diferenciación no resulta del todo arbitraria.
se describen ahora las características genera-
les de la cerámica del estado de durango:
Mercado rojo sobre crema
éste es uno de los tipos más característicos de la
rama guadiana de la cultura de chalchihuites, es
muy abundante y fácil de localizar en la superfi-
cie de los yacimientos de carácter arqueológico.
se trata de piezas que fueron construidas con
la técnica del enrollado; antes de someter la
pieza a cocción, resulta evidente que fueron
cuidadosamente alisadas para darles pulimento,
y borrando, de paso, las líneas de unión entre
una vuelta y otra. tiestos de este tipo han sido
localizados en La Ferrería, navacoyán, cerro de
la cruz, antonio amaro y la puerta de la cantera,
del centro del estado de durango, así como en
muchos otros sitios afines. en el estado de Zaca-
tecas pudo ser observado en el calichal.
La pasta de este tipo es bastante fina y com-
pacta, en la que pueden verse fragmentos de
mica biotita, cristalillos de cuarzo, magnetita,
hematita y partículas de roca ígnea; en algunos
casos se pudieron identificar fragmentos de ce-
rámica finamente molida que formó parte del
desgrasante. a veces, las piezas fueron cocidas en
hornos cuya oxidación era deficiente, lo que ten-
dió a hacerlas de color oscuro, negro o de varios
tonos de gris, posteriormente las piezas fueron
cubiertas por una fina capa de engobe de color
crema, crema grisáceo, crema claro (casi blanco)
o de un amarillo muy claro (figura 31).
Las formas que se dieron a las vasijas fueron
cajetes ápodos, cajetes trípodes, ollitas y cuen-
cos, algunas de ellas muy delicadas y de difícil
factura. estas piezas fueron decoradas con una
pintura de color rojo oscuro, café rojizo, rojo y
rojo amarillento. Finalmente, se les sometió a
un proceso de pulido que arrojó buenos resul-
tados. Las piezas trípodes disponen de soportes
de forma cónica o bien, con forma de espátula
233
redondeada. Los estudios realizados por Kelley
y sus colaboradores les permitieron concluir que
las piezas de este hermoso grupo se derivan del
tipo michilía esgrafiado y súchil rojo sobre café,
los cuales aparecen en la fase alta Vista (peter
Jiménez Betts, comunicación personal).
Los motivos que se emplearon en la decora-
ción fueron muy bien logrados, en el cuerpo de
las vasijas, se diseñó una franja delimitada por
líneas paralelas al borde, y entre ellas se pinta-
ron grecas, líneas de puntos, líneas onduladas y
otros motivos geométricos a veces separados por
cuadros rellenos de color. estas franjas a veces
enmarcaron seres fantásticos, posiblemente una
versión del ya mencionado “lagarto monstruoso”,
serpientes muy estilizadas en actitud reptante,
llama la atención un motivo con forma de xone-
cuilli o diseño en forma de “s” horizontal que
representó a los gusanos en muchas culturas del
méxico central (enciso, 1980).
Las piezas de este tipo corresponden a la fase
de expansión de la cultura de chalchihuites al ve-
cino estado de durango, por lo que forman parte
de los sitios con ocupación de la fase ayala, la que
comprendió del 875 al 950 d.c. (Kelley, op. cit.);
se localizaron tiestos de este tipo en los sitios que
aquí se mencionan, así como en atotonilco y sain
alto, Zacatecas, y seguramente debe haberlos en
muchos de los sitios de la fase calichal.
Amaro rojo sobre crema
tipo cerámico cuyas piezas son de una pasta
fina de colores claros debido a que las piezas
normalmente fueron cocidas en una atmósfera
de oxidación; se puede observar la presencia de
5 cm
Figura 30. tiestos del tipo negativo a.
 arturo guevara sáncheZ
cristalillos de cuarzo, feldespato, micas y hema-
tita. Las piezas recibieron un baño de engobe
y tienen un color crema, un blanco grisáceo
o un gris muy claro; posteriormente las vasijas
fueron decoradas con diseños pintados con un
pigmento rojo oscuro y, finalmente, se otorgó a
las piezas un pulido muy intenso que les da un
hermoso acabado.
tiestos y vasijas del tipo amaro rojo sobre
crema han sido localizados en La Ferrería, en na-
vacoyán, en el cerro del Zapato de santiago papas-
quiaro, y en la puerta de la cantera, durango. Las
formas que parecen haber sido preferidas por los
alfareros de la cultura de chalchihuites son cajetes
de baja altura y platos que tienen cuidadosamente
decorada la parte interna. se puede notar que el
área con decoración está delimitada con líneas o
franjas o ambas cerca del borde y que en la parte
central domina un diseño cuidadosamente elabo-
rado. a veces se prefirió dividir el área decorada
en cuatro partes, colocando luego un diseño en
cada ángulo, en este caso solía preferirse colocar
los motivos de dos en dos, en los ángulos opuestos
por el vértice (figura 32).
Las líneas cercanas al borde pueden ser
onduladas o quebradas, o bien pudo haberse
preferido decorarlo con una greca. Los diseños
colocados en el centro pueden ser de lagartos
monstruosos, aves muy estilizadas rodeadas con
series de puntos, serpientes en forma de línea
quebrada y, en algunos casos, se recurrió al
motivo del xonecuilli o símbolo del gusano en
mesoamérica. Los Kelley reportan además un
símbolo que a mi juicio recuerda al jeroglífico
de “cerro retorcido” de los códices del centro de
méxico (Kelley y Kelley, op. cit.: 103). conviene
resaltar que en muchos casos las figuras aparecen
rodeadas de puntos a manera de halo, lo que les
da un aspecto muy característico. piezas de este
tipo fueron hechas en la fase ayala, en durango,
y también han podido ser observadas en sitios de
la fase el calichal, en el estado de Zacatecas.
Refugio rojo sobre café
se trata de piezas modeladas a partir de la
técnica de enrollado alisado, ya antes men-
234
cionada; la observación de sus pastas permite
apreciar granos de alguna caliza, feldespatos
y mica biotita. al parecer fue indistinto el uso
de algún tipo de atmósfera, lo cual trajo como
consecuencia que las pastas no fueran siempre
de tonos claros. después de cocidas, las piezas
fueron sometidas a un proceso de pulido inten-
so que debió sustituir el baño de engobe que
se aplicaba en otros casos, como lo hacen notar
los Kelley (op. cit.: 105).
como su nombre lo indica, el color base
de la superficie de las vasijas de este tipo es el
café, que puede presentar varios tonos, algunos
muy claros, sobre los que se decoró la pieza con
pintura generalmente de color rojo oscuro, rojo
cafetoso y rojo quemado; cabe señalar que en
algunas la decoración es de tono tan semejante
al de la superficie que difícilmente se distingue.
con estos colores se fabricaron cuencos, cajetes
trípodes, algunos de ellos con una asa de canas-
ta, muy conspicua. este tipo de asas suele tener
una protuberancia cerca del borde de la pieza,
muy semejante a aquellas que presentan los so-
portes y que ha sido descrita como una especie
de rodilla modelada hacia el lado externo de
las vasijas.
Las piezas suelen tener labio evertido y el
hombro muy bien marcado, en algunos casos
presentan pequeñas asas casi verticales. cabe se-
ñalar que la decoración fue pintada sobre el lado
del cuerpo y que a veces llegó hasta el borde; de
aquí que los diseños se agruparon en medio de
líneas paralelas que corren alrededor de la pieza.
desafortunadamente, este tipo de vasijas suele
ser un tanto tosco, sobre todo si se las compara
con el de otros conjuntos (figura 33).
Los soportes empleados son cónicos con la
punta redondeada o aplastada, cilíndricos o bien,
en forma de espátula con aristas redondeadas,
en muchos casos presentan además el adorno
en forma de rodilla que se les modeló hacia el
lado externo.
Las piezas fueron decoradas con diseños
de tipo geométrico, a veces en forma de greca
escalonada, o de figuras cruciformes, líneas que-
bradas, líneas onduladas, rombos, círculos con
 La cerámica de chihuahua, Zacatecas y durango

a b

5 cm
5 cm
5 cm

d e

g
2 cm

2 cm 1 cm 5 cm

Figura 31. cerámica tipo mercado rojo sobre crema, en este tipo también se produjeron piezas de excelente
factura. Las piezas d, e, y f son de La Ferrería.

un punto en el centro y, en algunos casos, aves
estilizadas, animalitos que en muchos casos no
son identificables y figuras antropomorfas. cabe
señalar que algunas de estas últimas presentan
una especie de penacho muy interesante. La
decoración se hizo en el cuerpo de las vasijas,
en las asas y, en algunos casos, en el borde de las
mismas; resulta muy notorio que algunas de las
figuras fueran representadas con series de puntos
que las rodean a la manera de halo.
este tipo debió haber sido empleado en las
fases ayala (875-950 d.c.) y Las Joyas (950-1150
d.c.) de la rama guadiana. ha podido ser ob-
servado en superficie en sitios tales como La
Ferrería, navacoyán, amaro y el Zape, durango.
Los Kelley reportan hallazgos de este tipo en el
potrero del calichal, incluso de la fase retoño.
Nevería rojo sobre café
se trata de un tipo cerámico cuyas piezas debie-
ron ser sometidas a cochura en condiciones de
reducción, lo que dio como resultado colores
oscuros. La observación permite reconocer la
presencia de cristalillos de cuarzo, micas, felde-
spatos, hematita y vidrio volcánico devitrificado.
después de la cochura, las piezas fueron finamen-
te pulidas, lo que formó la presencia de un falso
engobe logrado con herramientas de piedra.
La superficie varía desde color crema, pasa por
café claro, a veces con tintes rosados y llega hasta
café oscuro. Las piezas fueron decoradas con
pintura de rojo oscuro que puede tender hacia
el color café.
Las formas de las vasijas de este tipo fueron
cajetes trípodes o cuencos con asa de canasta,
aunque los Kelley mencionan una vasija zoomor-
fa que quizás represente a un pato. Los soportes
son cónicos con el eje curveado y la punta redon-
deada, presentan además su protuberancia en
forma de rodilla característica en las piezas de
otros tipos. cabe señalar que estas protuberan-
cias también pueden verse en los extremos del
asa de tipo canasta (figura 34).
La decoración de las piezas se aplicó en for-
ma de banda que corre alrededor del cuerpo,
delimitada por líneas paralelas, esta parte del

235
 arturo guevara sáncheZ
5 cm
Figura 32. cerámica amaro rojo sobre crema. La pieza de la parte inferior es un tazón dibujado
por el doctor Jesús Fernando Lazalde montoya (1987: 79).
trabajo incluyó también la pintura de las asas
de canasta. Los diseños empleados son grupos
de líneas quebradas, alineamientos de puntos y
figuras zoomorfas que corresponden a animales
no identificados debido a la gran estilización que
presentan. también se empleó un diseño que
recuerda la forma de la cruz de quetzalcóatl
(Kelley y Kelley, op. cit.: 118).
piezas del tipo nevería rojo sobre café debie-
ron emplearse en durango a finales de la fase
ayala, es decir, entre los años 875 y 950, así, como
en la fase Las Joyas (950-1150 d.c.) de acuerdo
con la última cronología proporcionada por Ke-
lley (op. cit.), y se le ha podido observar en sitios
como La Ferrería y el Zape, durango, así como
en el sitio cruz de la Boca, de las cercanías de
sombrerete, Zacatecas, y en el pedregoso, que
se localiza en una área relativamente cercana a
chalchihuites.
Morcillo
de este tipo se conocen molcajetes de muy
buena factura, también hechos aparentemente
con la técnica del enrollado. son de pasta de
textura un tanto tosca que presenta fragmentos
de caliza y gránulos de cuarzo, ésta fue cocida
en una atmósfera parcialmente oxidada, por lo
que el color tiende a ser oscuro. La superficie de
236
5 cm 10 cm
las vasijas fue ligeramente pulida y presenta un
color café, café muy oscuro o negro.
piezas o tiestos de este tipo han sido locali-
zados en La Ferrería, en los campos de cultivo
de canatlán y en navacoyán, en el centro del
estado de durango. se trata de cajetes o cuencos
trípodes que presentan el interior grabado, a
veces de manera muy tosca, a modo de que el
fondo sirviera para moler alimentos. Las estrías
que dieron rugosidad al fondo de las piezas for-
man una especie de círculo con una cruz, y el
resto del área fue grabada con líneas paralelas.
Los soportes de este tipo son cónicos, a veces
muy cortos, presentan el vértice redondeado o
aplastado; la protuberancia que los decora tiene
forma de rodilla (figura 35).
Los molcajetes morcillo debieron ser utiliza-
dos en el área alrededor de la fase Las Joyas, es
decir entre el 950 y el 1150 de nuestra era y se
ha supuesto que fueron empleados básicamente
para hacer la molienda de vegetales blandos,
como el chile y el tomate.
Otinapa rojo sobre blanco
se trata de un tipo de piezas muy mal repre-
sentado en las colecciones de durango; tiene
una pasta un tanto áspera en la que se pueden
apreciar cristalillos de cuarzo y fragmentos de
 La cerámica de chihuahua, Zacatecas y durango

5 cm
b
5 cm

5 cm

d
10 cm

Figura 33. tipo refugio rojo sobre café. el cajete d está tomado de Lazalde montoya (op. cit.).

mica biotita, que fue cocida en un ambiente
con oxidación amplia y/o moderada, de tal ma-
nera que en algunos casos los tiestos presentan
manchones negros debido a la reducción. este
tipo ha podido ser observado en sitios como La
Ferrería y navacoyán, cercanos a la ciudad de
durango, donde son de color blanco grisáceo y
de un color crema muy claro, esto gracias a que
el alfarero indígena les dio un baño de engobe
que luego fue sometido a pulimento.
Las formas más usuales fueron los cuencos
trípodes, las ollitas y los cajetes, algunos de ellos
con asa de canasta, en piezas que presentan sopor-
tes cónicos con el extremo agudo redondeado, a
veces más anchos que largos, decorados con una
protuberancia que recuerda la forma de una rodi-
lla. estas piezas fueron decoradas con diseños en
color rojo oscuro y café rojizo (figura 36).
Los diseños normalmente se agruparon en
bandas alrededor del cuerpo de las vasijas en
los que se pueden apreciar motivos grandes y
rellenos de color, a veces en el interior del borde
de la pieza. cabe señalar que estas bandas son
evidentemente más anchas que en los tipos ya
descritos y que en casi todos los casos la deco-
ración se distribuyó sólo por arriba del hombro
de las vasijas. se pintaron grecas escalonadas,
rombos y líneas de puntos. Las ollas y los cajetes
presentan, además, una banda roja en el borde.
Los Kelley también reportan la presencia del
diseño “cruz de quetzalcóatl”, así como algunos
motivos estelares (Kelley y Kelley, op. cit.: 143).
se ha supuesto que el tipo otinapa rojo sobre
blanco pudo haberse derivado del tipo gualterio
rojo sobre crema, que corresponde a los perio-
dos tempranos de la cultura de chalchihuites.
este tipo debió comenzarse a trabajar en
la fase Las Joyas (950-1150 d.c.). Los Kelley
consideran que es un tipo diagnóstico para los
sitios de la fase río tunal (1150-1250 d.c.), en

237
 arturo guevara sáncheZ
5 cm
diseños
Figura 34. piezas del tipo nevería rojo sobre café.
varios sitios de la rama guadiana de la cultura
de chalchihuites.
Canatlán bandeado en rojo
se trata nuevamente de un grupo cerámico poco
representado en las colecciones de durango; son
piezas de pasta fina o medianamente fina que
fueron sometidas a cochura en una atmósfera
parcialmente oxidada, en la que pueden verse
cristalillos de cuarzo y mica biotita, y, ocasio-
nalmente fluogopita. Las vasijas presentan un
engobe fino de distintos tonos de crema y ocre,
aunque en muchos casos éste no cubre toda la
pieza. Fragmentos de vasijas de este tipo han sido
localizados en La Ferrería, navacoyán y el cañón
de Las cabras, en el centro del estado de duran-
go. también se pueden observar en la colección
del museo regional de la universidad Juárez del
estado de durango (figura 37).
Las formas reconocidas para este tipo son: las
ollitas y los cuencos ápodos, que normalmente
presentan el cuello evertido y los labios alisados;
la decoración es muy simple y se reduce a ban-
das anchas de color rojo oscuro y rojo cafetoso,
que a veces abarcan el lado interior del borde.
este tipo debe haber comenzado en la fase río
tunal de la rama guadiana, entre los años 1150
238
5 cm
y 1250 de nuestra era, y se continuó utilizando
en tiempos posteriores.
Madero
este tipo corresponde al que los Kelley han lla-
mado madero Fluted, y se trata de piezas cuya
pasta es de grano fino o medianamente fino en la
que pueden verse gránulos de cuarzo y de calizas
finamente molidas utilizados como desgrasantes.
La superficie de estas piezas presenta manchones
negros debido a la reducción de la atmósfera en
que fueron sometidas a cochura.
piezas del tipo madero han sido localizadas en
La Ferrería, navacoyán y en el cerro del chiqui-
huitillo, en las cercanías de la capital del estado
de durango; se trata de cuencos trípodes cuyos
soportes son de forma cónica, gruesos y ligera-
mente curveados, también pueden presentar el
extremo aplastado y una protuberancia en forma
de rodilla hacia el lado externo, generalmente
alisada. La característica más notoria es la presen-
cia de corrugaciones o acanaladuras que decoran
el cuerpo de las vasijas por arriba del hombro y
siguiendo líneas radiales (figura 38).
algunas de estas vasijas presentan una franja
de color rojo oscuro o rojo cafetoso que decora la
parte superior de la pieza y que suele estar pulida.
 La cerámica de chihuahua, Zacatecas y durango
Los Kelley consideran a este tipo de piezas como
diagnósticas de la fase calera, que comprende
del 1250 al 1350 de nuestra era, y señalan que
pudo tener su origen en la fase río tunal.
Nayar blanco sobre rojo
este es un tipo delicadamente decorado, cuyas
pastas son finas y en las que se pueden apreciar
gránulos de cuarzo, vidrio volcánico devitrifi-
cado, feldespatos y micas; también pueden
reconocerse partículas de cerámica finamente
molidas, utilizadas como desgrasante, además,
las pastas tienen el centro ennegrecido debido a
que las piezas fueron sometidas a cochura en at-
mósfera parcialmente oxidada. Las piezas fueron
bañadas con un engobe fino de color rojo oscuro,
a veces con un tono manzana muy hermoso, el
color también puede ser rojo cafetoso; fueron
sometidas además a un pulido muy cuidadoso.
piezas de este tipo han sido localizadas en el sitio
arqueológico de La Ferrería.
Las formas que emplearon los alfareros fue-
ron básicamente cuencos trípodes y ollas, en
el primer caso tienen soportes cónicos a veces
regordetes y redondeados, con la característica
protuberancia en forma de rodilla, o bien sopor-
tes cilíndricos. Las vasijas fueron pintadas de un
color rojo muy pulido que a veces cubrió toda la
pieza o bien, sólo la parte superior de la misma.
5 cm
Figura 35. piezas del tipo morcillo. el fragmento de la derecha procede de La Ferrería
(guevara sánchez, 1998).
239
La característica que les granjeó el nombre fue
la presencia de diseños en color blanco que
fueron pintados sobre el área pintada de rojo
(figura 39).
Los diseños empleados son muy típicos y di-
ferentes a los que se emplean en los otros tipos
de esta cultura. poseen diseños geométricos,
ondulados, líneas quebradas, figuras que recuer-
dan un sol y grupitos de rectángulos y triángulos
concéntricos de los cuales el de más afuera
suele presentar cortas líneas perpendiculares a
manera de pelo.
estas piezas son muy especiales e interesantes
y se ha supuesto que podrían haber surgido como
parte de la influencia de las culturas del suroeste
de estados unidos y que, además, corresponden
a las últimas fases de la rama guadiana. cabe
mencionar que el tipo nayar blanco sobre rojo
es material diagnóstico de la fase calera (1250-
1350 d.c.)
arteFactos diversos de cerámica
La mayoría de las vasijas fueron empleadas en
labores de la vida cotidiana y, en algunos casos,
se les utilizó en el curso de los rituales propios
del grupo. Las piezas de carácter suntuario, como
lo deben haber sido por ejemplo las del tipo
nayar, fueron empleadas para otorgar ofrendas
a las deidades y a los muertos; en cambio, para el
5 cm 1 cm
 arturo guevara sáncheZ
5 cm
5 cm
diseños
Figura 36. tipo otinapa rojo sobre blanco. Los diseños fueron tomados de Lazalde montoya (op. cit.).
almacenamiento de granos o de agua, las vasijas
son austeras, con una decoración muy sencilla,
o bien carentes de ella.
además de vasijas, los miembros de la cultura
de chalchihuites hicieron malacates o contra-
pesos para hilar, los cuales normalmente eran
planos, en algunos casos fueron hechos con
forma esférica, como resultado de la influencia
de las culturas de la costa del pacífico. también
se han podido localizar cuentas de barro muy
sencillas y de forma tubular.
en este apartado destaca la presencia de las
pintaderas: piezas cilíndricas que presentan una
superficie grabada y que servían para imprimir un
sello sobre papel o sobre el cuerpo humano, en
este caso, con fines de carácter ritual (figura 40).
Tipos de posible importación a Durango
algunos de los materiales que se han localizado
en el estado de durango deben ser producto
de la influencia de los importantes grupos que
habitaron las costas del pacífico en la época
prehispánica, desafortunadamente la falta de
reportes y el saqueo al que han sido sometidos
240
5 cm
los sitios arqueológicos ahora conocidos, no han
arrojado mucha información al respecto. así, por
ejemplo, en La Ferrería se han localizado algunos
tiestos del tipo el taste policromo, de sinaloa, y
en el museo regional de la universidad Juárez
del estado de durango se guardan piezas y tiestos
policromos de guasave (figura 41).
algunos trabajos de J. charles Kelley han
señalado las relaciones de durango con las
culturas de la costa (Kelley y Winters, 1960);
sin embargo, considero que no se ha avanzado
mucho en conocer la intensidad de las mismas.
se sabe, por ejemplo, que de la presencia del
tipo Lolandis (Kellley y Kelley, op. cit.), en el
que se agrupa material de la costa y de acuerdo
con la información proporcionada por aficiona-
dos a la arqueología, se sabe que el molino ha
proporcionado abundante material que podría
ayudar a profundizar en ello; sin embargo, lo
escaso de datos confiables no permite avanzar
en este sentido.
conviene señalar que parece acertado su-
poner que el cañón del molino es un sitio que
podría resolver muchas de las interrogantes que
 La cerámica de chihuahua, Zacatecas y durango

Figurillas
se trata de un pequeño conjunto de piezas que
pudieron localizarse en el sitio arqueológico de
La Ferrería, algunas de ellas fueron recolectadas
por el personal de vigilancia y, desafortunada-
mente, no se conoce la procedencia exacta. son
piezas fragmentadas, y más bien toscas, en las que
5 cm 5 cm se puede reconocer algunos rasgos que parecen
señalar cierta influencia de otras culturas. con-
viene mencionar que, hasta donde sabemos, este
tipo de piezas son escasas en el área del estado
de durango.
estas piezas fueron halladas en superficie y
1 cm
presentan las características descritas a conti-
Figura 37. tipo canatlán bandeado en rojo. La pieza
nuación (figura 42):
de la parte inferior es un tiesto localizado
en La Ferrería (guevara sánchez, 1998). A. en las inmediaciones del conjunto de las
estructuras circulares de La Ferrería se pudo
localizar una figurilla de cerámica de rasgos
redondeados, que porta un tocado sencillo y
que presenta claramente la huella del material
que la unía al cuerpo de la pieza. esta figurilla
es pesada para sus dimensiones, mide 5.7 cm
de altura y presenta algunas semejanzas con las
5 cm
5 cm

5 cm
5 cm
5 cm
Figura 38. tipo madero. La pieza de la parte inferior
es un fragmento localizado en el sitio arqueológico
de La Ferrería (idem).

diseños
5 cm

se tienen sobre la arqueología de durango, sin

embargo, sorprende la falta de estudios serios
acerca de una localidad tan rica en información.
Kelley reconoció esta importancia y considera
que el molino es el sitio epónimo de una fase del
Figura 39. piezas del tipo nayar blanco sobre rojo.
mismo nombre, y que podría haber comenzado Los diseños fueron tomados de Lazalde montoya
alrededor de 1350 para terminar hacia el 1400. (op. cit.).

241
 arturo guevara sáncheZ
piezas del tipo v de las localizadas en amapa,
nayarit (meigham, 1976).
de todo este conjunto, es la única que parece
tener alguna semejanza con otras que se han
localizado en el cañón de Juchipila (Jiménez
Betts, 1995: 44) y en Zacatecas, pero creo que
deberemos investigar más antes de opinar al
respecto.
B. este es un hermoso fragmento de figurilla
que carece de cabeza y de extremidades inferio-
res, se pueden reconocer únicamente los brazos,
que se modelaron muy planos, y las manos, que
permanecen apoyadas sobre el abdomen de una
mujer, de la que se distinguen los senos. esta
pieza es muy plana y mide 5.9 cm de altura.
C. La tercera de las piezas de este conjunto
es la representación de un torso de mujer, que
en este caso carece de cabeza y sólo cuenta con
el brazo derecho que, además, está muy plano.
puede verse que la mano fue hecha con los dedos
toscamente diferenciados y que se apoya sobre
el vientre; los dedos fueron marcados con el
auxilio de un trocito de madera de punta plana.
esta figurilla es de color café oscuro y aunque sus
partes fueron modeladas con cierta tosquedad,
pueden reconocerse los senos y la huella de la
mano izquierda que igualmente se posaba en
el vientre.
esta pieza es de barro gris oscuro y presenta
áreas de color de un tono más claro, mide 5.9
cm de altura, es muy pequeña y presenta las
extremidades inferiores muy estilizadas, apenas
sugeridas.
D. La cuarta de las piezas es una cabecita
de cerámica, modelada de manera muy plana,
con nariz roma y que se trabajó con una cierta
tosquedad, ya que se pueden reconocer incluso
las huellas del alfarero, pero podemos decir que
está muy bien cocida. La pieza es del color café
claro del barro natural y, se puede observar, que
sus ojos y las fosas nasales fueron hechos con un
instrumento puntiagudo, mientras que las orejas
y la boca fueron solamente señalados mediante
una línea corta.
esta cabecita mide 4.4 cm de altura y aun-
que es una pieza de tosca factura, es posible
242
suponer que con ella se trató de representar a
un personaje con deformación craneal, lo que
correspondía en mesoamérica a un personaje
de alta alcurnia.
E. al llevar acabo la exploración de una
plataforma que se localiza en el área del estacio-
namiento de La Ferrería, se pudo localizar esta
figurilla sin cabeza. se trata de la representación,
muy estilizada, de una mujer sedente que tiene la
mano izquierda posada sobre el vientre. carece
de la mano derecha, pero por la huella que dejó
se sabe que estaba colocada tan solo un poco
más arriba.
esta pieza es de barro gris oscuro, aunque
tiene áreas un poco más claras, mide 5.9 cm de
altura y conserva todavía un fragmento de lo que
fue la pierna derecha flexionada.
F. esta pieza se localizó entre los escombros
de la sala de las columnas, se trata de una pieza
muy plana de pasta medianamente fina y del
a
b
d
c
e
2 cm
Figura 40. objetos diversos de cerámica. a y b:
malacate plano; c: malacate esférico que al parecer
corresponde a una influencia de las culturas de la
costa; d: cuenta de collar; e: pintadera con diseños
propios de la cultura de chalchihuites, semejante
a los que pueden ser observados en el área de las
costas del pacífico. piezas procedentes de La Ferrería
(guevara sánchez, 1998).
 La cerámica de chihuahua, Zacatecas y durango

cerámica de grupos poco conocidos

Las fuentes etnohistóricas señalan la presencia
de numerosos grupos humanos que en el pasado
habitaron en Zacatecas y durango, aunque algu-
nos de éstos debieron ser poco numerosos, no
aparecen citados con la frecuencia deseada, me
permito señalar como ejemplo a los acaxees y a
los xiximes, cuyo material arqueológico es prácti-
camente desconocido. conviene mencionar que,
ocasionalmente, las actividades de arqueología
a de superficie han permitido localizar algunos
b
tipos de cerámica en sumo interesante y muy
1 cm
rústica, como es el caso de vasijas de paredes
espesas y sin decoración, hechas con una técnica

5 cm

Figura 41. piezas de posible importación a durango.

a: Vasija tipo Lolandis, reportada por Kelley;
b: Fragmento de malacate esférico localizado a
en La Ferrería.
b
1 cm

color café claro del barro natural, sin engobe y

un tanto erosionada. es la representación de una 1 cm
cara humana hecha con la técnica del pastillaje,
con una banda sobre la frente y dos mechones de
pelo que caen por delante de las orejas. Los ojos
y la boca de esta figurilla fueron terminados con c
una herramienta plana y delgada, posiblemente
de madera. Los ojos son del tipo que recibe el
1 cm
nombre de “ojos de grano de café”, que fue muy
d
empleado en la cerámica de diversas regiones del
méxico prehispánico. 1 cm
esta pieza presenta una mancha de color
café oscuro en el carrillo derecho, que quizás
corresponda a restos de una capa de pintura
de la que ya no queda otro vestigio. presenta
claramente la huella donde se encontraba uni-
da al cuerpo y se pudo observar que es frágil, f
debido a una mala cochura, esto hizo necesario
e 1 cm
consolidarla a fin de conservarla íntegra. mide 3
cm de altura, y tiene gran semejanza con las que 1 cm
presenta meighan como tipo L, de la cerámica Figura 42. Figurillas localizadas en La Ferrería
de amapa, nayarit. (guevara sánchez, 1998).

243
 arturo guevara sáncheZ
muy tosca, piezas de este tipo fueron localizadas
en el cerro del calvario, en la ciudad de durango,
así como algunos tiestos de la cueva de san pablo,
en las cercanías de canatlán.
a lo largo del estado de durango también
es posible localizar algunas piezas toscas que se
atribuyen a la cultura Loma de san gabriel, es
decir, a una cultura que se ha supuesto anterior
a la de chalchihuites, que se desarrolló en las
áreas rurales de manera paralela y que, incluso,
sobrevivió al abandono de los sitios arqueológi-
cos mayores; en estudiar esta interesante cultura
se ha ocupado michael Foster (1981), quien ha
dado a conocer sus características en diversos
trabajos de gran calidad y supone que efectiva-
mente hubo interacción entre las culturas de
chihuahua y de Loma de san gabriel, pero que
perdió intensidad en el periodo medio de casas
grandes, y que sólo a partir del 950 de nuestra
era, se acentuó la influencia de chalchihuites.
otros investigadores han supuesto que Loma
de san gabriel constituyó realmente parte
de la cultura de chalchihuites que conformó
la población rural y en donde se produjeron
manifestaciones culturales menos refinadas; la
cerámica es más rústica y menos llamativa, pero
no por ello puede ser considerada como una
cultura distinta. en lo personal, consideramos
que esta hipótesis tiene más probabilidades de
ser verdadera.
según Foster, la cultura Loma de san gabriel
es una cultura mesoamericana que se desen-
volvió a lo largo de las franjas de las colinas
del sur del estado de chihuahua, a lo largo de
durango central y en el interior del occidente
de Zacatecas (Foster, 1980: 178). Los sitios más
importantes parecen ser aquellos que se localizan
en una pequeña área conocida como Loma de
san gabriel, en el municipio de villa ocampo,
al norte de durango y muy cerca de los límites
con el estado de chihuahua.
Independientemente de las interpretaciones
que se han dado sobre esta cultura, en las cerca-
nías de algunos sitios de la cultura de chalchi-
huites, se pueden encontrar encontrar vestigios
atribuibles a la cultura Loma de san gabriel, en
244
cuyos tiestos se observa que las vasijas fueron
construidas con la técnica del enrollado y que
luego fueron alisadas para borrar la unión entre
las vueltas. La cerámica que parece más común es
lisa, con pastas de color oscuro, debido a que las
piezas fueron sometidas a cochura en condicio-
nes de reducción, el grosor es variable, de entre
0.4 y 1.4 cm, aunque en el museo regional de
la universidad Juárez del estado de durango se
ha podido observar ejemplares con paredes más
gruesas. a este tipo cerámico, por demás sencillo,
Foster lo ha denominado Loma lisa.
La pasta de las vasijas, que parecen ser más
abundantes, son de textura gruesa o solo media-
namente fina; en la superficie pueden verse colo-
res que varían del ocre al café oscuro, los mismos
pueden apreciarse en tiestos de dureza media y
de fractura más bien irregular. muchas de las
piezas observadas presentan la superficie muy
erosionada, pero aun así es posible determinar la
falta del engobe y que las vasijas fueron pulidas,
cuando menos en algunos casos, utilizando la
técnica de palillos.
algunos tiestos presentan una capa de es-
tuco en la cara externa, esta característica es
semejante a la de algunas piezas procedentes de
snaketown (haury, 1976: 225) y Foster señala que
algunos grupos yuma aplican una capa de estuco
a sus piezas de alfarería. me permito suponer
que la aplicación de capas como ésta debió ser
una costumbre muy generalizada en durango,
ya que ha podido ser observada en piezas de tipo
doméstico del sitio arqueológico de La Ferrería
(guevara sánchez, en prensa), así como en ma-
teriales observados en La cueva de san pablo,
municipio de canatlán.
Las formas trabajadas por aquellos alfareros
fueron ollas, que llegan a medir hasta 50 cm de
diámetro, y cuencos, también se conocen algunas
piezas trípodes. cabe señalar que algunos de
los cuencos presentan el hombro muy marcado
y el cuello ligeramente curvo. se ha supuesto
que algunas de estas piezas fueron usadas para
almacenamiento y que las que tenían aberturas
mayores a 13 cm cumplieron solo temporalmente
la misma función (Foster, 1981: 21), a la manera
 La cerámica de chihuahua, Zacatecas y durango
en que se hace en la cultura huichola. en los
sitios de la cultura Loma de san gabriel también
se encuentran tiestos semejantes a los descritos,
decorados con una textura lograda con una es-
pecie de escobeta con la que se hicieron estrías
finas, técnica con la que se obtuvo una variante
de la cerámica Loma lisa (figura 43).
también se conocen vasijas acabadas con una
capa de engobe rojizo, a veces pulidas, que con-
forman un tercer grupo, aunque muy semejante
al primero. Las piezas rojas que se han podido
observar en durango fueron cubiertas de engo-
be después de la cochura que era de carácter
fugitivo, por lo que en muchos casos la pintura
está muy erosionada. salvo algunas excepciones,
los cuencos rojos fueron decorados en el área
externa, el borde fue pintado. cabe mencionar
que la capa roja de algunos tiestos recolectados
en las inmediaciones de el Zape muestran una
firmeza mucho mayor que la de otros sitios de la
entidad. debo señalar que a pesar de la informa-
ción de Foster al respecto, no he tenido la suerte
de localizar piezas completas de este tipo.
Foster también señala la existencia de un tipo
de tiestos de color grisáceo del que sólo se cono-
cen fragmentos y no piezas completas. a las piezas
de este tipo las agrupa como tipo Loma blanco
lavado; sin embargo, no he tenido la suerte de
localizarlas en las investigaciones realizadas.
se sabe de la existencia de ciertas vasijas de
color café que presentan diseños muy sencillos
hechos con pintura roja; se trata de piezas elabo-
radas mediante el uso de la técnica del enrollado
y pulido. Foster las incluye en un tipo llamado
chico rojo sobre café. el material utilizado tiene
un porcentaje de entre 10 y 20% de desgrasante
bien mezclado antes de preparar las piezas, como
ocurre también con las del tipo Liso. La pasta
observada en algunas piezas del museo regional
de la universidad Juárez del estado de durango
tiende a ser medianamente fina y pueden verse
algunos cristalillos de cuarzo y fragmentos de
roca ígnea. La dureza y la calidad de estas piezas
es semejante a las del primero de los tipos.
considero que conviene buscar más de los ves-
tigios materiales de la llamada cultura Loma de
245
san gabriel, no sólo para confirmar las hipótesis
planteadas sino para mejorar el conocimiento
acerca de sus características más generales, ya
que a mi juicio las publicaciones y los datos dispo-
nibles son muy escasos e insuficientes para hacer
algún tipo de generalización teórica.
además de los grupos ya mencionados, se
tiene conocimiento de la existencia de otra etnia
ahora desaparecida, se trata del noble grupo de
los zacatecos que se desarrolló en un territorio
muy amplio, el cual comprendía parte de los
estados de durango y Zacatecas, y que era vecino
de otros grupos que tenían aproximadamente el
mismo nivel de desarrollo, como el de los gua-
chichiles. debido a que se trata de una sociedad
formada por grupos nómadas o seminómadas,
considero que la fabricación de la cerámica debió
ser una actividad que apenas despertaba hacia
finales de la época prehispánica.
en los sitios que las fuentes señalan que
eran habitados por los zacatecos ha sido posible
encontrar cerámica de tipos muy sencillos que
debieron ser utilizados en actividades de la vida
cotidiana; aunque no se han localizado piezas
completas, se ha podido inferir que se trata de
vasijas ápodas de cierta tosquedad, que a veces
presentaban adherida una capa de hollín. el as-
pecto de estas piezas las hace semejantes a tipos
casas grandes liso y Loma liso (figura 44).
Los tiestos más abundantes son piezas del
tipo que he llamado café rojizo doméstico, cuya
pasta es dura y generalmente gruesa, carecen de
engobe y presentan el color del barro natural,
con manchones de color negro debido a la reduc-
ción de la atmósfera en que fueron sometidos a
cochura. en algunos casos, las piezas de este tipo
presentan el centro ennegrecido por el mismo
fenómeno, y en la pasta pueden reconocerse
fragmentos de cuarzo, andesina, labradorita,
hornblenda, oligoclasa, augita, hematita, vidrio
volcánico y roca ígnea extrusiva (torres trejo,
1998).
otro tipo observado en los sitios zacatecos es
el llamado negro simple; se trata de fragmentos
de vasijas ápodas cuya superficie fue pulida,
aunque esta característica no siempre es visible
 arturo guevara sáncheZ

debido a los efectos de la erosión. Junto con

piezas del tipo anteriormente descrito se le ha
localizado en el área norte de Zacatecas, en el
municipio de súchil y de la michilía, durango,
así como en las cuevas de La agujita, municipio
de cuencamé, en cuevas cercanas a el molino de
el pueblo, y en La cueva del Indio, del municipio
de nombre de dios (guevara sánchez, 1998).
el tipo negro simple es de pasta gruesa, en
ella es posible observar gránulos de labradorita,
andesina, hornblenda, augita, vidrio volcánico,
roca ígnea extrusiva, lamprobolita, biotita y he-
matita, básicamente los materiales ya menciona-
dos en el tipo anterior. Las pastas son duras y de
grano medianamente grueso, su color varía de
gris oscuro a negro profundo. sólo se pudieron
reconocer fragmentos de cuerpos de vasijas, al
parecer ollas muy sencillas que también se usaron
en actividades de la vida cotidiana.
en los mismos sitios fue posible encontrar
material de otro tipo al que se denominó café
simple, cuyas piezas fueron pulidas con la téc-
nica de palillos; son de un hermoso color café
de tonos variables, pero que está muy cercano
al 7.5 yr 6/4 café claro, de la tabla munsell de
colores para suelos. cabe señalar que también en
estas piezas, el color no es homogéneo y varía de
tono dentro de la misma pieza; este fenómeno
debió ocurrir por la cercanía de la vasija al fuego
utilizado en su manufactura.
Las piezas del tipo café simple son de pasta
medianamente dura, de grano fino o medio,
que muestra cristales de andesina, oligoclasa,
hornblenda, augita, hematita, cuarzo, vidrio
volcánico, lamprobolita y roca ígnea extrusiva
(torres trejo, op. cit.). al parecer, se utilizó arena
de arroyo como desgrasante.
otro de los tipos es el rojo simple, que al pare-
cer es relativamente escaso, se trata de un conjun-
to de fragmentos de vasijas que son de un tono
claro intenso, semejante al que presenta el tipo
Zape rojo, que es propio de grupos de durango
y que, por ejemplo, había sido localizado en la
región de guanaceví (guevara sánchez, 1998).
al revisar las características de este material en
el gabinete se pudo notar que la capa de color
a
4 cm
3 cm
r
b c
2 cm
1 cm
r
r = rojo
d
5 cm
Figura 43. cerámica Loma de san gabriel. a: Loma
liso; b: Loma texturizado; c: Loma rojo; d: chico rojo
sobre café. Las piezas completas están tomadas de
Foster (1981).
era permanente, lo que no ocurre en las piezas
del mismo color de áreas cercanas.
La pasta de este tipo de materiales tiende a
ser gruesa, con partículas de hornblenda, augi-
ta, labradorita, vidrio volcánico, hematita, roca
ígnea extrusiva, lamprobolita, andesina, biotita
y cuarzo, del tipo rojo simple se conservan frag-
mentos de ollas pequeñas. al igual que en los ti-
pos anteriormente descritos, los tiestos presentan
áreas ennegrecidas por efectos de una oxidación
deficiente en el curso de la cochura.
algunas de las piezas de los grupos zacatecos
fueron decoradas con texturas, cuando menos
en La cueva del Indio se localizaron piezas se-
mejantes a las del tipo negro simple con figuras
semilunares de pequeñas dimensiones, que

246
 La cerámica de chihuahua, Zacatecas y durango
debieron ser hechas con algún carrizo o con
una de las uñas del alfarero; de esta manera se
decoró la superficie de las vasijas cuando todavía
estaban crudas.
Las vasijas de cuerpo texturizado debieron
ser ollas de dimensiones mayores a las de los
otros tipos ya descritos e igualmente debieron
ser utilizadas en actividades de la vida cotidiana.
cabe señalar que además de estos materiales, en
algunos de los sitios ocupados por los zacatecos
se han localizado tiestos vidriados que señalan
que el sitio continuó ocupado después de la
llegada de los europeos. el material de la época
colonial, que también es de gran importancia
para la sociedad indígena, será descrito en tra-
bajos posteriores.
consideraciones FinaLes
con la descripción de los materiales hasta ahora
clasificados en durango se da por terminado el
trabajo sobre los tipos cerámicos propios del
área de los grupos agricultores prehispánicos
de chihuahua, durango y Zacatecas, aunque
fue incluido el material de los zacatecos, que
debió ser más bien una sociedad protoagrícola.
como habrá podido verse, se trata de grupos
mesoamericanos o con una marcada influencia
de mesoamérica, que tiende a diluirse a medida
que se alejan del centro de méxico. en realidad,
esta área se extiende hasta el suroeste de esta-
dos unidos y por la afinidad de ciertos rasgos
culturales hay autores que consideran esta área
una prolongación de mesoamérica a lo largo
y a los flancos de la sierra madre occidental
(Weigand, 1978).
La cerámica presenta en particular algunas
características que se repiten en todas las culturas
del área, sobre todo en los tipos suntuarios, en
los que tienden a predominar los colores ocre,
los tonos amarillos y el café; ejemplo de ello son
las figuras triangulares opuestas y adornadas con
línea espiral que tiende a entrelazarse, diseños
así pueden reconocerse tanto en la cerámica
de casas grandes como en la de chalchihuites,
247
lo mismo ocurre con muchas de las figuras
abstractas.
el desarrollo de este trabajo, por demás inte-
resante, me permitió avanzar en la obtención de
una visión de conjunto, la cual dada la regiona-
lización de los estudios en el inah es difícil de
lograr; resultó ser una tarea muy grata que me
permitió enriquecer algunos de los conceptos
que he tenido que manejar sobre la arqueología
del norte de méxico. para ello, me resultaron de
gran utilidad los excelentes trabajos de pioneros
como Brand (1939) en el Zape, los magníficos
trabajos de los Kelley, los de charles di peso
y su equipo, así como los de michael Foster.
Fueron también de gran provecho las diferen-
tes oportunidades que tuve de trabajar en el
estado de Zacatecas, gracias al amable apoyo
de la compañera arqueóloga Baudelina garcía
garcía, lo que me permitió hacer los primeros
acercamientos al material cerámico de la cultura
de chalchihuites.
es importante señalar que los trabajos sobre la
cerámica de los zacatecos es todavía preliminar,
y por lo tanto considero prudente ampliar los
trabajos en torno a esta etnia extinta antes de
hacer cualquier intento de serialización.
Finalmente, pero no por ello concediéndole
menor importancia, agradezco al inah la opor-
tunidad que me dio para realizar este modesto
estudio del material cerámico de una buena par-
te del norte de méxico, la tierra de mis mayores
cc
cr
n
a b c
cr = café rojizo
n = negro r
cc = café claro d
r = rojo
e
2 cm
Figura 44. cerámica de grupo de los zacatecos.
a: café rojizo doméstico; b: negro simple; c: café
simple; d: rojo simple; e: tipo texturizado.
 arturo guevara sáncheZ
y donde la gente siempre me ha recibido con la
generosidad y bonhomía que le son propias.
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249
 La cerámica de Sonora
La historia prehispánica del noroeste de méxico
presenta ciertas particularidades que la diferen-
cian de las sociedades del llamado Posclásico
mesoamericano; primordialmente porque los
grupos prehispánicos que habitaron esta región
no presentan el mismo grado de complejidad en
sus estructuras sociales.
Los patrones de vida sedentarios no tienen
la misma profundidad temporal, aunque, es
necesario acotar, la investigación arqueológica
no ha sido lo suficientemente amplia como
para permitirnos hacer de esta afirmación algo
categórico, no obstante los estudios recientes,
hechos en sitios particulares –tal es el caso de La
Playa, en el noroeste del estado–, han abierto un
canal de conocimiento sobre las formas de vida
que llevaron las primeras comunidades agrícolas
asentadas en esta área.
Los pocos estudios de largo alcance realizados
antes de que hubiera presencia de investigadores
nacionales, fueron enfocados hacia la búsqueda
de los corredores culturales que dieran cuenta de
las rutas de penetración de elementos mesoame-
ricanos en el espacio del Southwest. en ese
intento, los estudiosos, aunque llegaron a iden-
tificar diferentes culturas o tradiciones (Brand,
1935; ekholm, 1940, 1942, 1947; Sauer y Brand,
1931), dejaron de lado las particularidades de
* centro inah Sonora.
251
María Elisa Villalpando Canchola*
los desarrollos locales, poniendo énfasis en los
materiales culturales exóticos, “de intercambio”,
o con semejanzas al suroeste o a mesoamérica.
Lo interesante de estas investigaciones radica en
que ellas plantean la posibilidad de influencias
mesoamericanas en el desarrollo de las culturas
del noreste, cuando las relaciones más claras
apuntan, cuando mucho, hacia el occidente de
méxico, en correspondencia lingüística con el
desarrollo yutoazteca, o mejor dicho proto-yu-
toazteca (carpenter et al., 2000; hills, 2000).
cabe decir que, dentro de una corriente teóri-
ca de enfoque de escalas múltiples, ha resultado
muy significativo tratar de explicar los fenóme-
nos locales de las sociedades prehispánicas y
sus relaciones con grupos vecinos, así como los
intercambios a mayores distancias en redes más
amplias de circulación de bienes de prestigio.
Para la porción sonorense del noroeste de
méxico he propuesto la existencia de dos sistemas
que articulan de manera más directa las tradicio-
nes arqueológicas. Todas parten de una base del
arcaico (periodo investigado ampliamente en
arizona y nuevo méxico), caracterizado por
grupos precerámicos con una tecnología lítica
de puntas de proyectil, que en arizona, alrededor
del 1200 a.c., adoptaron el maíz y comenzaron a
establecerse en comunidades sedentarias basadas
en una economía mixta de forrajeo y cultivo
sobre las márgenes de las corrientes de agua que
 maría eLiSa ViLLaLpando canchoLa
podían manipular con facilidad, permitiéndoles
diversificarse hasta llegar a la adopción de una
tecnología cerámica.
La presencia de cerámica en las sociedades
prehispánicas nos ha permitido particularizar
las tradiciones arqueológicas que, en Sonora,
abarcaron el espacio comprendido entre el río
Santa cruz, en la actual frontera internacional,
y el río Fuerte, en el norte de Sinaloa.
es interesante la correlación del conjunto
de materiales de la fase San pedro (circa 1200-
800 a.c.) con posibles hablantes de yutoazteca
(carpenter et al., 2000), especialmente con la
distribución de la rama sonorense del yutoazteca,
que se extiende desde el mogollón rim hacia
el sur, pasando por Sonora y el occidente de
chihuahua hasta el norte de Sinaloa y durango.
este conjunto de materiales comprende, además
de las puntas de proyectil cruciformes, paletas
de piedra, charolas con bordes, pozos de alma-
cenamiento de granos en forma de campana,
hornos para la cocción del agave, ornamentos
de conchas proveniente del Golfo de california y
figurillas antropomorfas de hechura muy simple.
Las vasijas cerámicas aún no están presentes.
Llamo a estos sistemas: 1) de los desiertos
y planicies y 2) de las sierras y valles. el prime-
ro comprende las tradiciones arqueológicas
Trincheras, costa central y huatabampo en
la porción sonorense del desierto de Sonora,
siguiendo el litoral costero hasta el río Fuerte,
en Sinaloa. el segundo comprende la tradición
Serrana sobre los valles interfluviales y el somon-
tano bajo sonorense y el extremo occidental del
sistema regional de paquimé o tradición casas
Grandes. ambos sistemas han sido descritos an-
teriormente, sus fronteras están delineadas con
base en características arquitectónicas, cerámicas
y de tipos de sitios (Villalpando, 1999); y son el
resultado de las investigaciones de las últimas
décadas en Sonora, por lo que la información
aquí vertida es una síntesis de dichos trabajos
(Álvarez, 1981, 1985, 1990, 1991; Braniff, 1986,
1990, 1991, 1992; Bowen, 1976, 1996a, 1996b,
s.f.; carpenter, 1996; carpenter et al., 1999, 2000;
doolittle, 1984, 1988; pailes, 1973, 1996a, 1996b;
252
mcGuire, 1991; mcGuire y Villalpando, 1989,
1993, 1998; Villalpando, 1989, 1990, 1991, 1997;
Villalpando et al., 1998).
debido a que hasta ahora han diferido en
énfasis y profundidad las investigaciones, no
podemos llegar a una homologación de los ma-
teriales arqueológicos que caracterizan a todas
y cada una de las tradiciones arqueológicas so-
norenses. presentamos aquí su ubicación (figura
1), las fases cronológicas (cuando han podido
establecerse) y la descripción de su cerámica.
Tradición TrincheraS
dentro del sistema de desiertos y planicies, la
tradición Trincheras se extiende desde casi el
límite de la frontera internacional hasta el sur en
las inmediaciones de desemboque por la costa
central del Golfo de california llegando al río
San miguel por el este.
La cronología prehispánica para la tradición
Trincheras se ha dividido en cuatro fases.
FaSe 1
La más temprana corresponde con el desarrollo
del arcaico tardío o periodo de agricultura tem-
prana del suroeste de arizona (huckell, 1995;
mabry, 2000). La fase San pedro del arcaico
cochise (1200-800 a.c.) se caracteriza por la
aparición de los primeros cultígenos, restos de
maíz abundantes, casas semisubterráneas ovales,
hornos de distintos tipos para el procesamiento
de plantas y animales, entierros flexionados, una
tecnología lítica de puntas de proyectil alargadas
y con muescas poco pronunciadas (tipo San
pedro) y una limitada variedad de lítica pulida
y ornamentos en concha. La fase ciénaga del
arcaico cochise (800 a.c.-200 d.c.) de la etapa
San pedro se caracteriza por la presencia de pun-
tas de proyectil con muescas laterales profundas
y bases convexas, ocasionalmente aserradas o
ligeramente cóncavas (tipo ciénaga) o ambas,
las estructuras habitacionales son semisubte-
rráneas circulares; existe una diversidad mayor
de instrumentos de molienda y ornamentos en
 La cerámica de Sonora

HoHokam moGoLLón

TrincHeraS
r. altar
r. concepción
caSaS
GrandeS
r. magdalena r. Bavispe
cerro de Trincheras
casas
r. San miguel
Grandes
San José de Baviacora
coSTa r. moctezuma
cenTraL r. Sonora
Serrana

r. Yaqui

r. mayo

machomoncobe

HuaTaBamPo

r. Fuerte

0 50 100 km Guasave

Figura 1. Tradiciones arqueológicas de Sonora

253
 maría eLiSa ViLLaLpando canchoLa
concha. Las figurillas antropomorfas de arcilla
cocida son comunes en ambas fases.
Las investigaciones recientes en el sitio La
playa (carpenter et al., 1998, 1999; Villalpando
et al., 1998) nos indican la presencia de un com-
ponente importante de esta Fase 1 en el sitio.
en el valle de altar han sido registrados también
varios sitios contemporáneos, aunque sólo han
sido recuperados materiales líticos (mcGuire y
Villalpando, 1993). esta fase ha sido mucho más
estudiada en el sur de arizona, pero sin duda
alguna está presente en Sonora y se relaciona
con el desarrollo de las tradiciones cerámicas
tempranas de vasijas cafés y rojas lisas pulidas.
en arizona esta cerámica temprana ha sido de-
nominada incipient plain ware (heidke, 1999), y
en La playa hemos recuperado algunos tiestos
que denominamos tipo Lisa a (Villalpando et al.,
1998) que pertenecen a esta serie temprana. es
una cerámica sin las huellas del raspado caracte-
rístico de la serie Trincheras. Fue elaborada posi-
blemente por paleteado y yunque, y se observan
huellas de los dedos en el interior de las vasijas,
en pocos casos se observa un leve escobillado; la
pasta es más compacta que los tipos de la serie
Trincheras, el color varía de café claro a café
rojizo y a gris, entre los desgrasantes encontra-
mos mica y arenas muy finas. La superficie está
pulida y tiene un aspecto “ceroso”, se pueden
observar las micas en superficie. entre las formas
identificadas tenemos ollas y tecomates.
FaSe 2
durante la fase 2 de la tradición Trincheras (fase
atil del valle de altar 200-800 d.c.) se consolidan
las pequeñas aldeas permanentes de casas en
foso y se inicia la elaboración de una cerámica
lisa muy roja (Trincheras lisa, variante 1 y 1a) y
de una cerámica decorada con líneas finas de
hematita especular sobre el cuerpo rojo de la
vasija (Trincheras púrpura sobre rojo, figura 2 b).
ambos tipos muestran las marcas de raspado en
el interior de las vasijas, lo que indica el mango
de una técnica de manufactura por enrollado y
raspado (mcGuire y Villalpando, 1993: 71, 89).
La cerámica Trincheras lisa 1 tiene pasta fina con
254
desgrasantes de cuarzo, y predominan tecomates,
ollas, cuencos, encontrándose también tiestos
discoidales. Lisa 1a es la versión ligeramente
pulida; es posible que ambas variantes repre-
senten cuerpos de las vasijas sin decorar. el tipo
cerámica púrpura sobre rojo se obtuvo mediante
la aplicación de una pintura púrpura sobre el
cuerpo rojo de la vasija; esta pintura a menudo
contiene pequeñas espéculas de hematita, lo
que hace que el diseño brille en la luz solar. el
cuerpo rojo se logró mediante un engobe del
mismo color que el cuerpo de la vasija.
FaSe 3
en la fase 3 (fase altar en el valle de altar 800-
1300 d.c.), las comunidades agrícolas continúan
su desarrollo con un patrón de asentamiento de
grandes aldeas de casas en foso en las terrazas alu-
viales, entierros de cremaciones y la ocupación
de los primeros cerros con terrazas en las laderas
(“cerros de trincheras”). el incremento en el
número, tamaño y variedad de los sitios indica
el aumento de población en el valle de altar. Los
tipos cerámicos asociados con esta fase son Trin-
cheras púrpura sobre rojo variedad no especular,
Trincheras púrpura sobre café, altar policroma,
nogales policroma y Trincheras lisa variedad 2,
cuyos tiestos pueden en realidad representar
porciones sin pintar de las cerámicas decoradas,
ya que son muy similares en sus características. La
cerámica lisa delgada y delgada rojo sobre café
aparecen hacia el final de esta fase.
Ésta es la fase que ha sido considerada por
algunos autores en correspondencia con el de-
sarrollo de los centros regionales del suroeste
de estados unidos (cordell, 1982; mcGuire,
1991).
La variedad no especular de la cerámica
Trincheras púrpura sobre rojo se correlaciona
con Trincheras lisa variante 2, púrpura sobre
café (figura 2 a) muestra una variación en el
color del cuerpo de la vasija, altar policroma
(figura 2 c) es una Trincheras púrpura sobre café
con líneas rojas agregadas al diseño, mientras
que nogales policroma tiene un engobe grueso
blanco con diseños en púrpura y rojo aplicados
 La cerámica de Sonora
a Púrpura
Púrpura sobre café
café
b
Púrpura sobre rojo Púrpura
rojo
c
café
altar policroma Púrpura
rojo
Figura 2. a: cerámica Trincheras púrpura sobre café.
b: cerámica Trincheras púrpura sobre rojo.
c: cerámica altar policroma.
sobre el mismo y la pintura púrpura siempre es
especular. Lisa delgada es de pasta fina con muy
poco desgrasante, tiene un exterior bien pulido y
bordes simples redondeados, las formas comunes
son cuencos, ollas y tecomates. rojo sobre café es
la variedad decorada y los diseños casi siempre
son líneas verticales simples, ocasionalmente
espirales, generalmente pulidos; las formas más
comunes son ollas, aunque también existen
cuencos y tecomates.
FaSe 4
en la transición hacia la fase 4 (fase realito en el
valle de altar 1300-1450 d.c.), la tradición sufre
un cambio dramático ya que cesa la producción
de cerámica pintada, el rango geográfico se
contrae, el número de sitios del valle de altar es
menor, aunque aumenta el tamaño de algunos
de ellos, cambian su ubicación de las terrazas
aluviales a las laderas de los cerros, declinando
en tamaño y densidad de materiales arqueoló-
gicos.
255
en esta fase se inicia la construcción del
monumental sitio cerro de Trincheras (cuya
ocupación está fechada entre 1300 y 1450 d.c.)
que tiene, entre sus materiales arqueológicos,
una cerámica lisa (Trincheras lisa variante 3 y
3a) por enrollado y raspado, con y sin las marcas
características que se hallan en algunas ollas de
gran tamaño, con cuellos curvo divergentes de
bordes redondeados (figura 3). También son
comunes los cuencos y tecomates de bordes
redondeados o de punta, así como los tiestos
trabajados. no existe ninguna evidencia de
figurillas cerámicas, aunque se han recuperado
fragmentos de pipas tubulares en arcilla con
pastas semejantes a Trincheras lisa 3 (figura 4).
La pasta de lisa 3 es burda, con 30% de materiales
no plásticos: cuarzos, granos de arena y micas. el
exterior tiene un terminado mate, en ocasiones
ligeramente bruñido, por lo que a veces pueden
observarse las micas sobre la superficie.
otras cerámicas representadas en esta fase son
lisa tardía y tardía roja; constituyen los tipos más
representativos del valle de altar, cuyo conjunto
de materiales se asemeja más a los del periodo
clásico del área Hohokam. La cerámica Trinche-
ras lisa 3 no está muy representada en el valle,
y lisa tardía se encuentra dentro del rango de
variación de las vajillas lisas del clásico tardío del
sur de arizona. es una cerámica que exhibe las
marcas del paleteado en el interior de las vasijas,
tiene un mejor pulido y tiende a ser más dura
que las cerámicas lisas descritas anteriormente;
en ocasiones se observan pequeñas porciones
del desgrasante en la superficie, y la mayoría de
las formas son cuencos. roja tardía es la versión
con engobe rojo pulido de lisa tardía y es muy
similar al tipo Sells rojo de arizona.
Los metates delgados y las manos de extremos
colgantes se encuentran en sitios de esta fase,
así como anillos de gasterópodos del género
Conus, que vienen a agregarse a los numerosos
brazaletes y pulseras en valvas de Glycymeris, co-
munes desde las fases anteriores. estos materiales
malacológicos han sido considerados dentro de
la tradición Trincheras como indicadores de
intercambio, ya que las materias primas para la
 maría eLiSa ViLLaLpando canchoLa
elaboración de los ornamentos en concha proce-
dían todas del Golfo de california. Sin embargo,
no es sino hasta la fase 4 cuando encontramos en
los materiales cerámicos evidencias de intercam-
bio con los grupos vecinos, con la presencia en el
valle de altar de algunos tiestos de vajillas cafés
mogollón, playas rojo, un tipo rojo (de origen
posiblemente sureño), Santa cruz policromo
y Babocomari policromo, así como tiestos de
lisa tardía y tardía roja. en un sitio excavado en
el pueblo de altar en la década de los setenta
(robles, s.f.), se recuperaron vasijas con crema-
ciones tanto de Gila policromo como de ramos
policromo, tal vez el más representativo de los
tipos chihuahuenses.
en cerro de Trincheras las cerámicas no
locales están mucho más representadas tanto
en variedad como en cantidad de tiestos. el tipo
decorado más significativo fue ramos policromo
con un poco más de 500 tiestos y un peso de 1.6
kg, seguido de Santa cruz policromo con 302
tiestos y un peso de 1.4 kg. otros policromos
chihuahuenses presentes en el sitio son Babícora
policromo, carretas policromo, madera negro
sobre rojo, huérigos policromo, corralitos po-
licromo y playas rojo texturizado. en cantidad
menos significativa tenemos los tipos Babo-
comari, Gila y Tonto policromo, procedentes
posiblemente de las cuencas del Santa cruz y
del San pedro (Gallaga, 1997).
0 10 cm
Figura 3. ollas Trincheras lisa, variante 3. cerro de
Trincheras, Sonora.
256
La serie Trincheras, propiamente dicha, está
constituida por Trincheras lisa, Trincheras púr-
pura sobre rojo, Trincheras púrpura sobre café,
altar policroma, nogales policroma, delgada lisa
y delgada rojo sobre café. Éstas pertenecen al
tipo de las vajillas cafés del noroeste (“desierto
Brownware”, para otros autores) y son, en térmi-
nos generales, vasijas cafés/rojizas por enrollado
y raspado, dentro de las cuales las ollas, tecomates
y cuencos resultan las formas más comunes; los
tiestos discoidales también son frecuentes y no
existen figurillas cerámicas.
posterior a esta fase, el patrón de asenta-
miento en el espacio ocupado por la tradición
Trincheras cambia de manera dramática, ya que
los sitios declinan drásticamente en número y
variedad, lo que sugiere una modificación sus-
tantiva en la densidad de la población; la cultura
material se semeja de manera notable a la de la
papaguería, el valle de Tucson, el Santa cruz y
el San pedro, por lo que hemos propuesto que
esto representa el cambio a una tradición o’otam
protohistórica (mcGuire y Villalpando, 1993,
1998), cuyo rango geográfico y características
culturales son las mismas que encuentran los
españoles en su penetración a esta área.
Tradición coSTa cenTraL
La segunda tradición del sistema de desiertos
y planicies es la denominada costa central.
corresponde con el rango de residencia de los
grupos seris en el momento del contacto, con
campamentos estacionales establecidos desde
el área de desemboque hasta las inmediaciones
del puerto de Guaymas, ocupando las islas Tibu-
rón y San esteban (véase figura 1). a pesar de
tratarse de un conjunto de bandas de cazadores,
recolectores y pescadores de larga permanencia
en el área, incorporan la tecnología cerámica
dentro de sus elementos culturales, posiblemente
adoptada de los grupos yumanos, dando como
resultado una cerámica extremadamente fina,
dura y muy bien cocida, denominada Tiburón
 La cerámica de Sonora

0 5 cm

Figura 4. Fragmentos de pipas tubulares. cerro de Trincheras, Sonora.

lisa, que es llamada coloquialmente “cáscara de
huevo” (figura 5).
Poco sabemos hasta el momento sobre la
secuencia cronológica de esta tradición marcada
por una fase precerámica, con campamentos
localizados en las dunas costeras y en las costas
rocosas y sierras de las islas y tierra adentro. no
contamos con secuencias estratigráficas para
la costa central, por lo que Bowen (1976: 72)
ha propuesto que posiblemente hacia el 700-
800 d.c. adoptan la cerámica, cuya presencia
continúa en el área hasta el 1400 o 1800 d.c. La
clasificación de los materiales cerámicos en tipos
Tiburón liso o Seri histórico está basada exclu-
sivamente en la presencia o no de desgrasante
orgánico, considerando que la transición de un
tipo al otro fue gradual (Bowen, 1973: 53).
La correlación con la cerámica yumana pro-
puesta desde la década de los treinta (rogers,
1936, citado por Bowen, 1973: 69), se basó en la
presencia de ciertos elementos comunes. aun
cuando la semejanza es mayor con la de cualquier
otra tradición de Sonora, la técnica de manufac-
tura de la cerámica yumana se caracteriza por el
paleteado posterior al enrollado y no es común
el raspado de la vasija para adelgazarla, aunque
su dureza y color son similares. en la superficie
exterior de las vasijas yumanas las estriaciones
dejadas después del alisado tienden a ser hori-
zontales como si hubieran sido producidas por
un cepillo, mientras que en la cerámica Tiburón
Lisa se presentan verticales y oblicuas, ya que
son el resultado del raspado con una concha
(posiblemente Laevicardium). Las formas más
comunes son enormes tecomates, ollas y cuencos
(figura 6). ocasionalmente presentan diseños
geométricos, los cuales son muy simples, produ-
cidos mediante incisión o pintura (figura 7).
otros materiales cerámicos característicos
de la costa central son los tiestos trabajados, las
pipas tubulares y las figurillas.
Los tiestos trabajados a manera de discos tie-
nen en algunos casos perforación en el centro,
lo que ha propiciado que algunos autores los
tomen como malacates. Sin embargo, discos
similares aparecen asociados a las tecnologías
de elaboración de ornamentos de concha dentro
de los grupos del suroeste de estados unidos
(Victoria Vargas, comunicación personal, 1996),
y por información etnográfica del grupo étnico

257
 maría eLiSa ViLLaLpando canchoLa
comca’ac (Bowen, 1976: 73) se identifican como
fichas de juegos infantiles, particularmente los
perforados sin muescas laterales.
La perforación del centro podía hacerse antes
o después de formar el disco, pero siempre a
partir del lado cóncavo del tiesto. el diámetro de
los discos varía de 2.5 a 8.2 cm, con un promedio
de 5-6 cm; algunos tienen muescas en el borde,
y se han encontrado también tiestos Trincheras
con estas perforaciones en algunos sitios de la
costa central.
Las pipas elaboradas con arcillas similares a
la cerámica Tiburón lisa son todas tubulares. Las
similares a la cerámica Seri histórica son pipas de
cuenco. prácticamente todas las pipas tubulares
tienen diseños por incisión, están modeladas
y ahusadas después de haber sido formado el
cuerpo sólido, de tal manera que los diámetros
de ambos extremos son ligeramente diferentes.
en muchos casos la arcilla de un extremo se re-
movió estando aún húmeda. La decoración por
incisión es en ocasiones muy fina, aunque a veces
llega a ser gruesa produciendo una especie de
acanaladura. algunas están pulidas y sus dimen-
siones varían de 9.5 cm con 3 cm de diámetro, a
21 cm con 2.4 cm de diámetro
Las figurillas cerámicas de la costa central
han sido analizadas por moser y White (1968),
quienes las clasificaron en cinco tipos, más un
grupo de figurillas de doble cabeza y figurillas zo-
omorfas. estas figurillas se han encontrado tanto
en las dunas costeras como en campamentos a
Figura 5. cerámica Tiburón lisa, tecomates. costa
central, Sonora.
258
varios kilómetros de la costa, aunque con mayor
frecuencia entre Bahía kino y estero Tastiota
(moser y White, 1968: 133).
Tipo 1. Su característica distintiva es la com-
binación de una cabeza alargada triangular y
un extremo largo ahusado o cola (figura 8). Los
cuerpos varían de subrectangulares a irregulares
y algunos especímenes tienen la parte posterior
ligeramente cóncava. el pecho y los brazos pue-
den o no estar señalados y en ocasiones una línea
divide la porción superior del extremo ahusado.
este último representa generalmente la mitad de
la longitud total de la figurilla.
La decoración del torso puede ser por inci-
sión, punzonado o la combinación de ambas
técnicas. Los diseños son líneas horizontales o
verticales, onduladas, achurados y también el
resultado de la combinación de ellas. algunos
ejemplares tienen una perforación que atraviesa
la cara, la cual es claramente visible de perfil;
puede ser que represente los ojos o el septum
perforado, práctica descrita en tiempos colo-
niales. otras figurillas tienen líneas paralelas
incisas que se extienden horizontalmente por
el área de la cara.
La pasta es fina, semejante a la utilizada en la
cerámica Tiburón lisa, compacta y generalmente
sin inclusiones de arena u otros desgrasantes;
parecen cocidas a altas temperaturas. Sus dimen-
siones varían desde casi 4 hasta 25 cm.
Tipo 2. Son pequeñas figuras con extremida-
des inferiores cortas y burdamente modeladas, a
veces se les llama “figurillas sentadas”. La cabeza
es similar al tipo 1, pero la porción inferior es más
corta y las piernas están modeladas sin los pies,
aunque los glúteos están bien representados. en
las figurillas femeninas el pecho está modelado
con detalle, destacando los pezones; el sexo está
indicado por una incisión entre las piernas, en
algunas sólo sugerida y en otras de hasta 2 mm
de profundidad. La mayoría tienen una línea
en la cintura y el detalle general es superior a
los otros tipos.
La decoración consiste en diseños de dobles
líneas incisas y perforaciones que, a veces, rodean
el perímetro superior del torso. Sus dimensiones
 La cerámica de Sonora
Figura 6. ollas y cuencos Tiburón lisa. costa central, Sonora. Tomado de Bowen (1976).
varían desde 2 hasta más de 9 cm de largo, con
fragmentos que indican una longitud aún mayor.
La pasta es igual a la del tipo 1.
Tipo 3. Para moser y White son las más figuri-
llas estilizadas (personalmente me parece supe-
rior el tipo 1). están formadas por dos triángulos
equiláteros colocados uno encima del otro. La
cara posterior es plana y la superior frontal es
curva. Tienen una sección plana convexa y la
cabeza está representada por una prolongación
del triángulo superior. no se señalan los brazos
ni las piernas ni ningún rasgo anatómico. La
decoración aparece en la parte superior, que en
ocasiones está delimitada por una línea incisa.
La pasta es más gruesa y arenosa que los tipos
anteriores y fueron cocidas a una temperatura
baja, por lo que es posible que sean más tardías
que los tipos anteriores.
Tipo 4. Se distingue por un torso grueso con
una base bulbosa o plana que puede estar glo-
bulada para dar la apariencia de pies. Tienen
insinuada la cintura, aunque no tienen una línea
que la marque. La proyección bajo la cintura de
algunas de ellas puede representar embarazo, lo
que ocurre también en algunas de las figurillas
de los tipos anteriores. Ha sido sugerido por los
informantes comca’ac que la línea de la cintura
puede representar la banda que usan las mujeres
cuando están embarazadas.
La decoración es más común que en el tipo
3 e imita la técnica de la doble línea de los otros
259
tipos; aunque cada línea es un trazo individual,
predominan las líneas verticales y los achurados.
La pasta es generalmente gruesa y contiene
arena o mica como desgrasante, lo que permite
a Bowen (1976: 75) proponer que pueden ser
contemporáneas ala cerámica Seri histórica. La
cocción es a temperatura baja y los fragmentos
muestran un núcleo negro con el exterior rojizo.
el rango varía de 5 a más de 11 cm de largo y de
2.5 a 5 cm el diámetro de la base.
Tipo 5. Tiene como característica que las pier-
nas están representadas por bases ahusadas como
la del tipo 1. el torso tiende a ser más grueso y no
se conocen las características de la cabeza ni el
pecho por tenerse sólo ejemplares fragmentados.
La decoración por incisión es mediante la técnica
de la doble línea y achurados. algunas tienen la
línea que rodea la cintura. La pasta tiende a ser
más arenosa, pero las figurillas no son porosas
y fueron cocidas a una temperatura alta. no se
conocen sus dimensiones dado que no se cuenta
con ejemplares completos.
Figurillas de doble cabeza. moser y White (1968)
no las describen como tipo, pues sus caracte-
rísticas son similares al tipo 1; el rasgo que las
distingue es el torso circular y la doble cabeza.
La decoración frontal, un poco más sencilla,
está hecha con líneas y en el dorso posterior se
observan diseños de zigzag.
Las técnicas de decoración de las figurillas son
incisión, punzonado y pintura. La primera es la
 maría eLiSa ViLLaLpando canchoLa
Figura 7. cerámica Tiburón lisa, tecomates con
diseños pintados. Tomado de Bowen (1976).
Figura 8. Figurilla antropomorfa de la costa central,
Tipo 1 según clasificación de moser y White (1968),
tomada de manson (1961: 31).
260
más común con líneas dobles hechas de manera
simultánea, posiblemente con un palito, un bival-
vo parcialmente abierto o por un par de espinas
de cactáceas, o con un hueso pequeño. algunas
ancianas comca’ac recuerdan haber visto cuando
eran niñas decorar figurillas de barro con una
varita; todos los informantes coincidieron, en la
década de los setenta, que los diseños pueden
representar ropa.
Los diseños de las figurillas también pueden
corresponder con el tatuado de diseños corpo-
rales y faciales ampliamente documentados en
tiempos coloniales (Gilg, en 1692, véase dipeso
y matson, 1965, montané, 1996), actualmente
en uso como pintura facial en ocasiones cere-
moniales.
algunas figurillas han sido decoradas con
pintura roja, siguiendo el mismo patrón de di-
seños incisos; también se han encontrado otras
pintadas de amarillo y blanco, la decoración
de las últimas puede provenir del azul seri,
que al cocerse da el blanco característico, y el
amarillo parece proceder de los ocres de isla
San esteban.
Figurillas zoomorfas. Sólo han sido hallados
fragmentos de estas figurillas, aparentemente
representan animales marinos como tortugas y
lobos marinos. no se describen las características
de la pasta pero los autores no las consideran
recientes (moser y White, 1968: 143).
Tradición huaTaBampo
en el extremo sur de Sonora y norte de Sinaloa
encontramos la tradición huatabampo, con un
rango geográfico aproximado que comprende
desde el río mayo hasta el río Sinaloa (véase fi-
gura 1). en el norte de Sinaloa, hacia el año 1000
d.c., la tradición Guasave remplaza a huatabam-
po, y no conocemos de manera precisa qué es lo
que sucede en los valles de las planicies aluviales
costeras desde ese tiempo hasta la llegada de los
españoles al área.
La tradición huatabampo es una tradición
local que emerge de una fase San pedro, con
 La cerámica de Sonora
un patrón de asentamiento en la planicie del
río mayo de tipo “ranchería” que, a principios
de nuestra era consistía en pequeñas aldeas
agrícolas que cultivaban el maíz en los meandros
y la vega, las estructuras habitacionales eran de
bajareque o posiblemente de adobe, y realizaban
además actividades de recolección de moluscos
y pesca en las cercanías de los esteros, así como
de caza y recolección en los bosques bajos y el
somontano.
esta tradición arqueológica se caracteriza
por un horizonte cerámico (representado por
Huatabampo café y Venadito café) que se desa-
rrolla aproximadamente entre el 200 a.c. y 200
d.c., seguido poco después por la aparición de
cerámicas rojas (Huatabampo roja), como pa-
rece ser el patrón seguido por los grupos de los
dos sistemas prehispánicos sonorenses, algunos
grupos mogollón y Hohokam (carpenter, 1996:
198). estas cerámicas se asocian con una tradi-
ción mayor llamada “Sonorense de cerámicas
cafés”, que ha sido considerada como parte de
un amplio complejo mogollon (Braniff, 1992:
105; Pailes, 1976: 145-154; mcGuire y Villalpan-
do, 1991: 33-34).
Hacia el 700 d.c., con la consolidación de la
práctica agrícola, la tradición Huatabampo se
integra a nivel regional con las otras tradiciones
de los dos sistemas propuestos; participan del
intercambio de bienes tanto al norte como hacia
el sur: turquesa, figurillas y otros elementos no
locales se encuentran en los sitios Huatabampo,
posiblemente intercambiados por la concha tra-
bajada del golfo de california, con técnicas de
elaboración similares a las de los brazaletes de la
tradición Trincheras. Se ha propuesto que esta
área pudo ser abastecedora de los grupos casas
Grandes del periodo Viejo y tener relaciones con
grupos del sur de Sinaloa, chametla y amapa en
nayarit (álvarez, 1991: 47).
Por fechas de radiocarbón reportadas del
sitio machomoncobe (excavado por ana maría
álvarez en la década de los ochenta, álvarez
1981, 1990, 1991) permiten proponer –con las
reservas de una cronología basada en pocas
fechas– una ocupación de casi mil años, con
261
rangos máximos representados entre 200 a.c.
y 900 d.c. (álvarez, 1990: 93). el complejo de
cerámicas rojas Huatabampo se relaciona con
las cerámicas rojas de Guasave y con cuchujaqui
rojo de la tradición río Sonora en el somontano
sur sonorense, existe además una relación entre
las cerámicas Huatabampo café y Venadito café
del horizonte de cerámicas cafés tempranas
(álvarez, 1982: 242).
es en este sentido que la ocupación Guasave
del norte de Sinaloa constituiría la continuación
de la secuencia Huatabampo, asentada más hacia
el sur debido a la necesidad de un desplazamien-
to geográfico como consecuencia de un régimen
de mayor precipitación pluvial que forzó esta
movilidad hacia el 1000 d.c., debido a las conti-
nuas inundaciones del río mayo. Las cerámicas
del área central de Sinaloa se han asociado con
el Tradición aztatlán, lo que refleja fuertes lazos
con las tradiciones del occidente de méxico;
hacían cerámica policroma, figurillas elaboradas,
navajillas prismáticas y núcleos poliédricos, me-
tates trípodes, malacates bicónicos y abundantes
artefactos en cobre.
antes de las investigaciones de álvarez en el
sitio machomoncobe, fue ekholm (1947) quien
caracterizó la cerámica de la tradición Huata-
bampo, denominándola Huatabampo rojo por
tratarse de vasijas con engobe rojo y superficie
exterior pulida, con una pasta de muy buena
calidad, con formas de botellones de “cuello
hinchado”, de cuello de chimenea, cuencos he-
misféricos y cuencos con bordes orlados (álvarez,
1990: 48-49).
La cerámica Huatabampo rojo, analizada por
álvarez (1990), presenta una pasta fina de color
café a café rojizo, con inclusiones de cuarzo, fel-
despados y ferromagnesianos, hematita y peque-
ñas porciones de rocas volcánicas, mica y arenas
como desgrasantes. La técnica de elaboración fue
por moldeado y enrollado, la primera posible-
mente utilizada para hacer los cuerpos globulares
de los botellones; formaban dos mitades que se
pegaban por pastillaje, lo cual se evidencia en
el interior de las vasijas en concordancia con la
línea de fractura; esta técnica se usó también en
 maría eLiSa ViLLaLpando canchoLa
la elaboración de algunos cuencos. el enrollado
se utilizó preferentemente para la manufactura
de ollas y cuencos, sin excluir la posibilidad de
que ambas técnicas se usaran en una misma
vasija. La cocción fue con mayor frecuencia por
oxidación. el interior de las vasijas fabricadas por
enrollado muestra evidencias de un raspado con
concha, algunas superficies exteriores también
tienen estas características, lo cual podría indicar
un tipo de ornamentación.
Los botellones son de cuerpo globular con
boca angosta: fitomorfos (“de cuello hincha-
do”, según ekholm, 1942: 75), de cuello “de
chimenea”, cantimploras o patojos y de forma
excéntrica. Todos tienen la base cóncava, por lo
tanto es factible que hallan sido utilizados como
vasijas adecuadas para el transporte de líquidos
durante desplazamientos (Álvarez, 1991: 48)
(figura 9).
Los cuencos (figura 10 b) se presentan en
cuatro variantes: cóncavos, con paredes rectas
(cajetes), de silueta compuesta y con bordes
salientes. La mayoría son piezas de color café y
sólo algunos de color rojo, la pasta es gruesa y el
acabado de superficie burdo presenta en ocasio-
nes evidencias de exposición al fuego.
Las ollas (figura 10 a) son vasijas más grandes
con borde saliente, cuya proporción entre altura
y diámetro de la boca es constante.
Las figurillas antropomorfas tienen cinco esti-
los diferentes. ekholm (1939: 10) las asoció esti-
lísticamente con figurillas hohokam de arizona;
sin embargo, Álvarez (1991: 51) encuentra que
el parecido no es muy evidente, excepto por los
ojos “grano de café”, que son de difusión amplia;
en general, el conjunto del sitio machomoncobe
tiene mayores similitudes con los tipos de Sina-
loa. Los tipos locales son a, d y e, mientras que
los foráneos son B y c.
Tipo A. están elaboradas por modelado y
pastillaje, son sólidas. La pasta es muy similar
a la de las vasijas huatabampo rojo, aunque el
núcleo es de color oscuro. Los rasgos de la cara
son ojos tipo “grano de café”, nariz pronunciada,
boca señalada por un orificio pequeño, lóbulos
de las orejas adosados y con perforaciones com-
262
pletas, en ocasiones las cejas están marcadas por
pastillaje, así como los orificios nasales. Tienen
el tórax hundido y los brazos realzados están
fusionados a los costados del cuerpo. están mar-
cados los senos, la cintura y el sexo; el ombligo
es una perforación, tienen piernas y pies y una
de ellas está sedente (figura 11 a); no hay rasgos
distintivos en la espalda. La altura promedio es
de 40 cm.
Tipo D. está elaborada por modelado y pas-
tillaje, presenta brazos muy delgados y pegados
al cuerpo; los atributos femeninos están muy
marcados, la pasta es local y el acabado de super-
ficie de la figurilla es por alisado, no se encontró
completa (figura 11 b)
Tipo E. Se trata posiblemente de una vasija
efigie, pero dado el estado de fragmentación
en el que fue hallado no se sabe con seguridad.
el cuerpo y la cara fueron elaborados sobre la
curvatura de una vasija de paredes muy gruesas
y forma cilíndrica. Tiene ojos en forma de protu-
berancias alargadas y ranuradas, las orejas están
resaltadas y los lóbulos parcialmente perforados,
la boca está señalada por una ranura. La cabeza
está separada del cuerpo por una línea, al igual
que los brazos que terminan en manos, con de-
dos señalados por punciones; el ombligo es un
orificio. La pasta es muy gruesa y cocida a baja
temperatura, el acabado exterior es por alisado
fino. es posible que sea una manufactura local,
aunque la forma no es muy característica.
Tipo B. es un tipo foráneo, semejante al de
las de Tierra del padre del periodo chametla
temprano y fase Gavilán de amapa en nayarit.
es una figurilla hueca por modelado, con rasgos
faciales apenas evidentes, la nariz es apenas una
pequeña protuberancia, la cabeza es de forma
elíptica con una línea incisa ancha que separa
la cara de un posible tocado. es una figurilla
sedente que no tiene diferenciados los brazos
ni otras partes del cuerpo con claridad. en la
superficie se distinguen restos de engobe naranja
con círculos rojos a la altura de los pómulos. La
pasta es diferente de las cerámicas locales.
Tipo C. es una figurilla hueca con el cuerpo
modelado y cara moldeada; la cabeza tiene forma
 La cerámica de Sonora
Figura 9. Botellones Huatabampo rojo. Tomado
de álvarez (1991: 48).
elíptica y ojos como protuberancias alargadas y
ranuradas, la nariz está marcada mediante una
línea realzada que nace en la frente y presenta
perforación del tabique nasal. Los pómulos
también son protuberancias y los lóbulos de
las orejas están perforados. Pareciera tener
una máscara. dos líneas realzadas en el tórax
a la altura del esternón simulan clavículas, los
brazos están separados del cuerpo y los senos
aparecen apenas señalados por pastillaje. en la
cabeza existe una abertura circular, por lo que
pudiera tratarse de un contenedor. La pasta es
de color naranja y el acabado exterior es alisado
fino, en el interior burdo se observan huellas de
enrollado. Se ha considerado un tipo foráneo
(álvarez, 1990: 53).
no se encontraron tiestos trabajados y el
conjunto de materiales cerámicos locales no
permite hasta ahora una separación cronológica
más detallada, a pesar de las diferencias en las
263
técnicas de manufactura por moldeado, modela-
do y pastillaje. Pailes (1972, 1976a) y carpenter
(1996: 194) consideran que Huatabampo café
corresponde a un horizonte cultural incial previo
al desarrollo de cerámicas con engobe rojo puli-
do, con alisado interior con concha, cerámicas
que aparecen también en los niveles inferiores
del montículo funerario “el ombligo en la labor”,
excavado por ekholm en la década de los treinta
(ekholm, 1947), y cuyos materiales fueron reana-
lizados por carpenter (1996), para él se trata de
un desarrollo local que incorpora elementos del
complejo aztatlán, referido como un conjunto
de rasgos materiales caracterizados por cerámicas
rojas sobre crema y cerámicas policromas, pipas
de cuenco, máscaras de barro, malacates mode-
lados y objetos de cobre. este tipo puede ligarse
con una amplia tradición cerámica del noroeste y
occidente de méxico que incluye nayarit, Jalisco,
el oeste de michoacán y colima.
La amplia distribución de estos rasgos, au-
nada a la gran variabilidad de otros elementos
culturales como la arquitectura, patrones de
asentamiento, costumbres funerarias, sugiere
que el complejo aztatlán no refleja un solo grupo
uniforme sino, más bien, representa un estilo de
horizonte artístico y posiblemente una esfera de
interacción (carpenter, 1996: 212).
el segundo sistema de interacción del espacio
prehispánico sonorense está constituido por
a
b
Figura 10. a: ollas Huatabampo rojo. b: cuencos
Huatabampo rojo. Tomado de álvarez (1991).
 maría eLiSa ViLLaLpando canchoLa
b todos los ríos importantes sonorenses, formando
0 3 cm
a el desierto de chihuahua y la región serrana de
0 20 cm
Figura 11. Figurillas antropomorfas de la tradición
huatabampo, a: Tipo a; b: Tipo d, según Álvarez
(1991).
lo que he denominado sistema de las sierras y
valles, y comprende la tradición río Sonora y
una porción considerable de la tradición casas
Grandes, en el noreste de Sonora.
Las tradiciones cerámicas también parecen
haber surgido de una fase San pedro del arcaico
cochise. estos conjuntos de la fase San pedro
han sido tentativamente identificados en un
amplio rango de distribución hacia ambos lados
de la Sierra madre occidental, desde el sur de
durango hasta el sur de arizona y nuevo méxico.
presumiblemente reflejan un origen común de
horticultores de maíz que dieron paso a otras
tradiciones –en las sierras y valles intermonta-
nos– caracterizadas por una cerámica café de
acabado texturizado, con patrones de incisión,
rayado, escobillado, punzado y corrugado.
Tradición caSaS GrandeS
La tradición casas Grandes de chihuahua está
presente en la vertiente noroeste de la Sierra ma-
dre, que ha sido denominada por varios autores
264
como la Serrana Sonorense (Braniff, 1976: 12;
1991: 53; “Sierra norteña” para dipeso, 1978: 3) y
comprende una topografía compleja de serranías
que corren de norte a sur aumentando en altura
y complejidad hacia el oriente, donde nacen
cuencas y valles pequeños. para Braniff, incluye la
región de sierras y valles que se distinguen desde
el río San miguel hacia el oriente, para unirse
a la serrana chihuahuense, hasta el límite con
nuevo méxico.
en este sentido, no considera que exista pro-
piamente una tradición río Sonora, sino que
toda la Serrana puede ser incorporada a una
esfera periférica de interacción de casas Grandes
(Braniff, 1985, i: 317; 1991: 53).
otros autores (Álvarez, 1985; carpenter, 1996;
mcGuire y Villalpando, 1989) hemos considera-
do la existencia de elementos que nos permiten
asumir ese espacio dentro de una tradición
cultural diferente a la de casas Grandes, por lo
que preferimos tratarlas de manera separada,
pero aunque aceptamos que falta todavía mucha
investigación para clarificar este debate, pues aun
en “casas Grandes periférico” (amasen, 1928)
parece existir un desarrollo local de cerámicas
tempranas que es incorporado a paquimé en
cierto momento de su desarrollo.
es así que en el alto Bavispe, Bacerac, hua-
chinera, huásabas, Bacadehuachi y río Sonora
se ubicaría la porción sonorense de la tradición
casas Grandes. es el área de las casas en acanti-
lado, con estructuras habitacionales de cuartos
cuadrangulares, puertas en “T”, graneros y una
profusión de cerámicas decoradas, un patrón de
asentamiento que permite considerar estos sitios
dentro del Sistema regional de paquimé. Las ce-
rámicas de casas Grandes presentes en la Serrana
sonorense en los sitios San José Baviacora y ojo de
agua son: ramos policromo, carretas policromo,
dublan policromo, huérigos policroma, playas
rojo, ramos negro (Braniff, 1985: 150, 157).
es una zona muy poco estudiada, aunque va-
rias investigaciones están por iniciarse (Bagwell,
2000; magariños y antona, 2000).
 La cerámica de Sonora

Figura 12. cerámicas texturizadas de la tradición Serrana/río Sonora. Tomado de Braniff (1992, t . 2).
Superior, de izquierda a derecha: ojo de agua corrugado simple, inciso esgrafiado, escobillado simple.
inferior, de izquierda a derecha: ojo de agua inciso esgrafiado indentado,
ojo de agua punzonado, ojo de agua inciso y punzonado.

Para di Peso (1978: 9), el margen suroccidental
de Paquimé estaría conformado por la intersec-
ción del río aros al unirse con el alto Yaqui. Su
desarrollo cultural tiene un horizonte cerámico
inicial de clara semejanza mogollón, las fases cro-
nológicas y las cerámicas están descritas en el apar-
tado de las cerámicas de chihuahua, por lo que
no se duplica aquí esta información; sin embargo,
los reconocimientos de superficie más recientes
(inah-Procede, carpenter, comunicación perso-
nal, 1996), nos sugieren que el valle de carretas
parece integrar una región con características
propias que requiere más investigaciones.
Tradición Serrana o deL río Sonora
amsden (1928) consideró que existía una
“cultura del río Sonora” en función de una
arquitectura y cerámica específica, que se exten-
día por el río Sonora hasta el somontano bajo,
mientras que en los valles del noreste sonorense
–huachineras, Bavispe, Bacerac y Bacadehua-
chi– estaría representada la que él llamó “cultura
Periférica de casas Grandes”.
esta tradición Serrana (véase figura 1) se
ubica en las sierras y valles interfluviales al este
de la Sierra madre occidental, desde el río
Fuerte hasta el Bavispe. el valle del río Sonora,
y en especial los sitios San José Baviacora y Las
delicias son los más investigados (Braniff, 1991:
57; doolittle, 1984, 1988). Los límites sureños
de la Serrana se extienden por el sur de Sonora
hasta el norte de Sinaloa, donde según Pailes
(1972: 390-391,1993a: 87) gradualmente daban
paso a la tradición Tacuichamona.
como las tradiciones anteriormente descritas,
la Serrana se desarrolló sobre una base agrícola
en gran medida complementada con recursos
de caza y recolección, y con un patrón de asen-
tamientos dispersos en las terrazas bajas de los
cauces fluviales.

265
 maría eLiSa ViLLaLpando canchoLa
pailes (1980) ha propuesto una secuencia
de cuatro periodos para esta tradición, después
de que los asentamientos se desplazaron a las
terrazas intermedias de los valles y construyeron
estructuras habitacionales de casas en foso con
un patrón lineal al curso de los ríos (entre el 100
y 1100 d.c.). en el periodo 1 (1080-1200 d.c.)
proliferan las aldeas de pequeñas casas en foso
con cerámicas cafés incisas y del tipo playas rojo.
en el periodo 2 (1200 d.c. hasta el inicio del 1300
d.c.) declinó la importancia de las casas semi-
subterráneas, aumentando el número de sitios
y el tamaño de los asentamientos que se fueron
desarrollando gradualmente hasta el surgimien-
to de sitios mucho más grandes dependientes,
al parecer, de aldeas intermedias. La tendencia
general de ambos periodos parece orientarse
hacia el desarrollo de asentamientos más grandes
y numerosos, tendencia que culmina durante el
periodo 3, que posiblemente data de los siglos
xiV y xV, cuando surgen comunidades de aldeas
múltiples con un asentamiento central y aldeas
menores.
aunado a esta jerarquización de los asen-
tamientos, en los sitios más grandes fueron
levantadas estructuras cuyo uso definitivamente
no era el habitacional doméstico. La actividad
agrícola se volvió más compleja, pues se desa-
rrollaron elaboradas técnicas de contención del
suelo cultivable y canalización; lo que motivó
la creación de otro tipo de estructuras habita-
cionales en superficie. existen evidencias de
un incremento en el intercambio de cerámicas
decoradas de casas Grandes, concha y cascabeles
de cobre. este periodo ocurrió durante el auge
de casas Grandes y no como consecuencia de un
desplazamiento de la población por abandono
del sitio paquimé, en chihuahua.
el periodo 4 propuesto por pailes (1980) es
una continuación del anterior y data de finales
del siglo xV hasta el contacto europeo, conside-
rando que los grupos ópatas, que en el siglo xVii
encuentran los jesuitas asentados en el área, son
los descendientes de esta tradición Serrana.
Las investigaciones recientes en el valle de Ba-
vispe (douglas y Quijada, 2000) establecen que
266
en el valle existen evidencias de una larga ocu-
pación cerámica que dividen en tres periodos.
el periodo Temprano (500 a.c.-1000 d.c.) está
caracterizado por ocupaciones en el borde de
la planicie de inundación; no se observan restos
de casas en superficie; son escasos los metates y
existe un poco de obsidiana entre los materiales
líticos; son sitios con cerámica lisa roja, siendo
más frecuentes los tipos incisos y punzonados.
el periodo medio (1000-1200 d.c., que corres-
ponde al periodo 1 de pailes) se caracteriza en
el valle de Bavispe por sitios localizados algunas
veces en lugares estratégicos; se encuentran los
primeros cuartos en superficie y algunas casas en
acantilados. existe un uso limitado de cerámicas
rojas sobre café similares a las del periodo Viejo
de casas Grandes y un mayor uso de cerámicas
cafés incisas.
Los sitios del periodo Tardío (1200-1500 d.c.,
periodos 2 y 3 de pailes) son asentamientos loca-
lizados en la primer terraza del río, con cimien-
tos o alineamientos de piedras en la superficie.
existe un uso intensivo de la cerámica policroma
de casas Grandes, especialmente de los tipos
carretas policromo y huérigos policromo. Los
sitios de este periodo tienen una tendencia a
congregarse; el patrón de asentamiento aumenta
en número de sitios y es muy probable que estas
aldeas prehispánicas incrementaran también
la producción de alimentos y el intercambio,
fenómeno que prevalece en toda la Serrana. en
opinión de douglas y Quijada (2000: 6): “el valle
de Bavispe parece haber tenido una considerable
y compleja ocupación prehispánica tardía, que
difirió en los detalles de las formas arquitectó-
nicas, el patrón de asentamiento y los conjuntos
cerámicos, con las áreas circunvecinas”.
Las investigaciones de Braniff (1985: 152-153)
en el sitio ojo de agua, le permitieron definir los
tipos ojo de agua, con la presencia de cerámicas
texturizadas externamente (corrugadas, incisas
y punzonadas, figura 12), así como otras “escobi-
lladas” similares a las cerámicas mogollón. el tipo
playas rojo texturizado de la Serrana es similar a
los tipos punzonados y esgrafiados, sólo que de
color rojo, con secciones de las vasijas mate en
 La cerámica de Sonora
donde se localiza el texturizado, y el resto de la
vasija bruñida para avivar el color. Éste es un tipo
de la Serrana alta y no se encuentra en la región
de álamos-cuchujaqui (Serrana meridional). Las
cerámicas policromas de casas Grandes están
representadas por carretas, ramos, Baviacora,
Huérigos y Villa ahumada; las dos primeras son
las que se encuentran en un mayor porcentaje.
otras intrusivas son los tipos considerados tardíos
en el suroeste, como Babocomari policromo,
cloverdale, Gila policromo, Tanque Verde rojo
sobre café, Tucson rojo sobre café, Tularosa
blanco sobre negro y dragoon rojo sobre café,
estos últimos de nuevo méxico.
en San José Baviacora son características las
vasijas texturizadas, con una gran presencia de
policromos de casas Grandes: carretas, ramos,
Baviacora, Huérigos, dublan y Villa ahumada,
siendo los tres primeros los más representados,
con una presencia muy baja de Gila y Santa cruz
policromo y tiestos decorados de la tradición
Trincheras.
Los análisis de las muestras petrográficas
hechos por Gallaga (1997: 119-120) indican
que el tipo ramos policromo de estos sitios está
manufacturado en varios lugares, a diferencia
de Baviacora policromo, lo que permite concluir
que provienen del mismo lugar, aunque diferen-
te de las muestras petrográficas del mismo tipo
provenientes de cerro de Trincheras, mientras
que las muestras de carretas policromo de todos
los sitios analizados presentan un patrón similar
de las pastas, lo que sugiere que fueron elabora-
dos en una misma área.
en cuanto al sitio ranchito, sobre el río San
miguel, en la porción media de la Serrana, Bra-
niff (1985, i: 251-252) describe una cerámica lisa
(ranchito lisa), con ollas, tecomates y tiestos dis-
coidales entre las formas más comunes. algunas
de estas vasijas tienen “estucados” en el fondo y
por fuera de las ollas, que no es sino una capa de
lodo agregado, similar a ciertas vasijas culinarias
de la Papaguería.
otros tipos descritos para este sitio son
ranchito escobillado interno, con marcas muy
similares a las cerámicas de la serie Trincheras y
267
ranchito escobillado externo, que tiene marcas
en la superficie exterior y a veces también en la
interior de cuencos y platos profundos, en una
correspondencia con las cerámicas texturizadas
de la Serrana. La cerámica decorada es tanto
Trincheras púrpura sobre café como púrpura
sobre rojo en sus variedades especular y no es-
pecular, Trincheras policromo (altar policromo,
según mcGuire y Villalpando, 1993: 39), nogales
policromo, Playas rojo y rojo sobre bayo, lo que
ha permitido postular a Braniff que el río San
miguel fue la frontera entre la Serrana y la tra-
dición Trincheras.
La cerámica de la tradición Serrana o del río
Sonora meridional se caracteriza, como ha sido
señalado, por un horizonte temprano de cerá-
micas cafés lisas, seguida poco tiempo después
por la aparición de cerámicas rojas, con una
predilección por los tipos corrugados, incisos y
texturizados.
La cronología de la porción meridional de la
tradición Serrana se ha basado en ocho fechas de
radiocarbón, dos de hidratación de obsidiana y la
presencia de las cerámicas intrusivas de Sinaloa
(Pailes, 1972: 329). en esta región, Pailes (1993a:
82) identificó dos complejos culturales arqueoló-
gicos: del somontano alto y del somontano bajo
(regiones altas y bajas de la Serrana sonorense),
cada uno de ellos dividido en dos fases.
La fase Batacosa es común en ambos comple-
jos e inicia aproximadamente hacia el 250 d.c. Se
caracteriza por pequeños asentamientos de fami-
lias extensas. en el somontano bajo, a lo largo del
arroyo cuchujaqui, el patrón prevaleciente es de
sitios dispersos alineados al curso del arroyo. en
el somontano alto los sitios de igual categoría se
distribuyen ampliamente (de manera dispersa)
por los valles. no hay evidencias de estructuras
habitacionales por lo que se ha sugerido que se
trata de construcciones con materiales perecede-
ros. característica de esta fase es una cerámica
café relativamente burda (Batacosa café), con
ligeras variantes de sitio a sitio.
es posible que exista una manifestación
cultural anterior a Batacosa caracterizada por
la presencia de una cerámica denominada Ve-
 maría eLiSa ViLLaLpando canchoLa
nadito café, que comparte con Batacosa café
las características de pasta y desgrasante y, con
huatabampo café, el tratamiento de superficie
exterior pulida y el uso de la concha para el
adelgazamiento de las paredes de la vasija (pailes,
1993a: 84), es también similar a las series alma
de las cerámicas cafés de mogollón.
después de esta fase, hacia el 700 d.c. existe
una diferencia marcada entre el somontano alto
y bajo. en el primero, aunque continúa el mismo
patrón de asentamiento de sencillas comunidades
agrícolas a lo largo de los arroyos, con relaciones
hacia el sur y el oeste con grupos de la costa y
cerámica Batacosa café, se agrega una cerámica
roja (cuchujaqui roja), brazaletes en concha,
“manos” para usarse con ambas manos, metates
de cuenco poco profundo y acanalado ancho,
así como objetos de pizarra y algunos tiestos de
cerámicas más sureñas Guasave rojo sobre bayo,
navolato policromo y posiblemente Lolandis rojo
sobre bayo, manos de extremos colgantes, meta-
tes planos, malacates cónicos y modelados.
La cerámica cuchujaqui rojo tiene la superfi-
cie interior alisada con el borde de una concha y
una delgada capa de engobe rojo en el exterior,
la pasta, desgrasante, cocimiento y tratamiento
superficial son diferentes de Batacosa café y son
similares a huatabampo café.
pailes opina (1993a) que las fases Batacosa y
cuchujaqui representan una misma población
con diferencias menores debido al contacto con
grupos huatabampo de la planicie costera.
en el somontano alto del sur de Sonora, la
fase Batacosa termina con la presencia de un
complejo de rasgos que sugieren la intrusión de
una nueva población. en la fase Los camotes
(700 d.c. circa 1250/1300 d.c.) los sitios se loca-
lizan en lugares de acceso difícil, sobre las cimas
de los cerros o en terrazas de las laderas altas de
las serranías. Los elementos arquitectónicos son
estructuras aisladas rectangulares de piedras con
mampostería burda, de uno o dos cuartos, con
muros de hasta 2 m de alto y puertas rectangula-
res en el muro. aunque el patrón que prevalece
es de estructuras separadas por varios metros,
también se han encontrado conjuntos de estruc-
268
turas continuas. Los materiales asociados son
metates de cuenco poco profundo, manos para
usarse con las dos manos y manos de extremos
colgantes, hachas de tres cuartos de garganta y
puntas de proyectil.
aunque permanece constante la presencia
de cerámica Batacosa café, la cerámica carac-
terística es una loza café decorada con diseños
geométricos incisos en el exterior de las vasijas
(Los camotes inciso). La decoración comprende
líneas diagonales entrecruzadas, distribuidas al-
rededor de la vasija en una franja entre el borde
y el cuello de las ollas; en ocasiones los paneles
están separados por áreas sin decoración.
La fase San Bernardo (circa 1250/1300 d.c.
al contacto) continúa después de Los camotes,
aunque no existe un fechamiento preciso. Los si-
tios disminuyen en número, pero son de mayores
dimensiones y se localizan en el fondo de los va-
lles; su gran tamaño evidencia una concentración
de la población. Los materiales arqueológicos
son abundantes y de gran variedad, metates y
manos, hachas de garganta completa, azadas, en-
derezadores de flechas con diseños geométricos
grabados y pipas de cuenco.
además de la cerámica Batacosa café existen
otros tres tipos: San Bernardo inciso con deco-
ración de un patrón de achurado complejo, de
espigas, rombos y grecas asimétricas eslabonadas,
siendo las zonas sin decoración menos frecuentes
que en Los camotes inciso; San Bernardo punzo-
nado inciso que muestra una técnica de paneles
punzonados cercanos al borde de las vasijas y
San Bernardo corrugado con texturización de la
superficie que varía desde el aplanado sencillo
del enrollado, como técnica decorativa, hasta
el pellizcado y volteado del rollo con los dedos
(muy similares a las cerámicas mogollon alma
neckbanded). otros materiales cerámicos pre-
sentes en los sitios de esta fase son los malacates
cónicos modelados y sellos cilíndricos. Los tipos
foráneos incluyen: Tacuichamona policromo,
navolato policromo, Guasave rojo sobre bayo y
varios chihuahuenses.
La tradición río Sonora ha sido motivo de
diversos debates, no sólo por ser considerada
 La cerámica de Sonora
por algunos autores como la manifestación casas
Grandes de la Serrana sonorense, sino porque ha
sido propuesta la existencia de una serie de “pe-
queños estados” (ref., 1981; riley, 1987) durante
el periodo prehispánico tardío. estos autores han
basado sus inferencias en los recuentos españoles
tempranos que señalan la existencia de pueblos
de entre 800 y 3 000 casas, ejércitos de más de
10 000 efectivos, fortificaciones en las partes altas
y caciques ricamente ataviados y acompañados
de grandes séquitos.
Sin embargo, estas inferencias no se sustentan
en datos arqueológicos sino en la lectura acrítica
de ciertas fuentes coloniales, ya que las evidencias
arquitectónicas de la tradición río Sonora no son
particularmente grandes, elaboradas o numero-
sas si se comparan con otros sitios del noroeste
de méxico (mcGuire y Villalpando, 1989: 171),
donde asentamientos similares nunca han sido
descritos con estos niveles de complejidad.
concLuSión
Para finalizar, podemos señalar que las cerámicas
de la Serrana o tradición río Sonora, presentan
una diferencia básica con las del sistema de inte-
racción de los desiertos y planicies. Si bien todas
pueden considerarse dentro de las vajillas cafés
sonorenses, el acabado de la superficie difiere
notablemente, ya que predominan los texturiza-
dos en las vajillas monocromas de la Serrana. esto
nos permite sugerir poblaciones culturalmente
diferentes que reciben cerámicas de intercambio
y una influencia más directa del sistema regional
de Paquimé, estableciendo también relaciones
con sus vecinos norteños.
Las cerámicas Trincheras vendrían a represen-
tar la serie más norteña de las vajillas del desierto
y las planicies, con sus acabados pulidos o bruñi-
dos cuya manufactura por enrollado y raspado
presenta marcas interiores no desvanecidas; las
cerámicas de la costa central, aunque más finas
que las anteriores, comparten semejanzas con
las series Trincheras tanto en el color como en la
forma y las características de las pastas, al igual que
269
las cerámicas del sur de Sonora, donde las marcas
de alisado interior con concha están presentes
además de las superficies rojas o cafés bruñidas.
Las relaciones de intercambio entre ambos
sistemas y con las culturas prehispánicas al este
de la Sierra madre occidental y allende el Bravo,
sugeridas en los primeros siglos de nuestra era,
son más evidentes durante el periodo prehispá-
nico tardío, después del 1300 d.c.
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 Secuencia cerámica de la región del río
candelaria. eStudio preliminar
localización
en las fuentes históricas se citan para la chon-
talpa, por lo menos a tres provincias: tabasco,
Xicalango y acalan. trataremos esta última en
particular y haremos énfasis en el tigre ya que,
pensamos, era la cabecera o capital y por lo tanto
el itzamkanac de las fuentes. Se conocen más de
70 pueblos descritos en los Papeles de Paxbolon
Maldonado, y se tienen localizados unos 150 sitios
arqueológicos en la región, lo que nos permite
pensar en una provincia importante con su ca-
becera y pueblos aledaños (figura 1).
en efecto, a partir de los reconocimientos
de superficie regional y del análisis de los sitios
arqueológicos se ha planteado la posibilidad de
estudiar el problema de la organización político
territorial de la región de acalan, ya que ese
conocimiento nos permitirá comprender no
solamente la estructura política y su organización
social, sino establecer las relaciones internas que
se dieron entre los pobladores.
el sitio arqueológico el tigre ha sido identi-
ficado por diversos autores (piña chan y pavón
abreu, 1959; Scholes y roys, 1968), como el itza-
mkanac de las fuentes históricas. Se localiza en el
suroeste del estado de campeche en el municipio
de candelaria, en el ejido pablo garcía, a 40 km
* instituto de investigaciones antropológicas unam.
273
Ernesto Vargas Pacheco*
Angélica Delgado Salgado*
del poblado de candelaria; sus coordenadas son
18°8’ de latitud norte y 90°50’ longitud oeste.
el sitio se ubica en la margen izquierda del río
sobre un lomerío natural que no excede los 100
msnm. es una zona de colinas bajas que en otra
época correspondió a una selva subperennifolia y
que actualmente es un área de pastizales debido a
la deforestación, aunque tanto hacia el este como
hacia el oeste se conserva parte de selva con la
fauna característica de la región.
las principales estructuras del sitio se localizan
dentro de los terrenos del ejido pablo garcía, y se
extienden por varios kilómetros. Hacia el este y el
oeste hay otros conjuntos de grandes dimensio-
nes, de modo que la ocupación se extiende por
lo menos a dos o tres kilómetros más.
a lo largo de la orilla del río candelaria se
hallan gran cantidad de restos arqueológicos,
lo que indica la importancia del comercio en el
lugar. Se compone por una serie de plataformas
construidas que se distribuyen sobre las márge-
nes del río y están encima de grandes afloramien-
tos que se elevan hasta 20 m, dominando una
vasta extensión del río. Hacia esa misma parte
las estructuras presentan grandes dimensiones,
reflejando de esa manera la importancia tanto
comercial como administrativa del sitio. al oeste,
encontramos estructuras de menor tamaño, y
que probablemente controlaban el tránsito del
río hacia el interior del sitio.
 erneSto VargaS pacheco y angélica delgado Salgado
Santo domingo
estado de México
n
Figura 1. Mapa de la región.
en 1984 se llevaron acabo varias exploraciones
en el sitio arqueológico el tigre y una de éstas
se concentró en la estructura habitacional de la
escuela, la estructura 1 y 2, así llamadas en los
trabajos de campo. éstas arrojaron información
muy importante, ya que se desconocía casi por
completo la arquitectura, la cerámica y demás
materiales arqueológicos de la región.
el material descubierto tras la excavación fue
cerámica, lítica, concha, hueso y estuco, los cua-
les permanecieron almacenados por más de diez
años en el centro regional de campeche, motivo
por el cual estaba revuelto, muy fragmentado y
no se pudo recuperar en su totalidad. Fue hasta
abril de 1997 cuando se decidió llevar a cabo el
análisis de la cerámica. el trabajo consistió en de-
finir los tipo-variedad que pudieran identificarse
para, de esta manera, tener un panorama general
de la cronología de las estructuras exploradas,
274
cerro de los
el Muertos
tigre
San Miguel
la laguna
c.e.M. UnaM
Sitio: cuenca del río candelaria
escala: 1:50.000
levantó: ochoa-Vargas
por medio de la comparación de los tipos cerá-
micos identificados en el sitio.
en esta oportunidad presentamos el análisis
preliminar de la cerámica recuperada en 1984
e incorporamos los nuevos materiales que se
han recuperado en las temporadas de campo
de 1997-1999.
eXcaVación
es bien sabido que en la mayor parte del área
maya faltan los sedimentos necesarios para
obtener una buena estratigrafía debido, entre
otros factores, a la porosidad de la roca caliza
que forma el suelo y el subsuelo de la península
de yucatán. ello ha impedido la acumulación
de estratos, necesarios para la formación de una
columna estratigráfica.
 Secuencia cerámica de la región del río candelaria
en la mayoría de los sitios del área maya las
secuencias cerámicas se han obtenido a través
de excavaciones realizadas en estructuras, en
rellenos, donde aparecen subestructuras y tienen
uno o más pisos sellados.
Para tener seguridad en cuanto a las secuen-
cias cerámicas es necesario excavar un número
considerable de pozos estratigráficos en los
edificios o plataformas de un sitio. en nuestro
caso, las excavaciones realizadas en el Tigre
se pueden considerar preliminares y es muy
difícil dar a las piezas una posición dentro de la
secuencia; lo que hemos hecho es identificar los
tipos cerámicos y los hemos situado, basados en
estudios comparativos, con materiales de otros
sitios o asociados con materiales mejor fechados
dentro del mismo.
mÉTodo de análiSiS
en el caso particular de el Tigre nuestro prin-
cipal interés es el de establecer su cronología y,
posteriormente, realizarla a nivel regional para
toda la provincia de acalan. analizamos los ties-
tos producto de las excavaciones y, en contexto
estratigráfico, llevamos a cabo un estudio com-
parativo con las distintas secuencias cerámicas
establecidas en varios sitios del área maya.
el sistema tipo-variedad para el área maya ha
sido utilizado ampliamente en todos los reportes
y artículos que tratan sobre cerámica; por lo que
expondremos en forma resumida sus principales
características. Tiene dos niveles de integración:
en el primero, cada uno de los tiestos se toma
como entidad mínima de observación, al igual
que las vasijas completas, en los cuales se detectan
sus atributos físicos: textura y color de la pasta,
desgrasante, acabado de superficie, decoración y
forma. de esta manera, se clasifican los tiestos en
tipos y variedades. en el segundo nivel, se forman
los complejos, horizontes y esferas cerámicos,
que permiten establecer hipótesis y teorías. Para
el Tigre todavía no podemos acceder plenamen-
te a ese segundo nivel, pues lo que presentaremos
a continuación es preliminar.
275
las descripciones utilizadas para el análisis
de la cerámica se basan en los trabajos previos
de sitios cercanos a el Tigre, como calakmul,
Becán, Jonuta, el aguacatal, etc. los complejos
que se utilizaron son los mismos que aparecen
en los trabajos antes mencionados, porque no es
nuestro objetivo crear nuevos tipos y complejos
cerámicos, pues creemos que falta mucho por
excavar, y éste es nuestro primer acercamiento
a su posible cronología; por tal motivo se anexa
el periodo que abarca el complejo.
Se utilizó el sistema tipo-variedad, el cual se
inició separando el material por color, acabado
de superficie, composición de la pasta y finalmen-
te formas. Para la determinación de los colores
se manejó la tabla munsell.
TiPo cerámico
es la unidad básica; se deriva del análisis de
todos los atributos del acabado de superficie y
decoración y su combinatoria, completándose
con la forma. gifford (1976: 9) lo define como:
“la unidad cerámica que es reconociblemente
distinta de otras por ciertas características visua-
les y tangibles”.
el tipo es una categoría abstracta que indica
una clase particular de cerámica producida en
un área determinada y en una época específica;
cada tipo abarca distintas variedades.
variedad cerámica
está determinada por pequeñas pero significati-
vas diferencias dentro del tipo. estas variaciones
pueden ser producidas por las distintas maneras
de interrelacionarse los atributos del tipo, por
la ausencia o presencia de atributos menores, a
causa de la transformación de un tipo, debido
a rasgos particulares de manufactura local,
etc., “la variedad es una unidad operativa más
importante que el tipo; y puede ser un instru-
mento analítico de gran importancia” (gifford,
1976: 10).
 erneSto VargaS pacheco y angélica delgado Salgado
grUpo ceráMico
Smith y gifford (1965: 501) lo han definido
como “la reunión de tipos similares o muy
relacionados que demuestran una distintiva
homogeneidad en la variación de las formas,
color de base, características tecnológicas y otros
atributos similares”.
los tipos se combinan en grupos cerámicos,
éstos contienen cualquier número de tipos
estrechamente vinculados, los cuales han sido
divididos con base en su decoración (incisa, bi-
croma, compuesta, policroma), ya que tienen las
mismas cualidades en el color de base y acabado
de superficie. Funciona como una unidad analí-
tica superior que reúne y ordena distintos tipos
emparentados, que de otra manera formarían
unidades menores separadas.
Se utiliza en estudios abreviados en donde se
omite la identificación de los tipos y variedades.
también se utiliza para describir aquellos mate-
riales que no ameritan separarlos en tipos ya que
están muy fragmentados o erosionados, lo que im-
posibilita la clara identificación de sus atributos.
Ware
es posiblemente la categoría más confusa que se
ha usado en el sistema tipo-variedad. en español
puede significar “cerámica, vajilla o loza”.
los atributos del Ware son aquellos asociados
con la composición de la pasta y acabado de
superficie. la composición de la pasta se define
por medio de su textura, tipo de desgrasante,
dureza de la pasta, porosidad y color de la mis-
ma. el acabado de superficie se reconoce por
medio de lo rugoso o alisado de la superficie,
por la presencia o ausencia del engobe y por el
acabado bruñido, lustroso o mate de éste. Un
Ware es la reunión de unidades cerámicas en las
cuales todos los atributos de la composición de
la pasta y acabado de superficie son constantes
(Sabloff y Smith, 1969: 278).
algunos autores, ante la imposibilidad de unifi-
car criterios con esta categoría, la excluyen de sus
276
descripciones, y otros no le dan gran importancia
por carecer, según ellos, de valor analítico real.
integración de laS UnidadeS báSicaS
coMplejo ceráMico
está formada por todas aquellas variedades, tipos
y grupos cerámicos que comparten una misma
cronología y localización geográfica. es la suma
total de las unidades cerámicas que, unidas,
constituyen un intervalo en un sitio o región
específica (robles, 1990: 27-28).
puede ser dividido en facetas:
subdivisión temporal de un complejo cerámico
que es usado para diferenciar los cambios que
ocurren dentro de cualquier complejo, tales
como la aparición de nuevos tipos o variedades
e innovaciones en las formas. los términos
“temprana”, “media” y “tardía” son usados para
denominar a las facetas (Willey, culbert y adams,
1967: 304).
horizonte ceráMico
el horizonte cerámico es un instrumento útil
para establecer el orden temporal de los com-
plejos, así como un excelente auxiliar para la
reconstrucción cultural. la correlación de varios
complejos cerámicos en horizontes permite
resolver las cuestiones de prioridad temporal y
de contemporaneidad que son cruciales para la
interpretación cultural.
los marcadores de horizonte son fundamen-
tales porque son indicadores de los contactos
culturales entre dos o varios complejos cerámicos
en un periodo específico. los marcadores de
horizonte son tipos cerámicos muy distinguibles y
fáciles de reconocer en las formas de vasijas y los
tipos de decoración específicos que se repiten en
varios complejos y que aparecen en un intervalo
más o menos contemporáneo.
eSFera ceráMica
Fue creada para enfatizar el alto grado de simi-
litud entre varios complejos.
Una esfera cerámica se determina cuando dos
o más complejos cerámicos comparten en su
 Secuencia cerámica de la región del río candelaria
mayor parte los mismos tipos [...] mientras que
el horizonte cerámico no implica más que una
correlación temporal, la esfera cerámica implica
un alto grado de similitud tipológica (y de de-
sarrollo cultural) entre los complejos” (Willey,
culbert y adams, 1967: 306-307).
Éstas sólo se han definido para Yucatán (por
Smith), y para la subárea central (por Willey,
culbert y adams).
la colección de cerámica fue estudiada en
el instituto de investigaciones antropológicas
de la unam, con presupuesto del proyecto de
conacyt 400358-5-308 1H, “los itzáes de la época
prehispánica hasta la actualidad. Proyecto inter-
disciplinario de un grupo maya”. en la actualidad
se ha seguido con el financiamiento del Proyecto
arqueológico de el Tigre, campeche.
los tiestos fueron agrupados con base en la
semejanza del acabado de superficie (color de
base, propiedades del engobe, ausencia de éste,
etc.) y por una variación común en las formas.
También se consideró la textura y color de la
pasta, así como el desgrasante usado. como
resultado de esta asociación se obtuvieron 82
variedades y 40 grupos cerámicos.
una vez realizado el primer agrupamiento,
éstos fueron separados por tipos y variedades,
según los atributos de la decoración y de la ma-
nera en que se relacionan.
la formación de grupos es fundamental para
realizar este tipo de estudios, porque es una
herramienta útil para definir a cada uno de los
distintos complejos. esta categoría es la unidad
analítica que reúne a los tipos y variedades,
permitiendo operar de una manera fluida en el
cómputo de los tiestos.
el usar el grupo cerámico como una categoría
que reúne los tipos y las variedades nos permite
ordenar los distintos tipos emparentados, para
formar los complejos que formarán la secuencia
cerámica de el Tigre.
en general, se supone que el cambio de la
cerámica es un proceso uniforme en el cual todos
los tipos de un complejo son sustituidos por otros
en un momento determinado; sin embargo, esto
no sucede así, pues algunos tipos y variedades
277
están representados en más de un complejo. Por
ello la definición y evaluación del orden crono-
lógico de los complejos cerámicos implica que
el investigador tome una serie de decisiones. en
especial, la determinación de los límites tempo-
rales de cada uno de los complejos requiere de
un conjunto de presupuestos a los que nosotros
llegamos tras observar las distintas formas de
relación que guardan estratigráficamente los
grupos cerámicos.
Partimos, en nuestro estudio preliminar, de
que los complejos cerámicos no son unidades
absolutas y que mientras algunos grupos pueden
ser ubicados en un solo complejo, otros podrán
ser componentes de uno o más. una vez defi-
nidos estos, cada uno de sus tipos y variedades
fueron objeto de un estudio comparativo con las
mismas unidades cerámicas de otros complejos
establecidos en distintos sitios del área maya. este
procedimiento tiene el propósito de corroborar
la posición cronológica de los complejos y, al
mismo tiempo, asignar una temporalidad a cada
uno de ellos.
del estudio comparativo de los tipos y varieda-
des se pueden derivar las conexiones culturales
que el Tigre mantuvo a través del tiempo con las
distintas zonas del área maya.
SínTeSiS de la Secuencia cerámica
la descripción de los tipos cerámicos de el Tigre
sirvió para explicar detalladamente cada uno
de ellos; éstos se encuentran en los informes
entregados al consejo de arqueología, no fueron
incluidos porque ello ampliaría demasiado el
trabajo, la cronología que se le ha dado proviene
de los complejos definidos en los trabajos que
nos sirvieron de base.
este estudio es comparativo, debido a que
nos falta una mejor estratigrafía del lugar,
no tenemos fechamientos de c14 ni termolu-
miniscencia, pero nos servirá como primera
propuesta para establecer los complejos más
importantes de la región de acalan, quizá, con el
tiempo podremos rechazarla, o bien confirmarla
por medio de fechamientos absolutos y de la
estratigrafía misma. la propuesta que presen-
 erneSto VargaS pacheco y angélica delgado Salgado
tamos proviene del análisis de los materiales
cerámicos de la estructura habitacional de la
escuela y de las estructuras 1, 2 y 4 de el tigre,
pero está apoyada en parte en los avances de
los estudios cerámicos realizados en Santa rita,
Jonuta, llanuras intermedias, el arenal, río San
pedro Mártir y Usumacinta.
los sitios que hemos utilizado para el fecha-
miento por comparación son los siguientes:
Becán, altar de Sacrificios, calakmul, cobá,
aguacatal, Jonuta y sitios del petén: tikal y
Uaxactun, entre otros.
las excavaciones cercanas a la región del río
candelaria son las realizadas en el aguacatal por
Matheny, las de Jonuta por h. Berlin, isla del
carmen y costa de campeche por ruz l., Ball
y eaton; Becan por Ball, calakmul por Folan y
edzna por a. Benavides, entre otros. ellos han
definido sus variedades, tipos, grupos, ware y
complejos; nosotros, utilizando las descripciones
de las variedades, tipos y grupos, formaremos
nuestros propios complejos que al parecer pue-
den servir para caracterizar toda la provincia de
acalan y Xicalango; nombraremos los complejos
a que pertenecen cada uno de los tipos-variedad
que hemos analizado en el tigre. los nombres
que utilizaremos para designar cada uno de los
complejos provienen de los señores o halach
uinic de los magtunes, nombrándolos de lo más
antiguo a lo moderno (figura 2).
coMpleJo aUXaUal
Son las evidencias más tempranas que se encuen-
tran en el tigre, corresponden al preclásico
medio y principios del preclásico tardío. este
complejo debe entenderse en principio como
hipotético, ya que por el momento no tenemos
evidencias arquitectónicas, a no ser una subes-
tructura en el estructura 1, que bien podría
corresponder al preclásico medio. las evidencias
cerámicas en que nos basamos para definirlo
numéricamente son poco representativas, sin
embargo están indicando el comienzo de una
ocupación importante en el sitio. cerca de el
tigre se encontró material característico de
este complejo en el sitio conocido como nueva
278
esmeralda, de allí proviene una figurilla y una
“masa” típicamente olmeca.
algunos de los tipos son Juventud rojo: Jolote;
desvario chamfered: no especificada; pital cre-
ma: Blotchy; paso danto inciso: no especificada,
pertenecen a los complejos acachen, San Félix y
chun yaxchic, que se fechan por comparación
con otros sitios tan tempranamente como 600
a.c.; por lo tanto suponemos que los primeros
habitantes de el tigre y de la región del río can-
delaria debieron arribar hacia esas fechas. los
otros tipos de este complejo pertenecen tanto al
preclásico medio como al preclásico tardío.
este complejo está formado por cuatro grupos
que fueron definidos en Becán, altar de Sacri-
ficios y el petén:
1. grupo Juventud
Juventud rojo: Jolote
desvario chamfered: no especificada
Juventud rojo: Mocho
2. grupo pital
pital crema: Blotchy
paso danto inciso: no especificada
3. grupo chunhinta
chunhinta negro: chunhinta
4. grupo Muxanal
rojo sobre crema: no especificada
rojo sobre crema: Muxanal
coMpleJo pachiMalayS
los materiales de este complejo parecen re-
presentar dos facetas: la primera posiblemente
arranca desde el preclásico tardío y la segunda
pertenece al protoclásico. la primera faceta
es plenamente identificable con los grupos
cerámicos Sapote, negro, Flor, Morfín y Sierra
(figura 3); por ello, esta faceta debe entenderse
como importante para el tigre, pues además de
los materiales cerámicos, se tiene arquitectura
monumental perfectamente registrada en las
estructuras 1 y 2. en la primera hemos explorado
parte de una subestructura, que debió alcanzar
de altura los 10 m, y varios mascarones caracterís-
ticos del preclásico; mientras que en la segunda
estructura se exploró en la parte superior una
 años Periodos edzná Becán calakmul el Tigre cobá altar

1500
Posclásico ?
1400
tardío cuartel lobo Paxbolom acha
1300 Seco ?
1200
Posclásico
1100 temprano catedral Jimba
1000 Xcocom Halibe
clásico Boca
900 oro
terminal muralla Pasión
800 Paxua
chixoy
clásico agua chintok
700 Ku
tardío Potable Bejuco Palmas veremos
600
500 Sabucán Blanco
Kaynikte champel ayn
clásico Poderes
400
temprano chacsik

279
300
200 cepos añejo
100 Protoclásico
Salinas
a.c. Pakluum Takan Pachimalays
d.c. Plancha
100 Baluartes
Preclásico
200 tardío
300
Secuencia cerámica de la región del río candelaria

400 Preclásico auxaual

malecón zihnal San Felix
500 medio acachén
600
Preclásico ?
700 ? Xe
temprano
800

Figura 2. cuadro cronológico.

 erneSto VargaS pacheco y angélica delgado Salgado

pertenecen a los complejos pakluum, plancha,

takan y añejo, definidos para los sitios de Becán,
altar de Sacrificios, calakmul y cobá.
el complejo pachimalays está formado por
diez grupos cerámicos que conforman las dos
facetas.
1. grupo Sapote.
isla aguada estriada: aguada.
Sapote estriado: rastro.
2. grupo negro.
tordo negro.
Figura 3. Vasija Sierra rojo.
3. grupo Flor.
Flor crema: Flor.
Flor crema: peine.
subestructura hecha visible a consecuencia de un 4. grupo Morfin.
saqueo que sacó a la luz los restos de arquitectura Morfin sin engobe: Morfín.
y un mascarón típicamente característico del 5. grupo Sierra.
petén guatemalteco. Sierra rojo: Sierra.
los habitantes de el tigre debieron ocupar altamira acanalado: altamira.
desde entonces el sitio para dominar, en primer pakluum especial rojo y negro dicromo.
lugar, un islote que no se inunda y, en segundo laguna verde inciso: laguna verde.
lugar, para dominar gran parte del río candelaria, Sierra rojo: engobe claro.
ruta de comunicación importante para salir desde Sierra rojo: no especificado.
el petén hacia el golfo de México. el sitio tiene laguna verde inciso: engobe claro.
una ubicación estratégica; desde allí se podía do- 6. grupo nolo.
minar el comercio hacia la laguna de términos y nolo rojo: nolo.
tener control de los ríos caribe y San pedro. 7. grupo caribal.
por lo que sabemos hasta ahora, el sitio caribal rojo: no especificado.
arqueológico, en esta primera faceta, está más 8. grupo Xanabá.
ligado al petén que a la costa, la inferencia la Xanabá rojo: no especificada.
hacemos apoyados en la cerámica característica 9. grupo tolok.
de esta época, observación que ya antes había tolok negro encima de naranja: tolok.
hecho rands para la región de palenque. 10. grupo Saban.
en la faceta tardía el sitio sigue funcionando chancenote estriado: no especificado.
casi igual que en la anterior, ésta se sitúa entre tancah burdo: tancah.
finales del preclásico tardío y principios del
clásico temprano, lapso que asociamos tentati- coMplejo chaMpel
vamente al protoclásico. este último se refiere el clásico temprano se encuentra representado
al intervalo entre los años 100 a.c. y 250 d.c., pobremente en el tigre, los tipos que lo determi-
algunos autores lo refieren al surgimiento del nan son: triunfo estriado: aliso, candelaria apli-
clásico maya y, otros, a una moda cerámica que se cado: no especificado y Balanza negro: Balanza;
caracteriza por soportes mamiformes, técnica de- pertenecen al complejos chacsik definido para
corativa del negativo, cerámicas monocromas de Becán, que corresponde a la fase más temprana
color naranja e introducción de la policromía. del clásico temprano.
esta faceta está caracterizada por los grupos: los tipos: triunfo estriado, águila naranja,
Sierra, nolo, caribal, Xanabá, tolok y Saban, que pucté café, Quintal sin engobe, son característi-

280
 Secuencia cerámica de la región del río candelaria

cos del clásico temprano; mientras que los tipos: comPlejo Paxua
Sabán burdo, Pucté café, Balanza negro, Falcon este complejo señala la virtual desaparición de las
towny brown, muna pizarra, Subin rojo y Tinaja influencias del Petén en la alfarería de el Tigre;
rojo, van a ser característicos del clásico tem- y a partir de entonces, aunque sus inicios sean
prano y algunos de ellos serán más importantes anteriores, empieza a desarrollarse la cerámica
durante el siguiente complejo. originaria de la región de los ríos y lagunas de
en el complejo champel podemos encontrar Tabasco-campeche.
dos fases, una temprana y otra tardía, con la ca- los marcadores más significativos de este
racterística de que al parecer la región no tiene complejo son las cerámicas altar Balancán y Tres
en esos momentos una ocupación importante. naciones, caracterizadas por las pastas finas y
Hasta ahora no hemos podido explorar ningún su color naranja y gris (figura 4). También en-
resto arquitectónico característico del clásico contramos algunas cerámicas características de
temprano. Yucatán, lo que invita a pensar en posibles nexos
los grupos cerámicos descritos para este de la región chontal con la Península.
complejo pertenecen a los siguientes: Blanco, este complejo, que corresponde al jonuta,
ayn, Kaynikte, chacsik, Sabucan, Bejuco, chin- definido por H. Berlin, abarcaría desde el 700
tok, veremos, chixoy y Pasión, definidos para d.c. hasta por lo menos 950 d.c.; suponemos
los sitios de Becán, cobá, altar de Sacrificios y que pueden distinguirse tres facetas: la primera
calakmul. relacionada con el clásico tardío maya, poco
los grupos de este complejo son los siguien- representada en el sitio; la segunda correspon-
tes: diente a tipos característicos del clásico tardío y
clásico terminal, y la tercera relacionada con los
1. grupo Sabán. tipos cerámicos altar y Balancán característicos
Sabán burdo: Sabán. del clásico terminal. estas tres facetas son de
2. grupo Triunfo. gran importancia porque permiten apreciar la
Triunfo estriado: ak. evolución del grupo chontal en la región; vemos
Triunfo estriado: Triunfo. en primer lugar cerámicas mayas del clásico aso-
Triunfo estriado: aliso. ciadas con cerámicas finas que posteriormente
3. grupo águila. van a ser características de los chontales. las
águila naranja: águila. cerámicas anaranjadas finas son posiblemente
4. grupo Pucté. la cerámica más representativa de los chontales
Pucté café: Pucté. de la región de Tabasco-campeche. este com-
Pucté café: no especificado. plejo arranca desde el clásico tardío, siendo al
5. grupo Quintal. principio poco representativo, para llegar a ser
Quintal sin engobe: Quintal. posteriormente el más importante de la región.
candelaria aplicado: no especificado. los tipos que formarán la fase más temprana de
6. grupo Balanza. este complejo, asociado lógicamente a algunos
Balanza negro: Balanza. de los tipos de la siguiente fase son: Batres rojo,
Balanza negro: cadena creek. corona rojo; dzitbalche naranja fino, nanzal
7. grupo maxcanú. rojo y Blanquillo; encanto estriado: alambre y
Falcon towny brown: Falcon. Pepino; Tinaja rojo: Paso real; todos ellos carac-
8. grupo muna. terísticos del clásico tardío.
muna pizarra: chemax. la segunda fase se caracteriza por aquellos
9. grupo Tinaja. grupos cerámicos que pertenecen tanto al
Subin rojo: Huicoy. clásico tardío como al clásico terminal, entre
Tinaja rojo: aduana. ellos están: grupo coyoc, grupo cuyero, varios

281
 erneSto VargaS pacheco y angélica delgado Salgado

infierno negro: infierno.

6. grupo coyoc.
coyoc negro: coyoc.
7. grupo Blanquillo.
Blanquillo sin engobe: Blanquillo.
8. grupo cuyeros.
cuyeros negros y rojo: cuyeros.
9. grupo encanto.
encanto estriado: alambre.
encanto estriado: pepino.
Figura 4. tiesto del grupo altar. encanto estriado: Sacná.
encanto estriado: encanto.
encanto estriado: yokat.
tipos del grupo encanto, grupo tres naciones, 10. grupo tinaja.
grupo Balancán, grupo achote, altar y cambio Subin rojo: Bocul.
sin engobe. tinaja rojo: paso real.
los que forman la tercera fase son: el grupo Subin rojo: no especificado.
tinaja, el cedro acanalado del grupo altar, tinaja rojo: tinaja.
el cumtun compuesto del grupo cambio y el tinaja rojo: no especificado.
grupo dzibal. chaquiste impreso: no especificado.
el complejo paxua es el más característico de pantano impreso: pantano.
la región, pues allí se desarrollan los principales 11. grupo tres naciones.
edificios de los sitios arqueológicos chontales. tres naciones gris: tres naciones.
por lo tanto, lo explorado, hasta la fecha posi- 12. grupo Balancan.
blemente pertenece a este complejo. Balancan: indeterminado.
los grupos que a continuación se anotan provincia relieve plano: glífica.
fueron descritos para los siguientes sitios: cobá, 13. grupo achote.
calakmul, aguacatal, Becán, altar de Sacrificios, achote negro: achote.
Jonuta y el petén. los nombres de los complejos achote negro acanalado: acanalada.
son: oro, palma, Ku, conchada, Bejuco, chin- 14. grupo altar.
tok, chixoy, pasión, halibe, Jonuta, Xcocom altar: altar.
temprano, habín. cedro acanalado.
los grupos del complejo paxua están formado 15. grupo cambio.
por los siguientes: cambio sin engobe: no especificado.
16. grupo dzibal.
1. grupo Batres. dzibal al pastillaje: dzibal.
Batres rojo: Batres.
2. grupo corona. compleJo paXBolonacha
corona rojo: corona. este complejo marca el último periodo de ocu-
grillo negro sobre rojo: grillo. pación prehispánica en la región de el tigre, y
3. grupo nanzal. se halla estrechamente relacionado con la tradi-
nanzal rojo: nanzal. ción de las cerámicas chontales finas del grupo
chinja impreso: chinja. matillas (figura 5), característica del posclásico
4. grupo dzitbalche. tardío.
dzitbalche naranja pulido: dzitbalche. a través de este análisis preliminar se puede
5. grupo infierno. apreciar que después del clásico terminal ocurre

282
 Secuencia cerámica de la región del río candelaria
Figura 4 bis. Balancán, Tres naciones.
una aparente desocupación para el Posclásico
temprano, para reiniciarse en el Posclásico tar-
dío, en concordancia con las fuentes históricas
que narran la llegada de los magtunes a la región,
quienes conquistan primero Tenosique, después
isla del carmen y Tixchel, donde se asientan
por espacio de 80 años. de ahí fueron sacados
por los de Tabasco, Xicalango y champotón,
obligándolos a poblar itzamkanac, localizado
río arriba.
la fecha que se establece para el abandono de
itzamkanac es 1557, cuando son obligados por
los frailes a abandonar el lugar para asentarse
nuevamente en Tixchel.
en este complejo también encontramos dos
fases, una temprana y otra tardía. la primera
está relacionada con las cerámicas altar, que son
de la fase anterior, pero al parecer algunos tipos
de ese grupo sobreviven; mientras la segunda se
va a caracterizar por las cerámicas matillas, que
son del Posclásico tardío, y corresponderían a la
ocupación y auge de los acalanes.
283
1. grupo altar.
Tumba negro sobre naranja: Tumba.
Trapiche inciso: complejo.
2. grupo matillas.
matillas: matillas.
matillas: no especificado.
3. grupo cambio.
cambio sin engobe: cambio.
Pastelaria compuesto: Pastelaria.
cumtun compuesto: no especificada.
4. grupo Teabo.
Teabo rojo: Teabo.
5. grupo Traino.
Traino café: lodo.
a manera de conclusión, diremos que el aná-
lisis de las cerámicas arqueológicas de el Tigre
muestran una ocupación continua de la región,
que fue iniciada a principios del Preclásico me-
dio, cobró importancia en el Preclásico tardío
(figura 6), y disminuyó hacia el clásico tempra-
no y tardío; cabe agregar que hacia el final del
clásico tardío se incrementó considerablemente
hasta alcanzar su máximo esplendor durante
el clásico terminal. el Posclásico temprano es
pobre, y parecería que durante el Posclásico
tardío la importancia de acalan se recupera y
tiende a tener cada vez mayor presencia, la cual
es truncada por la conquista española.
BreVe análiSiS eSTadíSTico
en este primer resultado se han obtenido los
materiales arqueológicos perfectamente regis-
trados y se les han aplicado diversas pruebas
estadísticas con el objeto de elaborar patrones
de referencia útiles para la práctica arqueológica
en la provincia de acalan.
con objeto de facilitar el empleo de la in-
formación reunida se mencionarán solamente
resultados totales y cuadros que corresponden a
la finalidad de este trabajo. los grupos cerámicos
utilizados y numerados progresivamente (en las
gráficas) son los siguientes:
i. complejo auxaual.
grupo Juventud (a 1).
 erneSto VargaS pacheco y angélica delgado Salgado

grupo infierno (d 5).

grupo coyoc (d 6).
grupo Blanquillo (d 7).
grupo cuyeros (d 8).
grupo encanto (d 9).
grupo tinaja (d 10).
grupo tres naciones (d 11).
grupo Balancan (d 12).
grupo achote (d 13).
grupo altar (d 14).
grupo cambio (d 15).
Figura 5. Vasija Matillas.
grupo dzibal (d 16).

V. complejo paxbolon acha.

grupo pital (a 2). grupo altar (e 1).
grupo chunhinta (a 3). grupo Matillas (e 2).
grupo Muxanal (a 4 ). grupo cambio (e 3).
grupo teabo (e 4).
ii. complejo pachimalays. grupo traino (e 5).
grupo Sapote (b 1).
grupo negro (b 2 ). a continuación se presentan los cuadros (fi-
grupo Flor (b 3 ). gura 7) que expresan gráficamente los totales de
grupo Morfin (b 4). cada uno de los grupos descritos anteriormente,
grupo Sierra (b 5). así como el porcentaje de cada uno de los grupos
grupo nolo (b 6). con respecto al total del complejo. las gráficas
grupo caribal (b 7). son importantes porque permiten advertir cuáles
grupo Xanabá (b 8). son los grupos más frecuentes en el sitio y cuáles
grupo tolok (b 9). están pobremente representados.
grupo Saban (b 10). el “a” se refiere al primer complejo, el “b”
al segundo complejo, y así sucesivamente, los
iii. complejo champel. números se refieren a cada uno de los grupos
grupo Sabán (c 1). dentro de su propio complejo. los grupos más
grupo triunfo (c 2). frecuentes se dan en los complejos 2, 4 y 5, siendo
grupo águila (c 3). los más abundantes el encanto estriado y el Mati-
grupo pucté (c 4). llas; el primero es característico del complejo iV
grupo Quintal (c 5). y el segundo del complejo V. le sigue en impor-
grupo Balanza (c 6). tancia el Sierra rojo del complejo ii y el encanto
grupo Maxcanú (c 7). estriado del complejo iV. por lo tanto, los grupos
grupo Muna (c 8). más frecuentes son los de los complejos iV, V y ii,
grupo tinaja (c 9). que corresponden al clásico terminal, posclásico
tardío y preclásico superior.
iV. complejo paxua. en el complejo i se advierte claramente que
grupo Batres (d 1). el grupo más frecuente es chunhinta, le sigue
grupo corona (d 2). en importancia Muxanal y Juventud; éstos son
grupo nanzal (d 3). característicos del preclásico medio. en el com-
grupo dzitbalché (d 4). plejo ii el Sierra es el más abundante, siguiéndole

284
 Secuencia cerámica de la región del río candelaria

en frecuencia los grupos morfin y Saban. los

otros grupos, como Sapote y negro son tam-
bién importantes para el Preclásico superior.
en el complejo iii, el grupo Triunfo es el más
abundante, los demás son poco representativos,
aunque los grupos muna y Tinaja son de gran
importancia cultural. los grupos más frecuentes
son Triunfo estriado, muna Pizarra, Triunfo
estriado y Tinaja rojo.
el complejo iv es el que tiene el mayor nú-
mero de grupos y es el más abundante de todos
Figura 6. vasija sacada del río. los complejos. los grupos más frecuentes son:

complejo i
35

30

25
Porcentaje

20

15

10

5
0
grupos a1 a2 a3 a4

complejo ii
40

35

30

25
Porcentaje

20
15
10
5
0
grupos b1 b2 b3 b4 b5 b6 b7 b8 b9 b10

Figura 7. complejos i y ii.

285
 erneSto VargaS pacheco y angélica delgado Salgado

complejo iii
60

50

40
porcentaje

30

20

10

0
grupos c1 c2 c3 c4 c5 c6 c7 c8 c9

complejo iV
60

50

40
porcentaje

30

20

10

0
grupos d1 d2 d3 d4 d5 d6 d7 d8 d9 d10 d11 d12 d13 d14 d15 d16

complejo V
70

60

50
porcentaje

40

30

20

10

0
grupos e1 e2 e3 e4 e5

Figura 7. complejos iii, iV y V.

286
 Secuencia cerámica de la región del río candelaria
complejo v
13%
complejo iv
47%
Figura 8. complejos cerámicos de el Tigre.
encanto y Tinaja. el complejo iv al parecer se
caracterizará por Tinaja rojo, encanto estriado
y por los grupos cerámicos característicos de los
chontales como son Tres naciones, Balancán,
altar, achote y cambio, entre otros.
el complejo v se caracteriza por las cerámi-
cas de los grupos matillas y cambio, que son
importantes en la región y por la presencia de
cerámicas de Yucatán: grupo Teabo.
el cuadro “complejos cerámicos de el Tigre”
(figura 8) nos ofrece en conjunto la representa-
ción de los tiestos para cada uno de los comple-
jos. Se hace evidente que la mayor ocupación
corresponde al complejo iv con 47%, y la menor
al complejo i con 3%, el complejo ii es el segun-
do más importante, y el iii y v son muy parecidos,
casi podría decirse que son iguales.
a partir de este análisis preliminar presenta-
mos como aportación el cuadro cronológico de
el Tigre, en relación con otros sitios arqueoló-
gicos de la región (fig. 2), y concluimos que la
ocupación de el Tigre data desde por lo menos el
Preclásico medio hasta el año de 1557, cuando la
población de itzamkanac (el Tigre) es trasladada
a Tixchel en la costa.
BiBliograFía
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287
complejo
i 3%
complejo ii
26%
complejo iii
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 La cerámica arqueoLógica en quintana roo
durante eL cLásico tardío y eL PoscLásico
temPrano (700-1200 d.c.)
introducción
el clásico tardío fue, en términos generales, un
periodo de grandes contrastes y de cambios en el
extenso territorio que comprende el actual esta-
do de quintana roo. Para los grandes centros del
sur y centro del estado significó la consolidación
y culminación del impresionante desarrollo que
se había iniciado durante el clásico temprano,
mientras que para los asentamientos de la costa
oriental parece haber sido una época especial-
mente difícil.
efectivamente, si bien sitios tan importantes
como Kohunlich, tzibanché, Leona Vicario,
chacchoben, okop y cobá se habían desarrolla-
do vigorosamente durante los siglos iV a Vii d.c.,
fue durante el clásico tardío cuando alcanzaron
su máximo desarrollo. sobre todo durante los
siglos Viii y ix d.c.; estos grandes centros flore-
cieron económica y políticamente, la población
aumentó y las ciudades alcanzaron su máxima
extensión, con un alto desarrollo en las obras
arquitectónicas monumentales.
en la costa oriental la situación parece haber
sido distinta, pues si bien durante el clásico
temprano hubo cierto desarrollo, jamás podría
equipararse al de los asentamientos del centro y
del sur. de cualquier forma, algunos asentamien-
* dirección de estados arquelógicos, inah.
289
Luis Alberto Martos López*
tos tempranos de la costa oriental parecen haber
enfrentado una grave crisis hacia finales del siglo
Vi d.c., la que finalmente provocó el abandono
de varios asentamientos y grupos ceremoniales
(gran parte de los cuales no volvieron a ocuparse
o lo hicieron hasta el Posclásico tardío), con el
consiguiente reagrupamiento de la población
en ciertos centros específicos. aparentemente,
el vigoroso desarrollo de cobá tuvo repercusio-
nes negativas sobre la costa oriental, pues debió
convertirse en un importante polo de atracción
para la población de la costa, que habría emi-
grado masivamente hacia aquél centro, con el
consiguiente abandono de un sinnúmero de
sitios. al parecer, la gente que permaneció en
la costa se reagrupó en ciertos asentamientos
importantes que habrían enfrentado la crisis
satisfactoriamente y, a la postre, alcanzarían un
nuevo repunte durante el Posclásico.
en los sitios del sur y centro del estado, des-
pués del auge del clásico devino la decadencia
pues ya hacia el siglo x los materiales arqueológi-
cos presentan ciertos problemas de inestabilidad:
la cerámica que en periodos anteriores había
sido de clara manufactura e influencia Petén,
ahora comienza a ser desplazada y sustituida
por cerámica de evidente tradición norte de
yucatán, principalmente pizarras y tipos con
decoración chorreada, que vienen a sustituir los
clásicos policromos y otras cerámicas lustrosas.
 Luis aLberto martos LóPez
aparentemente, este fenómeno responde al
afán de reorientar las tradiciones cerámicas; ello
sugiere una crisis sociopolítica y económica que
los obliga a establecer nuevos nexos con regiones
más estables en las tierras bajas del norte, donde
las influencias de grupos del centro de méxico
habían favorecido una revitalización que per-
mitió resistir y sobrevivir por lo menos 100 años
más al colapso sociopolítico que se extendió por
gran parte del mundo maya.
Y en efecto, la aparición de estos nuevos tipos
y su avance a través de Quintana roo sucedió de
norte a sur, alcanzando poco a poco los diversos
asentamientos de la costa oriental, centro y sur
del estado.
La transición hacia el Posclásico tardío no fue
sino la culminación de la crisis que desde el Clási-
co terminal había afectado a los grandes centros
políticos y que marcó un cambio en cuanto a la
organización política, económica y social de los
mismos y al final produjo el colapso del mundo
maya del Clásico. Los centros que se pudieron
adaptar a los drásticos cambios sobrevivieron
por lo menos 100 o 200 años más, como fue el
caso de Cobá, pero muchos otros acabaron por
ser abandonados, como Kohunlich, tzibanché y
varios centros más del sur de la entidad.
ComPLejos CerámiCos
el primer intento por establecer una secuencia
cerámica para el noreste de Quintana roo fue el
trabajo de William sanders, quien obtuvo mues-
tras de cerca de 40 sitios, incluyendo algunos
tan importantes como tulum, tancah, varios
puntos de la isla de Cozumel y otros tantos de
la bahía de Chetumal, incluyendo a ichpaatun
(sanders, 1960).
Los complejos san miguel y Vista alegre co-
rresponden precisamente a los periodos Clásico
tardío y terminal, así como Posclásico temprano,
siendo los tipos más representativos el pizarra
Puuc, pizarra delgado, policromo regional,
tancah plano, Vista alegre estriado, loza pizarra
Yucatán y pizarra Yucatán delgada.
290
en Cobá el Clásico tardío y el Posclásico tem-
prano corresponden al complejo oro (700/730
d.C.-1100/1200 d.C.) (robles, 1990: 176). este
periodo coincide con la máxima extensión de
la ciudad, el mayor auge constructivo y la inte-
gración final del complejo sistema de caminos
y calzadas que unieron a la urbe con otros sitios
importantes. Los tipos más representativos de
este periodo son: el Vista alegre estriado, en-
canto estriado, muna pizarra, sacalum negro
sobre pizarra, Chumayel rojo sobre pizarra, tekit
inciso, akil impreso, Xaya gubiado inciso, teabo
rojo, becal inciso, ticul pizarra delgado, tabi
gubiado inciso, ek pizarra delgado, Holactún
negro sobre crema, Yalcox negro y dzibical rojo
sobre naranja.
en Xelhá, los complejos Chemuyil (600-
900/1000 d.C.) y Xcacel (900/1000-1200 d.C.)
(Canché manzanero, 1992: 119-216) coinciden
con el Clásico tardío y el Posclásico temprano.
Los tipos más representativos son: Vista alegre
estriado, encanto estriado, dos caras estriado,
arena rojo, Cetelac desgrasante vegetal, teabo
rojo, ticul pizarra delgado, tabi gubiado-inciso,
muna pizarra, sacalum negro sobre pizarra,
Chumayel rojo sobre pizarra, tekit inciso, akil
impreso, Chablekal gris fino, Chicxulub inciso,
batres rojo, Lakin impreso compuesto, Cobá
compuesto, becanchén rojo sobre café, mudanza
chorreado sobre bayo vítreo, Petkanché naranja
policromo, Chimbote crema policromo, saxché
y Palmar naranja policromo, sibal bayo policro-
mo, águila naranja policromo, janán naranja
policromo. Pisté estriado, silhó naranja, teabo
rojo, dzitas pizarra, balantún negro sobre piza-
rra, Xcanchakán negro sobre crema.
en el meco, en la costa norte de Quintana
roo, aunque no se encontraron evidencias de
materiales del Clásico tardío, sí hay un complejo
relacionado con el Clásico terminal y Posclásico
temprano: el complejo Hocabá-sotuta (andrews
y robles, 1986) con tipos como el sisal burdo,
dzitas pizarra, silhó naranja fino, Vista alegre
estriado, muna pizarra, teabo rojo, balancán
naranja fino, Chablekal gris fino, Kukulá crema,
agustín y el Paxcamán new town.
 cerámica arqueoLógica en quintana roo
Para San gervasio, y en general los demás
asentamientos de cozumel, hay dos secuencias
cerámicas: la primera establecida por judith
connor, quien estudió muestras de San gervasio
y otros sitios como aguada grande, La expedi-
ción, Buena Vista, San miguel, el cedral, Zuuk
o chen cedral y varios templos aislados de la
isla (connor, 1982). más recientemente carlos
Peraza ha desarrollado una nueva secuencia
basado principalmente en muestras obtenidas
de excavaciones arqueológicas llevadas a cabo
en San gervasio (Peraza, 1993).
en la secuencia de connor, el clásico tardío
y el Posclásico temprano están representados
por los complejos miramar i (750-950 d.c.),
miramar ii (950-1100 d.c.), Subcomplejo
Buena Vista (750-1100 d.c.) y complejo islote
(1100-1250 d.c.) Los tipos más representados
son: Vista alegre estriado, teabo rojo, ticul
pizarra delgado, muna pizarra, chablekal gris
fino, tinaja rojo, dzitas pizarra, Kukulá crema,
dzibiac rojo, Silhó naranja fino, Plumbate tohil,
inseguro y Sombra.
en la secuencia de Peraza, el periodo que
tratamos está representado por los complejos
ribera cehpech (oriental) (600-1000 d.c.) y
arrecife Sotuta Hocabá (1000-1200 d.c.). Los
principales tipos de tales complejos son: muna
pizarra, Sacalúm negro sobre pizarra, tekit in-
ciso, akil impreso, chumayel rojo sobre pizarra,
ticul pizarra delgada, teabo rojo, arena rojo,
Petkanché naranja policromo, chumul naranja
policromo, janán naranja policromo, oxkutzcab
aplicado, Vista alegre estriado, contoy punzona-
do, sombra burdo, expedición estriado, dzitas
pizarra, Balantún negro sobre pizarra, chacmay
inciso, timak compuesto, dzibiac rojo, Plumbate
tohil, tumbador inciso, Porvenir mediacaña,
malacatán modelado, Silhó naranja fino, calkiní
mediacaña, cumpich inciso, Kilikán compuesto,
Pocboc excavado, Yalton negro sobre naranja,
Kukulá crema, Xcanchakán negro sobre crema
y Pisté estriado.
Para Playa del carmen, si bien hasta ahora no
se han definido complejos como en otros sitios
de la costa, sí se ha reportado una secuencia pre-
291
liminar en la que los principales tipos del clásico
tardío y Posclásico temprano son el Vista alegre
estriado, encanto estriado, muna pizarra, Saca-
lum negro sobre pizarra, tekit inciso, Kilikan
compuesto, Xcanchakán negro sobre crema,
Yacman estriado y cehac Hunacti compuesto
(Hernández y chung, 1995: 391-406).
el análisis de materiales cerámicos de Xcaret
está actualmente en proceso; sin embargo se sabe
que para los periodos clásico tardío, terminal y
Posclásico temprano, los tipos más frecuentes
son: Xcanchakán negro sobre crema, Kukulá
crema, chenmul modelado, Huhi impreso, ce-
hac Hunactí compuesto, Yacman estriado, Silhó
naranja fino, Pocboc excavado inciso, cumpich
inciso, Sisal burdo, Xukú inciso, Holtún gubiado
inciso, dzibiac rojo, timak compuesto, dzitas
pizarra, Balantún negro sobre pizarra, encanto
estriado, Vista alegre estriado, akil impreso,
tekit inciso, Sacalum negro sobre pizarra, muna
pizarra, Sacalum negro sobre pizarra y chumayel
rojo sobre pizarra (con y ochoa, comunicación
personal).
Para el área de calica, el complejo chechem
(800-1200 d.c.) es el que abarca los periodos
clásico terminal y Posclásico temprano (martos,
2000), aunque está pobremente representado.
Los tipos más representativos son el encanto es-
triado, cetelac desgrasante vegetal, Vista alegre
estriado, teabo rojo, Xcanchacan negro sobre
crema y el muna Pizarra. Hacia la etapa más
tardía de este complejo aparecen algunos tipos
de pasta fina del grupo altar, como son el altar
naranja y el trapiche inciso, aunque todos estos
en concentraciones muy bajas y restringidas en
algunos conjuntos ceremoniales.
Para el importante sitio de muyil, al sur de
tulum, los complejos relacionados con el clásico
tardío, terminal y Posclásico temprano son el
chunyeah (600-1000 d.c.) y el chunkopo (1000-
1200 d.c.) (Witschey, 1993). Los principales tipos
incluidos en tales complejos son: arena rojo, Be-
canchén rojo sobre café, chibal, chablekal gris
fino, chimbote crema, chum corona, dzibiac
rojo, dzitas pizarra, encanto estriado, Holactún
negro sobre crema, muna pizarra, Saxché y
 Luis aLberto martos LóPez
Palmar naranja policromo, Petkanché naranja
policromo, sayán, sisal burdo, teabo rojo,
teakettle bank, ticul pizarra delgada, tinaja
rojo, Vista alegre estriado, Yalcox negro, Kukulá
crema, matillas naranja fino y sulché.
Para los sitios del sur de Quintana roo, los
tipos más frecuentes para el Clásico tardío y
Posclásico temprano son: águila naranja, poli-
cromo águila naranja, cambio sin engobe, tinaja
rojo, encanto estriado, muna pizarra y saxché y
Palmar naranja policromo.
tiPos deL CLásiCo tardío
Y terminaL
Vista Alegre estriado
Variedad: Vista alegre
Grupo: Vista alegre
esfera: Cehpech oriental
este tipo fue originalmente establecido por san-
ders (1960: 248) y consiste en tecomates de borde
aplanado o ligeramente redondeado; tiene asas
colocadas casi siempre verticalmente, cerca del
borde o incluso en él; la base de la vasija es plana
o convexa. Lo más característico es la decoración
con base en estrías escobetilladas en las paredes
exteriores, que se prolongan desde la base hasta
el borde. Las secciones en donde no hay estrías
están alisadas. La pasta es de textura media a fina,
de tonalidad gris claro a rosa claro y con desgra-
sante de cristales de cuarzo y calcita triturados
que llegan a observarse en la superficie, aunque
predomina el cuarzo (figura 1 a-b).
Vista Alegre estriado
Variedad: no especificada
Grupo: Vista alegre
esfera: Cehpech oriental
Fue definido por robles (1990: 179) y repor-
tado posteriormente como variedad Chen río
(Canché, 1992: 124). Presenta las mismas carac-
terísticas que la variedad anterior, salvo que la
forma predominante es la de olla en vez de los
tradicionales tecomates y la decoración de las
estrías se ubica solamente en los cuellos, cuya
292
altura (10 cm) resulta muy larga para una olla,
por lo que es posible que la forma correcta sea
la de jarras (figura 1 c, d).
es evidente que el Vista alegre estriado fue
utilizado domésticamente y su origen parece
situarse en el noreste de la Península de Yuca-
tán, muy posiblemente en la región de Cobá
(robles 1990: 179). aparece en la gran mayoría
de sitios de la costa oriental, en el norte y sur de
Quintana roo. es un tipo indicador del Clásico
medio (700-800 d.C.), aunque su uso parece
haberse mantenido hasta el Posclásico temprano
(1100-1200 d.C.).
Encanto estriado
Variedad: no especificada
Grupo: encanto
esfera: Cehpech oriental
tipo establecido por smith (1971: 28), se trata
de jarras globulares con cuellos cortos de 5 a 6
cm de altura, de borde redondeado o aplanado,
con acanaladura en la parte superior; la base es
convexa. La pasta suele ser de textura burda, de
tonalidad gris que en algunas partes tiende a
oscurecerse por la cocción. el desgrasante es de
granos gruesos de calcita triturada. el acabado
de superficie es alisado por ambos lados de la
vasija y en ocasiones presenta una aplicación de
engobe sobre el cuello, del mismo color que la
pasta. Por decoración presenta estrías anchas y
profundas que se extienden en sentido diagonal
por la pared exterior, que cambian de sentido al
llegar a la mitad de la vasija y nunca llegan hasta
el cuello (figura 1 e-g).
Encanto estriado
Variedad: sacná
Grupo: encanto
esfera: Cehpech oriental
establecido por robles (op. cit., 132). tiene las
mismas características que el anterior, pero en
este caso la pasta tiende a tomar tonos grises o
rosáceos por cuestiones de cocción; igualmente,
la forma también es diferente, pues las ollas pre-
sentan un cuello más largo que en la variedad
no especificada (de 7 a 12 cm) y de hecho la
 cerámica arqueoLógica en quintana roo
a b
d res y, en ocasiones, de botón; apaxtles de paredes
c curvo convergentes, borde con reforzamiento
e y borde escalonado, con asas horizontales cerca
f
g
Figura 1. a-d: Vista alegie estudiado, y e-g: encanto
estriado.
forma se parece más a una jarra que a una olla.
Las paredes del cuello son ligeramente curvo
divergentes y el borde presenta reforzamiento
exterior.
el encanto estriado fue de uso culinario y
su origen se encuentra en el Petén, área maya
central. en el norte de Yucatán Smith definió un
tipo llamado Yokat estriado (Smith, 1971: 28),
cuyas características coinciden con el encanto
estriado variedad no especificada, por lo que ro-
bles (1990: 182) planteó que la única diferencia
entre ambos era la situación geográfica en que
se localizaban y por lo tanto que se trataba del
mismo tipo, cuyo uso se extendió por toda la
costa oriental y sur de quintana roo.
Muna pizarra
Variedad: muna
grupo: muna
esfera: cehpech oriental
tipo establecido por Smith (1971: 28). Pasta de
textura media a fina muy compacta de color café
amarillento y rojo, con desgrasante de ceniza
volcánica y calcita triturada. Las superficies están
bien alisadas y cubiertas con un engobe lustroso
293
y ceroso al tacto, de color café brillante a gris
cremoso y muestra vetas o marcas de raíz. este
tipo presenta gran variedad de formas, como los
cajetes trípodes de paredes recto divergentes y
borde evertido, con soportes sólidos rectangula-
exterior y base plana, con asas ocasionales en la
parte superior del cuerpo; jarras de cuerpo ovoi-
de invertido con cuello largo recto convergente
del cuello, base cóncava y fondo convexo; ollas
globulares de cuello corto recto o curvo divergen-
te, borde directo redondeado, ocasionalmente
evertido y base plana; tecomates globulares de
borde reforzado; veneneras o pequeñas botellas
aplanadas de cuello corto recto convergente y
borde reforzado, muchas veces con decoración
incisa o impresa (figura 2 a-i).
Muna pizarra
Variedad: notched (dentado)
grupo: muna
esfera: cehpech oriental
también fue definida por Smith (1971: 28);
se trata de tecomates globulares de paredes
delgadas y borde reforzado, con los mismos
atributos del muna pizarra, pero con una banda
de muescas excavadas precocción a lo largo del
borde (figura 3 a).
Muna pizarra
Variedad: muescada
grupo: muna
esfera: cehpech oriental
definida por Peraza (1993: 141) en la isla de co-
zumel; es muy semejante a la variedad notched,
aunque en este caso, como únicas formas aparecen
los cajetes trípodes de soportes sólidos rectangu-
lares, con una o dos bandas de muescas verticales
colocadas en la base de las vasijas (figura 3 b).
el muna pizarra es un tipo muy abundante
en el norte de Yucatán, donde se originó y ma-
nufacturó en diversos centros de producción. La
gran variedad de formas y de usos lo convirtió
en un tipo ampliamente difundido por todo
 Luis aLberto martos LóPez
b fondo (figura 4 a-f).
a
c Variedad: engobe cafetoso
d
g definido por elena Canché (1992: 139), presenta
e f
i
h el sacalum negro sobre pizarra estuvo muy
Figura 2. Céramica muna pizarra.
Yucatán, incluyendo la costa oriental y el centro
y sur de Quintana roo. La identificación exacta
del periodo de uso de este tipo es, hasta la fe-
cha, un problema en la cronología de Yucatán.
aparentemente se originó hacia el 800 d.C. y
dejó de utilizarse hacia el 1100-1200, cuando
fue desplazado por las cerámicas del Posclásico
(robles, 1990: 185-190).
Sacalum negro sobre pizarra
Variedad: sacalum
Grupo: muna
esfera: Cehpech
tipo definido por smith (1971: 28). Presenta
los mismos atributos en cuanto a pasta y textura
que el muna pizarra variedad muna, pero en este
caso, las vasijas tienen decoración negra sobre
el color del engobe. Las formas principales son
cántaros de forma ovoide con decoración tipo
“chorreado”, con líneas verticales negras que se
desprenden del borde y llegan a la base de la va-
sija; en ocasiones aparecen círculos negros sobre
el lado interior del borde y manchas alargadas
diagonales en el exterior. también hay cajetes
trípodes con soportes sólidos rectangulares y pa-
294
redes curvo divergentes cuya decoración consiste
en una o dos espirales de color negro sobre el
Sacalum negro sobre pizarra
Grupo: muna
esfera: Cehpech oriental
más o menos las mismas características que la
variedad sacalum, en cuanto a composición de
pasta y acabado de superficie, pero en este caso
el engobe toma un matiz cafetoso; las formas
son apaxtles de paredes curvo convergentes,
borde reforzado, base plana y cajetes trípodes
con soportes sólidos rectangulares.
difundido por todo el norte y noreste de Yuca-
tán y en la costa oriental, más no así en el sur
de Quintana roo, donde su presencia es más
bien escasa.
Chumayel rojo sobre pizarra
Variedad: Chumayel
Grupo: muna
esfera: Cehpech oriental
tipo establecido por smith (1971: 28); presenta
los mismos atributos en cuanto a composición de
la pasta y acabado de superficie al tipo muna pi-
zarra variedad muna, pero en este caso las vasijas
están decoradas en color rojo sobre el engobe.
Las formas más comunes son los cántaros glo-
bulares con borde evertido interno reforzado y
cajetes trípodes de paredes curvo divergentes con
soportes sólidos rectangulares. en los cántaros la
decoración es de tipo “chorreado”, mientras que
los cajetes tienen en el fondo formas espirales
(figura 5 a).
Chumayel rojo sobre pizarra
Variedad: engobe cafetoso
Grupo: muna
esfera: Cehpech oriental
Variedad establecida por Canché en Xelhá (1992:
139); presenta las mismas características de la
variedad Chumayel, pero el engobe en este caso
 cerámica arqueoLógica en quintana roo
a
b definido por canché (1992: 143), presenta los
Figura 3. a: muna pizarra dentada, y c: muna pizarra
muescada.
presenta un fuerte matiz cafetoso. Las formas más
comunes son el apaxtle y los cajetes trípodes.
este tipo se ha reportado en diversos sitios del
noroeste de Yucatán, principalmente en la zona
Psuc. en quintana roo tiene cierta presencia, so-
bre todo en cobá y varios sitios de la costa oriental
como tancah, Xelhá, cozumel y Xcaret.
Tekit inciso
Variedad: tekit
grupo: muna
esfera: cehpech oriental
establecido por Smith (1971: 28). Presenta todos
los atributos de composición de pasta, textura y
acabado de superficie que el tipo muna pizarra
variedad muna, aunque el engobe es de color
café brillante con marcas de raíz de color negro
y crema. La olla de cuello alto es la única forma;
el cuello se presenta sin engobe y está decorado
con incisiones anchas pero someras que se ex-
tienden en sentido vertical-diagonal y parecen
acanaladuras (figura 5 b).
Tekit inciso
Variedad: dzib
grupo: muna
esfera: cehpech oriental
establecido por robles (1990:198). Presenta las
mismas características en composición de pasta
295
y acabado de superficie al muna Pizarra variedad
muna, pero en este caso se trata principalmente
de cajetes trípodes de paredes curvo divergentes
y soportes sólidos rectangulares; la decoración
consiste en diseños esgrafiados representando
glifos y numerales en la pared interior de la vasija
(figura 5 c-d).
Tekit inciso
Variedad: engobe cafetoso
grupo: muna
esfera: cehpech oriental
mismos atributos que la variedad tekit, pero
en este caso el color del engobe base es café
oscuro.
Akil impreso
Variedad: akil
grupo: muna
esfera: cehpech oriental
definido por Smith (1971: 28); la pasta y los
atributos son iguales al tipo muna pizarra varie-
dad muna, pero en este caso se trata de cajetes
trípodes de soportes sólidos rectangulares o de
botón, decorados con una banda periférica con
impresiones de uña (figura 5 e).
Akil impreso
Variedad: engobe cafetoso
grupo: muna
esfera: cehpech oriental
definido por canche (1992: 144). tiene las mis-
mas características que la variedad akil, salvo que
en este caso el engobe tiene un matiz cafetoso.
Teabo rojo
Variedad: teabo
grupo: teabo
complejo: chemuyil
esfera: cehpech oriental
tipo establecido por Smith (1971: 27). Fue
de uso muy generalizado a lo largo de la costa
oriental y aun en el sur de quintana roo; apa-
rentemente su origen se encuentra en el norte
de Yucatán, donde tuvo amplia difusión. Se
 Luis aLberto martos LóPez
b
a pizarra delgado, pero la cara exterior de las vasijas
c
d vasos de paredes recto divergentes y las “venene-
e
f
Figura 4. Céramica sacalum negro sobre pizarra.
trata principalmente de cajetes de paredes recto
divergentes de borde directo aplanado o redon-
deado y base plana, aunque también hay cajetes
trípodes de soportes huecos semiglobulares. se
caracteriza por tener pasta de textura fina de
tonalidad rojiza con desgrasante de ceniza volcá-
nica y calcita triturada, y un acabado de superficie
brillante de color rojo (figura 5 f, g).
Ticul pizarra delgado
Variedad: Xelhá
Grupo: ticul
esfera: Cehpech oriental
tipo establecido por smith (1971: 30); pasta de
textura fina de color claro con desgrasante de
arena y partículas pequeñas de calcita. engobe
de color café claro brillante de textura cerosa,
con manchas oscuras por la cocción. Las vasijas
tienden a ser de paredes muy delgadas y las for-
mas predominantes son el vaso cilíndrico, y el
cajete de paredes recto divergentes. es un tipo
de evidente tradición del norte de Yucatán, cuyo
uso se generalizó por toda la costa oriental y aun
en sitios del sur del estado (figura 6 a, b).
296
Tabi gubiado inciso
Variedad: muyil
Grupo: ticul
esfera: Cehpech oriental
Presenta las mismas características de composición
de pasta y acabado de superficie del tipo ticul
presenta decoración incisa y gubiado con diseños
geométricos. Las formas más comunes son los
ras”, una especie de botellas pequeñas, de silueta
circular, planas y boca estrecha (figura 6 c, d).
Holaktun negro sobre crema
Variedad: Holaktun
Grupo: Holaktun
esfera: Cehpech oriental
tipo establecido por smith (1971: 15). Pasta
compacta de textura mediana de color café
amarillo y rosa claro; el desgrasante es de calcita
triturada y tiestos cerámicos triturados. Las vasijas
presentan un engobe exterior de color gris claro
a café, mientras que las paredes interiores son de
color negro opaco y el engobe generalmente está
agrietado. La forma predominante es el apaxtle
de borde reforzado (figura 6 e).
aunque este tipo aparece en algunos sitios de la
costa oriental, su origen y distribución fue princi-
palmente en el norte de Yucatán y en Campeche.
Holaktún negro sobre crema
Variedad: engobe cimarrón
Grupo: Holaktun
esfera: Cehpech oriental
definido por smith (1971: 15). Presenta las mismas
características generales de la variedad Holaktun,
pero en este caso se trata de ollas globulares de
cuello con paredes curvo divergentes y decora-
ción “chorreada” de líneas paralelas en negro
sobre un engobe primario de color rojo amarillo
(cimarrón); la cara interior de las vasijas está
alisada y conserva el color natural de la pasta.
este tipo no aparece con mucha frecuencia
en los sitios de Quintana roo; probablemente
su origen está en el norte de Yucatán, y fue muy
utilizado en la región Puuc.
 cerámica arqueoLógica en quintana roo
Yalcox negro
Variedad: Yalcox
grupo: Yalcox
esfera: cehpech oriental
tipo establecido por Smith (1971: 17). La pasta
es compacta y de textura fina de color negro a
gris oscuro, aparentemente sin ningún tipo de
desgrasante. el acabado de superficie consiste
en un engobe de color negro aplicado uniforme-
mente. Se presenta con una forma única que es
el vaso de paredes rectas, borde directo redon-
deado y base plana. aparentemente el origen de
este tipo está en la costa de tabasco, de donde
pasó a Yucatán y después hasta la costa oriental,
ya en época tardía (figura 6 f).
Arena Rojo
Variedad: arena
grupo: arena
esfera: cehpech oriental
establecido por robles (1990: 148). Pasta fina de
color rojo a rojo amarillo con desgrasante de cal-
cita triturada y arena; el acabado de superficie es
en base a un engobe de color rojo, pero con áreas
de tono rojo amarillo generalmente visibles en el
fondo y base de las vasijas; la forma principal es la
de cajetes trípodes de paredes curvo divergentes,
borde evertido y reborde basal, con soportes
sólidos cónicos o de botón (figura 7 a).
este tipo tuvo una muy amplia distribución
por toda la costa oriental de donde parece ser
originario; aparentemente se extendió hasta
regiones cercanas a chichen itzá.
Chablekal gris fino
Variedad: chablekal
grupo: chablekal
esfera: jonuta
Fue establecido por Smith (1971: 18). es uno
de los tipos de las llamadas pastas finas; su
pasta es de color gris muy uniforme y no tiene
desgrasante. Presenta un engobe de color gris
a gris oscuro de acabado brillante metálico. La
forma más común es el cajete de paredes recto
divergentes de borde directo redondeado y base
plana (figura 7 b).
297
este tipo, al igual que los otros miembros del
grupo de las pastas finas, parece tener su origen
en la chontalpa, desde donde se distribuyó am-
pliamente por gran parte del área maya.
Chicxulub inciso
Variedad: chicxulub
grupo: chablekal
esfera: jonuta
definido por Smith (1971: 18); presenta las mis-
mas características generales en composición de
pasta y acabado de superficie que el chablekal
gris fino, pero en este caso la cara exterior de
la vasija está decorada con incisiones poco pro-
fundas en sentido horizontal. La principal forma
es la de cajetes de paredes recto divergentes de
borde directo redondeado y base plana (figura
7 c).
Se trata de un tipo de intercambio cuyo origen
se encuentra en la chontalpa. tuvo una amplia
difusión por gran parte del área maya; en quinta-
na roo se ha reportado principalmente en sitios
de la costa central y hacia el sur del estado.
Becanchén negro sobre café
Variedad: Becanchén
grupo: Becanchén
esfera: tepeu
tipo establecido por Ball (1977: 26). Presenta
una pasta fina de color café pálido con desgra-
sante de calcita triturada en partículas medianas.
Las vasijas están cubiertas con un engobe que
varía en color desde café oscuro hasta gris oscuro;
tiene acabado lustroso y sensación más cerosa
y consistente que la cerámica pizarra. Presenta
decoración chorreada en la pared externa de
las vasijas, una serie de líneas paralelas y verti-
cales de color amarillo rojizo que bajan desde
el borde hasta la base. Las formas presentes en
este tipo son: jarras globulares de cuello corto
y borde reforzado; platos de paredes curvas y
borde reforzado.
Éste es un tipo estrechamente relacionado
con uaxactun, se extendió hacia el norte hasta
Belice y sur de campeche y quintana roo. en
la costa oriental se presenta en pocos sitios, pero
 Luis aLberto martos LóPez

Fue un tipo cerámico de élite de muy amplia

distribución, pues se encuentra en Guatemala,
belice, sur y norte de Campeche, norte de Yuca-
tán, sur y norte de Quintana roo.
a
b
b
Chimbote crema policromo
Variedad: Chimbote
Grupo: Chimbote
c
d esfera: tepeu
tipo establecido por ball (1977: 77). se carac-
teriza por una pasta compacta de textura fina
de color rosa o amarillo rojizo con desgrasante
e
de arena y partículas finas de calcita triturada.
Presenta un engobe primario de color crema,
gris pálido o rosa, sobre el que se aplicó un
engobe secundario lustroso de color naranja a
f g rojo, dejando áreas circulares u ovales sin cubrir.
Figura 5. a: Chumayel rojo sobre pizarra; una tercera aplicación de engobe rojo se aplicó
b: tekit inciso; c-d: tekit inciso variedad dzib; sobre los anteriores, produciendo un color gene-
e: akil impreso, y f-g: teabo rojo. ral rojo oscuro, aunque dejando también áreas
circulares y ovales libres en las que resaltan los
colores crema y naranja de las aplicaciones pri-
más bien de forma esporádica y en muy bajas
concentraciones.

Petkanché naranja policromo

Variedad: Petkanché
Grupo: Petkanché
esfera: tepeu b
a
establecido por ball (1977: 72). Pasta de textura
fina de color café pálido a rojo-amarillo con des-
grasante de partículas finas de calcita triturada.
el rasgo característico es el uso de dos engobes
primarios alternados de color crema y naranja,
en la cara externa de la vasija, mientras que la c
pared interior es naranja uniforme. sin embargo, d
los engobes aunque lustrosos generalmente son
inconsistentes y suelen desprenderse fácilmente
en forma de hojuelas. Presenta decoración de
diseños geométricos, zoomorfos, naturistas y ban-
das glíficas, de color rojo y negro en las paredes
exteriores de las vasijas. La única forma consiste f
en vasos cilíndricos de paredes rectas y delgadas e
con borde directo redondeado y base plana. Figura 6. a-b: ticul pizarra delgado; c-d: tabi
este tipo es un importante marcador del gubiado inciso; y e: Holaktun negro sobre crema;
horizonte tepeu i-ii durante el Clásico tardío. f: Yalcox negro.

298
 cerámica arqueoLógica en quintana roo
a
b para la autocracia, cuyo origen se encuentra en la
c Palmar naranja policromo
Figura 7. a: arena rojo; b: chablekal gris fino,
y c: chicxulub inciso.
marias. Presenta decoración adicional de bandas
cruzadas y otros elementos geométricos en rojo
o negro sobre las áreas de color crema.
aparentemente es un tipo originario de la re-
gión chenes en campeche, de donde se extendió
hacia el norte y sur del estado, norte de Yucatán
y hacia algunos sitios del sur de quintana roo y
de la costa oriental, aunque en esta última zona
se presenta en baja concentración.
Saxché naranja policromo
Variedad: no especificada
grupo: Saxché
esfera: tepeu i-ii
establecido por Smith y gifford (1966: 162).
Pasta de color naranja a beige de textura fina con
inclusiones finas de calcita triturada, y ocasiona-
les fragmentos grandes de calcita o nódulos de
magnetita. Las superficies están cubiertas con un
engobe de color naranja de acabado lustroso. La
decoración consiste en motivos antropomorfos,
zoomorfos, geométricos y abstractos de color ne-
gro o rojo sobre la pared externa de la vasija; en
general el trazo de los dibujos es muy fino, sobre
299
todo en los detalles de los glifos y los vestidos de
los personajes. La decoración en el interior de la
vasija consiste en una banda roja o negra sobre
el borde o una banda ancha de color rojo y bajo
ésta una delgada banda negra. este tipo tiene
varias formas entre las que destacan los platos
de paredes curvas, base plana y borde directo
redondeado, platos hemisféricos con reborde
medial y base plana (figura 8 a-e).
Se trata de un tipo cerámico de intercambio
región del Petén desde donde se distribuyó hacia
Belice, sur de campeche, sur de quintana roo
y norte de Yucatán; en la costa oriental también
se encuentra pero en baja frecuencia.
Variedad: no especificada
grupo: Palmar
esfera: tepeu ii-iii
establecido por Smith y gifford (1966: 160).
La pasta es de color café a naranja oscuro con
desgrasante de calcita triturada; el núcleo del
tiesto presenta muchas veces un color gris oscuro;
un engobe general de color naranja de acabado
lustroso sobre el que hay diseños geométricos
y abstractos en color rojo y negro. en general,
la decoración en el interior de la vasija consiste
en una banda roja sobre el borde del mismo
color y una negra bajo éste; entre ambas bandas
hay rectángulos negros que contienen barras
horizontales y puntos. La decoración exterior
muestra líneas rojas oblicuas hacia uno y otro
sentido y una banda marrón sobre el borde. Las
dos formas de este tipo son un plato trípode
con ángulo basal, borde directo redondeado y
soporte cilíndrico hueco, y un vaso cilíndrico
de paredes ligeramente divergentes con borde
directo redondeado y base plana (figura 8 f-i).
también es un tipo de alfarería de inter-
cambio para la élite, cuyo origen parece ser la
región del Petén, desde donde pasó hacia el sur
de campeche, Belice y sur de quintana roo.
cuando este tipo se encuentra muy fragmentado
y erosionado, suele confundirse con el Palmar,
por lo que en muchas ocasiones se describen
 Luis aLberto martos LóPez
juntos en la tipología de algunos sitios. sin em-
bargo, hay que considerar que hay una diferencia
cronológica entre ambos.
Águila naranja
Variedad: águila
Grupo: águila
esfera: tepeu
establecido por smith y Gifford (1966: 154,
171). Pasta de textura media muy uniforme de
color rosáceo o anaranjado. Presenta un engobe
anaranjado o rojo claro muy uniforme y lustroso,
tanto en el interior como en el exterior de la
vasija, dependiendo de la forma. tiene amplia
gama de formas destacando el plato con ángulo
basal, borde directo redondeado; jarras globu-
lares de cuello corto cilíndrico; jarras de cuello
largo cilíndrico y reforzamiento exterior; platos
hemisféricos; plato con reborde medial; cajete
trípode cilíndrico; plato con ángulo o reborde
basal. en general, los soportes del águila naranja
suelen ser huecos, cilíndricos o semiesféricos
(figura 9 a-e).
el origen de este tipo es la zona del Petén y
tuvo amplia distribución por toda el área maya
central incluyendo belice, el sur de Campeche
y el sur de Quintana roo, aunque también se
le puede encontrar en el norte de Yucatán y la
costa oriental.
Janán naranja
Variedad: janán
Grupo: Chumul
esfera: Cozumel
establecido por Connor (1983: 121). se carac-
teriza por tener una pasta compacta de textura
mediana a fina con desgrasante de partículas
finas de calcita triturada y que varía de color
entre rosa y amarillo-rojizo. Presenta engobe
solamente en la cara interior de la vasija, el cual
es muy uniforme y brillante; la cara exterior de
la vasija se caracteriza por un alisado del color
de la pasta, y en ocasiones muestra estrías finas.
La decoración, presente sólo en la cara interior,
es de diseños geométricos y naturalistas con
líneas de color negro, café oscuro o rojo sobre
300
el engobe naranja. La única forma es un cajete
de silueta compuesta y reborde basal, borde
directo redondeado y soportes cónicos huecos
(figura 9 f).
este tipo se manufacturó exclusivamente
en la isla de Cozumel, y tal vez por la vía del
intercambio pasó hacia otros sitios de la costa
oriental, aunque fuera de la isla su presencia es
más bien rara.
Cambio sin engobe
Variedad: no especificada
Grupo: Cambio
esfera: tepeu i-iii
establecido por smith y Gifford (1966: 173).
Pasta de textura burda con desgrasante de cal-
cita triturada y mica de color amarillo, amarillo
rojizo o café pálido. Las superficies de la vasija
están alisadas y carecen de engobe. Como forma
única se presenta la jarra globular de cuello
cilíndrico de paredes curvas y borde directo
redondeado o cuadrado, en ocasiones aplanado
con acanaladura o con ensanchamiento externo
(figura 10 a-e).
este tipo culinario parece ser originario de
la región del Petén, aunque su uso se extendió
por la región del usumacinta, belice, sur de
Campeche y Quintana roo.
Tinaja Rojo
Variedad: no especificada
Grupo: tinaja
esfera: tepeu i-iii
tipo establecido por smith y Gifford (1966: 172).
Pasta de textura fina a burda con desgrasante de
calcita finamente triturada, en ocasiones con
inclusión de partículas de hematita especular.
el color de la pasta varía desde el amarillo rojizo
hasta el café claro. Las superficies de las vasijas
están cubiertas por un engobe uniforme de color
rojo, amarillo rojizo o café rojizo. de formas se
encuentran vasos de paredes recto divergentes,
borde directo redondeado y base plana (figura
10 f), platos de paredes divergentes, base plana
o soportes sólidos cónicos (figura 10 g), cuencos
de paredes curvo convergentes (figura 10 h) y
 cerámica arqueoLógica en quintana roo

de aspecto metálico o plomizo, con apariencia

vidriada. Presenta una amplia gama de formas,
principalmente vasos de paredes curvo conver-
b gentes y soporte de pedestal, cajetes de silueta
a c
compuesta de base plana o trípodes de soportes
huecos, pequeñas ollas y jarras antropomorfas,
zoomorfas y fitomorfas de cuello corto, etc.
(figura 11 a-d).
d
e este tipo se considera una de las cerámicas de
exportación de filiación tolteca por excelencia; se
ha planteado que el posible centro de manufactu-
ra de esta cerámica se encuentre en el Soconusco
o en la zona costera de guatemala, de donde se
g
distribuyó hacia el Salvador, el centro de méxico,
f norte de Yucatán, costa oriental e isla de cozumel.
es un marcador del Posclásico temprano.

h Silhó naranja fino

i Variedad: Silho
grupo: Silho
Figura 8. a-e Saxché naranja policromo y f-i Polmar
naranja policromo. esfera: Sotuta
establecido por Smith (1971: 21). Pasta de
textura muy fina y compacta de color naranja
platos de silueta compuesta (figura 10 j), aun-
que la forma más general de este tipo es la jarra
globular de cuello cilíndrico de paredes curvas y
borde directo redondeado con ensanchamiento
externo o reforzado redondeado (figura 10 i).
este tipo también es originario y por ende a b
c
distribuido en el área maya central, pero se halla
con cierta frecuencia en los sitios del sur de cam-
peche y quintana roo, y muy ocasionalmente en
algunos sitios de la costa oriental.

tiPoS deL PoScLáSico temPrano

d

Plumbate Tohil
Variedad: tohil e
grupo: tohil
esfera: Sotuta
establecido por Smith (1971: 27). Pasta com-
pacta de textura fina aparentemente sin desgra-
sante. Presenta un engobe que no es uniforme, f
pues en la misma vasija el color puede variar
de gris a naranja; su acabado es muy lustroso y Figura 9. a-e: águila naranja, y f: janán naranja.

301
 Luis aLberto martos LóPez

sin desgrasante, engobe general muy uniforme
y ligeramente lustroso de color naranja a rojo
cafetoso. Cuando el tiesto se erosiona y pierde
el engobe tiende a manchar como si fuera un
gis de color naranja. Como decoración suele
presentar bandas o paneles de engobe color
crema, rojo o negro. Las formas más comunes
son jarras de boca pequeña y cuello de paredes
curvo divergentes; jarras de tamaño mediano y
cuello abultado; jarras de boca amplia y cuello
ligeramente acampanado; vasos periformes tanto
trípodes como con soporte de pedestal; vaso
cilíndrico con soporte de pedestal acampanado;
platos semiesféricos con soporte anular o de
base plana; platos trípodes con reborde medial
o basal o con ángulo basal y soportes huecos
acampanados (figura 11 e-h).
aparentemente este tipo fue manufacturado
en la Chontalpa o bien en alguna región de la
costa de Campeche; se distribuyó comercialmen-
te por gran parte de la Península de Yucatán,
tabasco, área maya central y aun se ha encon-
d e
b c
a tecomates de base plana (figura 12 a, b).
g costa y norte de Campeche, norte de Yucatán y
f norte de Quintana roo.
trado con mucha frecuencia en varios sitios del
estado de Veracruz. este tipo define también
un marcador cronológico del Clásico terminal-
Posclásico temprano.
Cumpich inciso
Variedad: Cumpich
Grupo: silhó
esfera: sotuta
establecido por smith (1971: 21). Presenta los
mismos atributos generales del tipo silhó na-
ranja, tanto en composición de la pasta como
en acabado de superficie, pero en este caso la
decoración consiste en una serie de incisiones
hechas precocción en sentido horizontal sobre
la pared exterior de la vasija. Como forma única
se presentan jarras globulares de cuello corto de
paredes curvas y boca estrecha (figura 11 i-j).
Kilikán compuesto
Variedad: Kilikán
Grupo: silhó
esfera: sotuta
tipo definido por smith (1971: 21). Presenta las
mismas características generales del tipo silhó
naranja, pero en este caso presenta decoración
mixta excavada-incisa con diseños de bandas hori-
zontales, y zoomorfa con diseños en negro sobre el
engobe naranja. Las formas principales son vasijas
trípodes o periformes con soporte de pedestal y
Las vasijas de este tipo parecen haber sido
para comercio de élite; se extendieron desde su
área de manufactura en la Chontalpa hacia la

Balancán naranja fino

Variedad: no especificada
i Grupo: balancán
esfera: sotuta
tipo establecido por smith (1971: 19). Pasta
de textura muy fina y compacta sin desgrasante
h de color naranja. Presenta un engobe general
j
de color blanco muy uniforme y consistente,
Figura 10. a-e: Cambio sin englobe, y f-j: tinaja rojo. ligeramente bruñido. Como formas principales

302
 cerámica arqueoLógica en quintana roo
c
b
a norte de Yucatán que se extendió ampliamente
d
f
e grupo: dzitás
g h
i j
Figura 11. a-d: Plumbate tohil; e-h: Silhó naranja
fino, y e, i-j: cumpich inciso.
se pueden mencionar el plato de paredes curvo
divergentes y soporte de pedestal; cajete hemis-
férico de base anular, y plato trípode de paredes
curvo divergentes y soportes huecos (figura 12
c, d).
este tipo pertenece a las llamadas pastas
finas de posible origen en la chontalpa, específi-
camente en la región de jonuta-tecolpan; se ha
reportado en varios sitios del área maya central,
Belice, norte de Yucatán, costa oriental y sur de
quintana roo. es un importante tipo de vasijas
de comercio que sirven como indicador del
Posclásico temprano.
Dzitás pizarra
Variedad: dzitás
grupo: dzitás
esfera: Sotuta
tipo definido por Smith (1971: 16). Presenta
pasta compacta de textura mediana con des-
grasante de ceniza y calcita triturada; su color
varía entre café rojizo, anaranjado, crema, beige
303
y gris. tiene un engobe general de color gris
cremoso de acabado lustroso y ceroso al tacto.
como forma principal está el cajete de paredes
curvo divergentes y borde directo redondeado
(figura 12 e-g).
Se trata de un tipo de clara manufactura en el
por el norte de quintana roo y la costa oriental,
incluyendo varios sitios de la isla de cozumel.
Balantún negro sobre pizarra
Variedad: Balantún
esfera: Sotuta
establecido por Smith (1971: 16). Presenta las
mismas características generales del dzitás piza-
rra, pero en este caso con decoración chorreada
de líneas negras sobre el engobe pizarra. como
formas principales aparecen un cajete de paredes
curvo divergentes de borde directo redondeado
o biselado; tecomate globular de borde directo
reforzado; jarra globular de cuello alto con dos
asas horizontales, y apaxtle de paredes curvo
convergentes y base plana (figura 13 a, b).
este tipo también fue elaborado en el norte
de Yucatán y tuvo amplia distribución en la costa
oriental.
Kukulá crema
Variedad: Kukulá
grupo: Kukulá
esfera: Hocabá
establecido por Smith (1971: 26). Pasta poco
compacta de textura mediana con desgrasante
de calcita triturada de color café rojizo o rosáceo.
tiene un engobe de color crema ligeramente
brillante. como formas tenemos cajetes de
paredes curvo convergentes de borde directo
biselado y base plana; ollas globulares de cuello
corto de paredes curvo divergentes, a veces con
acanaladura medial, y borde directo con reforza-
miento externo o aplanado-acanalado, así como
tecomates globulares de borde directo reforzado
(figura 13 c-e).
Se trata de un tipo de amplia difusión en el
norte de Yucatán y norte de quintana roo.
 Luis aLberto martos LóPez
Xcanchakán negro sobre crema
Variedad: Xcanchakán
Grupo: Kukulá
esfera: Hocabá
establecido por smith (1971: 26). Presenta las
mismas características generales del tipo Kukulá
crema, tanto en composición de pasta como
acabado de superficie, pero en este caso las vasi-
jas presentan decoración chorreada con líneas
negras sobre el engobe primario crema. Como
formas principales aparece un cajete de paredes
curvo divergentes o recto convergentes de base
plana o convexa y borde directo redondeado
o directo reforzado; cajete trípode de soportes
globulares tanto huecos como sólidos; jarra glo-
bular de cuello corto, base plana y borde directo
reforzado y biselado (figura 13 f, g).
este tipo también se manufacturó en el norte
de Yucatán de donde se distribuyó ampliamente
hasta llegar a la costa oriental de Quintana roo
e isla de Cozumel.
Sisal burdo
Variedad: sisal
Grupo: sisal
esfera: sotuta
definido por smith (1971: 16-17). Pasta de tex-
tura burda y porosa que varía de color entre el
gris, beige, café o rojo, con desgrasante de calcita
y/o tiestos cerámicos triturados. La superficie de
las vasijas son del color de la pasta; el acabado
de superficie es alisado, sin engobe alguno. Las
formas son básicamente jarras de boca ancha y
cuello de altura media de paredes redondeadas;
incensarios; platos con reborde medial; comales
y platos de paredes curvas (figura 14 a, b).
Pisté estriado
Variedad: no especificada
Grupo: sisal
esfera: sotuta
definido por smith (1971: 16-17). Presenta las
mismas características generales del sisal burdo
tanto en la composición de la pasta como en el
acabado de superficie, pero en este caso se en-
cuentra como única forma ollas de cuello corto
304
b
a
d
c
e f
g
Figura 12. a-b: Kilimán compuesto; c-d Palancán
naranja fino, y e.g: dzitás pizarra.
en cuya cara exterior son visibles estrías finas en
sentido vertical y diagonal (figura 14 c, d).
esta cerámica, de evidente uso culinario,
fue utilizada ampliamente en diversos sitios del
norte de Yucatán y se presenta relativamente
con menor frecuencia en varios sitios de la costa
oriental de Quintana roo.
Dzibiac rojo
Variedad: dzibiac
Grupo: dzibiac
esfera: sotuta
tipo establecido por smith (1971: 15). Pasta
compacta de textura media con desgrasante
de calcita triturada y ceniza; su color varía
entre rojo, anaranjado y café rojizo. Las vasijas
presentan un engobe general de color rojo bri-
llante, de sensación cerosa al tacto. Las formas
principales son: cajete trípode de paredes curvo
convergentes y borde directo redondeado con so-
portes esféricos huecos; cajete de paredes curvo
convergentes, borde directo redondeado y base
plana, y jarras globulares de cuello cilíndrico
 cerámica arqueoLógica en quintana roo

y borde con reforzamiento interior o exterior

(figura 14 e, f).
este tipo se distribuye principalmente en el
norte de Yucatán y costa oriental de quintana
roo, incluyendo la isla de cozumel.
a b

d diScuSión

resulta interesante que durante la transición

del clásico terminal al Posclásico temprano, las
c
lozas policromas y otras cerámicas estilo Petén
e
que habían predominado en la costa oriental
fueron reemplazadas por cerámica de tradición
del noroeste de Yucatán, lo que parece reflejar
un reordenamiento cultural con esta región más
f que con las ciudades del sur de las tierras bajas,
g
cuya influencia había dominado a lo largo de las
Figura 13. a-b: Balantún negro sobre pizarra; épocas anteriores.
c-e: Kukulá crema, y f-g: Xcanchakán negro “este cambio fue el efecto lógico de la decli-
sobre crema. nación de las comunidades de las tierras bajas del
sur y una manifestación de nuevas tendencias en
la organización política de las tierras bajas del
norte también”. (robles y andrews, 1985: 78)
mientras que en muchos aspectos el periodo
clásico terminal fue una época de prosperidad,
aumento poblacional y, en general, de floreci-
a b miento, también dio lugar a su propia declina-
ción (andrews iV, 1965: 288). el cambio y el
reordenamiento cultural que experimentaron
las comunidades de la costa durante la transición
hacia el Posclásico tardío, debe entenderse como
un intento de adaptación y supervivencia ante los
cambios externos.
robles y andrews han planteado que para el
d 900-1000 d.c. surge una fuerte competencia en-
tre chichen itzá y cobá como entidades políticas;
c cada una trata de extender su esfera de influencia
sobre gran parte de la Península. con base en la
cerámica han propuesto que los itzaes habrían
dominado desde la región de tabasco y oeste de
campeche hasta la costa oriental de quintana
roo, más o menos a la altura de el meco, aunque
e
f también ejercieron control sobre cozumel. Sin
Figura 14. a-b: Sisal burdo; c-d: Pisté estriado, embargo, es necesario revisar los últimos trabajos
y e-f: dzibiac rojo. de análisis cerámicos de sitios de la costa para

305
 Luis aLberto martos LóPez
poder corroborar o refutar esta hipótesis. Co-
zumel, por ejemplo, si bien cuenta con algunos
tipos de importación, parece haber desarrollado
una cerámica propia, al parecer exclusiva de la
isla, mientras que Xelhá, supuestamente domi-
nada por la esfera de Cobá, parece utilizar tipos
afines con la esfera de Chichen itzá.
seguramente, la futura aparición de trabajos
de análisis de cerámica de sitios tan importantes
como Xcaret, Punta Pájaros y de otros centros
de la costa, aportarán información valiosa sobre
este interesante planteamiento. de igual forma,
habrá que esperar los resultados de los trabajos
en otros sitios de primera magnitud del centro de
Quintana roo, como okop, que aparentemente
habría tenido un papel relevante en el desarrollo
de los procesos del Clásico terminal y Posclásico
temprano, por lo que su estudio arrojará sin lugar
a duda información adicional sobre el aspecto
de las esferas de influencia.
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 La producción alfarera en el México antiguo, vol. IV
se terminó de imprimir en el mes de marzo de 2007,
en los talleres Gráficos del Instituto nacional de Antropología e Historia.
Producción: dirección de Publicaciones
de la Coordinación nacional de difusión.
La Subdirección de Investigación y Conservación del
Patrimonio Arqueológico de la Dirección de Estudios
Arqueológicos del INAH decidió hace unos años im-
pulsar la elaboración de una síntesis del conocimiento
de la cerámica del México antiguo, con el fin de for-
mular problemas y líneas de investigación que
contribuyeran al avance de la arqueología como disci-
plina científica.
La coordinación de este magno proyecto se en-
cargó a Beatriz Leonor Merino Carrión y a Ángel
García Cook, quienes aceptaron el reto de reunir tex-
tos documentales sobre la cerámica prehispánica
característica de las muchas regiones del territorio
que ocupa nuestro país.
En el volumen IV de La producción alfarera en el
México antiguo se examina la cerámica encontrada
en regiones donde la ocupación fue corta o cubrió más
de un periodo regional: del Clásico al Posclásico.
De este modo, catorce especialistas en diez capítulos
nos brindan información de los tipos cerámicos carac-
terísticos en los estados de Chiapas, Chihuahua, Colima,
Durango, Quintana Roo, Sonora y Zacatecas; Tula, el
señorio de Meztitlán, Cantona y Playa del Tesoro.

ISBN 968-03-0215-6

9 789680 302154