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EL CAUDILLISMO

Manuel Isidoro Belzu


Nació en una familia humilde, su valía personal y su coraje le proporcionaron una rápida promoción al
ejército de Andrés de Santa Cruz, al que se había unido en 1823. Después de participar en el golpe de
estado que derrocó a José Ballivián, en 1847, comenzó a ejercer una ascendiente casi mítico sobre las
grandes masas de población indígena.
En 1848, el pueblo llano se rebeló saqueando la casa de los ricos de La Paz y atacando al propio
ejército. Belzú, que se impuso en ese mismo año en la Batalla de Yamparáez, fue declarado presidente
provisional y, con la promulgación de la Constitución de 1851 fue consagrado como Presidente
Constitucional. Su mandato estuvo marcado por contiendas internas y los atentados contra su vida: en
septiembre de ese mismo año resultó gravemente herido. La multitud enardecida se apiño entonces en
torno suyo profiriendo gritos de elogio hacia su persona. A consecuencia incremento su poder y
persiguió implacablemente a sus enemigos. Sin embargo, cansado de luchar contra sus opositores,
dimitió en 1855.
Tras una estancia de diez años en Europa, en donde desempeño funciones diplomáticas, se alzo contra
el general Mariano Melgarejo, que se aprestaba a tomar el poder. Apoyado por el pueblo, obtuvo una
victoria sobre las fuerzas gubernamentales, pero, en la confusión de la batalla Mariano Melgarejo logró
entrar a la presidencia, donde se encontraba Belzú y lo asesinó, su muerte tuvo una gran consternación
a los indígenas y mestizos.

Jorge Cordova.- Comandó un regimiento “ El Chorolque “ que dio a Belzu sus mejores lauros en sus
campañas. Durante el año de 1855 se llevaron a cabo las elecciones convocadas por el “caudillo del
pueblo” en las que Córdova era el candidato oficial mientras en la oposición se hallaba el doctor José
María Linares. Córdova triunfó y la opinión pública juzgó que su elección fue válida e indiscutible por lo
que se le denominó transmisión legal. Al subir al poder Córdova enfrentó la impopularidad y la crítica
de ser yerno y fiel partidario de Belzu.
Decretó una amnistía total, continuó la política proteccionista de Belzu, mantuvo el monopolio estatal
sobre la minería a pesar del estancamiento de esta actividad, comenzó una crisis en la producción
artesanal y textil local.
Tras duras revoluciones y pronunciamientos, Linares luchador incansable, se le puso al frente y tras
varios combates y levantamientos Córdova perdió la batalla de Cochabamba y fugó al Perú, país de
residencia obligada para la mayoría de los refugiados políticos de Bolivia. Durante el gobierno José
María Achá cayó en manos del coronel Yánez, quien lo acusó de conspirador y lo apresó.
Fue asesinado, junto a medio centenar de detenidos en la horrible matanza del Loreto(región de La
Paz) el 23 de octubre de 1861.

José María Linares Lizarazu.- nació en Ticala, finca de Potosí, el 10 de julio de 1808. Perteneció a
la noble y acaudalada familia de los condes de Casa Real y Señores de Rodrigo en Navarra,
emparentados con la nobleza española. Se educó en la universidad Mayor Real y Pontificia de
Chuquisaca. Fue su carácter inflexible desde su juventud, una de las características de sus actos, tanto
en lo personal como en lo político.
Todo lo puso en su actuación política en la que gastó toda su fortuna hasta morir casi en la miseria.
Ocupó desde su juventud cargos políticos de lustre: diputado, prefecto de Potosí, ministro de Estado
del general Velasco (tercer gobierno) y ministro plenipotenciario. Sus desvelos los dedicó a estudios
de las ciencias sociales. Le correspondió como ministro de Bolivia en España firmar el tratado en que
esa nación reconoció oficialmente la independencia de Bolivia. A su regreso al país salió elegido
diputado y a poco presidente del poder legislativo.
Pronto se convirtió en uno de los caudillos más importante de la política nacional. Durante su vida
política fue deportado y vivió en Perú, Chile y Argentina. En 1857, mediante golpe de Estado, ascendió a
la presidencia. Gobernó con rectitud e inflexibilidad. Apoyó la fuerza de su gobierno en la ética, con
acciones implacables contra quienes transgredían la ley. Para hacerlo se declaró dictador,
aplicó severas medidas de fiscalización. Redujo drásticamente los fondos del ejército y sus efectivos.
Fue escrupuloso y austero en el manejo del erario público, con reducción de sueldos reduciendo el
déficit público. Cambió la política de estado hacia el librecambismo. El 14 de enero de 1861 fue
depuesto por un golpe fraguado por sus propios áulicos:
Ruperto Fernández, Manuel Antonio Sánchez y el General Achá.
Murió seis meses después en su exilio de Valparaíso, Chile el 23 de octubre de 1861.

José María Achá Valiente.- (Cochabamba 1810 - Cochabamba 1868) fue el 18° presidente de
Bolivia, gobernando del 4 de mayo de 1861 al 28 de diciembre de 1864.
Nació en Cochabamba el 8 de julio de 1810. Se alistó en el ejército, pues la carrera militar era
prometedora en la época. Tomó tomó parte en las batallas de la Confederación Perú boliviana. Llegó a
ser ministro de guerra de José María Linares, a quien derrocó en 1861 con un golpe de estado.
Véase también: Guerra contra la Confederación Perú-Boliviana
En 1863 publicó un decreto que brindaba una parcela a los indígenas sin tierras.
En 1861 promulgó una constitución que fijó un período presidencial de 3 años, sin posibilidad de
reelección. Convocó a elecciones en 1862, y se convirtió en presidente constitucional. En 1864 fue
derrocado por Melgarejo. Se retiró a Cochabamba, donde murió el 29 de enero de 1868.
Anécdotas de melgarejo.- El valor casi temerario y la terquedad brutal de Melgarejo son los
materiales de los cuales se hacen las leyendas, como en las anécdotas populares todavía en circulación
140 años después de su muerte, de cosas que supuestamente hizo o no.
Se decía que Melgarejo había dado una inmensa cantidad de tierra a Brasil a cambio de lo que él
describió como un "magnífico caballo blanco ". Las historias dicen que un Ministro brasileño se
presentó ante Melgarejo con un caballo blanco y otros regalos. Para mostrar su apreciación, Melgarejo
tomó un mapa de Bolivia, lo marcó con el casco del caballo y dio esa tierra, muy disputada por los
indígenas bolivianos, como regalo al gobierno brasileño. Esto y otros incidentes, como la posesión y
venta de tierras en el "altiplano" (la meseta alta) al más alto postor, privó a virtualmente a todos los
indígenas de sus tierras en unas cuantas décadas.
También se dice que en 1870, cuando Prusia invadió Francia (Guerra franco-prusiana), pidió a uno de
sus generales de alto rango enviar tropas del ejército para ayudar en la defensa de París, una ciudad
con la que estaba fascinado por los relatos de sofisticación y elegancia, pero también una ciudad que ni
siquiera sabía localizar en un mapa. El general le respondió que era imposible, que llevaría mucho
tiempo cruzar el océano Atlántico. Enfurecido, Melgarejo le respondió No sea tonto! ¡Tomaremos un
atajo!"
Cuentan también que una vez un guardia notó que Mariano Melgarejo (quien no sabía leer) tomó un
periódico pero al revés. Al informarle el guardia sobre su error Melgarejo le respondió: "¡Carajo! ¡El
que sabe leer, lee nomás".
La lealtad que le tenían sus subordinados era mezclada con el miedo: en una ocasión, estando en una
reunión social en el segundo piso del Palacio de Gobierno, llamó a su guardia presidencial y les ordenó
marchar de frente. Cuando los soldados llegaron al balcón del palacio tuvieron que seguir marchando
hasta caer al piso de la Plaza Murillo. Se dice que hubo algunas fracturas, pero ningún muerto. Si
desobedecían la orden directa de Melgarejo otra habría sido su suerte.
Pero este hombre noble para unos, y tirano déspota para otros, tenía grandes muestras de compasión y
frialdad; en la mañana podía ejecutar a un simple soldado y en la tarde podía perdonar la vida de un
traidor, podía humillar y enorgullecer. Era un hombre con una única virtud indiscutible, su valor;
apasionado por las artes y los hechos bellos de la vida, devoto católico, tanto podía reír a mandíbula
batiente al ver el incendio de un pueblo, como llorar por el llanto de un niño. Las personas más
cercanas conocieron lo inestable de la personalidad de Melgarejo.

Agustín Morales Hernández .- (La Paz, 11 de marzo de 1808 - La Paz, 27 de noviembre de 1872)
fue un militar y presidente de facto de Bolivia entre 1871 y 1872.
Inicialmente partidario del presidente José Ballivián (1841-47), Morales se convirtió en enemigo
jurado del general Manuel Belzu, responsable de la deposición de Ballivián en 1847. Después de años
de enfrentamientos con Belzu, Morales accedió al poder con el presidente José María Linares (1857-
1861). Opuesto al gobierno del general José María de Achá, que depuso a Linares, Morales respaldó el
golpe de 1864 que trajo al poder al general Mariano Melgarejo, siendo recompensado con el generalato
y el comando en jefe del ejército boliviano. El Sexenio de Melgarejo fue polémico y brutal, ganándose
una dura oposición. Finalmente Morales cambió de bando y uniendo a todas las facciones opuestas al
presidente le destronó con un golpe de estado en enero de 1871. Fue el final del sexenio, pero no de los
gobiernos de militares.
De carácter tempestuoso intentó gobernar como dictador, pero fue avergonzado cuando una de sus
cartas fue publicada en los periódicos en 1872. Morales convocó al congreso por primera vez desde la
administración de Achá y se ofreció a abandonar el cargo- Mientras el congreso deliberaba, Morales
atravesó bruscos cambios de humor, llegando a atacar a uno de sus asistentes militares el 27 de
noviembre de 1872. El sobrino del presidente, Federico Lafaye, tratando de detenerle, recibió su ira y
disparó al presidente, matándolo.
A su muerte, el congreso proclamó a Tomás Frías presidente en funciones con misión de convocar
elecciones en 1873.

Adolfo Ballivián.- (La Paz, Bolivia, 15 de noviembre de 1831 - Nucchu, Chuquisaca, 14 de febrero de
1874) fue un político boliviano y décimo octavo presidente de Bolivia de 1873 a 1874.
Adolfo Ballivián fue hijo del ex Presidente boliviano y héroe de guerra José Ballivián. De alta educación,
viajó ampliamente, y fue miembro de las fuerzas armadas, orador, compositor de música clásica,
escritor, y diputado. Durante sus primeros viajes, viviendo en el exilio junto con su padre, conoció en
Valparaíso, Chile a Carmen Grimwood Allende de Quillota, con la que se casó.
Regresando a su tierra natal, ejerció más tarde cargos como diputado y periodista, pero regresó a
Europa cundo se deterioraban las relaciones entre el Presidente Morales y el congreso y sociedad civil
en 1872. Todavía se encontraba allá cuando su nombre fue invocado por las fuerzas congresales y
constitucionalistas como su candidato en las elecciones de 1873, llamadas con rapidez después del
inesperado asesinato del presidente Pedro Agustín Morales (en noviembre de 1872). Fue elegido
presidente en lo que posiblemente fueron las elecciones más limpias hasta ese punto en la historia
boliviana.
A su regreso, le transfirió el mando a Tomas Frías Ametller en mayo de 1873, y Ballivián Coll así se
convirtió en el presidente más joven en la historia de Bolivia, siguiendo precisamente al más anciano
(Frías).
Ballivián gozo de un período corto de la "luna de miel" y entonces enfrentó la acostumbrada oposición
obstruccionista de políticos que era típica de esos tiempos. Tampoco le ayudó que su corto mandato
presidencial coincidió con una baja global de los precios de la plata, hasta entonces el producto de
exportación más importante para Bolivia, junto con el estaño. Era en este contexto que el Congreso le
negó a Ballivián su urgente pedido de comprar dos nuevos buques de guerra en Europa para reequipar
la precaria, prácticamente inexistente Armada Boliviana, a raíz de desafíos a la soberanía boliviana que
emanaban en el Pacífico por parte de Chile. Este rechazo del congreso sería muy lamentado más tarde
por los bolivianos, cuando la guerra contra Chile hizo erupción finalmente, en 1879.
Trágicamente, el Presidente Adolfo Ballivián sufrió un cáncer de estómago solo meses después de
llegar al poder, y murió en el poder el 14 de febrero de 1874. Fue remplazado por el Presidente del
Consejo de Estado, el mismo Tomás Frías quien le había transferido la presidencia solo nueve meses
antes.

Tomás Frías Ameller.- (Potosí; 21 de diciembre de 1804 - Florencia; 10 de mayo de 1884) fue un
político boliviano durante la segunda mitad del siglo XIX. Ocupó varios cargos públicos entre los que
podemos mencionar el de prefecto de Potosí, varios ministerios y carteras y la presidencia de la
República de Bolivia en dos ocasiones, a saber, 1872-1873 y 1874-1876.
Nacido y criado en la hacienda familiar de Tarapaya, municipio de Mondragón (a 36 km de Potosí) tuvo
una educación esmerada por parte de sus padres, don José María Frías y doña Alejandra Ameller.
Estudió derecho y su juventud la dedicó al comercio y la adquisición de su vasta cultura en sus viajes
por Europa, principalmente Italia. Sin embargo sus inquietudes poco a poco lo fueron llevando por el
camino de la política.Así durante la presidencia de Jorge Córdova llegó a la prefectura de Potosí, pero
de forma transitoria ya que el país se hallaba en una crisis política a causa del no reconocimiento de la
legalidad de las elecciones de 1855.
Después del golpe de estado de Linares fue posesionado como Ministro de Hacienda, entre 1857 y 1861
en el que fue muy claro y restrictivo en cuanto a la administración del presupuesto nacional,
principalmente en lo que se refiere a sueldos y gastos de los funcionarios. Durante este ministerio crea
la Caja Central de Pagamentos, que centralizó y organizó la economía nacional después de más de 20
años de anarquía administrativa. Creó también un presupuesto dedicado única y exclusivamente a la
educación con los que se pudieron comprar libros, pagar sueldos y alquileres e incluso conceder
créditos y subvenciones a escuelas y universidades.
Fue además el impulsor de leyes pioneras de la época como la de derechos de invención de 1858 o
sobre sociedades anónimas de 1860. Impulsó la explotación de la Quina liberalizando la explotación y
exportación de este producto. También impulsó la liberalización de otros sectores de la economía
nacional como el textil y los minerales (a excepción de la plata). Se esforzó por normalizar la política
monetaria boliviana refinanciando la deuda externa por un lado y por otro volviendo a acuñar
monedas de plata en Potosí. En 1861 un golpe de estado derroca a Linares y se forma una Asamblea
Constituyente de la que forma parte Frías y que se encarga de elaborar una nueva Constitución y elegir
al nuevo presidente.
En 1862 se presenta como candidato a la presidencia en oposición a Achá, pero pierde con sólo un
cuarto de los votos.
A partir de entonces Frías se dedica a la oposición de este gobierno y de los siguientes que se
posesionaron de él mediante los diferentes golpes de estado como los de Belzu, Melgarejo o Morales.
Cuando este último fue asesinado, los diputados reunidos en la ciudad de La Paz forman un consejo de
Estado y designan al Dr. Frías como presidente para no dejar acéfalo el gobierno mientras se asentaba
el revuelo político causado.
Así el 28 de noviembre de 1872 asume la presidencia, pero inmediatamente convoca a elecciones. Estas
fueron con mucho las elecciones más limpias de todo el siglo XIX en Bolivia y su corto primer mandato
sólo lo dedicó a presidir estos comicios de la forma más transparente posible reflejándose su espíritu
honesto y legalista.
El vencedor de estas elecciones fue Adolfo Ballivián que nombró a Frías como su ministro de
Instrucción y Relaciones Exteriores.
Sin embargo, la fatalidad vuelve a cebarse con este mandatario y fallece a poco más de un año de su
investidura. La presidencia vuelve a recaer en el Dr. Frías que había asumido la presidencia del Consejo
de Estado cuando Ballivian cae enfermo. El 31 de enero de 1874 asume por segunda vez el mandato y
por orden del Consejo, Frías debe cumplir lo que queda del periodo presidencial de Ballivián. Este
segundo mandato fue una continuación en cuanto a la política económica y exterior que había iniciado
Ballivián. Esto produjo algunas tensiones de parte de algunos grupos que también aspiraban al poder y
que creían ilegal este continuismo. Por otra parte algunas leyes, como la que sometió a una Auditoría
general a todos lo municipios del país le granjearon algunas enemistades. A lo largo de su mandato se
sucedieron una serie de revueltas atizadas por sus adversarios políticos y algunos militares que incluso
obligaron a Frías a dirigir un ejército que sofocara violentas insurrecciones en ciudades importantes
como La Paz y Cochabamba. Una de estas insurrecciones dio al Palacio de Gobierno de La Paz su actual
nombre, cuando un grupo de insurrectos comandados por Resini en su intento de tomar el Palacio
quiso vencer a los defensores del presidente, que se hallaba ausente sofocando un levantamiento,
lanzando antorchas y quemando el sostén de madera de las tejas y todo el interior. Finalmente los
Colorados apoyados por el Coronel Granier sofocaron la revuelta y el edificio sede de gobierno pasó a
llamarse Palacio Quemado desde entonces. En cuanto a economía, Frías tuvo malas relaciones con el
empresariado minero de entonces que comenzaban a adquirir gran poder e influencia dentro del país.
Se firma también durante este periodo el tratado de 1874 con Chile que formalizaba la liberación de
impuestos a la explotación de productos naturales por parte de chilenos en el Litoral boliviano, cuyo
incumplimiento años después desembocaría en la Guerra del Pacífico. El "asunto" López Gama que
quería solucionar el gobierno termina de manera contraria a los intereses del gobierno boliviano,
cuando López gana el litigio y el gobierno boliviano debe indemnizarlo con más de 1 millón de pesos
que para pagarlos obliga al Estado a rematar Estaca-minas al mejor postor siendo este el mismo López
que al final quedó como dueño único de los intereses bolivianos en Atacama. Se lanza la ley de
exvinculación de tierras de 1874 que señala el derecho de propiedad de las tierras heredadas por los
antepasados a los indígenas y para cuya legalización sólo hace falta la posesión del título que se emitía
al coste de 10 cts. y daba derecho absoluto y seguridad jurídica de los indígenas sobres sus
propiedades.
Frías decide en 1876 convocar a elecciones, pero el 3 de mayo, el recientemente ascendido general
Hilarión Daza, precipita un golpe de estado que derroca al gobierno y que es ofrecido por este mismo a
Frías al estilo de un autogolpe a lo cual el anciano Doctor no accede y en cambio niega todo apoyo a
Daza y su golpe. Al día siguiente Frías es llevado preso a la Recoleta, donde el embajador de Estados
Unidos le presta su asistencia.
Después de su expulsión se va a Europa donde vivió y siguió trabajando en asuntos públicos como
diplomático en varios países hasta su muerte en 1884.
Tomás Frías es conocido como uno de los mejores políticos de toda la historia de Bolivia a causa no
sólo de su honradez, sino también de su generosidad y de la austeridad en todos los aspectos de su
vida. Intentó trabajar a favor del desarrollo no sólo económico de su país sino también social y cultural
y dejó no sólo grandes avances en desarrollo jurídico sino un gran ejemplo para todas las generaciones
de hombres honestos que no han faltado en Bolivia. Tanto así que la provincia de la capital de su Potosí
natal lleva su nombre así como la Universidad mayor de la ciudad entre otras instituciones,
principalmente educativas y culturales.

Hilarión Daza Grosellé.- (Sucre; 14 de enero de 1840 - Uyuni, 27 de febrero 1894) fue un militar y
dictador boliviano.
Ingresó muy joven a la carrera de las armas, donde realizó un notable desempeño, en 1870 inició su
carrera política sublevándose contra su protector, Mariano Melgarejo y, tras el asesinato del presidente
Agustín Morales en 1876, asumió el poder. Fue confirmado como Presidente Constitucional, en virtud
de la dictación de la Constitución de 1878 para un mandato de 4 años.
Firmado en 1873 con la Compañía de Salitres y Ferrocarril de Antofagasta, aún no estaba vigente,
porque de acuerdo a la constitución boliviana, los contratos sobre recursos naturales debían aprobarse
por el congreso. Cuál constitución 1871 ó 1878 y artículo-->. Ello se hizo por la Asamblea Nacional
Constituyente boliviana mediante una ley, el 14 de febrero de 1878, a condición que se pagara un
impuesto de 10 centavos por quintal de salitre exportado por la compañía.
Se aprueba la transacción celebrada por el ejecutivo en 27 de noviembre de 1873 con el apoderado de
la Compañía Anónima de Salitres y Ferrocarril de Antofagasta a condición de hacer efectivo, como
minimun, un impuesto de diez centavos en quintal de salitre exportado.|Asamblea Nacional
Constituyente de Bolivia. Ley de 14 de febrero de 1878.
De acuerdo a Chile, el cobro del impuesto de 10 centavos sobre quintal exportado violaba el artículo IV
del tratado de 1874. Por ello, dicho impuesto encontró una gran resistencia de parte de los propietarios
de la empresa afectada, y una cerrada defensa de su causa por parte del gobierno de Santiago, iniciando
un conflicto diplomático. En la crisis resultante participó el Perú, que envió un Embajador Especial y
Plenipotenciario a Santiago para tratar de evitar una posible guerra, mediante la negociación. El
tratado indicaba que las controversias que diere lugar "la inteligencia y ejecución del Tratado" debían
someterse a arbitraje.
El 17 de noviembre de 1878 el gobierno de La Paz le ordenó al prefecto del departamento de Cobija
que hiciera efectivo el impuesto de 10 centavos establecido por la ley de 14 de febrero. Posteriormente,
en 1 de febrero de 1879 el gobierno de Hilarión Daza rescinde el contrato, suspendiendo los efectos de
la ley de 14 de febrero de 1878, y decide reivindicar las salitreras ocupadas por la Compañía de Salitres
y Ferrocarriles de Antofagasta y rematar estas últimas, para cobrar los impuestos impagos desde
febrero de 1878. El remate estaba programado para el 14 de febrero de 1879.
En 1879, al iniciarse las acciones bélicas de Chile, Daza exigió al Perú apoyo en cumplimiento del
Tratado que había firmado en 1873.
Tras la retirada de Camarones en noviembre de 1879, fue destituido de la jefatura de la guerra.
Posterior a su destitución, Daza se exilió en París, por el lapso de 14 años. En 1894 solicitó permiso al
Presidente Mariano Baptista para regresar a Bolivia para defenderse de las acusaciones que sus
enemigos le realizaban en el congreso. Murió asesinado a su llegada en la estación de ferrocarriles de
Uyuni.
Anécdota Esta proclama la hizo Daza días después de enterarse dela toma de Antofagasta
PROCLAMA “DEL CUCHILLO CORVO” EXPEDIDA POR EL PRESIDENTE DAZA AL EJÉRCITO BOLIVIANO.
Soldados: A la sombra de la paz que debería ser inalterable y cordialmente sostenida entre las
repúblicas de Bolivia y Chile, porque así lo exigen los intereses de ambos países y porque mi Gobierno
ha cuidado de cultivar con esmero sus fraternales relaciones, el de aquella nación acaba de consumar
un incalificable atentado contra la civilización. El día 14 de los corrientes dos vapores de guerra
chilenos con ochocientos hombres de desembarco y apoyados por un considerable número de gentes
depravadas por la miseria y el vicio, asesinos de cuchillo corvo, se han apoderado de nuestros
indefensos puertos de Antofagasta y Mejillones, por sorpresa, sin previa declaratoria de guerra, sin
tener en cuenta que la civilización condena los actos de bandidaje, más que los de las hordas de
salvajes, si ellos se cometen por naciones y gobiernos que pretenden ser cultos. El resultado de una
iniquidad internacional, natural es que haya sido el ejercicio del crimen como acción loable. Un policial
boliviano, su esposa e hijo en Antofagasta, cuatro jornaleros en Carmen Alto han sido asesinados con el
arma especial del bandido chileno: el puñal corvo.
Compañeros: Tan cínica conculcación de los fueros de la humanidad impone a todos los estados del
continente americano un sagrado deber de alta justificación y de previsión, que pronto o más tarde
tendrán que cumplir. Entretanto, el ejército boliviano hará conocer al mundo que la honra de Bolivia y
la integridad de su territorio están bajo la salvaguardia de sus bayonetas, y que en esta ocasión como
en otras sabrá castigar a sus cobardes agresores.
Camaradas: Todo lo espero de vuestro patriotismo, de vuestra serenidad y disciplina. Si el gobierno
que ha creído humillarnos ocupando nuestras desiertas playas, no retracta honorablemente sus actos
vandálicos, quedará inaugurada para nosotros una gloriosa epopeya, porque todos cumpliremos a
competencia el santo deber de combatir sin tregua ni desaliento los enemigos de la autonomía
nacional, a los usurpadores de nuestro territorio, a los conquistadores de pueblos civilizados: que
nuestra consigna sea vencer o morir por Bolivia.
Soldados: Estad listos para el momento preciso en que se abra la campaña y marchemos a recobrar el
hermoso suelo de Atacama que nos legaron los fundadores de la República.

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