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EL SUELO

1. CONCEPTO DE SUELO.
Se puede definir desde dos puntos de vista:
- Visión geológica. El suelo se puede definir como una capa superficial discontinua,
disgregada y de espesor variable que recubre la corteza terrestre en los continentes,
procedente de la meteorización de la roca sustrato.
- Visión ecológica. Se define como una interfase entre todos los sistemas estudiados
con anterioridad. Es necesario para que se cierren los ciclos materiales del resto de los
ecosistemas terrestres.

2. COMPOSICIÓN DEL SUELO

En el suelo distinguimos dos tipos de componentes:


 Inorgánicos: que comprenden aire (oxígeno y CO2), agua y componentes minerales
procedentes de la meteorización de la roca madre, que suelen ser fragmentos de
rocas (cantos, gravas, arenas, limos y arcillas) condicionan la textura del suelo y
sales minerales (sulfatos, carbonatos, nitratos, fosfatos y óxidos de distinto tipo) que
condicionan la riqueza del suelo.
 Orgánicos: Seres vivos que viven en el suelo, lombrices, larvas de insectos,…
microorganismos diversos (bacterias y hongos), la materia orgánica que no ha
sufrido procesos de transformación (restos de hojas, ramas, excrementos y
cadáveres de cualquier tipo de animales) y el humus formado a partir de una serie
de transformaciones parciales de la materia orgánica, cuya estructura original deja
de ser reconocible. La humidificación es, por tanto, un proceso previo a la
mineralización, y la presencia de humus confiere al suelo un carácter ácido y
condiciona su fertilidad o productividad.

2.1. PERFIL DEL SUELO


Se llama perfil de un suelo a la sección que se vería al cortarlo desde la superficie
hasta el sustrato rocoso. A veces puede observarse en el talud de las carreteras. El
suelo muestra capas con colores y aspectos diferentes. Cada una de estas capas
recibe el nombre de horizonte.
3. Usos:
 Soporte de las plantas y por tanto de ecosistemas terrestres.

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 Nos aporta recursos agrícolas, ganaderos, forestales y mineros (el aluminio o
materiales de construcción).
 Soporte para la edificación, construcciones lineales (carreteras, autopistas y
vías de ferrocarril).
 Poseedor de recursos científicos (geológicos, paleontológicos y testimonio de
la evolución del planeta).

4. SUELOS AUTÓCTONOS Y SUELOS ALÓCTONOS


Suelos autóctonos y suelos alócatenos A veces, los materiales resultantes de la
meteorización de la roca madre son arrastrados por las aguas hacia zonas más bajas y
allí se acumulan. De este modo pueden formarse suelos muy alejados de la roca de la
que proceden. Son los denominados suelos alócatenos (B).

Los suelos que hay en las llanuras de inundación de los ríos son alócatenos y pueden
alcanzar varios metros de grosor. Los materiales que los componen han sido
transportados y depositados por el río. Por el contrario, aquellos que se originan in situ,
sobre la roca madre, reciben el nombre de suelos autóctonos (A)

5. ETAPAS DE FORMACIÓN DEL SUELO

El proceso de formación de un suelo maduro comienza con la meteorización física y


química de una roca y la posterior colonización del manto de alteración o regolito por los
seres vivos, se realiza en sucesivas etapas que transcurren paralelas al mecanismo de
sucesión ecológica.

I. El lecho se descompone en la roca madre que, a su vez, se divide en partículas


menores.

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II. Los organismos de la zona contribuyen a la formación del suelo desintegrándolo
cuando viven en él y añadiendo materia orgánica tras su muerte. Al desarrollarse el
suelo, se forman capas llamadas horizontes.

III. El horizonte A, más próximo a la superficie, suele ser más rico en materia orgánica,
mientras que el horizonte C contiene más minerales y sigue pareciéndose a la roca
madre. Con el tiempo, el suelo puede llegar a sustentar una cobertura gruesa de
vegetación reciclando sus recursos de forma efectiva

IV. En esta etapa, el suelo puede contener un horizonte B, donde se almacenan los
minerales lixiviados.

6. FACTORES EDAFOGÉNICOS (QUE CONDICIONAN LA FORMACIÓN DE UN SUELO)

6.1. EL CLIMA.
Es el factor más importante. Condiciona el tipo de meteorización de la roca madre.
Entre los componentes climáticos más importantes están:

 El balance hídrico o equilibrio existente entre las entradas (precipitación = P) y


las salidas (evaporación = E). Si predomina la precipitación se incrementa el
lixiviado de iones y su arrastre hacia los horizontes inferiores del suelo. Si
predomina la evaporación aumenta el ascenso capilar de sales hacia horizontes

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superiores, que precipitan formando eflorescencias salinas superficiales o
costras denominadas caliches.
 El aumento de temperatura incrementa la velocidad de las reacciones quími-
cas (meteorización) y biológicas (clima frío no se descompone la m o del suelo y
se acumula la turba).

6.2. LA TOPOGRAFÍA.
La pendiente favorece la erosión que dificulta la formación del suelo e influye en que
se mantenga más o menos húmedo; tambien influye en el hecho de que en las
zonas llanas se acumulan suelos gruesos, mientras que las pendientes favorecen la
erosión y el deslizamiento del suelo.

6.3. MATERIAL O ROCA MADRE.


De ella dependen los componentes minerales que contenga el suelo; es el sustrato
mineral a partir del cual se forma el suelo. Influye en su color, textura, estructura,
acidez y permeabilidad. Según sea la roca madre, los suelos pueden ser silícios
(suelos e impermeables), calizos (pastosos y permeables) y arcillosos (compactos e
impermeables).
Material original sobre el que se desarrolla el suelo. La roca madre puede ser una
roca dura, compacta e impermeable, una roca blanda o materiales sueltos.

6.4. LA ACTIVIDAD BIOLÓGICA (SERESS VIVOS)..


La abundancia de organismos descomponedores contribuye a la formación del suelo
por transformación de la materia orgánica contenida en él; la intervención de Los
seres vivos no solo resulta imprescindible para la formación de los suelos, también lo
es para su evolución y mantenimiento. En el suelo habita una extraordinaria
diversidad de organismos. Las especies de seres vivos presentes en cada lugar
dependen del clima existente y de las características del suelo. En cualquier caso,
siempre hay:
 Vegetales. Desempeñan un papel clave en la formación del suelo ayudando a la
meteorización física y química de las rocas. Constituyen la base de la
alimentación de muchos animales del suelo y con sus restos se forma humus.
 Animales. Favorecen la aireación del suelo, removiendo la tierra y abriendo
galerías. Sus restos también contribuyen a la formación de humus. Entre ellos
destacan: lombrices, ciempiés, hormigas, escarabajos, arañas, cochinillas de la
humedad y topos.

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 Hongos y bacterias. Intervienen en la descomposición de los restos orgánicos
transformándolos en humus y, finalmente, en materia mineral.

El ser Humano: Es el ser vivo que ejerce su mayor acción sobre el suelo, pues
pueden alterarlo y destruirlo o mejorarlo con abonos y repoblaciones adecuadas. La
especie humana es la que más está influyendo en los cambios experimentados por
los suelos. Algunas de estas influencias están ayudando a la degradación y pérdida
de suelos. Así, la necesidad de alimentar a una población creciente, junto con
determinados intereses económicos, han favorecido actividades como:

 La deforestación, o tala de bosques, tiene un doble objetivo: utilizar la madera y


sustituir el bosque por terrenos agrícolas. Con ello se ha privado al suelo de la
cubierta vegetal que lo protege, facilitando su erosión.

 La sobreexplotación de cultivos, o explotación intensiva, empobrece el suelo.


Para solucionarlo se abusa de los fertilizantes que terminan contaminando el
suelo y las aguas subterráneas.

 El sobrepastoreo, o consumo excesivo de pastos por el ganado, que deja al


suelo sin protección. Estas actividades provocan la degradación de los suelos,
es decir, la disminución de su calidad y fertilidad, y la pérdida de suelos por
erosión.

6.5. EL TIEMPO.
Se puede considerar el suelo como un recurso no renovable, porque se regenera a
un ritmo mucho más lento (en nuestras latitudes se genera 1 cm de suelo cada 500
años aproximadamente) que el de su destrucción. En nuestro país, el tiempo
necesario para que se forme un suelo autóctono maduro oscila entre 3000 y 10 000
años.

A. SUELO JOVEN
Es un suelo en el que aun no existe el proceso de ajustamiento con su
ambiente. Este se forma a medida que la influencia de la meteorización va
haciéndose constructora, en el aspecto del suelo y a la presencia de materia
orgánica, la cual empieza a ejercer su influencia, desarrollándose gradualmente.
Suelo joven. Cientos de años más tarde, la acción combinada del agua, el aire y
los seres vivos como líquenes, musgos y multitud de microorganismos, ha

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permitido la formación de un suelo joven. En él ya pueden instalarse hierbas y
matorrales poco exigentes.

B. SUELO MADURO
Los factores ambientales afectan este tipo de suelo gradualmente en su
influencia, las características nuevas ó adquiridas van resultando dominantes y
el perfil va formándose mucho más cumplidamente. Las características
heredadas, aun evidentes, llegan a ser definitivamente de menor importancia en
la determinación de las propiedades del suelo.
Suelo maduro. Algunos miles de años después, la alteración habrá afectado a
capas más profundas de la roca madre, permitiendo que el suelo tenga mayor
grosor. La tierra se habrá enriquecido en materia orgánica. Se ha formado ya un
suelo maduro.

C. SUELO ALTAMENTE DESARROLLADO


Es aquel suelo que presenta los 4 horizontes comunes de un suelo, como son A,
B, C, y R. es un suelo ideal para su uso en la agricultura. Y suelos seniles son
acumulaciones edáficas de materiales inertes como sesquióxidos y minerales
pesados.

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