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PRESENTACIÓN .................................................................................................................. 2
INTRODUCCIÓN .................................................................................................................. 3
CAPÍTULO III ..................................................................................................................... 21
CLASES DE CONFIRMACIÓN DEL ACTO JURÍDICO ................................................. 21
CONFIRMACIÓN EXPRESA ......................................................................................... 21
CONFIRMACIÓN TÁCITA ............................................................................................ 24
CAPÍTULO V ...................................................................................................................... 32
FIGURAS AFINES A LA CONFIRMACIÓN .................................................................... 32
LA RATIFICACIÓN ........................................................................................................ 32
Características: .............................................................................................................. 33
Naturaleza jurídica de la ratificación ............................................................................ 34
EL RECONOCIMIENTO................................................................................................. 36
LA TRANSACCIÓN ........................................................................................................ 36
Naturaleza jurídica. ....................................................................................................... 37
Caracteres. ..................................................................................................................... 37
Objeto de la transacción. ............................................................................................... 38
Forma de la transacción................................................................................................. 38
La transacción como un acto complejo ......................................................................... 41
Forma de la transacción................................................................................................. 42
Maneras de ejecutar la transacción judicial y extrajudicial........................................... 42
CONCLUSIONES ................................................................................................................ 43
BIBLIOGRAFÍA .................................................................. Error! Bookmark not defined.
PRESENTACIÓN
Al término del tema desarrollado el estudiante estará en la capacidad de conocer y tener una
clara diferencia acerca de todo lo que refiere el acto jurídico y lo más primordial tener una
idea clara sobre el tema de confirmación del acto jurídico en el ámbito nacional. Las
exigencias que el mundo moderno exige al abogado son la capacidad de discernir y estar al
tanto de las nuevas incorporaciones que se hacen en el mundo jurídico sobre el tema del acto
jurídico y más aun de la confirmación del acto jurídico que ha tomado gran importancia en
la aplicación de los actos de nulidad y anulabilidad.
La confirmación del acto jurídico es la única modalidad de convalidación de los contratos
regulada en el código vigente, opera mediante una declaración de voluntad de quien podía
invocar la causa de invalidez, que son aplicables solo a los contratos anulables regulados por
nuestro ordenamiento jurídico civil. El código distingue la confirmación expresa y la tacita
que son sin duda las más frecuentes. Es un agrado para nosotros presentar y poner a
disposición suya el presente trabajo, fruto de la esmerada dedicación puesta en el curso.
Atentamente: los alumnos de la asignatura de acto jurídico
INTRODUCCIÓN
Para conocer más profundamente la confirmación del acto jurídico comenzaremos por
desarrollar el concepto de anulabilidad que se fundamenta en la protección del interés
privado1 del legitimado para accionar, de ahí que frente al acto anulable, la parte afectada
puede optar, si tiene necesidad en la protección, por demandar judicialmente para que se
declare su nulidad, o , si ya no tiene necesidad de protección, puede convalidarlo mediante
confirmación o puede dejar que transcurra el plazo de prescripción para ejercer la acción de
anulación (prescripción extintiva o liberatoria o sanatoria), o renunciar a la acción una vez
que ha cesado la causal de anulabilidad.
Una vez vislumbrado el concepto de anulabilidad podemos entender mejor que es la
confirmación. Que se define como una forma de convalidación de un acto anulable, por
medio de la cual el titular de la acción de anulabilidad manifiesta expresa o tácitamente su
deseo de querer la validez y eficacia definitiva del acto anulable. La confirmación encuentra
su fundamento en el principio de conservación del acto jurídico.
La confirmación implica la renuncia a la acción de anulabilidad (acto negativo), pero es algo
más que una simple renuncia, es una manifestación de la voluntad expresa o tácita de que se
quiere mantener el acto libre de toda amenaza de destrucción (acto positivo).
El acto anulable es eficaz desde su celebración, produce los efectos que le son propios como
si se tratara de un acto sano sin defectos o vicios que afecte su validez, aunque está
amenazado de anulabilidad, la confirmación suprime la amenaza de anulación y asegura la
validez y eficacia definitiva del acto que ya no podrá ser impugnado de anulabilidad; la
extinción de la amenaza de destrucción del acto no significa que la confirmación tiene efectos
retroactivos, sino que simplemente el acto y sus efectos ya producidos dejan de estar
amenazados de ser destruidos mediante anulación.2
La confirmación encuentra su fundamento en el principio de conservación del acto jurídico.
La confirmación implica la renuncia a la acción de anulabilidad (acto negativo), pero es algo
más que una simple renuncia, es una manifestación de la voluntad expresa o tácita de que se
quiere mantener el acto libre de toda amenaza de destrucción (acto positivo). El acto anulable
es eficaz desde su celebración, produce los efectos que le son propios como si se tratara de
un acto sano sin defectos o vicios que afecte su validez, aunque está amenazado de
anulabilidad, la confirmación suprime la amenaza de anulación y asegura la validez y eficacia
definitiva del acto que ya no podrá ser impugnado de anulabilidad; la extinción de la amenaza
de destrucción del acto no significa que la confirmación tiene efectos retroactivos, sino que
simplemente el acto y sus efectos ya producidos dejan de estar amenazados de ser destruidos
mediante anulación. OSORIO Manuel, Diccionario de Ciencias Jurídicas Políticas y Sociales
1
OSORIO Manuel, Diccionario de Ciencias Jurídicas Políticas y Sociales pág. 509 (La
conveniencia individual de una persona frente a otra. El bien de los particulares contrapuesto al de
la colectividad, al social, del Estado como persona de Derecho Público.)
2
TORRES VAZQUEZ Aníbal Acto Jurídico Capitulo XV Confirmación del Acto Jurídico Págs. 815
- 816
(La conveniencia individual de una persona frente a otra. El bien de los particulares
contrapuesto al de la colectividad, al social, del Estado como persona de Derecho Público.
CAPITULO I
Jurisprudencia: La confirmación del acto viciado no es otra cosa que la renuncia del derecho
que la ley le otorga para hacer que se declare ineficaz el acto.
Cuando el menor alcanza la mayoridad y confirma el acto afectado de nulidad relativa, éste
queda convalidado desde su origen, no pudiendo ser ya impugnado.
Los actos susceptibles de confirmación son los que padecen una mera nulidad relativa, “La
nulidad relativa puede ser cubierta por confirmación del acto”. Porque, es una nulidad de
protección que tiene siempre un destinatario - la persona en cuyo beneficio se ha establecido
la sanción de nulidad – lógicamente el particular beneficiado puede renunciar al beneficio y
confirmar el acto. (Llambías – Conf. Salvat y Borda). La nulidad relativa lo es en sentido
estricto, porque casi siempre hay un interés público de la comunidad.
dispone “...la nulidad absoluta no es susceptible de confirmación”. Vélez Sársfield adhirió a
la idea de no confirmabilidad y de imprescriptibilidad de la nulidad absoluta (manifiesta o
no), ya que de lo contrario se hubiera habilitado la realización de actos ilícitos, contrarios al
interés general.
Jurisprudencia: El acto viciado de nulidad absoluta no puede ser confirmado. Pero necesita
ser invalidado, mientras su nulidad no sea declarada judicialmente, tiene una especie de vida
superficial. Sin embargo, aunque no puede ser confirmado puede ser reproducido,
salvándose en esta oportunidad el vicio que afectaba al anterior, si su naturaleza lo permite,
en cuyo caso la pretendida confirmación vale por si misma como un nuevo acto
Como se ha señalado, sólo es factible la confirmación de los actos anulables, mas no se puede
hacer extensiva esta figura jurídica respecto a aquellos actos que cuentan con una causal
de nulidad absoluta.
del legitimado para accionar, de ahí que, frente al acto anulable, la parte afectada puede optar,
si tiene necesidad en la protección, por demandar judicialmente para que se declare su
nulidad, o, si ya no tiene necesidad de protección, puede
convalidarlo mediante confirmación o puede dejar que transcurra el plazo de prescripción
para ejercer la acción de anulación (prescripción extintiva o liberatoria o sanatoria), o
renunciar a la acción una vez que ha cesado la causal de anulabilidad. Una vez vislumbrado
el concepto de anulabilidad podemos entender mejor que es la confirmación. Que se define
como una forma de convalidación de un acto anulable, por medio de la cual el titular de la
acción de anulabilidad manifiesta expresa o tácitamente su deseo de querer la validez y
eficacia definitiva del acto anulable.
OSORIO Manuel, Diccionario de Ciencias Jurídicas Políticas y Sociales pág. 509 (La
conveniencia individual de una persona frente a otra. El bien de los particulares contrapuesto
al de la colectividad, al social, del Estado como persona de Derecho Público
TORRES VAZQUEZ Aníbal Acto Jurídico Capitulo XV Confirmación del Acto Jurídico
Págs. 815- 81
Para conocer más profundamente la confirmación del acto jurídico comenzaremos por
desarrollar el concepto de anulabilidad que se fundamenta en la protección del interés privado
del legitimado para accionar, de ahí que frente al acto anulable, la parte afectada puede optar,
si tiene necesidad en la protección, por demandar judicialmente para que se declare su
nulidad, o , si ya no tiene necesidad de protección, puede convalidarlo mediante confirmación
o puede dejar que transcurra el plazo de prescripción para ejercer la acción de anulación
(prescripción extintiva o liberatoria o sanatoria), o renunciar a la acción una vez que ha
cesado la causal de anulabilidad.
El acto anulable es eficaz desde su celebración, produce los efectos que le son propios como
si se tratara de un acto sano sin defectos o vicios que afecte su validez, aunque está
amenazado de anulabilidad, la confirmación suprime la amenaza de anulación y asegura la
validez y eficacia definitiva del acto que ya no podrá ser impugnado de anulabilidad; la
extinción de la amenaza de destrucción del acto no significa que la confirmación tiene efectos
retroactivos, sino que simplemente el acto y sus efectos ya producidos dejan de estar
amenazados de ser destruidos mediante anulación.
También se llama confirmación al acto que produce el efectum iuris convalidatorio, con lo
que podría definirse (atendiendo a varios aspectos de su regulación legal) como "la
declaración de voluntad unilateral realizada por la parte legitimada para hacerlo,
concurriendo los requisitos exigidos por la ley, y en virtud de la cual un negocio afectado de
vicios que lo invalidan se convierte en válido y eficaz como si jamás hubiera estado afectado
por vicio alguno" (Serrano Alonso, E. 1976, 38).
Según Llambías: "La confirmación es un acto jurídico mediante el cual se expurga a otro acto
jurídico inválido del vicio que adolecía y en razón del cual era pasible de nulidad"; concepto
expresado en el art. 1059 del Cód. Civil: "La confirmación es el acto jurídico por el cual una
persona hace desaparecer los vicios de otro acto que se halla sujeto a una acción de nulidad".
El acto anulable es eficaz desde su celebración, produce los efectos que le son propios como
si se tratara de un acto sano sin defectos o vicios que afecten su validez, aunque está
amenazado de anulabilidad. La confirmación suprime la amenaza de anulación y asegura la
validez y eficacia definitiva del acto que ya no podrá ser impugnado de anulabilidad; la
extinción de la amenaza de destrucción del acto no significa que la confirmación tiene efectos
retroactivos, sino que simplemente el acto y sus efectos ya productos dejan de estar
amenazados de ser destruidos mediante anulación.
Ejemplo: Si un menor celebró un acto, "solo podrá confirmarlo cuando deje de ser menor".
La distinta conceptuación de la anulabilidad por los autores (contrato inválido, pero eficaz;
inválido e ineficaz; con validez y eficacia -o una de ellas- claudicante o precaria, etc.)
condiciona el concepto de confirmación. Remontándonos aún más, es claro que distintos
conceptos teóricos de validez, nulidad e ineficacia pueden conducir a una conceptuación
distinta
Nuestro código civil de 1852, que adopto en buena medida el modelo napoleónico, legislo
también sobre la confirmación en relación a los contratos y su nulidad, pero la llamo
ratificación (art. 2283).
En el código civil de 1936 que incorporo la teoría del acto jurídico, incorporo también la
figura de la confirmación, con ese nomen iuris y tomando como fuente el artículo 148 de C.
Civil de 1916 la refirió a solo los actos anulables el código civil en vigor a recetado la figura
de la confirmación con la misma noción inomen iuris que su código antecedente.
Es un acto jurídico porque su autor lo realiza con el fin inmediato de establecer una relación
jurídica válida o, mejor dicho, de liberar a la relación existente del peligro de aniquilación.
(Llambías).
Es unilateral, porque basta para crearla la voluntad de una sola persona, que para el caso es
el titular de la acción de nulidad relativa. Acerca de esto dice “La confirmación sea expresa
o tácita, no exige el concurso de la parte a cuyo favor se hace”. La razón es – dice el
codificador en su nota, tomada de Aubry y Rau, lo mismo que el texto del artículo - porque
se presume que esta parte hubiese ya dado con anticipación su adhesión a la confirmación,
en el momento en que el acto fue celebrado. De aquí estas dos consecuencias prácticas: 1° la
confirmación no puede ser revocada bajo pretexto de que la otra parte no la hubiese aceptado;
2° si se otorga por instrumento privado, no es necesario que lo sea por doble ejemplar.
(Llambías – Salvat; Conf. Borda).
ACTOS SUSCEPTIBLES DE CONFIRMAR
Anulabilidad por incapacidad relativa del agente.
De acuerdo con lo establecido por el artículo 221 (inciso 1), el acto jurídico es anulable por
incapacidad relativa del agente.
Estimamos que resultan aplicables a este punto los comentarios que efectuamos con relación
al análisis del segundo supuesto de nulidad por incapacidad absoluta del agente.
TORRES VAZQUEZ Aníbal, Sin embargo, podemos agregar que es en el caso de incapaces
relativos donde el artículo 1358 del Código Civil adquiere una relevancia de mayores
proporciones, ya que los supuestos en los que resulta aplicable son cuantitativamente más
considerables.
Para comprobarlo solo basta recordar que las personas relativamente incapaces son los
mayores de dieciséis años y menores de dieciocho años, los retardados mentales, los que
adolecen de deterioro mental que les impide expresar su libre voluntad, los pródigos, los que
incurren en mala gestión, los ebrios habituales, los toxicómanos y los que sufren pena que
lleva anexa la interdicción civil.
Dentro de tal orden de ideas, es más probable que contrate cualquiera de estas personas que
las mencionadas en el artículo 43 del Código Civil (norma referida a los incapaces absolutos).
Sin embargo, al contratar con cualquiera de las personas mencionadas en el artículo 44
(incapaces relativos), es más fácil que la contraparte no advierta su situación de incapacidad,
con el correlato de la posibilidad de anulación posterior del acto.
Evidentemente, a pesar de todas las dificultades contemporáneas, es mucho más fácil
identificar a un niño como menor de edad que hacerlo con relación a un adolescente.
Asimismo, es casi imposible identificar a simple vista o trato personal a un pródigo, a un mal
gestor, a un ebrio habitual (que no esté en estado de ebriedad o aun estándolo, porque esta
situación no implica que sea un ebrio habitual), a un toxicómano o a alguien que sufra pena
que lleve anexa la interdicción civil. (Acto Jurídico Acto Jurídico Págs. 815 - 816)
forma de la confirmación
de acuerdo con el artículo 232 del código civil vigente la forma del instrumento de
confirmación debe tener las mismas solemnidades establecidas para la validez del acto que
confirma. Esto significa que cuando no existe forma prescrita puede ejercitarse la
confirmación en instrumento privado, con el contenido exigido por el articulo 230 si se trata
de una confirmación expresa, es decir, mencionando el acto que se desea confirmar, la causal
de anulabilidad que lo afecta y la manifestación expresa de confirmarlo. en realidad, la
exigencia legal es discutible. Si el acto de confirmación es un acto autónomo y de lo que se
trata es que conste expresamente la manifestación de voluntad, seria suficiente que el
documento confirmatorio contenga esa manifestación de voluntad, para dar validez al acto
confirmado. Consiguientemente, bajo este criterio cualquier forma y cualquier documento
seria suficiente para la confirmación. Pero la tesis de nuestro código que reproduce el código
derogado es la de mantener las solemnidades del acto originario transmitiendo también al
acto confirmatorio las mismas solemnidades de acto anulable. De tal modo que no se estima
a la confirmación como un acto independiente, sino un acto adherido o accesorio del acto
originario.
la confirmación se fundamenta en el principio de conservación del acto jurídico que, ya
hemos visto, busca mantener su eficacia y preservar el fin practico perseguido por las partes.
El principio de conservación del acto jurídico, en el caso de confirmación, orienta su
aplicación a la estabilidad de las relaciones jurídicas originadas por actos y negocios jurídicas
en cuya formación se ha incurrido en vicios o causales que no lesionan el orden público, que,
si lo afectan, su magnitud hace preferible el mantenimiento del acto confirmatorio. Se trata
pues, de un principio in favor negotti. (Fernando Vidal Ramírez / el acto jurídico pág. 582)
características de la confirmación
la confirmación tiene las siguientes características:
Villena Cuadros
1. es unilateral. La confirmación proviene únicamente de quien podría ejercitar la acción de
anulabilidad. No requiere la participación de la otra contraparte. Sin embargo, la ley
tampoco la prohíbe. Consiguientemente si el otro contratante desea, puede participar del
documento confirmatoria, sin que esta participación agregue o quite nada eficacia de la
confirmación. Se trata de una declaración unilateral de voluntad, destinada al otro
contratante; consiguientemente se trata de una declaración recepticia.
2. El acto de confirmación no es autónomo. Se trata de un acto accesorio al acto jurídico
principal, sin el cual no existiría, paro con el cual forma una unidad. El acto impugnable,
sin el acto confirmatorio, mantendría siempre su condición de acto anulable. El acto
confirmatorio independiente del acto original no tendría significación ni valor alguno.
Deben pues existir ambos actos unidos el uno al otro para recibir los beneficios de la
confirmación.
3. El acto confirmatorio es revocable. Una vez expresada la manifestación de voluntad
confirmatorio del acto jurídico, no puede ser desistida. El acto jurídico originario habrá
adquirido validez y no podrá ser susceptible de impugnación ni de anulabilidad, por la
misma razón por la que fue confirmado.
4. El acto confirmatorio se limita a la causal de anulabilidad que haya sido du objeto. De tal
modo que, si concurren varias causales, solamente se confirmaran confirmados el acto
jurídico con relación a la causal expresada en el documento. Si no todas las causales
fueron objeto de confirmación el acto jurídico podrá ser impugnable por las causales no
confirmadas. Como en el caso de un acto impugnable por las causales no confirmadas.
Como en el caso de un acto impugnado por error y dolo que quede confirmado solamente
en cuanto al error, quedando sin confirmar la causal de solo, podrá ser impugnado por
esa razón. (jurídico pág. 239)
Fernando Vidal Ramírez Características del acto confirmatorio según Vidal Ramírez de la
delimitación conceptual que hemos dejado trazada y de la noción que fluye del articulado
que la regula en el código civil, se infiere que el acto confirmatorio constituye una
convalidación ex voluntate de un acto jurídico que se encuentra en la posibilidad de ser
anulado y que tiene como características principales las siguientes:
a) Es un acto unilateral recepticio, porque solo lo puede celebrar la parte a quién dirige a
quienes tienen interés en el mantenimiento del acto anulable.
b) Es un acto abdicativo, porque implica renuncia al ejercicio de la acción anulatorio.
c) Es un acto irrevocable, porque tiene la finalidad de convalidar un acto anulable.
d) Es un acto declarativo, porque su finalidad convalidaría produce efectos ex tunc respecto
del acto confirmado al que le permite producir sus efectos de manera retroactiva,
definitiva y a plenitud. (el acto jurídico pág. 582)
La doctrina le asigna muchas otras características como, por ejemplo, la de ser un acto
integrativo o, como indica Gariboto, de segundo grado, pues requiere de un acto preexistente
afectado de nulidad relativa y al que se integra con finalidad de sanear sus vicios. Estas
características permiten distinguir la confirmación de figuras afines a las que aremos
referencia más adelante.
Características Del Acto Confirmatorio
Vidal Ramírez Fernando. El acto confirmatorio constituye una convalidación ex voluntate de
un acto jurídico que se encuentra en la posibilidad de ser anulado y que tiene como
características principales las siguientes (el acto jurídico / pág. 582)
La doctrina le asigna otras características como por ejemplo la de ser un acto integrativo,
como indica Gariboto de segundo grado, pues requiere de un acto preexistente afectado de
nulidad relativa ya que se integra con la finalidad de sanear sus vicios
Clases de confirmación
Por la manera de manifestarse la voluntad, la confirmación puede ser formal y no formal
pues, como veremos, en la primera debe haber necesariamente una manifestación de voluntad
expresa y revestida de formalidades mientras que la segunda, en la no formal, la confirmación
puede haberse mediante una manifestación de voluntad también expresa, pero sin excluirse
la manifestación tasita. El criterio distinción que dejamos expuesto corresponde al
tratamiento de la confirmación en el código civil, así como las maneras de manifestase la
voluntad de conformidad con el articulo 141, que ya se abordó. nuestro código civil en vigor
considera pues, tanto la confirmación formal como la confirmación no formal con un
tratamiento en esta última, que puede inducir a confusión. De ahí, que consideramos
imprescindible detenernos en el análisis de sus normas para trazar una delimitación,
basándose en la manera como se manifiesta la voluntad confirmatoria.
La confirmación formal. Como acabamos la de advertir, la confirmación es formal cuando
la manifestación de voluntad confirmatoria, además de ser expresa, está revestida de
formalidades. El código civil a previsto como acto confirmatorio formal cuando es celebrado
con las formalidades prescritas en du articulo 230 y 232, pero cuya formalidad tiene el
carácter de ad probationem de ahí que consideramos que la forma de la confirmación expresa
es voluntaria. La confirmación normal es la que se hace constar documentalmente y como ya
se a advertido, a ella se refieren los artículos 230 y 232 del código civil tradicionalmente se
ha concebido la formación revestida de formalidades para darle certeza y seguridad al acto
jurídico que se quiere confirmar pues ese fue el criterio que irradio el código napoleón la
explica orientada a dar sustento a la seguridad y que, por eso, el confirmante tiene que
declarar que confirmada con pleno conocimiento de causa y que, por la misma razón, el
código civil, en su articulo 1338, exige que el documento se acredite la conformación
contenga tres menciones la sustancia de obligación, ósea , las clausulas principales del
contrato confirmado con el motivo de acción de recisión entiéndase de anulación, ósea, la
naturaleza del vicio y, la intención de subsanar el vicio. el criterio del código francés se
irradió a la conificación civil, siendo receptado como también por el código civil de 1936
que, como hemos indicado, es el antecedente inmediato del código vigente. El articulo 230
del actual ordenamiento establece que: salvo el derecho de tercero, el acto anulable puede ser
confirmado por la parte a quien corresponde la acción de anulación, mediante instrumento
que contenga la mención del acto que quiere confirmar, la causal se la anulabilidad y la
manifestación expresa de confirmarlo, la norma fue adoptada por la comisión revisora y,
como ya hemos indicado registra como antecedente el código civil del 1936. El artículo 230
del actual ordenamiento establece que: (salvo el derecho de tercero, el acto anulable puede
ser confirmado por la parte a quien corresponda la acción de anulación, mediante el
instrumento que contenga la mención del acto que se quiere confirmar la causal de
anulabilidad y la manifestación de expresa de confírmalo). La norma fue adaptada por la
comisión revisora y, como ya hemos indicado, registra como antecedentes a los artículos
1132 y 1133 del código civil de 1936.
Adicionalmente, el artículo 236 señala otras formalidades forma de instrumento de
confirmación debe tener igual solemnidades a las establecidas para validez del acto que se
confirma. La norma fue tomada del proyecto comisión reformadora y registra como
antecedente el artículo 136 del código civil de 1936, cuyo tenor ha receptado.
Como puede apreciarse, el acotado artículo 230 precisa que la confirmación corresponde al
titular de la acción anulatoria y que debe hacer documentalmente, mencionando el acto que
quiere confirmar causal de anulabilidad que lo afecta como haciéndose constar, además
revistar la manifestación expresa de confirmarlo. Por su parte, el acotado articulo 232 precisa
las formalidades que debe revestir la confirmación formal las que deben ser las misma que
las del acto que se confirma.
Como hemos visto en el documento en el conste el acto confirmatorio debe mencionarse el
acto que se quiere confirmar, esto es, que edifique el acto viciado a fin d que desaparezca
toda posibilidad de confusión con cualquier otro. La forma documental que exige el articulo
230, que es simplemente a de ad probationem, persigue, precisamente, la prueba de la
confirmación y la de existencia del acto que se confirma así que como el confirmante tenga
conciencia de a la finalidad del acto confirmatorio que celebra y de los efectos que van a
producirse de manera definitiva en el acto confirmado.
Pero no basta la mención del acto que se quiere confirmar. El articulo 230 exige como
requisito que, demás, el documento con que se celebra el acto confirmatorio de contenido a
la indicación por el confirmante de la causal que se hace anulable el acto que se confirmando.
Como hemos visto, en el documento en el que conste el acto confirmatorio debe mencionarse
el acto que requiere confirmar, esto es, que se identifica el acto viciado a fin de que
desaparezca toda posibilidad de confusión con cualquier otra. La forma documental que exige
el articulo 230, que es simplemente ad probationem, persigue, precisamente, la prueba de la
confirmación y la de existencia del acto que se confirma, así como que el confirmante tenga
conciencia de la finalidad del acto confirmatorio que celebra y de los efectos que van a
producir la manera definitiva en el acto confirmatorio. Paro no basta la mención del acto que
requiere confirmar. El articulo 230 exige como requisito que, además, el documento con el
que se celebra el acto confirmatorio de contenido a la indicación por el confirmante de la
causal que hace anulable el acto de que está confirmatorio. Se trata, entonces, que de probado
que el titular de la acción anulatoria tiene pleno conocimiento de la causal que puede invocar.
Así, el incapaz relativo cuya incapacidad ya ha cesado, el errante la victima del dodo, de la
violencia o de la intimidación, debe explicar el conocimiento de la causal que le permite
impugnar la validez del acto que celebró y está confirmado.
Por último, el articulo 230 exige la manifestación de voluntad expresa del confirmante la
cual, obviamente, deba constar en el documento y dirigida directamente a ora parte del acto
que queda confirmado y a los que puedan tener interés en dicho acto el artículo 232 que,
como acabamos de ver señala formalidades adicionales, dispone que el documento que
contiene el acto confirmatorio debe tener las mismas formalidades a las establecidas para el
acto que confirma. Así que no se trata de una formalidad ad solemnitatem pues, de haberlas
tenido y haber sido inobservadas el acto sería nulo y, en consecuencias, no podría ser
subsanado por la confirmación.
La norma del artículo 232 tiene el carácter del imperativa, pues utiliza la expresión debe,
pero no sanciona con nulidad su inobservancia, corroborando, así, que no se trata de una
formalidad ad solemnitatem, por lo que vamos del parecer que rigor excesivo que se pudiera
considerar la nulidad del acto confirmatorio por no darse cumplimiento a los dispuesto por
el acotado numeral 232,maxime, si como veremos el mismo código civil admite la
confirmación no normal, a un que también con manifestación de voluntad expresa. Así, por
ejemplo, para la celebración de una compraventa las partes pueden adoptar la forma q estimen
conveniente, y la celebraron por escritura pública y la compra y venta debe ser confirmada,
el documento que de contiene al acto confirmatorio debe otorgado mediante escritura pública,
pero, de no cumplirse con esta formalidad, el acto confirmatorio subsiste y puede ser probado
por medios probatorios distintos. La forma de la confirmación, en conclusión, es ad
probationes causa, usa pues de otro modo no podría el código civil haber legislado sobre la
confirmación no normal, que veremos a continuación.
la confirmación no formal
La confirmación no formal es la que se realiza mediante una manifestación de voluntad que
puede ser expresa o tacita pero que no consta documentalmente pues no esta revestida de
formalidades. En ella se pues utilizar cualquier medio directo para dar a conocer la voluntad
confirmatoria, pero también puede darse a conocer mediante hechos que inequívocamente la
ponga de manifiesto. Esta manera de confirmar el acto anulable es posible por cuanto el acto
confirmatorio no tiene forma pre escrita, si no voluntariamente.
la confirmación no formal esta prescrita en el artículo 231 que pasamos a transcribir: “el acto
que también confirma si la parte a quien correspondía la acción de anulación conociendo la
causal, lo hubiese ejecutado en forma total parcial, o se existe hecho inequívocamente pongan
la manifestación la intención de renunciar a la acción de anulabilidad”. La norma fue
adoptada por la comisión revisora sobre la base del proyecto de la comisión revisora y registra
como antecedente del artículo 1135 del código civil de 1936. con forme a la norma transcrita,
la confirmación no formal puede ser expresado o tasita en aplicación de a las reglas de la
manifestación de la voluntad que establece el artículo 141. La confirmación no formal
expresa supone, pues, una manifestación de voluntad confirmatoria mediante un medio
directo consistente en la ejecución total o parcial del acto jurídico anulable por la parte a la
que corresponde el ejercicio de la acción anulatorio. El medio directo, como ya lo hemos
destacado, es el que permite conceptuar la manifestación de voluntad, expresa.
La confirmación no formal tasita supone también una manifestación de voluntad
confirmatorio mediante un medio indirecto consistente en el a existencia de hecho que
inequívocamente pongan de manifiesto de voluntad de confirmar acto contra el cual puede
hacerse valer la acción anulatoria, con los que configura la facta concludencia que hemos
utilizado para conceptuar la manifestación de voluntad tasita.
La confirmación no forma una manifestación de voluntad la confirmación no formal
mediante una manifestación de voluntad tasita está también contenida en el ya acotado
artículo 231 cuando hacen mención si existen hechos que inequívocamente pongan de
manifestación la intención de renunciar a la acción de anulabilidad. Como pueden apreciarse,
la frase trascrita guardada perfecta coincidencia con la noción de manifestación de voluntad
tasita que contiene el artículo.
La interpretación que dejamos sentada del artículo 231 y de la que inferimos la dualidad de
la manifestación de voluntad para configurar la confirmación no formal expresa y la
confirmación no formal tasita, la sustentamos en la concordancia de los artículos 231 y 141.
Sin embargo, debemos señalar que el acotado artículo 231 genera una confusión pues hace
referencia a una confirmación resultante de a la ejecución total o parcial del acto jurídico
anulable que no hemos interpretado como un modo de confirmación no formal expresa, y a
la existencia de hecho que inequívocamente ponen de manifiesto de voluntad de confirmar
el acto anulable, que lo interpretamos como modo de confirmación no formal tasita, en
aplicación del criterio que hemos dejado expuesto a diferenciar la manifestación de voluntad
expresa de la manifestación de voluntad tasita.
En conclusión, lo que se quiere para la existencia de una confirmación tasita es que de la
facta concludentia se trasunte, sin lugar a duda alguna, el conocimiento de la causal de
nulidad relativa y voluntad de confirmar, como seria el caso, por ejemplo, del arrendatario
que pudiendo impugnar la validez del contrato de arrendamiento o utiliza como título para
su subarrendar el mismo bien arrendado.
La forma del instrumento de confirmación debe tener iguales solemnidades a las establecidas
para la validez de acto del acto que se confirmó
Esta norma se conecta directamente con el artículo 230 del Código Civil relativo a la
confirmación expresa, pues la confirmación tácita, según se expresó al comentar el artículo
231, no se instrumental iza ya que se da por vía de ejecución total o parcial del acto viciado.
Esta norma se conecta directamente con el artículo 230 del Código Civil relativo a la
confirmación expresa, pues la confirmación tácita, según se expresó al comentar el artículo
231, no se instrumental iza ya que se da por vía de ejecución total o parcial del acto viciado.
En ese sentido, la norma del artículo 232 en concordancia con la del artículo 230 sugiere que
la confirmación expresa siempre ha de constar documentalmente. En efecto, el artículo 230
dispone que la confirmación se realiza "mediante instrumento que contenga, esto es, que
conste por escrito o por cualquier otro medio que patentice la declaración de voluntad
confirmatoria. Y el artículo 232 complementa esta regla señalando que la forma (formalidad)
de dicho instrumento (el de confirmación) debe tener las mismas solemnidades exigidas (por
la ley) para la validez del acto que se confirma.
Cabe precisar que la propia formalidad del acto confirmatorio que se menciona en el artículo
232 es una de carácter ad probationem, pues, en armonía con lo señalado en el artículo 230,
no se sanciona con nulidad su inobservancia, de modo que, si esto último ocurre, el acto
confirmatorio pese a todo mantiene plena validez. Como ejemplo se cita el caso de un
contrato de compraventa respecto del cual las partes pueden elegir la forma que estimen
conveniente, y si lo celebraron por escritura pública y la compraventa debe ser confirmada
porque adolece de algún vicio, entonces el acto confirmatorio debe igualmente constar en
escritura pública; de no ser así el acto confirmatorio subsiste, no es nulo, y puede ser
acreditado con los medios de prueba reconocidos por el Código Procesal Civil.
En cambio, al acto viciado puede haberle correspondido, según mandato de la ley, formalidad
ad solemnitatem o ad probationem, o puede haberse tratado de un acto con libertad de forma.
Está claro que si el vicio es por el incumplimiento de la formalidad ad solemnitatem el acto
es nulo y no puede ser confirmado; pero si se ha cumplido la formalidad ad solemnitatem y
el vicio es de otra índole, al confirmar el acto debe observarse la misma formalidad solemne
que le corresponde, pues así lo manda el artículo 232 del Código Civil.
Si, por ejemplo, se constituye una hipoteca o se efectúa una donación de bien inmueble, en
ambos casos observando la formalidad solemne de escritura pública que le corresponde por
prescripción de los artículos 1098 Y 1625 del Código Civil, respectivamente; pero esos actos
adolecen de un vicio como el error o el dolo, el acto confirmatorio debe celebrarse con la
misma solemnidad antes mencionada (escritura pública), empero, como se dijo antes, de no
hacerse así la confirmación se considera efectuada, ya que no hay sanción de nulidad.
CONFIRMACIÓN EXPRESA
Art. 230. Salvo el derecho de tercero, el acto anulable puede ser confirmado por la
parte a quien corresponda la acción de anulación, mediante instrumento que
contenga la mención del acto que se quiere confirmar, la causal de anulabilidad y la
manifestación expresa de con firmarlo
En el caso de la confirmación expresa de que trata el artículo 230 del Código Civil, se deja
constancia de que solo al titular de la acción de anulabilidad le corresponde la facultad de
decidir u optar por la confirmación, lo cual por razones obvias es aplicable a toda clase de
confirmación, pues de ningún modo podría tener tal facultad la persona que se beneficia con
el vicio del acto.
De otro lado, se agrega que la confirmación debe constar instrumentalmente, lo cual supone
que el artículo 230 se refiere al uso de cualquiera de los medios directos a que se alude en los
artículos 141 y 141-A del Código (con excepción obviamente del medio oral), siempre que
la manifestación pueda concretarse materialmente; en tal sentido se pueden usar medios
manuales, mecánicos, electrónicos, ópticos u otros análogos, que permitan obtener versiones
impresas de la declaración confirmatoria. No obstante lo indicado, la forma del acto
confirmatorio que impone el artículo 230 se entiende como una formalidad ad probationem,
en armonía con lo establecido por el artículo 144, pues no se contempla la sanción de nulidad.
El instrumento a que se refiere el párrafo precedente debe contener esencialmente tres cosas
para que proceda la confirmación: la mención o identificación precisa del acto que se quiere
confirmar, la causal o causal es de anulabilidad que lo afectan y la manifestación expresa de
confirmarlo para cuyo efecto se declara la subsanación del vicio (artículo 230 in fine).
Se ha sostenido, por otro lado, que la confirmación expresa también puede efectuarse,
mediante manifestación de voluntad que no conste instrumentalmente, utilizándose para tal
efecto la expresión oral3 ( quien la denomina confirmación expresa no formal y afirma que
está legislada en el artículo 231 del Código); empero nos permitimos discrepar de esta
opinión, pues a nuestro entender la posibilidad de que la confirmación se produzca oralmente
no está contemplada en dicha norma, pues ésta regula la confirmación tácita (que se explica
al comentar el artículo 231), y mucho menos en el artículo 230 que exige instrumentalización
de la declaración confirmatoria.
Como último punto relacionado con el artículo 230 del Código Civil, cabe mencionar los
alcances o efectos de la confirmación con relación a terceros, toda vez que el texto de la
norma se inicia precisamente aludiéndolos. En efecto, el artículo 230 señalar que "salvo el
derecho de tercero, el acto anulable puede ser confirmado...". En buena cuenta la norma en
cuestión prevé la oponibilidad al acto confirmatorio, esto es, la posibilidad de que un tercero
que ha adquirido algún derecho de quien confirma un acto anulable (derecho adquirido
obviamente antes de la confirmación y conectado necesariamente con el objeto del acto
viciado), puede oponerse para que no le afecten o alcancen los efectos propios del acto
confirmatorio.
El maestro TORRES VASQUEZ, Aníbal (2013), nos da un ejemplo, El art. 230 dispone que
la confirmación deja a ``salvo el derecho del tercero´´. Veamos esto con unos ejemplos: A,
incapaz relativo, vende un bien a B, capaz; a su vez, B vende el bien a C. las dos ventas son
eficaces, pero están amenazadas de destrucción, pues hay la posibilidad de que A inste la
acción de anulabilidad. Pero si A en vez de optar por la nulidad confirma al acto, a partir de
ese instante el derecho a C queda consolidado a perpetuidad, porque la confirmación produce
la imposibilidad definitiva de impugnar el acto por anulabilidad; la confirmación en este caso
beneficia al tercero adquirente C .En el caso inverso de que A sea capaz y B incapaz, la venta
hecha por B (una vez cesada su incapacidad) a C constituye una renuncia a la acción de
anulabilidad, lo que equivale a una confirmación a los terceros acreedores, estos tiene a su
favor la acción pauliana para que se declare ineficaz respecto de ellos el acto de disposición
realizado por su deudor y también la acción oblicua o subrogatoria para que se anule dicho
acto. La confirmación no beneficia ni perjudica a los terceros acreedores más de lo que les
perjudicaría o beneficia que su deudor se abstenga de impugnar el acto por anulabilidad; que
sea anulable o que este confirmado no altera en absoluto la situación del acto respecto a los
terceros acreedores, porque en uno u otro caso pueden hacer uso de la acción pauliana o de
la acción oblicua. Todo indica que la protección que dispensa al art. 230 a los terceros carece
de sentido.4
LEÓN BRANDIARAN, JOSÉ (1997) menciona, como ejemplo de confirmación que
perjudica a terceros, el siguiente caso consignado por Foignet: Un menor ha vendido un
inmueble a Primus. Llegado a su mayoría vende ese mismo inmueble a Secundus; después,
confirma la primera venta. Esta confirmación no puede perjudicar a Secundus, quien ha
adquirido un derecho irrevocable a prevalerse de la nulidad de la primera venta. Sin embargo,
en casos como este hay que tener presente, de un lado, que la segunda venta hecha a Secundus
constituye un hecho inequívoco de renuncia a la facultad de confirmar la venta hecha a
Primus, y, de otro lado, la segunda venta versa sobre un bien ajeno, puesto que el acto
anulable produce sus efectos en tanto no se haya declarado nulo, por la que el bien pertenece
3
VIDAL RAMIREZ, Fernando. El acto jurídico, Ed. Gaceta Jurídica S.A. Lima, 2013
4
TORRES VASQUEZ, ANIBAL. Acto Jurídico. Editorial Egemsa. Lima 2013.pag 896
en propiedad a Primus .Por tanto, la segunda venta es rescindible a solicitud del comprador
Secundus (art. 1539), y nula a instancia de Primus, quien no ha manifestado su voluntad de
vender (art. 219.1). Si el bien no hubiese sido entregado y lo reclamaran tanto Primus como
Secundus, será de aplicación el art. 1135.5 (pág. 415)
El art.230 del C.C ha recogido los preceptos del código de 1936 , al disponer : salvo el
derecho de tercero, el acto anulable puede ser confirmado por la parte a quien corresponda
la acción de anulación mediante instrumento que contenga la mención del acto que se
requiere confirmar , la causal de anulabilidad y la manifestación expresa de confirmarlo.
La protección vía oponibilidad a favor de los terceros que plantea el artículo 230, al parecer
funcionaría en hipótesis verdaderamente muy remotas, pues el tercero habría de haber
adquirido el derecho en forma tan precaria y sin ningún elemento de seguridad jurídica, que
luego tenga que verse afectado por una eventual confirmación al punto que no tenga más
defensa que únicamente la oponibilidad antes referida.
Según Abelenda: señalaba que la confirmación es expresa, cuando el acto jurídico de
confirmación se refleja en un instrumento público y privado, que debe contener , bajo pena
de nulidad:
a) La sustancia del acto que se quiere confirmar
b) El vicio de que adolecía
c) La manifestación de la intención de repararlo
De acuerdo a lo normado en el art. 230 del C.C, numeral que regula la confirmación expresa
del acto jurídico, salvo el derecho de tercero, el acto anulable puede ser confirmado ´por la
parte a quien corresponda la acción de anulación , mediante instrumento que contenga lo
siguiente:
- La mención del acto jurídico que se quiere confirmar
- La causal de anulabilidad del acto jurídico que se pretende confirmar
- La manifestación expresa de querer confirmar el acto jurídico
ABELENDA, CÉSAR AUGUSTO (1980), Puntualizamos que, conforme a lo dispuesto en
el artículo 232 del C.C, la forma del instrumento de confirmación del acto jurídico debe tener
iguales solemnidades a las establecidas para la validez del acto jurídico que se confirma.6
(Pág. 512)
Un ejemplo, Si Juan a la edad de 17 años le compra una casa a Pedro y, después de dos años
desea convalidar el acto jurídico que celebró (por cuanto era anulable al ser incapaz relativo)
y, con tal fin de manera escrita, mediante un documento exterioriza tal voluntad, en este caso
estaremos ante una confirmación expresa.
5
LEÓN BARANDIARAN, José. Acto Jurídico. Editorial universidad san marco. Lima. 1997. Pág.
415
6
ABELENDA, César Augusto, Derecho Civil, Parte General, Editorial Astrea, Buenos Aires, 1980.
Pág. 512
CONFIRMACIÓN TÁCITA
Art. 231. El acto queda también confirmado si la parte a quien correspondía la acción
de anulación, conociendo la causal, lo hubiese ejecutado en forma total o parcial, o
si existen hechos que inequívocamente pongan de manifiesto la intención de
renunciar a la acción de anulabilidad.
La confirmación tacita resulta de la ejecución voluntaria del acto anulable o de la existencia
de hechos que, que medios con un criterio practico, pongan inequívocamente de manifiesto
la intención de renunciar a la acción de anulabilidad y habiendo esta cesado. La ejecución
puede ser total o parcial; es suficiente el comienzo de ejecución que revele la voluntad de
confirmación. Son hechos que revelan la intención de renunciar a la acción de anulabilidad,
por ejemplo, si el titular de la acción se allana a cumplir, una vez requerido para hacerlo; o
en vez de hacer uso de la acción de anulación exige a la otra parte el cumplimiento; el
legitimado para impugnar el acto jurídico ejerce en juicio las acciones creadas a su favor en
virtud de dicho acto; el ofrecimiento de pago, la consignación, la dación de pago; la
realización de actos de disposición (venta, donación, etc.). o de administración
(arrendamiento, comodato) o la realización de mejoras en bienes recibidos en virtud de actos
anulables.
A diferencia de la confirmación expresa, en la confirmación tacita es más exigente la prueba
de la existencia del vicio y del derecho a anular el acto, por ser los elementos que van a dar
sentido confirmatorio al acto de ejecución o a los hechos que pongan de manifiesto la
intención de renunciar a la acción de anulabilidad. no se puede decir que el agente tuvo la
voluntad de confirmar si desconocía la causa de la anulación; no puede querer algo que
desconoce. si el agente desconoce que de la existencia del vicio nace para él el derecho a
instar la anulación, desconocimiento que lo lleva a realizar el acto de ejecución, su voluntad
confirmatoria esta vaciada por error de derecho
Queda establecido que el acto confirmatorio puede contener la voluntad de saneamiento
declarada en forma expresa o manifestada en forma tácita. De esta última se ocupa el presente
artículo, empero también se incluye en esta norma una mención a la "confirmación" vía
intención de renuncia (pudiendo inclusive presentarse una renuncia propiamente dicha) a la
acción de anulabilidad, lo cual es un tema aparte.
ALBADALEJO, MANUEL (1958) Que la confirmación sea tácita, o mejor dicho, que la
manifestación de voluntad en el acto confirmatorio sea tácita, supone aplicar lo que sobre el
particular establece el artículo 141 del Código Civil, según el cual la manifestación es tácita
cuando la voluntad se infiere indubitablemente de una actitud o de circunstancias de
comportamiento que revelan su existencia.7(Pag.215)
Si bien la manifestación de voluntad tácita es un tema de ardua discusión por la diversidad
de sus variables y por la cercanía que tiene con la frontera de la manifestación expresa y con
el silencio en algunos supuestos específicos, por lo menos la doctrina coincide que las
actitudes o comportamientos propios de una actuación tácita son los que la doctrina denomina
7
ALBALADEJO, Manuel. El negocio jurídico. Ed. Bosch. Barcelona, 1958
facta concludentia o hechos concluyentes e inequívocos que revelan con certidumbre una
voluntad determinada. Aplicado esto al ámbito de la confirmación, puede afirmarse que en
este caso la actitud o comportamiento tácito tiene que ver con la ejecución total o parcial del
acto anulable (viciado) por parte de quien es titular de la acción de anulabilidad, en armonía
con lo que indica el artículo 231.
Por otra parte, si el acto es ejecutado, en lo que le corresponde, solo por la contraparte y no
por el titular de la acción anulatoria, no podrá desde luego hablarse de confirmación tácita,
debido a que habría sido ejecutado por quien no tiene facultad de optar por la confirmación
o por el ejercicio de la acción de anulabilidad.
Cabe señalar que la ejecución no siempre supondrá un hecho positivo y material del
confirmante, sino eventualmente y dependiendo del caso concreto, podrá significar también
una abstención. En otras palabras, el titular de la acción anulatoria puede confirmar el acto
afectado por causal de anulabilidad con un hecho positivo, es decir entregando o haciendo
algo (prestación de dar o de hacer) como no haciendo nada (prestación de no hacer); esto
último no se ha de confundir con la renuncia a la acción de anulabilidad.
Un caso particular de confirmación tácita es el contemplado en el artículo 1286, segundo
párrafo, del Código Civil, según el cual si la obligación primitiva fuera anulable, la novación
tiene validez si el deudor, conociendo el vicio, asume la nueva obligación.8 En este supuesto,
si bien el acto que generó la obligación original se extingue por efecto de la novación, dicha
extinción se produce respecto de un acto subsanado, ya que las partes no asumirían la nueva
obligación si aún existiera la posibilidad de impugnar el primer acto.
De otro lado, y en referencia a lo estipulado en el artículo 231 del Código, cabe señalar que
dicha norma exige como requisito que el confirmante (titular de la acción) conozca la causal
de anulabilidad en el momento que ejecuta las prestaciones que le corresponden y que forman
el objeto de las obligaciones a que ha dado lugar el acto jurídico viciado.
De suyo, tratándose de una confirmación tácita, aparece como altamente subjetivo el hecho
que deba conocerse la causal que vicia el acto, pero es necesario e inexorable que así sea
puesto que, en caso contrario, la sola ejecución con prescindencia del conocimiento de la
causal supondría confirmar un acto que el titular de la acción de anulabilidad no deseaba
confirmar. En otras palabras, quien celebra un acto anulable y lo ejecuta sin conocer la causal
que lo afecta no está en rigor confirmando el acto, sino solo procediendo como si el acto
fuera válido, de modo que siempre tiene expedita la acción de anulabilidad que podrá ejercer
o no, según su conveniencia, en el momento que conozca la causal de anulabilidad. En suma,
el conocimiento o no de la causal es el dato determinante que permite al interesado o afectado
por el acto viciado, optar por confirmarlo (expresamente conforme al artículo 230 o
tácitamente, vía ejecución, según el artículo 231) o, si así lo decide, solicitar la nulidad
invocando la causal de anulabilidad, en cuyo caso esta elección suprime automáticamente la
posibilidad de confirmar el acto viciado.
Asimismo, el artículo 231, como se dijo antes, hace también referencia a la confirmación por
vía de intención de renuncia (pudiéndose producir en efecto la renuncia), es decir a que el
8
Art. 1286 Código Civil
acto viciado queda también confirmado si quien tiene la posibilidad de invocar la acción de
anulabilidad (el titular de la acción) decide no hacerlo, o existen hechos que inequívocamente
ponen de manifiesto la intención de renunciar a la acción. Hay discusión en la doctrina acerca
de que esta circunstancia suponga un verdadero acto de confirmación, debido a que ésta
supone la declaración de voluntad expresa o tácita de otorgar valor jurídico, cosa que no
ocurre con la presunción de renuncia o con la renuncia propiamente dicha.
En efecto, se ha sostenido que la confirmación tiene como propósito hacer patente una
voluntad relacionada con el mantenimiento del acto anulable, lo que implica una actitud
positiva de continuar vinculado jurídicamente pese a la existencia de la causal de
anulabilidad.
LOHMANN LUCA DE TENA, JUAN GUILLERMO. (1994). La renuncia no tiene esta
connotación que solo es propia de una auténtica confirmación, pues con aquélla (con la
renuncia) no se busca convalidar el acto en el sentido de mantener vigentes y continuar con
las obligaciones asumidas o con los derechos que se adquieren, y menos de dotar al acto
viciado de un valor jurídico que no tenía o que, mejor dicho, no estaba consolidado. La
renuncia es simplemente una actitud del sujeto de no querer hacer valer el derecho de
impugnación.9 Otros autores, en contra de la posición antes referida, manifiestan que la
confirmación o es una renuncia o supone una renuncia a la acción anulatoria.10(Pág. 236)
Con mayor razón, está más lejos de la confirmación la simple presunción de renuncia, que es
a la que expresamente se refiere el artículo 231. En este caso ni siquiera hay voluntad
manifestada de renunciar a la acción de anulabilidad, sino solo se infiere ésta de una actitud
de quien podía haber accionado, y esto de ningún modo puede ser calificado como
confirmación. Merece aquí, por consiguiente, implementarse un cambio normativo para
excluir a la presunción de renuncia -y desde luego extensible a la renuncia- del ámbito de la
confirmación, pues se trata de una circunstancia ajena a este concepto, como ocurre también
con otras figuras como, por ejemplo, la prescripción de la acción de anulabilidad, que si bien
puede dar lugar a hacer firme el acto viciado, no por ello es un supuesto de confirmación.
En efecto, si quien es titular de la acción para impugnar un acto anulable deja transcurrir el
plazo de prescripción de dicha acción, no está confirmando el acto, solo ha operado un
mecanismo que por otros fundamentos consolida la validez del mismo. En resumen, la
presunción de renuncia, la renuncia y el simple transcurso del plazo prescriptorio o de
caducidad no constituyen confirmación, aun cuando no se puede negar que en cierto modo
tengan un efecto convalidante, por lo que no cabe duda de que se trata de otras modalidades
de convalidación cuyo efecto es, al igual que la confirmación, la conservación de las
relaciones jurídicas.
La confirmación tacita es inferida de actos o conductas que con arreglo a un criterio practico
demuestran con claridad la intención de confirmar. Como expresa Alarcao, nos encontramos
ante la confirmación tacita siempre que la persona a quien corresponde la facultad de
confirmar un negocio anulable, no habiendo manifestado la voluntad confirmatoria de un
modo directo inmediato, haya, sin embargo, adoptado un comportamiento del cual se infiera,
9
LOHMANN LUCA DE TENA, Juan Guillermo. El negocio jurídico. Ed. Grijley. Lima, 1994.
10
VIDAL RAMIREZ, Fernando. El acto jurídico, Ed. Gaceta Jurídica S.A. Lima, 2002
con toda probabilidad el propósito de optar por la convalidación del negocio. La aptitud de
determinados actos para revelar la ``voluntas confirmandi´´ se debe medir no por un criterio
lógico y apriorístico, sino practico: no se trata de obtener una conclusión absolutamente
irrefutable, sino una conclusión altamente probable.
Mediante esta confirmación, la parte que podría impugnar el acto procede deliberadamente a
ejecutar total o parcialmente la obligación que ha contraído. Así por ejemplo, si A adquiere
B una casa con una apariencia de material noble cuando es de adobe ; y a pesar de conocer
el vicio que invalida el acto , antes de impugnar la compra inicia los trabajos de
reconstrucción , en este caso tácitamente está confirmado el acto anulable.
Según Valencia Zea: Anota sobre el tema que el negocio de confirmación puede ser tácito,
lo cual acaece cuando una de las partes se da cuenta del vicio que hace anulable un negocio
y, no obstante, ejecuta sus respectivas obligaciones.
La confirmación tacita del acto jurídico se encuentra contemplada en el art. 231 del C.C,
según el cual el acto queda también confirmado en los siguientes casos:
- Si la parte a quien correspondía la acción de anulación, conociendo la causal, lo
hubiese ejecutado en forma total o parcial.
- Si existen hechos que inequívocamente pongan de manifiesto la intención de
renunciar a la acción de anulabilidad11
Un ejemplo claro tenemos, si Juan teniendo 17 años adquiere una casa a Pedro, la misma que
es tomada en posesión por Juan, sin embargo transcurrido dos años de la celebración del acto
jurídico, esta persona decide tomar la posesión del inmueble, por lo que, esta situación
fáctica, estará indicando que Juan de manera tácita está confirmando el acto jurídico.
Requisitos de fondo
Zannoni, Eduardo A. (1986) “ineficacia y nulidad de los actos jurídicos” Para que la
confirmación produzca su efecto variante, no basta que ella revista las condiciones de formas
adecuadas, sino que es indispensable la concurrencia de los dos requisitos de fondo que
establece el artículo 1060 de código civil para que la confirmación sea eficaz en cuanto al
tiempo en el cual puede tener lugar, pág.345
a.- es necesario, en primer lugar que haya cesado la incapacidad o vicio que daba lugar a la
nulidad, o en otros términos, la causa que lo producía
11
VALENCIA ZEA, Arturo. Derecho Civil. Editorial Temis. Bogotá. 1979. Pág. 512
b.- Para que la confirmación pueda tener lugar es necesario, en segundo término, que no
concurra ninguna otra causa que pueda producir la nulidad del acto de confirmación, es lógico
que el mismo deba ser válido
Prueba de la confirmación
Llambias, Manuel, (1995) “derecho civil” pág. 405. Al igual que las reglas generales, quien
alega la confirmación soporta el peso de cargar con la prueba “onus probandi”, que puede
ofrecerse por cualquier medio, cumpliendo todas las condiciones que la ley exige.
Salvo el caso de confirmación expresa, donde el instrumento debe suministrar la prueba, de
acuerdo a los requisitos establecidos por el art. 1061 CC (erg las palabras bajo pana de
nulidad). A su vez, probada la existencia de la confirmación, quien invoque la carencia de
eficacia convalidatoria por falla de la forma adecuada deberá rendir la prueba de su aserción.
pág. 405.
Llambias, manuel, (1995) “derecho civil”. La confirmación extingue la acción de nulidad del
acto jurídico afectado de los vicios señalados en el art 221 del C.C. convalida
retroactivamente el acto anulable, es decir que le da plena validez a un acto jurídico
impugnable. En este Caso, el acto jurídico anulable produce todos sus efectos desde el inicio
como si no hubiese estado afectado de nulidad relativa. No produce ningún efecto contra
terceros, tal como lo establece el art 230 del código civil vigente. pág.406.
Torres Vásquez Aníbal, (2001), “El Acto Jurídico”, www.scribd.com, pág. 254. La
configuración consiste en la confirmación de la declaración de querer la validez definitiva
del negocio impugnable. Declaración que puede revestir dos aspectos.
Uno positivo se quiere mantener el negocio (que era impugnable). Otro negativo se renuncia
al derecho a impugnarlo. Ambos son aspectos de una cosa misma; pues quien quiere la
validez definitivamente, no puede dejar de renunciar a impugnar, ni quien renuncia a
impugnar, puede querer la invalidez. pág. 254.
Por eso la confirmación puede realizarse bien declarando mantener el negocio, bien
renunciando a la acción impugnación “Albaladejo, 1993:428
La confirmación es un negocio jurídico accesorio del convalidado “albaladejo, 1993:428”
Abelenda, César Augusto , (1980), “el Acto jurídico” pág. 423 Califica a la confirmación
del acto como “… un acto voluntario licito unilateral realizado con el propósito de sanear o
limpiar los vicios que pesan sobre un acto jurídico anulable de nulidad relativa y de otorgarle
plena validez , acto jurídico este, para que produzca los efectos perseguidos por el celebrante
debe ser realizado por quien tiene la titularidad de la acción de impugnación al acto que se
quiere confirmar , y recién después del cese de la incapacidad negociar del confirmante o del
vicio determinante de la nulidad ”, dicho autor pone de manifiesto que la confirmación
procede(…) respecto de los actos anulables propiamente dicho porque estos son
,indudablemente , de nulidad relativa , ya que la ley les otorga una validez o eficacia jurídica
provisional y su persistencia depende de la voluntad de la persona titular del derecho a la
impugnación pág. 423
Lo relativo a la confirmación del acto jurídico podemos encontrarlo en el titulo X del libro II
del código civil, en los arts. 230, 231 y 232.
CAPÍTULO V
LA RATIFICACIÓN
La ratificación es una figura, afina la confirmación. En nuestro ordenamiento civil se presenta
en los casos siguientes:
El falso representado puede ratificar unilateralmente al acto jurídico celebrado por el falso
representante, observando la forma prescrita para el acto que se ratifica (art.162)
- Cuando una persona careciendo de facultades de representación y sin estar obligado
gestiona o administra los bienes o negocios de otro que lo ignora, este puede ratificar
los actos del gestor (arts. 1950 y 1952)
Según jurista TORRES VASQUEZ, ANIBAL (2013), Tanto el acto confirmatorio como la
ratificación son actos jurídicos unilaterales recepticios. Por la ratificación son actos jurídicos
unilaterales recepticios. Por la ratificación el falso representado, en el caso de defecto de
poder, o el dueño de los bienes o negocios o administrativos por un tercero, hace propios los
efectos de los actos realizados por el falso representante o el gestor de negocios. Por la
confirmación, el titular de la acción de anulabilidad convalida el acto, librándolo de toda
amenaza de ineficacia definitiva. (pag.898) 12
Tanto con la ratificación como con la confirmación se persigue que el acto jurídico, ratificado
o confirmado, surta sus efectos de manera plena y definitiva.
El jurista VIDAL RAMIREZ, FERNANDO (2013) señala que, la ratificación, es un acto
jurídico que unilateralmente otorga el representado para aceptar o aprobar el acto
12
TORRES VASQUEZ, Aníbal. Acto jurídico, Confirmación del acto jurídico. Editorial San Marcos.
lima. 2013
celebrado por su representante en exceso o violación de las facultades de las que lo
había investido o, del acto que se celebro quien se arrogó su representación sin
tenerla. También la ratificación se presenta en la gestión de negocios, cuando quien
careciendo de facultades de representación y sin estar obligado, asume conscientemente la
gestión de los negocios o la administración de los bienes de otro, que lo ignora (artículo
1950), correspondiendo al dueño del negocio ratificar o no la gestión (artículo 1952).(pág.
588) 13
WALDO FRANCISCO NÚÑEZ MOLINA (2002) Esta figura jurídica sólo es inherente
a la representación directa sin poder, donde el representante excede los límites de la
representación , viola el contenido o se atribuye una representación que no la tiene, donde
frente a los actos jurídicos celebrados por dicho representante, que son ineficaces, el
representado tiene la facultad de ratificarlos, es decir, convalidar, reafirmar, aprobar,
revalidar en todos sus efectos. En esencia, esa es la finalidad de la ratificación. (pág. 615)14
VIDAL RAMIREZ, FERNANDO (2013) La confirmación, como venimos viendo es un
acto que se celebra con la finalidad de subsanar los vicios o defectos de un acto
anulable, mientras que la ratificación es un acto jurídico que se celebra con la finalidad
de convalidar la actuación de quien ejerció la representación excediendo las facultades
que le había conferidas o de quien se arrogo una representación que no le había sido
conferida, o de quien asumió la función de gestor sin conocimiento del dueño del
negocio. (pág. 588)15
Por el acto ratificatorio se subsana la falta del consentimiento que previamente debió
prestarse y se aceptan los efectos de los actos jurídicos celebrados de manera anómala
o irregular, liberándose de responsabilidad al representante que excedió o violo
facultades, al falso representante, o al gestor, según los casos. Como anota Cossío, en la
ratificación se trata de un acto jurídico que no pudo nacer como verdaderamente
vinculante hasta que la persona, en cuyo nombre o beneficio se celebró preste su
consentimiento, es decir, ratifique el acto.
Características:
Retroactivo
13
VIDAL RAMÍREZ, Fernando. El acto jurídico. EDITORIAL: Gaceta jurídica. Lima, 2013
14
NÚÑEZ MOLINA, Waldo Francisco. Acto jurídico. Editorial bruño. Lima, 2002
15
VIDAL RAMÍREZ, Fernando. El acto jurídico. EDITORIAL: Gaceta jurídica. Lima, 2013
No personalísima (poder / apoderado)
Formal (adopta la forma que la ley exija)
Unilateral
No condicional
Adyacente (no autónomo ni accesorio – no crea nuevas relaciones jurídicas)
No perjudica el derecho del tercero:
El tercero, quien celebro el acto anulable con el supuesto apoderado, si antes de la
ratificación celebra otro acto jurídico, sus derechos están protegidos.
El tercero de buena fe, celebra el acto con el falso representante, en caso de no
ratificación, el tercero tiene capacidad para demandar daños y perjuicios al supuesto
apoderado que debe responder por los mismos.
En el acto jurídico no ratificado por el titular, son partes el tercero y el supuesto
apoderado. E l titular no puede demandar o convenir la resolución por que no es parte
de ese negocio jurídico.16
Clases de ratificación:
Validez de la ratificación:
Ejercida por e l titular del derecho (personalmente o apoderado)
Observando la forma prevista por la ley:
Por escrito
Por escritura pública
con otra solemnidad (inscripción)
Naturaleza jurídica de la ratificación
Es un acto unilateral y accesorio. Es unilateral porque sólo compete y es atribución
única de la voluntad de representado que convalida en sus efectos el acto jurídico celebrado
por el representante sin poder y un tercero.
Es accesorio, en razón de que el acto ratificatorio se circunscribe al contexto del acto
jurídico celebrado por el representante sin poder y un tercero, que vendría a ser el
acto jurídico principal.
16
CUSI ARREDONDO, ANDRÉS. https://andrescusi.blogspot.com/2014/09/la-ratificacion-andres-cusi-
arredondo.html. 2015
Destinatarios de la ratificación
La persona que recibe la ratificación del acto jurídico celebrado por el representante
sin poder, vendrá a ser el tercero contratante, mas no el mencionado representante.
Ello tiene fundamento en que la ratificación propicia de que los efectos de aquel
acto jurídico, en forma válida ingrese al esfera jurídica de representado y, por tanto
surge una relación jurídica entre éste y el tercero contratante. Sería iluso creer que
la ratificación sea dirigida hacia el representante sin poder ya que éste solamente ha
servido como un nexo o enlace para vincular al tercero contratante como representado
, aún cuando este último inicialmente no autorizó ello. Otro sector de la doctrina señala
que los destinatarios serían ambos, pero este razonamiento (según nuestro parecer) queda
enervado por cuanto el interés legítimo y la relación jurídica que se está convalidando
es con el tercero contratante mas no como representante sin poder.17
Forma de la ratificación
La forma a seguir del acto ratificatorio es aquella que corresponde al acto jurídico
que se ratifica. Así tenemos, por ejemplo, si el acto jurídico celebrado por el representante
sin poder y un tercero se ha realizado mediante escritura pública, es correcto que la
ratificación se realice también mediante esta forma, es decir, por escritura pública.
Transmisibilidad de la ratificación
Según nuestro Código Civil se prevé que la facultad de ratificar el acto jurídico
celebrado por el representante sin poder es transmisible a los herederos del representado,
de manera, si éste fallece, es perfectamente posible que sus herederos puedan realizar
la ratificación.
17
CUSI ARREDONDO, ANDRÉS. https://andrescusi.blogspot.com/2014/09/la-ratificacion-andres-cusi-
arredondo.html. 2015
18
http://apuntessobrederecho.blogspot.com/2009/06/la-convalidacion-la-confirmacion-y-la.html
para ello) con fecha 10 de marzo del 2008. En el caso propuesto, el dueño de los caballos
será José, por cuanto si bien es cierto que la ratificación tiene efecto retroactivo y, al haberse
ratificado el acto con fecha 10 de marzo del 2008 sus efectos deberían remitirse al 10 de
enero del 2008, sin embargo al existir un tercero (José) dicha retroactividad no funciona como
tal.
La representación directa sin poder está contenida en el artículo 161º del C.C., que señala en
forma expresa lo siguiente: "El acto jurídico celebrado por el representante excediendo los
límites de las facultades que se le hubiere conferido, o violándolas, es ineficaz con relación
al representado, sin perjuicio de las responsabilidades que resulten frente a éste y a terceros.
También es ineficaz ante el supuesto representado el acto jurídico celebrado por persona que
no tiene la representación que se atribuye".
EL RECONOCIMIENTO
El reconocimiento es un acto jurídico mediante el cual se admite la existencia de una
obligación nacida de un acto válido porque si no lo fuera, por causa de nulidad
relativa, seria una confirmación. En ello radica la diferencia y, de este modo, en el
reconocimiento la obligación que se reconoce emerge de un acto válido, mientras que
en la confirmación se está frente a un acto anulable que se convalida, precisamente,
con el acto confirmatorio .
El código civil se ocupa del reconocimiento en el artículo 1205 que precisa que: “el
reconocimiento puede efectuarse por testamento o por acto entre vivos. En este último caso,
si para constituir la obligación primitiva se hubiera prescrito alguna forma determinada,
el reconocimiento deberá practicarse en la misma forma”.19
LA TRANSACCIÓN
La transacción es un acto jurídico mediante el cual, las partes, haciéndose concesiones
recíprocas, deciden sobre algún aspecto dudoso o litigioso emergido, a su vez, de un
acto jurídico que a dado lugar al entablamiento de un vínculo obligacional o contractual,
a fin de evitar un pleito que podría promoverse o ponerle fin a uno ya promovido.
Su diferencia con Con la confirmación. Ambas figuras implican un renunciamiento. Al
confirmar un acto, quien lo hace renuncia a oponer la nulidad relativa de que adolecía. Sólo
cabe confirmar actos viciados, mientras que puede transarse sobre cualquier derecho
renunciable. La confirmación es un acto unilateral en el cual tampoco se hacen concesiones
recíprocas.
La transacción viene a ser así, un acto abdicativo de derechos para las partes que lo
celebran , mientras que la confirmación es abdicativo solo para quien esta en la
posibilidad de ejercitar la acción anulatoria por causal que lo legitima y sin estipular
nada, pues su finalidad no es otro que la de permitir la eficacia ab initio y definitiva
del acto jurídico anulable anteriormente celebrado.
El código civil se ocupa de la transacción en el artículo 1302. “por la transacción las
partes, haciéndose concesiones recíprocas, que deciden sobre algún asunto dudoso o
19
VIDAL RAMIREZ, FERNANDO. El acto jurídico. Editorial Gaceta Jurídica. Lima. 2013. Pág. 589
litigioso, evitando el pleito que podría promoverse o finalizando el que está iniciado .
Con las concesiones reciprocas, también se pueden crear, regular, modificar o extinguir
relaciones diversas de aquellas que han constituido objeto de controversia entre las
partes. La transacción tiene valor de cosa juzgada. “y, según el artículo 1303: “ la
transacción debe contener la renuncia de las partes a cualquier acción que tenga una
contra otra sobre el objeto de dicha transacción“.20
Como puede apreciarse la transacción es, pues, un acto jurídico que difiere sustancialmente
del acto confirmatorio. Al extremo que ella misma puede ser confirmable, pues según el
artículo 1308, in fine, si la obligación dudosa o litigiosa fuera anulable y las partes,
conociendo el vicio, la celebran, tiene validez la transacción. Es más, el artículo 1309 permite
también transigir: “Si la cuestión dudosa o litigiosa versara sobre la nulidad o anulabilidad
de la obligación, y las partes así lo manifestaran expresamente, la transacción será válida,
“aunque en relación con esta norma debemos precisar que si se trata de una obligación nula
lo que se configura no es una confirmación sino una conversión.
Si bien comúnmente el vocablo “transacción” alude a cualquier tipo de convención,
jurídicamente significa un “acto jurídico bilateral, por el cual las partes, haciéndose
concesiones recíprocas, extinguen obligaciones litigiosas o dudosas” (art.832).
Naturaleza jurídica.
En algunos códigos se considera que la transacción es un contrato, opinión seguida por
algunos autores (Colmo, Lafaille, Salvat). Nuestro código la considera un acto jurídico
bilateral extintivo de obligaciones (art.832).
De todos modos es tal la similitud con un contrato que el Código establece que a las
transacciones se le aplican las disposiciones sobre contratos (relativas a capacidad, objeto,
modo, prueba y nulidad) con las excepciones y modificaciones establecidas en los art. 832 a
861
Caracteres.
Son los siguientes:
2) De interpretación restringida (art.835) solo comprende las cuestiones que las partes han
querido transigir y no otras.
20
VIDAL RAMIREZ, FERNANDO. El acto jurídico. Editorial gaceta jurídica. Lima-2013. Pág. 590
La transacción, como acto jurídico que es, debe reunir condiciones legales, algunas de las
cuales son comunes a cualquier acto jurídico, pero otras como la relación jurídica y las
concesiones mutuas le son específicas.
Respecto a estas dos características particulares de la transacción, debemos destacar que
constituyen el eje sustancial (y no meramente formal) de la figura.
La esencia de la transacción reside en una relación jurídica incierta y controvertida,
susceptible de derivar en litigio o ya latente en el terreno judicial, la misma que las partes
deciden llevar a término en forma definitiva; de esta manera, encausan su voluntad a esa
finalidad a través de concesiones recíprocas. Esta última característica, a saber, la voluntad
de prevenir o terminar un litigio judicial, traducida en concesiones recíprocas, distingue a la
transacción, no solamente de los demás modos de extinción de oblotras formas de conclusión
de una controversia, como son, por ejemplo, la sentencia judicial, el allanamiento, el
desistimiento de la demanda, el reconocimiento de títulos y hasta el advenimiento o
conciliación indagaciones, sino de los otros contratos, aparte de todas las otras formas de
conclusión de una controversia, como son, por ejemplo, la sentencia judicial, el allanamiento,
el desistimiento de la demanda, el reconocimiento de títulos y hasta el advenimiento o
conciliación.21
Objeto de la transacción.
En principio es que cabe la transacción sobre cualquier derecho dudoso o litigioso, salvo las
excepciones establecidas por la ley que son las siguientes:
a) los derechos sobre cosas fuera del comercio o que no puedan ser objeto de contrato (Ej.,
herencias futuras);
b) los derechos de familia y acciones de estado;
c) el derecho a alimentos futuros;
d) las acciones por nulidad de matrimonio, salvo que la transacción decida la validez;
e) las acciones penales derivadas de delitos, pero si la acción civil por daños derivados del
delito; etc.
Forma de la transacción.
En principio, la transacción es no formal, por excepción:
-Es formal si recae sobre inmuebles (se debe hacer por escritura pública),
-Es formal solemne si se trata de derechos litigiosos (debe formularse mediante escrito ante
el juez que entiende en el respectivo juicio).
21
CHURATA CURO, ELÍAS. Derecho de Obligaciones. Docente de la Universidad Andina
En cuanto al momento de eficacia de la transacción judicial, no es la fecha de presentación
del documento donde ella consta, sino la fecha de dicho documento con respecto a las partes
y la fecha cierta que tenga ese documento con respecto a terceros.
La prueba se rige por las normas sobre prueba de los contratos (art.1190 y sgts.).
- Art.1190 “Los contratos se prueban por el modo que dispongan los códigos de
procedimientos de las Provincias
Federadas: Por instrumentos públicos; Por instrumentos particulares firmados o no firmados;
Por confesión de partes, judicial o extrajudicial; Por juramento judicial; Por presunciones
legales o judiciales; Por testigos.”
- Art.1191 “Los contratos que tengan una forma determinada por las leyes, no se juzgarán
probados, si no estuvieren en la forma prescrita, a no ser que hubiese habido imposibilidad
de obtener la prueba designada por la ley, o que hubiese habido un principio de prueba por
escrito en los contratos que pueden hacerse por instrumentos privados, o que la cuestión
versare sobre los vicios de error, dolo, violencia, fraude, simulación, o falsedad de los
instrumentos de donde constare, o cuando una de las partes hubiese recibido alguna
prestación y se negase a cumplir el contrato. En estos casos son admisibles los medios de
prueba designados.”
- Art. 1.192 “Se juzgará que hay imposibilidad de obtener o de presentar prueba escrita del
contrato, en los casos de depósito necesario o cuando la obligación hubiese sido contraída
por incidentes imprevistos en que hubiese sido imposible formarla por escrito.
Se considerará principio de prueba por escrito, cualquier documento público o privado que
emane del adversario, de su causante o de parte interesada en el asunto, o que tendría interés
si viviera y que haga verosímil el hecho litigioso”.
- Art. 1.193 “Los contratos que tengan por objeto una cantidad de más de diez mil pesos,
deben hacerse por escrito y no pueden ser probados por testigos”.
- Art. 1.194 “El instrumento privado que alterase lo que se hubiere convenido en un
instrumento público, no producirá efecto contra tercero”.
Efectos
Entre los efectos de la transacción hay 3 que son comunes a toda especie de transacción: el
vinculatorio, el extintivo y el declarativo. A su vez la transacción judicial tiene autoridad de
cosa juzgada.
- Efecto vinculatorio: por su carácter contractual la transacción crea para las partes una regla
que las obliga como a la ley misma; tiene así un efecto vinculatorio que acuerda a cada una
de las partes el derecho de exigir el cumplimiento de las obligaciones asumidas por la otra
en los términos del art.505 y sus concordantes. Ese efecto es relativo a las partes, sus
herederos y sucesores universales, siendo inoponible a terceros. En caso de incumplimiento
se aplican las reglas generales en cuanto a la mora, imputabilidad, extensión del
resarcimiento, etc.
- Efecto declarativo: la transacción no transmite derecho, sino que declara o reconoce
derechos... (art.836). Y como consecuencia de esto, el artículo lo agrega: “la declaración o
reconocimiento de esos derechos no obliga al que la hace a garantirlos, ni le impone
responsabilidad alguna en caso de evicción, ni forma un título propio en qué fundar la
prescripción”. Este principio tiene una limitación en el art.855: si una de las partes transfiere
el dominio de una cosa como suya a otra parte y luego esta es vencida en juicio, se debe la
indemnización por daños y perjuicios. O sea, hay garantía de evicción.
- Efecto extintivo: la transacción extingue los derechos y obligaciones que las partes hubiesen
renunciado. Este efecto extintivo, es relativo a las partes y tiene para ellas autoridad de cosa
juzgada (art.850); o sea: ellas no pueden volver a discutir la cuestión.
Este efecto extintivo está limitado, ya que no alcanza a las personas que no han
intervenido en el acto aunque pudieran estar interesadas en los derechos transigidos, como
ocurre con los codeudores o coacreedores (art.851).
Concesiones Recíprocas
La segunda de las características esenciales de la transacción, la cual también se encuentra
establecida en el artículo 1302, es la presencia de concesiones recíprocas. Esta situación
significa que necesariamente las partes que la celebran deben ceder en algo respecto de sus
posiciones de origen, para finalmente llegar a un acuerdo por el que ellas, si bien no
satisficieron sus expectativas originales, sí lograron un convenio cercano a dichas posiciones.
La valoración de las concesiones es realizada por las propias partes. Por otro lado, la ley no
exige que las concesiones mutuas sean de igual valor; la exigencia en una transacción es que
haya concesiones recíprocas, no siendo relevante el que una de las partes transija (o ceda)
más o menos que la otra. Basta que cada una lo haga voluntaria y espontáneamente, con la
finalidad de dar por terminado el conflicto y evitar el litigio que podría promoverse o terminar
el ya iniciado.
22
http://www.enciclopedia-juridica.biz14.com/d/ratificaci%C3%B3n/ratificaci%C3%B3n.htm
Por ello, la transacción no implica únicamente la extinción de obligaciones; es mucho más
que eso, pues puede dar lugar al nacimiento de otras obligaciones, incluso a la celebración
de una serie de contratos, siempre y cuando, utilizándolos, se dé solución al asunto dudoso o
litigioso.
Forma de la transacción
De acuerdo con su formación, los contratos pueden ser consensuales, formales o reales.
La transacción es un contrato formal, ya que la ley le impone una forma, bajo sanción de
nulidad (ad solemnitatem). De esta manera, en el artículo 1304 del Código Civil Peruano se
dispone lo siguiente:
Artículo 1304.- «La transacción debe hacerse por escrito, bajo sanción de nulidad, o por
petición al juez que conoce del litigio».
Es requisito indispensable para su formación o celebración el que se haga por escrito, en el
caso de transacción extrajudicial o por petición al juez (evidentemente también por escrito)
en el caso de la transacción judicial. Esto no obsta, naturalmente, para que, existiendo juicio,
las partes puedan transigir por convenio privado y cualquiera de ellas presente un ejemplar
del mismo en el litigio, con lo que concluiría el proceso.
Resulta interesante observar cómo el criterio de formalidad o solemnidad para este acto tiene
diverso tratamiento, en función al tipo de obligación que se contraiga por medio de las
concesiones recíprocas. Al examinar la solución adoptada por el Código Civil de 1984, es
claro que, habiendo considerado la existencia previa de un contrato o relación jurídica
obligacional, además de un conflicto respecto de algún punto interno de ésta, sumado a los
actos de disposición que implican las concesiones recíprocas y al carácter de cosa juzgada de
la transacción, el legislador de 1984 llegó a la conclusión de que era indispensable otorgar
seguridad plena a las partes, exigiendo una formalidad ad solemnitatem.
Conviene subrayar que esto se da tanto en la transacción judicial como en la extrajudicial.
Ello quiere decir que, en el caso de la transacción, la forma es constitutiva del acuerdo; sin
la forma no existe transacción. Es de relevante importancia que las concesiones mutuas
consten por escrito, a fin de que ambas partes tengan a su alcance un medio accesible para
probar la existencia del acuerdo transaccional.
CONCLUSIONES
La confirmación del acto jurídico es la única modalidad de convalidación de los contratos
regulada en el código vigente, opera mediante una declaración de voluntad de quien podía
invocar la causa de invalidez, que son aplicables solo a los contratos anulables regulados por
nuestro ordenamiento jurídico civil. El código distingue la confirmación expresa y la tacita
que son sin duda las más frecuentes. Es un agrado para nosotros presentar y poner a
disposición suya el presente trabajo, fruto de la esmerada dedicación puesta en el curso.
La confirmación del acto jurídico o convalidación, es el acto por el cual se da validez a otro,
que el deudor puede atacar por acción de anulabilidad. Difiere de la transacción, pues ésta
supone de las partes un abandono recíproco de derechos o pretensiones, en tanto que la
confirmación emana de una sola de las partes, que renuncia a su derecho a atacar la
convención, sin estipular nada en su provecho.
La confirmación es una forma de convalidación de un acto anulable, por medio de la cual el
titular de la acción de anulabilidad manifiesta expresa o tácitamente su deseo de querer la
validez y eficacia definitiva del acto anulable. La confirmación encuentra su fundamento en
el principio de conservación del acto jurídico.
La confirmación implica la renuncia a la acción de anulabilidad (acto negativo), pero es algo
más que una simple renuncia, es una manifestación de voluntad expresa o tácitamente su
deseo de querer la validez y eficacia definitiva del acto anulable.
La confirmación del acto jurídica es muy importante ya que permite ratificar la voluntad
manifestadas ya sea de manera expresa u oral pudiendo tener las formalidades exigidas por
la ley es decir el ab probatione o sin ellas que permiten establecer el ad solenmitaten, y
también teniendo en cuenta la manera tacita de la cual se sobreentiende la ratificación de la
manifestación del acto jurídico celebrado
RECOMENDACIÓN:
Respecto a la confirmación del acto jurídico los diferentes autores que abordan este tema
son muy escaso lo que brindan, a mi sugerencia este debería ser abordado de mejor forma y
alcance para que los estudiantes pudieran conocer más del tema y también abordar mayor
jurisprudencia en el código civil del Perú.
Bibliografía
Abelenda, C. A. ( 1980). Derecho Civil. Buenos Aires: Astrea.
ZANNONI, E. A. (1988). Ineficacia y nulidad de los actos jurídicos. Buenos Aires : Astrea.