CBU MODELO DE MISION
INTRODUCCIÓN:
Bíblicamente, sabemos que los cristianos han sido colocados
en el mundo por la Gracia de Dios para que le confiesen
visiblemente, anunciando y viviendo su Verdad en medio de
las verdades relativas y las mentiras de los proyectos
humanos. Como Iglesia somos luz y sal al interior de los
acontecimientos históricos y hemos sido llamados a actuar
como fermento de cambio y como embajadores de la Gracia
infinita de nuestro Dios.
Entendemos que todo lugar social o entorno socio-político en
el cual nos movilizamos se constituye en tierra de misión para
el Pueblo de Dios. A los que estamos ubicados en la frontera
universitaria nos guía la firme convicción de que éste espacio
geográfico o sub-cultura, es nuestra tierra de misión y, que
estamos allí para ser los misioneros de Dios en medio de las
masas estudiantiles.
Creemos que las Comunidades Bíblicas Universitarias (CBUs),
ligadas a la Asociación de Grupos Evangélicos Universitarios
del Perú (AGEUP), tienen ya un espacio ganado en la historia
de la iglesia evangélica en el país. Como lo ha señalado uno
de los pioneros y forjadores del movimiento estudiantil
evangélico en nuestra patria:
No se puede negar que en su breve historia AGEUP ya
representa una contribución a la vida evangélica en el
Perú. (1)
El núcleo misionero que inició la Obra entre estudiantes
(1955), no pensó detenidamente en los alcances que tomaría
su ministerio con el correr del tiempo:
Al mirar hacia atrás surge en el corazón una plegaria de
gratitud y acción de gracias por la riqueza de dones y
personas que Dios ha dado a este movimiento cuando
empezó a desarrollarse. Quizás los que empezamos
soñamos con algo así, pero en aquella época sólo
pudimos poner la semilla inicial con esperanza. (2)
Sin embargo, cuando en la actualidad evaluamos la Vida y
Misión de las CBUs, podemos afirmar con toda seguridad que
el camino recorrido no ha sido en vano, pues hay toda una
experiencia rica en muchos sentidos y niveles que se hace
necesario sistematizar con miras a profundizar la obra
estudiantil.
Pero conviene aclarar que con ello no intentamos decir que la
misión en el mundo universitario ya está finalizada o completa
en todas sus dimensiones, pues somos conscientes de
nuestra limitaciones y deficiencias así como del largo trecho
que todavía falta transitar. Asimismo reconocemos también,
los logros que por la Gracia de Dios se han alcanzado en
todos estos años, especialmente en el área de reflexión
teológica contextual, y en la forja de una misiología que, fiel a
la Palabra de Dios, ha buscado responder evangélicamente a
los desafíos contemporáneos presentes en el ambiente
universitario.
En el presente trabajo me esfuerzo por exponer brevemente,
los lineamientos generales o bases misiológicas en las que se
sostienen las CBUs para su accionar misionero en las
Universidades en las cuales se hallan inmersas.
Me guía la esperanza de que este documento sea una
modesta contribución a la Vida y Misión del Pueblo de Dios en
nuestro Perú, Pueblo que es signo visible de la presencia
vivificadora del Reino entre nosotros.
DARÍO LÓPEZ R.
1
SÍNTESIS HISTÓRICA:
Un Pueblo que desconoce su historia
corre el peligro de perder su identidad y
de empezar a marchar sin rumbo,
Inconsciente de sus posibilidades e
inseguro de su misión.
Samuel Escobar.
Ruth Siemens, estadounidense, quien había llegado al
Perú en 1954 como profesora del Colegio Roosevelt, es
la persona a quien el Señor utilizó para nuclear a
estudiantes de varias de las Congregaciones que por
ese año había en la Capital, con la finalidad de hacer
obra misionera en la Universidad.
En efecto su departamento se convirtió en el centro
de operaciones de un grupo entusiasta de jóvenes que
estudiaban la Biblia, buscando obedecer al imperativo
misionero en sus páginas. Ya para 1955, había una
célula germinal establecida contándose entre sus
militantes a: Enrique Giraldo, Bill Aish, Alicia Escobedo,
Samuel Escobar, Aída Casildo y Berta Díaz;
añadiéndose posteriormente María Luisa Escobedo y
Carlos García. En ese año deciden llamarse Círculo
Bíblico Universitario (CBU) y empiezan a desarrollar un
plan de acción mínimo de acuerdo a su contexto.
Aunque Ruth Siemens, había empezado la labor, poco
a poco fue cediendo paso a los estudiantes mismos,
puesto que la convicción era que ellos son los mejores
misioneros en su entorno. En 1956 se realiza el primer
Campamento en La Molina, y en ese mismo año el
Grupo se va consolidando con la incorporación de
nuevos miembros y con el afianzamiento de la relación
con las Iglesias locales.
El año de 1958 fue muy importante para la Obra
Estudiantil en América Latina, puesto que se realizó el
histórico Congreso de Cochabamba-Bolivia, con el cual
se dio inicio formal a la labor de la Comunidad
Internacional de Estudiantes Evangélicos (CIEE) en
esta patria grande. Pasado este evento, Samuel
Escobar empieza un ministerio itinerante visitando a
otro grupos estudiantiles, quedando al frente de la
Obra en Perú, Pedro Arana. Con él se da comienzo a
una etapa pionera y de consolidación nacional,
confluyendo todos estos esfuerzos en la realización del
Primer Congreso Nacional, en la localidad de Tambo
de Mora-Chincha, el 19 de marzo de 1963.(3). En este
trascendental Congreso en el cual se sentaron las
bases de la AGEUP, estuvieron representadas las
universidades de: Arequipa, Cusco, Trujillo, Huancayo,
Ica y Lima (San Marcos, Cayetano Heredia, Escuela
Nacional de Servicio Social, Escuela Nacional de Bellas
Artes y el Conservatorio Nacional de Música), se
nombra además el primer Comité Ejecutivo, presidido
por Pedro Arana y se aprueban los Estatutos
fundacionales.
A partir de 1963, el Movimiento Nacional, empieza una
etapa de crecimiento fortaleciendo la tarea de los
grupos iniciales y dando comienzo a otros núcleos
estudiantiles. Asimismo hay una sucesión de
Congresos Nacionales que expresan el vigor y la
solidaridad misionera de los estudiantes (4). Entre
1969-1972, hay un período de crisis y parecía que la
AGEUP estaba a punto de desaparecer. Las razones
de fondo no se ubican en los documentos escritos de
esa fechas, salvo en el testimonio de los militantes de
ese período (especialmente en las cartas personales
que circulaban entre los dirigentes). Correspondió a
Mercedes Nakachi y a Humberto Bullón, liderar el
Movimiento Nacional en esa época de crisis, y sus
esfuerzos conjuntamente con la de otros estudiantes y
graduados, impulsaron la realización del Congreso
Constituyente en 1972. En este encuentro se nombró
un nuevo Comité Ejecutivo Nacional (Conocido así en
ese entonces lo que hoy es el CDN), presidido por el
estudiante Nelson Ayllón.
En 1973, se le delega a Nelson la responsabilidad de l
Secretaría General, y es a partir de su ministerio que la
AGEUP se va afirmando paulatinamente en varias
ciudades del interior, y en la capital. Toda la década
del 70, fue una época bastante difícil para los grupos
estudiantiles en realidad, puesto que había que
responder a un ambiente universitario
extremadamente politizado, forjándose de esa manera
una apologética contextual con tremenda vigencia
hasta ahora. En esta etapa también los núcleos
testimoniales comienzan a penetrar con mayor fuerza
al interior de la Universidad (San Marcos, Agraria, UNI,
etc.), y se empieza la experiencia de servicio
encarnado en la Comunidad Campesina de Santo
Toribio-Huaylas (Ancash), bajo el liderazgo de
Humberto Bullón, profundo pensador, eficiente Pastor,
y modelo de compromiso que hasta la fecha
probablemente no ha sido aún superado en la AGEUP.
Pero es en la década del 80 que se da inicio a un
crecimiento inusitado de las CBUs. La inserción en la
universidad se profundiza, aparecen estudiantes
mucho mas decididos y dispuestos a hacer frente a los
desafíos diversos, presentes en la Comunidad
Universitaria (hubo un cambio sustancial en el
pensamiento y en la práctica política de los numerosos
grupos de izquierda que dominaban la mayoría de los
Centros Federados y Federaciones en las universidades
nacionales, y se pasó a la Democracia formal, después
de varios años de gobierno militar), hay toda una
creatividad misional que brota de la acción misma, y
se abren nuevos grupos en varias universidades del
Centro, Sur, Norte, Costa-Centro y el Oriente.
Correspondió a Caleb Meza, la dirección de la Obra
Nacional en este Kairós de Dios, fortaleciéndose el
liderazgo estudiantil, el sentido de pertenencia al
Pueblo de Dios con el correspondiente reconocimiento
del lugar de la Iglesia dentro de su propósito universal,
el énfasis misionero expresado en sus diversas
variantes y connotaciones (sacrificio, iniciativa
estudiantil, labor pionera, etc.) y un compromiso
diaconal enraizado en la fe Evangélica.
De allí en adelante, la presencia de las CBUs, aunque
silenciosa se ha venido perfilando como parte de la
acción misionera de la Iglesia en un contexto
específico como son las Universidades Peruanas.
Queda pues a la presente generación y a las que
vienen, el desafío de escribir la historia que aún falta
y, profundizar el surco abierto por aquellas que los
2
antecedieron en este ministerio, buscando como diría
Samuel Escobar, sostener, consolidar y afirmar
consistentemente,
...la profunda amistad entre los líderes, la
centralidad de la Biblia en el programa, el vínculo
estrecho con las iglesias locales, el esfuerzo
por tomar en serio el medio estudiantil, el
contacto con la Familia mundial de la Comunidad.
(5)
LAS COMUNIDADES BÍBLICAS
UNIVERSITARIAS (CBUs):
Hay una frase bastante corta que pertenece a Samuel
Escobar, que expresa mucho sobre la Vida y Misión de
los grupos estudiantiles. Des de la perspectiva de él,
las Comunidades Bíblicas Universitarias son:
Un punto de encuentro entre estudiantes que
buscan vivir la realidad de Jesucristo y compartirla.
(6)
Aunque en forma breve , aquí están inmersas varias
de la convicciones que animan la labor testimonial de
las CBUs: la unidad en la tarea, el cuidado por la
identidad, el estilo de vida y el énfasis misionero.
Sin embargo si se quiere precisar mejor y, en pocas
palabras, explicar lo que es una CBU, diríamos que:
Es una comunidad de discípulos que ha encontrado
que vivir en comunidad con los de un mismo sentir,
es la base para hacer a Cristo conocido entre sus
compañeros. A través de los años hemos hallado
que el trabajo celular es una expresión clara de
presencia cristiana integral. (7)
Es aquí que una característica sustancial es el fuerte
sentido de comunidad que impulsa todo su accionar
misional, teniendo como sustento la firme convicción
de que en la Universidad hay que actuar y vivir como
un solo frente. Por esta razón, la unidad en la misión
es un presupuesto central en la concepción y práctica
misiológica.
Es necesario recalcar también que la ubicación
teológica se alinea en la vertiente evangélica siendo
fundamental en esta postura el claro reconocimiento
de la Autoridad y Normatividad de la Biblia. Asimismo
está bien definido el presupuesto de que la misión la
realizan los estudiantes y que ella se efectúa al interior
de la Universidad.
BASES MISIOLÓGICAS:
No se desanimen. No se dejen acorralar ni
intimidar por los evangélicos superficiales que los
acusan de “rojos”. Que quede bien claro que Uds.,
están firmes en el evangelio y que lo proclaman a
tiempo y fuera de tiempo. Y que el señor les ayude
en la tarea de buscar formas de vivirlo en el cuadro
complejo del Perú de hoy.
Samuel Escobar
Es muy difícil para alguien ligado a una experiencia y
práctica misionera específica, hablar objetivamente de
la Iglesia o institución evangélica con la cual se
encuentra comprometido. Este es mi caso por ahora,
así que, haré el esfuerzo hasta donde me sea posible,
por precisar las bases que impulsan la acción
misionera de las CBUs, tratando de exponerlas sucinta
y honestamente.
Debo aclarar que ésta es la forma como
personalmente percibo la Obra Estudiantil vinculada a
la AGEUP. Aunque sé que las afirmaciones que hago
son compartidas por los cuadros dirigenciales y los
militantes de la s CBUs en todo el país, sin embargo,
creo importante manifestar que es mi responsabilidad
todo lo que seguidamente comparto en relación al
modelo de misión de las Comunidades Bíblicas
Universitarias.
1. NUESTRO FUNDAMENTO Y PUNTO DE
PARTIDA:
Nuestro fundamento y primera afirmación es que
Dios ha hablado, siendo su Palabra una Palabra
que crea y que le revela. Esta verdad evangélica es
piedra angular de la fe que hemos asumido.
Consecuentemente entonces el punto de partida
para la reflexión y acción para el quehacer misional
de las CBUs, es la Sola Scriptura.
1.1. Autoridad y Normatividad de la Palabra
de Dios:
En este postulado de fe hay claridad y no se
admiten contemporizaciones ni vacilaciones de
ninguna índole. Creemos que todo lo que Dios dice
en su Palabra es cierto y que en ella nos ha dado a
conocer su voluntad para nuestras vidas.
Consecuentemente una base sustancial que guía y
sustenta la tarea de las CBUs es la aceptación
doctrinal y práctica de la Autoridad y Normatividad
de las Sagradas Escrituras.
Nos parece sumamente importante precisar la base
que sostiene toda la acción misionera pues
entendemos que desde el momento en que se
empieza a ceder en este punto, abierta o
sutilmente se da lugar a la infiltración,
socavamiento y quiebra de nuestros principios y
ministerio.
Samuel Escobar expresa con mucha nitidez este
fundamentando argumentando que:
1.2. Confesionalidad:
En este tiempo de misión hay que regresar al
carácter único, contundente y poderoso de la
palabra potente. La misión hoy ha de tener la
Palabra como norma y como mensaje, como
estilo y como contenido. Eso no quiere decir
sólo que se hace profesión de creer en
conceptos como inerrancia o infalibilidad, sino
que se somete la vida del misionero y su acción
a la Autoridad del Dios que ha hablado en su
palabra. (8)
Es decir que no se trata tan solo de una afirmación
teórica, sino que inevitablemente tiene
consecuencias prácticas visibles para nuestra
3
conducta o estilo de vida, en el contexto misionero
en el cual nos movilizamos.
Si decimos que la Biblia es nuestra única norma de
fe y conducta, con ello damos por sentado que las
palabras humanas están o deben estar sujetas a su
Autoridad. Reconocemos, por ejemplo el lugar y la
importancia que las Ciencias Sociales tienen para la
acción misionera. Consideramos que son
herramientas útiles para la comprensión del
entorno y que nos proveen de una
instrumentalidad que podemos usar en varios
frentes de la tarea. Pero todo esto no implica que
las Ciencias Sociales, por muy útiles que sean, a la
larga se conviertan en la regla de autoridad o en la
norma que defina lo que tenemos que hacer. No
son pues las ciencias humanas palabra primera ni
nuestro punto de partida.
Si las Ciencias Sociales nos ayudan (como un
instrumento) a entender el contexto y a
profundizar en alguna medida la tarea misionera,
no quiere esto decir de ninguna manera que el
dato histórico o los acontecimientos sociales sean
los que pongan a la Iglesia su agenda o que le
digan lo que tenga que hacer. Reconocemos la
necesidad e importancia de conocer y encarnarse
en el entorno, pero lo que no admitimos es que
necesariamente uno tenga que enfeudarse al grado
tal que someta sus principios de fe a una corriente
ideológica determinada, a un proyecto político o a
los vaivenes de la historia.
Reiteramos que es la Biblia la que debe iluminar los
procesos sociales y que es ella el sustento de la
misión.
...axiológicamente partimos de la revelación de
la realidad de Dios que se nos revela en la
Biblia, y en forma culminante en Jesucristo...
cronológicamente partimos de nuestra
situación, de la realidad histórica que constituye
nuestra actualidad. (9)
Para las CBUs la ortodoxia está íntimamente ligada
a la ortopraxis. Creer en la Autoridad y en la
Normatividad de la Biblia, es admitir que es ella
quien debe definir y guiar nuestro mensaje y estilo
de vida en todas sus dimensiones y alcances.
Los grupos estudiantiles vinculados a la Comunidad
Internacional de Estudiantes Evangélicos surgieron
en momentos de mucho debate y fermento
teológico. Eran años en que los MECs, agrupados
en torno a la FUMEC (Federación Universal de
Movimientos Estudiantiles Cristianos),
estrechamente cercanos al Consejo Mundial de
Iglesias (CMI), empezaron a asumir el liberalismo
teológico olvidándose poco a poco de los principios
evangélicos que les dieron origen. Tanto la
autoridad de la Biblia y la evangelización, como la
vida de piedad y el énfasis misionero, fueron
prácticamente dejados de lado, concentrándose
mayormente en los aspectos socio-políticos del
Evangelio.
 Los Movimientos Estudiantiles, de los cuales somos
herederos, nacieron en este contexto histórico. Se
empezó afirmando con claridad las bases
doctrinales que guiarían su vida y misión sin
contemporizar ni caer en sincretismos vacilantes. El
ser grupos confesionales les ayudó a caminar con
firmeza y les impulsó a la tarea misionera.
Esta es la línea que se sigue. Lo doctrinal es básico
puesto que a partir de una afirmación de fe
muchas cosas se definen. Felicity Houghton,
asesora del grupo universitario boliviano, dice algo
al respecto:
La historia de la Iglesia... muestra como ha sido
necesario el uso de Credos y Confesiones de
Fe, para preservar la doctrina cristiana en
tiempos de controversia doctrinal y surgimiento
de herejías. La falta de objetivos claros y bases
precisas han llevado a muchos movimientos
que empezaron con las mejores intenciones a
perder totalmente su identidad y su razón de
ser. (10)
Las bases doctrinales o Confesión de Fe de la
AGEUP tienen las siguientes características: es
Bíblica, Evangélica, Reformada e para el trabajo en la Universidad. (13)
Interdenominacional. Es Bíblica, porque los
fundamentos de la fe no salen de las percepciones
o presupuestos humanos, sino de la Sagrada
Escritura. Es Evangélica, porque se ubica en una
corriente teológica definida, que nítidamente, se
diferencia de otros acercamientos a la Autoridad
de la Biblia, y por ende de otros principios
doctrinales (Catolicismo, Movimiento Ecuménico,
Fundamentalismo, Teología de la Liberación,
Sectas diversas, etc.). Es Reformada porque se
encuentra en la línea histórica de este importante
proceso, asumiendo sus postulados básicos. Y es
Interdenominacional, en el sentido que dejando de
lado (no olvidándose o rechazando) nuestras
diferencias o énfasis particulares, con ocasión de la
misión en la universidad, nos hemos unido en
torno a una Base Doctrinal común que expresa los
principios fundamentales de la fe evangélica.
Para las CBUs, entonces, es fundamental la
definición y sustentación de principios doctrinales.
Esto se ha aprendido no solo de experiencias
vividas al calor de la misión en la Universidad o de
la historia de la Iglesia, sino sustancialmente de las
enseñanzas que brotan de la Sola Scriptura.
1.3. Identidad:
Tanto la afirmación de la Autoridad y Normatividad
de la Biblia, como el reconocimiento de la
importancia de una Confesión de Fe, de hecho nos
da una ubicación teológica. Se sabe con certeza
que el evangélico es:
... el sector, que se define como conservador
de lo fundamental en la doctrina y fuertemente
evangelizador y misionero en la práctica.
(11)
Asimismo, que hay una práctica, un estilo y modo
de vida, una confesión doctrinal, que se traduce
4
visiblemente en el diario vivir y en la labor
misionera. Por esta razón se entiende que:
...ser evangélico es una forma especial de ser
protestante. (12)
Para efectos de misión es fundamental estar claros
en la identidad evangélica. La Palabra de Dios y la
experiencia misionera han enseñado a la CBUs que
al empezar el testimonio en la frontera
universitaria, es imprescindible precisar oportuna,
nítida, honesta y firmemente las convicciones y
principios que sustentan y guían la misión.
La Comunidad Bíblica Universitaria de la PUC-
Católica cuando en un Documento de trabajo
comenta sobre este punto dice:
Reconociendo la importancia de una
formulación doctrinal determinada, asumimos
también su trascendencia como combustible
para la misión. Saber que es lo que se cree, nos
permite aproximarnos desde el piso sólido de la
Palabra de Dios para hacer frente a cualquier
viento de doctrina extraña o sincretismo
extrabíblico, así como, nos sitúa objetivamente
Nos reconocemos como integrantes de la
comunidad y vertiente evangélica. En la
Universidad nos presentamos y actuamos a partir
de esta identidad que creemos se encuentra
arraigada profundamente en la fe bíblica. Esta es la
razón por la cual consideramos que es sustancial
entender quiénes somos y comunicarlo, a la vez
que comprender para qué estamos situados en el
contexto universitario.
La misión en la Universidad demanda de nosotros
una presencia visible y militante que no retroceda
ante nadie ni contemporice en desmedro de
nuestra identidad. Siendo que el evangelio es
poder, no necesita de muletas ideológicas para
hacerse escuchar (14)
Esta primera base de nuestra aproximación
misional la consideramos como fundamental y
central para todo lo que viene después. La
Autoridad y Normatividad de la Sagrada Escritura,
la Confesión de Fe y la afirmación de la Identidad
Evangélica, explican mejor entonces lo que en las
CBUs se conceptúa como el Fundamento y Punto
de Partida de su estilo de vida en las Universidades
Peruanas.
2. NUESTRA COMPRENSIÓN DE LA MISIÓN:
Dios es misionero. Su Pueblo- consecuentemente- ha
sido vocacionado para ser testigo de su Gracia en
medio de un mundo que no cree en El o le niega de
muchas formas. Misión es envío, comunicación, cruce
de fronteras. Si Dios es uno, su Pueblo también es
uno. Bíblicamente no se puede hablar de varios
pueblos de Dios (una cosa distinta es decir que al
interior de este Pueblo hay clases sociales, estando
conscientes a la vez, que decir clases sociales o
reconocer la realidad de éstas, no implica admitir
necesariamente la existencia de la lucha de clases con
la carga ideológica consiguiente, o creer que ellas sean
el motor de la historia). Entonces, si hay un solo Dios y
una sola Iglesia, consecuentemente se afirma que la
misión es una o integral (Mt.4:17; 9:35-38; Hch. 2:42-
47). No se puede entonces enfatizar una de sus
dimensiones en desmedro de las otras ya que no
existe base teológica suficiente que dé lugar a esta
postura.
Cuando se dice que la misión es integral, se está
haciendo referencia específicamente a cinco
dimensiones: Evangelización, Servicio y Acción Social,
Comunión, Adoración y Formación o Discipulado.
Consideramos que cada una es relevante por sí misma
y por lo tanto, fundamental para la acción misionera
de las congregaciones evangélicas y los creyentes.
En la obra estudiantil siempre se ha procurado
mantenerse fieles a este principio. Históricamente se
ha enseñado que:
Si las CBUs son el brazo misionero de la Iglesia
en la Universidad, entonces su tarea no puede
definirse aparte de la misión total de la Iglesia.
Esto significa que la misión de las CBUs se da
en términos de: adoración, comunión,
evangelización , discipulado y servicio. Todos
los planes de trabajo se elaboran teniendo
como base fundamental esta convicción. (15)
Se ha enseñado e incorporado en el estilo de vida de
cada base local y de cada militante pues se entiende
que estas dimensiones:
...expresan no sólo lo que el cristiano tiene que
hacer, sino fundamentalmente lo que el
cristiano es. (16)
Se afirma también que algo distintivo en el Pueblo de
Dios es su vocación misional. En ese sentido, todo
lugar social, toda área geográfica, toda situación o
circunstancia socio-histórica, se constituye en tierra de
misión.
Desde esa perspectiva, entonces, donde la Iglesia se
movilice o se encuentre ubicada (Congregaciones y
creyentes) allí está haciendo misión. Por eso, el mundo
profesional, los asentamientos humanos, las
urbanizaciones, las organizaciones políticas, los
mercados, plazas, parques, los centros de
investigación, los ambientes culturales, las esferas de
gobierno nacional y local, los movimientos populares,
las Universidades, los colegios, etc., son fronteras
misionales que la Iglesia debe y tiene que cruzar por
fidelidad a Dios y a su Palabra, llevando y encarnando
el mensaje evangélico con todas sus implicaciones,
desafíos y propuestas, en forma fiel, pertinente,
contundente y contextual.
Este es, en resumen, la comprensión de la misión de
Dios latente en cada militante y núcleo CBUíno, y,
consecuentemente, de su tarea específica en la
comunidad y estructura universitaria del Perú de hoy.
3. EL ESTUDIANTE: UN MISIONERO:
Entendemos que quien llama, forma, envía y pastorea
en la misión de dios (Mt. 4:19; 2Cor. 3:5; Mar. 16:15;
Mt. 28:20). Toda la Iglesia es una comunidad
5
misionera y cada creyente ha sido vocacionado por el
Señor para ser su testigo en el mundo. El Principio
Bíblico y Reformado del sacerdocio de todos los
creyentes es central en este entendimiento del lugar
que ocupan las personas dentro del propósito universal
de Dios.
Si la Universidad es una frontera misionera que cruzar,
entonces los misioneros de Dios deben ser los
estudiantes evangélicos que se encuentran en estos
centros. La acción misional debe ser asumida, iniciada,
establecida, continuada, consolidada y sostenida por
ellos. Aquí creemos que se encuentra una diferencia
sustancial (no sólo de enfoque sino además de
entendimiento de la misión y del lugar de los creyentes
dentro de ella) con otros acercamientos a la Obra
estudiantil que existen (refiriéndose solamente al
mundo evangélico, por ejemplo, algunos grupos
denominacionales y otros de trasfondo
interdenominacional). Para nosotros es claro que la
historia de la Iglesia nos enseña que la extensión de la
fe evangélica se debió no sólo al esfuerzo solitario de
algunos dirigentes sino también a la participación
comprometida de sus militantes. De modo que el
principio de la iniciativa y la responsabilidad de los
estudiantes tiene el peso bíblico suficiente y no es una
pretensión o ilusión académica que busca justificar una
moda teológica:
La extensión del pueblo evangélico en América
latina ha tenido como uno de sus motores
principales la participación de todos los creyentes,
en la evangelización y la fundación de nuevas
iglesias. El principio del trabajo estudiantil
evangélico que ha afirmado la iniciativa de los
propios estudiantes concuerda con esa realidad
histórica. (17)
Con esto no se quiere decir que no precisamos del
apoyo y de la solidaridad de la Iglesia y de los
hermanos mayores. Cada estudiante comprometido
con un núcleo de testimonio es miembro en plena
comunión en una iglesia de confesión evangélica y
sabe que parte de su tarea consiste en informar
periódicamente al Pastor y a la Congregación de su
labor en la Universidad. Asimismo solicitar toda vez
que se requiera la ayuda pertinente en el pastoreo,
docencia, oración, ofrendas, etc.
Pero es claro que el misionero es el estudiante y se
busca que la iniciativa venga de él. Los planes de
trabajo son elaborados con el concurso de cada
militante y no provienen de la concepción de
especialistas desligados de la realidad universitaria ni
de la imposición de los dirigentes. Al ser elaborados
estos planes por los miembros estudiantes, les
corresponde también implementarlos en su realidad
específica y no esperar que vengan personas ajenas a
la Universidad para hacer lo que a ellos les toca.
Douglas Stewart, uno de los pioneros de la Comunidad
en América Latina, cuando se refiere al tema dice:
...Afirmamos que los estudiantes cristianos son
puestos por el señor en la universidad y por lo
tanto son responsables ante él por la realización de
la Obra. Deben tener la última palabra en las
decisiones respecto a la obra cristiana en la
 Universidad. Y al fin y al cabo el éxito o el fracaso
de todo esfuerzo dependerá de si ellos responden
o no al mandato dado por el señor mismo. La
responsabilidad estudiantil no significa que toda la
iniciativa debe proceder de los estudiantes o que
no necesitan la ayuda de los de afuera, es decir, de
pastores, profesionales, secretarios del
movimiento, egresados y amigos. Significa que si
bien esta iniciativa a veces viene de otra (para el
caso de empezar un grupo nuevo, por ejemplo), la
meta es siempre la de establecer un grupo
plenamente responsable. Y a todas luces queda
evidente que esta meta debe determinar los
métodos que se emplean (por ej. en cuanto a las
finanzas ¿se les exige sacrificio o se les da todo en
bandeja a los estudiantes?; en cuanto a la
evangelización, ¿se buscan “decisiones”?; respecto
a...conducción del grupo, ¿se buscan líderes o
funcionarios?). Y además significa que aunque los
estudiantes pidan ayuda a los de afuera (como es
necesario y correcto...), no deben llegar a
depender... ni estar subordinados a ellos. (18)
Es pues uno de los sustentos fundamentales de
nuestra comprensión de la misión, la convicción de
que es el estudiante quien debe responsabilizarse por
hacer conocido a Jesucristo entre sus compañeros y en
los demás estamentos de la Comunidad Universitaria:
Los mejores y más elevados recursos son los
estudiantes mismos... y estos hombres que Dios
llama no pueden ser otros que los cristianos de la
hora presente. Los estudiantes que creen esto
tienen como meta luchar la buena batalla hasta
que llegue el mañana prometido del cual hoy día
solamente “lo saludamos desde lejos”, pero
convencidos que vamos edificando la Ciudad
formada bajo mejores fundamentos, cuyo
arquitecto y constructor es el mismo Dios. (19)
Las CBUs descansan sobre este principio y entienden
que hay una sólida base bíblica que los respalda. Son
conscientes también de la limitaciones pero marchan
confiados en que el Señor de la misión les acompaña,
puesto que ha prometido estar todos los días hasta el
fin del mundo con su Pueblo que le confiesa y adora
en el servicio comprometido.
4. CONOCER LA TIERRA DE MISIÓN:
Entendemos que por la Gracia de Dios hemos sido
puestos y que en este contexto debemos dar
testimonio de nuestra fe. Pero sabemos también que
para hacer misión es fundamental conocer el entorno
o espacio geográfico en el cual se va a ministrar (Núm.
13:17-33); (Hch. 17: 16-34) a fin de no accionar en
forma descontextualizada e inoportuna.
Cuando se dice que la Universidad e s nuestra tierra
de misión se hace referencia a dos niveles: A los tres
Estamentos (estudiantes, docentes y trabajadores), y a
la institución misma. Esto implica que la labor de
conocer, pasa por estar informados permanentemente
de la realidad actual de las corrientes ideológicas,
filosóficas y religiosas, de la diversidad, dimensión y
problemática de los estudiantes, docentes y
trabajadores; de la estructura administrativa y de
gobierno; de la concepción de la Universidad que se
6
maneja en los diferentes sectores de la sociedad; de la
situación nacional, etc. De esa forma, conocer conlleva
la responsabilidad de insertarse: viviendo y sintiendo la
Universidad desde adentro, procurando su cambio de
mentalidad, estilo y compromiso con la sociedad, a
partir de nuestros presupuestos teológicos.
Desde que se dio inicio a la Obra estudiantil en nuestra
patria hubo preocupación por comprender a la
Universidad. Samuel Escobar, menciona que uno de
los aspectos claves en la tarea de la CBU germinal fue:
... el esfuerzo por tomar en serio el medio
estudiantil... (20)
A partir de este primer núcleo de testimonio,
generación tras generación, se fue acentuando la
demanda de adentrarse y pulsar el ambiente misional
buscando forjar una teología que, fiel a la Palabra de
Dios, respondiera a su momento sin retroceder ni
amilanarse ante nada ni ante nadie:
Si la tarea se hace al interior de la Universidad y
nuestra responsabilidad es conocer la tierra de
misión, entonces hay que hacer el esfuerzo
personal y comunitario por leer, informarse y
reflexionar sistemáticamente a fin de responder
desde el Evangelio a las interrogantes y corrientes
de pensamiento existentes en el medio
universitario. Es necesario además, tener presente
que la Universidad no está ni puede estar desligada
de la realidad nacional, por lo tanto, la exigencia va
a ser mayor y el desafío constante. Quien pretenda
tener un acercamiento a la problemática
universitaria desconectado de la realidad nacional,
lo máximo que va a obtener es un remedo de la
Universidad; por consiguiente hay que ligar a la
Universidad al país y el país a la Universidad, si
queremos tener un cuadro completo de la realidad
universitaria. (21)
Lo que nos empuja entonces no es sólo la
preocupación académica por conocer lo que acontece
en y con la Universidad, sino el desafío misionero que
tenemos. Corresponde pues a cada base estudiantil y
a cada generación en particular dar respuesta a su
entorno y circunstancia histórica en forma contextual y
oportuna.
Por ejemplo, hace dos años en el Congreso Nacional
efectuado en el Cusco, afirmaba:
Creemos que nuestra generación -superando las
dificultades internas y externas- debe asumir
seriamente el quehacer esencial de la Universidad,
reflejado en el desarrollo de ideas, transmisión de
cultura, búsqueda de verdades científicas y
rescatar la función social en el panorama actual del
país. (22)
Así expresamos esta base misiológica y nos afirmamos
incólumes en ella frente a otras posturas que
pretenden hacer misión invadiendo de cuando en
cuando a la Universidad sin conocerla y menos aún sin
vivir ni encarnarse en su estructura. Para las CBUs es
esencial conocer la Universidad, y conocer involucra
meterse militantemente en ella.
5. ENCARNARSE EN EL ENTORNO
MISIONERO:
Un dato fundamental de la fe cristiana es que Dios se
hizo hombre. Se contextualizó en Jesucristo (Jn. 1:14;
Mt. 1:23; Gál. 4:4). Por consiguiente, Jesús es nuestro
modelo de misión por excelencia. Este principio lo
entendemos en el sentido de cada militante y cada
CBU debe manifestar una presencia visible y constante
en su contexto particular. Es en la Universidad y no
fuera de sus límites donde se planifica y ejecuta la
misión (aunque en ocasiones los planes locales,
regionales y nacionales, se hacen en retiros o en
sesiones de trabajo. Pero fundamentalmente la misión
se realiza dentro de la Universidad). Entendemos que
no se puede venir desde otra realidad con métodos o
modelos prefabricados bajo el presupuesto de que lo
que funciona en un lugar debe por fuerza funcionar
también en otro. Si la misión se hace en la
Universidad, entonces el estilo de trabajo y el marco
metodológico a emplear tiene que responder
consistentemente a esta realidad.
Quien pretenda hacer misión en la frontera
universitaria debe entender que no es asunto de
invadirla cuando se nos ocurra o cuando tengamos
una “iluminación” o sentimiento especial. Sino vivir
plenamente en este contexto asumiendo todas las
angustias, preocupaciones, proyectos, luchas,
problemas, frustraciones, intereses, etc. que circulan y
habitan en esta subcultura, para darles respuesta,
desde la base doctrinal que nos sustenta. Como bien lo
ha expresado uno de los dirigentes de la CBU-San
Marcos:
El mundo universitario es una subcultura de
características muy precisas, y una de ellas es que
es un lugar de fermento ideológico; un laboratorio
social donde sucede en pequeña escala lo que
luego sucederá en toda la sociedad. El alma del
estudiante está marcada por una pasión mesiánica
que les dice que nacieron para ser libertadores. Esa
conciencia inspira su profundo interés en los
problemas sociales y sus esfuerzos abnegados en
favor de las masas oprimidas al punto de dar sus
vidas. En medio de ello es pues el estudiante
cristiano que vive y siente la Universidad, el que
tiene que actuar responsablemente al interior de
ella, buscando confrontar a cada compañero con
las Buenas Nuevas de Jesucristo y la aceptación
como Señor y salvador por su muerte en la cruz; e
invitar a cada estudiante a aceptarlo y someterse a
su Voluntad, y mucho mas aún, ver que cada
estudiante cristiano se constituya en un fiel
discípulo de Jesucristo... (23)
Es obvio entonces que la encarnación no es sólo un
elemento más ,para la reflexión teológica. Sino
fundamentalmente la asunción de un estilo de vida
que quiere hacerse claro, permanente, contextual, fiel
y responsable. Encarnarse en la Universidad significa
para el militante CBUíno tomar en serio la radicalidad
del llamado de Jesucristo. Surge aquí entonces una
clara comprensión de que en las filas del Reino no hay
lugar para los retrocesos, cobardía o del camino y de la espiritualidad constante.
contemporizaciones. La centralidad de la Palabra de
Dios y nuestra fidelidad a El, definen el compromiso
7
con su causa antes que las barreras presentes en el
medio estudiantil.
Dos ejemplos prácticos pueden darnos una mejor idea
de lo que se intenta compartir cuando se hace la
afirmación de que es fundamental encarnarse en el
contexto. El primero está relacionado con una
experiencia de la CBU de Trujillo:
Recientemente se realizó un debate en la facultad
de derecho... organizado por el primer ciclo turno B
(Salón de Judith), el tema fue: Los Movimientos
Políticos y la Universidad. Nuestra CBU fue invitada
a participar. Hubieron cinco grupos: VER, ARE,
CELPU, Juventud Mariateguista y la CBU. Pidieron
un ponente y uno de apoyo. Nos dieron 15
minutos... a cada grupo, para exponer nuestra
filosofía y las alternativas de solución que
presentábamos para todos los problemas que
atraviesa nuestra universidad y sociedad. Fue una
oportunidad de decir quienes éramos, aclarar
varios conceptos, y plantear cómo entendemos el
cambio. (24)
El segundo ejemplo se ubica en el momento en el que
la violencia empezó a tornarse más evidente afectando
directamente a la familia evangélica. En setiembre de
1984, nos propusimos:
Desarrollar al interior de la Universidad una crítica
abierta ante todo lo que signifique el desprecio por
la vida humana siendo claros en el deslinde entre
nuestra concepción y las concepciones erradas y
satánicas imperantes en el país... enfatizar nuestra
Jornada Nacional de Evangelización con una
prédica audaz, valiente, con sentido de
compromiso y Justicia Divina. (25)
Esto es lo que se entiende por encarnarse en el
entorno misionero. Al igual que en la tarea por
conocer, le corresponde también a cada generación
responder a las exigencias de su momento de acuerdo
a los criterios y principios evangélicos.
6. LA VIDA DE PIEDAD: BASE PARA LA
ACCIÓN:
La Vida de Piedad, ha sido históricamente uno de los
fundamentos sólidos sobre los cuales ha descansado la
Obra Estudiantil. Entendemos que ella involucra la
búsqueda constante de la voluntad de Dios, con una
entrega reverente de la totalidad de nuestras vidas a
su Gracia infinita (Rom. 12:1-3).
En una firme convicción que la doctrina, más que
afirmación o asentamiento teórico, son Verdades para
la vida y que ser sal y luz en este mundo conlleva la
responsabilidad de hacer presencia visible en nuestros
contextos misionales. La fe en el Dios de la Biblia, no
es la fe del convento, de la parálisis, de la
desadaptación social, del secuestro ideológico, del
conformismo o de la pérdida de conciencia. Sino la fe
Espiritualidad que abarca todas las dimensiones de la
vida y no sólo nuestra interioridad.
Por ello la Vida de Piedad, desde nuestra perspectiva
incluye: la Lectura, Meditación y Estudio de la Biblia
con miras a la obediencia, la oración, la alabanza y
adoración; el canto con profundidad teológica y
sentido doxológico; la mayordomía del tiempo, dones y
recursos; y la ética personal y comunitaria. En suma,
toda la vida. En el manual de la CIEE, se dice por
ejemplo:
El énfasis en la piedad personal tiene una
dimensión litúrgica y una ética. Ellas se traducen
en la oración personal y no sólo en la comunitaria;
la lectura de la Biblia con miras a la obediencia
personal esforzándose por mantener un alto nivel
moral, una vida disciplinada... necesitamos
hombres y mujeres convertidos personalmente a
Jesucristo, que en este siglo veinte no se
avergüencen de orar ni cantar su fe, que tengan
una actuación pública nutrida de la vertiente
profunda de un encuentro diario con Dios; que
hayan forjado un hogar decente, que cumplan la
palabra empeñada y que sean honestos en el
manejo de las finanzas personales, de manera que
cuando hablen de ética social y de cambiar al
mundo, no sean simples revolucionarios de café...
la tarea constructiva del mañana es asimilar la vida
urbana y el mundo moderno con objeto de
meditación y adoración, redescubrir la dimensión
comunitaria del culto, encontrar en el pasado
hispánico y latinoamericano una herencia de
piedad expresada en la fuerza y belleza de nuestra
lengua y nuestras creaciones auténticas. (26)
La Vida de Piedad, no es pues sólo una afirmación
teórica o enseñanza carente de contenido práctico. En
la Vida y Misión de las CBUs hay una praxis que
respalda la creencia de que es sustento de la misión.
Esto se puede notar con toda precisión y fuerza en
una carta escrita por una de las líderes del núcleo
estudiantil de Iquitos:
... seguimos reuniéndonos los viernes a alabar y
orar a Dios, cada 15 días (sábados) ayunamos y
oramos por nuestras necesidades y por toda la
obra a nivel nacional. El Señor está respondiendo a
muchas de nuestras oraciones, afirmándonos y
uniéndonos para la misión. (27)
En este breve pero significativo párrafo se expresa con
sencillez lo que está en el corazón de cada estudiante,
que sabe que si Dios lo ha convocado para que le
sirva, entonces su responsabilidad es entregar toda su
vida en sacrificio vivo, santo, agradable a Aquél que lo
ha puesto como su testigo en la Universidad.
La Vida de Piedad es base para la acción. Sin este
fundamento no se puede pretender hacer la misión de
Dios.
7. SACRIFICIO
Quien se compromete con la misión de Dios, sabe que
no se puede eludir el costo del discipulado (Lc. 14:25-
33; Mt. 10:34-39). Una teología de la Cruz, acompaña
nuestra reflexión y práctica en este principio
misionero. Este sacrificio se da en términos de vida y
de recursos (2Cor. 12:15). Sabemos que en la misión
se debe sembrar generosamente para cosechar de
8
igual forma. No hay misión sin sacrificio ni sacrificio
desconectado de la misión pues ambos se
corresponden.
Aquí también el modelo es Jesucristo quien vino a
servir y no a ser servido. Quien enseñó que nadie
tiene mayor amor que aquel que da su vida por los
amigos. En esta línea nos ubicamos históricamente. Ya
en 1969, uno de los Secretarios Generales, al escribir
una breve novela sobre la CBU de esa década decía:
Los grupos nacieron en la indigencia material y aún
huérfanos de un apoyo moral por parte de otros
cristianos, pero lo más valioso era la decisión y
convicción de su acción y fe. Mayor garantía para
el éxito del trabajo misionero en la Universidad es
el sacrificio de un puñado de estudiantes que
saben lo que quieren y tienen una fe y comunión
viva, que toda esa aparatosidad de instalaciones y
abundancia de recursos. Pues la verdadera obra
estudiantil se hace con pasión, con nervios, con
sacrificio, con corazón, lágrimas y alegría. (28)
Esta mística se encuentra profundamente arraigada en
los estudiantes y bases locales que saben que algo
distintivo en su tarea es el autosostenimiento y la
autopropagación. Es así que cada CBU se sostiene
(autosostiene) en su labor misionera envía
regularmente una ofrenda para la Obra Nacional,
apoya para el viaje de los Obreros, envía a sus
integrantes y dirigentes a las diferentes instancias
formativas y encuentros que se tienen a nivel local,
regional y nacional, hace obra pionera y apoya en la
labor de consolidación de los grupos cercanos. Los
dirigentes nacionales con el auxilio de sus
congregaciones, amigos, profesionales y en muchas
ocasiones con sus propios recursos, viajan
frecuentemente, animando, visitando iglesias y
pastores, dando conferencias en universidades,
enseñando pastoreando y levantando o consolidando
núcleos de testimonio. Hay pues toda una mística de
compromiso que implica, entrega y sacrificio desde los
niveles de base, hasta los cuadros dirigenciales y
Obreros, así también en los egresados, que ofrendan
regular y generosamente para el sostén de la Obra
Nacional.
Por ejemplo, un estudiante de la CBU- Huánuco,
escribiéndonos sobre el significado de la militancia se
expresaba de la forma siguiente:
... pues como es una práctica inherente al
Movimiento, la militancia se expresa en una
comunidad íntima, la cual se fortalece no en las
horas de risa, sino en los cruciales momentos de
combate y mucho más en las tristezas, por la
defensa de convicciones misionales que son
fundamentales en nuestra causa común. (29)
De igual forma un recién graduado y fiel militante de la
CBU sanmarquina, en una breve nota, manifestaba su
gratitud al Movimiento Estudiantil y su comprensión de
la mística sacrificial con estas palabras:
… los chicos de Ayacucho me hicieron llegar una
ofrenda de I/. 2000.00 creo que así es. Yo he
cogido I/. 1000.00 para algunos gastos que tengo
 con mi mamá. Creo que la ofrenda es mejor para
el movimiento. (30)
Esto es lo que se intenta decir cuando nos referimos al
sacrificio de la misión. Es nuestra convicción que para
efectuar una labor en nombre de Dios no se precisa
todavía de ingentes recursos. No decimos que la ayuda
no sea necesaria, sino que la carencia de recursos y
las limitaciones financieras no tienen porqué
convertirse en un freno para la misión.
De modo que cuando afirmamos que uno de los
fundamentos de la acción misionera de las CBUs es el
sacrificio, no teorizamos, sino sencillamente estamos
compartiendo algo que es práctica cotidiana y
constante histórica, pues:
Es necesario terminar con los falsos presupuestos
de que para cumplir la misión se requiera de
ingentes inversiones y recursos. Nuestros grupos
nacieron en medio de la indigencia material y aún
subsisten a pesar de los limitados recursos. (31)
Seguir a Jesucristo hoy, involucra comprometerse
plenamente con Él y sus demandas. Todo genuino
discípulo del Maestro de Galilea sabe que si ha puesto
su mano en el arado no puede volver atrás. Quien se
ha decidido por Jesucristo ciertamente ha elegido lo
mejor pero conjuntamente con esto ha asumido el
costo del discipulado y ello implica caminar por donde
El camina. Y en este camino hay sacrificios inherentes
y una cruz que antecede a la Gloria de la resurrección.
8. UNIDAD EN LA MISIÓN:
La unidad es don de Dios y a la vez una tarea de la
Iglesia (Ef. 4:1-6). No es algo que viene como
consecuencia directa de la integración a una
Congregación, Denominación o Entidad Evangélica,
sino obra de Dios y fruto de su Espíritu. Si entendemos
que el Pueblo de Dios es uno (Ef. 2:14-22) entonces el
desafío vigente es el de vivir esa unidad que ya está
dada no sólo cuando se nos ocurra o cuando algún
interés subalterno nos empuje, sino siempre. Y esta
unidad no puede ser sólo organizacional sino
fundamentalmente esfuerzo comunitario. La unidad
desde nuestra perspectiva se da en y para la misión,
no al margen de ella. Asimismo no pasa por encima de
la Verdad sino se asienta en ella. Tarea pendiente es
entonces forjar la unidad que ya está dada. Unidad es,
por lo tanto, don de Dios y tarea nuestra.
Desde su fundación las CBUs han tenido este principio
como uno de los pilares que sostienen su labor. Se
entiende que en la Obra Estudiantil hay que dar
testimonio unido actuando como un solo frente. Está
claro que lo que nos impulsa a la misión y la unidad en
ella es la sólida enseñanza bíblica al respecto. Se sabe
que quien convoca, forma, envía, acompaña, purifica
las motivaciones, pone el amor y discernimiento
necesario es el Espíritu Santo. Espíritu de unidad que
produce tanto el querer como el hacer por su buena
voluntad.
9
La CBU-Católica en un reciente documento de trabajo
cuando se refiere al tema dice:
Trabajar en unidad es para cada uno de nosotros
un anhelo, un estilo particular de ver la obra
universitaria, un camino que hemos iniciado... (32)
Este sentir y práctica posibilita que estudiantes
provenientes de diferentes tradiciones y confesiones
eclesiásticas de la vertiente evangélica se unan,,
trabajen y caminen bajo una solo consigna “Por la
Defensa, Confirmación y Extensión del Evangelio” con
el propósito de confrontar a sus compañeros con el
mensaje de Jesucristo.
Algo que define entonces el estilo y la particularidad
de acción misionera de las CBUs es la firme creencia
de que la misión se hace en unidad. El carácter
interdenominacional que se expresa en cada célula,
base, cuadros dirigenciales a nivel celular, local,
regional y nacional, da cuenta práctica de que este
principio no se ubica sólo a nivel de teorización
teológica sino que es praxis consecuente. O como se
precisa en el Folleto de Promoción:
Su carácter interdenominacional refleja nuestro
entendimiento de que es una demanda del
Evangelio la unidad de la Iglesia en la misión. (33)
Pero este trabajo en unidad no quiere decir que se
pierda de vista la responsabilidad personal de cada
estudiante. Tanto la labor personal como comunitaria
se reconocen. Pero se evita caer en el individualismo y
en la masificación. Asimismo se sobreentiende que a
cada creyente le corresponde un rol protagónico en la
misión. Por esta razón los ministerios individuales son
respetados y reconocidos entendiendo que estos
deben estar al servicio de la Comunidad y no a
disposición de intereses particulares o sectarios.
Este principio es fundamental entonces en la
concepción misional de las Comunidades Bíblicas
Universitarias, e históricamente ha sido uno de los más
sobresalientes. En la práctica misionera se ha
aprendido que vivir en Comunidad enriquece y
profundiza la relación con el Señor y con su Iglesia,
porque:
...la experiencia de vivir entre hermanos de
diferentes tradiciones eclesiásticas ha sido el mejor
testimonio de que en Cristo todos somos uno
sobrepasando las diferencias
interdenominacionales y cimentándose en aquello
que nos une. Pero esta unidad no se da en el
vacío, se da en la tarea, en la obra, y es allí donde
mejor se demuestra nuestra manera de vivir
dignamente la vocación con que fuimos llamados.
(34)
Nos parece que aquí se encuentra una de las
contribuciones mas palpables y una de las experiencias
mas sobresalientes de la posibilidad firme de hacer
misión juntos superando las barreras y obstáculos que
se han dado y dan en el seno del Pueblo de Dios.
Debemos que ello sólo es posible por la Gracia de
Dios. Y confiando plenamente en esta Gracia,
seguimos caminando forjando la unidad a la que el
Señor nos llama en el Evangelio según San Juan, Cap.
17: “que seamos uno para que el mundo crea”.
9. ECLESIALIDAD:
Desde que iniciaron su labor testimonial las CBUs, han
definido con mucha claridad su vinculación con la
Iglesia. Somos una misión de estudiantes para ganar a
otros estudiantes. Nos consideramos brazo de la
Iglesia y su expresión misionera en las Universidades.
Esta afirmación ha formado y forma parte de nuestra
enseñanza y estilo de trabajo pues entendemos que:
Sólo perdurará finalmente lo que se hace en el
Pueblo de Dios y por el Pueblo de Dios,
especialmente cuando vengan las horas críticas.
(35)
Reconocemos el lugar de la Iglesia dentro del
propósito eterno de Dios. Afirmamos que ella es la
agencia histórica a través de la cual El cumple sus
designios (En la carta a los Efesios esto es evidente) y
que sólo por el Pueblo de Dios podemos apreciar la
dimensión profunda de vivir como anticipo aquí y
ahora las bendiciones del Reino.
La Iglesia es la manifestación del Reino de dios
introducido en la historia por Jesucristo, un anticipo
de Nueva Creación en la cual Dios será “Todo en
todos”... desde un ángulo bíblico, la Iglesia es el
Pueblo de Dios, la Nueva Humanidad en Cristo, la
Comunidad del Espíritu... En ella y por medio de
ella se hace visible el Reino de Dios... La Iglesia es
la primicia de la Nueva Humanidad. (36)
En este presupuesto misional tampoco teorizamos.
Cada militante de la CBU es miembro plenamente
comprometido en una iglesia evangélica local. En la
perspectiva de Samuel Escobar, los Movimientos
Estudiantiles:
... no tienen de inicio una forma de ser sectaria
que se separa de las iglesias o intenta poner a esta
a su servicio. Los militantes de estos movimientos
eran gente de iglesia, juventud arraigada en
comunidades locales visibles. (37)
Es así que, una significativa mayoría de CBUínos se
encuentran inmersos en las acciones misionales de sus
Congregaciones y tienen diferentes responsabilidades
en los Consistorios, grupo de jóvenes, enseñanza,
células, evangelización, escuelas dominicales,
diaconado, etc., asimismo algunos de ellos han estado
o están al frente de sus iglesias como Pastores
encargados:
... llegué a ser el responsable de la formación
doctrinal en la iglesia. He sido el Pastor Interino de
la Congregación por más de dos años. (38)
No se pretende pues, desligar a los estudiantes de su
compromiso con la iglesia. Mas bien afirmamos su
participación y militancia en ella.
Periódicamente se mantienen informados a los
Pastores y dirigentes de la iglesias sobre la misión en
la Universidad y corresponde a cada estudiante hacerlo
10
en su respectiva Congregación y Denominación.
Asimismo toda vez que se requiera, los grupos visitan
a los hermanos sirviéndoles en lo que sea menester.
Por ejemplo, esta actitud se puede notar en la decisión
de la CBU-San Marcos al aceptar la invitación de viajar
hasta La Oroya para dictar un curso:
La presente tiene por finalidad manifestarle que
con motivo de la realización del Seminario sobre
“Planificación Familiar y Métodos
Anticonceptivos”... por la CBU San Marcos de Lima
... solicitamos la proyección de slides sobre la Vida
y Misión de AGEUP... muy sinceramente les
agradecemos de antemano por su colaboración con
las iglesias. Oramos a Dios para que siga
prosperando la Obra Universitaria. (39)
Asimismo el compromiso con las Congregaciones
locales y el llamado a profundizar nuestra integración a
su Vida y Misión se manifiesta notoriamente en el
siguiente párrafo:
Jamás debemos pretender que la CBU sea un
reemplazo de la iglesia. Todos nosotros estamos
llamados a se miembros activos y fieles en los
lugares en los cuales Dios nos ha colocado para
que le sirvamos. Aquellos que somos líderes
locales, regionales o nacionales, debemos dar el
ejemplo de compromiso eclesial siendo miembros
activos en nuestras iglesias. (40)
Por otro lado cuando un estudiante conoce al Señor
por el testimonio de las CBUs, es guiado a congregarse
en una Iglesia Evangélica, pues sabemos que es allí
donde él tiene que crecer plenamente arraigado en el
Cuerpo de Cristo. Consideramos que la labor de
evangelización no finaliza cuando un estudiante acepta
a Jesucristo como su Señor y Salvador, sino cuando es
llevado a una Congregación y se compromete a ella.
Fundamentalmente buscamos que el nuevo creyente
asista a la iglesia más cercana a su domicilio o que se
congregue en aquella que considera que el Señor lo ha
llamado para que le sirva.
En resumen, podemos concluir afirmando que las CBUs
conceptúan su labor en relación a la tarea de la Iglesia
en su conjunto y, que jamás ha sido ni será su
pretensión constituirse en un reemplazo de ella o
aislarse de su misión. Un profundo compromiso
eclesial, hecho manifiesto en todos los niveles,
sostiene su accionar como Pueblo de Dios en misión.
10. AUTOFORMACIÓN: HACER TEOLOGÍA EN LA
MISIÓN
El mismo hecho de estar embarcados en la misión ha
permitido a los estudiantes apreciar y comprender la
necesidad e importancia de la lectura, el diálogo y la
formación en el camino (Ef. 4:15; 1 Ped. 2:2).
Siendo la vida universitaria exigente en sí misma, ha
demandado que los militantes de base y dirigentes,
constantemente se preparen y actualicen teológica y
académicamente con el propósito de responder a los
desafíos presentes en el campo de misión.
Naturalmente esto ha requerido que el nivel de
reflexión sea pertinente y contextual. Históricamente
este reto ha sido asumido, buscándose
consecuentemente responder en forma creativa y
consistente a partir de los fundamentos evangélicos a
los vaivenes propios de la realidad universitaria:
Siempre el fermento y la renovación teológica
acompañan el vigor misionero. En el propio Nuevo
Testamento, la teología nunca es actividad
académica para satisfacer inquietudes
especulativas. Es mas bien la forma en que el
Pueblo de Dios obediente al llamado misionero,
busca expresar y aplicar la fe en Jesucristo en
medio de situaciones cambiantes. (41)
Se ha incentivado constantemente a estudiar la Biblia
a nivel personal y comunitario sustentados en el
presupuesto de que nuestra teología debe brotar de
ella. Asimismo dentro del estilo de trabajo de las CBUs
se encuentra profundamente arraigada la convicción
de que la autoformación es base sustancial para la
misión:
En la CBU aprendí mucho de lo que ahora sé, mi
visión de la Obra del Señor se hizo más amplia. Allí
aprendí a autoformarme y leer más... (42)
Por ello cada militante de los núcleos estudiantiles
sabe que si:
Creer es también pensar, ello entre otras cosas
significa que como Movimiento Nacional tenemos el
llamado a reflexionar. El acto de pensar revela que
somos imagen y semejanza del Creador. La Biblia
una y otra vez nos recuerda que nosotros como
hijos de Dios debemos hacer un buen uso de los
dones, capacidades y recursos... puestos a nuestra
disposición... Nuestra reflexión ha de ser bíblica,
profunda, pertinente y contextual. (43)
Pero esta formación en el camino no es fin en sí
misma. No se hace teología para satisfacer los deseos
y caprichos de un sector pensante o para llenar las
páginas de las publicaciones especializadas. Tampoco
con afán especulativo o por ansias de alcanzar
notoriedad y reconocimiento. Entendemos que toda
genuina teología debe estar íntimamente ligada al
quehacer misional del Pueblo de Dios: debe se
funcional y no meramente académica. Por ello
conceptuamos que se hace teología en el camino
conectada directamente a la misión:
Dentro de nuestra comprensión de la misión, la
formación contínua y contextual de los militantes y
dirigentes de la CBU siempre ha tenido un lugar
importante. Esta formación históricamente se ha
dado tanto en instancias formales como en el
camino y fundamentalmente ha estado dirigida al
quehacer misionero. Es decir, que ha sido una
formación para la misión. Quienes están
comprometidos con la labor de las CBUs que no
sólo se acumula conocimiento teológico sino que se
acciona, y que nuestra teología la vamos forjando
en el camino...(44)
En fidelidad a este principio se ha posibilitado,
entonces, diversos medios y formas mediante los
cuales el estudiante va asumiendo y sistematizando su
preparación bíblica-teológica; tanto en situaciones
11
formales como: congresos, cursos, eventos nacionales,
etc. -que aunque breves han mostrado, sin embargo,
su validez y vigencia- como a tasé de las lecturas y
reflexiones personales y de grupo. Asimismo ha sido
importante la docencia itinerante de los obreros,
dirigentes nacionales y pastores que apoyan la obra
estudiantil, en la adquisición de elementos teológicos
que sirven de soporte a la Vida y Misión de las CBUs.
Esta es la experiencia que ha sustentado la labor a lo
largo de estos años. No se rehuye a la formación en
un Seminario o centro de capacitación bíblica. Es más,
varios de los actuales militantes estudian o han
estudiado en estos lugares, así como también algunos
de los que nos antecedieron en la labor, después de
graduarse en la universidad estudiaron en un
Seminario y en la actualidad se hallan inmersos en
roles pastorales (Pedro Arana, Carlos García, Wilfredo
Canales). Por la naturaleza estudiantil de la Obra no se
puede (aunque esto es imposible) por ahora educarse
formalmente en teología. Pero hemos encontrado en la
Biblia y en la tarea misionera la necesidad de formarse
continuamente para atender responsablemente a las
exigencias que se nos plantean en el contexto en el
cual estamos ubicados.
Como gente de camino embarcados en la misión
vamos entonces forjando teología conscientes de las
limitaciones propias debido a nuestro carácter
estudiantil, pero también de la Gracia de Dios presente
en un Pueblo que le confiesa y sirve al calor de la
acción misionera.
Concluimos afirmando que toda auténtica teología
brota de la Biblia, se forja en y para la misión, no al
margen de ella, y se halla conectada
comprometidamente con el contexto socio-histórico.
11.CÉLULAS: MAS QUE ESTRATEGIA
OBEDIENCIA Y FIDELIDAD:
El lugar de las células en la Vida y Misión de las CBUs,
es central. A partir de la acción de ellas se desprende
toda la labor e inserción de los grupos en sus
contextos.
Desde que se inició la Obra Estudiantil se tuvo bien en
claro que el testimonio se da mediante un núcleo de
testimonio comprometido que se encarna en la
Universidad. A través de los años se ha venido
precisando, mejorando, profundizando, la
conceptualización, comprensión de las células y su
misión. Por ejemplo en un documento reciente se
decía:
En nuestro Movimiento se ha tenido como una
característica básica la presentación del Evangelio
en la Universidad a través de grupos pequeños de
testimonio. Muchas veces estos grupos pequeños...
sufrieron crisis en su composición y organización;
pero fundamentalmente en identidad,
reduciéndose a esporádicos y rutinarios encuentros
para estudiar improvisadamente el Texto Bíblico
con descuido en la preparación, entre otras fallas.
Cuando nos planteamos en AGEUP el desafío de
revitalizar nuestras células en la Universidad,
también tenemos el reto de entender a
 profundidad el concepto de esta forma de cumplir
la misión. (45)
Pero antes es necesario diferenciar que una célula no
es lo mismo que una CBU -aunque en ocasiones pueda
parecerlo- sobre todo cuando un grupo local tiene una
sola célula en la universidad:
... la célula no es lo mismo que el grupo local. El
grupo local o CBU es toda la Comunidad que para
efectos de misión y por estrategia se divide en
núcleos pequeños de testimonio llamados células.
De modo que , las células no pueden actuar
independientemente de la acción misional de todo
el Grupo Local. (46)
La Célula Cristiana para nosotros es:
Unidad comunitaria, mínima y vital de la Iglesia, en
la cual se manifiesta las mismas características
vitales de todo el Cuerpo. Es una unidad
comunitaria porque existe a partir del encuentro de
dos o más cristianos, es mínima porque la
componen un número reducido de miembros y es
vital porque cada uno de ellos manifiesta la vida
producto de la acción redentora de Dios en
Jesucristo. (47)
O más específicamente refiriéndonos al trabajo
misionero de la Universidad:
Definimos a la célula como el núcleo de testimonio
básico e integral de las CBUs locales. (48)
Si esta es la conceptualización que se tiene de las
Células se sobreentiende que:
La misión de una célula es la misión de la Iglesia y,
aunque tiene diferentes dimensiones, es una sola:
dar testimonio de Jesucristo. Sin embargo, con
propósitos meramente pedagógicos, pueden
considerarse cinco dimensiones o aspectos de la
misión integral: adoración, comunión,
evangelización, discipulado y servicio. (49)
Pero hay que aclarar a la vez que las células no
consisten solamente en las reuniones semanales en un
lugar, hora y día determinados. Su tarea es de todos
los días, a toda hora y en todos los ambientes o
lugares en los cuales u miembro se moviliza. Es decir,
que hay tanto una labor personal como comunitaria y
ambas se interrelacionan. Se está en dispersión
durante la semana pero actuando por medio del
compromiso individual de sus militantes; reuniéndose
semanalmente para adorar, formarse, estar en
comunión, servir evangelizar, pastorearse, evaluar,
planificar, gozarse y crecer en forma integral.
Más que estrategia entonces la célula es para las
CBUs, expresión de un estilo de vida encarnado,
contextual y fiel a la enseñanza bíblica. De modo que
se actúa por obediencia y fidelidad, conscientes que
toda estrategia debe estar subordinada a lo teológico y
no al revés.
Creemos que la misión de las células es la misión de la
Iglesia. Esta es la afirmación teórica o la forma como
entendemos la acción celular. Pues bien, ¿Cómo
12
entonces se traduce todo esto en la praxis? En cuanto
a la evangelización:
En la Universidad de Cajamarca, en el patio central
se tuvo una Conferencia sobre “Realidad
Universitaria y Derechos Humanos” con una buena
participación de la Comunidad Universitaria.
Actualmente el grupo se reúne en varias células
teniendo su reunión central los días viernes. (50)
O la reciente experiencia del grupo de la Universidad
de La Molina (Agraria):
El GBU “El Sembrador” se reúne en tres células y
una reunión central los días viernes, destinada a la
edificación y la oración. Han sido bendecidos con la
salida del periódico mural, volante de presentación,
la última vigilia realizada y los nuevos hermanos
incorporados al grupo. (51)
La labor formativa se puede captar en el comentario
que nos hace un dirigente estudiantil del grupo
cusqueño:
El día 3 y 4 de junio tendremos una reunión de
capacitación. El Equipo de Discipuladores del grupo
(David, Marina, Juana y yo), allí revisaremos
grupalmente el Plan de Formación de Discípulos-
Nivel Previo, será una especie de retiro. (52)
Asimismo, en relación a la comunión e integración con
miras al fortalecimiento para la obra misionera, una
estudiante de Iquitos nos comparte:
Tuvimos un día de retiro fuera de la ciudad con
todo el grupo. Compartimos momentos muy
agradable s y... se tuvo un lindo estudio sobre la
Palabra de Dios. Fue de gran bendición para todos;
en este retiro compartimos: Lucho, Andrea y yo,
sobre los momentos gratos, sobre los momentos
gratos y las experiencias vividas en la Escuela
Nacional de Líderes . (53)
Sise quiere conocer sobre la vida de oración,
intercesión, alabanza y adoración, esto se puede notar
en el volante que circuló por las CBUs de Sur en el cual
se pedía orar por:
El cumplimiento de Plan Regional. La nueva base
de Andahuaylas. El aniversario de la CBU- Abancay.
Los Coordinadores Regionales: Efraín Caviedes y
Tirso Vargas. Mayor visión y compromiso de la
bases. Comité Ejecutivo, Obreros y las Finanzas.
Las autoridades del gobierno. (54)
Si de servir se trata, podemos percibir el compromiso
celular en relación al trabajo conjunto con una iglesia,
en el siguiente extracto de un informe:
En agosto de 1985, tres estudiantes evangélicos
empezaron un trabajo de enseñanza bíblica
inicialmente con 5 a 8 niños que fluctuaban entre 5
y 12 años, ubicado en la zona tercera de Villa El
Salvador, los niños provenientes de familias de
escasos recursos. Esta labor se hizo en
coordinación con el Pastor de la Iglesia Asambleas
de Dios del mismo sector, el cual a su vez era
dirigente vecinal... el Pastor nos cedió un pedazo
 de terreno cercado con esteras y piso de arena. Allí
todos los domingos en horas de la tarde
efectuábamos enseñanza bíblica a los niños con
material que AGEUP nos proporcionó, además de
música e historias de la Biblia. (55)
O en todo caso en cooperación con un centro de salud,
conscientes que se debe servir a la Iglesia y a la
Sociedad:
Me es grato dirigirme a Ud., para comunicarle que
en las fechas 27, 28 de setiembre; 25, 26 de
octubre y 22, 23 de noviembre del año en curso, el
Ministerio de Salud ha organizado el Programa
VAN-86, y a la vez el censo distrital de niños
menores de 4 años. Motivo por el cual solicitamos
su valiosa colaboración del Grupo de Jóvenes
Universitarios Evangélicos del Perú para que
participen como censadores. (56)
Reiteramos pues que la labor de las células cubre
todas estas dimensiones además de los diversos
modelos de hacer presencia en la universidad como:
aires libres, conferencias, bajada a los salones,
recitales musicales, volanteo y reparto de folletos, uso
de pizarras, periódicos murales, afiches, banderolas,
marchas, mini-conferencias, etc.; así como también la
participación de sus militantes con vocación política en
los órganos de gobierno, centros culturales y grupos
de estudio. Todo esto evidentemente expresa
creatividad, fidelidad, pertinencia y un estilo misionero
contextual.
12. UNA PASTORAL EN EL CAMINO:
Parte sustancial de nuestro estilo misionero constituye
también la forja de una Pastoral que teniendo como
sustento la Autoridad y la Normatividad de la Biblia
busca acompañar y atender a los estudiantes en todas
las dimensiones de su vida.
Si la pastoral es la concreción de la misión entonces la
tarea consiste en hacer efectivo nuestro accionar
sabiendo que se debe responder al contexto y los
desafíos presentes en él a partir de nuestra
cosmovisión bíblica nutrida de la vertiente evangélica.
Entendemos la pastoral en su concepción mas sencilla
como el:
Cuidado del rebaño de Dios en donde este se
encuentre. (57)
Estamos claros que el rebaño es de Dios y no de los
dirigentes. Además de que no es la oveja quien
necesariamente debe venir, sino el Pastor quien debe
ir. Esto implica que la pastoral evidentemente se
define por la concepción de la misión total de la Iglesia
y por el estilo encarnado que se tenga.
Sabemos también que no hay modelos finamente
acabados o moldes definitivos producto del esfuerzo
humano -nuestro modelo es Jesús- por lo tanto, se
debe ir respondiendo en el camino. En la Sagrada
Escritura tenemos presupuestos básicos que deben
guiar y normar la Pastoral pero es en la tarea misma
que se forja un estilo y práctica contextual.
13
Angelit Guzmán, es quien ha sustentado mejor lo que
dentro del Movimiento Nacional estudiantil lo que se
entiende por una Pastoral en el Camino:
... la experiencia de AGEUP no es la de una
pastoral dad por “expertos” en asuntos
universitarios, sino simplemente la vivencia de
cristianos que tuvieron que resolver situaciones
inéditas a la luz de la Palabra y en espíritu de
oración. (58)
Básicamente en las CBUs cuando se habla de
pastorear se hace referencia a dos niveles: Un
ministerio reconocido y respetado (1 Tim.3:1-; 7; Tito
1:5-9; 5:1-4); y el mutuo pastoreo (2 Cor. 13:11-12;
Ef. 4:1-16; Fil. 2:1-11). Ambos tienen como propósito
edificar al Pueblo de Dios atendiéndolo en todas sus
necesidades y dimensiones como personas. Si la
pastoral es integral se asume consiguientemente que
una correcta antropología bíblica es indispensable
además del claro reconocimiento de que jamás se
debe priorizar una dimensión bajo el pretexto de que
es mas importante. Toda genuina actitud y práctica
pastoral debe buscar pastorear a los estudiantes en su
vida personal, familiar, eclesial, estudiantil, societal,
inquietudes socio-políticas, proyecto de vida, etc.
Actualmente estamos trabajando con las esperanzas
de construir una pastoral que, fiel a la integridad del
mensaje bíblico, acompañe consistentemente a los
estudiantes en toda área de sus vidas y que antes que
cosas u objetos los vea como personas por las cuales
Cristo dio su vida.
Asumimos entonces que la Pastoral brota de lo que
Dios dice en su Palabra, se forja en la misión,
responde al hombre en su integridad y está ligada al
contexto.
13. SENTIDO HISTÓRICO DE LA MISIÓN:
Siempre se ha enseñado que la misión no finaliza
cuando el estudiante culmina su preparación
universitaria. Históricamente a través del tratamiento
personal y del esfuerzo comunitario se ha compartido
y vivido este principio. Es decir, que se vive la misión
con sentido histórico sabiendo que todo el tiempo
vamos a estar inmersos en ella.
Se ha buscado guardar una continuidad en el
testimonio (Mt. 28:19-20; 2 Tim. 2:1-2; Fil. 3:17; Hch.
13:7). Por esta razón en cada CBU se trasmite la
visión, la mística, el estilo de trabajo a los que recién
empiezan con la esperanza de que ellos asuman
posteriormente la conducción de la obra. Hay pues una
continuidad y compromiso generacional que involucra
tanto a estudiantes como a graduados.
Se siembra y camina con esperanza (He. Cap. 11). De
modo que cuando se dice AGEUP se sobreentiende
que se habla de una Familia en Misión que se ha
insertado en la Iglesia, Universidad y Sociedad. Eso se
puede ver por ejemplo en la Docencia Universitaria
(René Castro, Libertad Alzamora, Juan Arroyo, Gloria
Pizango, Elsy Cuéllar, Ruth Céspedes); docencia en
Seminarios Teológicos (Samuel Escobar, Wilfredo
Canales, Víctor Arroyo); Instituciones Evangélicas de
Servicio (Caleb Meza, José Regalado, Gonzalo
Salirrosas, Edna Ruiz, Fidel Argumedo); Administración
Universitaria (Rubén Pérez, Ruth de Regalado, Jehú
Guevara); dependencias estatales (Oscar Pérez, Merly
Olivar, Daniel Llanos, Carlos Rengifo, Apolos Landa,
Manuel salvador); entidades privadas (Oscar Calderón,
Roberto Lint, Claudia Velásquez, Iris Saldarriaga,
Carolina Lovatón, Teófilo Silva, Luis Vela, Dora
Valladares, Abel Samanez); como profesores en
colegios y escuelas (Mariano Lint, César Pimentel,
Manuel Pajuelo, Juan Tacsa, Noemí Bartolo, Yovana
Vidalón, Priscilla Durand); en roles pastorales (Pedro
Arana, Nelson Ayllón, Carlos García, Wilfredo Canales);
etc. Es decir que no se trata de un sentir o de un
anhelo que nos acompaña sino de una práctica que -
aunque sencilla y silenciosa- actúa sin embargo como
fermento de cambio. Eso sólo a modo de ejemplo,
puesto que si quisiéramos ampliar, con toda seguridad
la lista sería extensa.
Sabemos que aún queda mucho por hacer. Una tarea
pendiente siempre ha de ser trasmitir esta mística a
los que empiezan, y a aquellos estudiantes
comprometidos e inmersos en las CBUs hacer que
capten plenamente este principio, se inserten en la
Iglesia y Sociedad, y sirvan a partir de su fe en
Jesucristo.
Asimismo estamos conscientes que se debe reforzar el
trabajo con los graduados pues nos percatamos:
... del grande y grave desafío que tenemos los
profesionales cristianos en nuestra patria en el
momento actual. Sabemos que no sólo la patria,
sino Dios mismo demandan de nosotros una
presencia transformadora en una situación que
pareciera insoluble y trágica. Nos resistimos a
reducir nuestro invalorables ideales estudiantiles en
sueños o utopías. El mismo Señor que nos convocó
a seguirle en los ambientes estudiantiles es el
mismo que hoy en nuestro centro laboral, en
nuestro hogar, en nuestro barrio, en nuestra
congregación local, nos demanda consecuencia con
lo que somos y creemos. (59)
Por ello, el sueño más grande que tenemos es el de
ver a cada militante de hoy -el día de mañana- firme
en su trinchera, sirviendo al Señor en todos los frentes
de su vida, asumiendo la radicalidad del discipulado
cristiano en la iglesia, en el compromiso permanente
con la Obra Estudiantil, forjando un hogar sustentado
en Cristo, y en el servicio encarnado con los sectores
históricamente olvidados de nuestro país.
Una persona, modelo de profesional, y ejemplo d
varias generaciones, en el significado y praxis de un
discipulado consecuente como lo es Humberto Bullón,
expresa en palabras sencillas su sentir y convicción
sobre lo que implica el sentido histórico de la misión:
... siempre agradezco al Señor por la oportunidad
que medió de servirle en AGEUP, especialmente en
Huaylas... Aprendí mucho acerca del tipo de
profesional que necesita nuestro país, así como de
nuestra patria misma y sus necesidades. Aunque
me encuentro abocado en escribir la tesis
doctoral... no dejo de evocar y pensar en las
perspectivas pastorales y misioneras de este
tiempo aquí. (60)
14
Confiamos en que el Dios misionero que nos llamó a
su servicio continúe sosteniendo y formando a las
nuevas generaciones. Y a aquellos que tenemos un
tiempo de recorrer por este camino nos siga
desafiando a una militancia comprometida
profundamente con su propósito eterno en Cristo
Jesús. Propósito íntimamente ligado a su reino que se
hace presente por medio de un Pueblo que le confiesa
y adora inmersa en la misión.
Estos son en resumen los fundamentos sobre los
cuales se sustenta la acción misional de las
Comunidades Bíblicas Universitarias. Cada uno de ellos
expresa parte de la Vida y Misión de estos grupos que
sintiendo el llamado de Dios se han comprometido a
seguirle sirviéndole en la frontera universitaria
entendiendo que el Señor de la Misión recorre
conjuntamente con ellos los polvorientos y difíciles
caminos llenos de hervores, violencia y desesperanza
del Perú de hoy.
“... y la esperanza no avergüenza
porque el amor de Dios ha sido
derramado en nuestros corazones por el
Espíritu Santo que nos fue dado”.
Rom. 5:5
Bibliografía
1. Escobar Samuel. Prehistoria de AGEUP, con algunas
reflexiones; separata mimeog.; Edic. AGEUP; p.2
2. Ibid; p.1
3. Ver las actas del Primer Congreso Nacional en el libro
correspondiente.
4. Ver especialmente las actas de esos años, asimismo las
cartas personales circuladas. También el documento
“Nuestra Familia AGEUP: Identidad y Perspectivas” . Edic
AGEUP, mimeografiado; p.12
5. Escobar Samuel. Prehistoria... ; p.5
6. Escobar Samuel. Separata: “El Mito de la Lucha de
Clases”. Edic. AGEUP; ver especialmente parte final.
7. Fotobanda Vida y Misión de la AGEUP.
8. Escobar Samuel. Una Década en Tiempo de Misión.
Edic.Comunidad, Quito-Ecuador, 1987.p.35
9. Arana Pedro. Providencia y Revolución. FELIRE, EE.UU.,
1986; p. 137
10. Houghton Felicity. Bases Doctrinales, por qué. Separata
Edic. AGEUP.
11. Escobar Samuel. Art. “Qué Significa ser Evangélico Hoy”.
Rev. Misión, Nº 1; p.15
12. Ibid.
13. CBU-PUC. Doc. Marchando con Nuestra Familia Nacional;
p.2
14. Fotobanda Vida y ...
15. López Darío. Discipulado y Realidad Universitaria. Sep.
Edic. AGEUP; p.1
16. Células Cristianas en la Universidad. Edic. AGEUP. Doc.
Mimeog. 1986; p.3
17. Escobar Samuel. Una Década en ... ; p.21
18. Stewart Douglas. Iniciativa y Responsabilidad Estudiantil.
Sep. Edic. AGEUP, mimeografiado.
19. Fotobanda Vida y ...
20. Escobar Samuel. Prehistoria de ... ; p.5
21. López Darío. Discipulado y ... ; p.3
22. Inocencio Juan. Pensar y Actuar Bíblicamente Hoy. Edic.
AGEUP. Doc. Mimeog. ; p.2
23. Bravo Benjamín. Ver Boletín Regional Costa- Centro; año
1, junio 1988. Edic AGEUP. pp. 6, 12
24. Rodríguez Eriberta. Ver carta personal del 13.10.87.
Archivo Secretario General.
25. Mensaje a las CBUs; setiembre 1984. Edic. AGEUP;
mimeog. ; p.2
26. Manual de la CIEE. Edic. Comunidad; mimeog.; pp.1,2
27. Villacís Andrea. Ver carta personal del 15.09.88. Arch.
Secretario General.
28. Gibrán Isaías. Los Viejos Leones. Edit. Kuntur, Lima-Perú,
1969 p.128
29. Guevara Jehú. Ver carta personal, 02.88. Arch. Sec. Gral.
30. Regalado José. Ver carta personal del 23.08.88. Arch.
Sec. Gral.
31. Fotobanda Vida y ...
32. CBU-PUC. Doc. Marchando con... ; p.4
33. Folleto de Promoción AGEUP. Ver en especial “Los
Principios de Acción”.
34. Ver borrador de doc. sobre Organización de la AGEUP.
Edic. AGEUP; p.4
35. Escobar Samuel. Una Década en ... ; p.4
36. Padilla C. René. Separa sobre la Iglesia. Edic. AGEUP.
Doc. Mimeog.
37. Escobar Samuel. Una Década en ... ; p.33
38. Páucar José Enrique. Testimonio Autobiográfico. Arch.
Sec. Gral.
39. Asambleas de Dios de La Oroya. “Centro Evangelístico Fiel
y Verdadero”. Ver carta del 18.04.88. Arch. Sec. Gral.
40. López Darío. Informe presentado al Congreso Nacional,
Chiclayo 1985; p.5
41. Escobar Samuel. Una Década en ...: P.18
42. Páucar José Enrique, Testimonio ...
43. Ibid.
44. Informativo AGEUP, Nº 17, octubre 1988. Edic. AGEUP;
p.2
45. Células Cristianas en ... ; p.1
46. López Darío. Discipulado y ... ; p.2
47. Células Cristianas en ... ; p.3
48. López Darío. Discipulado y ... ; p.2
49. Células Cristianas en ... ; p.3
50. Informativo AGEUP, Nº 13. Junio 1988. Edic. AGEUP; p.1
51. Boletín Regional Costa-Centro ...; p.5
52. Caviedes Efraín. Ve carta personal del 21.05.88. Arch.
Sec. Gral.
53. Ríos Rocío. Ver carta personal del 16.05.88. Arch. Sec.
Gral.
54. Volante emitido por la Coordinación Regional del Sur. Oct.
1988. Arch. Volantes AGEUP.
55. Ver solicitud de apoyo presentado a Visión Mundial por la
CBU San Marcos, 1986. Arch. Sec. Gral.
56. Centro de Salud de La Perla-Callao. Ver carta del
12.09.86. Arch. Sec. Gral.
57. Guzmán Angelit. Pastoral en Tiempos de Crisis y Presión
Ideológica. Doc. Edic. AGEUP; p.5
58. Ibid; p.7
59. Comité Legal y Financiero (CLF). Carta a los Profesionales
del 01.04.88. Arch. Sec. Gral.
60. Bullón Humberto. Ver carta del 05.09.88. Arch. Sec.
General.

AUTOR: DARÍO LÓPEZ RODRÍGUEZ. EX- SECRETARIO

GENERAL-AGEUP.( Incluída en su tesis para obtener el Título
de Licenciado en Misiología EST-SEL. 1989)

RESPONSABLE DE LA TRANSCRIPCIÓN
David Zea Gutiérrez
CDN 96-97

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