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la alimentación para
el colon irritable
Lo que comes influye mucho en el control de los síntomas del colon irritable. Descubre
lo último que se sospecha que puede ayudar a reducir tus molestias.
Las causas de esta enfermedad son múltiples (y en muchos casos desconocidas), por lo
que lo que le vaya bien a otra persona puede no funcionarte a ti.
“En general una dieta equilibrada es la mejor opción para todas las personas con este
síndrome, aunque los consejos tienen que ser individualizados”, explica la Dra.
Susana Jiménez, portavoz de la Fundación Española del Aparato Digestivo.
Lo mejor es que cada persona explore, investigue y detecte los alimentos que le
sienten mal, aunque hay ciertas “pautas” que se sabe que pueden funcionar en
todos los casos.
Los especialistas han visto que, en general, ayuda desterrar el alcohol de la dieta, beber
suficiente agua (de 1,5 a 2 litros de agua) y comer pocas cantidades de comida repartidas
en, al menos, 5 veces al día.
Si aún así, sigues sintiendo molestias, quizá te convenga tener en cuenta algunos
detalles que en los últimos tiempos se ha visto que pueden influir mucho en el control
de esta alteración.
Aunque no está claro que la fructosa esté tras el síndrome del colon irritable, si se
sabe que cuando esta no se absorbe de forma correcta, se acumula en el intestino
grueso y fermenta rápidamente provocando gases, diarreas y dolor abdominal. Y lo
mismo ocurre con el sorbitol.
Por otro lado, ten en cuenta que los albaricoques, los arándanos, las cerezas, las fresas y
las frambuesas, el melocotón, la manzana, el melón, la naranja, la pera y la uva son las
frutas más ricas en fructosa o sorbitol.
2. Ten cuidado con la fibra
Cuando este trastorno te provoca estreñimiento (pueden haber fases en las que ocurre
todo lo contrario), es lógico que pienses que los alimentos ricos en fibra pueden
resultar tus mejores aliados…¡Siempre que los tomes bien!
No consumas fibra solo ante las “crisis”. Pasar a tomar de repente una gran cantidad de
fibra cuando se presenta el estreñimiento es un error, ya que eso puede empeorar los
síntomas.
Además, debes saber que si es la lactosa lo que más agrava tus síntomas intestinales, hay otros
ingredientes en los productos alimenticios que deberías evitar.
“Actualmente existen en el mercado al menos dos probióticos que tienen estudios con
pacientes con síndrome de intestino irritable y que han demostrado su eficacia, aunque
no son eficaces en todos los pacientes ni en todos los momentos”, apunta la Dra. Susana
Jiménez.
Los estudios, que todavía no son concluyentes, apuntan que esta medida podría ser
especialmente eficaz en personas que suelen sufrir diarreas asociadas al SII.
Muchos alimentos contienen probióticos: como los derivados lácteos y las leches
fermentadas (yogur, queso, kéfir… ).
Pero si eres intolerante a la lactosa puedes optar alimentos fermentados como el
chuchrut (col fermentada) o derivados de la soja (tofu, yogur, miso, tempe).
5. la vitamina D y el colon irritable
¿Qué tiene que ver la vitamina D con el síndrome de colon irritable? Es pronto para
saberlo, aunque un estudio reciente de la Universidad de Sheffield (Reino Unido) ha
comprodado algo curioso: algunas personas con síndrome de colon irritable mejoran
al tomar suplementos de esta vitamina.
Se ha comprobado que, en algunos casos, una dieta FODMAP ayuda a reducir los
síntomas.
Esta dieta consiste en eliminar de los menús determinados alimentos con hidratos de
carbono de cadena corta, que fermentan antes de ser digeridos (por lo que generan
gas y empeoran los síntomas).
Trigo, centeno, cebolla, ajo, legumbres... son algunos de los alimentos de este tipo que
se sospecha que pueden estar tras esta alteración.
No tomes la determinación de eliminarlos por tu cuenta de tus menús, pero puedes
consultar con tu médico la posibilidad de que te asesore para seguir este tipo de dieta.
Como has visto, hay distinto alimentos que pueden estar tras tu alteración. Y es
probable que sean varios los que a ti te sientan mal.