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El campo Psíquico ¿Están nuestras mentes

entrelazadas?
Cómo al vibrar o resonar con una misma frecuencia somos
capaces de conectarnos al subconsciente colectivo. El Proyecto
de Consciencia Global.

Dean Radin, en sus trabajos “Conscious universe” (universo consciente) y


“Entangled minds” (mentes entrelazadas), realizó varios experimentos sobre los
fenómenos psíquicos. Dean Radin trabajó con Roger Nelson en la
universidad de Princeton, en el efecto de la mente sobre un generador de eventos
aleatorios (REGS).

En un experimento, constataron que los cuerpos de diferentes parejas


(“enamorados”), respondían de forma similar (ondas cerebrales, frecuencia
cardíaca), a las intenciones de curación que se enviaban entre ellos. ¡Se
sincronizaron! Eran enviadas a intervalos aleatorios, para que no pudieran
saberlo; no saber cuando recibían o no esos pensamientos. Y se realizaron con las
parejas totalmente blindadas y separadas durante dichos experimentos. ¡Solo
por el pensamiento! Al emitir esas intenciones de sanación, durante este
experimento sus mediciones fisiológicas se sincronizaron.

Tras dos décadas de experimentos desde el laboratorio de investigación


de Princeton, concluían, dijo Nelson, que los generadores de números
aleatorios (RNG o REG, generadores de eventos aleatorios) parecen estar
influenciados por la conciencia humana para llevar a cabo una secuencia de
datos-menos-que al azar. Encontraron, además, que estos efectos eran más
fuertes cuando parejas con una conexión fuerte trabajaban juntas.

El Proyecto de Consciencia Global (GCP, también llamado el Proyecto


EGG), con Roger Nelson, es un experimento de parapsicología que comenzó
en 1998 como un intento de detectar posibles interacciones de “conciencia
global” con los sistemas físicos.

El proyecto monitoriza una red distribuida geográficamente de hardware de


generadores de números aleatorios, en un intento de identificar salidas anómalas,
que se correlacionan con las respuestas emocionales generalizadas a conjuntos de
los acontecimientos del mundo, o los períodos de atención focalizada por un gran
número de personas. El GCP es financiado de forma privada a través
del Instituto de Ciencias Noetic y se describe a sí mismo como una
colaboración internacional de cerca de 100 científicos investigadores e
ingenieros.

Los escépticos, como Robert T. Carroll, Claus Larsen, y otros han cuestionado la
metodología del Proyecto de Conciencia Global, en particular, cómo se
seleccionan e interpretan los datos, diciendo que las anomalías de los datos
reportados por el proyecto son el resultado de “coincidencia de patrones”.

Pusieron estos aparatos en eventos en los que la gente que asistía tenía un nexo
en común por todo el mundo, donde la gente estaría más sincronizada. Los
eventos de grupos estudiados incluyeron sesiones de psicoterapia, presentaciones
de teatro, rituales religiosos, competiciones deportivas, como la Copa del Mundo
de fútbol, y emisiones de televisión, tales como los Premios de la Academia de
cine. El comportamiento de los REGS, de estas máquinas generadoras de
aleatoriedad, se apartaban de la aleatoriedad formando determinados patrones.

Colocaron estos REGS en 15 localizaciones en todo el mundo, tratando de ver


cuándo existía coherencia entre estos aparatos, y vieron que aumentaba la
coherencia cuando había eventos globales.

Durante el atentado de las torres gemelas en Nueva York, el 11 de setiembre del


2001, detectaron la mayor coherencia entre estos aparatos en todo el mundo. Pero
lo realmente sorprendente es que ¡ocurrió dos horas antes de los
atentados!.

No solo todo el mundo se encontraba en la misma “onda”, en ese momento, sino


que ocurrió dos horas antes, lo que induce a pensar que la humanidad pudiera
tener un sentido colectivo de precognición, sabiendo lo que estaba a punto de
ocurrir. Es impresionante.

En los experimentos realizados previamente en el laboratorio, antes de


expandirlos a un nivel global, las personas eran expuestas a imágenes en las que
se asociaban también sonidos, mientras se les registraban diferentes valores
corporales (ondas cerebrales, frecuencia cardíaca, ritmo respiratorio..). Se les
mostraban imágenes desagradables asociadas a sonidos desagradables también, y
imágenes carentes de emoción como podría ser una cuchara. Así median la
respuesta a estas imágenes más agitadoras.

Lo más interesante es que respondían antes de que les fueran


mostradas, y, de echo, respondían incluso antes de que el ordenador hubiera
elegido la imagen aleatoriamente. Tuvieron que asegurarse de que estos tiempos
eran realmente correctos, porque eran diferencias de milisegundos. Y así eran.

Significa que estamos recogiendo información incluso antes de que ocurra. Si las
vibraciones similares pueden afectar a las máquinas, de bien seguro que nos
afectan a nosotros, porque realmente estamos conectados a este campo.

Fuente: The Global Consciousness Project


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