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LA ACTIVIDAD EXTRAJUDICIAL DEL ABOGADO

LA CONSULTA JURIDICA
Cuando el abogado recibe la consulta de un actual o potencial cliente tiene varias
tareas por delante.
Ante todo debe escuchar muy atentamente y probablemente tomar nota de los
hechos relevantes que narra el cliente.
Asimismo el abogado debe guiar la consulta y el relato, interrumpiendo cuando sea
necesario para preguntar sobre hechos y cuestiones que éste considera importantes.
El consultante no sabe discriminar cuáles lo son y puede detenerse a relatar lo
secundario omitiendo lo principal.
Una vez que el abogado tiene claros los hechos ocurridos debe encuadrarlos
jurídicamente, y analizar si le asiste algún derecho, cuál es su alcance y qué
posibilidades tiene de exigir su reconocimiento judicial.
Para ello deberá evaluar cuáles pruebas puede aportar el consultante, y cuáles podría
preconstituir el profesional, utilizando sus conocimientos y su creatividad. En otras
palabras, el abogado debe comenzar a "armar" el caso.
A veces, el trabajo del abogado termina en la evacuación de la consulta, ya sea
porque el particular sólo quería consultar o porque luego de la consulta, no hubo
acuerdo sobre los honorarios profesionales a abonar, o porque el profesional decidió
no tomar el caso.
En todos los casos, la consulta debe resultar lo más satisfactoriamente clara para el
cliente.
Sin olvidar que cada profesional tiene un estilo y un criterio propios para ejercer la
abogacía, hay también otras cuestiones que debe analizar al momento de recibir la
consulta y analizar el caso. Por ejemplo:
· cuál es la versión de los hechos que tiene la contraria, para lo cual hay que
contactarla y escuchar esa versión;
·cuál es la prueba que la contraria tiene y que se dispone a contar o exteriorizar;
· cuál es el costo del futuro pleito que el cliente al cual se representa tendrá que
afrontar al inicio;
·cuál es la posibilidad de ganarlo, teniendo en cuenta que el derecho es materia
«opinable»;
cuál será su posible duración (aunque sea difícil de precisar);
·cuál es la solvencia del futuro demandado, para saber si podrá cumplir una sentencia
favorable, o si se podrá hacer cumplir por el tribunal.

Estas cuestiones se desarrollan en el punto siguiente.


Y por último, pero no por ello, menos importante, desde el momento de la primera
consulta, le corresponde observar al abogado todos los deberes éticos hacia su cliente
y la profesión misma, enunciados por la ley 23.187 y el Código de Etica. Por ejemplo,
no debe garantizarle el buen resultado ni crearle falsas expectativas sobre la suerte
de su caso, debe considerar la propuesta del cliente de una interconsulta con un
especialista, y debe evitar actitudes o expresiones que puedan interpretarse como
tendientes a aprovechar toda influencia política o cualquier otra situación excepcional.

ASESORAMIENTO PROFESIONAL. ESTRATEGIA


El asesoramiento profesional brindado al cliente en el marco de la consulta y la
estrategia a seguir, van a girar necesariamente sobre el derecho de fondo, sobre las
diversas cuestiones que ya hemos mencionado, y sobre las siguientes:
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a) Costo del litigio: El costo del litigio se calcula, en principio, a partir del monto a
reclamar, que será el capital histórico más la tasa de interés que aplican los
tribunales del fuero que corresponda.
b) Tasa de justicia : La ley 23.898, de tasas judiciales, establece como principio
general el pago del 3 % del monto total reclamado (capital e intereses) para todas las
actuaciones judiciales que son tramitadas ante los tribunales nacionales de la Capital
Federal (de todos los fueros, salvo el laboral, en el cual los trabajadores están
exentos), y excepciones de tasa reducida al 1,5 % para ciertos casos, como juicios
sucesorios, procesos concursales, tercerías, etc. (arts. 2 y 3). Cuando no se puede
determinar el monto del juicio a su inicio, se paga actualmente una tasa por monto
indeterminado (art. 5) de aproximadamente 70 pesos.
En algunas demandas por daños y perjuicios, la magnitud de los daños no puede ser
evaluada al comienzo, pues depende del dictamen de los peritos, médicos,
arquitectos, tasadores, mecánicos, etc., a producirse en la etapa probatoria. Entonces
se paga la tasa por monto indeterminado, y dentro de los cinco días de dictada la
sentencia definitiva o de la transacción, conciliación, u otro modo de terminación del
proceso, las partes deberán practicar la liquidación a los fines de pagar la tasa de
justicia correspondiente (art. 5). (Este tema se sigue desarrollando en el capítulo
SEIS, en el punto sobre "Pago de tasa judicial").
c) Poder judicial: Existen otros gastos, como el otorgamiento de un poder judicial
ante escribano público, que el profesional pedirá que se le otorgue para realizar su
labor con mayor fluidez y eficiencia, pues de lo contrario necesitará que su cliente le
firme cada uno de los escritos que deba presentar a lo largo del juicio, con los
imaginables contratiempos y peligros para los derechos del cliente, si no puede
localizarlo a tiempo. El poder judicial para asuntos laborales es gratuito y es otorgado
por el empleado- cliente mediante su firma en un formulario de Acta-Poder, en Lava
lle 1550 en el edificio de la Cámara Nacional de Apelaciones Laboral.
d) Gastos para traba de medidas cautelares: Si se evaluó la necesidad de trabar
medidas cautelares, como embargo o inhibición general de bienes, etc., se debe
calcular el costo de su inscripción en el respectivo registro, más el costo de
honorarios del gestor, si ha de trabárselas en otra jurisdicción.
e) Informes sobre la contraria: También existe el costo de diversos
informes que pueden ser pedidos antes de iniciar el juicio, como averiguación de
antecedentes comerciales, de inmuebles o rodados a nombre del futuro demandado
para saber su solvencia (ante los respectivos registros de la propiedad inmueble de la
Capital Federal o de la provincia de Buenos Aires, con sede en La Plata, o del
automotor), y otros que puedan resultar útiles.
f) Derecho fijo del Colegio de Abogados: No debemos olvidar el costo del derecho fijo
(bono del Colegio de Abogados) y un presupuesto para fotocopias (recuerden la carga
de acompañar tantas copias como partes haya de todos los escritos y de la
documentación de que se deba dar traslado y de las copias que integrarán el
expediente mellizo del abogado).
g) Gastos para notificar a extraña jurisdicción: Si existen partes o entidades
domiciliadas en una jurisdicción distinta de la del juzgado donde quedará tramitado el
juicio, a las cuales deba enviárseles cédulas, mandamientos, oficios y/ testimonios,
éstos tramitarán según la ley 22.172, y probablemente, dada la distancia, será
necesario recurrir a «gestores» para su diligenciamiento, con el consiguiente costo
respectivo.
h) Honorarios de abogados y peritos: El monto de los honorarios de estos
profesionales también integra el costo del litigio. Debe ser tenido muy en cuenta por
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el abogado, cuidando los intereses de su cliente y los suyos propios, ya que el


honorario debiera guardar alguna relación con la extensión y complejidad de su
próximo trabajo profesional.
Los honorarios son casi siempre calculados con relación al «monto del litigio» o
transacción (plenario del 2/11/98 de la Cámara Nacional Civil) y, por tanto, a menor
reclamo, menor honorario. Existen montos mínimos para asegurar la dignidad de la
profesión, equivalentes a $ 300 y $ 500, para juicios sumarios u ordinarios.
Por una parte, están los honorarios del propio abogado, quien pactará con su cliente
el monto y las condiciones de pago.
También se debe tener en cuenta que, aun ganando un juicio, la parte vencedora (su
cliente) puede ser obligada al pago del 5O % de los honorarios de los peritos
intervinientes en el juicio, en tanto que la parte perdidosa será condenada al pago de
todas las costas; entre ellas, los honorarios de los peritos y consultores técnicos, que
integran la condena en costas.
Limitación de la ley 24.432. art. 1: Su texto se incorporó al art. SOS, C.Civ., y
dispuso una limitación de la regulación judicial de honorarios. Ella consiste en que las
costas (honorarios de todos los abogados y de todos los peritos intervinientes y
gastos causídicos) no pueden superar el 2S % del monto de la sentencia, laudo,
transacción o instrumento que ponga fin al diferencio.
Si las regulaciones de honorarios practicadas conforme a leyes arancelarias
o usos locales, de todos los profesionales y expertos intervinientes en un proceso,
superan dicho porcentaje, el juez procederá a prorratear los montos entre los
beneficiarios.
Para el cómputo de ese 2S % no se tiene en cuenta la regulación de honorarios del
letrado de la vencida y condenada en costas.

INTIMACIONES PREVIAS POR MEDIO FEHACIENTE


Si al consultar el cliente al abogado aún no le ha enviado ninguna intimación a la
contraria, tendiente a obtener el cumplimiento de la obligación en cuestión, resulta
conveniente, en la mayoría de los casos, enviarle una intimación o requerimiento
extrajudicial previo.
La intimación o requerimiento debe hacerse en forma fehaciente: por carta-
documento, telegrama, con intervención de escribano público, u otro medio epistolar
que pueda aparecer en el mercado, con características similares a los mencionados.
Puede estar firmado por el cliente o por el letrado, patrocinante o apoderado.
La constitución en mora mediante carta-documento suspende el curso de la
prescripción liberatoria por un año, o el término menor si así correspondiera
(art. 3986, C.Civ., según ley 17.940), por una sola vez. Por ello es aconsejable enviar
una carta-documento constituyendo en mora al deudor cuando la prescripción es
inminente.
Si bien la redacción seguirá el estilo propio del abogado, existen elementos
indispensables en toda intimación:
Plazo para el cumplimiento de la obligación.
Veamos un ejemplo: La ley 23.081, de locaciones urbanas, en su art. S, dispone que
el locador, como requisito previo al inicio del desalojo por falta de pago, debe intimar
fehacientemente a su locatario y darle un plazo (de gracia) de diez días para cumplir
con lo adeudado, bajo apercibimiento de desalojo. Si no hubiera cumplido con ese
requisito la demanda no prosperará, y el proceso de desalojo quedará paralizado, por
su culpa, hasta tanto no cumpla en tal sentido.
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Fuera de este ejemplo de plazo establecido por ley, existe la costumbre de otorgar un
plazo de 48 horas para el pago de otras sumas de dinero.
· Domicilio donde debe ser cumplida la obligación.
Podrá ser el domicilio real del cliente o el del estudio del abogado u otro, según la
naturaleza de la obligación.
· Mención de la causa de la obligación.
Por ejemplo, si se trata de una deuda por cheques impagos, hay que detallar fechas,
importes, número de cheque y de cuenta, nombre del banco, motivo del rechazo y
cualquier otro dato importante. Si se trata de deudas por alquileres, mencionar meses
adeudados, fecha del contrato y datos del inmueble locada, como mínimo.
· Apercibimiento.
Se advertirá que en caso de silencio o negativa se procederá a iniciar las acciones
legales correspondientes, y otras medidas convenientes en cada caso (denuncias a
entidades administrativas, etc.).
· Datos del abogado.
De considerarlo pertinente, habrá que incluir los datos del abogado y el domicilio y
teléfono de su estudio, para facilitar el contacto con la contraria y un eventual arreglo
extrajudicial del asunto.
Las intimaciones extrajudiciales, además de consistir en un intento por solucionar
extrajudicialmente el asunto encomendado, tienen la virtualidad de ser un tipo de
prueba: la prueba documental. De allí la importancia de conservar cuidadosamente la
constancia en la carpeta del cliente, esto es, la copia de la carta-documento que
devuelve sellada el correo, al momento de enviarla, o, en caso de que intervenga un
escribano público, el acta respectiva donde conste su actuación y el resultado.
En los reclamos laborales, el intercambio telegráfico desempeña un papel
fundamental, y muchas veces la postura asumida en las cartas documento y
telegramas resulta definitoria para la suerte del pleito. No se debe olvidar que resulta
de aplicación, en el ámbito del derecho laboral, la teoría de los actos propios, que
impone no poder variar la postura asumida previa mente.
Lo mismo ocurre con la invariabilidad de la causa en el despido. Por ejemplo, si en un
telegrama se consignó una causa concreta para despedir a un trabajador, no puede
variársela o invocar otra al contestar la demanda, ni tampoco, si se despidió sin
invocar causa, pretender en el responde plantear la razón del despido. Del mismo
modo, el trabajador que se considera despedido por un incumplimiento concreto de
una obligación del empleador, tampoco en su demanda puede aducir una causa
distinta de la alegada en el telegrama, sin perjuicio de la versión pormenorizada de
los hechos.
Resulta también trascendental porque la parte que decide despedir o considerarse
despedida es responsable del medio elegido para trasmitir la noticia, aunque también
el destinatario tiene una carga de diligencia. La comunicación se realiza por telegrama
o carta-documento, y su texto debe expresar en la forma más precisa posible el
hecho que determina la disolución.
La omisión no es subsanable judicialmente.
También la ausencia de reclamo previo por vía telegráfica o por carta documento,
conteniendo las prescripciones de la ley 24.013, impide que el reclamo posterior del
trabajador persiguiendo el cobro de las multas de la Ley de Empleo prospere en el
juicio.
Por eso, la actividad del abogado comienza mucho antes que el inicio de una
demanda o su contestación.
Ver Cap. Modelos: escritos nro. 2 y 3.
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ACTIVIDAD PREVIA AL PROCESO. CONTACTO CON LA CONTRARIA


Entablar algún tipo de contacto personal con la contraria puede resultar muy positivo
para conocer otro punto de vista y otros hechos no narrados por el cliente a quien se
representa, o narrados en forma distinta, así como también poder conocer qué
documentación u otra prueba tiene esta contraria en su favor. Toda esta información
completará el conjunto de datos sobre el asunto encomendado y otorgará el marco
jurídico adecuado.
Ese contacto también será una buena oportunidad para averiguar si es posible llegar
a un acuerdo extrajudicial que ponga fin al conflicto y sea favorable para los intereses
de ambas. Se dice que el abogado es el primer juez de las partes, porque con su
conocimiento del derecho y de los hechos puede explicarles a éstas el verdadero
alcance de sus derechos.
También el abogado es un conciliador y, por ende, debe buscar acercar a las partes
en conflicto, proponiendo fórmulas de arreglo y negociando.
Dentro de ese rol, puede proponerles concurrir a una mediación privada, para que
con la ayuda de un mediador puedan encontrar una solución pacífica al conflicto.
Una vez descartada la posibilidad del arreglo extrajudicial, el abogado debe evaluar
cuál es el costo del futuro litigio, medido no sólo en términos pecuniarios sino
también con relación al tiempo que deberán invertir él y su cliente en él.

PRECONSTITUCION DE PRUEBAS
Todo abogado sabe que un juicio se gana, fundamentalmente, cuando el reclamo
tiene andamiaje jurídico y pruebas en su favor. De allí que el profesional deba evaluar
con detenimiento cuáles son las pruebas que tiene su cliente y cuáles las que podría
llegar a reunir o producir antes y durante el juicio.
Una forma de constituir nuevas y mejores pruebas es enviar cartas documento con
intimaciones o requerimientos que precisen la postura del cliente y exijan a la
contraria precisar la suya, contestando o no dichas cartas.
También lo es constatar hechos o circunstancias mediante escribano público, con
relevamiento fotográfico, y la realización de informes técnicos sobre el tema que será
objeto de la litis.
Otro modo de preconstituir pruebas lo constituyen las diligencias preliminares,
mediante mandamientos de secuestro de los protocolos médicos y quirúrgicos, y
también el rastreo de publicaciones en diarios o revistas relacionados con los hechos
(p.ej., en casos de accidentes fatales, o dados a conocer públicamente) y las causas
penales.
En fin, esta tarea de sumar nuevas pruebas a las aportadas por el cliente dependerá
de las particularidades del caso y de los conocimientos y la habilidad del profesional.

Carta documento y telegrama como medios de comunicación eficaz

Cartas Documento

¿Para qué sirven las Cartas Documento?


La Carta Documento es una carta que se caracteriza por ser un medio de notificación
fehaciente que efectivamente se envió una comunicación escrita determinada, la
fecha en que se la envío y se la recibió, y su contenido o texto. Esta facilidad para
probar el envío, su recepción y el contenido surge de los elementos principales de
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toda "Carta Documento": la carta va en tres ejemplares de idéntico contenido, uno


para el remitente, otro para el destinatario y el tercero para el correo, la verificación
de la identidad del remitente, la constancia de la entrega al destinatario, y el archivo
del tercer ejemplar por parte del correo.

Por eso, la Carta Documento es frecuentemente utilizada para reclamar derechos,


para responder a reclamos recibidos o cuando se quiere dejar clara constancia de que
se le está transmitiendo algo a alguien.

Es frecuente que se den intercambios de Cartas Documento entre dos partes en


conflicto. Ello normalmente se iniciará con el envío de una primera Carta Documento
conteniendo una intimación (un requerimiento formal para que se cumpla o haga
algo) y luego la otra parte responderá de acuerdo a su postura, ya sea, negando los
hechos, los derechos o ambas cosas alegados por la contraparte.

Las intimaciones más frecuentes realizadas por medio de Cartas Documento son:

- Intimación del empleado al empleador a registrar una relación laboral, a abonar


salarios adeudados, indemnizaciones, etc.

- Intimación de pago de una suma de dinero adeudada (alquileres atrasados,


préstamos impagos, alimentos, etc.).

- Intimación del locador al inquilino para que éste restituya el inmueble alquilado.

- Intimación del consumidor a la empresa en la que adquirió o recibió productos o


servicios defectuosos, o cuando existe algún otro tipo de incumplimiento.

Requisitos para enviar una Carta Documento


Edad
Para enviar una Carta Documento, el remitente debe ser mayor de 18 años o, si es
menor de edad, estar emancipado por cualquier causa legal: matrimonio, autorización
para ejercer el comercio, ejercer cualquier actividad en relación de dependencia o
vivir en forma independiente de sus padres o tutores con conocimiento de ellos.

Remitente persona física


Si el remitente (quien envía la carta) es una persona física, debe presentar un
Documento de Identidad personal con foto del titular y firma de las autoridades
nacionales o municipales; es decir, DNI, LE, LC, CI del Mercosur, CI Federal o CI
Provincial. En el caso de extranjeros, es válido el Pasaporte o una Cédula de
Identidad expedida por autoridades de países limítrofes.

Remitente persona jurídica


Si el remitente es una persona jurídica, la persona que presenta la Carta Documento
debe acreditar su identidad de persona física con alguno de los documentos antes
señalados y la personería jurídica que representa.

Sin embargo, para simplificar este procedimiento, una persona física que invoque la
representación de una persona jurídica pero que no presente un poder o documentos
equivalentes, puede hacer el envío siempre que remita la carta como si fuera una
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persona física, firme el texto escrito en presencia del ventanillero, su nombre propio
figure debajo de la firma que va al pie del texto y también en el campo "Remitente
del formulario", y acredite su identidad como persona física. En este último caso es
aceptable que el cliente incluya al comienzo del texto la leyenda: "En representación
de ..." (mencionando la persona jurídica cuya representación alega).

¿Puede dirigirse una Carta Documento a más de una persona?


Lamentablemente, el Correo no lo acepta. El envío debe estar destinado a una sola
persona, física o jurídica.

¿La Carta Documento puede estar firmada y remitida varias personas físicas?
Sí, puede ser enviada y firmada por más de una persona. Pero en tal caso, todas las
personas físicas deben estar presentes en el momento del envío, firmar los tres
ejemplares en presencia del ventanillero y este debe verificar la identidad de cada
uno de ellos, con alguno de los documentos indicados precedentemente. Sin
embargo, en el formulario de envío, en el campo "Remitente", solo debe figurar un
nombre, apellido y domicilio, para que en caso de imposibilidad de entrega sirva para
la devolución del mismo.

Cartas Documento extensas


Si por la extensión del texto se requiere más de un formulario, se deben utilizar
tantos como sean necesarios y considerar cada formulario como un envío
independiente. En este caso se puede agregar a la Carta donde continúa la leyenda
"Prosigue en CD N°..." al pie del texto de cada formulario y, a la que precede, la
leyenda "Proviene de CD N° ...".

¿Con qué medio debe ser escrita la Carta Documento?


No hay restricciones al respecto. La Carta Documento puede ser escrita a mano, a
máquina o computadora, pero siempre utilizando el formulario provisto por Correo
Argentino.

Telegramas Laborales ¿Qué hay que saber?

Una herramienta fundamental tanto para el empleador como para el trabajador son
los telegramas laborales. Estas notificaciones pueden ser realizadas mediante nota
firmada por el remitente y recibidas de conformidad por el destinatario; telegrama o
carta documento o a través de un escribano público.

La etapa en la que se desarrolla el intercambio cablegráfico es una de las mas


importantes del reclamo que puede derivar en un juicio laboral.

El Art. 57 de la Ley de Contrato de Trabajo establece que “constituirá presunción en


contra del empleador su silencio ante la intimación hecha por el trabajador de modo
fehaciente, relativa al cumplimiento o incumplimiento de las obligaciones derivadas
del contrato de trabajo sea al tiempo de su formalización, ejecución, suspensión,
reanudación, extinción o cualquier otra circunstancia que haga que se creen,
modifiquen o extingan derechos derivados del mismo. A tal efecto, dicho silencio
deberá subsistir durante un plazo razonable, el que nunca será inferior a dos (2) dias
hábiles”. Si bien la norma precedentemente transcripta no esta dirigida al trabajador,
es conveniente que este plazo sea respetado por ambas partes.
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Es habitual que las empresas incurran en una demora mayor a la establecida por el
articulo 57 de la LCT, a veces porque el telegrama circula por diversas áreas de la
compañía hasta que lo remiten al área de legales o al abogado externo. En ese
supuesto, es mejor contestar, aunque haya transcurrido el plazo de dos días hábiles.
Los trabajadores a veces incurren en el error de rechazar la carta documento remitida
por su empleadora, o no concurren a retirar la carta documento cuando el empleado
del correo le dejó un aviso de visita. El empleador está obligado a notificar a su
empleado en el domicilio que este denunció, y no se le puede exigir que realice
diligencias para investigar el domicilio actual del trabajador. Pero si este denuncia un
nuevo domicilio en su telegrama, se debe dirigir la carta documento a esta dirección.
Si el telegrama hubiera sido dirigido al domicilio correcto, pero no fue recibido por un
error del empleado del correo, la responsabilidad es del remitente, quien debe enviar
un nuevo telegrama o carta documento.

En este caso, conviene aclarar que es reiteratorio de uno anterior. Pero si el


telegrama se dirigió al domicilio del trabajador y el empleado del Correo consignó la
leyenda “destinatario desconocido”, “cerrado reiterado” o “por haberse mudado”, se
considera que el trabajador esta debidamente notificado de los contenidos del
telegrama o carta documento enviado por el empleador. Así lo han dispuesto fallos
como “Falbi c/ Asociación Israelita de Beneficencia y Socorros Mutuos Ezrak, CNAT,
Sala III; “Andrade, Sonia Mabel c/ Casa Tia”, SCBA entre otros.

La rapidez en el envío del telegrama adquiere relevancia cuando el trabajador no está


registrado o debidamente registrado, ya que la intimación realizada estando vigente
el contrato de trabajo habilita el reclamo válido (luego será motivo de prueba) de las
indemnizaciones previstas por la Ley 24013 (duplicación de la indemnización por
antigüedad, preaviso, e integración mas una cuarta parte de las sumas percibidas en
forma no registrada), mayores a las establecidas por el Art. 1 de la Ley 25323
(duplicación de la indemnización por antigüedad), aplicables cuando el contrato no
estaba correctamente registrado pero no existió esa intimación previa. La Ley 24013
y su decreto reglamentario 2725/91 establecen requisitos especificos para que la
intimación sea valida, entre ellos aclarar cual era la real remuneración, o la real fecha
de ingreso y remitir a mas tardar dentro de las 24 hs. hábiles telegrama al AFIP con
copia del requerimiento efectuado para que el empleador proceda a la registración. Es
muy importante que la contestación no sea genérica, sino que cada reclamo
específico tenga su contestación. Ello en virtud de que, como lo dispone el Art. 243 de
la Ley de Contrato de Trabajo, el despido con justa causa o la consideración de
despido del trabajador deben comunicarse por escrito, con expresión suficientemente
clara de los motivos en que se funda la ruptura del contrato.

Así, el artículo 243 de la LCT establece que “Ante la demanda que promoviere la parte
interesada, no se admitirá la modificación de la causal de despido consignada en las
comunicaciones antes referidas”. Por ello es importante establecer bien como
sucedieron los hechos, en que momento, que personas estuvieron involucradas, y no
consignar genéricamente que la otra parte conoce la causa.

Por ultimo, cabe aclarar que existen otros plazos establecidos por la Ley de Contrato
de Trabajo, en los cuales el trabajador debe remitir el telegrama (Por ejemplo, para
impugnar las suspensiones por falta y disminución de trabajo la jurisprudencia otorga
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un plazo menor al de 30 días que la Ley le otorga al trabajador para impugnar


sanciones disciplinarias), y además se debe tener en cuenta que ante una negativa de
tareas, el transcurso del tiempo puede provocar que el Juez considere que existió una
extinción de contrato de trabajo por voluntad concurrente de las partes si es que el
trabajador no reclamó dación de tareas ni se presentó a trabajar.

Lo importante es asesorarse adecuadamente y entender que un buen intercambio


telegráfico puede ser fundamental en un futuro juicio.

MEDIACIÓN Y NEGOCIACIÓN

LA MEDIACION PREVIA
El abogado trabaja con el conflicto: trata de solucionarlo por la vía más rápida,
contactándose con la contraria, y/o el letrado de ésta, y busca arribar a un arreglo.
De no ser posible, debe ir a juicio en resguardo de los derechos de su cliente.
La ley 24.573, a partir del 25/4/95, introdujo la instancia de la mediación como una
instancia procesal, prejudicial, y de asistencia obligatoria, para que las partes en
conflicto la utilicen como una oportunidad para arribar a una solución pacífica y
amistosa y más ágil que la vía judicial.
La mediación es, en otras palabras, un paso previo a la demanda, en todos los juicios
civiles y comerciales.

El principio general es que resulta obligatorio asistir a una audiencia de mediación,


antes de iniciar la demanda en el juzgado: la ley fija las excepciones a dicho principio.

El art. 2 de la ley 24.573 establece expresamente que no será de aplicación el


procedimiento de la mediación cuando se trate de:
1) causas penales;
2) acciones de separación personal o divorcio, nulidad de matrimonio, filiación y
patria potestad, con excepción de las cuestiones patrimoniales que de ellas deriven;
3) procesos de declaración de incapacidad y rehabilitación;
4) causas en que el Estado Nacional o sus entes descentralizados sean parte;
5) amparo, hábeas corpus e interdictos;
6) medidas cautelares, hasta que se las dicte, agotando respecto de ellas la etapa
recursiva ordinaria;
7) diligencias preliminares y prueba anticipada;
8) juicios sucesorios y voluntarios;
9) concursos preventivos y quiebras;
10) causas que sean tramitadas ante la justicia nacional del trabajo.

La mencionada ley (art. 3) estableció que será optativa para el reclamante la


mediación en el caso de:
1) juicios de desalojo;
2) procesos de ejecución.
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Aclaramos que en la resolución de la presidencia de la Cámara Nacional de


Apelaciones en lo Civil del 25 de junio de 1996 se recordó a los juzgados civiles con
competencia exclusiva en asuntos de familia que es aplicable la ley 24.573 cuando la
causa versa sobre tenencia de hijos, régimen de visitas y alimentos, incluso para
supuestos de aumento, disminución y cese de cuota. Esto llenó una laguna legal.
Se ha criticado mucho este instituto de la mediación, especialmente porque su
"obligatoriedad", dicen, quita toda posibilidad de ser eficaz.

Ahora bien, debemos dejar bien en claro que la obligatoriedad está en la concurrencia
a la audiencia de mediación, pero no en su permanencia.
Una vez que las partes llegan a la mesa de mediación, tienen – en todos los casos - la
libertad de intentar negociar o no hacerlo, en cuyo caso, firman las actas respectivas
y dan por terminada la mediación.

LA NEGOCIACION ASISTIDA.EL MEDIADOR.


La mediación es una negociación asistida por una tercera parte llamada "MEDIADOR",
que se lleva a cabo en las oficinas de éste.
Las otras partes son: la parte requirente (quien la pide) y la parte requerida (la
contraria).
En la mediación la asistencia letrada es obligatoria.
El mediador es una persona técnicamente capacitada para facilitar la comunicación
(defectuosa, seguramente) de las partes en conflicto.

Un conflicto surge cuando la comunicación entre dos personas es deficiente, y cuando


esa comunicación es mejorada (con ayuda de un tercero) nace la posibilidad de que el
conflicto disminuya hasta desaparecer.
El mediador procura que las partes, en forma personal, y no a través de sus
abogados, hablen de lo que les pasa, de lo que quieren, y sean escuchadas por la otra
parte.
Se permite ventilar, en un primer momento, las emociones que las partes traen
consigo.
Hay reuniones conjuntas, con todos presentes, y hay reuniones separadas con cada
una de las partes: el mediador decide lo que es más conveniente, según cada caso y
cada momento de la audiencia.

Se trabaja sobre los intereses de las partes, esto es, lo que realmente necesitan, más
allá de sus posiciones.
Para diferenciar el concepto de intereses y posiciones, recordamos el ejemplo de las
hermanas que peleaban por una naranja. Como no se ponían de acuerdo fueron a un
juez quien partió la naranja y les dio mitad a cada una. Con cada mitad, una hermana
hizo jugo. La otra rayó la cáscara.
En el ejemplo, la decisión del juez fue tomada en base a las posiciones:
"quiero la naranja".
Decidir en base a los intereses hubiera significado preguntar para qué quiere Ud. la
naranja?
La pregunta para qué?, por qué?, hace salir a la luz los intereses subyacentes.
Al saber los intereses de cada una (para jugo y para cáscara) la decisión hubiera sido
distinta, y ambas hubieran ganado el doble ...
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Siempre se debe negociar en base a intereses: es más eficaz y productivo, y la


negociación no se estancará. El mediador está capacitado para identificar esos
intereses.
Para mayores detalles, sobre el arte de negociar, recomendamos leer el libro "Sí, de
acuerdo", de Ury y Fisher, maestros de la escuela de Harvard.

REGISTRO DE MEDIADORES.REQUISITOS PARA SER MEDIADOR

El Ministerio de Justicia será el encargado de confeccionar, organizar y constituir el


Registro de Mediadores (art. 15, ley 24.573). Este Registro dependerá de la Dirección
Nacional de Medios Alternativos de Resolución de Conflictos de la Secretaría de
Asuntos Técnicos y Legislativos de dicho ministerio, y tendrá a su cargo: elaborar y
mantener actualizada la lista de mediadores habilitados para actuar (remitiendo
quincenalmente una copia a la mesa de entradas de cada cámara); confeccionar las
credenciales y los certificados de habilitación; llevar un registro de firmas y sellos de
los mediadores; el control de su capacitación, tanto inicial como continua; un registro
de sanciones; un archivo de actas donde conste el resultado de la mediación; un
registro de licencias y de habilitación de las oficinas del mediador, y confeccionar los
modelos de los formularios necesarios (art. 15, decreto 91/98).
Para actuar como mediador, para la mediación obligatoria establecida por ley, es
necesario ser abogado (art. 16, ley cit.), con tres años de ejercicio profesional, haber
aprobado las instancias de capacitación y evaluación que se disponga, contar con
oficinas, adecuadas para llevar a cabo la tarea, en la ciudad de Buenos Aires, y pagar
la matrícula (art. 16, decreto 91/98). No podrá serlo quien haya sido inhabilitado
comercial, civil o penalmente, o estuviera condenado a pena de prisión o reclusión
por delito doloso, o esté comprendido por el art. 3 de la ley 23.187 -con excepción del
inc. a, ap. 7-. Conforme lo dispone el art. 17 de la ley 24.573, la reglamentación
(decreto citado) establecerá las causales de exclusión o suspensión del Registro
mencionado. Entre ellas figuran, en cuanto a la exclusión: el incumplimiento o mal
desempeño de sus funciones, rehusarse a intervenir sin causa justificada en más de
tres mediaciones dentro de los doce meses, haber sido sancionado por la comisión de
falta grave por el colegio a que perteneciere, no haber cumplimentado la capacitación
continua o no pagar la matrícula. Por su parte, las causales de suspensión son:
negligencia grave en el ejercicio de sus funciones, violación de los principios de
confidencialidad y neutralidad, asesoramiento a alguna de las partes que intervengan
en una mediación a su cargo, o relación profesional o laboral con quienes lo hagan.

La excusación rige bajo pena de inhabilitación como tal, y deberá presentarla en


todos los casos previstos por el art. 30, C.P.C.C., para la excusación de jueces. La
recusación de un mediador deberá ser siempre con expresión de causa (art. 18, ley
cit.). Cuando fuere recusado, si la causal es admitida (o luego de la resolución del
juez sorteado, si fuere controvertida la recusación), el reclamante tendrá tres días
hábiles para solicitar un nuevo sorteo, adjuntando nuevamente el formulario de inicio.

En el caso de la excusación, deberá manifestársela dentro del término de tres días de


haber tomado conocimiento de la designación, entregando constancia de ello al
reclamante, quien solicitará un nuevo sorteo dentro del tercer día hábil, adjuntando
en dicho acto la constancia de la excusación y el formulario de inicio.
12

Conforme al art. 21 de la ley 24.573, el mediador percibirá por su tarea una suma
fija, según lo establecido en el art. 21 del decreto 91/98, que reglamenta la ley
mencionada. El condenado en costas se hará cargo de dichos emolumentos, que
serán calculados teniendo en cuenta el tope del 25 % establecido por la ley 24.432.

PROCEDIMIENTO
En aquellos casos en que se impone la mediación obligatoria, se deberá iniciar el
trámite ante la mesa general de entradas de la cámara del fuero que corresponda,
con la constancia del depósito de 15 pesos efectuado en la cuenta oficial (Banco de la
Nación Argentina, sucursal Tribunales) y entregando por cuadruplicado el formulario.
Este debe ser firmado por la parte y por el letrado, si fuera patrocinante, o por el
letrado apoderado, adjuntando una copia del poder en virtud del cual se presenta a la
mediación (es claro que sólo a los efectos del trámite, pues a la audiencia deberá
comparecer la parte, salvo que se domicilie a más de 150 kilómetros de la ciudad de
Buenos Aires).
En dicha repartición (mesa general de entradas) serán sorteados el juzgado
interviniente (aunque se conozca al juez interviniente, la recusación deberá ser
planteada al entablar la demanda, y no en este momento), los funcionarios del
Ministerio Público y el mediador. Le serán devueltos al presentante dos ejemplares del
formulario, debidamente intervenidos; uno de esos ejemplares quedará allí y el otro
será remitido al juzgado para el momento en que se presenten algunas de las
actuaciones que pudieran derivar de la mediación (la cuestión principal, o las
ejecuciones del acuerdo o de los honorarios del mediador).
Con esos dos ejemplares del formulario y el comprobante de pago del arancel, el
reclamante se presentará, dentro del término de tres días hábil.
Es (si no fuera hecho en tiempo oportuno se deberá pagar nuevamente el depósito de
15 pesos y pedir la readjudicación de ese mismo mediador en la mesa general de
entradas), ante el mediador (en su oficina), y pagará la cantidad de 20 pesos en
concepto de gastos administrativos, más el costo que insuma cada notificación (si no
se cumple con ello, se suspenderá hasta que se haga efectivo el pago).
El mediador se quedará con uno de los ejemplares y devolverá el otro, con su firma y
sello (fecha y hora de recepción), al presentante (no es necesario que lo reciba el
propio mediador, siempre que haya alguna persona expresamente autorizada a esos
fines).
El mediador fijará fecha de audiencia dentro de los diez días de haber tomado
conocimiento de su designación, y la comunicará a las partes (por cualquier medio
fehaciente de notificación) al menos con tres días hábiles de anticipación (contados
desde la fecha de notificación), con copia del formulario que le presentó el requirente
para el demandado.
Cuando se trate de una mediación oficial (no de la privada), se hará dicha notificación
por medio de la cédula que se designa con la letra «M», para cuyo diligenciamiento
rigen las disposiciones del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación y todas
aquellas que se refieran a las notificaciones realizadas en sede judicial. Cuando la
notificación sea cursada en los términos de la ley 22.172, deberá intervenir el juzgado
sorteado, sellándola, diligenciada por la parte interesada.
En ambas notificaciones constarán el nombre y el domicilio del destinatario, el
nombre y el domicilio del mediador y de la parte que requirió el trámite, y la
indicación del día y la hora en que se celebrará la audiencia, con la constancia de que
deberá comparecer con patrocinio letrado y en forma personal (con transcripción del
13

2º y el 3er. párr. del art. 11 de la ley 24.573), y el apercibimiento de multa si no


compareciere. Obviamente, serán firmadas (con sello aclaratorio) por el mediador.
Se celebrará la audiencia en días hábiles, salvo acuerdo en contrario, y en las oficinas
del mediador (salvo que no fuera posible hacerlo en ese lugar por alguna
circunstancia especial, que se hará constar en el acta).

A partir de la última notificación empieza a correr el término de 60 días corridos (30


días corridos para los casos del art. 3 de la ley) en el cual podrá desarrollarse la
mediación, que serán prorrogables por acuerdo de partes (art. 9, ley 24.573),
dejando constancia en el acta.

Sin perjuicio de ello, las partes podrán concurrir con anterioridad ante el mediador a
explicarle el alcance de sus pretensiones (art. 7, ley 24.573).
Si el mediador advirtiera, de oficio o a pedido de parte, la necesidad de citar a un
tercero -propiamente dicho, litisconsorte necesario o citado en garantía-, podrá
hacerlo, de la misma manera que a las partes.
El mediador podrá convocar a las partes a tantas audiencias como sean necesarias a
los fines del cumplimiento de esta ley (claro está que dentro del plazo de 60 días
antes mencionado), conforme lo dispone su art. 10.
En la audiencia, el mediador podrá sesionar en forma conjunta o separada con cada
parte (no debemos olvidar que la asistencia letrada es indispensable, y que se tendrá
por no comparecida a la parte que concurra sin dicha asistencia, salvo que se acuerde
una nueva fecha para subsanar la falta). Todas las cuestiones allí debatidas gozan del
deber de confidencialidad, a cuyo respecto se puede firmar un compromiso que la
garantice, o dejar constancia en el acta si las partes consideran que no es necesaria
su instrumentación. Demás está decir que el mediador mantendrá, en el proceso de
mediación, neutralidad respecto de las partes.

En el art. 11 del decreto 91/98 (reglamentación de la ley) se menciona a las personas


exceptuadas de comparecer a la mediación -creemos que en tanto y en cuanto deban
hacerlo en virtud de la función que desempeñan, pero no así si la causa fuere a título
personal-. En estos casos (y cuando la parte se domicilie a más de 150 kilómetros), el
apoderado que concurra deberá tener la facultad de efectuar transacciones, pues en
caso contrario el mediador podrá intimarlos a tal efecto para que en el término de 5
días hábiles subsanen dicha falencia, bajo apercibimiento de considerar que hubo
incomparecencia.

Cuando alguna de las partes no concurriera sin causa justificada, deberá pagar una
multa cuyo monto será el equivalente a dos veces la retribución básica para los
mediadores (art. 10, decreto 91/98). En tal circunstancia, el mediador labrará el acta,
dejando constancia de las incomparecencias (comunicando al ministerio para la
ejecución de la multa, con los originales que comprueben la notificación efectuada).
Si se llegara a un acuerdo, se labrará el acta correspondiente (con tantos ejemplares
como partes haya, más uno que retendrá el mediador), donde consten los términos
del pacto, que será firmada por las partes, sus letrados y el mediador.
Esa acta podrá ser ejecutada, en caso de incumplimiento, mediante el proceso de
ejecución de sentencia, con la consiguiente aplicación de la multa establecida en el
art. 45, C.P.C.C. (art. 12, ley 24.573, y art. 12, decreto 91/98).
No se necesita homologación alguna del acta de mediación, ya que la ley le otorga los
mismos efectos que a una sentencia. Sin embargo, cuando estuvieren involucrados
14

intereses de incapaces y se llegue a un acuerdo, deberá sometérselo a la


homologación judicial, que se hará ante el juez ya sorteado (art. 12, decreto 91/98).
Por otro lado, si se demandara su cumplimiento y el juez advirtiera que median
cuestiones que afectan el orden público, podrá declarar la nulidad del acuerdo.
En el supuesto de no llegar a ningún acuerdo, igualmente se labrará un acta, dejando
constancia de ello, con copia para las partes. También se otorgará el certificado que
da cuenta de la mediación efectuada, para su presentación, junto con la demanda,
ante el juez que se hubiera sorteado.

EL ROL DEL ABOGADO ASISTENTE


El abogado de parte asiste a su cliente para evaluar cuál sería el mejor acuerdo
negociado.
Siempre existe una interacción que mejora o empeora el proceso por la actitud que
tenga el mediador hacia los abogados de las partes y viceversa, de éstos hacia el
mediador.
Sobre el rol que debe jugar el abogado de parte, podría decirse lo siguiente:
1) Su conducta debe ser inspirada por la buena fe.
2) Debe respetar el protagonismo de las partes.
3) Será solucionador de problemas y no un obstáculo para ello.
4) Tendrá honestidad para el proceso y para su cliente.
5) Será un agente pacificador.
6) Tendrá profesionalismo e irá preparado a la mediación como iría preparado a una
audiencia ante el tribunal.
7) Cooperará con el proceso de mediación.
8) Dará a su cliente la debida asistencia e información legal.
9) Contendrá a su cliente en sus emociones.
10) Tendrá buena comunicación en general con todas las partes y una actitud de
colaboración especialmente con los otros abogados y con el mediador.
11) Mantendrá siempre una actitud de respecto hacia las personas.
12) Asumirá con responsabilidad y profundo conocimiento el tema de que se trate y
deberá conocer el proceso de mediación y profundizará sus conocimientos sobre el
método.

LA MEDIACION PRIVADA
Hay dos tipos de mediación, la obligatoria y la privada, pero sólo diremos aquí que
virtualmente son iguales en lo esencial.
En la mediación obligatoria, el mediador es designado antes de iniciarse el juicio, por
sorteo de un listado de mediadores oficiales, existente en la Receptoría General de
Expedientes.
En la mediación privada, el mediador es propuesto por el requirente, junto con una
lista no menor de ocho, para que la otra parte acepte el propuesto, o elija otro de la
lista, por un medio fehaciente, indicando su domicilio constituido al efecto y la
transcripción del art. 3, del decreto 91/ 98 -anexo-.
El demandado elegirá al mediador y comunicará dicha elección (en el lapso de tres
días) al requirente en el domicilio indicado, también por un medio fehaciente de
notificación (si fueran varios los accionados y no se pusieran de acuerdo en la
elección, lo hará directamente el actor; de igual manera sucede ante el silencio de
aquél o aquéllos).
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Si este mediador elegido tiene matrícula oficial, su gestión tiene tanto valor como la
del mediador oficial .Si la mediación no resulta positiva, su certificado de asistencia y
resultado servirá para tener por abierta la vía judicial.
En síntesis, ambas especies de mediación son la misma cosa: el método y
procedimiento de la mediación en sí, en lo mismo, pero en un caso se accede por
imperio de la norma, y en el otro, se accede por elección y voluntad.
En lugar del arancel de 15 pesos que se paga al solicitar la mediación obligatoria, se
pagará uno de 5 pesos que se depositarán en la cuenta oficial, y la constancia de ello
será presentada al mediador elegido.
En la mediación privada las notificaciones no podrán ser cursadas mediante cédula
dirigida a la Oficina de Notificaciones, sino que se lo hará por otro medio fehaciente
(carta-documento, etc.).

Si se debiera ejecutar un convenio al cual se llegara por la mediación privada, se lo


hará también por el procedimiento de la ejecución de sentencia, ante el juez
competente para entender en la materia de que se trate.

La remediación es utilizada para aclarar lo convenido en una mediación anterior, a fin


de asegurar su cumplimiento.

REDACCION DE CONTRATOS Y OTROS DOCUMENTOS


El abogado, en su rol de asesor, deberá saber cómo redactar cualquier tipo de
documentos privados: memorandos, cartas, contratos, convenios, testamentos,
cartas-documento, etc.
Será necesario que sepa manejar el lenguaje escrito lo mejor posible, y en todos los
casos, un estilo forense adecuado al instrumento de que se trate.
Resultaría fuera del objetivo de esta obra incluir el contenido de los contratos
actualmente en uso en nuestro país, para lo cual recomendamos la obra de LA LEY,
Digesto Práctico de Contratos, en cuatro tomos, para aquellos estudiantes, futuros
colegas, que quieran trabajar en este tema.

No obstante lo anterior, enunciaremos un esqueleto básico del contenido de un


contrato, instrumenta ble en forma privada, ya que los contratos que deben ser
hechos en escritura pública, necesitan del escribano público para su confección. Las
partes son:
l) Encabezamiento, con los datos personales de las partes contratantes (nombre,
apellido, documento de identidad, y domicilio real o legal)
Si es persona jurídica, deberá aparecer el representante legal de la misma. De
acuerdo al tipo de contrato, se designará a cada parte con el nombre respectivo
(locador-locatario; vendedor-comprador, etc.)
2) Cláusula con el objeto del contrato: la compraventa, la cesión en usufructo, la
cesión del crédito, la formación de la sociedad civil.
3) Cláusulas con las obligaciones de cada una de las partes: pago del precio , entrega
de la cosa, derechos y obligaciones de los socios, etc.
Generalmente se trata de no repetir lo que la ley dice, sino sólo las obligaciones
complementarias, especialmente fijadas por las partes.
4) Cláusulas que prevén el incumplimiento de esas obligaciones y los efectos que
producirán: ya sea por cumplimiento imposible, caso fortuito o fuerza mayor, como
por incumplimiento culposo o doloso de cualquiera de las partes. Se preverán las
16

causales de rescisión, el pago de indemnizaciones, las opciones de una parte a


demandar el cumplimiento o dar por rescindido el contrato, la mora automática, etc.
5) Cláusulas con la inserción de garantías provenientes de terceros - fianzas, u otras,
y el alcance de las mismas.
6) Cláusulas fijando el procedimiento procesal a seguir en caso de ejecución del
contrato, y renuncia a la interposición de ciertas excepciones procesales.
?) Cláusulas con la constitución de domicilios especiales para ese contrato.
8) Cláusulas con el sometimiento a una jurisdicción jterritoria en particular, y el
compromiso de arbitraje o mediación previa, en su caso.
9) Frase de cierre: "En prueba de conformidad , leído el presente, se firman .......
ejemplares de un mismo tenor y a un sólo efecto, en la ciudad de ................. , a los
... días del mes de ............... del año ......... "
Si hay dos propietarios locadores, dos inquilinos y dos fiadores, se firmarán tres
ejemplares, para parte locadora, parte locataria y parte fiadora.
10) Firmas de todos los presentados en el encabezamiento, en cada hoja del
contrato, sin necesidad de aclaración.
11) Sellado de ley, si es el ámbito de la provincia de Buenos Aires, no así en Capital
Federal.
El abogado, a la hora de confeccionar un contrato, debe tener bien en claro toda la
información y las conversaciones que han tenido las partes contratantes, para volcar
en él, lo más fielmente posible, la voluntad de las partes, y evitar futuros conflictos.
Asimismo, un contrato debiera ser conciso pero claro, y autosuficiente a fin de poder
dar solución a una eventual divergencia que pudiera nacer en el futuro entre las
partes contratantes

El contrato es ley para las partes, y si prevé la vía para solucionar eventuales
diferencias de interpretación, les evitará a las partes el tener que recurrir al juez para
que les aclare el vacío, a falta de acuerdo entre ellas.

En este capítulo ya explicamos el contenido que debe tener una intimación


extrajudicial por medio fehaciente, y al final del libro, el alumno tiene modelos de
cartas-documento.
Los memorandos son cartas, probablemente dirigidas a su cliente, o a otro colega, en
el cual se vuelca toda la información requerida. Deben ser claros, y completos.
Pueden servir para evacuar por escrito una consulta profesional.
Para mejorar la redacción de todos estos tipos de documentos, recomendamos la
lectura del libro "Cómo redactar mejor", d

PROCESO ARBITRAL. CONCEPTO

Junto con el proceso judicial, la ley admite la posibilidad de que las partes
sometan la decisión de sus diferencias a uno o más jueces privados, a los
cuales se denomina árbitros o amigables componedores según que,
respectivamente, deban o no sujetar su actuación a formas determinadas y
fallar con arreglo a las normas jurídicas.

ESPECIES.
17

Por regla, el arbitraje es VOLUNTARIO, es decir, las partes, espontáneamente,


se someten a él mediante la celebración de un compromiso sin que exista,
como antecedente, un acuerdo de voluntades en el que se haya estipulado la
exigibilidad de dicho acto.
Sólo excepcionalmente se da el supuesto de arbitraje OBLIGATORIO. Y en ese
caso, la obligatoriedad puede derivar de la ley o de un acuerdo entre las
partes:

- arbitraje obligatorio LEGAL – se da cuando la celebración del compromiso


arbitral es exigible en virtud de una disposición de la ley que lo impone.
Constituyen ejemplos de arbitraje obligatorio legal los contemplados:
- en el art.1627 CCiv., con referencia a la determinación del precio de un
trabajo o servicio que sea de la profesión o modo de vivir de quien lo haya
realizado y cuyo monto no se hubiese convenido.
- en los arts. 179, 180 y 182 CCom., en relación, respectivamente, con la
indemnización resultante de la pérdida, extravío o disminución del valor de
los efectos que son objeto del contrato de transporte terrestre, o con la
determinación del estado de esos efectos al tiempo de la entrega.
- en el art.5 de la ley 17.418, relativo a la eventual incidencia en la
celebración del contrato de seguro, del conocimiento, por parte del
asegurador, de alguna declaración falsa o reticencia del asegurado.

o arbitraje obligatorio CONVENCIONAL – cuando la celebración del


compromiso arbitral es exigible en virtud de un convenio anterior (cláusula
compromisoria o convención preliminar de compromiso), en el cual las partes lo
han previsto como medio de solucionar sus diferencias

OBJETO. CUESTIONES EXCLUIDAS.

Art. 774 – Objeto del juicio. Toda cuestión entre partes, excepto las mencionadas
en el art. 775 podrá ser sometida a la decisión de jueces árbitros, antes o después de
deducida en juicio y cualquiera fuere el estado de éste.
La sujeción a juicio arbitral puede ser convenida en el contrato o en un acto posterior.

Objeto del proceso arbitral – el objeto puede estar constituido por cualquier
género de pretensiones, aun de aquéllas que ya hubiesen sido planteadas
ante un tribunal de justicia y cualquiera sea el estado en que se encuentre el
correspondiente proceso.

Art. 775 – Cuestiones excluidas. No podrán comprometerse en árbitro, bajo pena


de nulidad, las cuestiones que no pueden ser objeto de transacción.

Cuestiones excluidas del objeto del juicio arbitral – para determinar


concretamente cuáles son, es menester remitirnos al CCiv., donde se
mencionan:
52. las que versen sobre la validez o nulidad de matrimonio (art. 843).
53. las relativas a la patria potestad, a la autoridad del marido, al propio
estado de familia o al derecho a reclamar el estado que corresponda a las
personas, sea por filiación natural o legítima (art. 845).
18

54. las relativas a cosas que están fuera del comercio (por ejemplo, bienes
públicos del Estado) o a derechos que no son susceptibles de ser materia de
una convención (por ejemplo, el derecho a los alimentos) (CCiv. art. 844).
55. los referentes a derechos eventuales a una sucesión o sobre la sucesión
de una persona viva (CCiv. art. 848).

CLÁUSULA COMPROMISORIA.

Es la estipulación en cuya virtud las partes establecen que los conflictos que
puedan suscitarse entre ellas con motivo del cumplimiento de un contrato
serán resueltos mediante arbitraje.
Se trata de un acuerdo de voluntades, regularmente expreso, que hace
necesario el arbitraje para la resolución de un determinado género de
conflictos futuros.
Diferencia del compromiso – el compromiso supone un conflicto ya producido
y es el acto mediante el cual se determinan definitivamente los sujetos y el
objeto del proceso arbitral; la cláusula compromisoria se limita a prever los
conflictos que eventualmente pueden surgir de una determinada relación jurídica
y a establecer la clase de proceso (arbitral) en el que aquéllos deberán decidirse.
Constituye una promesa.

Diferencia con la "convención preliminar de compromiso" – la convención


preliminar de compromiso defiere al arbitraje uno o más conflictos actuales,
ya suscitados.

El efecto primordial de la cláusula compromisoria – consiste en el derecho


que acuerda a cada uno de los contratantes para exigir judicialmente al otro
la suscripción del compromiso y la constitución del tribunal arbitral.
Dicha cláusula puede ser invocada como fundamento de una excepción de
incompetencia en el supuesto de que una de las partes, con prescindencia de la
promesa que aquélla implica, demande a la otra ante la justicia estatal.
Pero, no impide la gestión de medidas precautorias urgentes, cuya propia
naturaleza requiere la intervención de los jueces estatales.

La validez de la cláusula compromisoria – la cláusula compromisoria no se halla


sujeta a formas determinadas. Por lo común, integra el documento representativo
de la relación sustancial, pero se la puede establecer en una convención autónoma.

El contenido de la cláusula compromisoria – el contenido de la cláusula


compromisoria se halla librado a la voluntad de las partes, quienes pueden
pactar la jurisdicción arbitral respecto de todos los casos litigiosos que se
planteen como consecuencia de la relación sustancial que las vincula, o
limitarla a las que se refieran a aspectos particulares de esa relación.
El deber de comprometer implica una renuncia al principio general de
sometimiento a la jurisdicción judicial, por lo que corresponde interpretar el
alcance de la cláusula compromisoria con carácter restrictivo.
Anticipándose al compromiso, las partes pueden incluir en la cláusula
compromisoria la designación de los árbitros e, inclusive, el procedimiento y
lugar donde del arbitraje. Tales estipulaciones pueden ser modificadas de
común acuerdo en oportunidad de la suscripción del compromiso.
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Extinción de la cláusula compromisoria – la cláusula compromisoria se


extingue:
- por renuncia expresa o tácita (ésta se configuraría por el hecho de que una de
las partes presentase la demanda ante la justicia común y la otra parte la contestase
sin articular la declinatoria).
- por rescisión o declaración de nulidad del contrato al cual acceda.
- por prescripción.

COMPROMISO.
Es el convenio en cuya virtud las partes especifican las cuestiones a decidir
mediante el arbitraje, designan a los árbitros (o amigables componedores) y
determinan los requisitos del procedimiento y del laudo.
Se trata de un contrato, sujeto como tal a los requisitos generales
establecidos en el CCiv., y constituye, junto con la aceptación del encargo
por parte de los árbitros, un presupuesto del proceso arbitral.

El compromiso puede ser consecuencia


68. de una cláusula compromisoria.
69. de una convención preliminar.
70. o de una prescripción normativa que impone su otorgamiento.

Aun en el caso de que no exista ninguna disposición contractual o legal


previa, las partes pueden celebrar espontáneamente un compromiso arbitral,
incluso cuando la cuestión que pretendan someter al arbitraje haya sido deducida en
juicio y cualquiera sea el estado en que éste se encuentre

Capacidad.
Art. 776 – Capacidad. Las personas que no pueden transigir no podrán
comprometer en árbitros.
Cuando la ley exija autorización judicial para realizar actos de disposición, también
aquélla será necesaria para celebrar el compromiso. Otorgada la autorización, no se
requerirá la aprobación judicial del laudo.

Forma del compromiso.


Art. 777 – Forma del compromiso. El compromiso deberá formalizarse por
escritura pública o instrumento privado, o por acta extendida ante el juez de la causa,
o ante aquel a quien hubiese correspondido su conocimiento.

Contenido. Cláusulas obligatorias y facultativas.


Art. 778 – Contenido. El compromiso deberá contener, bajo pena de nulidad:
1) Fecha, nombre y domicilio de los otorgantes.
2) Nombre y domicilio de los árbitros, excepto en el caso del art. 781.
3) Las cuestiones que se sometan al juicio arbitral, con expresión de sus
circunstancias.
4) La estipulación de una multa que deberá pagar, a la otra parte, la que dejare de
cumplir los actos indispensables para la realización del compromiso.
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Art. 779 – Cláusulas facultativas. Se podrá convenir, asimismo, en el


compromiso:
1) El procedimiento aplicable y el lugar en que los árbitros hayan de conocer y fallar.
Si no se indicare el lugar, será el de otorgamiento del compromiso.
2) El plazo en que los árbitros deben pronunciar el laudo.
3) La designación de un secretario, sin perjuicio de lo dispuesto en el art. 787.
4) Una multa que deberá pagar la parte que recurra del laudo, a la que lo consienta,
para poder ser oído, si no mediase la renuncia que se menciona en el inciso siguiente.
5) La renuncia del recurso de apelación y del de nulidad, salvo los casos
determinados en el art. 79.

Extinción del compromiso.


Art. 786 – Extinción del compromiso. El compromiso cesará en sus efectos:
1) Por decisión unánime de los que lo contrajeron.
2) Por el transcurso del plazo señalado en el compromiso, o del legal en su defecto,
sin perjuicio de la responsabilidad de los árbitros por daños e intereses, si por su
culpa hubiese transcurrido inútilmente el plazo que corresponda, o del pago de la
multa mencionada en el art. 778, inc. 4º, si la culpa fuese de alguna de las partes.
3) Si durante tres (3) meses las partes o los árbitros no hubiesen realizado ningún
acto tendiente a impulsar el procedimiento.

Causales de extinción del compromiso arbitral – las causales contempladas en el


art. son las siguientes:
decisión unánime de los que lo contrajeron – esta causal puede operarse con
anterioridad a la constitución del tribunal arbitral o durante el desarrollo del
proceso, y puede ser expresa o tácita. Es tácita cuando los compromitentes
resuelven dirimir sus diferencias privadamente, o bien someterlas al
conocimiento de los jueces ordinarios.

Ésta extinción puede también ser parcial, lo que ocurriría si las partes,
dejando subsistente el compromiso, se limitaran a acordar el reemplazo de
los árbitros.
El transcurso del plazo señalado en el compromiso, o del legal en su defecto
– sólo existe plazo legal para laudar en relación con los amigables
componedores.

Si durante 3 meses las partes o los árbitros no hubiesen realizado ningún


acto tendiente a impulsar el procedimiento – sólo puede configurarse una
vez aceptado el cargo por los árbitros; esta causal es equiparable a la
caducidad de la instancia en el proceso judicial.

Otras causales de extinción:


• la muerte, renuncia o incapacidad de alguno o de todos los árbitros.
• la pérdida de la cosa litigiosa.
• la nulidad del compromiso y el pronunciamiento del laudo.

CONSTITUCIÓN DEL TRIBUNAL.

Demanda.
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Art. 780 – Demanda. Podrá demandarse la constitución de tribunal arbitral, cuando


una o más cuestiones deban ser decididas por árbitros.
Presentada la demanda con los requisitos del art. 330, en lo pertinente, ante el juez
que hubiese sido competente para conocer en la causa, se conferirá traslado al
demandado por diez (10) días y se designará audiencia para que las partes concurran
a formalizar el compromiso.

Si hubiese resistencia infundada, el juez proveerá por la parte que incurriere en ella,
en los términos del art. 778.
Si las partes concordaren en la celebración del compromiso, pero no sobre los puntos
que ha de contener, el juez resolverá lo que corresponda.
Si la oposición a la constitución del tribunal arbitral fuese fundada, el juez así lo
declarará, con costas, previa sustanciación por el trámite de los incidentes, si fuere
necesario.

Constitución del tribunal arbitral.


Art. 781 – Nombramiento. Los árbitros serán nombrados por las partes, pudiendo
el tercero ser designado por ellas, o por los mismos árbitros, si estuviesen facultados.
Si no hubiere acuerdo, el nombramiento será hecho por el juez competente.
La designación sólo podrá recaer en personas mayores de edad y que estén en el
pleno ejercicio de los derechos civiles.

Nombramiento – si las partes se han reservado el derecho de proponer un


árbitro cada una de ellas, y no llega a existir conformidad recíproca con
respecto a la persona de los árbitros propuestos, la designación debe ser
efectuada por el juez.

La misma solución corresponde aplicar en caso de que exista acuerdo


recíproco con relación a los dos árbitros, pero que no lo haya con respecto al
tercero y no se hubiese delegado a aquéllos la facultad de designarlo.

Designación en virtud de demanda arbitral – si la designación debe efectuarse


con motivo de una demanda por constitución de tribunal arbitral, la
incomparecencia de cualquiera de las partes a la audiencia fijada para el
otorgamiento del compromiso autoriza al juez para designar a los árbitros de
oficio.

Capacidad – la designación de árbitros o de amigables componedores sólo puede


recaer en personas mayores de edad y que estén en pleno ejercicio de los
derechos civiles.
Dicha norma sólo comprende a las personas físicas. Debe considerarse
implícitamente exigido el requisito de que los árbitros o amigables componedores
sepan leer y escribir.

Asimismo, vale aclarar que a los jueces y funcionarios del Poder Judicial les
está prohibido bajo pena de nulidad, aceptar el nombramiento de árbitros o
amigables componedores salvo si en el juicio fuese parte la Provincia (art.
803).

Aceptación del cargo.


22

Art. 782 – Aceptación del cargo. Otorgado el compromiso, se hará saber a los
árbitros para la aceptación del cargo ante el secretario del juzgado, con juramento o
promesa de fiel desempeño.
Si alguno de los árbitros renunciare, se incapacitare o falleciere, se lo reemplazará en
la forma acordada en el compromiso. Si nada se hubiese previsto, lo designará el
juez.

Aceptación – la norma, que es también aplicable a los amigables componedores,


sólo se ha colocado en el supuesto de que el compromiso se otorgue en un
expediente judicial. Pero no excluye la posibilidad de que la aceptación se
verifique en escritura pública o instrumento privado.
Si alguno de los árbitros renuncia, admite la recusación, se incapacita o
fallece, debe reemplazarse en la forma acordada en el compromiso; pero si
nada se hubiese previsto, debe designarlo el juez.

Desempeño.

Art. 783 – Desempeño de los árbitros. La aceptación de los árbitros dará derecho
a las partes para compelerlos a que cumplan con su cometido, bajo pena de
responder por daños y perjuicios.

Responsabilidad – los árbitros y los amigables componedores no están


obligados a aceptar el cargo.
Pero verificada la aceptación, ella dará derecho a las partes para compelerlos
a que cumplan su cometido, bajo pena de responder por daños y perjuicios.
Son también pasibles de sanciones penales.

Recusación.

Art. 784 – Recusación. Los árbitros designados por el juzgado podrán ser recusados
por las mismas causas que los jueces. Los nombrados de común acuerdo por las
partes, únicamente por causas posteriores al nombramiento.
Los árbitros no podrán ser recusados sin causa. Sólo serán removidos por
consentimiento de las partes y decisión del juez.

Art. 785 – Trámite de la recusación. La recusación deberá deducirse ante los


mismos árbitros, dentro de los cinco (5) días de conocido el nombramiento.
Si el recusado no se abstuviere de intervenir, conocerá de la recusación el juez ante
quien se otorgó el compromiso o el que hubiese debido conocer si aquél no se hubiere
celebrado.
Se aplicarán las normas de los arts. 17 y ss., en lo pertinente.
La resolución del juez será irrecurrible.
El plazo para pronunciar el laudo quedará suspendido mientras no se haya decidido
sobre la recusación.

PROCEDIMIENTO.

Art. 789 – Procedimiento. Si en la cláusula compromisoria, en el compromiso, o en


un acto posterior de las partes no se hubiese fijado el procedimiento, los árbitros
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observarán el del juicio ordinario o sumario, según lo establecieren teniendo en


cuenta la naturaleza e importancia económica de la causa.
Esta resolución será irrecurrible.

Procedimiento a observar – la ley autoriza a las partes para que en la


cláusula compromisoria, en el compromiso, o en un acto posterior, fijen el
procedimiento aplicable.

Si las partes no hubiesen ejercido esa facultad, los árbitros deben establecer,
teniendo en cuenta la naturaleza e importancia económica de la causa, si ha de
observarse el procedimiento del juicio ordinario o el del juicio sumario,
siendo irrecurrible su decisión.

Actuación ante el secretario.

Art. 787 – Secretario. Toda la sustanciación del juicio arbitral se hará ante un
secretario, quien deberá ser persona capaz, en el pleno ejercicio de sus derechos
civiles e idónea para el desempeño del cargo.
Será nombrado por las partes o por el juez, en su caso, a menos que en el
compromiso se hubiese encomendado su designación a los árbitros. Prestará
juramento o promesa de desempeñar fielmente el cargo ante el tribunal arbitral.

Actuación de los árbitros.


Art. 788 – Actuación del tribunal. Los árbitros designarán a uno de ellos como
presidente. Éste dirigirá el procedimiento y dictará, por sí solo, las providencias de
mero trámite.
Sólo las diligencias de prueba podrán ser delegadas en uno de los árbitros; en lo
demás, actuarán siempre formando tribunal.

Actuación del tribunal – los árbitros deben designar a uno de ellos como
presidente. Éste debe dirigir el procedimiento y dictar por sí solo las
providencias de mero trámite, que son aquéllas que se dictan sin previa
sustanciación. Sólo las diligencias de prueba pueden ser delegadas en uno de
los árbitros. En los demás actos procesales (sentencias interlocutorias y
laudo), deben actuar siempre formando tribunal.

EL LAUDO.
Es la decisión definitiva de los árbitros o amigables componedores sobre las
cuestiones comprendidas en el compromiso.
El laudo es sustancialmente equiparable a una sentencia, pues participa de su
mismo carácter imperativo y posee, una vez firme o ejecutoriado, la
autoridad de la cosa juzgada.

Cuestiones previas.

Art. 790 – Cuestiones previas. Si a los árbitros le resultare imposible pronunciarse


antes de que la autoridad judicial haya decidido alguna de las cuestiones que por el
art. 775 no pueden ser objeto de compromiso u otras que deban tener prioridad y no
les hayan sido sometidas, el plazo para laudar quedará suspendido hasta el día en
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que una de las partes entregue a los árbitros un testimonio de la sentencia


ejecutoriada que haya resuelto dichas cuestiones.

Medidas de ejecución.

Art. 791 – Medidas de ejecución. Los árbitros no podrán decretar medidas


compulsorias, ni de ejecución. Deberán requerirlas al juez y éste deberá prestar el
auxilio de su jurisdicción para la más rápida y eficaz sustanciación del proceso
arbitral.

Contenido del laudo.

Art. 792 – Contenido del laudo. Los árbitros pronunciarán su fallo sobre todas las
pretensiones sometidas a su decisión, dentro del plazo fijado en el compromiso, con
las prórrogas convenidas por los interesados, en su caso.
Se entenderá que han quedado también comprometidas las cuestiones meramente
accesorias y aquellas cuya sustanciación ante los árbitros hubiese quedado
consentida.

Contenido del laudo – los árbitros (y los amigables componedores) deben


pronunciar su fallo sobre todas las pretensiones sometidas a su decisión.

Asimismo, debe mediar una estricta correlación entre las cuestiones decididas
por los árbitros (y amigables componedores) y aquéllas que fueron objeto del
compromiso. Quedan también comprometidas y pueden ser decididas en el
laudo, las cuestiones meramente accesorias (ej.: intereses) y aquellas cuya
sustanciación ante los árbitros (y amigables componedores) hubiese quedado
consentida.

Plazo.

Art. 793 – Plazo. Si las partes no hubieren establecido el plazo dentro del cual debe
pronunciarse el laudo, lo fijará el juez atendiendo a las circunstancias del caso.
El plazo para laudar será continuo y sólo se interrumpirá cuando deba procederse a
sustituir árbitros.
Si una de las partes falleciere, se considerará prorrogado por treinta (30) días.
A petición de los árbitros el juez podrá prorrogar el plazo si la demora no les fuese
imputable.

Plazo – si se trata de árbitros y las partes no han establecido el plazo para el


pronunciamiento del laudo, el juez debe fijarlo atendiendo a las
circunstancias del caso.
El plazo es continuo y sólo se interrumpe cuando deba procederse a la
sustitución de árbitros (ej.: fallecimiento o recusación).
Si fallece una de las partes, el plazo debe considerarse prorrogado por 30
días. Asimismo, el juez puede prorrogar el plazo, a pedido de los árbitros,
siempre que la demora no les sea imputable.
Por último, también las partes, de común acuerdo, pueden prorrogar el plazo.

Responsabilidad por demora.


25

Art. 794 – Responsabilidad de los árbitros. Los árbitros que, sin causa
justificada, no pronunciaren el laudo dentro del plazo, carecerán de derecho a
honorario. Serán asimismo responsables por los daños y perjuicios.

Responsabilidad – los árbitros que (sin causa) no pronuncien el laudo dentro


del plazo, pierden el derecho de cobrar honorarios y son responsables por los
daños y perjuicios que surjan de su actuar.

Mayoría para laudar.

Art. 795 – Mayoría. Será válido el laudo firmado por la mayoría si alguno de los
árbitros se hubiese resistido a reunirse para deliberar o para pronunciarlo.
Si no pudiese formarse mayoría porque las opiniones y votos contuviesen soluciones
inconciliables en la totalidad de los puntos comprometidos, se nombrará otro árbitro
para que dirima.
Si hubiese mayoría respecto de algunas de las cuestiones se laudará sobre ellas. Las
partes o el juez, en su caso, designarán un nuevo integrante del tribunal para que
dirima sobre las demás y fijarán el plazo para que se pronuncie.

Nulidad del laudo.

Art. 799 – Laudo nulo. Será nulo el laudo que contuviere en la parte dispositiva
decisiones incompatibles entre sí. Se aplicarán subsidiariamente las disposiciones
sobre nulidades establecidas por este Código.
Si el proceso se hubiese sustanciado regularmente y la nulidad fuese únicamente del
laudo, a petición de parte, el juez pronunciará sentencia, que será recurrible por
aplicación de las normas comunes.

Pleito pendiente.

Art. 802 – Pleito pendiente. Si el compromiso se hubiese celebrado respecto de un


juicio pendiente en última instancia, el fallo de los árbitros, causará ejecutoria.

RECURSOS.

Impugnación del laudo.

Art. 796 – Recursos. Contra la sentencia arbitral podrán interponerse los recursos
admisibles respecto de las sentencias de los jueces, si no hubiesen sido renunciados
en el compromiso.

Recursos – los laudos dictados por los árbitros admiten en contra los mismos
recursos que caben contra las sentencias de los jueces, siempre que las
partes no hubieran renunciado a ellos en el compromiso.

Art. 797 – Interposición. Los recursos deberán deducirse ante el tribunal arbitral,
dentro de los cinco (5) días, por escrito fundado.
Si fueren denegados serán aplicables los arts. 275 y 276, en lo pertinente.
26

Art. 798 – Renuncia de recursos. Aclaratoria. Nulidad. Si los recursos hubiesen


sido renunciados, se denegarán sin sustanciación alguna.

La renuncia de los recursos no obstará, sin embargo, a la admisibilidad del de


aclaratoria y de nulidad, fundado en falta esencial del procedimiento, en haber fallado
los árbitros fuera del plazo, o sobre puntos no comprometidos. En este último caso, la
nulidad será parcial si el pronunciamiento fuere divisible.
Este recurso se resolverá sin sustanciación alguna, con la sola vista del expediente.

Art. 800 – Pago de la multa. Si se hubiese estipulado la multa indicada en el art.


779, inc. 4º, no se admitirá recurso alguno si quien lo interpone no hubiese satisfecho
su importe.
Si el recurso deducido fuese el de nulidad por las causales expresadas en los arts.
798 y 799, el importe de la multa será depositado hasta la decisión del recurso. Si se
declarase la nulidad, será devuelto al recurrente. En caso contrario, se entregará a la
otra parte.

Art. 801 – Recursos. Reconocerá de los recursos el tribunal jerárquicamente


superior al juez a quien habría correspondido conocer si la cuestión no se hubiese
sometido a árbitros, salvo que el compromiso estableciera la competencia de otros
árbitros para entender en dichos recursos.

2) PROCESO DE AMIGABLES COMPONEDORES

Art. 804 – Objeto. Clase de arbitraje. Podrán someterse a la decisión de


arbitradores o amigables componedores, las cuestiones que pueden ser objeto del
juicio de árbitros.
Si nada se hubiese estipulado en el compromiso acerca de si el arbitraje ha de ser de
derecho o de amigables componedores, o si se hubiese autorizado a los árbitros a
decidir la controversia según equidad, se entenderá que es de amigables
componedores.

Objeto – toda aquella cuestión que puede ser objeto de un juicio arbitral
podrá también serlo de uno de amigables componedores (también llamados
“arbitradores” por el Código). Concretamente, remitimos a los análisis de los arts.
774 a 776.

Normas comunes.
Art. 805 – Normas comunes. Se aplicará al juicio de amigables componedores lo
prescripto para los árbitros respecto de:
1) La capacidad de los contrayentes.
2) El contenido y forma del compromiso.
3) La calidad que deban tener los arbitradores y forma de nombramiento.
4) La aceptación del cargo y responsabilidad de los arbitradores.
5) El modo de reemplazarlos.
6) La forma de acordar y pronunciar el laudo.

Recusación.
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Art. 806 – Recusaciones. Los amigables componedores podrán ser recusados


únicamente por causas posteriores al nombramiento.
Sólo serán causas legales de recusación:
1) Interés directo o indirecto en el asunto.
2) Parentesco dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad con
las partes.
3) Enemistad manifiesta con aquéllas, por hechos determinados.
En el incidente de recusación se procederá según lo prescripto para la de los árbitros.

Recusación. Causales – se reducen las causales para recusar a un amigable


componedor: sólo podrán aducirse las mencionadas en esta manda, perdiendo
virtualidad toda otra (art. 17), atento la regulación específica aquí realizada.

Procedimiento.

Art. 807 – Procedimiento. Carácter de la actuación. Los amigables


componedores procederán sin sujeción a formas legales, limitándose a recibir los
antecedentes o documentos que las partes presentasen, a pedirles las explicaciones
que creyeren convenientes, y a dictar sentencia según su saber y entender.

Procedimiento. Informalismo – hace a la esencia del juicio de amigables


componedores el hecho de que en el trámite no se sigan formas legalmente
establecidas.
En tal sentido, los arbitradores habrán de tomar contacto con el conflicto,
conocerán los argumentos de ambas partes, atenderán la prueba que sea
presentada, requerirán las explicaciones o ampliaciones que entiendan
necesarias a cualquier sujeto, sin importar si es o no parte y, luego de haberse
formado criterio libremente, dictarán una sentencia según su saber y entender.
Si bien este laudo no tendrá fundamento normativo, deberá ser construido
sobre la base de razonamientos expresos, fundados y lógicos, respetándose el
derecho de defensa de las partes.

Plazo.
Art. 808 – Plazo. Si las partes no hubiesen fijado plazo, los amigables
componedores deberán pronunciar el laudo dentro de los tres (3) meses de la última
aceptación.

Nulidad.

Art. 809 – Nulidad. El laudo de los amigables componedores no será recurrible,


pero si se hubiese pronunciado fuera de plazo o sobre puntos no comprometidos, las
partes podrán demandar su nulidad dentro de cinco (5) días de notificado.
Presentada la demanda, el juez dará traslado a la otra parte por cinco (5) días.
Vencido este plazo, contestado o no el traslado, el juez resolverá acerca de la validez
o nulidad del laudo, sin recurso alguno.

NULIDAD DEL LAUDO. RÉGIMEN LEGAL. SUPUESTOS.

Nulidad del laudo de árbitros.


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Art. 799 – Laudo nulo. Será nulo el laudo que contuviere en la parte dispositiva
decisiones incompatibles entre sí. Se aplicarán subsidiariamente las disposiciones
sobre nulidades establecidas por este Código.
Si el proceso se hubiese sustanciado regularmente y la nulidad fuese únicamente del
laudo, a petición de parte, el juez pronunciará sentencia, que será recurrible por
aplicación de las normas comunes.

Nulidad del laudo de árbitros – los laudos de árbitros podrá ser atacados de
nulidad, teniendo como fundamento:

una falta esencial del procedimiento.


el haber fallado los árbitros fuera del plazo o sobre puntos no
comprometidos.
también será nulo el laudo que contuviere en la parte dispositiva decisiones
incompatibles entre sí.

Nulidad del laudo de amigables componedores.

Art. 809 – Nulidad. El laudo de los amigables componedores no será recurrible,


pero si se hubiese pronunciado fuera de plazo o sobre puntos no comprometidos, las
partes podrán demandar su nulidad dentro de cinco (5) días de notificado.
Presentada la demanda, el juez dará traslado a la otra parte por cinco (5) días.
Vencido este plazo, contestado o no el traslado, el juez resolverá acerca de la validez
o nulidad del laudo, sin recurso alguno.

Nulidad del laudo de amigables componedores – los laudos de los amigables


componedores son irrecurribles, pero son impugnables por demanda de
nulidad cuando:
_ se hayan pronunciado fuera del plazo.
_ sobre puntos no comprometidos.

La demanda de nulidad es una pretensión procesal autónoma y debe


deducirse dentro del plazo de 5 días contado desde la notificación del laudo.
Presentada la demanda, el juez debe dar traslado a la otra parte por 5 días.
Vencido este plazo, contestado o no el traslado, el juez debe resolver acerca de
la validez o nulidad del laudo, no siendo admisible contra esa decisión
recurso alguno.
COSTAS Y HONORARIOS EN LOS PROCESOS ARBITRALES.

Art. 810 – Costas. Honorarios. Los árbitros y amigables componedores se


pronunciarán acerca de la imposición de las costas, en la forma prescripta en los arts.
68 y ss.
La parte que no realizare los actos indispensables para la realización del compromiso
además de la multa prevista en el art. 778, inc. 4º, si hubiese sido estipulado, deberá
pagar las costas.
Los honorarios de los árbitros, secretario del tribunal, abogados, procuradores, y
demás profesionales, serán regulados por el juez.
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Los árbitros podrán solicitar al juez que ordene el depósito o embargo de la suma que
pudiere corresponderles por honorarios, si los bienes objeto del juicio no
constituyesen garantía suficiente.

Costas y honorarios – en el laudo, los árbitros y amigables componedores


deben pronunciarse acerca de la imposición de las costas
La parte que no haya realizado los actos indispensables para la realizar el
compromiso, además de la multa del art. 778 inc. 4, debe ser condenada al pago
de las costas, con independencia del resultado del proceso arbitral

Los árbitros y amigables componedores tienen facultades para decidir la


forma en que deben pagarse las costas; pero la regulación de los honorarios
de los abogados, procuradores y demás profesionales que hayan intervenido
en el proceso debe ser practicada por el juez.

3) PROCEDIMIENTO PERICIAL

La pericia arbitral –también llamada juicio pericial– es aquella que tiene lugar
cuando se encomienda a una o más personas especialmente versadas en
alguna materia, la decisión definitiva de un conflicto exclusivamente relativo
a una cuestión de hecho.

Art. 811 – Procedencia. La pericia arbitral procederá en el caso del art. 514, y
cuando las leyes establezcan ese procedimiento con el nombre de juicio de árbitros,
arbitradores, peritos o peritos árbitros, para que resuelva cuestiones de hecho
concretadas expresamente.
Los peritos árbitros deberán tener las condiciones exigidas para los amigables
componedores y especialidad en la materia. Procederán como aquéllos, sin que sea
necesario el compromiso.
La pericia arbitral tendrá los efectos de la sentencia, no siendo admisible recurso
alguno. Para su ejecución, luego de agregada al proceso, se aplicarán las normas
sobre ejecución de sentencia.

Procedencia – son aplicables a la pericia arbitral las reglas del juicio de


amigables componedores, debiendo tener los árbitros peritos especialidad en la
materia. Deben proceder sin sujeción a formas legales, decidiendo según su
saber y entender.

La utilización de esta vía puede venir impuesta por la ley. Tal el caso del art.
514 (mencionado en la norma), donde se contempla el supuesto de
liquidaciones o cuentas muy complicadas o de lenta y difícil justificación que
requieran de conocimientos especiales. Asimismo, el juez puede disponer que
se recurra a una pericia arbitral.

La ley establece que no es necesaria la suscripción de un compromiso


arbitral. Sin embargo, entendemos que la propuesta del caso a dilucidar, la
exposición del mismo, la elección de los peritos árbitros, la determinación
del plazo, etc. deben darse por escrito por parte de quienes se someten a esta
forma de resolver conflictos fácticos.
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Las condiciones y formas de designación serán las mismas que para los
amigables componedores, sumándose el requisito insoslayable de la idoneidad
específica.

INIMPUGNABILIDAD.

La pericia arbitral emitida (equivalente al laudo) tendrá los efectos de la


sentencia que dimana de los arbitradores y, al igual que aquélla, no será
susceptible de recurso alguno. Entendemos que sí será pasible de la demanda
de nulidad prevista en el art. 809.

Si la solución que de allí surja no es voluntariamente acatada por las partes,


deberá recurrirse a la vía de la ejecución de sentencia para su cumplimiento
coactivo (art. 497).

DIFERENCIAS CON LOS PROCESOS ARBITRALES Y CON LA PRUEBA DE


PERITOS.

Esta institución tiene puntos de contacto con la prueba de peritos y con el


juicio de árbitros o de amigables componedores.

dd) Paralelo entre la pericia arbitral y el dictamen pericial.

Semejanzas – la pericia arbitral se asemeja al dictamen pericial porque


ambos requieren conocimientos especiales y versan sobre cuestiones de
hecho.

Diferencias – mientras el dictamen pericial constituye un medio de prueba


que sólo puede verificarse en el transcurso de un proceso y tiende
únicamente a ilustrar al juez, quien puede apartarse de las conclusiones
enunciadas por los peritos, la pericia arbitral puede llevarse a cabo dentro de
un proceso o fuera de él, y conduce al pronunciamiento de una decisión
provista de fuerza vinculante para el juez.

Si bien éste aprecia libremente el derecho aplicable al caso, debe hacerlo


sobre la base de las conclusiones de hecho establecidas por los peritos
árbitros.

ee) Paralelo entre la pericia arbitral y el proceso arbitral.


Semejanzas – la pericia arbitral tiene puntos de contacto con el proceso arbitral.
Tanto uno como otro tienen por objeto la decisión de una cuestión o
divergencia suscitada entre partes.

Diferencias – las diferencias entre una y otro son:


• Mientras que el proceso arbitral supone como antecedente necesario la
celebración de un compromiso, la pericia arbitral no siempre requiere esa
formalidad.
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• En el proceso arbitral se decide tanto sobre los hechos como sobre el


derecho, en tanto que el ámbito de la pericia arbitral está circunscripto a las
cuestiones de hecho.

• Mientras que es procedente deferir al arbitraje un género determinado de


conflictos, sólo cabe someter al juicio pericial cuestiones de hecho
concretadas expresamente.

ff) Paralelo entre la pericia arbitral y el juicio de amigables componedores.

Semejanzas – la pericia arbitral se asemeja al juicio de amigables


componedores en cuanto a la forma en que los peritos árbitros deben
proceder.

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